OAG Boletín 17 - Consejería para la Equidad de la Mujer

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Observatorio de
O A G asuntos
CONTENIDO:
Editorial
2
Sección I—Equidad
en Cifras
3
Sección II— Colum- 6
nista invitada
Sección III - Noticias sobre mujer y
equidad
10
de género
B O L E T Í N
N O .
1 7
I S S N
1 7 9 4 - 4 0 8 2
AVANCES EN LA MEDICIÓN DE LA
ECONOMÍA DEL CUIDADO
PUNTOS DE
INTERES
Banco de buenas
prácticas
11
Destacando la importancia de la economía del cuidado y del efectivo reconocimiento del trabajo no
remunerado de la mujer, como factores que inciden en el desarrollo y mantenimiento de la estructura
social, la Alta Consejera para la Equidad de la Mujer, Nigeria Rentería, participó en el Foro Internacional
sobre medición de la economía del cuidado desarrollado por el DANE, al que se sumaron representantes del Ministerio de Trabajo, de ONU Mujeres, de la CEPAL y de l UNFPA
Línea de Orientación a Mujeres Victimas de Violencia
12
Bogotá D.C., 5 de diciembre de 2013.
Sello de Equidad
Laboral –
EQUIPARES
13
Resultados Encues- 5
ta Nacional de Uso
del Tiempo –ENUT
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
PÁGINA
2
Fuente: www.dane.gov.co
Nos complace que al
finalizar este 2013
podamos contar con los
resultados de las primera
Encuesta de Uso del
Tiempo Libre que sin duda
Editorial
Es un hecho que la división
sexual del trabajo asigna una
repartición de las tareas necesarias para la producción de
bienes y servicios, diferente
para hombres y mujeres; en el
marco de dicha división, las
mujeres son quienes realizan la
mayor parte del trabajo no
remunerado, doméstico y de
cuidados, que sostiene la reproducción social. Por eso, la forma en que se organiza la provisión de cuidado en la sociedad
tiene importantes consecuencias para la igualdad de género,
ya sea porque incrementa las
capacidades y opciones de las
mujeres y los hombres, o porque se constituye en el núcleo
de una serie de discriminaciones y desigualdades, muchas
veces invisibilizadas, que impiden la autonomía económica de
las mujeres, limitan sus derechos y restringen sus libertades.
contribuirá a la
visibilización del
valiosísimo aporte que las
mujeres realizamos a la
economía a través del
trabajo no remunerado,
doméstico y demás labores
de cuidado.
Avances
en
la
A su vez, como bien lo menciona Elson, cuando se pone atención en las actividades de cuidado se piensan como funciones
sociales más que actividades
económicas. Pero estas actividades son económicas, pues
involucran el uso de recursos
escasos y proveen insumos
vitales para los sectores económicos públicos y privados. Es
así como la economía del cuidado es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la salud
y las capacidades de la fuerza
de trabajo, pero también en el
desarrollo y mantenimiento de
la estructura social: de las reglas, las normas y los valores
que mantienen la confianza y el
orden social.
medición
de
la
economía
En tal sentido, es fundamental la
valoración del trabajo no remunerado de la mujer para modificar la percepción social de este
tipo de trabajo y su aporte al
desarrollo económico y social
del país. Esta tarea supone desafíos metodológicos, técnicos y
presupuestales, pero sobre todo
requiere de contar con información estadística oficial, oportuna
y de calidad, y garantizar la sostenibilidad de los instrumentos
de recolección de la misma, de
modo tal que sean utilizados en
el campo de las Políticas Públicas
para soportar los cambios estructurales requeridos para garantizar la igualdad de género, el
empoderamiento económico de
las mujeres y el bien – estar; así
como para cuantificar las necesidades en este campo, promover
la definición de presupuestos
públicos sensibles al género,
basados en tales evidencias y
establecer la línea de base para la
evaluación de la eficacia de las
políticas públicas.
Lo anterior, fue reconocido en
el 2009 en el proyecto de Ley de
Economía del Cuidado que con
el impulso de la entonces Senadora Cecilia López Montaño se
materializó en la Ley 1413 de
2010. Desde la Alta Consejería
Presidencial para la Equidad de la
Mujer, a través de nuestro Observatorio de Asuntos de Género y en conjunto con los entes
de control, las organizaciones
sociales y la academia; en cumplimiento de lo establecido en el
artículo 6º de la mencionada Ley,
hemos venido desempeñando las
labores de seguimiento, vigilancia
y control, para coadyuvar al
proceso de implementación de la
misma.
Nos complace que al finalizar
este 2013 podamos contar con
los resultados de las primera
Encuesta de Uso del Tiempo
Libre que sin duda contribuirá a
la visibilización del valiosísimo
aporte que las mujeres realizamos a la economía a través del
trabajo no remunerado, doméstico y demás labores de cuidado.
Así mismo, celebramos el primer
avance en el proceso de incorporación de la Economía del Cuidado en el Sistema de Cuentas
Nacionales.
Los desafíos aún persisten. Quizá
el más grande es lograr que las
entidades públicas y privadas, la
academia y la sociedad en general hagamos uso de dicha información e incorporemos dentro
de los análisis el Trabajo de hogar no remunerado como contribución al desarrollo económico
del país.
Reitero que desde la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer estamos comprometidas con un trabajo permanente e interinstitucional
orientado a la incorporación
definitiva de la Economía del
Cuidado en el Sistema de Cuentas Nacionales y en los mecanismos apropiados que propendan
por los análisis adecuado de la
importante contribución de este
tipo de trabajo a nuestra sociedad.
NIGERÍA RENTERÍA LOZANO
del cuidado
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
BOLETÍN
NO.
17
PÁGINA
3
Sección I— Equidad en Cifras
Autonomía económica e igualdad en la esfera laboral y
del cuidado
Como se observa en el gráfico 1, en el
2012 la Tasa Global de Participación de las
mujeres se ubicó en el 54,1% , situando la
brecha de participación laboral femenina
en 21,3 (gráfico 2).
Desde los años 70, la participación femenina en el mercado laboral colombiano ha
aumentado considerablemente. Los factores clave han sido los mayores niveles de
educación, la disminución de las tasas de
fecundidad ,la variación en la estructura de
los hogares, la dinámica demográfica y su
composición.
La reducción de esta brecha puede explicarse en parte por el crecimiento de la
oferta laboral de las mujeres en un 17,4%
entre 2007 y 2011, mientras que para el
mismo periodo el crecimiento de la de los
hombres fue de tan solo del 6%; atribuible en parte a las mejoras en educación y
formación para el trabajo, que han impulsado un aumento de la mano de obra
femenina calificada.
Sin embargo, ese aumento de la participación de las mujeres en el trabajo productivo, no se ha acompañado de una mayor
presencia de los hombres en el trabajo
reproductivo; las mujeres continúan a
cargo de él y éste sigue siendo invisibilizado.
Gráfico 2. Brecha en la tasa de participación femenina TGPfem.
Colombia, 2002 –2012
Gráfico 1. Tasa Global de Participación (TGP) por sexo.
Colombia, 2001-2012
80,0
76,1
75,4
75,4
74,4
49,5
49,8
50,8
49,2
73,6
71,1
72,0
73,4
71,1
74,2
75,1
51,8
52,8
75,4
70,0
60,0
50,0
40,0
48,1
46,9
46,4
46,1
49,8
54,1
30,0
20,0
10,0
-
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Hombres
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Mujeres
Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada de Hogares
Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada
de Hogares
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
PÁGINA
Según cifras del DANE, para el 2012, la población de mujeres en edad de trabajar fue de
18.398.000, representando el 51,14% del total
de la PET.
4
A pesar de ser más de la mitad de la población
en edad de trabajar, tan solo representan el
42,8% de la fuerza laboral (PEA) frente al 57,2%
de los hombres; alcanzando una tasa de desempleo del 13,7%, 5,9 puntos porcentuales (pp)
por encima de la de los hombres.
Como se ilustra en el gráfico 3, aunque a nivel
nacional la brecha en la tasa de desempleo viene
reduciéndose desde el 2002, es importante señalar
que dicha brecha es muy superior en el área rural
(resto) y equivale a 8,2 pp. En este área la tasa de
desempleo para las mujeres, en el 2012, fue de
12,1% frente al 3,9% para los hombres. Mientras
que en las cabeceras la tasa de desempleo para las
mujeres fue de 14% en tanto que para los hombres se situó en el 9,2%.
Gráfico 3. Tasa de desempleo por sexo y Brecha en la tasa de desempleo. Colombia, 2001 –2012
Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada de Hogares
El gráfico 4 ilustra la brecha nacional de ingresos
laborales mensuales promedio entre el 2002 y el
2012. Como se observa con respecto al 2002
se ha presentado un aumento en la brecha de
ingresos laborales mensuales promedio del 5,7
p.p.
“Con respecto al 2002 se
ha presentado un aumento
en la brecha de ingresos
laborales mensuales
promedio del 5,7 p.p.”
cuando éstas cuentan con mayor cualificación.
Si el análisis se realiza por áreas, en el 2012 los
diferenciales salariales en las cabeceras se ubicaron
en el 27,2% y en el 47.8% en el resto, 2,4 pp y 23,4
pp, respectivamente, por encima de la brecha registrada en el 2002.
En el 2002 los diferenciales salariales para el
total nacional se ubicaban en 17,6%, en el 2012
estos se situaron en el 23,3%, lo que da cuenta
de una clara inequidad hacia las mujeres aún
Gráfico 4. Brecha de ingresos laborales mensuales promedio. Colombia, 2002 –2012
Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares (2002-2005) y Gran Encuesta Integrada de Hogares (2008-2012)
Avances
en
la
medición
de
la
economía
del cuidado
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
BOLETÍN
NO.
17
PÁGINA
5
Las Cifras de la Encuesta Nacional de Uso del
Tiempo - ENUT
Gráfico 5. Tiempo promedio diario reportado en actividades de trabajo y personales, por sexo. Colombia, Agosto 2012 a julio de 2013
Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT
El gráfico 5 muestra las diferencias
en el tiempo promedio diario, en
actividades de Trabajo incluidas en
el Sistema de Cuentas Nacionales,
Trabajo no incluido en el Sistema
de Cuentas Nacionales y Actividades Personales, discriminada por
sexo y área.
Excluyendo las actividades personales, que presentan un comportamiento similar tanto para hombres
como para mujeres, el análisis del
tiempo dedicado a actividades de
trabajo comprendido en el SCN
permite afirmar que en promedio
los hombres dedican 2 horas 18
minutos más que las mujeres a este
tipo de actividad. En tanto que en
las actividades no comprendidas
por el SCN, las mujeres dedican 4
horas 35 minutos más que los hom-
bres.
El gráfico 6. ilustra como al sumar
el tiempo diario promedio que las
mujeres dedican tanto a actividades
no incluidas en el SCN como a las
incluidas en el SCN, las mujeres
trabajan 2 horas y 12 minutos más
al día que los hombres.
Lo anterior, se explica principalmente por el tiempo adicional que
las mujeres dedican a las actividades
de trabajo doméstico y de cuidados
(4 horas al día más que los hombres).
Es importante anotar que en el área
rural las mujeres dedican 6 horas
más al día que los hombres a las
labores no incluidas en el SCN
Así mismo, según la información
suministrada por el DANE a partir
de la ENUT, durante un día promedio, el 57,0% de los hombres
realiza actividades de trabajo comprendido en el SCN con un tiempo
promedio de duración por participante de 9 horas y 5 minutos. Por
su parte el 34,6% de las mujeres
hace este tipo de actividades con
una intensidad media de duración
de 7 horas y 17 minutos.
En día promedio, El 89,4% de las
mujeres realiza actividades de trabajo no comprendido en el SCN
con un tiempo de 7 horas y 23
minutos. Por su parte, el 63,1%
de los hombres hace este mismo
promedio las
tipo de actividades con 3 horas y “En
mujeres trabajan
10 minutos.
al día 2 horas 12
minutos más que
los hombres”
Gráfico 6. Carga total de trabajo de las personas que realizaron trabajo comprendido en el SCN el día de referencia, hombres y mujeres . Agosto 2012 a
julio de 20132012-2013
Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
PÁGINA
6
La economía del cuidado en las cuentas
satélites: una neutralidad imposible
Ruth Suárez Gómez*
C
Sección II - Columnista invitada
umplido el plazo establecido por la ley 1413 del
2010 para incluir la economía del cuidado en las
cuentas nacionales como una cuenta satélite, el DANE presentó recientemente los resultados de tales esfuerzos, a través de la aplicación de la Encuesta Nacional de Uso
del Tiempo – ENUT. La primera reacción entre organizaciones feministas, activistas y representantes de la academia, ha
sido de reconocimiento ante la diligencia de la institución, y
de apoyo para que estos esfuerzos se preserven en el tiempo, tal como está contemplado por la ley.
Avances
Sin embargo, considerando que es la primera fase de las
tres que han sido previstas, varios interrogantes deben ser
considerados desde ahora respecto al rumbo futuro que se
le debe definir a la cuenta satélite. Estos interrogantes conciernen a quienes desde hace ya tiempo esperamos la aprobación de políticas que permitan remunerar a las mujeres
que contribuyen al cuidado familiar y que sin embargo carecen de las mínimas garantías de salud y de pensión para sus
años de vejez, y mucho menos de un ingreso básico para
satisfacer sus necesidades actuales. A continuación se comentan los aspectos más importantes a ser considerados:
1. ¿Una cuenta satélite de trabajo no remunerado o del
cuidado?
Aunque el artículo 1o de la Ley 1413 de 2010 hace referencia a la inclusión de la economía del cuidado como una cuenta satélite en el Sistema de Cuentas Nacionales - SCN, los
avances presentados por el DANE, en su primera fase, aluden a una cuenta satélite del trabajo no remunerado en los
hogares. De esta forma, la economía del cuidado se desdibuja y pierde el sentido explícito de género contenido en la
Ley, en tanto queda subsumida en una connotación primordialmente laboral. Puede afirmarse que en aras del rigor
técnico para seguir pautas genéricas para un conjunto de
países, la cuenta satélite no involucra circunstancias de espe-
en
la
medición
de
la
economía
cial sensibilidad para el país, como la inequidad y su
relación con el trabajo de cuidado no remunerado y no
subvencionado (a diferencia de los países europeos).
Por otra parte, los resultados de la ENUT, en esta perspectiva nos ratifica algo que las mujeres desde siempre
hemos sabido: que el cuidado no remunerado está a
cargo principalmente de las mujeres. El DANE establece
una relación de 2,3 a 1 en el tiempo dedicado por las
mujeres y hombres respectivamente para trabajos de
cuidado. Esta percepción intuitiva, ahora corroborada
por el DANE, no necesariamente conduce a la formulación de políticas de apoyo que son tan necesarias en una
perspectiva de equidad y de crecimiento de la economía.
En tal sentido, más allá del reconocimiento social que la
ENUT debe suscitar, se requiere ampliar los elementos
de la cuenta satélite en las dos fases siguientes para
proveer de insumos a los diseños necesarios de una
política pública de cuidado, con énfasis en las principales
protagonistas del cuidado, las mujeres.
Cuadro 1. El trabajo en el Sistema de Cuentas Nacionales SNC según sexo
Tiempo por participante
Hombre
Mujer
Actividades de trabajo comprendidas en el SCN
09:05
07:17
Actividades de trabajo no comprendidas en el SCN
03:10
07:23
Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo –ENUT
* Economista feminista. Integrante de la Mesa de Seguimiento a la implementación de la Ley 1413 de 2010. Consultora Independiente.
del cuidado
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
BOLETÍN
NO.
17
PÁGINA
II. ¿Una cuenta satélite representativa de qué?
Género, 2012
En tanto que la Ley 1413 del 2010 hace referencia al cuidado no
remunerado en los hogares, la cuenta satélite privilegia este aspecto,
asociado al trabajo de la población en su conjunto. La unidad de
análisis no son los hogares, sino la población de hombres y mujeres1.
Algunos aspectos de importancia crucial, por tanto, no pueden ser
inferidos, como la magnitud de cuidado no remunerado en los hogares colombianos, y la relación entre trabajo de cuidado remunerado
y no remunerado en los hogares. Tampoco permite ampliar el valor
imputable por cuidado la frontera de producción de los hogares, de
manera que dicho valor se incorpore en el valor de la producción
para el conjunto de las cuentas nacionales.
Por lo anterior, sería fundamental, que en las dos fases siguientes de
la cuenta satélite, se avanzara hacia una cuenta satélite del cuidado,
con un componente principal, el de cuidado no remunerado.
III. ¿La economía del cuidado tiene las mismas implicaciones
por pertenencia étnica, estrato socioeconómico, posición ocupacional o región?
En los primeros avances presentados, aspectos esenciales para el
diseño de políticas en torno al cuidado no son capturados en la
cuenta satélite en tanto el énfasis está asociado al trabajo de la población antes que a los hogares. Diversa evidencia empírica indica
que en tanto el estrato económico es más bajo, así como la pobreza
y la miseria, el mayor peso del cuidado no remunerado y no subvencionado descansa en las mujeres. En grupos sociales con mayor exposición al conflicto hay privación del cuidado. El cuadro 2 muestra
como una mayor equidad en el ingreso guarda correspondencia con
la equidad de género y el desarrollo humano.
Cuadro 2. Desarrollo Humano, Inequidad en el Ingreso e Inequidad de
Posición
Equidad de
Género
Índice de
Desarrollo
Humano
Índice de
Equidad de
Ingreso
Holanda
1
0,921
0,766
Suiza
2
0,913
0,76
Suecia
3
0,916
0,772
Dinamarca
3
0,901
0,764
Noruega
5
0,955
0,797
Finlandia
6
0,892
0,757
Alemania
6
0,92
0,741
Francia
9
0,893
0,732
España
15
0,885
0,659
País
1
7
Para una discusión detallada al respecto, ver Carrasco Cristina y Serrano Mónica,
2005, Propuesta para una cuenta satélite de los hogares de Cataluña.
Posición
Equidad de
Género
Índice de
Desarrollo
Humano
Índice de
Equidad de
Ingreso
Canadá
18
0,911
0,718
Corea
27
0,909
0,679
Inglaterra
34
0,875
0,709
China
35
0,699
0,455
Estados Unidos
42
0,937
0,681
Rusia
51
0,788
0,647
Costa Rica
62
0,773
0,43
Chile
66
0,819
0,488
Argentina
71
0,811
0,487
México
72
0,775
0,463
Perú
73
0,741
0,452
Ecuador
83
0,724
0,39
Brasil
85
0,73
0,411
Colombia
88
0,719
0,366
Venezuela
93
0,748
0,385
Bolivia
97
0,675
0,294
Panamá
108
0,78
0,431
Uganda
110
0,456
0,257
Mozambique
125
0,327
0,205
India
132
0,554
0,434
País
Fuente: Naciones Unidas - Informe de Desarrollo Humano 2013
Así mismo, aspectos relacionados con la pertenencia étnica y la
cultura pueden imprimir otras particularidades al cuidado no remunerado: las mujeres mayores que cuidan a varios miembros de una
familia extensa; la poca movilidad laboral y educacional de las jóvenes por impedimentos sociales relacionados con la obligatoriedad de
cuidado a los padres o a los hermanos menores, las abuelas a cargo
del cuidado de los hijos en familias que migran al exterior en busca
de un mejor destino, etc. En algunos grupos poblacionales, hay tabús
para que el cuidado de los niños esté a cargo de instituciones especializadas, en lugar de la familia. Esta enorme complejidad es del
ámbito propio de la familia.
La necesaria inclusión de estos aspectos en las cuentas nacionales
podría realizarse mediante la ampliación de la cuenta satélite del
trabajo no remunerado hacia una cuenta satélite del cuidado con
énfasis en las unidades familiares por estrato socioeconómico y
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
PÁGINA
8
características de etnia y posición ocupacional. Esta cuenta,
arrojaría luces respecto a la interconexión entre el cuidado
remunerado y el no remunerado. En el futuro, podría incluir
el cuidado subvencionado por el Estado en el cuidado no
remunerado.
IV. Reproducción del sesgo de género en la valoración
del cuidado
En la perspectiva adoptada por las cuentas nacionales, el
sesgo de valoración del trabajo de cuidado es insoluble,
como los sería la multiplicación de una imagen a través de
espejos con distintos niveles de distorsión respecto a un
patrón que aunque deformado, se preserva. El trabajo no
remunerado de cuidado es un insumo necesario, de un producto denominado cuidado, cuyo ámbito es más del bienestar social que de las cuentas nacionales.
No obstante, una ventaja de la cuenta satélite es que su
versatilidad permite que las fronteras entre las cuentas nacionales y las del bienestar encuentren puntos de convergencia. La producción del cuidado social y familiar, observable a través de sus efectos, tales como la educación, la sanidad física, psicológica y emocional, un bajo índice delincuencial y de violencia, así como de disgregación social, etc., podría permitir formas innovadoras de valoración del cuidado
a partir de la evaluación de tales indicadores que permita, de
manera adicional a una remuneración de cuidado sesgada
por el factor de género, corregir dicho sesgo mediante el
reconocimiento monetario al beneficio obtenido en el proceso de cuidado, palpable en indicadores evaluables.
to, como en los nórdicos, en contraste con el 48% de
empleo femenino en Colombia.
La vía de desarrollo del cuidado no remunerado que
seguramente debe considerarse para Colombia es una
de carácter híbrido, que combine desarrollos institucionales exógenos a la familia, con opciones endógenas,
pero que amplíen el ámbito de intervención social en el
cuidado. Se justifica en tanto la participación laboral de
las mujeres no alcanza todavía altos estándares, en tanto
que la informalidad laboral predomina en el género femenino. La tasa de empleo en Colombia en el 2013 es
del 48 por ciento, con niveles de informalidad elevados,
si se tiene en cuenta que el trabajo por cuenta propia es
la categoría laboral más importante entre las mujeres.
Es probable que las políticas sociales que se construyan
para subvencionar el cuidado, deban imprimir distintos
énfasis en estratos sociales con mayores carencias, y
considerar la diversidad de situaciones a que se enfrenta
la familia. Un ejemplo son las madres comunitarias,
cuyos mejores resultados podrían replicarse en hogares
día de barrio, o de cuadra, para personas de la tercera
edad, o restaurantes comunitarios por grupos poblacionales en barrios marginales. Otras posibilidades serían el
diseño de módulos de remuneración al cuidado a través
de programas sociales subsidiados, como los de Familias
en Acción.
Cuadro 3. Subvenciones a los hogares como porcentaje del
PIB, 2009
V. Las cuentas nacionales y el debate necesario respecto
a las implicaciones de política social y económica en
economía del cuidado
El énfasis en la población laboral como objeto de estudio en
economía del cuidado, en lugar de los hogares, puede privilegiar desarrollos sucesivos hacia el fomento de una institucionalidad del cuidado exógena a la familia. Es el rumbo
adoptado Europa, con una oferta de infraestructura, de servicios de mercado para el cuidado, junto con subvenciones
directas además de una nutrida legislación que norma y prioriza el cuidado en sus distintos aspectos. La condición activa
asalariada de las mujeres es la base para la mayor parte de
estos apoyos y políticas. Es comprensible en países en los
que los índices de empleo femenino superan el 70 por cien-
Avances
en
la
medición
de
la
economía
País
Porcentaje del
PIB
Irlanda
4,24
Reino Unido
4,22
Francia
3,98
Islandia
3,96
Dinamarca
3,90
Suiza
3,75
Hungría
3,58
Nueva Zelanda
3,56
Bélgica
3,45
del cuidado
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
BOLETÍN
NO.
País
17
PÁGINA
Porcentaje del
PIB
Noruega
3,34
Finlandia
3,29
Alemania
3,07
España
1,77
Portugal
1,71
Italia
1,58
Canadá
1,55
Polonia
1,53
Japón
1,48
Chile
1,47
Estados Unidos
1,22
México
1,11
Corea
1,01
9
VI. Conclusiones
La primera fase de la cuenta satélite de economía del cuidado ha
hecho un gran avance con la aplicación de la ENUT. Sin embargo, el
mayor desafío de la cuenta satélite es la de proporcionar los elementos necesarios para pasar de un reconocimiento simbólico a
diseños y realizaciones en políticas para la economía del cuidado.
Muchos de estos elementos deben estar referidos a la inequidad.
Desde esta perspectiva es impostergable que la Comisión de Alto
nivel establecida por la ley 1413, ponga manos a la obra en el diseño
de políticas para la economía del cuidado.
Fuente: OCDE
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
10
Sección III - Noticias sobre mujer y
equidad
PÁGINA
Primer Encuentro Internacional de
Investigaciones sobre mujer y
género
En el 2012 el OAG realizó el
Primer Encuentro Nacional de
Investigaciones en Asuntos de
Mujer y Género en donde investigadoras e investigadores independientes o adscritos a distintas
universidades y centros de investigación de todos los rincones del
país, concurrieron con importantes trabajos, abriendo el camino
que en este 2013 le permitió al
Observatorio consolidar un importante espacio de opinión y de
diálogo para fortalecer el conocimiento en la materia.
El éxito de la experiencia pasada
motivó al Consejo Andino Asesor de Altas Autoridades de la
Mujer e Igualdad de Oportunidades (CAAAMI), a través de la
Alta Consejería Presidencial para
la Equidad de la Mujer y el Observatorio de Asuntos de Género, para convocar un segundo
encuentro, esta vez con carácter
internacional.
En esta oportunidad, casi un
centenar de trabajos fueron presentados, de los cuales un Comité Científico de alto nivel seleccionó un importante número que
reunieron los estándares más altos
atendiendo los criterios de calidad
técnica y científica. Los estudios
fueron desarrollados en el nivel
local y en varios países de la región,
indicador de gran significancia frente al grado de sensibilización en
relación con las distintas problemáticas que afectan a la mujer en Latinoamérica, las cuales deben ser
entendidas como un todo y donde
la identificación de lugares comunes
nos permite generar políticas públicas que posibiliten el entendimiento
y la superación de la inequidad,
desigualdad e injusticia, dentro del
Marco de la democracia participativa.
Las temáticas investigadas, incluyeron una amplia gama de fenómenos
que bajo la lupa sensible del observador e investigador de la vida social cobran importancia, haciendo
relevantes eventos que por muchos
años parecieron intrascendentes
como: los relacionados con la diversidad, los grupos étnicos, el campesinado, dimensiones prioritarias en
un mundo con una arrolladora dinámica de cambio, transversal a todas
las estructuras de la vida social,
para saltar también por los impactos que produce la construcción de
obras públicas, la capacidad de innovación empresarial, la participación
ciudadana, los nuevos roles, el trabajo, el conflicto armado, los temas
de salud, la violencia, el derecho a la
tierra, las víctimas y el posconflicto,
que afectan a las mujeres a lo largo
y ancho de los países de la región.
Este esfuerzo desde lo público, para
propiciar espacios que multipliquen
las voces de quienes con sus aportes llaman la atención sobre aspectos esenciales y determinantes de la
situación de las mujeres y las implicaciones de género, con- solidan la
democracia y posibilita la generación de estrategias para enfrentar la
multiplicidad de problemáticas, como síntesis de variables que exigen
un seguimiento, una respuesta
oportuna y contundente.
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Banco de Buenas Prácticas en asuntos de
mujer y género
E
l Banco de Buenas Prácticas
en Asuntos de Mujer y
Género se constituye en
un esfuerzo del Observatorio de
Asuntos de Género por documentar y visibilizar esos esfuerzos locales para desarrollar proyectos desde lo comunitario orientados a
mejorar las condiciones de las mujeres y contribuir a mejorar su
realidad cotidiana.
En el banco podrán encontrar experiencias exitosas provenientes de
distintos rincones del país, que se
caracterizan por su innovación,
creatividad y posibilidad de réplica
con la inversión de pocos recursos,
pero con la voluntad enorme de
aportar a la construcción de nuevas
salidas y con perspectiva
de género a los resolución
de los problemas que
afectan a las mujeres.
ron seleccionadas 14 buenas prácticas, a partir de cerca de 50 experiencias postuladas por sus promotores a lo largo del año, las cuales
harán parte de una primera fase de
documentación y que muestran una
amplia variedad de posibilidades
frente a diversas situaciones que
merecen ser impactadas.
Se espera que estos ejemplos de
éxito, que han dado resultado en
otros contextos, sean un incentivo
para motivar a mujeres y hombres
a asumir control sobre sus destinos
y emularlos como la buena práctica
que son.
En esta oportunidad fue-
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Línea de Orientación 155
E
l Gobierno Nacional a
través de la Alta Consejería para la Equidad
de la Mujer con el apoyo de la
Policía Nacional, implementó la
Línea 155. Con atención las 24
horas del día, todos los días de
la semana, los colombianos y
colombianas podrán comunicarse bajo reserva y gratuitamente a esta línea, desde cualquier operador en todo el
territorio nacional para recibir
orientación en temas relacionados con violencia de género.
Personal especializado se encuentra dispuesto para brindar
información clara y completa
sobre los derechos de las mujeres, así como para orientar
sobre la forma de hacer una
denuncia, tipos de violencias
de los cuales puede ser víctima
una mujer, así como procedimientos para obtener atención
jurídica y en materia de salud.
La Línea 155 surge como parte
del Plan Integral para garantizar
a las mujeres una vida libre de
violencias, uno de los ejes
definidos en el Conpes 161
Equidad para la mujer, dispuesto por el Gobierno Nacional
en su interés por atender las
desigualdades y solucionar las
dificultades que diariamente
viven muchas mujeres en el
país víctimas de violencia. Representa uno de los más grandes esfuerzos económicos que
ha hecho el Estado colombiano
en su historia por proteger los
derechos de las mujeres, alcanzando una inversión del orden
de los $234 mil millones para
el periodo 2013 a 2016.
Aprobado Conpes dirigido a mujeres
víctimas del conflicto
C
ontribuir a la garantía,
protección y el ejercicio
pleno de los derechos de
las mujeres víctimas a la atención, asistencia y reparación
integral, es el objetivo que persigue el Gobierno Nacional con el
recién aprobado CONPES SOCIAL
166 “Lineamientos de Política Pública para la prevención de riesgos, la
protección y garantía de los derechos de las mujeres víctimas del
conflicto armado”.

El reconocimiento de sus derechos
como ciudadanas en entornos sociales y comunitarios con especial
atención a su participación en escenarios de decisión.

La superación de las barreras de
acceso que enfrentan las mujeres
víctimas cuando son atendidas, asistidas o reparadas.
Para tal efecto, se dispuso una
inversión de $3.3 billones, de
los cuales $2.1 billones corresponden a la vigencia 2013-2014,
en tanto que los $1.2 billones
Los Lineamientos contemplan restantes están sujetos a promás de 200 acciones específicas yecciones presupuestales del
en cuya ejecución confluyen 21 2015.
entidades teniendo como base
tres ejes de acción:
 La protección integral frente a los Su construcción se adelantó
mediante proceso de concertariesgos y vulneraciones particulares
que enfrentan las mujeres en zonas de ción liderado por la Alta Conseconflicto armado.
jería Presidencial para la Equi-
dad de la Mujer, la Unidad Administrativa Especial para la Atención y
Reparación Integral a las Víctimas y
el Departamento Nacional de Planeación, en el cual participaron 21
entidades, así como organizaciones
de mujeres y representantes de las
mujeres víctimas del conflicto armado que aportaron insumos y
propuestas.
Con este Conpes Social, el Gobierno Nacional materializa lo planteado en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de
2011) sobre enfoque diferencial,
definiendo acciones a través de las
cuales se busca dar respuesta a la
gravedad de las afectaciones del
conflicto armado en las mujeres,
pertinentes en función de su diversidad.
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
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Sello de Equidad Laboral - EQUIPARES
U
na nueva herramienta que
permitirá a las empresas
convertirse en aliadas del
gobierno para lograr la efectiva
inserción de las mujeres en el mercado laboral y la eliminación de las
desigualdades de género, implementaron la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el
Ministerio de Trabajo y el PNUD.
Ministerio de Trabajo ejecuta el
Programa de Equidad Laboral con
Enfoque Diferencial de Género para
las Mujeres, que hace parte del
CONPES 161 y que desarrolla acciones de prevención, atención,
empoderamiento legal, protección y
acceso a la justicia para garantizar
un mercado laboral justo y equitativo.
En la búsqueda de la equidad de
género en el mercado laboral, el
Gobierno Nacional a través del
Es en el marco de este Programa
que se inscribe el “Sistema de Gestión de Igualdad de Género”, inicia-
tiva que otorga un Sello en Equidad
de Género para las empresas que
implementen políticas de igualdad
entre hombres y mujeres.
A la iniciativa EQUIPARES, ya se
sumaron 20 empresas de diferentes
sectores económicos manifestando
su interés de iniciar un proceso de
transformación interna para generar condiciones más equitativas y
justas para las mujeres.
“A la iniciativa
EQUIPARES ya se
sumaron 20 empresas
de diferentes sectores
económicos”
Bogotá D.C., Diciembre 10 de 2013
Comisión Intersectorial Conpes 161
La Alta Consejería Presidencial para la
Equidad de Mujer elaboró los lineamientos de la Política Pública Nacional
de Equidad de Género para las Mujeres
y del Plan Integral para Garantizar una
Vida Libre de Violencias, tendientes a
superar las brechas de género y contribuir a la transformación cultural en
forma participativa con amplios sectores sociales y representativos de la
diversidad de mujeres que integran el
país. Con fundamento en dichos lineamientos, el Consejo Nacional de Política Económica y Social – Conpes, aprobó en marzo del presente año el docu-
mento Conpes Social 161 “Equidad de
Género para las Mujeres” que presenta la
Política Pública Nacional de Equidad de
Género y precisó un plan de acción indicativo para el período 2013-2016, el cual
incluye un Plan Integral para Garantizar
una Vida Libre de Violencias.
La Política fue adoptada y creada la Comisión Intersectorial de coordinación para la
implementación de la Política Nacional de
Equidad de Género de la para las mujeres,
mediante el Decreto 1930 de 6 de Sep-
tiembre de 2013, cuyo Objeto es coordinar, armonizar e impulsar la ejecución del
Plan Indicativo por parte de las entidades
involucradas, acorde a sus competencias,
siendo ésta la instancia de concertación
entre los diferentes sectores involucrados.
El 10 de diciembre se llevo a cabo la primera reunión de la Comisión Intersectorial de
coordinación para la implementación de la
Política Nacional de Equidad de Género de
la para las mujeres.
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Juan Manuel Santos Calderón
Presidente de la República
Angelino Garzón
Vicepresidente de la República
________________________________________________
Nigeria Rentería Lozano
Alta Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer
Luz Janeth Forero Martínez
Andrea del Pilar Acero Álvarez
Observatorio de Asuntos de Género – Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
Olga Chiguasuque Vargas
Asesora Comunicaciones - Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
_______________________________________________
ALTA CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER
Carrera 8 No. 7-27 Edificio Galán
Teléfono: (57 1) 5629645 Extensiones 3645, 3313, 208, 107
Fax: (57 1) 5623571
Correo electrónico: equidadmujer@presidencia.gov.co
Página web: http://www.equidadmujer.gov.co
ISSN: 1794 – 4082
Esta publicación se encuentra disponible en: www.equidadmujer.gov.co
Las informaciones contenidas en el presente documento pueden ser utilizadas total o parcialmente mientras se cite la fuente.
Equipo Observatorio de Asuntos de género
Diseño y diagramación
Bogotá D. C., Colombia, 2013
Las opiniones y perspectivas de diversa índole aparecidas en este boletín, son propias de sus autores(as),
siendo por tanto de su exclusiva responsabilidad. En consecuencia no comprometen, bajo ninguna circunstancia, a la Presidencia de la República de Colombia ni a la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer.
Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer
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