Observatorio de O A G asuntos CONTENIDO: Editorial 2 Sección I—Equidad en Cifras 3 Sección II— Colum- 6 nista invitada Sección III - Noticias sobre mujer y equidad 10 de género B O L E T Í N N O . 1 7 I S S N 1 7 9 4 - 4 0 8 2 AVANCES EN LA MEDICIÓN DE LA ECONOMÍA DEL CUIDADO PUNTOS DE INTERES Banco de buenas prácticas 11 Destacando la importancia de la economía del cuidado y del efectivo reconocimiento del trabajo no remunerado de la mujer, como factores que inciden en el desarrollo y mantenimiento de la estructura social, la Alta Consejera para la Equidad de la Mujer, Nigeria Rentería, participó en el Foro Internacional sobre medición de la economía del cuidado desarrollado por el DANE, al que se sumaron representantes del Ministerio de Trabajo, de ONU Mujeres, de la CEPAL y de l UNFPA Línea de Orientación a Mujeres Victimas de Violencia 12 Bogotá D.C., 5 de diciembre de 2013. Sello de Equidad Laboral – EQUIPARES 13 Resultados Encues- 5 ta Nacional de Uso del Tiempo –ENUT Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer PÁGINA 2 Fuente: www.dane.gov.co Nos complace que al finalizar este 2013 podamos contar con los resultados de las primera Encuesta de Uso del Tiempo Libre que sin duda Editorial Es un hecho que la división sexual del trabajo asigna una repartición de las tareas necesarias para la producción de bienes y servicios, diferente para hombres y mujeres; en el marco de dicha división, las mujeres son quienes realizan la mayor parte del trabajo no remunerado, doméstico y de cuidados, que sostiene la reproducción social. Por eso, la forma en que se organiza la provisión de cuidado en la sociedad tiene importantes consecuencias para la igualdad de género, ya sea porque incrementa las capacidades y opciones de las mujeres y los hombres, o porque se constituye en el núcleo de una serie de discriminaciones y desigualdades, muchas veces invisibilizadas, que impiden la autonomía económica de las mujeres, limitan sus derechos y restringen sus libertades. contribuirá a la visibilización del valiosísimo aporte que las mujeres realizamos a la economía a través del trabajo no remunerado, doméstico y demás labores de cuidado. Avances en la A su vez, como bien lo menciona Elson, cuando se pone atención en las actividades de cuidado se piensan como funciones sociales más que actividades económicas. Pero estas actividades son económicas, pues involucran el uso de recursos escasos y proveen insumos vitales para los sectores económicos públicos y privados. Es así como la economía del cuidado es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la salud y las capacidades de la fuerza de trabajo, pero también en el desarrollo y mantenimiento de la estructura social: de las reglas, las normas y los valores que mantienen la confianza y el orden social. medición de la economía En tal sentido, es fundamental la valoración del trabajo no remunerado de la mujer para modificar la percepción social de este tipo de trabajo y su aporte al desarrollo económico y social del país. Esta tarea supone desafíos metodológicos, técnicos y presupuestales, pero sobre todo requiere de contar con información estadística oficial, oportuna y de calidad, y garantizar la sostenibilidad de los instrumentos de recolección de la misma, de modo tal que sean utilizados en el campo de las Políticas Públicas para soportar los cambios estructurales requeridos para garantizar la igualdad de género, el empoderamiento económico de las mujeres y el bien – estar; así como para cuantificar las necesidades en este campo, promover la definición de presupuestos públicos sensibles al género, basados en tales evidencias y establecer la línea de base para la evaluación de la eficacia de las políticas públicas. Lo anterior, fue reconocido en el 2009 en el proyecto de Ley de Economía del Cuidado que con el impulso de la entonces Senadora Cecilia López Montaño se materializó en la Ley 1413 de 2010. Desde la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, a través de nuestro Observatorio de Asuntos de Género y en conjunto con los entes de control, las organizaciones sociales y la academia; en cumplimiento de lo establecido en el artículo 6º de la mencionada Ley, hemos venido desempeñando las labores de seguimiento, vigilancia y control, para coadyuvar al proceso de implementación de la misma. Nos complace que al finalizar este 2013 podamos contar con los resultados de las primera Encuesta de Uso del Tiempo Libre que sin duda contribuirá a la visibilización del valiosísimo aporte que las mujeres realizamos a la economía a través del trabajo no remunerado, doméstico y demás labores de cuidado. Así mismo, celebramos el primer avance en el proceso de incorporación de la Economía del Cuidado en el Sistema de Cuentas Nacionales. Los desafíos aún persisten. Quizá el más grande es lograr que las entidades públicas y privadas, la academia y la sociedad en general hagamos uso de dicha información e incorporemos dentro de los análisis el Trabajo de hogar no remunerado como contribución al desarrollo económico del país. Reitero que desde la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer estamos comprometidas con un trabajo permanente e interinstitucional orientado a la incorporación definitiva de la Economía del Cuidado en el Sistema de Cuentas Nacionales y en los mecanismos apropiados que propendan por los análisis adecuado de la importante contribución de este tipo de trabajo a nuestra sociedad. NIGERÍA RENTERÍA LOZANO del cuidado Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. 17 PÁGINA 3 Sección I— Equidad en Cifras Autonomía económica e igualdad en la esfera laboral y del cuidado Como se observa en el gráfico 1, en el 2012 la Tasa Global de Participación de las mujeres se ubicó en el 54,1% , situando la brecha de participación laboral femenina en 21,3 (gráfico 2). Desde los años 70, la participación femenina en el mercado laboral colombiano ha aumentado considerablemente. Los factores clave han sido los mayores niveles de educación, la disminución de las tasas de fecundidad ,la variación en la estructura de los hogares, la dinámica demográfica y su composición. La reducción de esta brecha puede explicarse en parte por el crecimiento de la oferta laboral de las mujeres en un 17,4% entre 2007 y 2011, mientras que para el mismo periodo el crecimiento de la de los hombres fue de tan solo del 6%; atribuible en parte a las mejoras en educación y formación para el trabajo, que han impulsado un aumento de la mano de obra femenina calificada. Sin embargo, ese aumento de la participación de las mujeres en el trabajo productivo, no se ha acompañado de una mayor presencia de los hombres en el trabajo reproductivo; las mujeres continúan a cargo de él y éste sigue siendo invisibilizado. Gráfico 2. Brecha en la tasa de participación femenina TGPfem. Colombia, 2002 –2012 Gráfico 1. Tasa Global de Participación (TGP) por sexo. Colombia, 2001-2012 80,0 76,1 75,4 75,4 74,4 49,5 49,8 50,8 49,2 73,6 71,1 72,0 73,4 71,1 74,2 75,1 51,8 52,8 75,4 70,0 60,0 50,0 40,0 48,1 46,9 46,4 46,1 49,8 54,1 30,0 20,0 10,0 - 2001 2002 2003 2004 2005 2006 Hombres 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Mujeres Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada de Hogares Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada de Hogares Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer PÁGINA Según cifras del DANE, para el 2012, la población de mujeres en edad de trabajar fue de 18.398.000, representando el 51,14% del total de la PET. 4 A pesar de ser más de la mitad de la población en edad de trabajar, tan solo representan el 42,8% de la fuerza laboral (PEA) frente al 57,2% de los hombres; alcanzando una tasa de desempleo del 13,7%, 5,9 puntos porcentuales (pp) por encima de la de los hombres. Como se ilustra en el gráfico 3, aunque a nivel nacional la brecha en la tasa de desempleo viene reduciéndose desde el 2002, es importante señalar que dicha brecha es muy superior en el área rural (resto) y equivale a 8,2 pp. En este área la tasa de desempleo para las mujeres, en el 2012, fue de 12,1% frente al 3,9% para los hombres. Mientras que en las cabeceras la tasa de desempleo para las mujeres fue de 14% en tanto que para los hombres se situó en el 9,2%. Gráfico 3. Tasa de desempleo por sexo y Brecha en la tasa de desempleo. Colombia, 2001 –2012 Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares - Gran Encuesta Integrada de Hogares El gráfico 4 ilustra la brecha nacional de ingresos laborales mensuales promedio entre el 2002 y el 2012. Como se observa con respecto al 2002 se ha presentado un aumento en la brecha de ingresos laborales mensuales promedio del 5,7 p.p. “Con respecto al 2002 se ha presentado un aumento en la brecha de ingresos laborales mensuales promedio del 5,7 p.p.” cuando éstas cuentan con mayor cualificación. Si el análisis se realiza por áreas, en el 2012 los diferenciales salariales en las cabeceras se ubicaron en el 27,2% y en el 47.8% en el resto, 2,4 pp y 23,4 pp, respectivamente, por encima de la brecha registrada en el 2002. En el 2002 los diferenciales salariales para el total nacional se ubicaban en 17,6%, en el 2012 estos se situaron en el 23,3%, lo que da cuenta de una clara inequidad hacia las mujeres aún Gráfico 4. Brecha de ingresos laborales mensuales promedio. Colombia, 2002 –2012 Fuente: DANE - Encuesta Continua de Hogares (2002-2005) y Gran Encuesta Integrada de Hogares (2008-2012) Avances en la medición de la economía del cuidado Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. 17 PÁGINA 5 Las Cifras de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT Gráfico 5. Tiempo promedio diario reportado en actividades de trabajo y personales, por sexo. Colombia, Agosto 2012 a julio de 2013 Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT El gráfico 5 muestra las diferencias en el tiempo promedio diario, en actividades de Trabajo incluidas en el Sistema de Cuentas Nacionales, Trabajo no incluido en el Sistema de Cuentas Nacionales y Actividades Personales, discriminada por sexo y área. Excluyendo las actividades personales, que presentan un comportamiento similar tanto para hombres como para mujeres, el análisis del tiempo dedicado a actividades de trabajo comprendido en el SCN permite afirmar que en promedio los hombres dedican 2 horas 18 minutos más que las mujeres a este tipo de actividad. En tanto que en las actividades no comprendidas por el SCN, las mujeres dedican 4 horas 35 minutos más que los hom- bres. El gráfico 6. ilustra como al sumar el tiempo diario promedio que las mujeres dedican tanto a actividades no incluidas en el SCN como a las incluidas en el SCN, las mujeres trabajan 2 horas y 12 minutos más al día que los hombres. Lo anterior, se explica principalmente por el tiempo adicional que las mujeres dedican a las actividades de trabajo doméstico y de cuidados (4 horas al día más que los hombres). Es importante anotar que en el área rural las mujeres dedican 6 horas más al día que los hombres a las labores no incluidas en el SCN Así mismo, según la información suministrada por el DANE a partir de la ENUT, durante un día promedio, el 57,0% de los hombres realiza actividades de trabajo comprendido en el SCN con un tiempo promedio de duración por participante de 9 horas y 5 minutos. Por su parte el 34,6% de las mujeres hace este tipo de actividades con una intensidad media de duración de 7 horas y 17 minutos. En día promedio, El 89,4% de las mujeres realiza actividades de trabajo no comprendido en el SCN con un tiempo de 7 horas y 23 minutos. Por su parte, el 63,1% de los hombres hace este mismo promedio las tipo de actividades con 3 horas y “En mujeres trabajan 10 minutos. al día 2 horas 12 minutos más que los hombres” Gráfico 6. Carga total de trabajo de las personas que realizaron trabajo comprendido en el SCN el día de referencia, hombres y mujeres . Agosto 2012 a julio de 20132012-2013 Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo - ENUT Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer PÁGINA 6 La economía del cuidado en las cuentas satélites: una neutralidad imposible Ruth Suárez Gómez* C Sección II - Columnista invitada umplido el plazo establecido por la ley 1413 del 2010 para incluir la economía del cuidado en las cuentas nacionales como una cuenta satélite, el DANE presentó recientemente los resultados de tales esfuerzos, a través de la aplicación de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo – ENUT. La primera reacción entre organizaciones feministas, activistas y representantes de la academia, ha sido de reconocimiento ante la diligencia de la institución, y de apoyo para que estos esfuerzos se preserven en el tiempo, tal como está contemplado por la ley. Avances Sin embargo, considerando que es la primera fase de las tres que han sido previstas, varios interrogantes deben ser considerados desde ahora respecto al rumbo futuro que se le debe definir a la cuenta satélite. Estos interrogantes conciernen a quienes desde hace ya tiempo esperamos la aprobación de políticas que permitan remunerar a las mujeres que contribuyen al cuidado familiar y que sin embargo carecen de las mínimas garantías de salud y de pensión para sus años de vejez, y mucho menos de un ingreso básico para satisfacer sus necesidades actuales. A continuación se comentan los aspectos más importantes a ser considerados: 1. ¿Una cuenta satélite de trabajo no remunerado o del cuidado? Aunque el artículo 1o de la Ley 1413 de 2010 hace referencia a la inclusión de la economía del cuidado como una cuenta satélite en el Sistema de Cuentas Nacionales - SCN, los avances presentados por el DANE, en su primera fase, aluden a una cuenta satélite del trabajo no remunerado en los hogares. De esta forma, la economía del cuidado se desdibuja y pierde el sentido explícito de género contenido en la Ley, en tanto queda subsumida en una connotación primordialmente laboral. Puede afirmarse que en aras del rigor técnico para seguir pautas genéricas para un conjunto de países, la cuenta satélite no involucra circunstancias de espe- en la medición de la economía cial sensibilidad para el país, como la inequidad y su relación con el trabajo de cuidado no remunerado y no subvencionado (a diferencia de los países europeos). Por otra parte, los resultados de la ENUT, en esta perspectiva nos ratifica algo que las mujeres desde siempre hemos sabido: que el cuidado no remunerado está a cargo principalmente de las mujeres. El DANE establece una relación de 2,3 a 1 en el tiempo dedicado por las mujeres y hombres respectivamente para trabajos de cuidado. Esta percepción intuitiva, ahora corroborada por el DANE, no necesariamente conduce a la formulación de políticas de apoyo que son tan necesarias en una perspectiva de equidad y de crecimiento de la economía. En tal sentido, más allá del reconocimiento social que la ENUT debe suscitar, se requiere ampliar los elementos de la cuenta satélite en las dos fases siguientes para proveer de insumos a los diseños necesarios de una política pública de cuidado, con énfasis en las principales protagonistas del cuidado, las mujeres. Cuadro 1. El trabajo en el Sistema de Cuentas Nacionales SNC según sexo Tiempo por participante Hombre Mujer Actividades de trabajo comprendidas en el SCN 09:05 07:17 Actividades de trabajo no comprendidas en el SCN 03:10 07:23 Fuente: DANE - Encuesta Nacional de Uso del Tiempo –ENUT * Economista feminista. Integrante de la Mesa de Seguimiento a la implementación de la Ley 1413 de 2010. Consultora Independiente. del cuidado Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. 17 PÁGINA II. ¿Una cuenta satélite representativa de qué? Género, 2012 En tanto que la Ley 1413 del 2010 hace referencia al cuidado no remunerado en los hogares, la cuenta satélite privilegia este aspecto, asociado al trabajo de la población en su conjunto. La unidad de análisis no son los hogares, sino la población de hombres y mujeres1. Algunos aspectos de importancia crucial, por tanto, no pueden ser inferidos, como la magnitud de cuidado no remunerado en los hogares colombianos, y la relación entre trabajo de cuidado remunerado y no remunerado en los hogares. Tampoco permite ampliar el valor imputable por cuidado la frontera de producción de los hogares, de manera que dicho valor se incorpore en el valor de la producción para el conjunto de las cuentas nacionales. Por lo anterior, sería fundamental, que en las dos fases siguientes de la cuenta satélite, se avanzara hacia una cuenta satélite del cuidado, con un componente principal, el de cuidado no remunerado. III. ¿La economía del cuidado tiene las mismas implicaciones por pertenencia étnica, estrato socioeconómico, posición ocupacional o región? En los primeros avances presentados, aspectos esenciales para el diseño de políticas en torno al cuidado no son capturados en la cuenta satélite en tanto el énfasis está asociado al trabajo de la población antes que a los hogares. Diversa evidencia empírica indica que en tanto el estrato económico es más bajo, así como la pobreza y la miseria, el mayor peso del cuidado no remunerado y no subvencionado descansa en las mujeres. En grupos sociales con mayor exposición al conflicto hay privación del cuidado. El cuadro 2 muestra como una mayor equidad en el ingreso guarda correspondencia con la equidad de género y el desarrollo humano. Cuadro 2. Desarrollo Humano, Inequidad en el Ingreso e Inequidad de Posición Equidad de Género Índice de Desarrollo Humano Índice de Equidad de Ingreso Holanda 1 0,921 0,766 Suiza 2 0,913 0,76 Suecia 3 0,916 0,772 Dinamarca 3 0,901 0,764 Noruega 5 0,955 0,797 Finlandia 6 0,892 0,757 Alemania 6 0,92 0,741 Francia 9 0,893 0,732 España 15 0,885 0,659 País 1 7 Para una discusión detallada al respecto, ver Carrasco Cristina y Serrano Mónica, 2005, Propuesta para una cuenta satélite de los hogares de Cataluña. Posición Equidad de Género Índice de Desarrollo Humano Índice de Equidad de Ingreso Canadá 18 0,911 0,718 Corea 27 0,909 0,679 Inglaterra 34 0,875 0,709 China 35 0,699 0,455 Estados Unidos 42 0,937 0,681 Rusia 51 0,788 0,647 Costa Rica 62 0,773 0,43 Chile 66 0,819 0,488 Argentina 71 0,811 0,487 México 72 0,775 0,463 Perú 73 0,741 0,452 Ecuador 83 0,724 0,39 Brasil 85 0,73 0,411 Colombia 88 0,719 0,366 Venezuela 93 0,748 0,385 Bolivia 97 0,675 0,294 Panamá 108 0,78 0,431 Uganda 110 0,456 0,257 Mozambique 125 0,327 0,205 India 132 0,554 0,434 País Fuente: Naciones Unidas - Informe de Desarrollo Humano 2013 Así mismo, aspectos relacionados con la pertenencia étnica y la cultura pueden imprimir otras particularidades al cuidado no remunerado: las mujeres mayores que cuidan a varios miembros de una familia extensa; la poca movilidad laboral y educacional de las jóvenes por impedimentos sociales relacionados con la obligatoriedad de cuidado a los padres o a los hermanos menores, las abuelas a cargo del cuidado de los hijos en familias que migran al exterior en busca de un mejor destino, etc. En algunos grupos poblacionales, hay tabús para que el cuidado de los niños esté a cargo de instituciones especializadas, en lugar de la familia. Esta enorme complejidad es del ámbito propio de la familia. La necesaria inclusión de estos aspectos en las cuentas nacionales podría realizarse mediante la ampliación de la cuenta satélite del trabajo no remunerado hacia una cuenta satélite del cuidado con énfasis en las unidades familiares por estrato socioeconómico y Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer PÁGINA 8 características de etnia y posición ocupacional. Esta cuenta, arrojaría luces respecto a la interconexión entre el cuidado remunerado y el no remunerado. En el futuro, podría incluir el cuidado subvencionado por el Estado en el cuidado no remunerado. IV. Reproducción del sesgo de género en la valoración del cuidado En la perspectiva adoptada por las cuentas nacionales, el sesgo de valoración del trabajo de cuidado es insoluble, como los sería la multiplicación de una imagen a través de espejos con distintos niveles de distorsión respecto a un patrón que aunque deformado, se preserva. El trabajo no remunerado de cuidado es un insumo necesario, de un producto denominado cuidado, cuyo ámbito es más del bienestar social que de las cuentas nacionales. No obstante, una ventaja de la cuenta satélite es que su versatilidad permite que las fronteras entre las cuentas nacionales y las del bienestar encuentren puntos de convergencia. La producción del cuidado social y familiar, observable a través de sus efectos, tales como la educación, la sanidad física, psicológica y emocional, un bajo índice delincuencial y de violencia, así como de disgregación social, etc., podría permitir formas innovadoras de valoración del cuidado a partir de la evaluación de tales indicadores que permita, de manera adicional a una remuneración de cuidado sesgada por el factor de género, corregir dicho sesgo mediante el reconocimiento monetario al beneficio obtenido en el proceso de cuidado, palpable en indicadores evaluables. to, como en los nórdicos, en contraste con el 48% de empleo femenino en Colombia. La vía de desarrollo del cuidado no remunerado que seguramente debe considerarse para Colombia es una de carácter híbrido, que combine desarrollos institucionales exógenos a la familia, con opciones endógenas, pero que amplíen el ámbito de intervención social en el cuidado. Se justifica en tanto la participación laboral de las mujeres no alcanza todavía altos estándares, en tanto que la informalidad laboral predomina en el género femenino. La tasa de empleo en Colombia en el 2013 es del 48 por ciento, con niveles de informalidad elevados, si se tiene en cuenta que el trabajo por cuenta propia es la categoría laboral más importante entre las mujeres. Es probable que las políticas sociales que se construyan para subvencionar el cuidado, deban imprimir distintos énfasis en estratos sociales con mayores carencias, y considerar la diversidad de situaciones a que se enfrenta la familia. Un ejemplo son las madres comunitarias, cuyos mejores resultados podrían replicarse en hogares día de barrio, o de cuadra, para personas de la tercera edad, o restaurantes comunitarios por grupos poblacionales en barrios marginales. Otras posibilidades serían el diseño de módulos de remuneración al cuidado a través de programas sociales subsidiados, como los de Familias en Acción. Cuadro 3. Subvenciones a los hogares como porcentaje del PIB, 2009 V. Las cuentas nacionales y el debate necesario respecto a las implicaciones de política social y económica en economía del cuidado El énfasis en la población laboral como objeto de estudio en economía del cuidado, en lugar de los hogares, puede privilegiar desarrollos sucesivos hacia el fomento de una institucionalidad del cuidado exógena a la familia. Es el rumbo adoptado Europa, con una oferta de infraestructura, de servicios de mercado para el cuidado, junto con subvenciones directas además de una nutrida legislación que norma y prioriza el cuidado en sus distintos aspectos. La condición activa asalariada de las mujeres es la base para la mayor parte de estos apoyos y políticas. Es comprensible en países en los que los índices de empleo femenino superan el 70 por cien- Avances en la medición de la economía País Porcentaje del PIB Irlanda 4,24 Reino Unido 4,22 Francia 3,98 Islandia 3,96 Dinamarca 3,90 Suiza 3,75 Hungría 3,58 Nueva Zelanda 3,56 Bélgica 3,45 del cuidado Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. País 17 PÁGINA Porcentaje del PIB Noruega 3,34 Finlandia 3,29 Alemania 3,07 España 1,77 Portugal 1,71 Italia 1,58 Canadá 1,55 Polonia 1,53 Japón 1,48 Chile 1,47 Estados Unidos 1,22 México 1,11 Corea 1,01 9 VI. Conclusiones La primera fase de la cuenta satélite de economía del cuidado ha hecho un gran avance con la aplicación de la ENUT. Sin embargo, el mayor desafío de la cuenta satélite es la de proporcionar los elementos necesarios para pasar de un reconocimiento simbólico a diseños y realizaciones en políticas para la economía del cuidado. Muchos de estos elementos deben estar referidos a la inequidad. Desde esta perspectiva es impostergable que la Comisión de Alto nivel establecida por la ley 1413, ponga manos a la obra en el diseño de políticas para la economía del cuidado. Fuente: OCDE Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer 10 Sección III - Noticias sobre mujer y equidad PÁGINA Primer Encuentro Internacional de Investigaciones sobre mujer y género En el 2012 el OAG realizó el Primer Encuentro Nacional de Investigaciones en Asuntos de Mujer y Género en donde investigadoras e investigadores independientes o adscritos a distintas universidades y centros de investigación de todos los rincones del país, concurrieron con importantes trabajos, abriendo el camino que en este 2013 le permitió al Observatorio consolidar un importante espacio de opinión y de diálogo para fortalecer el conocimiento en la materia. El éxito de la experiencia pasada motivó al Consejo Andino Asesor de Altas Autoridades de la Mujer e Igualdad de Oportunidades (CAAAMI), a través de la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer y el Observatorio de Asuntos de Género, para convocar un segundo encuentro, esta vez con carácter internacional. En esta oportunidad, casi un centenar de trabajos fueron presentados, de los cuales un Comité Científico de alto nivel seleccionó un importante número que reunieron los estándares más altos atendiendo los criterios de calidad técnica y científica. Los estudios fueron desarrollados en el nivel local y en varios países de la región, indicador de gran significancia frente al grado de sensibilización en relación con las distintas problemáticas que afectan a la mujer en Latinoamérica, las cuales deben ser entendidas como un todo y donde la identificación de lugares comunes nos permite generar políticas públicas que posibiliten el entendimiento y la superación de la inequidad, desigualdad e injusticia, dentro del Marco de la democracia participativa. Las temáticas investigadas, incluyeron una amplia gama de fenómenos que bajo la lupa sensible del observador e investigador de la vida social cobran importancia, haciendo relevantes eventos que por muchos años parecieron intrascendentes como: los relacionados con la diversidad, los grupos étnicos, el campesinado, dimensiones prioritarias en un mundo con una arrolladora dinámica de cambio, transversal a todas las estructuras de la vida social, para saltar también por los impactos que produce la construcción de obras públicas, la capacidad de innovación empresarial, la participación ciudadana, los nuevos roles, el trabajo, el conflicto armado, los temas de salud, la violencia, el derecho a la tierra, las víctimas y el posconflicto, que afectan a las mujeres a lo largo y ancho de los países de la región. Este esfuerzo desde lo público, para propiciar espacios que multipliquen las voces de quienes con sus aportes llaman la atención sobre aspectos esenciales y determinantes de la situación de las mujeres y las implicaciones de género, con- solidan la democracia y posibilita la generación de estrategias para enfrentar la multiplicidad de problemáticas, como síntesis de variables que exigen un seguimiento, una respuesta oportuna y contundente. Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. 17 PÁGINA 11 Banco de Buenas Prácticas en asuntos de mujer y género E l Banco de Buenas Prácticas en Asuntos de Mujer y Género se constituye en un esfuerzo del Observatorio de Asuntos de Género por documentar y visibilizar esos esfuerzos locales para desarrollar proyectos desde lo comunitario orientados a mejorar las condiciones de las mujeres y contribuir a mejorar su realidad cotidiana. En el banco podrán encontrar experiencias exitosas provenientes de distintos rincones del país, que se caracterizan por su innovación, creatividad y posibilidad de réplica con la inversión de pocos recursos, pero con la voluntad enorme de aportar a la construcción de nuevas salidas y con perspectiva de género a los resolución de los problemas que afectan a las mujeres. ron seleccionadas 14 buenas prácticas, a partir de cerca de 50 experiencias postuladas por sus promotores a lo largo del año, las cuales harán parte de una primera fase de documentación y que muestran una amplia variedad de posibilidades frente a diversas situaciones que merecen ser impactadas. Se espera que estos ejemplos de éxito, que han dado resultado en otros contextos, sean un incentivo para motivar a mujeres y hombres a asumir control sobre sus destinos y emularlos como la buena práctica que son. En esta oportunidad fue- Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer PÁGINA 12 Línea de Orientación 155 E l Gobierno Nacional a través de la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer con el apoyo de la Policía Nacional, implementó la Línea 155. Con atención las 24 horas del día, todos los días de la semana, los colombianos y colombianas podrán comunicarse bajo reserva y gratuitamente a esta línea, desde cualquier operador en todo el territorio nacional para recibir orientación en temas relacionados con violencia de género. Personal especializado se encuentra dispuesto para brindar información clara y completa sobre los derechos de las mujeres, así como para orientar sobre la forma de hacer una denuncia, tipos de violencias de los cuales puede ser víctima una mujer, así como procedimientos para obtener atención jurídica y en materia de salud. La Línea 155 surge como parte del Plan Integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias, uno de los ejes definidos en el Conpes 161 Equidad para la mujer, dispuesto por el Gobierno Nacional en su interés por atender las desigualdades y solucionar las dificultades que diariamente viven muchas mujeres en el país víctimas de violencia. Representa uno de los más grandes esfuerzos económicos que ha hecho el Estado colombiano en su historia por proteger los derechos de las mujeres, alcanzando una inversión del orden de los $234 mil millones para el periodo 2013 a 2016. Aprobado Conpes dirigido a mujeres víctimas del conflicto C ontribuir a la garantía, protección y el ejercicio pleno de los derechos de las mujeres víctimas a la atención, asistencia y reparación integral, es el objetivo que persigue el Gobierno Nacional con el recién aprobado CONPES SOCIAL 166 “Lineamientos de Política Pública para la prevención de riesgos, la protección y garantía de los derechos de las mujeres víctimas del conflicto armado”. El reconocimiento de sus derechos como ciudadanas en entornos sociales y comunitarios con especial atención a su participación en escenarios de decisión. La superación de las barreras de acceso que enfrentan las mujeres víctimas cuando son atendidas, asistidas o reparadas. Para tal efecto, se dispuso una inversión de $3.3 billones, de los cuales $2.1 billones corresponden a la vigencia 2013-2014, en tanto que los $1.2 billones Los Lineamientos contemplan restantes están sujetos a promás de 200 acciones específicas yecciones presupuestales del en cuya ejecución confluyen 21 2015. entidades teniendo como base tres ejes de acción: La protección integral frente a los Su construcción se adelantó mediante proceso de concertariesgos y vulneraciones particulares que enfrentan las mujeres en zonas de ción liderado por la Alta Conseconflicto armado. jería Presidencial para la Equi- dad de la Mujer, la Unidad Administrativa Especial para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas y el Departamento Nacional de Planeación, en el cual participaron 21 entidades, así como organizaciones de mujeres y representantes de las mujeres víctimas del conflicto armado que aportaron insumos y propuestas. Con este Conpes Social, el Gobierno Nacional materializa lo planteado en la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras (Ley 1448 de 2011) sobre enfoque diferencial, definiendo acciones a través de las cuales se busca dar respuesta a la gravedad de las afectaciones del conflicto armado en las mujeres, pertinentes en función de su diversidad. Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer BOLETÍN NO. 17 PÁGINA 13 Sello de Equidad Laboral - EQUIPARES U na nueva herramienta que permitirá a las empresas convertirse en aliadas del gobierno para lograr la efectiva inserción de las mujeres en el mercado laboral y la eliminación de las desigualdades de género, implementaron la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, el Ministerio de Trabajo y el PNUD. Ministerio de Trabajo ejecuta el Programa de Equidad Laboral con Enfoque Diferencial de Género para las Mujeres, que hace parte del CONPES 161 y que desarrolla acciones de prevención, atención, empoderamiento legal, protección y acceso a la justicia para garantizar un mercado laboral justo y equitativo. En la búsqueda de la equidad de género en el mercado laboral, el Gobierno Nacional a través del Es en el marco de este Programa que se inscribe el “Sistema de Gestión de Igualdad de Género”, inicia- tiva que otorga un Sello en Equidad de Género para las empresas que implementen políticas de igualdad entre hombres y mujeres. A la iniciativa EQUIPARES, ya se sumaron 20 empresas de diferentes sectores económicos manifestando su interés de iniciar un proceso de transformación interna para generar condiciones más equitativas y justas para las mujeres. “A la iniciativa EQUIPARES ya se sumaron 20 empresas de diferentes sectores económicos” Bogotá D.C., Diciembre 10 de 2013 Comisión Intersectorial Conpes 161 La Alta Consejería Presidencial para la Equidad de Mujer elaboró los lineamientos de la Política Pública Nacional de Equidad de Género para las Mujeres y del Plan Integral para Garantizar una Vida Libre de Violencias, tendientes a superar las brechas de género y contribuir a la transformación cultural en forma participativa con amplios sectores sociales y representativos de la diversidad de mujeres que integran el país. Con fundamento en dichos lineamientos, el Consejo Nacional de Política Económica y Social – Conpes, aprobó en marzo del presente año el docu- mento Conpes Social 161 “Equidad de Género para las Mujeres” que presenta la Política Pública Nacional de Equidad de Género y precisó un plan de acción indicativo para el período 2013-2016, el cual incluye un Plan Integral para Garantizar una Vida Libre de Violencias. La Política fue adoptada y creada la Comisión Intersectorial de coordinación para la implementación de la Política Nacional de Equidad de Género de la para las mujeres, mediante el Decreto 1930 de 6 de Sep- tiembre de 2013, cuyo Objeto es coordinar, armonizar e impulsar la ejecución del Plan Indicativo por parte de las entidades involucradas, acorde a sus competencias, siendo ésta la instancia de concertación entre los diferentes sectores involucrados. El 10 de diciembre se llevo a cabo la primera reunión de la Comisión Intersectorial de coordinación para la implementación de la Política Nacional de Equidad de Género de la para las mujeres. Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer Juan Manuel Santos Calderón Presidente de la República Angelino Garzón Vicepresidente de la República ________________________________________________ Nigeria Rentería Lozano Alta Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer Luz Janeth Forero Martínez Andrea del Pilar Acero Álvarez Observatorio de Asuntos de Género – Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer Olga Chiguasuque Vargas Asesora Comunicaciones - Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer _______________________________________________ ALTA CONSEJERÍA PRESIDENCIAL PARA LA EQUIDAD DE LA MUJER Carrera 8 No. 7-27 Edificio Galán Teléfono: (57 1) 5629645 Extensiones 3645, 3313, 208, 107 Fax: (57 1) 5623571 Correo electrónico: equidadmujer@presidencia.gov.co Página web: http://www.equidadmujer.gov.co ISSN: 1794 – 4082 Esta publicación se encuentra disponible en: www.equidadmujer.gov.co Las informaciones contenidas en el presente documento pueden ser utilizadas total o parcialmente mientras se cite la fuente. Equipo Observatorio de Asuntos de género Diseño y diagramación Bogotá D. C., Colombia, 2013 Las opiniones y perspectivas de diversa índole aparecidas en este boletín, son propias de sus autores(as), siendo por tanto de su exclusiva responsabilidad. En consecuencia no comprometen, bajo ninguna circunstancia, a la Presidencia de la República de Colombia ni a la Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Alta Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer