LA II REPÚBLICA (1931-1936). 1.- LA INSTAURACIÓN DE LA II REPÚBLICA. La II República, 1931-36, es un intento de solucionar los viejos problemas de España, modernizándola, pretendiendo instalar un sistema democrático puro, inspirándose en el regeneracionismo. Se va a caracterizar, al igual que la I República, por la inestabilidad, la radicalización, las divisiones internas y el desfavorable contexto internacional. La II República hay que contextualizarla dentro de la crisis de la Restauración, que comienza en 1898 y prosigue con las crisis de 1909, 1917, 1921 y la dictadura de Primo de Rivera, que había dejado sin Constitución y sin sistema democrático a España. La II República iba a intentar consolidar la democracia en España, pero además del contexto nacional tenemos que tener en cuenta el contexto internacional, que era desfavorable para la República: La crisis económica del 29 le afecta plenamente; al igual que la crisis de los sistemas democráticos en Europa, la violencia y el fascismo. Ante la pérdida de todos sus apoyos Primo dimitió en Enero de 1930 y Alfonso XIII nombró al general Berenguer para que hiciera la transición a la monarquía constitucional; el cambio fue tan lento que la oposición denominó a esta etapa "la Dictablanda". Ante el descontento el general Berenguer dimite y el rey nombra al almirante Aznar, con el compromiso de convocar elecciones empezando por las municipales, pero tras la caída de la dictadura, la pérdida de apoyos y la soledad de la monarquía era manifiesta. En este contexto los republicanos, los catalanistas de izquierdas y el PSOE firmaron el pacto de San Sebastián en agosto de 1930, comprometiéndose a derribar a la monarquía y formar un gobierno provisional en la futura II República. La sublevación republicana de los tenientes Galán y García Hernández, fusilados por traición, respondía a los cada vez mayores apoyos hacia la República. Las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931 se convirtieron en un plebiscito nacional contra la monarquía. El triunfo de los republicanos en las grandes ciudades hizo estallar el júbilo popular y la renuncia de Alfonso XIII. Los republicanos ganaron en 41 ciudades con 26.563 concejales, aunque los monárquicos obtuvieron 40.275 concejales en el resto de España, sobre todo en zonas rurales. El día 14 se proclamó la II República, por lo que "España se acostaba monárquica y se levantaba republicana" Empezaba su andadura la II REPÚBLICA, .en medio de un ambiente de júbilo, consenso y alegría, al igual que en la Gloriosa. LA FUERZA DE LOS REPUBLICANOS COMPARACIÓN ENTRE LA PRIMERA Y LA II REPÚBLICA El republicanismo como tendencia política había conseguido en estas fechas superar su condición de tendencia minoritaria y se había consolidado relativamente entre las clases medias, al contrario de lo ocurrido en la primera República, cuando la proclamación de la primera República española se hizo sin suficiente apoyo popular, como única salida posible tras las abdicación de Amadeo I, como puso de manifiesto en un discurso en el Parlamento, Emilio Castelar. Nos obstante, el republicanismo de la II República se va a caracterizar por la multiplicación de partidos de muy diversas tendencias, hasta tal Las dos intentaban consolidar un estado democrático puro en España a base de principios como el laicismo, el sufragio universal, la limpieza en las elecciones, la lucha contra el centralismo, la extensión de la educación... Las dos se encuentras con circunstancias desfavorables tanto interiores como exteriores. Parece que las dos intentaban implantar un estado liberal, laico, democrático y republicano en unas circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales no aptas para ello. Esa puede ser la explicación del fracaso de las dos. No obstante, la II República, aun con no ser muy amplia, tuvo una mayor duración, un mayor protagonismo del movimiento obrero y un mayor carácter reformista. La primera terminó con la punto que podemos hablar de partidos republicanos Restauración y la segunda con la guerra civil y la dictadura de derechas, de centro y de izquierdas. de Franco. 2. EL BIENIO PROGRESISTA, 1931-1933. 2.1. EL GOBIERNO PROVISIONAL Y LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Tras la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la II República se forma un gobierno provisional dirigido por Alcalá Zamora, iniciando las primeras reformas sociales, religiosas y militares características del Bienio. Este gobierno provisional estará presidido por Niceto Alcalá Zamora y en él participarán representantes de todos los partidos muchos partidos: Monárquicos como Niceto Alcalá-Zamora, Derecha Republicana con Miguel Maura (Ministro de Gobernación), Partido Republicano Radical con Alejandro Lerroux (Ministro de Estado) y Martínez Barrio, Partido Radical-Socialista con Álvaro de Albornoz, Acción Republicana con Manuel Azaña (Ministro Guerra), republicanos catalanes con Nicolau d’Olwer y el PSOE con Indalecio Prieto (Ministro de Hacienda), Fernando de los Ríos y Largo Caballero. Era un gobierno de concentración y sus dos tareas iníciales fueron: una serie de disposiciones de carácter reformista y la convocatoria de elecciones constituyentes. REFORMAS: Se inició una legislación destinada a mejorar la situación laboral del campesinado con el Decreto de Términos municipales. (Contratar jornaleros del municipio), la jornada laboral de ocho horas, la Ley de Jurados mixtos rurales compuestos por propietarios y jornaleros para supervisar legislación laboral, impulsar la contratación colectiva y resolver los conflictos laborales en el campo. Marcelino Domingo (Ministro Educación) creo las Misiones Pedagógicas, reformó la carrera de Magisterio y puso en marcha un plan para construir 10.000 escuela de Primaria en dos años, , suprimió la obligatoriedad de la enseñanza religiosa, además de promover el teatro y cine ambulantes. También se llevaron a cabo medidas para reformar el ejército, con el objetivo de asegurar su lealtad a la República y racionalizar su estructura organizativa para hacerla más eficaz. Para mantener el orden público, junto a la Guardia Civil, se crea una policía ágil y moderna: los Guardias de Asalto. Las actuaciones reformistas contaron desde el principio con la oposición de un sector del Ejército y de la oligarquía económica, puesto que veían peligrar sus intereses, y de la Iglesia, que tradicionalmente había cumplido una función legitimadora del poder y el orden social, y se resistía a aceptar la concepción laica que los republicanos tenían del Estado. Esta actitud realimentó el anticlericalismo de una parte del pueblo y se produjeron numerosas quemas de conventos e iglesias. Por la izquierda, se produjeron levantamientos campesinos y revueltas obreras demandando más profundidad y rapidez, siempre alentados por la CNT. ELECCIONES A CORTES CONSTITUYENTES: El 28 de junio de 1931 se celebraron las elecciones con gran par participación popular. La derecha, desunida, quedó en minoría, frente a una poderosa izquierda formada por el PSOE y los partidos republicanos de izquierda. El Centro estaba formado por el Partido Radical y otros partidos de centro. El PSOE logró la victoria pero no la mayoría absoluta, seguido del centro derecha de los Republicano Radicales de Lerroux. En general los partidos republicanos dominaban el Parlamento. LA MASONERÍA Y LA II REPÚBLICA Muchos de los miembros del gobierno provisional y del resto de los gobiernos republicanos pertenecían a la masonería. Según Ferrer Benimeli ocho de los miembros del gobierno provisional pertenecían a ella. Ello le llevó a los grupos contrarios a la República a calificarla como masónica. La actitud antirrepublicana de Franco le llevaría incluso a promulgar la Ley de represión de la masonería terminada la guerra mundial. Así como que la masonería, junto a los judíos y los comunistas se convirtieron en los obsesivos enemigos del régimen. La masonería agrupa a un conjunto de asociaciones de origen decimonónico y de carácter liberal que tenían objetivos filantrópicos y negaban las verdades absolutas. Ello junto a su carácter secreto y los ritos necesarios para su ingreso las han convertido para determinados sectores en algo demoniaco. 2.2. LA CONSTITUCIÓN DE 1931. Se creó una comisión, dirigida por el socialista Jiménez de Azua, que presento un proyecto a las cortes. Dos temas fueron los más polémicos; la cuestión autonómica y la cuestión religiosa, que provocaron agrias discusiones entre los diputados. En octubre de 1931 dimiten Alcalá-Zamora y Miguel Maura por estar en contra de las disposiciones religiosas y la expulsión de los jesuitas, haciéndose cargo Manuel Azaña de la Presidencia del nuevo Gobierno Provisional, e inmediatamente aprueba la Ley de Defensa de la República. (Suspensión de todas las garantías constitucionales ante el clima de violencia en el campo y en las ciudades). El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución y al día siguiente las Cortes eligieron a Alcalá Zamora presidente de la República, y éste confirmó a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno (2º gobierno de Azaña). La Constitución española de 1931 fue el eje político, en tanto que ley fundamental, de la II República. Su contenido es fiel reflejo de los avances jurídicos del momento en que se sancionó, con una especial sensibilidad hacia la cuestión social y los derechos de los ciudadanos, regulados de manera pormenorizada. En su primer artículo define España como un República de trabajadores de toda clase”, recogiendo así la sensibilidad izquierdista y obrerista, y Soberanía Popular, por lo que reconocía que el poder político residía finalmente en el pueblo. Fija un amplio catálogo de derechos individuales, el sufragio universal para hombres y mujeres mayores de 23 años, derechos para la familia (Matrimonio Civil, divorcio), la economía y la cultura, y el Estado se declara laico y con una estructura territorial que contemplaba la posibilidad de fijar Autonomías territoriales. Contemplaba la división de poderes, Cortes unicamerales (Una sola cámara), Tribunal de Garantías Constitucionales, y un Presidente de la República, a medio camino entre las repúblicas presidencialista y las no presidencialistas en lo que se refiere a sus poderes, elegido de forma indirecta por 6 años, y que podía vetar al Presidente del Gobierno. Respecto al tema religioso contemplaba la separación Iglesia-Estado, la libertad de cultos, supresión de la Compañía de Jesús, y la prohibición de la enseñanza a congregaciones religiosas. La Iglesia pronto protagonizo la oposición a esta concepción laica de la sociedad y el Estado, con artículos en “El Debate”, manifestaciones del Sindicato Agrario y de partidos políticos como Acción Popular y la futura CEDA. Los obispos, particularmente el Cardenal Segura (Toledo), iniciaron una campaña desde los púlpitos contra una Constitución y un Estado al que consideraban enemigo de la Fe católica. Los partidos de derecha también se opusieron a la concepción territorial del Estado y a la posibilidad de aprobar Estatutos de Autonomía, pero no lograron impedir que la Constitución recogiese esta posibilidad. El 15 de abril de 1931, ante la proclamación del Estado Catalá en Barcelona, se había pactado la futura autonomía catalana, y en Agosto ya se aprobó en Cataluña el llamado Estatuto de Nuria, aprobado en referéndum por la una Asamblea de Municipios catalanes. La Constitución del 31 tenía un evidente carácter laico, republicano y descentralizado, inclinada a la izquierda, y cuyas características más particulares se resumen en: Carácter socializante”, al definir el Estado como una República de trabajadores, aunque añadió "de todas las clases" por presiones de la derecha, y aunque contemplaba la propiedad privada, también incluía la expropiación por interés público y general. Es claramente republicana y laica, pero también recoge el espíritu liberal clásico con la aprobación de los derechos y deberes típicos del liberalismo, el respeto a la legislación internacional, inclinación por la paz al "renunciar a la guerra como instrumento de política internacional", y proclaman "el acatamiento de las normas universales del Derecho internacional" frente a la extensión de las dictaduras europeas que proclamaban el uso de la fuerza como instrumento de política internacional. La fórmula de las Autonomías resuelve el conflicto entre federalistas y centralistas, y contenta a los socialistas al recoger también derechos colectivos como el trabajo, la educación, la salud o la vivienda. Resulta muy avanzada para la época al crear el Tribunal de Garantías Constitucionales (similar al actual Tribunal Constitucional) o la Diputación Permanente, con una muy estricta división de poderes, aunque concedía mayor relevancia al poder Legislativo, y se dice que creaba un cuarto poder: El Presidente de la República. La existencia de grandes discrepancias en asuntos como el religioso hizo que empezará a quebrarse el consenso y el júbilo inicial en torno a la República. Desde muy temprano empezaron los intentos de derribar a esta Constitución (Sanjurjo, Gil Robles ...) que nos conducirían, en parte, a la guerra civil del 36 y al fracaso de la II República y todo lo que ella significaba. EL ESTADO INTEGRAL El estado integral es un punto intermedio entre el estado centralista y el estado federal, permitiendo la formación de Comunidades Autónomas. Se busca de este modo contentar a los nacionalistas periféricos y no molestar en excesivo las fuerzas tradicionales y conservadoras. Así, no aparece en la Constitución el concepto nacionalidades y si el de regiones. Por otra parte, se proclama al castellano idioma oficial del estado, si bien también se contempla la variedad lingüística de las provincias y regiones. La constitución del 78 ha copiado en muchos aspectos la organización territorial de la constitución del 31. Pero ni una ni otra consiguieron solventar el viejo problema de la estructura de España. Así en la II República, los catalanes pronto obtendrían la autonomía y su estatuto, pero los vascos no lo obtuvieron hasta el 36, ya que el carácter laico del gobierno hizo al católico PNV retirarse de las negociaciones en un primer momento. En 1934, se vuelve a declarar el estado catalán y Franco enarboló la posible desmembración de España como una de las causas del golpe de estado. COMPARACIÓN ENTRE LA CONSTITUCIÓN DE 1931 Y 1978 La actual es deudora en muchos aspectos de la constitución del 31. Así podemos reseñar el estado de las autonomías, el tribunal constitucional, la diputación permanente, los derechos colectivos o la limitación por interés común de la propiedad privada. No obstante, las diferencias son importantes. Mientras que la Constitución del 78 esta consensuada por todos los partidos políticos -excepto PNV- es abierta y ambigua, dejando muchos elementos para disposiciones posteriores, la del 31 es una constitución de izquierdas. En este sentido podemos destacar, como diferencias, de la Constitución del 78 la monarquía constitucional, la mención a la iglesia católica, la postergación a leyes posterior de asuntos como el divorcio, el bicameralismo o la menor fuerza del poder legislativo. La vigencia y la estabilidad otorgada al país por la constitución del 78 pueden indicar que el éxito de esta constitución ha estribado en la adaptación a las circunstancias políticas, económicas, sociales y culturales de ese momento. 2.3. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA Y LAS REFORMAS DE AZAÑA. El 9 de diciembre de 1931 se aprobó la Constitución y al día siguiente las Cortes Constituyentes, sin que existieran elecciones legislativas previas, se convierten en Cortes Legislativas y eligieron a Alcalá Zamora presidente de la República, y éste confirmó a Manuel Azaña como Presidente del Gobierno (2º gobierno de Azaña, líder de Izquierda Republicana, que ante la alternativa de pactar con los republicanos radicales centristas de Lerroux o el PSOE, lo hace con estos últimos). ). Este gobierno estaba compuesto por una coalición republicano-socialista, y llevará a cabo el mayor intento reformador de la historia de España; aplicando reformas relativas a la estructura de la propiedad de la tierra, el problema militar, el religioso, social, educativo, autonómico, etc. Entre los principales ministros destacan los socialistas Indalecio Prieto (en Obras públicas), Fernando de los Ríos (Educación), Largo Caballero (Trabajo); y Jaume Carner (Economía). Desde el principio tendrán que hacer frente a problemas internos, como la Reforma Agraria, Autonomías, sublevación Sanjurjo en 1932, las protestas violentas en el campo y la ciudad solicitando que las reformas fuesen más rápidas y radicales, amén de los problemas externos protagonizados por la crisis económica mundial y la polarización ideológica europea. Sin embargos pronto hicieron frente a su tarea gubernativa aprobando con celeridad leyes muy transcendentales: Ley Congregaciones Religiosas, Ley de Orden Público, Ley Divorcio y Matrimonio civil, Ley Tribunal de Garantías Constitucionales, Ley de Bases de la Reforma Agraria. Según Gabriel Jackson, la palabra "reforma" es la que mejor define a este periodo, por ello también se le conoce como el bienio reformista. Guiados por el espíritu regeneracionista del siglo XX van a intentar reformar y modernizar el viejo estado y los viejos problemas, desde una ideología de izquierdas. LA REFORMA AGRARIA: Fue la más importante, teniendo en cuenta el papel de la agricultura en la economía española y las que más influyó en la República. Se trataba de solucionar el viejo problema agrario, buscando dos objetivos; solucionar la miseria de la mayor parte del campesinado español y modernizar la economía española. Había dos proyectos el republicano que quería respetar la propiedad privada y a los cultivadores directos, indemnizando a los afectados menos a las antiguas tierras de señorío y el de los socialistas con más expropiaciones y menos indemnizaciones. Se impuso el de los republicanos aprobando la Ley de Bases para Reforma Agraria el 9-IX de 1932, que permitía e expropiar los grandes latifundios mal explotados y repartir las tierras entre Comunidades de campesinos, explotando las tierras individual o colectivamente. Se creó el IRA que gestionaba las expropiaciones y las indemnizaciones a los propietarios, salvo las tierras de la grandeza nobiliaria. Los resultados de la reforma fueron bastante limitados y conllevaron un considerable aumento de la tensión social. La reforma se aplicó con muchas limitaciones y acabaron expropiándose muchas menos hectáreas y menos campesinos asentados de los previstos durante el Bienio Progresista, durante el conservador se suspendió y durante el gobierno del Frente Popular se asentaron muchos más que en el primer periodo. La oposición encontrada tanto por la derecha como la izquierda radical provocó grandes disturbios como los Sucesos de Casas Viejas, Castilblanco, etc. Los campesinos pobres y jornaleros deseaban la aplicación inmediata de la reforma y el reparto de tierras, y ante los retrasos recurrieron a la violencia, liderados por anarquistas o comunistas, procediendo ilegalmente al reparto de tierras, toma del poder civil del pueblo, quema del registro civil, provocando la intervención de las autoridades y guardia civil, y la represión consiguiente. El gran encanto inicial de los campesinos se trastocó rápidamente en desencanto ante la lentitud de la reforma agraria y los obstáculos que presentaban los terratenientes (legales y no legales como la quema de cosechas). En estos levantamientos campesinos la CNT y, la FAI, su rama radicalizada que se había hecho con el control de la central anarquista, tuvieron un lugar central. En 1931 tuvieron lugar los sucesos de Corral de Almaguer (Toledo) donde los campesinos ocuparon las fincas y la Guardia Civil puso orden, muriendo cinco campesinos y siete heridos muy graves. A finales del año 31 tuvieron lugar los sucesos de Castilblanco de los Arroyos (Badajoz), con un campesino muerto y la venganza de sus compañeros matando a cuatro guardias civiles. En Arnedo (Rioja) la Guardia Civil, para vengar la muerte de sus compañeros en Castilblanco, mató a siete personas e hirió a treinta al disparar sobre una manifestación. En Casas Viejas tuvo como resultado veinticinco muertos, esta vez con la guardia de asalto de protagonista y la guardia civil en un papel secundario. EL PROBLEMA DE LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD EN ESPAÑA LA LENTITUD DE LA REFORMA AGRARIA La existencia de latifundios en España está documentada La causa de esta lentitud, que tanto desde la época romana y árabe. Pero será con el proceso de exaltó los ánimos de las masas repoblación en la denominada "reconquista" cuando campesinas, estaba en los trámites verdaderamente se consoliden. El segundo paso en la burocráticos y en el tiempo que formación del latifundismo hay que buscarlo en la expansión requerían los distintos procesos comercial a América en el siglo XVI. La tercera fase se localiza legales que conllevaba el Estado de en el siglo XIX. La desamortización de las manos muertas, en derecho, en cuyo marco se realizaba la vez de redistribuir la propiedad la concentró y, sobre todo, la expropiación legal de la tierra. Junto a desamortización de Madoz perjudicó enormemente a los esto hay que señalar la escasez de campesinos al acabar con los bienes propios y comunes, presupuesto para abordar la creando una gran masa de jornaleros que tenían en la pobreza indemnización a los propietarios de las la característica común. Ello contribuyó a la dualización, aun tierras expropiadas. El presupuesto del mayor, de la sociedad agraria española. Unos muchos muy IRA era de sólo 50 millones de pobres, unos pocos muy ricos. Si ya los ilustrados en el siglo pesetas, cantidad verdaderamente XVIII hablaban de la necesidad de una reforma agraria, a finales ridícula en sí misma, pero mucho más del siglo XIX era un casi un clamor entre los intelectuales, así se si se la compara con la magnitud del puede ver en los escritos de gente tan dispar como Joaquín problema que pretendía resolver. Costa o Lucas Mallada LA REFORMA DEL ESTADO CENTRALISTA: Se intentaba solucionar el viejo problema de la estructura de España, que se había agudizado con la aparición de los nacionalismos a finales del XIX. El derecho a la autonomía había quedado reconocido en la Constitución de 1931. Desde los Decretos de Nueva Planta, pasando por las guerras carlistas, con un importante componente foral, se desarrolla una importante lucha entre los partidarios de un estado centralista y los partidarios de un Estado descentralizado, pasando por diversas etapas. A pesar de la centralización de los gobiernos liberales del XIX, sobre de los moderados, las tensiones siempre existieron, y el apoyo al carlismo o el federalismo de la I República así lo demuestran. A finales de siglo estas tensiones derivan en la aparición de los nacionalismos periféricos, sobre todo en el País Vasco y Cataluña. Llegado el s. XX ya no dejarán de estar presentes en la historia política nacional, sobre todo el catalán, desde el conflicto de la revista Cut-Cut barcelonesa que provoca la reacción del Ejército y la Ley de Jurisdicciones, hasta la reivindicación de la Mancomunidad Catalana, la Asamblea de Parlamentarios de Barcelona en 1917 . A pesar del moderantismo del nacionalismo de la Lliga de Cambó, que incluso participa en la política nacional como Ministro, también surge un nacionalismo más radicalizado con la Esquerra de Macia o Compays. En 1931, mayo, se había aprobado el Estatuto de Nuria, con el 99% de los votos municipales, y en 1932 se aprueba el Estatuto de Cataluña, así como su antiguo órgano de gobierno, la Generalitat. Las lenguas oficiales serían el catalán y el castellano y, excepto las competencias exclusivas del Estado (asuntos exteriores, moneda, defensa y control de fronteras, por citar las más importantes), la Generalitat tenía amplias atribuciones en materia de orden público, sanidad, cultura, hacienda, transportes, etc. La Autonomía vasca. Los orígenes del nacionalismo vasco moderno también aparecen a finales del siglo XIX, con la Euskalerría Sabiniana, que concebía Euskadi como una identidad cultural y "étnica" que pasaba por ser la más antigua y menos contaminada de Europa. Comprendía las tres provincias vascas, el denominado País Vasco francés y Navarra. Sobre esa base formarían los vascos su país: Euskadi. La evolución de Navarra y el País Vasco en el problema de la estructura de España fue paralela hasta la II República. Ambas salvaron sus fueros con Felipe V y ambas los vieron casi desaparecidos, salvo los derechos civiles y los conciertos económicos, con Cánovas del Castillo después de la tercera guerra carlista. El estatuto vasco no se aprobó en el 32 por no lograr el acuerdo municipal ni con Navarra, por lo que fue aprobado en1936, pero sin Navarra, que prefirió conservar sus fueros y derivó hacia opciones de derecha que acabaron apoyando a Franco en 1936. En 1936 se aprueba el estatuto de autonomía vasco, ya iniciada la guerra, en 1937 también se presentarán el Estatuto de Galicia y Andalucía, aunque no pasaron de la fase de estudio. REFORMAS MILITARES: Azaña, como ministro de guerra, quería acabar con la macrocefalia militar y su protagonismo político, profesionalizándolo, modernizándolo y democratizándolo. Para ello quiso reducir sus efectivos, poner fin al fuero especial de los militares y asegurar su obediencia al poder civil. Por la ley de retiro de la oficialidad podían pasar a la reserva y con su sueldo íntegro los militares que no firmasen la adhesión al régimen. Además se suprimieron algunos rangos tradicionales, se cerró la Academia Militar de Zaragoza y desaparecieron los tribunales de honor y la prensa exclusivamente militar. Se derogó la Ley de Jurisdicciones y se sustituyeron las Capitanías Generales por Divisiones Orgánicas, y también se crearon los Guardias de Asalto. LA CUESTIÓN RELIGIOSA: Junto con la reforma agraria fueron las más importantes y que más influyeron en el desarrollo de la II República. El gobierno republicano pretendía limitar la influencia de la Iglesia en la sociedad española y secularizar la vida social. Ello quedó plasmado en la Constitución, que estipuló la no confesionalidad del Estado, la libertad de cultos y la supresión del presupuesto del culto y clero. Se permitió el divorcio, el matrimonio civil y se secularizó los cementerios, se disolvió la orden de los jesuitas y se prohibió la enseñanza a las órdenes religiosas. Durante el bienio conservador se restituyó el presupuesto para el clero, así como la vuelta de los jesuitas, y durante el Frente Popular se radicalizó el anticlericalismo popular. El problema religioso creó al régimen republicano sus mayores enemigos, dando lugar a grandes enfrentamientos por las posturas radicalizadas de ambos sectores, con la expulsión del Cardenal Segura de España junto con el obispo de Vitoria. LAS REFORMAS SOCIALES: El socialista Largo Caballero, ministro de trabajo, fue el encargado de llevarlas a cabo. Se trataban de una serie de reformas para mejorar las condiciones laborales Como la Ley de contratos de trabajo, la de Jurados Mixtos, la de términos municipales, la reducción de la jornada laboral a 8 horas también en el campo, la ampliación de los seguros sociales, el reforzamiento del papel de los sindicatos en la contratación de las tareas del campo, la prolongación de los contratos de arrendamiento de tierras, el laboreo forzoso de las tierras allí donde hubiese jornaleros en paro... En el Bienio Conservador se frenaron estas propuestas. Estas medidas provocaron la irritación de los empresarios y el empeño de los partidos conservadores de que el PSOE saliera del gobierno, al igual que los anarquistas y comunistas. LAS REFORMAS EDUCATIVAS: Su objetivo principal fue promover una educación mixta, laica, obligatoria y gratuita y hacer del Estado el garante del derecho a la educación de toda la población. Propuestas muy modernas. Se inspirará en la Institución Libre de Enseñanza para acabar con el 45% de analfabetismo, además de prohibir a Iglesia dedicarse a Enseñanza, reformar la carrera de Magisterio, mejorar el sueldo de los maestro, y construir 10.000 escuelas en 2 años. Muy importante fueron la llamadas Misiones Pedagógicas o actividades que llevaban el teatro y el cine a las zonas rurales más apartadas. LAS MISIONES PEDAGÓGICAS Uno de los instrumentos más eficaces para extender la cultura por todos los rincones del país fueron las misiones pedagógicas, en las que participaron muchos jóvenes intelectuales, desplazados desde las capitales hasta los rincones más atrasados de las provincias. El entusiasmo por extender la cultura alcanzó todas las ramas del arte y la intelectualidad. El ejemplo más conocido fue el teatro la "Barraca" fundado y dirigido por Federico García Lorca, cuyo objetivo fundamental era dar a conocer el teatro a las capas más atrasadas y analfabetas. 2.4. LA OPOSICIÓN Y EL FIN DEL BIENIO REFORMISTA. Las reformas polarizaron la vida política española y los reformistas se toparon con una importante oposición; tanto de los sectores directamente más afectados (Iglesia, Ejército, propietarios de tierras, organizaciones patronales...) como de los sectores radicales del izquierdismo promoviendo una oleada de conflictividad, alentada por la alta incidencia del paro y las duras condiciones de vida en algunas zonas de España. La oposición de los sectores conservadores y tradicionalistas a estas reformas hizo que se organizaran en diversos partidos o agrupaciones políticas. El más importante fue la aparición en 1932 de la CEDA, dirigido por Gil Robles-, agrupó a los sectores católicos, tradicionales y de derechas, muy activos en este periodo van a tener un gran protagonismo posteriormente. También se opusieron activamente los monárquicos, liderados por Calvo Sotelo y que defendían abiertamente la necesidad de un golpe de estado, además de la Falange y las JONS grupos de corte nacional sindicalista y fascistas. Algunos grupos del ejército intentaron agrupar el descontento y dar un golpe de estado. Pero Sanjurjo en 1932 fracasó. Por la izquierda, la impaciencia de los trabajadores frente a las reformas y el desencanto ante la lentitud y la timidez, según ellos, de estas reformas, provocaron una oleada de conflictos sociales. La CNT se escindió en dos tendencias; los moderados liderados por Ángel Pestaña y partidarios de cierta colaboración con la República y los seguidores de la FAI, liderados por García Oliver y Durruti, partidarios de la insurrección y más radicales. Este sector se iría imponiendo progresivamente. El PCE también mostraba su oposición a las reformas solicitando más profundidad. Las huelgas obreras y las insurrecciones campesinas menudeaban. También las clase medias y la población más católica se opondrá a muchas medidas excesivamente radicales o de izquierdas de la República. En líneas generales el gobierno tendrá la oposición de los Radicales de Lerroux, moderados monárquicos de Alcalá-Zamora, monárquicos de derechas como Calvo Sotelo, la derecha católica unida en 1933 por Gil Robles al fundar la CEDA o Confederación Española de Derechas Autónomas como Partido de masas, católico, defensor de la propiedad, autodefinido como Accidentalista (ni monárquico ni republicano) y que buscaba la mayoría para modificar la constitución republicana, con un gran apoyo de clases medias, profesionales urbanos, parte élites sociales. Esta oposición de derechas e izquierdas, incluirá a Organizaciones patronales y al Movimiento agrario y campesino, la CNT, con Huelgas generales revolucionarias en Cataluña (Alt Llobregat), Aragón, y revueltas sangrientas como Casas Viejas en enero de 1933, en Andalucía, provocando una masacre de jornaleros que provoca el desprestigio de Azaña. La conflictividad social se recrudece desde junio 1933 provocando la crisis de septiembre de 1933 por la falta de apoyo de Alcalá Zamora y la creación del gobierno de Lerroux el 12-91933, seguido el 8-10-1933 de otro gobierno de Mtz. Barrio, quien convoca elecciones a Cortes para el 19 –IX1933. LA POLARIZACIÓN EXTREMA DE LA IZQUIERDA LA POLARIZACIÓN EXTREMA DE LA DERECHA La polarización extrema de la derecha se concretó La CNT se radicalizó en su congreso de 1932 en algunas formaciones políticas que se declaraban cuando triunfaron las posiciones de la FAI, fascistas. Tal es el caso de las JONS (Juntas de defendidas por Federica Montseny, Durruti..., y Ofensiva Nacional Sindicalista), que no tardarían en derrotaron a las más moderadas de Ángel fusionarse con Falange Española, el movimiento Pestaña. Desde ese momento su confrontación fundado por José Antonio Primo de Rivera, hijo del con el gobierno sería total hasta 1936. En enero fallecido dictador. El partido monárquico de Calvo del 32 se produjo una revolución Sotelo también era partidario de un golpe de estado y anarcosindicalista en el Alto Llobregat (norte de un régimen autoritario y militar. La CEDA no era tan Barcelona y Girona). Los revolucionarios radical, pero su odio a la República era tan grande proclamaron el comunismo libertario, izaron la por el problema religioso y la reforma agraria bandera negra y roja y procedieron a destruir fundamentalmente - que hubo bastantes momentos los registros de la propiedad. La represión fue que apoyó esta opción, como cuando en 1932 rápida y dura. Sanjurjo intentó dar un golpe de estado. 3. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA Y LA ETAPA DEL FRENTE POPULAR, 1934-1936. 3.1. EL BIENIO RADICAL-CEDISTA. La oposición exterior y las disputas internas, junto con el casus belli de los Sucesos de Casas Viejas, dejan paso al bienio de derechas, donde preside el gobierno Lerroux (radical, con el apoyo de la CEDA), el intento de su líder Gil Robles de hacerse con el poder y cambiar la constitución da lugar a la revolución de Octubre de 1934 y a la convocatoria de elecciones a finales de 1935. Elecciones que son ganadas por el Frente Popular. El frente popular, coalición electoral, pero el gobierno fue liderado por la Izquierda republicana de Azaña con el apoyo de las fuerzas de izquierda, duró hasta el 18 de julio de 1936, en el que el golpe de estado de Francisco Franco inició una guerra civil que nos llevaría a la dictadura de Franco. EL TRIUNFO DEL CENTRO-DERECHA: Mientras que la izquierda acudió desunida y los anarquistas se abstuvieron, la derecha concurrió unida. El partido ganador fue la CEDA y se formó un gobierno presidido por Lerroux (republicano radical) con el apoyo de la CEDA pero sin su intervención. El gobierno realizó una contrarreforma legislativa; paralizó la reforma agraria, dio un presupuesto para el culto y el clero, amnistió a los golpistas del 32, se redujo el presupuesto de educación y recortaron la autonomía en Cataluña y el País Vasco. El PSOE y la UGT se radicalizaron y prometían la revolución si entraban en el gobierno miembros de la CEDA. En las elecciones hay una participación del 67,46 %, con la victoria de la derecha con 258 diputados (CEDA, Agrarios, Lliga, Renovación Española), 119 de centro (Lerroux, azañistas), 95 izquierda (PSOE 58, Esquerra). Por primera vez votaron las mujeres, y por primera vez los Republicanos de 1931 pierden mayoría, dando lugar a un Parlamento con más partidos y más polarizados. De Noviembre1933-Febrero 1936 se producirá la llamada política del bloqueo de las reformas del bienio anterior, con la revisión de las reformas azañistas sin crear alternativa conservadora, con gran inestabilidad al sucederse 9 gobiernos y 4 presidentes, y con una cada vez mayor polarización ideológica y protagonismo movimientos sociales y violencia callejera. Se dice que hay una deslealtad de la derecha y la izquierda radical hacia la República. Se suceden los gobiernos radicales presididos por LERROUX o Samper con apoyo de la CEDA, derogando muchas de las reformas azañistas y acercándose a la Iglesia y Vaticano, devolviendo parte de las tierras expropiadas, aunque oficialmente no suspende la reforma agraria. Decretan la amnistía de la Sanjurjada y pronto aparecen los enfrentamientos con la autonomía catalana y el fuerismo vasco. Se producirá una división dentro del Partido Radical: Mtz. Barrios considera consideraba la política de Lerroux antirrepublicana, y el sector más derechista deseaba la entrada de la CEDA en el gobierno. En 1934 crece la conflictividad social con la Huelga de campesinos convocada por la UGT que provoca la detención de más de 10.000 personas, lo que lleva al PSOE a anunciar revueltas si la CEDA entra en el gobierno. A pesar de ello en Octubre de 1934 el nuevo gobierno concede a la CEDA los Ministerios de Justicia, Agricultura y Trabajo, por lo que la izquierda radical decide defender la República antes que la Democracia. El 5 de Octubre convocatoria Huelga General socialista por defensa de la República, que tendrá escaso seguimiento en Madrid, País Vasco y Andalucía, pero la UGT-CNT rivalizarán por convocar más huelgas, manifestaciones y rebeliones en el campo y entre el obrerismo, lo que llevará a la revolución socialista de Asturias y nacionalista en Cataluña. LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE DE 1934: Ante las huelgas socialistas el gobierno declara el Estado de Guerra y logra paralizar estos movimientos, pero en Cataluña Lluis Companys declaro la República catalana y una huelga general, la no intervención de la CNT y la llegada del Ejército acabaron con la sublevación. Todo empezó cuando Esquerra intenta que el Parlament apruebe la Ley de Contratos de Cultivo que alargaba los contratos hasta la muerte de las cepas (sector vinícola), pero los propietarios y la Lliga se oponen y logran que el Parlament sea declarado incompetente para tomar esta decisión, con el apoyo del gobierno de Madrid que le da la razón. El 6 de Octubre, Companys, proclama el Estado Catalán de la República Federal Española, pero en pocas horas el Ejército acaba con la rebelión, con miles detenidos, Instituciones autonómicas suspendidas y la no entrada en vigor de la mencionada Ley. En Asturias, los mineros protagonizaron una revolución social, fruto del acuerdo entre socialistas, comunistas y anarquistas. Columnas de mineros armados ocuparon la cuenca minera. Estalla entre 5 y 12 de Octubre, liderada por UGT. El objetivo era la toma del poder por parte del PSOE, consiguiendo un éxito inicial notable al controlar Avilés, Trubia, Gijón, sitiando Oviedo, pero el gobierno mandó a la legión, grupo elitista de los africanistas, mandados por Franco y tras una dura represión sofocó la revuelta político-minera con una dura represión que provocó más de 1.500 muertos. LA CRISIS DEL BIENIO DE DERECHAS: La revolución de Octubre endureció la postura del gobierno. Las cárceles se llenaron de presos políticos y entraron cinco miembros de la CEDA en el gobierno, con Gil Robles en la cartera de Guerra y Franco como Jefe del Estado Mayor. Se suspendió el Estatuto de autonomía de Cataluña, se devolvieron las propiedades a los jesuitas y se presentó un anteproyecto para modificar la Constitución, contemplando la abolición del divorcio, la restricción de las autonomías y la negativa a la socialización de la propiedad. Los sucesos de Octubre 1934 reforzaron a la CEDA y el 19-9-1935 dimite Lerroux por un escándalo de corrupción (el estraperlo), lo que fue aprovechado por Gil Robles para forzar otra crisis y pedir la jefatura del gobierno; Alcalá Zamora no accedió y convocó elecciones. 4. ELECCIONES Y GOBIERNO FRENTE POPULAR EN 1936. EL TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR: Aparecen dos grandes partidos republicanos: Izquierda Republicana de Azaña y Unión Republicana de Martínez Barrio. Este será el origen del Frente Popular para ir juntos a las elecciones de Febrero de 1936. En las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936 habrá dos grandes bloques: Derechas lideradas por la CEDA, y el Frente Popular formado por Unión Republicana, Izquierda Republicana, Partido Sindicalista, Esquerra, Acción Republicana, PSOE, PCE, POUM, y con el apoyo de la CNT. Fuera de estos bloques quedará el Centro de Pórtela Valladares. El Frente Popular tenía un programa común amnistía para los presos de Octubre y aplicación de la legislación reformista del bienio de izquierdas. Además tenían el compromiso que una vez ganadas las elecciones, se disolverían y gobernarían los republicanos de Azaña. En toda Europa el enfrentamiento derechas-izquierdas era un hecho, por no hablar de la polarización entre ultraderecha fascista contra ultraizquierda comunista, financiada por la KUOMINTER desde Moscú. España no va a ser distinta en cuando a la formación de dos grandes bloques electorales irreconciliables, así como la aparición de partidos claramente violentos y antidemocráticos por la derecha fascista (FALANGE) y la izquierda marxista (PCE) o anarquista. Así las cosas, la campaña electoral será muy reñida y los resultados electorales darán el siguiente escrutinio: Frente Popular (34,3% votos, 257 diputados) y derecha (33,2%, 139 dpt.), centro y nacionalistas (57 dpto.). LAS MEDIDAS LEGISLATIVAS: Manuel Azaña fue nombrado presidente de la República y Casares Quiroga, presidente del gobierno. El gobierno formado exclusivamente por republicanos sin ministros socialistas pero apoyado por los socialistas aplicó rápidamente el programa del Frente Popular; decretó la amnistía, restableció el estatuto y el gobierno catalán y se reanudó la reforma agraria. Para frenar los rumores de golpe de estado trasladó a los generales más proclives a él, lejos de Madrid: Franco a Canarias, Goded a Baleares y Mola a Navarra. Alcalá Zamora fue destituido como Presidente de la República por las Cortes, por entender estas que su decisión de disolver las Cortes había sido innecesaria, por lo que implicaba su destitución. En realidad fue un recurso legal de difícil justificación, con el único objetivo de apartarle de la Presidencia por qué él hubiese preferido un gobierno de centro derecha. Se eligió a su rival, Manuel Azaña, como nuevo Presidente de la República, y éste llamó a Casares Quiroga para hacerse cargo de la Presidencia de Gobierno. LOS CONFLICTOS Y LAS CONSPIRACIONES: El triunfo del Frente Popular no fue aceptado por los sectores más reaccionarios de la sociedad española, que iniciaron una conspiración contra la República, mientras los sindicatos y partidos obreros exigían la profundización de las reformas sociales del primer bienio. La sociedad española estaba polarizada entre derechas e izquierdas. Los sectores más conservadores reaccionaron ante el gobierno republicano de Azaña; los terratenientes o quemaba o no sembraban sus cosechas, muchos industriales cerraron sus fábricas y la falange formó patrullas callejeras que sembraron un clima de violencia callejera enfrentándose a grupos izquierdistas. Un gobierno no extremista que pretendía el cumplimiento de la ley se veía desbordado por la espiral de violencia que generaba el extremismo de la izquierda, dueña absoluta de la calle. El terrorismo fascista estaba representado por las milicias de falange, financiadas por empresarios y personalidades económicas destacadas como J. March. Fueron ilegalizadas por el gobierno y sus líderes fueron encarcelados, con José Antonio a la cabeza. Los carlistas también crearon sus milicias, los requetés, que se unieron a la dialéctica de las pistolas de la que hablaba José Antonio. Las derechas radicales asesinaban a destacados líderes de la izquierda radical, y al revés, los militares conspiraban contra la República, y la desaparición de la escena política de Alcalá Zamora, un gran moderador, complico más las cosas. La violencia de Izquierda y Derecha, la unidad de UGT y CNT con múltiples huelgas, la lucha callejera con asesinatos y quema de Iglesias, la incapacidad de Casares Quiroga para controlar la situación, hizo imposible conseguir estabilidad. Los socialistas y comunistas quieren un Estado obrero, la derecha y centro quieren acabar con República, Gil Robles y Franco proponen un Estado de Guerra para evitar revolución socialista, y el asesinato del Teniente Castillo (Guardia de Asalto) el 12-7 por la extrema derecha y siguiente asesinato de Calvo Sotelo (Renovación Española) el 13 de julio de 1936 por Guardias de Asalto, culminará este período de inestabilidad. EL GOLPE DE ESTADO DE JULIO DE 1936: El golpe de estado se empezó a gestar desde la misma noche de febrero que ganó el Frente Popular. Franco esa noche intentó la declaración del estado de guerra y en Marzo hubo un intento de alzamiento, pero fracasó. A partir de ahí tomo las riendas de la preparación del golpe de Estado el general Emilio Mola, que fue el jefe hasta julio del 36. El plan consistía en el pronunciamiento simultáneo de todas las guarniciones y contando con el ejercito de África, dirigido por Franco, para consolidar el golpe. Se contó con el apoyo de una trama civil, facilitando hombres y sobre todo, dinero; la CEDA, los falangistas, los carlistas y banqueros como Juan March. Además se contaba con el apoyo de Italia y Alemania. Los preparativos del golpe se aceleraron cuando los guardias de asalto asesinaron al dirigente monárquico Calvo Sotelo el 14 de Julio, como respuesta al asesinato anterior del Teniente Castillo. La sublevación se inició en Marruecos el día 17 de Julio y se extendería al resto de la nación al día siguiente; como su triunfo fue desigual se inició una guerra que duraría tres largos años. ¿FRACASÓ LA II REPÚBLICA? Esta es una pregunta de muy difícil y compleja solución. Partamos de otra cuestión ¿Fue la guerra civil una consecuencia inmediata del fracaso de la República? Si dejamos a un lado, como hoy ya hacen la mayoría de los historiadores, las explicaciones simplistas de la guerra civil (un movimiento fascista que defendía los intereses de la oligarquía y la iglesia en contra de la mayoría de un pueblo que había conseguido el poder democrático o una cruzada nacional contra el ateísmo, comunismo y el separatismo) la situación se nos plantea muy complicada y llena de matices. Si todos, o casi todos, estamos de acuerdo con que la guerra es el fracaso supremo, entonces habría que admitir que éste no fue sólo de la República, fracaso toda España. Si consideramos que los principales líderes republicanos se dejaron llevar muchas veces por un espíritu mesiánico (de salvadores) muy propio de la mayoría de los intelectuales españoles de la época, que consideraron que había que solucionar los viejos problemas de una forma tajante y súbita, sin tener en cuenta las circunstancias políticas, económicas y sociales del momento, también tenemos que considerar que estamos en una etapa histórica donde el individuo ha sido sustituido por el estado, la libertad individual por la libertad de la patria o de la clase social o del pueblo, en un momento histórico donde priman los totalitarismos y la violencia. Por supuesto, no solo en España, en toda Europa. En lo que la mayoría de los historiadores actuales están de acuerdo, es que la Guerra civil hay que integrarla dentro de su contexto histórico y que no se le puede aislar de las circunstancias internacionales e internas. La guerra civil española hay que entenderla dentro del triunfo de los totalitarismo y la crisis de la democracias en Europa y dentro de las dificultades de implantación del Nuevo Régimen de España. Es por tanto, el penúltimo episodio de la crisis iniciada en el 98 en España. 4. LA II REPÚBLICA EN EXTREMADURA: LA CUESTION AGRARIA EN LA EXTREMADURA D ELA II REPÚBLICA. La II República La II República creó grandes expectativas entre el campesinado extremeño. En las elecciones de 1931 participó el 80% de la población con derecho a voto, sin duda, movida por la necesidad de una reforma agraria. El régimen republicano se proclamo de manera pacífica en las provincias de Cáceres y Badajoz. Las muestras de júbilo fueron bastante contenidas y la ausencia de disturbios fue la nota más destacada. Con la apertura de las Cortes Constituyentes, los temas puestos a debate en la región fueron similares a los del resto de España: a) El problema del paro, especialmente agrario. La crisis del 29 se dejaba sentir y parecía haber puesto fin a la fase expansiva del sector primario extremeño que se había producido durante el primer tercio del siglo XX... b) El tema de la educación. Las nuevas autoridades se mostraban muy interesadas en la mejora de la enseñanza, sin embargo, la prioridad por solucionar los problemas del día a día limitó los esfuerzos. c) El asunto de la religión. Los sectores más conservadores provenientes del régimen de la Restauración utilizaron este argumento tratando de asociar República con destrucción de la religión. Esa propaganda tuvo bastante peso en una sociedad aún muy rural izada y apegada a la tradición. En Extremadura, al igual que en el resto de España, existían diversas opciones políticas: a) Los partidos propiamente republicanos, mayoritaria-mente de centro-izquierda, fueron bien vistos por las profesiones liberales de la región. Destacó José Giral, una de las personalidades más afines a Azaña, vinculado al Campo Arañuelo y varias veces ministro, formo parte tanto de Acción Republicana como de Izquierda Republicana. El Partido Radical de Lerroux destacó con Diego Hidalgo, diputado por Badajoz y ministro de la Guerra durante el segundo bienio. b) La izquierda del PSOE y el sindicato Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, como sección agraria de la UCT, que alcanzó en 1933 casi 50.000 afiliados en la región, fueron liderados por los hermanos Canales, Luis Romero Solano, Felipe Granado y Juan Simeón Vidarte. El PCE y el anarquismo fueron ganando adeptos ante la lentitud de la reforma agraria, sobre todo el anarquismo vinculado al sector ferroviario en el eje Don BenitoVillanueva y en el Campo Arañuelo. c) La oligarquía conservadora, estaba obsesionada con el orden, religión, tradición y protección de las propiedades, a través de la Agrupación de Propietarios de Fincas Rústicas fueron dando forma a Derecha Regional Agraria, con políticos como Enrique Granda Calderón, Eduardo Suva y el marqués de la Frontera, simpatizando también con la Falange. Reforma agraria y cuestión yuntera. La vida política, económica y social de Extremadura dependió en buena parte de la cuestión agraria. La agricultura extremeña había conocido un proceso de expansión a lo largo del primer tercio del siglo XX que hizo que a la altura de 1930 se labraran más de un millón de hectáreas en la región, cifra nunca alcanzada hasta entonces, aunque la mayoría de la propiedad distribuida en grandes latifundios, con mayoría campesinos jornaleros o yunteros, sólo dueños de sus brazos y de un par de bestias para el trabajo. Existía un enorme paro forzoso y subempleo en el campo, desigual distribución de la tierra, y con los terratenientes en contra de la República al verla como una amenaza para sus propiedades y su posición social. Los campesinos demandaban en Extremadura y del resto de la España latifundista: la recuperación del patrimonio comunal de los pueblos, vía directa para conseguir asentar en las fincas al campesinado en paro mediante arrendamientos colectivos. La legislación laboral de Largo Caballero desde el Ministerio de Trabajo, entre 1931 y 1932, a través de decretos (colocación obrera, jurados mixtos, salario mínimo), supuso poner por primera vez en condiciones de igualdad a patronos y propietarios. Sin embargo, el Gobierno Provisional no se atrevió a sacar por la vía del decreto la Ley de Reforma Agraria. Eso permitió a los propietarios organizar su defensa en torno a la Minoría Agraria, que detuvo tanto el debate como el texto de la ley, que no vería la luz hasta septiembre de 1932. El yuntero era el labriego de secano que trabajaba -cuando le daban parcelas- la tierra arable adehesada de las grandes fincas. A veces, falto de esa parcela, se contrataba a jornal, y era un bracero que, además de su trabajo personal, ponía su yunta al servicio de un señor. Sus relaciones, como tal yuntero, podían concertarse con el propietario de la finca o, lo que era peor, con el arrendatario, lo que hacía que la vida del yun tero se deslizaba al borde de la miseria. Aunque la Ley de Reforma Agraria se aprobó en septiembre de 1932, el complejo sistema burocrático para su puesta en marcha provocó el desencanto entre los campesinos. En otoño de 1932, el paro alcanzaba en Extremadura sus cotas más altas. Azaña optó por recurrir a la vía del decreto mediante la intensificación de cultivos de noviembre de 1932. Esta medida se aplicó en las provincias latifundistas y tuvo especial importancia en Extremadura, donde fue-ron asentados más de 30000 campesinos |. La agilidad de su aplicación en la región se debió a la labor del Gobernador General de Extremadura, Luis Pena Novo, que durante los dos Últimos meses de 1932 se encargó de con-seguir tierras prácticamente pueblo a pueblo para los yunteros extremeños Durante el BIENIO PROGRESISTA se producen acontecimientos ya importantes: En abril de 1931 los campesinos de Trujillo se manifiestán pidiendo reducción rentas y mejores condiciones de trabajo. El liderazgo de la Federación Nacional de Trabajadores de la Tierra, ( FNTT) era incuestionable al principio. En Castilblanco (Badajoz, diciembre 1931/enero 1932) se produce una manifestación pidiendo trabajo y contra connivencia Gobernador y fuerza pública con los propietarios agrícolas., con la muerte de 4 guardias civiles. A esto se unen invasiones pacificas de fincas por los yunteros. La Ley de Intensificación de Cultivos de 1932 permitió el asentamiento de más de 30.000 campesinos a cambio de pagar una renta mínima al propietario y la Ley de Reforma Agraria inició las expropiaciones. El decreto de intensificación de cultivos significaba que los yunteros asentados podían trabajar las tierras durante dos años agrícolas (1932-1934) a cambio de satisfacer una renta mínima al propietario, actuando el Instituto de reforma agraria como intermediario. Durante el Bienio Negro, cuando se acababan los contratos de los yunteros, estos eran expulsados por los propietarios de las fincas, lo cual hizo que reaparecieran de forma masiva los problemas del paro campesino. Se formaron las primeras comunidades de campesinos, organizadas según la Ley de Reforma Agraria. Las fincas expropiadas procedían en su mayoría de la extinguida Grandeza de España. Tuvieron especial importancia en la zona de Navalmoral, Trujillo, Logrosan y en varios pueblos de La Serena. Con el Bienio de Derechas se suspende Ley Intensificación de Cultivos y se expulsa a Yunteros de las tierras ocupadas, provocando la el 8-XII1933 la insurrección anarquista nacional apoyada en Navalmoral de la Mata, Oliva de Plasencia, Malpartida de Plasencia, Peraleda, Plasencia y Jarandilla. El FRENTE POPULAR recupera las medidas de intensificación de cultivos, pero vuelven las invasiones de fincas desde marzo de 1936, declarándolas expropiables. El gobierno del Frente Popular significó la restitución de la intensificación de cultivos mediante los decretos de yunteros de marzo de 1936. A pesar de que se asentaron a buen ritmo, se produjo una masiva oleada de invasiones de fincas en la madrugada del 25 de marzo de 1936. Animados por las organizaciones obreras, más de 25.000 campesinos extremeños se lanzaron a roturar dehesas que no se estaban labrando. Otra cuestión de gran importancia que debía ir unida a la reforma agraria era la política hidráulica. Se avanzó en los estudios para los pantanos del Cijara, Rosarito y Gabriel y Galán, fundamentales para la transformación en regadío de las Vegas Altas, el valle del Tietar y el Alagón, respectiva-mente. La corta vida de la República y la prioridad social de la reforma dificultaron su puesta en funcionamiento. Con la victoria del Frente Popular (bastante polémica, en especial en la provincia de Cáceres donde hubo denuncias de manipulación de resultados) y los decretos de yunteros, la reforma agraria pareció tomar un impulso que ya habría de ser definitivo: se declararon expropiables por causa de "utilidad social" miles de hectáreas en Cáceres y Badajoz y en vísperas del golpe de Estado se debatía en las Cortes el proyecto de rescate de bienes comunales. La Guerra Civil frustró las esperanzas de una verdadera reforma agraria que, como tal, no volvería a darse nunca. RESULTADOS DEL DECRETO DE INTENSIFICACIÓN DE CULTIVOS 1932 Y DE YUNTEROS DE 1936 EN EXTREMADURA Caceres ßadajoz Extremadura 1932 Hectáreas 31690 53146 84836 Asentados 14122 18699 32821 1936 Hectáreas 113466 125331 238797 Asentados 31388 49809 81297 Diego Hidalgo Nacido en Los Santos de Maimona en 1886, a pesar de su formación jesuita, estudió como laico la carrera de Derecho en Madrid. En los años veinte simultaneó en la capital la labor de notario con la de empresario de la construcción, lo que le facilitó moverse entre las elites políticas del régimen. Se afilió al Partido Radical de Lerroux, y fue su líder más activo en Extremadura. El suceso que marcó la separación de republicanos y socialistas en la región fueron los acontecimientos de Castilblanco. Desde ^Á su periódico La Voz Extremeña y desde el Parlamente defendió con firmeza la actuación de la Guardia Civil. Su postura ante la reforma agraria fue un tanto ambigua, pero sobre todo habría deseado un modelo más moderado. En 1934 y bajo el gabinete de Lerroux ocupó la cartera de ministro de la Guerra. La dura represión de la revolución de octubre de 1934 le obligó a dimitir. Tras la Guerra Civil pudo regresar sin mayores problemas a España, donde compagino su trabajo como notario con sus viejas empresas inmobiliarias. Murió en Madrid en 1961. Juan Simeón Vidarte Nacido en Llerena en 1902, a pesar de pro-ceder de las clases medias de la zona de Llerena, su vida cambio al conocer el ambiente de la Residencia de Estudiantes durante los años veinte. Entre 1924 y 1931 fue directivo de las Juventudes Socialistas. Durante la II República vivió a caballo entre Extremadura y Madrid, siempre cerca de los centros de decisión del PSOE y del gobierno. Defendió a los campesinos juzgados tras los sucesos de Castilblanco y trabajo activamente a favor del Frente Popular cuando la mayoría de los líderes obreros estaban encarcelados por la represión de la revolución de octubre de 1934. Hombre de confianza de Negrin, durante la Guerra Civil buscó apoyos internacionales para la República. Se pudo exiliar en México, desde donde escribió el valioso "Todos fuimos culpables", uno de los testimonios de mayor valía para la historiografía sobre los años treinta. Murió en México en 1976. Luis Pena Novo Este abogado gallego, colaborador de Casares Quiroga en la organización del galleguismo republicano, fue reclamado por el entonces ministro de Gobernación para solucionar cuantos problemas fueron surgiendo: fue gobernador civil de Sevilla tras la sublevación de Sanjurjo, y desde noviembre de 1932 a finales de 1933 gobernador general de Extremadura. Tras recorrer la región se dedicó a la tarea de aplicar activamente los decretos de intensificación de cultivos. Querido por los campesinos y temido por los propietarios, la acción de estos ante Azaña detuvo en enero de 1933 su frenética actividad.