Traducir una cultura a otra Philologica Wratislaviensia: Studia Iberica et Latinoamericana Editor: Zdzisław Wąsik Coeditora: Małgorzata Kolankowska Curator: Piotr Sawicki CONSILIUM EDITORIUM Juan Carlos Cruz Suárez (Aarhus) Gaspar Garrote Bernal (Málaga) José Luis González Esteban (Elche) José Mateo Martínez (Alicante) Ilona Narębska (Alicante) Fernando Navarro Domínguez (Alicante) Agata Orzeszek (Barcelona) Jacek Perlin (Warszawa) Bogdan Piotrowski (Bogotá) Jacek Pleciński (Wrocław) Barbara Stawicka-Pirecka (Poznań) Francisco Torres Monreal (Murcia) Eugeniusz Ucherek (Wrocław) Vol. III PHILOLOGICAL SCHOOL OF HIGHER EDUCATION IN WROCŁAW PUBLISHING Teresa Jaromin Małgorzata Kolankowska Piotr Sawicki (eds.) Traducir una cultura a otra WYDAWNICTWO WYŻSZEJ SZKOŁY FILOLOGICZNEJ WE WROCŁAWIU Niniejszy tom, recenzowany w oparciu o zasadę opinii niejawnej redakcji i członków komitetu doradczego, został wydany nakładem środków finansowych Wyższej Szkoły Filologicznej we Wrocławiu. STRESZCZENIE. Teresa Jaromin, Małgorzata Kolankowska, Piotr Sawicki (eds.) 2014: Traducir una cultura a otra. Wrocław: Philological School of Higher Education in Wrocław Publishing (Philologica Wratislaviensia: Studia Iberica et Latinoamericana. Vol. III. Editor: Zdzisław Wąsik. Coeditora: Małgorzata Kolankowska. Curator: Piotr Sawicki). 110 pp. ISBN 978-83-60097-29-8 SŁOWA KLUCZOWE: literatura hiszpańska, kino hiszpańskie, dydaktyka języka hiszpańskiego, manuskrypty hiszpańskojęzyczne, tłumaczenia, literatura latynoamerykańska, dyktatura w Argentynie, sztuka meksykańska, muzyka kubańska Teresa Jaromin, ukończyła filologię hiszpańską na Uniwersytecie Wrocławskim. Obecnie jest wykładowcą w Wyższej Szkole Filologicznej. Małgorzata Kolankowska, latynoamerykanistka, medioznawca, tłumaczka. Jest wykładowcą w Wyższej Szkole Filologicznej. Współpracuje również z Instytutem Dziennikarstwa i Komunikacji Społecznej Uniwersytetu Wrocławskiego. Piotr Sawicki, profesor zwyczajny, kierownik Katedry Kultur i Literatur Iberoromańskich Wyższej Szkoły Filologicznej we Wrocławiu; organizator studiów iberystycznych na Uniwersytecie Wrocławskim, promotor kilkunastu rozpraw doktorskich, redaktor (do 2005 roku) serii wydawniczej „Estudios Hispánicos”. © Copyright by Wyższa Szkoła Filologiczna we Wrocławiu, Wrocław 2014 Korekta językowa: Luis Alberto Boix Presa Korekta wydawnicza: Barbara Woldan Projekt okładki: Piotr Czekajło, Konstancja Górny DTP: Dorota Bazan ISBN 978-83-60097-29-8 WYŻSZA SZKOŁA FILOLOGICZNA WE WROCŁAWIU ul. Sienkiewicza 32, 50-335 Wrocław, tel. (+48 71) 328 14 14, fax (+48 71) 322 10 06, http://www.wsf.edu.pl, e-mail: wsf@wsf.edu.pl Wydanie I. Nakład: 130 egz. Ark. wyd. 6,8 Contenido Introducción.........................................................................................VII Mariola Pietrak Literatura como fuente de saber histórico: la familia en el discurso estatal y literario durante el proceso militar en Argentina (1976-83)................................................................................ 1 Jan Mlčoch Algunas consideraciones acerca de la música en Cuba y su influencia en la obra de Alejo Carpentier....................................... 11 Weronika Urbanik-Pęk Made in Galiza – ¿el libro solo para gallegos?....................................................................19 Małgorzata Gaszyńska-Magiera Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana en la década de los 90. del siglo XX...................................................... 27 Jacek Pleciński Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu ................................................................................ 37 Nina Pielacińska ¿Cómo traducir los casticismos de la serie Aquí no hay quien viva en Hispanoamérica?....................................... 47 Agnieszka Sycińska Lo que el título se llevó… Sobre la industria cinematográfica y la traducción.............................. 57 Maja Zawierzeniec Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI ......................................................................................... 67 Anna Rzepka Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.) w kolekcji berlińskiej zdeponowanej w Bibliotece Jagiellońskiej w Krakowie ............................................... 79 Magdalena Czerwonka ¿Enseñar o no enseñar? Elementos socioculturales en la clase de ELE.......................................91 Urszula Sokolnicka Reflexión sobre las diferencias culturales en clase de español de negocios............................................................ 97 Introducción El presente tomo reúne las reflexiones en torno a la traducción en el sentido más amplio de la palabra. Estamos acostumbrados a entender la traducción como una transferencia del contenido expresado en una lengua a la lengua meta, sin embargo, hay que tener en cuenta que en el ámbito de los estudios filológicos dicho término adquiere más acepciones. Cuando Ryszard Kapuściński explicaba el papel de un periodista-reportero, recurría a una metáfora diciendo que es como un traductor de una cultura a la otra. Si pensamos en el papel de los profesores de lenguas y personas que estudian otra lengua y cultura, en este caso la del ámbito hispánico, podemos ver un paralelismo ya que cada maestro está en la posición de un traductor de culturas. No importa cuál sea la asignatura, el propósito es siempre igual: acercarles a los alumnos el mundo hispano, explicar las diferencias, enseñar cómo leer y escuchar. La conciencia lingüística es indispensable, pero no basta para comprender las complicadas series de asociaciones y connotaciones propias de un contexto sociocultural. La enseñanza y la traducción van siempre juntas, porque una depende de otra. Los textos presentados en este libro son fruto de los análisis de distintos aspectos de la explicación. Primero se reúnen los textos que estudian la literatura y las relaciones entre la cultura, el contenido y la traducción. Los autores prestan atención a los vínculos entre la situación política de un país y la recepción de un determinado producto cultural, analizan cómo se mezclan varios elementos de la cultura y cómo se los asimila en el discurso. Mariola Pietrak se enfoca en la literatura testimonial en Argentina y el papel de ésta en el discurso nacional. Es un interesante estudio sobre las relaciones entre la memoria individual y la colectiva. Jan Mlčoch estudia las relaciones entre la literatura y la música, analizando la obra de Alejo Carpentier. El investigador demuestra que el contexto, la historia y los aspectos sociales son elementos determinantes en los textos analizados. Weronika Urbanik-Pęk se centra en el libro de Séchu Sende Made in Galiza para reflexionar sobre los posibles problemas en la traducción que dicho texto proporciona a una persona no familiarizada con el mundo gallego. Cabe soslayar la interesante aportación de Małgorzata Gaszyńska-Magiera que ha estudiado la lenta entrada, o mejor dicho, conquista de lectores polacos por parte de la literatura iberoamericana. La experta analiza todos los aspectos del creciente interés por los autores de América Latina. VIII Introducción A continuación se presentan los artículos relacionados con la traducción propiamente dicha. Jacek Pleciński hace un ajuste de cuentas con los traductores que han fallado a la hora de transferir un texto de una lengua a la otra. El experto indica los errores más comunes que resultan de la incomprensión del mensaje y, sobre todo, de la falta del conocimiento del contexto sociocultural. Esta parte la completan las comunicaciones de Agnieszka Sycińska y Nina Pielacińska cuyo interés se centra en la traducción cinematográfica, un ámbito poco estudiado y por tanto muy interesante desde la perspectiva del análisis de los aspectos lingüísticos y socioculturales. Maja Zawierzeniec y Anna Rzepka se enfocan en los aspectos culturales. La primera investigadora analiza las mutuas relaciones y convergencias entre la cultura y la violencia, mientras que la otra dirige su atención a los estudios de los manuscritos reunidos en la Biblioteca Jaguelónica que constituyen una fuente de información sobre la cultura y literatura. El tomo lo cierran los textos dedicados a la presencia de la cultura en el aula de ELE. Tanto Magdalena Czerwonka como Urszula Sokolnicka ponen hincapié en la necesidad de completar los curricula con el enfoque sociocultural que garantiza una mejor adquisión de la segunda lengua y luego la adaptación a la realidad de los países hispanohablantes. Los artículos agrupados en el presente libro reflexionan sobre la importancia de los aspectos culturales e inteculturales en el proceso de la traducción en distintos contextos. Tanto los traductores como intérpretes y profesores de filologías son guías cuyo papel consiste en acercarles a los alumnos las realidades ajenas, buscando equivalentes, explicaciones, juegos u otras formas de transmisión. Los análisis llevados a cabo demuestran que es posible dicha transferencia siempre y cuando los responsables estén bien preparados y reúnan los datos imprescindibles para hacer bien su trabajo. La traducción, en cualquier acepción, es un reto. Un reto difícil de alcanzar, pero bello, cuando da sus frutos, cuando vemos cómo se entrecruzan los mundos y las realidades. Cuando unos empiezan a entender a los otros. Cuando se abren los ojos. Małgorzata Kolankowska Wyższa Szkoła Filologiczna we Wrocławiu Mariola Pietrak UNIWERSYTET MARII CURIE-SKŁODOWSKIEJ W LUBLINIE Literatura como fuente de saber histórico: la familia en el discurso estatal y literario durante el proceso militar en Argentina (1976-83) La disolución de la sociedad se yergue amenazadora ante nosotros, como el término de una carrera histórica cuya única meta es la riqueza, porque semejante carrera encierra los elementos de su propia ruina. Federico Engels (2000: IX “Barbarie y civilización”) La funcionalidad del texto narrativo acaloró a más de una discusión a lo largo de los siglos. Algunos teóricos querían ver la creación literaria como un producto autónomo, desligado de su contexto inmediato, circundante, y al autor como creador de dimensiones casi divinas. Se le negaba así al texto funcionalidad alguna que no fuese la estética (los formalistas, los estructuralistas). Otros, en cambio, insistían en considerarlo un canal de manifestación ideológica, instrumento para fines moralizantes, de crítica social o, también, de adoctrinamiento político1. En todo caso, como nos recuerda Sonia Thon, “sólo aquello que encajaba dentro de la definición dada a la literatura constituía el texto narrativo; el resto pasaba al terreno de la sub-clasificación, sub-literatura, texto escrito desvinculado de la experiencia humana total”, restándosele valor literario al no responder al canon 1 La discusión es muy viva entre los mismos escritores. Así, por ejemplo, el escritor colombiano, Álvaro Mutis, a la pregunta “¿Existe para usted una función social de la literatura?”, responde que “en absoluto. La literatura no tiene ninguna función social. Eso es uno de estos inventos –a partir del siglo XIX– que transforman y deforman la noción de la literatura”. Y añade más adelante: “La literatura tiene su propia vida, tiene su propia razón de existir y nada más. No está ni para rescatar al hombre ni para hacer mejor la vida del hombre ni para hacer mejor la vida de la sociedad” (Mutis 2008). Mientras Eduardo Galeano opina lo contrario: “¿Función social? La literatura tiene siempre una función, aunque no sepa que la tiene, y aunque no quiera tenerla. A mí me hacen gracia los escritores que dicen que la literatura no tiene ninguna función social” (Galeano 2010). En este punto es imprescindible recomendar el espléndido trabajo de Sonia Thon (1995), “El texto narrativo como discurso social: una perspectiva histórica”, que constituye un repaso muy sintético a la vez que muy serio por las principales teorías literarias. PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 2 Mariola Pietrak de literariedad establecido por los eruditos clásicos (Thon 1995: 287). Tal postura fragmentaria, que había confinado una buena parte de literatura y con ella “un complejo social representado”, está siendo cuestionada actualmente (Thon 1995: 287)2. Llevadas estas divagaciones puramente teóricas al terreno de Hispanoamérica, constatamos de inmediato la presencia de una discusión similar, a ratos abiertamente antagónica al tratarse de un continente donde la simple creación literaria a menudo transgrede los límites del hacer político. Una cierta bifurcación existente en su literatura desde finales del s. XIX, muy marcada en los tiempos de la Revolución bolchevique (1917)3, nuevamente toma cuerpo en la segunda mitad del s. XX en dos corrientes de tendencias, según los mismos nombres y muchos críticos indican, “parricidas”: el boom y el posboom4. A diferencia de la novela del boom –fiel seguidora del surrealismo europeo y corrientes defensoras de la autonomía del texto narrativo–, la narrativa del “post” vuelve en parte a la tradición marxista de marcada función social y política sin perjuicio, sin embargo, de su valor literario y sin restarle su carácter universal. Cogiendo prestada de Alfonso Reyes su metáfora de la cometa, es una literatura que “vuela, sí, pero sin irse de la tierra y sin despegarse del yo” (cf. Pineda 2005). Continúa los géneros fundacionales de la literatura hispanoamericana, tales como crónica o novela histórica, pero el retorno a los patrones narrativos tradicionales, que de modo tan efusivo se efectuó en el testimonio moderno, ya no puede producirse pasando por alto los logros de la precedente “novela total”. Si bien de coexistencia aún conflictiva, los elementos residuales del realismo y los recién arraigados del antirrealismo se funden en la narrativa testimonial en una nueva expresión superando las fallas de los viejos sistemas, ya anticuados, esto es: el mimetismo miope y el experimentalismo hermético. 2 Aspecto este, señalizado por Ángel Rama con su concepto de la “ciudad letrada” (1984), profusamente estudiado y criticado. Aun así quiero darle difusión a las palabras de la francesa France Vernier por el acierto y precisión en diagnosticar este mal del canon literario visto desde la perspectiva clasicista: La literatura es “«el conjunto de los escritos ‘sagrados’, que son, en una época dada, reconocidos como ‘literarios’ por una clase social», «la clase dominante», que «tiende a imponer sus corpus a las clases dominadas»” (cf. Fernández Retamar 1996: 95). 3 Como otros críticos, la estudiosa Elżbieta Skłodowska (1991) se fija en el conflicto existente en los años 1920-40 en Hispanoamérica entre las vanguardias y la persistente y muy acalorada por la victoria bolchevique vertiente del realismo social. 4 El término “parricida” se aplicó a la narrativa novísima cuyo inicio se suele fijar en 1975, fecha de la novela Soñé que la nieve ardía, de Antonio Skármeta. El género que aquí nos ocupa –la novela testimonial– y sobre todo el anterior testimonio, por ser exactamente este género totalmente opuesto a la novela experimental del boom, marcan claramente el corte generacional que algunos consideraron “parricida” (Skármeta 1981; Ruffinelli 1990; Rama 1981 entre otros). Literatura como fuente de saber histórico… 3 Fruto del dinamismo de sistemas culturales, nos recuerda además que la literatura no es sino medio de expresión y comunicación de una sociedad determinada, “una práctica básicamente verbal que pretende producir y transmitir un testimonio relativamente coherente de la vida y las representaciones del hombre en medio de la sociedad y el cosmos” (Lienhard 2000: 788). Ésta es, precisamente, la idea rectora de las reflexiones que siguen. El presente estudio parte de la convicción, compartida con muchos, de que la literatura nunca existe independientemente de la fuerza resultante de las circunstancias en las que se crea. Constituye documento social siempre, hasta en aquellas aspiraciones de anular el referente real (el boom, por ejemplo), y más cuando la cultura del sitio silencia su tendencia natural de expresión (el testimonio). Mi intención es, en realidad, doble. Por una parte, acotando el corpus al campo de la Argentina del Proceso de Reorganización Nacional (197683), quiero proponer una lectura de la narrativa testimonial, a veces hasta hoy marginada por la crítica, como una opción viable para el acercamiento a la verdad histórica5. Me adhiero, en este punto, a lo postulado por René Jara, entre otros, quien sostiene que “la narrativa argentina del proceso así como la chilena del golpe son documentos políticos cuya fuerza imaginaria se pone a revisar las bases del discurso nacional” (Jara 1986: 4)6. Por otra parte, pretendo demostrar que, como tal, puede y debe entrar a formar parte del material de apoyo de la enseñanza de la historia y cultura de Hispanoamérica, además de las clases de la literatura del continente. La comprensión de la historia de los pueblos es mayor habiendo leído sus producciones literarias (Popol-Vuh, la novela de la Revolución mexicana), más aún cuando se trata de pueblos oprimidos. Para ello me centraré en un aspecto del período histórico en cuestión, esto es, en el impacto del régimen dictatorial en el tejido social y su base –la familia–, obviamente ausente en los libros de historia oficial. Todos los estudios dedicados al proceso militar en Argentina ponen acento sobre un desdoblamiento presente en la realidad política y social del país, propio de regímenes totalitarios. Por una parte, fijan su interés 5 “El Proceso de Reorganización Nacional”, al igual que el “Milagro de Chile”, son eufemismos, lemas inofensivos con los cuales los gobiernos represivos encubrían sus prácticas homicidas. Pese a que ya se conocen los cruentos resultados de la implantación de las economías liberales en estos países, muchos son los que creen en la influencia positiva de la “férrea mano” del gobierno de Pinochet o de los generales argentinos sobre la economía de sus respectivos países. Véase, por ejemplo, CONADEP 1984 o Cukiernik 2007 u otros. 6 Dejo al margen la discusión acerca de la veracidad de la obra y subjetividad del autor al ser cuestiones ajenas a este estudio donde sólo se postula la visión de la obra literaria como otra versión, paralela, de la historia. La bibliografía existente acerca de esta problemática es abundante. Remito por ejemplo a Jara y Vidal 1986. 4 Mariola Pietrak en tal construcción del discurso ideológico del gobierno militar que desviaba la atención de la ciudadanía a los avances económicos (tentaciones del “paraíso de prosperidad” y de compras en Miami que se desvanecieron ya a comienzos de los años 1980) y los acontecimientos nacionalistas de fervor patriótico como el Mundial de Fútbol de 1978 o la invasión a las Malvinas (1982). La unión nacional, por lo menos de aquellas partes de la sociedad favorables al régimen, se conseguía también persuadiendo de la existencia de un enemigo interno, “un malestar en el cuerpo social que”, como una zona gangrenada, había que extirpar, “debía ser purgado por la población en general” (Masiello 1987: 12). El eufemístico nombre del “proceso de reorganización”, como se puede apreciar, activaba en la opinión pública la convicción no sólo de la necesidad efectiva de normalizar o “sanear” la situación del país, sino también del deber patriótico de colaborar con el régimen represivo. Otro punto de interés de los estudiosos y de los historiadores de este período son las múltiples resistencias surgidas al momento, prueba inequívoca del desgarramiento al que se vio expuesta la sociedad civil ante esa otra realidad, latente, no hablada, que, sin embargo, de modo constante irrumpía en su vida diaria. Una de las primeras fue la de las Madres de pañuelos blancos que todos los jueves reclamaban en la Plaza de Mayo bonaerense a sus hijos desaparecidos (movimiento surgido en 1977). Son aquellas “locas” –como las tildó el discurso militar– que, con sus cuerpos y su silencio, dan prueba de todos los abusos cometidos contra todo el cuerpo social, contra la sociedad argentina entera: el deterioro del tejido social como consecuencia de la coerción de la sociedad civil (control extremo de la vida pública y privada, el terror, la tortura, etc.), la internalización del miedo, la eliminación de toda oposición –la real y la potencial– mediante el “desaparecimiento”, el asesinato y la invalidación de una cultura política; y, sobre todo, la manipulación de la conciencia colectiva con el consiguiente deterioro de la salud mental nacional lindante con la psicosis nacional. Donde más impacto tuvieron estas políticas abusivas es a nivel individual, secuela a la que hasta hoy en día se enfrenta la producción literaria argentina (trauma y duelo7), y de cuya gravedad son perfectamente conscientes muchos estudiosos, entre ellos, René Jara y Hernán Vidal. Ambos en más de una ocasión insistieron en la necesidad de investigar la época ya que “para generar esos estudios es preciso elaborar totalizaciones críticas de la producción cultural de los períodos implicados, lo cual nos obliga 7 Véase, por ejemplo, Avelar 2000. A diferencia de la precedente “novela del dictador”, construida en torno a la figura del tirano (El señor Presidente, de M. A. Asturias), toda la “novela de la dictadura” se centra en las consecuencias de la situación de la represión y el terror, y se cifra en la destrucción psicológica, social y moral del individuo bajo las dictaduras del Cono Sur. Literatura como fuente de saber histórico… 5 a vencer los tabúes que la represión militar haya podido interiorizar en nuestras mentes” (Jara, Vidal 1987: 10). Hoy ya sabemos que el trauma mayor afectó al más privado de los ámbitos: el de la familia, espacio tradicionalmente considerado como sagrado (Franco 1996). Las protestas de las Madres, en tanto madres y no movimiento político8, así como obras como la de Marta Traba, son erupciones cutáneas de esta violación, choque entre lo difundido por la retórica oficial y los efectos que la misma tuvo sobre la sociedad y el individuo. Si bien este conflicto concierne a las dos protagonistas de la novela Conversación al sur (CS, escrita en 1978, publicada en 1981) de la escritora argentina, parece ser clave en la construcción del personaje de Dolores. Corta y escueta, cuenta la historia de dos mujeres envueltas en las turbulencias políticas del Cono Sur de la década de los 70: Irene, una famosa actriz de mediana edad, refugiada en su casa de verano del terror que le provoca la falta de noticias de su hijo desaparecido, y Dolores, joven exmilitante con terribles experiencias en su haber. El tiempo de la narración abarca lo que dura la conversación: una tarde y parte de la noche, pero en realidad se va mucho más allá para incluir en la trama todas las peripecias de ambas mujeres desde la última vez que se habían visto, así como de sus amigos, algunos de ellos “desaparecidos”. La conversación, este afable diálogo cotidiano, pronto toma cariz de una auto-exploración, sesión psicoterapéutica tortuosa que les va desvelando una compleja red de prácticas represivas de las que ellas también son víctimas. A lo largo del relato, a la joven Dolores se la describe como una muchacha para la cual la fascinación del mundo no existe. En su lugar, el vacío y la falta de identidad presiden su vida de modo que la amenaza, dolor y la muerte, no hagan sino confirmarle y acrecentar la sensación de estar “liquidada” de vida. Así es también como la ve su amiga, Irene: “estabas liquidada antes de que llegaran por vos” (CS 12). La terrible experiencia de la tortura, el aborto, la muerte de su compañero y desaparición de los amigos, desembocan en un estado de inercia cercano a la muerte, que la invalida para vengarse: “olvidar y … vengarme, … imposible porque, para vengarme, no podía olvidar” (CS 133). Resulta hasta estremecedora esa resignación escalofriante que se percibe en toda la actitud de la joven, en todo gesto, toda palabra: Como si le hubieran dado cuerda, Dolores seguía diciendo que se consideraba bien librada porque únicamente le han hecho abortar a patadas en cambio de torturarla. Entonces, ¿eso no era tortura? ¡Pero qué te pasa! Eso es que se les fue la mano, no más, a los hijos de puta. Tortura es otra cosa, no te hagas la distraída. De pronto se puso a clasificar las torturas como si hablara de especies vegetales. … Esas cosas pueden ocurrir, continuaba Dolores, lo importante 8 Para más información acerca del movimiento y de la evolución de madre a integrante del movimiento político, véase Rossi 1989. 6 Mariola Pietrak es sobrevivir y cuando eso te pasa, ya no es lo mismo, ¿viste? Es algo muy raro, algo como si al mismo tiempo te hubieran reventado de por vida y te regalaran la inmortalidad. (CS 45–46) Sin embargo, pronto se hace patente que la principal fuente de la perturbación de Dolores es el conflicto generacional y la contradicción que existe entre su atracción por Irene, Elena y Luisa en comparación con la rabia que siente hacia sus padres. Sentimiento este, que hace extensible a todo el mundo, y en particular, a todo “el detestado y aborrecible capítulo de las madres” (CS 101), se confunde cuando se da cuenta de la diferencia de las relaciones de esas tres “viejas increíbles” con sus hijos y, también, con ella. Por la conversación quedó bastante claro que no sólo entendía a Victoria sino que le simpatizaba … ¿No sería que lo que le fastidiaba era, justamente, que Irene sintiera esa simpatía por Victoria? Porque ahí entraba en juego su encono contra los viejos y además la experiencia requeteprobada de que los viejos no entendían para nada a los jóvenes. Al menos sus viejos … Por eso había que desconfiar cuando se ponían de su parte; algo turbio andaba de por medio, y en primer lugar, claro, los sentimientos. (CS 99) Estas relaciones enconadas se confirman el día que va a casa de sus padres y su madre la acusa de la muerte del padre, de la vergüenza social y de la condena social padecida por el hecho de tener una hija “revolucionaria”: La vieja no paraba de increparla hasta que ella se zafó de sus manos sarmentosas y se le enfrentó gritándole que por qué no le habían avisado … Pero la madre … vociferó sin vacilar que ni siquiera sabía dónde vivía su hija porque no había sido capaz de llevarlos nunca a conocer su nueva casa, se avergonzaba de ellos … pero estaban uno a uno porque ellos también se morían de vergüenza de todo lo ocurrido. Y la prueba era que el padre se murió porque ella… … El peso del odio era tan inhumano y doloroso que temió no poder soportarlo. Le estallaría el corazón lo mismo que al viejo. (CS 153) Si la falta de la solidaridad sustentada en el cariño y comprensión en el hogar de Dolores, o, en otros casos, los sentimientos posesivos de otros padres hacia sus hijos (la madre de Andrés), la exigencia de obediencia ciega (el padre de Victoria), sugieren el poder coercitivo de la familia sobre el individuo, la vergüenza que sienten sus padres por la actividad revolucionaria de la muchacha, ponen de manifiesto el derrumbamiento de dicha institución9. Es un dato que nos permite ver la dimensión del conflicto 9 En el capítulo 2, punto C. del informe de CONADEP, Nunca más, podemos leer lo siguiente: “Tener en la familia un presunto subversivo fue motivo más que suficiente para recibir un castigo grupal o individual; llevar a cabo un gesto de solidaridad, por mínimo que fuera, fue causa de tortura, sufrimientos y aun de desaparición”. Literatura como fuente de saber histórico… 7 generacional en tanto que éstos, al sentirse amenazados con motivación real y creada por la manipulación estatal, renuncian a la solidaridad con su propia hija convirtiéndose así en cómplices de un sistema que la ha destruido. Más obvio aún resulta en el caso de Victoria, entregada por su propio padre en las manos de los policías secretos. En su artículo “Los cuerpos del Proceso: Una lectura de la narrativa escrita por mujeres durante las dictaduras del Cono Sur (1973-1985)”, Zulema Moret señala que “es necesario detectar el poder no de la burguesía en general, sino de sus agentes reales: la familia, los pedagogos”. Éstas son las que constituyen “el juego de fuerzas desplegadas en el colectivo social. Es éste –y recordemos a Foucault– un poder polimorfo” (Moret 2001: 223). Durante las dictaduras, el concepto de “familia” cobró una renovada significación. Desde el gobierno se intentó imbuir entonces la convicción de que los peligros de la disgregación y la subversión, que el pueblo argentino “acababa de sortear”, “provenían de la politización, y la politización excesiva de esa sociedad provenía de haber descuidado el reducto que garantizaba el orden” (Feijoó, Gogna 1985: 45). El acento sobre la familia evidentemente hace referencia al papel fundamental que representaba (y representa) para la formación del individuo como ciudadano y para el control estatal del mismo, a su función de reforzar los valores estatales y abortar toda subversión o disidencia externa a estos valores. En este mismo sentido, en un trabajo conjunto apoyado en el análisis de una serie de discursos del aparato chileno, Olga Grau, Riet Delsing, Eugenia Brito, Alejandra Farías comprueban cómo la propaganda dictatorial operó generalmente con la noción de Patria estableciendo una comparación y equiparación con la noción de familia. A través de diferentes estudios, llegan a concluir que: La familia deviene metáfora de las expectativas de reordenamiento social, de estabilidad colectiva, de lazos que se suponen están más allá de las diferencias que racional y conscientemente se pueden reconocer. Se quiere fundar la Patria sobre un pretendido terreno de unidad básica. (Grau et al. 1997: 99) Por consiguiente, el “pretendido” rol de la mujer, a quien se interpela como madre y esposa, sería constituirse en custodio del orden familiar quedando subsumido el amor maternal a su responsabilidad patriótica, así como el hogar al Pueblo. En el caso de Dolores, como se ha podido ver, este poder de la familia resulta más que evidente. Al espejo de las palabras de Irene, descubre la opinión tan negativa que tiene de sí misma, pero también que ésta es el fruto del ambiente familiar en el que siempre estuvo ausente el calor humano y presente la derrota. 8 Mariola Pietrak Quisiera convencerte –le dice Irene– de que existía la fascinación del mundo hasta hace relativamente poco, hasta que todo se volvió amenaza, dolor y muerte. … A lo mejor vos ni siquiera lo imaginaste porque tu resignación te viene de los viejos que desde que nacieron ya estaban dispuestos a morirse y tomaban las precauciones del caso para que no los sorprendieran fuera de base. No conozco a tus viejos, pero me los imagino viéndote a vos. … Y me dan ganas de abrazarte de pensar que con todo y eso saliste poeta, que fuiste capaz de inventar palabras …. Me gustaría decirte estas cosas más íntimas, pero tantos años de educación cívica también me han castrado… (CS 53) Sus reflexiones, diálogos imaginarios, palabras cruzadas con Irene, terminan por revelarle los arcanos de esa política anti-identitaria y castradora a la que la han sometido desde niña. El esfuerzo por entender, la aceptación y el respeto que siente por parte de esa mujer que “podría ser su madre” (CS 95), el reconocimiento de la injusticia del sufrimiento en su haber, le abre el paso a la reconciliación con el mundo. Hablarle a Irene es hablarle al mundo. El inicial des-diálogo se hace posible, cumpliendo así con las expectativas del título. Durante años se había negado a pensar en Enrique o en el bebé … que le hicieron abortar a puntapiés. Pero hoy había pensado en ellos y había hablado francamente de Enrique, con un dolor claro, preciso, que le resultó casi bienhechor. Sólo la intensidad de su compañía podía obrar tal milagro. No le había dicho frases concretas, pero le fue traspasando la idea, que ahora veía inocultable, … que la ciega y sorda salvación posterior a la que se agarraba con todas sus fuerzas carecía de dimensiones si pretendía ignorar aquellos sufrimientos inenarrables. (CS 96) “No me angustia ni el ser ni la nada ni Dios ni la ausencia de Dios, sólo la sociedad: pues ella, y sólo ella, me ha infligido el desequilibrio existencial al que intento oponer un porte erguido. Ella y sólo ella me ha robado la confianza del mundo”, confesaba Améry tras la experiencia de Auschwitz (2001: 192–193). Con estas palabras llenaba el vacío que al momento creaba en los libros de Historia oficial el capítulo de la Segunda Guerra Mundial; abría la discusión, hasta hoy inconclusa, sobre el aspecto moral de la relación víctima–sociedad (los espectadores). Sin afán de comparación, Conversación al Sur también pone en tela de juicio el régimen autoritario y sus efectos destructivos sobre el núcleo familiar y el individuo. Aun partiendo de otras experiencias, muestra a sus personajes en continua aspiración a restablecer la confianza en el mundo y la solidaridad con él para salir de ese limbo “peor que el infierno” donde se anula hasta la identidad. Literatura como fuente de saber histórico… 9 Bibliografía Améry, Jean 2001: Más allá de la culpa y la expiación. Tentativas de superación de una víctima de la violencia. Valencia: Pre-Textos. Avelar, Idelber 2000: Alegorías de la derrota: La ficción postdictatorial y el trabajo del duelo. Santiago de Chile: Cuarto Propio. CONADEP 1984: Nunca más. Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires. En: http://www.desaparecidos.org/nuncamas/web/investig/articulo/nuncamas/ nmas0001.htm FE 04/2011. 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Jan Mlčoch OSTRAVSKÁ UNIVERZITA V OSTRAVĚ Algunas consideraciones acerca de la música en Cuba y su influencia en la obra de Alejo Carpentier No creo que en el mundo haya otro país que tenga tanta historia musical y que, asimismo, haya influido de una manera tan significativa en la historia de la música moderna mundial como Cuba. Pues, ¿quién no conoce bailes cubanos como el chachachá, el son o el mambo? O, sobre todo, la reina de las expresiones musicales de Cuba, la rumba. En efecto, “Cuba con todas las Antillas es, además, la fuente del verdadero folclore y el folclore muy vivo”, como afirma Monika Przystalska (2003: 149). En general, podemos decir que el término “música cubana” ha tardado bastante en originarse o, mejor dicho, que a los musicólogos y a los mismos cubanos les ha costado mucho ponerse de acuerdo sobre lo que expresa dicho término. Hoy en día, no parece haber discusión alguna sobre este asunto y, por ello, podemos proceder al análisis de la constitución de la música cubana. En cuanto a los orígenes de la música cubana se distinguen claramente dos fuentes: la rama hispánica y la rama africana (León 1964 s.p.). Sin embargo, vale la pena detenernos un poco en los debates que hubo acerca del papel de los indios caribes en la creación de la música nacional cubana. A finales del siglo XIX, al surgir el movimiento nacionalista en Cuba, se produjo una división de la sociedad en lo que se refiere al papel de los indios como un constituyente de la nación cubana. Los intelectuales de la época se dividieron en dos grupos y esta división parece perdurar hasta muy entrado el siglo XX. Así, mientras que para algunos lo nacional era lo afrocubano, para otros lo era lo precolombino. El primer grupo lo representaban los “minoristas”, un movimiento intelectual vanguardista cubano, que junto con la Revista de Avance, fundada en 1927, impulsaron el desarrollo de la literatura del tema negrista y, en general, abrieron paso a los movimientos vanguardistas (Franco 1990: 229). Aquí cabe hacer una breve mención al tema del “negro”, que, al principio, interesó más a los vanguardistas europeos por su vitalidad y espontaneidad que a los propios cubanos (Girgado 1990: 26). La cultura del negro había sido algo soterrada y hasta los años veinte fue desconocida por la mayor parte de los intelectuales. Los cultos de santería, PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 12 Jan Mlčoch por medio de los cuales se habían transmitido de generación en generación el folklore de África e incluso lenguas como el yoruba, quedaban fuera del alcance de los cubanos blancos hasta que los trabajos del antropólogo Fernando Otriz y de la folklorista Lydia Cabrera las pusieron en evidencia. (Franco 1990: 229–230) Por otro lado, el líder espiritual del otro bando fue Sánchez de Fuentes, compositor y defensor de las raíces indias de la música cubana. Este manejaba el Diario de la Marina, un periódico muy influyente donde publicaba sus críticas y opiniones (Rubio Navarro 1998: 39). Parece cierto que la polémica se zanjó con el descubrimiento fortuito de Alejo Carpentier, en 1945, cuando éste, todavía musicólogo, demostró que, con la ayuda de la melodía popular Areíto de Anacaona, la música indígena no se conservaba. Junto a la polémica que podemos denominar “lo indio” contra “lo negro”, se desató otra, mucho más fuerte y no tan clara. Se trata de lo que hoy puede parecer evidente y que ya hemos mencionado: el debate sobre las raíces africanas de la cultura cubana. A lo afrocubano se opuso lo guajiro, es decir, lo que fue un ejemplo de la música blanca y más noble. Según Argeliers León podemos suponer que “ya en el siglo XVIII existía un canto del campesino suficientemente diferenciado, y suficientemente característico como para que algunos cronistas hablaran del mismo” (León 1964 s.p.). De todos modos, la guajira, de origen andaluz, con sus versos bucólicos y su preferencia por los ritmos bailables, no parece satisfacer a Alejo Carpentier, ya que en su estudio La Música en Cuba afirma que el guajiro cubano no es músico, sino que es poeta y que, por lo tanto, su aporte a la constitución de la música cubana no es tan significativo (Carpentier 1987: 454). En cuanto a las formas blancas, la guajira, muchas veces denominada el punto, no es la única, aunque sí la más antigua. Después de la rebelión de los esclavos en Haití (uno de los temas preferidos de Alejo Carpentier) y, en consecuencia, después de la abolición de la esclavitud, aprobada el año 1793, se produjo una gran fuga de los colonos haitianos hacia Cuba, en concreto a la ciudad de Santiago de Cuba. Esta corriente de inmigración tuvo dos secuelas. La primera de ellas se produjo cuando los colonos llevaron a la Isla sus ritmos como la gavota, el passepied y la contradanza francesa. Esta última dio origen a la famosa contradanza cubana, de la cual hoy conocemos varios tipos: la clave, la criolla, la danza, la habanera, y el danzón, por dar algunos ejemplos. Esta fue, sin duda, la mayor aportación a la constitución de la música blanca. La segunda fue que con los colonos llegaron también los esclavos, que aportaron a la música cubana el cinquillo, un elemento rítmico muy importante para la posterior música cubana y que podemos incluir entre las consecuencias de la inmigración procedente de Haití. Algunas consideraciones acerca de la música en Cuba… 13 Sin embargo, la presencia negra en la isla se inició mucho tiempo antes de la rebelión de Haití. Ya a partir de 1513 los barcos españoles empezaron a llevar al Caribe a los esclavos negros. La población negra en Cuba iba aumentando de tal manera que en unos cien años el número de africanos, en su mayoría apresados en la zona de Níger, se multiplicó. Al crecer la población africana en Cuba apareció también la necesidad de los negros de agruparse. Así, se les permitió fundar los llamados cabildos, asociaciones en las que se reunían los ciudadanos de origen africano desde finales del siglo XVII. Primero, hay que dejar constar, que los africanos en Cuba siempre se asociaban según su origen, por lo que surgieron cabildos yorubas, dahomeyos, carabalís o lucumís, por ejemplo. Además, otro papel fundamental de los cabildos era prestar ayuda y protección a los esclavos que se encontraban en apuros y, por fin, el cabildo fue el lugar donde las tradiciones negras se conservaban y adquirían un nuevo toque isleño. En cuanto a la música, como afirma Gabriel María Rubio Navarro, “se podría decir de ellos que cumplieron un papel de auténticos conservatorios de las artes musicales africanas” (1998: 37). Asimismo, “la conformación de cabildos reforzó la idea de etnia y además facilitó las reuniones clandestinas como los abakuás” (Mazeau de Fonseca 2007: 47). Es interesante hacer constar aquí que las autoridades francesas optaron por una actitud diferente. Todas las ceremonias no católicas fueron prohibidas, al igual que cualquier presencia del elemento cultural negro. Este tipo de prohibiciones, del mismo modo, fueron las que propiciaron, precisamente en los cabildos, esta vez haitianos, un sincretismo religioso, entre las tradiciones africanas y las cristianas, que desembocó en el nacimiento del vudú a partir de la santería. Al mismo tiempo, insistimos, a diferencia de los españoles, mezclaban a los esclavos del mismo origen muy minuciosamente con los de distinta procedencia para impedirles la comunicación (Mazeau de Fonseca 2007: 47). Por tanto, la presencia del elemento negro fue cada vez mayor. Ya en el siglo XIX los ritmos negros estuvieron presentes en la mayoría de las fiestas religiosas y nacionales, incluso aparecieron en las óperas. Volviendo a las polémicas que hemos mencionado antes, podemos decir que al comienzo del siglo XX la cultura cubana fue parcialmente configurada. Alejo Carpentier afirma al respecto: Dos culturas musicales –la una heredada del occidente cristiano y de la tradición morisca; la otra elemental, construida en función de ritmos y percusiones considerados como valores en sí– se encontraban en esta encrucijada de rutas marítimas que era Cuba. (Carpentier 1987: 250) Como síntesis de lo que acabamos de exponer, podemos mencionar aquí también una cita de Pedro de la Hoz: “Se trataba esta vez 14 Jan Mlčoch de la presencia de una identidad definitivamente cuajada en la isla que comenzaba a circular con vida propia por los escenarios del mundo…” (de la Hoz: 78). Para complementar nuestra imagen sobre lo que significaba la polémica sobre las raíces africanas para la élite cultural cubana podemos mencionar algunos hechos históricos que nos ayudarán a comprender la curiosa situación que estaba viviendo la isla a principios del siglo XX. No cabe duda de que después de la liberación de Cuba, toda la isla (pero, sobre todo, La Habana) se convirtió en un lugar de escapada para la burguesía norteamericana, al mismo tiempo que surgía la propia clase media cubana, suficientemente adinerada como para poder permitirse cierto lujo de eventos y acontecimientos culturales. En fin, la vida cultural de la capital isleña era ya bastante rica. Rica en tales proporciones que La Habana, una ciudad de varios miles de habitantes, se pudo permitir incluso dos orquestas sinfónicas, cuya existencia polarizó aún más las polémicas acerca de la música cubana: mientras unos consideraban las raíces africanas como una riqueza, otros se avergonzaban de ellas (Cf. Franco 1990: 229–230). A la Orquesta Sinfónica, fundada en 1922, se sumó la Orquesta Filharmónica que se dedicaría a estrenar obras de compositores jóvenes pertenecientes al grupo minorista (Rubio Navarro 1998: 41). Fue precisamente esta última, la Filharmónica, con la que luego colaboraría Alejo Carpentier al escribir textos para óperas y ballets de Amadeo Roldán, el violín concertino de este conjunto musical. De su cooperación mutua nacieron obras como los ballets La rebambaramba y El milagro de Anaquillé. Cabe destacar que Amadeo Roldán fue el primero en crear una notación de los ritmos típicos cubanos con todos los efectos posibles. Otro personaje de suma importancia fue Alejandro García Caturla, que musicó muchos poemas de Carpentier y compuso Manita en el suelo sobre su texto. Ahora bien, después de pintar brevemente el ambiente de la isla de la libertad al comienzo del siglo, dediquemos un pequeño espacio a la proyección de esta transculturación negrista en la obra del afrocubanista entusiasmado que fue en aquel entonces Alejo Carpentier. Ya hemos mencionado su trabajo de libretista de ballets, arte que hemos de recordar que como una de las mejores posibilidades para expresar la esencia de lo que es “ser cubano”. Así, según su razonamiento: … el ballet y el drama o comedia musical de asunto criollo o afrocubano nos abren una cantera riquísima de temas por explotar. Todo, en nuestro ambiente, puede transcribirse en gestos, cantos, coros o ritmos. (citado por: Rubio Navarro 1998: 50) Algunas consideraciones acerca de la música en Cuba… 15 Trataremos ahora, brevemente, de rastrear las presencias negras en las novelas de Alejo Carpentier. Para dicho análisis, tomaremos como ejemplo dos novelas breves de nuestro escritor, El reino de este mundo y Concierto barroco. El reino de este mundo es, en esencia, la novela del negro, la novela en la que la temática negrista está en un primer plano, junto a otros conceptos como el neobarroquismo, la vanguardia o el existencialismo, por ejemplo; eso sí, siempre vistos desde una mirada cosmopolita (Camacho Delgado 2006: 53). No creemos que valga la pena aquí contar toda la historia de esta compleja novela, antes bien, detengámonos en los elementos musicales que tengan algo que ver con el mundo afrocubano. Toda la novela está salpicada de elementos negros, desde la música hasta la lengua. En este sentido, es precisamente la primera la que juega un papel de ambientación de suma importancia. Podemos, para hacer la problemática más clara, distinguir en dos vertientes la música que aparece en nuestra novela: la música blanca y la música negra. La primera ocupa la mayor parte del espacio dedicado a este arte como tal, ya que podemos encontrar tales alusiones como la inauguración del teatro de drama y ópera en la calle Vandreuil, la mención de un músico alsaciano que huye a Santiago de Cuba con su clavicordio cuando estalla la rebelión. Ya hemos mencionado el cambio de la vida social que se produjo en Cuba nada más llegar los antiguos colonos franceses, con quienes aparecen profesores de canto y música, los cafés-concert, el teatro (donde, al final de cada representación, los refugiados franceses cantan a coro La Marsellesa y El himno de San Luis), o la mención del anciano gritón, seco y renegrido al que llamaban don Salas que representa al primer compositor cubano. Por otro lado, la música negra ocupa un menor espacio en esta vida social, sí, pero con mayor intensidad e importancia. Aparecen las escenas de danzas religiosas, con estrofas en créole, tambores, otros instrumentos de percusión, caracoles, etc. Todo en Carpentier es o una ambientación o un símbolo y en la mayoría de los casos las dos cosas a la vez. El tambor aquí, como dice Lenormand Mezy: “podía significar, en ciertos casos, algo más que una piel de chivo tensa sobre un tronco ahuecado” (Carpentier 1978: 100). El tambor aquí es un símbolo. Es utilizado no solamente durante las ceremonias negras sino también como señal del comienzo de la rebelión. (Nótese la transformación de los tambores de palillos a los tambores a mano que corresponde a la trasformación del tambor europeo al africano, cuando estalló la sublevación de la guardia de Christophe). El tambor es para Carpentier el símbolo del poder negro, de una fuerza de la cultura que, desarraigada de sus orígenes, y condenada a convivir con otra a la cual consideraba opresora, lograba cambiar el rumbo de la historia en El Caribe. 16 Jan Mlčoch El otro ejemplo, Concierto barroco, no presenta la misma temática que la novela anterior. Se trata de un pequeño juego musical. Hay numerosas teorías según las cuales Carpentier sigue la estructura de una fuga o de un concerto grosso para construir la novela, pero a nosotros nos interesa “lo negro” dentro de ella. Como en todo el arte barroco, también en esta obra podemos encontrar el contraste. Ahora bien, aunque el contraste se encuentra entre América, protagonizada por el Amo –mestizo–, y Filomeno –negro–, y Europa, representada sobre todo por los compositores Händel, Vivaldi y Scarlatti, el negro al mismo tiempo es un contrasujeto del Amo. El elemento negro en la obra se ve totalmente encarnado en la figura de Filomeno. Es un símbolo de la vivencia, actitud viva, positiva, activa, precisamente en el momento en el que el negro: Había corrido a las cocinas, trayendo una batería de calderos de cobre de todos los tamaños a los que empezó a golpear con cucharas, espumaderas, batidoras, rollos de amasar, tizones, palos de plumeros, con tales ocurrencias de ritmos, de síncopas, de acentos encontrados, que, por espacio de treinta y dos compases lo dejaron solo para que improvisara. –«¡Magnífico! ¡Magnífico!» –gritaba Jorge Federico. –«¡Magnífico! ¡Magnífico!» –gritaba Doménico. (Carpentier 1974: 43–44) Es aquí donde a los grandes improvisadores de la época se les une nuestro protagonista, que les deja atónitos con su magnífico tratamiento del ritmo. Esta exaltación de la música negra, caribeña, americana, se ve aún más realzada con la presencia de Louis Armstrong que contrasta con el féretro de Wagner o la lápida de Stravinsky, como si la música americana del comienzo del siglo XX superara a la europea de la misma época. Como dice Carlos Paz Barahona, “encontramos aquí una declarada reivindicación de los valores de la música popular americana” (Paz Barahona 2005: 76). Está claro que los dos ejemplos no pueden abarcar todo el trabajo “negrista” de Alejo Carpentier, pero sí ilustran de una forma suficiente la importancia que representaba este tema en su obra. Tanto en las obras tempranas (El reino de este mundo) como en las obras tardías (Concierto barroco) podemos encontrar alusiones a este mundo complejo de la temática negra. Para Carpentier, lo negro, lo afrocubano y, en consecuencia, lo americano, siempre superaba a la cultura del Viejo Continente, lo que podemos ver no sólo en los fragmentos arriba citados, sino también en otras obras; baste citar Los pasos perdidos, donde esta diferencia se puede divisar con mayor claridad. Algunas consideraciones acerca de la música en Cuba… 17 Bibliografía Camacho Delgado, José Manuel 2006: Comentarios filológicos sobre el realismo mágico. Madrid: Arco Libros. Carpentier, Alejo 1974: Concierto barroco. México: Siglo XXI editores. Carpentier, Alejo 1978: El reino de este mundo. Barcelona: EDHASA. Carpentier, Alejo 1987: Obras Completas, La música en Cuba. México: Siglo XXI editores. Franco, Jean 1990: Historia de la literatura hispanoamericana. Barcelona: Ariel. Girgado, Luis Alonso 1990: Antología de la poesía hispanoamericana del siglo XX. Madrid: Alhambra Logman. 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Weronika Urbanik-Pęk UNIWERSYTET JAGIELLOŃSKI W KRAKOWIE Made in Galiza – ¿el libro solo para gallegos? De la necesidad de traducir un texto surge la necesidad de tomar ciertas decisiones. Y es aquí donde reside la responsabilidad del traductor. Edmond Cary Introducción El objeto de investigación del presente artículo constituye un libro de Séchu Sende, un escritor gallego, activista social y cultural, dinamizador sociolingüístico, titulado Made in Galiza. Este libro, un conjunto de relatos cortos recibió, en el año 2007, el Premio Anxel Casal por el mejor libro del año, concedido por la Asociación de Editores Gallegos. El lenguaje que utiliza el autor es directo, simple, a menudo divertido. Una de las motivaciones que le impulsó a escribir este libro fue la renovación y la procura de un nuevo estilo literario, fácil, entendible, sin artificios, como decía Álvaro Cunqueiro: como comer pan. Séchu Sende quería escribir un libro rebelde, creativo, sin quejas pero constructivo. Un libro sobre comunicación humana, que sale más allá del conflicto lingüístico tan chocante en esta región de España. De una manera muy original y especial Sende describe el proceso histórico de colonización lingüística, pero también de colonización cultural y económica española en Galicia. La psicología social forma un foco de atención del lector que observa las actitudes, los sentidos y las motivaciones de una persona que vive una situación difícil, una situación de violencia sobre su lengua. El amor, el desamor, la naturaleza son temas que destacan pero en su fondo siempre arraiga el tema crucial del libro, la identidad colectiva, un tema universal que se materializa en miles de lugares en el mundo donde se dan situaciones del imperialismo o del colonialismo. El objetivo de esta reflexión es presentar algunos problemas que pueden surgir a lo largo del proceso de traducción. La diglosia, la hipercorrección, los juegos de palabras y la coexistencia de dos culturas que se entrelazan en un mismo territorio son solo algunas dificultades con las que el traductor tiene que enfrentarse. Fijándome en algunos cuentos o solo en sus fragmentos, me gustaría analizar como traducir al idioma de destino unas relaciones tan complicadas, de una manera muy eficaz y pragmática para el lector pero a la vez coherente con el texto original. PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 20 Weronika Urbanik-Pęk El gallego y la situación sociolingüística en Galicia El gallego es una de las cuatro lenguas oficiales en el territorio de Reino de España. Siendo una lengua estandarizada, con el proceso de legislación terminado, constituye un elemento fundamental de la identidad cultural, un crisol cultural de una región concreta. Es también un nexo imprescindible y con mayor importancia en la formación de una comunidad coherente y unificada. Desgraciadamente, en Galicia la lengua no forma el código que une a los habitantes. En varias situaciones comunicativas, en las que los gallegos pueden elegir una lengua de contacto, optan por el castellano, considerándolo como un idioma prestigioso. Así pues, se produce el fenómeno de diglosia, que tiene su origen en las estipulaciones sociales e históricas en Galicia. A pesar de que desde el año 1978 el gallego, de acuerdo con la Constitución española, está considerado una de las lenguas oficiales, sigue padeciendo los efectos de la leyenda negra, es decir, de su posición desprestigiada durante siglos. Con el paso de tiempo se intentaba aniquilar la lengua gallega humillando no solo el idioma sino también a sus hablantes. Por distintos acontecimientos históricos y políticos, las posiciones elevadas de dignidad fueron ocupadas por los hispanohablantes (Mariño Paz 2008). Así pues, teniendo una posición privilegiada podían imponer la lengua a los gallegos. De ahí que se formara la convicción de que el gallego es peor, que es la lengua de la gente pobre, tosca, sin luces. Actualmente, lo que dificulta la situación es la distinta actitud de los gallegos en cuanto a su idioma. Algunos manifiestan la superioridad del castellano y lo usan en situaciones formales, otros proclaman que el gallego es el determinante de la identidad de gente de Galicia y la única lengua propia de esta región. Según los datos del Instituto Galego de Estatística del año 2010, la Comunidad Autónoma de Galicia tiene alrededor de 2 800 000 habitantes entre los cuales solo el 30% declara que siempre habla gallego1. En la tabla (p. 21), podemos observar que son los mayores quienes usan el gallego más frecuente. Desgraciadamente, los niños y los adolescentes que forman el futuro del mundo usan más la lengua castellana, así les educan los padres considerando que hablando español pueden lograr más. De esta situación habla Séchu Sende en uno de los cuentos del libro Made in Galiza, titulado Falar. La narradora de este relato es una niña pequeña que no entiende porque los padres hablan con los abuelos en una lengua y con ella en otra, en castellano. Observando los datos de las investigaciones y también las situaciones de la vida cotidiana en Galicia, podemos clasificar el gallego como una lengua en peligro de extinción. 1 Instituto Galego de Estatística (www.ige.eu). Made in Galiza – ¿el libro solo para gallegos? 21 Personas según la lengua que hablan normalmente. Datos por edad. Elaboración propia a base de datos del año 2008 de Instituto Galego de Estatística 22 Weronika Urbanik-Pęk Made in Galiza – dificultades a la hora de traducir El tema esencial del libro lo constituye la comunicación humana, que sale más allá del conflicto lingüístico tan chocante en esta región de España. No obstante, no sólo la problemática de la obra, sino también el estilo propio del autor que explora las tensiones entre las dos lenguas cooficiales, producen cierta polémica a la hora de traducir. Algunos fragmentos o cuentos enteros forman un desafío significante para el traductor. En este artículo me gustaría fijarme en algunos cuentos o solo en sus fragmentos que provocan más problemas. Antes de pasar a la presentación más detallada de las partes elegidas, querría acercar las dificultades generales que encuentra el traductor, clasificándolas por niveles: 1. Contexto extralingüístico que hay que trasmitir. Es uno de los problemas principales y a la vez más importantes. Con estas cuestiones el traductor tiene que oponerse en el cuento Falar, ya mencionado antes, donde además de aplicar el habla de los niños tiene que traspasar la información de que los padres enseñan la vida a sus hijos en castellano pero entre sí y con los abuelos hablan en gallego. En los relatos Estou contigo y Ladrón de palabras el intérprete tropieza con el problema sociolingüístico. Séchu Sende mezcla dos idiomas cooficiales optando, evidentemente, por el gallego. 2.Las diferencias interiores de la lengua localizadas en Um lugar sem palavras. Aquí el traductor detecta la normativa de máximos ortográficos en la que está escrito este cuento. En la lengua gallega, aparte de la normativa propuesta por la Real Academia Galega e Instituto da Lingua Galega, existen dos normativas dentro de la corriente reintegracionista, que al lado de la corriente isolacionista con la normativa oficial, no son oficiales: de máximos ortográficos y de mínimos ortográficos2. Entonces, la dificultad que aparece a la hora de traducir se refiere a la elección de la variedad de la lengua de destino más conveniente. 3.En el nivel fonético encontramos las cuestiones relacionadas con la transliteración de nombres propios, algunos exotismos, particularidades individuales del habla muy presentes en Estudio sociolingüístico sobre a mocidade baixo os efectos das drogas, donde cada persona usa su idiolecto hablando solo en castellano, solo en gallego, en castrapo (que es una variante popular del castellano hablada en la comunidad autónoma de Galicia, caracterizada por el uso de vocabulario y de expresiones tomadas del idioma gallego que no existen en castellano (Porto Dapena 2001) o en otras variedades del idioma. 2 Normativa de mínimos e máximos ortográficos (membres.multimania.fr). Made in Galiza – ¿el libro solo para gallegos? 23 4.En cuanto al léxico detectamos muchas palabras de significado múltiple como cosa, aquel. También hay juegos de palabras. Más problemático es el relato Uf, donde a través de la frase Quero… te el protagonista expresa no solo el deseo de beber una infusión sino también su amor. Hay también términos propios de la lengua castellana y la cultura hispana, como botellón o calimocho, donde muchos traductores sugieren hacer la transliteración con un pequeño comentario. Aparecen frases hechas que requieren el uso de sus equivalentes en la lengua de destino porque la traducción literal sería irracional. Sin embargo, el más difícil es el juego del gallego con el castellano. Este fenómeno de coexistencia de dos idiomas en un mismo territorio es casi intraducible a las lenguas y a las culturas donde no existe situación de diglosia. 5.El estilo que usa el autor también exige un pequeño comentario. Como aludí al principio, Séchu Sende quería escribir un libro rebelde, creativo, sin quejas pero constructivo. El lenguaje que utiliza el autor es directo, simple, a menudo divertido. Aquí, la dificultad consiste en la selección de una forma adecuada que permita expresar no solo lo que dicen directamente las palabras, sino también lo que está en el fondo, detrás. El libro, el objeto de mi interés, ya tiene varias traducciones. Fue traducido a la lengua curda, turca, algunos cuentos al ruso, al checo, al inglés, al croata, al galés. Actualmente está siendo traducida al euskera y al catalán. Hay que subrayar que algunas de estas traducciones provocan más problemas que otras, dado que la situación que vive cada lengua es distinta. Evidentemente, no era muy difícil traducir Made in Galiza a la lengua curda, me refiero a los problemas de traducir el conflicto lingüístico, la coexistencia de dos idiomas en un mismo territorio, ya que en la región de Kurdistán la lengua curda convive con la turca, considerada como la lengua superior. Traducir estos fenómenos al euskera, al catalán o al asturiano tampoco provocaría mucha polémica, ya que la situación es parecida. Sin embargo, esta situación no siempre queda clara en los países o en las regiones donde una lengua no está obligada a luchar por sus derechos. Por eso, traducir algunos relatos al polaco, al ruso o al checo requiere otras soluciones, más rebuscadas, pero entendibles en la lengua de destino y coherentes con el texto original. Fragmentos elegidos más problemáticos El cuento titulado Na oficina de obxectos perdidos tiene forma de una conversación telefónica. Un hombre llama a la oficina de objetos perdidos y pregunta por su lengua, que había perdido antes. El señor que llama habla en castellano y la secretaria en gallego. A lo largo del cuento 24 Weronika Urbanik-Pęk el hombre, poco a poco, cambia su idioma, del español a gallego, recuperando la lengua. El problema con el que tiene que enfrontarse el traductor es sobre todo: ¿Cómo traducir la relación entre dos lenguas: gallego y castellano? Hay varias posibilidades, pero cuál de ellas sería más conveniente y más apropiada en esta traducción. Se puede traducir el castellano, como la lengua superior, al polaco normativo, estándar y el gallego a una de las jergas. No obstante, la elección de cualquiera jerga en nuestra realidad tenía ciertas connotaciones. Para evitarlas, sería más justo y más conveniente mezclar varios rasgos de distintos dialectos y así evitaríamos la atribución del habla a una cierta región. La traductora del libro al ruso proponía traducir esta diglosia aplicando dos idiomas: el ruso y el bielorruso, aunque al final rechazó esta posibilidad y optó por el ruso normativo y un dialecto dominante en este país. Decidiéndose a usar dos lenguas corremos el riesgo de que una variedad pueda quedar inentendible. Algunos traductores más conservadores, que en sus traducciones aplican métodos tradicionalistas, sugieren escribir una corta nota informativa que explique la situación sociolingüística en un cierto lugar y luego, traducir las dos variedades como una lengua, por ejemplo el polaco normativo enriquecido de más o menos elementos caracterizadores para uno u otro hablante. No obstante, esta opción disminuye el valor sociolingüístico del texto, perdemos el contexto extralingüístico traduciendo solo el idioma. En el relato Madrith el autor describe el proceso fonético que destruye el castellano estándar. La gente, hablando deprisa, negligente, pronuncia mal, pierde algunas sílabas. Este fenómeno en la traducción no exigiría mucho esfuerzo: el traductor tendría que fijarse en una variedad de lengua, típica de una región y luego modificarla un poco, cambiando solo la fonética de ciertas palabras. Más dilemas provoca el juego de palabras en el cuento Uf. Un chico enamorado de la camarera de una cafetería, iba siempre allí y pedía distintas infusiones diciendo: Quero… macela, Quero… tila, Quero… menta y al final Quero… te. Esta última frase expresaba no solamente su deseo de beber una infusión, sino también su amor hacia la camarera. Este juego de palabras parece ser prácticamente intraducible. Parece que la única posibilidad es añadir una corta explicación o ampliar el cuento para evitar las anotaciones. Aquí el traductor pierde el valor lingüístico, ya que la construcción gramatical no deja traducir esta oración a otras lenguas de una manera similar, con dos significados. La traductora al ruso cambió las bebidas que pide el chico para mantener el juego de palabras. Su idea parece muy buena, dado que de este modo conserva la idea del autor que quería expresar el amor de una manera poco convencional. En el cuento traducido al ruso, el chico pide al final una cerveza que susurrando y hablando Made in Galiza – ¿el libro solo para gallegos? 25 muy ligeramente suena como si dijera que quiere estar con usted, con la camarera3. Así pues, lo que parece intraducible también encuentra ciertas soluciones. El cuento Um lugar sem palabras está escrito en la normativa del gallego, no oficial, pero presente: la normativa de máximos ortográficos elaborada por la Comissom Lingüística da Associaçom Galega da Língua. Esta normativa usa las letras básicamente comunes a la tradición gallego-portuguesa antigua y el portugués moderno. Traduciendo este texto, el traductor tiene que fijarse en esta variación de lengua y no traducirla como polaco normativo, común. Como el polaco no tiene estas variedades interiores de la lengua, el intérprete debería exponer este fenómeno a través de la hipercorrección presentada a través de la fonética, subrayando algunos morfemas y sílabas. Para poner énfasis sobre algunas partes sería aconsejable escribir los fragmentos escritos en la normativa de máximos ortográficos en mayúsculas. Es otra de las opciones que tiene el traductor. Conclusión Concluyendo, querría notar que todas las soluciones que he propuesto antes son solo algunas posibilidades, más o menos eficaces, un poco satisfactorias pero también un poco perdedoras. Entonces, los traductores de literatura minoritaria tienen que buscar nuevos remedios y salir fuera de los límites de la traducción para trasmitir a otra cultura y a otra lengua no solo la obra, sino también el patrimonio de la cultura lingüística del país que vive la situación del conflicto lingüístico. Actualmente, en la época de globalización, estas pequeñas culturas que viven en la sombra de otras superiores intentan marcar su disimilitud, quieren ser visibles para no desaparecer. Para que puedan sobrevivir hay que ayudarlas, hay que presentarlas en otros lugares. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo traducir la situación de diglosia en la lengua, en el país donde este fenómeno no existe? El presente artículo quiero terminarlo subrayando la importancia y excepcionalidad de cada lengua en el mundo. Voy hacerlo a través de las palabras de Séchu Sende, autor de Made in Galiza, expuestas en una conferencia en Kurdistán y Estambul, después de la edición del libro en la lengua curda: A nossa língua é como qualquer outra do planeta. Só pedimos os mesmos direitos e deveres que tem o polaco em Varsóvia ou o espanhol em Madrid. Nem mais nem menos. Todas as línguas do mundo som línguas irmás. E assi como existe umha revoluçom de conciéncia ecológica ou umha revoluçom 3 La información procede de la correspondencia privada con la traductora al ruso, Daria Seleiro. 26 Weronika Urbanik-Pęk de conciéncia feminista, muitos centos de milheiros de persoas estamos a protagonizar por todo o planeta umha Revoluçom dos idiomas oprimidos, contra a represiom das línguas em vias de normalizaçom lingüística. Porque, simplemente, é algo justo e imparável: a liberdade, a fraternidade e a igualdade entre as línguas beneficiam a civilizaçom humana porque a diversidade lingüística do mundo é um dos mais potentes motores de criatividade e desenvolvemento. Bibliografía Instituto Galego de Estatística. En: www.ige.eu FE 03/2011. Lewicki, Roman 1993: Konotacja obcości w przekładzie. Lublin: Wydawnictwo UMCS. Lewicki, Roman 2002: Obcość w przekładzie a obcość w kulturze. En: Roman Lewicki 2002: Przekład. Język. Kultura. Lublin: Wydawnictwo UMCS, 43–52. 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Wołek-San Sebastian, Katarzyna 2011: “Trzecia kultura” a problemy przekładu nowszej literatury chorwackiej. Kraków: Wydawnictwo Uniwersytetu Jagiellońskiego. Małgorzata Gaszyńska-Magiera UNIWERSYTET JAGIELLOŃSKI W KRAKOWIE Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana en la década de los 90. del siglo XX 1. A modo de introducción quisiera presentar algunos datos editoriales que ilustren la situación de la prosa hispanoamericana en el mercado de libros polaco después de la II guerra mundial. Antes, es decir en los años veinte del siglo pasado, en Polonia se editaron solo tres novelas de autores latinoamericanos: La venganza del cóndor, del peruano Ventura García Calderón, y dos novelas del escritor argentino Hugo Wast. Ninguna de ellas llegó a conseguir una posición significativa en la historia de la literatura del país natal de su creador (Rymwid-Mickiewicz, Skłodowska 1994: 3). Así pues, la verdadera recepción de la prosa de América Latina en Polonia empieza en 1949 con la publicación de la versión polaca de la novela El río oscuro, del escritor argentino Alfredo Varela. En el año siguiente se publican traducciones de otras dos novelas: Nueve lunas sobre Neuquen, del autor uruguayo Enrique Amorim (traducido por Z. Szleyen), y Huasipungo, del ecuatoriano Jorge Icaza (traducido por T. Jakubowicz). Todas se pueden calificar de obras de denuncia social. Entre 1949 y 1967, es decir en 18 años, aparecieron en polaco 36 libros de autores latinoamericanos en total, siendo 27 de ellos obras escritas en prosa. Se editaba 1,5 título por año, lo que demuestra un escaso interés de los editores por la literatura del continente lejano y por entonces poco conocido. La situación comenzó a cambiar a partir de los años sesenta, cuando no sólo creció visiblemente la oferta editorial, llegando a 6 títulos en 1965, sino que también se publicaron traducciones de unas cuantas obras de gran valor (por ejemplo: Los pasos perdidos de Alejo Carpentier, tr. K. Wojciechowska, Czytelnik, 1963; Túnel de Ernesto Sábato, tr. J. Keksztas, PIW, 1963; Así en la paz como en la guerra de Guillermo Cabrera Infante, tr. Z. Chądzyńska, PIW, 1965; Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, tr. K. Wojciechowska, Książka i Wiedza, 1964; Pedro Páramo de Juan Rulfo, tr. K. Wojciechowska, Książka i Wiedza, 1966; Sobre héroes y tumbas de Sábato, tr. H. Czajka, PIW, 1966). En 1968 estalló el boom polaco de la prosa latinoamericana, a consecuencia de la publicación de Rayuela de Julio Cortázar. Los datos demuestran que la actividad de las editoriales respecto a la prosa hispanoamericana se mantenía en un nivel parecido hasta 1972, es decir, el número de los títulos publicados no superaba a seis. El año 1973 PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 28 Małgorzata Gaszyńska-Magiera resultó crucial en la recepción de la prosa hispanoamericana en Polonia: se publicaron entonces 14 títulos. En el año siguiente aparecieron 20, para llegar a 25 en 1976 y 23 en 1977. Fue el auge del boom polaco. A partir de 1978 la oferta editorial fue reduciéndose: entre 1978 y 1981 el número de títulos editados oscilaba entre 8 y 16. En los años 80 la actividad de los editores respecto a la prosa latinoamericana disminuyó más aún: entre 1982 y 1989 se publicaron en total 48 libros, es decir, tantos como en la fase culminante del boom. Esta situación se debía tanto al interés decreciente de los lectores, como a la mala situación de las editoriales durante e inmediatamente después del estado de sitio, en la época del comunismo decadente. A principios de los años noventa la prosa hispanoamericana casi se dejó de editar en Polonia, lo que podía llevar a la conclusión de que el interés por ella desapareció junto con el fin del boom. En 1990 no apareció ni un solo libro de aquel continente, en 1991 – 2, en 1992 – 3. Sin embargo hay que tener en cuenta que la situación en el mercado editorial era muy complicada en aquella época. Por entonces nace en Polonia el verdadero mercado de libros que no depende ya de las decisiones políticas, sino que funciona según las leyes económicas. Las editoriales polacas, fundadas después de la II guerra mundial, tenían que adaptarse a una situación nueva, es decir, aprender a trabajar sin concesiones de papel ni dotaciones del Estado para salarios y gastos de alquiler de locales. En la Polonia comunista lo más difícil era producir un libro que después se vendiera sin ningún esfuerzo por parte del editor, gracias a la demanda prácticamente sin límites. En cambio, en la nueva situación la producción de libros no constituye ningún problema, lo más difícil es venderlos después, o más bien, saber estimular su demanda (Czapliński 2007: 26). Las empresas antiguas, a pesar de disponer de un capital simbólico considerable, acumulado por años gracias al esfuerzo constante de construir su imagen de instituciones de prestigio, no consiguieron mantener la posición privilegiada en el mercado que tenían en el momento en que en Polonia empezaba la trasformación política y económica. Las editoriales que acababan de fundarse resultaban más dinámicas y a veces mucho más agresivas que las antiguas, que no sabían calcular gastos, ni anticipar las expectativas de lectores y clientes. Por ejemplo, Państwowy Instytut Wydawniczy, en consecuencia de una serie de errores de sus ejecutivos, perdió derechos a reeditar traducciones de obras de escritores contemporáneos destacados, como por ejemplo Kurt Vonnegut, Joseph Heller, Günter Grass, James Joyce y también algunos autores latinoamericanos, como Julio Cortazár y Gabriel García Márquez. Estos derechos los adquirió la editorial Warszawskie Wydawnictwo Literackie, que forma parte del grupo Muza S.A., dirigido por Włodzimierz Czarzasty (Gołębiewski 2003: 385). Muza, Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana… 29 durante unos años, no incluía en su oferta títulos nuevos, limitándose a publicar reediciones de obras, publicadas en décadas anteriores por PIW o Wydawnictwo Literackie. De esta manera iba construyendo –con éxito– su prestigio y posición en el mercado. A medida que la situación en el mercado editorial se iba estabilizando, empezaban a aparecer en él cada vez más obras de autores latinoamericanos. En 1993 se publicaron 8, entre 1995-2000 se editaban ente 9 y 15 títulos por año. A partir de 2001 se puede observar un cambio considerable: se editan cada año más de 20 títulos, lo que equivale al número de libros hispanoamericanos publicados en el apogeo del boom. Sin embargo hay una diferencia notable entre estos dos períodos: mientras que durante el boom predominaban las primeras ediciones, en la década de los noventa aparecían sobre todo las reediciones. Aun cuando se publicaban obras nuevas, eran libros de autores conocidos anteriormente. Es preciso añadir que en el mercado polaco han permanecido sólo cinco autores de alrededor de cien introducidos en Polonia en la época del boom, a saber: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges y Carlos Fuentes. Ni siquiera se han salvado escritores considerados estrellas del boom: en los años noventa se editaron tan sólo tres obras de Carpentier, dos de José Donoso, una de Sábato. Hasta el año 2000 apenas se introducían al mercado polaco escritores nuevos, de generaciones más jóvenes. Esta observación no se refiere ni a Isabel Allende, ni a Laura Esquivel. En cuanto a la escritora chilena, su primera obra traducida al polaco fue De amor y de sombra, publicada a cargo de la editorial Oficyna Literacka en 1991 (tr. A. Sieprawska). Hasta el 2000, se editaron en total 16 libros suyos, incluidas las reediciones. Como agua para chocolate de Esquivel apareció en Polonia en 1993 (tr. E. Komarnicka, PIW). 2. El corpus analizado lo constituyen textos críticos, publicados en los años 90 en la prensa polaca, es decir en diarios y revistas de carácter no-científico. La mayoría de ellos son reseñas, aunque en aquella década en los periódicos se podían encontrar también estudios dedicados a la obra de un escritor concreto o a un problema específico de la literatura de América Latina; había más textos de este tipo que en la época del boom. El número de los textos críticos queda estrechamente relacionado – lo que es lógico– al número de libros publicados al que se refieren. Debido a la escasa actividad de las editoriales respecto a la prosa hispanoamericana a principios de los años noventa, en la prensa de aquel período tampoco había muchas reseñas. La reaparición de esta literatura en el mercado volvió a atraer la atención de los críticos. Varios artículos, sean reseñas, estudios profundizados o breves notas se publicaban en diarios, revistas de opinión, magacines y, claro está, en los periódicos literarios y culturales. 30 Małgorzata Gaszyńska-Magiera En cuanto a estos últimos, los hay varios, pero su distribución no suele traspasar fronteras regionales, por lo que la influencia de la mayoría de ellos es bastante limitada. La investigación resulta bastante difícil porque fuentes de datos bibliográficos aún no están completas. La más fidedigna es Polska Bibliografia Literacka, con el acceso electrónico, pero recoge datos sólo hasta 1996. En cambio la base Bibliografia Zawartości Czasopism reúne informaciones sin atraso, mas abarca artículos de un número bien limitado de revistas de carácter popular y hace caso omiso de revistas de ocio. Por consiguiente mi corpus no es exhaustivo, cumpliendo, sin embargo, con los criterios de un corpus representativo. Aun así el número de textos que lo construyen gira en torno a unos doscientos. 3. Las reseñas escritas en los años noventa resultan muy diferentes de las elaboradas en la época del boom y en la década que lo siguió. Esto se debe a un conjunto de factores de distinta índole. Los cambios políticos, económicos y sociales que ocurrían en Polonia en los años noventa han redefinido el contexto de la recepción de la literatura. Se desarrollaba el verdadero mercado de libros, regulado por la ley de la oferta y la demanda, desapareció la censura, el público lector empezaba a revelar nuevas expectativas. En esta época empezaban a comentar la literatura de América Latina los críticos que pertenecían a una generación joven pese a que seguían escribiendo algunos que habían publicado en la época de la Polonia comunista, como por ejemplo Adam Komorowski. Como ya he mencionado, por entonces en el mercado de libros han quedado cinco escritores hispanoamericanos, conocidos anteriormente, con lo cual es lógico que el interés de los críticos se centre en sus obras. Aunque las reediciones de sus libros más importantes constituían una parte significativa de la actividad de las casas editoriales, se reseñaban sobre todo sus obras recientes. Por consiguiente, la prosa de los escritores que ya habían fallecido, es decir de Borges y Cortázar, apenas se veía comentada aunque, por una parte, los datos demostraban su éxito comercial y por otra, las discusiones en los foros del internet revelaban las emociones de los lectores que sus libros seguían evocando. En la segunda mitad de los años 90 algunas editoriales decidieron lanzar unos libros escritos por autores hasta entonces desconocidos en Polonia. El número de nombres nuevos en aquella época quedó limitado a seis. Aparte de las ya mencionadas obras de Allende y de Esquivel se publicaba la prosa de Luis Sepúlveda y Antonio Skármeta de Chile, de Zoé Valdés de Cuba y de Tomás Eloy Martínez de Argentina. El público lector polaco ha tenido la oportunidad de conocer a más escritores sólo en el siglo XXI, entre ellos a Marcela Serrano, Carmen de Posadas, Eliseo Alberto, Ignacio Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana… 31 Padilla, Jesús Díaz, Juan Gutiérrez, Alvaro Mutís, más tarde también a Jaime Bayly, Jorge Franco, Edmundo Paz Soldán. Sólo algunas obras suyas fueron reseñadas en los periódicos polacos. Si empleamos la metáfora creada por Sławiński (1974: 192), la actividad de los críticos desempeñaba el papel del tamiz: se llamó la atención de los lectores de la prensa a ciertos títulos, condenando los demás al olvido. 4. El autor reseñado más a menudo en Polonia en los años noventa fue García Márquez. Al juzgar por el número de reseñas, el autor colombiano destronó a Cortázar, que había sido el escritor preferido de la crítica polaca en los años 70 y al parecer, dejó de interesarle. “Las novelas de Márquez me hacen un efecto narcótico” – confesaba la autora de una reseña del Amor en los tiempos del cólera (Zaworska 1994: 49). Jerzy Pilch (1993: 14) lo considera el único escritor que sobrevivió al boom; según su opinión, la prosa de ningún otro autor de su generación resistió al tiempo. De sus obras clásicas, la más comentada fue Cien años de soledad. Sin embargo, sus reseñas, escritas en aquel entonces por críticos jóvenes, desilusionaron. Vamos a encontrar en ellas todo el catálogo de motivos que aparecían en los textos críticos de la época anterior. Sus autores nos informan pues de la influencia de los abuelos en la imaginación del escritor, explican con detalles el término “realismo mágico” y su manera de emplear esta técnica narrativa: … cuda Garcíi Marqueza nie mają atmosfery cudowności; mają atmosferę codzienności – dlatego tak dobrze pasuje tu nazwa realizmu magicznego. W rzeczywistości magicznej – a taką jest rzeczywistość Macondo – prawa czasu i przestrzeni rozpadają się, czas krąży w kółko lub wspina się po spirali, przeszłość i przyszłość nakładają się na teraźniejszość, a prawa przestrzeni nie są respektowane. … W świecie magicznym nie obowiązuje też zasada prawdopodobieństwa – zdarzenia fantastyczne są logicznie umotywowane i nie wywołują zdziwienia sceny najbardziej niezwykłe. (Likowska 1996: 12) Se habla de la construcción cíclica del tiempo en la novela, de la fatalidad que determina la vida de los habitantes de Macondo, de la soledad peculiar que aparece a raíz de su sufrimiento, de los motivos bíblicos que el autor usa con frecuencia y también de su supuesta deuda a Faulkner. No se aprecia ningún esfuerzo en reinterpretar la obra de García Márquez. Después de la lectura de estos textos uno podría llegar a la conclusión que hoy día no es posible descubrir sentidos nuevos en la prosa del escritor colombiano y que no hay más remedio que contentarse con lo que habían dicho de él los críticos hace treinta años. Una de las diferencias más notables entre las reseñas antiguas y las más recientes es que los críticos contemporáneos han dejado de percibir 32 Małgorzata Gaszyńska-Magiera la prosa de América Latina como un fenómeno excepcional. Desde su perspectiva ésta constituye hoy un elemento natural en el mapa de la literatura universal, mientras que en los años sesenta se la trataba como una revelación – porque venía de una parte del mundo considerada hasta entonces en Polonia un continente sin novelistas (Rymwid-Mickiewicz, Skłodowska 1994: 5). Los autores de los textos críticos de entonces veían en casi cada libro que aparecía en el mercado una obra maestra; juicios desfavorables eran muy raros. En las reseñas escritas en la última década del siglo veinte no se nota el imperativo de elogiar a cualquier obra hispanoamericana. En definitiva, ya no se le concede derechos especiales a la hora de valorarla, lo que sucedía antes. En la época del boom varios críticos polacos la trataban como una voz en defensa de éstos que no eran capaces de articular ellos mismos sus necesidades más elementales ni formular acusaciones contra instituciones y gentes que los explotaban sin escrúpulos. En consecuencia, muchos pasaban por alto deficiencias artísticas de algunas obras, consideradas literatura comprometida. A partir de los noventa los factores extraliterarios ya no se toman en consideración a la hora de pronunciar juicios de valor aun cuando se trata de un escritor de prestigio. Por ejemplo, al crítico de Gazeta Wyborcza no le acababa de convencer el compromiso político del autor, manifiesto en la novela Frontera de cristal de Carlos Fuentes (tr. M. Małkowski), publicada en 1999. “¿Para qué recurrir a magia, si el periodismo social hubiera resultado más efectivo?” – preguntaba (Bratkowski 1999: 8). Los que reseñaban las novelas Cambio de piel (tr. M. Kaniowa, A. Nowak, J. Ortega, 1994) y El espejo enterrado (tr. E. Klekot, 1994) del mismo autor subrayaban la presencia constante, y por eso molesta, en su prosa de ciertos temas. Uno de ellos era el esfuerzo de describir la identidad latinoamericana, definida, por una parte, por la herencia de culturas precolombinas, y por otra parte, por la conquista y sus consecuencias. Otro tema abordado con frecuencia por Fuentes eran las revoluciones mejicanas y sus repercusiones políticas y morales (Ziarkowska, Kurek 1995: 112–115). En otra novela del escritor mejicano, Diana o la cazadora solitaria (1994, tr. K. Libura) se dejaban observar, según los críticos, dos de los pecados más comunes de la prosa hispanoamericana: el eurocentrismo, que se manifiesta por alusiones frecuentes a los filósofos y pensadores europeos, y el antiamericanismo, nacido del complejo del vecino poderoso (Pieczara 1998: 12–13). Esta falta de respeto ante un escritor de mucha fama se nota también en las reseñas de los libros de García Márquez. Aunque para algunos críticos Doce cuentos peregrinos constituían una prueba indiscutible de que su prosa es de una belleza perenne (Varga 1995: 13), los demás quedaron desilusionados por este tomo que, según su opinión, no alcanzaban el nivel Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana… 33 de otras obras del autor de Cien años de soledad (Reanimator 1996: 72; Bugajski 1996: 20; Milewska 1996: 24–25). El hecho de que la prosa hispanoamericana ya no se vea como algo desconocido y peculiar es una razón por la que los críticos renuncian al papel de guías por culturas y literaturas ajenas que desempeñaban en las décadas de los setenta y de los ochenta. Así pues en las reseñas más recientes ya no vamos a encontrar datos de la vida del autor del libro comentado, ni informaciones sobre las circunstancias políticas y sociales en que nacía su obra, lo que antes era una práctica habitual. Según parece hoy día, o bien se considera que los lectores poseen conocimientos básicos relativos a la cultura de América Latina, o bien se asume que varias fuentes de informaciones están a su alcance, lo que no era el caso en la época del comunismo. Por consiguiente, las reseñas pierden el valor didáctico y educativo, tan visible en la época del boom. En el período del boom los críticos se mostraban preocupados por definir el género de cada obra comentada. Por lo visto, concepciones y propuestas literarias novedosas, encontradas en la prosa latinoamericana, provocaban la necesidad de clasificar de alguna manera fenómenos literarios innovadores. Es un rasgo que también desaparece de las reseñas recientes. Al mismo tiempo se desvanece de ellas la obsesión de comparar los libros hispanoamericanos con las obras reconocidas de escritores europeos y norteamericanos contemporáneos. En la época del boom era una manera corriente de afirmar valores artísticos de la prosa de América Latina. A partir de los noventa, la literatura hispanoamericana se percibe en Polonia como un fenómeno autónomo, que no necesita justificación para ser publicada. La nueva situación en el mercado de libros influyó notablemente en el carácter de las reseñas. El libro ha empezado a considerarse un producto que es preciso vender. Los editores se empeñan en satisfacer los gustos de lectores de preferencias diversas, por consiguiente su oferta resulta muy variada. Además, sucede que textos críticos publicados en los periódicos de tiradas grandes forman parte de campañas publicitarias, iniciadas por las editoriales. Estas circunstancias se ven reflejadas en el contenido de los textos críticos en que destaca el aspecto valorativo. Sus autores, conscientes de que sus opiniones pueden influir en las decisiones de los compradores potenciales, consideran su tarea principal ayudar a tomarlas. Por esta razón suelen centrarse en la enumeración de las ventajas y desventajas de los libros que comentan. Esta observación se refiere tanto a las reseñas de obras de las estrellas del boom, como de los autores presentes en Polonia a partir de los años noventa. En la novela de Laura Esquivel Como agua para chocolate los editores polacos vieron un potencial mercantil considerable, lo que se relacionaba 34 Małgorzata Gaszyńska-Magiera con el éxito comercial que este libro había tenido en Europa Occidental y en los Estados Unidos. El lanzamiento de su traducción al polaco en 1993 coincidió con el estreno de una película bajo el mismo título. Según la opinión de un grupo de críticos, esta obra no era más que un catálogo de rasgos típicos para el realismo mágico que aquí cumplían la función de meros adornos: W romansie Esquivel … zostały wprowadzone fantastyczne wątki, a nierealne splata się z realnym; nie powstała jednak zintegrowana, poetycka wizja świata, lecz dziełko pełne poetyckich dekoracji, te zaś sprowadzone zostają do funkcji ewokowania określonej nastrojowości, stanowią tło dla egzaltowanego sentymentalizmu. (Łeńska-Bąk 2004: 69) Otros afirmaban que Como agua para chocolate carece del alma latinoamericana y que es, a la vez, el sucedáneo de un libro de cocina y de una novela para cocineras: Kiedyś mówiło się o literaturze dla kucharek. … Teraz czasy się zmieniły. Kucharki piszą książki z bulgoczącej życiem kuchni, a inteligenci zachwycają się wspaniałym pomysłem. (Kofta 1994: 53) Sin embargo, había críticos que opinaban que el realismo mágico funciona en la novela como un elemento intertextual, que la historia de amor fue contada con una gran dosis de ironía y que la lectura brinda un placer tanto intelectual, como culinario (Ziętara 1994: VII). A Isabel Allende los críticos polacos la llamaban “una tardía hija del boom”, con la clara intención de despertar el interés de los lectores que pertenecían a la generación de los aficionados a la prosa de aquella época. Su obra se consideraba heredera del realismo mágico, marcado por el irracionalismo caribeño. Se subrayaba que las novelas de la escritora chilena no carecían de acentos políticos y sociales (Szumlewicz 1999: 57–58). La mezcla de estos factores, tal como se supone, constituía una receta perfecta para un bestseller. Las mujeres que reseñaban los libros de Allende destacaban en ellas elementos feministas, demostrando que la peculiaridad de la natura femenina se manifiesta por el erotismo y la sensualidad, acentuados abiertamente. Indicaban además que esta escritora articulaba lo que la cultura patriarcal suele dejar sin verbalizar: la maternidad y la actitud materna para con la realidad (Szumlewicz 1999: 57–58). Los hombres preferían acentuar en la obra de Allende aspectos políticos y sociales (Zychowicz 1996: 20). 5. Los años noventa del siglo pasado constituyen un período interesante en la recepción de la prosa hispanoamericana en Polonia. En el principio Las actitudes de los críticos polacos frente a la prosa hispanoamericana… 35 de la década traducciones de las obras de los autores de América Latina prácticamente desaparecieron del mercado editorial. Esto parecía confirmar que el boom había sido sólo una moda pasajera, un capricho de lectores presumidos que, irreflexivos, seguían tendencias literarias occidentales. En la segunda mitad de la década, sin embargo, resultó claro que esta ausencia se debía a los factores extraliterarios, relacionados con los cambios políticos y económicos violentos. Aunque en el mercado ha quedado un número muy limitado de escritores, la literatura hispanoamericana fue recuperando su posición y a principios del siglo nuevo llegó al cuarto lugar en cuanto a la cantidad de las traducciones publicadas. El interés de los críticos por ella se desarrollaba a la par de la actividad creciente de las editoriales, lo que no quiere decir que se reseñaban todos los libros publicados. Todo lo contrario, los críticos prestaban su atención sobre todo a las obras nuevas de autores reconocidos, haciendo caso omiso de sus libros más antiguos, de la prosa de escritores del boom que habían fallecido y de la prosa más reciente. Desaparecieron de las reseñas temas con frecuencia abordados antes, como descripciones del contexto en que nacía un libro, el problema de la identidad latinoamericana, lo exótico de esta prosa. En su lugar se acentúan juicios valorativos. Bibliografía Czapliński, Przemysław 2007: Ślady przełomu. O prozie polskiej 1976–1996. Kraków: Wydawnictwo Literackie. Gołębiewski, Łukasz 2003: Rynek książki w Polsce 2003. T. 1, Wydawnictwa. Warszawa: Biblioteka Analiz. Rymwid-Mickiewicz, Irena, Elżbieta Skłodowska 1994: La recepción del libro hispanoamericano en Polonia (1945–90). En: Elżbieta Milewska, Irena Rymwid-Mickiewicz, Elżbieta Skłodowska 1994: La presencia de la literatura latinoamericana en Polonia. Warszawa: CESLA, 4–65. Sławiński, Janusz 1974: Funkcje krytyki literackiej. En: Janusz Sławiński 1974: Dzieło. Język. Tradycja. Warszawa: Państwowe Wydawnictwo Naukowe, 171–202. Reseñas citadas Bratkowski, Piotr 1999: Publicystyka magiczna? Gazeta Wyborcza 191, 8. Bugajski, Leszek 1996: Z innego świata. Wiadomości Kulturalne 11, 20. Kofta, Krystyna 1994: Gołąbek pokoju w liściu kapusty. Nowe Książki 4, 53. Likowska, Ewa 1996: “Sto lat samotności”. Wiadomości Kulturalne 38, 12. Łeńska-Bąk, Katarzyna 2004: Biesiada, magiczna kuchnia i degradacja myślenia symbolicznego w kulturze masowej. Literatura Ludowa 4–5, 69. Milewska, Elżbieta 1996: Dwanaście postaci w poszukiwaniu autora. Nowe Książki 3, 24–25. Pieczara, Stefan 1998: Lewacka opera mydlana. Nowe Książki 5, 12–13. 36 Małgorzata Gaszyńska-Magiera Pilch, Jerzy 1993: Márquez w labiryncie frazy. Tygodnik Powszechny 34, 14. Reanimator 1996: Márquez zmęczony. Nowa Fantastyka 3, 72. Szumlewicz, Katarzyna 1999: Skarb Szeherezady. Literatura 6, 57–58. Varga, Krzysztof 1995: Piękny sen o śmierci. Gazeta Wyborcza 244, 13. Zaworska, Helena 1994: Miłosny trans. Nowe Książki 9, 49. Ziarkowska, Justyna, Marcin Kurek 1995: Fuentes: bohater o stu twarzach. Odra 12, 112–114. Ziętara, Maciej 1994: Rubryka “Przeczytali”. Polityka 3, VII. Zychowicz, Jacek 1996: Ten wspaniały Pinochet. Wiadomości Kulturalne 42, 20. Jacek Pleciński WYŻSZA SZKOŁA FILOLOGICZNA WE WROCŁAWIU Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu Począwszy od ostatnich lat ubiegłego wieku, zarówno za granicą, jak i w Polsce ukazują się liczne prace poświęcone etapom pracy tłumacza nad przekładanymi tekstami, a także zagadnieniom przenoszenia informacji o realiach kulturowych do innego języka. Co ciekawe, ten ostatni zbiór zagadnień ujmowany jest często w sposób bliższy badaniom lingwistycznym niż literaturoznawczym. Jednocześnie ukazuje się sporo przekładów, także książkowych (literatura piękna, nauki humanistyczne), zawierających liczne usterki, a nawet poważne błędy – w sferze językowej, kulturowej i „mieszanej” – na podstawowym poziomie wiedzy i umiejętności. Po prostu tłumacze nieraz nie rozumieją przekładanych tekstów, a autorzy przypisów (sami tłumacze lub inne osoby) – „objaśnianych” przez siebie wyrazów, terminów i sytuacji. Wiele tzw. szkolnych błędów przedostających się do publikowanych przekładów jest tak ewidentnych, że czytelnik przekładu polskiego znający język oryginału domyśla się, jak brzmiał tekst oryginalny będący podstawą niewłaściwie przełożonego fragmentu, a po weryfikacji domysł okazuje się trafny. ¡Srs. traductores, abran los ojos! Osoby zajmujące się profesjonalnie przekładem dzielą się grosso modo na dwie, najczęściej rozłączne, kategorie: tłumaczy-praktyków oraz teoretyków przekładu. Gdy jednak ta sama osoba zajmuje się zarówno teorią, jak i praktyką, bywa, że osiąga rezultaty całkiem różne w obu dziedzinach. Pewna pani profesor, autorka bardzo wnikliwych tekstów teoretycznych traktujących o przekładach z języka hiszpańskiego, jako tłumaczka osiągała dość mierne wyniki, a były mój student, znakomity tłumacz z języków hiszpańskiego i portugalskiego, tylko wyjątkowo i niechętnie wypowiada się na piśmie o teoretycznych aspektach pracy tłumacza. Należy przyznać, że w wolnej Polsce nie spotkałem się z opublikowanym przekładem książkowym, którego autor ujawniałby skrajną niekompetencję językową i erudycyjną – to znaczy taką, która wyrażałaby się nie tylko w niezrozumieniu jednostek leksykalnych i frazeologicznych, czy w brakach erudycyjnych uniemożliwiających poprawną ich interpretację, lecz w niezrozumieniu całych zdań i dłuższych fragmentów przekładanego tekstu. (Jest to oczywiście bardzo częste wśród studentów uczęszczających na ćwiczenia czy seminaria traduktologiczne)1. Przekłady książek, których 1 Zob. Pleciński 2002. PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 38 Jacek Pleciński tłumacze po prostu nie rozumieli tłumaczonych tekstów na różnych poziomach, były w Polsce możliwe w pierwszych latach po II wojnie światowej, gdy komunistyczny wydawca zgłaszał zapotrzebowanie na socrealistyczną literaturę powstającą w tzw. ówcześnie krajach demokracji ludowej, w językach, których znajomość była u nas prawie żadna. Niedościgłym przykładem takiej książki jest polska wersja powieści rumuńskiego komunisty Zaharii Stancu Bosy2. „Przekład” Duszy Czary-Stec i Magdaleny Samozwaniec powstał niewątpliwie na odgórne zamówienie, a biedne tłumaczki równie niewątpliwie zdawały sobie sprawę, że ich znajomość języka rumuńskiego pozostawia wiele do życzenia. W swej pracy posłużyły się, zamiast dobrze znanymi technicznymi środkami przekładu, „technikami unikowymi”, wśród których zdarzały się również najbardziej prymitywne, jak opuszczanie niezrozumiałych wyrazów, a nawet całych akapitów i stron, tłumaczenie „zgadywane” (łatwo je odkryć, gdy następuje błędna semantyzacja, czyli odgadnięcie sensu np. wyrazu jest nietrafne), tłumaczenie przy użyciu kohiponimów czy hiperonimów. Oczywiście do mnóstwa – nieraz przekomicznych – błędów w przekładzie Bosego przyczyniło się to, iż w tamtej epoce nie istniał żaden słownik dwujęzyczny rumuńsko-polski. Pierwszy taki słownik ukazał się dopiero w roku 1970, a drugi w 2009. Jako romanista podałem przykład z języka romańskiego, ale ponieważ niemal wszystkie „demoludy” posługiwały się językami słowiańskimi, ciekawe byłoby zbadanie, czy przekłady z tych języków w pierwszych latach komunizmu były równie niekompetentne jak omawiany przekład z rumuńskiego i czy brak słowników dwujęzycznych za każdym razem przyczyniał się do niskiej jakości przekładu3. Powtórzmy: takich przekładów, jak wyżej wspomniany Bosy, obecnie chyba już nie ma; przynajmniej mówiący te słowa z takimi się nie spotkał. Jeśli dziś mówimy o niedostatecznym rozumieniu tłumaczonych tekstów przez tłumaczy, mamy na myśli jednostki tłumaczeniowe mniejsze niż zdanie. Najbardziej powszechne błędy dotyczą pojedynczych wyrazów i związków frazeologicznych oraz – być może ten przypadek jest najczęstszy – elementów języka C, to jest języka innego niż język oryginału (A) i język przekładu (B). Zacznijmy od pojedynczych wyrazów w tekście, a wśród nich – od tzw. fałszywych przyjaciół tłumacza (FPT). Dopóki fałszywym przyjaciołom tłumacza ulega student, sytuacja nie jest groźna, gdyż najczęściej jest on w stanie ukazane mu na zajęciach zjawisko zrozumieć i błędne ekwiwalenty wyeliminować. Dopóki to nie 2 Zob. Pleciński 2004b. 3 W sprawie korelacji słownik a przekład zob. Pleciński 2011 (tam głównie zagadnienie niepełnych lub całkiem błędnych ekwiwalentów podawanych przez słowniki dwujęzyczne). Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu 39 nastąpi – podam kilka przykładów z języka francuskiego – partisan ‘zwolennik’ będzie dlań partyzantem, gymnase ‘siłownia, sala gimnastyczna’ – gimnazjum, Pays de Galles ‘Walia’ – Galią lub nawet Galicją, a Vienne i Valence – Wiedniem i Walencją, chociaż we Francji istnieją stosunkowo nieduże miasta o takich właśnie homonimicznych nazwach. Hôtel zawsze będzie dla niego hotelem, nawet gdy sens w tekście wskazuje na ‘kamienicę’. Niestety takie błędy w XXI wieku, w dobie zaawansowanego Internetu, wyszukiwarki Google, Wikipedii itp. pomocy naukowych, nadal przedostają się do druku. W biografii generała Franco autorstwa Andrée Bachouda czytamy, że premier Królestwa Hiszpanii, Canalejas, był prezydentem, gdyż po francusku stanowisko premiera określane było do czasów IV Republiki terminem président du Conseil (por. hiszp. presidente del Consejo). Takie uleganie FPT Krzysztof Hejwowski nazywa „błędami tłumaczenia syntagmatycznego”, a ja lubię to określać jako „uleganie hipnozie wyrazu” (Pleciński 2004a: 66). Sporo przykładów znajdziemy w przekładzie powieści Raj tuż za rogiem peruwiańskiego noblisty Maria Vargasa Llosy. W polskim tekście tłumaczka (redakcja?) zostawia wyrazy señor, señora, chociaż poprzedzają one nazwiska Francuzów (mówiący także są Francuzami): w Pont-Aven w Bretanii pielęgniarz do rannego Paula Gauguina mówi: „Złamali panu piszczel, señor”. Hipnoza wyrazu może działać również wtedy, gdy nie idzie o FPT, a tłumacz przenosi wyraz z oryginału do tekstu polskiego, np. adaptując go graficznie, chociaż w polszczyźnie taki wyraz nie istnieje. I tak w wywiadzie-rzece dziennikarki Christine Ockrent z byłym szefem francuskich tajnych służb specjalnych (Sekrety szpiegów i książąt) znajdziemy wyrazy *angelizm czy *kliważ – po francusku angélisme to ‘skrajna, „święta” naiwność’, a clivage – ‘ogromna różnica, rozziew’. Dalej, hipnoza wyrazu może sprawić, że tłumacz wyłącza swój bagaż poznawczy, przy założeniu, że takowy posiadał. W Raju tuż za rogiem ludzie podróżują po wyspie Tahiti, w 1835 roku, autem: „Chazal … siłą wepchnął Alinę do czekającego obok auta” (!!!), ponieważ hiszp. coche ‘wóz, powóz’ na przełomie XIX i XX w. przyjął też znaczenie ‘samochód’ (por. pol. wóz, fr. voiture i analogicznie w kilku jeszcze językach). Pod koniec XIX w., konkretnie w 1897 r. i ciągle na Tahiti, Gauguin jeździ samochodem oraz taksówką, chociaż słowniki głównych języków europejskich datują neologizm taxi na 1906 r. (a taximetre na 1905; ponadto wątpić należy, czy kilka lat wcześniej na Tahiti kursowały taksówki). Również wyrazy, które możemy uznać za sensu largo jednostki terminologiczne, potrafią zahipnotyzować tłumacza. W Sekretach szpiegów… tam, gdzie w oryginale francuskim rozmówca zwraca się do szacha Iranu: Sire ‘najjaśniejszy Panie, Wasza Cesarska mość itp.’, tenże szach staje się brytyjskim szlachcicem lub oficerem: sir; książę Burgundii Karol Śmiały (fr. Charles le Téméraire) pozostaje Téméraire’em, jakby to było nazwisko, 40 Jacek Pleciński a nie przydomek panującego; podobnie „nieprzetrawiona” zostaje nazwa stanowiska P.-D.G. (fr. président-directeur général, ‘prezes i naczelny dyrektor’). W biografii Franco hiszpański termin dwuczłonowy guardia civil ‘żandarmeria’ zostaje przełożony jako straż obywatelska, zgodnie ze znaczeniem obu elementów wziętych pojedynczo. Czasami hipnoza wyrazu nie działa tam, gdzie powinna; w polskiej wersji powieści Salmana Rushdiego Śalimar klaun: „Max senior wziął do ręki pałeczkę chlebową i przegryzł ją na pół; pękła z głośnym trzaskiem”. A była to z pewnością baguette, czyli francuska bagietka. To tylko pierwsze z brzegu przykłady. Jeśli świadczą one także o lenistwie tłumaczy, to tłumaczki Bosego sprzed sześćdziesięciu lat były niekiedy bardziej pracowite! Nie dysponując słownikiem dwujęzycznym, świadome faktu, iż wielu wyrazów nie rozumieją, starały się przecież logicznie myśleć. Przymiotnik ciung ‘bezręki’ przełożyły jako kulawy, zachowując cechę semantyczną ‘ułomność fizyczna’, rzeczownik albeaţă ‘bielmo’ – jako wyłupiaste oczy (‘cecha dotycząca oka’), undrea ‘szydło’ – jako sztylecik (‘ostry przedmiot’), câinoşenie ‘zawziętość, zajadłość’ – jako ‘zawiść’ (‘negatywne uczucie’) itp. Oczywiście wiele razy „system” zawodził i ekwiwalencja była całkiem chybiona: hoit de cal ‘(końska) padlina, ścierwo’ to nie koński nawóz, magaoaie ‘strach na wróble, straszydło’ to nie wróżka z bajki (!), a mogâldeaţă ‘cielsko’ to nie kopa siana – ale przecież próbowały… Nadal figle tłumaczom płata również frazeologia, choć filolodzy winni być świadomi istnienia samego zjawiska oraz uważnie analizować kontekst. Tymczasem postulat ten pozostaje często w teorii, a mówiący te słowa poszerza swoje dossier z błędnie rozumianymi przez tłumaczy idiomami. Angielski idiom to break one’s sword ma znaczenie ‘porzucić karierę wojskową’, nie idzie tu o fizyczne łamanie własnej szpady; idiom francuski pour un oui ou pour un non znaczy ‘z byle powodu, o byle błahostkę’, a nie za tak i za nie; idiom hiszpański (i portugalski) estar dentro znaczy ‘siedzieć w więzieniu’, a nie być w środku, portugalskie tê-los [colhões! – J.P.] no seu lugar / no sítio to, uczciwszy uszy, ‘być chłopem z jajami’, a nie mieć je obie [?!] na miejscu. Nieznajomość idiomu może powodować nieudaną próbę jego przekładu według pierwotnego znaczenia kluczowego wyrazu tegoż idiomu; kilkakrotnie zetknąłem się z tłumaczeniem fr. ça va être ta fête ‘dostaniesz za swoje’ (groźba bicia, nagany, zapowiedź przykrych konsekwencji’) jako będziesz świętował / miał święto itp., ponieważ sam wyraz fête to ‘święto’ i niesie konotację pozytywną4. Również w wypadku frazeologizmów tłumaczki Bosego starały się zachować sens i nie opuścić dominanty semantycznej; i tak rum. a se da de-a berbeleacul ‘fikać kozły, koziołkować’ oddały przez upaść na ziemię trzepocząc rękami (‘przewrócenie się, utrata 4 Przykład z hiszp. estar dentro pochodzi z powieści Vargasa Llosy Historia Alejandra Mayty. Co do pozostałych przykładów, zob. Pleciński 2004a. Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu 41 równowagi’), cu gât în vâlvori ‘z nożem na gardle’ (dosł. ‘z szyją w płomieniach’, przenośnie o niebezpieczeństwie) – jako z wyciągniętymi szyjami: całkiem – jak widać – nietrafnie, pozostał jedynie wyraz oznaczający ‘szyję, gardło’. Niekiedy udaje się przełożyć idiom dosłownie, ale należy to zrobić świadomie, w przekonaniu, że w języku B nie istnieje idiomatyczny ekwiwalent jednostki języka A; przetłumaczenie idiomu dosłownie, z rozpaczy i w nadziei, że może nastąpi semantyzacja, nie rokuje dobrego efektu. Moja doktorantka zwróciła mi ostatnio uwagę, że w przekładzie jakiegoś utworu francuskiego dla dzieci znalazła wyrażenie pedałować w jogurcie – dość nowy francuski zwrot pédaler dans le yaourt określa bezsensowną czynność, syzyfową pracę, próżne usiłowania. W przypadku tłumaczenia napisów filmowych trzeba dodatkowo zadbać o to, by przekład jednostki frazeologicznej współbrzmiał z sytuacją pozajęzykową widoczną na ekranie; i tak Pleciński (2006) opisuje przykład hiszpańskiego idiomu más valen dos tetas que unas caretas – posiada on w języku polskim ekwiwalenty, a wśród nich nawet rymowankę (lepszy wróbel w ręku niż cietrzew na sęku), natomiast w filmie Czwarte piętro użyty został w takiej sytuacji, że w tłumaczeniu winny się pojawić cycuszki (tetas), a więc jest to sytuacja dokładnie odwrotna niż zazwyczaj, gdzie idiom tłumaczony jest jako całość bez zwracania uwagi na sens wyrazu kluczowego. Błędy w tłumaczeniu elementów języka C były i są, niestety, nadal niezwykle częste. Najwidoczniej tłumacze, kompetentni w zakresie języka A, nie zauważają braku swych kompetencji w zakresie języka C (oraz D, E itd.). Ma to miejsce zarówno w przypadku beletrystyki, począwszy od pozycji czysto rozrywkowych, jak i poważnej eseistyki i dzieł naukowych. Językiem oryginału książkowego jest coraz częściej angielski, toteż błędny przekład zaczyna się tam, gdzie pojawiają się elementy „nieangielskie” – celowo używam nadzwyczaj pojemnego określenia „elementy”, bo mogą to być pojedyncze wyrazy, bardzo często imiona własne, przede wszystkim antroponimy i nazwy geograficzne, czy idiomy lub najrozmaitsze leksemy odnoszące się do cywilizacji i kultury języka C. W satyrycznych powieściach angielskiego autora Stephena Clarke’a, wyśmiewających francuski styl życia i narodowe śmiesznostki „żabojadów”, elementy języka francuskiego są szczególnie ważne, w polskim przekładzie jednak znajdziemy sporo „kiksów” zarówno w tekście, jak i w przypisach (!); antycypując problem przypisów, zauważmy, że czytelnik oczekuje od „arystokratów paratekstu” co najmniej tak wysokich kompetencji, jak u „wyrobników tłumaczenia”. W zabawnej książce Merde! Rok w Paryżu Clarke pisze (s. 213): „Popijałem sobie białe wino z Loire Valley” – czyżby tłumacz zapomniał, że cała książka traktuje o Francji, a dolina Loary na pewno nie znajduje się na Wyspach Brytyjskich? Tamże na s. 168 czytamy: „Turysta prosi [o] une bière. A człowiek zorientowany zamawia un demi. To jest 42 Jacek Pleciński u nich normalna szklaneczka, ćwierć litra piwa. Pół pinty, tak?”. Tymczasem un demi, dosłownie ‘połowa’, nie oznacza ‘pół porcji’, lecz ‘pół litra piwa, duży kufel’, nie szklaneczkę. Nie jestem skłonny uwierzyć, że błędne objaśnienie pochodzi od autora, chociaż czasami to autorzy właśnie „generują” błędy w jednostkach języka C. W takim przypadku tym bardziej pożądane byłoby, aby ów język C nie był całkowicie nieznany tłumaczowi. W uroczej książeczce szwedzkiej pisarki Bodil Malmsten Cena wody w Finistère znajdziemy informację, że wierzba płacząca to po francusku saule pleureuse, jednakże w językach romańskich wierzba jest rodzaju męskiego, a więc np. fr. saule pleureur, hiszp. sauce llorón. Jeśli trafnie zgaduję, że błąd pochodzi od autorki (która zresztą pisze, że francuski zna kiepsko, mogła też popełnić omyłkę umyślnie), to tłumacz mógłby się pochwalić, że potrafi go skorygować – oczywiście w przypisie. Ostatnio co najmniej dwukrotnie – w przekładzie powieści sensacyjnej Sidneya Sheldona Gdy nadejdzie jutro oraz w biografii królowej Wiktorii polskiego autora (a więc nie w przekładzie) – natknąłem się na błędne rozumienie francuskiego wyrazu consommé (nie consomme oczywiście; ponadto terminy kulinarne, zwłaszcza francuskie, wymagają sporej uwagi). Oto zdanie z Gdy nadejdzie jutro, s. 249: „Na pierwsze danie były szparagi w białym [?] sosie truflowym, zaraz potem podano consomme z delikatnymi morelami”. Autor być może sobie dworuje, ale tłumacz, nie znając francuskiego (język C!), nie potrafi tego zauważyć. Consommé jest to bulion na mięsie, winien być więc podany po przystawkach, nie po pierwszym daniu, i raczej nie z morelami… Jeśli chodzi o elementy języka C będące nazwami własnymi, to w angielskim mają one często dwuczłonową postać: Npr + N, a w językach romańskich – zarówno antroponimy, jak toponimy – postać trójczłonową z przyimkiem: N + de [wł. di] + Npr (Npr: nomen proprium). Jeśli tłumacz, jak to się przeważnie dzieje, ani nie zna języka C, ani nie posiada przydatnej wiedzy encyklopedycznej i nie stara się o dokumentację, to traktuje nazwę osobową jak geograficzną lub odwrotnie. Gallipoli to miejscowość w Turcji znana z I wojny światowej; nie było więc żadnej kampanii Gallipoliego (fr. la campagne de Gallipoli). Paryskie liceum o nazwie Lycée Janson de Sailly to „liceum im. Jansona de Sailly”, a nie gimnazjum w J. de S. – przy tym potknięciu nie ma pardonu dla tłumaczki, gdyż w przypadku imienia i nazwiska patrona syntagma nie zawiera przyimka, a w przypadku nazwy miejscowości wystąpiłby przyimek à (Lycée à J. de S.). A teraz słów parę o jajkach za 26 milionów dolarów, czyli o Fabergé eggs, oeufs de Fabergé, huevos de F., uova di F. – ich posiadaniem chwalił się przed kilku laty w telewizji prezydent Rosji Władimir Putin – są to mianowicie klejnoty w kształcie jajek stworzone przez szwajcarskiego złotnika Fabergégo, a nie jajka z Fabergé („Maksymilian Pierpoint ma jedyną, poza leningradzkim Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu 43 Ermitażem, liczącą się w świecie kolekcję jajek z Fabergé”)5. Znajdujący się w portugalskim mieście Porto zabytek znany jako Torre dos Clérigos to „wieża kleryków”, a nie „wieża w Clérigos”. Tymczasem „Niezbyt wprawna ręka namalowała [na talerzyku z terakoty] wieżę w Clérigos”, czytamy na s. 71 powieści włoskiego pisarza i luzytanisty Antonia Tabucchiego Zaginiona głowa Damascena Monteira. (Tabucchi pisze także po portugalsku, ta jednak powieść powstała w języku włoskim i z włoskiego została przełożona. Ponieważ klerycy to nie nazwa własna, intryguje mnie zaistniały błąd. „Wieża w C.” to po włosku Torre di Clérigos, a „Wieża kleryków” – Torre dei Clerici; najwidoczniej Tabucchi użył portugalskiej nazwy zabytku, a tłumaczka nie starała się jej sensu wyjaśnić). Interpretacja toponimu jako nazwy osobowej poza schematem N + de + N zdarza się tłumaczowi raczej wyjątkowo; w biografii Franco czytamy o „niepodległości Fernanda Pó”, jakby to jakiś mężczyzna o imieniu Fernando miał uzyskać niepodległość, a nie była hiszpańska kolonia Fernando Poo, której to nazwy nie można użyć w przypadku zależnym. Drugim najczęstszym błędem, jeśli mowa o traktowaniu elementów kultury C – tym razem kultury właśnie, a nie języka C – przez tłumaczy, jest nieprzekładanie nazw geograficznych. Jeśli na przykład w tekście hiszpańskim pojawia się nazwa geograficzna Londres, to niestety nie każdy tłumacz zorientuje się, że chodzi o Londyn, i formę hiszpańską pozostawi, jakby odnosiła się do nazwy miasta w kraju hiszpańskojęzycznym. Wyjątkowo częstą okazję do popełniania śmiesznych omyłek mają tu tłumacze tekstów czeskich, gdyż w języku czeskim sporo miast i regionów europejskich ma czeskobrzmiące nazwy (Mnichov ‘Monachium’, Benátky ‘Wenecja’, Durynsko ‘Turyngia’ itd.). Także w języku polskim nie tylko stolice państw europejskich, lecz także niektóre duże miasta oraz krainy, zwłaszcza niemieckie lub włoskie, mają tradycyjne polskie nazwy, często wywodzące się z łaciny średniowiecznej; wtedy nie potrzeba nawet języka i kultury C, gdyż tłumacze potrafią nie zidentyfikować terminu języka A, np. wł. Trento ‘Trydent’ (por. sobór trydencki). Dysponuję mnóstwem przykładów z wielu języków. Na samym początku wspomniałem, że niezrozumienie elementów tekstu przydarza się nie tylko tłumaczom, lecz także autorom przypisów i innych paratekstów (bardzo często są zresztą nimi sami tłumacze); a z drugiej strony – zjawisko dotyczy nie tylko przekładów, w których występują elementy języka C, lecz po prostu paratekstów do dzieł napisanych po polsku, w których występują elementy obcojęzyczne. Jeśli nie są one rozumiane przez „paratekściarzy”, serwują oni czytelnikom błędne objaśnienia. W tym miejscu interesują mnie oczywiście wyłącznie przypadki opacznego 5 W tym akapicie przytaczam pozycje już wcześniej cytowane; na przykład fragment o jajkach pochodzi z powieści Sheldona, s. 226. 44 Jacek Pleciński rozumienia elementów językowych, a nie treściowych. I tak w książce brytyjskiego genetyka Richarda Dawkinsa Bóg urojony (s. 264) znajdziemy taki oto przypis tłumacza z przekładem francuskiego zdania: „Popularny stereotyp głosi: Voici l’Anglais avec son sang froid habituel (Oto Anglik z jakże dlań charakterystycznym paskudnym przeziębieniem)”. Sang froid to jednak nie ‘przeziębienie’, lecz – zgodnie nawet z podstawowym sensem obu wyrazów! – ‘zimna krew’, czyli ‘opanowanie, panowanie nad nerwami’. Andrzej Bobkowski, „nasz człowiek z Gwatemali”, często cytujący wyrazy i dialogi po hiszpańsku, w wiele lat po śmierci nie ma szczęścia do swoich paratekściarzy, gdy występują oni w roli tłumaczy z hiszpańskiego. Gdy w liście do Jerzego Giedroycia opisuje zwyczaj Gwatemalczyków upijania się w Nochebuena – noc wigilijną, w przypisie znajdziemy informację, że termin ten znaczy ‘dobra noc’, choć na tle kontekstu czytelnik winien zobaczyć, że nie ma w tym sensu, choćby nie znał hiszpańskiego. W tomie Bobkowskiego Listy z Gwatemali do matki (s. 37), gdy listonosz woła doń: „Bob! cartas para Usted!”, przypis na s. 232 daje nam tłumaczenie: „Bob! Kartka ze Stanów!”. Ponadto autor przypisów ma równie blade pojęcie o języku francuskim, jak o hiszpańskim. Na s. 18 czytamy: „Nie przypominam sobie, kto to powiedział, ale miał dużo racji: Ce qui fait de l’Etat un en fer [zakładam, że w maszynopisie Bobkowskiego jest owa błędna spacja, i zamiast wyrazu enfer ‘piekło’ pojawia się en fer ‘żelazny, z żelaza’] c’est que l’homme essaye d’en faire [gra słów!] un paradis”. Bezsensowne tłumaczenie w przypisie (s. 320) idzie za owym błędem maszynowym: „…Ten, kto próbuje stworzyć żelazne państwo, jest jak człowiek, który próbowałby stworzyć raj z żelaza”6. Oczywiście trudność w zredagowaniu przypisu do nierozumianego obcojęzycznego wyrażenia nie powinna powodować, że tłumacz i/lub autor przypisów z niego rezygnuje, tam gdzie jest on konieczny. Na przykład, gdy holenderski dziennikarz Geert Mak pisze: „Reklamy papierosów były wszędzie zaklejone hasłami: Gnot! albo Uche uche!” (s. 619); to zdanie clamat in deserto o przypis objaśniający, ale takowego brak. I tak dochodzimy do konkluzji, przydatnej podczas konferencji, której arcytrafne motto brzmi ¡Abre los ojos! Zanim się zastanowimy nad literackimi, kulturowymi, etnograficznymi i wieloma jeszcze innymi aspektami przekładów, za każdym razem, gdy przystąpimy do tłumaczenia tekstu, postanówmy sobie przede wszystkim nie naśladować tłumaczy, których przed chwilą cytowałem. Na wszelki wypadek tłumacz winien przyjąć założenie scio nihil scire – i, jak mówią Hiszpanie, documentar 6 Przekład zdania francuskiego w przypisie winien zawierać komentarz i brzmieć następująco: „Tym, co sprawia, że Państwo staje się piekłem, jest to, że ludzie chcą uczynić z niego raj. – Nieprzetłumaczalna gra słów w języku francuskim: enfer ‘piekło’ i en faire ‘uczynić z niego’, tzn. ‘z piekła’”. Rozumienie tekstu – warunek przedwstępny dobrego przekładu 45 su trabajo – a tam, gdzie źródła pisane zawodzą, znaleźć kompetentnych konsultantów. W przeciwnym razie w drukowanych przekładach znajdą się przejawy komizmu bezwiednego – a to chyba najbardziej przykra kompromitacja tłumacza. Wykaz źródeł cytowanych Bachoud, Andrée 2000: Franco. Przeł. [z fr.] Wojciech Gilewski. Warszawa: Iskry. Bobkowski, Andrzej 2008: Listy z Gwatemali do matki. Warszawa: Twój Styl. Clarke, Stephen 2006: Merde! Rok w Paryżu. Przeł. [z ang.] Agnieszka Barbara Ciepłowska. Warszawa: W.A.B. Dawkins, Richard 2007: Bóg urojony. Przeł. [z ang.] Piotr J. Szwajcer. Warszawa: CiS. Giedroyc, Jerzy, Andrzej Bobkowski 1997: Listy 1946–1961. Oprac. Jan Zieliński. Warszawa: Czytelnik. Mak, Geert 2008: W Europie. Podróże przez dwudziesty wiek. Przeł. [z niderl.] Małgorzata Woźniak-Diederen. Warszawa: PIW. Malmsten, Bodil 2007: Cena wody w Finistère. Przeł. [ze szwedz.] Jan Rost. Kraków: Wydawnictwo Literackie. 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Aquí no hay quién viva, porque así se llama la comedia, narra la vida de una peculiar comunidad de vecinos de la calle Desengaño 21. Muchas personas han comentado que se inspira en la historieta 13, Rue del Percebe, inventada por el grandísimo Francisco Ibañez, pero los creadores, tanto de la serie como de la historieta han negado este hecho. La producción fue emitida en España desde el septiembre de 2003 hasta el junio de 2006 a través del canal Antena3. En un principio no se apostó nada por la serie, pero la comedia fue creciendo poco a poco, y en consecuencia, en su tercera temporada llegó a superar los 8 millones de espectadores con un 43,1% de share. Esta producción llegó a tener 90 episodios, repartidos en cinco temporadas, batió records de audiencia en España, fue la serie más vista de la década y una de las más exitosas de la historia. Ahora podemos disfrutar de las adaptaciones de la versión original ya que los españoles han cedido los derechos a multitud de países. Hasta ahora se ha emitido en Chile; en Francia con el título de Faites Comme Chez Vous!; en Portugal bajo el título: Aqui não há quem viva, en Argentina se estrenó en enero de 2008 con un buen resultado de audiencia, en cambio, en México la serie se llama Vecinos, y aunque no es igual, está creada con los derechos de la serie original; en Colombia tenemos una adaptación local que empezó a emitirse en agosto de 2008, Πολυκατοικίας es la versión griega, de la que están grabando los primeros episodios. Sólo la versión italiana llamada Qui non si può viver tiene varios problemas, ya que el personaje de Marisa no puede salir fumando ni bebiendo debido a la estricta ley italiana. A comienzos del año 2011 empezó el rodaje de la serie en Estados Unidos, bajo el título I hate this place. PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 48 Nina Pielacińska Uno de los elementos más difíciles, sin duda, fue reajustar el guión a las costumbres, el lenguaje y la cultura diferentes. Cada uno de los países tenía que adaptar la serie a su manera, para que pareciera más localista, más “nacional”. Se trataba de reemplazar la realidad cultural o social del texto original con la realidad más común para los espectadores, de ahí que conociendo la versión original podemos ver por qué métodos de traducción optaron los guionistas de Hispanoamérica. Como es bien sabido, las series televisivas abundan en el lenguaje coloquial lo que conlleva gran número de coletillas, insultos o palabras malsonantes. La variedad lingüística de España y su cóctel de tradiciones han provocado que tal tipo de expresiones de las 52 provincias que constituyen el país se hayan convertido en muletillas permanentes dentro de cualquier conversación de carácter informal. Adquiriendo fama por toda España se han hecho frases del uso cotidiano de la sociedad actual. Gracias a ellas cualquier sensación que nos acompañe (entusiasmo, gozo, pesar, indignación etc.) tiene su correspondencia en una palabrota, llamada también “una expresión malsonante”, de las que el español está repleto. Es éste uno de los idiomas europeos más creativos e intuitivos a la hora de construir sus particulares interjecciones, llegándose a utilizar habitualmente más de 15 o 20 tacos en una conversación “normal y corriente”. Como señala Antonio Lucas en su artículo: Generalmente, todos ellos son palabras que mantienen un sentido sonámbulo, pues dependiendo del contexto asumen un significado o el contrario: joder y ¡joderrrr!; coño y ¡cooooño! Por ejemplo. Eso sí, pueden ser considerados como esas orillas del español que menos han evolucionado en los últimos siglos. “Son siempre los mismos y se ha innovado muy poco en este terreno. Su función es desacralizar de algún modo aquello que está prohibido o se nos presenta como tal”, comenta el sociólogo Amando de Miguel. En el repertorio del español, rico e imaginativo en el uso de las periferias del lenguaje, no hay demasiados palabros de este tipo. Otra cosa son las posibilidades que ofrecen de forma y grado a partir de las derivaciones de la misma raíz (bien sean diminutivas o aumentativas). Del prefijo gili puede salir desde gilipollas hasta gilitonto. (Lucas 2003) Evidentemente, estos elementos causan problemas a la hora de traducir, incluso del castellano al español, ya que poseen una carga semántica única, la cual no lograríamos expresar si los reemplazáramos con alguna otra expresión. De ahí que en este trabajo nos dedicaremos a presentar las maneras de adaptar tal tipo de palabras teniendo en cuenta su gran importancia en España. Ahora bien, al principio deberíamos enfrentarnos a una pregunta: ¿qué es lo primero que hacemos a la hora de traducir? La respuesta es más que obvia: buscar siempre los equivalentes del otro idioma, en este caso ¿Cómo traducir los casticismos de la serie Aquí no hay quien viva… 49 del castellano al español de América Latina. Se trata de que el texto sea muy natural y próximo, pero como equivalencia, no como identidad. Lo importante es reproducir el mensaje, no la forma, dado que nos interesa el contenido. Para poder demostrarlo veamos como ejemplo la traducción de los apodos y las muletillas más famosas de las que no podemos prescindir adaptando la serie. De ahí en España tenemos a una de las vecinas, Lucía, denominada como la Pija, que según leemos (DRAE): pijo, ja. (De or. inc.). 1. adj. despect. coloq. Dicho de una persona: Que en su vestuario, modales, lenguaje, etc., manifiesta gustos propios de una clase social acomodada. U. t. c. s. 2. adj. despect. coloq. Perteneciente o relativo a estas personas. El mismo personaje en Colombia aparece bajo el apodo la Gomela que igualmente se refiere a una persona que es, o aparenta ser, de una familia adinerada y lleva ropa de marca. Otro ejemplo es la famosa muletilla del presidente de la comunidad, Juan Cuesta: “¡Qué follón!” (según el DRAE): follón2. (Cf. follar2). 1. m. coloq. Alboroto, discusión tumultuosa. 2. m. coloq. Desorden, enredo, complicación. 3. m. Asunto pesado o enojoso. En Colombia la expresión está cambiada por “¡Que chicharrón!”, que también hace referencia al trabajo complicado y desagradable. La mujer del presidente, Paloma Cuesta, para dar énfasis a sus palabras termina las oraciones con un simple “¡punto en boca!” expresión que se usa como orden para mandar a callar a una persona, mientras que en Colombia se opta por “¡Calle boca, vuelva y diga!”. El famoso “Váyase, señor Cuesta, ¡váyase!” (paráfrasis del “Señor González, ¡váyase!” pronunciado por Aznar para que el presidente del Gobierno Felipe González presentara su dimisión ante los hechos políticos ocurridos) gritado por una inquilina en cada junta de vecinos, en Colombia equivale a “Renuncie señor Preciado”. Este último caso es un poco diferente, debido a que la mayoría de los españoles al oír la frase, aparte de entenderla según su mensaje semántico, la relaciona con la arriba mencionada expresión. El equivalente polaco sería aquí “Balcerowicz musi odejść”. Dado a que en Hispanoamérica no existe tal connotación, la muletilla pierde su gracia. No obstante, el problema surge a la hora de traducir los vulgarismos e insultos, especialmente los que desempeñan la función de interjección. Lo que para un peninsular es normal y corriente para un latinoamericano puede resultar demasiado soez. Como ha dicho Sergio Osorio, el director 50 Nina Pielacińska de la versión colombiana: “… Hicimos una adaptación al humor nuestro, sin que necesariamente se viera local. La forma de hablar de los españoles es muy agresiva y eso fue lo que cambiamos un poco.” De ahí que los guionistas decidieran no usar tantas expresiones y omitir las que aparecen debido a que algunos elementos son enfáticos y se puede prescindir de ellos perfectamente sin menoscabo del significado del mensaje. Así en la frase: “Coño, qué bonito ha quedado esto” tenemos solo “¡Qué bonito!”; en vez de “Joder, Emilio ¿cómo entraste aquí?” aparece “Emilio, ¿qué haces aquí?”, en lugar de “¿Qué son putas?” si cambiamos la sintaxis de la frase nos queda solo “¿Ellas son qué?” o también en una situación familiar, durante la comida: “¿Lentejas? Ni de coña” en el texto B la hija le contesta a la madre con un simple “¿Lentejas? No me gustan.” Así, evitamos de manera fácil la palabra incómoda. Sin embargo, tal tipo de enunciados son altamente ilocutivos y tenemos que ser conscientes de la importancia de su utilización en contextos muy especiales, para que los diálogos no pierdan gracia. Como nos explica Ana María Vigara Tauste: Las interjecciones son el producto de una cierta tendencia espontánea (también insiste en este aspecto) a reducir la expresión a lo afectivamente imprescindible. En sentido estricto, lo afectivamente imprescindible en la expresión del dolor puede ser ¡ay!, o ¡Dios!, o ¡mierda!; todo lo demás es gesto, mímica, sentimiento personal. La sola entonación exclamativa hace innecesarias más palabras en casos así: basta con una, y casi podría servir una cualquiera de entre las que tienen connotaciones negativas. Sin embargo, en honor a la verdad, las interjecciones, que suelen aparecer exclusivamente en el plano de la interacción (prestando o señalando), sintácticamente aisladas y con entonación exclamativa, raramente aparecen solas: constituyen casi siempre el umbral que da paso a la información explícita de la causa que ha provocado en el hablante su preferencia de tal interjección: ¡Mierda!… qué daño, qué daño me he hecho en este pie. (Vigara Tauste 1992: 105) Debemos tener en cuenta que las interjecciones constituyen un proceso expresivo conversacional al que pertenecen también factores sociales, psicológicos, situacionales y físicos. Debido a que existe un lenguaje y un paralenguaje de la conversación, muchas veces lo más importante es la participación en la comunicación y no la transmisión de información. Además, en el caso de palabrotas en función de interjección, como explica el escritor uruguayo Eduardo Galeano, en un texto denominado, precisamente, “Malas palabras”: éstas existen para cumplir su función y no para evitar su uso. Para demostrarlo cuenta el caso de una niña que corría muy nerviosa por toda su casa hasta que tropieza y se cae, y en lugar de llorar, se enoja: ¿Cómo traducir los casticismos de la serie Aquí no hay quien viva… 51 – ¿Qué hace esta mierda acá? La madre educó: – Mijita, eso no se dice. Y Ximena, desde el piso, curioseó: – ¿Para qué existen, mamá, las palabras que no se dicen? (Galeano 2004: 51) La cosa se complica un poco cuando los vecinos se insultan y si del diálogo recortásemos las palabrotas no quedaría casi nada. La única solución era suavizar un poco el español soez sustituyéndolo muchas veces por eufemismos (palabras o expresiones políticamente aceptables o menos ofensivas que sustituyen a otras consideradas vulgares, de mal gusto o tabú, que pueden ofender o sugerir algo no placentero al oyente). En Colombia resolvieron el problema de la siguiente manera: la palabra golfa, que se convirtió en el apodo de Belén y Alicia, (según citamos a María Moliner) golfa “que lleva una vida desordenada y que desprecia las normas sociales”, tiene también el significado de “prostituta o mujer excesivamente liberal en sus costumbres sexuales”. En Latinoamérica para denominar a las chicas aparece otro bonito epíteto: cochinas, lo cual cambia bastante su uso y sus connotaciones, ya que solo se refiere a una mujer muy sucia y desaseada; mujer cicatera, tacaña o miserable; mujer grosera, sin modales. Lo mismo sucede con las palabras que funcionan como la interjección impropia o secundaria, es decir, términos desemantizados (sustantivos, verbos, frases) que pueden proceder de cualquier esfera vital (preferentemente, de la sexual y la religiosa). Igual que las anteriores, sirven para el momentáneo desahogo emocional, así que no podemos prescindir de ellos. Como ejemplo podemos ver los cambios con el uso de las palabras tipo puta, joder o mierda: Mi puta vida – Mi perra vida Tus nervios de mierda – Tus nervios de mié…rcoles. ¿Qué hace toda esta mierda? – ¿Qué hace todo este cachivacherío? Joder, ¿por qué me lo dices ahora? – Ay, ¿por qué me lo dice ahora? En el texto adaptado, o sea, en el texto B, aparecen bastantes insultos, pero no son tan fuertes como en España. No podemos hablar en este caso de un eufemismo, ya que en los países de América Latina el nivel de la agresividad de los insultos es menos fuerte. Veamos, por ejemplo, la palabra baboso en vez de imbécil. Aunque ambas palabras se refieren a la deficiencia intelectual de las personas, la primera alude al que arroja baba, es decir, a los niños. Así, cuando le decimos a alguien baboso, lo que le estamos diciendo es “tienes la inteligencia de un niño pequeño”, claro está que comparando la palabra con otras de todo el grupo de insultos que aluden a la inteligencia, baboso es un término que tiene una carga semántica 52 Nina Pielacińska mucho menos ofensiva, tal vez cercana a estúpido, que los insultos de España tipo imbécil o gilipollas. Muchas veces los guionistas para calificar peyorativamente la inteligencia de las personas optan por términos como tarado, pelado, asno, buey. Otro factor muy significante, aparte del lenguaje, son las diferencias culturales, ya que cada uno de los países tenía que adaptar la serie a su realidad, para que los espectadores vieran ciertas similitudes reflejadas en cada capítulo. Comparando, por ejemplo, la versión colombiana, notamos que es muchísimo más moderna, a lo mejor porque la estrenaron cinco años después de la original; en todo caso, se parece más a las telenovelas latinoamericanas, donde el edificio es gigantesco, los pisos ya no son pisos sino apartamentos muy espaciosos y amplios con casi el doble o el triple de superficie que los madrileños. El televisor con el que subía Roberto en el primer capítulo en Colombia se convirtió en un plasma, el perrito de Vicenta llamado Valentín, allí se llama Gardel y es un york sherier. Marisa, que en la versión colombiana se llama Finita, está bebiendo ginebra en vez del famoso chinchón (anís fabricado en Chinchón, pueblo de la provincia de Madrid.) Como hemos notado, no se puede olvidar que es una serie de corte localista y para conseguir el efecto cómico había que readaptarla a la cultura del otro país. Uno de los mejores ejemplos para ilustrarlo es la manera de reajustar el apodo de una de las inquilinas. Isabel Guerra en la versión española es llamada por sus vecinos La Hierbas, porque experimenta con “infusiones”, velas y hierbas de dudosa legalidad. En cambio, en Colombia se convirtió en La Avioneta, porque cuando habla con el resto de los inquilinos su charla es enredada y curiosamente se ríe por cualquier cosa; mientras que en Argentina la llaman con un nombre del plato vegetariano típico argentino, es decir, Milanesa de soja, por las novedades culinarias de la época New Age que introduce. No obstante, los diálogos muy a menudo están privados de elementos culturales. Las frases con referencias al arte, la política o la vida social, en el texto adaptado carecen de estas connotaciones. Veámoslo poniendo como muestra la situación que ocurrió en uno de los capítulos, en el que Mauricio Hidalgo decidió inyectarse botox en la cara para mejorar su aspecto físico. Desgraciadamente, la toxina produjo un efecto secundario inmovilizando temporalmente los músculos. Para esconder la cara, cuando llegó de visita su gran amor, Mauri se puso las gafas de sol que le tapaban la cara. Mientras se preparaba para el encuentro, su compañera de piso comentó: “Quítate las gafas que pareces la Pantoja”. En la versión latinoamericana la frase es “Quítate las gafas, es muy sospechoso”. Otro momento inolvidable es cuando un personaje dice: “Es la segunda vez que he visto a mi madre llorar, la primera fue cuando Rosa perdió en Eurovisión.” ¿Cómo traducir los casticismos de la serie Aquí no hay quien viva… 53 Una situación cómica difícil para adaptar a otra cultura teniendo en cuenta la popularidad de la cantante Rosa y la ilusión que le hacía a los peninsulares ganar el concurso en el que participan desde hace años. Sin embargo, las cuestiones problemáticas empezaron más tarde y no estaban relacionadas ni con el uso de malas palabras, ni con la omisión de elementos culturales graciosos. Con el paso del tiempo resultó que las diferencias culturales y sociológicas eran tan grandes, que la serie ha sido acusada por un senador y parece haber despertado la indignación de los sectores homófobos del país. Como ha manifestado el político latinoamericano, Victor Velásquez, del Movimiento Colombia Viva, la serie: desfigura el concepto familiar, el vocabulario es fuerte, enseña la promiscuidad y hasta habla de relaciones incestuosas … Están infringiendo y violando la ley de la infancia y la adolescencia. Estamos perdiendo los valores y principios para pasar de ser libres a libertinos. Y no es que yo sea mojigato ni homofóbico, pero creo que el que quiera tener esas desviaciones o las quiera ver en esos programas son libres de hacerlo pero no en horario en el que todavía hay niños pegados frente al televisor. (Velasco 2008) Como podemos observar, uno de los elementos más modernos que en España ya no despierta tanta polémica, en Colombia sigue causando problemas, incluso en una adaptación televisiva. Me parece más que obvio, que el hecho de obtener tanta fama y tanto éxito se debe a la calidad de la serie y la tendencia que está presente hoy en día. Teniendo en cuenta el poder de la televisión, no cabe duda que la comedia dispone de gran interés social. Ha de recordar también su potencia como uno de los productos de los medios de comunicación masiva. Lo curioso es que las adaptaciones y las telenovelas latinoamericanas gozan de gran popularidad desde hace siglos, mientras que los países europeos como España no pretenden destacar en el mercado iberoamericano. Esto se debe a que Latinoamérica posee una enorme riqueza de ideas que aciertan con el pensamiento europeo. Las series, o más bien, las telenovelas iberoamericanas son muy diversas. Cada país formula su propio estilo y genero, así que las diferencias no se deben introducir solo a nivel lingüístico. Además, los países de América Latina como México o Venezuela han tenido desde el principio la estrategia de internacionalización de sus productos, hecho que no ocurrió con España, que hasta bien entrados los años noventa no ha desplegado su mercado hacia Iberoamérica. Podemos decir que el sistema español se caracteriza por su sincretismo. Después de la época en la que se adaptaba solo las mejores obras literarias españolas, empezó el modelo de América del Norte, que propuso la fascinación por dramas y comedias, y al mismo tiempo popularizó las telenovelas de factura nacional con sus propias estéticas. Tal 54 Nina Pielacińska tipo de programas forman parte de un espacio sociocultural territorial y no territorial, transnacional. Son expresiones de cultura popular y las producciones tipo Aquí no hay quien viva son un ejemplo perfecto de una comedia de situación de tono surrealista considerada por el resto del mundo como un producto typical Spanish. De esta manera, brevemente, podemos ilustrar el método de traducción de los casticismos al español de América Latina. Como hemos podido observar, los guionistas intentaron buscar los equivalentes, pero cuando no se sentían capaces, muchas veces recurrían a los eufemismos u omitían diversas muletillas y palabras malsonantes, lo cual no permitió a los personajes manifestar sus emociones ni tensiones, su agresividad, su sorpresa, su violencia ni siquiera su alegría. Como resultado, los protagonistas de la serie se veían sosos, privados de energía o incluso ridículos. Otras veces exageraban con su actuación poniendo demasiado énfasis en algunos elementos que aplastaban los demás rasgos del carácter del personaje. No obstante, es una pena que no hayan grabado más de tres temporadas. Sería interesante ver la manera de traducir las frases como: “A ver cuándo quitan ya los euros porque me estoy haciendo un lío”, uno de los vecinos preguntando a su novio: “Oye, ¿qué te vas a poner mañana para ir a la boda? Que luego coincidimos y parecemos el Duo Dinámico.” También llama nuestra atención el apodo de Marta, la presidenta del edificio vecino llamada “la Pantumaca”, teniendo en cuenta que “el pa amb tomàquet” (literalmente, pan con tomate) o pantumaca, es una típica receta de cocina catalana, ya que la mujer es catalana y es llamada así por su fuerte acento catalán. Desgraciadamente, Marta aparece en la serie solo en la cuarta y quinta temporada. Como es bien sabido, el sentido del humor cambia según el país, no cabe duda, pero si los mismos colombianos y argentinos prefieren la versión original a la adaptación nacional (según encuestas realizadas en los foros y chats de la televisión latinoamericana), a lo mejor no es cuestión de diferencias culturales, sino que el problema aparece a la hora de traducir y reajustar los textos originales. Lo que está claro es que el efecto conseguido en España y el éxito de la serie nunca ha repetido su fenómeno en otros países, aunque la idea de observar la vida de una comunidad de vecinos, su rutina diaria, con sus problemas y sus alegrías, parece ser internacional. Bibliografía Ariztimuño, Iñaki, Alberto Caballero, Laura Caballero 2006: Aquí no hay quien viva. Madrid: Miramón Mendi y Antena 3 (Grabación DVD). Corominas, Joan, José A. Pascual 1991: Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico. 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En estas páginas abordaremos esta cuestión primero concentrándonos en los aspectos teóricos del problema: intentaremos explicar en qué consiste el proceso de la traducción de los títulos cinematográficos y revelaremos la dificultad que se esconde en pos de ella para buscar finalmente al responsable de esta labor. La segunda parte del presente artículo se la dedicaremos a su vez al análisis práctico de los cambios que han sufrido algunos nombres de películas a la hora de ser distribuidas en el mercado hispanohablante. Debido al predominio de las producciones anglo-americanas en las carteleras europeas, es lógico que nuestro estudio se base sobre todo en filmes de habla inglesa, aunque en ciertos casos ampliaremos la perspectiva al mercado polaco, mencionando algunos intentos de las traducciones del polaco al español o vice versa. Todos estos ejemplos nos servirán para elaborar una posible clasificación de las modificaciones que sufren los títulos a la hora de ser traducidos. De esta manera, procuraremos ordenar el mundo de la traducción de las películas, “un campo donde reina el caos y se hace todo ad libitum” (Pascua Febles 1992: 349). La traducción de los títulos y algunas reflexiones teóricas A modo de introducción, cabe señalar que hoy en día cada vez más títulos ingleses conservan su versión original en los países de distribución, un fenómeno cuya causa principal se encuentra en la globalización y la popularidad de la cultura anglosajona. Por tanto, antes de nada es preciso reflexionar sobre la justificación de alterar el nombre de una obra. ¿Cuándo es conveniente traducir un título y cuándo es mejor optar por su PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 58 Agnieszka Sycińska versión literal o simplemente por su nombre original? Christiane Nord, en su artículo dedicado al problema de la traducción de los títulos literarios (que con éxito podemos aplicar al mundo del séptimo arte), explica que el funcionamiento del nombre de una obra depende del efecto que produce en el receptor. Por eso, argumenta, está claro que “el título traducido debe ser apto para cumplir sus funciones en la cultura terminal, relegándose, en caso de conflicto, a un segundo término el aspecto de la fidelidad respecto al título de origen” (Nord 1990: 153). En pocas palabras, el nombre de una obra ante todo tiene que ser entendible y por tanto afín a la cultura del receptor. De hecho, la inclinación por la traducción lo más literal posible no siempre es pertinente. Para dar un ejemplo, la película I now pronounce you Chuck and Larry (2007) si hubiera sido traducida como Os declaro Chuck and Larry, no diría mucho al espectador hispanohablante. En cambio, el título final, Os declaro marido y marido, es mucho más explícito para el receptor español que probablemente no sabe que Chuck y Larry son dos nombres masculinos y que se trata de una boda de dos hombres1. Es obvio que este tipo de modificaciones son necesarias para aproximar la película al espectador, ya que el título constituye una etiqueta de la que depende el éxito de la producción2. Sin embargo, teniendo en cuenta la numerosa cantidad de traducciones erróneas, que podremos observar en la segunda parte del artículo, realizar este tipo de transposiciones a la hora de traducir los nombres de las obras parece una tarea sumamente difícil. Esto ocurre porque el título constituye un translema muy complejo que además de tener claros fines seductores contiene “una gran concentración de información tanto de tipo lingüístico como de tipo extra-lingüístico y sensorial” (Navarro Rodríguez 1997: 258). Según explica Carmen Isabel Luján García (2010b: 303–304), esta complejidad se debe a tres funciones principales que suelen desempeñar los títulos: informativa (el nombre informa sobre 1 Cabe subrayar que en Hispanoamérica la película se estrenó con el nombre Yo los declaro marido y… Larry. Se puede suponer que en este caso, como en muchas otras ocasiones, los espectadores del hemisferio oeste están más familiarizados con los nombres ingleses, por lo cual no ha sido necesario cambiarlos del todo. 2 Es interesante observar cómo con el desarrollo de la globalización se funden las culturas y cómo este fenómeno influye en la traducción de los títulos. De hecho, la película Halloween (1978 y sus secuelas), que hace veinte o treinta años se hubiera convertido en Una fiesta de las calabazas o en La noche de miedo, hoy en día conserva su versión original. De igual manera, la película Fred Claus (2007), aunque con una pequeña glosa, ha sido traducida como Fred Claus, el hermano gamberro de Santa Claus. Está claro que el cambio del título a Fred Noel, el hermano gamberro de Papa Noel (aquí podríamos prescindir de la glosa porque el apellido Noel se sobreentiende), no es necesario. Lo que el título se llevó... Sobre la industria cinematográfica y la traducción 59 el contenido de la película), expresiva (el nombre contiene una serie de recursos literarios que han de impactar al espectador) y apelativa (el nombre atrae al público). De esta manera, como nota Isabel Pascua Febles (1992: 350), el traductor se enfrenta al reto de la doble lealtad, obligado a ser fiel a toda la compleja información que nos transmite la versión original y a la cultura de la lengua meta a la que tiene que adaptarse. La autora constata a la vez que en este campo “el Oscar a las infidelidades” se lo llevan precisamente las traducciones españolas (Pascua Febles 1992: 350), lo que confirman también otros conocedores del tema (Santoyo 1996: 147). La hipotética razón de esta situación podría ser la tradición de doblar las películas, el fenómeno que en algunos países como Polonia no existe, por lo cual se puede observar si no una mayor fidelidad, por lo menos una mayor cantidad de títulos que aparecen en la cartelera en su versión original. A la luz de todo lo dicho arriba, el traductor a la hora de poner un nuevo nombre a la película, se enfrenta a una serie de limitaciones. La primera está relacionada con el espacio: teniendo en cuenta los fines comerciales, está claro que el título de una película (que carece de subtítulos de los que disponen algunas obras literarias o artículos periodísticos) tiene que ser bastante corto con el objetivo de que el espectador pueda memorizar y repetirlo. La segunda limitación se refiere a su contenido: el nombre debería ser coherente con el argumento de la película o incluso sugerirnos su género, elemento que muchas veces no aparece en la versión original (el título inglés Superbad (Supermalos, 2007), por ejemplo, no evoca mucha información, mientras que Supersalidos nos comunica que se trata probablemente de una comedia de contenido sexual). La tercera limitación a la que tiene que enfrentarse el traductor es de carácter cultural. Como ya hemos mencionado, el mensaje original frecuentemente contiene alguna referencia a la vida cotidiana y a las costumbres del país de su origen, de ahí que nos situemos frente al reto de traducir de una cultura a otra. Uno de los ejemplos que refleja la relevancia del elemento cultural en un título es la equivocada traducción de la película Felices Pascuas (1954) de Juan Antonio Bardem que en los periódicos polacos fue traducida como Szczęśliwa Wielkanoc (Semana Santa feliz), lo cual subraya sobre todo el desconocimiento de la cultura española por parte del traductor (en Polonia las Pascuas están relacionadas únicamente con Semana Santa). Por supuesto, no se habría cometido el error si el traductor hubiera visto la obra que obviamente trata de la Navidad. Al tratarse de un título de poca importancia, nadie pareció molestarse en comprobarlo. Aun así, este error se repite en muchas ocasiones que se basan en esta primera traducción errónea. 60 Agnieszka Sycińska La última limitación, probablemente la que más sueño les ha quitado a los traductores, está vinculada con los componentes de carácter literario. Se trata de toda la serie de recursos que potencian la función expresiva del título: rimas, refranes, juegos de palabras, metáforas, paradojas, onomatopeyas u otros elementos que han de captar la atención del espectador y que en la mayoría de los casos resultan intraducibles. Una vez presentadas las funciones de los títulos y las limitaciones a la hora de traducirlos, es preciso preguntarse quién se dedica a ejercer esta ardua y poco valorada labor. “Debe de haber alguna mente siniestra, tras algún despacho y sillón responsable, que se pasa la vida cambiando por sistema los nombres que traen consigo los celuloides …. No se entiende de otro modo”, considera Santoyo (1996: 147). Sin embargo, cabe explicar que en pos de esta “mente siniestra y todopoderosa”, se ocultan las distribuidoras y con ellas toda la agrupación del personal responsable de poner un nuevo título a la obra. Por tanto, no se trata aquí solamente de la tarea de los traductores sino también de los directores de marketing y de la publicidad que estudian minuciosamente el mercado y eligen la traducción comercialmente más acertada. Llegados a este punto, vale la pena detenerse en el transcurso de dicho proceso. Según explica Álvaro Curiel, director de marketing de Buena Vista International, “primero recibimos una sinopsis en inglés y el título original de la película: si este está basado en un libro o un cuento, optamos por el título original. Y de no ser así, por una traducción literal, si la tiene” (García 2011). Este simple procedimiento se complica si la empresa se encuentra con una de las limitaciones mencionadas anteriormente, sea de carácter lingüístico, cultural o comercial. De no poder tratarse de una traducción literal, las distribuidoras están obligadas a poner en marcha su imaginación, lo que en su jerga llaman el brainstorming (“tormenta de ideas”). Es fácil deducir que en todo este proceso el traductor carezca del poder de decidir la versión final del título. Es más, según nos confirman los testimonios de otras distribuidoras (García 2011), muchas veces ni siquiera los directores de marketing disponen de la última palabra, tratándose de una decisión de la dirección internacional. Si tomamos lo dicho en cuenta, nos resultará menos sorprendente la gran cantidad de títulos totalmente arbitrarios. Hay que recordar, no obstante, que incluso detrás de la traducción aparentemente más equivocada se esconde un riguroso estudio de mercado. Traducción de los títulos: un intento de ordenar este caos En un estudio llevado a cabo por Luján García (2010a) se afirma que el 27,4% de los títulos ingleses que se estrenan en España conservan su versión original, lo que supone un importante ascenso si lo comparamos Lo que el título se llevó... Sobre la industria cinematográfica y la traducción 61 con los resultados obtenidos en el año 2000 cuando el porcentaje llegaba tan sólo a 12,7% (Luján García 2010b: 308). Es más, la autora en su estudio demuestra que esta técnica es actualmente la más extendida. Los números hablan por sí mismos: los títulos traducidos libremente sin relación con el original constituyen un 20%; los nombres traducidos literalmente alcanzan un 18,8%; en el mismo lugar se sitúan los nombres que han sido cambiados libremente en relación con el original; un 9,7% son los nombres que mantienen su versión original a los que se añade una pequeña glosa en español; al resto (3,4%) pertenecen los títulos traducidos con una glosa en inglés (Luján García 2010a). Este panorama nos refleja que aunque la presencia del inglés en las carteleras españolas es cada vez más habitual, los traductores siguen recurriendo a la traducción libre en uno de cada tres títulos, cuando la traducción literal resulta imposible. Las distintas reglas que rigen en cada distribuidora y las alterables necesidades de cada una de ellas provocan un gran desconcierto en este campo. No obstante, a través de la rigurosa observación de cambios que se han producido en el acto de la traducción, hemos llegado a la conclusión que hay ciertas tendencias que se repiten. Esto nos ha permitido elaborar una clasificación que de alguna manera ordena este mundo de caos y explica por qué se han producido ciertas alteraciones. A continuación presentaremos cuatro tipos de modificaciones que suelen producirse en el proceso de la traducción: especificación y enfatización del tema, eliminación de mensajes polémicos y, por fin, traducción de lo intraducible. En todo caso hay que recordar que la dificultad de traducir el nombre de una película no se deriva solamente de cuestiones lingüísticas sino también pragmáticas: el traductor muchas veces tiene que someterse a una serie de reglas comerciales que en ocasiones varían según la distribuidora. De hecho, cuando hablemos de traducciones que parezcan peculiares o totalmente arbitrarias, no podemos olvidar que son las leyes de mercado las que son responsables de ello. Veamos entonces cómo se distribuyen títulos concretos en cada una de las categorías mencionadas. La especificación del tema en la traducción ocurre cuando el público puede no comprender a qué se refiere exactamente el título. Son modificaciones más o menos importantes que desarrollan o cambian la versión original para hacerla más entendible. En la mayoría de los casos se trata de una ampliación del título original mediante una glosa o de la supresión de un nombre propio que no dice nada al espectador. De ahí que a las películas Alexander (2004), Marie-Antoinette (2006), JFK (1991) o Scream (1996) hubiera que añadir algo para dejar claro a qué o a quién se refieren: Alejandro Magno, María Antonieta (la reina adolescente), JFK, caso abierto o Scream, vigila quién llama son las versiones españolas. Dentro de este marco un caso curioso constituye la trilogía Ocean’s 11 (2001), 62 Agnieszka Sycińska Ocean’s 12 (2004) y Ocean’s 13 (2007) que en Hispanoamérica fue traducida como La gran estafa, La nueva gran estafa y Ahora son 13. Este ejemplo indica la dificultad de poner el título a una secuela. Se puede suponer que los traductores no esperaban las dos siguientes partes del largometraje. De hecho, a la hora de traducir la última de ellas, tuvieron que recurrir a un título nuevo que no hace referencia a los demás. Dentro de este punto podríamos distinguir otra modificación que sirve para especificar el género de las películas. Son cambios que en cierto modo las encasillan, pero que nos permiten determinar a qué tipo de producción se refiere el título. En este campo Santoyo (1996: 151–153) establece cuatro tendencias que suelen aparecer en las traducciones españolas: la romántica, la tremendista, la aventurera y la picaresca, aunque, como subraya, “tampoco resultan ser éstas las únicas …, ya que el abanico de motivaciones es amplio” (Santoyo 1996: 152). En efecto, las palabras “amor”, “novia”, “boda” o “corazón”, ausentes en las versiones originales, nos indican que se trata de una película romántica de matiz cómico. De ahí que el título Little Manhattan (Pequeño Manhattan, 2005) se convirtiera en ABC de amor, The rebound (El rebote, 2010) en Amante accidental (Hispanoamérica), Going the distance (Recorriendo la distancia, 2011) en Amor a distancia (Hispanoamérica), 27 dresses (27 vestidos, 2008) en 27 bodas (Hispanoamérica) o Made of honor (el título es un juego de palabras que se refiere a “maid of honor”, es decir, la dama de honor, mientras que “made” significa “hecho”, 2008) en La boda de mi novia. En cambio, las palabras “desafío”, “final”, “límite”, “peligro”, “riesgo” o “máximo” le sugieren al espectador que se trata del género policíaco o de intriga. Así, la película The edge (El borde, 1997) fue traducida como El desafío (España) o Al filo del peligro (Hispanoamérica), The edge of darkness (El borde de la oscuridad, 2010) como Al límite, Witness (Testigo, 1985) como Testigo en peligro (Hispanoamérica), Rancid (Rancio, 2006) como Riesgo o Cliffhanger (Momento de suspense, 1993) como Máximo riesgo. Otro ejemplo de traducciones “especificativas” pertenece al género etiquetado por Santoyo como tremendista. Se trata de una serie de palabras que aluden al cine de terror o de miedo como “diablo”, “muertos”, “exorcismo”, “profecía” o simplemente “miedo”. De hecho, el famoso título de Roman Polański, Rosemary’s baby (El niño de Rosemary, 1968), en España se convirtió en La semilla del diablo3, igual que Vértigo de Alfred Hitchkock (1958), el cual en la Península aparece también como Entre los muertos. Entre las películas más recientes se puede mencionar 3 Cabe mencionar que con este título se cuenta el desenlace de la película, ya que hasta el final no se sabe que el niño tiene algo que ver con el diablo. Lo que el título se llevó... Sobre la industria cinematográfica y la traducción 63 The jacket (La chaqueta, 2005) sustituida por Regresiones de un hombre muerto, Gothika (2004) por En compañía del miedo (Hispanoamérica), The Manchurian Candidate (2004) por El mensajero del miedo o The unborn (El no nacido, 2009) por La semilla del mal (España) y La profecía del no nacido (Hispanoamérica). Asimismo, hemos observado que mientras las películas de amor, de acción o de terror se caracterizan por una palabra clave, las de humor muchas veces en el proceso de la traducción se convierten en una corta oración exclamativa o enunciativa con un matiz coloquial. Para dar un ejemplo, el título After hours (Después de horas, 1985) se transformó en ¡Jo, qué noche!, Son in low (Yerno, 1993) en ¡Menudo yerno!, White chicks (Tías buenas blancas/limpias, 2004) en Dos rubias de pelo en pecho o Harold & Kumar escape from Guantanamo Bay (Harold y Kumar huyen de Guantánamo, 2008) en Dos colgaos muy fumaos: fuga de Guantánamo. La segunda característica que hemos distinguido se refiere a los títulos que de alguna manera fueron enfatizados por los traductores. Se trata de pequeñas modificaciones que han de “ensalzar” o exagerar el nombre de la película para hacerlo más impactante. De esta manera, la famosa obra 12 angry man (12 hombres enfadados, 1957) se tradujo como 12 hombres sin piedad, The prophecy (La profecía, 1979) como La profecía maldita, Star Wars (Guerras estelares, 1987) como La guerra de las Galaxias, The silence of the lambs (El silencio de los corderos, 1991) como El silencio de los inocentes (Hispanoamérica), True lies (Mentiras verdaderas, 1994) como Mentiras arriesgadas o Daylight (Luz del día, 1996) como Pánico en el túnel. El siguiente punto que hemos decidido desarrollar es mucho menos frecuente, pero igual de interesante, dado que se refiere a los presuntos mensajes polémicos que puede conllevar el título original. En este caso se trata de una especie de censura a la que se somete el nombre en el proceso de la traducción, eliminando palabras o incluso ideas que podrían sonar mal. El ejemplo más pragmático puede ser la alteración del título español El amor en los tiempos del cólera (adaptación cinematográfica del 2007) a su versión polaca: en Miłość w czasach zarazy (El amor en los tiempos de la peste) la palabra “cólera” queda suprimida, ya que además de una enfermedad puede significar también un taco. Otro cambio de este tipo refleja el famoso título sueco Fucking Amal (Jodido Amal, 1998) que en la Península fue traducido como Descubriendo el amor. Otra modificación por razones morales presenta la película Brokeback Mountain que en España se conoce como En terreno vedado, versión que pone hincapié en su contenido polémico, es decir, el amor entre dos hombres. El siguiente punto de la clasificación aborda una de las cuestiones más difíciles a las que tiene que enfrentarse un traductor: la de traducir 64 Agnieszka Sycińska lo intraducible. Hemos observado que en la mayoría de los casos los recursos literarios utilizados en la versión original desaparecen durante el proceso de la traducción. Es el ejemplo de la película Road to Perdition (2002) que en España se conoce como Camino a la perdición. No obstante, Perdition, escrito con mayúscula, no es solamente un sinónimo de destrucción sino también el nombre del pueblo al cual se dirigen los protagonistas. El mismo caso ocurre con la traducción de la película Knight and day (Caballero y día, 2010), cuya versión española, Noche y día, hace referencia al juego de dos palabras homónimas “knight” (caballero) y “night” (noche). Como vemos, estos ejemplos contienen doble significado imposible de traducir, por eso los traductores tienen que elegir el que más refleje el contenido de la película. Otro de los títulos problemáticos es Cinderella man (Hombre Cenicienta, 2005) que en España adaptó la versión con una glosa: Cinderella man. El hombre que no se dejó tumbar. De esta manera, queda subrayado que se trata de una película de boxeo, aunque la versión española ya sugiere al espectador que el protagonista nunca ha perdido su batalla. Por último, no podemos omitir un ejemplo de traducción excelente: es el caso del filme de animación Donkey Xote que en Polonia se conoce bajo el nombre Don Chichot (Don Risa Entrecortada). En este caso, los traductores no sólo guardaron el nombre de El Quijote (en polaco Don Kichot) sino también el juego de palabras que nos da de entender que se trata de una película de risa. Desgraciadamente, estos ejemplos son escasos y la mayoría de ellos son títulos de comedias, ya que se trata de un género que permite usar el genio y la imaginación. Conclusiones Como hemos visto, los medios y procesos que dan lugar a la traducción final de un título en otros mercados es un complejo compendio de elementos que mal llevados pueden corromper la idea original de un film. Ya sea por cuestiones culturales, lingüísticas o simplemente de marketing, el resultado final no siempre se adecua y hace honor a la obra de partida. De hecho, algunas producciones con títulos desafortunados pueden hacer que el éxito comercial en distintos mercados no sea el esperado. Esto explica la importancia de la correcta elección del nombre, dado que este quedará siempre vinculado a la obra original. No sorprende, por tanto, que las modificaciones sean efecto de un estudio minucioso donde la labor de traducción “correcta” en ocasiones sea lo menos importante. En pocas palabras y haciendo referencia al mundo del celuloide (Gone with the wind / Lo que el viento se llevó y Lost in translation / Perdidos en Tokio), no es de extrañar que lo que el título se llevó queda perdido en la traducción. Lo que el título se llevó... Sobre la industria cinematográfica y la traducción 65 Bibliografía García, Yago 2011: Quién traduce los títulos de las películas. En: http://www.cinemania.es/actualidad/noticias/7764 FE 07/2011. Luján García, Carmen Isabel 2010a: La traducción como herramienta útil en un mundo globalizado. Trickster. Rivista del Master in Studi Interculturali 8. En: http://trickster.lettere.unipd.it/doku.php?id=lingue_future:garcia_traduccion FE 07/2011. Luján García, Carmen Isabel 2010b: Traducción de los títulos de las películas en los cines de España: ¿inglés y/o español? Odisea. Revista de estudios ingleses 11. Almería: Universidad de Almería, 301–313. Navarro Rodríguez, Ángel 1997: Acerca de la traducción de títulos de películas. En: José Miguel Santamaría, Eterio Pajares, Vickie Olsen, Raquel Merino, Federico Equíluz (eds.) 1997: Trasvases Culturales. Literatura, cine y traducción 2. Vitoria: Universidad del País Vasco, 257–164. Nord, Christiane 1990: Funcionalismo y lealtad: algunas consideraciones en torno a la traducción de títulos. En: Margit Raders, Juan Conesa (eds.) 1990: 2. 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José Xavier Navar (2007) Tanto el arte como la violencia son intrínsecamente humanos. El arte es una actividad natural para toda la gente, al igual que un rasgo característico de los seres humanos es, entendida ampliamente, la violencia. En cuanto al primer componente de nuestro análisis: no pretendemos proponer una definición nueva del arte, alternativa a decenas de definiciones creadas por críticos de arte, estudiosos, psicólogos, sociólogos o los artistas mismos, sino que quisiéramos, a lo sumo, destacar algunas de sus funciones que nos parecen fundamentales: la comunicación intra- e interpersonal, la inclusión social, y su aportación al desarrollo humano, haciendo hincapié en el hecho de que el arte es una de las actividades humanas más subvaloradas, erróneamente interpretadas, y relegadas al margen por una gran parte de los ciudadanos de los países occidentales el día de hoy. Por otro lado, la violencia, que suele ser percibida como el “lado oscuro” de la existencia humana, es y ha sido una fuerza motriz de diversas actividades humanas, omnipresente en el desarrollo de las naciones y sociedades: La violencia es una condición innata del ser humano de la que no podemos huir ni escondernos. Si bien ésta se nos presenta en diversas formas y con particularidades muy concretas; hombres y mujeres la empleamos para conquistar un territorio o defenderlo, para imponer una ideología o una religión, para ganar dinero, para obtener poder o prestigio … La ejercemos en nuestra relación con los otros, para poner límites o para transgredirlos; la llevamos a cabo de forma activa o desde el mutismo y la indiferencia absoluta. (Bonilla Rius 2008: 24) PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 68 Maja Zawierzeniec Inclusión social por medio del arte Pese a que a lo largo de los siglos el arte ha sido y aún sigue siendo privilegio de las elites o de los académicos y críticos, postulamos firmemente su democratización, reconociendo que las actividades artísticas son inherentes a todos los seres humanos y como tales hay que promoverlas y popularizarlas, sin olvidar –pero tampoco exagerar– el hecho de que la principal diferencia entre un especialista en arte y un profano es que el primero conoce más códigos que el segundo. Para una mayor democratización del arte se pregona eliminar las barreras; a que la galería y el museo se conviertan en un lugar de encuentro para la “gente de a pie” y que se reflexione más sobre el papel del arte en el desarrollo de la comunidad y colectividad. Todo ello, siendo conscientes de que “el arte con mayúscula” responde a los intereses del mercado y de la crítica, y aún está vinculado a una minoría preparada para comprenderlo. Por otro lado, cabe subrayar que en las últimas décadas se ha reinventado la forma de contemplar el arte. La tecnología permite a los creadores usar herramientas digitales como una parte esencial de su proceso. Gracias a la unión de diversos sistemas informáticos a través de las redes de comunicación, principalmente Internet, el arte se ha vuelto más interactivo; se ha vuelto cyberarte. Por medio de portales dedicados a las artes visuales (flickr, artistasdelatierra, etc.), así como blogs y páginas web personales, los creadores tienen la posibilidad de presentar su obra y, a la vez, recibir una respuesta casi inmediata del espectador o lector, debido a fórmulas de navegación no lineal, hipertextual e hipermedia, donde varios individuos interactúan a la vez en tiempo real. En este nuevo campo de acción la comunicación en sí se convierte en valor estético (aunque la todavía falta de cultura digital hace que estos medios no estén muy explotados, especialmente por el público). Subrayemos asimismo que la unión de la libertad artística y las nuevas tecnologías es de vital importancia en la democratización del arte, y como tal debería utilizarse a una escala aún mayor para facilitarle el acceso a las creaciones artísticas a amplios grupos sociales. Esto se refiere, particularmente, a una mayor inclusión de los jóvenes al mundo del arte y una mayor integración de las actividades artísticas a los currícula a todos los niveles educativos, siendo el arte uno de los instrumentos esenciales para la formación sostenible de la personalidad humana. Por otra parte, recordemos que la educación artística constituye la base de la formación profesional en el terreno de las artes y promueve la creatividad, así como el desarrollo intelectual en este ámbito, favoreciendo unas relaciones más estrechas y fructuosas entre la educación, la cultura y las artes. Al mismo tiempo, tomando en consideración que los rápidos y constantes cambios que se producen en las sociedades de hoy exigen una mayor Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI 69 adaptabilidad, flexibilidad, creatividad, innovación y comunicación de las personas en el terreno laboral, y que dichas cualidades deben ser promovidas por los sistemas de educación, se reconoce que pensar de forma creativa es la clave del éxito en una economía global. Finalmente, cabe decir que, como consecuencia de la globalización y una mayor movilidad de los ciudadanos, la educación en la cultura y en su diversidad es un factor importante para preservar la identidad y promover un entendimiento intercultural. Relaciones entre el arte y la violencia En el mundo actual, aunque no nos guste, el comercio y la cultura en cierta forma “amamantan” la violencia que nos rodea, ya que ésta no está presente tan sólo en los espacios empobrecidos y marginales, sino prácticamente en cualquier entorno cultural. Hay violencia verbal en las series de televisión, programas de cotilleo y debates políticos, en los videojuegos, en la prensa juvenil; hay violencia de género en Internet, etc. Cada sociedad genera a sus propios violentos, la nuestra también. En referencia a los acontecimientos violentos que pudimos presenciar vía noticieros del todo el mundo en los últimos años, destaca la serie del pintor latinoamericano más cotizado en el mundo actual, el colombiano Fernando Botero, quien creó a principios del siglo XXI su sonada ya serie Abu Ghraib. En ella pretende plasmar la noticia pública (los acontecimientos en la prisión iraquí) en una obra de arte con fines sociales, “haciendo visible lo que es invisible” (Vattimo en: Laqueur 2007: 3, traducción propia) y concentrando en la pintura su energía y sus emociones, haciendo de esta manera la violencia, a la cual nos sentimos cada vez más acostumbrados, “nuevamente visible” (Vattimo en: Laqueur 2007: 9, traducción propia), ya que podemos ver una serie cómica en televisión del mismo modo que un asesinato en vivo sin protestar por su contenido. Quizás el dolor se nos ha vuelto tan cotidiano que ya no podemos distinguirlo, más que cuando atraviesa nuestro propio cuerpo. (Bonilla Rius 2008: 25) Gianni Vattimo, uno de los pensadores más celebres del siglo pasado, partidario de la inseparabilidad del arte y la violencia, afirma que una obra de arte elocuente no puede prescindir de violencia, si “tiene poco de violencia, dice poco” (Vattimo en: Luján 2006), ya que la experiencia de la violencia en el arte no es menos que la capacidad de transformar, de manera que una obra de arte se convierta en un choque y una verdadera experiencia vital. Por otro lado, solo puede hablarse del arte y la violencia, situándolas en el marco de la responsabilidad civil de las actividades creativas. 70 Maja Zawierzeniec Por último, no faltan artistas para quienes la unión del arte y la violencia les parece un “combo” particularmente atractivo y el trabajo con el tema de la violencia lo consideran altamente desarrollador y, no rara vez, catártico. La violencia en México Varios estudios consideran América Latina una de las regiones más violentas del mundo, debido, entre otros factores, al alto índice de homicidios, violencia organizada, frecuentes secuestros y asaltos, y actitudes machistas. La opinión pública mundial suele destacar casos complicados como los asesinatos de las mujeres en Ciudad Juárez o la guerra entre los narcotraficantes sin realizar un pertinente análisis socio-político relacionado con este tipo de crímenes. En este contexto cabe recordar también que México y los Estados Unidos tienen desde hace años un interés compartido en crear “una frontera del siglo XXI”, es decir una zona limítrofe organizada y supervisada de tal manera que ayude a promover la seguridad y, en consecuencia, la prosperidad de ambos países, mejorando la situación en un espacio particularmente complicado desde el punto de vista socio-político. Se pone un énfasis especial en la mejora de la seguridad pública, la seguridad de los flujos, así como facilidades para el comercio y los viajes legítimos, involucrando a la vez las comunidades fronterizas y gobiernos locales en el fomento de las estrategias binacionales. Panorama del arte joven mexicano Los artistas a los que se hace referencia en el presente trabajo están integrados en el proyecto postdoctoral de la suscrita, denominado México Joven. Paso a paso México Joven, el proyecto independiente académico-artístico interdisciplinario desarrollado desde la primavera de 2008 como trabajo postdoctoral de una graduada del Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia, se ha convertido en un importante referente a nivel europeo e hispanoamericano. Con unos 350 artistas y escritores que forman parte de él en la actualidad, regular contacto personal con decenas de jóvenes creadores mexicanos provenientes de diferentes estados, residentes en su patria o fuera de ella, México Joven supone una importante red de investigación referente al arte y escritura mexicana joven y contemporánea del siglo XXI y, a la vez, un invaluable intercambio cultural. Por su parte, la antología multimedia A través del espejo, actualizada con regularidad y distribuida durante los Encuentros México Joven, es una de las fuentes de información más completas sobre el panorama artístico-literario del México de hoy. Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI 71 La violencia en el arte joven mexicano: ejemplos Armando Alanís (1969) – Literatura y arte Poeta y promotor cultural. Ha publicado más de diez libros de poemas y parte de su obra ha sido traducida al francés, inglés, chino y náhuatl. En 1998 obtuvo el Premio de Poesía Joven Ubaldo Ramos de Reynosa, Tamaulipas; y en el 2005 la Universidad Autónoma de Nuevo León le concedió el Premio de las Artes. Ha pintado poemas sobre los muros de Monterrey (Nuevo León) bajo la firma de Acción Poética. En este sentido, usa medios violentos como el grafitti para trasmitir mensajes poéticos. En su estado es un personaje un tanto controversial, ya que hay quienes consideran que mantiene lazos demasiado estrechos con el establishment político de su ciudad y que sus acciones artísticas han perdido peso e importancia y se han vuelto esporádicas y superficiales. Armando Alanís: Acción Poética Israel Alvarado Torres (1974) – Artes visuales y literatura Es licenciado en Administración de Empresas por la Universidad La Salle y tiene una maestría en Marketing y Gestión Comercial por la EAE en España. Menciona que su desarrollo artístico comenzó a los 8 años en la escuela de iniciación artística del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde aprendió música. Ha participado en varios grupos de música alternativa desde el año de 1996 y actualmente tiene un proyecto de música electrónica denominado LCOX17. Escribe desde los 18 años; ha publicado en el 2000 y 2006 en el libro Reloj de Arena en coautoría. Respecto a la fotografía cuenta: el trabajar con la cámara nació porque soy muy visual, no sólo a través de la vista, también en mis pensamientos, me gusta ver a la gente, a las cosas; me gustan las historias, los momentos clave. Una manera de tener esos momentos, esas historias presentes es capturarlas, verlas una y otra vez. Son como los libros: si 72 Maja Zawierzeniec lo lees y lo vuelves a leer encuentras palabras nuevas, frases, imaginas diferente la historia; lo mismo sucede con las fotografías: si las miras una vez y luego otra, encontrarás cosas distintas: un color, un trazo, un detalle; y finalmente puede que te haga sentir algo, quizá un recuerdo de alguien, un olor, un plan, un viaje… (Zawierzeniec 2010: 133) Se considera artista multidisciplinario: “expreso mis emociones y pensamientos a través de la fotografía, la escritura y la música; estoy abierto a experimentar nuevas posibilidades de lenguaje artístico” (Zawierzeniec 2010: 133). Con la ocasión del Bicentenario de México celebrado en 2010 preparó una serie de trabajos tipo collage que vistos desde lejos forman caras y figuras de los héroes nacionales. Vistas de cerca, sin embargo, descubren las portadas de los periódicos de toda la República en las que aparecen titulares relacionados con la violencia. Su trabajo es como una suerte de danse macabre con el tema de la violencia, un juego conceptual. Israel Alvarado Torres: ¿Esto es México bicentenario? Edgar Cano (1977) – Artes visuales Egresado de la Facultad de Artes Plásticas (opción pintura) de la Universidad Veracruzana. Ha participado en diversos cursos y talleres impartidos por la UV y por la Escuela Gestalt de Diseño. Considerado uno de los mejores artistas jóvenes del Estado de Veracruz. Sobre su obra, Luis Josué Martínez comenta: Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI 73 Nosotros, como espectadores, somos provocados por su trabajo a experimentar con emociones, adjetivos, diversidad de estilos y conceptos. De un goce estético, Cano nos lleva a reflexiones punzantes, incisivas de la esencialidad del hombre. Poco importa, bajo esta apreciación, si se asemeja o no al trabajo de los neoyorquinos neofigurativos de finales de los sesenta o a Cauduro y Rivera. Aquí lo importante es nuestra mirada en complicidad con la mirada de los protagonistas de sus obras, es ahí donde se encuentra la verdadera experiencia cognoscitiva, la verdadera experiencia emocional. (Zawierzeniec 2010: 364) En su obra ha criticado, entre otros aspectos de la realidad mexicana, la ligereza de los políticos a la hora de tomar las decisiones que influirán sobre los ciudadanos más vulnerables. La violencia se muestra de manera directa y solapada a la vez. Edgar Cano: Sin importar los platos rotos Emmanuel Cruz (1980), Flavio Díaz (1980) – Artes visuales Egresados de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana. Cruz cursó también el Diplomado en Ilustración impartido en la misma Universidad. Díaz su obra la califica de realista e hiperrealista. El arte –dice– es el reflejo del tiempo y el espacio en que una sociedad se desarrolla y se desenvuelve; es el artista quien se encarga de registrar ese reflejo a través de diversos lenguajes, mediante una visión sensible de su entorno; ya sea este visual, auditivo o plástico. (Zawierzeniec 2010: 483) Ambos en su obra denuncian las condiciones precarias de la vida de sus compatriotas y llaman la atención del espectador a la violencia que experimentan los inmigrantes al norte del Río Bravo. 74 Maja Zawierzeniec Emmanuel Cruz: Todo es ilussio Flavio Díaz: Desmexicanizándose para mexicocomprenderse Flavio Díaz: Hecho en México Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI 75 Gerardo Montiel (1968) – Artes visuales Estudió diseño y fotografía. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores desde 2004. Ha ganado la XI Bienal de Fotografía en México (2004). La teatralidad de sus fotos unidas a colores llamativos realza la violencia. Gerardo Montiel: Obrero asesinado en huelga Miguel Rodríguez Sepúlveda (1971) – Artes visuales Estudió arquitectura y fotografía en Monterrey. Ha expuesto de manera individual más de 10 veces y colectivamente más de cien. Su metodología de trabajo tiende a dirigirse hacia una mezcla del método científico con las prácticas o estrategias del llamado arte conceptual, buscando una eficiencia a la hora de encontrar y presentar aquellas conclusiones o inclusive preguntas sobre nuestro condicionamiento como seres que vivimos en sociedad. Aunado a esto, su interés por la experimentación en los materiales, recursos y soluciones le permiten una amplia gama de resultados formales articulados en un rizoma de significados y reflexiones. Opina que hacer arte es una necesidad de crear una suerte de espejos en los cuales podemos ver para entendernos, a nuestras posibilidades, variables y condiciones. Es similar a un intento de (re)llenar partes que no hacía falta resanar, pero que se podían llenar, tal vez para apreciar mejor. Espero que yo, siendo humano y al verme-encontrarme-entenderme-completarme-reflejarme allí, en el objeto-proceso-reflexión que me involucro, pueda aportar un punto de acercamiento-apropiación-reflejo, pasando así de mi proceso personal (lo particular) a un proceso multiplicado en el espectador (lo general). (Zawierzeniec 2010: 949) Ha realizado una serie de trabajos a base de tinte elaborada con cenizas humanas. El tema de su trabajo son paisajes, lo violento es el material que usa. 76 Maja Zawierzeniec Miguel Rodríguez Sepúlveda: Sin título Pavka Segura (1971) – Artes visuales Estudió fotografía en la Escuela de Nacho López y en el Centro de la Imagen en la Ciudad de México. Su trabajo fue adquirido por el Museo de Arte Fotográfico de Kiyosato, Japón. Hizo residencia artística en Atelier de Visu, Marsella, Francia (2003). Ha realizado fotografía relacionada con el tema de la frontera y la emigración juvenil. Pavka Segura: Frontera México-USA Recapitulación Entre los enfoques del arte y la violencia, no sólo en el contexto mexicano, cabría destacar los siguientes aspectos: 1. Violencia como eje articulador de la investigación y los contenidos. 2.El arte y la violencia en el marco de la responsabilidad civil del arte. Traducir la violencia: el arte mexicano del siglo XXI 77 3.Arte violento (escenas de crueldad). 4.Arte que denuncia la violencia (arte comprometido). 5.Violencia conceptual (p.ej. materiales inusuales usados en la elaboración de la obra plástica). Las maneras de abordar el tema de la violencia entre los jóvenes creadores mexicanos varían en función de su lugar de residencia, las experiencias vitales, la educación formal y la sensibilidad estética que cada uno de ellos representa. No obstante, destacan las inquietudes relacionadas con la realidad inmediata en la que viven: problemas socio-políticos, problemas de identidad y la situación migratoria con respecto a los EE.UU. Bibliografía Alianza México-EE.UU.: Una nueva visión para la frontera 2010. En: http://www. america.gov/st/peacesec-spanish/2010/March/20100323172823xjsnommis1.395816e-02.html FE 08/2010. Arnheim, Rudolf 1993: Consideraciones sobre la educación artística. Barcelona: Paidós. Bonilla Rius, Ana 2008: Jóvenes, violencia y arte. En: http://www.arteterapia. com.mx/bonilla.htm FE 11/2010. Calabrese, Omar 1997: El lenguaje del arte. Barcelona: Paidós. Chalmers, F. Graeme 2003: Arte, educación y diversidad cultural. Barcelona: Paidós. Conde, Teresa del 1994: Historia mínima del arte mexicano en el siglo XX. México: ATTAME Ediciones. Cordero, Mario 2006: El arte y la violencia. En: http://www.elportalvoz.com/ index.php?option=com_content&view=article&id=731:el-arte-y-la-violencia-&catid=14:dizque&Itemid=107 FE 11/2011. Laqueur, Thomas W. 2007: Botero and the Art. History of Suffering. En: Thomas W. Laqueur, Francine Masiello (eds.) 2007: Art and Violence. Berkeley: University of California, 1–10 (Center for Latin American Studies Working Papers, No. 18). Luján, María 2006: Vattimo: “Si una obra de arte no tiene violencia dice poco”. En: http://edant.clarin.com/diario/2006/04/11/sociedad/s-04901.htm FE 11/2011. Markowski, Michał Paweł, Ryszard Nycz 2006: Kulturowa teoria literatury. Główne pojęcia i problemy. Kraków: Universitas. Návar, José Xavier 2007: Violencia como arte. En: http://www.eluniversal.com. mx/espectaculos/75578.html FE 11/2011. Parsons, Michael J. (2002) Cómo entendemos el arte. Una perspectiva cognitivo-evolutiva de la experiencia estética. Barcelona: Paidós. Souriau, Étienne 2004: La correspondencia de las artes. México: Fondo de Cultura Económica. Yurkievich, Saúl 1978: El arte de una sociedad en transformación. América Latina en sus artes. París: Siglo Veintiuno Editores. 78 Maja Zawierzeniec Zawierzeniec, Maja 08/2010: A través del espejo III [antología multimedia, se distribuye en los encuentros México Joven]. Reproducciones Armando Alanís: Acción Poética – fotografía de un graffiti en la ciudad de Monterrey, proporcionada por Armando Alanís. Israel Alvarado Torres: ¿Esto es México bicentenario? – fotografías del trabajo proporcionadas por el autor. Edgar Cano: Sin importar los platos rotos, acrílico sobre tela sobre madera, 160 x 122 cm. Emmanuel Cruz: Todo es ilussio, óleo sobre tabla, 122 x 80 cm. Flavio Díaz: Desmexicanizándose para mexicocomprenderse, carbón sobre papel, 100 x 145 cm; Hecho en México, técnica mixta sobre madera, 40 x 50 cm. Gerardo Montiel: Obrero asesinado en huelga. Miguel Rodríguez Sepúlveda: Sin título, de la serie La irresistible persistencia de la memoria. Pavka Segura: de la serie Frontera México-USA. Anna Rzepka UNIWERSYTET JAGIELLOŃSKI W KRAKOWIE Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.) w kolekcji berlińskiej zdeponowanej w Bibliotece Jagiellońskiej w Krakowie Zbiory berlińskie, zwane Berlinką, pochodzące z byłej Pruskiej Biblioteki Państwowej w Berlinie, przechowywane od połowy lat 40. minionego wieku w Bibliotece Jagiellońskiej w Krakowie (BJ), w znacznym stopniu stanowią światowe dziedzictwo kultury1. Spośród różnorodnych cennych obiektów, które obejmują wspomniane zbiory2, zapewne najszerzej znane badaczom i opinii publicznej pozostają unikatowe muzykalia, w skład których wchodzą m.in. oryginalne rękopisy Mozarta, Bacha czy Chopina. W zbiorach berlińskich znajduje się jednak wiele innych niezwykłych zabytków rękopiśmiennych, które bezsprzecznie zasługują na wzmożoną uwagę uczonych, w tym iberystów, jako wartościowe pod względem materiałowym i w większości mało znane dotąd źródła prac badawczych3. Jedna z podjętych w ostatnim okresie inicjatyw naukowych, związanych z fragmentem zbiorów berlińskich dostępnym w Oddziale Rękopisów BJ, polegała na przebadaniu historii kolekcji oprawnych manuskryptów w językach romańskich (francuskim, włoskim, hiszpańskim, portugalskim i katalońskim)4. Dążąc do możliwie najpełniejszej rekonstrukcji drogi czy też 1 Pełniejsze informacje na temat historii zbiorów berlińskich, w tym ich drogi do Biblioteki Jagiellońskiej, gdzie obecnie pozostają zabezpieczone jako depozyt Skarbu Państwa Polskiego, podają m.in. Pietrzyk 2005: 83–87 i 2008: 15–19; Jaglarz 2008: 15–17; Sosnowski, Tylus 2010: 8–9. 2 Odnośnie do kształtu i zawartości zbiorów Berlinki, cf. Pietrzyk 2008: 16–19. 3 Od początku lat 80. XX wieku zbiory berlińskie zdeponowane w BJ są w pełni dostępne dla zainteresowanych nimi badaczy polskich i zagranicznych, dzięki czemu wiedza naukowa o ich zasobach systematycznie wzrasta. Niektóre ze zrealizowanych dotąd projektów naukowych związanych z Berlinką przedstawili Pietrzyk 2008: 16– 17 i Jaglarz 2008: 16. 4 Projekt badawczy nosi tutył „The history of the collection of Romance manuscripts in the Berlin collection at the Jagiellonian Library in Cracow. Supported by a grant from Iceland, Liechtenstein and Norway through the EEA Financial Mechanism”. Uczestniczyli w nim członkowie grupy badawczej Fibula z Instytutu Filologii Romańskiej UJ (romaniści, italianiści i iberyści) pod kierownictwem dr. hab. Piotra Tylusa. Projekt uzyskał także wsparcie ze strony polskiego Ministerstwa Nauki i Szkolnictwa Wyższego ze środków na naukę w latach 2008–2011. PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 80 Anna Rzepka „wędrówki” każdego z obiektów tejże kolekcji od miejsca jego powstania do księgozbioru biblioteki w Berlinie, w ramach trzech etapów realizacji projektu zgromadzono dane o charakterze kodykologicznym, historycznym oraz tekstologicznym5. Znalazły one odzwierciedlenie w przygotowanych opisach manuskryptów, obrazujących dzieje każdego z nich, a w szerszym docelowym ujęciu – historię kolekcji manuskryptów romańskich z Berlinki jako całości6. Zgodnie z zamysłem uczestników projektu, opisy i zawarte w nich informacje mogłyby stanowić przyczynek do przyszłych poszukiwań naukowych z wykorzystaniem rękopisów zawartych w tej kolekcji. W niniejszym artykule skupimy się na prezentacji kilku wybranych manuskryptów z grupy hiszpańskojęzycznej, odwołując się do niektórych ustaleń poczynionych w ramach badań zmierzających do nakreślenia ich historii i zasygnalizowania ich wartości pod względem tekstologicznym. Co warto zaznaczyć, przeprowadzone na potrzeby projektu analizy porównawcze tekstów w rękopisach z Berlinki z edycjami drukowanymi lub innymi manuskryptami danych dzieł należałoby traktować właśnie jako punkt wyjścia do koniecznych dalszych prac naukowych, gdyż nie stanowiły one samoistnego celu badawczego, lecz podlegały wspomnianym nadrzędnym celom przyświecającym całości projektu (tj. przebadaniu dziejów kolekcji). Niemniej jednak rezultaty tych w pewnej mierze wycinkowych – z przyczyn obiektywnych – analiz z pewnością można uznać za zachęcające do kontynuacji prac nad rękopisami lub zainicjowania nowych zadań badawczych z nimi związanych. Jak się wydaje, szczególne zainteresowanie naukowe mogą wzbudzać rękopisy literackie tak znamienitych twórców hiszpańskich z XVI–XVII stulecia jak Św. Jan od Krzyża (1542–1591), Francisco de Quevedo (1580–1645) czy Lope de Vega (1562–1635), należące do kolekcji zabezpieczonej w BJ. Tym właśnie manuskryptom oraz zaledwie niektórym aspektom ich historii i wartości tekstologicznej, w świetle danych zgromadzonych podczas realizacji wspomnianego projektu, poświęcona będzie dalsza część artykułu. Przede wszystkim warto choćby w skrótowy sposób scharakteryzować w ujęciu całościowym grupę rękopisów hiszpańskich z omawianej kolekcji, ze względu na wciąż ograniczony stan wiedzy na jej temat wśród szerszego grona odbiorców7. W odniesieniu do liczebności rękopisów 5 Założenia, cele oraz etapy realizacji projektu scharakteryzował Tylus 2008: 7–14. 6 Na postawie wyników prac badawczych członków grupy Fibula sporządzono 467 szczegółowych opisów rękopisów romańskich z Berlinki w językach romańskich oraz w języku angielskim. Ponadto przygotowano m.in. opracowanie poświęcone historii kolekcji rękopisów romańskich z byłej Pruskiej Biblioteki Państwowej w Berlinie, przechowywanych w Bibliotece Jagiellońskiej w Krakowie – studium ogólne. Cf. Rzepka, Sosnowski, Tylus 2011. Jak dotąd w formie książkowej ukazała się część opisów manuskryptów francuskich. Cf. Tylus 2010. 7 Istnieje zaledwie jeden katalog rękopisów romańskich (w tym hiszpańskich) ze zbiorów biblioteki w Berlinie, przygotowany przez niemieckiego uczonego Siegfrieda Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.)… 81 hiszpańskojęzycznych pochodzących z biblioteki w Berlinie i dostępnych obecnie w krakowskiej książnicy naukowej, kolekcja obejmuje blisko 110 woluminów. Rzeczywista liczba manuskryptów jest jednak znacznie wyższa od wskazanej, ponieważ w przypadku wielu jednostek katalogowych mamy do czynienia nawet z kilkudziesięcioma rękopisami ujętymi w jednej wspólnej oprawie. Czasokres powstania manuskryptów zamyka się w kilku stuleciach: od około połowy XV wieku po pierwsze dekady wieku XX, przy czym w zbiorze przeważają rękopisy datowane na XVII–XIX w. Ogólny profil kolekcji można określić jako uniwersalny, na co wskazuje ogromne zróżnicowanie rękopisów zarówno pod względem ich charakteru, jak i tematyki. Dokumenty historyczne i rękopiśmienne kopie dzieł literackich to najliczniej reprezentowane grupy tekstów w badanym zbiorze: m.in. odpisy i wyciągi z dokumentów królewskich, sprawozdania i noty sporządzone przez wiodące postacie w życiu publicznym i w administracji państwowej Hiszpanii, akty nadania tytułów szlacheckich, listy, diariusze, relacje z podróży, słowniki, opracowania dotyczące gramatyki, w tym języków egzotycznych jak język guarani, dzieła traktatowe, kroniki, teksty prozą i wierszem, utwory dramatyczne. Oryginalne i obfite materiały znajdą tu badacze zgłębiający tematykę konfliktu zbrojnego z Francją w okresie napoleońskim, historie zamorskich terytoriów Hiszpanii, czy wreszcie studiujący dzieła klasyków hiszpańskiej literatury. Te ostatnie sytuują się wśród manuskryptów dzieł literackich stanowiących grupę o specyficznym profilu, gdyż zdecydowanie przeważa w niej jeden typ tekstów, mianowicie sztuki teatralne (głównie z zakresu teatro breve z XVIII wieku, tj. m.in. sainetes, entremeses, loas, mojigangas). Obok nich w kolekcji odnajdujemy również przykłady comedias czy zarzuelas. Jeśli idzie o autorstwo dzieł, zauważamy szerokie spektrum: pierwszoplanowi twórcy w historii teatru hiszpańskiego, jak Lope de Vega, Calderón, Luis Vélez de Guevara, sąsiadują w zbiorze berlińskim z wieloma innymi dramatopisarzami, którym we współczesnych ocenach przypisuje się różnoraką rangę, od wyróżniających się aż po zupełnie przemilczanych lub zapomnianych. Dla przykładu można wskazać kilka nazwisk: Cándido María de Trigueros (1736–1798), Santos Díez González (1743–1804), Gabriel Briones Ferrero (1870–1946) czy Ángel González Carbajo (?–?). Warto zaznaczyć także, że liczne teksty, przede wszystkim te należące do teatro breve, pozostają anonimowe. Lemma i opublikowany w 1918 roku. Opracowanie to zawiera w większości bardzo skrótowe, wręcz lakoniczne informacje o rękopisach, a w nich wiele nieścisłości, niekiedy błędów, stąd też nie oddaje w pełni kształtu i bogactwa kolekcji (cf. Lemm 1918). Próbę uzupełnienia tej luki stanowią prace badawcze i publikacje krakowskich romanistów, uczestników projektu badającego historię zbioru, zawarte w ukazującym się seryjnie piśmie zatytułowanym Fibula. Do niektórych z nich odwołuje się niniejszy artykuł (cf. bibliografia). 82 Anna Rzepka Wśród rękopisów literackich za „filologiczne skarby” w kolekcji należy uznać odpis Cancioneiro da Ajuda (Ms. Lus. Fol. 1)8, jak wskazują badania nad tym rękopisem, pochodzący z pierwszych dziesięcioleci XIX wieku, przypuszczalnie z okresu poprzedzającego pierwsze paryskie wydanie kancjonarza z 1823 roku9, czy odpis Cántico espiritual Św. Jana od Krzyża (Ms. Hisp. Quart. 23), o którym nieco więcej w dalszej części artykułu. Inne wyróżniające się egzemplarze rękopiśmienne to kopie dzieł Francisco de Quevedo: w zbiorze berlińskim odnajdujemy po dwa odpisy utworu zatytułowanego Perinola, zaliczanego do prosa festiva y satírica w twórczości wspomnianego autora (Ms. Hisp. Quart. 36a i Ms. Hisp. Fol. 15c), oraz dzieła dydaktyczno-politycznego Grandes anales de quince días (Ms. Hisp. Quart. 36c i Ms. Hisp. Fol. 15b). Wartościowo przedstawiają się także odpisy obszernych dzieł historycznych, jak Crónica de los Reyes Católicos Fernanda del Pulgara (Ms. Hisp. Fol. 17) i dwutomowe opracowanie Recordación florida. Historia de Guatemala (Ms. Hisp. Fol. 20/1–2), napisane w latach 90. XVII wieku przez Francisca Antonia de Fuentes y Guzmán (1643–1700). Ponadto w kolekcji znajdziemy szeroką gamę utworów poetyckich od XVI do XIX stulecia, zarówno w języku hiszpańskim, jak i łacińskim (m.in. poezja religijna, satyryczna, okolicznościowa, pamflety, paszkwile), ciekawe przykłady zbiorów maksym czy epistolografii. Jak zasygnalizowano powyżej, zbiór berliński obejmuje odpis Cántico espiritual Św. Jana od Krzyża10, jednego z najwybitniejszych osiągnięć literackich mistyki hiszpańskiej, datowanego na 1584 rok. Analiza oprawy rękopisu, znaków wodnych na jego kartach oraz pisma wskazuje, iż przypuszczalnie mamy do czynienia z jedną z kopii dzieła z początków XVII stulecia. Pochodzenie rękopisu, jego najwcześniejsza historia (tj. miejsce wykonania, postać kopisty), a także droga, jaką manuskrypt dotarł do księgozbioru berlińskiego pozostają nieznane. Na bazie dostępnej niemieckiej dokumentacji bibliotecznej ustalono jedynie, iż został on włączony do zbiorów Królewskiej Biblioteki w Berlinie między 1818 a 1828 rokiem11. 8 W nawiasach podano sygnatury rękopisów w BJ. 9 Gruntowne badania nad tymże rękopisem przeprowadzili badacze Carlo Pulsoni i Mariña Arbor Aldea (2004: 721–789). 10W rękopisie zdeponowanym w Krakowie tytuł został dopisany późniejszą ręką (ołówkiem), być może przez jednego z bibliotekarzy niemieckich (f. Iro): Canciones misticas / de / fr. Juan de la Cruz / con su declaracion. 11 Rękopis ten figuruje w jednym z dawnych katalogów biblioteki berlińskiej Alte Manuskripte Kataloge (Cat. A 473), opracowywanym sukcesywnie od 1818 roku, z dopiskami z lat 20. i 30. XIX wieku. Wspomniany katalog jedynie wymienia kilkadziesiąt rękopisów hiszpańskich ze zbiorów Königliche Bibliothek w Berlinie, bez podania dalszych szczegółów odnośnie do ich proweniencji. Ponadto badany manuskrypt nie zawiera numeru akcesji do biblioteki berlińskiej, co oznacza, że trafił do jej zbiorów przed 1828 rokiem, kiedy to rozpoczęto rejestr nowych nabytków w tej instytucji. Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.)… 83 Na jednej z kart rękopisu (f. 157vo) widnieje frapująca w treści adnotacja w języku hiszpańskim, wykonana późniejszą ręką, wskazująca, iż, jak się wydaje, jeden z poprzednich właścicieli tomu prowadził nad nim badania pod kątem stwierdzenia autentyczności manuskryptu jako ewentualnego autografu: Hallo qe esta letra se parece á la de S.n Juan de la Cruz autor de la obra y compañero de S.ta Teresa. W notatce tej, podpisanej jedynie inicjałem: L o, mowa o Janie od Krzyża jako o świętym, a więc musiała zostać wykonana po kanonizacji karmelitańskiego mistyka, która miała miejsce w 1726 roku. Ten anonimowy posiadacz manuskryptu wpisuje się zatem do grona osób zabiegających o odnalezienie zaginionego oryginału dzieła. Do naszych czasów zachował się bowiem egzemplarz tekstu zawierający korekty oraz adnotacje wykonane przez Św. Jana od Krzyża – jest to manuskrypt S, od miejsca przechowywania zwany także rękopisem z Sanlúcar de Barrameda. Manuskrypt ten sytuuje się na czele jednej z trzech rodzin rękopisów, które obejmują pełną wersję dzieła: składa się na nią prolog napisany prozą, poemat złożony z 39 lub 40 strof oraz glosy prozą, przypisane do każdej ze strof. Badacze przyjęli oznaczenia skrótowe dla wspomnianych trzech rodzin manuskryptów: CA, CA’ i CB. CA stanowi wersję odpowiadającą rękopisowi S (tzw. texto primitivo), która posłużyła również do przygotowania dwóch wczesnych edycji drukowanych dzieła: paryskiej z 1622 oraz brukselskiej z 1627 roku. Wersja CA’ (tzw. texto revisado/retocado) w stosunku do texto primitivo różni się przede wszystkim we fragmentach obejmujących glosy (głównie chodzi o częściowo odmienny zapis odnośników do Biblii, a także o liczne wygładzenia gramatyczne, stylistyczne i literackie). Zmiany te wprowadził bądź Św. Jan od Krzyża, bądź jeden z anonimowych kopistów dzieła. Wersja CB natomiast (tzw. texto definitivo) wykazuje zmiany zarówno we fragmentach poetyckich, jak i tych spisanych prozą. Najważniejsze z nich dotyczą wprowadzenia dodatkowej strofy i przestawienia szyku strof w części poetyckiej dzieła, natomiast we fragmentach prozą zauważa się przeróbki bazujące na innych, późniejszych pismach Św. Jana, jak również liczne dopisane fragmenty między strofami poszerzające treści zawarte w dziele12. W tym miejscu warto zaznaczyć również, że początki aktualnej Staatsbibliothek zu Berlin Preussischer Kulturbesitz sięgają 1661 roku, kiedy to Fryderyk Wilhelm von Brandenburg stworzył Bibliotekę książęco-elektorską w Cölln nad Sprewą. Kolejne ważne wydarzenie w historii tejże instytucji miało miejsce w 1701 roku, gdy za sprawą Fryderyka I Pruskiego zyskała ona rangę Królewskiej Biblioteki z siedzibą w Berlinie. Zmiana nazwy na Preussiche Staatsbibliothek (Pruską Bibliotekę Państwową) w 1918 roku wiązała się z likwidacją monarchii w Niemczech po zakończeniu I wojny światowej. Cf. Sosnowski, Tylus 2010: 13. Konsultacji dawnych katalogów i archiwaliów w Staatsbibliothek zu Berlin Preussischer Kulturbesitz dokonała dr Monika Jaglarz, kierownik Oddziału Rękopisów BJ. 12 Diccionario filológico de literatura española del siglo XVI, 2009: 301. 84 Anna Rzepka Ze względu na niezwykłą złożoność tradycji rękopiśmiennej Cántico espiritual ustalenia w ramach projektu odnośnie do miejsca należnego w niej manuskryptowi z kolekcji berlińskiej mogły polegać przede wszystkim na wskazaniu, do której z wyżej wspomnianych rodzin rękopisów powinien zostać on przypisany. Porównanie tekstu manuskryptu zdeponowanego w Krakowie z edycjami rękopisów reprezentatywnych dla poszczególnych rodzin wykazało, iż najprawdopodobniej chodzi o wersję CA’13. Fakt, że rękopis berliński nie figuruje w żadnym ze skonsultowanych źródeł wyszczególniających zachowane dotąd lub zaginione rękopisy Cántico espiritual, o których wiadomo uczonym, z pewnością może podnieść jego wartość jako przypuszczalnie zapomnianego lub może nawet nieznanego odpisu tegoż dzieła. Przeprowadzone dotąd badania nad rękopisem z Krakowa to zaledwie zapowiedź koniecznych dalszych działań, które pozwoliłyby na jego pełniejszą analizę i ocenę w zestawieniu z innymi manuskryptami ze wskazanej rodziny. Co do dzieła Francisco de Quevedo zatytułowanego Grandes anales de quince días, transmisja tekstu w komentarzach specjalistów uchodzi za niemal równie skomplikowaną jak w odniesieniu do Cántico espiritual. Dzieło Quevedo występuje w trzech wersjach opracowanych przez samego autora, którym odpowiadają liczne manuskrypty niejednokrotnie znacznie różniące się między sobą. Odzwierciedlają one proces powielania tekstu drogą rękopiśmienną przez kopistów, którzy często odchodzili daleko od oryginału, przekształcając lub interpretując go w sobie właściwy sposób. Jak podkreśla Victoriano Roncero López, „muchos copistas reescribieron los «Grandes Anales» hasta hacer [la obra] en algunos casos irreconocible” (Roncero López 1988: 18). Znaczna liczba zachowanych do dziś rękopisów świadczy o popularności dzieła, które krążyło w wielu odpisach wśród odbiorców. Tytułem przykładu, dla najpóźniejszej trzeciej wersji tekstu (opracowanej prawdopodobnie w latach 1634–1639) badacz hiszpański wskazuje 36 egzemplarzy rękopiśmiennych, rozproszonych obecnie w różnych kolekcjach. Ilość i różnorodność wariantów, które w nich odnajdujemy, uniemożliwia, zdaniem Roncero Lópeza, ustanowienie rodzin rękopisów czy nakreślenie stemma codicum, obrazującego ich wzajemne zależności (Roncero López 1988: 18). Kolekcja berlińska przechowywana w Krakowie obejmuje dwa XVIII‑wieczne odpisy Grandes anales, które, jak wykazało porównanie z edycją dzieła przygotowaną przez Roncero Lópeza, odpowiadają trzeciej wersji tekstu utworu (Roncero López 1988: 18). Manuskrypty zdeponowane w BJ charakteryzują się przede wszystkim brakiem istotnego fragmentu tekstu, 13 W toku analiz badawczych szczególnie istotna okazała się edycja: San Juan de la Cruz, Cántico espiritual: primera redacción y texto retocado. Introducción, edición y notas de Eulogio Pacho, Fundación Universitaria Española, Madrid, 1981. Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.)… 85 określanego jako semblanza de Juan de Espina, dodanego przez Quevedo ok. 1643 roku. Oznacza to, że oba manuskrypty krakowskie prawdopodobnie powstały, jak już zaznaczono, w XVIII stuleciu, lecz na podstawie egzemplarza bądź egzemplarzy dzieła zawierających wersję tekstu rozpowszechnioną przed wspomnianą datą (tj. przed 1643 rokiem). Ponadto oba rękopisy berlińskie, zarówno względem siebie, jak i skonsultowanej edycji, wykazują szereg wariantów, które być może również w ich przypadku należałoby traktować jako przejaw inicjatywy ze strony kopistów. Manuskrypty Grandes anales de quince días z kolekcji zdeponowanej w Bibliotece Jagiellońskiej z pewnością zasługują na to, aby polecić je szerszej uwadze specjalistów zajmujących się badaniami tekstologicznymi, tym bardziej, że – podobnie jak powyższy rękopis Cántico espiritual – najprawdopodobniej i one uległy zapomnieniu lub nie są znane badaczom. W zbiorze berlińskim w dwóch rękopiśmiennych egzemplarzach występuje także Perinola autorstwa Quevedo, tekst o charakterze satyrycznym stanowiący odpowiedź na opublikowane w 1632 roku dzieło Juana Péreza de Montalbán pt. Para todos. Zdaniem Fernanda Platy, 58 zachowanych do dzisiaj manuskryptów Perinoli dowodzi, że jest to dzieło, spośród wszystkich stworzonych przez Quevedo, najbardziej rozpowszechnione w przekazie rękopiśmiennym (cf. Plata 2004: 217). Obszerny korpus i zróżnicowane warianty, które można w nim wskazać, sprawiły, że dotychczas jedynie kilku badaczy podjęło się przygotowania edycji Perinoli na podstawie wybranych rękopisów, odnosząc się równocześnie do kilku innych istniejących kopii odręcznych utworu14. Tekst ten zatem wciąż jeszcze czeka na edycję krytyczną w pełniejszym kształcie. W przypadku obu manuskryptów Perinoli przechowywanych w Krakowie przypuszczalnie mamy do czynienia z odpisami XVIII-wiecznymi i wiele wskazuje na to, że dotąd nieanalizowanymi przez specjalistów. Jak należy przypuszczać, rękopisy te odzwierciedlają wersję tekstu, który równie, a nawet bardziej popularny od Grandes anales de quince días funkcjonował w czytelniczym obiegu za pośrednictwem licznych kopii, w mniejszym lub większym stopniu odległych od oryginału. Zestawienie obu manuskryptów dostępnych w Krakowie z edycją dzieła opracowaną przez Pablo Jauralde Pou15 zdaje się potwierdzać tę tezę: uwidoczniło ono m.in. częste rozbieżności leksykalne, gramatyczne, pominięte lub dodane fragmenty, czy zmiany w organizacji tekstu. W kwestii szczegółów związanych z historią kopii obu dzieł Quevedo, należących obecnie do kolekcji berlińskiej w BJ, ustalenia rysują się raczej skromnie z uwagi na brak wskazówek pozwalających ją prześledzić. Przyjęto zatem, że wszystkie odpisy są anonimowe (sporządzili je różni kopiści), 14 Za przykład może posłużyć edycja krytyczna Jauralde Pou 1981: 173–212. 15Ibidem. 86 Anna Rzepka prawdopodobnie wykonano je w Hiszpanii, co sugerują filigrany widoczne na ich kartach. Nie wiadomo, w jaki sposób rękopisy dotarły do badanej kolekcji. Na podstawie numerów akcesji można jedynie wskazać okres, kiedy zostały do niej włączone; zamyka się on w latach 1818–184516. W obszernej grupie rękopisów sztuk teatralnych dostępnych w księgozbiorze berlińskim z Krakowa przyciągają uwagę odpisy czterech dzieł Lopego de Vegi, zgrupowane w dwóch woluminach o sygnaturach Ms. hisp. Qu. 77 i Ms. hisp. Qu. 78. Tomy te charakteryzują się zbliżonym typem oprawy (brązowa skóra z prostymi złoconymi zdobieniami na grzbiecie), wskazującym na ich możliwe pochodzenie z kolekcji bibliofilskiej, dziś nieznanej. Niemniej jednak w drugim z wymienionych tomów (f. 1ro) figuruje niemieckojęzyczna adnotacja podpisana nazwiskiem: Tieck. Umożliwia ona identyfikację poprzedniego właściciela tegoż woluminu, a kto wie, czy nie obu tomów, o których mowa. Jak ustalono, jest to odręczna notatka Ludwiga Tiecka (1773–1853), poety, dramatopisarza, tłumacza, krytyka i edytora, wybitnego przedstawiciela wczesnego romantyzmu niemieckiego, który wraz z braćmi von Schlegel, Friedrichem (1772–1829) i Augustem Wilhelmem (1767–1845), należał do grona głównych propagatorów dramatu hiszpańskiego w pierwszych dziesięcioleciach XIX wieku w Niemczech17. Badane odpisy dzieł scenicznych Lopego de Vegi można by zatem kojarzyć z nurtem, który zaowocował wówczas cennymi inicjatywami przekładów, edycji i opiniotwórczych komentarzy oscylujących przede wszystkim, choć oczywiście nie tylko, wokół twórczości Lopego de Vegi i Calderóna. Zgodnie z dokumentacją biblioteki w Berlinie, oba omawiane woluminy stały się częścią jej zasobów rękopiśmiennych w latach 30. XX wieku. Do tejże książnicy musiały jednak trafić wcześniej, na co wskazują adnotacje figurujące w rejestrze akcesji, mówiące o przeniesieniu tomów do oddziału rękopisów z innych jednostek wewnętrznych instytucji, tj. z magazynu druków (Ms. hisp. Qu. 78) i z magazynu książek (Ms. hisp. Qu. 77). Pieczęcie Królewskiej Biblioteki w Berlinie widniejące na kartach manuskryptów dowodzą, że tomy włączono do księgozbioru berlińskiej biblioteki przed 1918 rokiem18. Tom Ms. hisp. Qu. 78 obejmuje odpis Amar, servir y esperar, dzieła, które powstało w okresie między 1624 a 1635 rokiem. Przeprowadzone wstępne badania pozwalają przypuszczać, że rękopis mógł powstać na podstawie pierwszej edycji drukowanej dramatu z 1635 roku19. Co ciekawe, 16 Wszystkie wymienione rękopisy, podobnie jak odpis Cántico espiritual, wyszczególniono w Alte Manuskripte Kataloge (Cat. A 473). Cf. przypis 11. 17 Temat ten podejmuje m.in. Leyko (2009: 101–121). 18Patrz zwięzły rys historyczny biblioteki berlińskiej w przypisie 11. 19 Cf. Ventidós parte perfeta de las comedias del Fenix de España Frey Lope Felix de Vega Carpio …: sacadas de sus verdaderos originales … En Madrid: por la viuda Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.)… 87 manuskrypt ujęto we wspólnej oprawie z siedmioma starodrukami sztuk autorów hiszpańskich z XVI–XVIII wieku (m.in. Calderóna, Juana Ruíza de Alarcóna czy José de Cañizaresa), pochodzącymi częściowo z oficyn wydawniczych w Madrycie i Sewilli. Bazując na ujętych w nich datach z lat 40. XVIII wieku, można założyć, że towarzyszący im rękopis wykonano w tym samym czasie. Ponadto na dwa ze starodruków zwrócił uwagę Tieck, czyniąc następującą adnotację (f. 1ro): No. 8 ist nicht in der Sammlung der Autos von Calderon – No. 7 sher selten anzutreffen. („Numer ósmy nie występuje w zbiorze Autos Calderona, nr 7 bardzo rzadko spotykany.”). Drugi z woluminów zawierający kopie rękopiśmienne dzieł Lopego de Vegi (Ms. hisp. Qu. 77) obejmuje teksty La mayor virtud de un rey, El guante de doña Blanca oraz El sembrar en buena tierra. Najwcześniej chronologicznie należy sytuować powstanie ostatniego z wymienionych utworów – w 1616 roku, pozostałe dwa natomiast Lope de Vega stworzył w latach 30. XVII wieku, u schyłku swojego życia. Podobnie jak w przypadku wspomnianego odpisu Amar, servir y esperar, również i te manuskrypty (wszystkie to XVIII-wieczne anonimowe odpisy przypuszczalnie wykonane w Hiszpanii) wydają się pochodzić z edycji drukowanych: z 1637 roku dla La mayor virtud de un rey20 i El guante de doña Blanca21, zaś dla El sembrar en buena tierra – aż dwóch edycji z lat 1618 (Barcelona) i 1621 (Madryt)22. Ten ostatni rękopis sporządziło dwóch kopistów, o czym świadczą wyraźnie odmienne charaktery pisma i układ tekstu na ff. 98ro –96vo oraz na ff. 97ro–126vo, stąd zapewne każdy z nich posłużył się innym dostępnym mu wydaniem dzieła. Ponadto należy odnotować, że omawiane rękopisy sztuk Lopego de Vegi były znane specjalistom z okresu międzywojnia, co potwierdza choćby fakt ich ujęcia w opracowaniu Hermanna Tiemanna z 1939 roku pt. Lope de Vega in Deutschland23. Z pewnością warto jednak do nich sięgnąć de Iuan Gonçalez, a costa de Domingo de Palacio y Villegas y Pedro Verges …, 1635. 20Na temat transmisji tekstu tego dzieła pisze Marco Presotto 2000: 275–276 i 283. W zestawianiu wykorzystano edycję dramatu z 1930 roku przygotowaną przez Emilio Cotarelo y Mori, Obras de Lope de Vega. Obras dramáticas. Publicadas por la Real Academia Española, Tomo XII. Madrid, 1930, s. 618–648. Bazuje ona na pierwszym wydaniu dzieła w La Vega del Parnaso (Madrid, 1637). 21 Dokonano zestawienia tekstu rękopisu z edycją Lope de Vega, Comedias della Vega del Parnaso I. El guante de doña Blanca. Introduzione, testo critico e note di M. G. Profeti, Alinea, Firenze, 2006. 22Patrz komentarz Williama L. Fichtera w opracowanej przez niego edycji krytycznej tegoż dramatu (Lope de Vega 1944: 7). 23Cf. Tiemann 1939: 38 (item. 86 Amar, servir y esperar), 82 (item. 441 El guante de doña Blanca), 100 (item. 542 La mayor virtud de un rey), 133 (item. 778 El sembrar en buena tierra). 88 Anna Rzepka raz jeszcze, aby spojrzeć na nie z perspektywy najnowszych ustaleń badawczych na temat dramatów hiszpańskiego autora. Jak starano się ukazać na powyższych przykładach wybranych manuskryptów dzieł autorów hiszpańskich z XVI–XVII wieku, należących do kolekcji berlińskiej zdeponowanej obecnie w BJ, obejmuje ona interesujące i oryginalne egzemplarze rękopiśmienne istotnych dla literatury hiszpańskiej dzieł, kryjące w sobie jeszcze niejedną niezbadaną tajemnicę. Przez kilka ostatnich dziesiątków lat spoczywały one niemal nietknięte na półkach bibliotecznych, co przyczyniło się do ich odsunięcia na margines obiegu naukowego. Nierzadko zapomniane lub wręcz nieznane specjalistom, dzięki związanym z nimi inicjatywom badawczym mogą teraz powrócić czy zaistnieć w kręgu zainteresowania naukowców jako uzupełnienie wcześniejszych prac albo inspiracja do nowych poszukiwań, nie tylko filologicznych. Bibliografia Diccionario filológico de literatura española del siglo XVI 2009. Pablo Jaurlade Pou (oprac.). Madrid: Castalia. Jaglarz, Monika 2008: The Berlinka in the collection of the Manuscript Department of the Jagiellonian Library. Fibula 1, 15–17. Lemm, Siegfried 1918: Mitteilungen aus der Königlichen Bibliothek. Herausgegeben von der Generalverwaltung, IV: Kurzes Verzeichnis der romanischen Handschriften. Berlin: Weidmannsche Buchhandlung. Leyko, Małgorzata 2009: Nowa sztuka pisania komedii i dramaturgia Lopego de Vega w świetle poglądów Ludwiga Tiecka i innych krytyków niemieckich do roku 1830. W: Urszula Aszyk (red.) 2009: Nowa sztuka pisania komedii w dzisiejszych czasach Lopego de Vega w czterechsetlecie wydania 1609–2009. Warszawa: Instytut Studiów Iberyjskich i Iberoamerykańskich Uniwersytetu Warszawskiego / Muzeum Historii Polskiego Ruchu Ludowego, 101–121. Lope de Vega 1944: El sembrar en buena tierra. A Critical and Annotated Edition of the Autograph Manuscript. By William L. Fichter. New York: Modern Language Association of America. 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Wybrane rękopisy autorów hiszpańskich (XVI–XVII w.)… 89 Roncero López, Victoriano 1988: Los Grandes Anales de quince días de Quevedo. Edición y estudio. Madrid: Universidad Complutense. Rzepka, Anna, Roman Sosnowski, Piotr Tylus 2011: Historia kolekcji rękopisów romańskich z byłej Pruskiej Biblioteki Państwowej w Berlinie, przechowywanych w Bibliotece Jagiellońskiej w Krakowie – studium ogólne. Kraków: Uniwersytet Jagielloński. Sosnowski, Roman, Piotr Tylus 2010: Co mówią stare rękopisy. Kraków: Uniwersytet Jagielloński. Tiemann, Hermann 1939: Lope de Vega in Deutschland. Kritisches Gesamtverzeichnis der auf deutschen Bibliotheken vorhandenen aelteren Lope-Drucke und -Handschriften nebst Versuch einer Bibliographie der deutschen Lope-Literatur 1629–1935. Hamburg: Verlag Lüteke & Wulff. Tylus, Piotr 2008: Romance manuscripts in the Berlin collection in Cracow – an international project. Fibula 1, 7–14. Tylus, Piotr 2010: Manuscrits français de la collection berlinoise disponibles à la Bibliothèque Jagellonne de Cracovie (XVIe–XIXe siècles). Kraków: Uniwersytet Jagielloński. Magdalena Czerwonka UNIWERSYTET ŚLĄSKI W KATOWICACH ¿Enseñar o no enseñar? Elementos socioculturales en la clase de ELE Para todos nosotros es obvio que la lengua que hablamos expresa la cultura de la que proviene. Por este motivo, debería ser lógico que los estudiantes automáticamente adquieran y aumenten el conocimiento cultural a lo largo del aprendizaje de la lengua elegida. Sabemos desde hace mucho tiempo que la presentación de los elementos socioculturales en la clase de la lengua extranjera influye de modo positivo en el proceso educativo y aumenta la motivación. El objetivo principal de la enseñanza de las lenguas es darles a los estudiantes el conocimiento suficiente para que puedan comunicarse con facilidad con las personas de otras nacionalidades. No obstante, esta comunicación no será plenamente posible sin que nuestros estudiantes entiendan las diferencias culturales y las capacidades de asimilar distintas visiones del mundo que nos rodea, las actitudes y las opiniones de otras personas. En este momento podemos preguntarnos: • ¿Por qué la situación es tan mala si es tan buena? • ¿Cuáles son los beneficios de la introducción de los elementos socioculturales en la clase de español como lengua extranjera? • ¿De qué deberíamos acordarnos a la hora de introducir los elementos socioculturales en la clase de la lengua extranjera? • ¿Qué deberíamos hacer para ampliar el conocimiento cultural de nuestros estudiantes? Recordemos que las cuatro competencias lingüísticas: leer, escuchar, hablar o escribir en una lengua extranjera, no nos garantizan de ninguna manera la comprensión del comunicado ajeno o nuestro. Además de tales aspectos de la enseñanza de las lenguas extranjeras como los lexicales o los gramáticos, existe el aspecto sociocultural, que es el factor crítico, responsable por la mutua comprensión de las personas de distintos países. Por lo tanto, los profesores que enseñan diferentes idiomas, no solamente deberían querer, sino que, de alguna manera, verse obligados a enseñar la cultura del país, cuya lengua es el objetivo de su clase. Si no lo entienden, lo que hacen es enseñar solamente símbolos que los estudiantes asocian con los significados erróneos, interpretan de manera equivocada o que no tienen ningún sentido para ellos. No obstante, miles de profesores de lenguas extranjeras preguntan a sí mismos ¿de qué manera PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 92 Magdalena Czerwonka la cultura puede ser el objetivo del aprendizaje en mi clase? Para poder responder a esta pregunta primero tenemos que tratar de entender qué es la cultura. Según Adaskou, Britten y Fahsi (1990) podemos definir la cultura en cuatro aspectos. El primero está relacionado con los medios de comunicación, el cine, la música y la literatura. El segundo se refiere al punto de vista sociológico e incluye la familia, la vida cotidiana, las relaciones interpersonales, el trabajo, el tiempo libre, las costumbres y las instituciones. Los dos siguientes se basan en las acepciones semánticas y pragmáticas. Encontramos aquí los pensamientos, la percepción, el sistema de los conceptos en la lengua, el conocimiento básico y las competencias. Como podemos ver, este término tiene numerosos significados y está compuesto de nociones muy variadas, por eso hay que darse cuenta de que la cultura de ningún país es estática, ni es un sistema cerrado. Los estudios culturales tratan la cultura como un fenómeno enérgico, dinámico y permanente. La cultura de cada país no es solamente el conjunto de los objetos o símbolos, más bien es un proceso vivo. Enseñándola hay que seguir los acontecimientos contemporáneos, predecir, analizar y no relacionar. Por este motivo el profesor de la lengua extranjera tiene la posibilidad excelente de proporcionar a sus estudiantes los materiales que les hagan reflexionar sobre la vida de la gente de otros países, ya que el aprendizaje de la cultura consiste en notar las diferencias y las similitudes entre distintos sistemas culturales. En la clase de español como lengua extranjera hay que prestar mucha atención a la consciencia cultural de los estudiantes porque este hecho les ayuda funcionar en el mundo multilingüe y multicultural de hoy. La consciencia cultural es indispensable para poder convertir la competencia monocultural en la intercultural. La competencia intercultural es la capacidad del estudiante de comportarse adecuadamente en el momento de encontrarse con la actuación, la actitud y las expectativas de los representantes de otras culturas (Meyer 1991: 37). Desde otro punto de vista, en la competencia intercultural podemos enumerar las categorías siguientes: • savoir – el conocimiento lingüístico y cultural, incluyendo aquí la geografía, la historia, la economía y el arte; • savoir-être – la actitud hacia la sociedad y la cultura; • savoir-faire – las competencias lingüísticas y la capacidad de comportarse de manera adecuada en dicha situación; • savoir-apprendre – la actitud hacia la lengua, la motivación y las técnicas del aprendizaje. Conforme a las instrucciones del Consejo Europeo, en el caso de los fines educativos de los programas internacionales de la enseñanza de las lenguas extranjeras, hay que prestar atención especialmente al aspecto de la actitud ¿Enseñar o no enseñar? Elementos socioculturales en la clase de ELE 93 hacia la cultura (Komorowska 1996: 112–114). Estas instrucciones han aparecido porque el conocimiento cultural de los estudiantes de las lenguas extranjeras muy a menudo no es suficiente o, en los peores casos, casi no existe. Como vivimos en tiempos en los que no hay problema con el acceso a la información (tenemos Internet, libros, periódicos y revistas, intercambios internacionales, programas de la Unión Europea o viajes), el conocimiento general del mundo y de la cultura que nos rodean debería, como mínimo, ser suficiente. Sin embargo, la situación con la que nos encontramos cada día en clase está lejos de lo que esperamos. Las causas de esta falta las podemos relacionar con varios aspectos de nuestra realidad. En primer lugar, el acceso ilimitado a la información no significa que los estudiantes automáticamente la utilicen, ya que el hecho de que la gente pase mucho tiempo delante de la pantalla del ordenador o delante del televisor no significa que use este tiempo para ampliar su conocimiento. Además, hoy en día, especialmente entre los jóvenes, reina, en general, la falta del interés del mundo exterior. La recepción positiva de los países del dicho ámbito cultural se la asocia con la posibilidad de trasladarse con el fin de ganar dinero. Claro está que no podemos culpar solamente a los estudiantes. A menudo, también los profesores son responsables por las faltas en la educación sociocultural de sus estudiantes. Desgraciadamente, hay profesores que siguen pensando que la gramática y el léxico son lo único que los estudiantes deben conocer aprendiendo una lengua y no ven la necesidad de desarrollar su conocimiento sociocultural. Por otra parte, muy a menudo los aspectos culturales se quedan en un segundo plano, dando paso al material puramente lingüístico, porque éste es muy amplio y en muchos casos no hay tiempo suficiente para realizarlo durante el año escolar. También, en ocasiones sucede que los profesores no se ven obligados a aumentar su propio conocimiento sociocultural. Para ellos es suficiente lo que encuentran en el manual. La consecuencia de esta separación de la lengua enseñada del tejido cultural, con el que está unida casi siempre, tenemos que pagarla. Los estudiantes se sienten perdidos teniéndose que enfrentar a la gran cantidad de relaciones entre las estructuras lingüísticas y las situaciones en las que se aplican, sin conocer paralelamente las situaciones reales y la realidad a la que se refieren. Para evitarlo hay que dar lugar constante a los elementos socioculturales en la clase de la lengua extranjera. Existen dos maneras principales de introducir el material sociocultural en la enseñanza de la lengua extranjera: • el sistema diacrónico, que consiste en conocer los elementos de la cultura (en su amplia acepción) en su desarrollo histórico, • el sistema sincrónico, que consiste en conocer los hechos y los acontecimientos contemporáneos (Cieśla 1980: 23). 94 Magdalena Czerwonka Diferentes métodos de enseñanza de las lenguas extranjeras aplican en sus propuestas distintas formas de estos sistemas y eligen lo que según sus autores y representantes es más importante y útil en la clase. El método comunicativo sigue siendo popular desde los años setenta del siglo XX. Aparecen en él muchos elementos de la cultura, tanto explícitos como implícitos. Como ya podemos deducir de su nombre, más importantes son los procesos que tienen lugar durante la situación comunicativa real. Hay que subrayar también el uso adecuado de la lengua en las situaciones reales. La ventaja más importante de este método es la importancia de los rasgos paralingüísticos en el acto de comunicación. Se incluyen aquí los comportamientos no verbales de los interlocutores, que al lado de la lengua son esenciales para el proceso comunicativo. A causa de muchas diferencias entre los elementos no verbales en distintas culturas, no dándose cuenta de ellas, durante una conversación uno puede encontrarse con algunos malentendidos o desaires e incluso con un choque cultural. El método comunicativo supone también la gran importancia de la enseñanza de las reglas socioculturales, ya que gracias a ellas el estudiante puede entender plenamente los comunicados orales y escritos en una lengua extranjera. Al mismo tiempo, la aplicación equivocada de las reglas socioculturales o la falta de su dominio puede causar la interrupción de la interacción (Stawna 1991: 10, 38). Para acercar al estudiante a las situaciones reales lingüísticas que puede encontrarse, las situaciones que introducimos, analizamos y presentamos en clase deberían ser auténticas, por eso preferentemente hay que proponer técnicas que estimulen la interacción, como por ejemplo diálogos, debates, actuación de distintos papeles, juegos y pasatiempos. Asimismo hay que utilizar materiales auténticos y reales, para que los estudiantes puedan ver y entender la realidad de la vida en dicho país. Estos pueden ser revistas, periódicos, mapas, diagramas, dibujos, fotografías, publicidades, películas. Notemos que es un trozo de la cultura muy pequeño, ya que se omite la literatura, la historia, el arte, la música, las creencias, la tradición, la gente importante y famosa, los valores, las normas y los modelos que funcionan en dicha cultura y los problemas y los logros de otras naciones. Para evitar la monotonía y el aburrimiento o incluso el debilitamiento o la desaparición de la motivación en la clase de español como lengua extranjera, aparte de enseñar la lengua viva y espontanea, lo que supone el método comunicativo, es indispensable añadir elementos reales tales como películas, canciones, entrevistas, reportajes, presentaciones multimedia, obras literarias, objetos auténticos y elementos de diversión como juegos, concursos o pasatiempos. Muy importante también es el trabajo propio de los estudiantes. Hay que darles oportunidad de preparar de vez en cuando la clase de tema cultural y presentar las informaciones que han encontrado. Este tipo de actividades influye ¿Enseñar o no enseñar? Elementos socioculturales en la clase de ELE 95 de manera positiva en la atmosfera entre los participantes del curso y crea pretextos de discusiones y debates. En referencia a otros métodos contemporáneos que se aplican en la enseñanza de las lenguas extranjeras podemos notar que el método natural de Tracy Terrell y Steven Krashen, del mismo modo que el método comunicativo, utiliza los materiales auténticos que acercan a los estudiantes a la realidad lingüística. De los que aprenden una lengua extranjera con el método The Silent Way se requiere el conocimiento general de la cultura y la literatura. El método cognitivo supone que, en la situación ideal, los estudiantes deben, no solamente alcanzar el nivel superior en la destreza lingüística sino también el llamado profesionalismo bicultural, es decir, el conocimiento de otra cultura. Los estudios en la comunidad (inglés: Community Language Learning) se consideran no solamente como un proceso social, sino al mismo tiempo el proceso cultural. Entre los requisitos que se presentan delante del profesor de la lengua extranjera se encuentra la sensibilidad cultural o, en otras palabras, la comprensión de otra cultura (Richards, Rodgers 1991: 136, 104, 115–116, 126). Para concluir, podemos decir que independientemente de que estemos de acuerdo o no con todo lo dicho hasta ahora, hay que acordarse de los indudables beneficios que nos proporciona la consciente introducción de los elementos socioculturales. La lengua refleja la cultura. No es posible dominar plenamente un idioma si no se puede notar, aceptar y asimilar las diferencias culturales. Si no hablamos de ellas en nuestras clases, es como si enseñáramos a alguien a caminar con sólo una pierna. Además, la promoción de los elementos socioculturales influye de manera positiva en el desarrollo de la motivación integral y de la actitud positiva frente a la lengua. La aparición de los elementos socioculturales en la clase de español como lengua extranjera hace que la integración de las competencias lingüísticas sea algo fácil y natural. Para presentar los aspectos culturales podemos utilizar los materiales audiovisuales auténticos, que, como ya sabemos, desarrollan el interés de los estudiantes y aumentan tanto su motivación como el valor atractivo de nuestras clases. Las canciones y las películas siguen siendo muy populares entre las personas de todas las edades y de todos los niveles de educación y las discusiones y los debates favorecen, no solamente el desarrollo de las competencias lingüísticas, sino también el desarrollo de la gente en general. Resumiendo, hay que subrayar que los elementos socioculturales en la clase de la lengua extrajera constituyen la condición necesaria para una comunicación eficaz, sin la que es muy difícil funcionar en el mundo contemporáneo. 96 Magdalena Czerwonka Bibliografía Adaskou, K., D. Britten, B. 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En: Dieter Buttjes, Michael Byram (eds.) 1991: Mediating Languages and Cultures. Clevedon: Multilingual Matters, 136–158. Pawłyk, Magdalena 2001: Stereotypy kulturowe w procesie nauczania języka obcego. Języki obce w szkole 1, 14–17. Polok, Krzysztof 2004: Miejsce tła kulturowego w całościowym przekazie informacji językowych podczas lekcji. Języki obce w szkole 4, 14–20. Richards, Jack C., Theodore S. Rodgers 1991: Approaches and Methods in Language Teaching. (A Description and Analysis). Cambridge: Cambridge University Press. Stawna, Mirosława 1991: Podejście komunikacyjne do nauczania języków obcych. Od teorii do praktyki. Warszawa: Wydawnictwa Szkolne i Pedagogiczne. Urszula Sokolnicka STUDIUM JĘZYKÓW OBCYCH UNIWERSYTETU EKONOMICZNEGO WE WROCŁAWIU Reflexión sobre las diferencias culturales en clase de español de negocios1 Antes se pensaba que conocer la lengua de negocios era saber tanto las reglas de gramática, y usarlas correctamente, como dominar el vocabulario específico. Por eso los manuales de español de negocios contenían normas gramaticales y el vocabulario para cada sector de la actividad empresarial: banca, impuestos, etc. Sin embargo, los fracasos en los negocios se atribuyen más frecuentemente a los malentendidos, “meteduras de pata” o conflictos surgidos por el desconocimiento de la cultura del interlocutor, que a los errores gramaticales o al mal uso de una palabra. Como consecuencia, los autores, al darse cuenta de lo importante que es el conocimiento de la cultura del interlocutor en los negocios, dedican mucho más espacio a las diferencias culturales en la actividad empresarial. María Lluïsa Sabater, profesora de la Ecole Superieure du Commerce Exterieur de Paris, publicó un amplio artículo en la revista redELE sobre la necesidad de destacar la diversidad cultural en la formación de profesores de español para los negocios (http://www.educacion.gob.es/redele/ revista/sabater.shtml). El ejemplo perfecto del desconocimiento de las culturas es la película Mapa de los sonidos de Tokio de Isabel Coixet. En el filme podemos observar lo torpe que es la comunicación entre el empresario catalán que aterriza en Japón con el fin de promocionar el vino de las montañas del Penedés y una discreta chica japonesa. La torpeza, y a veces incomunicación, se deben al desconocimiento de las dos culturas desarrolladas en los antípodas y también a la actitud poco abierta a conocer y aceptar otra diferente, aunque en la película aparezcan síntomas del efecto de la globalización del mundo, como el cine, la música, etc., presentes en ambas culturas. En la película presenciamos el choque cultural entre la cultura introvertida y poco expresiva del Lejano Oriente y la extravertida y expresiva del “macho ibérico”. 1 El presente texto tiene carácter meramente divulgativo, por eso carece de bibliografía y notas bibliográficas. La Autora es profesora de español con gran experiencia en el campo de la enseñanza. Por medio del presente texto comparte con los lectores sus reflexiones y observaciones personales desde un punto de vista práctico. Las citas de la revista Portal provienen de la entrevista realizada por la propia Autora con M. Bovet (N. del E.). PHILOLOGICA WRATISLAVIENSIA: STUDIA IBERICA ET LATINOAMERICANA III 98 Urszula Sokolnicka La cultura asiática, representada en la película por la chica japonesa, se basa en el pensamiento de Confucio, en el taoísmo y después en el budismo. Es la cultura colectivista apoyada en la afiliación (pertenencia al grupo) cuyo objetivo es el desarrollo armónico de la colectividad. Sus miembros poseen valores tales como el sentido de la actividad colectiva, la solidaridad o la empatía. En cambio, la cultura occidental, anglosajona y americana es la cultura individualista cuyos valores son la autonomía y la masculinidad, que se entiende como competencia por los mejores salarios, puestos de trabajo o ascenso. Las diferencias se notan en los negocios: los asiáticos abogan por el entendimiento, confianza mutua, evitan disputas y conflictos y su objetivo es llegar al compromiso. Mientras, la cultura americana es la de la confrontación; si no encuentra compromiso demanda al socio al tribunal. Los europeos en el mapa cultural se sitúan entre la cultura del este y la del oeste, la colectivista y la individualista y entre ellos hay tanta diversidad como lenguas hay. Los factores que influyen en la cultura son el clima, la religión, la situación geográfica y económica, la experiencia histórica, etc. Forman la cultura inconsciente/implícita que se refleja después en la cultura corporativa. Estos elementos inconscientes son, por ejemplo, la cosmología, los roles en relación a edad, sexo, clase social, ocupación, familia, concepción de la justicia, etc. Se puede ver la cultura implícita y explícita en la metáfora del iceberg de D. Caspari. La lengua, la literatura o las artes pertenecen a la cultura explícita, a nivel consciente y, por lo tanto, el hecho de que unos grupos tengan una lengua común no se traduce en tener la misma cultura. La distinción entre la cultura colectivista y la cultura individual es la que destaca más en el estilo de negociar. Aparte de la diferencia mencionada según el criterio cómo y cuál es el lugar del “yo”, hay otros criterios que ayudan a establecer los tipos de comportamientos en el territorio empresarial. El sociólogo holandés Geert Hofstede, autor de Kultury i organizacje (Culturas y organizaciones), fue el primero que estudió la relación entre una cultura y una organización corporativa. Después Fons Trompenaars y Charles Hampden-Turner en Siedem kultur kapitalizmu (Siete culturas del capitalismo), y en Zarządzanie personelem w organizacjach zróżnicowanych kulturowo (La gestión de los recursos humanos en las organizaciones multiculturales) estudiaron las soluciones que las organizaciones realizaron en la interrelación con gente según los 7 procesos de evaluar los dilemas. Finalmente, Edward T. Hall en su libro Bezgłośny język (La comunicación no verbal) estudió los conceptos del contexto, espacio y tiempo. Reflexión sobre las diferencias culturales en clase de español de negocios 99 Siguiendo las pistas de los científicos mencionados, las universidades ESADE de Barcelona, Copenhagen Business School (University of Copenhagen) y Wirtschaftsuniversitä realizaron un proyecto común, financiado por la Unión Europea, con el fin de analizar cómo es la estrategia de gestionar y negociar de los empresarios españoles. Entrevistaron a los empresarios españoles y a los extranjeros que colaboraron con los españoles y el resultado del proyecto es el informe International Negotiations In Spanish (INES). Según el estudio INES, la cultura de negocios de los empresarios españoles se caracteriza por la personalización. El empleado tiende a identificarse con cualquier tarea que realice en el trabajo, mientras que los empresarios extranjeros saben perfectamente separar el trabajo de su personalidad. Montserrat Bovet, profesora de español de negocios en la Escuela de Business ESADE y coautora de los manuales de español de negocios, participó en los estudios de INES y cuenta sus observaciones: “Si reprochas algún fallo en el informe del español, este se siente enfadado, es como decirle: no sirves para nada. El español toma cualquier crítica muy a pecho, en cambio el empresario holandés sabe aceptar de buena gana la crítica instructiva” (PORTAL, 1 (9)/2011). El empresario español educado en la cultura de habla y de alto contexto, evita negarse o renunciar de forma tajante e incluso se permite una mentira piadosa con tal de no hacer daño al interlocutor. Es la cultura de la comunicación indirecta donde el mensaje crítico se lee entre líneas. Una de las particularidades de la cultura de llevar negocios por los empresarios españoles es la faceta emocional. Para el empresario español el valor fundamental es crear un ambiente de confianza y de amistad. Por ello, el empresario nórdico o anglosajón, que tienden a realizar el trato enseguida, deseando ir al grano, pueden dar la impresión de ser groseros y arrogantes. Los empresarios españoles eligen sitios menos formales y agradables para hablar de negocios. Son muy frecuentes desayunos, comidas o cenas de negocios que sirven para crear ambiente distendido que cierran con éxito una negociación. Los polacos tienden a presentar la cultura de negocios americana, aunque se dan cuenta de la importancia del ambiente amistoso en los negocios y muchas veces proponen celebrar el trato hecho invitando a “tomar vodka”, como comentan los empresarios españoles que trabajan en Wrocław. Los estudios INES han comprobado que el modelo occidental (americano) en la gestión empresarial (horario, reuniones, cumplimiento de fechas establecidas, etc.), apoyado en la creencia de la efectividad del “one best way of managing”, no es tan operativo como se creía en la cultura española de negociar. El modelo americano trasplantado a la empresa española queda siempre como una interpretación local del modelo que pretendía ser universal. Se ha acuñado el término nuevo glocalización, un concepto 100 Urszula Sokolnicka entre globalización y localización. Cuenta Bovet: “En cierta época se intentó introducir las normas de gestión en las empresas españolas literalmente. El resultado, que tenía como objetivo aumentar el rendimiento en el trabajo, fue un fracaso” (PORTAL, 1 (9)/2011). En la creación del ambiente amistoso que se pretende crear en los negocios con los españoles, hay que tener en cuenta que los empresarios de la Península Ibérica representan la cultura policrónica del tiempo. Esta tiene una visión circular del tiempo y tiene consecuencias en la planificación del trabajo, más bien a corto plazo, puntualidad y el cumplimiento de los plazos preestablecidos. Uno de mis interlocutores mediterráneos me comentó: “Cuando de camino al trabajo me topo con mi amigo, no puedo solo saludarlo con un simple hola por el hecho de que tenga una reunión. La vida social o familiar me importa más que el encuentro con compañeros de trabajo por más importante que sea”. Con la cultura policrónica se relaciona también cierta libertad en la organización de las reuniones, las cuales muchas veces no se preparan sino que se improvisan. Sin embargo, realizarlas según el guión de la cultura americana de negociación, frecuente en las sociedades multinacionales, tampoco ha maravillado a los empleados. Bovet cuenta una anécdota que saca de su rica experiencia en el trabajo en el ambiente multicultural: Los trabajadores al no entender la idea de la reunión copiada y después interpretada “a la española” dieron más problemas. En la versión original la reunión se había preparado para discutir sobre los problemas de la empresa. La junta directiva esperaba de los empleados algunas proposiciones de soluciones en la empresa que pasaba un mal momento. La plantilla interpretó la reunión así preparada como una manifestación del poder y se negó a participar en el debate. (PORTAL, 1 (9)/2011) La reacción por parte de los empleados puede ser también el resultado de la alta jerarquización de la empresa española. La imagen del jefe español que da Javier Marías no es muy esperanzadora: “El jefe español se levanta todos las mañanas diciendo: Soy jefe, a ver cómo lo hago hoy notar” (El País “Caricatura del jefe español o no tanto”). Ferrán Ramón-Cortés (licenciado en Ciencias económicas y empresariales por ESADE, experto en técnicas de presentación, comunicación personal y estrategia de comunicación) cuenta su experiencia en El País: “Discrepar sin crear conflictos” durante la reunión estratégica en una importante organización. Después de una larga sesión en silencio uno de los empleados explicó la apatía de los empleados: “Aquí, para tener paz, nos regimos por el artículo 22: el jefe siempre tiene razón”. Algunos expertos llaman la gestión autoritaria, “dirigir según la vieja escuela”. La distancia jerárquica está muy arraigada en la empresa española, incluso si el jefe delega negociar con otros empresarios no les deja Reflexión sobre las diferencias culturales en clase de español de negocios 101 tomar la decisión definitiva, lo que provocó cierto disgusto en los empresarios holandeses que llevaban las negociaciones desde el principio hasta concluirlas y firmar ellos el contrato. Una de las particularidades es el control de la incertidumbre y, como consecuencia, el tipo latino de gestionar con la típica burocracia y normas. La incertidumbre se refleja en la postura de los jóvenes de hoy día. En su artículo “No deje pasar esta crisis sin sacar provecho” Josep Garriga (El País 15 de noviembre 2009) cita a los sociólogos Gil Calvo: “en una cultura tan fatalista como la nuestra optamos por comportarnos como un caracol, tendemos a replegarnos”, y Javier Elzo: “Es una actitud cómoda, quejica, tan poco responsable que me da mucho miedo” frente a la actitud anglosajona: “Yes, we can”. Según el autor dos elementos influyen en esta especie de adormecimiento y de escaso riesgo del latino: el miedo al fracaso y al qué dirán. Al analizar el estilo de la actividad empresarial de los españoles se estudió también la proxémica. Resulta muy natural guardar menos distancia entre los interlocutores españoles que entre otros europeos, especialmente los nórdicos, tanto en la empresa como durante las negociaciones. En la cultura española no se sale de la norma que el profesor ponga las manos sobre los hombros de un estudiante demasiado animado para así neutralizarlo, o dar palmaditas al socio durante los negocios para animarlo o expresar su satisfacción. En la cultura anglosajona se debe respetar la distancia social, ya que si no puede resultar molesto e incluso ser interpretado como acoso sexual. No obstante, al estudiar la diversidad cultural es imprescindible apartar las diferencias culturales de los estereotipos que, desgraciadamente, siguen funcionando en la mentalidad de muchos europeos. En el siglo XIX los viajeros ingleses que visitaban España acunaron y fomentaron los estereotipos que son muy difíciles de desarraigar, incluso hoy en día en tiempos de la globalización. En la conciencia de los europeos del norte ha subsistido el estereotipo de los españoles amantes del sol, la fiesta y la siesta, imagen creada y fomentada en los años sesenta durante el boom turístico en la época del franquismo. A partir del año 1986 España, como miembro de la Unión Europea, ha aceptado las normas comunes en los negocios. Sin embargo, al tomar España la presidencia europea en 2009, The Economist publicó un artículo titulado “Old Spanish practices” acompañado de un dibujo de una pareja bailando flamenco. Santos Juliá de El País se pregunta: “¿No será el reflejo de Old British arrogant?”. Últimamente, con la crisis del pepino otra vez se ha dado a conocer, y muy injustamente, la fidelidad a los estereotipos. En la crisis alimentaria debido 102 Urszula Sokolnicka al brote de la bacteria E. coli, los alemanes demasiado rápido y a la ligera acusaron a los agricultores españoles de producir la verdura contaminada. Asimismo, Angela Merkel declaró la necesidad de igualar la edad de jubilarse en toda Europa bastante precipitadamente, ya que la edad media de jubilación en los países mediterráneos no discrepa casi nada de los del norte. Der Spiegel reprochó a la cancillera haber “metido la pata”. (Gazeta Wyborcza: Tomasz Bielecki “Południe na łasce północy” (El sur a la gracia del norte)). Paweł Boski, autoridad en la psicología intercultural, define los estereotipos en Kulturowe ramy zachowań społecznych (Los cuadros culturales de los comportamientos sociales) como “un filtro de conocimiento anclado en los valores y prácticas de una cultura mediante la cual se observa, interpreta y opina sobre las prácticas de las personas tratadas como ajenas o distintas”. El científico advierte que limitarse a los estereotipos conduce a la ceguera cultural (culture blindness) y no tiene justificación razonable en los tiempos de la trepidante globalización. Gracias a las distintas actividades desarrolladas por la Unión Europea como el voluntariado, las becas Erasmus y las de Leonardo da Vinci se puede llegar a derrumbar las barreras entre las naciones e inculcar la competencia intercultural, basada en tolerancia hacia otras culturas, inquietud por viajar y mentalidad abierta y autoconocimiento.