MEMORIA Sociedad de Ciencias Naturales La Salle Tomo LVIII, número 149, Enero/junio 1998 USO CRIOLLO ACTUAL DE LA FAUNA Y SU CONTEXTO HISTÓRICO EN EL BAJO CAURA. Vispo, Conrad Fundación La Salle de Ciencias Naturales Estación Hidrobiológica de Guayana Carrera Alfonzo de Herrera UD 104, El Roble San Félix, Edo. Bolívar Venezuela Wildlife Conservation Society 185th and Southern Boulevard Bronx, New York 10460 USA cknab@students.wisc.edu Palabras claves: Peces. Pesca. Caza. Río Caura. Historia. Venezuela. RESUMEN Se presenta un breve resumen de la información sobre el uso actual por la población no indígena (criollo) de la fauna en la Cuenca del Bajo Río Caura, Estado Bolívar, Venezuela. El contexto histórico de la caza y la pesca es descrito usando relatos orales y publicados, con el fin reconstruir la historia del uso del recurso natural en la región. El análisis histórico muestra que la pesca comercial se incrementó en la cuenca durante un período cuando otras fuentes de ingreso históricamente importantes estuvieron en descenso. Se describen los valores económicos y nutricionales actuales de la cacería y pesca, obtenidos a partir de cuestionarios socioeconómicos. En términos generales, se consideran los probables impactos de la pesca y la cacería sobre la fauna. Se concluye que varias poblaciones de peces y animales de caza probablemente han sido reducidas, aunque sólo unas pocas especies, tales como el caimán del Orinoco, están amenazadas de extinción en la cuenca. CURRENT CRIOLLO FAUNA USE ON THE LOWER CAURA AND ITS HISTORICAL CONTEXT. Key words: Fish. Fishery. Game. Hunting. Caura River. History. Venezuela. ABSTRACT This paper presents a brief summary of information on current non-indigenous fauna use in the lower Caura watershed, Bolívar State, Venezuela. The historical context of hunting and fishing is presented by using oral and published histories 115 to create a time line of natural resource use in the region. The historical analysis shows that commercial fishing arose in the watershed during a period when other, historically-important sources of income were declining. The current nutritional and economic values of these activities are then described based on socioeconomic questionnaires. Paralleling this, I continue by considering the probable past impacts of fishing and hunting on the fauna and the likely future consequences. While several fish and game populations probably have been reduced, only a few species, such as the Orinoco crocodile, appear to be threatened by extinction in the watershed. INTRODUCCIÓN La Cuenca del Río Caura ha sido considerada como una de las últimas cuencas prístinas de su tamaño en el Neotrópico (Rosales y Huber 1996). Drena hacia el norte desde las tierras altas de la Guayana abarcando un inmenso manto de bosque hasta alcanzar las sabanas poco antes de llegar al Orinoco, aprox. 300 km al oeste de Ciudad Bolívar, Edo. Bolívar, Venezuela. A pesar de ser un ecosistema prácticamente inalterado, el Río Caura tiene una larga historia de explotación de plantas y animales por parte del hombre, la cual continúa en la actualidad. Esta se ha derivado y seguirá retroalimentándose de las condiciones sociales y biológicas locales. El propósito de este trabajo es entender, en su contexto histórico, parte de esta interacción describiendo el uso actual de la fauna por parte de los criollos (es decir, no indígenas) a lo largo del Bajo Caura. Primero se presenta, en base a relatos orales y publicados, un resumen de la historia regional de los criollos enfatizando las actividades relacionadas con el uso de los recursos. Esto se relacionará posteriormente con una descripción del uso actual del recurso en el área. Por último, se evaluarán las consecuencias probables de estas actividades en términos de los beneficios humanos (impactos sociológicos) y la sobrevivencia de las especies (impactos biológicos). El objetivo es proveer información útil para futuros planes de conservación y desarrollo en el área. Aquellos planes que reconozcan las raíces y la importancia social de los patrones de uso actual y que vinculen estos patrones a sus fundamentos ecológicos, tendrán una mayor oportunidad de éxito. ÁREA DE ESTUDIO El Caura fluye hacia el norte desembocando en el Orinoco desde el antiguo basamento rocoso del Escudo Guayanés (Fig. 1). Ha sido clasificado como un río de “aguas negras” aun cuando su pH es alto y los valores de carbono disuelto son bajos en comparación con un típico río de aguas negras amazónico como el Río Negro (García, 1996). El Caura puede ser catalogado más exactamente como un río de aguas moderadamente oscuras con bajo transporte de sólidos (Lewis et al., 1995). El Bajo Caura está separado del tramo superior del río por el Salto Para, el cual cae 80 m sobre 2 km. Este salto incluye cataratas de unos 50 m y forma una barrera aparentemente insuperable para las poblaciones de peces, puesto que la composición de la ictiofauna del Bajo Caura difiere en diversas formas de la del 116 Alto Caura. Quizás lo más notable, desde el punto de vista del aprovechamiento por el hombre, es la ausencia de los grandes bagres y carácidos arriba del salto. En el caso de la fauna terrestre las mayores diferencias están probablemente entre los animales de la sabana (dentro de 50 km de la boca del Caura y varios parches en la cuenca alta) y los del bosque húmedo. 65°20’W 7°45’N 65°00’ 64°30’ 64°20’ ORINOCO Las Majadas Maripa Aripao VENEZUELA Puerto Cabello Trincheras Jabillal 7°00’ CAURA Salto Para 6°10’ 0 50 km Figura 1 Mapa del área de estudio indicando los caseríos estudiados, los ríos y caños en la región, y la carretera (la línea intermitente). 117 Existen a lo largo del Bajo Caura al menos cinco pueblos o caseríos predominantemente criollos y seis principalmente indígenas (Fig. 1). En esta región, la población criolla alcanza alrededor de 2500 individuos y la indígena menos de 400. Dos de los caseríos criollos, Maripa y Puerto Cabello, poseen una población indígena sustancial. Además de estos caseríos discretos, hay también familias indígenas individuales dispersas a lo largo del río aguas arriba de Las Trincheras, y de familias de criollos en los bancos, abajo de Maripa. Hacia el interior de los bancos del Caura, pero dentro de la cuenca hidrológica, se encuentran otros caseríos o poblados. Por ejemplo, el camino de acceso a Las Trincheras y Jabillal ha servido como corredor para asentamientos agrícolas. No obstante, sólo aquellas comunidades realmente localizadas en el Caura fueron incluidas en este estudio. Las Majadas, un puerto pesquero del Orinoco, ligeramente río abajo de la boca del Caura, aparentemente deriva la mayor parte de su cosecha pesquera del Orinoco (aunque hay bastante pesca en el Caura y se necesitan más estudios) por lo que no fue considerado en este estudio. MÉTODOS Los datos presentados en este trabajo provienen de tres fuentes. Las entrevistas estandarizadas fueron llevadas a cabo en cinco caseríos criollos a lo largo del Bajo Caura: Jabillal, Las Trincheras, Pto. Cabello, Aripao y Maripa (Tabla 1). Durante estas entrevistas los entrevistadores visitaron casas individuales y preguntaron a un miembro de la familia disponible una serie de preguntas acerca de la pesca y el uso del recurso fauna silvestre. Este conjunto de entrevistas fue repetido tres veces: uno del 15 de junio al 9 de julio de 1996 (cerca del máximo de la estación húmeda), la segunda vez del 3 al 14 de mayo de 1997 (al final de la estación seca) y la última del 22 al 29 de noviembre de 1997 (a principios de la estación seca). El segundo y el tercer grupo de entrevistas se consideraron como representativas de la actividad pesquera en aguas bajas. En Maripa se intentó de hacer un muestreo estratificado ya que tratar de visitar todas las casas habría consumido demasiado tiempo. Durante las entrevistas en Maripa, se trató de incluir tanto áreas relativamente ricas como pobres, y se entrevistaron familias a diferentes distancias del río. Sin embargo, no se realizó ningún censo total para determinar si el número de casas visitadas en cada categoría era representativo de su porcentaje en la población total. En el resto de los caseríos intentamos visitar todas las casas. Las casas fueron excluidas si estaban vacías o si sus habitantes no querían ser entrevistados. A partir de los datos de las entrevistas se obtuvo una descripción del consumo local de peces y de la cosecha de subsistencia. La mayor parte del consumo viene de la compra local de pescados cosechados comercialmente o directamente de la pesca de subsistencia de un miembro de la familia. En los dos primeros grupos de entrevistas se les pidió a los entrevistados especificar si pescaban, compraban o recibían como regalo los peces que consumían. Esto nos permitió obtener una idea general de la diferencia entre la naturaleza de la pesca de subsistencia y el consumo local total. 118 La información básica general del uso de los recursos locales y su historia fue obtenida de preguntas menos estructuradas a residentes bajo diferentes circunstancias. Por otro lado, aunque muy poca información ha sido publicada sobre el uso de los recursos en la cuenca, los recuentos históricos muy generales del Caura y Orinoco permiten ciertas conclusiones acerca de los probables patrones históricos de uso de recursos. Información adicional fue derivada a partir de observaciones directas del uso del recurso durante la presencia del autor en el área en diferentes períodos desde 1992. Tabla 1 Tamaño muestral de las encuestas en casas. Las encuestas fueron llevada a cabo en cinco caseríos criollos y en tres fechas diferentes. 1 21 69 57 60 53 23 63 65 82 58 emb agua re 1997 s ba jas 62 26 16 6 12 novi 55 26 14 12 15 may o agua 1997 s ba jas 51 31 13 11 12 juni o agua 1996 s alt as 1571 270 136 94 145 % estimado de la población encuestada 1 emb agua re 1997 s ba jas Maripa Aripao Puerto Cabello Trincheras Jabillal novi Población may o agua 1997 s ba jas Caserío juni o agua 1996 s alt as N° de Casas Encuestadas 28 63 81 43 56 Este fue calculado dividiendo el número total indicado de miembros de la casa, entre las cifras de la población del caserío. Es aproximado dado que los tamaños de algunos de los pueblos (Puerto Cabello y Las Trincheras) cambiaron dramáticamente durante el estudio. La información económica utilizada para calcular el ingreso no derivado de la pesca que llega a los caseríos, viene de entrevistas con gente relevante. No se hicieron estimaciones propias de cosecha agrícola o ingresos por turismo, confiando, en cambio, en estimaciones hechas por la gente local. La información precisa sobre los presupuestos gubernamentales es difícil de conseguir; por lo que la información presentada fue obtenida de entrevistas con funcionarios gubernamentales antiguos o actuales. Los valores derivados de estas entrevistas coinciden bien con estimaciones parciales que pudieron ser obtenidas a partir de las entrevistas a los cabezas de familia, pero no se trata de cifras oficiales y deben ser tomadas como muy aproximadas. Con una excepción, la información poblacional vino de los censos nacionales (Ministerio de Fomento, sin fecha, 1945, 1975; O.C.E.I., sin fecha, 1986, 1995). En el caso de la población actual de Aripao, el valor se obtuvo a partir de un trabajo sociológico realizado en el área por Berta Pérez del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). 119 La información sobre la extensión y el contenido de la cosecha de la pesca comercial se obtuvo a partir de las planillas de datos entregadas por los pescadores y de la anotación de las ventas de pescado en kilogramos basada en observación directa (Vispo y Daza en preparación). La información aquí incluida es preliminar y ha sido complementada con los datos obtenidos a partir de entrevistas. Los datos sobre el tamaño de los peces viene mayormente de registros de viajes comerciales durante los cuales un miembro del proyecto estuvo presente. RESULTADOS Características de las encuestas La Tabla 1 indica el número de familias visitadas en cada caserío y provee un estimado del porcentaje de la población total para cada uno de los caseríos incluidos en las entrevistas. El número de individuos representados para cada familia fue determinado por el número de miembros familiares declarado por los encuestados. Aproximadamente el 20% a 50% de los residentes en cada pueblo parecen haber sido contados por nuestra investigación. Sin embargo, la población residente no es constante y puede cambiar estacionalmente debido a las vacaciones u oportunidades de trabajo (ej. la cosecha), las cuales traen a la casa a miembros de la familia que pasaron parte del año en otros sitios. Línea histórica temporal y dinámica poblacional La Figura 2 ilustra algunos aspectos de los últimos 200 años de historia en el Bajo Caura con énfasis en el uso comercial criollo de los recursos naturales. Muchas de las fuentes históricas de ingresos (e.g., chicle, balatá, barbasco) desaparecieron después de la Segunda Guerra Mundial. Los ingresos actuales vienen de una combinación de fuentes tradicionales (ganadería, agricultura) y novedosas (servicio civil, caza y pesca comercial, turismo). Las actividades económicas fuera de la cuenca han empujado a la gente a salir del Caura, especialmente durante el auge petrolero, hidroeléctrico e industrial de los últimos 30 años. Las Figuras 3 a 5 muestran los datos poblacionales de los últimos 50-100 años para algunas áreas de la región del Caura. Desde 1960 la población del Edo. Bolívar se ha incrementado rápidamente, dominada por el crecimiento urbano (Figura 3). La gente ha sido empujada del Caura hacia el desarrollo económico que ha ocurrido al oeste (e.g. las minas de bauxita en los Pijiguaos) y al este (e.g.: las industrias básicas de Ciudad Guayana, la economía minera de Ciudad Bolívar, el hidrodesarrollo del Caroní). Todo el Bajo Caura está clasificado como rural y las bajas tasas de crecimiento poblacional rural se reflejan en las curvas de población (Figura 4) de las parroquias que incluyen la mayor parte del Bajo Caura. Observando las estadísticas poblacionales de los caseríos estudiados (Figura 5), puede verse que, fuera del crecimiento de Maripa, las poblaciones han cambiado poco en los últimos 100 años. En términos del crecimiento regional total, el crecimiento de Maripa ha sido compensado hasta cierto punto por la desaparición de caseríos en varios lugares a lo largo de los bancos del Caura. Desde 1950, puede estimarse que 120 121 1800 1850 1850 Figura 2 1900 1900 1950 1950 2000 2000 Cronograma de las actividades económicas a lo largo del Caura. Las líneas gruesas indican períodos durante los cuales una actividad dada fue intensa, mientras que las líneas finas indican períodos de actividad continua a intensidad reducida. Todos los datos son aproximados. La información se obtuvo a partir de entrevistas con residentes del Caura y datos de Codazzi (1841), Chaffanjon (1889), André (1904), Roncayolo (1933), Williams (1941), Coppens (1981), Grillet (1987) y Fernández (1995). 1800 Desarrollo Hidroeléctrico Hierro Mina de Diamantes Petróleo Mina de Oro REGIONAL Turismo Pesca Comercial Servicio Público Agricultura Ganadería Sarrapia CVG, etc. Barbasco Chicle Balatá Caucho Madera Aceite de Palo LOCAL 122 POBLACIÓN 1955 1960 1965 AÑO 1970 Figura 3 1975 1980 1985 19 Crecimiento poblacional del Estado Bolívar. Todo el incremento poblacional fue causado por crecimiento de la población urbana. 1950 0 100000 200000 300000 400000 500000 600000 700000 800000 900000 1000000 al menos de 3 a 5 caseríos desaparecieron del mapa. Ahora parece que hay cierto regreso de gente al campo, tal vez debido a las peores condiciones de la economía industrial. 7000 6000 POBLACIÓN 5000 4000 3000 2000 1000 0 1880 1900 1920 1940 1960 1980 2000 AÑO Parroquias Aripao y Maripa Parroquia A. Farreras Figura 4 Cambios poblacionales en las parroquias que bordean el Caura. A. Farreras está sobre el banco occidental; Aripao y Maripa en el oriental. Información socioeconómica La Tabla 2 muestra un análisis por caserío de las fuentes de ingreso más importantes y de las secundarias. Durante las entrevistas familiares no se intentó determinar la cantidad absoluta de ingreso monetario recibido de cada fuente en la casa, ya que era tomado como demasiado invasivo. La Figura 6 muestra una estimación aproximada de la proporción de los ingresos de los caseríos de acuerdo a las cuatro principales fuentes de ingreso. (Nótese que estas cifras muestran ingresos de dinero externo al pueblo y no el dinero negociado total). Además, los datos de Tabla 2 representan los porcentajes de las casas visitadas que recibieron dinero de cada fuente, mientras que los datos representados en Figura 6 vienen de nuestras estimaciones de los presupuestos globales de cada caserío. Los negocios privados, los cuales generalmente sirven para circular 123 dinero más que para importarlo hacia el caserío, no fueron incluidos. En adelante se discute brevemente cada clase de ingreso. Tabla 2 1 12(32) 1 15(46) 0(15) 67(67) 17(33) 0(23) 0(58) (00) 0(58) 0(73) 35(32) 19(12) 13(23) 17(25) 8(33) 44(61) 62(50) 64(6) 17(33) 8(13) ería Min Serv ic púb io lico Neg oc priv io ado 6(11) 4(15) 81(64) 0(42) 67(80) apia a Maripa Aripao Puerto Cabello Trincheras Jabillal Pesc Caserío Sarr Agri cu com ltura ercia l 0(8) 0(35) 0(15) 0(17) 0(27) l Caz com a ercia Fuentes de ingresos familiares. Los valores están representados como porcentajes de casas que se atribuyeron ingresos por un determinado recurso. 3(30) 0(0) 0(8) 0(8) 12(33) Este número fuera de paréntesis representa el porcentaje de casas que afirmaron una determinada fuente como su ingreso más importante; el número entre paréntesis indica el porcentaje de casas que señalaron algún nivel de ingreso a partir de una fuente particular. Nótese que los datos se colectaron en fechas diferentes, por lo que no concuerdan. Ver por ejemplo Puerto Cabello donde el tamaño de la población y la actividad cambiaron dramáticamente entre las fechas de los cuestionarios. 1600 1400 POBLACIÓN 1200 1000 800 600 400 200 0 1880 1900 1920 1940 1960 1980 2000 AÑO Maripa Jabillal Aripao Trincheras Pto. Cabello Figura 5 Situación poblacional en 1891 y evolución poblacional de los pueblos estudiados a partir de 1950. Jabillal y Pto. Cabello no eran unidades políticas antes del siglo XIX. 124 80 70 60 50 Pto. Cabello, Trincheras, Jabillal 40 30 Maripa, Aripao 20 10 PESCA COMERCIAL SERVICIO PUBLICO TURISMO 0 AGRICULTURA Estimación del porcentaje del ingreso total al Caserío La pesca provee al menos algún ingreso en todos los caseríos. La mayoría de los pescadores comerciales son de Maripa, Aripao y Las Trincheras. Aunque Jabillal y Maripa muestran aproximadamente proporciones iguales de familias que reciben ingresos de la pesca, el primero es mucho más pequeño y por lo tanto contribuye con menos pescadores al total. La caza y la pesca algunas veces van mano a mano debido a que la caza comercial a menudo parece ser hecha como un complemento de la pesca. Los hombres van en largos viajes de pesca en cuyo tiempo también cosechan la caza, lo cual generalmente es más común en las áreas remotas. Sin embargo, hay individuos que probablemente hagan viajes con propósitos de caza. A causa de su ilegalidad, una fracción de las familias pueden haber negado el ingreso por miedo a ser denunciadas. Figura 6 Distribución aproximada de ingresos entre cuatro fuentes y entre los caseríos más grandes (Maripa y Aripao) y más pequeños (Puerto Cabello, Tricheras y Jabillal). 125 Los principales productos comerciales agrícolas de los caseríos estudiados son plátanos, cambures y tubérculos (e.g. yuca, ocumo, ñame; obs. pers.). El arroz y los granos se cultivan comúnmente para consumo personal, aunque históricamente el arroz fue exportado del área. Pto. Cabello y Jabillal son los principales sitios de agricultura comercial, siendo el primero establecido por el gobierno como un centro agrícola. Sólo la agricultura de subsistencia parece común en Las Trincheras. Hay varias fincas en el área de Maripa donde se cría ganado y también puede producirse queso. Sin embargo, aun si grandes áreas estuvieran involucradas en esta actividad, las necesidades de trabajo son bajas y por ende los beneficios económicos son también bajos, fuera de aquellos que favorecen a unos pocos dueños de la tierra. La sarrapia (Dipteryx sp.) fue históricamente un producto muy importante en la Cuenca del Caura (ver Figura 2). El compuesto aromático, cumarina, era extraída de las semillas y usada en perfumes y tabacos. En 1997 muchas familias continuaron la recolecta de sarrapia durante sus 3-4 meses de período de cosecha, pero esta actividad proporcionaba relativamente poco ingreso: una familia de cinco puede ser capaz de colectar aprox. 150-200 kgs de semillas en un período de 3 semanas, una cosecha valorada en 87.500 Bs. o alrededor de 180 US$ en ese año. Los precios en 1997 fueron, según se afirma, más bajos que en 1996, pese a la alta tasa de inflación; además, la cosecha no les fue siempre pagada a todos aquellos que entregaron sus cosechas a los compradores. La continuación de la cosecha parece haber derivado de la tradición, de la conveniencia (Aripao y Jabillal están localizadas cerca de plantaciones de Sarrapia), del subempleo y de la incertidumbre en los precios que permitió la esperanza de más altos precios después de la cosecha. En 1998 la cosecha fue pequeña, según afirman algunos informantes. Los ingresos del gobierno vienen de las oficinas nacionales, estatales o municipales. Maripa es la capital del Municipio Sucre y hay una concentración de empleos políticos, de mantenimiento y de carácter administrativo. Asimismo, es la sede del destacamento de la Guardia Nacional. Los maestros y trabajadores de la salud se encuentran en muchos pueblos. La CVG (Corporación Venezolana de Guayana) provee empleos para residentes quienes manejan los generadores de electricidad o las bombas de agua, y hay algunos otros trabajos escasos relacionados con varios proyectos gubernamentales. El ingreso por parte del gobierno decrece en los pueblos más remotos. Los empleos privados se refieren a actividades privadas excepto aquellos relacionados con la caza, pesca, agricultura o la colecta de sarrapia, las cuales son también empresas privadas. Esta actividad incluye trabajos como contratos a destajo, operación de una bodega o proveer de transporte por tierra o agua. El empleo privado no es la fuente dominante de ingresos en ningún pueblo, aunque Maripa, como uno de los centros comerciales regionales, muestra niveles relativamente altos. Aunque existen periódicamente oportunidades de minería en la cuenca, la mayoría del ingreso por minería viene de las extensas minas de oro y diamante del SE del Edo. Bolívar. Maripa tiene más individuos involucrados en la minería que 126 el resto de los pueblos y es sede de dos radio servicios de onda corta que proporcionan comunicación principalmente con pueblos mineros. La minería es una fuente de ingreso menor pero fue incluida aquí con la finalidad de tener una mejor idea de la tradición minera en estos pueblos, una tradición que podría ayudar a determinar la presión local para explotar localidades mineras dentro de la cuenca. Debido al conflicto reciente sobre la minería éste es un punto que se ha hecho muy sensible y algunos residentes pueden haberse negado a mencionar esta fuente de ingreso. Con la finalidad de describir las interrelaciones de los ingresos familiares, fue construida una matriz de correlación de Pearson y las correlaciones significativas entre los ingresos identificados con base en las probabilidades de Bonoferroni. Dos correlaciones fueron significativas (p< 0,05), ambas positivas. Estas fueron entre los ingresos de la pesca y la caza y los ingresos de la pesca y la sarrapia. La primera relación refleja una conexión física entre las dos actividades (e.g. los viajes de pesca y caza son a menudo combinados); la segunda relación puede reflejar el origen histórico de la población pesquera a partir de las familias que llegaron para tomar parte en la cosecha de sarrapia. Consumo de carne La Tabla 3 refleja el consumo de carne de pescado, de cacería y doméstica, por los residentes de los cinco caseríos criollos, en términos de kg consumidos por semana por consumidor (i.e. individuos mayores de tres años de edad). Las familias pueden comer más de un tipo de carne durante un solo día. La tabla también muestra niveles de consumo para otras dos fuentes comunes de consumo de proteínas, queso y huevos de gallina. “Caza/cacería” es entendida como todos los animales silvestres excepto pescado. Sin embargo, el término utilizado en el campo, “carne de monte”, puede interpretarse como un término que no incluye los habitantes de los ríos tales como tortugas y caimanes. Se trató de consultar sobre estos animales separadamente pero puede haber faltado su consumo en algunos casos; sin embargo, el error no debe ser muy grande. La información de períodos de aguas bajas y de aguas altas fue analizada separadamente (Figura 7), ya que se dice que la pesca es mucho más difícil durante las aguas altas cuando los peces se dispersan en las vastas áreas inundadas por el río. Sin embargo, las diferencias más grandes en los patrones de consumo parecen estar entre los caseríos más grandes y los más pequeños (Figura 8). Composición de la cosecha de pesca y caza La composición del consumo de pescado local y venta comercial se muestra en la Tabla 4. El morocoto (Piaractus brachypomus) fue el pescado más importante en términos de peso, aunque formó una porción mucho mayor de la dieta durante las aguas altas que durante las aguas bajas. Durante las aguas altas es difícil para los pobladores capturar peces pequeños en sus puertos o pescar en las lagunas al lado del río; por lo tanto ellos están con mayor probabilidad comprando pescado para su consumo a los pescadores comerciales. Reflejando este hecho, aproxi127 madamente 33% del consumo durante aguas bajas es de pescado no comercial, mientras sólo el 10% del consumo en aguas altas es de estas especies. Durante las aguas altas, el morocoto es el principal pescado comercial, el cual es capturado con redes o anzuelos cuando éste se alimenta de frutos en el bosque inundado. La contribución real del morocoto a la cosecha comercial anual es más alta que la indicada en Tabla 4, ya que los datos exactos sobre la cosecha durante aguas altas están actualmente en proceso de elaboración. Las dos especies de bagre rayao (Pseudoplatystoma tigrinum y P. fasciatum) son pescados comerciales importantes durante todo el año y parecen ser un componente más o menos estable de la dieta. El incremento de la presencia de marichapa (Cichla orinocensis), bocachico (Semaprochilodus kneri) y guabina (Hoplias malabaricus) en la dieta del verano se debe a que éstos son peces de hábitos lénticos (lagunas) y son capturados casi exclusivamente durante este período del año. Con base en la estimación anual de la composición de la cosecha, la diversidad de la cosecha de subsistencia fue igual a la diversidad de la exportación comercial de la cuenca. Tabla 3 Consumo personal estimado de pescado fresco, carne de monte, y carne doméstica (principalmente pollo, carne de res y cerdo). Los datos se obtuvieron de las entrevistas a las familias. 1 2 128 nov. 1997 aguas bajas Pescado 0.8 Carnedel Monte 0.3 Carne doméstica 0.5 Otras fuentes de proteína animal: -queso -huevos (huevos/persona/semana) -mortadela -comida enlatada mayo 1997 aguas bajas Comida junio 1996 aguas altas Tasa de consumo promedio (kg/persona/semana) 1 1.0 0.3 0.5 1.0 0.3 0.6 Consumo total Anual (kg)2 91834 31427 49203 0.1 2.4 <0.1 0.1 Durante los dos primeros grupos de entrevistas, sólo fue recogida la información del número de comidas. En el último grupo de entrevistas los kilos consumidos también fueron recogidos. Luego se calculó el consumo de los períodos previos basados en el peso promedio de una comida. El cálculo del consumo total anual se basa en el total de la población de 2200 criollos con 1936 "consumidores" (i.e., mayores de 3 años de edad). Se asume un período de aguas altas de 21 semanas y de aguas bajas de 31 semanas. Los resultados de los dos censos de aguas bajas han sido promediados juntos para proveer un estimado del consumo semanal. Kg/Persona/Semana 1 0.8 0.6 Aguas Altas 0.4 0.2 0 PESCADO CARNE DOMESTICA Aguas Bajas CARNE DE MONTE Figura 7 Kg/Persona/Semana Consumo estimado de carne y pescado fresco durante los períodos de aguas altas y aguas bajas. 1 .2 1 0 .8 0 .6 0 .4 0 .2 0 Pto. Cabello, Trincheras, Jabillal Maripa, Aripao PESCA DO CARNE DOMESTICA CARNE DE MONTE Figura 8 Consumo estimado de carne y pescado fresco entre los caseríos más grandes (Maripa y Aripao) y los más pequeños (Pto. Cabello, Trincheras y Jabillal). La danta o tapir (Tapirus terrestris), el váquiro (Tayassus spp.), la lapa (Agouti paca) y la terecay (Podocnemis unifilis) dominaron el consumo de caza (Tabla 5). El tapir constituyó un porcentaje más pequeño de la cosecha durante la estación de aguas bajas, lo cual puede representar cacería reducida o disponibilidad de cacería alternativa. Durante la estación seca los váquiros regresan a las riberas de los ríos donde son más accesibles, aunque el suelo seco puede hacer su seguimiento más difícil. La lapa parece ser la principal especie de caza para los criollos durante las aguas altas y bajas. Estas son normalmente cazadas con faros a lo largo de los bancos de los ríos, y esta técnica funciona durante todo el año. Las terecayas son mucho más fáciles de capturar durante el verano cuando son vistas comúnmente asoleándose sobre las rocas o troncos, o cuando salen del río a poner huevos. Los venados en la región de estudio (Mazama spp. y Odocoileus virginianus) están básicamente asociados a la sabana, y por ende fueron cazados principalmente en la parte más septentrional de la cuenca. En base a los valores de la literatura de los pesos de los cuerpos sin piel ni vísceras en estas especies, el número de individuos cosechados puede ser calculado a partir del consumo total estimado (Tabla 5). Este es un valor subestimado ya que algunas cantidades de carne fueron vendidas a consumidores fuera de la cuenca. 129 Tabla 4 Composición estimada (en % de kilogramos totales) del consumo local criollo y la venta fuera de la cuenca. Los nombres comunes están basados en el uso en el Caura; en otras partes de Venezuela los mismos nombres pueden ser aplicados a especies biológicas diferentes. El consumo local criollo se estima en unos 92.000 kg/año y la venta fuera de la cuenca en unos 86.000 kg/año. Consumo local criollo Venta fuera de la Cuenca BAGRES Bagre Amarillo (Paulicea luetkeni) Bagre Tigre (Platynematichthys notatus) Blanco Pobre (Brachyplatystoma sp. ) Cajaro (Phractocephalus hemiliopterus) Chola (Ageneiosus spp.) Doncella (Pinirampus pirinampu) Dorado (Brachyplatystoma rousseauxi) Garbanzo (Goslinia platynema) Rayao (Pseudoplatystoma fasciatum, P. tigrinum) Sierra (Doradidae) Yaque (Leiarius marmoratus) 0 3 1 1 <11 0 0 0 12 1 <1 4 9 10 6 1 1 4 1 18 3 1 9 9 <1 4 1 3 1 27 2 0 10 3 1 8 2 7 <1 <1 1 <1 5 <1 9 2 1 PECES DE ESCAMA Bocachico (Semaprochilodus kneri) Bocón (Brycon sp.) Cachama (Colossoma macropomus) Caribe (Serrasalmus, Pygocentrus) Coporo (Prochilodus mariae) Curvinata (Plagioscion squamosissimus) Guabina (Hoplias malabaricus) Morocoto (Piaractus brachypomus) Palometa (Mylossoma sp.) Pampano (Myleus sp.) Pavón (Cichla spp.) Payara (Hydrolycus spp.) Picúa (Boulengerella spp.) Sardinata (Pellona castelnaeana) Zapoara (Semaprochilodus laticeps) --2 4 <1 <1 4 1 “<1” se refiere a las especies que conforman menos uno y más que cero porciento de los kilogramos. 2 La venta comercial de pavón es ilegal. Entrevistas sobre la dinámica de las poblaciones de peces La Tabla 6 resume las entrevistas realizadas a pescadores o manipuladores de pescado. Los individuos seleccionados dada su experiencia fueron entrevistados acerca de la dinámica de la cosecha reciente de varias especies de peces. En mayo de 1996 también preguntamos si la gente percibía que la pesca era más o menos abundante que en los cinco años previos. El 69% respondió que la pesca había 130 disminuido, el 25% creía que la abundancia no había cambiado y el 6% pensaba que la abundancia había incrementado (N= 100 entrevistados). Aunque estos datos son subjetivos, son la única información disponible sobre tendencias históricas. Tabla 5 mayo 1997 aguas bajas nov. 1997 aguas bajas Núm e de in ro mínim d o cose ividuos chad os junio 1996 aguas altas Tasa de consumo (kg/persona/semana) Con sum Anu o total al (k 2 g) Características del consumo local de carne del monte estimado a partir de las entrevistas con las familias. Nótese que la cosecha estimada mínima no incluye la cosecha comercial o de los indígenas. La cosecha total es probablemente mucho más grande. 0.12 0.06 0.01 0.02 0.02 0.08 0.01 0.04 0.01 0.01 0.09 0.01 0.06 0.01 0.04 0.01 0.00 0.10 0.02 0.01 0.00 7282 3079 715 6373 1653 5109 519 69 147 292 325 59 1043 247 0.01 0.02 0.00 1157 386 Babo (Caiman y Paleosuchus) Terrecay (Podocnemis unifilis) Morrocoy (Geochelone) 0.00 0.00 0.00 0.01 0.06 0.01 0.00 0.10 0.00 270 4926 344 64 2463 172 TOTAL PARA CARNE DEL MONTE 0.32 0.33 0.29 MAMIFEROS Danto (Tapirus terrestris) Venado (Odocoileus y Mazama) Cachicamo (Dasypodidae) Báquiro (principalmente Tayassu pecari) Chigüire (Hydrochaeris hydrochaeris) Lapa (Agouti paca) Picure (Dasyprocta lucifer) AVES Paujíes, Pavas (Crácidos) REPTILES 1 El número mínimo de individuos consumidos fue calculado dividiendo el consumo total estimado entre los estimados pesos sin vísceras obtenidos de la literatura. DISCUSIÓN La llegada de la década de los noventa se caracterizó por la pérdida de muchos de los ingresos históricos típicos de los caseríos criollos (Figura 2). La extracción de sarrapia, y antes de barbasco, balatá y otros laticíferos, habían todas declinado a una insignificancia económica después de la Segunda Guerra Mundial. Hasta ciertas fuentes de empleo recientes, como aquellas asociadas a las actividades de las agencias gubernamentales para el desarrollo de los recursos (e.g. OCOIDESA, TECMIN, EDELCA), habían en gran parte finalizado. Varios caseríos desaparecieron entre 1960 y 1990 al tiempo que la gente se trasladó hacia los polos de desarrollo económico que sucedían en otras partes del país. La mayoría de los 131 caseríos que aún permanecen carecen de muchos servicios básicos (e.g. teléfono, electricidad confiable). Tabla 6 Resultados de las entrevistas de pescadores con experiencia o comerciantes de pescado, acerca de los cambios específicos en la abundancia aparente durante los últimos 5-10 años. Porcentaje de observadores reportando descenso Número de observadores entrevistados BAGRES Bagre Amarillo (Paulicea luetkeni) Bagre Tigre (Platynematichthys notatus) Cajaro (Phractocephalus hemioliopterus) Rayao (Pseudoplatystoma fasciatum, P. tigrinum) Yaque (Leiarus marmoratus) Bagres Grandes (incluye Pseudoplatystoma spp., Brachyplatystoma spp., y Phractocephalus hemiliopterus) Bagres Pequeños (Pimelodidae) 100 100 100 100 0 3 3 3 7 3 100 0 7 5 33 20 57 50 20 0 33 14 100 60 67 62 50 0 3 5 7 4 5 3 3 7 15 5 12 8 100 5 PECES DE ESCAMA Bocachico (Semeprochilodus mariae) Bocón (Brycon sp.) Caribe (Serrasalmus spp. o Pygocentrus cariba) Corronchos (Loricariid) Curvinata (Plagioscion squamosissimus) Guabina (Hoplias malabaricus) Mataguaro (Crenicichla spp.) Mije (Leporinus spp.) Morocoto (Piaractus brachypomum) Pavón (Cichla spp.) Payara (Hydrolycus scomberoides) Picúa (Boulengerella cuvieri) Sardinata (Pellona spp.) Zapoara (Semaprochilodus laticeps) 4 REPTILES Terecay (Podocnemis unifilis) Los patrones actuales del uso de los recursos entre los caseríos criollos pueden ser adecuadamente descritos en términos de cuatro factores: acceso a los mercados de compra-venta; localización política en relación a Maripa y la Reserva Forestal; ubicación física en función de los suelos, escenarios naturales y áreas de caza y pesca y finalmente historia o tradición en la manera cómo afectan los talentos y esperanzas locales. Acceso El incremento de la movilidad facilitada por los motores fuera de borda y la llegada de las carreteras le ha dado a los pescadores y cazadores comerciales un 132 mayor acceso a las áreas de pesca y caza, y más fácil acceso a los mercados externos. Mientras el pescador de subsistencia depende del remo, todos los pescadores comerciales a gran escala usan motores frecuentemente de 40 HP. Los pescadores pueden cubrir 300 km durante un solo viaje de pesca. Esta movilidad es importante para explotar sitios de pesca estacionales en diferentes partes de la cuenca y para la búsqueda de cardúmenes móviles. Aripao y Maripa están situados al lado de la principal carretera asfaltada EO al sur del Orinoco, mientras Pto. Cabello, Las Trincheras y Jabillal son accesibles sólo por un camino pobremente mantenido de superficie mixta (Fig. 1). Cuando los camiones de transporte refrigerado, “los caveros”, comenzaron a llegar al área en los ’80, Las Trincheras y Aripao, los primeros centros de recolección de sarrapia y, en menor escala el resto de los caseríos, comenzaron la pesca comercial (recuérdese la correlación significativa entre el ingreso por sarrapia y aquel proveniente de la pesca). Probablemente, previo a esta situación, existió algún nivel de pesca comercial, la cual se salaba para su preservación. Sin embargo, los mercados actuales de pesca comercial están dominados por pescado fresco, y el acceso de los caveros es crucial para la venta a estos mercados. Aunque el camino a Jabillal y Las Trincheras es normalmente transitable, su condición precaria demora el viaje y daña los vehículos. Tales condiciones ocasionan que los compradores y los vendedores que llegan ajusten sus precios de acuerdo a las mismas. Por otra parte, las conexiones viales también proveen acceso para vendedores de vegetales y carne doméstica. Maripa, por ejemplo, suple poco de su propio alimento y depende mucho de estos abastecedores. Las carreteras también traen viajeros y la ubicación de Maripa como parada en la carretera Ciudad Bolívar/ Caicara trae ingresos por venta de gasolina, comida y alojamiento. Esta clase de ingreso probablemente fue más alto antes del puente sobre el Caura. Durante ese período, los viajeros se quedaban ‘atrapados’ en Maripa si llegaban demasiado tarde para cruzar o si la chalana estaba fuera de servicio. El precario acceso a Las Trincheras y Jabillal puede, irónicamente, ayudar a su industria turística – para los ecoturistas un viaje en un jeep que va dando saltos es una aventura, no una infraestructura pobre. Localización política Maripa, como capital del Municipio Sucre, se ha convertido en un centro de empleos de servicio civil, una actividad fomentada por la práctica política de usar puestos gubernamentales para recompensar a los votantes. Aripao se beneficia en este sentido por su proximidad a Maripa, pero el empleo por servicio civil decrece a mayor distancia de Maripa (Tabla 2). Los servicios centralizados tales como un liceo fundado en 1975, un hospital y un puesto de la Guardia Nacional proporcionan empleos gubernamentales adicionales centrados en Maripa. También relevante a estas consideraciones, aunque más difícil de estimar, es la localización relativa de un pueblo con respecto a la Reserva Forestal del Caura. 133 Pto. Cabello, Jabillal y Las Trincheras fueron incluidos dentro de la reserva en 1968, cuando se establecieron sus fronteras. La agricultura extensiva alrededor de estos pueblos ha sido aparentemente obstaculizada por restricciones asociadas a la reserva sobre el aclaramiento de bosques y el acceso a créditos agrícolas. El estatus de reserva forestal también implica legalmente ciertas limitaciones sobre el aprovechamiento de la fauna. Sin embargo, los límites legales no son claros debido a los conflictos jurisdiccionales entre los diferentes ministerios. También importante es el hecho de que son escasos los datos sociológicos y biológicos necesarios para determinar si sería apropiada alguna regulación del aprovechamiento y cómo, si se considera necesario, estas regulaciones podrían ser efectivamente y correctamente aplicadas. La creación en 1991 del Monumento Nacional de la Sierra Maigualida (aunque sólo activo desde 1997), puede resultar en restricciones más rígidas sobre algunas áreas utilizadas por los pescadores de Jabillal y Las Trincheras; la extensión de las regulaciones que serán decretadas y sus consecuencias, hasta el presente son inciertas. Localización física Los suelos y la vegetación varían entre los caseríos más septentrionales, Maripa y Aripao, y aquellos como Jabillal a unos 50 km al SSE. Maripa y Aripao están localizados en una banda de suelo arenoso que rodea la boca del Caura (Fuentes y John, 1996). Aunque el acceso (para la venta de productos agrícolas) a las áreas hacia el sur es más precario, los suelos en esa área son menos arenosos y se dice que son mejores para la mayoría de los cultivos. Esta suposición está apoyada por el rápido desarrollo agrícola del Guarataro, un caserío a unos 60 km al este de Maripa. Este caserío está localizado en la misma banda de suelos que se extiende al SO incluyendo también Pto. Cabello, Jabillal y Las Trincheras. Por otro lado, la ganadería se ha beneficiado probablemente del suelo arenoso y de las condiciones más secas en la parte septentrional de la cuenca. Estas condiciones han estimulado el establecimiento y mantenimiento de sabanas, las cuales son necesarias para esta actividad. Sin embargo, la cacería es probablemente más pobre en la sabana que en el bosque. Esta conjunción de mayor cría de ganado y menos cacería puede reflejarse en el alto consumo de carne doméstica versus carne de caza en Maripa y Aripao (Figura 8), aunque como fue mencionado anteriormente el acceso puede ser también un factor que explique esta diferencia. La carne de caza consumida en Maripa y Aripao es a menudo producto de la caza comercial río arriba (observación personal). Arriba de Las Trincheras el río se vuelve más rocoso y vistoso. Como consecuencia, hay un campamento turístico en Las Trincheras y tres más río arriba. Varias familias en Jabillal y Las Trincheras se benefician de esta actividad, aunque la mayoría de los beneficios frecuentemente favorecen a los dueños del campamento que viven en cualquier otra parte. Estos tramos superiores del Bajo Caura son también el refugio, en aguas bajas, de algunos peces comerciales importantes, y, aunque las precarias rutas de acceso a Las Trincheras pueden desestimular a los transportistas de pescado y aumentar los precios de la gasolina, 134 esta desventaja es compensada por la proximidad de las Trincheras a estas importantes áreas de pesca río arriba. La pesca en Maripa en cambio, se beneficia por su cercanía a las grandes lagunas de la planicie de inundación del Caura/Orinoco. Aunque la pesca comercial en estas lagunas es oficialmente ilegal, y por ende difícil de cuantificar, durante este período de aguas bajas aparecen cantidades sustanciales de pescado procedentes de ellas. Historia La continuidad histórica es muy marcada en el Bajo Caura dado que mucha gente ha sido residente por largo tiempo en este zona. Por ejemplo, más del 55% de la población del Municipio Sucre (la unidad política que cubre el banco oriental del Caura) ha vivido en este distrito toda su vida (OCEI, 1995). La pesca comercial en el Bajo Caura parece haber surgido, al menos en parte, de la cultura del sarrapiero. La tradición de cosechar sarrapia con largas estadías en sitios aislados del bosque donde la sarrapia crece, puede haber ayudado a preparar a los pescadores para sus largos viajes de pesca. Estos viajes pueden haber servido para familiarizar la gente con el río y probablemente con los hábitos de los peces locales. Además, los transportistas de pescado han establecido un sistema de crédito nada diferente a aquel que previamente prevaleció durante la cosecha de sarrapia a gran escala: un comprador provee a los pescadores (anteriormente a los sarrapieros) con suministros y equipos a crédito, por lo que los pescadores están entonces obligados a vender el producto de la pesca al acreedor como pago. Hasta cierto punto, la agricultura puede también representar una continuación de la actividad pasada, aunque la comercialización de arroz, caraotas y caña de azúcar parece haber dado paso a la producción de tubérculos. El ñame (Dioscarea esculenta) y el ocumo (Xanthosoma sagittifolium) eran cultivados históricamente en la región pero sólo recientemente parecen haber tomado valor sustancial en el mercado. Aparentemente entre los antiguos residentes la generación más vieja es la que está actualmente más dedicada a la agricultura. Los miembros más jóvenes de la familia generalmente tienden a buscar empleos en las ciudades, las minas o la pesca y caza comercial. Hay familias jóvenes involucradas en la agricultura, pero la mayoría de éstas son recién llegados de otras partes. Estas familias nuevas han traído también nuevos cultivos comerciales tales como tomate y ají dulce. El ganado criado alrededor de Maripa puede representar en parte una continuación de las grandes haciendas de ganado que inicialmente se establecieron más al norte, sobre el banco occidental del Caura. Próximo al cambio de siglo, el General Crespo estableció una gran hacienda de ganado cerca del Sipao, el tributario más al norte del Caura. En los ‘60 todas estas haciendas ganaderas fueron, en gran parte, abandonadas y muchos de sus residentes se mudaron a Maripa. En suma, el ingreso de un caserío y los patrones de consumo pueden ser interpretados basándose en la ubicación del mismo en relación al acceso, fronteras políticas y ambiente físico. En el tope de esto está una fuerte continuidad histórica mantenida por la relativamente baja movilización humana. El uso actual de la 135 fauna representa una actividad de último recurso, hasta el punto que para los residentes pobres sin estudios, fue una de las pocas actividades disponibles para reemplazar la declinación de otros, históricamente importantes, trabajos de extracción en el bosque (ver McGrath et al. 1993 para la descripción de una situación similar en la Amazonia de Brasil). La caza comercial y la pesca han adquirido particular importancia en áreas donde la rentabilidad o disponibilidad de las actividades alternativas tales como agricultura o servicio civil están limitadas. Nosotros podemos preguntar ahora ¿Cuál ha sido y cómo ha sido el impacto de esta trayectoria socioeconómica sobre los recursos faunísticos del Bajo Caura? Los impactos de la pesca y caza locales La Pesca Desde finales del siglo XIX hasta la mitad de este siglo, el gran flujo anual de gente asociada con las cosechas de sarrapia seguramente incrementó la pesca en el Bajo Caura. Un visitante a la cuenca en 1900 atribuyó la ausencia de cardúmenes de morocoto alrededor de Maripa, a la pesca intensiva (André, 1904). Si la población humana en aquel tiempo era similar a los niveles actuales (lo cual es sugerido en la Fig. 4) y si el consumo de pescado per capita era igual o por encima de los niveles de hoy día, las cosechas pueden haber sido sustanciales. La pesca comercial para la venta fuera de la cuenca ha alcanzado el pico más alto durante los pasados 15 años después de la introducción de la red de ahorque en los años 70, aunque el pescado salado se exportó de la cuenca aparentemente en los 50, si no más temprano. Sorprendentemente, la diversidad del consumo de subsistencia y la cosecha comercial fueron similares (Tabla 4), lo que implica que, en términos de la concentración relativa de sus impactos, las consecuencias pueden ser igualmente similares. Además, estimamos que, al menos durante los últimos 2-3 años, el consumo local fue casi igual a la exportación comercial desde la cuenca. Debido a estas observaciones históricas y actuales es inapropiado señalar al auge reciente de la pesca comercial para la venta fuera de la cuenca como la única responsable de los cambios en las poblaciones de peces. Como ha sido documentado para ciertos peces del Orinoco (Novoa, 1982) y en partes del Amazonas (e.g. Goulding et al., 1996), la pesca intensiva puede causar reducciones en la talla media de pez (síntoma de “growth overfishing”) y/ o de la disponibilidad (síntoma de “recruitment overfishing”) de las especies. Las evidencias sugieren que la disponibilidad de las especies más utilizadas ha sido reducida. Se me ha informado con frecuencia que grandes cardúmenes de morocoto eran vistos comúnmente hace 20 años y que ahora son raros. Los datos históricos publicados confirman dichos cardúmenes en la parte más meridional del área de estudio (André, 1904). Todas las personas específicamente consultadas (Tabla 6) dijeron que la disponibilidad de morocoto habían declinado en los últimos diez años. El morocoto, sin embargo, permanece como un componente importante de la cosecha, especialmente durante las aguas altas. La cachama (Colossoma macropomum), según los lugareños, era común en el área de Maripa hace 10-15 136 años. El autor ha visto muy pocas durante las observaciones de la venta de peces en 1997. Los datos históricos publicados no describen las poblaciones de bagres, pero las entrevistas locales de nuevo concordaron en que se nota un descenso en las especies de bagres grandes. Estos resultados probablemente no reflejan un sentimiento pesimista del pescador, ya que el descenso no fue indicado para otras especies. La mayoría de la gente consultada durante las entrevistas generales a las familias, declararon que la disponibilidad de peces como un todo era más baja que la de los 5 años previos. Las entrevistas con pescadores viejos o compradores de pescado arrojaron un promedio estimado de un 50% de reducción en la cosecha de peces total, en comparación a los 5-10 años previos. Aunque la menor captura por pescador puede reflejar una captura total igual o mayor compartida entre más personas, los caveros y pescadores antiguos concordaron en que hubo anteriormente más, en vez de menos caveros y pescadores operando en el área. El promedio de tamaño del pez entre las especies puede también haber declinado, pero sólo se dispone de información anecdótica sobre esto. La Caza Los datos históricos publicados sobre la abundancia de la cacería son limitados y a menudo demasiado generales para ser comparados entre el pasado y presente. Una excepción es el conocido caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius). Esta especie es muy difícil de ver hoy en día, pero fue aparentemente un espectáculo frecuente durante la primera parte de este siglo. Los habitantes locales atribuyen su descenso a cazadores de pieles que vinieron durante los últimos 60 años. Durante cinco años alrededor de 1940, hubo, según se afirma, una cosecha intensiva de caimanes y una compañía exportadora operando en el Caura. Los caimanes también fueron cazados de manera eventual por recolectores de caucho y sarrapia. Las exportaciones de pieles a gran escala en el Orinoco están registrados al menos desde 1890 (Roncayolo, 1933) y como los grandes caimanes pueden de vez en cuando atacar humanos, los cazadores pueden haber tenido más que motivos comerciales. El hecho de que los tapires representen aún una gran proporción del consumo actual de caza (Tabla 5) probablemente refleja el estado de relativa pristinidad del Caura. Los datos sobre las cosechas indígenas (expresadas en kilos) dentro del Caura o vecinas de la cuenca, coinciden en situar al tapir en el tope o casi en el tope de la lista de animales cazados (Colchester, 1997; Hames, 1978; Vispo, datos no publicados). Trabajos en otras áreas del Neotrópico han demostrado que el tapir es una de las primeras especies cinegéticas en ser sobre-explotadas (e.g., Bodmer et al., 1993). Parece improbable que continúe una elevada dependencia del tapir, especialmente porque no sólo es el principal alimento de subsistencia sino también una de las principales carnes de caza vendidas comercialmente (observación personal). Los residentes reportan que no es posible cazar tapires cerca de los caseríos criollos. Las terecayas también se consumen localmente y además son transportadas en grandes cantidades a los mercados externos, especialmente durante Semana Santa. Parece cierto que esta especie ha declinado dramáticamente, ya que es frecuente oír de las tremendas 137 cosechas de terecayas del pasado, además todos los pescadores o manipuladores de pescado entrevistados reportaron su declive (Tabla 6). La cosecha indígena de huevos de terecay a mayor distancia río arriba puede haber afectado también a las poblaciones (Escalona, 1995). La terecay es una especie frecuentemente sobre explotada en otras partes del Neotrópico (Escalona y Fa, 1998). Los crácidos, un grupo de aves terrestres frecuentemente cazadas, pueden también haber declinado sustancialmente. Silva y Strahl (1991), trabajando en la región de Pto. Cabello entre 1985 y 1986, encontraron una alta preferencia por estas aves y pensaban que el descenso de la población en los dos años de su estudio fue debido al exceso de caza. Durante el presente estudio los crácidos no fueron muy comunes en la dieta del criollo de la misma área (Tabla 5). Se ha señalado también que los crácidos han sido sobre-cazados en otras partes del Neotrópico (e.g. Vickers, 1991; Begazo, 1997). El futuro de la fauna del Caura El futuro de la fauna del Caura puede evaluarse en base a dos criterios: la capacidad de la fauna para proveer alimento y/o ingreso a los residentes locales, y la viabilidad biológica de las poblaciones animales en un contexto conservacionista. La fauna es de gran importancia para satisfacer las necesidades locales. Actualmente, la ingesta de proteínas per capita de los residentes del Bajo Caura estimada a grosso modo a partir de nuestras entrevistas de consumo, satisface o excede las cantidades mínimas diariamente recomendadas. La deficiencia protéica no está abiertamente evidenciada en la población. Si asumimos que el 20% del peso fresco de la carne es proteína (Townsend, 1996 y referencias allí incluidas), se puede estimar que el consumo de proteína promedio a partir de carne en 310 a 370 gr/semana/persona. El mínimo recomendado está alrededor de 280-420 gr (FAO, citado en Townsend, 1996). Sólo alrededor de un tercio hasta la mitad del consumo de proteínas por parte de los criollos viene de productos de animales domésticos. Casi todo el consumo indígena de proteínas proviene de la fauna silvestre (observación personal). Además, la pesca y la caza proveen al menos algún ingreso para alrededor de un tercio de las casas, y es una de las fuentes de ingresos dominantes para algunos caseríos. Biológicamente, el Caura alberga probablemente alrededor de 300 especies de peces (Rodríguez y Taphorn, datos no publicados), al menos 200 especies de mamíferos (Daza, 1996) y más de 250 especies de aves (Lentino, 1996). Debido a la ausencia de grandes asentamientos humanos, y de desarrollos mineros, hidroeléctricos y madereros extensivos, el Caura representa hoy en día un raro ejemplo de una gran cuenca neotropical con una fauna casi intacta. La Pesca Si la actividad pesquera continúa con el ritmo actual en las próximas dos décadas, las poblaciones de morocoto y de grandes bagres pueden ser reducidas a niveles que no soporten la pesca comercial (i.e., extinción comercial). Un 138 indicador de la sustentabilidad de una pesquería es el grado en que la cosecha esté representada por individuos pre-reproductivos. Si asumimos que una especie no es migratoria y que las técnicas de pesca en uso capturan peces adultos cuando éstos están presentes, una elevada presencia de peces subadultos en la captura indica que quedan pocos peces para reproducirse y que el reclutamiento será seguramente bajo. Para uno de los bagres pescados más intensamente, Pseudoplatystoma spp., se estima que entre el 20 y el 30% de la captura está representada por individuos subadultos. Es de gran importancia seguir monitoreando este indicador en los años venideros. A causa de la interacción ecológica entre las especies, la pesca intensiva de una o pocas de ellas tendrá afectos importantes en la comunidad íctica. Estos cambios pueden explicar en parte el incremento en la dominancia de los peces detritívoros en la captura comercial de algunos ríos neotropicales (e.g. Goulding et al., 1996), aunque es difícil separar los cambios ecológicos de aquellos asociados con la evolución tecnológica en una pesquería desarrollada. La disponibilidad de grandes bagres depredadores y algunos de los carácidos más grandes (e.g. morocoto, cachama), puede estar ya reducida en el Caura, pero queda ver ahora cómo responderán otras poblaciones de peces y si las nuevas comunidades de peces serán capaces de soportar un pesca comercial. Una de las principales razones de que el Caura continúe atrayendo compradores de pescado es su producción de morocoto (M. Hernandéz, com. pers.). Una vez que ésta decline, posiblemente desestimule el interés comercial en la cuenca. La pesca de subsistencia puede estar menos amenazada que la comercial ya que aquella depende en cierto grado de especies de peces que tienen poco valor comercial externo (e.g. Serrasalmus spp., Pimelodus spp., Leporinus spp.), y la cosecha es más flexible porque no está determinada por el gusto del mercado. Sin embargo, el morocoto y los grandes bagres forman parte de la pesca de subsistencia. Además, si las técnicas de pesca comercial y los mercados cambian, la pesca tradicionalmente de subsistencia podría ser tomada comercialmente. Ciertos peces del Caura que previamente no tenían valor comercial están siendo ahora vendidos comercialmente (e.g. bagre garbanzo, Goslinia platynema). En términos de la viabilidad de la población, con raras excepciones, es poco probable que las especies de peces se extingan biológicamente a causa de la pesca (Bayley, 1995). Esto es probablemente cierto en un río como el Caura donde hay numerosos refugios inaccesibles a los pescadores, y muchas áreas donde las rocas impiden ciertas técnicas de pesca activas. Nuestras estimaciones preliminares de la cosecha total del Caura no indican sorprendentemente altos niveles de cosecha en relación al tamaño de la cuenca. Probablemente ninguna especie de pez está todavía amenazada de extinción en el Caura, aunque las poblaciones de algunas especies pueden decrecer notablemente. La viabilidad biológica está probablemente más amenazada por la alteración del hábitat tal como podría ocurrir con el desarrollo hidroeléctrico, la minería extensiva o la extracción de madera en la cuenca (Bartham et al., 1995). Todas estas actividades han sido 139 propuestas para el Caura. Dado el mal estado actual de la economía local, tales desarrollos serían favorecidos probablemente al menos por algunos miembros de la población local. Finalmente, todavía el actual desconocimiento acerca de los patrones de migración de las peces no nos permiten entender con precisión el impacto que las alteraciones en el Orinoco tendrían sobre la ictiofauna del Caura; algunos proyectos hidroeléctricos a gran escala y el desarrollo industrial (con descargas al Orinoco) han ocurrido a menos de 500 km río (Orinoco) abajo del Caura. Además la pesca puede ser más intensa en el Orinoco que en el Caura y esto puede tener impacto sobre las poblaciones de los peces que pasan por el Orinoco antes de llegar al Caura. La Caza Debido a la interferencia entre la cacería de subsistencia y la comercial, esta última está probablemente teniendo efectos directos en la disponibilidad de carne en las casas. Los descensos en la disponibilidad de carne de caza alrededor de los poblados están probablemente ocurriendo en la actualidad (Silva y Strahl, 1991; observación personal). Además, hay relativamente pocas alternativas para las especies de caza cosechadas actualmente. Un resultado probable sería un incremento en el consumo de carne doméstica, aunque esto podría ser difícil para las familias más pobres. En términos de viabilidad biológica total, la mayoría de las poblaciones cinegéticas pueden enfrentar poca amenaza debido a las inmensas extensiones de tierras escasamente pobladas dentro de la Cuenca del Caura. Los niveles estimados de la cosecha de mamíferos en la cuenca del Bajo Caura parecen estar por debajo de los niveles máximos sustentables estimados para otras zonas neotropicales (Townsend, 1996). Si ocurre o no una escasez local de animales de caza dependerá de la capacidad real de las áreas no cazadas para servir como fuentes de poblaciones (i.e. son hábitats favorables?) y la tasa a la cual los animales se dispersan de las áreas no cazadas a las cazadas. Un desarrollo que abra la porción meridional de la cuenca a una colonización en gran escala podría ser amenazador, pero tal actividad parece improbable en el futuro inmediato. Las poblaciones pueden estar amenazadas sólo en aquellas especies con poblaciones naturalmente restringidas: la población del caimán del Orinoco en el Caura probablemente no es más viable (John Thorbjarnarson, comunicación personal). Del mismo modo, las terecayas pueden ser especialmente vulnerables ya que están en gran medida restringidas a los cauces de los ríos y están aisladas de las poblaciones más al sur por el Salto Para. Hay insuficiente conocimiento de la densidad de caza en cualquier parte de la cuenca para seguir especulando. CONCLUSIÓN El Bajo Caura ha sido una montaña rusa económica en los últimos dos siglos. La ausencia de un desarrollo a gran escala en la cuenca ha sido probablemente una ventaja para los peces y la fauna del área en términos de mantenimiento de los hábitats y del relativamente bajo nivel de caza de subsistencia (debido a una baja densidad humana). Sin embargo, la paralización económica asociada ha conducido 140 a una parte de la población local a emplearse en la caza y pesca comerciales. Actualmente, la cosecha pesquera y caza de subsistencia es una fuente importante de proteína animal para todos los caseríos, y la pesca comercial y en menor grado la caza, proporcionan un ingreso importante en algunos localidades. A excepción de los caimanes y posiblemente las terecayas, hay pocas evidencias inmediatas que indican que el uso actual no es biológicamente sustentable a la escala de la cuenca. Probablemente el futuro de la fauna del Bajo Caura depende principalmente de la falta de continuidad de los proyectos de extracción de recursos a gran escala. Bajo las condiciones actuales, la capacidad de la fauna de proporcionar beneficios económicos y nutricionales locales puede depender del manejo de la cosecha (asegurar una cosecha adecuada en áreas accesibles para pescadores y cazadores de subsistencia) y la regulación de la comercialización (garantizar el acceso a los productos por parte de la población local). Debido a la reducción en la disponibilidad de algunas especies para la cosecha de subsistencia directa y la reducción de las ventas comerciales locales, la exportación comercial desde la cuenca ha debilitado los vínculos existentes entre el bienestar de los no pescadores y el río. Si la cosecha faunística fortaleciera dichos vínculos, podría ser una herramienta para la conservación del ambiente. El incremento de los beneficios en el área a partir de la pesca, la caza y el turismo, podría ayudar a mejorar las condiciones locales y a su vez fortalecería la vinculación de la gente con el río, por lo tanto compensando de alguna manera la atracción de proyectos que dañan el río a largo plazo pero que generan empleos a corto plazo. Desafortunadamente, la creación de tales vínculos ha sido entorpecida por la marginalización económica y política de las comunidades locales. La región tiene una larga historia de explotación social por negocios privados de personas externas a la cuenca, y los intentos del gobierno central de introducir sistemas más igualitarios (e.g. en relación al látex, la sarrapia y la agricultura) han fracasado. Como consecuencia, los residentes del área, especialmente los pescadores y cazadores pobres, carecen de un sentido de autoridad y/o identidad. Tales condiciones no promueven la perspectiva a largo plazo necesaria para realizar un uso sostenible. El Caura permanece en gran parte virgen y sus recursos faunísticos son importantes para los residentes de la cuenca. Sin embargo, el uso actual de la cuenca ha sido determinado principalmente por los factores económicos y políticos externos caprichosos y en menor grado por una preocupación por la conservación de la naturaleza del área o por el bienestar de sus residentes. Desafortunadamente, este oportunismo económico y político no es muchas veces igual a una sabia planificación a largo plazo. AGRADECIMIENTOS A mi esposa, Claudia Knab-Vispo, por todo su ayuda durante varias partes de este trabajo. Al T.S.U. Felix Daza por su ayuda en la compilación de los datos pesqueros. A mis compañeros en la Estación Hidrobiológica de Guayana por 141 facilitar mis investigaciones. Al Dr. Carlos Lasso (FLASA-Caracas), Prof. Alexander Mansutti (UNEG-Cd. Bolívar) y Biol. Freddy Ramos (SARPA-Bolívar) por la revisión del manuscrito, y a Ricarda Riina para su traducción. A un revisor anónimo por sus comentarios informados y sus correcciones. A los residentes del Caura, especialmente los pescadores y los comerciantes del pescado, por su hospitalidad y tolerancia. BIBLIOGRAFÍA André, E. 1904. A naturalist in the Guianas. Smith, Elder and Co., London. 310 p. Bartham, R. B. H. Guerra, y M. Valderrama, 1995. Diagnóstico de los recursos hidrobiológicos de la Amazonia. Segunda ed. Tratado de Cooperación Amazónica, Lima, Perú. 147 p. Bayley, P. B. 1995. Sustainability in tropical inland fisheries: the manager’s dilemma and a proposed solution. En M. Munasinghe y W. Shearer (eds.), Defining and measuring sustainability: the biogeophysical foundations. The World Bank, Washington, D.C. 321-327 p. Begazo, A. J. 1997. Uso de las poblaciones de paujiles, pavas de monte y manajaracos (Cracidae-Galliformes) en el noreste Peruano. En T. Fang, R. E. Bodmer, R. Aquino y M. H. Valqui (eds.), Manejo de fauna silvestre en la Amazonia, UNAP, Iquitos, Perú. 257-266 p. 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