LOS CICLOS ENERGÉTICOS FEMENINOS El ciclo femenino de

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LOS CICLOS ENERGÉTICOS FEMENINOS
Todo en el universo es un equilibrio complementario de yin y yang. Yin representando lo pasivo, yang lo
activo; yin lo oscuro, yang lo luminoso; yin lo descendente, yang lo ascendente. Uno no es mejor que el otro,
se necesitan mutuamente para existir y lo hacen en armonía.
Los sucesos, los procesos de la vida, las cosas que nos pasan, se dan de esta misma
manera, en el contexto de un movimiento energético que sucede de yin a yang y viceversa
(para más info, leer aquí…).
Los ciclos energéticos femeninos respetan la misma norma. Reconocerlos en nuestro propio
cuerpo ayuda a respetarlos y armonizarnos con ellos. Observar en que etapa del ciclo
estamos nos ayuda a comprender las sensaciones, emociones, estado físico y energético por el que
podemos estar pasando y fluir con ellas.
A partir de ahora sabremos que al estar en una etapa yin la energía desciende, puede ser que tengamos
sensaciones de cansancio, emociones con tendencia introspectiva, pensamientos un tanto obsesivos,
pesadez y tal vez algún dolor.
La etapa yang de cada ciclo, por el contrario, nos dará energía de sobra, exaltación, pensamientos
creativos, falta de concentración, liviandad y mucho impulso o impulsividad.
Cualquiera de estos estados en exceso implica un desequilibrio. Pero mas allá de lo desequilibrado o no
que puede venir el ciclo, lo mas importante es cómo nos armonizamos con él. Debemos aprender a respetar
nuestro cuerpo y lo que sentimos a través del él. Si sentimos cansancio deberíamos bajar el ritmo y
descansar. Si sentimos necesidad de soledad, deberíamos estar unos momentos a solas. Si sentimos
energía de sobra, deberíamos aprovecharla para llevar a cabo lo que vamos dejando pendiente.
No debemos creer que los ciclos femeninos nos limitan, sino todo lo contrario, los ciclos femeninos nos dan
la pauta sobre las acciones que podemos llevar a cabo cada momento, son una ayuda muy importante para
mantenernos en eje.
Además, démonos cuenta que el ciclo es justamente eso, un ciclo que va variando, eso significa que el
cansancio no va a ser eterno, ni tampoco el impulso va a ser eterno. Comprender, observar en una misma e
internalizar estos procesos nos ayudará a aprovechar cada momento en función de la energía que surge de
nosotras mismas, en vez de ir en contra de la corriente todo el tiempo.
Los ciclos femeninos que vamos a analizar son tres...
El ciclo femenino de menstruación - ovulación
Menstruación y ovulación son los opuestos complementarios de este ciclo femenino.
El ciclo comienza en el día 1 de la menstruación en el momento que la energía yang trasmuta a yin, con los
cual, los siguientes días serán de cualidades yin. Serán momentos de descanso, reflexión e introspección
mientras le damos tiempo al cuerpo y generamos energía para la siguiente transformación.
Los últimos días de esta etapa ya podemos sentir una diferencia, sentimos mayor comodidad con la energía
yin que se hace cada vez mas presente y fuerte en nuestro cuerpo. Aunque la naturaleza yin es
descendente y oscura, eso no signifique que carezca de potencial o de fuerza. Aprovechar el máximo yin
como elemento característico femenino es lo mejor que podemos hacer. Serán días de transformación,
sanación y magia interna.
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El momento de la ovulación es el punto opuesto al primer día de la menstruación. Es el momento en el que
el yin se transforma en yang y a partir de entonces, nuestra energía será de cualidades yang. Sentiremos
mayor vitalidad, ganas de hacer cosas y una tendencia hacia lo exterior. Es el momento de mayor deseo
sexual y calor en el cuerpo.
Cuanto mas nos abrimos a este cambio, mejor nos preparamos y fluimos hacia la siguiente transformación.
Los últimos días de esta etapa deberían ser los de mayor extroversión, creatividad y expresión de ciclo.
Aprovechar el máximo yang nos lleva en ese sentido. Cuando intentamos ir en contra de esta tendencia, es
cuando los momentos previos a la menstruación se tornan dolorosos e irritables.
Finalmente llegamos de nuevo a la menstruación y a la siguiente transformación hacia el yin.
Diferencias en el ciclo
La imagen anterior presupone un ciclo de 28 días donde la ovulación se da en el día 14. Esto es infrecuente
en la mayoría de los casos. Las mujeres somos todas diferentes y transitamos ciclos diferentes que
dependen de las circunstancias propias, las resistencias y facilidades que cada una posee.
De esta manera, los ciclos se pueden dar de una diversidad de formas:
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Es tarea de cada una observarse y comprender como es el propio ciclo. A partir de allí, aprender sobre cada
etapa y dejarse llevar por la energía preponderante, sin seguir el gráfico perfecto, sino el propio ritmo e ir en
armonía con el mismo.
El segundo ciclo de energía femenina: los ciclos menores
Como vislumbramos en el artículo anterior, hay dos ciclos menores que contemplar dentro del ciclo de
menstruación – ovulación.
Desde de día 1 de la menstruación al día de la ovulación, pasan arquetípicamente, 14 días de cualidad yin.
En ese período menor también se da una trasmutación energética. Los primeros 7 días, los días en los que
menstruamos, son yin y los 7 días restantes, hasta que ovulamos, son yang.
Desde el día 15 hasta el 28, pasan 14 días de cualidad yang. Los primeros 7 días son yin, aquellos días en
los que el óvulo vive en el útero, y los últimos 7 días del ciclo son yang, días en los cuales el útero se
prepara para soltar los restos de un ciclo no fecundado.
La comprensión a este nivel suele ser confusa ya que tantos yin y yangs se empiezan a mezclar. Lo
importante a tener en cuenta es que luego del final de la menstruación hay un cambio energético, con lo
cual podemos sentir diferencias en nuestras emociones, en nuestro cuerpo y en los pensamientos, que
durante la menstruación eran de cualidad yin y hacia la ovulación son de cualidad yang.
Lo mismo vuelve a suceder al finalizar la fase lútea del ciclo hormonal (proceso hormonal que mantiene el
útero en condiciones para la fecundación). El óvulo, al no ser fecundado, muere y el útero se prepara para
menstruar, esto sucede alrededor de 7 días luego de la ovulación. Durante la fase lútea la energía de este
período es de cualidad yin y posteriormente trasmuta a yang.
Nuestro cuerpo no nos da referencias tan concretas en este caso, como lo es la menstruación o la
ovulación, para darnos cuenta del momento en el que sucede la trasmutación energética. Este nivel de
energía es mas sutil que el del ciclo de menstruación – ovulación por lo que requerirá una observación más
fina de nuestra parte.
Estos ciclos menores también funcionan como ciclos de adaptación al ciclo mayor, una adaptación física,
emocional y mental al cambio que sugiere menstruar u ovular. Esto es una pauta que puede sernos útil la
hora de observar y reconocer los propios ciclos y etapas que estemos transitando. Cuando nos
encontramos en fases yin, hay mayor rigidez, por ende menos adaptación. En las etapas yang nos es mas
fácil acomodaros a lo que está sucediendo. Entonces vendría bien preguntarnos en cada momento qué
nivel de resistencia estamos teniendo.
Diferencias en estos ciclos menores
Evidentemente también en este caso, cada mujer debe aprender a reconocer sus ciclos. Para cada mujer la
duración de su menstruación es propia, lo mismo que la duración de la fase lútea y los días de premenstruación. De esta manera, al igual que en el caso del ciclo de menstruación – ovulación, los gráficos
muestran ciclos arquetípicos y puede haber tantas variaciones de los mismos como mujeres en el mundo.
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El tercer y último ciclo de energía femenina: el ciclo de energía de los ovarios
Este es un ciclo mayor al de menstruación – ovulación que surge de la energía de los ovarios.
En cada ciclo de menstruación – ovulación, es un solo ovario generalmente el que produce y suelta el óvulo.
Al mes siguiente, es el otro ovario el que realiza este proceso. De esta manera consideramos al ciclo
energético de los ovarios como un ciclo que engloba dos ciclos de menstruación – ovulación, siendo el
ovario derecho el de cualidad yang y el ovario izquierdo el de cualidad yin.
Aunque un mes ovulemos de los dos ovarios, siempre la energía de uno es preponderante sobre el otro.
Muchas mujeres son conscientes del momento de la ovulación, otras muchas, no. Aprender cómo se
manifiesta la ovulación a nivel físico es de utilidad para todo este trabajo de auto-observación.
En el momento de la ovulación aumentan y cambian las secreciones vaginales, sentimos mayor deseo
sexual, podemos sentir un poco de calor (este es un síntoma muy sutil), dolor en los pechos y, en algunos
casos, sentimos un dolor leve a moderado en la zona baja lateral del abdomen, cerca de la cresta iliaca.
Este pequeño dolor es de gran utilidad, es el producto del rompimiento del folículo en el ovario al liberar al
óvulo hacia la trompa de falopio. Si tenemos este dolor mes a mes y registramos de que lado sucede,
sabremos de que ovario estamos ovulando.
Cuando ovulamos del ovario derecho entramos en la etapa yin del ciclo, eso significa que todo el siguiente
ciclo hasta la siguiente ovulación será de cualidades mas yin. Cuando ovulamos del ovario izquierdo
entramos en la etapa yang del ciclo.
Mes a mes podemos observar que los ciclos de menstruación – ovulación son diferentes entre si, los de
cualidades yin pueden ser mas breves (uno o dos días) y los de cualidades yang se pueden alargar. Los yin
pueden ser mas introspectivos y rígidos, los yang mas livianos y expresivos. De la misma manera que nos
hemos referido a los demás ciclos, el ciclo de energía de los ovarios se da transmutando la energía de yin a
yang y viceversa.
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Deferencias en el ciclo
De mas está decir a esta altura que cada mujer tiene su propio ciclo de energía de los ovarios y que es
trabajo propio descubrir de qué ovario estamos ovulando cada vez. Aunque las cualidades generales que
presente ciclo menstruación – ovulación también nos dan pistas para saber en que etapa nos encontramos.
La auto-observación llevará tiempo, tal vez varios meses hasta poder tener una noción mas o menos
completa de los ciclos. Tampoco es necesario tener total registro de todos los detalles, tal vez sea mas útil
confiar en lo que sentimos desde nuestros instintos y simplemente fluir con eso.
Como ejemplo, este gráfico completo de los tres ciclos es la representación de mis propios ciclos en el que
se puede observar que luego de la ovulación derecha, cuando comienza la etapa yin, los ciclos son
levemente mas cortos y se alargan nuevamente luego de la ovulación izquierda, cuando comienza la etapa
yang.
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Ausencia de ciclos
Los ciclos energéticos y los anticonceptivos
Los anticonceptivos hormonales anulan la producción y desprendimiento de óvulos e induce una
menstruación ficticia (para mas información sobre el mecanismo de acción de los anticonceptivos ver aquí).
Qué efecto trae esto sobre el ciclo de menstruación – ovulación? No puedo decir que lo anula por completo
puesto que las mujeres que toman anticonceptivos siguen teniendo energía y muchas veces no tienen
ningún problema.
Mi suposición es que el cuerpo comienza a funcionar en base a la memoria de si mismo. Es decir, que
genera los ciclos energéticos en función de lo que recuerda. Y por otro lado, trata de armonizar estos ciclos
históricos con los ciclos ficticios que genera en ese momento de manera intencional a través de los
anticonceptivos. Esto le conlleva al cuerpo un gasto de energía mayor al habitual.
No es una cuestión de estar a favor o en contra sino comprender que al evaluar la posibilidad de comenzar
a tomar anticonceptivos me parece interesante considerar el efecto de los mismos sobre los ciclos
energéticos femeninos. Es un factor mas a considerar.
Los ciclos energéticos y la menopausia
Al llegar a la menopausia, el ciclo de menstruación – ovulación desaparece de manera física. Pero
nuevamente no creo que desaparezca el ciclo energético. Creo que el cuerpo, después de más de 35 años
de funcionar de una manera, sin necesidad de las hormonas, puede seguir funcionando y trasmutando la
energía etapa a etapa sin mayores problemas.
A medida que avanzan los años los ciclos se van extinguiendo, pero no solo los ciclos femeninos, sino todos
los ciclos y toda la energía se desgasta y así llegamos a viejos y a morirnos, eso es parte del proceso
natural.
La diferencia radica en haber pasado esos 35 años de menstruaciones observado, conociendo, aceptando y
fluyendo con los ciclos o en completa resistencia a los mismos o con total ignorancia. Será cuestión de no
desaprovechar esta oportunidad que ahora se nos presenta de adentrarnos en nosotras mismas.
Palabras finales
Vuelvo a hacer hincapié en que nuestros ciclos energéticos no son limitantes, sino que todo lo contrario, son
una ayuda constante que nos permite retornar al equilibrio.
No debemos ver a las etapas yang como positivas y a las etapas yin como negativas. Cada una de ella tiene
sus pros y contras. En las etapas yang si nos sentimos mas abiertas y mas relajadas, pero también
demasiado expuestas y activas, con riesgo de “pasarnos de vuelta”. En las etapas yin nos encontramos mas
introspectivas y rígidas pero a su vez, mucho mas intuitivas y con una creatividad pulsante desde el interior.
Comprender y observar los ciclos nos permite adaptarnos mas fácilmente a los cambios constantes que
surgen en la vida al entender que la energía se mueve, trasmuta, fluctúa constantemente y esa es la forma
real en la que todo se da en el universo.
Gracias por compartir y estar en este círculo de energía!
Este artículo ha sido publicado por Mariposas en el Parque, una iniciativa de Tai Chi del Parque mariposasenelparque.blogspot.com.ar - Escrito por Marcela Thesz
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