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LAS CIENTÍFICAS COMO MODELO PARA LAS Y LOS ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
Elsa S. Guevara Ruiseñor1 y Alba García López
Universidad Nacional Autónoma de México
Resumen
Con el propósito de identificar el papel que tienen las científicas como modelos, guía o
estímulo para que las y los jóvenes consideren dedicarse a la carrera científica, se aplicó un
cuestionario de preguntas abiertas a 120 estudiantes de la UNAM. Los resultados mostraron
que más de la mitad afirmaron conocer a una científica que admiren, y de éstos, la mayoría
señala que desean seguir sus pasos, pero fueron más mujeres las que respondieron en ese
sentido, lo que parece indicar que conocer a una científica sí funciona como aliciente para
dedicarse a la investigación. Se discuten estos resultados a partir de la teoría feminista y el
doble papel que cumplen las mujeres que se dedican a la ciencia como investigadoras y
docentes, quienes no sólo contribuyen a la construcción del conocimiento sino también
fungen como promotoras y guías de las nuevas generaciones de científicas y científicos.
Palabras clave: modelos, científicas, estudiantes, género
Abstract
Our purpose with this investigation is to identify the role that female scientists have as a
role model for young female and male college students that are thinking of embarking
themselves on a science career. Therefore, a questionnaire of assorted questions was
distributed among 120 UNAM students. Results showed that more than half of the students
knew a female scientist that they look up to and between this students, most of them said
that they would like to follow her steps. Female students were the ones with better response
to this questionnaire which suggests that the acquaintance of a female scientist was a big
influence over them to take the decision to become researchers. The results were discussed
through the feminist theory and the role that women who pursue a scientist career as
researchers and teachers assume, who not only contribute to knowledge construction but
also work as promoters and guides for the new generations of female and male scientists.
Key words: female scientists, role model, students, gender
1
elsaruisenor@hotmail.com
Introducción
El escaso número de mujeres que se dedican a la investigación ha llamado la atención de
comunidades académicas y organismos internacionales como la UNESCO2, que
recomiendan la incorporación plena de las mujeres a la ciencia no sólo como una medida de
justicia social, sino como una necesidad económica y social, dada la pérdida de
competitividad que supone para los países no aprovechar el potencial intelectual y creativo
de las mujeres para aumentar su masa de investigadores. A su vez, las investigaciones sobre
género y ciencia han aportado suficiente evidencia de que pese a los avances que se han
logrado en las instituciones de educación superior donde cada vez más mujeres se
incorporan a distintas áreas de conocimiento, todavía prevalece un sistema educativo con
fuertes sesgos de género que limitan las posibilidades de muchas mujeres para dedicarse a
la investigación científica. Incluso en carreras donde las jóvenes constituyen la mayoría de
la matrícula estudiantil, es posible apreciar que las estudiantes siguen enfrentando
condiciones adversas por su condición de género como es la existencia de acoso sexual o la
presencia de prácticas sexistas en el aula por parte del profesorado (Mingo, 20063; Guevara,
20094; Espinosa, 20095; Guevara y García 20106).
Distintas investigaciones coinciden en que la inclinación por la carrera científica puede
originarse o fortalecerse por la influencia de profesoras y profesores que estimulen la
participación en la investigación entre sus estudiantes, pues ello les proporciona a las
nuevas generaciones una vinculación temprana con los grupos de investigación
profesionales. En especial, se destaca el papel de las mujeres académicas quienes pueden
ser una influencia positiva para las estudiantes, en la medida en que pueden motivar a las
chicas en la investigación, integrarlas a redes sociales e incorporarlas a sus proyectos. La
interacción con investigadoras ofrece a las estudiantes un punto de apoyo en el mundo de la
ciencia, contactos sociales y conocimiento sobre las opciones a seguir después de la carrera.
Incluso en carreras con predominio masculino, la mayor presencia de mujeres en el cuerpo
docente puede ser un importante aliciente en la permanencia de las jóvenes en estas
carreras, porque ellas influyen en la motivación e identidad de las alumnas, mejoran el
clima en el aula y lo hacen más respetuoso (García Villa, 20087; Parviainen, 20088;
Anderson, 2002 9; Álvarez, Álvarez, Pérez, Arias y Serrallé, 201010).
2
En 1998, la UNESCO promueve la Conferencia Mundial sobre Educación Superior, y en 1999 la
Conferencia Mundial sobre Ciencia para el Siglo XXI en las cuales se reconoce que existe un desequilibrio en
la participación de hombres y mujeres en la ciencia y se proclama el compromiso de resolver con urgencia
esta situación.
3
MINGO, Araceli (2006) ¿Quién mordió la manzana? Sexo. Origen Social y Desempeño en la Universidad,
México: CESU-PUEG-F.C.E.
4
GUEVARA Elsa (2009) “Desigualdad de género en la UNAM. Algunas experiencias del estudiantado” en
Gandarilla, José, Julio Juárez y Rosa Ma. Mendoza (Coordinadores) Jornadas Anuales de Investigación 2008,
México: CEIICH-UNAM.
5
ESPINOSA, Claudia (2009) “Estudio de las interacciones en el aula desde una perspectiva de género”
ponencia presentada en el I Coloquio Internacional de la Red de Estudios de género del Pacífico Mexicano,
realizado en Nuevo Vallarta, Nayarit, entre el 22 y el 24 de abril.
6
GUEVARA Elsa y Alba García (2010) “Los obstáculos para dedicarse a la investigación en mujeres
estudiantes” Revista Mexicana de Orientación Educativa, 3° época, Vol. VII, Núm. 18, enero-junio, pp. 1724.
7
GARCIA VILLA Ma. Del Carmen (2008), “The impact of program experiences on retention of women
engineering students in Mexico” Dissertation for Degree of Doctor of Philosophy, Texas University.
A su vez, Zubieta y Rosas11, en su análisis sobre el reducido número de mujeres entre
estudiantes y docentes de las ciencias exactas que participan en el verano de la
investigación científica señalan que: “el hecho de que las mujeres no sean aceptadas en la
misma medida para realizar actividades de investigación, no puede atribuirse a problemas
de discriminación de género pero sí a una falta de estereotipos femeninos y modelos a
seguir” (p. 354). Si bien estas autoras tienden a desestimar la discriminación de género que
todavía persiste bajo expresiones más sutiles en las instituciones educativas y científicas,
sin duda aciertan al considerar la escasa presencia de modelos para las jóvenes y obligan a
reflexionar sobre el importante papel que cumplen las académicas al instituirse en modelos
o guías para las nuevas generaciones de estudiantes.
En México, existe una larga tradición de mujeres dedicadas a la docencia que cuestionaron
el estatuto de inferioridad asignado a las mujeres en el campo de la ciencia y promovieron
entre sus estudiantes su derecho al conocimiento científico, sin embargo, poco se sabe de la
forma en que fue percibido este hecho por el estudiantado y el impacto que ello tuvo en
acercarse al campo de la ciencia dadas las limitaciones institucionales que permeaban las
instituciones educativas y científicas del país a principios del siglo XX (González, 200612).
A su vez, la investigación realizada sobre las trayectorias de vida de mujeres en la ciencia
que fueron pioneras en sus respectivas áreas de conocimiento, permite ver las enormes
dificultades que enfrentaron al insertarse en un campo eminentemente masculino en el que
ellas debieron abrir brecha (Blazquez y Bustos, 200813)
Por ello, con el propósito de conocer si las científicas fungen como modelos, guía o
estímulo para que las y los jóvenes consideren la carrera científica en su proyecto de futuro,
se aplicó un cuestionario de preguntas abiertas a 120 estudiantes de la UNAM, 60 mujeres
y 60 varones de las carreras de: Matemáticas, Física, Química, Biología, Ingeniería en
Computación, Ingeniería Mecánica, Medicina, Veterinaria, Sociología, Economía, Filosofía
e Historia, cinco varones y cinco mujeres por cada carrera. En el cuestionario se indagó
sobre su percepción de las investigadoras como modelos a seguir mediante tres indicadores:
si conocían a una científica o investigadora que admiren, si querían seguir sus pasos y si
pretendían dedicarse a la investigación.
8
PARVIAINEN, Mia (2008), “The Experiences of Women in Computer Science. The Importance of
Awareness and Communication”, Journal of The Sociology of Self-Knowledge, Vol. I, 4: 87-94.
9
ANDERSON, I. J. T. (2002) “The social construction of female engineers: A qualitative case study of
engineering education” Unpublished doctoral dissertation, University of Saskatchewan, Saskatoon, SK,
Canada
10
ÁLVAREZ, María; Javier Álvarez; Uxío Pérez, Azucena Arias y Francisco Serrallé (2010) “La educación
tecnocientífica”, ponencia presentada en el VIII Congreso Iberoamericano de Ciencia Tecnología y Género,
realizado en Curitiba, Brasil entre el 5 y el 9 de abril.
11
ZUBIETA Judith y Rocío Rosas (2008) “Primeras incursiones de jóvenes en la ciencia: el verano de la
Investigación Científica” en Suarez Ma. Herlinda y José Antonio Pérez Islas (Coords.) Jóvenes Universitarios
en Latinoamérica, hoy, México: Miguel Ángel Porrúa-UNAM.
12
GONZÁLEZ, Rosa María (2006) “Las mujeres y su formación científica en la ciudad de México. Siglo
XIX y principios del XX” Revista Mexicana de Investigación Educativa, julio-septiembre, año/vol. 11,
número 30:771-795.
13
BLAZQUEZ Norma y Olga Bustos (2008) Académicas Pioneras. Trayectorias y Contribuciones en la
UNAM. México: CEIICH, UNAM..
Resultados
Las características sociodemográficas del estudiantado que respondió al cuestionario fueron
las siguientes: Contaban entre 18 y 27 años, cursaban entre el 3º y el 10 semestre de la
carrera y sólo la cuarta parte realizaban actividades remuneradas (10 en docencia y
ejercicio profesional, 13 en Servicios o empleados, cuatro se dedican al comercio y tres no
contestaron en qué). Son en su mayoría solteras/os y viven con su familia de origen (sólo
cinco viven en unión conyugal y tres tienen progenie). Respecto a su origen social se puede
apreciar que más de la tercera parte proviene de familias cuyos progenitores cuentan con
estudios universitarios. En general estos rasgos los comparten tanto los varones como las
mujeres, pero es mayor la proporción de varones cuyos progenitores cuentan con
ocupaciones mejor remuneradas como la de docencia o funcionario, así como con estudios
de licenciatura o posgrado.
Cuadro I. Perfil sociodemográfico del estudiantado
Escolaridad de
Progenitores
13.3%
25%
35%
M
21.6%
A
3.3%
D
1.6%
R
E
PRIMARIA
SECUNDARIA
BACHILLERATO
LICENCIETURA
POSGRADO
NO CONTESTÓ
P
S
B
L
P
NC
11.6%
16.6%
26.6%
38.3%
6.6%
6.6%
18.3%
28.3%
33.3%
P
A 3.3%
D 10%
R
E 10%
20%
23.3%
38.3%
6.6%
1.6%
P
S
B
L
P
NC
P
S
B
L
P
NC
Ocupación de
progenitores
8.3%
DOCENCIA
SERVICIOS
COMERCIO
AMA DE CASA
JUBILADA
FUNCIONARIA
NO CONTESTÓ
30%
6.6%
50%
M
0
A 1.6%
D 3.3%
R
28.3%
E
16.6%
10%
30%
10%
1.6%
3.3%
D
S
C
AC
J
FP
NC
D
S
C
AC
J
FP
NC
20%
40%
23.3%
0
P 3.3%
A 1.6%
D 11.6%
R
31.6%
E
30%
15%
0
10%
3.3%
10%
D
S
C
AC
J
FP
NC
Las respuestas al cuestionario permitieron constatar que un poco más de la mitad de las y
los estudiantes conocen a una mujer científica que admiren, lo que deja ver que las mujeres
en la ciencia son ya un referente importante en estas nuevas generaciones, un hecho que
indica el paso lento pero firme que han conseguido las mujeres en las instituciones
educativas y científicas. El hecho de que sean más las estudiantes que respondieron en
sentido afirmativo parece indicar que la identidad juega un papel importante en el
reconocimiento de las científicas y también en su posibilidad de fungir como modelos, sin
embargo encontramos también un número importante de varones que respondieron en
sentido afirmativo, lo que hace pensar que las científicas pueden instituirse también como
modelos académicos para sus estudiantes varones.
Cuadro II
Proporción de mujeres y varones que
conocen a una mujer científica que admiren
34
56.6%
Sí
23
38.3%
31
51.6%
3
5%
No
No Contestó
MUJERES
27
45%
2
3.3%
Sí
No
No Contestó
VARONES
Por otro lado, habría que prestar atención a ese importante porcentaje de estudiantes que
dicen no conocer a ninguna científica que admiren, pues puede ser el resultado de esa falta
de visibilización de las mujeres en el terreno de la ciencia o bien del sexismo y
discriminación que todavía persiste. En especial porque esta respuesta puede significar que
el o la estudiante conoce a una investigadora pero que no merece su admiración, o bien que
no son conocidas o visibles en su campo de conocimiento, es decir, que pese a su presencia
se encuentra cada vez más extendida, puede ser que sus aportes no trasciendan el ámbito
cotidiano de la vida en el aula y que las contribuciones al conocimiento de las científicas o
investigadoras no se instalen de manera permanente en el imaginario del estudiantado,
cuando menos en algunas carreras
En este escenario sin duda interviene la disciplna y área de conocimiento, porque algunas
carreras como Física que tiene una fuerte orientación hacia la investigación científica,
vemos que el 100% de las estudiantes conoce a una científica que admiren, mientras que en
otras carreras como la de Economía ninguna joven respondió en sentido afirmativo, solo
son hombres quienes manifiestan esta posibilidad. La situación inversa ocurre en la carrera
de Veterinaria donde ningún varón afirma conocer alguna científica o investigadora que
admiren y todas las mujeres mencionan que sí conocen a alguna. Este panorama puede estar
relacionado con el número de académicas que imparten cátedra en cada carrera, pero
también con los regímenes de género que tienen lugar ahí, pues como se mostró en la
investigación que antecedió el presente estudio (Guevara, en prensa14), en Veterinaria
persiste un ambiente que tiende a desestimar los aportes de las mujeres a la ciencia mientras
que en Física son bastante más reconocidas.
Cuadro III
Estudiantes por carrera que conocen a una mujer
cientifica que admiren
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
masculino
femenino
Con todo, cuando se les pide dar el nombre de la investigadora que conocen, sólo 67.5% de
las estudiantes puede hacerlo. Es decir, de las 34 mujeres que afirmaron conocer a una
científica sólo 23 de ellas pudieron dar su nombre, y únicamente 17 de los 31 varones
pudieron mencionar alguna. Además, entre las personas anotadas no todas son
investigadoras contemporáneas, pues también mencionaron a mujeres que hicieron historia
en diversos campos de conocimiento como Madame Curie y Simone de Beauvior, lo que
puede indicar una mayor recurrencia a reconocer a ciertas mujeres que se consideran
excepcionales pero no a las investigadoras cotidianas que forman parte de los cuerpos
docentes de las universidades y que posiblemente pasan desapercibidas para el alumado de
esas carreras.
Sin embargo, no basta con conocer a una cientítiifica o investigadora que admiren para que
pretendan seguir sus pasos, pues entre este grupo de 65 estudiantes que sí conocen a una
científica que admiren, algunas de los y las estudiantes mencionaron que no desean seguir
sus pasos o bien tienen dudas al respecto. Entre las razones que aducen para ello se
14
GUEVARA Elsa (en prensa) El Sueño de Hypatia. Las y los estudiantes de la UNAM ante la carrera
científica, CEIICH-UNAM, México.
encuentra: que la diciplina a la cual pertenence la científica que admiran es diferente a la
suya; que ella investiga otro tema o en otra área distinta a la que pretenden seguir; o bien su
negativa responde a que no piensan dedicarse a la investigación, ya sea porque no les gusta,
porque consideran que es un camino largo y difícil o porque deben trabajar a la mayor
brevedad y la investigación exige alargar su condición de estudiante para cursar estudios de
posgrado. A su vez, destaca que las académicas también sean un modelo para los
estudiantes varones, pues entre quienes conocen a una científica que admiren, tanto entre
los varones como entre las mujeres, encontramos una mayoría que manifiesta su interés por
seguir los pasos de estas mujeres, como vemos en el cuadro 4.
Cuadro IV
¿Quieres seguir sus pasos?
Mujeres
Varones
Sí conocen a una científica o
Sí conocen a una científica
investigadora
o investigadora
34
31
Sí quieren
No quieren
Sí quieren
No quieren
seguir sus pasos seguir sus pasos
seguir sus
seguir sus
pasos
pasos
24
10
21
10
Estos resultados también ponen en perspectiva el papel de las científicas como modelos,
pues si bien es indiscutible su importancia para alentar a las mujeres a dedicarse a la
investigación, la intención de optar por la carrera científica está inserta en una serie de
factores múltiples que son desde personales hasta institucionales y que se presentan como
condiciones de posibilidad para optar o no por dedicarse a la investigación. Es decir, esta
intención de seguir la carrera científica también obedece a factores que trascienden el
conocer o no a una investigadora pues algunas jóvenes que no conocen a ninguna
académica dedicada a la investigación también manifiestan su interés por dedicarse a la
ciencia, como lo muestra la respuesta de una estudiante de química quien afirmó: “no
conozco a ninguna, pero me agradaría dedicarme a esto, es un gran oportunidad para que
más mujeres se enteren y se acerquen a la investigación”. Es decir, existen otras razones
que pueden impulsarlas a decidirse por la investigación científica sin que aparentemente
haya un modelo a seguir.
Así se pude apreciar que dos terceras partes de de las y los estudiantes de la muestra
manifiestan su interés de dedicarse a la investigación, un dato alentador dadas las
condiciones adversas para la ciencia en nuestro país que no dedica ni siquiera el 0.4% del
PIB al rubro de ciencia y tecnología. En la citada investigación que precedió al presente
estudio (Guevara, en prensa) fue posible apreciar que el poco apoyo que recibe la ciencia en
México, las elevadas exigencias de la carrera científica y lo cerrado y elitista de los grupos
de investigación son percibidos por los y las jóvenes como los principales obstáculos que se
erigen ante ellos/as. Con todo, ello no desalienta a las y los jóvenes a seguir la carrera
científica. En el caso del presente estudio, los resultados hacen evidente que el estudiantado
universitario reconoce la importancia de la carrera científica para resolver los ingentes
problemas que nos aquejan y se compromete en una vía donde están dispuestas/os a aportar
al desarrollo del conocimiento como proyecto de vida personal y profesional, como se
puede apreciar en el siguiente cuadro.
Cuadro V
Proporción de mujeres y varones que se
quieren dedicar a la ciencia
44
73.3%
40
66.6%
20
33.3%
SÍ
Mujeres
No
15
25%
Sí
No
Varones
1
1.6%
No Contestó
Destaca que sean más los varones que las mujeres quienes manifiestan esta intención, un
hecho que puede ser indicativo de que ellos perciben condiciones más favorables para
dedicarse a esta empresa, pero también de que cuentan con condiciones más favorables para
ello, pues no enfrentan obstáculos por su condición de género y porque provienen de
familias cuyos progenitores cuentan con mayor grado de escolaridad y ocupaciones mejor
remuneradas. Así, pertenecer a una familia con mejores condiciones socioeconómicas
favorece su desempeño académico, en la medida en que ésta les proporciona el apoyo
material y el soporte afectivo que les permite nutrir sus inquietudes académicas y
desarrollar las habilidades para destacar en el competido mundo de la vida académica.
A su vez, las mujeres de sectores de bajos recursos enfrentan condiciones familiares más
adversas que sus compañeros varones, como la responsabilidad de realizar trabajo
doméstico y mayores presiones para no dedicarse a la ciencia, pero incluso chicas que no
provienen de sectores populares enfrentan presiones derivadas de los regímenes de género
que imperan en el campo educativo y científico. Con todo, cuando los progenitores otorgan
alto valor al estudio de sus hijas y les brindaron apoyo, ello les permite remontar las
desventajas de género en la escuela y destacar en su vida académica, mientras que la
exigencia o el desinterés de éstos en su vida escolar, así como la violencia emocional que
algunos padres o madres ejercen contra ellas, socavan sus posibilidades de éxito escolar.
Los varones a su vez, enfrentan más dificultades por su condición de clase que por su
condición de género, entre las dificultades que enfrentan los varones de sectores populares
se encuentra: la presión para realizar trabajo remunerado junto con sus estudios
universitarios, las limitaciones para prolongar su condición de estudiante más allá de la
licenciatura, así como no contar con el dominio de otro idioma, desventajas que comparten
con sus compañeras mujeres del mismo sector social y que con frecuencia lleva a unos y
otras a desistir de la opción de la investigación.
Si bien el papel de la familia es relevante, no debe olvidarse que las experiencias en la
escuela, así como la organización y estructura de las instituciones educativas y científicas,
constituyen otra vertiente que permite entender la opción por dedicarse o no a la carrera
científica. La relación con sus pares y con el profesorado, el ambiente de cada espacio
profesional, así como sus antecedentes escolares, resultan de la mayor trascendencia para
que las y los jóvenes avizoren la investigación como proyecto de vida. Las investigaciones
realizadas sobre el tema, dejan ver que la trayectoria escolar de las mujeres suele ser más
destacada que la de sus pares varones y que ellas ingresan a las instituciones universitarias
con iguales o mejores competencias académicas, pero ello no modifica las categorías de lo
masculino y femenino que permean toda la actividad científica y educativa, ni las jerarquías
materiales y simbólicas que permiten a los hombres ocupar mayores posiciones de poder.
Esta situación las ha colocado con frecuencia en condiciones de desventaja y han debido
invertir mayor cantidad de energía psíquica y esfuerzo académico para sobrevivir y destacar
en su disciplina, en especial en ciertas carreras como medicina, economía e ingeniería. Con
todo, en carreras como Biología, Física, Sociología y Matemáticas todas las chicas que
respondieron el cuestionario afirmaron su intención de dedicarse a la investigación.
Cuadro VI
5
5
5 5
5 5
4
5
4
5
4
4
3
2
5
4
3
2
2
2
2
2
1
0
QUIM
ECO
BIOL
MUJERES
MED
FIS
HIST
SOC
FIL
MAT
FMV
HOMBRES
I.C
IM
Ello pese a las dificultades de las estudiantes para articular sus opciones profesionales y
perspectivas hacia la ciencia con su identidad de género. Mientras en los varones optar por
una carrera asociada a una actividad como la ciencia y la tecnología no pone en juego su
identidad masculina, en el caso de las mujeres sí, pues al ingresar a un escenario que no
corresponde al mundo tradicional femenino, ellas se ven inmersas en un ambiente que, de
manera abierta o sutil, les hace sentir “que ese no es su lugar”. Ello las obliga a una
reconfiguración de su identidad femenina, o como dice Lourdes Fernández, a construir una
subjetividad escindida que debe adecuarse tanto al modelo de ciencia objetivo, neutral y
masculino, como a los mandatos culturales que la sociedad les asigna en su posición de
mujeres y de los cuales depende su aceptación y reconocimiento social. Esto es, los varones
pueden encontrar obstáculos pero éstos no alcanzan dimensiones importantes si no se
asocian a su condición de clase, pues como varones gozan de ventajas en este campo y un
medio que facilita la confianza en sí mismos, en virtud de que el mundo masculino resulta
perfectamente compatible con el campo de la ciencia. Las mujeres por su parte, no tienen
esas ventajas, tal vez eso explique la menor proporción de ellas que planea dedicarse a la
carrera científica.
Con todo, cuando se analiza el grupo de estudiantes que manifiestan su interés por
dedicarse a la investigación, se nota que del total que pretenden dedicarse a la ciencia (n:
84), el 60.7% (n: 51) coinciden con el hecho de conocer a una mujer científica que admiren.
Destaca que de la muestra de mujeres que respondieron el cuestionario casi una tercera
parte piensa dedicarse a la ciencia, y de éstas, una elevada proporción conoce a una
científica que admiren y desean seguir sus pasos. En el caso de los varones, se repite el
mismo patrón aunque en menor proporción, como se puede apreciar en el siguiente cuadro.
Cuadro VII
Las académicas como modelos
femenino
masculino
70%
67%
73%
27%
34%
no
85%
70%
conoce mujer cientifica
seguirian sus pasos
66%
si
dedicarse a la invetigacion
Estos resultados indican que las investigadoras cumplen un papel importante como modelos
o guías para alentar a sus estudiantes en la investigación y que su impacto es más
pronunciado en las mujeres pero también para sus estudiantes varones ellas se instituyen
como modelos para que se interesen por la carrera científica. Si bien lo reducido de la
muestra no permite hacer generalizaciones, permite apreciar la importancia que tienen las
investigadoras para alentar a las nuevas generaciones de estudiantes a incorporarse al
terreno de la ciencia.
Discusión
La información proporcionada por esta muestra de jóvenes universitarios/as, deja ver el
interés de las nuevas generaciones por dedicarse a la actividad científica o investigativa y el
importante papel que cumplen las investigadoras como modelos y guías para despertar estas
motivaciones. Sabemos que no basta con la intención de las y los jóvenes para insertarse en
el campo de la ciencia, sino que hace falta crear condiciones materiales y subjetivas que
eliminen las barreras de género que persisten en las instituciones de educación superior y
que tan injustamente se impone a las mujeres. A su vez, también hace falta desmontar el
mito de la neutralidad de los sujetos de conocimiento mediante la visibilización y
reconocimiento de los aportes y metodologías que utilizan las mujeres en el terreno de la
ciencia a fin de crear estrategias de acción más efectivas.
Una de las vías por las cuales se puede iniciar este camino es enfocar la atención sobre el
papel de las académicas como impulsoras de la investigación en el aula o mediante
actividades extracurriculares donde ellas promuevan la participación de las estudiantes en
la investigación al fungir como modelos, tutoras o guías. Tidball (198615) ya había señalado
años antes que las instituciones con mayor número de mujeres académicas, tienen mayor
proporción de estudiantes mujeres que llegan a ser científicas. Sin embargo, una elevada
cantidad de mujeres no siempre lleva a retener a más alumnas, las profesoras se vuelven un
modelo a seguir cuando además de ser competentes en su área, logran establecer una
relación de solidaridad y guía con sus estudiantes.
La existencia de otras mujeres científicas es fundamental para alentar a las jóvenes hacia la
ciencia, porque además de representar un modelo para las nuevas generaciones, también
contribuyen a desmitificar los prejuicios en torno a la incompatibilidad entre la carrera
científica y la vida en familia en las mujeres. Así lo refieren astrónomas mexicanas16
quienes señalan que uno de los factores que influyen para atraer más mujeres a la carrera de
Física y dedicarse a la astronomía es el ejemplo de las astrónomas que ya han logrado
consolidar su carrera, porque demuestran que aparte de contribuir a la astronomía “pueden
tener una vida familiar feliz”.
González y Pérez17 coinciden en la importancia de que las profesoras se conviertan en
modelos a seguir para impulsar a las jóvenes y niñas hacia la ciencia, pues ellas pueden
15
TIDBALL, M. E. (1986), “Baccalaureate Origins of Recent Natural Science Doctorates”, Journal of Higher
Education, Núm 57, Vol. 6, pp. 606-620.
16
SEGURA, Antígona; Gabriella Piccinelli y Margarita Rosado (1998) “La mujer en la ciencia: las
astrónomas mexicanas”, UAM-Xochimilco, http://www.xoc.uam.mx.
17
GONZÁLEZ, Marta y Eulalia Pérez (2002) “Ciencia, tecnología y género” Revista Iberoamericana de
Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación, (España) Núm. 2, enero-abril.
impulsar modificaciones al curriculum y nuevas estrategias pedagógicas que promuevan
una visión diferente de la ciencia entre sus alumnas. En esa perspectiva, la pedagogía
feminista enfatiza el papel de las profesoras como aliadas y guías de las estudiantes para
enfrentar las dificultades asociadas a su condición de género en la escuela. La pedagogía
feminista enfatiza la importancia del proceso interactivo de enseñanza- aprendizaje que
facilita la apropiación del conocimiento por parte de las mujeres, se enfoca a atender sus
necesidades educativas y a modificar un sistema educativo tradicional que está basado en
las necesidades e intereses de los varones, una situación que se agudiza cuando las jóvenes
viven desventajas adicionales asociadas a su posición de clase y raza (Tisdell, 200018;
Maffía, 200719; Pérez Bustos, 201020).
Estas y otras estrategias se pueden llevar a cabo desde las instituciones de educación
superior si se desea modificar el panorama actual de la ciencia en nuestros países. En
especial, se deben revisar críticamente los sesgos de género presentes en la relación
docente-alumna, en los procesos pedagógicos y en las premisas teóricas y metodológicas
que subyacen a la producción de conocimiento científico. También hace falta una profunda
autocrítica hacia las formas en que funcionan las comunidades científicas, que suelen ser
sexistas, jerárquicas y autoritarias, lo que tiende a desalentar a muchas jóvenes para
desarrollarse en este campo. A su vez, es necesario considerar la forma en que se
entrecruzan los factores de clase y género, tanto en las mujeres estudiantes como en sus
compañeros, para facilitar o inhibir sus oportunidades de acción y decisión respecto a la
carrera científica. Finalmente, se requiere llamar la atención de las personas que fungen
como tomadoras de decisiones en las instituciones educativas sobre el doble papel que
cumplen las mujeres que se dedican a la ciencia en su actividad como investigadoras y
docentes, pues ellas no sólo contribuyen a la construcción del conocimiento sino también
actúan como promotoras y guías de las nuevas generaciones de científicas y científicos.
.
18
TISDELL, E. J. (2000), “Feminist pedagogies” in E. R. Hayes & D. D. Flannery (Eds.), Women as
learners. The Significance of Gender in Adult Learning. San Francisco, CA: Jossey-Bass.
19
20
MAFFÍA, Diana (2007) Hacia una Pedagogía Feminista, Buenos Aires, Argentina: Editorial El colectivo.
PÉREZ BUSTOS, Tania (2010) “Aportes feministas a la educación popular: entradas para repensar
pedagógicamente la popularización de la ciencia y la tecnología”, Educacao e Pesquisa, Vol. 36, Núm. 1,
enero-abril, pp. 243-260.
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