Documentos del III y IV Foro Pentecostal

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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Bernardo Campos – Luis Orellana (eds.)
Documentos del III y IV Foro Pentecostal
Latinoamericano y Caribeño
Santiago de Chile 2012
Bogotá, Colombia 2013
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Fuego Que Une
Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
© Derechos Reservados
Fuego Que Une. Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia
Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño
Telefono (511) 520-3561
Celular (511) 986.410.166
E-mail: relep21@yahoo.com
URL: www.foropentecostal.com
Lima – Perú
Setiembre del 2014
Edición Especial: 1000 ejemplares
Editores
Dr. Bernardo Campos (Perú)
Dr. Luis Orellana (Chile)
Consejo Editorial
Dr. Huber Van Beek (Suiza)
Ob. Richar Mendoza (Ecuador)
Dr. Expedito Ferreira de Melo (Brasil)
Lic. María Elena Zelada (Perú)
Dr. Oscar Corvalán V. (Chile)
Dr. Norberto Saracco (Argentina)
Dr. David Mesquiati (Brasil)
Esta publicación ha sido posible gracias al valioso apoyo del Foro
Cristiano Mundial
Se autoriza la reproducción de una parte o la totalidad de la obra para
su uso en centros de formación teológica, siempre que se cite la fuente
o se solicite los permisos correspondientes a los editores.
Impreso en el Perú
Printed in Peru
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
PRÓLOGO
La experiencia de un Foro Pentecostal en América Latina, como parte
y contraparte del Foro Cristiano Mundial, viene dando sus frutos.
Tras una caminata de tres años desde que lo constituimos en Lima,
Perú, el Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño (FPLyC) viene
recogiendo una diversidad de propuestas y mostrando caminos de
unidad hasta ahora transitados.
El presente libro, titulado Fuego Que Une: Pentecostalismo y Unidad de la Iglesia, es un testimonio de la Obra del Espíritu Santo en
Latinoamérica como fuego abrazador que une y quema todo pecado de
división en el pueblo de Dios. Fuego Que Une entrega las ponencias
presentadas en dos sub-regiones: El Cono Sur y la Región Andina.
La primera parte contiene las ponencias presentadas en el Foro Pentecostal realizado en Isla de Maipo, en Santiago de Chile. El Foro de
Chile reunió a iglesias del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y
Paraguay) y tuvo lugar en la Iglesia Pentecostal de Chile en Isla de Maipo,
del 12 al 15 de noviembre de 2012.
La segunda parte presenta las ponencias la reunión subregional del
Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño, realizado en el Seminario Bíblico de las Asambleas de Dios, en Bogotá Colombia, del 14 al 17
de octubre del 2013. Allí se dieron cita iglesias de Colombia, Perú,
Ecuador y Bolivia.
La temática de ambos foros, giró en torno al tema Pentecostalismo y
Unidad. En cada encuentro se pidió a los delegados de los países que
presenten un somero informe sobre la situación de los pentecostalismos en relación con las experiencias de unidad. Al mismo tiempo, se
discutió diversos temas relativos a la problemática de la sub región y
de Latinoamérica en su conjunto.
En los encuentros no solo participaron delegados de varias denominaciones pentecostales, sino también investigadores especializados en el
pentecostalismo latinoamericano, en relación con su presencia y apor-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
te a la sociedad. Es el caso de la Dra. Evguenia Fediakova, historiadora
por la Universidad Lomonosov de Moscú, Rusia. Cientista Política del
Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales (IMEMO RAN), miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, y catedrático en la Universidad de Santiago de Chile (USACH).
En el Foro de Colombia contamos con la participación del Dr. William
Mauricio Beltrán, sociólogo, doctor en Estudios sobre América Latina
de la Universidad París III Sorbonne Nouvelle. Profesor asociado del
Departamento de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia,
con sede en Bogotá, e investigador del Centro de Estudios Sociales
(CES) de la misma Universidad.
Ambos especialistas nos ayudaron a ver las potencialidades de los
pentecotalismos para la unidad de la Iglesia y sus nuevas orientaciones
en la vida y cultura latinoamericana y caribeña.
Cabe resaltar el aporte del Dr. Huber van Beek, consultor del Foro
Cristiano Mundial, promotor incansable de la unidad y compañero del
camino, gracias a quien podemos presentar ahora los materiales de los
foros de Chile y Colombia.
Quiera Dios utilizar esta experiencia en favor de la unidad de la iglesia
y del género humano.
Richar Mendoza
Obispo de la Iglesia de Dios del Ecuador
Coordinador del Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
CONTENIDO
PRÓLOGO.........................................................................................................7
I PARTE
EL FORO PENTECOSTAL EN SANTIAGO DE CHILE.........11
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
Relaciones de las Iglesias Pentecostales con otras
tradiciones cristianas en América Latina. .................................. 13
Juan Sepúlveda
La Imagen Pentecostal en la Literatura Chilena ....................... 21
Luis Orellana
Pentecostalismo y Unidad en América Latina.
“Aspectos teológicos” ....................................................................... 33
Bernardo Campos
Pentecostalismo y Unidad en América Latina.
“Aspectos Sociales” ............................................................................ 39
Oscar Corvalán
Las Caras de Pentecostalismo en América Latina:
El Rol de la Mujer Pentecostal ....................................................... 57
Elizabeth Salazar
Las Caras de Pentecostalismo en América Latina:
La mujer en la misión de Dios......................................................... 65
María Graciela Santa Cruz
Impresiones y provocaciones de un observador ...................... 93
David Mesquiati de Oliveira
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
II PARTE
EL FORO PENTECOSTAL EN BOGOTÁ, COLOMBIA .....103
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
La Segunda Reunión sub-regional del Foro Pentecostal .... 105
Huber Van Beek
Dialéctica de la Unidad .................................................................... 111
Bernardo Campos
El Campo Religioso Peruano ......................................................... 115
Bernardo Campos
Tendencias en el Pentecostalismo Peruano. ............................ 145
Pedro López
Presente y Futuro del Pentecostalismo en el Ecuador ..........147
Laura Saá
La Violencia Intrafamiliar. Desafío Urgente al
Pentecostalismo Profético............................................................. 159
Senia Pilco
La Unidad de la Iglesia en la Teología Pentecostal ................183
Yolanda Rosas
Movimientos Evangélicos y Neo Evangélicos...........................193
Bernardo Campos
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
I PARTE
EL FORO PENTECOSTAL EN
SANTIAGO DE CHILE
ENCUENTRO SUBREGIONAL
CONO SUR: ARGENTINA, CHILE,
PARAGUAY, URUGUAY
12-15 de noviembre de 2012
Isla de Maipo (Santiago – Chile)
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
1. Relaciones de las Iglesias Pentecostales con
otras tradiciones cristianas en
América Latina.
Juan Sepúlveda1(Chile)
En esta introducción sobre las relaciones entre las iglesias pentecostales con otras tradiciones cristianas en América Latina, me acercaré al
tema a partir de la experiencia chilena. Una razón práctica para ello es
que conozco más la situación chilena, mientras que los hermanos y
hermanas de otros lugares de América Latina presentes en este encuentro, conocen mejor la situación de sus propios países, y pueden
compartirla en el diálogo que seguirá a mi presentación. Pero también
hay un par de razones históricas. Chile ocupa un lugar históricam ente
importante tanto desde el punto de vista del desarrollo del pentecostalismo latinoamericano, como desde el punto de vista del establecimiento de relaciones de reconocimiento mutuo y de algunas formas de
cooperación entre iglesias pentecostales y otras tradiciones cristianas.
Como ocurrió en otros lugares en América Latina y el mundo, el nacimiento del pentecostalismo en Chile, primero como un avivamiento
iniciado dentro de la Iglesia Metodista Episcopal entre los años 1902 y
1909, y luego como un movimiento separado a partir del cisma producido entre 1909 y 1910, originó una primera etapa de ruptura, distancia
y no reconocimiento mutuo entre la naciente Iglesia Metodista Pentecostal, y sus diversas ramas que se escindieron años más tarde, y las
demás iglesias evangélicas y/o protestantes presentes en Chile.
1
Licenciado en Teología del Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos
(ISEDET), Buenos Aires, Ph. D de la Universidad de Birmingham, Inglaterra; Pastor
Presbítero de la Misión Iglesia Pentecostal; Director de Planificación Institucional del
Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE), y profesor de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Este distanciamiento fue recíproco, es decir, por ambos lados de la
relación. Del lado pentecostal, el distanciamiento fue en gran medida
consecuencia del dolor que les produjo el rechazo del avivamiento por
parte de las autoridades de la Iglesia Metodista Episcopal, y de las
demás iglesias por entonces dirigidas por misioneros del protestantismo norteamericano. El principal líder del avivamiento chileno, Willis Hoover, también llegado a Chile como misionero, reinterpretó el
dolor de la separación en términos de un llamado de Dios a mantenerse separados. En un editorial de Chile Pentecostal, Hoover escribió: “hemos sido llamados afuera de la iglesia donde estábamos, - no para ser
otra igual, (si es para eso ¿para qué haber salido?) - sino para ser separada, apartada de ella y de las cosas que ella hoy adolece. Si tenemos
alguna razón de ser, esa razón nos llama a una vida de separación para
conservar lo que Dios nos ha encomendado”. Su crítica a la iglesia que
rechazó el avivamiento era tan severa, que llegó a calificar cualquier
intento de restablecer relaciones con ella, como el intento de “apegarse
a un cadáver”.2
Los motivos del distanciamiento por parte de las iglesias protestantes
tradicionales, se explicitan en un informe presentado por los pastores
Ezra Bauman y Philip Walker ante una Conferencia Evangélica Regional, realizada en Santiago como actividad de seguimiento del “Congreso
sobre la obra cristiana en América Latina” celebrado en Panamá en 1916:
“Entre las iglesias protestantes chilenas se han levantado tres movimientos separatistas independientes. [...] El último corresponde al llamado
movimiento pentecostal, en el cual el pastor de una de las iglesias más
grandes, un misionero, lamentablemente se dejó llevar por un desequilibrio en lo religioso y ser sobrepasado por fanáticos ignorantes y a veces
maliciosos. [...Este movimiento] arrastró a un gran número de gente
sincera y se ha esparcido a través de dos tercios del país. Ha sido enteramente autosuficiente y durante sus seis años de existencia ha mantenido
un ardiente entusiasmo que le ha permitido sobrevivir. Este movimiento,
más que todos los otros, muestra que existe la necesidad de una instrucción más profunda de nuestros miembros en las doctrinas fundamenta2
El mencionado editorial fue reproducido por su propio autor en Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile. Valparaíso: Imprenta Excelsior, 1948, p.105-116.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
les del cristianismo y una interpretación más establecida de las Escrituras”.3
Mientras en gran parte del mundo el distanciamiento entre las iglesias
pentecostales y otras tradiciones cristianas, se mantuvo hasta la segunda
mitad del siglo XX, en Chile se dieron tempranamente los primeros signos de reacercamiento. Por el lado de las instancias misioneras de las
iglesias protestantes tradicionales, un temprano registro de un cambio
de actitud hacia el pentecostalismo chileno se encuentra en una referencia de John Mackay, en su celebrado libro El otro Cristo español: “En un
principio, [las reuniones del movimiento pentecostal] se caracterizaban
por fenómenos extravagantes. En los nuevos convertidos se desarrolló,
con todo, una pasión religiosa incandescente, y el movimiento se extendió por ciudades y aldeas con sorprendente rapidez. Al tiempo de escribir estas líneas sus adherentes suman entre diez y quince mil, o sea más
del doble de los de las iglesias metodista y presbiteriana del país. Quienes han estudiado de cerca este movimiento dicen que ha producido en
sus miembros el más elevado tipo de moralidad. Habiendo comenzado
entre los parias de la sociedad, ha ido alcanzando a personas situadas
cada vez más alto en la escala social. Los fenómenos extravagantes tienden a desaparecer de sus reuniones, y sus miembros, sin perder por ello
nada de su celo incandescente por salvar otras vidas, se han hecho más
normales en su experiencia emotiva y más dispuestos a cooperar con los
colegas cristianos de otros grupos en aquello que es de interés para la
causa común”.4
Por el lado del pentecostalismo, Hoover mantuvo su postura hasta su
fallecimiento el año 1936. Pero algunos años antes, en 1932, se produjo la
primera gran división dentro del pentecostalismo chileno que separó a la
Iglesia Evangélica Pentecostal de la Iglesia Metodista Pentecostal, a la
que seguirían otras divisiones posteriores. Mientras la influencia de la
postura de Hoover de permanecer separados y no restablecer contactos
3
4
CCLA. Regional Conferences in Latin America. New York: The Missionary Education
Movement, 1917, pp. 99-110, aquí p.101
México – Buenos Aires: CUPSA – La Aurora, 1988, p.257. El texto original en inglés
fue escrito en 1932 y publicado el año siguiente. La primera edición en español se
publicó en 1952.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
con otras tradiciones cristianas permaneció en el tiempo en la Iglesia
Evangélica Pentecostal, otras nacientes iglesias pentecostales se abrieron
pronto al contacto con otras iglesias evangélicas y/o protestantes. En
efecto, ya durante la década de 1940 algunas iglesias pentecostales chilenas se integraron al Concilio Evangélico de Chile (CEC).
El CEC se constituyó a partir de un “Comité de Cooperación de las Iglesias” en Chile - que ya existía desde la Conferencia Evangélica Regional
de 1916 - con ocasión de una visita realizada en 1941por el líder misionero
y ecuménico John Mott. Esta visita fue parte de cinco giras a distintas
regiones de América Latina realizadas entre 1940 y 1941 por Mott junto a
W. Stanley Rycroft, entonces Secretario Ejecutivo del Comité de Cooperación para América Latina5. Este programa de visitas se realizó en respuesta a una petición presentada por la delegación latinoamericana ante
la Conferencia del ‘Consejo Misionero Internacional’ celebrada en Tambarán, India, en 1938. Uno de los propósitos de la visita solicitada era
precisamente estimular la formación de Consejos Nacionales donde no
los hubiere, y afiliarlos al ‘Consejo Misionero Internacional’ presidido
por Mott6.
La pertenencia al CEC también facilitó la pionera participación de pentecostales chilenos en conferencias evangélicas latinoamericanas. El
primero fue el pastor Francisco Anabalón, de la ‘Iglesia Pentecostal
Apostólica’, quien integró la delegación chilena ante la 1° Conferencia
Evangélica Latinoamericana (CELA I), celebrada en Buenos Aires en
19497. El número de iglesias pentecostales representadas aumentó en las
siguientes conferencias, y en CELA III (Buenos Aires, 1969), el mismo
Anabalón y el obispo Enrique Chávez, de la ‘Iglesia Pentecostal de Chile’,
5
6
7
W.S.Rycroft. On This Foundation. The Evangelical Witness in Latin America. New York:
Friendship Press, 1942, pp. 68-71.
IMC. The World Mission of the Church. Findings and Recommendations of the Meeting of
the International Missionary Council. Tambaram, Madras, India, Dec. 12-29, 1938. London: IMC, 1939, pp.164s.
A.F.Sosa, L.E.Odell y J.Quiñones (eds.). El cristianismo evangélico en América Latina. Primera
Conferencia Evangélica Latinoamericana, Buenos Aires, Julio 1949. Buenos Aires: La
Aurora, 1949.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
fueron responsables de ponencias plenarias8. Lo anterior significa que a
través de su pertenencia al CEC, algunas iglesias pentecostales chilenas
se hicieron parte tempranamente del movimiento de unidad evangélica
en América Latina, lo cual abrió el camino para el ingreso de algunas de
ellas al Consejo Mundial de Iglesias (Asamblea de Nueva Delhi, 1961), y
más tarde para la participación de varias iglesias pentecostales chilenas
en la fundación del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI, Oaxtepec, 1978).
Si bien en un principio la participación de iglesias pentecostales chilenas
en el CMI, y posteriormente en el CLAI, generó una reacción crítica del
pentecostalismo mundial, con el tiempo el camino abierto por el pentecostalismo chileno fue seguido por iglesias pentecostales de otros países.
De esta manera, el pentecostalismo chileno contribuyó a la disminución
de la distancia y los prejuicios mutuos entre el pentecostalismo y el protestantismo. Invitaría a los hermanos y hermanas presentes a compartir
el impacto que este proceso de acercamiento tuvo en las relaciones entre
iglesias pentecostales e iglesias evangélicas-protestantes de sus propios
países.
La década de los 60s fue testigo de un cambio significativo en la actitud
de la Iglesia Católica frente a las demás iglesias cristianas. El Concilio
Vaticano II definió las bases para las relaciones ecuménicas entre la Iglesia Católica y sus “hermanos separados”. En nuestro país, este cambio de
clima se expresó en el nacimiento de la ‘Fraternidad Ecuménica de Chile’
(FRAECH), que reunió a pastores y sacerdotes de distintas iglesias,
incluyendo algunas pentecostales, dispuestos a promover encuentros de
oración, reflexión y celebración común. La participación evangélica en
esta instancia fue estimulada por la presencia en Chile de la sede de
UNELAM (Unidad Evangélica Latinoamericana), organismo creado
para dar seguimiento al proceso de los congresos evangélicos latinoamericanos (CELAs). Cuando más tarde el nuevo Presidente electo, Dr. Salvador Allende, solicitó al Cardenal Silva Henríquez darle un carácter
ecuménico al Te Deum que se celebraría con ocasión de la asunción del
8
CELA III. Deudores al mundo. Informes - Comentarios de la III Conferencia Evangélica
Latinoamericana. Montevideo: UNELAM, 1969.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
mando, la FRAECH ya estaba disponible para organizarlo. Del deseo de
Allende de celebrar un acto religioso que reflejara mejor el pluralismo y
la diversidad religiosa del país, y de la decisión del Cardenal Silva de
abrir ese espacio, nació el nuevo carácter ecuménico del tradicional Te
Deum del 18 de septiembre.9
De igual modo en que la FRAECH generó el espacio para los primeros
contactos entre algunas iglesias pentecostales y la Iglesia Católica Romana, también fue el espacio para el contacto con las Iglesias Ortodoxas
presentes en el país, en particular, con el Patriarcado de Antioquía. Aunque el espacio abierto por la FRAECH estaba limitado a los líderes que
participan en sus reuniones ordinarias, y en una agenda periódica de
liturgias y oraciones ecuménicas (Te Deum Ecuménico , Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, otras ocasiones especiales), también puede señalarse un resultado más permanente de estos relaciones:
Como resultado del trabajo de una Mesa Teológica ecuménica convocada bajo los auspicios de la FRAECH, el año 1999 varias iglesias, incluyendo algunas pentecostales, firmaron un “Documento de Reconocimiento Mutuo del Bautismo”.
También en este caso, la experiencia local chilena se proyecta a un nivel
latinoamericano a través del CLAI. En este contexto cabe mencionar que
el CLAI se coordinó con la Sección de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) de la Iglesia
Católica, para convocar y organizar el “Encuentro Católico-Pentecostal
Latinoamericano y Caribeño”, realizado en Quito, Ecuador, del 12 al 14
de Mayo de 1998, con la presencia de 40 participantes provenientes de 16
países de la Región. En el Mensaje a las Iglesias de este encuentro los
participantes afirmaron:
“Con grata sorpresa hemos descubierto la belleza de nuestras distintas
tradiciones eclesiales, que tienen la misma raíz en el único Señor (Ef 4:46), presente y vivo, ayer, hoy y siempre (Hb 13:8). (…) Nos comprometemos a buscar juntos, nuevos y permanentes caminos de encuentro con la
9
Cf. Humberto Lagos. Crisis de la esperanza. Religión y autoritarismo en Chile. Santiago:
Presor-Lar, 1988, pp.61-66.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
convicción de que hemos sido llamados por Jesucristo para interpretar el
Kairós Latinoamericano y con la fuerza del Espíritu compartir la misión
y responder así a la oración de Jesús que todos sean uno, para que el mundo
crea”.
Sin embargo, no tengo constancia de que haya habido esfuerzos serios
para dar continuidad a este primer encuentro en el nivel latinoamericano, y tampoco en Chile. Invitaría a los hermanos y hermanas de otros
países presentes a compartir acaso en sus propios contextos ha habido
algún tipo de seguimiento del diálogo pentecostal-católico.
Bibliografía







Willis Hoover, Historia del Avivamiento Pentecostal en Chile.
Valparaíso: Imprenta Excelsior, 1948
CCLA. Regional Conferences in Latin America. New York: The
Missionary Education Movement, 1917. México – Buenos
Aires: CUPSA – La Aurora, 1988
W.S.Rycroft. On This Foundation. The Evangelical Witness in Latin
America. New York: Friendship Press, 1942.
IMC. The World Mission of the Church. Findings and Recommendations
of the Meeting of the International Missionary Council. Tambaram,
Madras, India, Dec. 12-29, 1938. London: IMC, 1939
A.F.Sosa, L.E.Odell y J.Quiñones (eds.). El cristianismo evangélico
en América Latina. Primera Conferencia Evangélica Latinoamericana,
Buenos Aires, Julio 1949. Buenos Aires: La Aurora, 1949.
CELA III. Deudores al mundo. Informes - Comentarios de la III
Conferencia Evangélica Latinoamericana. Montevideo: UNELAM,
1969.
Humberto Lagos. Crisis de la esperanza. Religión y autoritarismo en
Chile. Santiago: Presor-Lar, 1988
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
2. La Imagen Pentecostal en la
Literatura Chilena
Luis Orellana10 (Chile)
Resumen
El propósito del presente trabajo es desarrollar un análisis sobre la
imagen social y cultural del ser pentecostal en la literatura chilena.
Los novelistas que describen a los evangélicos en sus obras son reducidos, sin embargo los ubican y describen junto a la realidad de los
sectores populares y marginales entre los años 30, 40 y 60 del siglo
XX. La idea es un primer acercamiento las imágenes del pathos y ethos
de pentecostales en el mundo popular y marginalidad social. Para
alcanzar el objetivo concentramos nuestro análisis en los autores
Hernán Rivera Letelier novelistas que durante los últimos 20 años ha
incorporado a los evangélicos pentecostales en su narrativa como la
novela “Himno del Ángel Parado en una Pata” publicado en 1996 donde centramos nuestro análisis. El otro autor es Nicomedes Guzmán:
novelista de la llamada Generación del 38 en su obra “La sangre y la
esperanza”: 1943, correspondiente al realismo social. El capítulo “La
palabra de Dios” describe cómo acontece la vida de una pequeña comunidad religiosa pentecostal al interior de un conventillo.
Palabras claves: pentecostal, religión, culto, literatura, popular.
Introducción
El pentecostalismo desde las ciencias humanas y teológicas se puede
definir como un movimiento de religiosidad popular evangélica, de
10
Dr.© Luis Orellana. Instituto de Estudios Avanzados (DEA) de la Universidad de
Santiago de Chile (USACH). Becario CONICYT. Es miembro fundador del Centro
Evangélico de Estudios Pentecostales (CEEP) y de la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP)
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
raíz protestante con más de cien años de existencia en la sociedad
chilena, sin embargo su origen y desarrollo ha sido silencioso cuyo
proceso de legitimidad social no exento de críticas, oposición y discriminación. No obstante, este escenario ha evolucionado significativamente tanto en la percepción que hoy se tienes de los pentecostales
y como al interior del movimiento se ha estructurado, jerarquizado su
conducción, y asimismo, como se hace evidente el marcado interés de
sus líderes (especialmente pentecostales) por estrechar vínculos con
el poder político. Esto último se demuestra cada año en las reiteradas
pugnas entre obispos y pastores por el control Tedeum evangélico,
servicio religioso que se desarrolla en el mes de septiembre desde 1975
en la Catedral Evangélica y que es llevado a todo el país por Televisión
Nacional de Chile. También, está el día nacional de las iglesias evangélicas chilena donde se dan encuentros explícitos de mutuos reconocimientos entre el poder político y los pastores evangélicos. Estos actos,
ya son parte de los programas oficiales, tanto en la Moneda como en el
Parlamento. Por otro lado, y distantes de los centros de poder, la experiencia religiosa pentecostal fundante y originaria se reproduce permanentemente y en forma silenciosa en el mundo marginal y popular
cuya ubicación preferencial se de en la periferia de las ciudades y sectores rurales de la sociedad chilena. Esta presencia evangélica y pentecostal casi paradojal se ha insertado y legitimado en la cotidianidad
del pueblo chileno formando parte de su cultura.
La idea de esta presentación, es describir en forma parcial y desde la
literatura como la religión pentecostal en Chile se instaló en el mundo
popular como parte de una sociedad marcada por la pobreza y la marginalidad urbana y semiurbana, hecho que se dio en una fuerte tensión
ideológica cultural entre los distintos actores sociales del bajo pueblo,
pobre y creyente.
El propósito del presente trabajo de tipo más bien ensayístico es desarrollar un análisis sobre las imágenes del pathos y ethos del ser pentecostal que se da en la literatura chilena. Los novelistas Nicomedes
Guzmán y Hernán Rivera Letelier y que juntos con abordar la realidad
de los sectores populares y marginales entre los años 30 al 60 del siglo
XX respectivamente, también en su narrativa incorporan parte de la
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
vida de las comunidades pentecostales que como grupo religioso integradas por personas del bajo pueblo buscan un espacio en la sociedad
chilena. Para alcanzar el objetivo concentramos nuestro análisis primeramente en la obra de y Nicomedes Guzmán y luego en la de Hernán Rivera Letelier
Nicomedes Guzmán y su obra “La sangre y la esperanza”
Nicomedes Guzmán nacido en Santiago el 25 de junio de 1914, considerada una novelista de la llamada Generación del 38 en su obra “La sangre
y la esperanza”: 1943, correspondiente al realismo social. A través de la
mirada de un niño Enrique Quilodrán, emergen la cruda miseria de los
viejos conventillos de un de los tantos barrios de Santiago de los años
30 y 40. La narrativa centra su foco de interés en forma especial en la
acción de aquellos que luchan por una vida digna de seres humanos.
Entre esos paisajes, de sangre y esperanza aparecen los pentecostales
inserto en el capítulo “La palabra de Dios” y donde en forma detallada
describe cómo acontece la vida de una pequeña comunidad religiosa
pentecostal al interior de un conventillos. Nicomedes Guzmán aunque
de orientación marxista es el primer y único novelista chileno de los
años 30 y 40 que en sus obras hace referencia a los pentecostales.
La Generación Literaria de 1938, conocida también como Generación Literaria de 1942, evidenció el interés de los creadores por reflexionar sobre temas sociales, históricos y políticos. En este sentido, los creadores de este movimiento pertenecieron al mundo popular y se sintieron
cercanos al marxismo –a lo menos un gran número de ellos-, sus obras
pusieron el énfasis en la problemática social, propiciaron la apertura
de parcelas literarias en las regiones del país, el centro de sus creaciones fue el hombre y la constante lucha contra la naturaleza y la explotación humana. Nicomedes Guzmán, es uno de los miembros más
destacados de la Generación del 38. Quizás el único integrante de
extracción proletaria, participó activamente tanto en acciones cívicas
como de la creación literaria.
Su novela principal, La sangre y la esperanza, situada históricamente en el
conflicto de la huelga de los tranviarios de la década de 1930, es una
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
obra capital al momento intentar captar una panorámica de una variada tipología social. Su contacto directo con la miseria despertó una
gran rebeldía y un genuino anhelo de justicia; hizo que su narrativa
profundizara, además, en la sicología de los personajes, para buscar así
las raíces de sus resentimientos y conductas violentas. Escritor inaugural de una nueva visión de la marginalidad, reviste el mundo narrado bajo un prisma de esperanza y redención histórica en la que también arrima lo que pudo captar de la pentecostalidad chilena balbuceante.
Hernán Rivera Letelier y su novela “Himno del ángel parado en
una pata”
Hernán Rivera Letelier: Aunque nació en Talca, se crio y vivió hasta la
edad de 11 años en una de las oficinas salitreras, en el norte de Chile.
Debido al cierre de Humberstone, sus padres se trasladaron con sus
cinco hijos a Antofagasta, donde a las dos semanas de llegar muere su
madre, víctima de la picadura de una araña de los rincones. Entonces,
la familia decide volver a las salitreras: "Los hermanos menores de
Hernán se fueron con las hermanas casadas de vuelta a una salitrera,
pero el 'tímido rebelde o rebelde tímido' —según su propia definición— se negó a partir y decidió quedarse solo en la ciudad, viviendo
en una suerte de ruca instalada en el patio de una iglesia evangélica. El
padre, que trabajaba en una mina y regresaba cada 15 días, lo comprendió y dejó que buscara su rumbo". Se ganaba la vida vendiendo
diarios; le alcanzaba para comer e incluso para ir al cine: "Como en
Algorta no me dejaban ir, aquí me hice un cinéfilo crónico” afirmara
más tarde. Rivera Letelier es tendencia agnóstica. Al respecto dice: "Yo
tuve una infancia muy religiosa. Mis padres eran evangélicos y pasaban en la iglesia rezando, orando y cantando. Llegó un momento en
que dejé de creer en todo eso", y bromea, refiriéndose a su éxito como
escritor: "Yo no creo en Dios, pero creo que Dios cree en mí".
Rivera Letelier, es uno de los novelistas que durante los últimos 20
años ha incorporado a los evangélicos pentecostales en sus obras literarias. Rivera Letelier, en todas sus novelas, arrima, avecina e introduce sendos pasajes que dan cuenta del individuo pentecostal con una
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
considerable dosis de pasajes autobiográficos lo que permite al lector
captar con facilidad el colorida, dramatismo y vincular las historias
narradas con la cultura religiosos popular como es el pentecostalismo.
Aquí y para nuestro objetivo, concentraremos el análisis en su novela
Himno del ángel parado en una pata publicado en 1996, obra traducida a
varios idiomas. Esta es su segunda novela después de la Reina Isabel
cantaba rancheras, novela con la que se consagra como novelista reconocido a nivel internacional. El estilo de su sagas está marcado por la
descripción de personajes he historias del hombres, mujeres e infantes
que habitan el norte del país y cuyo telón de fondo es el desierto chileno que describe en toda su majestuosidad. Entre los personajes aparecen las prostitutas, el niño amante de las películas y música mexicanas, pero también en el otro extremo están los predicadores pentecostales con sus sermones, himnos y predica proselitista y apocalíptica.
Rivera Letelier en Himno del ángel parada en una pata narra la vida un niño
pobre: Hidelbrando del Carmen, hijo de padres pentecostales que
viven en Antofagasta. Su vivienda, de construcción precaria y miserable está pegada a la pared de un templo pentecostal desde donde el
infante capta y describe con el máximo de destalles sobre lo que ocurre al interior del santuario pentecostal. Además, en todas su novela
están presente mediante apariciones relámpagos las formas como los
fieles viven y expresan su religión la que se entrecruzan con los esfuerzo por la sobrevivencia marcada por la aridez del desierto. También, mediante el uso recurrente de metáforas asocia permanentemente a los actantes de su obra con personajes bíblico o historias religiosas escuchadas, captadas y aprendidas tanto en la iglesia pentecostal o
en el seno de su familia seguidora de la secta pentecostal ampliamente
detallada por el autor.
Cuatro características sobre la representación de los pentecostales:
El espacio del culto: Este no está separado ni distante del habitad del ser
pentecostal. En la obra de Guzmán está en el seno del conventillo,
como lo sostiene el Profesor Miguel Ángel Mansilla en su tesis doctoral “más tarde la prolongación del conventillo lo serán las poblaciones
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
marginales: La Legua, La Victoria, La Bandera, Los nogales, José María
Caro, etc”. En la obra de Rivera Letelier está en la habitación contigua,
tanto en las Oficinas Salitreras ubicadas en el corazón mismo del desierto como también en la periferia del Antofagasta. En el caso de Rivera Letelier describe en su novela como el patio del sitio donde está
emplazado el templo, también, sirve para que dos o tres familias puedan vivir temporalmente en improvisadas ranchas. El espacio en la
narrativa se caracteriza e identifica con un lugar donde solo asiste el
bajo pueblo, no hay lugar para la ostentación. Pues como los describiré
Tennekes: “El mensaje pentecostal es comprendido y aceptado por los
humildes y es lógico que así sea. En un estrato social que sufre mayores riesgos de enfermedades… donde el alcoholismo representa una
tragedia que aniquila literalmente a miles de individuos y familias, y
donde abundan los problemas hogareños, los pentecostales proclaman
que la fe en Dios derrota los males físicos y… puede hacer que los
hombres abandonen los vicios, asuman sus responsabilidades hogareñas e inicien una vida nueva”. Este tipo de personas son las crean los
espacios donde practicar la fe pentecostal y constituir la bases para
ser una comunidad sanadora, orante y conquistante como lo puntualiza Lalive d’Epinay en su clásico libro el Refugio de las Masas. (Lalive,
1968: 81-88)
Los personajes: En ambas narrativas el personaje principal es un niño.
Los autores construyen los relataos desde el recuerdo de su infancia la
que está situada en el mundo de la pobreza. En el caso de Guzmán se
localiza en Santiago en uno de los conventillos del barrio Mapocho.
En el caso de Letelier es el desierto nortino. Ambos autores beben y se
nutren de sus experiencias y recuerdo de la infancia. “Dicen lo que han
visto y oído” esto hace que sus narrativas sea vivaz y encuentre empatía en sus lectores. Rivera Letelier, fue de familia pentecostal. Guzmán, compartió el conventillo con los pentecostales se refiere a ellos
“como los evangélicos de la pieza siete... ahora los hermanos seguramente venían de una reunían pública. Una vez por semana salían en
misión évangelizadora… Este día, las esquinas, desde el atardecer hasta
las diez de la noche, se encendían con la "palabra de Dios", transmitida
al suburbio a través de la voz apasionada y temblorosa de algún protestante” (Guzmán, 1944/1999: 79-80) La imagen que ambos autores
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
proyectan en sus relatos sobre los pentecostales es coincidente con las
del antropólogo holandés Tennekes, quien en 1975 hace referencia a la
relación entre la religiosidad pentecostal y los problemas cotidianos
de los pobres, donde la propuesta religiosa del grupo se extiende a
todos los aspectos de la vida social de las personas. Es interesante, la
siguiente caracterización que hace Tennekes: “Los pentecostales constituyen un espectáculo común en los barrios y poblaciones populares
de las ciudades y pueblos del país. En cada esquina, pequeños grupos
proclaman a pleno pulmón el Evangelio, para después reagruparse,
cantando con guitarras y mandolinas, y marchar juntos hacia el templo” (Tennekes, 1985: 18)
Las creencias religiosas: son presentadas por el grupo con una profunda
convicción, las que están mediadas por una experiencia religiosa y que
ha significado un cambio no solo de las creencias anteriores, sino que
una nueva actitud frente a la vida. Esto se expresa en los testimonios
de los actores segundarios. Los relatos bíblicos, las letras de los himnos, la descripción de los sermones, los cultos, las tareas de hacer proselitismo, el rito, etc. Esto últimos permite articular el imaginario religioso popular –pentecostal- con el cual interviene el mundo de los
pobres desde adentro con su mensaje que invita al cambio y una nueva
forma de asumir la vida. Es una fe que se comunica a los “cuatro vientos”. Rivera Letelier en uno de sus pasajes lo narra de la siguiente manera:
Aquella tarde, los hermanos y hermanas parecían todos rebosantes de la gracia de Dios. Habían predicado la Palabra más
inspirados que nunca, habían repartido más tratados evangelizadores que en toda la semana y, bajando por calle Peñuelas,
encaminados ya directamente hacia la iglesia en una gran procesión interminable, el "Venid, pecadores, Jesús os salvará", marcial
himno de guerra de los predicadores, resonaba en el aire glorioso y espeluznante. Todos cantaban como tomados por el
Espíritu Santo, como si fuese el propio día del juicio final, el
esperado día de la majestuosa segunda venida del Señor. Una
estival brisa de júbilo hacía ondear el largo cabello de las hermanas jóvenes y un crepúsculo rojo, grande, bíblico, cuyos
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
resplandores se reflejaban en las brillantes bicicletas de los
misioneros, un crepúsculo que en el horizonte del mar semejaba un apocalipsis en tecnicolor y cinemascope, los hacía sentir como marchando de frente hacia la mismísima gloria de
Dios. (Rivera, 2010: 56)
Lo que se destaca de esta observación es el rol de los cantos o música en
la configuración de la presencia pentecostal dentro del contexto urbano. Al respecto Cristian Guerra señala el siguiente:
Tres puntos se pueden desprender al respecto. Primero, mediante sus cantos tanto en el punto de predicación (el lugar en
la ciudad donde realizan su proclamación)” como en su marcha procesional hacia el templo (una costumbre que devela,
como afirman Willems y Tennekes, su vínculo con la religiosidad popular), los pentecostales afirman su presencia e identidad en la ciudad o en el vecindario. Segundo, esta actividad
musical contribuye a su vez a la configuración de las propias
estructuras sonoras de la ciudad, lo que Juan José Carreras considera como orientación básica de una musicología urbana. Y
tercero, se abre la interrogante acerca del papel que la música,
más concretamente el estilo musical de ejecución de los cantos, juega en la “comprensión del mensaje pentecostal (Guerra, 2009: 3-4)
El grupo: Los pentecostales son representados por los autores como un
núcleo social que luchan por la sobrevivencia humana y que están a la
par con las mutuales, sindicatos, movimiento obrero, etc. grupos que
asumen ideologías políticas revolucionarias. Aunque con estos, en
determinados momento entran en tensión. A las críticas y oposición
que debe enfrentar los pentecostales de este sector, podríamos decir
desde sus inicios en 1909 responde con el silencio como estrategia
para apelar a la conciencia y los sentimientos de quienes los juzgan.
Esta actitud de los pentecostales bien puede ser asociada al concepto
griego de pathos. Según la filosofía de Aristóteles, pathos es un vocablo
que puede tomar varias significaciones. Es uno de los tres modos de
persuasión en la retórica (junto con el ethos y el logos), En la Retórica de
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Aristóteles (libro 1, 1356a), el pathos es el uso de los sentimientos humanos para afectar el juicio de un jurado. En este sentido se puede
decir que es crear en la audiencia un sentimiento de aceptación o rechazo hacia el sujeto juzgado, al margen del hecho que se está juzgando es, en el sentido etimológico de la palabra, crear un argumento
patético. Se puede utilizar este término para referirnos al sufrimiento
humano normal de una persona; el sufrimiento existencial, propio del
ser persona en el mundo y contrario al sufrimiento patológico o mórbido. Significa también pasión, desenfreno pasional no patológico
pero inducido. En la crítica artística la palabra pathos se utiliza para
referirse a la íntima emoción presente en una obra de arte que despierta otra similar en quien la contempla. Se puede definir como: «todo lo
que se siente o experimenta: estado del alma, tristeza, pasión, padecimiento, enfermedad». La actitud de los pentecostales antes la criticas las burlas y el
rechazo a su propuesta religioso alternativa al catolicismo y protestantismo los llevo intuitivamente adoptar la estrategia de responder
con el silencio, es decir dar paso al pathos pentecostal. Veamos como
Guzmán narra el siguiente episodio:
La fe era en sus corazones como una seda
nacida de los más tersos capullos o podía ser
también como un puño firme desafiando a la maldad.
—¡Canutos, canutos malditos! —
rumoreaba alguien a sus espaldas—. ¡Canutos farsantes!
Pero ellos no oían. La lógica de una lucha
en que tenían puesto todo su corazón y toda su
conciencia los hacía enteros. Cumplían con una
función en la vida: luchaban y en su lucha inútil,
eran felices.
Ven a Él, pecador, que te espera tu buen Salvador...
Ven a Él, pecador,que te espera tu buen Salvador
—¡Farsantes, farsantes! ¡Locos, locos!
Los gritos de la beata fueron perdiéndose
al fondo de la galena. Los evangélicos, como si
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
nada hubieran oído, depositaban toda su fe,
como en una alcancía musical, en los versos del
himno:
Nunca los hombres cantarán
nunca los ángeles de luz
más dulce nota entonarán
que el nombre de Jesús...
En la calle un borracho alzaba los dedos
protuberantes de unas palabras obscuras, hediondas.
La noche continuaba llena de traqueteos tranviarios. (Guzmán
1999: 79-83)
Los ataques al pentecostalismo desde sus inicios fueron constantes.
En sus primero 30 0 40 años de presencia se les identifico en forma
peyorativa y despectivamente con el apodo de “Canutos”, fanáticos e
ignorantes. Ante la intransigencia religiosa y los ataques ellos y ellas
utilizaron el silencio, es decir recurren al método de la no violencia
activa.
A modo de conclusión
Los hábitos y costumbre logrados por el pentecostalismo fue una contante creación genuina y necesaria para su cosmovisión religiosa. Desde el momento que el pentecostalismo se organizó en comunidades,
sintió la necesidad imperiosa de crear reglas para regular su comportamiento y permitir modelar así su carácter y compartiré su propuesta
religiosa. Propuesta que concibo el rechazo casi de todas partes, en
especial del mundo popular, el purpurado católico y también de los
intelectuales comunistas. El gritos callejero fue uno de los instrumento comunicacionales más recurrido por el movimiento conocidos son
los textos bíblicos y el testimonio del cambio de vida producido por la
fe pentecostal se transformó en el punto de enganche para alcanzar las
masas popular y disputarle palmo a palmo a les sectores de izquierda
o marxistas sus adherente, tanto así, que el propio Volodia Teitelboim
compara a los líderes sindicales con los predicadores pentecostales:
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
“…donde se daban consejos en nombre del comando a grandes voces
como predicadores evangélicos” (Teiltelboim 1952: 226). Este pentecostalismo, que en nuestro caso Nicomedes Guzmán y Hernán Rivera
Letelier narran y describen es sus obras, es decir nos comparten un
acercamiento literario, como se configuro el “ethos pentecostal” como
un rostro eminentemente, pobre y popular y una propuesta religioso
clara y convincente para el bajo pueblo.
Bibliografía







Guerra, Cristian. (2009) La música en el Movimiento Pentecostal de
Chile (1909-1936): el aporte de Willis Collins Hoover y de Genaro Ríos
Campos. Este artículo es el producto final del proyecto Nº
67930 del Fondo de la Música 2008 en su línea de Fomento a
la Investigación de la Música Nacional, llevado a cabo entre
septiembre de 2008 y enero de 2009.
Guzmán, Nicomedes 1944/1999. La sangre y la esperanza. “La Palabra de Dios”. Editorial Lom. Santiago. Chile.
Lalive d’Epinay, Cristian. 1968. El refugio de las masas: estudio
sociológico del protestantismo chileno. Editorial Pacífico. Santiago
de Chile.
Mansilla, Miguel Ángel. (2011) Muerte, milenio y secularización:
Representaciones de la muerte en el pentecostalismo chileno
(1909 al 2009). Tesis para optar por el título de Doctor en Antropología Sociocultural Universidad de Tarapacá, Universidad Católica del Norte Arica- San Pedro de Atacama. Chile
Orellana, Luis. 2006. El Fuego y la Nieve. Historia del Movimiento
Pentecostal en Chile 1909-1932. Ceep Ediciones. Concepción- Chile.
Rivera Letelier, Hernán. 2010. Himno del Ángel parado en una pata.
Editorial Alfaguara. Santiago.
Teitelboim, Volodia. 1952/2002. Hijo del Salitre. Editorial Lom.
Santiago. Chile
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA


Tennekes, Hans. 1985. El movimiento pentecostal en la sociedad chilena. Iquique: Subfacultad de Antropología Cultural de la Universidad Libre de Ámsterdam y Centro de Investigación de la
Realidad del Norte.
Willems, Emilio. 1967. Followers of the new faith. Culture, change
and the rise of protestantism in Brazil and Chile. Nashville:
Vanderbilt University Press.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
3. Pentecostalismo y Unidad en América
Latina. “Aspectos teológicos”
Bernardo Campos11 (Perú)
La afirmación de la unidad espiritual de la iglesia
1.
La unidad de la iglesia es una de las marcas de la iglesia
cristiana de los primeros siglos, junto con la santidad, la
catolicidad y la apostolicidad.
2. La búsqueda de la unidad de la iglesia es un mandato divino,
no una opción (Ef. 4)
3. Como sabemos, la unidad de la iglesia tiene dos lados: una
visible y otra invisible. A nosotros nos toca afirmar la visible,
ya que el Espíritu Santo anima la invisible. No nos mueve un
espíritu ecuménico; de hecho la búsqueda de la unidad es
posible gracias al ecumenismo del Espíritu.
La Unidad Pentecostal, estrategia y aporte a la unidad de la iglesia
en perspectiva de Reino
1.
Estoy convencido que necesitamos trabajar duro por el
encuentro entre pentecostales, pero no estaría muy animado a
hablar de un ecumenismo puramente pentecostal. Siendo una
mayoría dentro de una minoría protestante en LA, debemos
recordar que no somos los únicos, somos parte de un gran
pueblo de Dios extendido en la historia y la geografía mundial.
2. Entender que somos solo uno de los miembros del cuerpo de
Cristo nos librara de absolutizar nuestros pentecostalismos
11
Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro,
Lima, Perú.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
para dar paso a una PENTECOSTALIDAD universal. Es decir
a una experiencia de todo el cristianismo con el Espíritu
Santo.
3. El encuentro pentecostal debe entenderse solo como un
mecanismo, una mediación, un espacio para el foro sobre los
asuntos del Reino de Dios que son comunes a todos los
miembros de la fe cristiana. No sobre la Iglesia (hacia
adentro) sino sobre el Reino de Dios (hacia afuera, la misión).
Posibilidades y limitaciones del FPLyC
Creo que el Foro Pentecostal Latinoamericano en ese sentido es un
regalo de Dios para la Unidad de la Iglesia en América Latina. Tiene,
como todo proceso, posibilidades y limitaciones.
LAS POSIBILIDADES.
Por ser un proceso ecuménico amplio, y una plataforma de dialogo
1.
Podría y debería evitar el monopolio de alguno de los
pentecostalismos. Tiene que favorecer la diversidad al interior
de los pentecostalismos. Sepamos aprovechar mejor este
espacio como un don de Dios.
2. De ahí la necesidad e importancia de abrir el abanico a otros
movimientos de espiritualidad. Me refiero a:
 Los Protestantismos ~Pentecostalizados~
 Catolicismos Carismáticos,
 Ortodoxos Pentecostales,
 Incluso, Pentecostales ~despentecostalizados~
PARA LA DISCUSION: ¿Qué es propiamente lo pentecostal? ¿Cómo
identificarnos, como identificarlos? ¿Cuáles son los criterios de discernimiento de la fe común y de identidad social pentecostal?
Siguen vigentes las “notae” de la iglesia, pero se requiere redefinirlas: Unidad, Santidad, Apostolicidad, Catolicidad… ¿Pen-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tecostalidad? Si, una pentecostalidad bien entendida incluye
esas cuatros notas de la iglesia universal.
3. Este Foro es un espacio excelente a) para informarse sobre la
realidad de los pentecostalismos que son concreciones
históricas de la pentecostalidad sin agotarla, b) para dialogar
sobre nuestros ministerios, c) para articular propuestas de
misión comun, y, quien sabe, d) para dar organicidad (en el
sentido de un organismo vivo) como una red de relaciones a
niveles local, regional, incluso continental.
4. La “latinoamericanidad” del foro no debe quedarse únicamente en una configuración limítrofe, de demarcación territorial, continental, o lingüística frente a otras latitudes como
la asiática, africana, etc. Tiene también una dimensión identitaria, de ethos cultural, idiosincrática, de proyecto político, de
unidad como patria grande.
LAS LIMITACIONES
Entendida más bien como acciones prohibitivas o como peligros latentes.
1.
2.
3.
4.
5.
Convertir el Foro en una institución ecuménica burocratica
seria repetir un error
Hacer del Foro un medio para reivindicaciones sociales
buscando financiamiento para sostener proyectos, seria
materializar o monetarizarlo
Politizar el Foro u orientarlo ideológica y tendenciosamente
seria desvirtuarlo
Hacer del foro un espacio exclusivo para un tipo de
pentecostalismo en detrimento de otros seria sectarizarlo
No respetar la diversidad de género (afianzaría el patriarcalismo), diversidad étnica (seria discriminatorio), distanciarse de
las otras tradiciones confesionales o ignorar la complejidad de
las experiencias religioso-culturales seria desaprovechar los
beneficios de la interculturalidad.
35
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La pentecostalidad generadora de la unidad: de la iglesia y anticipo de la unidad del género humano.
1.
Precisamente la Pentecostalidad, a juzgar por el libro de los
Hechos, a) es un kairós y b) es un suceso del Espíritu que se
materializa en el cronos en forma de comunidades carismáticas que se expande de Oriente a Occidente, c) edifica la
iglesia porque el Senior añade cada día los que han de ser
salvos y d) hace posible la comunidad del Reino como
comunidad solidaria que se funde (no se confunde) con el
pueblo (Hch 4).
2. La consecuencia o el milagro de Pentecostés consistió precisamente en el milagro de la comunicación entre diferentes
(xenolalia, una forma de glossolalia) superando las barreras
lingüísticas y culturales. En Pentecostés la comunidad apostólica incluye a las mujeres. Es por lo tanto a) Una comunidad de
varones y mujeres que en equidad espera el cumplimiento de la
promesa del Padre (hijos e hijas del Padre); b) Un ejemplo de
solidaridad mecánica y orgánica entre pobres y pudientes, ya
que ~en aquellos días no había pobres entre ellos porque los
que tenían bienes los vendían y lo ponían a los pies de los
apóstoles y estos lo repartían entre los necesitados~ c) Una
comunidad escatológica que se ubica al filo del tiempo entre el
comienzo de la nueva fe (en los postreros días) y el anticipo
del final del cosmos (cuando la luna y el sol colapsan)
3. Pentecostés es además un evento que suscita una Hermenéutica del Espíritu que, a la luz de las Sagradas Escrituras (la
profecía de Joel, a) Lee los signos de los tiempos (el viento
recio del día de Pentecostés), b) Explica su sentido en una
dimensión teologal (responde a la pregunta ~¿qué significa
esto? c) Invita a una decisión ética (~varones hermanos, ¿y
ahora que haremos?~) d) Impele a una praxis consecuente
(arrepentíos y bautícese cada uno para perdón de los pecados)
con resultados en la vida de cada uno (~aquel día se añadieron
como 3000 personas~)
4. Proféticamente en Pentecostés estuvieron reunidos todas las
naciones bajo el cielo simbolizando la universalidad del
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
género humano, judíos, prosélitos (simpatizantes) extranjeros
en su propia tierra, pero unidos para celebrar la pascua como
liberación de la esclavitud.
5. El evento de Pentecostés tiene un carácter de Promesa
cósmica porque es ~para toda carne~, es decir, ~para nosotros y
para los que están lejos y para cuantos el Senior nuestro Dios
llamare~
6. Es por lo tanto un movimiento del Espíritu que empuja la
historia hacia el fin (telos) de los tiempos (Hch. 2ss)
Finalmente, diremos que la Pentecostalidad como fuerza del Espíritu que
sobrepuja desde el reverso de la historia humana, con sus sinsabores y
falencias, debilidades y amenazas, fortalezas y oportunidades, nos
demarca un horizonte de esperanza y un destino glorioso.
1.
El camino que sigue es ciertamente pedregoso, pero seguro;
sacrificado, crucificado, pero con promesa de Gloria (theología
crucis, theología gloriae)
2. No sabemos si un día llegaremos a un cristianismo sin religión
(como avizoró Bonhoeffer) o si volveremos al movimiento de
Jesús, menos institucional, pero todo apunta hacia un
cristianismo que vivificado por Cristo, es cada vez menos
confesional y más proactivo.
3. Me anima la idea que vamos de regreso al Padre, al encuentro
definitivo con El, cuando toda lengua, tribu y nación este de
pie ante el Padre para adorarlo. Ese “u-topos” donde ni las
denominaciones ni las confesiones importarán más. Donde
todos, en común unidad, mujeres, varones, niños, jóvenes,
adultos y ancianos, tierra, mar y cielo, naturaleza y cosmos,
todo ser creado, como conciudadanos de su único reino, le
adoremos para siempre. ¡Aleluya!
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
4. Pentecostalismo y Unidad en América
Latina. “Aspectos Sociales”
El Futuro del Pentecostalismo a partir del Marco
Socio-Demográfico y Cultural
Oscar Corvalán12 (chile)
El presente artículo, busca formular un conjunto de preocupaciones,
reflexiones sobre la relación a la que han llegado las iglesias pentecostales con la sociedad chilena en la que se insertan; asimismo, el futuro
del pentecostalismo a partir del marco socio-demográfico y cultural en
que se desarrolla el país y la región latinoamericana. El medio sociocultural en que se desenvuelven las iglesias pentecostales, podría
aportar elementos para explicar el éxito o fracaso de su misión.
Desde el punto de vista demográfico, durante un el siglo XX los pentecostales chilenos han pasado de representar una minoría social y estadísticamente insignificante del 1,4% en 1920 a más del 15 % de la población adulta a fines del siglo. Los datos del censo nacional 2012 no se
encuentran procesados y disponibles. Pero, a partir del Censo 2002, se
señala que Chile cuenta con 15.116.435 de habitantes, de los cuales
mayores de 15 años eran 11.226.309 y un 15,14% de esa población se
declara evangélica. No obstante, la distribución relativa de los evangélicos varía mucho en la quincena de regiones en que se divide el país.
Mientras en la macro región del Norte Chico llegan al 9%; en el Norte
Grande suben 11.4%; en el Centro llegan al 12.1% y en el Sur aumentan
a su representación a casi el doble llegando al 23.2%; pero luego en la
macro región Austral bajan al 11.2%. En la zona centro y sur del país,
junto con concentrar la poblacional nacional, existe también los más
altos porcentajes de evangélicos. En especial las Regiones, Metropoli-
12
El Dr. Oscar Corvalan V. es sociólogo tiene un Ph.D. en la Universidad de Toronto,
Canadá y es miembro de la Iglesia Pentecostal de Chile.
39
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tana: Santiago; VII Región del Biobío; la IX Región de la Araucanía y la
X Región de los Lagos, que concentran 9.865.232 habitantes.
La distribución a nivel nacional de la presencia de los evangélicos
puede variar en más de 20 puntos porcentuales en algunas comunas.
Claramente, la misma está asociada con tamaño poblacional y nivel de
pobreza. Si bien en las pequeñas comunas de menos de 10.000 habitantes no se produce un crecimiento sobre la media nacional, se observa que en ciertas comunas pequeñas con grupos étnicos dominantes, se ha producido un fuerte incremento del porcentaje de evangélicos. Es notorio que, en cualquier tipo de comuna la mayor presencia
de evangélicos está asociada a menores índices de desarrollo humano,
menores ingresos y menor escolaridad. Además, los datos censales
indican que en el caso de las comunas de menor población el aumento
de la proporción de evangélicos está asociado al descenso en la proporción de católicos y creyentes de otras religiones. Pero, en las comunas de más de 100.000 habitantes el aumento del porcentaje de
evangélicos ocurre en función de los no creyentes, y no por transferencia de católicos. También se observa que donde disminuyen los evangélicos también crecieron los no creyentes, que son aquellas comunas
que presentan un mayor Índice de Desarrollo Humano, IDH.
Las variaciones en el crecimiento evangélico en las comunas, muestran
intercambios de los flujos entre católicos, evangélicos y no creyentes.
En comunas más cosmopolitas y menos conservadoras hay un aumento de los no creyentes, lo cual afecta también negativamente al crecimiento de los evangélicos. Al contrario, en las comunas de menos
100.000 habitantes el crecimiento evangélico crece a la par con los no
creyentes, pero también se supone hay un flujo de católicos hacia el
estrato evangélico. En las comunas de menos de 10.000 los no creyentes no crecen y los evangélicos crecen poco, a menos que se trate de
comunas más pequeñas con fuerte presencia de población indígena.
Pero también las comunas con población por sobre los 10.000 habitantes se observa una relación inversa entre proporción de evangélicos y
nivel de ingresos autónomos. Las comunas muy pequeñas no presentan esta relación porque sus altos niveles de pobreza son más bien
parejos. En general, la proporción de evangélicos está asociada a menores ingresos y escolaridad, pero en las grandes comunas donde me-
40
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
joran las condiciones de vida crecen los no creyentes, excepto en aquellas comunas de alta inmigración como son Puente Alto, Maipú, La
Florida y Quilicura.
A juzgar por las tendencias observadas por los censos de fines del
siglo XX, si siguen las tendencias de mejoramiento del nivel socioeconómico en las grandes comunas del país, es probable que se observe una desaceleración no solo el crecimiento de evangélicos sino de
todas las religiones. En conclusión, de acuerdo con los datos del censo
2002:
1. Comunas superiores al 30% de evangélicos se concentran en la 8va.,
9na y 10ma. Regiones.
2. En las Comunas donde se observa una representación sobre el promedio del 15,14%, y tienen población superior a los 100.habitantes:
crecimiento moderado.
3. Las Comunas que presentan altos índices pobreza también tienen
un mayor porcentaje de evangélicos.
4. Las Comunas con altos índices de población indígenas tienen altos
porcentajes de evangélicos, independientemente de su tamaño poblacional.
5. Las Comunas que presentan características rurales también tienen
un alto porcentaje de evangélicos.
Por lo tanto, los datos citados pueden tener un gran impacto social
porque:
1.
Al representar los pentecostales más del 70% de la población
evangélica en Chile, brinda al Estado chileno información para
tener un conocimiento más acabado del mundo evangélico y para formular una política social y educacional específica con el
mundo evangélico;
41
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
2.
3.
es una herramienta de las iglesias evangélicas para conocer su
trabajo y aporte social de manera global y servir de fundamentos
para solicitar recursos públicos y privados, dado que la gran
mayoría del trabajo social que hacen los evangélicos, los hacen
con sus propios recursos; y,
permite un diagnóstico y proyección para el crecimiento y postura valórica a partir de la visión de jóvenes evangélicos crecientemente más educados que las generaciones anteriores. Es decir,
es como producto del cambios cuantitativos en el crecimiento
demográfico de los pentecostales y en el nivel de escolaridad
creciente de los hijos de los mismos, es dable esperar cambios
cualitativos en lo valórico, organizacional, niveles de participación social y religiosa, así como en la inserción de los pentecostales en niveles más elevados de gestión de la sociedad y del aparato del Estado.
En síntesis, desde las ciencias sociales el crecimiento pentecostal se ha
explicado a partir de su fácil asimilación en los sectores más humildes
y vulnerables, donde llega a identificarse rápidamente con su población.13 Se supone que las iglesias pentecostales abren sus puertas a las
gentes alienadas en sus carencias, que buscan un sentido de comunidad y de identificación idiosincrásica.14 Pero el pentecostal argumenta
con una respuesta diferente: “las iglesias crecen porque son respaldadas por el Espíritu Santo”.
En segundo lugar, nos referimos a un conjunto de problemas que se
observa en la inserción social de los pentecostales en la sociedad chilena y en sus relaciones con las demás iglesias cristianas. Históricamente, los líderes de grupos pentecostales autóctonos e inmigrantes
también se han diferenciado hasta ahora porque mientras los primeros
han puesto el énfasis y sus energías en la construcción de templos, los
segundos han podido enfatizar la formación pastoral porque han ob13
Al respecto Cf. las opiniones de David Stoll en ¿América Latina se Vuelve Protestante?
(Biblioteca evangélica virtual). Ecuador: Abya-Yala, 1990
14
Arturo Fontaine y Harald Beyer. Retrato del movimiento evangélico a la luz de las encuestas
de opinión pública. En “Estudios públicos” N° 44, año 1991. p. 3.
42
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tenido apoyo externo para dichas construcciones. El esfuerzo de construcción de templos ha sido y sigue siendo una tarea fundamental de
los pastores, independientemente que en paralelo se asegure una inminente escatología. Tanto el paulatino crecimiento del nivel de vida,
la migración campo ciudad, la transformación urbana que ha incluido
las modestas capillas marginales en sectores ahora urbanizados, como
los mayores grados de democratización alcanzados en los países, han
facilitado que el movimiento pentecostal se haya ido formalizando, sin
perjuicio que nuevos grupos de desmiembren del mismo y mantengan
el estilo de movimiento.
Principales cambios sociológicos de la Región que afectarán a las
Iglesias Pentecostales
El surgimiento y desarrollo del movimiento Pentecostal latinoamericano se logró a partir de un contexto de sociedades caracterizadas
por: a) una transición de lo tradicional a lo moderno dada por una
fuerte migración rural a la ciudad; b) sociedades con fuerte control
ideológico espiritual del catolicismo; c) sociedades donde la familia
extendida constituía su base de socialización; d) sociedades que rechazaban fuertemente cualquier patrón de comportamiento de los
roles familiares fuera de lo tradicional; e) sociedades con organizaciones económicas lideradas por un patrón con visos de benefactor y
fuerte organización jerárquica de las empresas; f) sociedades con organizaciones políticas organizadas en torno a intereses de clase social;
g) sociedades estamentarias donde la meritocracia era casi inexistente; h) sociedades que tendían a reproducir los estratos sociales automáticamente y con poco incidencia de la educación; i) sociedades
donde el acceso al conocimiento era privilegio de unos pocos, con
fuerte exclusión social o ideológica de los no católicos; j) sociedades
que rechazaban cualquier orden religioso que no fuera católico; k)
sociedades con privilegios legales y normativos del Estado concedidos
a la Iglesia Católico Romana por Concordatos o acuerdos tácitos o no,
incluyendo excepción de impuestos, exclusión de la competencia de
tribunales para los sacerdotes o autorización de organismos autónomos como escuelas o cementerios católicos; l) sociedades donde la
43
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Iglesia Católica imponía que cuando un no católico/a se casaba con
un/a católico/a debía educar a los hijos en la doctrina católica.
En síntesis, el modelo de organización social de la primera mitad del
S.XX estuvo tipificado por el latifundio, con dueños de la tierra o patrones que imponían hasta la religión de quienes trabajaban para esta
organización económica, mientras mantenían relaciones de dependencia social, política e ideológica, afortunadamente ha estado resquebrajándose y dando paso a organizaciones económicas más eficientes,
transparentes, competitivas y tolerantes de la multiculturalidad y
aceptación de las opciones religiosas durante la mitad del siglo. Con la
inserción de las sociedades latinoamericanas en la globalización y
mundialización al inicio del S.XXI se acrecienta la penetración de los
medios de comunicación y la presentación y competencia de modelos
familiares, ideológicos y religiosos.
Chile como Latinoamérica está transitando hacia la constitución de
una sociedad caracterizada por: i) el predominio mayoritario de las
poblaciones urbanas sobre las rurales; ii) sociedades donde el catolicismo sigue perdiendo el control ideológico de las mentalidades en el
mundo popular, algunos de quienes solo entienden el ritual católico
como una transacción que les beneficia, y por tanto, parcial e instrumentalista; iii) sociedades en que predomina la familia nuclear autónoma de las familias de origen, mayor aceptación del divorcio y deficiente socialización de los hijos por parte de padres que trabajan; iv)
creciente aceptación de la homosexualidad y de la aceptación de la
constitución de matrimonios o uniones de personas homosexuales,
con eventual socialización de niños y niñas en estos nuevos ambientes, lo cual se agrega al hecho que históricamente la mitad de las familias han sido monoparentales.
A nivel de las organizaciones económicas empresariales se observan
estructuras más planas, donde vale más la competencia laboral que la
religión del trabajador, mientras que en las organizaciones políticas
son cada vez más instrumentales y menos ideológicas ligadas a intereses de clases, tendiéndose a alcanzar mayores libertades públicas y de
44
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
opinión política. En el S.XXI se trata de constituir: a) sociedades donde se valora crecientemente la meritocracia y el aporte creativo de las
personas, independientemente de la religión que profesen, b) con mayor incidencia de la educación pública en la posibilidad de aumento de
la escolaridad como instrumento para salir de la pobreza, c) con mayor acceso a la información y construcción de conocimientos vía Internet y medios de comunicación e información, independientemente
de la religión, d) donde se evidencia crecientemente la multiculturalidad interna y externa vía inmigración, pero sin derecho a veto por
parte de los católicos, e) sociedades donde decrecen los partidos políticos católicos, los privilegios y leyes que favorecen a la Iglesia Católica y en que los tribunales de justicia pública acrecientan su tuición
sobre todos los ciudadanos. Además, se trata de sociedades donde el
casamiento religioso católico ha caído vertiginosamente y con creciente proporción de matrimonios religiosamente mixtos. Pero también
las sociedades latinoamericanas del S. XXI también se caracterizan
por una baja capacidad de socialización de niños y adolescentes por
parte de las familias, las iglesias y de los propios establecimientos de
educación; así como el crecimiento de diversas formas de violencia
familiar, escolar, barrial, y ligada al tráfico y consumo de drogas lícitas
e ilícitas.
En Chile y varios países de la región más de la mitad de los niños nacen en hogares que no tienen un padre y una madre que los cuide y
eduque. Esto significa una inmensa tarea educativa para las escuelas y
las iglesias de la región, que parecen no estar preparadas para tan descomunal tarea.
Escenarios posibles de desarrollo de las iglesias pentecostales en la
primera parte del S. XXI
Dados el cambio social y tecnológico acelerado y las nuevas características que constituyen el contexto social donde las iglesias evangélicas
pentecostales están llamadas a trabajar, sin duda que será necesario
que en este nuevo siglo revisen sus estrategias comunicacionales, lenguaje, formas de organización, liderazgos, gestión y manejo de sus
45
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
recursos económicos, financieros, tecnológicos y humanos; así como
los procesos de socialización de sus fieles y de sus respectivos hijos/as.
Por un lado, la mayor disponibilidad de medios de comunicación e
información no ha estado produciendo mayor comunicación entre las
personas y se observa un creciente autismo social, así como un crecimiento del materialismo y tendencia a refugiarse en la familia nuclear
mínima (padre, madre y un/a hijo/a) como lugar de referencia social y
personal.
Por otro lado, la tendencia de las organizaciones evangélicas paraeclesiásticas a difundir un evangelio triunfalista por canales de comunicación impersonal, con fines de lucro para algunos de sus propietarios privados, caracterizados por un entretenimiento permanente y
falta de compromiso del auditor o televidente; está llevando a formas
de religiosidad desconocidas hasta ahora, algunas de las cuales practican el llamado “evangelio de la prosperidad” que ofrecen beneficios
económicos a cambio de contribuciones financieras y una participación descomprometida periódica. En estas sociedades crecientemente
complejas, inestables y cambiantes del punto de vista de las funciones
laborales de las personas, la imprevisibilidad y la incertidumbre han
pasado a ser la moda estadística, o lo más común. La marginalización
de miles de personas pasa a ser una clientela para algunas organizaciones autodenominadas evangélicas que lucran con el sufrimiento del
pobre, enfermo, abandonado, separado, marginalizado.
A estas organizaciones no les interesa la unidad cristiana ni el ecumenismo porque sus organizaciones les presionarían a transparentar su
accionar. Claramente, la doctrina económica del Neo-liberalismo ha
estado barriendo en retirada al Estado de Bienestar y hoy la salud,
educación y vivienda, o cualquier bien de consumo social, han dejado
de ser un derecho y se han convertido en una mercancía más. Así,
también algunas organizaciones religiosas han entrado a competir por
el auditor, televidente, o cliente de eventos de entretención, compitiendo así con la sociedad materialista de consumo que se consolida,
donde el entretenimiento se usa para olvidar tensiones.
46
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Pero, cabe preguntarse: ¿Cuáles son, entonces, algunos de los escenarios posibles del desarrollo del movimiento Pentecostal, ahora transformado crecientemente en iglesias formales? Al parecer, los escenarios estarán marcados por al menos: 1) el tipo de liderazgo que se ejerza dentro y hacia el medio de las iglesias; 2) el manejo de la interculturalidad y la posibilidad de integrar los aportes de miembros socialmente diversificados; 3) el impacto de las políticas de bienestar social
que permitan a los pobres buscar alternativas al refugio de las masas
que constituyó el pentecostalismo durante una parte del S. XX; 4) la
capacidad de las iglesias para socializar o re-socializar a niños y jóvenes expuestos a las más variadas opciones ideológicas, modas, actitudes libertarias, extremismos, violencia y opciones frente a la necesidad
de darle sentido a sus vidas; 5) la movilidad social que empuja a las
personas a cambiarse de iglesia para encontrar comunidades cristianas más acorde con sus nuevos valores, lenguaje, patrones de consumo
e ideologías (políticas, económicas, culturales y personales); 6) la especialización de las iglesias para atender grupos sociales con necesidades específicas; 7) la percepción creciente de la importancia del
entretenimiento como parte legítima de vidas exigidas por el trabajo y
con crecientes necesidades de evasión de los problemas cotidianos.
En fin, estas condicionantes del medio sociológico en que se desarrollan e insertarán las iglesias evangélicas pentecostales en el S. XXI van
a facilitar, por un lado una mayor escisión entre grupos de iglesias
pentecostales crecientemente institucionalizadas, por un lado, e iglesias pentecostales autónomas, independientes y de mayor raigambre
popular que prefieren seguir a líderes carismáticos y gozar de mayor
autonomía así como de menor transparencia y necesidad de dar cuenta de sus actos a sus congéneres.
El escenario actual de las iglesias pentecostales chilenas es complejo.
Como afirma José Peña M15. (de la Iglesia Metodista Pentecostal) “Se
echa de menos…una iglesia que abogue por mayor justicia y equidad
15
Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia presentado en el IV
Encuentro de la Red Latinoamericana de estudios Pentecostales (RELEP) Santiago,
19-22 de septiembre de 2009.
47
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
social, por la mejora en la calidad de la educación pública, y que levante su voz orientadora en cuestiones de contingencia política como
asimismo en lo ético y valórico”. Además, Peña advierte que en algunas
iglesias pentecostales tradicionales chilenas (organizadas luego del
avivamiento de Valparaíso) se pasan a iglesias neo-pentecostales más
modernas. Ello porque “hay descontento con sus líderes, con la liturgia, con la inflexibilidad de una tradición que no es capaz de actualizarse. Todo ello produce desencanto. Añadamos a ello la falta de oportunidades para el desarrollo de otros carismas; centralidad en el pastorado como único agente ministerial, el que se erige como un patrón
autoritario, bajo el argumento de la “unción divina”.
En el neo-pentecostalismo, en cambio, se refuerzan los conceptos de
éxito, crecimiento, visión, conquista, felicidad, prosperidad, sanidad
interior, unción, progreso, trabajo en equipo y competitividad, idearios que resultan ser muy atractivos para quienes se sienten decepcionados de sus iglesias tradicionales, llegando a ver en este neopentecostalismo la respuesta para alcanzar la “absolutez espiritual”…
La irrupción del neo-pentecostalismo ha traído consigo una gran cantidad de concepciones religiosas muy atractivas y que han llegado a
permear variadas congregaciones pentecostales de raíz tradicional.
Muchas iglesias criollas han ido introduciendo ciertos cambios en sus
congregaciones, pero en esa mutación han corrido el peligro de acabar
con su identidad. Al parecer en muchas expresiones neo-pentecostales
no existe demasiado interés por mantener la tradición e historia pentecostales, porque se las entiende más como un estorbo para avanzar
hacia la conquista de nuevos espacios. Para los nuevos tiempos, se
dice, se requiere que todo sea totalmente nuevo, y vale la pena dejar
atrás el pasado. Variadas iglesias pentecostales de añosa tradición en
el país han decidido tomar algunos elementos provenientes del neopentecostalismo. Han renovado la música, introduciendo instrumentalización electrónica. Otros han añadido coreografías, introducido
banderas, y hasta incluso hemos sabido de iglesias tradicionales que
han eliminados sus coros instrumentales o estudiantinas, para dar
48
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
paso a la música grabada. Otras iglesias ya no practican la predicación
al aire libre, reemplazándola por reuniones celulares”. 16
En realidad, la pregunta por los escenarios posibles sigue abierta y lo
único posible de visualizar son tendencias que dicen relación con los
comportamientos que movimientos similares, como los menonita,
tuvieron en el pasado. Así como algunos menonita optaron por aislarse en comunidades rurales autónomas, autárquicas e ideológicamente
homogéneas, mientras otros optaron por institucionalizarse, abrirse al
ecumenismo y a la activa búsqueda de la paz y la justicia social a todo
nivel, probablemente en su mayoría pentecostales van a institucionalizarse crecientemente, buscar la unidad de las iglesia y abrirse a dar
testimonio en un mundo nuevo, mientras que otros van a valorar más
su libertad de acción favorecida por sociedades más tolerantes, a fin de
permanecer aislados, haciendo de su diferencia y homogeneización un
valor supremo.
En estos escenarios posibles nos preguntamos si los pentecostales que
han tenido acceso a la educación, la cultura letrada y el conocimiento
científica tendrán alguna propuesta que pueda ser aceptada por los
líderes pentecostales como contribución a la posibilidad que muchas
personas de una variedad de situaciones personales, sociales, económicas y culturales, tengan acceso a la oferta de bienestar social, espiritual y humano que pretende tener el pentecostalismo.
La ponencia de la profesora Evguenia Fediakova en este mismo encuentro permite tener algunas esperanzas al respecto. En la medida en
que el crecimiento espiritual sea acompañado por crecientes niveles
de responsabilidad cívica, ciudadana, compromiso ético social y personal con transparencia en estilos de vida y con muestras visibles de
unidad, probablemente una mayor parte del mundo pueda creer en el
mensaje proclamado.
16
Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia presentado en el IV
Encuentro de la Red Latinoamericana de estudios Pentecostales (RELEP) Santiago,
19-22 de septiembre de 2009, pp. 8-10.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Temas de la agenda del futuro de los pentecostales chilenos y latinoamericanos.
Respecto de la búsqueda de la unidad cristiana y construcción de
identidad, Petrecca17 señala que las iglesias pentecostales lamentablemente no la enfatizan esta acción ni el dialogo crítico con otras confesiones cristianas. Aunque no exclusivo de la Argentina, hay diversas
denominaciones y miles de templos cristianos, pero no hay un programa pentecostal dirigido a establecer los parámetros de relación y
de una Pastoral Practica hacia la unidad. La opinión de los líderes es
de una apertura al dialogo y deseo de buscar la unidad; pero casi todos
coinciden en que las iglesias que ellos representan están cargadas de
conceptos negativos sobre otras denominaciones y grupos cristianos.
Probablemente el fuerte contenido evangelizador en muchos casos se
transforma en proselitismo, y puede obstaculizar el desarrollo de programas relacionados a la búsqueda de la unidad cristiana. Pero, más
allá del mandato bíblico pro unidad, también esta actitud les juega en
contra a las iglesias pentecostales, porque las mantiene en la marginalidad institucional, aparecen reacias a rendir cuenta de su quehacer y
tal actitud les identifica más con las sectas que con las iglesias con
identidad de representar un evangelio integral.
Sobre la relación entre pentecostales y ecumenismo, Peña sostiene:18
“El pentecostal, la mayoría de las veces, no considera el ecumenismo
como algo fraternal y espiritualmente bueno. Pero estos antecedentes
no son gratuitos; y es que los pentecostales fueron cuestionados, atacados, despreciados y perseguidos fuertemente por iglesias protestantes, por iglesias y confesiones fundamentalistas, y por la Iglesia Católica misma. Por lo mismo no se puede esperar que los pentecostales
abracen de buenas a primeras a quienes fueron antaño, y en cierto
sentido siguen siéndolo algunos, sus principales opositores. Y si a ello
agregamos el sentimiento pentecostal de saberse el pueblo santo y
17
Petrecca, Héctor, Iglesia Cristiana Bíblica de Buenos Aires. Notas enviadas al coordinador
Foro Pentecostal Latinoamericano.2009.
18
Ibid p. 10
50
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
verdadero de Dios, llamado a estar apartado del mundo, y de toda
contaminación y religión falsa, por supuesto que no podríamos esperar un fácil asentimiento y aceptación a un posible ecumenismo entre
sus filas”.
Las relaciones inter-eclesiásticas latinoamericanas han sido deficitarias. Por un lado, algunos líderes pentecostales han asumido una actitud sectaria y exclusivista frente a grupos de protestantes históricos;
por el otro, ha habido un rechazo de parte de estos últimos hacia el
pentecostalismo, afectando esto la relación entre los diferentes grupos
cristianos y el desarrollo del ecumenismo porque los protestantes
históricos se han adueñado del mismo. Convendría examinar en cada
país si los pentecostales han sido anti-ecuménicos o los protestantes
han sido anti-pentecostales. Además, ha existido una escisión histórica entre pentecostales de misión extranjera y de iglesias autóctonas
surgidas de un movimiento nacional y luego subdivididas al infinito.
Así los grupos pentecostales tienden a compartir exclusivamente con
grupos similares y excepcionalmente (debido a asuntos relacionados
con problemas morales y políticos) se unen a otras confesiones de fe,
pero solo mientras subsiste el problema que origina una acción común.
En consecuencia, el desafío para los líderes pentecostales comienza
con fomentar acercamientos entre las diversas denominaciones y comunidades para así crear una atmosfera de diálogo y entendimiento
buscando aspectos prácticos de servicio, los que han demostrado tener efectos sanadores entre las personas y los grupos. La base de sustentación de esta estrategia está en la recuperación y puesta en acción
del Evangelio integral, como tarea que conjugue la oferta de los beneficios de la salvación con el llamado de Dios a participar en su obra de
transformación de la vida humana y de la creación. No se trata de cometer el error de reducir la misión de la iglesia a programas de reforma
social, que es el problema de muchas iglesias protestantes históricas; o
bien de negar la responsabilidad social que surge del Evangelio, que es
el problema de muchas iglesias evangélicas fundamentalistas. Si la
pastoral va a ser realmente integral, tiene que incluir la proclamación
51
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
del amor de Dios en Cristo Jesús y a la vez la manifestación de ese
amor en términos de obras, tareas y actividades, de distinto orden
según las posibilidades de cada iglesia: desde reforma social y acción
política, hasta acción social, servicio a los pobres, atención al convicto,
al enfermo, al adicto, a las mujeres y niños abusados, etc., etc. El ser, el
hacer y el decir del testimonio cristiano forma una unidad y son inseparables. Solo así es posible transmitir un testimonio creíble en el
contexto local y nacional de cada iglesia19. En este sentido, cabe preguntarse ¿de qué sirven la teología y la enseñanza cristianas si no sirven para estimular el crecimiento en el amor a Dios y el amor al prójimo?
En resumen, dado el carácter de notas de reflexión y conjunto de hipótesis para la discusión de este informe, sólo se presentan los principales temas de la agenda del futuro inmediato de los pentecostales latinoamericanos, agrupados en temas que tienen que ver con su relación
con otros cristianos y temas que se relacionan con la sociedad en que
viven y vivirán en el mediano y largo plazo. La idea es aportar a un
debate donde los líderes pentecostales de la región fundamenten y se
pronuncien sobre las posturas más recomendables y coherentes para
un movimiento social en vías de institucionalización acelerada. La
diversidad de contextos latinoamericanos es una fuente primaria para
verificar el grado de validez de estas hipótesis y reflexiones, y, por
tanto, este informe deberá ser re-escrito a partir de la contribución
que reciba el autor de parte de quienes están genuinamente interesados en influenciar de alguna manera el desarrollo del pentecostalismo
latinoamericano, entendido como liberador, benefactor, motor de la
paz y la justicia social, promotor de proyectos de vida con sentido
pleno, profético para anunciar utopías en medio del materialismo
19
Es preciso recuperar el Evangelio integral. El Evangelio que afirma que Cristo murió
por nuestros pecados (1 Co 15:3) y a la vez que Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para ser un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien
(Tit 2:14). El sacrificio de Cristo provee la base tanto para el perdón de Dios mediante
el arrepentimiento y la fe como para un estilo de vida pastoral y de unidad caracterizado por la contante búsqueda de maneras de servir a los demás.
52
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
reinante. Si bien los cristianos afirmamos que el desarrollo de escenarios futuros depende de lo que Dios disponga, de nuestra interpretación de la voluntad divina, importa también saber leer los signos de
los tiempos. Es evidente que nos toca vivir en un mundo infinitamente
más complejo hoy. Este autor no tiene una respuesta lineal e inequívoca sino que ofrece un conjunto de reflexiones y preguntas abiertas
para reflexionar y buscar en comunidad las alternativas que permitan
un mayor desarrollo Pentecostal. En el grupo de temáticas o problemáticas pendientes, que se tienen que ver con la búsqueda de la unidad cristiana, se destacan:
a.
Una comprensión de la misión integral del evangelio y de las iglesias,
b.
Una nueva y más comprensiva concepción de la naturaleza de la
misión de las iglesias,
c.
Una mayor conocimiento de la responsabilidad que significa que
el eje de la cristiandad se ha movido del hemisferio Norte al Sur y
del rol que le corresponde jugar a las iglesias pentecostales del
Sur,
d.
Una transformación de las agencias representantes del movimiento ecuménico, que ignorando por un siglo al pentecostalismo, ahora, al ver mermada la membrecía de las iglesias protestantes históricas, deben dejar espacio a la estrategia pentecostal por
la unidad.
e.
¿Cómo asociarse como pentecostales para el diálogo con protestantes, católicos e incluso interreligioso?
f.
¿Cómo responder al mundo complejo en que nos toca vivir con un
testimonio creíble, coherente y transparente?
g.
¿Cómo formatear en una forma comunicable los acuerdos y divergencias que podemos tener?
h.
¿Cómo entender las razones de las preocupaciones divergentes
existentes entre los líderes pentecostales?, incluyendo la lógica a
partir de la cual reflexionan?
53
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
i.
¿Cómo lograr acuerdos en los diálogos inter y extra pentecostales
sobre la dimensión institucional de la Iglesia, sacramentos, formas rituales y el trabajo del Espíritu Santo?
j.
¿Cómo valorar, integrar y escrutar el aporte de la diversidad cultural de las sociedades actuales?
k.
¿Cómo dar testimonio unido del Evangelio Integral de la Biblia?
Desde el punto de vista del testimonio social de las iglesias pentecostales en la Región, habrá que observar con cuidado su comportamiento frente a:
i)
un mayor conocimiento de las problemáticas relativas a la gestión
y preservación de la naturaleza,
ii)
un mayor interés respecto de cómo afectan nuestras creencias y
prácticas la vida de millones de personas de pueblos originarios,
quienes son desplazados de sus hábitat cargados de recursos naturales por empresas multinacionales ávidas de mayores ganancia,
iii) una mejor comprensión y acción más eficaz de las iglesias pentecostales para acoger a drogadictos, alcohólicos, autistas, minusválidos y otros grupos socialmente discriminados socialmente,
iv) ¿Cómo expresar la espiritualidad Pentecostal en una sociedad
crecientemente materialista e individualista?
v)
¿Cómo integrar y acoger las necesidades de grupos socialmente
discriminados?
vi) ¿con qué estrategias acoger y apoyar los grupos de clases medias
en decadencia que creen en la meritocracia pero que las crisis periódicas de nuestros países condenan a la pobreza?
vii) ¿Cómo difundir y entender que la sociedad nos juzga más por
nuestros modelos de comportamiento personal y social que por
nuestro discurso?
54
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Entre las preguntas que quedan para discusión y argumentación en los
próximos encuentros de pentecostales, entre otras, están las siguientes:






¿Cómo evolucionarán las iglesias pentecostales de misión y las
autóctonas en el S. XXI respecto a su respuesta frente al
nuevo contexto sociológico y sus demandas?
¿cómo educarse mutuamente para que las primeras trasfieran
sus aprendizajes en gestión de recursos a las segundas, que
podrían devolver la mano transfiriendo sus aprendizajes para
insertarse en los sectores populares empobrecidos de
Latinoamérica?
¿Cómo integrarán ambos subgrupos a los miembros educados
hijos de los miembros de las comunidades pentecostales
actuales?
¿Cómo los líderes de ambos subgrupos serán receptivos a las
observaciones y sugerencias de profesionales y expertos
miembros de iglesias pentecostales, para un desarrollo más
armónico de las iglesias?
¿de qué manera cada organización eclesiástica Pentecostal
integrará el rol y aporte del pastor local identificado con su
comunidad local popular y el del predicador multimedia de
multitudes o pastor de mega-iglesias?
¿Cuál será el rol a jugar por la “intelligentia” que
paulatinamente vaya surgiendo en las iglesias pentecostales y
si habrá lugar para servir de “intelectuales orgánicos” en ellas?
Finalmente, frente a la tentación del poder de parte de los líderes,
¿hasta qué punto estarán dispuestos a ser transparentes, sensibles al
sufrimiento, abiertos al diálogo, dadivosos con todos y verdaderos
“servidores de todos”?
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Bibliografía




David Stoll. ¿América latina se vuelve protestante? (Biblioteca
evangélica virtual). Euador: Abya-Yala, 1990
Arturo Fontaine y Harald Beyer. Retrato del movimiento
evangélico a la luz de las encuestas de opinión pública. En “Estudios
públicos” N° 44, año 1991.
Peña, José. Pentecostalismo en Chile, presente y futuro. Ponencia
presentado en el IV En-cuentro de la Red Latinoamericana de estudios
Pentecostales (RELEP) Santiago, 19-22 de septiembre de 2009.
Petrecca, Héctor, Iglesia Cristiana Bíblica de Buenos Aires. Notas
enviadas al coordinador Foro Pentecostal Latinoamericano.
2009.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
5. Las Caras de Pentecostalismo en América
Latina: El Rol de la Mujer Pentecostal
Elizabeth Salazar20 (Chile)
En primer lugar, hablar del pentecostalismo en Chile es una tarea difícil por su diversidad, y más complejo se torna hablar de las mujeres.
Hablo a partir de la investigación académica y de la experiencia adquirida en la convivencia con el movimiento al cual pertenece y a nivel
Latinoamericano. Para hablar de la mujer en el pentecostalismo generalmente se aborda su historia y se destaca aportes que esta hizo y
hace.
El pentecostalismo es y fue un movimiento mayormente de mujeres.
En el transcurso de la historia del movimiento se percibe que las mujeres fueron perdiendo su espacio original, pasando de agentes principales a participantes.
La historia es un instrumento para la concientización, es tener una
llave de la memoria de un movimiento y hacer despertar el suceso o
fracaso del gran proyecto. Para entender el presente es necesario conocer su pasado, desde donde surgen, cuáles son sus pasos; necesitamos entender los ladrillos con los cuales fueron construidas las paredes de este movimiento. Esto mencionado ya se ha hecho durante las
tres últimas décadas, pero necesitamos ver un poco más osadamente
las pérdidas que ha tenido el movimiento pentecostal como comunidades equitativas por el Espíritu, donde la promesa de Joel se vive
plenamente. Para esto hay otra mirada que debemos dar desde lo histórico a lo teológico.
20
Doctora en Teología y Profesora de la Comunidad Teológica Evangélica de Chile,
pertenece a la Iglesia Evangélica Pentecostal.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
1.- Revisión Necesaria: Pentecostalismo Chileno21
La gestación del Pentecostalismo Chileno está marcada por el monopolio católico, que a la ascensión del liberalismo pierde poder. La libertad religiosa en el país va a ser el proyecto que por décadas acompañó la historia religiosa nacional. Con las primeras leyes para la tolerancia de otros cultos, son los primeros pasos hacia una constitución,
que se concretizó parcialmente en 1925 con la separación de la Iglesia
al Estado y en 1999 con la legislación 22 que busca concretizar la libertad religiosa. El Pentecostalismo nace en Chile de una renovación
espiritual ocurrida en la primera década del S.XX en la familia confesional metodista. La llegada del protestantismo a Chile es seguido por
varios intentos de misión y el metodismo es uno de estos. Llegó a Chile en 1877, con la visita del misionero y posterior Obispo W. Taylor,
quien fundó escuelas y comunidades misioneras. Al principio fueron
misiones que se crearon con la idea de autofinanciarse, pero eso no fue
posible, pasando a depender en 1897 de la Iglesia Metodista de los
Estados Unidos. En Chile el siglo XIX, estuvo marcado por guerras,
independencia, constitución, nueva constitución, reformas educativas
y grande problemas sociales. Hubo grandes personajes: matrimonio
Willis Hoover 23 y Mary Hilton24 Pandita de Ramabai25 Elena Laidlaw
26
Laura Ester Contreras entre otras mujeres.
21
Esta pequeña reseña cumple la función introductoria para quienes desconocen el
origen del pentecostalismo en Chile, sin embargo por el espacio carece de profundidad.
22
Ley 19638 Constitución Jurídica de las Iglesias y Organizaciones Religiosas.
23
Willis Collins Hoover Kurk, nació en Freeport-Illinois EEUU, en 1858, recibió el diploma de médico cirujano en 1884, ejerció su profesión seis años. Estudió teología y en
octubre de 1889 viaja a Chile como pastor de la Iglesia Metodista Episcopal. Desde 1890 a
1893 es Pastor de la congregación en Iquique y Director del Iquique English College,
colegio que construyó. En 1902 hasta su renuncia en el año 1910 es pastor de la congregación de Valparaíso de la Iglesia Metodista Episcopal. Fallece en Valparaíso el 27 de mayo
de 1936, siendo la máxima autoridad de una fracción del Movimiento
24
Mary Anne Hilton de Hoover (? - 1921), estudió teología en la escuela para misioneras
de Chicago, Estados Unidos. Trabajó como misionera y recibió nombramiento junto a su
marido a la Iglesia Metodista Episcopal en Chile. Los Hoover tuvieron dos hijas (Helen y
Rebeca) y dos hijos (Ernesto y Pablo).
58
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Para muchos la atomización del movimiento Pentecostal se agudizó
con la llegada del pentecostalismo de origen misionero. Sin duda que
la familiaridad del pentecostalismo chileno y el pentecostalismo norteamericano en la práctica son divididos profundamente por el fundamentalismo y la doctrina wesleyana del pentecostalismo nacional.
La dificultad de conciliar estas dos corrientes pentecostales ha llevado
a que tengamos en Chile una apropiación del nombre “pentecostal”
solo para las iglesias criollas, particularidad que solo en la última década está superándose (bautismo infantil, Santa Cena de un solo cáliz,
pastorado vocacional -sin estudios formales-, restricciones en vestimenta y apariencia física específicas)
2.- La relaciones sociales de género y las historias de las mujeres
pentecostales
Las historias de las mujeres, cualquiera que sea su particularidad, de
ninguna forma son iguales, cada una tiene sus características propias
y, esta es una primera visualización de ser sujeto y no objeto de su
historia. Ser pentecostal significa haber vivido la experiencia base de
estos grupos y por lo tanto, su historia tiene un común denominador
en estas comunidades: La experiencia de conversión y el bautismo del
Espíritu Santo. La esencialidad de la experiencia está transmitida en la
historia de cada una de las mujeres pentecostales y son versiones del
pasado, es decir de la memoria, pero memoria viva, que impulsa. Pero,
¿por qué analizar el género? La categoría género nos ayuda a visualizar
las relaciones sociales y a percibir las diferencias entre los sexos, considerando que son relaciones de poder que traspasan todo el tejido
social. Nos ayuda a ver de qué manera el Espíritu llama y capacita para
vivir como comunidades justas e inclusivas, y creativamente sucede o
por mentalidad humana, de tradiciones patriarcales, se niega a vivir
ese mandato. Teológicamente, la historia de las mujeres en el pente25
No caste, no sex, no work, and no man was to be depended upon to get salvation, this
everlasting life, but God gave to be the propitiation for our sins.
26
El Obispo Franck Bristol, autoridad eclesial de la época, refiriéndose al movimiento
declaró: (...) son solo blasfemias contra el Espíritu Santo y el desorden más
condenable (...) esa Iglesia [Valparaíso] esta gobernada por una mujer inmunda.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
costalismo nos plantea nuevas relaciones que incluyen con más naturalidad los elementos cotidianos que le rodean y percibir como más
cercanos ese Dios, no mediatizado por lo seres humanos. Es decir,
dibujan una nueva espiritualidad, un rostro divino más inmanente y a
la vez soberano sobre su vida, sobre lo malo. Es todopoderoso en su
trascendencia y en su gozo y gracia es inmanente.
3.- El Ser Pentecostal
No podríamos hablar de pentecostalismo sin hablar de experiencia
religiosa, que es su centralidad. La experiencia de fe es una vivencia
que tiende a la comunicación, aunque esta sea limitada. Por más
inefable e indescriptible existe la necesidad de expresarla. Este apelo
está más allá de los límites humanos, dentro de los cuales no puede
operar el logos, el discurso propiamente racional. Es una tarea imperativa expresarla, aún con todas las limitaciones. Es preciso socializarla
a partir de sus efectos, de lo que provoca. Según Croatto, “La experiencia
del Misterio es esencialmente afectiva y por tanto participativa. No puede ser vivida individualmente y aislada. Sería una carga insoportable; el comunicarla alivia”
(Croatto, 1994: 62).
3.1. Socialización religiosa de las mujeres.
Entrando al movimiento pentecostal o a la comunidad que la acoge,
existe una socialización de la nueva conversas al grupo. Se adopta una
serie de costumbres, formas y lenguaje. En Chile somos muy identificables las mujeres del mundo pentecostal criollo, a pesar de los cambios propios de la moda.
3.2. Trascendencia del ser Pentecostal y nuevos conceptos de relaciones sociales.
Hemos mencionado la trascendencia del testimonio, la experiencia o
conversión en el pentecostalismo, pero ahora queremos resaltar el
alcance de esta para las mujeres.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Ellas ven la experiencia diferenciadamente, y muy unida a un autoestima especial. Es a partir de la reconciliación con Dios. Nuestras preguntas se vuelcan a cómo esta conversión participa de las ordenaciones y representaciones de las relaciones sociales de género. Entendiendo que las relaciones sociales (construcciones sociales) están
fundadas sobre la diferencia entre los sexos (Scott, 1991)
Los papeles, las funciones y los valores considerados inherentes a cada
sexo en determinada cultura y sociedad. Las mujeres pentecostales en
su experiencia cotidiana contribuyen para poder visualizar y determinar las dinámicas de relaciones que el pentecostalismo les permite.
Entre los temas más frecuentes está conseguir enfrentar la sociedad
como mujeres: Es interesante que a partir del hecho que perciben que
están siendo maltratadas, la condición de “ser hijas de Dios” “templo
del Espíritu” las torna con poder para enfrentar la situación. Hay un
respaldo para actitudes de rebeldía o de enfrentamiento. Al parecer
estamos con un elemento de resistencia diferente al enfrentamiento
abierto. La resistencia está presente y no podemos desconocer estos
grados de conciencia, junto a la comunidad como espacio terapéutico.
Varios trabajos en diversas áreas nos indican constataciones muy específicas del mundo pentecostal. Hay elementos claves para ver a las
mujeres con ciertos empoderamientos adquiridos, que difícilmente a
través de otros espacios lo asumirían. Son procesos diferentes de resistencia, de denuncia, de poder. En el pentecostalismo chileno tenemos
varias mujeres destacadas en la dirección de juntas de vecinos, en las
caletas de pescadores, en los conflictos medioambientales. No es solo
asumir tareas eclesiales vanguardista en la historia de Chile (Pastoras,
Guías de Grupos, Misioneras, Profetas, etc.). La muer es participe de
lo sagrado-y autoestima.
3.3. Concepto de familia
Las crisis personales por las relaciones intrafamiliares son de extrema
importancia en la nueva pentecostal, pues se crea un punto de vista.
Para la recién convertida la familia toma otro lugar (familia carnal v/s
familia espiritual). La mujer subordinada y ciudadana de “segunda
clase, que es anuladas como sujeto, en la conversión pasa a ser sujeto
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
central. Esto caracteriza una nueva postura, que denominamos nueva
identidad, pues revoluciona su forma que se relacionarse con los demás. Frente a lo divino, es ella la protagonista. Cristo vive en cada una
y esto dignifica de tal manera que se logra crear una cristología pluralista que las hace actuar sin restricciones sociales en la familia. Sus
roles son re-significados. A partir de cómo la familia creativamente
trabajó su relaciones de género, llevó que fuera un espacio de fortalecimiento afectivo y de orden en la fe. Una de las especificidades del
pentecostalismo y que se alejó de las pautas de comportamiento que
sociológicamente se establecía para el pentecostalismo, de segundas y
terceras generaciones en Chile, que ya no lo serían. Hoy a partir de lo
que es la familia (como espacio de relaciones comunitarias) para el
pentecostalismo, no se cumple como una generalidad y las iglesias
criollas están llenas de segunda y tercera generación de pentecostales.
3.4. Ser comunidad
La acogida y el sentido de pertenencia a la comunidad es parte de lo
que es la Iglesia pentecostal. Esta acogida recíproca y el afecto que
acompaña a este nuevo espacio es lo que permite la adopción de nuevos roles y papeles, nuevas funciones inherentes a su nueva identidad.
A partir de la vida en comunidad, los espacios son insertos en la dinámica (hogar, lugar de trabajo) El hogar pentecostal se transforma en
punto de referencia para la práctica de la fe. El nuevo proyecto de vivir, su espacios para compartir su fe con los que cotidianamente le
rodean. El hogar pentecostal es continuación de la comunidad, por lo
que es espacio celebrativo y pedagógico. Las iglesias, compuesta en su
mayoría por mujeres, refuerzan el grupo. En Chile las Dorcas son la
columna vertebral de las iglesias y su liderazgo es indiscutible y no es
diferente en Ecuador y Bolivia entre los indígenas. Las mujeres en la
Asamblea de Dios en Brasil representan más del 70%. Lo mismo en
Perú, Guatemala y Colombia. Muchas mujeres se niegan al liderazgo
formal, pero creativamente se hacen parte de un liderazgo distinto,
ambiguo y desconcertante. Hay que ver el por qué las mujeres no quieren ser parte del liderazgo formal. (Los modelos de liderazgo deben
ser revisados). Sin duda es esta afectividad construida en la vida en
comunidad es la base fundamental del pentecostalismo. Sobrepasa
raza, clase, género. El evangelio nos llama a esta inclusividad. No es el
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ideal, sin embargo está como una lógica contraria a la que socialmente
se nos impone desde nuestro mundo posmoderno. Es el currículo
oculto del pentecostalismo.
El enfoque de género nos permite visualizar las contradicciones entre
los principios de la comunidad y hermandad que es vivida entre los
/las conversos/as y la práctica de desigualdad entre las mujeres y los
hombres en las jerarquías: La ambigüedad y la coherencia es evidente.
3.5. Inserción y repercusión en la sociedad Como ya lo mencionamos, la vida de la convertida se vive en función de su experiencia religiosa y de la predicación del evangelio. Su inserción en la sociedad es
su mundo, es a partir de lo vivido y de la importancia que la propia
persona le concede por los cambios experimentados. La transformación de vida (física, económica, familiar, laboral) es una fuerza de legitimación para ser una nueva exponente de la fe.
3.6.- Espacio público y privado de la fe. Generalmente el espacio
público es palco predilecto masculino. Las mujeres por las propia historia de sumisión no ocupan espacios públicos de importancia y ya la
historia nos cuenta lo difícil que fue ver una presidenta, una parlamentaria, una Alcalde. En el pentecostalismo rescatamos que mujeres
hacen de su expresión de fe una forma de romper justamente con este
orden social de discriminación. Mujeres que eran relegadas al mundo
hogareño-privado rompen en los espacios públicos y se apropian de la
palabra.
Conclusiones.
La teología pentecostal se basa concretamente en la experiencia de fe,
personal, de salvación. Su testimonio de fe, como se conoció con Jesucristo y camina con El (lema del encuentro Latinoamericano del
FCM). Toda su potencia está en este testimonio. La predicación pentecostal interpela permanentemente experiencias del cotidiano, recientes o antiguas, que muestran la relación del ser humano con Dios;
pero como se ha descrito, principalmente es recordada la experiencia
de fe, pues es la que da sentido de ser a las otras experiencias del caminar. Para las mujeres, esta es la base de su identidad. Su valor está
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
centrada en esta realidad. Es una memoria que entre más se rememora,
más se hace presente, es decir tiene sentido de vida., de acción. La
experiencia en los grupos es receptiva, y constantemente se vive su
plenitud. Las aleluyas y las glorias a Dios no son otra cosa que el propio momento de conexión con su experiencia de fe. Esto no es propio
solo de los hombre, es de quien ha experimentado el cambio de vida a
través de la obra de Jesucristo. Todo ello, ¿Es liberación? Posiblemente
para quienes ven con los ojos feministas, necesitarán acciones más
concretas de equidad. Sin embargo, estas acciones del espíritu son una
buena manera de hacer visible la acción propia de Dios en medio de las
estructuras nefastas patriarcales en las cuales se ha construido nuestro cristianismo y por ende el pentecostalismo.
Las investigaciones históricas nos han dejado claro, que la acción del
Espíritu fue sin distinción de raza, clase y sexo. Es más, los movimientos principales de avivamiento en el mundo, fueron las mujeres o gestoras o parte de la gestación directa de dichos movimientos. Chile es
un buen ejemplo de esto. Hoy no es extraño frente a lo observado, que
las mujeres permanezcan en los espacios pentecostales, pues le permite mantener viva su experiencia que las legitima como hijas con plenos
derechos y deberes en el Reino de Dios. Especialmente para las segunda y tercera generación, la identidad y sentido de pertenencia está
basada en la afectividad de la experiencia que hizo “ser” y hacer” a mi
abuela o madre, quienes declaraban: “Mi vida en Cristo está centrada
en mi vida con la comunidad, con la familia que me pertenece, que me
da sentido a lo que soy”. En Chile hoy más del 60% de las congregaciones son mujeres; sin embargo de cada 50 pastores hay una pastora
de facto. De cada 10 estudiantes universitarios en la Iglesia 5 son mujeres. La mayoría también son las mujeres en Educación Religiosa en
Colegios, en capellanías carcelarias y de hospitales, en clases especializadas para niños, cuidado de ancianos. La participación de las mujeres latinoamericana es entre la inclusión y la exclusión relativa.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
6. Las Caras de Pentecostalismo en
América Latina: La mujer en la misión de Dios
María Graciela Santa Cruz27 (Argentina)
INTRODUCCIÓN
La creación, caída, redención, son hechos, que determinan la conformación de la identidad de la mujer y su desenvolvimiento en la historia. La elección del tema tiene que ver con conocer más acerca de su
identidad, y la influencia que ha tenido y tiene el marco psicosocial,
cultural, religioso, en su conformación. Esta perspectiva parte de una
comprensión teórica-crítica donde está presente la relación dialéctica
entre estructura y sujeto, entre teoría y praxis. No podemos dejar de
ver, la influencia de lo político-económico-social, en el desarrollo de
las identidades personales, sociales, culturales.
El análisis existencial, con la influencia del psicoanálisis incidiendo
tangencialmente, es fundamental para conocer sobre el inconsciente,
lo que se encuentra detrás del discurso, las motivaciones más profundas, nos permite comprender la existencia de la mujer en su estar-enel-mundo, entendiendo la existencia como estructura total, que abarca su intimidad y sus relaciones con el otro.
El paradigma de la creación, basado en la voluntad primigenia de Dios,
fue que el género humano, (adam), creado de la tierra, (adamá), como
hombre (ish) y mujer, (ishah), vivieran unidos, en comunión, con toda
la naturaleza, Gén 1 y 2. “Los creó a ambos al mismo nivel para ser
ellos señores del resto de la creación, pero no señor sobre el otro. En la
creación de la humanidad no se afirman diferencias raciales o sociales,
27
María Graciela Santa Cruz, Ministra Ordenada en Iglesia de Dios, Pastora, Directora Nacional del Ministerio de Incidencia Social en Argentina. Psicóloga. Teóloga.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
sino la armonía en la tensión dialéctica del hombre y la mujer”. (Padilla C. René 2001)
El reconocimiento mutuo de la igualdad, permite la unidad, y la complementariedad. El relato de génesis es fundante, confronta todo discurso de " poder ", machista, patriarcal. Paradigma de la mujer en la
caída, la pérdida de dignidad, libertad, por el pecado, Deuteronomio
24.1, Núm. 5:11, Levítico 27: 3-7.
La caída, con la condena social, el pecado entró por una mujer, la mujer como la más responsable, sentimiento de culpa que acarreó históricamente. Me pregunto ¿dónde estaba Adán en ese momento?, ¿dónde
está el hombre actualmente para contener, sostener, responsabilizarse
frente a los compromisos afectivos espirituales, económicos contraídos, en función del vínculo, no sólo con la mujer sino con sus hijos?
La violencia que la mujer ha ido sufriendo históricamente por estar
estigmatizada por el pasado espiritual, social, condenada por hallarse
culpable incide en el comportamiento de una iglesia que no la perdona
y se niega a reparar el daño ocasionado, reniega de restaurarla. Pareciera condenada a sufrir la discriminación, marginación, exclusión
social de por vida.
Su entorno, es una sociedad que violenta sus derechos, que es insensible a sus necesidades, leyes que se transgreden propiciando abandonos de personas, desigualdad de posibilidades en todas las áreas con
respecto al hombre.
La iglesia debe elevar su voz profética, dentro y fuera de las congregaciones, confrontando relaciones injustas, de poder, en las cuales están
entrampadas las mujeres. Existe un mayor nivel de exigencia hacia
ellas, falta de oportunidades para ocupar cargos jerárquicos en cualquier institución o sector social, imposibilidades de acceder ministerialmente a espacios eclesiásticos de conducción, en las estructuras
piramidales.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Jesús, nacido de una mujer por la Obra del Espíritu Santo, es el paradigma Redentor que le devuelve la dignidad por haber sido creada a
imagen y semejanza de Dios, restableciendo la comunión de ellos con
el Padre a través del perdón. Por la gracia de Dios es elegida una mujer
para gestar al Salvador, y muchas mujeres que figuran en la Biblia han
sido llamadas a participar de la Missio Dei. Jesús defiende a la mujer
contra las leyes y las costumbres opresoras de su tiempo, Mt 19, 3-12 ;
Mc 10, 2-12 ; Juan 8, 2-12.
Es necesario que la iglesia como institución, también redima a la mujer, la dignifique, le devuelva lo que el pecado individual y social de lo
cual es parte, le quitó. En Gálatas 3,28 y Colosenses 3,11 comprobamos
la voluntad de Dios, que el evangelio, no pertenece a un género, etnia,
clase social. En Jesucristo, la historia, la identidad sexual, la identidad
cultural, es respetada, siendo transformados, renovados, perfeccionados, por el poder del Espíritu Santo, para que en unidad, hombres y
mujeres, podamos encarnar la misión, el Evangelio del Reino.
"Las actividades visibles del Dios Padre, Hijo, y Espíritu Santo, y también la vida íntima del Dios viviente con su iglesia revelándose y cruzando intencionalmente las barreras de fe a no-fe, de iglesia a noiglesia para proclamar por palabra y acción el advenimiento del Reino
de Dios en Jesucristo. Esta misión incluye la reconciliación de las personas con Dios y con el mundo con miras a la transformación del
mundo como una señal de la venida del reino en Jesucristo”. (Charles
Van Engen 1991).
Es parte de la visión de Dios, asistir a las personas, en todas sus necesidades, integralmente. La contextualización del evangelio, trae aparejado responder desde una perspectiva integral, a las necesidades que
presentan las personas, y sus comunidades, Mt.25, 31-46. "La misión
integral, es la misión orientada a la satisfacción de las necesidades
básicas, del ser humano incluyendo su necesidad de Dios, pero también su necesidad de amor, alimento, techo abrigo, salud física y mental, y sentido de dignidad humana. La misión sólo hace justicia a la
enseñanza bíblica y a la situación concreta cuando es integral. En
otras palabras, cuando es un cruce de fronteras (no solo geográficas
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
sin culturales, raciales económicas, sociales, política, etc.) con el propósito de transformar la vida humana en todas sus dimensiones, según
el propósito de Dios, y de empoderar a hombres y mujeres para que
disfruten la vida plena que Dios ha hecho posible por medio de Jesucristo y el poder del Espíritu”. (Padilla C. René 2001)
Es necesario que se dignifique a la mujer respetándole los derechos,
reconociéndole la redención obtenida por medio de Jesucristo, y propiciando la reconciliación con Dios a través del evangelio encarnado
con aquellas que todavía no creen, que se sienten débiles, desamparadas, marginadas. Concientizando en las comunidades de la responsabilidad social que se tiene frente a los tratos injustos, sistemas perversos que se aprovechan de las más débiles por estar en situaciones de
vulnerabilidad, madres solteras, menores, viudas, ancianas, mujeres
víctimas de violencia, de sus maridos, de la sociedad, y también de la
iglesia.
LA SITUACIÓN DE LA MUJER EN LA CULTURA GRECO ROMANA Y JUDÍA
La situación de la mujer, dependía de la posición económica como del
área geográfica en la que se encontraba. La posición de la mujer en la
época de las ciudades-estado griegas, había sido bastante precaria, la
mujer era considerada dentro de una cultura hedonista, como objeto
de placer que podía ser usado y descartado inmediatamente, la mujer
decente debía permanecer apartada de la vida pública en todo sentido,
ya que las esclavas, cortesanas y prostitutas eran vistas en público.
La mujer estaba en inferioridad de condiciones y subordinada con
respecto al padre y esposo. La esposa estaba obligada a obedecer a su
marido como a un amo, siendo la obediencia un deber religioso. El
esposo tenía derecho a traer a vivir a una concubina, tenía derecho al
divorcio, podía vender a su esposa para pagar una deuda. En el mundo
judío, la legislación civil estaba regida por leyes religiosas. La mujer
según la Torah, era inferior al hombre, no podía entrar al Lugar Santo,
debía estar en el atrio de los gentiles y mujeres, estaban excluidas de la
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
lectura del Torah, durante el culto en la sinagoga, estaban excluidas
de las enseñanzas en las escuelas de los fariseos.
El sexo era percibido como la expresión de la naturaleza pecadora. El
fariseo, debía evitar hablar con ellas. Todo varón israelita, recitaba
cada día, "Señor te agradezco que no me hayas creado mujer", (shelo
asani ish). Se consideraba que la mujer fue creada para procrear, frente
al pecado se la consideraba la más débil. La mujer vista como una tentación los prejuicios han ido determinando el ser y el quehacer de la
mujer, en la historia. Aristóteles, filósofo griego, consideraba que el
varón por naturaleza es superior, que la facultad de discernimiento de
las mujeres era como la de un niño.
Los juristas romanos mantuvieron premisas tradicionales con respecto a las mujeres. En el siglo 1, A. C., Cicerón sostuvo que todas las mujeres deberían estar bajo el poder de guardianes masculinos debido al
estado de incapacidad con respecto a sus capacidades. En el siglo III,
Ulpiano, aseguró que todas las mujeres necesitaban custodia, Ulpiano,
filósofo judío, de influencia, tanto entre judíos como entre cristianos,
consideraba que el sexo femenino es irracional y afín a brutales pasiones…
Los pensadores judíos elaboraron las mismas premisas sobre la naturaleza inferior de las mujeres. En el S.I, A.C, Filón de Alejandría, En los
escritos de Aristóteles y el Corpus hipocrático, se contempla a la mujer en su función reproductora.
Escribe Galeno en el siglo II refiriéndose a la cabeza tapada de la mujer interpretaba que se debía a que ha cometido algún mal y está avergonzada ante la gente. Agustín (354-430 d.C.) manifestaba que el
hombre, por sí sólo era la imagen de Dios. Santo Tomás de Aquino,
decía que la mujer era inferior al hombre en cuanto a su alma, además
de la imperfección física del cuerpo, creada por Dios sólo para asistir
en la procreación. Calvino manifestaba que la mujer le fue dada al
hombre como colaboradora en la única tarea en la cual él necesita su
ayuda, en la procreación.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
JESÚS AMA A LAS MUJERES
Jesús, y el anuncio del Reino de Dios, llega como la realidad que cambia a hombres y mujeres, que trastoca la las estructuras de la vida cotidiana, restituye a la mujer el mismo puesto de dignidad y responsabilidad que a los hombres, no siendo el punto de referencia la ley, sino
la guía directa de Jesús y su Palabra profética, Gálatas 3:28. Jesús pone
como ejemplo de verdadero amor a la mujer pecadora que en casa de
un fariseo, lava sus pies con perfume y lágrimas. Era y es aun hoy, considerada impura, inferior, una prostituta. Jesús se deja tocar por ella y
lo agradece de corazón. Jesús la pone como ejemplo de perdón, de fe y
de amor, algo muy trasgresor para ese tiempo.
En el relato de Marta y María, Jesús pone de manifiesto que las mujeres tienen derecho a escuchar lo que dicen los maestros de la ley,
(nueva trasgresión de la Ley judía) y hablar y conversar con Él, reivindicando así la igualdad con respecto a los hombres. La condena de
Jesús al repudio o carta de despido que aquella sociedad machista
permitía a los varones y que dejaban a la mujer totalmente desvalida,
generó en Jesús la defensa de ella y de su condición social. Cuando
Jesús muere en la cruz, como consecuencia de su vida y de su palabra,
las mujeres que le seguían desde Galilea y otras de Jerusalén son testigos de esta muerte y no le abandonan.
En la Resurrección de Jesús, las mujeres no podían ser testigos según
la ley judía, son ellas las primeras testigos de la Resurrección, corren a
anunciarlo a los once discípulos, pero “todas estas palabras les parecían desatinos y no las creían”... (Lucas 24,1-12). Marcos también afirma que Jesús resucitado se apareció primero a María Magdalena.
Los críticos conceden a esta frase una sería probabilidad histórica. En
la Iglesia primitiva, las mujeres desempeñaban un papel importante en
las misiones.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
DESARROLLO DE LOS ROLES FEMENINOS
Se observa en las familias, aumento de las problemáticas psicosociales.
La violencia, las adicciones, los delitos, son síntomas de una sociedad
enferma. Cada vez encontramos más casos en nuestras iglesias de
hermanos con depresión, angustia. Hay factores individuales, familiares, sociales que atentan contra la salud mental del individuocomunidad. La relación entre personalidad del individuo, y los procesos de dinámica de grupo de la vida en familia, constituyen un eslabón
esencial en la cadena de causalidad de los estados de enfermedad y
salud mental. La sociedad argentina frente a las crisis institucionales
que ha ido soportando, se visto afectada en sus necesidades básicas. El
individuo es depositario de una experiencia de grupo, su identidad es
al mismo tiempo individual y social.
La familia es un núcleo a partir del cual se desarrolla la sociedad. Es el
campo de entrenamiento donde la persona, adquiere práctica y cada
vez mayor destreza para cumplir con la variedad de roles sociales. Las
relaciones familiares regulan la corriente emocional, inhibe, alienta
algunos impulsos individuales y subordina otros, de aquí, la importancia que tiene en la formación de la personalidad. La identidad, es el
conjunto de características físicas, psicológicas, espirituales, que se
hacen presente en la manera de ser de una persona, es la forma como
está estructurado cada uno en lo más esencial. Cada persona es un ser
único, irrepetible y diferente a los demás. La identidad se basa en la
percepción de mismidad de la propia existencia, en el tiempo y espacio. El sentimiento de identidad puede verse en algún momento en
pérdida parcial de la capacidad de síntesis del yo, y también puede
haber pérdida central cuando entra en crisis.
La identidad del yo se va construyendo gradualmente a través de procesos de identificaciones que son inconscientes. Las identificaciones
con figuras parentales, grupo de pares, modelos sociales, culturales.,
inciden en la construcción de la propia identidad.
La identidad va cambiando, de acuerdo a las etapas evolutivas, y acontecimientos que se producen en el transcurso de la historia del sujeto
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
en su contexto. Se producen crisis evolutivas, y accidentales, cambios
bruscos que producen desequilibrios emocionales, que generalmente
son pasajeros, si hay una estructura saludable de personalidad, y un
marco familiar, social contenedor. La falta de aceptación, segregación,
discriminación social, influye con una baja autoestima que inhibe el
desarrollo normal.
La familia pasa por duelos, divorcios, enfermedades psicosomáticas,
adicciones, enfermedades mentales, discapacidades, violencia familiar,
etc., que requieren de contención, escucha, empatía para poder ser
ministrados, orientados, a través de la Consejería. La adquisición de la
llamada "identidad del género", femenina y masculina, se basa en las
identificaciones tempranas que realizan niñas y varones en nuestra
cultura. En tanto la identidad femenina tiene en sus orígenes la identificación con una madre, con su cercanía, su relación corporal, en el
vínculo materno, la identidad masculina no se define totalmente en su
identificación con el padre. La ausencia del padre en la estructura
familiar habitual, muerte, abandono, separación, falta de reconocimiento, etc., no significa que los niños no aprendan la masculinidad, ni
los roles masculinos, habría que analizar y evaluar cada caso.
Las niñas desarrollan una identificación personal con la madre, basada
en procesos afectivos y el aprendizaje del rol. Los niños, en cambio
desarrollan una "identificación posicional", con aspectos del rol masculino. Las niñas se identifican con ser madres, y los niños con la posición o lugar del padre, la niña iría tomando actitudes, conducta, valores, de la madre, y el niño a través de la identificación con la función
paterna, aprendería, incorporaría el rol masculino, aún sin la internalización de actitudes o valores de su padre, como persona.
Ante un padre ausente, se produce la identificación con lo masculino,
mediante la incorporación de imágenes culturales de la masculinidad,
y hombres con los que el niño, conscientemente o inconscientemente,
puede identificarse, tomar, como modelos masculinos. La conflictiva
edípica, la castración simbólica, introduce al niño y a la niña en la
cultura, el padre, como representante de la cultura, de la Ley, según
Lacan, que separa al hijo de la relación simbiótica con la madre. ”El
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
padre sólo está presente por su ley que es Palabra y únicamente en la
medida en que su palabra o habla es reconocida por la madre, cobra
valor de Ley. Si la posición del padre queda en entredicho, el niño
permanece sujeto a su madre. El niño al interiorizar la Ley, se identifica con el padre y lo convierte en su modelo. La Ley se vuelve liberadora: pues separado de la madre, dispone de sí mismo, se percata de que
está por hacerse y se orienta hacia el porvenir, se inscribe en lo social,
la Cultura, e ingresa en el Lenguaje.”
De la elaboración del complejo de Edipo, según la teoría Psicoanalítica
de S. Freud, dependerá la salud mental del sujeto, observándose en la
clínica que de ésta elaboración, depende la etiología de las Neurosis,
Psicosis, Perversiones. Las identificaciones son en parte, inconscientes, los contenidos del inconsciente los conocemos cuando afloran a la
conciencia, de manera enmascarada ,expresiones que tenemos que
develar, todo lo reprimido, tiene que ver con las prohibiciones culturales, representadas por la instancia del súper yo, según el Psicoanálisis, el
inconsciente pugna por hacerse consciente. El Yo, va a permitir la
canalización de los impulsos, que están en armonía con el súper yo, y
con el mundo exterior. Los impulsos exteriorizados a través de actitudes, conductas, van a buscar satisfacerse a través de objetos, personas.
La libido, es decir la energía del instinto sexual, (no todo lo sexual, es
genital para Freud) va en búsqueda del placer, aunque éste placer, sea
la expresión de un goce perverso, sado-masoquista, o de un síntoma
neurótico. En la adolescencia se reactualiza el complejo de Edipo con
la posibilidad de reelaborar vínculos, y el proceso identificatorio.
La teoría sistémica, también ha realizado un gran aporte en la comprensión de la dinámica familiar. Las mujeres aprenden roles básicamente familiares, reproductivos, afectivos, los roles masculinos se
relacionan estrechamente en la organización de la producción y el
trabajo. Sin embargo estamos frente a grandes cambios de roles, funciones e identidades sexuales, de género. Es el varón generalmente el
que determina principalmente la posición de clase y el status social de
toda la familia, de acuerdo a su rol ocupacional, aunque la esposa contribuya, con su quehacer laboral y el sostenimiento de la familia. La
función materna, desde el punto de vista psicológico, se ha considera-
73
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
do históricamente, como aquella que satisface las necesidades nutricias, emocionales, cuidados personales, que caracterizaría lo que
Winnicot denomina una madre suficientemente buena. Esto garantizaría al niño recursos de salud mental. Para el niño varón, la dependencia y apego a su madre, representa lo que no es masculino, por eso,
el niño debe reprimir las cualidades que crea como femeninas, y rechazar y devaluar a las mujeres para afirmar su masculinidad. Pueden
generarse vínculos de dependencia que posibiliten, una regresión a
etapas anteriores por excesiva gratificación, o frustración.
La identidad genérica, y la comprensión básica de la masculinidad y la
femineidad se adquieren durante la socialización primaria. La socialización primaria se desarrolla en la interacción con otros, a través de
vínculos emocionales con otros significativos, el mundo de ellos es el
propio y único mundo existente. La socialización secundaria, es el
aprendizaje social que ocurre pasados los años de niñez y adolescencia.
El término "género", circula en las ciencias sociales con una acepción
específica, la idea general mediante la diferencia del término "sexo" y
"género", el sexo queda determinado por la diferencia sexual inscripta
en el cuerpo, mientras que el género se relaciona con los significados
que cada sociedad distribuye, es decir las significaciones atribuidas al
hecho de ser varón o mujer, en cada cultura y en cada sujeto. El comportamiento de ambos, más que tener una base natural, invariable, se
deben a construcciones sociales y familiares asignadas de manera diferenciadas a hombres y mujeres. Se iría incorporando desde la temprana infancia pautas de configuración psíquica y social, que dan origen a
la femineidad y a la masculinidad. Se definiría al "género", como conjunto de creencias, rasgos de personalidad, actitudes, valores, conductas que diferencian a hombres y mujeres. Esta diferenciación, es producto de un proceso histórico de construcción social, donde las diferencias entre género femenino y masculino, implican desigualdades, y
jerarquías entre ambos, por ejemplo, el predominio del poder de los
afectos en el género femenino, y el poder racional y económico en el
género masculino. La raza, religión, clase social, etc., son otros aspectos, determinantes, de la subjetividad humana.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Los estudios de género, conservan para sí la base de crítica social, con
que se iniciaron los primeros estudios de la condición femenina, especialmente la denuncia de las condiciones de desigualdad y de marginación de mujeres y/o hombres en determinadas áreas de poder donde
podrían expresar, desarrollar, canalizar, su subjetividad. Los Estudios
actuales, sobre "género" cuestionarían la noción de que existiría, un
único modo dominante, de representación social, para cada género.
Los estereotipos de género, son características asignadas consensualmente a hombres y mujeres, se refieren a creencias sobre las características psicológicas femeninas y masculinas, mientras que el rol genérico, refiere a las actividades apropiadas para hombres y mujeres. En
realidad, tendemos a ver a hombres y mujeres como opuestos. Los
estereotipos pueden representar o distorsionar la realidad. El sojuzgamiento de las mujeres simbolizado por el género es un paradigma de
las relaciones de poder sobre la que se basa nuestra civilización.
LA MUJER VÍCTIMA DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
Comenzaría diciendo que la violencia no es una enfermedad, es una
conducta aprendida. La violencia conyugal se caracteriza por manifestación de conductas de abuso, permanentes o periódicas, es decir establecerse con frecuencia. Pueden darse diferentes tipos de abuso, que
generalmente se combinan. Abuso físico, se trata de todo tipo de agresión de orden físico, en el cuerpo., ejemplo cachet, trompadas, tirones
de pelo, aplastar la cara contra la comida, quemaduras, cortaduras etc.
Abuso sexual se caracteriza por tener todo tipo de relación sexual sin
el consentimiento, (violación), no tener en cuenta lo que desea la pareja. Abuso emocional se caracteriza por provocar situaciones de angustia, vergüenza y malestar en la pareja. Ej.: descalificaciones, insultos,
amenazas, acusaciones, sospechas, dobles mensajes, utilización, manipulación de hijos, etc.
Abuso económico, se trata de lo referido a la administración del recurso económico, tomar decisiones sin tomar en cuenta al otro, usar la
plata en sí mismo, no cumplir con cuotas de alimentos, etc. Abuso
social, está relacionado a aislar a la pareja, no pasarle llamadas, boicotear la relación con vecinos, u organizaciones comunitarias etc. Abuso
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ambiental está relacionado a lo que rodea a la pareja, ej. Romper objetos de la pareja, lastimar animales, revisar cajones, romper fotos familiares, etc. La víctima de violencia, manifiesta generalmente un cuadro
depresivo, desvalorización, angustia, desinterés, apatía, pudiendo
llegar al suicidio. La mayoría de las víctimas de violencia, son mujeres,
niños, adolescentes, ancianos.
El victimario puede provocar la muerte de su víctima, en el descontrol,
aunque luego se arrepienta, vuelve a acumular tensión hasta estallar, y
comienza nuevamente el ciclo de la violencia. El maltrato físico se
traduce también en golpes, quemaduras, fracturas, accidentes reiterados, que la víctima trata de ocultar. La mujer maltratada suele justificar el accionar de su compañero, se siente culpable, responsable merecedora de tales castigos, quiere cubrir la totalidad de expectativas de
su marido., indefensión que la inmoviliza para pedir ayuda. No son los
sentimientos de culpa índice de patología, cuando éstos coaccionan al
individuo a la reparación, a la aceptación de su responsabilidad y a la
re-elaboración de actitudes que perjudican a los demás, y a ella misma.
Son patológicos los sentimientos de culpa cuando están referidos no a
la realidad externa y a los seres y situaciones que la rodean, se incrementa la sensación de ser merecedora de castigo, continuo o impostergable. En éste caso, las causas, hay que buscarlas a nivel del inconsciente, su historia, la cultura, los vínculos primarios, en los que encontraremos, falta de valoración de sus progenitores, maltratos, abusos, y
a nivel de pareja a un hombre dominante que busca subordinarla,
obligándola a ejecutar acciones que no desea y prohibiéndole la concreción de aquellas que desea realizar. Una madre inmadura emocionalmente que se somete al castigo, y generalmente calla también el
maltrato hacia los hijos por temor. Manifiesta generalmente un cuadro
depresivo, intentos de suicidio. Puede haber sufrido abortos, producto
del maltrato durante el embarazo.
La víctima de violencia no percibe el deterioro, porque el maltrato es
permanente, termina creyendo de ella misma lo que su agresor quiere
que crea. Un hombre perverso, con rasgos psicopáticos, que manipula,
seduce, castiga , que manifiesta conductas sádicas, es el perfil del
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
hombre violento, generalmente con una historia infantil, donde fue
víctima de violencia, con un contexto sociocultural y una cultura machista, que valoriza éstas conductas.
Ante estos casos es necesario evaluar el riesgo físico de la víctima, para
orientar tratamiento en las Unidades de Fortalecimiento Familiar,
muchas veces siendo necesario, proteger a las víctimas brindándoles
un lugar, fuera del hogar conyugal. Las denuncias en las fiscalías de
turno, también son alternativas en los casos de urgencia, para que la
víctima realice la denuncia, habiendo dejado, previamente el domicilio
conyugal, dado el riesgo de muerte, castigo a ella, y a sus hijos. Posibilitar que pueda afrontar la frustración sin paralizarse, sin evadirse,
generando un proyecto de vida.
La violencia en este marco es un delito que hay que denunciar, pudiéndose evitar así, alguna muerte. La adicción a las drogas, alcohol en
un hombre violento, es un factor mayor de riesgo. La violencia, homicidio, lesiones, daños psicológicos, son evitables. Reitero que la violencia no es una enfermedad, es una conducta aprendida. Observamos
que el abusador, violador, además de ejercer seducción, manipular
afectivamente, elige la víctima, los más indefensos, y ante las pericias,
evaluaciones, confrontaciones, no reconoce los hechos. Manifiestan
frialdad, hipo afectividad, frente a la confrontación de los hechos delictivos que se le imputan.
Generalmente son reincidentes, en sus conductas delictivas. Sería
imprescindible que la iglesia ministrara tanto a las víctimas, como a
los victimarios, generalmente estos son ministrados cuando ya caen
detenidos en las Unidades Carcelarias, donde el trabajo de los Capellanes evangélicos, Pastores, es fuerte y sostenido. La familia, la iglesia,
pueden funcionar como preventores de violencia, ejercitando el diálogo, escuchando las denuncias, o los cuestionamientos de sus miembros, participando activamente en los espacios comunitarios, articulándose con las instituciones involucradas en las diferentes problemáticas que hacen a la Salud, Educación, Justicia.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La Iglesia debe incentivar el trabajo con chicos de la calle, madres
solteras, adictos, para contrarrestar la influencia de las mafias, narcotráfico, prostitución, tráfico de niños, de mujeres. Las instituciones
que no fomentan éstos espacios de reflexión, participación y cambios
sociales, son generadoras y/o cómplices de la violencia por encubrimiento.
MUJERES Y MISIÓN
La Misión de Dios la (missio Dei), es la auto-revelación de Dios como El
que ama al mundo y se compromete con él, acción en la cual la Iglesia
tiene el privilegio de participar. “La missio Dei, no se origina en la iglesia, ni en el pueblo de Israel, sino en el corazón de Dios mismo, en el
seno del Dios Trino”. (Costas Orlando 1986).
Missio Dei enuncia las buenas nuevas de que es un “Dios para el Pueblo”, (Bosch D.2000) éste, en su teoría de la tensión creativa, utiliza la
teoría de la complementariedad como base de su teoría de la misión, el
evangelio como una tensión entre necesidades espirituales y materiales, oración y acción, evangelismo y responsabilidad social, diálogo y
testimonio, poder y vulnerabilidad, lo local y lo global. La Missio Hominum, el uso por Dios de instrumentos humanos, y dentro de éstos instrumentos humanos se citarán mujeres que participaron de la Misión
de Dios, su voluntad, para éste mundo, en diferentes contextos, circunstancias, que El utilizó para transmitir su amor. El mensaje de
salvación, es brindado, en vasos de barro. Se cumple la profecía, anunciada en Joel 2:28-32.
La discriminación, la cosificación de la mujer, a través de mandatos
culturales, costumbres, leyes, fue internalizándose, tanto en hombres
como en mujeres, pero han quedado fijadas psíquicamente, espiritualmente para muchas mujeres, como situaciones traumáticas, heridas que deben que ser sanadas y restauradas por la iglesia a través de
un genuina reconciliación basada en un genuino arrepentimiento y
reparación de aquellos que consciente o inconscientemente, desde su
hermenéutica dañan la imagen de Dios plasmada en la mujer, el arre-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
pentimiento de los que no toman en cuenta que la mujer también fue
redimida por la sangre de Jesús.
Para las mujeres es complejo estar llevando a cabo la misión de Dios
con el llamado, la aprobación de Dios, el poder del E.S. y sin la consideración, reconocimiento personal, ministerial igual que el que tiene
el hombre en la iglesia, frente a su ministerio. Raymond Bakke 2002)
nos relata sobre cuatro mujeres que fueron instrumentos en la misión
de Dios, " las abuelas de la Navidad", Mt 1: 1-7. Tomaremos del A.T a
Tamar, Rajab, Rut, Betsabé," las otras mujeres", en la familia de Jesús,
que hoy, dice Bakke podríamos llamar los "trapos sucios de la familia".
La historia de Tamar la encontramos en Génesis 38, Judá el hermano
mayor de José tuvo tres hijos, Ur se casó con Tamar y luego falleció. Se
jugaba el tema de la herencia de propiedades. La costumbre judía era
que si no había herederos, se realizaba un matrimonio por levirato, un
segundo hijo tenía que casarse con la viuda de su hermano, conocemos
la historia de Tamar, fue abandonada por su suegro, y forzando la situación con engaño, logra quedar embarazada de él teniendo mellizos
que fueron ancestros de David, de Jesús.
Este relato nos muestra la injusticia sufrida por Tamar, frente a la
negación de redención, y expulsión de la casa, por su suegro. La desesperación que debe haber experimentado, los sentimientos de fracaso, miedo a la soledad, al desamparo, frustración ante situaciones
truncas, que incluso no dependían, sólo de ella. La humillación que
habrá sentido por la esterilidad, la discriminación que sufrió por haber
quedado desprotegida frente a la muerte de su esposo, la negación de
Onán de cumplir con el levirato, para restaurarla. Toma distancia de la
situación, hasta que aparece de nuevo en escena, vistiéndose de prostituta, logrando que Judá, al no reconocerla, mantenga relaciones sexuales y así quedar embarazada, y lograr su descendencia. El resultado
fueron mellizos ancestros de David, y por lo tanto ancestros de Jesús.
La historia de Rajab la encontramos en Josué 2.Israel estaba peregrinando por el desierto. Números 13 nos habla que enviaron espías delante de ellos, los espías llegaron a Jericó. En Hebreos 11 como Santia-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
go 2 hablan de Rajab y utilizan la palabra griega “pornay” para describirla, la raíz de la palabra pornografía, que nos dice algo del lugar que
dirigía Rajab, donde los 2 espías fueron a esconderse, Rajab los escondió y mintió cuando preguntaron por ellos, los mandó por un camino
equivocado. Rajab les dijo a los espías que había escuchado de Dios
como los liberó del faraón, y los cuidó en el desierto, "puedo ser una de
ustedes?, los espías aceptaron. Hebreos 11 habla de la fe de Rajab. Podríamos pensar que Rajab era consciente, de los mecanismos de dominación ideológica, denuncia con su cuerpo la injusticia y la explotación, seguramente la perversión en la que estaba entrampada, el pecado no la dejaba experimentar paz, a pesar de la posición económica
holgada, y la seguridad en la provisión de su familia, su seguridad, se
juega, en post de una visión celestial, encarnando la misión.
El libro de Rut, es un comentario sobre el libro se los Jueces, si bien no
hay referencias de ella, como "pecadora", descendía de la cultura de
Sodoma, pesa sobre ella su contexto cultural. Decide ir con su suegra a
Belén, manifestando su aprecio, fidelidad hacia ella. La amargura de
Noemí, frente a las muertes de sus seres queridos, el enojo que debe
haber sentido, ambivalencia frente a los hechos ocurridos, podría haber experimentado síntomas depresivos ante las pérdidas sufridas. Las
dos mujeres, débiles social, económicamente, ante las pérdidas de,
esposos e hijos, sin descendencia, en una sociedad patriarcal. El panorama era desesperante, y ahí comienza a hacerse manifiesto, evidente,
los designios de Dios, en sus vidas, y en la familias. Se va viendo en el
texto, que los acontecimientos que se van produciendo, no son casuales, sino que responden a los propósitos de Dios En el cap. 2, Rut, se
dispone a ir a buscar cebada, ante el pedido de Noemí, y llega al campo
de Booz, bajo la gracia de Dios, regresa con el grano, y el cuidado que
Booz le había prodigado. En el Cáp. 3, Noemí le indica a Rut, como se
tiene que arreglar, y hacer, para conquistarlo, para que Booz, le pida
matrimonio,( actualmente, no sería una estrategia compartida, por
muchas de las mujeres de la iglesia). Cáp. 4, el final feliz, está cerca,
Booz la redime, como pariente más cercano, según la tradición del
matrimonio por levirato, Dt. 25: 5-10, ésta ley familiar, prevé la protección de cada miembro de la familia, nadie quedaría sólo o destituido,
también tiene que ver con el sentido de propiedad, herencia, de esa
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
época, cultura, donde de acuerdo a la Ley, la mujer podía ser objeto, de
posesión.
El A.T afirma que Jehová era el Go´el de Israel recalcaba la promesa de
su pacto, a través del cual, Israel vino a ser su posesión Ex 19: 5, habitaba entre su pueblo (Ex 19:5), dispuesto para protegerlo, y redimirlo.
El libro de Rut termina, con una celebración por el nacimiento de
Obed. Vemos como se cumple la promesa, para Noemí y su familia,
Dios es fiel, y utiliza diferentes medios, para manifestar su voluntad.
Obed, fue el abuelo de David rey de Israel. Mt.1, comienza "Jesucristo...Hijo de David". Betsabé, es la cuarta abuela que cita Bakke, 2 Samuel 11, nos habla, que era esposa, del mejor soldado del Rey David,
Urías. Relata una situación de adulterio de Betsabé, abuso de poder, y
homicidio del Rey David, éste fue delatado por el profeta, el salmo 51,
es su confesión. El primer bebé nació muerto, ¿por qué no pensar que
Betsabé ante el temor, pudo haber intentado abortar?, temas que siguen siendo actuales, adulterio, aborto, homicidios, abusos de poder,
acosos sexuales, etc., efectos del pecado individual, y social. El segundo hijo fue Salomón.
Si bien todos estos relatos, tienen que ver con historias de mujeres,
donde el pecado, y la gracia están presentes, también se trata de mujeres extranjeras, inmigrantes, que han vivido el desarraigo, la discriminación, la soledad. Martín Lutero fue la primer persona en la historia
de la Iglesia, que observó que las cuatro mujeres eran extranjeras, Tamar y Rajab eran cananeas, Rut era mohabita y Betsabé era hitita, "el
texto se refiere a la misión", dijo Lutero.
La genealogía de Jesús, tiene que ver con cruces de razas, los judíos
negaron que ésta haya sido parte de su propia historia. Etnocentrismo,
racismo, también son problemáticas actuales, que dificulta la misión
de la iglesia en el mandato de Mt.28. Jesús nacido en Asia, refugiado
en África, en él, su sacrificio en la cruz fue símbolo de unidad de todas
las razas, la salvación, era para todos los que en él creían, sin distinción sexual, social, cultural. La misión se inserta siempre en la historia, desde la perspectiva de la misión integral, es importante evaluar la
realidad a cada momento. La Biblia nos habla de muchas mujeres, re-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
calcando su importancia desde Eva en Gén. 3.6. En el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Lucas, a la primera mujer que se le anuncia
el nacimiento de Jesús es a María, la madre del Salvador.
Son las mujeres también las que reciben las buenas nuevas de la resurrección de Cristo. En Lucas 8:2-3 nos dice que eran mujeres las que
financiaban la misión de Jesús.
En el libro de Filipenses, Lidia la vendedora de púrpura, fue pilar de la
iglesia, Pablo habla de la hospitalidad de la iglesia de Filipos. El personaje que más se destaca como mujer en Hechos de los Apóstoles, es
Priscila, colaboró con su esposo en la misión de Pablo, y corrigieron la
enseñanza de Apolos. En Filipenses 21:9 se menciona que Felipe tenía
cuatro hijas que "profetizaban", es decir que predicaban. En Fil.1:1
Pablo recomienda a Febe diaconisa en la iglesia de Cencreas, como
líder 1Ts.5.12, Ro.16:1-2. Pablo envía saludos a Junías, la reconoce como
apóstol notable, destaca que se entregó a Cristo antes que él, Ro. 16.7.
Jesús, nacido de una mujer, concebido por la obra del Espíritu Santo,
María, la madre de Emmanu-El Is.7, 14, la primera de los creyentes.
Lucas 1, 26-38, María, la mujer de la nueva creación que se contrapone
a Eva pecadora, una mujer virtuosa, usada por Dios, para ser la madre
del Redentor, que acepta el desafío del servicio, la misión, en sumisión
a Dios aceptando, caminar por fe. Mt. 1,19-21 nos manifiesta la duda de
José, sobre la virginidad de María, la intención de no desacreditarla,
firmándole un acta de divorcio DT 24,1.
Sin duda que María también, debe haber sentido inquietud, temor,
frente a la probable desaprobación de su prometido, y la incredulidad
de éste, y de su entorno social, encarnar la Misión, dando a luz, a la
Luz de éste mundo, por obra del Espíritu Santo. El llamamiento al
servicio, siempre implica tomar decisiones, que van a tener que ver
con renunciamientos, con desafíos, en las cuales es probada nuestra fe.
Imposible resulta poder entender desde la razón, los milagros que
Dios hace, sólo desde la fe le encontramos el sentido a las experiencias
espirituales, son tangibles las manifestaciones de Dios cuando nos
mantenemos firmes en El, en sus propósitos, en su voluntad, se va
revelando a medida que vamos caminando, lo vamos conociendo, entendiendo, compartiendo códigos comunes en la comunicación, pro-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
fundizando la relación, estando en comunión aprendemos a ver en los
otros los propósitos de Él, su presencia.
Su Palabra se va encarnando en nosotros, el Espíritu nos va guiando.
Lucas 10,38-42, relata, que Jesús visitaba una aldea, y una mujer, Marta lo recibe en su casa, que tenía una hermana que se llamaba María,
que se sentó a los pies de Jesús para escuchar lo que él decía, mientras
Marta se esforzaba por los quehaceres "domésticos". Seguramente que
desde lo formal, no estaría bien visto que no se lo sirva al invitado, que
se dejen las tareas de la casa pendientes, que se entre en diálogo con
un hombre, estando solas en la casa… Marta reclama a Jesús que no
reaccione frente a la transgresión de María de normas de buena conducta, de acuerdo a lo esperado en ese contexto histórico, su rol en la
casa, familia, sociedad. Según la tradición registrada por el Evangelio
de Juan 12,1-3, Marta y María eran hermanas de Lázaro, sin embargo,
aquí, Lázaro no aparece. Jesús le responde a Marta, que María ha escogido la mejor parte y nadie se la va a sacar. Supuestamente las dos
hermanas habían escogido un estilo de vida, de griegos y romanos, más
liberales en sus costumbres, tal vez en la necesidad de generar el propio sustento, como tantas mujeres, que trabajan en el campo o la ciudad con esfuerzo para poder sobrevivir en una sociedad injusta en
desigualdad de posibilidades. Actualmente, muchas mujeres salen de
los moldes, de la cultura evangélica, trabajando, estudiando, participando de diversos contextos, actividades, manteniendo y educando
solas a sus hijos, o reforzando el sustento o desempleo de los maridos,
teniendo independencia económica, que en la mayor parte les alcanza
para asegurar la vivienda y la alimentación, con la mirada puesta en
Jesús, y siguiendo las enseñanzas del Maestro.
Juan 12,1-11, Mc, 14,9 hablan de la cena de Betania, donde María unge
con aceite perfumado de nardo muy fino los pies de Jesús, y los secó
con los cabellos, al ser confrontada por Judas Iscariote, Jesús interviene reconociendo la motivación de ella, de que lo tenía preparado para
su entierro, ella sabía del sacrificio que Jesús estaba a punto de realizar, ya nada material tenía valor, al lado de la muerte de Él. Allí estaba
Lázaro, testimonio del poder de Jesús, resucitado entre los muertos, y
señal de la Resurrección de Cristo.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
En Lucas 7, 36-50 posiblemente la mujer pecadora de la que se habla
en éste relato, sea María la hermana de Marta y Lázaro, que unge los
pies de Jesús en vísperas de su muerte, antes de la Pasión. Lucas habría modificado detalles del relato, aludiendo al pasado de María. En
el caso de que ésta María fuera la misma llamada de Magdala, Lucas
8,2 María está en el grupo de discípulos, que acompañaba a Jesús.
Lucas 24,10, MT28,9-10, la resurrección de Jesús, Marìa de Magdala, y
otras mujeres son testigos del milagro, y tienen que llevar el recado,
fueron partícipes del poder de Dios, crucifixión, resurrección, en la
misión de Dios, en adelante ellas encarnarán la misión con el resto de
los discípulos. Ellas fueron amadas, perdonadas, y usadas en la gran
Comisión. Sentarse a los pies de alguien para escucharlo, representa
las relaciones entre discípulos, y maestro, en Hechos 22,3, Pablo dice
estar sentado a los pies de Gamaliel. La mujer, tiene la autorización
dada por Jesús, a través de María, de aprender del Maestro, transgrediendo las costumbres de la época y afianzando el mensaje profético
de Jesús, el anuncio de la llegada del Reino de Dios, que cambia a las
personas, y éstas, la realidad social. Jesús, llegó para redimirnos del
pecado individual y el pecado social." Si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres",Jn 8-36. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará
contra nosotros?..."Nada podrá apartarnos del amor de Dios que está
en Cristo Jesús", Ro 8. La redención de la mujer ha llegado en Cristo.
Es preciso volver al modelo de Jesús, el vino a servir, no ha ser servido,
la iglesia está llamada a servir. “La teología de la encarnación nos protege de la tentación de volvernos adeptos de una teología de la gloria
que no percibe, respeta ni sufre con el sufrimiento de la gran mayoría
de nuestro pueblo”. (Valdir R. Steuernagel 1992). Quiénes son los
pobres? no sólo en el sentido económico, ¿no son los marginados, los
ignorados, los desechados?, aquellos a los que Dios nos mandó a liberar?, no son los que nos llegan a las iglesias buscando alivio a su sufrimiento?, cansados de la vida, sin haber encontrado el sentido a su
existencia? Se requiere de una Pastoral comprometida, en la misión
integral de la Iglesia, que pueda denunciar la injusticia social, y traba-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
jar para generar cambios individuales y sociales, dentro y fuera de las
iglesias.
Mujeres heridas, que necesitan ser consoladas, restauradas, redimidas,
que buscan el amor de Dios. Siguiendo en su reflexión a (J. Miguez
Bonino 1975), nos dice que “el pecado es deshumanizar-cerrar el ejercicio del amor-una responsabilidad que Dios nos abre en el mundo. Es
significativo que cuando Jesús entra en conflicto con distintos grupos
de personas alrededor, la causa es siempre el que alguno o algunos se
apropien irresponsable y egoístamente de relaciones o posibilidades
humanas que han sido dadas para ser compartidas en amor. Jesús es
enormemente compasivo con la mujer y sumamente duro con el hombre: no hay ninguna mujer pecadora que se aproxime a él y no sea perdonada. Pero cuando alguien le pregunta acerca del hombre que según
la costumbre vigente, podía despedir sumariamente a su mujer, responde con enorme rigor: el hombre que mira a una mujer con lascivia
ya ha cometido adulterio, era el hombre quien se apropiaba para su
propia satisfacción egoísta e irresponsable de una relación que Dios
había creado para el ejercicio generoso y responsable del amor. Eso es
el pecado. Pecado contra Dios porque su propósito de humanización
por el amor, es prostituido”.
Tremenda reflexión, que nos concientiza de la cosificación de las mujeres, históricamente, y la deshumanización de las relaciones, en general, en las que todos tenemos responsabilidades. “Aun cuando en su
intención teológica el cristianismo contenga el germen de una completa liberación de la mujer, de las discriminaciones de la cultura patriarcal vigente hasta hace poco, en su encarnación completa, sin embargo
se adhirió a las estructuras sociales discriminadoras de las culturas
greco-latina y judaica, permitiendo su supervivencia dentro de las
instituciones eclesiásticas hasta el día de hoy. El mismo S. Pablo impone la sumisión de la mujer al marido lo mismo que la Iglesia está
sometida a Cristo (cfr. Ef.5, 22-23), dentro de una analogía difícilmente aceptable en nuestros días”. (Boff L.1979)
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
CONCLUSIÓN
“Cuando la diferencia biológica, (anatomía, etnia, color de la piel, etc.)
se interpreta culturalmente como una diferencia sustantiva, tan importante que marca el destino de las personas, y se las juzga con una
moral diferenciada para unos y otras, se crea un problema político. (…)
La diferencia se vuelve desigualdad, con grave perjuicio para las diferentes”. (Herbert Braun 1975) El movimiento pentecostal se encuentra
realizado en la persona de Jesucristo, habiéndose desarrollado en la
acción del poder pentecostal transformador del Espíritu Santo. Este
mensaje transformador que trasciende todas las fronteras culturales,
geográficas, sociales.
La corrupción causa pobreza y a los más desprotegidos lleva a la
muerte, violencia contra los países más débiles y con los desposeídos
de todos los pueblos, en los que las mujeres y niños son los más violentados. Como líderes tenemos que aprender a enfrentar los desafíos de
la globalización en que se da el crecimiento de poderosos a costa de
que haya más desposeídos, que son mayoría en el mundo. El movimiento pentecostal, evangélico, ha superado la etapa en que los prejuicios, temores, hubo tiempos en que no se nos permitía ni hablar de
la Teología de la Liberación, menos estudiarla, analizarla.
Al no haber habido cambios del liderazgo administrativo durante
muchos años, o con períodos muy largos en sus funciones se ha dificultado el surgimiento de nuevos líderes que ocupen cargos jerárquicos. La falta de una visión más inclusiva, participativa ha afectado el
desarrollo del ministerio de las mujeres en Iglesia de Dios, siendo la
evidencia de ello, la imposibilidad de reconocimiento del mismo grado
ministerial que pueden alcanzar los hombres. Para las mujeres el grado máximo es Ministro Ordenado y del hombre el de Obispo, hay un
grado definitorio de diferencia que no permite que participemos de las
decisiones fundamentales en las Asambleas Generales, por lo que
nuestras voces con propuestas administrativas no se escuchan, nuestros roles se circunscriben a la Educación, Pastorado, Evangelismo,
Misiones, Ministerios de Acción Social.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Las mujeres aunque estemos con las mismas condiciones que los
hombres frente al ministerio, no tenemos las mismas posibilidades
que ellos para desarrollarlo o para ser promovidas, esta discriminación
afecta nuestra participación en la misión de la Iglesia. Se requiere de
una Pastoral que haya experimentado la misericordia (hesed) de Dios,
que a través de la propia transformación , puedan dar testimonio del
amor de Dios, encarnándolo, compartiéndolo, sin hacer acepción de
personas. La iglesia debe ser una comunidad sanadora, teniéndose que
capacitar para ministrar en la diversidad de problemáticas psicosociales que sufren las mujeres y por lo cual llegan a la Iglesia.
La Iglesia debe levantar su voz profética que denuncie las injusticiaspecados, individuales y sociales, participando en el quehacer social,
político en donde estemos, de nosotros dependen las decisiones que
tomen las autoridades. La mujer, herida por la historia, y por su propia
historia, necesita ser redimida por Cristo pero también por la iglesia y
por la sociedad. Debemos propiciar la igualdad de género como una
relación de equivalencia por la cual las personas tienen el mismo valor,
independiente de su sexo, y merecen ser respetadas y satisfechas sus
necesidades de la misma manera. Concienciar sobre la necesidad de
hacer respetar la equidad de género, hacer justicia en el tratamiento de
mujeres y varones, reparando, restituyendo los derechos, beneficios
que compensen las desventajas que históricamente han sufrido las
mujeres.
En nuestras iglesias, observamos a las mujeres sin que puedan desarrollar libremente la vocación a la cual han sido llamadas por Dios, el
sentimiento de culpa que subyace en ellas no sólo es producto de un
proceso interior, consciente-inconsciente, ni siquiera sólo de las consecuencias del pecado individual, sino que también refiere a un mandato cultural, social, religioso, en el que subyacen estructuras de poder económico, político, de las cuales las mujeres son marginales por
no tener las mismas posibilidades, beneficios, derechos que los hombres.
Dentro de las iglesias, el discipulado a las mujeres resulta confuso por
las disociaciones que se transmiten a través de las inseguridades, te-
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
mores, sospechas, prejuicios, dobles mensajes, envidia, codicia, secretos, que son algunas de las manifestaciones que nos pueden hacer
pensar en la necesidad de salud mental, crecimiento espiritual, liderazgo espiritual, que debe tener el hombre y la mujer de Dios en el
ministerio. La iglesia como institución, a través de sus estructuras, de
los cargos jerárquicos, debe posibilitar que surjan nuevos líderes, varones y mujeres, que sean útiles en el ministerio, que ayuden a afianzar
una nueva identidad en Cristo transmitiendo los valores del Reino. En
algunas organizaciones eclesiásticas, la mujer no puede llegar a posicionarse estructuralmente al nivel del hombre, por lo tanto no pude
llegar a incidir plenamente sobre el quehacer institucional.
“Los cristianos que persisten en prejuicios raciales, sociales o sexistas,
o que no defienden los plenos derechos humanos de todos, no se han
terminado de convertir al evangelio integral”. (J. Stam1992) Por la
gracia de Dios, cuántas mujeres estarán siendo instrumentos en la
Misión de Dios, fuera de las estructuras eclesiásticas, cuántas Rahad
se dispondrán a ser guiadas para alcanzar los propósitos de Dios.
El Espíritu Santo continúa haciendo la Obra, convenciendo de pecado,
de justicia, y de juicio. El Reino de Dios traspasa y trasciende la iglesia,
a pesar del caos, cambios de paradigmas, el Espíritu Santo sigue
guiando a la iglesia, aunque los tiempos internos, institucionales sean
lentos, nuestra labor, va a consistir en reinventar múltiples maneras de
llevar a cabo la misión, contextualizándonos, aprendiendo a ministrar
en la diversidad de conflictos psicosociales, en cambios de estructuras
familiares, monoparentales, ensambladas; diversidades de identidades,
individuales, culturales.
“Siempre el Espíritu hace surgir en medio del pueblo de Dios, mujeres
y hombres que poseídos de pasión evangelizadora se lanzan a cruzar
todo tipo de fronteras para llevar el Evangelio de salvación a todos los
seres humanos. La Iglesia que cumple su misión es pueblo en marcha,
lanzado a los cuatro vientos en trance de obediencia”. (S. Escobar
1992). Es muy positivo hacer una interpretación de la Biblia desde la
mujer, porque es necesaria una lectura crítica de la Biblia basada en la
Palabra de Dios sin la presión que ejercen las tradiciones, las cuales
88
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
han silenciado y apartado a muchas mujeres de la reflexión teológica.
La postmodernidad, con el subjetivismo de valores y prácticas, fragmentación de la sociedad, anomia, hedonismo, el pensamiento posmoderno, avanza hacia un conocimiento como práctica discursiva, hacia
una pluralidad de narrativas, enfoques, ve al conocimiento como una
construcción social al cual sólo se puede acceder a través de las experiencias. Que importante que pudiéramos aprovechar ésta transición,
donde todo es posible, pero para ello, el mensaje no sólo debe ser bíblico, sino tiene que estar encarnado, donde nuestra vida sea un cúmulo de experiencias que hablen de nuestro caminar con Cristo.
Frente a una realidad que cambia, ante el devenir histórico, tenemos
que llegar a las personas a partir de sus necesidades integralmente
planteadas, partiendo de sus propios discursos, contextos. Las crisis
existenciales, el sentimiento de vacío de los que no le creen a Dios, la
falta de esperanza, de justicia, de misericordia, nos deja siempre, un
flanco abierto para llegar con la Palabra – testimonio. Nos toca la responsabilidad de ser instrumentos de Dios, para presentar el Evangelio
integral, a través de la proclamación conjuntamente con el servicio en
diferentes contextos donde El va a utilizar diversas circunstancias,
situaciones personales, sociales, políticas, para manifestar su Poder, va
a seguir llamando al arrepentimiento, va a seguir transformando vidas,
va a incidir en estructuras de poder, usándonos a nosotros.
Estamos frente a cambios de paradigmas que generan temores, incertidumbre, se requieren espacios de reflexión que permitan replantearse la misión de la iglesia a la luz de la Palabra, pensar en estrategias, en
nuevas alternativas de aprendizaje, con la convicción de que el Espíritu Santo seguirá guiando para que llevemos a cabo la misión. Frente a
códigos cambiantes, todas las instituciones, la sociedad, está en crisis,
bajo el Poder del Espíritu Santo, la iglesia puede dar respuestas, puede
posibilitar un espacio de participación, de reflexión, de encuentros,
donde en comunidad, Dios nos hable. 2 Ti 4:1-5 “Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a
juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino:
Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. Porque vendrá
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conformes a sus propios
deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos. Pero
tú, sé sobrio en todas las cosas, sufre penalidades, haz el trabajo de un
evangelista, cumple tu ministerio”. La misión , es la auto revelación de
Dios a los pueblos, como Creador, manifestando su amor por el mundo
a través de Jesucristo y el Espíritu Santo actuando en la historia de
todos los tiempos, en diferentes contextos, confrontando a las personas, a las comunidades con el pecado, llamando a la reconciliación,
manifestando su misericordia y su justicia. Los instrumentos somos
todos, incluidas las mujeres.
Es necesario volver a la Palabra, para reafirmar la igualdad entre el
hombre y la mujer y su unidad en Cristo. Gál. 3.28. La complementariedad de ministerios es fundamental para desarrollar la misión, ejerciendo dones y ministerios según el llamado 1Co 12.11. “El que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos”, Mr. 10.24-25. No callemos frente a la violencia física o espiritual. Tenemos que denunciar
toda clase de violencia o injusticia, no dejarnos llevar por el miedo,
prejuicios o comodidad, El reflexionar y expresarnos libremente con
autoridad espiritual en nuestro quehacer ministerial, se debe, a que
también nosotras recibimos el Poder del Espíritu Santo para cumplir
con la misión de Dios.
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91
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
7. Impresiones y provocaciones
de un observador
David Mesquiati de Oliveira28 (Brasil)
Participé del FPLyC Cono sur como observador entre los días 12 y 15
de noviembre de 2012 en la localidad de Isla de Maipo, Santiago-Chile.
Concurrieron al foro diversos líderes de iglesias pentecostales del
Cono sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay), además de líderes
del Ecuador y del Perú. El presente texto no es un resumen del foro, ni
reúne las propuestas recogidas durante el evento. Tratase, más bien,
de una mirada de un observador, que recogió impresiones no solamente de las ponencias y debates del foro, pero sobretodo de los pasillos y
comedores. Sabemos que se tuviéramos todo el tiempo disponible para
el debate en aquella ocasión, no sería posible solucionar las cuestiones
levantadas. El foro presentase como una instancia capaz de reunir los
pentecostales y las pentecostales justamente para el debate y para el
encuentro fraternal. Poder hablar abiertamente sobre nuestra identidad es un gran logro.
A mi manera de ver, tres temas insistieron en seguir transitando durante todo el foro, y creo seguirán en las reflexiones posteriores: 1) la
cuestión de género (especialmente de las mujeres); 2) la participación
política de los y las pentecostales en la vida de la iglesia; y, 3) la cuestión del evangelismo y proselitismo. Este último ha salido primero en
la discusión, pero lo dejaremos por último, por razones didácticas,
atribuyendo igual importancia a las tres temáticas.
La temática de las mujeres
En la apertura del foro fueron invitados adelante varios líderes pentecostales locales y representantes de los diferentes países. No había
28
Dr. en teología, Pastor de la Asamblea de Dios en Brasil, Docente de posgrado en la
Faculdade Unida (Brasil)
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ninguna mujer entre ellos. En un mundo globalizado culturalmente (y
económicamente) las conquistas de las mujeres en el espacio público
levantan muchas cuestiones, a las cuales el liderazgo cristiano tiene
que contestar. ¿En dónde estaban las líderes pentecostales? ¿Hay mujeres pentecostales en nivel de liderazgo expresivo en sus respectivos
países? Es decir, la cuestión del papel de la mujer en la iglesia y en el
liderazgo cristiano es un tema actual. En algunas iglesias latinoamericanas las mujeres llegaron a ser pastoras, pero siguen en posición inferior a los varones en la jerarquía denominacional. En otras, son pastoras por su condición de esposas de pastores, y solamente asumen el
ministerio en la ausencia del pastor. Pero en la mayoría de las iglesias
latinoamericanas, no se acepta mujeres en posición de liderazgo (excepción, para auditorio compuesto solamente de mujeres).
En el segundo día hubo un panel con tres expositoras sobre la temática de las mujeres pentecostales. A pesar de que muchos participantes
se pusieron de acuerdo con la descripción de las panelistas sobre la
condición discriminatoria de las mujeres pentecostales, un grupo considerable entiende que tal situación no se aplica a sus congregaciones.
De posición teológica más conservadora, este grupo prefiere mantener
la formación “clásica”: mujeres no tienen que estar en el mercado de
trabajo, porque tienen un rol importante en la crianza de los hijos y de
mantener el hogar. Identifican tal situación con patrones bíblicos,
olvidando los aspectos culturales de las Escrituras.
A estos líderes, les parece que las mujeres que no trabajan son más
felices y realizadas como esposas, madres y sustentadas por sus maridos. Además estarían listas a ayudar sus congregaciones, una vez que
disponen de más tiempo libre. Estas mujeres limpian la congregación,
mantienen reuniones regulares de oración, y, muy importante, llenan
los templos (70% de los que asisten a los servicios).
Las feministas ven una realidad bien distinta. Las mujeres son oprimidas por los varones y por el sistema. Son olvidadas hasta en el trato,
cuando decimos a una congregación de 29 mujeres y 1 varón, a penas
“hermanos”. Aún en los estudios bíblicos, en fiestas y en conmemoraciones, cuando se habla de mujeres, siempre se las reducen a los roles
94
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
de madre ejemplar, esposa sumisa etc. Se olvidan que en la Biblia hay
también mujeres que fueron líderes, desempeñándose como jueza,
reina, profetiza etc.
A lo largo de la historia de la iglesia la participación femenina fue paulatinamente disminuida. Pese los esfuerzos de la teología feminista,
por ejemplo, para rescatar la participación de las mujeres en el pasado
de la iglesia, las estructuras eclesiásticas se cerraron a tal punto, que
no hay espacios para los ministerios femeninos, a no ser como coadyuvantes y en funciones menores. Pero esto es motivo para entristecerse,
hay algo de positivo por venir. Es decir, se en el pasado y aún hoy día
las mujeres son impedidas de ejercer el ministerio en igualdad con los
varones (acuérdese que los ministerios ordenados se colocaron por
encima del pueblo, dividiendo en clero y laicos), permitía las mujeres
un auténtico espíritu profético hoy día. Me explico: los ministerios
ordenados significaron el acceso a una clase privilegiada. Las mujeres,
entonces, serán mejores profetisas que los varones. La razón está justamente en su no participación en las estructuras de poder. Ellas están
fuera del juego jerárquico y preservan su libertad. El hecho de estar
“abajo” de los varones a nivel jerárquico, lejos de ser negativo, proveyó
el necesario para ser independiente, además de ponerlas a nivel del
pueblo, identificándose con ellos. Todo juego de poder genera dependencia, y en este sentido, ellas están libres.
Por otro lado, como afirma Valéria Vilhena, la influencia de una cultura patriarcal, machista y opresora contra las mujeres no fue superada y
en algunos casos, las propias instituciones cristianas, reproducen tal
sistema organizacional. La autora relacionó la perspectiva de género
con la religión y la violencia doméstica, y ha concluido que la violencia
sufrida por las mujeres está directamente relacionada a la religión.
Otras cuestiones como alcoholismo y desempleo serian secundarias 29.
Es decir, la negligencia de la teología para con la perspectiva de género
genera graves consecuencias. La autora hace un llamado a la reflexión
y desafía, especialmente las mujeres, mayoría entre los evangélicos:
29
VILHENA, V. C. Uma igreja sem voz: análise de gênero da violência doméstica entre mulheres
evangélicas. São Paulo: Fonte, 2011, p. 161s.
95
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
“que continuemos buscar comprender el carácter paradoxal de la teología evangélica, pues su discurso de liberación no liberta las mujeres
de la opresión y dela violencia doméstica, antes refuerza sus papeles
de sumisión a la voluntad masculina – un paradojo de amor y dolor –
culturalmente construidos”30.
Un importante autor europeo, Jürgen Moltmann cuestiona: “será que
una iglesia que ordena exclusivamente varones al ministerio y excluye
las mujeres de la proclamación, de la profecía, ¿posee el Espíritu Santo?, ¿o será que ella lo ‘suprime’, reprimiendo su acción liberadora? [...]
El Espíritu de Dios no respeta las diferencias sociales. Al contrario,
anulaos. En el cristianismo, todos los movimientos de avivamiento
llenos del Espíritu percibieron y diseminaron los elementos de revolución social de la experiencia del Espíritu”31. El pentecostalismo moderno precisa someterse a este criterio teológico. Con la acción del
Espíritu Santo la comunidad de hermanos y hermanas transformase en
una comunión de libres e iguales 32.
La cuestión es que no podemos suponer como están las mujeres pentecostales. Cada líder debe dedicarse a conocer su feligresía. No se
llega a una autentica liberación sin la participación ciudadana. Es
decir, no se trata de los varones decir a las mujeres como ser y actuar,
pero tratase de las mismas mujeres pensaren y escogieren su camino, a
partir de una participación más crítica y reflexiva. Cabe a los pastores
actuales empoderaren a estas mujeres. Ese empoderamiento pasa por
la educación, capacitación ministerial, reflexión bíblica (y teológica) y
actualización de las estructuras eclesiásticas, sin parcialidades. También hay los entrabes que las culturas se nos presentan. En se tratando
de América Latina, hay una subcultura de patriarcado machista, que
ha producido en los hombres un sentimiento de posesión. El casamiento, por ejemplo, para muchos es un contrato que se les garantiza
poderes sobre el otro, en este caso, sobre la mujer.
30
VILHENA, 2011, p. 165.
MOLTMANN, J. A fonte da vida: o Espírito Santo e a teologia da vida. São Paulo:
Loyola, 2002, p. 31.
32
MOLTMANN, 2002, p. 34.
31
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Hay muchas reflexiones por hacer sobre la alteridad, el respeto al otro
y que desafíos se nos presentan el evangelio de Jesucristo. El evangelio
siempre tendrá elementos para conversión de las culturas. La temática
de la participación de la mujer en el liderazgo cristiano, seguramente
es uno de ellos.
La participación política de los y las pentecostales
Durante muchos años los pentecostales latinoamericanos se alejaron
intencionalmente de la política. Entre las razones podemos apuntar la
influencia de corte fundamentalista norte-americano, que para evitar
mayores embates con el catolicismo y con los gobiernos, promovía una
evangelización para “salvación de almas”. Un mensaje apocalíptico a,
tensionaba salvar la humanidad del mundo, y no en el mundo. Hasta
hoy, tenemos resquicios de una evangelización superficial, pobre en
contenido político participativo. La “santificación” y el “apartarse”
para Dios, pasaba por el alejamiento de las cosas del mundo. Tal perspectiva contribuyó para una iglesia escapista, que quiere salir del
mundo a todo costo, y marcharse para el cielo. De alguna manera, no
comprendieron la oración sacerdotal de Jesús:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del
mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me
enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo (Juan 17.1518).
Somos enviados al mundo, y parte de nuestra misión es anunciar y
vivir el reino de Dios, con todas las transformaciones que él conlleva.
Está tomada de consciencia ha hecho que muchos entiendan su vocación política-social, pero, no siempre por las vías más indicadas. En
muchos casos, la participación política se da por la búsqueda de poder, involucrarse en el sistema para de él lograr algo. Hay poca preocupación con el cambio de las estructuras de opresión y dominación.
Es decir, participar de las actuales estructuras de poder es ser connivente, de alguna manera, con las desigualdades que un sistema injusto
produce. Para la sociedad, religiosos que lleguen al poder sin cambios
97
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
estructurales, están en el mismo nivel que sus coetáneos, identificándoos con los opresores.
Y esta es una gran dificultad en las misiones en otros continentes. El
mundo es desigual y sigue ampliándose la distancia entre pobres y
ricos. Es un hecho que los actuales ricos son justamente los países
cristianos. Lo que era bueno (cristianos prosperan), se convierte en
entrabe (cristianos oprimen). La riqueza está concentrada, y poco se
habla en los púlpitos sobre estas desigualdades. Más bien, se incentiva
uno a enriquecerse cada vez más, que trabaje duro, tenga dos empleos
etc. Pero cuando se concentra la riqueza y nos la compartimos, producimos desigualdades. Esto es tan verdadero, que los vecindarios de
nuestras iglesias, tienen muchas necesidades y faltas, y seguimos
“orando” con los ojos cerrados.
A partir de esta lectura, un ejemplo de participación política por vías
inadecuadas es lo que se pasa en Brasil. En 2012 hay 22 diputados
federales, 38 diputados departamentales y 1010 concejales, políticos
oficiales de la CGADB (Convención General de las Asambleas de Dios
en Brasil). La CGADB creó un consejo político que gerencia las candidaturas oficiales de la denominación 33. Miren que la vía escogida para
inserción política no es a partir del pueblo, pero de los “poderosos”.
Difícilmente manifiestos públicos como marchas, protestas y otros
recibirán apoyo denominacional. ¿Hasta qué punto eso puede ser considerado profético o sano? Asociarse a los gobiernos, recibir subsidios
para actividades pastorales, hacer uso de toda civilización tecnológica
y mercadológica vigente, ubica la iglesia en un mundo superior y la
aleja de los necesitados. Es cierto que la iglesia debe participar activamente de la vida pública del país en lo político-partidario; movimientos sociales; instituciones gubernamentales; instituciones mixtas;
tercero sector y micro servicio social. Participación política no se restringe solamente a votar y cumplir las leyes de un país. Pero no podemos reducir política a dimensiones partidarias y elitistas.
33
Cf. Sitio oficial de la CGADB: http://www.cgadb.com.br/
98
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La cuestión de fondo, entre tanto, es que no basta tener políticos
evangélicos, ni un presidente evangélico. Mismo porque un sistema
presidencialista tiene sus reglas y agendas. Aumentar el número de
políticos evangélicos y no cambiar la lógica del sistema, no ayuda
quién más necesita. Un sistema que sigue produciendo marginalización y pobreza, debe ser denunciado, y no endosado en su lógica de
concentración de poder. Tendríamos alguna chance de cambiar empoderando los más debeles, tomando partido de ellos y uniéndose a ellos.
A la medida que los pentecostales fueron alcanzando notoriedad social, fueron también aproximándose cada vez más de las clases dominantes, viviendo en su mundo cultural y haciendo acuerdos en la política, en la cultura y en la economía. Los acuerdos generan dependencias y compromisos. ¿Puede una palabra dependiente ser una palabra
profética de Dios? Participar del mundo de las elites, necesariamente
no significa la conversión de los dominadores modernos. Más bien,
tendríamos que preguntar quién de hecho está se convirtiendo, ¿será
la elite o será el sector de la Iglesia que la acoge sin percibir que está
siendo manipulado?
Poder económico, poder concentrado, capacidad de cambiar pleitos
electorales con la gran multitud que nos sigue. Prevalece la mentalidad burguesa, indiferentismo a los movimientos sociales y de minorías. En materia política se orienta hacia la extrema derecha y demoniza la izquierda. Tal postura permite curvarse delante de dictaduras sin
más, pues la alegación es que ellos detuvieron “el enemigo” más temible (el comunismo). Ese tipo de mentalidad aboga que todo que interesa es llevar a las personas a una conversión “espiritualizante”, interior, capaz de transformarla en frecuentadora de templos. ¿Qué inserción política es esta que hace coro con el sistema actual y de él se beneficia? Entrar en la política partidaria para garantizar “una parte de
la torta” es perder de vista la capacidad innovadora y transformadora
del reino de Dios. El profetismo bíblico y jesuánico desafía nuestra
mirada, por veces ingenua.
Atrevo me a decir que, siguiendo las huellas del evangelio, la participación política en América Latina mejor estaría se incentivase una
99
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
mayor participación ciudadana de nuestros hermanos y hermanas. La
vía político-partidaria no es la más adecuada, a pesar de también ser
legítima. Las tentativas de formar un partido evangélico no resultaron
bien, sobre todo, porque el partido tenía unidad religiosa, pero no
tenía identidad ideológica. El ser cristiano no quiere decir que todos
compartan la misma visión. Hay que admitir diferentes posturas políticas. Forzar la unidad política del partido ha producido corporativismo evangélico, y poco se hace a favor del país. Nos hace falta mirar
la sociedad y tener un proyecto más grande que nuestras iglesias e
instituciones eclesiásticas; hacen falta planes que incorporen el bien
de todos y todas, y no solamente de los cristianos y cristianas.
Evangelización y proselitismo
Este fue otro tema que surgió en una de las ponencias y siguió fuerte
en los pasillos y comedores. Los pentecostales somos acusados por los
demás cristianos de proselitistas. Es cierto que somos un tanto “agresivos” en nuestra evangelización, pero no es cierto decir que lo hacemos “intencionalmente”, es decir, hacer prosélitos no es un fin en sí
mismo. El problema de fondo es que la mayoría de los y las pentecostales son de tendencia exclusivista. Para muchos hermanos y hermanas solamente su versión de la fe cristiana es correcta y autentica. Es
esta una actitud complicada y de hecho, no es incentivada por las Escrituras. No nos cabe juzgar se uno es o no salvo, trigo o cizaña. El
criterio es tan reduccionista que por veces no hay comunión ni entre
los mismos pentecostales. Pensar en unidad con otros cristianos y
cristianas – como protestantes históricos y católicos – es casi inimaginable.
En América latina hay un fuerte sentimiento anti-católico que impide
los pentecostales a un mayor acercamiento con otros cristianos y cristianas. Muchos abusos se cometieron en contra de los y las pentecostales, y la gran mayoría insiste en seguir viéndose como víctima. Debemos seguir adelante. La historia está ahí siendo contada, hay registros importantes de tantas injusticias infligidas. Tal hecho es reconocido por ambos los lados. Ahora hay que trabajar por reparación. En
esto creo que el movimiento ecuménico tiene mucho que aportar, para
100
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
una mejor convivencia entre cristianos y cristianas de diversas ramas,
y para la unidad del cuerpo de Cristo en la tierra.
Algunos participantes se preguntaron: ¿se consideramos a los católicos y a los protestantes históricos como cristianos auténticos, a quien
se va predicar en América Latina? Es una pregunta legítima. En un
primer momento, no rechaza el ecumenismo como tal. Está más bien
preocupada con la tarea de la evangelización. Diría que la identidad
pentecostal pasa por un énfasis en la evangelización, como uno de sus
grandes marcos. Ablandar el fervor evangelístico es minar, entonces, el
movimiento. Es decir, cualquier cosa que impida la evangelización se
convierte en “anatema”, y para muchos el ecumenismo está haciendo
justo esto.
Podemos decir a nuestros hermanos y hermanas en nuestra querida
América Latina que, aunque las estadísticas se nos digan que el continente ya es cristiano, ya sabemos desde 1916 que aún hay mucho que
hacer. Hay muchos cristianos y cristianas meramente nominales – y
esto se aplica no solamente a los católicos, pero también a los pentecostales. La proclamación del evangelio, en cuanto estuviere aquí en la
tierra, nunca cesará. Hay que seguir con actividad misionera, acordándose que la misión de Dios no se reduce a la evangelización. Si bien
que esta es el brazo derecho de la misión, incluye otras acciones, como
acción política y social, por ejemplo. Como iglesia podemos ayudar la
sociedad latinoamericana a través del servicio cristiano desinteresado
(diaconía), ocupándose de la sociedad y no meramente de transformar
individuos. Hay que recuperar el espíritu profético, que trabajaba por
profundos cambios en la sociedad en tiempos bíblicos.
El movimiento ecuménico, si bien interpretado, nos ayudaría como
pentecostales a seguir evangelizando no solamente aquí en América
Latina, pero nos abriría también los ojos para la misión en otras partes
del mundo. Nos hace ver que hay muchas naciones aun que necesitan
oír la Palabra de Dios, y no tenemos que pelearnos entre nosotros
disputando membresía. También nos ayudaría incentivando la creación de hospitales, escuelas, ayuda humanitaria. Servir diaconalmente
es tan misionero cuanto la evangelización.
101
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Después de abordar estos tres temas principales, queda aún un registro. Durante estos días mucho se habló de la realidad chilena, y muchos participantes lo notaron el cuanto se muestra inadecuado simplemente “adaptar” a las demás realidades de los distintos países. Mirando por otro ángulo, denota que hay mucho aún por hacer en investigaciones sobre nuestras historias y particularidades pentecostales,
estando nuestros hermanos chilenas a algunos pasos delante de nosotros.
Si queremos conocer mejor el pentecostalismo latinoamericano, cada
país debe estudiar profundamente su historia y condiciones sociológicas/antropológicas. Queda la invitación a la investigación en cada país.
Con esto avanzamos aportando a una visión integrada de toda nuestra
querida América Latina y de la importancia del pentecostalismo a esta
amada tierra.
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MOLTMANN, J. A fonte da vida: o Espírito Santo e a teologia da vida.
São Paulo: Loyola, 2002
http://www.cgadb.com.br/ (Sitio oficial de la CGADB)
102
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
II PARTE
EL FORO PENTECOSTAL EN
BOGOTÁ, COLOMBIA
ENCUENTRO SUBREGIONAL
AREA ANDINA: PERU, ECUADOR,
BOLIVIA Y COLOMBIA
Seminario Bíblico de las Asambleas de Dios.
Bogotá, Colombia, octubre 14 al 17 de 2013
103
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
104
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
1. La Segunda Reunión sub-regional del Foro
Pentecostal
Hubert Van Beek34 (Suiza)
La segunda reunión sub regional del Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño se realizó del 15 al 17 de octubre de 2013 en Bogotá,
Colombia.
El encuentro reunió a personas de cuatro países de la región andina:
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.
Los participantes representaban las denominaciones pentecostales
(Asambleas de Dios, Iglesia de Dios, etc.) como también algunas iglesias independientes y una mega iglesia perteneciente a la llamada “tercera ola” o el movimiento neo pentecostal. La reunión se realizó en el
Seminario de las Asambleas de Dios en Colombia.
El grupo que se reunió en Bogotá fue pequeño en número, debido en
particular a limitaciones de presupuesto y a una menor participación
de la esperada por parte del país anfitrión. Sin embargo, el nivel de
involucramiento de los participantes y la profundidad de las discusiones fue notable y compensó la poca asistencia.
Como en todas las reuniones del Foro Pentecostal, el enfoque de las
presentaciones, discusiones y reflexión fue la unidad e identidad de las
iglesias Pentecostales de América Latina, en este caso de la región
andina, y las relaciones con otras tradiciones cristianas, en particular
con la Iglesia Católica Romana. Un erudito católico romano de Chile e
investigador de las relaciones entre las Iglesias Católica Romana y
Pentecostales, actualmente trabajando en Colombia, asistió a parte de
las reuniones.
34
Es actualmente consultor del Foro Cristiano Mundial (Global Christian Forum, por
sus siglas en inglés).
105
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
En cuanto a la unidad Pentecostal, uno de los temas prominentes
en la discusión fue la relación entre el pentecostalismo clásico y el
neo pentecostalismo.
Algunas de las características del segundo, son la predicación del
evangelio de la prosperidad y la cuestión del poder, el rol de la liturgia
en el culto, y la guerra espiritual. El crecimiento y ‘atractivo’ del neo
pentecostalismo tiende a ser percibido como una amenaza para las
denominaciones clásicas y existe una sensación de competencia.
Fue dicho que no es un asunto de que uno de los lados, por ej., el pentecostalismo clásico equivale a preservar la doctrina pura, y el otro –
neo pentecostalismo o “neo clásico” – sea una desviación negativa. El
pentecostalismo clásico también tiene aspectos negativos, por ej. el
lugar de las mujeres, aislación teológica, etc. Otro comentario fue que
las diferencias no son solo teológicas sino también sociológicas.
El neo pentecostalismo fue descrito como una respuesta radicalizada a
la posmodernidad que atrae a la clase media y alta, en contraste con el
clásico movimiento que históricamente se desarrolló entre los sectores
populares de la sociedad.
Fue declarado que la relación era más una cuestión de identidad pentecostal, que está llegando a ser un asunto central debido a la extraordinaria diversidad en el Pentecostalismo.
Otras manifestaciones de esta creciente diversidad incluyen el movimiento profético apostólico y la iglesia emergente no institucional.
¿Qué es ser pentecostal? Aunque la respuesta clásica sigue siendo la
misma: la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo, hubo algo de
acuerdo en la reunión en que el pentecostalismo es principalmente
identificado por su capacidad de adaptarse a nuevas situaciones. Dicho en esos términos, la emergencia del neo pentecostalismo podría
entenderse como una expresión del principio de la reforma ecclesia
reformata semper reformanda.
106
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Parte de la diversidad del Pentecostalismo es la existencia de grupos Pentecostales que son Unitarios (por ej. Las Iglesias “Solo Jesús” como la Iglesia Apostólica de la Fe en Jesucristo). Se hizo la
pregunta de si estas iglesias deberían ser invitadas al Foro Pentecostal.
Otro tema central de discusión fue la cuestión de género y el rol de la
mujer en las iglesias Pentecostales. Aunque no hubo controversia y los
participantes estuvieron de acuerdo en que las mujeres deberían tener
igual acceso al ministerio, la ordenación y el liderazgo, el tema probablemente habría recibido menos atención si las mujeres participantes
no lo hubieran impuesto con fuerza sobre la mesa, en sus presentaciones e intervenciones.
Hubo una conciencia autocrítica en la reunión en cuanto a que los
Pentecostales no tienen una historia de unidad sino más bien de división y cismas. Más bien lo ven como una manera de multiplicar la
cantidad de iglesias y el crecimiento del cual están orgullosos y que
consideran una bendición de Dios. Pero la división no es voluntad de
Dios.
Otra interesante autocrítica teológica fue la discrepancia en el pentecostalismo Trinitario entre doctrina y culto, el cual es casi enteramente entendido como ofrecer alabanza y gloria a Jesús.
La centralidad de la Cristología Pentecostal: Cristo salva, sana, santifica y vuelve pronto, el evangelio “cuadrangular”, deja poco espacio
para Dios Padre.
Bernardo Campos, un teólogo Pentecostal de Perú y animador
teológico del Foro, presentó un ensayo sobre la unidad en el cual
sugirió tres etapas:
 Unidad mínima, es decir, unidad cristiana o intraconfesional
107
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
 Unidad media, es decir, diálogo con otras religiones del mundo y
en América Latina, con las religiones indígenas
 Unidad máxima, es decir, la unidad de la humanidad cuando todo
sea reunido en Cristo, de acuerdo con el designio de Dios el Padre.
El carácter abierto y crítico de la discusión fue desafiado varias veces
por uno de los participantes, quien hizo una advertencia sobre el peligro de la teología liberal que diluiría el núcleo del mensaje Pentecostal.
La suya fue una voz genuina en un genuino diálogo intra pentecostal.
Una de las respuestas dadas fue que lo que antes era específicamente
pentecostal está siendo cada vez más compartido trasponiendo los
límites confesionales.
En discusiones de grupo, los participantes hicieron dos preguntas:
1) elementos de la teología Pentecostal que permitirían abrir un
diálogo entre Iglesias Pentecostales y 2) cómo iniciar un proceso
hacia unidad Pentecostal en América Latina.
Elementos que fueron destacados por los grupos fueron:





Alabanza y ayuno
Experiencia del Espíritu
Teología del Reino
Servicio social
Desafíos de la sociedad y testimonio público (levantar la voz
pentecostal)
 Misión integral
En respuesta a la segunda pregunta, se mencionaron tres puntos: 1)
despertar conciencia; 2) invitar a denominaciones más bien que a individuos; y, 3) crear espacios de comunicación entre entidades institucionales grandes.
108
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Se presentaron planes para realizar reuniones a pequeña escala en los
cuatro países en los meses venideros, sobre el tema de unidad y otros
asuntos de común interés, y dar a conocer el Foro Pentecostal entre el
liderazgo de la iglesia y los pastores. Cada grupo también nombró a
una persona que actuaría como contacto en el Foro Pentecostal en el
país.
En la última mañana de reuniones, se agregó a los participantes un
numeroso grupo de estudiantes del Seminario de las Asambleas de
Dios para un intercambio sobre el tema de la unidad. Fue notable cómo el neo pentecostalismo emergió en las intervenciones de los estudiantes como una de sus mayores preocupaciones. Fue refrescante
escuchar que varios hablaban sobre la necesidad de que las Iglesias
Pentecostales enfocaran los asuntos socios económicos y políticos de
la sociedad, por ej. Violencia y paz en Colombia.
En una ronda final, se hicieron sugerencias al Foro Pentecostal y para
los programas de futuras reuniones:
 Más tiempo para alabanza y estudio bíblico;
 Incluir más mujeres y personas jóvenes, organizar encuentros





para mujeres y para jóvenes;
Sesiones con oradores Católicos y Protestantes;
Invitar a expertos en sociología, ciencia política, economía;
Ayudar a denominaciones clásicas a emanciparse de sus “iglesias madres” en el Norte;
Definir mejor el enfoque particular del Foro Pentecostal, aprender de anteriores procesos para llegar a la unidad Pentecostal en
América Latina (por ej. CEPLA) y evitar repetir errores;
Coordinar con RELEP, la Red Latinoamericana de Estudios
Pentecostales.
Esta segunda reunión sub regional fue parte del proceso del Foro Pentecostal de América Latina y el Caribe que empezó en 2011, en Lima,
Perú.
109
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La primera reunión sub regional fue en Noviembre de 2012 en Chile,
para los países del Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay).
Dos más se realizarán en 2014, para América Central y los países del
Caribe de habla española y Brasil.
Se espera que estas reuniones culminen en un Foro que abarque todo
el continente en el 2015, posiblemente en combinación con una tercera
reunión regional del Foro Cristiano Mundial en América Latina, y con
la perspectiva de un tercer encuentro mundial del FCM que podría
reunirse en América Latina en 2016.
110
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
2. Dialéctica de la Unidad
El aporte de los Pentecostales Latinoamericanos a la Unidad:
Aspectos Teológicos y Sociales
Bernardo Campos35 (Perú)
PRESENTACION
El tema que el comité del Foro Pentecostal Latinoamericano me asignó para este día estaba colocado en estos términos: «Unidad Pentecostal en Latinoamérica – aspectos teológicos y sociales». Pues bien, no
me saldré de ese marco, sino que lo reformularé ligeramente para darle
cohesión a la propuesta que traigo entre manos. La razón es simple. Si
bien lo que buscamos es la unidad de los pentecostales, y por eso estamos aquí, creo que ella es solo una mediación para un proyecto mayor: la unidad de la creación entera, la reunión de todas las cosas en
Cristo (anaquefalaiosis). Pero para llegar a ella –porque hacia allá vamos
inexorablemente, ya que ese es el propósito del Padre—debemos dar
algunos pasos previos.
Hoy me siendo hegeliano, así que pido comprensión por la propuesta
dialéctica que haré.
Propongo que, de cara a la unidad, los pentecostales desarrollemos un
programa de vida en tres momentos. Cortos o largos, no lo sé. Dependerá de cuan dispuestos estemos para compartir el proyecto de Jesús:
que todos sean uno, como tú y yo Padre somos uno. O en términos
paulinos “Hasta que todos lleguemos a la unidad en la fe”
35
Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro,
Lima, Perú.
111
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
LA TESIS
El primer momento es propositivo, la tesis. La idea aquí es que busquemos la unidad entre nosotros los pentecostales para que aprendiendo y errando podamos luego aportar creativamente a la unidad
mayor del pueblo de Dios. Necesitamos aprender a vivir en unidad y a
desaprender actitudes divisionistas. Necesitamos hacer nuestro propio camino y desandar otros ya transitados pero que no condujeron a
buen puerto. Es más fácil así que si pensáramos en unirnos ya interconfesionalmente. De ese modo podremos caminar al mismo ritmo con
nuestros hermanos (protestantes, católicos, ortodoxos) quienes nos
aventajan en experiencia en este largo caminar. Los pentecostales no
tenemos una historia de unidad. Todo lo contrario. Somos el centro
de las críticas sobre divisiones o escisiones y nos jactamos de ellas
porque hemos aprendido a revertir la división en multiplicación para
el crecimiento cuantitativo. En realidad, sabemos que es mal testimonio, pero Dios que ha sido misericordioso, ha revertido lo malo en algo
bueno. Sin embargo creo que esa no es la voluntad de Dios.
LA ANTITESIS
Este segundo momento es la anti tesis, la negación del primero. Una
vez que hayamos caminado un poco y hayamos aprendido lo que implica la unidad, tendremos que negarnos a nosotros mismos. Debemos
morir y deponer nuestros particulares intereses intraconfesionales
para ponernos al servicio de la causa mayor: la unidad mínima, al
menos, de las grandes confesiones de la fe cristiana. Esto todavía es
incompleto, en la medida que solo buscamos la unidad en el marco de
nuestra religión, ad intra. Siendo la unidad mínima, se quedan afuera
las otras dos religiones abrahámicas (la judía y la musulmana) sin
contar a las demás religiones del mundo. Pero me apresuro a poner la
cura para no morir desangrados. Me dirán que con las religiones noabrahámicas solo será posible el diálogo inter religioso y no la unidad.
Lo entiendo. No obstante, dejémoslo ahí por ahora y conversémoslo
después en el Foro abierto. Por ahora permítanme terminar el planteamiento.
112
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
LA SINTESIS
El tercer momento es de síntesis. Se extenderá en el tiempo y tal vez
ya no podamos tener control de él. Esto exigirá una dosis mayor de fe
y esperanza. Para entonces, habremos caminado y saboreado las dulzuras y los sinsabores de la unidad media entre las confesiones cristianas y entre las religiones brahmánicas. A esas alturas tendremos
que mirar con amor a los otros dos tercios de la población mundial
cuyas religiones no son cristianas. Esos dos tercios suman unos 4 mil
millones de personas. Con sus religiones buscan religarse al padre a
partir del nivel de revelación recibida. Es que todas las criaturas del
mundo estamos hechos por el Padre y buscamos retornar al Padre y
eso sólo será posible en la medida que no desparramemos, sino que
recojamos junto con él. Jesús lo dijo claramente: “el que conmigo no recoge,
desparrama. El que no es contra mí, por nosotros es”. También dijo «Tengo
otras ovejas que no son de este redil a quienes también debo traer».
No estoy pensando en una síntesis universal como una mezcla indiscrimidada de todas las religiones, así por así. Eso no es ecumenismo
para mí. Tal vez sea alguna forma de universalismo, o de cosmización,
pero no es ecumenismo. Lo que propongo es que avancemos en el camino de traer a Cristo a todos nuestros hermanos del mundo. Pero
traer o llevar a Cristo no es convertirse en el centro de la unidad. Ninguna confesión puede arrogarse ese derecho. Cristo es el centro y el
Padre es la finalidad. El Espíritu Santo es quien da la cohesión entre
los miembros del Cuerpo. Esto es lo que llamaríamos la unidad máxima. Si para lograr esa unidad máxima, tenemos que ofrecernos en
sacrificio, como lo hizo Jesús, a fin de que los 7,000 millones de hoy
puedan llegar al Padre junto con nosotros al final de la historia, bien
valdrá la pena.
Naturalmente, visto así en conjunto, la búsqueda de la Unidad es una
empresa de varias generaciones y quizá no lo veamos nunca mientras
dure nuestra vida. Pero al menos será una guía, una luz que alumbre
nuestro caminar y que solidifique nuestro propósito en lo que nos
queda de vida. Es como una utopía que nos alumbra y que trataremos
113
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
de convertir en proyecto para que tenga lugar. Eso creo que puede ser
aceptado teológicamente. El asunto no es tanto nuestra teología de la
unidad, cuanto nuestra consecuencia con el evangelio y nuestra fidelidad a Jesucristo.
Sé que si esperamos conseguir la unidad perfecta como condición para
alcanzar al mundo para Cristo, podríamos «perder soga y cabra » y
podría, por el contrario, ser un impedimento para la misión. Para evitar eso, debemos iniciar una caminata de fe como la de nuestro padre
Abraham. Debemos empezar por la negación y la ruptura. Eso significa
metafóricamente dejar nuestra casa y nuestra parentela (Gn 12) para
salir al lugar (topos) que Dios nos mostrará. En ese camino no hay seguridades, o asertividades, lo único seguro es que Dios Padre tiene en
sus manos nuestro destino y él sabrá conducirnos hasta la tierra prometida. A nosotros nos toca la obediencia, simplemente eso « obediencia » y « docilidad » a la voz del Espíritu de Dios. Nuestro futuro está
en las manos de Dios. Él nos conducirá a la tierra prometida. El camino es largo e incierto. Tal vez tengamos que descender a Egipto y
volver a Jerusalén, pero habrá que empezar a caminar «como en tierra
extraña». Habrá momentos en que sentiremos que estamos solos o que
corremos el peligro de perder el rumbo. Pero, recordemos: La promesa
es nuestro acicate. Dios siempre estará allí. A la vera del camino. Ha
prometido bendecirnos y, a través de nuestra simiente, bendecir a las
familias de la tierra.
114
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
3. El Campo Religioso Peruano
Bernardo Campos36 (Perú)
1.
La Teoría del Campo Religioso
En su aspecto teórico, el Campo Religioso es entendido como "el espacio en el que el conjunto de actores e instituciones religiosas producen, reproducen y distribuyen bienes simbólicos de salvación". Esta
teoría ha sido planteada por Pierre Bourdieu en el marco del sistema
capitalista mundial para el estudio de científico de la religión, o más
específicamente de las creencias religiosas. La teoría social de Bourdieu ha sido denominada constructivismo estructuralista, ya que permite
entender la sociedad en tres movimientos: como estructura estructurada históricamente; como estructura capaz de estructurar las prácticas sociales y las relaciones de poder; como estructura abierta a las
transformaciones, es decir, con capacidad de ser reestructurada por
las luchas de poder emprendidas por los actores sociales.
Según Bourdieu, la dinámica propia del Campo Religioso se debe a la
demanda objetiva de bienes simbólicos de salvación por los laicos
quienes han sido desposeídos por los clérigos de la producción religiosa y del control de aquellos bienes. En ese sentido, la demanda y la
oferta correspondiente, siempre responde a los intereses de clase de los
laicos, intereses que se expresan en lo religioso por demandas de legi-
36
Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro,
Lima, Perú.
115
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
timación, de compensación y de protesta simbólica, a veces cifrados
en bienes materiales 37.
Desde su implantación en tierras peruanas hasta nuestros días, el
Campo Religioso Peruano (CRP) estuvo conformado y competido
por cuatro principales actores:
La Religiosidad Andino-Amazónica Precolombina Persistente



La Iglesia Católica (ICR) constituida oficialmente en el país
desde 1551;
Las Denominaciones Protestantes, que se instalaron en el Perú
desde 1849, tras el colapso del régimen de cristiandad y la
emergencia del colonialismo inglés, y la entrada del
liberalismo, con como ocurrió en varias partes de América
Latina ; y
Un sinnúmero de "Instancias Mágico-Religiosas", de distinto
cuño, o “brujos” como acostumbran llamar los científicos
sociales. El siguiente esquema lo grafica así:
37
Bourdieu, Pierre (1971a) "Genèse et structure du champ religieux", Revue française de Sociologie, XII, París, pp. 295-334. Cf. También: (1971b) "Une interprétation de la
théorie de la religion selon Max Weber", Archives europeennes de sociologie, enero, París,
pp. 3-21.
116
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La dinámica del Campo Religioso según Bourdieu
2. Tabla General de los Actores del Campo
Religioso Peruano
A mi modo de ver, luego de juntarse o dividirse, son al menos seis actores los que cohabitan el Campo Religioso Peruano: el catolicismo
romano, el protestantismo de inmigración, las misiones evangélicas,
los pentecostalismos, los llamados “nuevos movimientos religiosos”, y
la religiosidad aborigen que sobrevive aún bajo formas cristianas y
autóctonas.
La lista no es exhaustiva y no está elaborada en función del concepto
117
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
de verdad de cada uno de ellos o de sus teorías de salvación, sino en
base a la composición y orientación socio-religiosa de los grupos en
cuestión.
LAS RELIGIONES ABORÍGENES que sobreviven bajo formas cristianas y autóctonas:
a.
Los sincretismos aborígenes (mezcla de cristianismo con
religión autóctona) algunos más identificados con el cristianismo y otros menos y por lo mismo más independientes
b.
Las religiones aborígenes autónomas con voluntad de separación del cristianismo. Aunque todavía oscilantes, por
no haber podido reconstruir la religiosidad andina anterior, están por definirse preferiblemente como no cristianas
EL CATOLICISMO ROMANO
a.
El Catolicismo Romano Formal en sus tres vertientes: el catolicismo de cristiandad (tradicional y cultural), el catolicismo de Nueva Cristiandad (vertiente modernizadora y
de promoción social) y el Catolicismo Popular y los Carismáticos católicos.
b.
El Catolicismo Romano Carismático (Vertientes del catolicismo romano con experiencia carismática, practican rituales de sanación, glossolalia, y exponen una renovación
litúrgica muy parecida a la de los pentecostales clásicos)
c.
Católicos y Paracatólicos. El Dr. Manuel Marzal, sugiere diferenciar entre los católicos (catolicismo popular, catolicismo comunitario, catolicismo carismático, catolicismo
renovador, catolicismo tradicional y catolicismo sincrético) y los para-católicos (laicos ganados por la seculariza-
118
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ción, católicos eclécticos con su religión privada hecha a
su propio gusto).
EL PROTESTANTISMO
a.
El Protestantismo Histórico Tradicional, más ligado a la tradición
de la Reforma Protestante oficial del siglo XVI en Europa y
desarrollado en los países del Sur de América Latina,
especialmente en Argentina, Brasil, Chile y algunos países del
Caribe (Anglicanos, Luteranos, Reformados, Me-todistas,
Presbiterianos, Congregacionales, Valdenses, Discí-pulos de
Cristo, Wesleyanos).
b.
El Protestantismo Histórico Carismático (algunos protestan-tes
históricos Renovados con influencias y prácticas
carismáticas: Metodistas pentecostales, Reformados pentecostales, Luteranos pentecostales, etc.).
c.
El Protestantismo Evangélico "denominacional" o de Misión, en
directa relación organizativa e ideológica con las agencias
misioneras de tradición pietista de origen fundamentalmente
norteamericano (Entre ellos Bautistas, Nazarenos, Wesleyanos, Ejército de Salvación, Peregrinos, Iglesias de Cristo,
Iglesia de los Hermanos)
d.
Protestantismos de Misión Renovados (Bautistas pentecos-tales,
Nazarenos pentecostales, Hermanos Pentecostales, etc.)
LOS ORTODOXOS
a.
Los Ortodoxos (griegos, rusos, coptos, asentados en algunos
países de América Latina)
b.
Y con algunos matices, los Ortodoxos carismáticos, que los hay.
119
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
LOS PENTECOSTALES
a.
El Pentecostalismo Protestante (Clásico o Tradicional) con dos
tendencias básicas: 1) el pentecostalismo de expansión
internacional, con fuerte influencia del fundamentalismo
norteamericano, presentes en América Latina; 2) el Pentecostalismo de raigambre nacional, en abierta diferenciación con
el fundamentalismo americano. (Citamos solo algunas vertientes pentecostales: Asambleas de Dios, Pentecostales Nacionales que toman el ombre de sus países como Pentecostal
de Chile, pentecostal del Perú, Pentecostal de Cuba, etc.;
Pentecostales Independientes con variedad de nombres
según países: Iglesias del nombre de Jesús, Apostólica de la
Fe en Cristo Jesús, Cuadrangular del Evangelio Completo,
Pente-costal Misionera, etc. Congregaçao Cristiana do Brasil
y de otros países.
b.
Neo-Pentecostales trans-confesionales más cercanos al catolicismo, a algún protestantismo renovado y a otras tradiciones de Fe que al protestantismo evangélico clásico.
c.
Los “movimientos de cura divina” o también llamados isopentecostalismos por estar en sintonía con el pentecostalismo
pero que parecen tener otra naturaleza, y sin embargo están
inspirados en la Fe cristiana (Entre los neo-pentecostales
protestantes están una variedad de “comunidades cristianas”
de distinta denominación y, con las reservas del caso, otros
movimientos como la Iglesia Universal del Reino de Dios, la
Iglesia Dios es Amor de origen brasilero, Iglesia la luz del
Mundo de origen mexicano, etc. reconocidos como pentecostalismos sincréticos)
d.
Los Post Pentecostales recientemente emergidos de tradicio-nes
confesionales protestantes y neo-pentecostales de tenden-cia
restauracionista Promueven la restauración de 5 carismas
ministeriales según Efesios 4, el profetismo y el retorno o
restauración de la iglesia primitiva.
120
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
LOS NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS – (NERMS por sus
siglas en inglés: New Religions Movements):
a.
Las instancias mediúmicas, tales como el espiritismo, y ciertas
prácticas mágico-religiosas más afines al chama-nismo
aborigen
b.
Las instancias mesiánicas entre las que hay que dife-renciar
las de rostro religioso y las de rostro más bien político
(como la de ciertos grupos subversivos)
c.
Las instancias esotéricas de cuño más bien escolástico y
filosófico de origen oriental y occidental.
3. Las ADD como matriz del pentecostalismo
peruano
La vertiente o expresión pentecostal del protestantismo, era de procedencia norteamericana y tenía por nombre Las Asambleas de Dios
(ADD). Se trataba de una religión en proceso de constitución, pues el
mismo año de su llegada al Perú (1919), había formado su Departamento de Misiones al Exterior y habían pasado solo 5 años desde que
se constituyera como Organización en la ciudad de Hot Springs, Arkansas, en Abril de 1916.
En Sant Louis, Missouri, las Asambleas de Dios aprobaba la "Declaración de Verdades fundamentales" del fundamentalismo norteamericano, buscando, de ese modo, fortalecerse internamente, incorporar a
su Concilio General a otros ministros pentecostales de USA, África y
Asia y tomar distancia del movimiento del "evangelio social" y el liberalismo en teología.
Noventaicuatro años más tarde (desde 1919 al 2013), los pentecostales
peruanos serían principalmente, producto de constantes escisiones internas de las Asambleas de Dios. A pesar de los varios intentos "nativizadores" como los describe J. B. Kessler en A Study of the older Protes-
121
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tant missions and Churches in Peru and Chile 38, los pentecostalismos quedarán estructurados en su sistema constitutivo (creencias,
ritos, organización, normas éticas y prácticas) por el modelo de la
Denominación Madre, ADD, acuñado y asegurado por los misioneros
fundadores durante los primeros 43 años de su historia.
Según el misiólogo asambleísta Rubén Zabala, "la primera Junta Directiva de las ADD en el Perú, conformada por elementos nacionales (a
excepción de uno, el misionero W. Erikson), se eligió, recién, en
1962"39. Es decir que, ni siquiera desde 1939, año en que se organiza
oficialmente como "Asambleas de Dios del Perú", los líderes nacionales
pudieron conducirla con autonomía.
La peruanización de los pentecostalismos fue subsidiaria, por eso, de
una lucha por la autonomía, más que de una búsqueda por responder
a las necesidades y demandas de la población nacional.
En esa lucha, gran parte de las energías las gastó en 1) la gestión de un
poder local, 2) el desarrollo de un liderazgo medianamente cultivado
para el recambio y 3) la búsqueda de un sistema de organización propio y de talante nacional. Otra parte de sus energías, las libró en la
batalla por incrementar su membresía quizá como un modo de probarse a sí mismo la validez de su emancipación, tras el signo de una
evangelización intensiva. Desde entonces el Pentecostalismo se mantuvo en conflicto abierto con los otros detentores del poder de lo
religioso: los catolicismos y protestantismos de carácter e intencionalidad modernizantes y las instancias "mágico religiosas" (hechicería y
algunas prácticas del catolicismo cultural) que sí competían la misma
población objeto de misión: los inmigrantes pobres del país, generalmente de origen andino-amazónico.
38
Oosterbaan & le Cointre N.V., Goes: 1967: 340-343 Cf. Traducción española:
Historia de la Evangelización en el Perú. Lima, Perú: Ediciones Puma, 2007
39
Rubén Zabala Hidalgo, Historia de las Asambleas de Dios del Perú. Lima: Ed. Dios
es Amor, 1989
122
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Debido a ello, el conflicto por el injerto de lo pentecostal en el Campo
Religioso Peruano, estuvo marcado, fundamentalmente, por relaciones
de progresivo rechazo, relativa asimilación y profundo distanciamiento ideológico (entendido como sistema cultural) respecto de los catolicismos de nueva cristiandad, catolicismos modernizadores y los de
promoción social40.
Hasta 1950 la casi totalidad de formaciones religiosas pentecostales
(17 de ellas), surgieron del seno de las Asambleas de Dios del Perú. A
partir de 1949 hasta 1990, otras 38 "denominaciones" 41 pentecostales
no asambleístas que llegaron de otros países y continentes, han sido el
resultado de la pentecostalización de iglesias protestantes (mal llamadas
iglesias "históricas" y "de misión"), o bien son el producto de una mutua
influencia con el movimiento carismático católico que irrumpió en los años
60s.
Este último, cuando ha podido calar en Denominaciones santificacionistas como la Alianza Cristiana y Misionera, Santidad de los Peregrinos, Nazarenos, o en propios pentecostales nacionalizados (un sector
de las Asambleas de Dios), lo ha hecho en sectores de clase media o en
aquellos grupos de profesionales y estudiantes con claras expectativas
de ascenso social. De manera, pues, que si a una serie de "migraciones
internas" en el Campo Religioso Peruano, uno agrega la llegada de
nuevos grupos pentecostales, según como fueron estableciéndose en la
historia nacional, nos queda un espectro de lo pentecostal que seguiría más
o menos el siguiente flujo:
40
Bernardo Campos, El Proyecto de Cristiandad en el Catolicismo Romano. Bs. As.
Monografía presentada en ISEDET: 1989
41
En el Perú el término "Denominación" no tiene, en rigor, el mismo significado
que le dio Ernst Troeltsh, cual es el de “secta respetable" a los ojos de la clase media,
pues se aplica indistintamente a poblaciones protestantes de distinta posición social,
ya a la más entusiasta y espontánea como a la más institucionalizada y burocratizada.
Se trata, a mi juicio, de una caracterización impuesta por la costumbre, más bien que
de rigor. Cf. Troeltsch, Ernst. 1912. The Social Teaching of the Christian Churches (2 Volumes). Translated by Olive Wyon. Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox
Press. [English Translation 1931, Reprint 1992].
123
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
1)
2)
3)
4)
5)
6)
Las denominaciones pentecostales que procedieron de las
Asambleas de Dios, de los Estados Unidos (ADD);
Las denominaciones pentecostales emancipadas de las Asambleas de Dios, pero que siguieron con la misma estructura;
Las denominaciones pentecostales que llegaron de otros
Continentes bajo otra "nominación" (pentecostalismos de
Brasil, Suecia, Ecuador, Chile, Venezuela, Canadá y también
EE.UU.);
Las denominaciones o grupos que son producto de la pentecostalización de iglesias "históricas" o de "santidad" (Metodistas Pentecostales, Bautistas Pentecostales, "Iglesia Enmanuel", Ex-Alianza Cristiana y Misionera);
Las "formaciones religiosas" que son producto de la mutua
influencia entre el movimiento carismático católico y el
pentecostalismo (Comunidades Cristianas "Yo Soy", "Agua
Viva", "Palabra de Fe", “Camino de Vida”, entre otras) Las
“trans-formaciones religiosas” sincréticas de corte pentecos-tal
(Movimiento "Alfa y Omega", una especie de milena-rismo
andino no-pentecostal); Grupos adventistas pentecostalizados, y algunas prácticas de la Asociación Evangélica de la
Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal) y, finalmente,
Un número nada despreciable de grupos religiosos de experiencia pentecostal autodenominados pentecostales "autóno-mos"
o "independientes" cuyo origen es tan diverso como confuso.
Ahora bien, de todas estas, las primeras dos de la lista constituyen el
70% de la población pentecostal en el Perú 42. El 30 % restante, es
cubierto por las otras cinco de la lista. Se estima que la Población Protestante del Perú llega, actualmente (2013), al 13 % de una población
de 30 millones de habitantes, de donde los pentecostales excluyendo
a los números 5, 6 y 7 de la lista, serían el 80%, aproximadamente.
42
Estimaciones basadas en el estudio de Zabala o.c.; Concilio Nacional Evangélico del Perú, Directorio Evangélico 1986. Lima, Callao y Balnearios. Lima: PROMIES, 1986
124
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Según la encuesta del Instituto de Opinión Pública (IOP) de la PUCP,
el pueblo creyente es de 91%; el porcentaje de no-creyentes es de 4.23% y
el de indiferentes de 4.72%.
Entre los creyentes, 79.2% son católicos (menos de lo reporta el Censo del 2007); 12.8% (ligeramente igual al Censo del 2007) son evangélicos o pentecostales; 3.7% en conjunto son adventistas, Testigos de
Jehová, Mormones o Israelitas del Nuevo Pacto Universal y otros
3.19% se reconocen creyentes pero no pertenecen a ninguna religión 43.
Fuente: Encuesta Nacional Urbana del Instituto de Opinión Pública
de la PUCP
Según datos de la World Christian Encyclopedia y de otros analistas44 el
pentecostalismo a nivel mundial oscilaría entre los 550 y 600 millones
de adherentes.
La Pluralidad de los Pentecostalismos
La primera dificultad con la que uno tropieza al empezar a debatir el
difícil y apasionante tema de la identidad de la Iglesia, es la del sujeto
43
Ibid: 1
Los pentecostales en el mundo son cerca de 600 millones de creyentes, número que ha llevado a David Martin, catedrático de sociología en la London School of Economics, y uno de los mejores conocedores del «pentecostalismo», a reconocerlo como
«la tercera gran fuerza del cristianismo». Para la cifra, Consúltese: http://noticiaslavoz
.blogspot.com/2009/02/600-millones-de-pentecostales-en-el.html
44
125
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
que interpreta y que es parte de la fe cristiana. Saber de cuál pentecostalismo hablamos45, cuando hablamos del pentecostalismo, es precisamente un problema fundamental en la discusión y en las investigaciones de lo pentecostal. En mi libro De la Reforma Protestante a la
Pentecostalidad de la Iglesia (CLAI: 1977) 46 distinguí cuatro tendencias básicas en el pentecostalismo latinoamericano: 1) El Pentecostalismo
clásico de expansión internacional, con fuerte influencia del fundamentalismo americano; 2) El pentecostalismo de raigambre nacional, en abierta
diferenciación del fundamentalismo norteamericano; 3) El neo pentecostalismo más cercano al catolicismo que al protestantismo evangélico,
pero todavía oscilante e indefinido; y 4) Los “movimientos de cura divina"
a los cuales denominé "Isopenteostalismos", por estar en sintonía con
algunas peculiaridades del pentecostalismo clásico, pero cuya identidad, aún en proceso de desarrollo, parece ser de naturaleza distinta. A
estos habría que agregar hoy 5) Los Postpentecostales con características
propias.
La tesis de que los pentecostalismos no son sino entidades de un catolicismo transformado47 va siendo cada vez más aceptada. Ello exige hablar
de las diversas raíces que hacen a las identidades religiosas, tales como
45
Jean Pierre Bastián distingue entre los "pentecostalismos urbanos" y los "sincretismos pentecostales rurales", en Protestantismos y Modernidad latinoamericana. Historia
de unas minorías religiosas latinoamericanas activas en América Latina. México:FCE,
1994:248-258. Desde el punto de vista histórico, en América Latina, se habla de tres
olas o de tres arroyos y un río: el movimiento de santificación, el pentecostalismo
clásico y el neo-pentecostalismo o tercera ola. Cf. Pablo A. Deiros-Carlos Mraida,
Latinoamérica en Llamas. Miami: Caribe, 1994
46
Op.cit.: 78
47 Jean Pierre Bastián estudia los pentecostalismos como mutaciones del catolicismo Op.cit, 246-278.
126
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
a. Raíces prehispánicas, culturales o étnicas: andinas, rioplatenses, afro, afrobrasileñas, etc) del pentecostalismo,
b. Raíces católicas hispánicas del pentecostalismo,
c. Raíces protestantes (luteranas, calvinistas, anabaptistas) del
pentecostalismo,
d. Influjos semíticos, por su literalización del Antiguo Testamento
con la que hace sintonía en su ritualidad, etc.
e. Influencias epocales (postmodernas) del pentecostalismo.
Esta diversidad favorece la creación de un nuevo espectro socioreligioso de la identidad cristiana ya de por sí compleja y sincrética,
así como tendencias doctrinales asimiladas en el camino de la constitución de su discurso religioso, casi siempre maleable y acomodaticio.
Hoy resulta confuso hablar en general o en singular de El Pentecostalismo, como si se tratara de una realidad homogénea e indivisa. Es cierto
que, visto en el conjunto de los actores sociales que conforman el
Campo Religioso Latinoamericano, el pentecostalismo aparece como
un "bloque histórico" o como siendo un sujeto más o menos identificable --por negación-- de los demás sujetos sociales, como son el catolicismo, el protestantismo, los nuevos movimientos religiosos y las religiones aborígenes. Puesto así, en bruto, el pentecostalismo aparece
como una unidad aunque sea confusa, indefinida y multiforme, pero
una unidad al fin. Lo mismo podría decirse del catolicismo, del protestantismo y de las otras agrupaciones religiosas que son altamente
complejas y heterogéneas.
Por tal razón algunos intérpretes han querido dar cuenta de la heterogeneidad, complejidad y variedad de los sujetos, refiriéndose a ellos en
plural, como pentecostalismos, catolicismos, protestantismos, nuevos
movimientos religiosos, o bien como sincretismos religiosos.
Tal apreciación, aunque ayuda, no resuelve el problema de saber de
cuál pentecostalismo hablamos cuando hablamos de los pentecostalismos. El tema es saber si es posible diferenciarlos o definirlos, es
127
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
decir, de si es posible configurar sus contornos para establecer su
identidad por afirmación de su ser o su no-ser.
Es posible, creo, configurar un espectro más o menos visible de sus
matices más fuertes (o énfasis) como para poder avanzar en la aplicación al tema del sujeto del quehacer teológico.
Para abordar el tema usaré la categoría que acuné en los 90s y que creo
nos ayudará y nos facilitará la discusión del tema. Se trata de la categoría "pentecostalidad" como experiencia universal que expresa el acontecimiento de pentecostés en su calidad de principio ordenador de la
vida de aquellos que se identifican con el avivamiento pentecostal.
Esta se diferencia de los pentecostalismos en que éstos últimos son su
concreción histórica y los que la hacen visible 48.
4. El espectro del Pentecostalismo en el
Espacio Limeño49
El estado actual de las investigaciones sobre el pentecostalismo en el
Perú está en su etapa exploratoria y no da pie aún para una clasificación exacta de lo pentecostal. Sin embargo, a riesgo de generalizar y
caricaturizar, intentaremos una tipología ideal del pentecostalismo
trinitario, que se distingue doctrinalmente del pentecostalismo unicitario.
El Pentecostalismo unicitario
Pero antes de hacerlo, me parece justo al menos hacer una mención a
la vertiente unitaria del pentecostalismo cuya tradición se remonta a los
48
En mi libro De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia ensayé la siguiente tipología de los pentecostalismos
49
Tabla confeccionada por Bernardo Campos hasta el año 2000. No se incluye aquí el Movimiento Pentecostal Unitario o Unicitario: Sólo Jesús o Iglesias
Pentecostales del Nombre de Jesús, que es una vertiente importante a nivel mundial
Cf. Walter Hollenweger, El Pentecostalismo. Historia y Doctrinas. Bs. As.: La Aurora, 1976:
10
128
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
primeros siglos del cristianismo. Dejamos para otro momento su clasificación por respeto a ellos, ya que desconocemos mayormente su
presencia en el Perú. El Pentecostalismo Unicitario, también conocido como pentecostalismo del nombre de Jesús o apostólico, es un
grupo de denominaciones y creyentes en el cristianismo pentecostal.
Según afirmaciones de sus líderes pertenecen a él todo aquellos convertidos que suscriban la doctrina teológica de la unicidad de Dios.
Para el año 2007 un investigador estimaba que este movimiento ascendía a 40 millones de seguidores 50 Las principales Iglesias Pentecostales unicitarias son:












La Iglesia Pentecostal Unida de Colombia,
Iglesia Pentecostal Unida Internacional,
La Iglesia Evangélica Apostólica del Nombre de Jesús,
Las Asambleas Pentecostales del Mundo,
La Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo de la Fe Apostólica,
La Iglesia del Camino Bíblico de Nuestro Señor Jesucristo,
La Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús,
Las Asambleas del Señor Jesucristo,
La Verdadera Iglesia de Jesús,
La Iglesia Apostólica de Pentecostés de Canadá,
La Iglesia Apostólica de la fe en Cristo Jesús
Más otras “N” denominaciones pentecostales unicitarias que
se listan bajo el título de Pentecostales del nombre de Jesucristo.
El 15 de abril de 1914, Frank Ewart y Glenn Cook se bautizaron públicamente el uno al otro en "el nombre del Señor Jesucristo, pero como
el único nombre de Jesús, no como una fórmula trinitaria". Esto es
considerado como el punto histórico cuando el pentecostalismo unicitario apareció como un movimiento distinto. Numerosos ministros
afirmaron que fueron bautizados "en el Nombre de Jesucristo" antes de
50
Cf. Patterson, Eric; Rybarczyk, Edmund. The Future of Pentecostalism in the
United States. New York: Lexington Books.(2007) p. 124
129
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
1914, incluyendo a Frank Small y Andrew D. Urshan. Urshan afirma
haber bautizado a otros en el nombre de Jesucristo ya en 1910. Incluso
el propio Charles Parham, fundador del movimiento pentecostal moderno, bautizó usando una fórmula cristológica antes de la Calle
Azusa51.
En la mayoría de las otras maneras de credo y culto de los pentecostales unicitarios son similares a las de los otros pentecostales trinitarios.
Sin embargo, ellos tienden a enfatizar estrictas "normas de santidad"
en el vestir, el aseo y otras áreas de conducta personal que no son necesariamente compartidas por otros grupos pentecostales, al menos
no en la medida en que se encuentra generalmente en las iglesias de la
Unicidad.
La soteriología unicitaria difiere significativamente de la de la mayoría
de los demás facciones pentecostales y evangélicas. Mientras que la
mayoría de ellas requieren sólo la fe en Jesús para la salvación, el pentecostalismo unicitario define la fe como el arrepentimiento, el bautismo (en el nombre de Jesús) y la recepción del Espíritu Santo. Esto
refleja su interpretación de la Biblia, y ha causado fricciones entre el
pentecostalismo unicitario y las otras iglesias. La vertiente unicitaria
sobreenfatiza las "normas" al punto del legalismo espiritual, según
recusan quienes salieron de allí. Naturalmente los creyentes de la
Unicidad ardientemente niegan esta acusación. Ellos insisten en que
estas directrices han sido encomendadas por los mismos apóstoles, en
la Escritura, y son, de este modo, deber de todos los creyentes.
El Pentecostalismo trinitario en el espacio limeño, hasta el año
2000
Se trata del pentecostalismo que la mayoría de nosotros conoce y que
se identifica con el movimiento protestante evangélico en sus doctrinas fundamentales: Dios trino, los seres creados (ángeles fieles y caídos, el hombre caído y redimido), Jesús el Cristo, la incorporación a la
Iglesia --que es su cuerpo—mediante el bautismo trinitario, El Espíri51
http://es.wikipedia.org/wiki/Pentecostalismo_Unicitario
130
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tu Santo consolador, santificador y misionero, la salvación personal a
partir de la conversión como obra de Cristo, el único mediador, y el
reino escatológico con sus variantes interpretativas). Hasta ahí, nada
nuevo. La diferencia aparece, en la concepción escatológica y en las
prácticas cultuales que derivan en expresiones rituales emotivas, un
celo evangelístico de tendencia proselitista, además de una postura
cada vez más terrena y más consciente de su presencia en los espacios
públicos.
Sin pretender exactitud, reconocemos las siguientes formas pentecostales:
Iglesias Pentecostales clásicas
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
Las Asambleas de Dios del Perú
La Iglesia Pentecostal del Perú
La Iglesia de Dios del Perú
La Iglesia de Dios en el Perú
Asociación de Iglesias Pentecostales Autónomas
Iglesia Evangélica de Cristo del Perú a las naciones
Iglesia de Dios Pentecostal Movimiento Internacional
Iglesia Evangélica de Restauración y Misiones
Iglesia Evangélica Pentecostal Misionera
Comunidad Evangélica de Liberación Inter denominacional
Misionera
La Iglesia Pentecostal de la profecía
La Iglesia Pentecostal de Jesucristo
La Iglesia Metodista Pentecostal
El Movimiento Misionero Mundial (MMM)
Iglesia Cristiana Mundial “El Aposento Alto”
Movimiento Evangelístico Misionero
Las “Comunidades Cristianas” Pentecostales
17.
18.
19.
Comunidad Cristiana Agua Viva
Iglesia Camino de Vida
Movimiento Cristiano Yo Soy
131
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
20.
21.
22.
23.
24.
La Casa del Padre
Iglesia Bíblica Emmanuel
Comunidad Cristiana del Espíritu Santo
Iglesia Internacional de la Gracia de Dios
Comunidad Cristiana Kairós (origen católico)
Las Iglesias Evangélicas “Renovadas o Carismáticas”
25.
26.
27.
Metodistas Pentecostales
Bautistas Renovados
Otras tradiciones confesionales evangélicas “renovadas”
(Incluye AC&M, Presbiterianos, Metodistas, Adventistas,
ortodoxos “renovados”)
Las Redes Apostólicas de Perfil Pentecostal o cuasi Pentecostal
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
Red IMPACT-Perú que dirige el Apóstol Samuel Arboleda
desde el Centro Apostólico y Misionero Ríos de Agua Viva
(alberga más de 100 iglesias) expandiéndose en varios países
de AL.
Comunidad Cristiana El Redentor en Los Olivos, más una 60
iglesias independientes afiliadas a esta red apostólica.
Red del Apóstol-Evangelista Marcelino Salazar con sus es
cuelas ministeriales (De Profetas, De Evangelistas, De Guerra
Espiritual) y su Facultad Apostólica Davar,
Red del Apóstol Harold Caballeros en el Perú
Red del Apóstol Eliú Castillo en el Perú
Red del Apóstol Guillermo Maldonado en el Perú
Red del Apóstol José Arias
Red del Apóstol Javier Loayza (Metodista Pentecostal)
Red del Apóstol Alberto Santana (Metodista Pentecostal)
Red Independiente “De Gracia Recibisteis” del Apóstol José
Racchumí Torres y la Comunidad Cristiana “Los amigos de
Jesús”)
Diversidad de redes apostólicas afiliadas bajo “cobertura” de
otros ministerios foráneos (Ap. Aquiles Azar, Ricardo Di
Rocco, entre otros)
132
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
39.
Otras redes independientes
Los Movimientos de Cura Divina
40.
41.
42.
43.
44.
45.
Iglesia Dios Es Amor del Brasil
Comunidad Cristiana Pare de Sufrir (IURD)
Clínica Celestial
Iglesia La luz del Mundo-Perú (originaria de México)
Iglesia Pentecostal de la Gracia
Otros Pentecostalismos menos conocidos en búsqueda de
reconocimiento52
6. Las variedades identitarias en los Pentecostalismos y sus matices
Tras la pluralización del Campo Religioso Latinoamericano (CRL) y
el consecuente resquebrajamiento de la hegemonía católica, el Campo
Religioso Pentecostal (CRP) también ha sido conmovido.
Se ha dado un proceso de adaptación y de reinterpretación de los
discursos y prácticas religiosas en función de los cambios sociales
como una respuesta a los desafíos que estos le imponen (la búsqueda
de las libertades modernas –democracia, poder popular, educación
pública, entre otros– propios del protestantismo de origen) y de las
formas organizativas que le exige la cultura de los adherentes. Esto le
sucede especialmente al pentecostalismo al asumir el universo de las
culturas populares a fin de dar respuestas a las exigencias de la vida
cotidiana del hombre de la calle. Con su recurrencia al milagro y fenómenos extraordinarios que bordean, muchas veces, lo mágico y
oscilan entre lo postmoderno y el mercado, el pentecostalismo es el
que mejor ha hecho sintonía con las culturas populares y su religiosidad.
52
Tabla confeccionada por Bernardo Campos hasta el año 2000.
133
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Una de las características del CRL que he notado es su vaivén entre la
“pentecostalización” y “despentecostalización” 53 y la “transversalidad” de las tendencias religiosas según Bobsin 54.
Junto a ello debemos constatar también su fragmentación o atomización, expresado en la diferenciación de los sujetos emergentes que
asumen el credo pentecostal: indígenas, negros, mujeres y también, no
sin fuerte crítica, la de los sectores marginales y minorías reprimidas
entre ellos mujeres, aborígenes y homosexuales, más allá o más acá de
la moralidad tradicional.
Cada sujeto emergente pretende por su lado afirmar, construir o reconstruir su identidad social.
El mecanismo usado en casi todos los casos es el de la religión como mediación para la construcción de su identidad. Pero hay formas más complejas de la vida religiosa cuando se cruzan universos simbólicos, tradiciones y etnicidades.
Estoy pensando solo en las tres partes de una misma trenza: El Pentecostalismo indígena, negro y femenino. Me he referido con mayor detalle a
estas tres vertientes identitarias en mi artículo para RELEP: La Madurez
53
CAMPOS, Bernardo, De la Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia .
Quito, Ecuador: CLAI, (1997). Cf. También: CAMPOS, Bernardo (2002) Experiencia del
Espíritu. Claves para una interpretación del Pentecostalismo. Quito, Ecuador: Ediciones CLAI;
CAMPOS, Bernardo (1992) “El Influjo de las Huacas: La Espiritualidad Pentecostal en
el Perú” en: Tomás Gutiérrez (comp.) Protestantismo y Cultura en América Latina. Aportes y
Proyecciones. Ecuador: CLAI, 1994; CAMPOS, Bernardo (1992) “Lo Testimonial Un
Caso de teología oral y narrativa” En: Álvarez, Carmelo (editor), Pentecostalismo y
Liberación. Una experiencia Latinoamericana. Costa Rica: DEI: 125-146; CAMPOS, Bernardo (2009) Visión de Reino. El Movimiento Apostólico-Profético en el Perú. Apreciación fenomenológica de un movimiento de restauración y reforma. Lima, Perú: Eds. Basilea, 2009 (versión
digital)
54
BOBSIN, Oneide. Tendencias religiosas e transversalidade. Hipóteses sobre a transgressão de fronteiras Sao Leopoldo: Escola Superior de Teologia, en: Revista
Estudos Teológicos 1999 Vol.39, n2. www3.est. edu.br/publicacoes/estudos_ teologicos/download/tendencias.doc
134
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
del Hermano Menor: Los otros rostros del Pentecostalismo Latinoamericano.
Apuntes sobre el Sujeto de la Producción Teológica Pentecostal.55
5. La predicación pentecostal y su relación
con la sociedad peruana
A nivel doctrinal y de las prácticas evangelizadoras, se han dado también cambios relativamente consecuentes con los cambios en la sociedad peruana. Esto se expresa en la predicación que es el lugar común para
la teología narrativa pentecostal. En algunos artículos he descrito el
pulso de la predicación pentecostal como lo he observado en los últimos 40 años y como lo han descrito más atrás otros observadores.
Por los años 80, tiempo de grandes convulsiones en AL y en particular
del Perú, debido al terrorismo promovido por Sendero Luminoso y el
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, los predicadores pentecostales tenían en la boca la Segunda venida de Cristo.
Los mensajes dominicales giraban en torno al tema del juicio final, la
resurrección y la Parousía (Retorno triunfante de Cristo por su iglesia).
Posturas dispensacionalistas y milenaristas exponían con gran vigor
mensajes de esperanza para el sufrido pueblo peruano. Como se entenderá, era una reacción obvia frente a un Estado convulsionado o
amenazado de muerte. Se vivía un ambiente psicológico muy parecido
al que viven los norteamericanos con el 11 de septiembre. La vida no
valía nada y no había seguridad ni siquiera en las ciudades más resguardadas. Los terrores del infierno y el temor a la muerte eran como
los motivadores o detonantes para las conversiones entre los candidatos a pentecostales.
En esta época, en América Latina habría de institucionalizarse el movimiento ecuménico en el Consejo Latinoamericano de Iglesias, CLAI
(1982). Al principio la participación pentecostal, como la del movimiento evangélico conservador, fue casi nula y luego tuvo dificultades
55 Op.cit. Lima, Perú: RELEP Vol. VI, 2012
135
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
para ingresar, debido al temor que tenían las iglesias miembros de
procedencia mayormente protestante y reformada. Esta tradiciones
confesionales, en su mayoría del Cono Sur, le opusieron una resistencia sistemática a los pocos pentecostales interesados debido a la sospecha ideológica –infundada a mi juicio—de su filiación a la derecha
norteamericana, amén de sus discrepancias por las formas ritualizadas
y emocionales de su espiritualidad, Detrás de estos prejuicios se escondía un problema político que se reflejaba en lucha por el poder
religioso y la administración de los recursos de la cooperación internacional. De ahí en adelante, los pocos pentecostales que habían visto
con agrado el movimiento ecuménico se frustraron y decidieron emprender un camino propio. Se formó la CEPLA, Comisión Evangélica
Pentecostal Latinoamericana, encabezada por el pentecostal de la
Iglesia de Dios, Dr. Gabriel Vaccaro de la Argentina, entonces parte
del CMI. Luego le sucedería un equipo integrado por líderes pentecostales de varios países de AL y El Caribe: Roger Cabezas de Costa
Rica, Gamaliel Lugo de Venezuela, Adonis Nino de Nicaragua, Narciso y Juan Sepúlveda de Chile, Orlando Silva del Brasil, Rhode González de Cuba, Senia Pilco de Ecuador, Carmelo Álvarez de Puerto Rico
y EE.UU, y quien les habla. En ese mismo espíritu, pero más orientado a lo académico, la investigación y la educación, emergió años después (1998) la Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP) hoy integrada por teólogos y científicos sociales de renombre56.
Situación diferente fue la de las décadas de los 50 y 60s, si miramos
más atrás. Lo que se vivía allí era producto de una migración masiva e
intensiva de la gente del campo a las ciudades. Por aquel entonces, los
migrantes se encontraban como errabundos, perdidos, y desprotegidos en las grandes ciudades, entonces en proceso de industrialización.
Predominaban en esta época mensajes sobre el éxodo bíblico, la peregrinación de los creyentes rumbo a la nueva tierra prometida. El mensaje del retorno de Cristo a la tierra era visto en relación con la esperanza popular de una vida nueva. La vendida de Cristo y el establecimiento de su reino futuro era inminente. En cualquier momento (co56
Luis Orellana - Bernardo Campos (Editores) Ecumenismo del Espíritu. Pentecostalismo, Unidad y Misión. Lima, Perú: FPL, 2012:24-25
136
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
mo ladrón en la noche) vendría para instalar su reino en la Tierra y
coronaría a sus fieles seguidores. La consecuencia de esta visión para
la misión de la iglesia se traducía en una predicación compulsiva o
agresiva y la respuesta del potencial pueblo creyente fue masiva. De
hecho, el mayor crecimiento de los evangélicos (especialmente pentecostales) se dio inmediatamente después de los años 60 y los convertidos eran mayormente andinos migrantes. Crecimiento que se mantuvo más o menos sostenidamente hasta los años 90 y luego declinó.
Por entonces, ni por asomo se buscaría la unidad del pueblo de Dios,
ni siquiera entre los propios evangélicos. Por el contrario, quizá producto de la guerra fría, y de la polarización de las ideologías y del distanciamiento de los bloques primer y tercermundistas, los protestantes, como los católico-romanos, hijos de la ilustración y la modernidad, ubicaban a los pentecostales entre las sectas perniciosas de las
que debían de cuidarse.
Desde entonces se inició una rivalidad interna en el protestantismo
latinoamericano, y una división sesgada ya no por la doctrina u ortodoxia, sino por la posesión del carisma como una nueva o alternativa
forma de poder. Se había introducido un nuevo paradigma que vería
su cristalización en el crecimiento numérico de los pentecostales y la
agonía de las viejas iglesias protestantes. Otra lógica sería la que abriría el mar y la que explicaría, al fin y al cabo, las identidades y las
grandes tendencias en el protestantismo.
6. Nuevos rumbos de los pentecostalismos
actuales
Al finalizar el siglo XX, los pentecostales ya no veían la necesidad de
participar de un movimiento ecuménico confesional integrado únicamente por una facción minoritaria (si no contradictoriamente sectaria) del viejo protestantismo reformado. Muy otra era la reflexión:
“Los pentecostales no tendrían por qué ingresar al CLAI, era el CLAI
el que debería integrarse con los pentecostales”, salvando las diferencias orgánicas y eclesiológicas.
137
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Hoy, en el inicio del Siglo XXI, las cosas han virado 180 grados. Ahora
no se predica mucho sobre la Segunda Venida de Cristo. Hay un desplazamiento de la parousía y una reinterpretación del Reino de Dios,
cifrado en la Vida Victoriosa hoy y aquí de los creyentes.
Junto con el cambio en la sensación de prosperidad en las nuevas condiciones de vida de los peruanos, se ha producido también un cambio en
la predicación post pentecostal. Hoy se predica más una escatología
realizada (C.H. Dodd) y entre los neo apostólicos (a quienes prefiero
llamar genéricamente Post-Pentecostales) la escatología predominante
es la preterista. Los más radicales predican que Cristo no resucitó y
que por lo mismo no habrá una Segunda Venida. Él ha entregado las
llaves de su reino a sus discípulos convertidos ahora en apóstoles, por
lo que corresponde a éstos instalar su Reino en la tierra, hoy y aquí.
Algo así como un deísmo post-pentecostal.
Naturalmente la reacción evangélica no se hizo esperar. Esta escatología está siendo rechazada por la mayoría de los pentecostales e iglesias
evangélicas protestantes, aunque su influencia en muchas de ellas está
ganando terreno. Un preterismo intermedio, enseña que Cristo sí resucitó, y aunque no vendrá, sus creyentes se unirán con él al final de la
historia.
Por otra parte las formas orgánicas de asociación están cambiando. Se
está diluyendo la organización eclesiástica, se va debilitando la membresía y la participación democrática en las iglesias es incipiente. El
denominacionalismo está llegando a su fin y las congregaciones se
relacionan mediante redes sociales orgánicas, pero masificadas y despersonalizadas. El centro aglutinador ya no es la ortodoxia (la sana
doctrina), ni la unidad visible de la iglesia, sino el carisma y la unción
en un plano espiritual. Los que viven en el carisma son los que detentan el poder y las masas se aglutinan en torno a ella y sus poseedores.
Lo que moviliza a los fieles no es el “más allá”, ni los bienes celestiales
o simbólicos de salvación. Son los poderes terrenos lo que se buscan y
el reino de Dios se ha de cifrar en formas alternativas de gobierno. El
poder político es el nuevo campo de misión, pero solo como mediación
138
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
para instalar y visibilizar el Reino teocrático57. Los cristianos están
llamados a incidir en la sociedad y por ello deben agruparse o bien en
partidos confesionales o bien en frentes políticos. La ciudad debe ser
conquistada en todos sus ámbitos (teoría de los 7 montes) y para ello
es necesaria, no una lucha ideológica como en los 70s, sino una Guerra
Espiritual en los mismos cauces y con las mismas armas del sistema
neoliberal. Con el mismo objetivo, pero a diferencia de la teología
latinoamericana de la liberación, una teología de la prosperidad busca
erradicar activamente la pobreza con un empresariado evangélico
emergente y cada vez más pujante y agresivo. No son pocos los líderes
de las nuevas iglesias o comunidades cristianas (muchos de ellos pentecostales) los que incursionan en los negocios multinivel (networking) integrando así las nuevas capas sociales medias del país.
En suma, la tendencia hoy es a una materialización de la Salvación.
Las conversiones están motivadas por la economía de este mundo,
aunque juegan también otros factores como el futuro de la tierra o la
crisis del planeta. No que exista una conciencia ecológica muy clara,
sino que el temor por lo desconocido impera y es un factor condicionante para las conversiones. Lo cierto es que la evangelización pentecostal hoy busca responder no solo a las demandas espirituales de la
población, sino también y sobre todo a las demandas económicas o
materiales de la gente. Es decir, se ha abierto una conexión entre escatología y utopía, y se busca la manifestación visible y concreta del
reino de Dios en respuesta a las necesidades terrestres, aunque de
camino al cielo.
Con ello se ha abierto el camino para la construcción de una teología
pública entre los evangélicos y los pentecostales de América Latina.
Se hará necesario entonces acudir a nuevos marcos teóricos para
interpretar la relación entre la religión y la política, o el uso público de
57
Junto con el sociólogo Oscar Amat en la década del 90 examinamos esta tendencia y
fruto de esa investigación , financiada por el CMI, publicamos el Libro Poder para Reinar,
Modos y Motivaciones de participación política de los evangélicos durante el primer gobierno del Ing.
Alberto Fujimori, 1990-1995. Lima, Perú: IPER, 1996.
139
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
la religión 58 en relación con una teología pragmática. Para ello debemos encontrar nuevas formas de comunicación y de racionalidad que
permitan a los pentecostales el ejercicio de su ciudadanía terrestre y la
acomodación de su lenguaje carismático en el punto medio entre la
verdad de la fe y los nuevos consensos sociales (Habermas) en este
mundo globalizado y empequeñecido, propiedad de unos, aspiración
de todos.
Bibliografía
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
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Para un discusión en esta materia puede ser útil consultar: AUDI, Robert
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Philosophy and Public Affaires, vol. 18, n.º 3, pp. 259-296.Id.: (2000) Religious Commitment and Secular Reason, Cambridge Univ. Press; COOKE; Maeve (2007) «A Secular
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
4. Tendencias en el Pentecostalismo Peruano.
Pedro López59 (Perú)
El pentecostalismo es más amplio de lo que se puede creer. Abarca
también a católicos, protestantes históricos y a evangélicos conservadores que experimentan los carismas del Espíritu. Por eso, se preguntó si se debiera ampliar nuestras mesas de dialogo pentecostal a estos
nuevos pentecostales que adquieren fuerza en la Iglesia peruana (tanto evangélicos como católicos).
En estos 102 años de pentecostalismo, el mayor crecimiento del movimiento se ha dado en las zonas más pobres y periféricas de las ciudades, he aquí el éxito pentecostal.
Como todo lo que tiene vida tiende a cambiar, el movimiento pentecostal peruano (y por qué no decirlo, también el mundial) ha venido
presentando notables cambios que a más de un observador lo deja con
muchas preguntas. Nuestro hermano Pedro mencionó tres de estos
cambios que se vienen dando en el pentecostalismo peruano: Cambios
en el pentecostalismo peruano:
1. Mayor interés por educación teológica no fundamentalista: Muchos jóvenes y
pastores, desde hace un buen tiempo, han comenzado a optar por
instituciones teológicas con propuestas ecuménicas. Esto los expone
al contacto interdenominacional, a otras religiones, y al desafío de
vivir su fe de manera más abierta. Estos estudiantes son los que proponen cambios en sus iglesias. Hay también una apertura a los nuevos
métodos de estudio bíblico.
59
Pedro López, miembro de la Iglesia Pentecostal de Santidad, es actualmente el
coordinador nacional del Foro Pentecostal-Perú.
145
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
2. Un mayor interés por lo social: hay una reaparición del interés por temas sociales. Está cambiando el pensamiento de rechazo frente al
mundo. Este pensamiento está cambiando, trabajo social fuera de su
comunidad eclesial, servicio integral a su comunidad, atendiendo necesidades de salud y alimentación.
3. Neopentecostalizacion del pentecostalismo: Es muy común ver en iglesias
pentecostales peruanas el modelo G12 con sus Encuentros, Post Encuentros, etc.; también es común ver las alabanzas que apelan a las
emociones, la teología de la prosperidad y la guerra espiritual. Esto
nos debe llevar a la reflexión seria en cuanto a la identidad pentecostal.
Para finalizar señaló que los dos primeros puntos son positivos para el
pentecostalismo, pues le ayuda a la apertura ecuménica y a una praxis
social olvidada por el movimiento pero muy presente en sus orígenes.
El tercer punto (su neopentecostalización) es algo que preocupa a
más de un pentecostal y nos debe llevar a realizarnos serias preguntas:
¿Es conveniente esta neopentecostalización? ¿Es normal que ocurra?
¿Nos debemos oponer a ella? ¿O es un paso más que el pentecostalismo está dando para adaptarse a esta nueva época pos moderna?
146
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
5. Presente y Futuro del Pentecostalismo
en el Ecuador
Laura Saá60 (Ecuador)
Introducción
El pentecostalismo ha sido el movimiento que vivificó a la iglesia del
siglo XX con una transformación misional, eclesial y pastoral pues se
centralizó en el mover del Espíritu (sin perder de vista a Cristo) y en
la transformación de la comunidad de fe. Esto hizo que en el Ecuador,
las iglesias pentecostales adquirieran un rápido crecimiento. Se puede
decir que del 5% de las iglesias evangélicas en el país, el 90% son pentecostales, a más de la pentecostalización que ha emergido en otras
denominaciones.
Tratar de definirlo resulta complejo, pues este movimiento del Espíritu, místico, misional, testimonial y transformador ha sido catalogado
muchas veces como locura y desorden. Por ese motivo, quiero recurrir
a otros autores quienes dan su opinión tratando de conceptualizar el
mismo. Para Carmelo Álvarez61 es “un movimiento misionero con carácter mundial. Posee una dinámica propia, pero ha heredado distintivos teológicos de los movimientos de santidad…”
Steve Land62 escribe es “un movimiento de restauración, de avivamiento, de despertar y de renovación…así como restauracionista y escatológico”. Por último, Israel Batista63 dice “es un movimiento de carácter
popular y pastoral que es adueñado por el pueblo, sentido y reflexionado a partir de la conversión y la transformación de vidas que surgió
al interior de las congregaciones”.
60
Laura Saá Orellana, pastora de la Iglesia del Evangelio Cuadrangular en Ecuador,
Máster en Teología, actualmente Decana Académica del Seminario Intercultural
Latinoamericano (SEMILA) en Riobamba, Ecuador.
61
Álvarez, Carmelo. Alborada de tiempos fecundos, p.17
62
Land, Steven J. La Espiritualidad Pentecostal, pp. 15-19.
63
Batista, Israel. El Espíritu Santo sorprende a las iglesias pentecostales, p.9.
147
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Sin embargo, en las últimas dos décadas se ha iniciado un proceso de
cambio que ha preocupado a quienes pertenecemos a las iglesias pentecostales históricas: Cuadrangular, Iglesia de Dios y también a las
Asambleas de Dios por la aparición de nuevos movimientos y tendencias que en cierta forma están amenazando el pensamiento y la vivencia del pentecostal ecuatoriano.
Hemos entrado en un pentecostalismo de transición, tal como lo afirma Carlos Aguirre64, pues muchos de los factores que anteriormente
eran importantes sufren una evolución ocasionados por influencias
que llegaron con nuevos movimientos y corrientes teológicas. Estos
factores en cierta manera están amenazando su teología, eclesiología,
pastoral, liturgia y escatología. Quiero manifestar que estos movimientos se ven a ellos mismos como la "tercera ola" de avivamiento
dentro de la iglesia y su intención no es dañar lo que ya se había establecido. Justo González65, indica dos asuntos muy importantes en
cuanto a los nuevos movimientos religiosos:
Primera, que no hemos de pensar que los nuevos movimientos religiosos en América Latina se deban sencillamente a que nuestra fe sea
inmadura, a que no tengamos buenos teólogos, o a cosas parecidas.
Todo eso entra en juego. Pero la principal razón por la que tales movimientos surgen es que hay entre nuestro pueblo y nuestras iglesias
un bullir que no existe en los viejos centros de la antigua cristiandad.
Y la segunda, es que nos equivocamos si pensamos que la respuesta a
tales movimientos nos ha de venir del norte, de donde antes nos vinieron los misioneros y la teología, y en muchos casos todavía nos viene el
dinero. ¡No! El norte sí tiene contribuciones que hacer a toda la iglesia.
Pero las respuestas a los retos de los nuevos movimientos misioneros
se han de gestar aquí, en América Latina, entre quienes com prenden
dónde está el atractivo de tales movimientos para nuestra gente.
64
65
Aguirre, Carlos. Pentecostalismo en transición y globalización en Nicaragua, pp. 15-28.
González, Justo L. No creáis a todo Espíritu, pp. 16-17.
148
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Asimismo, González66 añade: Muchas de las herejías se produjeron
por personas que verdaderamente eran sinceras en su apreciación de
la doctrina y, cuando se mezcla una verdad con una mentira es posible
que se dude al inicio en cuanto a si es verdad o no si esta es muy obvia,
pero si es sutil podemos llegar a convencernos de que lo que se dice es
verdad.
Y pensando en esto, quiero exponer cuatro aspectos para mirar al
pentecostalismo en Ecuador y los cambios que están surgiendo para
así proyectarnos hacia el futuro:
De lo criollo y espontáneo a la adoración globalizada e institucionalizada.
El “rostro litúrgico” de las iglesias pentecostales ha cambiado en la
última década. Si bien es cierto, los pentecostales aplaudíamos, cantábamos coros con nuestras experiencias y el ritmo propio de cada lugar, danzábamos en el Espíritu y hablábamos en lenguas (lo cual hacía
que muchas iglesias evangélicas tradicionales se escandalizaran de
nosotros), ahora es más complejo el asunto. Se nota en las iglesias el
uso de banderas, coreografías preparadas (ya no es la “espontaneidad
del Espíritu” lo que se observa), la glossolalia está desapareciendo, a
más de esto aparece el uso de instrumentos de llamadas a la “guerra
contra el maligno” como cuernos y trompetas, entre otros.
Tal vez esto no es tan preocupante, pues la experiencia mística ha sido
una característica del movimiento, a más de eso la creencia de que “el
Espíritu se mueve como desea” da lugar a estos cambios y transiciones
litúrgicos novedosos. Daniel Chiquete67 en "Crónica de una despentecostalización anunciada" escribe con nostalgia: “... ya casi no se escuchan los antiguos coritos que hablan de perdón, salvación, la sangre de
Cristo y el cambio de vida radical que produce Cristo en las personas".
66
Ibid, p.12-14.
Chiquete, Daniel. “Crónica de una despentecostalización anunciada. Teología narrativa sobre
una identidad pentecostal en crisis”. Encuentro RELEP 2011, Quito- Ecuador.
67
149
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Lo que preocupa es que ahora en las iglesias pentecostales ecuatorianas los temas dominantes tienen que ver mucho más con las expectativas de triunfo, de vida en el cielo, de adoración a un Cristo victorioso, de una guerra espiritual de dominio y conquista que nada o muy
poco tiene que ver con la vida cotidiana de los creyentes que cada día
se ve más afectadas por el alto costo de la vida, el desempleo, la violencia generalizada y la falta de motivación por llevar una vida de santidad con mayor fidelidad al mensaje de Cristo. La liturgia se ha globalizado y tecnologizado pues las producciones de los levitas actuales se
muestra muy llamativa pero con poca profundidad teológica y de respuesta.
Steven Land68 indica factores que predominaban anteriormente:
En el contexto del avivamiento de restauración norteamericano, la
espiritualidad negra de los antiguos esclavos en los EE.UU. se encontró con la espiritualidad católica del movimiento del abuelo Juan
Wesley produciéndose así la espiritualidad distintiva del pentecostalismo. Ni Wesley no los afro-americanos hicieron teología de manera
tradicional o escolástica. Sus medios de producción teológica fueron
los sermones, los folletos, los himnos, los testimonios, las conferencias
y los cantos espirituales.
Aunque muchos dicen que este tipo de música y de liturgia ha ayudado a que tengamos algo en común todos los evangélicos de Latinoamérica, Chiquete69 insiste en que es “música fácil y sin contenido”, por
otra parte considero que, algunos "levitas" también ha contribuido a la
pérdida de identidad litúrgica de muchas tradiciones, especialmente
pentecostales y se ha generalizado una liturgia globalizada acompañada de danzas preparadas, banderas y estereotipos planificados a
manera de un "show organizado" donde el culto es un lugar de recreación y se ha olvidado la espontaneidad del mover del Espíritu.
68
69
Land, Steve. Espiritualidad Pentecostal, pp. 35.
Chiquete, Op. Cit.
150
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
De lo cotidiano y particular a la influencia de la globalización.
En el Ecuador, las iglesias pentecostales nacen en el contexto marginal
y popular y por su disconformidad con el protestantismo clásico y
evangelical, toma características autóctonas para enraizarse en su
contexto: las grandes poblaciones de barrios y sectores populares y
marginales del país.
En su afán de ser diferentes decidieron retomar el principio de identidad de la primera Iglesia descrita en Hechos de los Apóstoles: identidad en Jesucristo, es decir, en permanecer unidos a él, lo cual se evidencia en su ferviente predicación, en las oraciones y en los testimonios. Los sermones atendían a necesidades de cómo mantener la esperanza en medio de las crisis familiares y laborales, mantener una vida
de santidad en medio de un mundo perdido es decir una ética fundamental para actuar; y la necesidad de la sanidad divina en medio de
una carencia física y emocional en todo aspecto.
El pentecostal ecuatoriano se preocupaba del aquí y ahora, de cómo
ser un testimonio viviente de Cristo en medio de su familia, su comunidad y su entorno, es por eso que enfatizaban la libertad en Cristo.
Hoy sin embargo, vemos cambios en el sermón, provenientes de una
globalización a quien Manuel García70 ha denominado la conversión
hacia una ideología totalizante, excluyente, vacía y de control. Es por
ese motivo necesario observar lo que ocurre: se ha adquirido una nueva visión del mundo y de un proyecto cultural, económico, de comunicación y social, ha crecido el deseo de pertenecer a una iglesia grande
que le dé visibilidad, seguridad y autoestima, lo que ha provocado una
gran movilidad entre los miembros de las iglesias.
Asimismo, en estos momentos vemos la aparición de una teología
pragmática y de éxito personal que desarrolla un liderazgo empresarial, gerencial y de poder. Hay muchos pentecostales que se han convertido en consumistas de una religión de mercado favorecida por los
70
García, Manuel citado por Aguirre, Carlos en Pentecostalismo en transición y globalización en Nicaragua, pp. 16-17.
151
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
medios de comunicación (especialmente el canal 70 de ENLACE en la
sierra ecuatoriana y 46 en la costa), a más de muchísimas radios que
llevaban este tipo de mensaje. Es interesante además, mirar cómo la
globalización encontró a un movimiento pentecostal que se estaba
acomodando a estructuras sociales, el rostro pentecostal cambió a
segundas y terceras generaciones con mejor estatus económico; y,
políticas, ya que muchos pentecostales sintieron la atracción del poder.
Por ese motivo, no supo cómo responder a los cambios que se produjeron, otro problema fue que las denominaciones más tradicionales no
tomaron una posición clara y firme ante estas enseñanzas, ya que algunos pastores y líderes vieron la oportunidad para salir de su estancamiento de crecimiento numérico.
Como consecuencia, los creyentes pentecostales ecuatorianos están
influenciados por una teología global basada en la idolatría del crecimiento y de la ambición personal originada por la teología de la prosperidad, sin dejar a un lado los nuevos modelos de iglecrecimiento
como el G-12.
De la esperanza en la "parussia" a una escatología presente.
El pentecostalismo ecuatoriano surgió como una respuesta a la aflicción y sufrimiento de la sociedad empobrecida por los gobiernos de
turno. Como dice Israel Batista71 fue "un movimiento del pueblo a la
iglesia, de la fe y del Espíritu, no una denominación, confesión o secta… que se preocupó de la transformación de las personas y del dinamismo de ser testigos”. Por ese motivo, ante un mundo opresivo y
discriminante, su escatología fue dirigida mayormente hacia el futuro.
Se enfatizaba mucho el retorno de Cristo y se anhelaba llegar a la ciudad celestial donde como decía un coro "Allí llanto no habrá ni tristeza ni dolor porque entonces Jesús el Rey del cielo para siempre será
consolador". Esto era lo que alentaba al movimiento pentecostal. Sin
embargo en la actualidad se nota una escatología dirigida hacia el pre71
Op. Cit, p. 9.
152
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
sente: "La riqueza y la buena vida aquí y ahora", esto se debe a la influencia de los tele-predicadores quienes se basan en la teología de la
prosperidad. La mayoría de estos predicadores tienen sus programas
de radio y televisión, escriben libros sobre el tema y atraen multitudes
hacia sus grandes iglesias, aunque en Ecuador no existe una megaiglesia como tal, el sueño de poseer una se hace presente en los pastores que predican esta teología.
Es lamentable observar que en muchas congregaciones se hace ostentación de la membresía que poseen, del dinero que manejan, de los
carros que adquieren, de la clase de personas que asisten a las mismas
y se olvidan lo más importante, la centralidad del evangelio de Cristo,
quien vino a dar buenas noticias a los pobres, a los necesitados, a dar
libertad a quienes estaban cautivos. Muchas iglesias grandes se han
olvidado de la labor social y prefieren apuntar a la participación política para adquirir además fama y poder como se notó en las últimas
elecciones. Para ellos la frase sería "mi reino es este mundo".
Ante esto no queda más que preguntarse, ¿los líderes actuales están
tan cómodos que ya no anhelan el regreso de Cristo?, ¿qué pasó con la
expectativa de su retorno mientras se buscaba una vida de santidad?,
¿es más fácil acomodarse al sistema, convertirse en empresarios del
evangelio que ya no desean ver a Jesucristo?
Del discurso religioso esperanzador a una teología de prosperidad
y guerra espiritual.
El discurso pentecostal en Ecuador se basó en la prédica de realizar
una misión que debía ser encarnada y comprometida, especialmente
en los sectores marginales, puesto que el Espíritu Santo escogió a los
desprotegidos, a los pobres y a los necesitados como la forma para
designar el lugar dónde él se asentaría. La acción estaría sintonizada
con las necesidades de la gente, ya que el bautismo de poder se manifestaba en el cumplimiento de la misión y en la santidad de vida. Esto
influyó en lo referente a la pastoral: había que tener la visión de la
iglesia del Pentecostés, ser y estar unánimes para así caminar en la
búsqueda de Dios.
153
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Los pastores enfatizaban el hecho de que se debía tener un compromiso de testimonio y estilo de vida, por lo que las vidas de los cristianos
pentecostales tenían que encaminarse con el Señor, evidenciando el
testimonio de ser llenos del Espíritu Santo: amor hacia el prójimo
mostrando solidaridad porque el Espíritu Santo está presente y testificando con la evidencia de los dones de sanidad y milagros. Esto se
debe destacar, puesto que los pastores y miembros estaban pendientes
de mostrar su relación hacia el prójimo dándole la seguridad que necesita en este mundo convulsionado, incentivando el perdón y amistad,
y promoviendo una confianza que muestre respeto y solidaridad para
la gloria y honra de Dios. La esperanza era un signo del reino en medio
de las más adversas circunstancias.
Sin embargo, los nuevos movimientos religiosos han cambiado esta
forma de pensamiento: se promueve el éxito económico como una
señal de bendición, específicamente entre los pertenecientes al modelo
apostólico; los pactos económicos como señal de compromiso con la
iglesia, el ingreso a la política como señal de visibilidad del cristianismo. Y para todo esto es necesario entrar en nuevas modas teológicas:
la guerra espiritual y la teología de la prosperidad.
Carlos Aguirre72 indica que “La guerra espiritual es una lucha contra
los espíritus territoriales que se apoderan de una ciudad, una comunidad, un territorio específico de extender los derechos del diablo a
gobernar sobre esos pueblos y lugares… Son luchas oportunas que
permiten a los creyentes a cancelar las elecciones hechas por sus padres y ancestros expulsando a los espíritus territoriales de los mismos”.
Debo indicar que los pentecostales siempre hemos creído en un mundo espiritual gobernado por el diablo y sus ángeles, pero nuestra confianza radicaba en que Cristo ya los había vencido en la cruz del calvario y tenemos todos la autoridad para echarlos y vencerlos también en
72
Op. Cit, p.112.
154
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
el nombre de Jesús ya que estamos revestidos con el poder de su sangre o vida.
Lo lamentable es que ahora, el que tiene la autoridad mayormente es el
líder, el que vendría a ser como el shaman de la tribu, de esta manera
se crea una dependencia espiritual de la membresía hacia los líderes
religiosos que ahora han cambiado de nombre (apóstoles, patriarcas y
arcángeles) que creen poseer la unción para proteger y defender las
iglesias y los territorios de espíritus del mal. Se fortalece un mercado
religioso que explota las experiencias emocionales, espirituales y económicas de personas necesitadas de Dios.
En cuanto a la teología de la prosperidad, se cree que sólo aquel que
posee bienes y éxito material es el bendecido por Dios y el que camina
en la verdadera fe; los pobres están bajo maldición. Desafortunadamente, esta teología sigue ganando adeptos. Kate Bowler 73 indica en
su libro: "Blessed: A history of the American Prosperity Gospel" que el
17% de los evangélicos en EE.UU. reconocen ser parte de este movimiento, mientras que dos tercios, el 66% de todos los evangélicos en el
mundo se encuentran en las iglesias que predican la "teología de la
prosperidad" aunque ni siquiera han oído hablar de ella. Y aunque los
educadores teológicos rechazan esta teología, la misma sigue desplazando a la predicación del mensaje fundamental del Evangelio: arrepentimiento y conversión, es decir, cambio en la manera de pensar y
vivir por la fe en Jesucristo.
En conclusión
El pentecostalismo ecuatoriano está sufriendo transformaciones profundas y no quiero ser pesimista ante el hecho. Nuevamente quiero
retomar algo de Justo González74 pues como historiador puede darnos
una luz sobre cómo ha funcionado la iglesia. Él piensa que es necesario
volver al catecumenismo, es decir, al discipulado.
73
74
Bowler, Kate en www. ProtestanteDigital.com
Op. Cit, p. 14.
155
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Las herejías ayudaron a formular el cuerpo de doctrina que ahora tenemos en el sentido que hicieron pensar a la iglesia sobre la necesidad
de trabajar el tema, y después de eso se instruyó a la iglesia sobre cómo actuar para re-enseñar lo que consideraba correcto.
Por otra parte, quiero recoger el análisis de Luis Orellana75 en su ensayo “El futuro del pentecostalismo en América Latina” quien indica que
el pentecostalismo tomará tres características: primera, el pentecostalismo institucionalizado, es decir iglesias burocratizadas en su conducción; segunda, el pentecostalismo popular, es decir iglesias autónomas y auto-sostenibles ubicadas en la periferia de las ciudades donde muchos de sus pastores son mujeres; y el tercera, el pentecostalismo ilustrado formado por pensadores críticos que han accedido a la
educación teológica.
Para Orellana, el pentecostalismo popular será una vertiente profética,
esperanzadora y de renovación para el pentecostalismo y el ilustrado
servirá para articular nuevas propuestas teológicas y nuevos paradigmas de misión
Aunque confieso mis dudas sobre la influencia de la tercera característica, porque las iglesias pocas veces escuchan a los teólogos, considero
que el campo educativo es el que nos dará la salida en medio de la crisis en la que nos encontramos.
Me parece que los pentecostales debemos ser más intencionales en
nuestra labor educativa, quizá no le hemos prestado suficiente atención a este aspecto en varias denominaciones, pero considero que ha
llegado el tiempo de regresar a nuestras raíces y discipular a los nuevos creyentes para que volvamos a ser esa comunidad de fe solidaria y
transformadora que se mueve por el Espíritu Santo. Ha llegado la hora
de dar respuesta a las inquietudes sociales, éticas y culturales de nuestro siglo.
75
Orellana, Luis. “El futuro del pentecostalismo en América Latina” en Voces del Pentecostalismo IV, pp. 141-156.
156
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Los pentecostales debemos enfatizar siempre en el valor universal e
integral del evangelio de Cristo y permitir que el Espíritu direccione a
la iglesia, tanto en el rescate de la dignidad humana para afirmar la
vida abundante y plena en Cristo; como en el cumplimiento de la misión de la misma. La motivación que debe conducirnos es a favor del
reino y no a favor de la fama, el poder y el reconocimiento.
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6. La Violencia Intrafamiliar. Desafío Urgente al
Pentecostalismo Profético
Senia Pilco76 (Ecuador)
INTRODUCCIÓN
La realidad de violencia en nuestra sociedad cada vez se recrudece
más. Esta violencia se expresa en varias formas y distintos ámbitos,
desde niveles violencia estructural hasta la violencia que está instalada en los espacios privados y cotidianos. Cada una de estas expresiones se sustenta en una supuesta autoridad o la legitimidad otorgada
por la misma sociedad a sectores determinados, frente a otros con
menores o ningún reconocimiento de derechos sus derechos ejercer
control poder sobre la otra y al otro sometidos a condiciones de desventaja y sumisión.
El ejercicio de este control se sostiene en la exigencia de supuestos
deberes y aceptación ciega de obediencia frente a la autoridad. Esto se
impone con violencia o en condiciones de manipulación de la voluntad, aún en contra de la voluntad personal y en desmedro de la propia
integridad física, psicológica, espiritual, entre otras, como son los casos violencia contra la mujer, como de abuso sexual en sus distintas
formas contra las niñas, niños, adolescentes y mujeres, en general.
Ejercicio de poder que se hace evidente en distintos ámbitos de la
sociedad, en mayor magnitud dentro del propio espacio privado, mayormente por personas conocidas y de confianza. Por personas de
quienes se espera respeto de la dignidad humana, así como la protección, defensa.
Se hace necesario identificar algunas de las bases culturales, que sustentan y naturalizan una violencia de género desarrollada en la socie76
Senia Pilco Tarira, Iglesia Asambleas de Dios. Licenciada en Ciencias Bíblicas, Universidad Bíblica Latinoamericana. Master en Docencia y Gerencia en Educación Superior, Universidad de Guayaquil. Ecuador.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
dad, las cuales sustentan situaciones. Estas permean todos ámbitos de
la vida cotidiana, ya que se transmiten a través de diferentes instituciones, como la familia, los sistemas de educación formal y no formal,
la iglesia, los medios de comunicación; en todos los espacios de socialización cultural.
Igualmente, nos compete revisar, como cristianas y cristianos, los elementos bíblico-teológicos que sean utilizados para sustentar y promover directa o indirectamente la violencia en sus distintas expresiones contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes en la familia evangélica. Para finalizar, como cristianos Pentecostales se podrá identificar algunos aportes bíblico-teológicos que desde nuestra tradición
pentecostal desafía a asumir un compromiso cristiano responsable
hacia la reducción y eliminación de la realidad de violencia contra
miembros de la familia que por relegados a una posición social subordinada en relación a los hombres. Por el contrario, desde el evangelio
del Reino de Dios y su justicia tienen una opción preferencial para la
construcción procesos de redención de sus vidas de manera integral y
se garantice los derechos humanos de las mujeres hacia el disfrute una
vida plena libre de violencia.
Por múltiples razones: sociales, culturales o religiosas. En la realidad
las mujeres hemos sido siempre víctimas de diversas discriminaciones
en la familia, iglesia y sociedad en general.
La violencia contra la mujer no se limita a los espacios familiares, sino
que permea todos los ámbitos de la vida, por tanto abarca toda una
gama de expresiones, incluidos el abuso sexual, físico o emocional por
la pareja; el abuso físico o sexual por familiares u otras personas; el
acoso y el abuso sexual por figuras de autoridad (como profesores,
funcionarios de policía, empleadores o líderes religiosos); el tráfico
para trabajos forzados o explotación sexual. En todos los ámbitos,
sean de carácter público y privado, de manera explícita o implícita
existe discriminación y relaciones de poder entre géneros, construidos
como -lo masculino- y -lo femenino-.
160
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Los hombres a título personal ejercen violencia contra las mujeres
conocidas para beneficio propio o grupal. Este tipo de violencia también puede ser ejercido por instituciones que en su discurso, normas y
prácticas ejecutan los mandatos estructurales de dominio y control
sobre las mujeres. En este sentido, se hace necesario identificar la violencia contra las mujeres en los ámbitos: familiares, laborales, políticos, comunitarios, eclesiásticos, y en todos aquellos en los que se manifieste.
Al hablar de violencia intrafamiliar, se indica un ámbito en el que se
ejerce la violencia contra la mujer, desde esas relaciones asimétricas de
poder entre los géneros. De hecho, en el seno familiar se producen
diferentes tipos de violencia, cada uno con sus propis causas –Es decir, sus propios desbalances de poder y sus propis dinámicas: violencia
contra las mujeres, violencia contra niños, niñas y adolescentes, violencia contra personas adultas mayores, violencia contra las personas
con las personas con discapacidad o contra personas enfermas. La
Organización Panamericana de la Salud, ha cambiado actualmente el
empleo del término “violencia intrafamiliar”, puesto que esta definición situaba a la mujer en un contexto desigual, relacionado con el
género, como actos que las mujeres enfrentan a causa de su posición
social subordinada en relación a los hombres.
En esta propuesta se parte del concepto de violencia contra las mujeres en la pareja, como esa forma particular de violencia que se dirige
expresamente en contra de las mujeres, en tanto su condición de haber nacido mujer. Las relaciones sociales de poder han estructurado
relaciones desiguales, jerárquicas desde un orden patriarcal en el que
los hombres y lo simbólicamente masculino les otorgan los espacios
superiores y privilegiados por el hecho de haber nacido varones. Esta
organización social injusta ha generado esta violencia, además de causarla, la anima, la tolera, la disculpa, la invisibiliza y la justifica, como
si este orden y sus consecuencias responden a un orden natural y divino
.
De esta forma se entiende que la violencia contra las mujeres no es
otra cosa que el control que los hombres ejercen, en función de ese
161
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
orden patriarcal, cobre las mujeres, sus vidas, sus cuerpos, sus tiempos, sus decisiones, sus ministerios, con el propósito de mantenerlas
en un lugar inferior socialmente asignado en todos los ámbitos de la
vida. Esta violencia que se impone a ellas de manera directa y cotidiana en la familia, a través del grito, la bofetada, el puñetazo, el insulto,
la humillación son recursos que se usa para ejercer ese control y mantener ese control y mantener la subordinación.
Violencia de género
Se hace necesario conocer la comprensión de la violencia de género en
relación a la violencia contra las mujeres para visibilizar mejor las
posibilidades de incidir en él para su erradicación.
Los seres humanos nacemos biológicamente como mujeres y varones,
en el desarrollo de la vida la sociedad va asignando funciones, roles,
espacios, actitudes, sentimientos, profesiones, entre otros diferenciados según su sexo. Esto es lo que se denomina género que es la construcción social de los sexos. Es decir, el ser mujer debe asumir la asignación dada al género femenino, así como al varón se le asigna lo correspondiente al género masculino. Lo cual califica como seres en condiciones de desigualdad a mujeres y varones, asignándoles un género
distinto.
En los años 70s, el término Género se incorporó como una categoría de
análisis para entender y cuestionar la construcción social del patriarcado, con la cual se pudo en evidencia la construcción social del patriarcado, mostrándola como una estructura que organiza jerárquicamente la sociedad, negándole un carácter biológico a la desigualdad
basada en la diferencia sexual. En este sentido, hacer análisis de género señala las relaciones desiguales asignadas a mujeres y varones. Así,
denuncia las jerarquías sociales asimétricas en juego entre ellos. Antes
solo reconocidos como diferencias propias de su género y como una
forma de expresión de du diversidad.
Por lo que se considera adoptarse el término de “Violencia Basada en Genero”
(VBG) puesto que este término incluye toda la gama de actos que frecuentemente
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
sufren las mujeres y las niñas en relación a sus parejas y familiares como por individuos ajenos a ellas.
Según un estudio realizado en todo el mundo, y publicado en 1999 por
(Heise Ellsberg y Gottemoeller) la gran mayoría de los actos de violencia basada en género, tiene como autores a los hombres, y su mayor
riesgo está en hombres cercanos, es decir conocidos por la mujer violentada. Los resultados de las encuestas aplicadas apuntan a una manifestación clara de que la violencia, es violencia en cualquier expresión que se presente, sea esta desde negar un derecho de manutención,
provocar agresión física, verbal, sexual.
Violencia contra las mujeres
La violencia contra la mujer ha sido transmitida, a través de la cultura
y asumida como parte de las relaciones familiares. Pues a lo largo de la
historia, se ha ejercido violencia contra sus miembros, de manera especial hacia las mujeres, los niños, niñas y adolescentes. Este es uno de
los problemas más dolorosos y complejos con los que la sociedad ha
coexistido, la cual afecta a la sociedad en su conjunto.
La cruel realidad que sufren las mujeres a diario en todas las esferas
del mundo han llevado a las diferentes distintas instituciones internacionales a ofrecer herramientas de protección de las mujeres, como se
la Convención Interamericana para Prevenir, sancionar, y erradicar la
Violencia contra la mujer (Convención de Belém do Para) que señala
la violencia contra las mujeres como una forma específica, producto de
las relaciones de poder históricamente desiguales y hombres y la define como: cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte,
daño o sufrimiento físico sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público
como en el privado. (OEA 1995, Art. 1).
En este proceso de búsqueda de protección de las mujeres en situaciones de violencia se ha creado un día específico para recordar y promover la reducción de la violencia contra la mujer, así se declara el Día
Internacional de la No Violencia contra la Mujer, destinado el día 25
de Noviembre desde 1985. Fecha que puede ser considerada en nues-
163
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tras iglesias para promover la conciencia y la acción a favor de las mujeres de nuestras propias iglesias y la comunidad en general. Las respuestas de los Estados a las realidades de violencia contra la mujer ha
sido la creación de leyes y normas especiales, en particular sobre violencia en la familia o violencia doméstica.
Se puede intuir que la violencia al interior dentro de la familia se encuentra naturalizada, de manera tal que las personas involucradas,
tanto quienes la reciben como quienes la ejercen no llegan a identificarla como tal. Por otra parte, está la participación cómplice por parte
de la comunidad, ya que entiende la familia como una entidad privada
sobre la cual no debe intervenir, aunque en el fondo le preocupa el
maltrato que se desarrolla al interior de la misma, pero se abstiene por
miedo a la represalia. Al fin y al cabo, sus vecinos, amigos y familiares
tampoco intervienen en sus en sus momentos de violencia en su propia familia.
De igual manera, las instituciones de educación hacen énfasis en el
sentido de la obediencia/ castigo, que terminan internalizando y aceptando que este es un medio normal dentro del proceso de educación.
Por ejemplo, así se justifica que si la esposa no sabe cocinar o hacer
alguna tarea del hogar, entonces el esposo puede golpearlas para castigarlas. Igualmente, en l caso de los niños. Así se perpetúa, se produce
y se reproduce la violencia en la familia.
Por otra parte, existen dinámicas sociales que acrecientan los desbalances de poder en contra de las mujeres: la impunidad, la revictimización, el despojo material y la depredación simbólica. La impunidad
por la protección a los agresores, lo cual convierte en cómplice a quienes por acción u omisión, privilegian la defensa de los agresores por su
estatus social o espacio de poder asignado por su género, colocando en
mayor desventaja a las mujeres.
La revictimización en prácticas y manifestaciones tanto en discursos y
espacios diversos, tienen como objetivo mantenerlas en el papel de
víctimas desamparadas e impotentes para cambiar su situación; el
despojo material de las pertenencia de las mujeres, limitando el ejerci-
164
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
cio pleno de la libertad y la autonomía, imponiendo la autoridad masculina a cambio de garantizar su subsistencia y la de sus hijos, ante lo
cual debe ser sumido por la mujer. La devastación simbólica presente
en los imaginarios y voluntades ajenas en las que se construyen bromas, chistes sexistas, como las imágenes asignadas que promueven
prejuicios y descalificaciones por el hecho de ser mujer.
El proceso continuo de esta disputa de los varones por mantener el
control y el poder frente las mujeres; mientras tanto las mujeres buscan mantenerse con actitud de sobreviven en este por sus hijos de
manera particular.
Los altos índices de las muertes violentas de mujeres en manos de sus
parejas, ex parejas, novios, amigos dentro de un proceso continuo de
violencia que la lleva a vivir en constante riesgo de muerte por su condición de subordinación y discriminación dentro del orden patriarcal
en el que se cimienta las sociedades. Estos procesos de aumento progresivos de la violencia se lo ha definido como femicidio, tipificado
como un delito autónomo, ya que corresponden a un homicidio sistemáticamente concebido, planificado y ejecutado, dentro de un proceso
constante dentro de las relaciones de desiguales, en las que quien ejerce el dominio se encarga de expresarlo, sostenerlo e imponerlo hasta
llegar al extremo de decidir matar. La tipificación de este delito pone
en evidencia la muerte de las mujeres en mano de sus parejas, solo por
el hecho de ser mujer. El mismo que siempre fue tolerado, como un
incidente que ocurre normalmente por parejas que no se entienden lo
suficiente.
Sin embargo, el silencio cotidiano de las víctimas ante el temor de ser
estigmatizada y el silencio social se convierten uno de los cómplices
más mortales, que permite y avala el maltrato.
Violencia contra la mujer en la región
Dos de cada tres mujeres ha sufrido de violencia en el mundo en algún
momento de su vida. En Centroamérica, dos mujeres de cada tres asesinadas, lo han sido por el simple hecho de ser mujeres. Alta inciden-
165
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
cia e impunidad son dos de las características que predominan en la
violencia contra las mujeres. Como afirma Ban Ki Moon, Secretario
General de las Naciones Unidas, los niveles de prevalencia de la violencia
contra las mujeres son tan elevados que es uno de los derechos humanos más violentados en el mundo.
"Hasta el 70% de las mujeres sufren violencia física o sexual en
algún momento de sus vidas y un porcentaje que se sitúa en
una cuarta parte en lo que respecta a las mujeres embarazadas", destacó el Secretario General en su Mensaje del 25 de
noviembre. "Millones de mujeres y niñas de todo el mundo son
atacadas, golpeadas, violadas, mutiladas e incluso asesinadas
en lo que supone una violación horrorosa de sus derechos humanos", añadió.
América Latina y el Caribe no se escapan a esta triste realidad. Un
estudio por publicarse de la Organización Panamericana de la Salud
sobre la situación de la violencia contra las mujeres en 12 países de
América Latina y el Caribe muestra que entre un 13% en Haiti hasta más de la mitad de las mujeres en Bolivia han experimentado violencia física a lo largo de su vida.
Por ejemplo, en Ecuador varias investigaciones realizadas confirman
que, 8 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia, durante
alguna etapa de su vida; y que, por otro lado, el 90 por ciento de las
denuncias presentadas por mujeres víctimas de violencia intrafamiliar
son por violencia en la relación de pareja o por parte de sus parejas,
constituyéndose en una de las manifestaciones más visibles de la violencia de género.
Se ha afirmado que la violencia contra la mujer es la expresión más
dramática de la desigualdad; la diferencia entre este tipo de violencia y
las otras formas de agresión que se manifiestan en las sociedades como
producto de la dominación que ciertos sectores o grupos ejercen sobre
otros, es que en la violencia contra la mujer, el riesgo o la vulnerabilidad están dados por la sola condición de tal.
166
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La violencia doméstica pone en tela de juicio a la familia, como institución social que proporciona seguridad, protección y afecto, ya que la
familia se estructura a partir de fuertes lazos de dominación y de notables desigualdades en las relaciones de poder que afectan a las mujeres; el rol que se les asigna en la vida conyugal supone sumisión, dependencia y la aceptación de la autoridad indiscutible del hombre y de
un conjunto de normas y conductas que limitan su desarrollo. Por ello,
la violencia dentro del hogar se utiliza como un instrumento de poder.
Se ha generado la división sexual del trabajo y, por otra, aspectos ideológico-culturales adquiridos en el proceso de socialización diferencial
y en el aprendizaje cotidiano de roles y atributos que se otorgan a
varones y mujeres y que, una vez asimilados en sus identidades, crean
condiciones que contribuyen a la violencia. Los roles y características
asignados culturalmente a las mujeres restringen sus opciones y su
autonomía y responden a una violencia represiva y simbólica que se
expresa en las limitaciones que se les imponen para acceder al trabajo,
la participación social, los procesos de adopción de decisiones y al
poder en todos sus niveles; esto constituye lo que se conoce como
"violencia invisible", en la que se inscriben las situaciones objetivas de
agresiones ya sean físicas, psíquicas o sexuales, directas o indirectas.
Asimismo, el costo social de la violencia de género incluye la inacción
de la sociedad, que no toma medidas para defender los derechos humanos de las mujeres y, por lo tanto, ignora lo que sucede cotidianamente y niega la discusión pública de estos delitos, su significación
política y su reparación social. La violencia de género es una conducta
que ha sido asimilada a una forma de relación conyugal y que, debido
al prejuicio que lleva a no inmiscuirse en la privacidad de la vida matrimonial y familiar, ha sido silenciada tanto por la sociedad como por
las propias víctimas.
Sin embargo, la denuncia por parte de las mujeres a las agresiones y
maltratos en el hogar es un fenómeno nuevo que obedece, por una
parte, a la creación de instituciones en las que pueden solicitar ayuda
policial y legal y, por otra, a la mayor conciencia de las mujeres de sus
derechos como personas y ciudadanas, gracias a la evolución doctrina-
167
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ria y jurídica de tales derechos y a las tendencias contemporáneas que
en este campo se han desarrollado.
Si bien es cierto, históricamente, esto se había entendido como violencia doméstica había permanecido encerrada en los límites del hogar,
desde hace 10 años, como consecuencia de las demandas del movimiento de mujeres, con la creación y funcionamiento de las Comisarías de la Mujer y la Familia y posteriormente con la promulgación de
la Ley contra la Violencia a la Mujer y la Familia, en el Ecuador este
problema ha dejado de ser privado para ser considerado y tratado
como un problema social y, aún más, como un problema de salud pública, como en efecto fue declarado en el año 1998.
En la actualidad, se promovió la inclusión del feminicidio, como un
delito autónomo – muerte de una persona por el hecho de ser mujer-,
en el nuevo código penal. En el Ecuador, los casos de muerte de las
mujeres cada vez son con mayor saña, como la muerte de una mujer
junto a sus cinco hijos, una vez que él incendió su casa, ante el rechazo
de ella para no volver como pareja; muertes de mujeres a martillazos.
En todos los países, leemos y vemos en los medios de comunicación las
noticias sobre la muerte de mujeres, violaciones, raptos de mujeres,
todos los días por parte de sus propios maridos, novios, amantes, etc.
La violencia doméstica es muy alta en América Latina.
Dentro de un estudio sobre el feminicidio íntimo realizado por Patricia Reyes Peña, denominado “Las Rutas de la Impunidad”, se señala
que: “el feminicidio se refiere a homicidios de mujeres por el hecho de
ser mujer. El asesinato de mujeres por hombres motivado por el odio,
desprecio, placer o sentido de posesión hacia la mujer”. En el mismo
informe se determina que estos delitos en su mayoría se dan de manera planificada, premeditada, con crueldad y ensañamiento.
APORTES DE LA FORMACIÓN DE LA IGLESIA EN LA VIDA
DE LAS FAMILIA
Las consecuencias de la violencia contra la mujer parecen escondidas
en el ámbito privado, entre las cuatro paredes de la casa, camufladas
168
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
en las sonrisas de las mujeres en los espacios públicos, en los cantos
alegres y vivaces que se proponen en las iglesias evangélicas, en general y en las iglesias pentecostales en particular.
La formación cristiana en nuestras iglesias no ha sumido esta realidad
de violencia, por el contrario los contenidos lejos de buscar identificar
y señalar los actos de injusticia que se comenten contra las mujeres,
sostiene el sistema cultural que discrimina a la mujer, señalando que la
superioridad del varón está dada desde la creación, en la afirmación
del Orden natural, en el que el varón fue creado primero, lo cual le da
importancia y privilegios sobre la mujer, quien fue creada en un segundo momento. Por lo tanto, el varón es “la cabeza de la casa y el jefe
de la familia”. Estatus que le da toda la autoridad sobre su pareja dentro la casa. Por su parte, el esposo demanda atención y servicios en
una relación de patrono empleada, pero sin reconocimiento económico, ni seguridad social. Mientras que ella debe respeto, obediencia,
solicitud de permisos- Ella es considerada una eterna infante que debe
ser controlada.
Se ha sobredimensionado una cultura de obediencia a la autoridad,
que se convierte casi divina, por lo tanto, se da casi de manera automática, bajo construcción de relaciones parentales asimétricas, en el ámbito de la familia: adulto – infante; varón – mujer; esposo – esposa.
Aún en la iglesia, las mujeres están confinadas a reproducir los mismos
papeles domésticos que ellas asumen en sus casas.
¿Cómo se refleja en la iglesia?
Se hacen afirmaciones bajo las mismas concepciones de discriminación hacia la mujer, bajo interpretaciones bíblicas que reflejan la reproducción cultural que se hace dentro de la iglesia.




“La mujer indujo al hombre a pecar…”
“La mujer debe soportar al esposo, ella debe dar buen testimonio para que
él cambie
“El hombre es la cabeza del hogar. La mujer debe ser sumisa
al esposo”.
169
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA

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

“La mujer es solo la ayuda idónea del hombre»
“La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo…“
“La mujer no debe ejercer liderazgo en la iglesia”.
«La mujer debe permanecer callada».
«Los hombres son los elegidos por Dios a los ministerios».
Los cristianos y cristianas, después de más de 20 siglos, seguimos leyendo el texto bíblico. Necesitamos adentrarnos a la relación Mujer, fe
y Biblia, porque al hablar de mujeres resulta ineludible acercarse a la
temática religiosa. No porque la religiosidad sea monopolio de las
mujeres, sino porque muchas veces se utilizan argumentos religiosos
para mantener a las mujeres alejadas de una vida plena y digna. La vida
que Dios anhela para cada ser humano: mujeres y varones.
Como hemos visto, se utiliza la Biblia, testimonio de la voluntad de
Dios, para reafirmar mitos de la masculinidad o del machismo, en el
que se atribuye la inteligencia, la fuerza, la autoridad, la dominación y
otros), así como de la feminidad (la mujer es débil, puro corazón,
otros) y estereotipos que discriminan, relegan y aún discriminan a las
mujeres. Es decir, la enseñanza bíblica, de manera consciente o inconsciente apoya ese sistema de desigualdades, exclusiones para las
mujeres y privilegios para varones. Estas enseñanzas se convierten en
mitos y estereotipos religiosos, ya que se imponen como algo real,
como si fueran propios de la naturaleza y determinaciones divinas.
Cuando alguien los cuestiona, se tilda de “haber perdido la fe”, de “no
tener temor a Dios”. Así se inculca a las mujeres actitudes y conductas
que limitan su acción, a la vez condicionan su capacidad y lastiman su
autoestima.
Esto ha reafirmado las relaciones injustas entre varones y mujeres,
hasta el grado de legitimar, y en muchos casos, promover la violencia
contra la mujer en la pareja, relaciones desiguales e inequitativa en la
familia, entre colegas y compañeros, al otorgar privilegios a los varones en el uso y abuso del poder. Unos de los argumentos tomados de
fundamentos de la “natural” inferioridad de la mujer, por ser “segunda” criatura humana, según uno de los relatos de la creación (Génesis
170
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
2). Otro argumento, es el presentado como “la culpable” del inicio de
la desobediencia a Dios y la maldición al género humano (Génesis 3).
Frente a estas afirmaciones, necesitamos conocer el contexto de los
textos bíblicos, para poder entender los propósitos reales y desmantelar los entretejidos que sustentan las ideologías androcéntrica y patriarcales de la superioridad del varón sobre la mujer, vigente en nuestra sociedad actual. Posiblemente, muchas mujeres en nuestras comunidades pueden haberse preguntado:



¿El orden divino establecido me coloca, como mujer en un segundo plano y
me discrimina en varios espacios?
¿Nada puede cambiar?
¿Esta es la voluntad de Dios?
Generalmente, las respuestas que se dan a éstas y otras muchas inquietudes, se repiten en frases religiosas ya conocidas, aprendidas,
aceptadas y hasta asumidas sin razonamiento, como si fuera la única
verdad: Sí, ese es el orden divino, por qué las mujeres quieren cambiar
este orden; Así fue establecido por Dios mismo. Lamentablemente,
desde la enseñanza bíblica se apoya ese sistema de desigualdades,
injusticia, exclusiones para las mujeres y privilegios para varones. Así
se inculca a las mujeres actitudes y conductas que limitan su acción,
en el ámbito de la familia, la iglesia y la comunidad. A la vez, esto condiciona sus capacidades como personas y lastiman su autoestima. En
este sentido, este tipo de capacitación ha servido para la promoción de
la Violencia intrafamiliar, de manera especial de los varones contra la
mujer. De manera consciente o inconsciente con la autorización y aval
de las autoridades eclesiales que lejos de percatarse de las realidades
cotidianas que las mujeres padecen, como todo tipo de violencias en
sus hogares: violencia psicológica, física, sexual, económica, así como
distintas formas de maltrato identificadas en el ámbito familiar.
¿Cómo se tratan los temas de abuso sexual y la violencia intrafamiliar?
Posiblemente, algunas personas cristinas en nuestras iglesias podríamos pensar que estos no son temas de gran importancia para la pasto-
171
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ral. Puesto que estas realidades corresponden al ámbito privado, circunstancias que vienen sectores de la población que no tienen un lugar de importancia en la sociedad y en la iglesia. Para poder identificar
la posición de Dios frente a las situaciones de poder y abuso, necesitamos recurrir al testimonio Bíblico de Dios que se hace presente en la
historia del pueblo de Israel. Testimonio en el cual están presentes
situaciones abuso sexual, violaciones, incesto, sin embargo aún en
nuestras iglesias no las hemos abordado de manera seria y profesional
desde la fe en el Dios de la justicia, quien está a favor de las y los vulnerables y en desprotegidos por la sociedad.
Sin embargo, nos preguntamos si conocemos las realidades concretas
de las familias y las mujeres que asisten a nuestras iglesias. O, las seguimos viendo como la masa, sin llegar a interesarnos por las personas
de manera particular y especial. Por el contrario, muchas veces se privilegia el testimonio del agresor, mientras que a las mujeres se las confina al silencio para no denunciar lo que ocurre dentro de su casa, pues
nadie la va a comprender.
Al final de todo, “hay que dejárselo a Dios”, “Nosotros no somos quién para
juzgar”. “Usted debe perdonarlo y darle una oportunidad”; “Dios va a tocar su
corazón”. Expresiones típicas que refleja indiferencia ante el malestar
del otro u otra, provocado por la violencia y abuso, restándole la oportunidad de crecer y continuar con su vida de manera libre y saludable,
pues una persona abusada o violentada queda expuesta “al qué dirán”,
inseguridad de su propia comunidad.
Las mujeres de las iglesias que buscan ayuda a las realidades de violencia que ellas viven van con mucho temor y temblor. Pues sienten
que estás faltando a su voto matrimonial al poner al descubierto la
realidad, aunque sabe que ésta le afecta negativa en gran manera. Su
temor es casi como si estuviera cometiendo una herejía. Por otro lado,
el miedo o pánico a lo que le pueda hacer el esposo en represalia a su
denuncia. Pues la mujer ha sido confinada al silencio. La presión psicológica es tal, además de la presión de la violencia física que le espera.
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La Violencia en la Biblia
Los temas de abuso sexual y violencia intrafamiliar no son ajenos al
contexto bíblico, sin embargo parece ser muy poco abordados en la
formación para la prevención de la perpetuación de estas realidades.
Una demanda permanente del ser y hacer misión de la Iglesia evangélica. A pesar de su alta incidencia, camuflada de silencio en las familias
cristianas e impunidad desde el liderazgos eclesiales.
La Biblia expone historias de violencia y abuso contra la mujer en
diversos contextos, sean estos desde situaciones de guerra, por la conquistas de ciudades y pueblos, situaciones de índole político, casi en
todas ellas el panorama está en círculos familiares y personales, como
la violación de Dina (Gén 38); la violación a Tamar por parte de su
medio hermano Amnón (2Sam 13. 1-22), la cual queda en la impunidad, bajo la protección del poder patriarcal y desvalorización de la
dignidad de la víctima. Jueces 19. 1-30 (20. 1-10), la historia del sacerdote y su concubina.
La lectura bíblica a estas diversas historias de violencia y abuso por lo
general han sido lecturas superficiales y poco contextualizadas a las
realidades de nuestros tiempos, es más pareciera que hasta se las evade y subestima a la hora de la liturgia cultual, dándose mayor énfasis a
temas contemporáneos propios del mercado homilético actual, una
consejería que termina desplazando la responsabilidad que el afectado
tiene sobre sí. En lugar de como afirmar el derecho a la justicia, se
apela a un claro y bien acentuado énfasis de superación personal. En
fin, hay de todos los motivos, pero a la hora de aclarar y determinar
una lectura bíblica con una perspectiva inclusiva, equitativa y de proclamación de justicia, ante estos temas, el silencio de los abusadas y
violentadas.
Uno de los elementos a tomar en cuenta es la consideración que los
textos bíblicos fueron creados en contextos culturales patriarcales,
androcéntricos y con prácticas machistas. Es decir, en los que se privilegiaron la vida de los hombres, en contextos de gran discriminación
hacia la mujer.
173
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Sin embargo, allí está presente la voz de Dios para recordar al pueblo
su opción preferencial por quienes están en condiciones de desventaja,
opresión, discriminación en ámbitos sociales, económicos, políticos,
culturales y religiosos.
Los textos paulinos han sido mayormente utilizados para sustentar la
marginalización de la mujer en la vida de la iglesia, la familia y la sociedad. Por su puesto, un Pablo a quien le asignaron las propias convicciones culturales de la sociedad. Con textos sacados con pinzas
fuer a de su propio contexto que lo presentan como un ministerio
misógino, sobre todo en cuanto a la sumisión de las mujeres a la autoridad del esposo, sin entender los Códigos domésticos propios de la
cultura greco-romano para mantener el control de la sociedad.
Esto sobre todo, correspondientes a los últimos años del siglo I, como
los textos en Efesios, Colosenses, Timoteo, los cuales reflejan una postura distinta a la de Pablo entre las primeras comunidades misioneras.
Tendríamos que tener una jornada para el estudio de cada uno de estos textos para identificar una hermenéutica liberadora de estos textos, de manera especial la liberación de las mujeres frente a la dominación del patriarcado y sumisión ante el androcentrismo que se hace
más fuerte en los sectores marginalizados, situaciones de pobreza y
marginalidad social recrudecen las situaciones de violencia y sufrimiento de las mujeres en sus propias casas, así como en los espacios
domésticos.
LA MUJER SE PREGUNTÓ AYER - NOS PREGUNTAMOS HOY:
¿Esta es la voluntad de Dios que para las mujeres?
¿Dios ve a la mujer como inferior, creyente de segunda clase, discriminadas y violentadas por el varón?
¿En realidad los textos bíblicos enseñan esto?
174
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Aportes bíblicos que afirman la igualdad de mujeres y varones en
la creación (Gén 1.27)
Estos aportes no corresponden únicamente a la vida de las familias de
la iglesia pentecostal. Estos son aportes valederos para la iglesia cristiana en todas sus expresiones. Sin embargo, se debe resaltar que en
este contexto de búsqueda por encontrar el mensaje liberador del
evangélico, las mujeres líderes pentecostales han encontrado en la
Biblia nuevos aportes en las que descubre que la formación de la iglesia: “La iglesia me ha defraudado, me ha estafado y engañado. A su vez,
yo tuve que reproducir ese mismo mensaje tuve que reproducirlo con
las iglesias”. Esta afirmación expresa un desazón de la formación de
los contenidos de la iglesia.
Desde la creación están presentes los verdaderos deseos de Dios para
su creación. Está presente en Gn 1.27.
27
Y creó Dios al hombre a su imagen, (humanidad)
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó.
La palabra Adam, viene de adamáh (tierra), que ha sido traducido con
la designación ‘hombre’ como genérico para ‘seres humanos’, que incluye tanto al varón como a la mujer. Este texto expresa claramente el
origen de una pareja de iguales, mujeres y varones creados de la misma
naturaleza de Dios, por lo tanto con las mimas capacidades, destrezas,
habilidades, potencialidades en igualdad de condiciones. Este no
muestra ningún signo de desigualdad entre ellos. Igualmente, les es
delegada a ambos la administración de toda la creación.
Sin embargo, este texto se lo ensombrece frente a Gn 2. 18, 21-23, desde una interpretación que busca sustentar la ideología de superioridad
del varón.
18
Después dijo Jehová Dios:
«No es bueno que el hombre esté solo: le haré ayuda idónea para él.»
175
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
21
Entonces Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán y, mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.
Este ser inicialmente creado, necesitaba de su par-su igual. En el texto
original hebreo de la traducción de costilla es tzela”, que de costilla en
el lenguaje bíblico. La traducción correcta es “costado”, o “pared lateral”. Es decir, tomó todo el costado del ser creado Adam, no sólo un
hueso. Implica una igualdad con el todo, una pared portante. A una “tzela”
corresponde a “otra tzela igual”. Esto indudablemente es de la misma
manera que en un edificio a cada pared lateral, en el lado opuesto.
Ciertamente una persona puede vivir sin una o dos costillas, pero no
sin la mitad de su cuerpo. Es decir, Adam – ser humano - en las entidades mujer –ishah- y varón -ish- en una unidad plena.
Luego:
22
De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer,
y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán:
«¡Ésta sí que es hueso de mis huesos
y carne de mi carne!
Será llamada “Mujer”,
porque del hombre fue tomada.» (Versión Reina –Valera).
Es importante señalar la alegría expresada por parte de Adán –ish- al
reconocer su igual. Tuvo una actitud de acogida, que lo lleva a reconocerse a sí mismo en el encuentro empático con ishah. Este encuentro
para nada fue displicente para con ella, más expresa la identidad que
cada uno tendrá dentro de esa unidad.
Una interpretación sesgada de los fundamentos cristianos
El cristianismo, desde sus orígenes, es portador de una semilla de
transformación por una vida abundante y crítico de las estructuras
sociales que marginaban a las mujeres y a todos los discriminados de
la época. La práctica de Jesús se refleja en el credo bautismal de Gálatas que afirma la inclusión de los y las creyentes al Cuerpo de Cristo
176
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
en igualdad de condiciones, expresadas usada en la iglesia primitiva y
por Pablo:
“… En Cristo ya no hay... ni varón ni mujer (cf. Gál 3,28)”
Esta última noticia, la de la igual dignidad del varón y la mujer en
Cristo, pertenece a la entraña del reino prometido por Dios. Si la teología feminista la recuerda, la relata y la práctica en solidaridad ¿no
será una profecía de esperanza para toda la humanidad? Se anuncia
una esperanza para toda la humanidad.
Este debe ser un desafío para la iglesia de hoy y para nosotras como
mujeres: Asumir este mensaje, como verdadero y hacerlo carne en
nuestras mentes, en nuestro corazón y en nuestra vida misma.
Las reflexiones y propuestas teológicas desde las mujeres
Las mujeres descubren que los textos bíblicos y las reflexiones teológicas han servido para justificar los modelos. Al contrario, ellos son
utilizados para justificar la ideología machista, de dominio y exclusión
hacia las mujeres. Las herramientas y aportes en las que se apoya es
mantenerse en una vida de oración para la liberación y la esperanza de
cambio de las realidades desde el compartir solidario en la búsqueda y
encuentro con el verdadero Dios amoroso.
El trabajo con las mujeres y niñas/os violentados
Hay muchas formas de hacer violencia que las mismas mujeres no lo
dicen como tal. Como a veces el tenerles limitadas económicamente,
apartarles de sus familias, esposos controladores. Eso puede ser una
forma de violencia, pero la mujer no lo ve de esa manera.
Es exactamente lo que pasa en la mayoría de los casos que llegan a
consejería y esto se debe a la tendencia de que el agresor, no asume el
problema desde su realidad propia, que necesita de justicia para sí
mismo y para sus actos.
177
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Al partir de una perspectiva bíblica sobre la Violencia Intrafamiliar,
tenemos que considerar una premisa clave e importante, la violencia
es un patrón aprendido y no desaparece de la noche a la mañana. Es
más una violencia genera otra violencia hasta lograr una cadena de
desencadenantes conflictivos en el plano personal, familiar, comunitario y hasta por que no afirmar, mundial.
Tenemos que valorar el tema de la violencia Intrafamiliar desde las
áreas de desarrollo del ser, es decir desde el área Psicológica, Espiritual, Social, Físico. Un acto de violencia, vulnerabiliza, mata y extingue el saludable desarrollo del ser en estas cuatro facetas.
Muchas veces el tratamiento pastoral se ha dado induciendo a la víctima a resignarse al perdón, la reconciliación. Sin mayor responsabilidad al agresor.
En el caso de las esposas, aplicando el texto de “Las mujeres deben
estar sujetas a sus esposos, como al Señor”. Se ha mantenido a las mujeres en el silencio y sufrimiento. Mientras tanto, no se ha trabajado
con el esposo las instrucciones que allí se describen para el esposo, en
las que existen demandas concretas de amar a la esposa hasta el sacrificio de cruz, el de dar su vida por ella.
Por supuesto, esto refleja las propias situaciones de violencia contra la
mujer que se sucedían en las comunidades de fe de finales del siglo I.
¿Qué desafíos presentan las realidades de violencia a nuestras iglesias pentecostales para gestar nuevas relaciones
dentro de la familia?
El pentecostalismo genera transformación de las vidas. Un cambio de
vida –muere al mundo; -“muere a los deseos de la carne”-; “se aleja del
mundo”- ; debe apartarse de sus antiguas amistades, familiares que
representen tentación para la protección del mundo externo. Se convierte en una evasión constante del mundo. Sin embargo, redefinición
de la masculinidad.
178
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La justicia como propuesta Bíblica al tema de abuso y
Violencia Ser y hacer Justicia desde la propuesta Bíblica.
Ya se te ha declarado lo que es bueno, ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
Practicar la justicia, Amar la misericordia
Y humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6:8)
Tal es la importancia que Dios da a la palabra Justicia, que en la biblia
aparece con gran frecuencia por cerca de 800 veces escrita, dejando
resaltado el atributo de Dios que mantiene lo que es coherente con su
propio Carácter, demostrando el valor e importancia que tiene el mensaje bíblico del evangelio para toda la humanidad a través de los tiempos.
Entonces desde la propuesta bíblica, es necesario incluir en la agenda
misiono lógica de la iglesia, el tema de la Justicia desde un rol de promoción y denuncia contra toda clase de abuso sexual y violencia intrafamiliar.
Sentido de justicia para con el otro.
La denuncia permite que la justicia proteja al niño, niña o adolescente,
aislando al agresor y reduciendo las posibilidades de que el abuso
pueda repetirse.
Es un deber social porque evita que el agresor pueda abusar de otros
niños y niñas. Todos, victimas, familiares, profesionales o no, tenemos
el deber moral y legal de denunciar los casos conocidos.
El proceso judicial suele forzar al agresor a seguir un tratamiento terapéutico, él tiene la posibilidad de reconocer su necesidad de cambiar. El tema de la justica tanto para el abusador y el que ha sido abusado. Dios ama la justica y aquellos que son abusados necesitan que se
les haga justicia. Y aquellos que son abusadores también requieren que
la justicia se les aplique, pero más allá del abusado y del abusador,
también hay que considerar el aspecto social en el que se encuentra la
humanidad e ir un poco más al fondo.
179
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Para concluir esta temática quiero manifestar que la injusticia es una
forma de violencia, y callar el abuso sexual o la violencia basada en
género, es crear injusticia, la cual a menudo alienta el crecimiento de
más violencia en diversas expresiones. Por lo tanto nos corresponde a
todos y todas establecer la justicia desde la propuesta bíblica como
una acción inmediata ante todo aquel que demande razón de nuestro
ser y hacer.
Como creyentes podemos recurrir a los juzgados de turnos, tribunales
o cortes, sea cual sea el caso, necesitamos apelar a las instancias legales, constituidas para promover la justicia y el derecho, a los agraviados, pero también necesitamos promoverla desde nuestras congregaciones y en diversas instancias propias del que hacer eclesiástico.
Algunas pautas para profundizar aportes a esta realidad
desde la teología y práctica Pentecostal
En las primeras etapas de la búsqueda de la unidad del pentecostalismo latinoamericano, se dio fuerte énfasis en investigaciones, diálogos
formulación teórica teológica bíblica y pastoral sobre la historia del
movimiento pentecostal como un movimiento que necesitaba reconocerse así mismo, como afirmar su identidad pentecostal frente a otros
grupos confesionales, que vivían con cierta preocupación el crecimiento y avance de los cristianos y cristianas pentecostales. Definidos por
Lalive d´Epinay, como “El refugio de las masas”. En otra etapa, el énfasis
ha sido la búsqueda de la unidad de los pentecostales. Puede ser que
hasta el momento, nos estemos quedando en la búsqueda de la identidad de las masas y la unidad de las masas, pero es momento de ver
realidades concretas de los sujetos concretos de las comunidades pentecostales y la sociedad en general.
Por otra parte, las mujeres líderes pentecostales, en medio de una iglesia pentecostal patriarcal se hacía necesario afirmar el llamado de Dios
al ministerio para su respectivo reconocimiento oficial del mismo. Los
encuentros de mujeres pentecostales estaban llenos de los testimonios
de vida en el ejercicio de los ministerios y los dones dados por Dios,
180
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
pero sin reconocimiento del liderazgo oficial de la iglesia. Se realizaban estudios bíblicos de los textos paulinos que expresan el testimonio de la participación de las mujeres en las iglesias domésticas misioneras, con el reconocimiento y junto al apóstol Pablo.
En el caso de Ecuador, aunque la existe una práctica de un evangelio
solidario de parte de las mujeres pentecostales, dentro de sus características de servicio, sin embargo no se había trabajado de manera específica las realidades de violencia contra la mujer; así como, la prevención y atención de abuso sexual infantil. Ha sido posible reconocer
que estas realidades están presentes en la comunidad en general, pero
que también están presentes en las familias de las y los cristianos pentecostales. Allí, nos preguntamos cómo la iglesia pentecostal puede
estar influyendo para que estas realidades se perennicen, se colabore
con la impunidad y se promuevan desde una formación cultural androcéntrica, patriarcal.
Los rostros de las víctimas del sistema patriarcal que están en nuestras propias iglesias, de manera invisible o visibles muchas veces, pero
que aún no nos hemos sentidos desafiado a comprometernos con las
realidades de injusticia que se producen en las familias, iglesias y comunidades en la persona de las niñas, niños, adolescentes, mujeres. El
aporte que la iglesia pentecostal puede dar sería un testimonio de
compromiso con el Dios de la Justicia, el Jesús histórico y el Espíritu
consolador que aún llora junto a las víctimas, mientras espera que la
iglesia se sienta desafiada a sentir la unción del Espíritu para hacer
visible el día agradable del Señor, a sentir la compasión por las multitudes que necesitan sentirse parte de una comunidad que expresa los
signos del Reino de Dios, rompiendo barreras de prejuicios sociales,
políticos, religiosos. Entre ellos, una práctica humanizante de Jesús.
La fe de los creyentes en la nueva vida en Cristo en las primeras comunidades cristianas en la atención solidaria a las personas y familias
necesitado y necesitadas.
“No hay judíos, ni griegos, esclavos, ni libres”. En una sociedad esclavista, androcéntrica y xenofóbica.
181
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La fuerza y los dones del espíritu Santo dada a todo el Cuerpo de Cristo. La afirmación que en Cristo todas las cosas son hechas nuevas.
Jesús como modelo de nueva humanidad. El modelo de masculinidad
en una sociedad patriarcal androcéntrica. El movimiento del Espíritu
que se mueve sobre toda carne para liberar, transformar, que todo lo
hace nuevo. La unidad en el espíritu que rompe estereotipos culturales.
Se hace urgente, asumir los retos del Evangelio de dar buenas nuevas
que promuevan la esperanza de vida y de transformación. Esto hace
necesario hacer una lectura de la Biblia con paradigmas que ayude a
visibilizar el verdadero mensaje de salvación de las personas hoy, tanto para la prevención de la violencia en las familias en las que los niños
y mujeres llegan a la muerte; la discriminación y explotación de las
mujeres en las iglesias; y, el tratamiento de las mujeres como ciudadanas de segunda y tercera categoría.
Cómo podemos los cristianos y cristianas pentecostales escuchar la
voz de Dios que nos convoca a la unidad de los creyentes desde distintos ámbitos, este puede y debe ser con urgencia un desafío quo pasa
por reconocer nuestras propias resistencias, nuestras propias formaciones patriarcales, androcéntricas, con prácticas jerarquizadas y
masculinizantes. Esto, como producto de una formación cultural desde las construcciones de Género, en la que estamos inmersos.
El llamado está hecho, por parte de Dios a la unidad desde los espacios
micros hasta los macros. Seguramente, el reconocimiento pleno de las
mujeres en condiciones de igualdad, tomará mucho tiempo, pero el
desafío está en asumir que el camino se debe comenzar a andar para
que el mundo crea que estamos en unidad, porque damos testimonio
de Jesucristo dentro del proyecto del Padre de una vida plena y abundante para todas y todos.
182
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
7. La Unidad de la Iglesia en la Teología
Pentecostal
Yolanda Rosas77
INTRODUCCIÓN
Gracias por la oportunidad de participar en este encuentro Pentecostal.
Soy Yolanda Rosas de León, pastora pentecostal. Tengo la bendición
de ser parte de una familia cristiana que sirve a Dios en varios países
como misioneros /as. Madre de un hijo y dos hijas y esposa de un pastor pentecostal cuyas raíces son bautistas.
Mi iglesia de origen es el Concilio Latinoamericano de la Iglesia de
Dios pentecostal (CLANY) en El Salvador Centroamérica y por el
ministerio de mis padres estuvimos en Honduras y Guatemala. Dios
me permitió estudiar teología desde mis 16 años, primeramente en el
Seminario Anabautista Menonita en Guatemala, y luego en la Universidad Bíblica Latinoamericana de Costa Rica. Junto a mi esposo hemos pastoreado una iglesia menonita, varias iglesias bautistas y actualmente misioneros del CLANY en Bolivia acompañando a varias
iglesias pentecostales.
Encontré en el ISEAT un espacio para trabajar desde mi identidad
pentecostal con hermanos y hermanas de otras iglesias, haciendo
realidad el lema: “Educar en la fe desde la diversidad para una iglesia y
sociedad incluyente”. En los últimos 2 años algunas iglesias pentecostales se han interesado por los programas de Educación Teológica que
77
Trabaja en el ISEAT (Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología) en La Paz,
Bolivia como docente en el área de Teología Práctica y coordinando el Programa de
Formación Abierta, específicamente la Formación bíblica Pastoral ofrecida a líderes
de las iglesias
183
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
el ISEAT ofrece y desde su particularidad están participando y haciendo aportes importantes en la reflexión bíblica y teológica.
Considero que el tema que nos convoca es una tarea urgente para el
cuerpo de Cristo, ya que la oración de Jesús en Juan 17: 21 es:
“Para que todos sean uno; como tú, oh padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste”.
LA UNIDAD DE LA IGLESIA DESDE
LA TEOLOGÍA PENTECOSTAL.
Brevemente señalaremos que el movimiento pentecostal es herencia
de las iglesias históricas de la Reforma, específicamente de los movimientos de santidad. Los énfasis teológicos al inicio de este movimiento fueron: Salvación (conversión o nuevo nacimiento), Bautismo en el
Espíritu Santo (con la señal de hablar en lenguas), Sanidad divina y
Segunda venida de Cristo.
Como afirma el Dr. Sepúlveda, teólogo pentecostal chileno: “la mayor
parte de las iglesias pentecostales carecen de documentos escritos que
registren su teología…” (Tancara 2005: 2), es por eso que tenemos
algunas producciones desde la experiencia de comunidades de fe pentecostal concretas y reconocemos que el pentecostalismo es un movimiento en constante cambio, pero que se pueden señalar algunos conceptos y prácticas comunes. El Dr. Gabriel Vaccaro señala las siguientes:






Evangelización y Conversión
Bautismo en el Espíritu Santo- hablar en nuevas lenguas.
La iglesia como comunidad carismática y sanadora
El mundo espiritual
Elemento “sorpresa” y “expectación” de cada reunión
La paradoja de ecumenismo y exclusivismo, así como la
historia del movimiento pentecostal. (Vaccaro 1990,12)
184
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
En esta breve exposición retomaré algunos de los elementos característicos de la teología pentecostal señalados por Vaccaro.
La conversión -nuevo nacimiento- vida nueva en Cristo.
En la teología pentecostal la conversión o encuentro con Cristo es
entendida como lo explica Juan Sepúlveda (teólogo pentecostal chileno), como “la experiencia fundante”. Se trata de una experiencia de
cambio que se hace posible por la fuerza del Espíritu Santo que obra
en la persona que por fe invita a Jesucristo a ser el Señor y Salvador de
su vida.
En nuestras iglesias todos y todas las y los creyentes son animados a
compartir su fe con sus amigos, familiares y vecinos, a llevar las buenas nuevas de salvación a otros/as y consideramos que es parte de la
misión de la iglesia.
La experiencia pentecostal comienza con la conversión, que es obra
del Espíritu Santo (Juan 16:8), es la “experiencia fundante”, en la cual
la persona se reconoce pecador/a, necesitada del perdón de Dios, recibe a Cristo como Señor y Salvador e inicia un caminar con El. Esta
experiencia es traumática, es relatada una y otra vez en su “testimonio”, es utilizada para “hablar a otros /as de Cristo”, a través de este
experiencia se convierte en un misionero/a.
El bautismo del Espíritu Santo.
La segunda experiencia en importancia es el bautismo del Espíritu
Santo, con la “señal inicial de hablar en lenguas”, en cumplimiento de
la profecía de Joel 2:28-32; Mateo 3;12 en el día de Pentecostés. Es el
Espíritu Santo prometido por el Padre ( Lucas 24:49), para dar poder
al creyente para cumplir la gran comisión, es el Espíritu Santo consolador, que es el guía, el que anima, da poder y reparte los dones espirituales a cada creyente para la edificación de la Iglesia (Efesios 4.11).
185
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
El Espíritu Santo es para todos y todas, enviado del Padre como un
don y como afirma Daniel Chiquete debe ser buscado, pedido, comunicado y expresado” (Chiquete 2006:174).
La sanidad divina.
En la predicación pentecostal se afirma: “Jesucristo salva, sana, bautiza con el Espíritu Santo y viene pronto”. Se enfatiza el cambio de vida,
la conversión y este se entiende también como experiencia sanadora
porque la persona cuando tiene un encuentro con Jesucristo es transformada en todo su ser, su vida cambia en la forma de verse a sí misma/o, de su entorno y la vida en general.
“Los testimonios (narración de la experiencia vivida) muestran que la
mayoría de pentecostales perciben este cambio fundamental como
experiencia sanadora, como la superación de situaciones personales
que han bloqueado una vida en plenitud y en amor. “. (Sepúlveda
2004: p. 3).
La experiencia de la sanidad también es la antesala de la conversión.
Se puede decir que un porcentaje importante de las y los creyentes
pentecostales se convierten a Dios debido a una sanidad en su cuerpo.
La sanidad es un milagro de Dios que se recibe por la oración de fe
“Los cultos pentecostales, permiten en un determinado momento
abrir espacios para la acción terapéutica del Espíritu. La misma se
manifiesta en sanidades, restauraciones, reconciliaciones, liberación y
perdón de pecados.” (León ,2005:44). La fe en el poder sanador de
Dios ocupa un lugar importante en la espiritualidad pentecostal, en mi
vivencia cotidiana he experimentado la sanidad integral que Dios
ofrece a través de Jesucristo.
El pentecostalismo en su esencia bíblica y práctica es liberador, empodera (ayuda a la gente a reconocer el poder dado por Dios a cada
uno/a para interceder por sí mismos/ en su comunidad/ para creerle a
Dios y sus promesas y reclamarlas, hacerlas suyas y demandar de Dios
186
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
respuestas en base a sus promesas. Y sino también le da la fuerza y
poder para seguir luchando con Dios!
Elemento “sorpresa” y “expectación” en cada culto
El culto pentecostal es un espacio de fiesta, de liberación, de esperanza y de comunión con Dios y los hermanos y hermanas.
El creyente pentecostal va al culto a celebrar, a dar gracias a Dios, a
reafirmarse en la fe ya tener una experiencia comunitaria. El carácter
festivo del culto pentecostal es una de sus características más atrayentes, el cual impacta por igual a jóvenes y a adultos. El decorado y mobiliario del espacio, no están destinados a la contemplación religiosa,
sino a la ambientación para la fiesta. La fiesta es la celebración de la
liberación de personas concretas que en la comunidad encuentran su
espacio concreto. Es una fiesta de los sentidos, una celebración sonora
y visual, espacio de celebración en libertan, sin zonas reservadas o
exclusivas tal como acontece en las fiestas populares.
La liturgia juega un papel importante dentro de la tradición pentecostal, ya que es parte de la propia identidad: su alegría, la forma de expresión corporal, la música, los cantos, en fin toda la expresividad, la
alabanza debe ser motivo de libertad y no de opresión. La letra y la
música están preparadas para nutrir, para dar ánimo y seguir inculcando la presencia del Dios vivo.
Las reuniones pentecostales se diferencias de cualquier reunión de
iglesias históricas en los elementos que apuntamos: “sorpresa” y expectación”. En otras palabra, se sabe cómo comienza pero no como
termina. En las iglesias pentecostales, la “expectación” debe ser producida por el Espíritu Santo y aunque pueda interesar la personalidad
del predicador y el tema anunciado, siempre, se está pendiente de que
en la reunión bajo el control del Espíritu Santo va a suceder algo que
no estaba previsto.
187
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La paradoja de ecumenismo y exclusivismo.
El movimiento Pentecostal toma su nombre del Pentecostés, reconocemos que esta no es una fiesta originariamente cristiana. ”La fiesta de
las semanas” o «de la Cincuentena», fue instituida en Israel para celebrar el inicio de la cosecha. Se celebraba siete semanas o cincuenta
días a partir de la Pascua para dar gracias a Dios por la nueva cosecha
(cf. Ex 23,16;34, 22; Lv 23,15-21; Dt 16,9-12). En el judaísmo tardío se
transformó en festividad plenamente religiosa: pasó a ser memoria del
don de la Ley en el Sinaí al pueblo liberado de Egipto.
El Espíritu es la misma vida de Dios. En la Biblia es sinónimo de vitalidad, de dinamismo y novedad. El Espíritu animó la misión de Jesús y
se encuentra también a la raíz de la misión de la Iglesia. El evento de
Pentecostés nos remonta al corazón mismo de la experiencia cristiana
y eclesial: una experiencia de vida nueva con dimensiones universales.
El texto de los Hechos da otra indicación: “estaban todos juntos en un
mismo lugar” (Hch 2,1). Con estas palabras se quiere sugerir que los
presentes estaban unidos, no sólo en un mismo sitio, sino con el corazón. Aunque no se habla de una reunión cultual, no sería extraño que
Lucas imaginara a los creyentes en oración, esperando la venida del
Espíritu, de la misma forma que Jesús estaba orando cuando el Espíritu bajó sobre él en el bautismo (Lc 3,21: “Mientras Jesús oraba… el
Espíritu Santo bajó sobre él”; Hch 1,14: “Solían reunirse de común
acuerdo para orar en compañía de algunas mujeres, de María la madre
de Jesús y de los hermanos de éste”).
Lucas utiliza en primer lugar el símbolo del viento para hablar del don
del Espíritu: “De repente vino del cielo un ruido, semejante a una ráfaga de viento impetuoso y llenó la casa donde se encontraban” (Hch
2,2). Aunque los discípulos estaban a la espera del cumplimiento de la
promesa del Señor resucitado, el evento ocurre “de repente” y, por
tanto, en forma imprevisible. Es una forma de decir que se trata de una
manifestación divina, ya que el actuar de Dios no puede ser calculado
ni previsto por el ser humano. El ruido llega “del cielo”, es decir, del
188
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
lugar de la trascendencia, desde Dios. Su origen es divino. Y es como el
rumor de una ráfaga de viento impetuoso.
El evangelista quería describir el descenso del Espíritu Santo como
poder, como potencia y dinamismo y, por tanto, el viento era un elemento cósmico adecuado para expresarlo. Además, tanto en hebreo
como en griego, espíritu y viento se expresan con una misma palabra
(hebreo: ruah; griego: pneuma). No es extraño, por tanto, que el viento
sea uno de los símbolos bíblicos del Espíritu. Recordemos el gesto de
Jesús en el evangelio, cuando “sopla” sobre los discípulos y les dice:
“Reciban el Espíritu Santo” (Jn 20,22), o la visión de los esqueletos
calcinados narrada en Ezequiel 37, donde el viento–espíritu de Dios
hace que aquellos huesos se revistan de tendones y de carne, recreando el nuevo pueblo de Dios.
“Entonces aparecieron lenguas como de fuego, que se repartían y se
posaban sobre cada uno de ellos” (Hch 2,3). Lucas se sirve luego de
otro elemento cósmico que era utilizado frecuentemente para describir las manifestaciones divinas en el Antiguo Testamento: el fuego,
que es símbolo de Dios como fuerza irresistible y trascendente. La
Biblia habla de Dios como un “fuego devorador” (Dt 4,24; Is 30,27;
33,14); “una hoguera perpetua” (Is 33,14). Todo lo que entra en contacto con él, como sucede con el fuego, queda transformado. El fuego es
también expresión del misterio de la trascendencia divina. En efecto,
el ser humano no puede retener el fuego entre sus manos, siempre se le
escapa; y, sin embargo, el fuego lo envuelve con su luz y lo conforta
con su calor. Así es el Espíritu: poderoso, irresistible, trascendente.
El evento extraordinario expresado simbólicamente en los vv. 2-3 se
explicita en el v. 4: “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”. Dios
mismo llena con su poder a todos los presentes. No se les comunica un
auxilio cualquiera, sino la plenitud del poder divino que se identifica
en la Biblia con esa realidad que se llama: el Espíritu. Se trata de un
evento único que marca la llegada de los tiempos mesiánicos y que
permanecerá para siempre en el corazón mismo de la Iglesia. Desde
este momento el Espíritu será una presencia dinámica y visible en la
vida y la misión de la comunidad cristiana.
189
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La fuerza interior y transformadora del Espíritu, descrita antes con los
símbolos del viento y del fuego, se vuelve ahora capacidad de comunicación que inaugura la eliminación de la antigua división entre los
seres humanos a causa de la confusión de lenguas en Babel (Gen 11). “Y
comenzaron a hablar en lenguas extrañas, según el Espíritu Santo les
concedía expresarse” (v. 4). En Jerusalén, no en la casa donde están los
discípulos, ni en el espacio cerrado de unos pocos elegidos, sino en el
espacio abierto donde hay gente de todas las naciones (v. 5), en la
plaza y en la calle, el Espíritu reconstruye la unidad de la humanidad
entera e inaugura la misión universal de la Iglesia.
El Espíritu de Pentecostés inaugura una nueva experiencia religiosa en
la historia de la humanidad: la misión universal de la Iglesia. La palabra de Dios, gracias a la fuerza del Espíritu, será pronunciada una y
otra vez a lo largo de la historia en diversas lenguas y será encarnada
en todas las culturas. El día de Pentecostés, la gente venida de todas
las partes de la tierra “les oía hablar en su propia lengua” (Hch 2,6.8).
El don del Espíritu que recibe la Iglesia, al inicio de su misión, la capacita para hablar de forma inteligible a todos los pueblos de la tierra.
El movimiento pentecostal desde su inicio era inclusivo, no tenía barreras denominacionales, ni culturales, ni étnicos. Lamentablemente a
través del tiempo se fueron manifestando exclusivismos, que tuvo
razones como las que señala el Dr. Vaccaro:
o Persecución religiosa y eclesiástica, que tuvo que ver con el rechazo a las manifestaciones carismáticas por parte de las iglesias
tradicionales a principio del siglo. Los grupos pentecostales eran
objeto de burla y ridículo, fueron expulsados de sus iglesias de
origen y perseguidos.
o Miedo a la desviación de lo que se consideraba “sana doctrina”, el
temor a los cambios históricos, teológicos y contextuales hizo que
el movimiento pentecostal se aferrara al biblicismo, al dispensacionalismo, fieles a su doctrina, a la interpretación futurista del apocalipsis.
190
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
o Falta de preparación teológica. Fue uno de los defectos más
profundos del pentecostalismo en América Latina. Se abusó de la
expresión “la letra mata”, eso fue cambiando poco a poco, la
mayoría de iglesias tienen Institutos bíblicos, Seminarios
teológicos y algunos estudiantes en Facultades de Teología.
o Factores económicos y sociales. El movimiento pentecostal nació
entre los negros y los marginados en Chile por ejemplo. En muchos
países se les consideraba los de la clase baja y marginada y por eso
algunas iglesias históricas los subestimaban y estos al sentirse
despreciados se cerraron a un más. Esto también ha cambiado,
muchas iglesias se independizaron de sus sedes internacionales y
se involucraron más en el compromiso social frente a las injusticias
y el antireino, participando en proyectos de ayuda social, en la
defensa de los pobres y sus derechos humanos, esfuerzos a favor de
la paz y la justicia social, etc, dando lugar a una variedad de
pentecostalismos.
Los y las pentecostales tenemos que reconocer nuestra soberbia histórica, nos hemos creído mejor cristianos/as que los demás, “más espirituales”, dueños /as del Espíritu, etc. Y nos hemos separado de nuestros
hermanos de quienes tenemos mucho que aprender también.
Estamos llamados/as a reconocer que el Espíritu sopla donde quiere y
que la presencia de Dios está aún dónde no lo esperamos.
Más que afirmaciones, yo quiero que nos preguntemos:



¿Si el movimiento pentecostal tiene su origen en el Pentecostés (Hechos 2), cuál es el práctica de esa llenura del Espíritu
en los y las creyentes hoy?
¿Qué esfuerzo ha hecho el movimiento pentecostal para
hacercarse en unidad a otras confesiones de fe?
¿Cuáles son las barreras que nos impiden vivir la unidad del
Espíritu con otros y otras?
191
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA




¿Cuáles son los elementos, doctrinas o prácticas que nos unen
a otros cristianos /as?
¿Cómo entendemos el movimiento ecuménico actual?
¿Hasta qué punto estamos dispuestos/as a vivir la unidad con
otros cristianos/as?
Desde nuestra herencia pentecostal ¿Cuáles son los elementos
que apoyan la unidad de la iglesia?
BIBLIOGRAFÍA







Chiquete Daniel, Luís Orellana (2003) Voces del pentecostalismo
Latinoamericano.
Luis Orellana, Identidad, teología e historia. Concepción, Chile:
RELEP-CETELA-ASETT. 223 pp.
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teológica de la arquitectura pentecostal. San José, Costa Rica: UBLCETELA 278 pp.
Gutierrez, Benjamín, editor (1995) En la fuerza del Espíritu. Los
pentecostales en América Latina: un desafío a las iglesias históricas.
AIPRAL/CELEP, Guatemala 332 pp.
Tancara, Juan Jacobo (2005) Teología Pentecostal. Propuesta desde
comunidades pentecostales de la ciudad de El Alto. La Paz, Bolivia:
ISEAT 130 pp.
ISEAT (2011) Nada es imposible para Dios. Una venta a la fe
neopentecostal en FE Y PUEBLO No. 18, La Paz, Bolivia: ISEAT,
70 pp.
Vaccaro, Gabriel O. (1990) Identidad pentecostal. Quito:
Ecuador, CLAI 61 pp.
192
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
8. Movimientos Evangélicos y Neo Evangélicos
Bernardo Campos78
EL MOVIMIENTO PENTECOSTAL
Los pentecostalismos son historizaciones o expresiones históricas de
la Pentecostalidad de la Iglesia y no debe confundirse el uno con el
otro. La pentecostalidad es aquella experiencia universal y fundante
que actualiza el Pentecostés como acontecimiento originario. Los
pentecostales buscan permanentemente reproducir o prolongar el
acontecimiento que inauguró la Era del espíritu Santo en el siglo I. Lo
que los caracteriza no es, como se ha dicho, el hablar en lenguas (glossolalia o xenolalia) ni las manifestaciones de los dones del Espíritu 79.
Se caracteriza sobre todo por su búsqueda y experiencia de la presencia de
Dios en todos los momentos de la vida: en la vida cotidiana (recurrencia al milagro y a lo sobrenatural permanentemente) como en su experiencia cúltica, espacio
para el éxtasis y “comunión” mística con Dios.
El pentecostalismo como bloque histórico es un movimiento del Espíritu que se expresa religiosamente por su carácter avivamentista (revivalista) o de renovación. Casi de carácter sincrético, el pentecostalismo toma diferentes formas orgánicas según el contingente humano
que lo asume. Es un movimiento popular o, tal vez mejor, multitudinario porque convoca a grandes contingentes del pueblo en razón
de su armonía cosmovisional (universos simbólico coincidente con la
mítica popular). Pero es también un movimiento de protesta simbólica (por su “sectaridad” y fragilidad orgánica) Es un movimiento protes78
Doctor en Teología por la Rhema University (USA); Master en Ciencias de la Religión por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; Lic. En Teología por el Instituto Universitario ISEDET (Antes Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos) de Argentina. Pastor de la Iglesia Catedral del Espíritu Santo en San Isidro,
Lima, Perú.
79
Campos, Bernardo Experiencia del Espíritu: Claves para una Interpretación del Pentecostalismo Latinoamericano. Ecuador: CLAI, 2002
193
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
tatario en la medida que reacciona frente a la postergación de los sectores oprimidos que aglutina, a la vez que un movimiento heredero de
la Reforma radical del siglo XVI 80
Es heredero tanto de la Reforma Protestante como del catolicismo
romano y de la religiosidad prehispánica persistente. Tiene raíces
múltiples (hebraístas, católicas, protestantes, ancestrales como étnicas, andino-amazónicas, afrodescendientes, quechuas, quichuas, etc.)
como influencias modernas y postmodernas, etc. Lo define su capacidad de adaptarse a la cultura, reorganizarse, adecuarse a las demandas
de la sociedad, así como rearticular su fe en términos siempre nuevos
y muchas veces prestados de varias tradiciones confesionales. Es
pragmático y versátil. No es exclusivista, sino inclusivista y pluralista.
Su crecimiento es tan grande y vertiginoso (aunque en algunos lugares
tocó techo) que alcanza según investigadores los 600 mil millones de
adherentes en el mundo.
EL MOVIMIENTO EVANGELICO. RASGOS IDENTITARIOS
Es lo referido a la tradición evangelical que se aferró a unas Doctrinas Fundamentales de la fe cristiana (The Fundamentals: A Testimony
To The Truth) Los fundamentos o Los Fundamentos: un testimonio de
la Verdad editado por A.C. Dixon y más tarde por Ruben Archer Torrey.
Los Fundamentales son un conjunto de 90 ensayos en 12 volúmenes
publicados desde 1910 hasta 1915 por el Instituto Bíblico de Los Angeles. Fueron diseñados para afirmar, entre otras cosas, la ortodoxia
de las creencias protestantes, especialmente los de la tradición reformada, y defenderse de las ideas del liberalismo consideradas hostiles a
ella.
80
Para una comprensión de la Historia, Identidad y Misión del movimiento pentecostal véanse las publicaciones de RELEP (La Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales). Cf. Mi artículo «En la fuerza del Espíritu: Pentecostalismo, Teología y Ética
Social» en En la Fuerza del Espíritu. Asociación de Iglesias Presbiterianas y Reformadas
de América Latina (AIPRAL) 1995 y Campos, Bernardo, De la Reforma Protestante a la
Pentecostalidad de la Iglesia: Debate sobre el pentecostalismo en América Latina. Quito, Ecuador:
(CLAI), 1997
194
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Son ampliamente considerados como la base del fundamentalismo
cristiano moderno y en esencia es lo que define al evangelicalismo.
Los ensayos fueron financiados originalmente por Lyman Stewart 81 en
1909 para definir cuáles son los fundamentos de la fe cristiana82. Estos
iban a ser enviados libremente a ministros, misioneros, superintendentes de escuela dominical y otros miembros activos en el ministerio
cristiano83
Los volúmenes defendieron las creencias protestantes ortodoxas y
atacaron a la alta crítica, la teología liberal, el catolicismo (también
llamado romanismo por ellos), el socialismo, la filosofía moderna, el
ateísmo, la Ciencia Cristiana, el mormonismo, la aurora del Milenio, el
espiritualismo, y el evolucionismo84
La vertiente o expresión pentecostal del protestantismo, era de procedencia norteamericana y tenía por nombre Las Asambleas de Dios
(ADD). Se trataba de una religión en proceso de constitución, pues el
mismo año de su llegada al Perú (1919), había formado su Departamento de Misiones al Exterior y habían pasado solo 5 años desde que
se constituyera como Organización en la ciudad de Hot Springs, Arkansas, en Abril de 1916. En Sant Louis, Missouri, las Asambleas de
Dios aprobaba la "Declaración de Verdades fundamentales" del fundamentalismo norteamericano, buscando, de ese modo, fortalecerse
internamente, incorporar a su Concilio General a otros ministros pentecostales de USA, África y Asia y tomar distancia del movimiento del
"evangelio social" y el liberalismo en teología.
El Contenido de Los fundamentales se publicó en 12 volúmenes. Sería largo citarlos aquí.
81
Marsden, George M. (2006). Fundamentalism and American Culture. Oxford: Oxford
University Press. p. 118.
82
Malone, David (May 29, 2009). "The Fundamentals". Wheaton College Archives &
Special Collections
83
Marsden, op.cit. p. 119
84
Incluye un artículo del geólogo George Frederick Wright que curiosamente no
atacó a la evolución biológica. Las críticas al milenarismo y al espiritualismo macan la
distancia entre los evangélicos y los pentecostales.
195
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Otras líneas identitarias a considerar, son:

La Trinidad y la Cristología como doctrinas fundamentales
no negociables.
La Fórmula Trinitaria, es la mención de cada una de las personas de la Santísima Trinidad al momento de bautizar, tal
como lo enseñó Jesucristo en Mt 28, 19: “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”. Fórmula de Tertuliano: Tres personas distintas, un solo Dios verdadero.
La Fórmula Unitaria, por el contrario, reclamaba Hechos
2:38 “bautícense cada uno en el nombre de Jesucristo” y Mr
9:8: “Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo,
sino a Jesús solo”85

La estructura tetrádica o cuadrangular (¿quíntuple?) de la
cristología que supone la soteriología, la sanidad integral, la
santificación y la escatología resumida en la siguiente fórmula:
CRISTO Salva, Sana, Bautiza (santifica), Viene otra vez. /
Y la afirmación de las dos naturalezas de Cristo: humana y divina.
Según Bryan Wilson es de carácter santificacionista, adventista (milenarista) En categorías de María Isaura Pereyra de
Queiros es apocalipticista y no mesiánico.

El credo apostólico:
Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue
concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de María
85
El teólogo Jean Danielu señala que la fórmula unitaria es más antigua que la trinitaria. Cf. Jean-Danielou, Les symboles chrétiens primitifs, Seuil, Paris, 1951: 159
196
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos, al tercer día
resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado
a la Diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los
vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo; la santa iglesia católica, la comunión de los santos; el perdón de los pecados; la resurrección de
los muertos; y la vida eterna. Amen.

Las “notae” de la iglesia: apostolicidad, catolicidad, santidad,
unidad ¿Pentecostalidad?

Los principios de la Reforma Protestante:
SOLA SCRIPTURA.
Los reformadores urgieron a la Iglesia a volver a las Escrituras
y a regirse únicamente por ellas, rechazando la autoridad de
concilios y cualquier líder religioso que contradijera en alguna
forma los principios bíblicos. Reconocemos a las Sagradas Escrituras como la única regla de fe y de práctica. Reconocemos que la Biblia es suficiente, que no necesitamos ninguna revelación adicional y que ningún ser humano, ninguna organización o iglesia tiene autoridad igual ni superior a las Escrituras. Dios ha
revelado en la Biblia todo lo necesario que debemos conocer
sobre Él y todo lo que Él pide de nosotros.
SOLA GRATIA
Los reformadores afirmaron que la salvación era un regalo inmerecido, otorgado por Dios y que era solamente obra de Dios.
Las obras de los hombres no tienen ningún mérito en cuanto a
la salvación. Dios salva a los pecadores para la alabanza de la
gloria de Su gracia. Los que son salvados deben atribuir a la
gracia de Dios tanto la fe, como el arrepentimiento y las buenas obras que surgen de una fe genuina.
197
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
SOLA FIDE
El instrumento de la justificación es la fe, por medio de la fe.
Al indigno pecador le es imputada la justicia de Cristo, porque
Su sacrificio fue vicario, es decir, en substitución de los creyentes. No puede ser condenado el que está en Cristo Jesús.
SOLUS CHRISTUS
Cristo es el único camino al Padre, Cristo es el único mediador, no hay otro medio de salvación, no hay salvación aparte
de Cristo, ni puede alguien ser salvo a menos que crea con fe
genuina en el único Salvador Jesucristo. Jesucristo nos ha sido
hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención.
SOLI DEO GLORIA
Dios es el único merecedor de gloria, honra y alabanza. El
evangelio verdadero debe ser teo-céntrico y no antropocéntrico, es decir, lo que importa es conocer a Dios, disfrutar de Él y
glorificarle con todo lo que hacemos. En vez de presentar un
mensaje enfocado en el hombre y sus necesidades, procuramos
enfocar todo lo que hacemos dentro y fuera de la iglesia. Procuramos que el nombre de Dios sea santificado. Rechazamos
el enfoque católico romano del libre albedrío que pretende dar
al hombre la capacidad de agradar a Dios o tomar decisiones
espirituales correctas, sin la previa acción del Espíritu Santo y
tampoco creemos que el hombre pueda dejar de rechazar el
Evangelio hasta que el Espíritu Santo transforme su corazón.
La inversión de este orden en la predicación del evangelio,
disminuye la gloria de Dios y da méritos al hombre y a su voluntad86.

86
La praxis misionera / evangelizadora: ¿anuncio o proselitismo?
http://todoporgracia.blogspot.com/2010/03/los-principios-de-la-reforma.html
198
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA


Los campos de misión cada vez nuevos: universidad,
política, negocios, otras religiones, pobres urbanos, los
negocios, etc.
La participación social de la iglesia como testimonio y para
la transformación del mundo
LOS MOVIMIENTOS NEO EVANGELICOS
Este término “neo-evangélico” lo acuñó Harold Ockenga en 1947 por
entonces director del Seminario Fuller. No es fácil definirlo, ya que
encontramos varias corrientes teológicas bajo este gran paraguas.
Son una variante del movimiento evangélico que se distingue más por
las prácticas litúrgicas, la movilidad de clase, la búsqueda de ascenso
social, la distancia del nombre “evangélico” para definirse como “cristianos” que por las doctrinas fundamentales. Están fuertemente influidos por el espíritu de la postmodernidad y se distancian en gran
parte de la Reforma Protestante al sintonizar con la erudición católico-romana, o por su carácter de adaptación a las ideas modernas.
Algunas características recusadas por los propios “evangelicals”87 como
el Pastor bautista Hector Cattani de la Iglesia Bautista “El Shadai”
(del Barrio San Alberto/Villegas), son:
1.
Un movimiento en reacción al movimiento fundamentalista
separatista y a favor del razonamiento humano [contrario al
fundamentalismo]
2. Dicen que es necesario volver a rediscutir la Biblia, algunos
agregan que la Biblia contiene la palabra de Dios, pero que no
es toda la palabra de Dios [K. Barth?]
3. Proponen un énfasis social, dicen que arreglar los problemas
de la gente forma parte de la gran comisión [Influencia del
liberalismo teológico]
4. Reclaman tolerancia sobre la posibilidad de la evolución
Teísta. Con esto quieren decir que Dios creó la materia pero
luego todo evolucionó como lo enseñó Darwin y la alta crítica
Alemana.
87
Citado en http://webs.satlink.com/usuarios/a/argbgr/HClosneoevangelicos.htm
199
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
5. Desechan la separación bíblica (sola scriptura) y aceptan la
influencia de grupos y organizaciones liberales [en materia de
interpretación].
6. Impulsan la formación intelectual, usan ricos y famosos
(actores, deportistas, etc.) en política y piensan que la gente
creería más en Cristo al ver rostros populares
7. Hablan de no entrar en controversia y siempre ser positivos
[Confesión positiva]
8. Algunos sostienen que el cielo y el infierno no son literales, y
otros están abiertos al pluralismo teológico, es decir, se puede
ser salvo por otras medios como Mahoma, Alá, María, Buda,
etc.
9. Fomentan el ecumenismo religioso, es decir, hacen actividades
conjuntas con Católicos Romanos, Ej. : Billy Graham, Luis
Palau, [Marcos Witt] entre otros.
10. El neoevangelismo en su gran mayoría usa versiones modernas
de la Biblia y siente desprecio por la versión Reina Valera en
español y King James en Ingles
Para el Dr. John C. Whitcomb que trata con los movimientos religiosos modernos, el neo-evangelicalismo incluye:
1) Un cuestionamiento del significado básico y aun de la validez de la doctrina de la inerrancia de las Escrituras. 2) Un anhelo por obtener prestigio intelectual y refinamiento, por “repensar” las doctrinas cristianas con la idea de modificarlas para el beneficio de la “mente moderna”, para entrar en “comunicación” y “diálogo” con líderes y pensadores no evangélicos, y
favorecer el “amor” por encima de la doctrina. 3) Un énfasis en
el “ecumenismo” entre todos los cristianos nacidos de nuevo
evitando las doctrinas sobre las cuales no están de acuerdo
todos los cristianos y evadiendo las ordenanzas que los diferencian. 4) Un nuevo énfasis sobre la responsabilidad de los
cristianos de participar en programas sociales y contribuir directamente en empresas únicamente humanitarias o filantrópicas. 5) Alarmantes concesiones a teorías modernas de evolución orgánica y geología uniforme, a expensas de una consistente interpretación histórico-gramatical de los primeros once
200
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
capítulos de Génesis. 6) Un giro del dispensacionalismo premilenial a alguna forma de premilenarismo “histórico”, junto
con minimizar la importancia de la escatología en general. 7)
Un giro en el énfasis en cuanto a los dones carismáticos. “El
Pentecostalismo podría estar en lo cierto, después de todo”. 8)
Técnicas desesperadas, abreviadas, directas para lograr algo o
para tener una experiencia88.
El evangélico Dr. George Houghton en su libro titulado “Another Look
at the New Evangelicalism”89 (Otra Mirada al Neo Evangelicalismo)
describe sus características y el contexto en que emerge:
(1) El rápido surgimiento del movimiento del marketing de las
iglesias desde 1990 hasta el presente, con su énfasis en relaciones y experiencias, drama y música contemporánea, para
alcanzar y retener a la gente.
(2) La respuesta positiva de los evangelicales a los programas
y ministerios de Robert Schuller y de su Crystal Cathedral (Catedral de Cristal).
(3) La amplia aceptación (o al menos tolerancia) del movimiento de la Música Cristiana Contemporánea y el rechazo de
las normas del fundamentalismo en cuanto a separación personal, de modo que la revista Charisma (Abril 1997) puede escribir que “los cristianos británicos usan el baile tecno para
alcanzar a la juventud”. Ese artículo habla de servicios de adoración alternativos, de clubes nocturnos evangelísticos y de un
“movimiento revolucionario de danza cristiana” Al describir
esto, el artículo dice, “luces estroboscópicas, efectos de humo,
DJs, bailarines, música céltica y ritmos tribales fueron ofrecidos en esta fiesta de adoración. Esta tendencia se encuentra en
todas partes.
88
Entendiendo El Nuevo (Neo) Evangelicalismo, en: http://www.middle townbiblechurch.org/spanish/separate/newevan/Entendiendo_El_Nuevo.htm
89
http://www.middletownbiblechurch.org/spanish/separate/newevan/Entendiendo_
el_nuevo.htm
201
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
(4) La influencia de los escritos apologéticos y las conferencias del Dr. Hugh Ross, quien enseña que la tierra tiene millones de años y que comenzó con un “big bang”, que la muerte y
la degeneración existían desde el comienzo y que han continuado por millones de años y que ni la caída en pecado ni el
diluvio han producido cambios significativos en la naturaleza.
(5) La actitud positiva de muchos evangelicales hacia el movimiento carismático, especialmente como es visto en el movimiento de señales y milagros.
(6) La aceptación de maestros religiosos y de instituciones
que no han mantenido la creencia en un castigo eterno. El seminario Fuller modificó su declaración de fe en esta área, e individuos como Clark Pinnock han abierto la puerta a gente
que ha escuchado el evangelio después de muerta y que ha tenido la oportunidad de responder positivamente a él, o que el
infierno es visto como aniquilación.
(7) La aceptación que se ha dado en los círculos evangelicales
a la “Apertura de Dios” (Openness of God), un concepto que rechaza Su absoluto preconocimiento (Dios no conoce el futuro), entre otras cosas.
(8) La tolerancia de algunos evangelicales –especialmente en
medios académicos- de estilos de vida sexuales desviados, particularmente la homosexualidad.
(9) La disposición de editores evangelicales de publicar obras
que permiten puntos de vista de la alta crítica de la Biblia, incluso críticas de redacción, al interpretar la vida de Cristo en
los relatos de los evangelios.
(10) La amplia aceptación del movimiento de los Cumplidores
de Promesas (Promise Keepers), aunque éste tolera trabajar con
los católico romanos y tiene fuertes visos carismáticos.
202
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
(11) La disposición de líderes evangelicales de firmar el documento “Evangelicales y católicos en Conjunto” y de firmar “la
declaración posterior titulada “El Don de la Salvación”. Mientras reconocen diferencias tradicionales (incluyendo el sacramentalismo), hay una disposición en llamarse mutuamente
“hermanos en Cristo”, y finalmente
(12) La creencia de algunos evangelicales que la cabeza de la
Iglesia Católica Romana, el Papa, es también un evangelical.
¿QUÉ SIGNIFICA SER EVANGELICO, ENTONCES?
Para un cristiano sencillo como Edgardo Andrés, “Ser evangélico, significa creer y experimentar la buena noticia proclamada por Jesús. Es
creer que Dios continúa llevando a cabo la realización de su sueño en
el presente. Es pertenecer a una comunidad de discípulos que experimentan en sus vidas el sueño de Dios, tanto para hombre como para
mujeres. Es cierto, aún no se ha concretado plenamente, sin embargo,
pronto lo estará. Pero eso no significa no hacer nada, al contrario,
significa comenzar a vivir ya la realización del sueño de Dios. Esa es la
esencia de la conversión”90.
Para Samuel Escobar 91, literato peruano, en la línea de la Alianza
Evangélica Mundial 92, y Pablo Davies, lo evangélico se define por el
contenido expresado en el Documento final del Congreso Evangélico
de Lausana (1974), y Pattaya, Tailandia (1980) El congreso de Pattaya se enfocó en la metodología de la misión no en el mensaje ni el mensajero. Los documentos de preparación muestran que el énfasis iba a
90
http://edgardoandres.wordpress.com/2010/01/23/que-significa-ser-evangelico/
Escobar, Samuel, La fe evangélica y las teologías de la liberación. Nashville, TE: Casa Bautista de Publicaciones. 1987
92
La Alianza Evangélica Mundial (AEM o WEA, por sus siglas en inglés) es una
asociación global con sede en Nueva York, Estados Unidos, que funciona como una
red de organizaciones y denominaciones evangélicas de todo el mundo. Fundada en
Londres en 1951, la Alianza Evangélica Mundial tiene sus raíces en la fundación, en
1846, de la Alianza Evangélica en el Reino Unido. En la actualidad, la AEM es una red
de iglesias evangélicas en 128 naciones que han formado una alianza con más de 100
organizaciones internacionales, unidas para dar una identidad a nivel mundial, voz y
plataforma para más de 420 millones de cristianos evangélicos.
91
203
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
ser el cómo de la misión. El centro de esta conferencia fue la preocupación con el "principio de la unidad homogénea" y cómo podemos
evangelizar al mundo a través de "grupos de pueblo". Entre los diecisiete grupos o campos blancos (cf. Pasadena, 1977) mencionados están: los musulmanes, los pobres urbanos, los adherentes a los nuevos
movimientos religiosos y cristianos nominales entre los Católicos
Romanos. Según Davies "durante el siglo veinte la definición de la
misión llegó a ser muy confusa para muchos evangélicos de América
del Norte. En el contexto en que los cimientos de la misión bíblica
estaban estremecidos, los evangélicos dieron la bienvenida a una conferencia de la CWME 93 en Bangkok (1972/3) como signo de un retorno esperado al énfasis bíblico"94 ya que era necesario redefinir la
salvación, completando el proceso comenzado en Upsala (1968). La
comprensión secular y humanista de la salvación, había alcanzado su
clímax; la misión se veía como algo que tenía que ver con toda la vida
humana, dice Davies. La misión se definía como la humanización y la
salvación como la liberación política. La evangelización es participar
en la liberación humana. Era necesario corregir esto.
La meta del congreso de Lausana fue hablar del evangelismo y cómo
completar la obra de evangelización mundial (cf. Edimburgo 1910). La
escuela de iglecrecimiento tenía mucha influencia en el proceso de bosquejar las ponencias originales pero durante el congreso, los llamados
"evangélicos radicales" introdujeron el tema de la relación entre
evangelismo y acción social. Gente como René Padilla, Samuel Escobar y Viney Samuel y otros teólogos del "tercer mundo", insistieron en
que la cuestión fuera incluida en el orden del día. Su argumento no fue
que el evangelismo ni la acción social son superiores o aún que están
relacionados sino que parte del proceso de la evangelización, es la
acción social. Padilla especialmente acusó a los norteamericanos de
sacrificar las demandas del evangelio en el altar de los números. El
documento conocido como pacto de Lausana define el credo de los
93
Por sus siglas en inglés The Commission for World Mission and Evangelism (Comisión para la misión mundial y el evangelismo)
94
Pablo Davies, El Pacto de Lausana y el movimiento misionero transcultural latinoamericano. Una reflexión. En: http://conversation.lausanne.org/en
204
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
evangélicos y bien podría ser considerado el fundamento para la definición de la identidad evangélica.
El documento se divide en quince párrafos con una introducción y una
conclusión. La introducción dice que los participantes escriben el
documento movidos por la acción de Dios en la salvación, penitentes
por los fracasos en misión de la iglesia y desafiados por la tarea restante. Declara que el Dios trino—eterno y activo en la naturaleza y la
historia—tiene el propósito de llamar, por sí, un pueblo para luego enviarlo
al mundo para que sean sus testigos y siervos para la extensión de su reino. Los 15
puntos identitarios son:
El propósito de Dios es formar un pueblo para Sí, el establecimiento
de su reino, la elección de un pueblo para llevar en su vida y
testimonio el mensaje.
2. Esto se basa en la Biblia como afirmación final de la enseñanza de
Dios. Tiene autoridad en que está inspirada por Dios, tiene la
verdad de Dios y es ‘la única norma infalible de fe y conducta’.
La Biblia tiene poder para cambiar vidas y cumplir con el
propósito de Dios—no en forma mágica sino en su mensaje. El
mensaje de la Biblia no es cambiable pero puede ser aplicado a
todas las culturas
3. Cristo es singular y universal. Es el único salvador e hizo
expiación por nuestros pecados porque todos están bajo el
pecado. Nadie es salvo automáticamente, ni todas las
religiones son salvas sino en Cristo. La proclamación del amor
de Dios por toda la humanidad es una invitación a responder
en fe y es la tarea de la iglesia hacerlo. El compromiso del
arrepentimiento y la fe son requisitos para la salvación para
que el nombre de Jesús se exalte sobre todo nombre
4. El evangelismo es llevar o promover las buenas nuevas que son
definidas como la vida, muerte y resurrección de Jesús. Dios le
da a la iglesia las Escrituras y los dones del Espíritu Santo para
cumplir con esta tarea. Además se divide el evangelismo en
proclamación (predicación), presencia (estar) y diálogo
(escuchar con sensibilidad al otro). Evangelizar es persuadir
al otro ir a Cristo; explicar las consecuencias del discipulado y
1.
205
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
5.
6.
7.
8.
9.
10.
la obediencia, tanto como la incorporación en la iglesia y su
responsabilidad en el mundo
También la responsabilidad social es parte de la misión de la iglesia. Se
basa en la doctrina de Dios como creador y juez quien se
preocupa por todo; la doctrina del ser humano que se ha
hecho a la imagen de Dios, tiene dignidad intrínseca, y por eso
no debe ser explotado; la doctrina de la salvación que se
entiende como la liberación de la maldad, no la liberación
política pero igual la iglesia debe denunciar la injusticia; y la
doctrina del reino. Debemos vivir la ética del reino de Dios;
intentar extender la justicia del reino en el mundo
La iglesia se ha comisionado a predicar el evangelio a todo el mundo
y ser una comunidad, no conectada con ninguna cultura,
sistema social o político ni con una ideología humana
En esta tarea evangelística la iglesia debe estar involucrada en la
penetración y premiación sacrificial del mundo, sin los ghetos
eclesiásticos, es servicio que implica toda la iglesia que lleva
todo el evangelio a todo el mundo. En esta tarea la iglesia debe
ser centrada en la cruz, sirviendo al mundo humildemente. Esto
quiere decir que se debe hacer en unidad visible, pero no
necesariamente unidad orgánica. La unidad se debe basar en la
verdad
La iglesia en unidad hace la misión en koinonía. No son solamente las
iglesias del norte que tienen la responsabilidad para la misión
sino también las iglesias ‘jóvenes’
La tarea evangelística es urgente con más de dos tercios de la gente del
planeta que no han escuchado el evangelio. Por eso toda la
iglesia debe planificar enviar misioneros y completar la tarea
donde sea necesario. Las agencias para-eclesiásticas son
válidas pero deben servir a la iglesia con su especialidad. La
oración debe ser una prioridad para alcanzar a los 2700
millones que no han escuchado
Todas las culturas se juzgan por las Escrituras porque todas
contienen lo bueno, lo malo y lo diabólico. Pues, la cultura del
misionero no se debe exportar con el evangelio
206
FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
11. El desarrollo del liderazgo y la laicidad local debe ser una prioridad. El
misionero debe ser modelo de un liderazgo de servicio no de
dominación
12. El conflicto [guerra] espiritual es parte de la misión de la iglesia. La
iglesia debe estar consciente de la posibilidad del ataque
espiritual del sincretismo, irrelevancia, secularismo, manipulación y los muchos otros tramas del diablo
13. Los gobiernos tienen la responsabilidad de mantener la paz y los derechos
de profesar y propagar su religión pero la iglesia tiene la
responsabilidad de orar por los gobiernos. También oramos
por los que están sufriendo por su fe pero al mismo tiempo
debemos estar conscientes que la persecución es parte de la
misión
14. El Espíritu Santo testifica del Hijo y sin su testimonio el nuestro
no tiene sentido. La iglesia con el Espíritu debe ser una iglesia
misionera
15. Cristo va a volver para salvar y juzgar. Este periodo entre la cruz y
la parusía es el tiempo para que la iglesia haga su misión antes
de que Cristo vuelva. La conclusión declara la intención de los
participantes que hacen este pacto con Dios.
PARA REFLEXIONAR
1.
¿Es posible definir la identidad evangélica? ¿Qué significa ser
reformado, evangélico, pentecostal, carismático, etc., en un
mundo globalizado?
2. ¿La unidad de la Iglesia está supeditada a una definición
doctrinal o de práctica?
3. ¿Cómo lograr la unidad respetando las diferencias?
Bibliografía


Campos, Bernardo Experiencia del Espíritu: Claves para una Interpretación del Pentecostalismo Latinoamericano. Ecuador: CLAI,
2002
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
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transcultural latinoamericano. Una reflexión. En:
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FUEGO QUE UNE: PENTECOSTALISMO Y UNIDAD DE LA IGLESIA
La experiencia de un Foro Pentecostal en América Latina, como
parte y contraparte del Foro Cristiano Mundial, viene dando sus
frutos. Tras una caminata de tres años desde que se constituyó en
Lima, Perú, el Foro Pentecostal Latinoamericano y Caribeño
(FPLyC) viene recogiendo una diversidad de propuestas y mostrando caminos de unidad hasta ahora transitados.
El presente libro, titulado Fuego Que Une, es un testimonio de la
Obra del Espíritu Santo en América Latina y El Caribe como fuego
abrazador que une y quema todo pecado de división en el pueblo
de Dios. Fuego Que Une entrega las ponencias presentadas en dos
foros sub-regionales: El Cono Sur (2102) y la Región Andina
(2013).
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