Más productividad y menos accidentes Publicado el 7 de agosto del 2013 Minería Chilena. Modificación del Decreto Supremo 594, del Ministerio de Salud, entrará en vigor el próximo 8 de noviembre, para abordar enfermedades y males producidos por el trabajo a gran altitud. Desde trastornos del sueño hasta enfermedades neurológicas y cardiopulmonares, como el conocido Mal Agudo de Montaña, pueden ser gatillados por la exposición a hipobaria intermitente crónica por gran altitud, que afecta a quienes ascienden a zonas geográficas en alturas importantes por periodos prolongados. Sus consecuencias pueden ser ausentismo, accidentes del trabajo y menor productividad en faenas. Así lo ha reconocido el sector minero, que ha colaborado con la autoridad sanitaria, mutuales y expertos independientes para modificar el “Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo”, contenido en el Decreto Supremo 594, del Ministerio de Salud. La norma establece definiciones y medidas preventivas contra el Mal Agudo de Montaña, en sus diversas modalidades, cuya principal condicionante es la “exposición a hipobaria intermitente crónica por gran altitud”. La hipobaria se refiere a la “disminución de la presión barométrica con respecto al nivel del mar”, en tanto que gran altitud se define como “altura geográfica igual o superior a 3.000 msnm e inferior a 5.500 msnm, en donde la mayoría de los individuos tiene cambios fisiológicos, anatómicos y bioquímicos reversibles”, dice el DS 594. El doctor Daniel Jiménez, especialista en Medicina de Altura, ha participado como experto independiente en la modificación del reglamento. Explica que el universo al cual se aplicará incluye faenas en que los trabajadores se expongan en forma discontinua a gran altitud por motivos laborales por más de seis meses, con una permanencia mínima del 30% de ese tiempo en sistemas de turnos rotativos en gran altitud y descanso a baja altitud. “Para quienes ascienden por primera vez a los 3.000 m, el riesgo de presentar Mal Agudo de Montaña es de 10% a 20% el primer día. A 3.800 m puede oscilar entre 25% y 30%, y sobre los 4.000 m llega a afectar a más del 35% de los recién llegados”, asegura el doctor Jiménez. En el caso de operarios aclimatados a turnos 7×7 o 4×4, el experto dice que el Mal Agudo de Montaña afecta en el primer día del turno al 10% de los trabajadores a los 3.800 m, y al 20% o más a los 4.000 m, debido al efecto de desaclimatación de los cuatro a siete días de descanso a nivel del mar. Entre las medidas preventivas contra la hipobaria intermitente crónica por gran altitud, el DS 594 exige informar a los trabajadores sobre los riesgos del trabajo en altitud; incorporar este riesgo en el sistema de seguridad y salud del trabajo; contar con un programa preventivo; impartir anualmente a los trabajadores instrucción sobre el riesgo de la hipobaria; realizar un Programa de Vigilancia Ocupacional con cargo a las mutuales; implantar medidas de mitigación de la hipobaria, como la oxigenación y humidificación; y contar con un policlínico en faenas con más de 50 trabajadores (directos o indirectos). El texto legal especifica que los requisitos serán exigibles recién un año después de su publicación, es decir, a partir del próximo mes de noviembre, de modo de otorgar tiempo suficiente para que las faenas adopten las modificaciones que sean necesarias. Entre los pendientes está la Guía Técnica con especificaciones del DS 594, la cual debe estar aprobada cuando rija el cuerpo legal. Los gremios también han sido partícipes de esta iniciativa. José Tomás Morel, gerente de Estudios del Consejo Minero, declara que esta entidad ha “aportado y apoyado” a la modificación del DS 594. “Si bien ya han implementado varias medidas exigidas por el nuevo decreto, las compañías están trabajando en la adopción de las restantes, en orden a cumplir con la entrada en vigencia de esta norma en noviembre”, puntualiza. Sin embargo, agrega que “nos preocupa que la plena aplicación del nuevo decreto requiere la dictación de guías técnicas por parte del Ministerio de Salud, y a la fecha no hemos tenido noticias del avance de ese trabajo”, asevera. Experiencias Uno de los yacimientos mineros en los que se aplicarán las exigencias del DS 594 es Los Bronces, de Anglo American Sur, dada su altitud: 3.500 msnm. Roberto Cisternas, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la minera, asegura que “nuestra operación está preparada para dar cumplimiento a este requerimiento regulatorio”. Con la Mutual de Seguridad coordinan el traspaso de los exámenes médicos periódicos, ahora realizados en una clínica privada, a algunos centros de atención de este organismo administrador en Santiago, Viña del Mar y Rancagua. Cisternas detalla que la operación no debiera cambiar sus procedimientos actuales, excepto por el requisito de capacitar a los trabajadores. Por estos días actualizan políticas, reglamentos y procedimientos. “Los Bronces cuenta no solo con un policlínico en faena, sino que con tres, todos ellos con una dotación de personal de salud que cumple más allá de lo exigido en la norma”, sostiene. Coincide con el gerente del Consejo Minero en cuanto a que “se requiere revisar la próxima Guía Técnica que aún no ha sido publicada y que debiera incluir todas las recomendaciones y exigencias”. Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi se localiza a 4.400 msnm, en la Región de Tarapacá. Hans Sandoval, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional, reconoce el esfuerzo del Ejecutivo al innovar y tratar de mejorar las condiciones de habitabilidad en altura geográfica. Pero admite también que “no tenemos mayores detalles de la norma”, aludiendo a la Guía Técnica. Pese a ello, prevé que necesitarán habitaciones con oxígeno suplementario y humidificadores. Son 16 los principales yacimientos sobre 3.000 msnm en Chile, de acuerdo con el doctor Claus Behn, fisiólogo de la Mutual de Seguridad. Entre ellos figuran Quebrada Blanca, Escondida, Zaldívar, El Abra, Los Pelambres y Andina, además de las ya mencionadas. “La minería se realiza preponderantemente a alturas geográficas superiores a 3.000 msnm. La cercanía con los centros poblacionales, casi todos ubicados a baja altura, obliga a frecuentes traslados entre ámbitos que difieren en cuanto a la presión barométrica y, por ende, también en la disponibilidad de oxígeno”, comenta el especialista. Las alteraciones metabólicas producidas influyen en el procesamiento de energía del cuerpo humano. “La falta de energía afecta a todas las funciones del organismo, entre ellas, las relacionadas con el sistema nervioso central, incluyendo funciones cognitivas y sensoriales, como también los ciclos biológicos, incluyendo el ciclo sueño-vigilia”, explica. La exposición intermitente crónica a la hipoxia (menor acceso a oxígeno) de tipo hipobárico “representa, por lo tanto, un riesgo potencial no solo a padecer enfermedades agudas o crónicas, sino también a tener una mayor proclividad a accidentes, ausentismo y merma en la productividad”, afirma el experto. Por lo anterior, apoyar la tolerancia individual y colectiva a la exposición crónica intermitente a la hipoxia hipobárica resulta “de interés general, tanto para empleados como para empleadores”. Behn, quien también ha sido parte de las instancias redactoras del DS 594, subraya que la norma exige evaluar la “aptitud de los trabajadores para laborar en forma intermitente a gran altitud, antes de su ingreso”. Aclara que actualmente solo se descartan enfermedades o defectos inhabilitantes. Sin embargo, “predecir en forma específica esta ‘aptitud’ individual representa el desafío del momento”. Arturo Cares, gerente de Prevención de la Asociación Chilena de Seguridad, subraya que “el trabajo en altura está muy asociado al desarrollo de la minería en Chile, especialmente en los últimos 20 años. Por eso, la modernización de la normativa es urgente, pues el cuerpo legal vigente tiene cerca de 45 años. De hecho, el fenómeno es bastante nuevo a nivel mundial, considerando que la bibliografía sobre hipobaria intermitente crónica es prácticamente inexistente”. Sobre la adaptación de las empresas al DS 594, el gerente de la Achs expresa que “las nuevas regulaciones se han diseñado más que nada como un piso, es decir, como un estándar mínimo”. En esta línea, indica que de acuerdo con lo observado en grandes faenas como Los Bronces, Collahuasi y Codelco, “la minería chilena tiene resuelta la mayor parte de sus problemas de salud ocupacional”. El 19 de agosto, en el Hotel Sheraton Santiago, se realizará el Seminario de Minería en Altitud, MinAlt 2013 (www.minalt.cl), que abordará las modificaciones al DS 594. Es organizado por Hatch y el Grupo Editorial Editec.