libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 1 HISTORIA DE LA XLVII PROMOCIÓN DE LA FACULTAD DE MEDICINA libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 2 alumniBook 2 | 3 Palabras de la Decana libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 3 Queridos graduados de la cuadragésimo séptima promoción de la Facultad de Medicina En estas palabras de despedida que habéis tenido la amabilidad de pedirme, quiero en primer lugar, agradeceros estos 6 años de trabajo en la Facultad y vuestra decidida colaboración para mejorarla, son años que, seguro, han marcado a cada uno de vosotros, pero son también, años en los que habéis dejado vuestra huella en la Facultad con vuestro estímulo y vuestra exigencia constructiva. No habéis admitido lo que os parecía que no estaba bien y eso nos ha mejorado a todos. El entorno de la celebración de vuestra licenciatura es un buen ejemplo. Junto al agradecimiento, acudo a vuestra comprensión para todo aquello que no haya sido como nos hubiera gustado. Desde la perspectiva que os da ahora el título recién estrenado, estoy segura de que lo habéis archivado ya en el capítulo de las anécdotas. La Facultad en todo este tiempo, ha procurado daros una formación científica sólida que os capacita para atender eficazmente a los enfermos que soliciten vuestros servicios. Una formación cristiana que os permite conocer el sentido del hombre al que vais a tratar, y una formación humana que os hace idóneos para saber estar, para convivir, para escuchar. Es todo un cúmulo de conocimientos y capacidades que van a ayudaros a conseguir nuevas metas. De todo ese bagaje, yo os aconsejaría que cultivéis de modo especial ese inconformismo del que habéis hecho gala estos años. No renunciéis a alcanzar la verdad. Hace falta primero el convencimiento de que la verdad puede alcanzarse y como consecuencia, el esfuerzo constante por encontrarla. Es una actitud que debe estar presente en toda vuestra actividad. En el ejercicio profesional se llamará aplicación de la mejor evidencia científica o trabajo de investigación que descubra mecanismos de la enfermedad o nuevas dianas terapéuticas. En vuestra vida diaria, tiene que ser una razón constante de coherencia vital. Ya los antiguos persas habían descubierto que sin respeto a la verdad su civilización se tambaleaba. Hoy parece que estamos empeñados en empequeñecer al hombre, relativizándolo todo. Seguid siendo inconformistas, no despreciéis la dignidad de la razón negándole la posibilidad de alcanzar un conocimiento verdadero. Puede parecer difícil a los cobardes, en realidad falta decisión para intentarlo y miedo a las consecuencias. Y sin la verdad, lo sabéis muy bien, se puede acabar siendo marioneta en manos ajenas. No contáis solo con vuestro coraje, sois ya para siempre, parte de la Universidad de Navarra. Esta gran familia de la Universidad que os necesita, seguirá estando en todo momento a vuestro lado. Os deseo el mayor éxito en el ejercicio de esta profesión de servicio que elegisteis un día y hoy empieza su andadura. Con todo afecto Mª Pilar Civeira Decana libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 4 alumniBook 4 | 5 Palabras del Presidente Alumni libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 5 En el escritorio, detrás de este documento de word, tengo el pdf con la maqueta del Libro de vuestra Promoción 2001-2007. Me la han pasado para que os ponga unas líneas. He comenzado leyendo cuanto os dedica la autoridad ordinaria, el padrino de la promoción y vuestros profesores. Luego he seguido detenidamente el Tic-tac y he recibido una ventolera de frescor al veros a doble columna, en un ahora y un antes que enseguida se unirán en un ayer. No os conozco pero he de confesaros que vuestra cara, la de todos, no se me hace extraña. Habéis perdido ingenuidad a cambio de serenidad y hechuras. Se os ve en los ojos. También pelo del cráneo, mientras que otras se lo aderezan con cortes y colores desenfadados, de esos que entre las que tienen más edad se dice que hacen más joven. En suma, todos habéis mejorado y, creedme, tenéis un aire estupendo. La mía, cuando la visto, es una muceta de color rojo tan intenso como espeso es vuestro amarillo. Nada parece que tengamos en común que no sea pertenecer a las facultades pioneras de la Universidad de Navarra. Y sin embargo, no es del todo así. Somos, como el vino, productos de distinta bodega, pero compartimos la misma contraetiqueta, la que garantiza nuestra calidad como de Origen Universidad de Navarra. Y no quiero seguir con el símil enológico, porque me daría demasiado juego para tan poco espacio como del que dispongo. Además, ya os han escrito con bellas palabras y más ascendiente que el mío cuanto pudiera yo deciros. Quizá no hayáis reparado en ello, pero los graduados en la UN tenemos un aire común, procedamos de la facultad o escuela que fuere. Aunque con distinto bagaje científico, compartimos la misma sed de saber y una misma formación humana y cristiana, según fórmula magistral que le hace a vuestro urólogo aventurar que, “probablemente, somos como somos porque hemos estado aquí”. Y así es. Sobre todo, hemos aprendido a encarar la vida con señorío, sabiéndonos además instrumentos desde nuestra profesión para _¡oh paradoja!_ humanizar al hombre. Nuestro recorrido estudiantil nos ha dejado una chispa en la mirada y en el ademán que no es fácil de explicar, pero sí que es reconocible incluso tras el paso de los años. Esta chispa es la que aviva en mí el sentido de pertenencia a una universidad en la que hemos cuajado como personas. Pero ya sabéis que ser universitario no es un tránsito, ni menos un trámite, sino una opción de vida. Cerráis capítulo, pero la vida no acaba. Lo mejor de la vida está siempre por llegar. Depende del espíritu con el que la encaremos. No pasa la vida, pasan los demás por nuestra vida y con ellos abrimos y cerramos nuevos capítulos de una historia interminable que hacemos nosotros mismos. Si acaso todavía pasan más por la vuestra, si más que tecnólogos os habéis hecho expertos en el dolor humano. ¿Os dais cuenta de que un cliente beligerante se siente paciente cuando es tratado con humanidad? Alumni no somos quienes hemos pasado por las aulas, sino los que nos reconocemos expresamente depositarios e instrumentos de un saber que tiene por centro no al hombre, sino a la persona. Nos une un saber y, sobre todo, un ideal de vida y libertad. Nos desafía la realidad del mundo profesional y ciudadano. Un tajo arduo donde, por coherencia, hemos de dar lo mejor de nosotros mismos, ese algo más que siempre resulta impagable. Y todo para bien, porque nada, nada, nunca, es estéril. Un abrazo, José-Angel Zubiaur Carreño (DER'71) Presidente Alumni Navarrenses libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 6 alumniBook 6 | 7 Palabras del Padrino de la promoción libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 7 A la mejor 47 promoción de Medicina de toda la historia de la Universidad de Navarra Queridos compañeros: Quiero daros las gracias por haber pasado por mi vida y haberme permitido entrar en la vuestra con un grado de compenetración y complicidad que me llevase al honor de poder dar la lección “finde”. Desde mi primera clase, con 24 años, todas las satisfacciones y buenos ratos de treinta años de aprendiz de docente han venido del contacto con vosotros, la razón de ser de la Universidad y de la búsqueda de la verdad. Como decía don Eduardo Ortiz de Landázuri... “vosotros sois la riqueza del profesor, lo que nos estimula y nos hace sentir jóvenes aunque, inexorablemente, vosotros tenéis siempre la misma edad (en 6º) y nosotros somos un año más viejos cada curso”. Tenía razón en todo. En medicina, como os dije al principio, me conformo con haber transmitido, si fui capaz, que en nuestro día a día hay que usar los verbos no sé (pero intentando saber todo) y resolver, aunque la enfermedad nos siga ganando en muchas parcelas. Sed proactivos. De entre vosotros habrá de todo (hasta algún catedrático...) y, estadísticamente, unos cuantos cirujanos ortopédicos y traumatólogos. Para los que elijáis “bricolagelogía”, espero que nos encontremos en cursos y congresos y me deis ese gusto de recordarme que estudiasteis en navarra y la satisfacción de pensar que tuve algo que ver en vuestra elección. Para todos, ánimo, formaros bien y sed una generación de primera línea. Como decía también Don Eduardo, “médicos puede haber muchos, pero buenos no tanto y siguen haciendo falta”. Hasta siempre. Os quiero. Carlos Villas libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 8 alumniBook 8 | 9 Imágenes d i v l o in libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 9 es s e l b a d i v ol alumniBook 10 | 11 libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 10 Nuestro delegado recibiendo el diploma libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 11 alumniBook 12 | 13 libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 12 Elene hizo de anfitriona en Santo Tomás libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 13 Disfrazadas de gangsters el día de San Lucas donde cenamos juntos 4º, 5º y 6º curso Fermín, disfrazado de m&m y rodeado de las motoneuronas Lucía, María Herrero, María Valle, Leire Zorita y Amaia García de la Peña Carol y Luis disfrazados de Teo y de Alicia en el país de las maravillas libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 14 Ramón, Luisa, David, Ana, Ricardo y María Hidalgo en una de nuestras primeras prácticas en la sala de disección alumniBook 14 | 15 Pablo dando uno de tantos avisos entre clase y clase Consejo de curso de 6º-Bárbara, Pablo, Santi, Pablo, Luis, José, Carolina, Fermín, Nagore y Esther libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 15 Arruti, Nachete, Alexis, Rafa, Matías, Busto, Martín, Guillermo e Iván en la fiesta del novato en Larraona José y Nagore dieron cursos de primeros auxilios en algunos colegios de Abancay (Perú) Sobre una pirámide de México José María, Alexis, Jorge, David, Alex, Guti, Ramón, Claudia, Ana y Aitor. Fue el viaje de estudios en el verano de 3º Fermín y Jokin estuvieron visitando a Nagore en su Erasmus de Roma. Era el verano de 5º Carlos Hevia fue uno de los alumnos que estuvo como cooperante en Kenya libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 16 Congreso de cardiología en Salamanca. Fue en 4º de carrera. Concierto telon turquesa en 5º curso: Pablo Soler, Mikel Taibo, Olivier Lacoste Ion Zugazagoitia, Nerea Díez, Marta Goñi y su hermana Silvia estuvieron de Erasmus en Bérgamo. Fue el verano de 4º alumniBook 16 | 17 Viaje de voluntariado a Guatemala Marilo, Mercé, Ana Paisán y Ángela Lamarca libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 17 Segunda cena de clase en diciembre de 2001. Éramos pocos pero valientes. Iturbe y Jose…menudos pelos Todos nosotros recién licenciados libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 18 TAC 2001 - 2007 TIC C A TAC T TAC TIC TIC TAC alumniBook 18 | 19 TIC TIC Kostantze Goiri Little Vizcaya kgoiri@alumni.unav.es María Antonia Valle del Castillo Cantabria mvalle.1@alumni.unav.es Tania Emer Ojuel Gros Navarra tojuel@alumni.unav.es María Antonia Rojas Estape Madrid mrojas@alumni.unav.es Aida Rico Arrastia Navarra arico@alumni.unav.es Jorge Manuel Bueno Yanes Las Palmas jbueno@alumni.unav.es Raquel Souto Rodríguez A Coruña rsouto@alumni.unav.es María Alfonso Imízcoz Navarra maimizcoz@alumni.unav.es TIC CC TAC libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 19 María Jesús Igúzquiza Pellejero Navarra miguzqui@alumni.unav.es María ErkuZudaire Navarra mzudaire.1@alumni.unav.es Carmen Vigil Díaz Asturias cvigildi@alumni.unav.es Blanca Mar Moreno Gómez Zaragoza bmoreno@alumni.unav.es María Iglesias Maldonado Ourense mimaldonado@alumni.unav.es Bárbara Pérez Pena A Coruña bperezpe@alumni.unav.es Sofía Castellano Iriarte Vizcaya scastell@alumni.unav.es María Isabel Espiñeira Brañas A Coruña mespinei@alumni.unav.es Jaime González Taranco Vizcaya jgonzale14@alumni.unav.es Clara Egurbide Berro Vizcaya cegurbide@alumni.unav.es Ainhoa Castillo Andueza Navarra acastill3@alumni.unav.es Rafael Morales de Seras Sevilla rmorales@alumni.unav.es Iker López Garciarena Vizcaya ilopezga2@alumni.unav.es Juan Andrés Sánchez Pérez Las Palmas jsanchez8@alumni.unav.es Asier Hoyo Rodríguez Las Palmas hoyorod@alumni.unav.es Verónica Jiménez Serrano Jaén vjimenez2@alumni.unav.es Natalia Fernández Arrechea Guipúzcoa nfernand3@alumni.unav.es Itziar Soc Ramos Cádiz iramos-a@alumni.unav.es alumniBook 20 | 21 libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 20 Karla Flores Gimeno Barcelona kflores@alumni.unav.es Cristina Navarro García Navarra cngarcia@alumni.unav.es Ester Bibide la Hoz Freitas Pontevedra edelahoz@alumni.unav.es Miguel Iturbe Rementería Guipúzcoa mirementeri@alumni.unav.es Maite Est. López Sáiz Navarra mlopezsa3@alumni.unav.es Sara Pérez Ricarte Navarra spricarte@alumni.unav.es Andrés Labiano Fontcubert Navarra alabiano@alumni.unav.es Guillermo Pérez Acosta Las Palmas gperezac@alumni.unav.es Santiago Zudaire Díaz Navarra szudaire@alumni.unav.es Fernando Garicano Goldáraz Navarra fgaricano@alumni.unav.es Nora Olazabal Eizaguirre Zarauz Guipúzcoa nolazaba@alumni.unav.es Ángela Lamarca Lete Álava alamarca@alumni.unav.es Amaia García-LalValbuena Vizcaya agarcia-@alumni.unav.es Elena Gallo Gutiérrez La Rioja egallo@alumni.unav.es Matías RamBengoechea Vizcaya mbengoec2@alumni.unav.es Ana María Gutiérrez Palencia agutierrez@alumni.unav.es Santiago Callejo Goena Navarra scallejo@alumni.unav.es Leyre Llorente Poch La Rioja llorente@alumni.unav.es libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 21 María Sánchez-CaAbad Navarra msanchez13@alumni.unav.es Iker Aguado Miñana Álava iaguado2@alumni.unav.es Lucas Álvarez García Asturias lagarcia@alumni.unav.es María Dolores Llorente Almería mlmartinez@alumni.unav.es María Hidalgo Nozal Navarra mhnozal@alumni.unav.es Ainhara Lahuerta Martínez Guipúzcoa alahuert@alumni.unav.es Nerea Fernández Ros Guipúzcoa nfernand5@alumni.unav.es Itziar España Orte Álava iespana@alumni.unav.es Nerea Díez Sánchez Navarra ndiezsan@alumni.unav.es Tania Labiano Miravalles Navarra tlabiano@alumni.unav.es Rafael Fillat Andueza Navarra rfillat@alumni.unav.es Ibon Eguíluz Gracia Álava ieguiluz@alumni.unav.es Daniel Coello Ojeda Las Palmas dcoello@alumni.unav.es Luis Miguel Romero Almería lrvargas@alumni.unav.es María Cristina Redondo Madrid mredondo2@alumni.unav.es Miren Itziar Olaizola Guipúzcoa molaizol@alumni.unav.es Amaya Zabalza San Martín Navarra azabalza3@alumni.unav.es Estefanía Rodríguez Ferradas Guipúzcoa erferradas@alumni.unav.es alumniBook 22 | 23 libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 22 Pablo Justo Ávila Madrid pjustoav@alumni.unav.es Patricia Suero Toledano Zaragoza psueroto@alumni.unav.es Jorge Arredondo Chaves León jarredon@alumni.unav.es Pablo Soler Catalán Valencia psoler@alumni.unav.es Luisa Guijarro Hernández Málaga lguijarro@alumni.unav.es Eduardo Ripalda Ansa Sangüesa Navarra eripalda@alumni.unav.es Javier Gutiérrez Santamaría Burgos jgsantamari@alumni.unav.es Óscar Gorria Cardesa Navarra ogorria@alumni.unav.es Nora Lecumberri García Navarra nlecumberri@alumni.unav.es Luis Ángel Busto Martín A Coruña lbustoma@alumni.unav.es Ane Corcóstegui Alberdi Guipúzcoa acorcostegu@alumni.unav.es Lorea Larrañaga Guipúzcoa llarranaga@alumni.unav.es Alejandro Fernández Valencia afernand10@alumni.unav.es Estíbaliz Iza Rodríguez Vizcaya eiza@alumni.unav.es Mikel Taibo Urquía Vizcaya mtaibour2@alumni.unav.es Ana Herranz Barbero Madrid aherranz@alumni.unav.es Rebeca Velasco Huici Navarra rvelasco2@alumni.unav.es Elene Larrea Tamayo Guipúzcoa elarreat@alumni.unav.es libro_medicina 2/6/08 11:50 Página 23 Ana de Mingo Orts Barcelona ademingo@alumni.unav.es Pablo Gajate Borau Valladolid pgajate@alumni.unav.es Rafael JosAnaya Camacho Alicante ranayaca@alumni.unav.es María Elena Labarga Madrid mlabarga@alumni.unav.es Ángel David González Pérez León agonzale17@alumni.unav.es Claudia Rodríguez Larraz Navarra crodrigu3@alumni.unav.es Jon Zugazagoiti Vizcaya jzugazagoit@alumni.unav.es Ignacio Almorín Fernández A Coruña ialmorin@alumni.unav.es Mikel Arruti Ibarbia Guipúzcoa marruti@alumni.unav.es Leire Zorita Urricelquia Bilbao Vizcaya lzorita@alumni.unav.es Mónica Pérez de Arcelus Guipúzcoa mperezde3@alumni.unav.es Lydia Hurtado Barace Navarra lhurtado@alumni.unav.es Aitor Lasarte Izcue Guipúzcoa alasarte@alumni.unav.es Maitane del Pozo Etxezarret Guipúzcoa mdetxezarre@alumni.unav.es Begoña DolSoto Carricas Navarra bsoto@alumni.unav.es Ana Paisán Ruiz Guipúzcoa apaisan@alumni.unav.es María Pascual Gallego Guipúzcoa mpascual2@alumni.unav.es María Herrero Goñi Burgos mhgoni@alumni.unav.es alumniBook 24 | 25 libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 24 Aitor Odiaga Andicoeche Álava aodiaga@alumni.unav.es Edurne Bidegain Garbala Guipúzcoa ebidegain@alumni.unav.es María Navedo de las Heras León mnavedo@alumni.unav.es Leire Martín Otaño Guipúzcoa lmartin10@alumni.unav.es Carlos Jesde Astica Cranz Las Palmas cdeastic@alumni.unav.es Nuria Lacuey Lecumberri Navarra nlacuey@alumni.unav.es Saioa Juaristia Irureta Guipúzcoa sjuarist@alumni.unav.es Iván Castro Arias Ourense icastro@alumni.unav.es María Pilar de Frutos Segovia pdefruto@alumni.unav.es Fermín Estremera Arévalo Navarra festreme@alumni.unav.es María Cristina Goena Vives Guipúzcoa mgoenavi@alumni.unav.es Ana EtxeberríaIzal Navarra aechever4@alumni.unav.es María Fernández Calderón La Rioja mfcalderon@alumni.unav.es Amaia García de Urtasun Navarra agarciad@alumni.unav.es Íñigo Crespo Cullell Madrid iccullell@alumni.unav.es Eusebio Torres Díaz Granada etdiaz@alumni.unav.es Sara Hernández Martín Navarra shernand2@alumni.unav.es Armando Sánchez Andrés Zaragoza asanchez10@alumni.unav.es libro_medicina ríaIzal umni.unav.es 2/6/08 11:51 Página 25 Susana García Escudero Álava sgarcia5@alumni.unav.es María Ester López Cadena Girona mlopezca@alumni.unav.es Arántzazu Iribarren Guipúzcoa airibarr@alumni.unav.es Ricardo Madrigal Burgaleta Asturias rmadrigal@alumni.unav.es Alejandra Batalla González Navarra abatalla@alumni.unav.es Íñigo Sanz Ortega Álava isortega@alumni.unav.es David Nagore Setién Navarra dnagore@alumni.unav.es Begoña Urdin Oroz Navarra burdinor@alumni.unav.es María HenrKarlsson Gil Álava mkarlsson@alumni.unav.es Elisabeth Arrojo Álvarez Asturias earrojo@alumni.unav.es José Alberto Palma Carazo Jaén jpalmaca@alumni.unav.es Ignacio Vázquez Andrade A Coruña ivazquez@alumni.unav.es Miguel Menéndez García Asturias mmenendez@alumni.unav.es Ricardo L. García-May Pontevedra rgarcia-may@alumni.unav.es Inés Rita Gale Ansó Zaragoza igale@alumni.unav.es Lizar Aguirre Pascasio Álava laguirre4@alumni.unav.es Ramón Sáiz Mendiguren Cantabria rsaiz@alumni.unav.es Elena Begoña Rivera Celma Castellón erivera@alumni.unav.es alumniBook 26 | 27 libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 26 Esteban García Prieto Asturias egarcia11@alumni.unav.es Martín García López Lugo mglopez@alumni.unav.es Ana Aransay García La Rioja aaransay@alumni.unav.es Carlos Hevia Ivars Valencia chevia@alumni.unav.es Marta Goñi Esarte Navarra mgoniesa@alumni.unav.es Alfredo Guillén Navarra aguillen@alumni.unav.es Jordi Tarrús Bozal Girona jtarrus@alumni.unav.es Marcos Kutz Leoz Navarra mkutzleo@alumni.unav.es Ignacio Solís García Madrid isolis@alumni.unav.es Jesús Antonio Vaquero A Coruña jvaquero@alumni.unav.es Pablo Zalbidea González Vizcaya pzalbide@alumni.unav.es María LuisAznar Ruiz Huesca maznarru@alumni.unav.es María Cris Cantero Téllez Zaragoza Zaragoza mcantero@alumni.unav.es Iván Gómez Gutiérrez Guipúzcoa igomezgu@alumni.unav.es Enrique Piedras Vidal Pontevedra epiedras@alumni.unav.es Lorena García Blanco Málaga lgarcia14@alumni.unav.es Alexis González Almeida Las Palma sagalmeida@alumni.unav.es Rafael Varela Ponte A Coruña rvarela@alumni.unav.es libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 27 Esther Hijosa Basarte Navarra ehijosa@alumni.unav.es Inés González Varela A Coruña igvarela@alumni.unav.es María Mercedes RevertéVinaixa Tarragona mrvinaixa@alumni.unav.es Carmen Gómez Santos León cgomezs@alumni.unav.es José María Lamo Madrid jlamodeespi@alumni.unav.es Jokin Zabalza Unzué Ecay Navarra jzunzue@alumni.unav.es Carolina Marginet Mangas Girona cmarginet@alumni.unav.es Leire Moreno Galdós Guipúzcoa lmgaldos@alumni.unav.es Carlos Ojer Jiménez Navarra cojimenez@alumni.unav.es Uxía Sobrino Castro A Coruña usobrino@alumni.unav.es Íñigo San Miguel Arregui Salamanca isanmiguel@alumni.unav.es Laura Borja Andueza Navarra lborja@alumni.unav.es Lucía Teijeira Sánchez Navarra lteijeira@alumni.unav.es Andrea Pujol Nicolás Pontevedra apujol@alumni.unav.es Rodrigo Avello Taboada Asturias ravello@alumni.unav.es Raquel Alfaro Martínez Navarra ralfaro.1@alumni.unav.es Iria Soneira Aguín Pontevedra isoneira@alumni.unav.es María de SBotella Martínez Jaén mbotella2@alumni.unav.es libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 28 CUMPLEAÑOS ENERO Eguíluz Gracia, Ibon Solís García, Ignacio Castillo Andueza, Ainhoa Navedo de las Heras, María Fillat Andueza, Rafael Rico Arrastia, Aida Gallo Gutiérrez, Elena Karlsson Gil, María Henrietta Cantero Téllez, María Cristina Iza Rodríguez, Estíbaliz 1 6 10 11 20 14 25 26 29 29 FEBRERO Flores Gimeno, Karla Olazabal Eizaguirre, Nora Valle del Castillo, María Antonia Borja Andueza, Laura Zorita Urricelqui, Leire Fernández Ros, Nerea Herrero Goñi, María Anaya Camacho, Rafael José García Blanco, Lorena Piedras Vidal, Enrique 4 10 10 13 13 18 19 23 25 27 alumniBook 28 | 29 MARZO Paisán Ruiz, Ana Soler Catalán, Pablo Gorria Cardesa, Óscar Jiménez Serrano, Verónica 1 2 3 9 Morales de Seras, Rafael de Mingo Orts, Ana García Prieto, Esteban Lorente Martínez, María Dolores Nagore Setién, David Ojuel Gros, Tania Emerita Labarga Adán, María Elena Martín Otaño, Leire 9 14 14 15 20 23 29 29 ABRIL Pérez Pena, Bárbara Pujol Nicolás, Andrea Fernández Calderón, María Velasco Huici, Rebeca Lecumberri García, Nora Pérez Acosta, Guillermo Gutiérrez Santamaría, Javier Sáiz Mendiguren, Ramón Taibo Urquía, Mikel Arruti Ibarbia, Mikel Kutz Leoz, Marcos Guijarro Hernández, Luisa Romero Vargas, Luis Miguel Egurbide Berro, Clara Crespo Cullell, Íñigo Pérez Ricarte, Sara García-Mayor, Ricardo Lucas Hidalgo Nozal, María Suero Toledano, Patricia Gómez Gutiérrez-Solana, Iván 5 5 10 11 13 13 14 15 16 18 18 19 19 25 25 25 26 27 28 29 S libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 29 MAYO López Garciarena, Iker Bueno Yanes, Jorge Manuel Sobrino Castro, Uxía Castellanos Iriarte, Sofía Gutiérrez Pecharromán, Ana María Sánchez Andrés, Armando Sánchez-Carpintero Abad, María Juaristi Irureta, Saioa Sanz Ortega, Íñigo del Pozo Etxezarreta, Maitane Coello Ojeda, Daniel Antonio Goñi Esarte, Marta Almorín Fernández-Vigo, Ignacio Arredondo Chaves, Jorge González Taranco, Jaime Fernando López de Goicoechea, Maite Estíbaliz 1 9 9 11 12 12 13 14 18 21 23 25 27 28 30 31 JUNIO Álvarez García, Lucas Moreno Galdós, Leire Souto Rodríguez, Raquel Corcóstegui Alberdi, Ane Iribarren Etxeberría, Arántzazu Aguirre Pascasio, Lizar Varela Ponte, Rafael Estremera Arévalo, Fermín Zabalza Unzué, Jokin Fernández Calatayud, Alejandro Lahuerta Martínez, Ainhara Rodríguez Larraz, Claudia García de la Peña Urtasun, Amaia García-Lallana Valbuena, Amaia San Miguel Arregui, Íñigo Igúzquiza Pellejero, María Jesús Vaquero Cruzado, Jesús Antonio 1 1 1 3 6 7 7 11 12 14 14 18 23 24 24 27 27 JULIO Hevia Ivars, Carlos María Aransay García, Ana Batalla González, Alejandra Isabel Aguado Miñana, Iker Goena Vives, María Cristina Lorente Poch, Leyre Iglesias Maldonado, María Vigil Díaz, Carmen García Escudero, Susana Navarro García, Cristina Zudaire Díaz-Tejeiro, Santiago Castro Arias, Iván Gajate Borau, Pablo Gómez Santos, Carmen González Almeida, Alexis Francisco Pascual Gallego, María González Varela, Inés 1 2 2 3 3 7 9 12 13 15 15 16 17 17 20 23 31 AGOSTO Hurtado Barace, Lydia Labiano Miravalles, Tania López Cadena, María Ester García López, Martín Marginet Mangas, Carolina Labiano Fontcuberta, Andrés Larrea Tamayo, Elene Espiñeira Brañas, María Isabel Gale Ansó, Inés Rita Zudaire Díaz-Tejeiro, María Erkuden Menéndez García, Miguel Busto Martín, Luis Ángel 2 3 5 6 7 14 14 17 17 18 19 22 Teijeira Sánchez, Lucía Callejo Goena, Santiago Ojer Jiménez, Carlos España Orte, Itziar Bengoechea, Matías Ramón 24 25 26 27 31 SEPTIEMBRE Hernández Martín, Sara Hijosa Basarte, Esther de la Hoz Freitas, Ester Bibiana García Moral, María del Pilar Hoyo Rodríguez, Asier Redondo Guisasola, María Cristina Rodríguez Ferradas, Estefanía Herranz Barbero, Ana Lacuey Lecumberri, Nuria Olaizola Zubicarai, Miren Itziar González Pérez, Ángel David Ripalda Ansa, Eduardo Sobejano de Pablo, Rocío Torres Díaz, Eusebio Palma Carazo, José Alberto Avello Taboada, Rodrigo de Astica Cranz, Carlos Jesko Tarrús Bozal, Jordi 3 3 4 4 8 8 8 12 14 14 16 17 21 23 25 26 26 28 OCTUBRE Alfaro Martínez, Raquel Ramos-Argüelles, Itziar Socorro González de Chaves , José Juan Rivera Celma, Elena Begoña Reverté Vinaixa, María Mercedes Soto Carricas, Begoña Dolores Justo Ávila, Pablo Valdés Salinero, Roberto Bidegain Garbala, Edurne Odiaga Andicoechea, Aitor Arrojo Álvarez, Elisabeth Estefanía Alfonso Imízcoz, María Soneira Aguín, Iria Moreno Gómez, Blanca María 3 3 6 10 11 13 15 15 16 21 22 26 27 31 NOVIEMBRE de Frutos Espinar, María Pilar Rojas Estape, María Antonia Garicano Goldáraz, Fernando Fernández Arrechea, Natalia Zalbidea González, Pablo Aznar Ruiz de Alegría, María Luisa Pérez de Arcelus, Mónica 1 2 8 12 19 21 21 DICIEMBRE Díez Sánchez, Nerea Guillén del Castillo, Alfredo Zugazagoitia Fraile, Jon Madrigal Burgaleta, Ricardo Lasarte Izcue, Aitor Iturbe Rementería, Miguel Goiri Little, Kostantze Estibalitz Larrañaga Rementería, Lorea Sánchez Pérez, Juan Andrés Vázquez Andrade, Ignacio Zabalza San Martín, Amaya Lamo de Espinosa, José María Botella Martínez, María de Sonsoles Lamarca Lete, Ángela Etxeberría Izal, Ana 7 8 11 14 16 19 20 20 20 20 20 21 23 25 29 libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 30 Palabras del profesorado BRUNO SANGRO alumniBook 30 | 31 Como Violante a Lope, me piden unas palabras para un libro de vuestra promoción. ¡Vaya responsabilidad! Las palabras, incluso las dichas en clase delante de toda una promoción, se borran de la memoria con más rapidez que menos. Pero las letras quedan. A veces halagan la vanidad al releerlas y muchas más producen sonrojo o incluso verdadera vergüenza al cabo del tiempo. Así que procuraré no arriesgarme más de lo necesario: una de las virtudes, por cierto, más deseables en cualquier médico. Consejos no pienso dar. Bastantes habréis recibido y muchísimos más os esperan, sobre todo en cuanto rindáis cuentas de vuestra ignorancia en el MIR. Más bien os haré un ruego, que alguno ya me oyó en clase. El ruego de haceros respetar. En España, la profesión de médico no es objeto de mucho respeto. A veces por los enfermos, aunque no tantas como se dice. Más por los compañeros de trabajo, colegas o no. Y mucho más por los empleadores, públicos o privados. Se falta al respe- to con la mala educación o la exigencia ignorante. Se falta al respeto con el cotilleo, la crítica fácil, o el comentario airado. Y se falta al respeto, enormemente, con una retribución indigna. Decía un compañero mío ya hace años que la verdadera vocación de médico la sentía al recibir la nómina a fin de mes. Y la profesión de médico exige respeto por la sustancia de la que consiste. Se respeta al juez o al alcalde por que se ocupan de tareas que nos afectan profundamente. Y nada afecta más profundamente a cualquier persona que su salud. La persona que sufre por estar enferma, o a la que desea no estarlo, nos cargan de responsabilidad al pedir nuestra atención. La mínima compensación de esa responsabilidad es el respeto. Para hacerse respetar lo primero es respetarse a sí mismo. Y así cargados de razón, exigir a todos los demás es respeto debido. Sin ejercer de pavo real, pero sin apearse del burro. Es una de las cosas importantes que podéis hacer por todos nosotros, los colegas -bonita palabra en desuso- a quienes haréis la competencia en breve. Ojalá que os vaya muy bien. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 31 IGNACIO SÁNCHEZ-CARPINTERO ABAD LOLA LOZANO Me han encargado dar clases, seminarios, atender alumnos, dar una sesión en el departamento...pero nunca escribir en un libro de despedida de una promoción de medicina. El primer e-mail que recibí era general; el segundo muy concreto y personal: “al revisar los escritos para nuestro libro de la promoción nos hemos dado cuenta que no hemos recibido el suyo, ¿podría mandarme unas palabras para antes del martes? Un saludo. Ester”. Daba la impresión que algún error informático había impedido la llegada de mi texto. Me he sentido tan interpelado y tan motivado a la vez que lo primero que he hecho esta tarde lluviosa del último sábado de mayo es ponerme a escribir algo. De todas formas si hubiera sido soleada también lo hubiera hecho. Sois una promoción muy especial para mí. Hola queridos colegas, Si lo pensais con humor y “a toro pasao”, la Anatomía Patológica tampoco está tan mal. ¡Qué os voy a contar yo que me encanta lo que hago!. Me lo he pasado bien hasta en clase con todos vosotros, que ya es....... En fin, espero que recordeis con cariño y nostalgia estos años de Universtarios, y que los pocos ratos que hemos compartido sean un estímulo para ser cada día mejores profesionales y mejores personas. Esteis donde esteis. Os animo a que no os quedeis a medias, la medicina lo vale. Y vosotros también. Los mejores deseos de vuestra ex-profesora y ya colega. Mi contribución a esta promoción no ha sido en cantidad muy relevante pero sí que he intentado que fuera en calidad. Sois la primera promoción en la que introdujimos los seminarios en “Adi”, con fotos llenas de pápulas, máculas y placas de todos los colores y formas, con apuntes y casos clínicos, en un intento de facilitaros el aprendizaje de una asignatura que al principio es todo igual y al final todo diferente. A estas alturas podéis diagnosticar muy bien en cuanto descubráis la lesión elemental “tipiquísima” de cada enfermedad. La dermatología ha dejado ya de ser para vosotros un misterio. Espero al menos que no olvidéis las reglas de juego de los seminarios y las apliquéis en el futuro a vuestra práctica médica inminente: no decir nunca “no sé” o diagnosticar un ¿impétigo?, en tono ascendente y dubitativo. Siempre podréis ayudar con vuestros conocimientos y estudio; siempre podréis dar seguridad y confianza al paciente, apoyado en vuestra sólida ciencia. La mayoría de vosotros leeréis este libro volviendo a vuestras casas. A estas alturas habréis recibido ya todo tipo y clase de consejos, así que yo no voy a incrementar más la lista. Con este breve escrito quiero aprovechar la ocasión para despedirme de todos con un hasta luego ya que espero veros el año que viene con vuestro nombre bordado en la bata por los pasillos de la Clínica o en Congresos o reuniones de antiguos alumnos de la Universidad. Os deseo una exitosa carrera profesional y os hago una última petición: que cuando sea mayor y me recibáis en vuestras consultas me tratéis con el mismo cariño e ilusión con el que os hemos intentado tratar y enseñar estos años. Y por supuesto: ¡que me curéis! DAMASO AQUERRETA Dicen que los radiólogos tenemos mucha imaginación al ver “alas de mariposa”, “Cuernos de ciervo” y “árboles podados” donde otros solamente ven sombras chinescas. Puede que tengan razón. Entre los alumnos de este curso, y con sólo un poco de imaginación, también puedo ver excelentes trabajadores con fuertes músculos y huesos, personas entregadas a su vocación y a los demás con corazón grande y generoso, con un cerebro bien estructurado sediento de aprender cada día más. Estas son las condiciones de un buen médico en todo tiempo y lugar. Trabajo, estudio y entrega. Han sido unos años compartidos con gran ilusión por mi parte, desde aquellos inicios en la Anatomía Radiológica, pasando por las áridas etapas de la Técnica y la Física, la dura comprensión de la semiología; los seminarios “peleándonos” por comprender las imágenes y por último dominando el diagnóstico de las diferentes técnicas con los conocimientos patológicos ya aprendidos. La alta tecnología diagnóstica y terapéutica es necesaria para comprender mejor las enfermedades y combatirlas. Usar esta tecnología con inteligencia. Apoyaros en vuestros compañeros para compartir y mejorar vuestros conocimientos, pero no olvidéis estar cerca y dar la mano al enfermo para su consuelo, porque el contacto cercano de un médico ha sido, es y será la mejor medicina para combatir el sufrimiento de un paciente. Os deseo lo mejor en vuestra andadura profesional. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 32 MIGUEL ANGEL IDOATE GASTEARENA Muy apreciados alumnos: Agradezco esta oportunidad que me brindáis de dirigirme a vosotros con motivo de tan especial acontecimiento: el final del Curso, el final de una etapa de seis años de esfuerzo. Todos vosotros habéis conseguido hacer realidad una gran y noble ambición: “ser médicos”. Llevaréis con vosotros este triunfo, que es alegría vuestra y de vuestros profesores. alumniBook 32 | 33 I. Me pedís un consejo, pero yo no soy amigo de dar consejos. Es fácil dar consejos, lo que es difícil es ser un buen ejemplo. Eso es lo que hace falta: más vidas ejemplares. Por tanto, si que tengo que daros un consejo es que intentéis ser buenos ejemplos a seguir, auténticos profesionales vocacionales, que sirvan de guía a otros. II. Me gustaría deciros decir algunas cosas sinceras. Y de qué os puedo hablar hoy, de qué os debo hablar hoy: sin duda de la Medicina. De esa Medicina a la que tanto queremos, a la que nos debemos, a la que os debéis. Porque no se está en la Medicina por una casualidad, por llenar un hueco en la vida; se está en la Medicina por amor al enfermo, al ser doliente, por una vocación que si no se tiene, se tiene que ganar. Y se sirve al enfermo, desde diferentes ámbitos, se esté en contacto directo con él o no, junto a la cama del paciente o desde la investigación. Lo importante es la actitud de servicio al paciente, que se nota en cómo se hace el trabajo diario, en ese esfuerzo adicional que supera al cansancio por que el enfermo lo necesita, en ese extralimitarse en las obligaciones con la mente puesta en el enfermo, aunque no se esté delante de él. Para mí ese es el buen médico: el que trabaja por el enfermo, el que se da por el enfermo, el que piensa en el enfermo.¿ Cómo? En una mirada de cariño y comprensión, al tomarle el pulso, al auscultarle, en el empeño por descifrar su mal en el estudio de unos tejidos lastimados que se resisten a desvelar la razón de su dolor, escudriñando una placa radiológica, en el análisis de sus humores, en el intento de desvelar el germen que martiriza su organismo, en la prescripción médica, en el esfuerzo hecho para prevenir sus males o los de la comunidad a la que se atiende, en que sé yo cuantas actividades. Hay Medicina donde hay un médico que intenta diagnosticar, tratar o prevenir enfermedades, pero por el enfermo, no por vanidades o lucimientos personales. III. Os escribo mientras miro y remiro vuestras fotografías; estas fotografías que os hicisteis al comienzo del Curso. Sí, creo que os conozco, a unos más y a otros menos. Algunos se mostraban más abiertos en clase, otros adoptaban un cierto aire reservado. Unos sonríen, otros parecen mirar con cierta seriedad. Claro, la fotografía es de comienzo del Curso, y no sabéis todavía a qué ateneros. Pero luego nos vamos conociendo. Yo creo que nos lo hemos pasado bien; por lo menos, yo he disfrutado, y supongo que vosotros algo también. Ha habido cosas novedosas. La excelente preparación y defensa del seminario por parte de un grupo de vosotros, la participada clase ante el profesor invitado, la cordial sesión dialogada con vosotros en torno a un microscopio. Y más cosas: Los casos enviados para diagnóstico, una ocasión para probarse; los seminarios, una oportunidad para ver el razonamiento clínico-patológico. Y, finalmente, no me olvidaré de la sorpresa que os causó cuando os anuncié con voz queda que os vigilaba desde arriba, y al instante visteis aparecer en la pantalla un montón de imágenes tomadas desde muy alto, sorprendidos en vuestra propia fiesta. Sí, esa clausura de Curso mereció la pena: podría parecer un poco estrafalario todo aquello: vosotros con vuestros atuendos y caracterizaciones inverosímiles; yo sonriendo por dentro y serio por fuera luchando por explicar el porqué de un modo de hacer las cosas.. IV. Nunca se acaba de aprender y sorprenderse en este gran oficio de la enseñanza y la Medicina. La ciencia médica avanza con ímpetu, dispuesta a sofrenar a la vil enfermedad. De hecho la palabra “avances” es una de las más utilizadas en las conferencias médicas. Es un avance continuo, que desde Hipócrates se viene sucediendo sin cesar. Una pléyade de nombres ilustres jalona el Avance de la Medicina. Asombroso. Pero avance hacia dónde, con qué sentido ¿Sólo como una demostración más de que el hombre es capaz de producir más Ciencia y Tecnología del curar? ¿Ciencia y Tecnología unidas para producir más Ciencia y más Tecnología? ¿Eso es todo? No, eso no tiene un gran sentido si no se acompaña de Humanidad. Hay que humanizar la Ciencia, la Tecnología, la Medicina misma. La Medicina sin humanidad no vale nada; ni los descubrimientos, ni los premios Nóbel de Medicina valen gran cosa. A algunos de estos premios Nóbel habéis podido conocer durante estos seis años de carrera. ¿No os ha llamado la atención la sencillez con la que explicaban esos grandes avances de los que eran protagonistas? Sí, el intento de saber era un gran acicate, pero para qué. Yo creo que todos estos ilustres científicos se sentían mucho más llenos por el servicio que prestaban a sus semejantes. Me viene ahora a la memoria unos de estos sublimes libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 33 médicos: Alexander Fleming. Pues bien, cuando el gran Pannett, en el entierro de Fleming, pronunció el elogio fúnebre por su entrañable amigo y compañero, que iba a ser depositado en una cripta de la iglesia de San Pablo, honor sólo reservado a unos pocos, dijo: “Su elección de una profesión, después de un hospital; su paso a la Bacteriología; su encuentro con Almroth Wright; la clase de trabajo que efectuó allí; el efecto inesperado de una lágrima; la caída imprevisible de una espora; no, todos estos acontecimientos no pueden ser debidos sólo a la suerte. Nosotros podemos ver en cada recodo el dedo de Dios mostrando la dirección que debe tomar esta carrera”. Vida la de Fleming, discreta y de servicio, antes y después de su paso solemne a la Historia. V. Bueno, llega el adiós. Así es la vida. Vosotros termináis una carrera e iniciáis otra: esa carrera profesional, que tomará rumbos muy distintos. Perdonarme si me enjugo una furtiva lágrima, una lágrima de despedida ante unos sentidos alumnos que se van. En este momento de despedida, que no lo es nunca del todo, os deseo queridos amigos, que os ilusionéis con vuestra profesión, que os esforcéis en la escucha atenta al paciente, que no os entristezcáis si surgen insatisfacciones, que no os sintáis abrumados por el peso de la responsabilidad. Os deseo que seáis instrumentos para hacer con vuestra profesión, con vuestra abnegación, una vida más humana. Sonreíd. Pero tampoco impidáis si una lágrima de pronto se desliza por vuestra mejilla; no, si eso os hace más humanos, más médicos. La lágrima que vivifica, como esa lágrima de Fleming a la que aludía Pannett, lágrima que cura. Da igual de donde proceda la lágrima, o donde termine sus días, es la lágrima que alivia el alma dolorida, la lágrima del que anhela. Pues bien, para el que anhela, recordad, Dios está ahí …, siempre, al doblar el recodo. EDUARDO ROCHA Mi enhorabuena para todos los de la promoción y mis mejores deseos para que tengan exito en la vida profesional y, sobre tod, en la personal. Un abrazo para todos Eduardo Rocha JOSE MASDEU Algunos dicen que al paso de muchos millones de años y por casualidad, se formó un pequeño órgano, que, pesando menos de kilo y medio, es millones de veces más potente que el ordenador más poderoso en existencia, el “ASCI White”, de IBM, tiene 8,192 procesadores. Se calcula que el cerebro tiene entre 100.000 millones y un billón de células nerviosas, llamadas “neuronas”, cada una un minúsculo procesador. Cada neurona tiene un promedio de cien conexiones, con lo cual el número de conmutadores se elevaría a más de diez billones. Pero así como los conmutadores en un ordenador solo tienen dos posiciones, abierto o cerrado, en el cerebro los conmutadores pueden estar semiabiertos con un rango casi infinito de posibilidades. Esto se consigue porque el cerebro utiliza neurotransmisores y neuromoduladores, que abren más o menos los conmutadores cerebrales. En estadística, negamos el azar y pensamos en asociación o causalidad cuando la probabilidad de que ocurra algo al azar es menor del 0,01. La probabilidad de que se haya llegado al diseño tan espectacular del cerebro humano simplemente a base de tiempo y de azar es inconcebiblemente menor. El hombre no es una máquina pensante, sino, como han reconocido pensadores eminentes a través de los siglos, un reflejo de su Creador. Mª ELENA BODEGAS Estimada XLVII Promoción de Medicina: Muchos de vosotros ya me habréis olvidado, al fin y al cabo hace mucho tiempo de aquel mes de Febrero de 2002 en el que nos conocimos en las clases de Histología General. En Otoño de ese mismo año estuvimos también profundizando en la Histología Especial. Espero que aquellas clases os hayan servido en asignaturas posteriores y sobretodo os deseo que vuestras carreras profesionales sean todo aquello que hayáis soñado. Un saludo a TODOS. Mª Elena Bodegas. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 34 JAVIER PARDO Queridos estudiantes: Hace unos días pasaba por delante de la puerta de la antigua Facultad de Medicina donde estudié Medicina y mi esposa comentó: “Cómo recuerdo la ilusión con que llegué a estudiar Medicina y cómo ha cambiado todo desde entonces”. Estas palabras me han inspirado para una reflexión que me apetece compartir con vosotros en mi “última lección”, que consiste en haceros una llamada de atención a las vicisitudes que en estos momentos vive la Medicina, derivadas de la rapidez con que se instauran nuevos conocimientos y la premura con que se imponen nuevas tecnologías. Los conocimientos crecen a tanta velocidad que las especialidades médicas pasan por una crisis de identidad, que las ha obligado a atomizar sus campos de acción con subespecialidades, subsubespecialidades y unidades, condicionadas por la imposibilidad de una actualización científica permanente. Otras especialidades como la Anatomía Patológica, se han ensanchado con nuevas ciencias como la Inmunohistoquímica, la Patología Molecular y los modernos sistemas de imagen y de microscopía. Las ampliaciones laterales, han condicionado que muchos aspectos de cada especialidad sean compartidos por otros profesionales con tanto derecho y tanta capacidad como cualquiera. Así los patólogos compartimos con inmunólogos la Inmunohistoquímica y con los laboratorios de Oncología, muchos aspectos de la Patología Molecular y con todos, los nuevos modelos de microscopios. Las especialidades quirúrgicas se han visto asaltadas por la tecnología, con los peligros que encierra el hacerse especialista de una tecnología en lugar de una ciencia. alumniBook 34 | 35 Todo ello ha favorecido que más del 60% de los médicos de nuestro país se hayan quemado en sus puestos de trabajo, debido no tanto a sus condiciones laborales, sino a la escasez de facilidades para mantener un elevado nivel científico y la pérdida del espíritu humanista y vocacional que les llevó a escoger esta extraordinaria profesión. Solo encuentro la solución a este problema en las filosofías de la causalidad, especialmente de Thomas Hobbes y David Hume, se encuentra remedio a este panorama un poco oscuro, basado en el hecho de que algo que haya ocurrido de una determinada manera en el pasado, no demuestra que tenga que suceder de la misma manera en el futuro. No tengo una receta para neutralizar el peligro del abandono y el “burning-out”, pero recordad lo que decía Sir Francis Bacon, padre del método experimental, “Quisiera vivir para estudiar, no estudiar para vivir”. Cualquier especialidad que vosotros elijáis, cambiará completamente cada 15 años, lo que os obligará a una permanente actualización y a un esfuerzo, que solo se verá compensado, si mantenéis viva la llama de vuestra vocación y hacéis de la actividad de cada día una aventura al servicio de la sociedad y de cada uno de los pacientes que vais a tratar. Así si mantenéis el espíritu que os llevo a la Facultad de Medicina y aprendéis a disfrutar del estudio al servicio de vuestra vocación, alcanzaréis la felicidad. Ralph Waldo Emerson, poeta y pensador americano, escribía “El éxito consiste en obtener lo que se desea. La felicidad, en disfrutar lo que se obtiene “. JESUS PRIETO A los alumnos de 6º de Medicina Me habeis pedido unas palabras para el libro conmemorativo de la Graduación de vuestra promoción. Os agradezco que os hayais acordado de este profesor que empieza ya a ser un veterano. Lo que de modo casi espontáneo me viene a la cabeza es recomendaros que vivais la Medicina como ideal. Se vive un ideal si se dan dos disposiciones básicas: entrega y perseverancia. Entrega es un concepto rico en contenidos. En primer lugar quiere decir no regatear esfuerzos para dar lo mejor a los pacientes. Y dar lo mejor implica ante todo ofrecerles una atención médica técnicamente competente lo que exige estudio y afan por perfeccionar y actualizar vuestra formación profesional permanentemente. Entrega es también poner el corazón en el trato con el enfermo, y esto se nota hasta en el modo de mirar al paciente. Habeis de ser médicos que sepan querer y convertir el ejercicio profesional en un modo efectivo de amar al enfermo. Vivir un ideal implica perseverancia. Es decir, huir del aburguesamiento y de la rutina, lo que quiere decir no conformarse nunca con el nivel conseguido. Una de las personas a las que dirigí la Tesis Doctoral me puso como dedicatoria en uno de los ejemplares de la memoria de Tesis: “Este es el lema que he aprendido en la Universidad: no hay que pararse nunca”. En estos momentos en que terminais la Licenciatura yo tambien os deseo que no os pareis nunca. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 35 JAVIER DIEZ AGUSTÍN ESPAÑA Querido colega: “Me da mucha alegría poder enviaros unas palabras -unas últimas palabras ya como alumnos-, antes de que terminéis en la Facultad. Quiero desearos lo mejor en vuestro futuro profesional como médicos. Y además, quiero que sepáis que siempre tendréis aquí un amigo, -y dentro de unos días ya como colega- para todo aquello que necesitéis”. Un saludo muy cordial. Agustín España Te escribo estas líneas tras los muchos años transcurridos desde que viví y disfruté lo que tú vives y disfrutas ahora: La obtención de la ansiada licenciatura en medicina. Ya eres médico y empieza una nueva etapa de tu vida: La profesional. Aunque no soy tan torpe como para darte consejos que no me has pedido, sigo siendo suficientemente atrevido como para compartir contigo una reflexión que es fruto de la experiencia vivida en todo este tiempo. La rica y compleja relación que vincula al médico con su paciente, constituye la base insustituible del ejercicio de la medicina. Lo más valioso que te aguarda en el ejercicio de tu profesión es la relación con tus pacientes. Y, sin embargo, la evolución de la sociedad en general, y del mundo de la salud en particular, amenaza la relación médico-paciente desde los dos lados de la misma. De un lado, porque la figura del médico de mediados del siglo pasado que desde su reconocimiento socio-profesional inspiraba la relación con el paciente ya no existe. Algunos dicen que el médico de hoy es apenas una parte del gigantesco sistema sanitario, y su autoridad profesional está replegada dentro de un sistema laboral que le hace sentirse amenazado y a la vez desprotegido. De otro lado, porque en una sociedad como la actual, más reclamante y en la que la información médica se difunde masivamente, aquella figura casi pasiva del paciente de entonces ha mutado notablemente hasta transformarse en una figura no ya activa, sino autónoma o, incluso, beligerante. Por todo ello, los médicos de este siglo, si no quereis perder lo mejor del día a día de esta profesión, os tendreis que esmerar en el establecimiento de una relación gratificante con los pacientes, tanto como os apliqueis en la búsqueda de la excelencia técnica y científica. Dicho con las palabras, persevera en la comprensión humana de tus pacientes, tanto como lo hagas en la profundización de tus conocimientos científicos y la expansión de tu pericia técnica. En este contexto, que no te abandone nunca la reflexión de un gran predecesor nuestro en la profesión, el Dr. Gregorio Marañón, cuando dijo que el médico ha de ejercer la medicina “…con la idea clavada en el corazón de que trabajamos con instrumentos imperfectos y con medios de utilidad insegura, pero con la conciencia cierta de que hasta donde no puede llegar el saber, llega siempre el amor”. Con mis mejores deseos personales y profesionales, recibe un cordial saludo de tu colega. MARIA SEGUÍ- GOMEZ: Sed libres, sed felices y haced felices a los demás. Trabajad con ilusión y empeño y con espíritu crítico y constructivo. EMILIO GARCÍA QUETGLAS No sé que deciros. Soy tan tímido. Habéis sido una clase estupenda (creo que me repito de otros años) pero ahora es el momento. Sed buenos y estudiad que esto no ha hecho más que empezar y por supuesto...acordaros que la Farmacología Clínica existe. Un beso. DR. GUILLERMO LÓPEZ “Me piden unas palabras los alumnos de sexto, ya colegas”. Os deseo lo mejor, podeis estar contentos. Habeis elegido una gran profesión. Que seais personas alegres y responsables con vuestro propio estilo de vida y sin dejaros influir por opiniones ajenas a lo que la Medicina debe de ser. Totalmente convencidos porque los convencidos a medias no convencen a nadie. Debeis contribuir a mejorar el ejercicio profesional conjugando la técnica y el humanismo que siempre caracterizó la practica de la Medicina. Algo de todo esto hemos querido trnasmitiros a lo largo de la carrera. Un abrazo muy fuerte y el afecto de siempre. Dr. Guillermo López. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 36 MIGUEL ANGEL MARTINEZ: JORGE IRIARTE Es un placer poneros unas letras dirigidas a vuestra promoción con la que me unen tan gratos recuerdos. Ya os lo decía en el 2001, que pasarían muy rápidos estos años, pero vosotros no os lo creíais entonces. “Dentro de nada nos encontraremos de nuevo aquí en esta misma aula 3E02. Estaréis entonces en 6º, a punto de acabar.” Eso os decía en primero de medicina. Ahora veís que es verdad. Han sido seis largos años, pero también se han pasado muy pronto. Al menos para mi ha sido así. Lo que notamos que se nos pasa tan rápido es aquello que nos gusta. Y gusta estar con vosotros. Fue un privilegio conoceros desde primero. He aprendido mucho de vosotros en estos seis años y os lo agradezco. Sabéis que os voy a echar de menos. Ir a daros clase siempre ha sido para mi uno de los momentos más agradables del día. Porque el profesor al dar clase adivina fácilmente el apoyo que le dan los alumnos. Se aprecia mucho ese refuerzo que se ve en la cara del alumno que se está tomando las cosas muy en serio al otro lado del estrado. Lo he vuelto a notar este curso. Incluso me habéis pedido una clase de ampliación. Eso vale mucho para mi. Además muchos de vosotros no sólo sois alumnos, sino amigos de verdad: viajes juntos, actividades, deporte, colegios mayores, horas de trabajo juntos en el Departamento o fuera de él, iniciativas diversas que hemos compartido. Todo eso une mucho. Tenéis un listón muy alto por delante: el 99.4% de la promoción previa aprobó el MIR a la primera y el 75% estuvieron delante del 2500 (no sé hablar sin números, ya lo veis una vez más). Ojalá vosotros seáis todavía mejores. Hay que trabajar duro. Aquí me tenéis y sabéis que no es una frase. Si el camino de la vida lo componen las personas con las que nos hemos encontrado y así han construido el marco de nuestra existencia, no cabe duda que nuestro paso por la Universidad está marcado por nuestros compañeros y profesores. Por eso, ser profesor es una oportunidad única, pues te pone en contacto con los alumnos, un grupo de personas que quiere aprender, que quiere mejorar en su vida, formarse para ejercer su profesión con acierto. Cuando uno es profesor, quienes son más importantes y más te enseñan son los alumnos. Ser coordinador de un curso lleva consigo la obligación de conocer a los estudiantes y dedicar más esfuerzo para ayudarles, y a la vez es una suerte muy especial, pues estás más cerca de ellos, y el primero que aprendes eres tú mismo. Pero aprendemos de lo bueno y de lo malo, que de todo hay, pero sólo debemos imitar lo bueno. Lo mismo vosotros: debéis aprender de lo bueno y de lo malo que habéis observado tanto en la Universidad como en los hospitales donde habéis rotado. Por favor, imitad sólo lo bueno, aprended de todo. Siempre recordaré esta promoción como un curso especial. Ha sido mi primer año como coordinador y he disfrutado y aprendido conociéndoos y escuchando vuestras opiniones durante horas. Gracias por vuestra confianza y vuestra ayuda. Todo lo que habéis dicho lo he transmitido y confío que servirá para mejorar. También ha sido la primera vez que después de un examen casi no me dejan salir ... y una vez en el despacho ya habían llegado varios correos electrónicos: simplemente demoledores... Os agradezco vuestra franqueza y comprensión. Enhorabuena a todos y un fuerte abrazo. alumniBook 36 | 37 JORGE QUIROGA Queridos colegas: En el inicio de la vida como médicos, elijáis la especialidad que elijáis, os deseo que la profesión sea para vosotros más una ilusión que un medio de vida; que siempre mantengáis el sano orgullo de ser médicos, que nunca perdáis la idea de que el paciente es el centro de vuestra actividad y que recordéis que sólo hay dos formas de hacer las cosas: bien y mal. Con un gratísimo recuerdo de vuestras clases en tercero, os deseo lo mejor Para acabar un consejo y una petición. Vais a aprobar el MIR todos, poco más o menos vais a elegir especialidad a vuestro gusto, y vais a ser buenos profesionales. Eso no es problema. Un consejo: que seáis agradecidos. Sois unos privilegiados y os han ayudado muchos y mucho. No podéis pensar que el mérito es sólo vuestro porque no es verdad; cometeríais un grave error si así pensarais. La petición: que se note, en cada cual a vuestro modo, su paso por la Universidad de Navarra. Es un algo, involuntario, que existe, independientemente de la forma de ser, de la forma de pensar, del origen geográfico... Simplemente se da; me lo han dicho muchos profesionales de hospitales muy distintos, incluso de otros países. Y que no os preocupe, porque ese algo especial es un algo bueno, muy bueno. Las últimas palabras deben ser de agradecimiento y una llamada de responsabilidad: ojalá sepáis responder con valentía y coherencia en las situaciones en las que os encontréis. Gracias por todo. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 37 DR. JAVIER ZULUETA Queridos colegas: La invitación a escribir unas líneas en este libro de promoción ha supuesto para mí una gran alegría y es todo un honor. Al recibir el título de Licenciado en Medicina y Cirugía se alcanza uno de los momentos más importante de nuestras vidas. Un momento de gran ilusión y orgullo puesto que uno ya es médico, aunque no exento de incertidumbre y preocupación. Tras la alegría de las celebraciones vendrá pronto una sensación de incompetencia extrema. Pensaréis que habéis desperdiciado 6 años de vuestras vidas al no sentiros capaces de enfrentaros a un paciente. Y queda poco para que oigas por primera vez, “Hola doctor”. Es un momento mágico y poderoso en el que un desconocido deja caer sobre nuestros hombros toda su confianza. Estad tranquilos. Es verdad que uno acaba la carrera con la sensación de saber muy poco. Es como debe ser. El que no la tenga es poco realista y quizás nunca sea un buen alumno. Precisamente si hay un consejo que pueda daros es que nunca dejéis de consideraros alumnos de medicina. En cuanto os enfrentéis a ese primer paciente, con el corazón palpitando en el cuello, el vuestro, os daréis cuenta de que cada momento en vuestra carrera será una oportunidad para aprender. Preguntad todo lo que no sepáis o dudéis. Y lo que hayáis aprendido enseñádselo al estudiante que os mira con admiración, al compañero que no ha tenido un caso similar o a vuestro profesor, todos ellos alumnos de medicina. Recordad que la única pregunta estúpida es la que no se formula. Leed los libros a diario. Nunca penséis que ya sabéis lo suficiente porque ese día, afortunadamente, no llega nunca. Y es una fortuna porque a partir de ahora estudiar y aprender es apasionante. Ya no tenéis un profesor que os examina. Ahora es vuestro paciente el que os pondrá la nota. No solo hay que preguntar lo que uno ignora. También hay que preguntarse si lo que sabemos o le que nos dicen es correcto. Lo mejores médicos no son los que se aprenden de memoria un libro de texto, sino el que conoce sus limitaciones y, además de aprender lo que pueda, que será poco, cuestiona su conocimiento y el de los demás. El buen médico sabe hacer preguntas adecuadas para poner en duda los paradigmas. Esto es la base de la ciencia. Todos debéis ser investigadores. Algunos lo haréis en el laboratorio, otros en la clínica, y los más en vuestras consultas. Algunos aspiraréis a publicar en revistas científicas, otros utilizaréis los resultados de vuestras investigaciones sencillamente para aprender. Pero nunca perdáis la capacidad de cuestionar las cosas. No aceptéis nada porque venga en un libro de texto o porque lo haya dicho el profesor de más prestigio. La medicina evoluciona porque los que la practican dudan en cada momento y no cesan en buscar respuestas. En definitiva, sea cual sea el campo que elijáis, ahora es cuando de verdad empieza vuestra carrera y vuestra pasión. Os deseo lo mejor a todos y os doy mi más sincera felicitación. Enhorabuena. JOKIN Queridas alumnas, queridos alumnos: ¡Ya sois médicos! A mi me resulta siempre muy emocionante veros el día de la licenciatura. Solamente quiero daros la enhorabuena por haber cumplido vuestro sueño de ser médicos. Recordad que seréis mejores médicos en la medida en que compaginéis la búsqueda de la verdad en el terreno científico con la búsqueda de la verdad en otras áreas de vuestras vidas. En ocasiones, lo segundo puede resultar más exigente que lo primero...pero seguro que sois capaces de eso y más. Un abrazo. MARTINEZ REGUEIRA El partido de fútbol del siglo se juega cada mes, la mejor promoción de Medicina de la historia de la Universidad de Navarra se licencia cada año. En este 2007 se cumple esta tradición. ¡Enhorabuena¡ Haber corrido durante seis años hasta la meta en la que uno se convierte en médico es mucho más que estudiar innumerables veces la cascada de la coagulación o el mecanismo de contracorriente de la nefrona. Y se merece un gran reconocimiento. Decía Einstein al final de una vida de homenajes que los reconocimientos que más apreciaba eran los que provenían de sus colegas. Teneís el mío, espero tener el vuestro y, sobre todo, que mantengais ese reconocimiento entre vosotros y alcanceis el de vuestros pacientes libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 38 JJ ZUDAIRE Querida promoción: Después de vuestra amable invitación no podía despedirme a la francesa. Y nadie me impide que os cuente lo que siento porque, ¡¡¡que diablos !!...... me lo pide el cuerpo. En mi vida cotidiana demasiado convencional habitualmente (a veces asquerosamente convencional) estoy condenado a decir cosas pseudoserias con voz campanuda. Pero hoy ante vuestra amable invitación a escribir he pensado sorprendido que estas cosas, se las piden a las personas mayores, que ya pasaron la puerta de la solemnidad y me acordé que de un tiempo a esta parte los alumnos por alguna extraña razón y ante mi ingenua sorpresa, me hablan de usted y la tripita se me ha hecho prominente y me he vuelto, casi sin darme cuenta, conservador y escéptico y pesimista y un joven residente comenta que mis historias tienen un vetusto sabor a cine en blanco y negro. Y yo aunque ante mí mismo lo niegue todo, aquí, en la intimidad, y sin que nadie nos oiga, confieso que me duele la espalda, que se casaron mis dos hijos mayores, que ya me llaman suegro, que soy abuelo, que debo hacerme un PSA y que tengo dolorosas crisis de escepticismo antiheróico. Y desde esta cómoda posición de “abuelo batallitas” al que se permite todo voy a tener la audacia de hablar a “calzón quitado” porque vosotros me reconciliáis con la vida, porque vuestra alma todavía (¡¡¡¡Dios, cuanto durará!!!!) esta constituida “del material con el que se fabrican los sueños”, porque estoy seguro que sentís que la piedad, que es un sentimiento pre-racional de dolor ante el dolor humano es el fundamento de la Medicina, porque amáis la palabra Médico, porque os horroriza la denominación “profesional de la salud” que chirría literariamente y detrás de la cual se intuye una huida del compromiso moral radical que es el núcleo del quehacer médico......Y que creéis como yo que debajo de los adoquines está la arena de la playa.... alumniBook 38 | 39 Y me enfado mientras lo escribo porque a veces (demasiadas veces...infinitas veces) no lo hemos sabido transmitir. Dejáis ya la Universidad. Esta Universidad, que conformó en parte vuestra vida, que ha influido e influye, espero que favorablemente, en todos los ámbitos de vuestro quehacer. Probablemente, somos como somos porque hemos estado aquí. Ahora os vais pero, volveréis de forma real o simbólica, da igual, como los salmones, movidos/as por el instinto y la nostalgia a uno de los centros de vuestra esencia. Y es que cuando caminabais por los pasillos del Hexágono o de la Clínica o de los Hospitales, no estabais haciendo solo medicina, estabais haciendo un viaje iniciático hacia vosotros mismos/as. Empezasteis como unos pipiolos y sufristeis, aprendisteis y madurasteis y todos/as salís con la impronta imborrable de una inconfundible denominación de origen. El resultado fue casi siempre excelente, porque habíais elegido para vivir, de forma consciente o por pura casualidad, los últimos territorios donde habita el idealismo más joven y más viejo, más listo y más tonto, más moderno y más trasnochado. Quizás todo eso se hace más fácil en el ámbito de la Universidad. La Universidad Occidental nace en la Edad Media como consecuencia del pensamiento cristiano de la universalidad de la verdad, la igualdad del ser humano y la certeza de que la verdad nos hará libres (flor magnífica en medio del estercolero de la Edad Media, que confirma la intuición de que el hombre es un animal feroz, violento y agresivo, DNA desmelenado y egoísta que sin embargo permanentemente levanta los ojos al cielo y busca el Santo Grial. El hombre no es un ángel caído, es un animal que con gran esfuerzo se yergue sobre sus piernas y levanta sus manos al cielo y a veces consigue tocarlo. No somos como los ángeles pero probablemente somos más interesantes). La Verdad nos hará libres. La Universidad tiene un objetivo ético que se basa en la idea socrática de que el conocimiento conduce al bien. Y en la historia de Occidente las ideas universitarias son responsables del canon que constituye lo que llamamos Civilización. Por eso en la Universidad se cultiva, o debería cultivarse, el amor a la verdad, por eso en la Universidad se respeta, o se debería respetar, la dignidad de la persona humana, por eso todo en la Universidad confirma la radical igualdad del ser humano, de la que se derivan los derechos imprescriptibles de la vida y la libertad. Por todo lo anterior la Universidad es incompatible con la violencia como argumento, el odio del grupo como substrato de la justicia, el rencor y el resentimiento como fundamento filosófico, la tribu como esencia de la sociedad. Eso es la antítesis, eso es la barbarie. Dice un cuento Sufï que un pobre labrador que solo tenía un saquito de trigo para la siembra, recibió un día la visita de un rey riquísimo. El rey le pidió que libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 39 le diera todo el grano que pudiera. El labrador se sorprendió e incluso indignó frente a una petición tan aparentemente absurda y fríamente cruel. Le pareció una burla insultante y para salir del apuro le dio un grano. El rey se lo agradeció y se marchó. Por la noche cuando revisó sus granos de trigo descubrió que uno de sus granos era de oro. Hoy no lo sabéis, pero dentro de 20 años entenderéis que la Universidad, a diferencia del cuento sufí, a quien le da un grano de trigo le devuelve un saco de oro. ...........Todo lo que he dicho es verdad. Sin embargo, si terminara aquí tendría la sensación de que el discurso queda cojo, incompleto, quizás hasta un poco falso, con una solemnidad de estatua de bronce, estupenda para las deyecciones de los pájaros. Porque la Universidad no es solo lo que he dicho. Universidad son también los buenos tiempos, los amores maravillosos e imposibles, la lealtad, la salud, la inseguridad, el romanticismo, la vida aspirada a todo pulmón, la juventud perdida, las señas de identidad, esa foto de sonrisas explosivas que aparece en un cajón de vez en cuando y que nos hace detener el tiempo y nos despierta del ensueño la voz de alguno de los hijos que pregunta mamá quienes son esas personas vestidas de forma tan rara. También por eso me habéis pedido que escriba, para darnos una zambullida en la nostalgia porque aunque con frecuencia lo que genera es mala literatura y alguna depresión, servida a dosis apropiada, es un manjar exquisito. Finalmente...os quiero dar las gracias por todo lo que cada año hacéis por mí, porque yo nada hice y si algo hice la recompensa estuvo en el acto mismo que fue despreocupado, placentero e incontinente, poniendo en el asunto toda la frivolidad alegre y generosa de la última juventud. Si me preguntaran que os deseo para el futuro no dudaría en pediros que fuerais como esos muebles de madera eterna, a los que el tiempo inevitablemente marcó de cicatrices, a los que la convivencia agotó las amarguras pero que fueron amorosamente pulidos cada mañana y conservan, incluso en o por sus cicatrices un aire entrañable de grandeza y dignidad. Dicen que estamos en primavera y es verdad, pero no saben que la razón sois vosotros/as. Vosotros/as sois la más hermosa primavera. Coda: Aunque parezca imposible todo lo anterior tiene que ver con la Urología. Quiero que transmitas a toda la clase mi agradecimiento por un interés que me emociona de verdad. Addendum: Un abrazo a todos/as. D. JUAN RAMÓN GARCÍA MORATO (jrgmorato@unav.es) Aprender a querer, saber vivir Ahora me toca escribir a mí. Será apenas un folio. Han pasado unos cuantos años y habéis aprendido bastante medicina, pero sólo es el comienzo: aunque esos resultados son los que más van a pesar en las valoraciones externas más inmediatas que los demás hagan de vosotros, no es lo más importante, ni lo que mejor os define, ni lo que más van a recordar vuestros futuros pacientes. Estos años han sido, sobre todo, el “curso cero” del master de “Aprender a querer y saber vivir”; o lo que es lo mismo, de la capacidad de “hacerse cargo” de los demás de una manera nueva, distinta. Hacerse cargo de la familia, de los amigos y de los compañeros, del entorno… Un hombre -una mujer- “vale lo que vale su corazón”, en palabras del Fundador de la Universidad de Navarra. Y es, cuando el corazón es grande, no sólo siente, sino que también piensa, está en vela, se alegra, se arrepiente, canta, escucha y también sabe y entiende; así lo encontré descrito hace años en un texto suyo, y me gustó. Sé que habéis crecido en muchas cosas, que ha crecido vuestro corazón y se ha hecho más “completo”. Ahora toca que lo sepan los demás, empezando por quienes tenéis más cerca y, en breve, vuestros pacientes. Para ser buen médico es preciso ser antes, y a la vez, buena persona. Y esto no se aprende en los libros, sino por “rozamiento” en la vida diaria, que descubre lo valioso en los demás llenándonos de admiración agradecida. Esto es lo que más acabará por influir en las valoraciones que los demás hagan de vosotros a medio y largo plazo. Cuando se curan, los enfermos no recuerdan las pautas de tratamiento -de las que han sido exquisitamente informados-, ni las sencillas o complicadas pruebas que se le han realizado: mala cosa sería que este fuera el único recuerdo imborrable que le quede a una persona tras su estancia en un hospital, pues se convertiría en todo un canto, a gritos, a la deshumanización. Recuerdan las sonrisas, las mil y una delicadezas que se han tenido con ellos fuera de programa. Recuerdan el rostro humano de la medicina y de la enfermería e intuyen, cuando está presente en las vidas de las personas que los atienden, el rostro de Dios, que se muestra también en todo su quehacer. En definitiva, las cosas que no están en la factura ni figuran en la contabilidad, porque son impagables. Sencillamente, porque eso no tiene precio. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 40 alumniBook 40 | 41 Discurso de las Becas libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 41 Ilma. Sra. Decana y Junta Directiva de la Facultad, profesores del claustro académico, compañeras y compañeros, padres, familiares, amigos, Es para mí un honor tomar la palabra en este entrañable acto y hacerme portavoz de la cuadragesimoséptima promoción de Medicina de la Universidad de Navarra. Hace apenas una semana, los miembros del Consejo de Curso tuvimos que hacer frente a la difícil tarea de resumir, en breves palabras, nada menos que tres años de inolvidables momentos vividos por todos los que hoy nos becamos. Hemos puesto todos los medios para aplazar tan arduo trabajo, pero llega un momento en que, o acabas con los problemas, o los problemas acaban contigo. Así que nos pusimos manos a la obra y empezamos a pensar. La verdad es que la poesía y la música celestial se les da muy bien a los de letras. Nosotros, afortunadamente, somos un poquito más serios, y lo que nos gusta es la objetividad, cuyos efectos somníferos vienen avalados por los más prestigiosos estudios epidemiológicos. No se preocupen, porque la fortuna se ha aliado con el auditorio, y ha querido que nos encontrásemos con la correspondencia entre un alumno de la facultad y su madre. Se trata de un puñado de cartas escritas a lo largo de estos años de carrera, que ejemplifican bastante bien cómo es la vida universitaria de un estudiante de medicina. Pasamos ya a leerles algunos párrafos de estas cartas: OCTUBRE DE 2001: “Querida mamá. Si has recibido esta carta es que te ha llegado. Si no, avísame que te la vuelvo a mandar. En todo caso, perdona que haya tardado tanto en escribirte, pero es que no encontraba el bolígrafo. Estos primeros días de clase hemos aprendido un montón de cosas, referentes no tanto a la medicina y los médicos cuanto a la supervivencia y los GEOS. Por ejemplo, el profesor de Bioestadística nos ha enseñado lo que con tanto empeño trataste de incul- carme siempre: la importancia de levantarse pronto incluso los sábados. Supongo que tendrás interés en conocerle. Se llama Miguel Ángel Martínez y, aunque algunos le llaman M.A., no se parece ni de lejos al de la serie. En embriología hemos aprendido a dibujar a dos manos mientras borramos con la tercera... ¡igual que cuando jugábamos al Twister! Bueno, mami, me despido ya prometiendo escribiros pronto. Dile a Anusca que si se porta bien le conseguiré una foto firmada de George Clooney, digo, del doctor Mediavilla. Un fuerte abrazo. P.D.: Dile también a la prima Piluca que no tenga miedo de estudiar Filosofía, porque dice la doctora Lázaro que esta carrera no tiene nada que ver con el paro. JUNIO DE 2002 ¡Socorro, mamá!: Mándame urgentemente dinero para comprarme una tienda de campaña, un saco de dormir y un paquete de un millón de folios. No es que me vaya a ir de campamento, sino que dormir en la Uni es la única manera de coger sitio en clase por la mañana. El paquete de folios es para reservar sitio a la gente. Envíame también el abrigo, porque el doctor Forriol está realizando un estudio sobre el rendimiento académico a 15 bajo cero. Por los exámenes no te preocupes. Empezamos el próximo lunes, y los llevo bastante bien… las materias me están gustando mucho, así que igual me paso por Pamplona en septiembre para asistir a los múltiples congresos que suelen organizar los profesores de cada asignatura. También hemos aprendido técnicas de camuflaje y de ocultamiento. Esto es porque la Dra. Palacios, que nos daba Biofísica, cada vez que te veía te colocaba un trabajo que hacer. A mí, un día me pilló desprevenido, en la retaguardia, sin defensas ni excusas, y todavía sigo haciendo el trabajo. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 42 Mamá, te dejo que ahora tengo cena. Creo que se come como en casa de la Feli en el pueblo, con vasos y platos de plástico. La verdad es que no me importa, porque a estas alturas lo único que quiero es cenar barato y bien. Una última cosa: Ya que estoy aquí, supongo que os parecerá bien que me ahorre el autobús de vuelta empalmando con los “sanfermines”. Un fuerte abrazo a todos. OCTUBRE DE 2002 Querida mamá: La vuelta a la Uni me está resultando mucho más dura que la vuelta al cole. Os echo mucho de menos, aunque el piso que me habéis cogido está bastante bien. Parecía pequeño cuando lo alquilamos, pero los sábados por la noche da mucho de sí y nos juntamos a hasta treinta personas: eso sí, todos estudiando y resolviendo dudas ?quizá con un poco de música de fondo?. Lo único malo del piso es la comida. Llevamos tres días a base de corn flakes, pizzas y yogures… ¡no puedes imaginarte la de cosas que estoy empezando a valorar! ¿recuerdas aquella camisa de seda que me regaló el abuelo? Desgraciadamente, la lavadora no sé qué hizo y le han salido unas rayas rosas, y ahora sólo puedo usarla como balleta. Las asignaturas de este año se presentan muy interesantes. La que más me gusta es fisiología. La imparte el Dr. Santidrián, que habla tan rápido que, o no respira, o respira por branquias. Es capaz de hablar a la vez que piensa y escribe en la pizarra a la velocidad del sonido. El Dr. Velayos es el profesor de Anatomía. Por lo visto, no para de hacer bromas en clase, aunque sólo las pillamos después de leer los apuntes en casa. Por cierto, mándame la mascarilla que usabas cuando te hacías la manicura; creo que me será muy útil en la sala de disección. También necesito los plastidecor del colegio, porque tengo una asignatura, histología, que es como la vuelta al cole... Bueno mamá, me despido. Dales abrazos a todos de mi parte. MAYO DE 2003 alumniBook 42 | 43 “Querida mamá: Me acabo de enterar que la ropa se lava con detergente. Necesito que me envíes pronto los episodios de “La vida es así”, para inmunología. Tenemos el examen dentro de nada, aunque, por lo visto, aún hay muchos conceptos que ya se darán. Creo que hay un seminario cuando acaben los exámenes para completar la materia. Mamá, ya sabes que desde pequeño te dije que quería ser médico, ¿no? Ahora he cambiado de opinión: de mayor quiero ser linfocito T. Me encantaría ser el capitán de los macrófagos y de los linfocitos B, me gustaría luchar junto con las células NK; me gustaría exterminar al enemigo; aunque lo malo de ser linfocito T es que no se cobra mucho. También estamos estudiando Historia de la Medicina. Parece una “maría”, y eso que el profe se llama Pedro. Bueno, supongo que nadie la suspenderá. Mamá, tenemos también una asignatura de letras que se llama Teoría de la Cultura. En clase, el profesor se dedica a hablar y nos dice que escribamos lo que se nos ocurra. Yo siempre le escribo sobre la trágica muerte de nuestro perro “Cookie”. En fin, mami, ya me despido. Dales muchos recuerdos a todos. P.D.: Puedes tirar todas las camisetas, botas y pantalones cortos que tengo, porque los pijos de Derecho no me dejan ir a sus fiestas si no llevo polo, chinos, náuticos, y un jersey “Tomy” en los hombros. OCTUBRE DE 2003 “Querida mamá: Ya siento no haber ido en verano a casa pero es que tenía que hacer algún que otro recado. En la anterior carta me preguntaste por las notas. Decías que no tenías noticia de ellas desde que empecé. Lo que pasa es que en Medicina las dan todas juntas en sexto. Vosotros no os preocupéis, que si me dan alguna matrícula ya os avisaré. De momento, sólo puedo deciros que este año todo es más difícil. Tenemos PG con el Dr. Prieto y la Dra. Civeira. Cada vez que voy al servicio pienso en la lucha entre el sodio y el potasio buscando una plaza para encontrar su libertad. Mamá, ya estoy empezando a reconocer los síntomas de varias enfermedades y creo que las tengo todas. Ahora que me he comprado el diccionario médico, empiezo a entender por qué de pequeño me llamabas hipocondríaco. Este cuatrimestre he conocido el miedo, he conocido al Dr. Pardo. No quiero que me vea, porque seguro que me envía a un campo de concentración para adelgazar. En AP está también el Dr. Idoate, que debe de estar ensayando con nosotros su próxima entrevista con el Rey. Ahora en serio. Después de estudiar microbiología y PG me veo en la obligación de haceros una serie de libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 43 advertencias: apañaos una dieta sana; no fuméis; haced ejercicio; evitad salir a la calle a no ser que sea por una urgencia; por lo menos, no cojáis mucho el coche. Si podéis usar la bici mejor que la moto, pero peor que ir andando. Aunque andando tampoco os aseguro vuestra supervivencia al 100%, que todo tiene sus riesgos. Cuidado con el frío en invierno, con el calor en verano, con las temperaturas medias en el otoño, con el polen en primavera y con lo que pueda venir en las demás estaciones. Procurad no viajar al trópico hasta que regrese y os vacune a todos varias veces; no os volváis a bañar con el tradicional agua del grifo y empezad a utilizar alcohol, que es mucho más eficaz. No se os ocurra volver a comer carne de ningún tipo (y no lo digo porque estemos en cuaresma); y, por último, acuérdate de decirle a Anusca que se quite el piercing del ombligo. Y al perro quitadle el de la lengua, no sin antes ir al veterinario para aseguraros de que no tiene la rabia… Bueno, mamá, si no te ha quedado claro yo sólo te advierto de que… Estas líneas son como un medicamento. Lee detenidamente las instrucciones de uso. En caso de duda, consulta a tu farmacéutico. Mamá, aunque esta carta es muy larga, supongo que si te cunde el día como al doctor de Irala no tendrás problema en leerla. El otro día nos propuso el siguiente horario: Estudio: 14 horas. Asistencia a clase: 6. Comidas: 3. Novia: Otras 3. Amigos: 2 horas. Lectura: 1 hora. Y, por supuesto, nunca dormir menos de 8 horas. Vamos, que a razón de 37 horas diarias, detrás del joven Dr. de Irala se esconde un anciano más viejo que Matusalén. Mamá, también tenemos radiología. ¿Sabes que el corazón es blanco y no rojo como creía? Lo he descubierto con los rayos X, que es una técnica que te quita la piel para poder verte por dentro. Tengo muchas ganas de veros. FEBRERO DE 2004 “Queridísima mamá: Después de los últimos exámenes, mi humildad ha alcanzado cotas impredecibles. Te prometo que me he convertido totalmente. Cuando pasen las becas seré otro. Estudiaré desde el primer día de marzo. Os escribiré con más frecuencia, y contrataré “País 30” de telefónica para llamaros todos los días. Voy a ser un hijo ejemplar, del que podáis presumir papá y tú delante de vuestros amigos. Un abrazo más fuerte que nunca y os espero el día 28 en el paso del ecuador. *** No podemos acabar este discurso sin agradecer su esfuerzo a todos aquellos que han hecho posible que hoy estemos aquí, celebrando el paso del ecuador. En primer lugar, gracias a San Josemaría, Fundador y primer Gran Canciller de la Universidad, que hace algo más de cincuenta años puso en marcha con ilusión este proyecto. Gracias también a los enfermos que, con su dolor y con su enfermedad, están singularmente presentes en nuestro aprendizaje. Gracias a todos los empleados no docentes (jardineros, secretarias, bedeles, personal de limpieza, etc.) que, con su trabajo crean ese peculiar ambiente que caracteriza a esta Universidad. Gracias a los profesores, no sólo por sus clases, sino por su cercanía y su acompañamiento constante en estos años de formación. Por último, nuestro más sentido agradecimiento a quienes debemos absolutamente todo: a nuestros padres. Muchas gracias y un fuerte aplauso para vosotros. Hemos decidido otorgar nuestra Beca de Honor al Dr. Santidrián. Nacido en Miranda de Ebro, Burgos. Es Licenciado y Doctor en Farmacia por la Universidad de Navarra. Fue premio extraordinario de Licenciatura y Doctorado. Realizó una Estancia Posdoctoral en el Institute of Technology, Cambridge, durante los años 1978 a 1981. Es: Catedrático de Fisiología Animal de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada Catedrático de Fisiología Animal de la Facultad de Farmacia de la Universidad de La Laguna Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de La Laguna Catedrático y Profesor Ordinario de Fisiología Humana de la Universidad de Navarra desde octubre de 1987 libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 44 alumniBook 44 | 45 Discurso de la Licenciatura libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 45 Ilma. Sra. Decana y Junta Directiva de la Facultad, Queridos profesores del claustro académico, compañeras y compañeros, padres, familiares, amigos, PABLO: Un día íbamos Santi y yo paseando a su perro. Mientras la criatura correteaba por el campo, nosotros nos empeñábamos a fondo en pergeñar este discurso. En éstas andábamos cuando, de pronto, el perro empezó a ladrar como un loco junto a unos matorrales. Dejamos un momento el discurso para ver qué ocurría y... ¡oh, sorpresa! Nos encontramos con que un gnomo yacía sentado junto al matorral, llorando desconsolado. SANTI: «¿Qué te pasa?» —le preguntamos. PABLO: «Estoy triste y sufro» —nos dijo. SANTI: Pablo y yo nos miramos, y reconocimos inmediatamente en este gnomo desamparado un paciente... un paciente al que debíamos socorrer. PABLO: «tienes suerte» —le dijimos. «Nosotros somos recién licenciados en Medicina y estamos locos por ayudar a la gente que sufre, a curar enfermos —y no sólo enfermedades—, a investigar y descubrir nuevos hallazgos hallazgos anatomopatológicos... SANTI: [como los cuerpos de inclusión de Idoate...] PABLO: Nuestra emoción crecía por momentos. Toda la teoría que habíamos aprendido en los últimos seis años tendría por primera vez en nuestras vida una aplicación práctica. Cuando terminamos de exultar, el hombrecillo se secó las lágrimas con esfuerzo y empezó a balbucear entre sollozos: SANTI: «Yo también estudié medicina en la UN. Todavía recuerdo el día que hice el previo. Fui acompañado por mis padres, que se sentían muy orgullosos. Iba a ser el primer gnomo en estudiar Medicina: 2000 personas para 180 plazas: 179 personas... y yo. Cuando me acerqué al mítico hexágono pensé que habían montado una carpa como de la UPNA donde repartían café y bollos. Pero no os penséis: era para los padres... y un nutrido grupo de alumnos, uniformados como si fueran médicos de verdad: bata, fonendo, corbatas... Allí estaban todos, como en una manifestación, quejándose de una asignatura rara que se llamaba CP VI, ¡sólo habían tenido una hora para hacer el examen! Aunque yo era un joven gnomo de buenas notas, empecé a ponerme nervioso... PABLO: El caso es que el previo no me fue nada mal... y me cogieron en la Uni. Desde aquel día hasta que empecé el Segundo Ciclo no me acuerdo de nada. Va en serio, es como una amnesia selectiva. De todas formas, si os interesa el informe de esa «infancia universitaria», lo tenéis colgado en ADI. SANTI: [Y Pablo lo ha dejado en la fotocopiadora]. En cuarto empezaron las prácticas y, con ellas, la acción. Por fin veríamos pacientes, y haría mis primeros pinitos en el Hospital y en la Clínica. Allí me convirtieron en un gnomo “estilo CUN”. Nunca me había puesto zapatos y corbata; nunca me había afeitado la barba; y nunca le había dado la mano a un paciente. PABLO: Un día me dijo el médico: pasa tú sólo a la consulta, hazle la anamnesis y luego le exploras. Le hice pasar, le di la mano y empecé a temblar... me quedé bloqueado por instantes. No había marcha atrás, así que conté hasta tres: uno, dos, y tres... exclamé: «¡Hola D.Pepito!» Gracias a Dios, el paciente se lo tomó con sentido del humor y me devolvió el saludo: «¡hola D. José!» Era mi oportunidad para evitar que el fracaso se consumase, pero... ¡qué va! Seguía igual de nervioso. «¿Vio usted a mi abuela?» —Le pregunté. El tío se debió de pensar que era imbécil, y que tenía que seguir el juego: «A su abuela yo la vi». Y yo, como había cogido carrerilla, le solté un «adiós don Pepito» y salí corriendo de la consulta —supongo que él me respondió, pero de eso ya no me acuerdo. Sólo sé que me cayó el primer “suspenso” de la carrera. SANTI: Otro día el médico que me acompañaba me enseñó a usar el fonendo: todo un descubrimiento para mí. ¿No os habéis puesto nunca, cuando erais niños, una caracola en el oído para escuchar el sonido del mar?... Pues lo del fonendo es algo parecido. Gracias al doctor Alegría, aprendí que este curioso instrumento no era un detector de metales sino que servía para escuchar «el soplo protomesosistólico» en el «foco aórtico» con una intensidad tres sobre cuatro. Que nunca llegamos a escuchar... PABLO: Pero no penséis que me pasé el Segundo Ciclo libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 46 de prácticas en el Hospital. En cuarto también teníamos clases, y algunas eran duras, como Oftalmología a las cuatro de la tarde, con las persianas bajadas, impartida a un volumen constante de dos decibelios... Os podéis imaginar la estampa, y sobre todo el estado del auditorio. SANTI: En hematología descubrí una enfermedad peor que el coco y el ogro del bosque juntos: el terrible linfoma. Todavía tengo pesadillas con él. Con 5º llegó la inmunología, todo un mundo, digno de ser recreado por el mismo Tolkien: magníficas batallas, en las que numerosos ejércitos de citoquinas, capitaneados por linfocitos, peleaban con macrófagos a caballo frente a las malignas huestes de los antígenos, que eran devorados, en final glorioso, por los heroicos anticuerpos… Todas estas historias las escuchábamos con emoción, gracias en parte a la retórica fecunda del doctor Melero, que nos cautivaba: «una citoquina con capacidad de incrementar la actividad citotóxica de las células NK y, de inducir células Lak en la IL-12, inductora de la inflamación y responsable de la activación de los linfocitos B, siempre y cuando éstos expresen en su membrana receptores CD-80». PABLO: La traducción la dejamos para otra ocasión. Y si a alguno le pica la curiosidad demasiado, la respuesta en: imelero@unav.es. Pasemos ahora a Endocrino, o sea, al Dr. Salvador. Qué gratos momentos nos hizo pasar, y qué sabios consejos: «Si algún día tenéis obesidad troncular y ginecomastia, sean listos, piensen que puede ser la curva de la felicidad y no un cushing…» Bromas aparte, he de confesaros que no dejé de asistir a ninguna de sus clases, y creo que su amable trato no se debió a que fuese un gnomo, con un evidente déficit de GH, por tanto. Me consta que todos mis compañeros también le están muy agradecidos. alumniBook 46 | 47 SANTI: También en 5º, tuvimos clase con el tipiquísimo y patognomónico doctor España. Por educación y respeto, me abstendré de entrar en los contenidos herpéticos y ampollosos de la asignatura. Las «glomerulonefritis» también dieron mucho que hablar —sobre todo al doctor Purroy— en este curso. Otro de mis sueños se desarrollaba en una gran piscina en la que buceaba junto con el sodio y el potasio, mientas la albúmina estrenaba una toalla de Carrefour, que regalaban con las galletas. Sobre esta misma asignatura, no puedo dejar de mencionar —la sangre obliga— las clases del doctor Zudaire. Orador, filósofo, historiador y siempre comprensivo nos mostró la cara más humana de la Medicina... Y aunque seré un buen hijo y no haré uso de mi turno de réplica, sólo diré que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer. PABLO: Y, aunque no lo creáis, llegamos hasta 6º, ya con ganas de terminar. El doctor Teijeira nos aseguró, en Medicina legal, que aquello no se parecería en nada a CSI y las series americanas... Y fue verdad: aprendimos muchas cosas, y tuvimos la ocasión de participar en un formativo seminario sobre la violencia de género. SANTI: Especialmente privilegiado me sentí en la asignatura de Neurología, cuando el doctor Masdeu nos recibió con un apretón de manos a cada uno. Guardo también un gran recuerdo de sus clases, de sabor tan norteamericano. Contamos también con la presencia de numeros investigadores provenientes de prestigiosas universidades como la: Harvad Schooll of Medicine, o la Johs Hopkins... (con acento norteamericano). En anatomía patológica, qué duda cabe que aprendimos a hacer un diagnóstico diferencial de numerosas patologías. Con el doctor Aquerreta no faltaron las líneas B de Kerley, el cielo estrellado en un verano azul con Chanquete y Piraña, el vidrio esmerilado, las astas de ciervo, la suelta de globos, las agujetas de color de rosa... También aprendimos a diferenciar entre un antiepiléptico y un IECA tras la magistral clase del Dr Honorato sobre el Efecto clase. PABLO: Y llegó la asignatura que todos esperabais: el colofón de la carrera de Medicina, la única, la del 11%. El 11% de las preguntas MIR son de preventiva, el 11% de la clase se iba a obsesionar con la salud, el 11% dejaría de fumar, el 11% tendría un accidente en “bici” que le pondría al borde de la muerte, el 11% admiraría platónicamente a la Dra. Seguí… SANTI: Con la clase de alimentación del doctor Martínez el 100% de los alumnos nos obsesionamos con la «dieta saludable» hasta extremos verdaderamente patológicos. ¿Quién de vosotros no se come desde entonces bollos en el baño, para no ser visto? ¿Acaso no guardáis un poco de grasa trans en la mesilla de noche? ¿Y esos “pitillines” que fumáis a escondidas entre clase y clase? Después de todo, hay que reconocer que la odds ratio de la felicidad también tiene un precio... que los expertos en salud pública desconocen... pero que en breve aparecerá entre las recomendaciones de la United States Preventive Services Task Force. PABLO: Durante esos tres años pude participar también en las primeras ediciones del Congreso Internacional de Oncología para estudiantes. La iniciativa, impulsada por alumnos de esta promoción, ha cuajado espléndidamente y cuenta ya con participantes de reconocido prestigio internacional. Además, ha servido de estímulo para que los alumnos se introduzcan en el mundo científico con sus ponencias. Nada habría sido posible sin la ilusión de muchos de vosotros. SANTI: Los últimos meses de sexto fueron increíbles. La locura se iba apoderando de todos nosotros. La gente ya no sabía qué decía: pedían que se cerraran las persianas, que se subieran las luces, que el profesor hablara más alto... Pablo salía a la pizarra para dar avisos y se liaba... en fin, que no había quien se aclarase. Antes de comenzar cada examen se repetían las preguntas de siempre, casi como fórmulas de cortesía: «¡pero si no avisó!; “¿se puede escribir con goma?”, “¿puedo pedir un sacapuntas para el boli?”». Y es que a la gente le estaba pasando factura los 6 años de Medicina. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 47 El diagnóstico era claro: pánico generalizado por haber terminado la carrera de Medicina. Sus manifestaciones más significativas: ansiedad, inseguridad y miedo a lo desconocido, a empezar una nueva vida como médicos. Miedo a no tener a Pablo Zalbidea adelantando clases y arreglando los problemas. Miedo a sentirse solos ante la realidad.... PABLO: Cuando el discurso del gnomo llegó hasta este punto empezaron a asomar de nuevo sus lágrimas. Santi y yo nos planteamos entonces la posibilidad de darle unas palmaditas en la espalda y desearle suerte, pero gracias al cielo se me ocurrió algo mejor. Me acordé de una reflexión del doctor Marañón, que brilló con luz propia como estudiante y como profesional, prestigioso en el mundo de la medicina y cultivador de diversas facetas de la cultura humana. Para Don Gregorio “eso” de la suerte no existía; lo que había era trabajo y sacrificio de muchos años: «La suerte —aseguraba— la debo yo a levantarme cada día a las cinco de la mañana para comenzar mi trabajo. Entonces estudio el caso del enfermo que he de ver en el hospital y me prestigio como médico; preparo la clase que tengo en la Facultad ; trabajo en el libro que debo dar a la editorial... Pero nada de eso es suerte, sino el resultado de mi esfuerzo.» SANTI: Parece que fue ayer cuando la Decana en nuestro primer día de en la Facultad nos leyó los Consejos de Esculapio. En aquel momento nos asustamos porque no alcanzábamos su significado. Hemos querido extraer algunas ideas que ahora cobran especial actualidad. «¿Quieres ser médico, hijo mío? ¿Has pensado bien en lo que ha de ser tu vida? Tendrás que renunciar a la vida privada; mientras la mayoría de los ciudadanos pueden, terminada su tarea, aislarse lejos de los inoportunos, tu puerta quedará siempre abierta a todos; a toda hora del día o de la noche vendrán a turbar tu descanso, tus placeres, tu meditación; ya no tendrás hora que dedicar a la familia, a la amistad o al estudio; ya no te pertenecerás. (…) No cuentes con que ese oficio tan penoso te haga rico; te lo he dicho: es un sacerdocio, y no sería decente que produjera ganancias como las que tiene un aceitero o el que vende lana. Te compadezco si sientes afán por la belleza; verás lo más feo y repugnante que hay en la especie humana; todos tus sentidos serán maltratados. Tu vida transcurrirá como la sombra de la muerte, entre el dolor de los cuerpos y de las almas, viendo unas veces el duelo de quien es destrozado por la pérdida de su padre, y otras la hipocresía que a la cabecera del agonizante hace cálculos sobre la herencia. Únicamente la conciencia de aliviar males podrá sostenerte en tus fatigas. Piensa mientras estás a tiempo; pero si indiferente a la fortuna, a los placeres de la juventud; si sabiendo que te verás solo entre las fieras humanas, tienes un alma bastante estoica para satisfa- cerse con el deber cumplido sin ilusiones; si te juzgas bien pagado con la dicha de una madre, con una cara que te sonríe porque ya no padece, o con la paz de un moribundo a quien acompañas hasta el final; si ansías conocer al hombre, penetrar todo lo trágico de su destino, ¡hazte médico, hijo mío!» PABLO: Hasta aquí los consejos de Esculapio… que aspiramos a guardar como horizonte de toda nuestra profesión, con renovado afán de «servir» a los demás. No podemos acabar este discurso sin agradecer su esfuerzo a todos aquellos que han hecho posible que hoy estemos aquí, celebrando nuestra Licenciatura. En primer lugar, gracias a San Josemaría, Fundador y primer Gran Canciller de la Universidad, que hace algo más de cincuenta años puso en marcha con ilusión este proyecto. Aunque no tuvimos la suerte de conocerle, creo que le debemos un especial agradecimiento a D. Eduardo Ortiz de Landázuri. Él fue quien, junto con muchos otros profesores, puso las primeras piedras de la Clínica Universitaria y de nuestra propia Facultad. De él hemos heredado una forma ejemplar de ver la Medicina, centrada en el paciente, y que se resume en un consejo que daba con frecuencia: “el paciente siempre tiene razón”. Gracias también a los enfermos que, con su dolor y con su enfermedad, han estado singularmente presentes en nuestro aprendizaje y, a partir de ahora, nos acompañarán en toda nuestra carrera profesional. Gracias a todos los empleados no docentes (jardineros, secretarias, bedeles, personal de limpieza, etc.) que, con su trabajo crean este grato y peculiar ambiente que caracteriza a nuestra Universidad. Muy en particular, queremos mostrar nuestra gratitud a las Secretarias de la Facultad, por su paciente atención durante estos 6 años. (David y José María bajan los ramos de flores a Davi y a Ana) Aunque sabemos que este pequeño detalle no puede pagar todo vuestra dedicación, con él queremos mostraros nuestro más sincero agradecimiento. Muchas gracias a los profesores, no sólo por sus clases, sino por su cercanía y su acompañamiento constante en estos años de formación. Y ya por último, y por encima de todo, nuestro más sentido agradecimiento a quienes debemos absolutamente todo: a nuestros padres. Sois vosotros los que con vuestro sacrificio habéis hecho posible que este sueño nuestro y vuestro se haya hecho realidad. Muchas gracias: va por vosotros. libro_medicina 2/6/08 11:51 Página 48 y esto es sólo el principio... Diseño: Jokin Pagola [www.jokinpagola.es] Seguimos en contacto en alumni: www.unav.es/alumni