III ESCUELA DE FAMILIA FAMILIA CON PROYECCIÓN: PERFILES PADRES E HIJ0S ¿QUÉ TIPO DE EDUCACION QUEREMOS BRINDAR? Siendo el carisma de la congregación “Predicar la Verdad y Portar la luz de Cristo” es nuestra misión “crear centros educativos que presenten a la sociedad el servicio de educar integralmente a la persona. Educación que abarca no solo la formación humana de nuestras alumnas, sino también el desarrollo personal de su fe y el testimonio”. Una educación que tienda a lograr la conversión del hombre en su dimensión personal y social haciendo de nuestras Instituciones educativas un lugar de diálogo entre fe y cultura, como dice nuestras constituciones el numeral 186. Una educación que pretenda crear las condiciones para que el educando se vaya desarrollando como persona humano integral, estimulando y planificando el desarrollo físico, afectivo, artístico, intelectual y religioso., al estilo de madre Eduviges que tuvo siempre un entorno organizado, su preocupación constante y sutil, por arreglar de lo mejor el ambiente que rodea a sus “queridos ciegos”. La casa limpia y ordenada, la ropa remendada con primor, para compensar las duras carencias; un abrigo reconfortable en la temporada del frio”. Haciéndole de forma sistemática y progresiva, respetando en el proceso la libertad del propio educando, su situación socioeconómica y su compromiso con lo trascendente. Una educación centrada en la persona que desarrolla al máximo las capacidades y cualidades de cada estudiante, “formando hombres y mujeres auténticos, capaces de tomar en serio una responsabilidad en laceración de una mundo más justo y fraterno”. Una educación que desarrolle sus capacidades intelectuales, afectivas y físicas basadas en los valores espirituales, éticos y cívicos que permitan dar una dirección responsable a su vida, tanto en el orden espiritual como material y que le faculten para participar permanentemente en su propia educación. Una educación que permita desarrollar en los estudiantes su capacidad de pensar libre y reflexivamente y juzgar, decidir y emprender actividades por sí mismos, que conduzca a “descubrir el valor particular y comunitario de la liturgia, mediante una consiente y sincera participan en el misterio de Cristo, por medio de los sacramentos”. Una enseñanza que nos permita comprender el mundo en que viven y lograr su integración. Así mismo que nos admita conocer y apreciar nuestro legado histórico cultural, conocer la realidad nacional e internacional. Una educación que permita la búsqueda y el culto a la verdad, que sabe distinguir entre lo sustantivo y lo accidental, lo transitorio y lo permanente, lo relativo y lo absoluto, reconociendo que somos depositarios de la verdad absoluta que solamente se encuentra en Dios, es dotar a la persona de una madurez espiritual, “proporcionándoles una eficaz estructura de valores y principios morales”. Una educación que asimile la cultura tanto en lo que tiene de civilización como de madurez colectiva, teniendo presente que una de nuestras metas educativas es “desarrollar armónicamente sus condiciones físicas, morales, e intelectuales a fin de que vayan adquiriendo la necesaria madurez y las condiciones esenciales para que se introduzcan en la sociedad humana”. Una educación que permita el cambio, para marcar el rumbo al que se abre caminos para la vida, con el espíritu de “encender antorchas de Fe y caldear el mundo con el fuego de la VERDAD”. Una educación que abra la mente y el corazón de la persona al encuentro con Dios, con Jesucristo, con su persona, con su palabra, con su vida como lo dice nuestras constituciones que “nuestra misión tiene como objetivo primordial la educación en la fe. Esta educación exige la proclamación de la Palabra de Dios al educando, invitándole a la conversión de la mente y el corazón y a tener una experiencia viva de Cristo”. Una educación que oriente al hombre hacia la vida eterna, que clame la dignidad espiritual y sobrenatural de la persona, como dice el libro del Laico católico testigo de la fe “que coloque al hombre en la más alta dignidad, la de hijo de Dios, en la más plena libertad...”. Una educación que orienta la vida hacia un mundo trascendente donde el hombre no se aliena ni se disuelve en la nada sino que por el contrario, se encuentra a sí mismo rodeado de plenitud, así como refiere José Escriba de Balaguer al referir que “los educadores sean conscientes de la trascendencia de su labor y de sus grandes responsabilidades… formando mujeres y hombres de buen criterio cristiano, provistos de una sólida base doctrinal sobre las exigencias de la fe, bien preparados profesionalmente para que contribuyan de modo eficaz con su trabajo competente al progreso humano.” Una educación que se pone en marcha hacia un futuro de luz, plenitud y de inmortalidad, al estilo de nuestra madre Eduviges que fue “una mujer profeta de la luz, de la misericordia, de la justicia, se atreve a decirnos que el proyecto de felicidad no tiene otro camino más que Cristo”. TIPO DE ESTUDIANTES DOMINICOS: Dimensión humana Estudiantes que viven su ser en relación y comunión fraterna, que aceptan vivir íntegramente la aventura de su vocación de servicio al hombre, “desarrollando armónicamente sus condiciones físicas, morales e intelectuales, a fin de que vayan adquiriendo la necesaria madurez y los conocimientos esenciales para que se introduzcan en la sociedad humana”. Estudiantes que cultivan la lectura como medio de autorrealización personal, como lo hacía nuestra madre Eduviges Portalet “comencé a enseñar a mis pequeños los elementos de la lectura…”. Estudiante que cultiva la práctica de los deportes, la recreación y las actividades artísticas. Perfecciona la práctica de los hábitos de higiene, orden y urbanidad, por razones personales y de realización social, siguiendo las huellas de nuestra madre Eduviges que “tuvo una preocupación constante y sutil por arreglar de lo mejor el ambiente que rodea a sus queridos ciegos: la casa limpia y ordenada…”. Estudiante libre y con autonomía para discernir y actuar, “a fin de que adquieran gradualmente un sentido más perfecto de la responsabilidad en el recto y continuo desarrollo de la vida y en la consecución de la verdadera libertad, superando los obstáculos con grandeza y constancia de alma”. Estudiante que practica la honradez, la justicia, laboriosidad y el servicio a los demás, estimulando de esta manera “la recta conciencia los valores morales y a prestarles su adhesión personal y también a que les incite a conocer y amar más a Dios”. Una estudiante que posea una espíritu crítico, reflexivo, creativo, asumiendo la práctica de la verdad, formando “en los educandos una conciencia que los capacite para hacer una opción progresivamente libre, explicita y madura de la fe”. Que“hace uso permanente del pensamiento divergente; entendiendo como la capacidad de discrepar, cuestionar, emitir juicios críticos, afirmar y argumentar sus opiniones y analizar reflexivamente situaciones distintas” Dimensión Cristina Estudiantes en comunión y relación con el mundo, ejercitando el señorío y el dominio sobre el universo creado por Dios; “haciéndolos conscientes de su misión y responsabilidad dentro del plan de Dios”. Una estudiante convencida de la existencia de Dios como principio y fin de la vida y de la naturaleza, puesto que “Dios es la misma verdad” Juan 14, 6: “yo soy el camino la verdad y la vida. Por lo tanto, que Dios existe es evidente por sí mismo” . Una estudiante autentica en su fe y dispuesta a la acción de la gracia y solícita en la práctica de la caridad, “pues la fe presupone el conocimiento natural como la gracia presupone la naturaleza, y la perfección lo perfectible”. Una estudiante que desarrolla las virtudes de humildad, sencillez, servicio, veracidad, cultivando actitudes positivas y aceptando limitaciones, estableciendo una sana convivencia con el prójimo, “como consecuencia maduran y resultan connaturales las actitudes humanas que llevan abrirse sinceramente a la verdad, a respetar y amar a las personas a expresar su propia libertad en la donación de sí y en el servicio a los demás para la transformación de la sociedad. Una estudiante que vivencia a Cristo como guía en su proyecto de vida personal y social, que tenga la seguridad que “Jesucristo, pues, eleva y ennoblece a la persona humana, da valor a su existencia y constituye el perfecto ejemplo de vida”. Una estudiante que cultiva y difunde la devoción a María Virgen como modelo perfecto de mujer, puesto que “María por su fe llega a ser el primer miembro de la comunidad de los creyentes en Cristo… del evangelio emerge su figura de mujer libre y fuerte, conscientemente orientada al verdadero seguimiento de Cristo”. Una estudiante que se reconoce como hija de Dios, con dignidad, derechos y deberes; con la certeza que “Dios existe, está impreso en nuestra naturaleza en el sentido de que Dios es la felicidad del hombre; puesto que el hombre por naturaleza quiere ser feliz”. Una estudiante comprometida para la construcción de un mundo fraterno como digna representante de un hogar cristiano, dispuesta a trabajar por una patria libre, de paz y engrandecer la iglesia de Cristo, “que tenga la certeza que el amor al evangelio se evidencia más claramente en el amor preferencial a los pobres, a los más débiles, a los que más sufren”. Dimensión Académica Estudiantes que sean protagonistas del quehacer educativo participando en forma activa y creadora, estimulado con un sistema educativo que guía y conduce el aprendizaje, al estilo de nuestra madre Eduviges que “se empeñó por lograr que el ambiente esté poblado de sonidos agradables, que impregnen la atmósfera de armonías: la música, el canto, la plegaria, la declamación, la lectura expresiva y, sobre todo, la escenificación dramática”. Más adelante nuestra madre nos relataría el ingreso de una de sus pequeñas en la misma que se notaba una diversidad de cambios “la describo tal como fue esta desventurada criatura para que se pueda apreciar el cambio; ya que la naturaleza, el tiempo y la educación la han transformado haciéndonos concebir sobre ella las más bellas esperanzas” . Estudiantes que aprendan conocimientos científicos humanísticos y tecnológicos que le permita continuar con éxito su vida futura de tal manera que “perseveren generosamente en su empeño, esforzándose por salir… con espíritu cristiano, en el arte de la pedagogía y el estudio de las ciencias… que mantengan y acrecienten su benéfica presencia en el mundo de hoy sobre todo en el intelectual”. TIPO DE FAMILIAS DOMINICAS Dimensión humana Familias que sean conscientes que la vida es un don de Dios, donde la responsabilidad es educar y proteger a sus hijos “puesto que los padres han dado la vida a los hijos, tienen la gravísima obligación de educar a la prole, y por lo tanto hay que reconocerlos como los primeros y principales educadores de sus hijos”. Familias que crean un ambiente propicio para estimular afectivamente a sus hijos, facilitando el desarrollo de su afectividad, inteligencia, voluntad y creatividad “teniendo presente que en el trascurso de la vida el ser humano es capaz de adquirir actitudes propias, personales, creativas”. Familias que contribuyen a que los hijos manejen con seguridad y responsabilidad problemas y conflictos, de tal forma que “los hijos se vuelvan más y más responsables de su propia vida, nos toca orientarlos de una manera sana y saber retirarnos oportunamente para darles espacio donde ejercer su capacidad de resolver sus propios problemas. Familias comprometidas y responsables de la educación de sus hijos, puesto que “la familia es la primera responsable de la educación. Toda tarea educadora debe capacitarla a fin de permitirle ejercer esa misión”. Familias maduras y equilibradas que comprende e integra a sus hijos, facilitando su propia identidad y autonomía, con la certeza que “solamente el hombre adulto es capaz de hacer una opción madura frente a los otros y frente a las cosas; capaz de hacer una apreciación afectiva y libre de los valores de la propia persona y del otro”. Dimensión social Familias que brinden un ambiente propicio donde reina el amor, facilitando el desarrollo de su afectividad inteligencia, voluntad y creatividad de sus hijos “es pues deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación integral, personal y social de los hijos”. Familias capaces de afianzar los valores propuestos por el colegio y reforzar los valores éticos que necesitan sus hijos para desarrollarse, e interrelacionarse, valorándose a sí mismo y a los demás, con la certeza de que “los hijos que aprenden a confiar en sí mismos, serán capaces de demostrar sus habilidades, aprenderán a aceptar que son imperfectos, por lo tanto, aceptarán sus errores…”. Familias que poseen espíritu de servicio, siempre atentos a los demás, tiene sensibilidad social y amor al prójimo, “esta como célula primaria y vital de la sociedad, puede generar grandes energías que son necesarias para el bien de la humanidad”. Familias que creen en una vida futura, dándole sentido a la vida y viven con esperanza, “así les ayudará a ser felices, enseñándoles a cultivar el amor, entrar en diálogo, tener delicadezas y atenciones; a centrar en el hogar todos los intereses de la vida”. Familias Comprometidas y responsables con las diferentes actividades dentro y fuera del colegio como lo dice puebla “la familia es la primera responsable de la educación. Toda tarea educadora debe capacitarla a fin de permitirle ejerce esa misión”. Familias que aman y respetan los símbolos patrios y el patrimonio nacional, que como el historiador de la república Dr. Jorge Basadre Grohmann puedan decir “nada más que el Perú y nada menos que el Perú…”. Familias reflexivas, serenas ante las situaciones problemáticas que se presentan en su hogar, colegio y comunidad, “que tienen claro que los hijos necesitan muestras de atención positivas e incondicionales: expresión de sentimientos de afecto o de aprecio… felicitaciones sinceras, mensajes sobre su capacidad”. Dimensión Católica Familias que creen en Dios, están en Dios y viven en Dios, pues “ella constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos Latinoamericanos… ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente…la familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de sus hijos”. Padres que sean coherentes en enseñar a sus hijos las virtudes, siendo consecuentes en el vivir cotidiano “la familia es por lo tanto la primera escuela de las virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan”. Familias que valoran la vida como don de Dios y la defiende según los principios de la iglesia, puesto que “creemos que la familia es imagen de Dios que es un misterio más íntimo, no es una soledad sino una familia. En la comunión de amor de las tres personas divinas, nuestras familias tienen su origen, su modelo perfecto, su motivación más bellas y su último destino”. Una familia que recibe y vive los sacramentos de la iglesia y dan testimonio de su vida como cristianos puesto que “la familia cristina está fundada en el sacramento del matrimonio entre un varón y una mujer, signo del amor de Dios por la humanidad y de la entrega de Cristo por su esposa la iglesia, desde esta alianza de amor se despliega la paternidad y la maternidad, la filiación y la fraternidad, y el compromiso de los dos por una sociedad mejor”. Una familia que pone en práctica una correcta jerarquía de valores y viven según ellos porque la familia es “patrimonio de la humanidad… ella ha sido y es espacio y escuela de comunión, fuente de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente”. Una familia que es testimonio de vida, de fe en su hogar, escuela y comunidad, “donde los padres son los primeros transmisores de la fe sus hijos enseñándoles a través del ejemplo y la palabra a ser verdaderos discípulos misioneros”. TRABAJO A REALIZAR - Realizar la lectura del documento, analizando y sintetizando su contenido Sugerencias o aportes al documento, para fortalecerlo y dinamizarlo. Presentar sus aportes en la reunión programada de Escuela de familia. Por cada familia presentar en físico. LA COMISION