uso criollo actual de la fauna y su contexto histórico en el bajo caura

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MEMORIA
Sociedad de Ciencias Naturales La Salle
Tomo LVIII, número 149, Enero/junio 1998
USO CRIOLLO ACTUAL DE LA FAUNA Y SU CONTEXTO
HISTÓRICO EN EL BAJO CAURA.
Vispo, Conrad
Fundación La Salle de Ciencias Naturales
Estación Hidrobiológica de Guayana
Carrera Alfonzo de Herrera UD 104, El Roble
San Félix, Edo. Bolívar
Venezuela
Wildlife Conservation Society
185th and Southern Boulevard
Bronx, New York 10460
USA
cknab@students.wisc.edu
Palabras claves: Peces. Pesca. Caza. Río Caura. Historia. Venezuela.
RESUMEN
Se presenta un breve resumen de la información sobre el uso actual por la
población no indígena (criollo) de la fauna en la Cuenca del Bajo Río Caura,
Estado Bolívar, Venezuela. El contexto histórico de la caza y la pesca es descrito
usando relatos orales y publicados, con el fin reconstruir la historia del uso del
recurso natural en la región. El análisis histórico muestra que la pesca comercial
se incrementó en la cuenca durante un período cuando otras fuentes de ingreso
históricamente importantes estuvieron en descenso. Se describen los valores económicos y nutricionales actuales de la cacería y pesca, obtenidos a partir de
cuestionarios socioeconómicos. En términos generales, se consideran los probables
impactos de la pesca y la cacería sobre la fauna. Se concluye que varias poblaciones de peces y animales de caza probablemente han sido reducidas, aunque sólo
unas pocas especies, tales como el caimán del Orinoco, están amenazadas de
extinción en la cuenca.
CURRENT CRIOLLO FAUNA USE ON THE LOWER CAURA AND ITS
HISTORICAL CONTEXT.
Key words: Fish. Fishery. Game. Hunting. Caura River. History. Venezuela.
ABSTRACT
This paper presents a brief summary of information on current non-indigenous
fauna use in the lower Caura watershed, Bolívar State, Venezuela. The historical
context of hunting and fishing is presented by using oral and published histories
115
to create a time line of natural resource use in the region. The historical analysis
shows that commercial fishing arose in the watershed during a period when
other, historically-important sources of income were declining. The current
nutritional and economic values of these activities are then described based on
socioeconomic questionnaires. Paralleling this, I continue by considering the
probable past impacts of fishing and hunting on the fauna and the likely future
consequences. While several fish and game populations probably have been
reduced, only a few species, such as the Orinoco crocodile, appear to be threatened
by extinction in the watershed.
INTRODUCCIÓN
La Cuenca del Río Caura ha sido considerada como una de las últimas
cuencas prístinas de su tamaño en el Neotrópico (Rosales y Huber 1996). Drena
hacia el norte desde las tierras altas de la Guayana abarcando un inmenso manto
de bosque hasta alcanzar las sabanas poco antes de llegar al Orinoco, aprox. 300
km al oeste de Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar, Venezuela.
A pesar de ser un ecosistema prácticamente inalterado, el Río Caura tiene
una larga historia de explotación de plantas y animales por parte del hombre, la
cual continúa en la actualidad. Esta se ha derivado y seguirá retroalimentándose
de las condiciones sociales y biológicas locales.
El propósito de este trabajo es entender, en su contexto histórico, parte de
esta interacción describiendo el uso actual de la fauna por parte de los criollos (es
decir, no indígenas) a lo largo del Bajo Caura. Primero se presenta, en base a
relatos orales y publicados, un resumen de la historia regional de los criollos enfatizando las actividades relacionadas con el uso de los recursos. Esto se relacionará
posteriormente con una descripción del uso actual del recurso en el área. Por último, se evaluarán las consecuencias probables de estas actividades en términos de
los beneficios humanos (impactos sociológicos) y la sobrevivencia de las especies
(impactos biológicos). El objetivo es proveer información útil para futuros planes
de conservación y desarrollo en el área. Aquellos planes que reconozcan las raíces
y la importancia social de los patrones de uso actual y que vinculen estos patrones
a sus fundamentos ecológicos, tendrán una mayor oportunidad de éxito.
ÁREA DE ESTUDIO
El Caura fluye hacia el norte desembocando en el Orinoco desde el antiguo
basamento rocoso del Escudo Guayanés (Fig. 1). Ha sido clasificado como un río
de “aguas negras” aun cuando su pH es alto y los valores de carbono disuelto son
bajos en comparación con un típico río de aguas negras amazónico como el Río
Negro (García, 1996). El Caura puede ser catalogado más exactamente como un río
de aguas moderadamente oscuras con bajo transporte de sólidos (Lewis et al.,
1995). El Bajo Caura está separado del tramo superior del río por el Salto Para, el
cual cae 80 m sobre 2 km. Este salto incluye cataratas de unos 50 m y forma una
barrera aparentemente insuperable para las poblaciones de peces, puesto que la
composición de la ictiofauna del Bajo Caura difiere en diversas formas de la del
116
Alto Caura. Quizás lo más notable, desde el punto de vista del aprovechamiento
por el hombre, es la ausencia de los grandes bagres y carácidos arriba del salto. En
el caso de la fauna terrestre las mayores diferencias están probablemente entre los
animales de la sabana (dentro de 50 km de la boca del Caura y varios parches en
la cuenca alta) y los del bosque húmedo.
65°20’W
7°45’N
65°00’
64°30’
64°20’
ORINOCO
Las Majadas
Maripa
Aripao
VENEZUELA
Puerto
Cabello
Trincheras
Jabillal
7°00’
CAURA
Salto
Para
6°10’
0
50 km
Figura 1
Mapa del área de estudio indicando los caseríos estudiados, los ríos y caños en la región, y
la carretera (la línea intermitente).
117
Existen a lo largo del Bajo Caura al menos cinco pueblos o caseríos predominantemente criollos y seis principalmente indígenas (Fig. 1). En esta región, la
población criolla alcanza alrededor de 2500 individuos y la indígena menos de
400. Dos de los caseríos criollos, Maripa y Puerto Cabello, poseen una población
indígena sustancial. Además de estos caseríos discretos, hay también familias
indígenas individuales dispersas a lo largo del río aguas arriba de Las Trincheras,
y de familias de criollos en los bancos, abajo de Maripa.
Hacia el interior de los bancos del Caura, pero dentro de la cuenca hidrológica,
se encuentran otros caseríos o poblados. Por ejemplo, el camino de acceso a Las
Trincheras y Jabillal ha servido como corredor para asentamientos agrícolas. No
obstante, sólo aquellas comunidades realmente localizadas en el Caura fueron
incluidas en este estudio. Las Majadas, un puerto pesquero del Orinoco, ligeramente
río abajo de la boca del Caura, aparentemente deriva la mayor parte de su cosecha
pesquera del Orinoco (aunque hay bastante pesca en el Caura y se necesitan más
estudios) por lo que no fue considerado en este estudio.
MÉTODOS
Los datos presentados en este trabajo provienen de tres fuentes. Las entrevistas
estandarizadas fueron llevadas a cabo en cinco caseríos criollos a lo largo del Bajo
Caura: Jabillal, Las Trincheras, Pto. Cabello, Aripao y Maripa (Tabla 1). Durante
estas entrevistas los entrevistadores visitaron casas individuales y preguntaron a
un miembro de la familia disponible una serie de preguntas acerca de la pesca y
el uso del recurso fauna silvestre. Este conjunto de entrevistas fue repetido tres
veces: uno del 15 de junio al 9 de julio de 1996 (cerca del máximo de la estación
húmeda), la segunda vez del 3 al 14 de mayo de 1997 (al final de la estación seca)
y la última del 22 al 29 de noviembre de 1997 (a principios de la estación seca). El
segundo y el tercer grupo de entrevistas se consideraron como representativas de
la actividad pesquera en aguas bajas. En Maripa se intentó de hacer un muestreo
estratificado ya que tratar de visitar todas las casas habría consumido demasiado
tiempo. Durante las entrevistas en Maripa, se trató de incluir tanto áreas
relativamente ricas como pobres, y se entrevistaron familias a diferentes distancias
del río. Sin embargo, no se realizó ningún censo total para determinar si el número
de casas visitadas en cada categoría era representativo de su porcentaje en la
población total. En el resto de los caseríos intentamos visitar todas las casas. Las
casas fueron excluidas si estaban vacías o si sus habitantes no querían ser
entrevistados.
A partir de los datos de las entrevistas se obtuvo una descripción del consumo local de peces y de la cosecha de subsistencia. La mayor parte del consumo
viene de la compra local de pescados cosechados comercialmente o directamente
de la pesca de subsistencia de un miembro de la familia. En los dos primeros
grupos de entrevistas se les pidió a los entrevistados especificar si pescaban,
compraban o recibían como regalo los peces que consumían. Esto nos permitió
obtener una idea general de la diferencia entre la naturaleza de la pesca de
subsistencia y el consumo local total.
118
La información básica general del uso de los recursos locales y su historia fue
obtenida de preguntas menos estructuradas a residentes bajo diferentes
circunstancias. Por otro lado, aunque muy poca información ha sido publicada
sobre el uso de los recursos en la cuenca, los recuentos históricos muy generales
del Caura y Orinoco permiten ciertas conclusiones acerca de los probables
patrones históricos de uso de recursos. Información adicional fue derivada a
partir de observaciones directas del uso del recurso durante la presencia del autor
en el área en diferentes períodos desde 1992.
Tabla 1
Tamaño muestral de las encuestas en casas. Las encuestas fueron llevada a cabo
en cinco caseríos criollos y en tres fechas diferentes.
1
21
69
57
60
53
23
63
65
82
58
emb
agua re 1997
s ba
jas
62
26
16
6
12
novi
55
26
14
12
15
may
o
agua 1997
s ba
jas
51
31
13
11
12
juni
o
agua 1996
s alt
as
1571
270
136
94
145
% estimado de la población
encuestada 1
emb
agua re 1997
s ba
jas
Maripa
Aripao
Puerto Cabello
Trincheras
Jabillal
novi
Población
may
o
agua 1997
s ba
jas
Caserío
juni
o
agua 1996
s alt
as
N° de Casas Encuestadas
28
63
81
43
56
Este fue calculado dividiendo el número total indicado de miembros de la casa, entre
las cifras de la población del caserío. Es aproximado dado que los tamaños de algunos
de los pueblos (Puerto Cabello y Las Trincheras) cambiaron dramáticamente durante
el estudio.
La información económica utilizada para calcular el ingreso no derivado de
la pesca que llega a los caseríos, viene de entrevistas con gente relevante. No se
hicieron estimaciones propias de cosecha agrícola o ingresos por turismo, confiando, en cambio, en estimaciones hechas por la gente local. La información precisa
sobre los presupuestos gubernamentales es difícil de conseguir; por lo que la
información presentada fue obtenida de entrevistas con funcionarios
gubernamentales antiguos o actuales. Los valores derivados de estas entrevistas
coinciden bien con estimaciones parciales que pudieron ser obtenidas a partir de
las entrevistas a los cabezas de familia, pero no se trata de cifras oficiales y deben
ser tomadas como muy aproximadas.
Con una excepción, la información poblacional vino de los censos nacionales
(Ministerio de Fomento, sin fecha, 1945, 1975; O.C.E.I., sin fecha, 1986, 1995). En
el caso de la población actual de Aripao, el valor se obtuvo a partir de un trabajo
sociológico realizado en el área por Berta Pérez del Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas (IVIC).
119
La información sobre la extensión y el contenido de la cosecha de la pesca
comercial se obtuvo a partir de las planillas de datos entregadas por los pescadores
y de la anotación de las ventas de pescado en kilogramos basada en observación
directa (Vispo y Daza en preparación). La información aquí incluida es preliminar
y ha sido complementada con los datos obtenidos a partir de entrevistas. Los
datos sobre el tamaño de los peces viene mayormente de registros de viajes
comerciales durante los cuales un miembro del proyecto estuvo presente.
RESULTADOS
Características de las encuestas
La Tabla 1 indica el número de familias visitadas en cada caserío y provee un
estimado del porcentaje de la población total para cada uno de los caseríos
incluidos en las entrevistas. El número de individuos representados para cada
familia fue determinado por el número de miembros familiares declarado por los
encuestados. Aproximadamente el 20% a 50% de los residentes en cada pueblo
parecen haber sido contados por nuestra investigación. Sin embargo, la población
residente no es constante y puede cambiar estacionalmente debido a las vacaciones
u oportunidades de trabajo (ej. la cosecha), las cuales traen a la casa a miembros
de la familia que pasaron parte del año en otros sitios.
Línea histórica temporal y dinámica poblacional
La Figura 2 ilustra algunos aspectos de los últimos 200 años de historia en el
Bajo Caura con énfasis en el uso comercial criollo de los recursos naturales.
Muchas de las fuentes históricas de ingresos (e.g., chicle, balatá, barbasco)
desaparecieron después de la Segunda Guerra Mundial. Los ingresos actuales
vienen de una combinación de fuentes tradicionales (ganadería, agricultura) y
novedosas (servicio civil, caza y pesca comercial, turismo). Las actividades
económicas fuera de la cuenca han empujado a la gente a salir del Caura,
especialmente durante el auge petrolero, hidroeléctrico e industrial de los últimos
30 años.
Las Figuras 3 a 5 muestran los datos poblacionales de los últimos 50-100 años
para algunas áreas de la región del Caura. Desde 1960 la población del Edo.
Bolívar se ha incrementado rápidamente, dominada por el crecimiento urbano
(Figura 3). La gente ha sido empujada del Caura hacia el desarrollo económico que
ha ocurrido al oeste (e.g. las minas de bauxita en los Pijiguaos) y al este (e.g.: las
industrias básicas de Ciudad Guayana, la economía minera de Ciudad Bolívar, el
hidrodesarrollo del Caroní). Todo el Bajo Caura está clasificado como rural y las
bajas tasas de crecimiento poblacional rural se reflejan en las curvas de población
(Figura 4) de las parroquias que incluyen la mayor parte del Bajo Caura. Observando
las estadísticas poblacionales de los caseríos estudiados (Figura 5), puede verse
que, fuera del crecimiento de Maripa, las poblaciones han cambiado poco en los
últimos 100 años. En términos del crecimiento regional total, el crecimiento de
Maripa ha sido compensado hasta cierto punto por la desaparición de caseríos en
varios lugares a lo largo de los bancos del Caura. Desde 1950, puede estimarse que
120
121
1800
1850
1850
Figura 2
1900
1900
1950
1950
2000
2000
Cronograma de las actividades económicas a lo largo del Caura. Las líneas gruesas indican períodos durante los cuales una actividad dada fue
intensa, mientras que las líneas finas indican períodos de actividad continua a intensidad reducida. Todos los datos son aproximados. La
información se obtuvo a partir de entrevistas con residentes del Caura y datos de Codazzi (1841), Chaffanjon (1889), André (1904), Roncayolo
(1933), Williams (1941), Coppens (1981), Grillet (1987) y Fernández (1995).
1800
Desarrollo Hidroeléctrico
Hierro
Mina de Diamantes
Petróleo
Mina de Oro
REGIONAL
Turismo
Pesca Comercial
Servicio Público
Agricultura
Ganadería
Sarrapia
CVG, etc.
Barbasco
Chicle
Balatá
Caucho
Madera
Aceite de Palo
LOCAL
122
POBLACIÓN
1955
1960
1965
AÑO
1970
Figura 3
1975
1980
1985
19
Crecimiento poblacional del Estado Bolívar. Todo el incremento poblacional fue causado por crecimiento de la población urbana.
1950
0
100000
200000
300000
400000
500000
600000
700000
800000
900000
1000000
al menos de 3 a 5 caseríos desaparecieron del mapa. Ahora parece que hay cierto
regreso de gente al campo, tal vez debido a las peores condiciones de la economía
industrial.
7000
6000
POBLACIÓN
5000
4000
3000
2000
1000
0
1880
1900
1920
1940
1960
1980
2000
AÑO
Parroquias Aripao y Maripa
Parroquia A. Farreras
Figura 4
Cambios poblacionales en las parroquias que bordean el Caura. A. Farreras está sobre el
banco occidental; Aripao y Maripa en el oriental.
Información socioeconómica
La Tabla 2 muestra un análisis por caserío de las fuentes de ingreso más
importantes y de las secundarias. Durante las entrevistas familiares no se intentó
determinar la cantidad absoluta de ingreso monetario recibido de cada fuente en
la casa, ya que era tomado como demasiado invasivo. La Figura 6 muestra una
estimación aproximada de la proporción de los ingresos de los caseríos de
acuerdo a las cuatro principales fuentes de ingreso. (Nótese que estas cifras
muestran ingresos de dinero externo al pueblo y no el dinero negociado total).
Además, los datos de Tabla 2 representan los porcentajes de las casas visitadas
que recibieron dinero de cada fuente, mientras que los datos representados en
Figura 6 vienen de nuestras estimaciones de los presupuestos globales de cada
caserío. Los negocios privados, los cuales generalmente sirven para circular
123
dinero más que para importarlo hacia el caserío, no fueron incluidos. En adelante
se discute brevemente cada clase de ingreso.
Tabla 2
1
12(32) 1
15(46)
0(15)
67(67)
17(33)
0(23)
0(58)
(00)
0(58)
0(73)
35(32)
19(12)
13(23)
17(25)
8(33)
44(61)
62(50)
64(6)
17(33)
8(13)
ería
Min
Serv
ic
púb io
lico
Neg
oc
priv io
ado
6(11)
4(15)
81(64)
0(42)
67(80)
apia
a
Maripa
Aripao
Puerto Cabello
Trincheras
Jabillal
Pesc
Caserío
Sarr
Agri
cu
com ltura
ercia
l
0(8)
0(35)
0(15)
0(17)
0(27)
l
Caz
com a
ercia
Fuentes de ingresos familiares. Los valores están representados como porcentajes
de casas que se atribuyeron ingresos por un determinado recurso.
3(30)
0(0)
0(8)
0(8)
12(33)
Este número fuera de paréntesis representa el porcentaje de casas que afirmaron una
determinada fuente como su ingreso más importante; el número entre paréntesis
indica el porcentaje de casas que señalaron algún nivel de ingreso a partir de una fuente
particular. Nótese que los datos se colectaron en fechas diferentes, por lo que no
concuerdan. Ver por ejemplo Puerto Cabello donde el tamaño de la población y la
actividad cambiaron dramáticamente entre las fechas de los cuestionarios.
1600
1400
POBLACIÓN
1200
1000
800
600
400
200
0
1880
1900
1920
1940
1960
1980
2000
AÑO
Maripa
Jabillal
Aripao
Trincheras
Pto. Cabello
Figura 5
Situación poblacional en 1891 y evolución poblacional de los pueblos estudiados a partir de
1950. Jabillal y Pto. Cabello no eran unidades políticas antes del siglo XIX.
124
80
70
60
50
Pto. Cabello,
Trincheras,
Jabillal
40
30
Maripa, Aripao
20
10
PESCA
COMERCIAL
SERVICIO
PUBLICO
TURISMO
0
AGRICULTURA
Estimación del porcentaje del ingreso total al Caserío
La pesca provee al menos algún ingreso en todos los caseríos. La mayoría de
los pescadores comerciales son de Maripa, Aripao y Las Trincheras. Aunque
Jabillal y Maripa muestran aproximadamente proporciones iguales de familias
que reciben ingresos de la pesca, el primero es mucho más pequeño y por lo tanto
contribuye con menos pescadores al total.
La caza y la pesca algunas veces van mano a mano debido a que la caza
comercial a menudo parece ser hecha como un complemento de la pesca. Los
hombres van en largos viajes de pesca en cuyo tiempo también cosechan la caza,
lo cual generalmente es más común en las áreas remotas. Sin embargo, hay
individuos que probablemente hagan viajes con propósitos de caza. A causa de su
ilegalidad, una fracción de las familias pueden haber negado el ingreso por miedo
a ser denunciadas.
Figura 6
Distribución aproximada de ingresos entre cuatro fuentes y entre los caseríos más grandes
(Maripa y Aripao) y más pequeños (Puerto Cabello, Tricheras y Jabillal).
125
Los principales productos comerciales agrícolas de los caseríos estudiados
son plátanos, cambures y tubérculos (e.g. yuca, ocumo, ñame; obs. pers.). El arroz
y los granos se cultivan comúnmente para consumo personal, aunque
históricamente el arroz fue exportado del área. Pto. Cabello y Jabillal son los
principales sitios de agricultura comercial, siendo el primero establecido por el
gobierno como un centro agrícola. Sólo la agricultura de subsistencia parece
común en Las Trincheras. Hay varias fincas en el área de Maripa donde se cría
ganado y también puede producirse queso. Sin embargo, aun si grandes áreas
estuvieran involucradas en esta actividad, las necesidades de trabajo son bajas y
por ende los beneficios económicos son también bajos, fuera de aquellos que
favorecen a unos pocos dueños de la tierra.
La sarrapia (Dipteryx sp.) fue históricamente un producto muy importante en
la Cuenca del Caura (ver Figura 2). El compuesto aromático, cumarina, era
extraída de las semillas y usada en perfumes y tabacos. En 1997 muchas familias
continuaron la recolecta de sarrapia durante sus 3-4 meses de período de cosecha,
pero esta actividad proporcionaba relativamente poco ingreso: una familia de
cinco puede ser capaz de colectar aprox. 150-200 kgs de semillas en un período de
3 semanas, una cosecha valorada en 87.500 Bs. o alrededor de 180 US$ en ese año.
Los precios en 1997 fueron, según se afirma, más bajos que en 1996, pese a la alta
tasa de inflación; además, la cosecha no les fue siempre pagada a todos aquellos
que entregaron sus cosechas a los compradores. La continuación de la cosecha
parece haber derivado de la tradición, de la conveniencia (Aripao y Jabillal están
localizadas cerca de plantaciones de Sarrapia), del subempleo y de la incertidumbre
en los precios que permitió la esperanza de más altos precios después de la
cosecha. En 1998 la cosecha fue pequeña, según afirman algunos informantes.
Los ingresos del gobierno vienen de las oficinas nacionales, estatales o
municipales. Maripa es la capital del Municipio Sucre y hay una concentración de
empleos políticos, de mantenimiento y de carácter administrativo. Asimismo, es
la sede del destacamento de la Guardia Nacional. Los maestros y trabajadores de
la salud se encuentran en muchos pueblos. La CVG (Corporación Venezolana de
Guayana) provee empleos para residentes quienes manejan los generadores de
electricidad o las bombas de agua, y hay algunos otros trabajos escasos relacionados
con varios proyectos gubernamentales. El ingreso por parte del gobierno decrece
en los pueblos más remotos.
Los empleos privados se refieren a actividades privadas excepto aquellos
relacionados con la caza, pesca, agricultura o la colecta de sarrapia, las cuales son
también empresas privadas. Esta actividad incluye trabajos como contratos a
destajo, operación de una bodega o proveer de transporte por tierra o agua. El
empleo privado no es la fuente dominante de ingresos en ningún pueblo, aunque
Maripa, como uno de los centros comerciales regionales, muestra niveles
relativamente altos.
Aunque existen periódicamente oportunidades de minería en la cuenca, la
mayoría del ingreso por minería viene de las extensas minas de oro y diamante del
SE del Edo. Bolívar. Maripa tiene más individuos involucrados en la minería que
126
el resto de los pueblos y es sede de dos radio servicios de onda corta que proporcionan comunicación principalmente con pueblos mineros. La minería es una
fuente de ingreso menor pero fue incluida aquí con la finalidad de tener una mejor
idea de la tradición minera en estos pueblos, una tradición que podría ayudar a
determinar la presión local para explotar localidades mineras dentro de la cuenca.
Debido al conflicto reciente sobre la minería éste es un punto que se ha hecho muy
sensible y algunos residentes pueden haberse negado a mencionar esta fuente de
ingreso.
Con la finalidad de describir las interrelaciones de los ingresos familiares,
fue construida una matriz de correlación de Pearson y las correlaciones significativas entre los ingresos identificados con base en las probabilidades de Bonoferroni. Dos correlaciones fueron significativas (p< 0,05), ambas positivas. Estas
fueron entre los ingresos de la pesca y la caza y los ingresos de la pesca y la
sarrapia. La primera relación refleja una conexión física entre las dos actividades
(e.g. los viajes de pesca y caza son a menudo combinados); la segunda relación
puede reflejar el origen histórico de la población pesquera a partir de las familias
que llegaron para tomar parte en la cosecha de sarrapia.
Consumo de carne
La Tabla 3 refleja el consumo de carne de pescado, de cacería y doméstica, por
los residentes de los cinco caseríos criollos, en términos de kg consumidos por
semana por consumidor (i.e. individuos mayores de tres años de edad). Las
familias pueden comer más de un tipo de carne durante un solo día. La tabla
también muestra niveles de consumo para otras dos fuentes comunes de consumo
de proteínas, queso y huevos de gallina. “Caza/cacería” es entendida como todos
los animales silvestres excepto pescado. Sin embargo, el término utilizado en el
campo, “carne de monte”, puede interpretarse como un término que no incluye
los habitantes de los ríos tales como tortugas y caimanes. Se trató de consultar
sobre estos animales separadamente pero puede haber faltado su consumo en
algunos casos; sin embargo, el error no debe ser muy grande.
La información de períodos de aguas bajas y de aguas altas fue analizada
separadamente (Figura 7), ya que se dice que la pesca es mucho más difícil
durante las aguas altas cuando los peces se dispersan en las vastas áreas inundadas
por el río. Sin embargo, las diferencias más grandes en los patrones de consumo
parecen estar entre los caseríos más grandes y los más pequeños (Figura 8).
Composición de la cosecha de pesca y caza
La composición del consumo de pescado local y venta comercial se muestra
en la Tabla 4. El morocoto (Piaractus brachypomus) fue el pescado más importante
en términos de peso, aunque formó una porción mucho mayor de la dieta durante
las aguas altas que durante las aguas bajas. Durante las aguas altas es difícil para
los pobladores capturar peces pequeños en sus puertos o pescar en las lagunas al
lado del río; por lo tanto ellos están con mayor probabilidad comprando pescado
para su consumo a los pescadores comerciales. Reflejando este hecho, aproxi127
madamente 33% del consumo durante aguas bajas es de pescado no comercial,
mientras sólo el 10% del consumo en aguas altas es de estas especies. Durante las
aguas altas, el morocoto es el principal pescado comercial, el cual es capturado
con redes o anzuelos cuando éste se alimenta de frutos en el bosque inundado. La
contribución real del morocoto a la cosecha comercial anual es más alta que la
indicada en Tabla 4, ya que los datos exactos sobre la cosecha durante aguas altas
están actualmente en proceso de elaboración. Las dos especies de bagre rayao
(Pseudoplatystoma tigrinum y P. fasciatum) son pescados comerciales importantes
durante todo el año y parecen ser un componente más o menos estable de la dieta.
El incremento de la presencia de marichapa (Cichla orinocensis), bocachico
(Semaprochilodus kneri) y guabina (Hoplias malabaricus) en la dieta del verano se
debe a que éstos son peces de hábitos lénticos (lagunas) y son capturados casi
exclusivamente durante este período del año. Con base en la estimación anual de
la composición de la cosecha, la diversidad de la cosecha de subsistencia fue igual
a la diversidad de la exportación comercial de la cuenca.
Tabla 3
Consumo personal estimado de pescado fresco, carne de monte, y carne doméstica (principalmente pollo, carne de res y cerdo). Los datos
se obtuvieron de las entrevistas a las familias.
1
2
128
nov. 1997
aguas bajas
Pescado
0.8
Carnedel Monte
0.3
Carne doméstica
0.5
Otras fuentes de proteína
animal:
-queso
-huevos (huevos/persona/semana)
-mortadela
-comida enlatada
mayo 1997
aguas bajas
Comida
junio 1996
aguas altas
Tasa de consumo promedio
(kg/persona/semana) 1
1.0
0.3
0.5
1.0
0.3
0.6
Consumo total
Anual (kg)2
91834
31427
49203
0.1
2.4
<0.1
0.1
Durante los dos primeros grupos de entrevistas, sólo fue recogida la información del número de comidas. En el último grupo de entrevistas los kilos
consumidos también fueron recogidos. Luego se calculó el consumo de los
períodos previos basados en el peso promedio de una comida.
El cálculo del consumo total anual se basa en el total de la población de
2200 criollos con 1936 "consumidores" (i.e., mayores de 3 años de edad). Se
asume un período de aguas altas de 21 semanas y de aguas bajas de 31
semanas. Los resultados de los dos censos de aguas bajas han sido
promediados juntos para proveer un estimado del consumo semanal.
Kg/Persona/Semana
1
0.8
0.6
Aguas Altas
0.4
0.2
0
PESCADO
CARNE
DOMESTICA
Aguas Bajas
CARNE DE MONTE
Figura 7
Kg/Persona/Semana
Consumo estimado de carne y pescado fresco durante los períodos de aguas altas y aguas
bajas.
1 .2
1
0 .8
0 .6
0 .4
0 .2
0
Pto. Cabello, Trincheras,
Jabillal
Maripa, Aripao
PESCA DO
CARNE
DOMESTICA
CARNE DE
MONTE
Figura 8
Consumo estimado de carne y pescado fresco entre los caseríos más grandes (Maripa y
Aripao) y los más pequeños (Pto. Cabello, Trincheras y Jabillal).
La danta o tapir (Tapirus terrestris), el váquiro (Tayassus spp.), la lapa (Agouti
paca) y la terecay (Podocnemis unifilis) dominaron el consumo de caza (Tabla 5). El
tapir constituyó un porcentaje más pequeño de la cosecha durante la estación de
aguas bajas, lo cual puede representar cacería reducida o disponibilidad de cacería alternativa. Durante la estación seca los váquiros regresan a las riberas de los
ríos donde son más accesibles, aunque el suelo seco puede hacer su seguimiento
más difícil. La lapa parece ser la principal especie de caza para los criollos durante
las aguas altas y bajas. Estas son normalmente cazadas con faros a lo largo de los
bancos de los ríos, y esta técnica funciona durante todo el año. Las terecayas son
mucho más fáciles de capturar durante el verano cuando son vistas comúnmente
asoleándose sobre las rocas o troncos, o cuando salen del río a poner huevos. Los
venados en la región de estudio (Mazama spp. y Odocoileus virginianus) están
básicamente asociados a la sabana, y por ende fueron cazados principalmente en
la parte más septentrional de la cuenca.
En base a los valores de la literatura de los pesos de los cuerpos sin piel ni
vísceras en estas especies, el número de individuos cosechados puede ser calculado
a partir del consumo total estimado (Tabla 5). Este es un valor subestimado ya que
algunas cantidades de carne fueron vendidas a consumidores fuera de la cuenca.
129
Tabla 4
Composición estimada (en % de kilogramos totales) del consumo
local criollo y la venta fuera de la cuenca. Los nombres comunes están
basados en el uso en el Caura; en otras partes de Venezuela los mismos
nombres pueden ser aplicados a especies biológicas diferentes. El
consumo local criollo se estima en unos 92.000 kg/año y la venta fuera
de la cuenca en unos 86.000 kg/año.
Consumo
local
criollo
Venta fuera
de la
Cuenca
BAGRES
Bagre Amarillo (Paulicea luetkeni)
Bagre Tigre (Platynematichthys notatus)
Blanco Pobre (Brachyplatystoma sp. )
Cajaro (Phractocephalus hemiliopterus)
Chola (Ageneiosus spp.)
Doncella (Pinirampus pirinampu)
Dorado (Brachyplatystoma rousseauxi)
Garbanzo (Goslinia platynema)
Rayao (Pseudoplatystoma fasciatum, P. tigrinum)
Sierra (Doradidae)
Yaque (Leiarius marmoratus)
0
3
1
1
<11
0
0
0
12
1
<1
4
9
10
6
1
1
4
1
18
3
1
9
9
<1
4
1
3
1
27
2
0
10
3
1
8
2
7
<1
<1
1
<1
5
<1
9
2
1
PECES DE ESCAMA
Bocachico (Semaprochilodus kneri)
Bocón (Brycon sp.)
Cachama (Colossoma macropomus)
Caribe (Serrasalmus, Pygocentrus)
Coporo (Prochilodus mariae)
Curvinata (Plagioscion squamosissimus)
Guabina (Hoplias malabaricus)
Morocoto (Piaractus brachypomus)
Palometa (Mylossoma sp.)
Pampano (Myleus sp.)
Pavón (Cichla spp.)
Payara (Hydrolycus spp.)
Picúa (Boulengerella spp.)
Sardinata (Pellona castelnaeana)
Zapoara (Semaprochilodus laticeps)
--2
4
<1
<1
4
1
“<1” se refiere a las especies que conforman menos uno y más que cero porciento
de los kilogramos.
2
La venta comercial de pavón es ilegal.
Entrevistas sobre la dinámica de las poblaciones de peces
La Tabla 6 resume las entrevistas realizadas a pescadores o manipuladores
de pescado. Los individuos seleccionados dada su experiencia fueron entrevistados
acerca de la dinámica de la cosecha reciente de varias especies de peces. En mayo
de 1996 también preguntamos si la gente percibía que la pesca era más o menos
abundante que en los cinco años previos. El 69% respondió que la pesca había
130
disminuido, el 25% creía que la abundancia no había cambiado y el 6% pensaba
que la abundancia había incrementado (N= 100 entrevistados). Aunque estos
datos son subjetivos, son la única información disponible sobre tendencias
históricas.
Tabla 5
mayo 1997
aguas bajas
nov. 1997
aguas bajas
Núm
e
de in ro mínim
d
o
cose ividuos
chad
os
junio 1996
aguas altas
Tasa de consumo
(kg/persona/semana)
Con
sum
Anu o total
al (k 2
g)
Características del consumo local de carne del monte estimado a partir de las entrevistas
con las familias. Nótese que la cosecha estimada mínima no incluye la cosecha
comercial o de los indígenas. La cosecha total es probablemente mucho más grande.
0.12
0.06
0.01
0.02
0.02
0.08
0.01
0.04
0.01
0.01
0.09
0.01
0.06
0.01
0.04
0.01
0.00
0.10
0.02
0.01
0.00
7282
3079
715
6373
1653
5109
519
69
147
292
325
59
1043
247
0.01
0.02
0.00
1157
386
Babo (Caiman y Paleosuchus)
Terrecay (Podocnemis unifilis)
Morrocoy (Geochelone)
0.00
0.00
0.00
0.01
0.06
0.01
0.00
0.10
0.00
270
4926
344
64
2463
172
TOTAL PARA CARNE DEL MONTE
0.32
0.33
0.29
MAMIFEROS
Danto (Tapirus terrestris)
Venado (Odocoileus y Mazama)
Cachicamo (Dasypodidae)
Báquiro (principalmente Tayassu pecari)
Chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris)
Lapa (Agouti paca)
Picure (Dasyprocta lucifer)
AVES
Paujíes, Pavas (Crácidos)
REPTILES
1
El número mínimo de individuos consumidos fue calculado dividiendo el consumo total estimado
entre los estimados pesos sin vísceras obtenidos de la literatura.
DISCUSIÓN
La llegada de la década de los noventa se caracterizó por la pérdida de
muchos de los ingresos históricos típicos de los caseríos criollos (Figura 2). La
extracción de sarrapia, y antes de barbasco, balatá y otros laticíferos, habían todas
declinado a una insignificancia económica después de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta ciertas fuentes de empleo recientes, como aquellas asociadas a las actividades
de las agencias gubernamentales para el desarrollo de los recursos (e.g. OCOIDESA,
TECMIN, EDELCA), habían en gran parte finalizado. Varios caseríos
desaparecieron entre 1960 y 1990 al tiempo que la gente se trasladó hacia los polos
de desarrollo económico que sucedían en otras partes del país. La mayoría de los
131
caseríos que aún permanecen carecen de muchos servicios básicos (e.g. teléfono,
electricidad confiable).
Tabla 6
Resultados de las entrevistas de pescadores con experiencia o comerciantes de
pescado, acerca de los cambios específicos en la abundancia aparente durante los
últimos 5-10 años.
Porcentaje de
observadores
reportando
descenso
Número de
observadores
entrevistados
BAGRES
Bagre Amarillo (Paulicea luetkeni)
Bagre Tigre (Platynematichthys notatus)
Cajaro (Phractocephalus hemioliopterus)
Rayao (Pseudoplatystoma fasciatum, P. tigrinum)
Yaque (Leiarus marmoratus)
Bagres Grandes (incluye Pseudoplatystoma spp.,
Brachyplatystoma spp., y Phractocephalus hemiliopterus)
Bagres Pequeños (Pimelodidae)
100
100
100
100
0
3
3
3
7
3
100
0
7
5
33
20
57
50
20
0
33
14
100
60
67
62
50
0
3
5
7
4
5
3
3
7
15
5
12
8
100
5
PECES DE ESCAMA
Bocachico (Semeprochilodus mariae)
Bocón (Brycon sp.)
Caribe (Serrasalmus spp. o Pygocentrus cariba)
Corronchos (Loricariid)
Curvinata (Plagioscion squamosissimus)
Guabina (Hoplias malabaricus)
Mataguaro (Crenicichla spp.)
Mije (Leporinus spp.)
Morocoto (Piaractus brachypomum)
Pavón (Cichla spp.)
Payara (Hydrolycus scomberoides)
Picúa (Boulengerella cuvieri)
Sardinata (Pellona spp.)
Zapoara (Semaprochilodus laticeps)
4
REPTILES
Terecay (Podocnemis unifilis)
Los patrones actuales del uso de los recursos entre los caseríos criollos
pueden ser adecuadamente descritos en términos de cuatro factores: acceso a los
mercados de compra-venta; localización política en relación a Maripa y la Reserva
Forestal; ubicación física en función de los suelos, escenarios naturales y áreas de
caza y pesca y finalmente historia o tradición en la manera cómo afectan los
talentos y esperanzas locales.
Acceso
El incremento de la movilidad facilitada por los motores fuera de borda y la
llegada de las carreteras le ha dado a los pescadores y cazadores comerciales un
132
mayor acceso a las áreas de pesca y caza, y más fácil acceso a los mercados
externos. Mientras el pescador de subsistencia depende del remo, todos los
pescadores comerciales a gran escala usan motores frecuentemente de 40 HP. Los
pescadores pueden cubrir 300 km durante un solo viaje de pesca. Esta movilidad
es importante para explotar sitios de pesca estacionales en diferentes partes de la
cuenca y para la búsqueda de cardúmenes móviles.
Aripao y Maripa están situados al lado de la principal carretera asfaltada EO al sur del Orinoco, mientras Pto. Cabello, Las Trincheras y Jabillal son accesibles
sólo por un camino pobremente mantenido de superficie mixta (Fig. 1). Cuando
los camiones de transporte refrigerado, “los caveros”, comenzaron a llegar al área
en los ’80, Las Trincheras y Aripao, los primeros centros de recolección de sarrapia
y, en menor escala el resto de los caseríos, comenzaron la pesca comercial
(recuérdese la correlación significativa entre el ingreso por sarrapia y aquel
proveniente de la pesca). Probablemente, previo a esta situación, existió algún
nivel de pesca comercial, la cual se salaba para su preservación. Sin embargo, los
mercados actuales de pesca comercial están dominados por pescado fresco, y el
acceso de los caveros es crucial para la venta a estos mercados. Aunque el camino
a Jabillal y Las Trincheras es normalmente transitable, su condición precaria
demora el viaje y daña los vehículos. Tales condiciones ocasionan que los
compradores y los vendedores que llegan ajusten sus precios de acuerdo a las
mismas.
Por otra parte, las conexiones viales también proveen acceso para vendedores
de vegetales y carne doméstica. Maripa, por ejemplo, suple poco de su propio
alimento y depende mucho de estos abastecedores. Las carreteras también traen
viajeros y la ubicación de Maripa como parada en la carretera Ciudad Bolívar/
Caicara trae ingresos por venta de gasolina, comida y alojamiento. Esta clase de
ingreso probablemente fue más alto antes del puente sobre el Caura. Durante ese
período, los viajeros se quedaban ‘atrapados’ en Maripa si llegaban demasiado
tarde para cruzar o si la chalana estaba fuera de servicio. El precario acceso a Las
Trincheras y Jabillal puede, irónicamente, ayudar a su industria turística – para
los ecoturistas un viaje en un jeep que va dando saltos es una aventura, no una
infraestructura pobre.
Localización política
Maripa, como capital del Municipio Sucre, se ha convertido en un centro de
empleos de servicio civil, una actividad fomentada por la práctica política de usar
puestos gubernamentales para recompensar a los votantes. Aripao se beneficia en
este sentido por su proximidad a Maripa, pero el empleo por servicio civil decrece
a mayor distancia de Maripa (Tabla 2). Los servicios centralizados tales como un
liceo fundado en 1975, un hospital y un puesto de la Guardia Nacional proporcionan
empleos gubernamentales adicionales centrados en Maripa.
También relevante a estas consideraciones, aunque más difícil de estimar, es
la localización relativa de un pueblo con respecto a la Reserva Forestal del Caura.
133
Pto. Cabello, Jabillal y Las Trincheras fueron incluidos dentro de la reserva en
1968, cuando se establecieron sus fronteras. La agricultura extensiva alrededor de
estos pueblos ha sido aparentemente obstaculizada por restricciones asociadas a
la reserva sobre el aclaramiento de bosques y el acceso a créditos agrícolas. El
estatus de reserva forestal también implica legalmente ciertas limitaciones sobre
el aprovechamiento de la fauna. Sin embargo, los límites legales no son claros
debido a los conflictos jurisdiccionales entre los diferentes ministerios. También
importante es el hecho de que son escasos los datos sociológicos y biológicos
necesarios para determinar si sería apropiada alguna regulación del aprovechamiento y cómo, si se considera necesario, estas regulaciones podrían ser
efectivamente y correctamente aplicadas. La creación en 1991 del Monumento
Nacional de la Sierra Maigualida (aunque sólo activo desde 1997), puede resultar
en restricciones más rígidas sobre algunas áreas utilizadas por los pescadores de
Jabillal y Las Trincheras; la extensión de las regulaciones que serán decretadas y
sus consecuencias, hasta el presente son inciertas.
Localización física
Los suelos y la vegetación varían entre los caseríos más septentrionales,
Maripa y Aripao, y aquellos como Jabillal a unos 50 km al SSE. Maripa y Aripao
están localizados en una banda de suelo arenoso que rodea la boca del Caura
(Fuentes y John, 1996). Aunque el acceso (para la venta de productos agrícolas) a
las áreas hacia el sur es más precario, los suelos en esa área son menos arenosos
y se dice que son mejores para la mayoría de los cultivos. Esta suposición está
apoyada por el rápido desarrollo agrícola del Guarataro, un caserío a unos 60 km
al este de Maripa. Este caserío está localizado en la misma banda de suelos que se
extiende al SO incluyendo también Pto. Cabello, Jabillal y Las Trincheras. Por otro
lado, la ganadería se ha beneficiado probablemente del suelo arenoso y de las
condiciones más secas en la parte septentrional de la cuenca. Estas condiciones
han estimulado el establecimiento y mantenimiento de sabanas, las cuales son
necesarias para esta actividad. Sin embargo, la cacería es probablemente más
pobre en la sabana que en el bosque. Esta conjunción de mayor cría de ganado y
menos cacería puede reflejarse en el alto consumo de carne doméstica versus
carne de caza en Maripa y Aripao (Figura 8), aunque como fue mencionado
anteriormente el acceso puede ser también un factor que explique esta diferencia.
La carne de caza consumida en Maripa y Aripao es a menudo producto de la caza
comercial río arriba (observación personal).
Arriba de Las Trincheras el río se vuelve más rocoso y vistoso. Como
consecuencia, hay un campamento turístico en Las Trincheras y tres más río
arriba. Varias familias en Jabillal y Las Trincheras se benefician de esta actividad,
aunque la mayoría de los beneficios frecuentemente favorecen a los dueños del
campamento que viven en cualquier otra parte. Estos tramos superiores del Bajo
Caura son también el refugio, en aguas bajas, de algunos peces comerciales
importantes, y, aunque las precarias rutas de acceso a Las Trincheras pueden
desestimular a los transportistas de pescado y aumentar los precios de la gasolina,
134
esta desventaja es compensada por la proximidad de las Trincheras a estas importantes áreas de pesca río arriba. La pesca en Maripa en cambio, se beneficia por
su cercanía a las grandes lagunas de la planicie de inundación del Caura/Orinoco.
Aunque la pesca comercial en estas lagunas es oficialmente ilegal, y por ende
difícil de cuantificar, durante este período de aguas bajas aparecen cantidades
sustanciales de pescado procedentes de ellas.
Historia
La continuidad histórica es muy marcada en el Bajo Caura dado que mucha
gente ha sido residente por largo tiempo en este zona. Por ejemplo, más del 55%
de la población del Municipio Sucre (la unidad política que cubre el banco oriental
del Caura) ha vivido en este distrito toda su vida (OCEI, 1995).
La pesca comercial en el Bajo Caura parece haber surgido, al menos en parte,
de la cultura del sarrapiero. La tradición de cosechar sarrapia con largas estadías
en sitios aislados del bosque donde la sarrapia crece, puede haber ayudado a
preparar a los pescadores para sus largos viajes de pesca. Estos viajes pueden
haber servido para familiarizar la gente con el río y probablemente con los hábitos
de los peces locales. Además, los transportistas de pescado han establecido un
sistema de crédito nada diferente a aquel que previamente prevaleció durante la
cosecha de sarrapia a gran escala: un comprador provee a los pescadores
(anteriormente a los sarrapieros) con suministros y equipos a crédito, por lo que
los pescadores están entonces obligados a vender el producto de la pesca al
acreedor como pago.
Hasta cierto punto, la agricultura puede también representar una continuación
de la actividad pasada, aunque la comercialización de arroz, caraotas y caña de
azúcar parece haber dado paso a la producción de tubérculos. El ñame (Dioscarea
esculenta) y el ocumo (Xanthosoma sagittifolium) eran cultivados históricamente en
la región pero sólo recientemente parecen haber tomado valor sustancial en el
mercado. Aparentemente entre los antiguos residentes la generación más vieja es
la que está actualmente más dedicada a la agricultura. Los miembros más jóvenes
de la familia generalmente tienden a buscar empleos en las ciudades, las minas o
la pesca y caza comercial. Hay familias jóvenes involucradas en la agricultura,
pero la mayoría de éstas son recién llegados de otras partes. Estas familias nuevas
han traído también nuevos cultivos comerciales tales como tomate y ají dulce. El
ganado criado alrededor de Maripa puede representar en parte una continuación
de las grandes haciendas de ganado que inicialmente se establecieron más al
norte, sobre el banco occidental del Caura. Próximo al cambio de siglo, el General
Crespo estableció una gran hacienda de ganado cerca del Sipao, el tributario más
al norte del Caura. En los ‘60 todas estas haciendas ganaderas fueron, en gran
parte, abandonadas y muchos de sus residentes se mudaron a Maripa.
En suma, el ingreso de un caserío y los patrones de consumo pueden ser
interpretados basándose en la ubicación del mismo en relación al acceso, fronteras
políticas y ambiente físico. En el tope de esto está una fuerte continuidad histórica
mantenida por la relativamente baja movilización humana. El uso actual de la
135
fauna representa una actividad de último recurso, hasta el punto que para los
residentes pobres sin estudios, fue una de las pocas actividades disponibles para
reemplazar la declinación de otros, históricamente importantes, trabajos de
extracción en el bosque (ver McGrath et al. 1993 para la descripción de una
situación similar en la Amazonia de Brasil). La caza comercial y la pesca han
adquirido particular importancia en áreas donde la rentabilidad o disponibilidad
de las actividades alternativas tales como agricultura o servicio civil están limitadas.
Nosotros podemos preguntar ahora ¿Cuál ha sido y cómo ha sido el impacto
de esta trayectoria socioeconómica sobre los recursos faunísticos del Bajo Caura?
Los impactos de la pesca y caza locales
La Pesca
Desde finales del siglo XIX hasta la mitad de este siglo, el gran flujo anual de
gente asociada con las cosechas de sarrapia seguramente incrementó la pesca en
el Bajo Caura. Un visitante a la cuenca en 1900 atribuyó la ausencia de cardúmenes
de morocoto alrededor de Maripa, a la pesca intensiva (André, 1904). Si la
población humana en aquel tiempo era similar a los niveles actuales (lo cual es
sugerido en la Fig. 4) y si el consumo de pescado per capita era igual o por encima
de los niveles de hoy día, las cosechas pueden haber sido sustanciales. La pesca
comercial para la venta fuera de la cuenca ha alcanzado el pico más alto durante
los pasados 15 años después de la introducción de la red de ahorque en los años
70, aunque el pescado salado se exportó de la cuenca aparentemente en los 50, si
no más temprano. Sorprendentemente, la diversidad del consumo de subsistencia
y la cosecha comercial fueron similares (Tabla 4), lo que implica que, en términos
de la concentración relativa de sus impactos, las consecuencias pueden ser
igualmente similares. Además, estimamos que, al menos durante los últimos 2-3
años, el consumo local fue casi igual a la exportación comercial desde la cuenca.
Debido a estas observaciones históricas y actuales es inapropiado señalar al auge
reciente de la pesca comercial para la venta fuera de la cuenca como la única
responsable de los cambios en las poblaciones de peces.
Como ha sido documentado para ciertos peces del Orinoco (Novoa, 1982) y
en partes del Amazonas (e.g. Goulding et al., 1996), la pesca intensiva puede
causar reducciones en la talla media de pez (síntoma de “growth overfishing”) y/
o de la disponibilidad (síntoma de “recruitment overfishing”) de las especies. Las
evidencias sugieren que la disponibilidad de las especies más utilizadas ha sido
reducida. Se me ha informado con frecuencia que grandes cardúmenes de morocoto
eran vistos comúnmente hace 20 años y que ahora son raros. Los datos históricos
publicados confirman dichos cardúmenes en la parte más meridional del área de
estudio (André, 1904). Todas las personas específicamente consultadas (Tabla 6)
dijeron que la disponibilidad de morocoto habían declinado en los últimos diez
años. El morocoto, sin embargo, permanece como un componente importante de
la cosecha, especialmente durante las aguas altas. La cachama (Colossoma
macropomum), según los lugareños, era común en el área de Maripa hace 10-15
136
años. El autor ha visto muy pocas durante las observaciones de la venta de peces
en 1997. Los datos históricos publicados no describen las poblaciones de bagres,
pero las entrevistas locales de nuevo concordaron en que se nota un descenso en
las especies de bagres grandes. Estos resultados probablemente no reflejan un
sentimiento pesimista del pescador, ya que el descenso no fue indicado para otras
especies. La mayoría de la gente consultada durante las entrevistas generales a las
familias, declararon que la disponibilidad de peces como un todo era más baja que
la de los 5 años previos. Las entrevistas con pescadores viejos o compradores de
pescado arrojaron un promedio estimado de un 50% de reducción en la cosecha
de peces total, en comparación a los 5-10 años previos. Aunque la menor captura
por pescador puede reflejar una captura total igual o mayor compartida entre más
personas, los caveros y pescadores antiguos concordaron en que hubo
anteriormente más, en vez de menos caveros y pescadores operando en el área. El
promedio de tamaño del pez entre las especies puede también haber declinado,
pero sólo se dispone de información anecdótica sobre esto.
La Caza
Los datos históricos publicados sobre la abundancia de la cacería son limitados
y a menudo demasiado generales para ser comparados entre el pasado y presente.
Una excepción es el conocido caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius). Esta
especie es muy difícil de ver hoy en día, pero fue aparentemente un espectáculo
frecuente durante la primera parte de este siglo. Los habitantes locales atribuyen
su descenso a cazadores de pieles que vinieron durante los últimos 60 años.
Durante cinco años alrededor de 1940, hubo, según se afirma, una cosecha
intensiva de caimanes y una compañía exportadora operando en el Caura. Los
caimanes también fueron cazados de manera eventual por recolectores de caucho
y sarrapia. Las exportaciones de pieles a gran escala en el Orinoco están registrados
al menos desde 1890 (Roncayolo, 1933) y como los grandes caimanes pueden de
vez en cuando atacar humanos, los cazadores pueden haber tenido más que
motivos comerciales. El hecho de que los tapires representen aún una gran
proporción del consumo actual de caza (Tabla 5) probablemente refleja el estado
de relativa pristinidad del Caura. Los datos sobre las cosechas indígenas
(expresadas en kilos) dentro del Caura o vecinas de la cuenca, coinciden en situar
al tapir en el tope o casi en el tope de la lista de animales cazados (Colchester, 1997;
Hames, 1978; Vispo, datos no publicados). Trabajos en otras áreas del Neotrópico
han demostrado que el tapir es una de las primeras especies cinegéticas en ser
sobre-explotadas (e.g., Bodmer et al., 1993). Parece improbable que continúe una
elevada dependencia del tapir, especialmente porque no sólo es el principal
alimento de subsistencia sino también una de las principales carnes de caza
vendidas comercialmente (observación personal). Los residentes reportan que no
es posible cazar tapires cerca de los caseríos criollos. Las terecayas también se
consumen localmente y además son transportadas en grandes cantidades a los
mercados externos, especialmente durante Semana Santa. Parece cierto que esta
especie ha declinado dramáticamente, ya que es frecuente oír de las tremendas
137
cosechas de terecayas del pasado, además todos los pescadores o manipuladores
de pescado entrevistados reportaron su declive (Tabla 6). La cosecha indígena de
huevos de terecay a mayor distancia río arriba puede haber afectado también a las
poblaciones (Escalona, 1995). La terecay es una especie frecuentemente sobre
explotada en otras partes del Neotrópico (Escalona y Fa, 1998). Los crácidos, un
grupo de aves terrestres frecuentemente cazadas, pueden también haber declinado
sustancialmente. Silva y Strahl (1991), trabajando en la región de Pto. Cabello
entre 1985 y 1986, encontraron una alta preferencia por estas aves y pensaban que
el descenso de la población en los dos años de su estudio fue debido al exceso de
caza. Durante el presente estudio los crácidos no fueron muy comunes en la dieta
del criollo de la misma área (Tabla 5). Se ha señalado también que los crácidos han
sido sobre-cazados en otras partes del Neotrópico (e.g. Vickers, 1991; Begazo,
1997).
El futuro de la fauna del Caura
El futuro de la fauna del Caura puede evaluarse en base a dos criterios: la
capacidad de la fauna para proveer alimento y/o ingreso a los residentes locales,
y la viabilidad biológica de las poblaciones animales en un contexto conservacionista.
La fauna es de gran importancia para satisfacer las necesidades locales.
Actualmente, la ingesta de proteínas per capita de los residentes del Bajo Caura
estimada a grosso modo a partir de nuestras entrevistas de consumo, satisface o
excede las cantidades mínimas diariamente recomendadas. La deficiencia protéica
no está abiertamente evidenciada en la población. Si asumimos que el 20% del
peso fresco de la carne es proteína (Townsend, 1996 y referencias allí incluidas),
se puede estimar que el consumo de proteína promedio a partir de carne en 310
a 370 gr/semana/persona. El mínimo recomendado está alrededor de 280-420 gr
(FAO, citado en Townsend, 1996). Sólo alrededor de un tercio hasta la mitad del
consumo de proteínas por parte de los criollos viene de productos de animales
domésticos. Casi todo el consumo indígena de proteínas proviene de la fauna
silvestre (observación personal). Además, la pesca y la caza proveen al menos
algún ingreso para alrededor de un tercio de las casas, y es una de las fuentes de
ingresos dominantes para algunos caseríos.
Biológicamente, el Caura alberga probablemente alrededor de 300 especies
de peces (Rodríguez y Taphorn, datos no publicados), al menos 200 especies de
mamíferos (Daza, 1996) y más de 250 especies de aves (Lentino, 1996). Debido a
la ausencia de grandes asentamientos humanos, y de desarrollos mineros,
hidroeléctricos y madereros extensivos, el Caura representa hoy en día un raro
ejemplo de una gran cuenca neotropical con una fauna casi intacta.
La Pesca
Si la actividad pesquera continúa con el ritmo actual en las próximas dos
décadas, las poblaciones de morocoto y de grandes bagres pueden ser reducidas
a niveles que no soporten la pesca comercial (i.e., extinción comercial). Un
138
indicador de la sustentabilidad de una pesquería es el grado en que la cosecha esté
representada por individuos pre-reproductivos. Si asumimos que una especie no
es migratoria y que las técnicas de pesca en uso capturan peces adultos cuando
éstos están presentes, una elevada presencia de peces subadultos en la captura
indica que quedan pocos peces para reproducirse y que el reclutamiento será
seguramente bajo. Para uno de los bagres pescados más intensamente,
Pseudoplatystoma spp., se estima que entre el 20 y el 30% de la captura está
representada por individuos subadultos. Es de gran importancia seguir
monitoreando este indicador en los años venideros.
A causa de la interacción ecológica entre las especies, la pesca intensiva de
una o pocas de ellas tendrá afectos importantes en la comunidad íctica. Estos
cambios pueden explicar en parte el incremento en la dominancia de los peces
detritívoros en la captura comercial de algunos ríos neotropicales (e.g. Goulding
et al., 1996), aunque es difícil separar los cambios ecológicos de aquellos asociados
con la evolución tecnológica en una pesquería desarrollada. La disponibilidad de
grandes bagres depredadores y algunos de los carácidos más grandes (e.g.
morocoto, cachama), puede estar ya reducida en el Caura, pero queda ver ahora
cómo responderán otras poblaciones de peces y si las nuevas comunidades de
peces serán capaces de soportar un pesca comercial. Una de las principales
razones de que el Caura continúe atrayendo compradores de pescado es su
producción de morocoto (M. Hernandéz, com. pers.). Una vez que ésta decline,
posiblemente desestimule el interés comercial en la cuenca. La pesca de subsistencia
puede estar menos amenazada que la comercial ya que aquella depende en cierto
grado de especies de peces que tienen poco valor comercial externo (e.g. Serrasalmus
spp., Pimelodus spp., Leporinus spp.), y la cosecha es más flexible porque no está
determinada por el gusto del mercado. Sin embargo, el morocoto y los grandes
bagres forman parte de la pesca de subsistencia. Además, si las técnicas de pesca
comercial y los mercados cambian, la pesca tradicionalmente de subsistencia
podría ser tomada comercialmente. Ciertos peces del Caura que previamente no
tenían valor comercial están siendo ahora vendidos comercialmente (e.g. bagre
garbanzo, Goslinia platynema).
En términos de la viabilidad de la población, con raras excepciones, es poco
probable que las especies de peces se extingan biológicamente a causa de la pesca
(Bayley, 1995). Esto es probablemente cierto en un río como el Caura donde hay
numerosos refugios inaccesibles a los pescadores, y muchas áreas donde las rocas
impiden ciertas técnicas de pesca activas. Nuestras estimaciones preliminares de
la cosecha total del Caura no indican sorprendentemente altos niveles de cosecha
en relación al tamaño de la cuenca. Probablemente ninguna especie de pez está
todavía amenazada de extinción en el Caura, aunque las poblaciones de algunas
especies pueden decrecer notablemente. La viabilidad biológica está
probablemente más amenazada por la alteración del hábitat tal como podría
ocurrir con el desarrollo hidroeléctrico, la minería extensiva o la extracción de
madera en la cuenca (Bartham et al., 1995). Todas estas actividades han sido
139
propuestas para el Caura. Dado el mal estado actual de la economía local, tales
desarrollos serían favorecidos probablemente al menos por algunos miembros de
la población local. Finalmente, todavía el actual desconocimiento acerca de los
patrones de migración de las peces no nos permiten entender con precisión el
impacto que las alteraciones en el Orinoco tendrían sobre la ictiofauna del Caura;
algunos proyectos hidroeléctricos a gran escala y el desarrollo industrial (con
descargas al Orinoco) han ocurrido a menos de 500 km río (Orinoco) abajo del
Caura. Además la pesca puede ser más intensa en el Orinoco que en el Caura y esto
puede tener impacto sobre las poblaciones de los peces que pasan por el Orinoco
antes de llegar al Caura.
La Caza
Debido a la interferencia entre la cacería de subsistencia y la comercial, esta
última está probablemente teniendo efectos directos en la disponibilidad de carne
en las casas. Los descensos en la disponibilidad de carne de caza alrededor de los
poblados están probablemente ocurriendo en la actualidad (Silva y Strahl, 1991;
observación personal). Además, hay relativamente pocas alternativas para las
especies de caza cosechadas actualmente. Un resultado probable sería un
incremento en el consumo de carne doméstica, aunque esto podría ser difícil para
las familias más pobres. En términos de viabilidad biológica total, la mayoría de
las poblaciones cinegéticas pueden enfrentar poca amenaza debido a las inmensas
extensiones de tierras escasamente pobladas dentro de la Cuenca del Caura. Los
niveles estimados de la cosecha de mamíferos en la cuenca del Bajo Caura parecen
estar por debajo de los niveles máximos sustentables estimados para otras zonas
neotropicales (Townsend, 1996). Si ocurre o no una escasez local de animales de
caza dependerá de la capacidad real de las áreas no cazadas para servir como
fuentes de poblaciones (i.e. son hábitats favorables?) y la tasa a la cual los animales
se dispersan de las áreas no cazadas a las cazadas. Un desarrollo que abra la
porción meridional de la cuenca a una colonización en gran escala podría ser
amenazador, pero tal actividad parece improbable en el futuro inmediato. Las
poblaciones pueden estar amenazadas sólo en aquellas especies con poblaciones
naturalmente restringidas: la población del caimán del Orinoco en el Caura
probablemente no es más viable (John Thorbjarnarson, comunicación personal).
Del mismo modo, las terecayas pueden ser especialmente vulnerables ya que
están en gran medida restringidas a los cauces de los ríos y están aisladas de las
poblaciones más al sur por el Salto Para. Hay insuficiente conocimiento de la
densidad de caza en cualquier parte de la cuenca para seguir especulando.
CONCLUSIÓN
El Bajo Caura ha sido una montaña rusa económica en los últimos dos siglos.
La ausencia de un desarrollo a gran escala en la cuenca ha sido probablemente una
ventaja para los peces y la fauna del área en términos de mantenimiento de los
hábitats y del relativamente bajo nivel de caza de subsistencia (debido a una baja
densidad humana). Sin embargo, la paralización económica asociada ha conducido
140
a una parte de la población local a emplearse en la caza y pesca comerciales.
Actualmente, la cosecha pesquera y caza de subsistencia es una fuente importante
de proteína animal para todos los caseríos, y la pesca comercial y en menor grado
la caza, proporcionan un ingreso importante en algunos localidades.
A excepción de los caimanes y posiblemente las terecayas, hay pocas
evidencias inmediatas que indican que el uso actual no es biológicamente
sustentable a la escala de la cuenca. Probablemente el futuro de la fauna del Bajo
Caura depende principalmente de la falta de continuidad de los proyectos de
extracción de recursos a gran escala. Bajo las condiciones actuales, la capacidad de
la fauna de proporcionar beneficios económicos y nutricionales locales puede
depender del manejo de la cosecha (asegurar una cosecha adecuada en áreas
accesibles para pescadores y cazadores de subsistencia) y la regulación de la
comercialización (garantizar el acceso a los productos por parte de la población
local).
Debido a la reducción en la disponibilidad de algunas especies para la
cosecha de subsistencia directa y la reducción de las ventas comerciales locales,
la exportación comercial desde la cuenca ha debilitado los vínculos existentes
entre el bienestar de los no pescadores y el río. Si la cosecha faunística fortaleciera
dichos vínculos, podría ser una herramienta para la conservación del ambiente. El
incremento de los beneficios en el área a partir de la pesca, la caza y el turismo,
podría ayudar a mejorar las condiciones locales y a su vez fortalecería la vinculación
de la gente con el río, por lo tanto compensando de alguna manera la atracción de
proyectos que dañan el río a largo plazo pero que generan empleos a corto plazo.
Desafortunadamente, la creación de tales vínculos ha sido entorpecida por la
marginalización económica y política de las comunidades locales. La región tiene
una larga historia de explotación social por negocios privados de personas
externas a la cuenca, y los intentos del gobierno central de introducir sistemas más
igualitarios (e.g. en relación al látex, la sarrapia y la agricultura) han fracasado.
Como consecuencia, los residentes del área, especialmente los pescadores y
cazadores pobres, carecen de un sentido de autoridad y/o identidad. Tales
condiciones no promueven la perspectiva a largo plazo necesaria para realizar un
uso sostenible.
El Caura permanece en gran parte virgen y sus recursos faunísticos son
importantes para los residentes de la cuenca. Sin embargo, el uso actual de la
cuenca ha sido determinado principalmente por los factores económicos y políticos
externos caprichosos y en menor grado por una preocupación por la conservación
de la naturaleza del área o por el bienestar de sus residentes. Desafortunadamente,
este oportunismo económico y político no es muchas veces igual a una sabia
planificación a largo plazo.
AGRADECIMIENTOS
A mi esposa, Claudia Knab-Vispo, por todo su ayuda durante varias partes
de este trabajo. Al T.S.U. Felix Daza por su ayuda en la compilación de los datos
pesqueros. A mis compañeros en la Estación Hidrobiológica de Guayana por
141
facilitar mis investigaciones. Al Dr. Carlos Lasso (FLASA-Caracas), Prof. Alexander
Mansutti (UNEG-Cd. Bolívar) y Biol. Freddy Ramos (SARPA-Bolívar) por la
revisión del manuscrito, y a Ricarda Riina para su traducción. A un revisor
anónimo por sus comentarios informados y sus correcciones. A los residentes del
Caura, especialmente los pescadores y los comerciantes del pescado, por su
hospitalidad y tolerancia.
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