Día mundial de lucha contra las enfermedades transmitidas por vectores Más de la mitad de la población mundial está en riesgo de sufrir enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria, dengue, fiebre amarilla, leishmaniasis, enfermedad de Chagas, enfermedad de Lyme y esquistosomiasis (estas dos últimas no reportadas para el país), mediante la picadura con algunas especies de mosquitos, moscas y garrapatas ó el contacto con caracoles de agua que actúan como huéspedes intermediarios de los parásitos, infectados a partir de reservorios humanos ó animales enfermos ó portadores de los agentes causales. Cada año, más de mil millones de personas son afectadas y más de un millón, sobre todo de infantes, mueren a causa de estas enfermedades. En 2014 la Organización Mundial de la Salud (OMS), sus Oficinas Regionales, para nuestro caso la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y sus socios, ponen de relieve por primera vez, la grave y creciente frecuencia de estas enfermedades, con el lema "Pequeñas picaduras, grandes amenazas", las cuales son agrupadas en buena parte, como enfermedades infecciosas desatendidas o asociadas con la pobreza. La OPS/OMS hace hincapié que los casos, complicaciones y muertes, son en su mayoría evitables y mediante un gran número de resoluciones de la Asamblea Mundial de la OMS y de los Consejos Directivos de OPS/OMS, aprobadas por los Ministros de Salud de los países miembros, así como, en una serie actualizada de documentos técnicos, recomienda los pasos que gobiernos, instituciones, organizaciones sociales y comunitarias, así como las familias e individuos, deben tomar para mejorar su protección. En rueda de prensa realizada el viernes pasado, desde la sede de la OPS/OMS en Washington, la Dra. Carissa F. Etienne Directora de la OPS/OMS, indicó que el llamado a la acción insta a los gobiernos, las comunidades, los individuos y los donantes a tomar medidas para alcanzar un mayor progreso y hacer frente a futuras amenazas. “Todos tienen un papel que jugar”, afirmó. La más reciente de estas enfermedades que se estableció en las Américas es la chikungunya, que había aparecido por primera vez en Tanzania en la década de 1950. En diciembre de 2013, dos casos de chikungunya adquiridos localmente se detectaron en la isla caribeña de Saint Maarten/Sint Martin y para finales de marzo pasado, más de 3.000 casos de esta enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypi, el mismo vector del dengue, fueron confirmados en diez países del Caribe. Esta enfermedad no suele causar la muerte, pero los dolores en las articulaciones y rigidez que produce, pueden durar meses e incluso años. OPS/OMS presta cooperación técnica (CT) permanente para los gobiernos, en alianza con diferentes socios a través de los programas regionales de Malaria, Dengue, Chagas, Leishmaniasis y Enfermedades Infecciosas Desatendidas, con recursos humanos expertos disponibles en Washignton, en sus Centros Descentralizados y en las Representaciones de los diferentes Países de la Región, propiciando la movilización de recursos; articulación con centros académicos y de investigación; actualización de documentos técnicos para las acciones de vigilancia, diagnóstico, tratamiento, prevención, control ó eliminación; capacitación; asesoría para la investigación y control de epidemias y brotes; intercambio de cooperación entre países; mejoramiento de la atención a poblaciones más vulnerables y de zonas de frontera; y recopilación, consolidación y análisis de información regional, que contribuye a través de OMS para la elaboración de los informes anuales de situación de salud, entre otras acciones. Desde hace ya varios años, el Fondo Estratégico de la OPS/OMS, asiste a los países endémicos de las Américas en la gestión y compra de medicamentos y otros suministros necesarios para la prevención y el control de estas enfermedades. Situación de la Malaria y acciones de CT OPS/OMS En 2012, 103 países del mundo reportaron transmisión de malaria y la OMS estimó en 207 millones los casos ocurridos y 627.000 muertes, más del 80% de esta morbimortalidad ocurrida en África, en menores de 5 años; pero se destaca que, entre 2000 y 2012, la mortalidad mundial se redujo en 42%. En las Américas se considera que 145 millones de personas se encuentran en riesgo de contraer la enfermedad; en 2012 se confirmaron 470.000 casos y 108 muertes por malaria; pero, entre 2000 y 2012, se registro una reducción promedio del 60% de la morbimortalidad en 19, de los 21 países endémicos; Venezuela, Haití y Guyana tuvieron incrementos importantes en los últimos años. A nivel mundial la financiación para las intervenciones básicas más costo efectivas en malaria del 2012, era menor de la mitad de los US 5.1 mil millones requeridos, por lo que aun persisten millones de personas sin acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno y seguro, a los toldillos insecticidas de larga duración a al rociado residual intradomiciliario. En 2011, los Estados Miembros de la OPS/OMS acordaron los siguientes objetivos para 2015: reducir la malaria en un 75% más, reducir las muertes un 25%, implementar las actividades de eliminación donde es factible, revertir la tendencia de casos de malaria en los países que tuvieron aumentos entre 2000 y 2010, prevenir la reintroducción en los países ya declarados libres de la enfermedad. Para alcanzar estos objetivos, la Estrategia de la OPS/OMS y el Plan de acción sobre la malaria 2011-2015 prioriza: prevención, vigilancia, detección temprana y contención de brotes, diagnóstico y tratamiento, manejo integrado de vectores, abogacía, comunicación y asociaciones de colaboración, fortalecimiento de los sistemas de salud, planificación estratégica, seguimiento y evaluación, investigación operativa, y creación de capacidad a nivel de los países. Este año, siete países de la región (Argentina, Paraguay, Surinam, Ecuador, Costa Rica, El Salvador y México) se encuentran en proceso de eliminación de la transmisión autóctona y se gestiona la implementación de un plan la eliminación para Mesoamerica y la Isla la Hispañola, hacia el 2020. Colombia y los demás países, tienen aun retos muy grandes para consolidar el control de la transmisión. La Semana pasada en Panamá, los representantes de los países y de las iniciativas más importantes de apoyo e investigación en malaria de las Américas (incluyendo a Colombia), organizaciones de la sociedad civil, entre otros, estuvieron trabajando bajo la dirección de funcionarios de OMS, OPS, Iniciativa Mundial Rock BacK Malaria y una serie importante de socios globales, en consultas para la elaboración de la Estrategia, Plan Global y de Acción 2016 – 2012, con el lema de “la necesidad de acelerar acciones globales, regionales y locales, hacia la eliminación de la malaria”. Entre 2000 y 2010, Colombia ha registrado una tendencia estable y persistente de transmisión de la malaria, con un promedio anual de 141.000 casos, un pico de mayor frecuencia en 2001 y un nuevo incremento en 2010; entre 2011 y 2013 se nota una tendencia hacia una menor frecuencia, con promedio anual de 61.000 casos, más del 70% causados por Plasmodium vivax. Desde 2008, se empezó a consolidar mejor la notificación individual de casos de malaria en el marco del SIVIGILA nacional y la información sobre pacientes hospitalizados por malaria. El promedio anual de complicaciones por malaria en los últimos 6 años es de 406. Entre 2000 y 2013, se notifico vía SIVIGILA, un promedio anual de 28 defunciones, con tendencia al descenso desde 2007; es de anotar que durante los últimos años se vienen registrando también complicaciones y muertos por la infección con P. vivax. El registro de la frecuencia de los casos de malaria, está directamente relacionado, con el porcentaje de acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno y seguro que tienen las comunidades endémicas de zonas periurbanas, rurales y rurales dispersas, prestado a través de servicios de atención primaria en salud (APS), mediante redes permanentes de puestos de malaria, atendidos por Auxiliares de Enfermería capacitadas como microscopistas, y/o agentes comunitarios microscopistas ó que usan Pruebas Rápidas de Diagnóstico, para las localidades más dispersas. A pesar de haberse certificado en normas de competencia laboral con apoyo del Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), INS, SENA, Proyecto Malaria Colombia Fondo Mundial y OPS/OMS, durante los últimos años cerca de 400 auxiliares de salud pública microscopistas comunitarios, durante 2013, son muy pocos los microscopistas contratados por el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) y en su gran mayoría, los que siguen prestando este servicio a nivel rural, lo hacen en calidad de voluntarios. Un estudio realizado en 2013 en departamentos prioritarios para malaria, con apoyo del proyecto AMI/RAVREDA (que contribuye al control de la malaria en la región), sobre el acceso físico (que permite a los pacientes llegar por sus propios medios a un puesto de diagnóstico y tratamiento de malaria activo, en menos de una hora) de las veredas ó localidades endémicas, indicó que el acceso en los municipios del departamento de Córdoba, fue solo en promedio del del 28%. Cuando no se tiene acceso adecuado, la población sigue recurriendo a su medicina tradicional y a la automedicación con antimaláricos que consiguen en expendios autorizados y no autorizados, existentes en las zonas endémicas del país, lo que incrementa el sub registro, complicaciones y muertes por malaria. Situación del dengue y acciones de CT OPS/OMS El dengue es un importante problema de salud pública en todas las regiones tropicales y subtropicales del mundo, con una muy rápida capacidad de propagación. Durante los últimos 50 años su incidencia se aumentó en 30 veces a nivel global. La OMS estima que se producen entre 50 a 100 millones de infecciones de dengue cada año, en más de 100 países endémicos; casi la mitad de la población mundial vive en países donde el dengue es endémico y existe un incremento constante de países que reportan la enfermedad. Cerca del 75% de la población mundial expuesta a contraer dengue, se encuentra en la región de Asia – Pacífico. Las epidemias de dengue producen gran impacto económico y sobre los servicios de salud. En 2012, el dengue se ubica como la más importante enfermedad viral transmitida por mosquitos en el mundo. La propagación de los cuatro serotipos de Asia a las Américas, África y las regiones del este Mediterráneo, representan a nivel mundial una amenaza de pandemia. El dengue grave (anteriormente conocida como fiebre hemorrágica del dengue) se reconoció por primera vez en la década de 1950, durante las epidemias de dengue en las Filipinas y Tailandia. Cada año ocurren cientos de miles de casos graves y un número importante de muertes, observándose problemas para la clasificación adecuada de los casos. En muchos países de Asia y América Latina, se ha convertido en la principal causa de hospitalización y muerte, entre los niños y adultos. El dengue y el mosquito Aedes Aegypti están presentes en todo el continente, menos en Canadá y Chile continental. En Uruguay no hay casos, pero sí mosquitos. Cerca de 500 millones de personas están en riesgo en la región. La incidencia en las Américas, pasó de 16 casos por 100 mil personas entre 1980 – 1989, a 218 entre 2000 - 2010. En 2013 (año epidémico) se registraron 2,3 millones de casos y 1.280 muertes. Desde 1980 se ha incrementado la letalidad, pero a partir del 2010 se ha notado reducción modera. Los cuatro serotipos circulan por el continente, pero en 11 países incluyendo Colombia, se ha observado circulación simultánea, aumentando el riesgo de epidemias y de las formas graves. OPS/OMS viene promoviendo desde 2003 la implementación de la Estrategia de Gestión Integrada para la Prevención y Control del Dengue (EGI-Dengue), que se desarrolla en 22 países y ha evaluado en 20. Un grupo internacional de expertos (GT-Dengue Internacional), integrado por profesionales de todo el continente, para cada uno de los componentes de la EGI, brinda apoyo y asesoría técnica para fortalecer la prevención y el control de la enfermedad. Se han adaptado para las Américas de las guías clínicas, utilizando la clasificación clínica revisada de la OMS 2009, con una segunda edición en proceso. Se conformó una Red de Laboratorios de Dengue de las Américas (RELDA), integrada por 4 centros colaboradores de la OPS/OMS y 22 laboratorios nacionales de referencia, encargada del fortalecimiento y actualización del diagnóstico de dengue. Se han revisado las lecciones aprendidas, buenas prácticas y perspectivas futuras de la vigilancia, prevención y el control del Aedes aegypti, con los países, la participación de la academia, la industria privada, ONG, OPS/OMS y la Red Latinoamericana de Control de Vectores. En Colombia se considera que más de 25 millones de personas ubicadas en área urbanas, periurbanas y centros poblados por debajo de los 2200 msnm están en riesgo de enfermar y que la infestación por el Aedes aegypti se extiende en más del 90% de las poblaciones ubicadas en esa altitud. Durante las últimas décadas el país ha tenido un incremento importante de la frecuencia de dengue, dengue hemorrágico ó dengue grave y mortalidad por dengue. Entre 2008 y 2013 el país reportó un promedio de 64.000 casos clínicos, 3.896 casos graves y 73 muertes. En 2013, Colombia después de Brasil y Paraguay registro el mayor número de casos graves y después de Brasil y Paraguay, el mayor número de muertes. Situación de la enfermedad de Chagas y acciones de CT OPS/OMS La tripanosomiasis americana ó enfermedad de Chagas, causada por el protozoo Trypanosoma cruzi y transmita por insectos triatominos, principalmente llamados "vinchucas, ó “pitos” en Colombia" que con mayor frecuencia colonizan viviendas precarias; también puede transmitirse a través de transfusiones de sangre o trasplantes de órganos, verticalmente de la madre al niño a través de la placenta, y a través de alimentos contaminados. Los primeros síntomas de la infección incluyen dolor de cabeza, fiebre, hinchazón, tos y dolor abdominal. A más largo plazo, puede tener consecuencias irreversibles y crónicas para el sistema nervioso, el sistema digestivo y el corazón, incluyendo insuficiencia cardíaca. El Chagas esta presente en 21 países de las Américas, 65 millones de personas se consideran expuestas y se estima que hay entre 6 y 8 millones de personas infectadas; se registran 28.000 casos anuales, entre ellos 8.000, en recién nacidos. El Chagas es casi 100% curable si se lo trata en sus etapas iniciales con las drogas benznidazol o nifurtimox. La fumigación con insecticidas en interiores y las mejoras en la vivienda, han sido las intervenciones que más han contribuido en la reducción de la carga de la enfermedad. La OPS/OMS ha propiciado el desarrollo y promovido la implementación de la Estrategia Regional y el Plan de Acción para la Prevención, Control y Tratamiento de la Enfermedad de Chagas desde 2010, que incluyen: el diagnóstico y tratamiento ampliado y mejoras en la atención de las personas infectadas y el tamizaje universal de los donantes sangre. En 2006 en Colombia, se estimó que el 20% de la población, habita zonas de riesgo para la transmisión de la enfermedad de Chagas y que 436.000 personas están infectadas por el parásito, con una incidencia anual de casos de 5.250 (por transmisión vectorial) y 1.000 casos nuevos por transmisión vertical; también se considero que había cerca de 131.474 casos de cardiopatía chagásica. La infección por T. cruzi se ha detectado a lo largo del valle del rio Magdalena, las hoyas de los ríos Chicamocha y Suarez, en la región del Catatumbo, la Sierra Nevada de Santa Marta, el piedemonte llanero y la serranía de la Macarena. Los departamentos que reportan mayor número de casos son: Arauca, Boyacá, Casanare, Cundinamarca, Norte de Santander y Santander. Durante el periodo 2008 – 2010, se identificado 2.630 casos, de los cuales el 89.3% correspondió casos de Chagas crónico o en fase indeterminada y el 10,7% a Chagas agudo; así mismo en el período se intervinieron ocho brotes de Chagas agudo, en los departamentos de Antioquía, Bolívar, Casanare, César y Santander. Desde el año 2004 se hace de manera sistemática el tamizaje en bancos de sangre, con porcentajes de sero positividad que se han mantenido en 0.4%. En los últimos años se ha incrementado el reporte de casos, especialmente de chagas agudo. Situación de la leishmaniasis y acciones de CT OPS/OMS Es una enfermedad causada por protozoos parásitos del género Leishmania y transmitida por la picadura de diferentes especies de pequeñas moscas conocidas como flebótomos. A nivel mundial 350 millones de personas están en riesgo y más de 12 millones de personas están infectadas. La enfermedad esta presente en 98 países del mundo, incluyendo 19 de las Américas. Cuatro, de los 10 países del mundo, donde se registra el 75% de los casos globales de leishmaniasis cutánea, son de las Américas: Brasil, Colombia, Perú y Nicaragua. Brasil es uno de los seis países del mundo, en los que se encuentra el 90% de los casos de leishmaniasis visceral. Un promedio de 60.000 casos de leishmaniasis cutánea y de mucosa, y 4.000 de leishmaniasis visceral, se diagnostican cada año en la región, con una tasa de mortalidad del 7%. La forma cutánea de la enfermedad causa úlceras en la piel y puede resultar en un desfiguramiento. La leishmaniasis mucosa puede destruir parcial o totalmente las membranas mucosas de la nariz, la boca, la garganta, las cavidades y tejidos circundantes. La forma visceral, que es la más severa, produce fiebre alta, pérdida sustancial de peso, hinchazón del bazo y el hígado, y anemia, y ocasiona la muerte en más del 90% de los casos, si no son tratados. Las herramientas para la prevención y el control son limitadas, por lo que es importante que las personas expuestas realicen acciones para reducir el contacto con los vectores. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son cruciales para mejorar la calidad de vida del paciente. En 2007, los Estados Miembros de la OMS aprobaron una serie de medidas para mejorar la prevención, control y tratamiento, incluyendo la investigación sobre nuevos y mejores medicamentos. Durante la década de 1990 en Colombia, se notificaron un promedio 6.500 casos nuevos de Leishmaniasis y en la década del 2000 un promedio 14.000 casos, lo cual evidencia un incremento sostenido del registro de esta patología. Cerca de la mitad de los casos se ha venido reportando, en personal de las Fuerza Armadas. La forma cutánea corresponde con el 98% de los casos, mientras que la mucocutánea y visceral con el 2%restante. La Leishmaniasis visceral es endémica en los departamentos de Bolívar, Córdoba, Cundinamarca, Huila, Santander, Sucre y Tolima. Entre 2001 y 2011, Colombia, luego del Brasil, reportó el mayor número de casos de la forma cutánea de la enfermedad, a nivel de Latinoamerica. Avances y desafíos del país frente al control de las enfermedades transmitidas por vectores A nivel regional, Colombia se destaca por sus logros y esfuerzos para la prevención y control de las enfermedades transmitidas por vectores, expresados, entre otros, en los recientes reconocimientos internacionales por la eliminación de la oncocercosis, interrupción de la trasmisión vectorial domiciliaria de la enfermedad de Chagas en 10 municipios de cuatro departamentos y el premio Campeones en la Lucha Contra la Malaria 2013; así como por el desarrollo de la EGI para la Promoción de la Salud, Prevención y Control de las Enfermedades Transmitidas por vectores 2012 – 2021; el Plan Nacional Interprogramático e Interinstitucional de prevención, control o eliminación de las Enfermedades Infecciosas Desatendidas (EID) de mayor importancia para la salud publica del país, ambas iniciativas debidamente enmarcadas en el Plan Decenal de Salud Pública vigente y por el nivel las instituciones académicas y de investigación, que contribuyen de forma relevante con la gestión del conocimiento. El Ministerio de Salud y Protección Social, con apoyo del INS, las Secretarias de Salud Departamentales, la Universidad de Antioquia y la OPS/OMS, entre otros socios, han estado estudiando mejor durante los últimos años, EID como el tracoma ocular y la ceguera por tracoma (evidenciando elevada prevalencia en comunidades indígenas del departamento del Vaupés e indicios de transmisión importante en otras comunidades indígenas de la región de la amazonia y orinoquía) y las parasitosis intestinal y geohelmintiasis (con elevada prevalencia en población escolar de gran parte de los departamentos y municipios del país, especialmente, los que presentan los mayores INBI). Frente al tracoma ocular, la triquiasis tracomatosa y las geohelmintiasis, se han venido ya implementando intervenciones másivas integrales en el departamento del Vaupés y están en proceso de extensión a otros departamentos del país; así mismo se están iniciando acciones frente a la afectación importante de comunidades indígenas de la Amazonía, causada por problemas como las tungiasis (infestación por “Niguas”), pediculosis (piojos), escabiosis (sarna) y dermatitis crónicas, por picaduras por diferentes tipos de insectos. Luego de la descentralización de Servicio de Erradicación de la Malaria (SEM) en 1997, una parte de los recursos humanos, físicos y financieros (con mantenimiento de transferencias anuales de apoyo para su operativización), fueron ubicados en los departamentos y municipios más afectados. El Instituto Nacional de Salud (INS), cabeza de la red nacional de Laboratorios de Salud Pública, en las últimas décadas, ha tenido delegación – responsabilidad importante, no sólo frente a las acciones de referencia y gestión de calidad del diagnóstico parasitológico, sino de vigilancia en salud pública, incluyendo la vigilancia entomológica para el control vectorial y en investigación de brotes y aplicada. En el contexto de la región de las Américas, Colombia aun tiene grandes retos, para reducir la importante carga de morbimortalidad que registra por malaria y dengue y la elevada frecuencia de casos de leishmaniasis y enfermedad de Chagas que reporta anualmente. La transmisión de estas enfermedades ocurre durante todo el año, con frecuencia variable de su registro, según el grado de limitaciones de acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno, seguro y con calidad, los problemas relacionados con la calidad y análisis de la información, así como las condiciones ecoepidemiológicas de los diferentes macrofocos existentes. Las limitaciones para garantizar el acceso al diagnóstico y tratamiento, que se expresan de forma diferente a nivel territorial, dependiendo del grado de interés y capacidad de gestión de los actores responsables del nivel nacional, departamental y municipal, para asegurar de forma permanente este importante servicio. Con la reciente creación del nuevo Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), se ha fortalecido la capacidad rectora y de gestión del programa nacional de prevención y control. El Ministerio mantiene la responsabilidad del desarrollo e implementación de políticas y lineamientos en salud, asistencia técnica a nivel territorial, direccionamiento y supervisión del uso adecuado de las transferencias financieras nacionales, gestión de los medicamentos para dispensación gratuita en todo el sistema de salud, compra y distribución de pruebas rápidas de diagnóstico (PRD), insecticidas, equipos de aplicación y de mosquiteros insecticidas de larga duración (MILD), entre otras. Retos prioritarios para reducir el impacto de las enfermedades transmitidas por vectores en Colombia Realizar mayores esfuerzos para mejorar el acceso físico, económico y cultural a los servicios públicos y privados de salud, en áreas urbanos – periurbanos, centros poblados y propiciar un desarrollo permanente y sostenible de servicios rurales y rurales, en el marco de una APS renovada, apoyados por redes integradas de servicios, basadas en los Hospitales Empresas Sociales del Estado, garantizando en los planes de atención individual y colectiva, atención oportuna, segura y con calidad del diagnóstico y tratamiento de estas patologías. Fortalecer las capacidades comunitarias e institucionales para la identificación oportuna, traslado y acceso inmediato institucional, de pacientes con signos de alarma o peligro, a fin de evitar complicaciones y muertes. Retomar y desarrollar con adecuadas coberturas, programas de formación integral de auxiliares o promotores de salud comunitarios, para que operen debidamente articulados al sistema de salud y contratados con estabilidad y garantía de seguridad social y salud, a fin de que en el marco de la APS, se atiendan mejor las prioridades epidemiológicas de sus comunidades. Mejorar las condiciones de saneamiento básico en las comunidades más vulnerables, con énfasis en acceso al agua segura domiciliar (que no contribuya a propiciar criaderos de mosquitos) y disposición de desechos, incluyendo el drenaje adecuado de las aguas lluvias, en el marco de la política nacional de entornos y viviendas saludables. Asegurar la disponibilidad y retención institucional a nivel central, nacional y territorial de recursos humanos, debidamente estimulados, con capacidad técnica y experiencia en el manejo de programas integrales de salud pública. Fortalecer las capacidades de trabajo en equipos funciones multidisciplinarios, con mejor coordinación intra e interinstitucional e intersectorial, a nivel central, departamental, distrital y municipal. Mejorar vigilancia y capacidad de análisis integral para la toma adecuada de decisiones de los principales focos de estas enfermedades, hasta el nivel de localidad, vereda o comuna - barrio. Incorporar mayor cantidad de profesionales del área social a nivel central y territorial, para fortalecer las capacidades de movilización y comunicación social, a fin de lograr mayor participación social y mejores resultados de las intervenciones en salud. Gina Watson Representante OPS/OMS Colombia, abril 7 de 2014