Nuro. 47. PILDORA 4. JUEVES 2+ DE JUNIO DE 1812. oda$ las prisas 7;, luegqs que mi^ cncapron k cues* «as eran para que fue^ a Ja (C:asa,_ ác enfrente , dpnde habiarí,concurEÍdQ.varios^ ásartifijcar las fiestas, como es jra, (costúmbie,^ porWfjUpflfiíigai y á comiiuos zurriagazoi coa Yasos y botfEÍI|kS estaban mas encarnados que ,^los herreros quando machacan , y con tos oj^s mas vcdtiadus qoe^ la i(»|^a. de Xr^aq». Me dieron mi vaso pa** ra que hiciera juegb,r:-^ri/vdl por-nuectto sabio Gabiernp y SU interesante, saíud ,, poc la Constitución y su observancia, y por la extinción dé los picaros, como de las heregias. Con estas y otras cosas se fueron barajando las conversaciones como Iqs naipes, liándose como las cerezas y despilfarrándose como lavandero de Corraleras. En V)n rato de calida, uq electo quidan mas despavilado que candil de zapatera, despjues de doce gargajázos y echar humo hasta por los oidos de Ips reiterados putos con que se curtía las tripas, me, dixo así: Aauigo: el Redactor, Ab^ja (nombre que nos vino S España de Parts, y empezó, en nuestra corte á fui jar su aoal) el,Conciso) y ^(fdps los de su calaiía y alcurnia, an da^o un golpe rnagistraí en todo lo que escriben, pues como tienen tan Buenas narices, y son hcrobies tan distirguidos p^t la verdad que los aquella , conucJcndo la fe iciJad qae rebosaba en el Reino, y que para complf talla solo icst» el n^bQ pox desollar, pata que ni Fa- £ í'j .' rís la tenga ntjot, tíflíi i ^é4 íé vcñfii|ue; y así aclacnan , gritan y ahiÚlaü' ffdr el etiWfflinio de fraile», clérigos y toda gente de hopalandas y sus reatas,(que c» ci bus illis) tas q|tó quifacfil í q » ^ J o l l 6 ^ pedir de boca sin haber cosa^Tnresantc de que escribir. Si damos una ojeada por Sevilla , aunqúí no usemts de lente, lo \zh\o% kroíi bastante fcl4fiJa'di Eiripezainos por la Aíhóndiga. ¿Se podrá pedir mas orden, mas equidad, mas juvricia digámoslo de una vez, mas indignidad y logrcíia que la ^jW"áTTriF'^f^?*9Sí"TtjHmiios el pan taa barato. Allí todo es un incansable afán por servir á este ilustre y bcnemciito vecindario, todos se afanan ^ór $ü prospclrfdad , y sudan por aueitiro bien, siVrtí, iráslado z los medidores, y 4 los que nb lé iok. Losí Hitá\Ab' fti t^ Vebíh hs'ter láás ^«r «rr*^ i «i tíetifert qtlé-inét^ié' eH - oíra' áoik 'i pet6 .sÉ ídcfbsiáaa loif' tacé? íls*áV VibKcéttfi' l*fn esrc Icv^ traba joV ellis ájültan cóiirtó'colr'rédél'dj, «W¡éth como éydidores áe cjffii, coinípTari ci grano ¿oírip cofticrciantes , ío girardah y áreliivaa íj[tariao dltaf báíato, f lo 'iitart af sói'üiíaiiíd éStá-=ííaro; ? " '•'•'• ''•"•' ' ÉlfoS eórtib sá¿kBüíyeí% fA^onén i ' Idí fendlídéré* eñ é\ • pV'tc'rb- "á ' qoife fcífíí <fc 'vtMtíilo:- f n6' sélatnéhWélfds/ íiiid trn feéjtte ck>tttb tft ¿HitéñSés, tayá ropa ko valcófi voto á B^Co , ecft'é ¿rn petrdón , con la'bc^á totibo btfs6f) á-e edrrea.-ecftaínáo Awls'Má'sftriíhs q*Jé'^a*ábras,\'taínv Bíéñ lo'hé^i^tbfie¿h8-géntt:'yjlt*^rfd'ó y> iéf»gma»i'ty coi: mJ íxno dé taíitfe»,'ííih' i^e^góntáfi-s*'rfft'fifRjtei-áe léfit^jsfdrfosv áuaiqtje í^á'rccti cjue'-ibíí kMliw^Wrtiíia^WtfÍná."Dfc estas maniobras a precia bPb's réÉíálta' 'qát tédbs' ^dnttt), pórU qub dartdosc él trigo dieí ó-quince íealcsmás ckro q i c lo' qáe rfebta, *e' 'ispinc 'tV ¡tuperahü erfpré ntésieos ¡^ dankafit'és párá tnantti^eí'-la'-oíbfa- pia." Cobra*» cf^é c6iú redores' por ¿n hdW ;-cp^^o' •*''<í*íí^'**«"es' ÍF^'í^ 6tr&\''^3ñ'i4 como coniírcienteS y ti-itinfin como ladrones, salíeíl'l'il todo de los q!ie cOfnfíitos éí pá« de lágHflfias i- ^fle' eré es pocT fíücidid i p'jrj ftbs co|¡e de ratué á oreja iá' «rardiciofiPde -la g'rltfs'iníW dfeSAdép^ í'• li< : i :, A ;i-., Í:--¡ Aunque solo el dneno del trigo es el que debe ven- ^ 01 í k r i é , por ahoMitde'iíi *iWf4Í« ^a' Aacén'fe^gt»* dd ¿í,; iKí -Solo io«t|iieaiái,r«íi'^«» 'lif? 1íibeíih^ro»yí tíh^íhciídé'' de barrio y ímmbn'itiiéti» rféquii'->Art«Hiqdé- St^lifa r f b r ^ ' <fíi&(»'(ho buirtOSí •ttartMro'í Sí?"áft?rA4iJn^ ^\¿!^ üííés-'t * o*««r ó si el-amo 1iiíi*idí/'<ijif<^«l*wigo'-|íét^{;hía-i^!áíié»í'^ pf,)T íl corréíag<ai to vcnífóri á riófenta'y \-íníói q^ él'tií-•* Mico Como taA befligfló > tío tfeirc rhténvferñiíctftt mi 'stó- * tener esta «fcra de cárí<*atí| j?ué'ífen-M %íeflrt^ és'WHí&i-i^ ta puccte wplLasnQ ¡á ÍÜ ubéífii yiot.at iifíggMcja^irucí.^» retn/ittísv (Toliwv' echar 'tfí)'*->n^lííUf , -céh'ft"<l¿g^íiy4ü*y'í confiaíizí <*e. q a « ' k ha áe s a ^ á r irigiS ^'aiíftcfué VéHgia' escasar íás.£irt*gas.' " ••• •' '- '•^'••-> •': •'"• - • "' - O t r a ' ' d« la» agrandes f??Íc¡Ji«íiSs i ^ é - t«fi«hd^^ ét V «Jué ptrs; uffvaK iKginciá-í' qtiedsi'^>itíVi*EfíPénr 'lá^ Cjadiníi^ ^ ú ^ » varios señerc» ( cuyos nombrst siT^teínffen pói-qHíe "^rríj'^iié* tn^&ü<¡.it\ú ) t f d i ^ ' (toftipaiiíá 'eéfrf'1ifts"ttffedidíiir¿#,' V ^'íiaciecuie lo iqaf!^ í^trdá<t« Jésc¿éá •ét^'Egipto «ñ'los sfe^^^ te años fértiles, encierra» el-^|fó^e<fi<i}cfls«^ ^ lé^^esa--^ taneáB»tp4i!i^a%«noV^n«r^í^>'nQu»Ádo ven escasez Jos tnedidores (únicos arbitros de la ir)feliz Albóndiga) pasan recado político á «tos conservadores ds ios ftutos de Ccres, y se vé una, pro/:esipn de bqaicos .que entran en la A^hóiid%Í=siW^\f#l^ f^W'^Ftfetfcerfo parr'fá'rrJa. ¡Ya er Ó tres d-diyíraT'fírfí/yy fcB'^l HYa^áp'de pastarlo pp^ s'y 'irferfltlál kHi ^Aífróíidíga es mmeitér que el público lo pague , que para eso se rieoe tan exacto cuidado de socorrerlo en la escasez. Para esto no importa que carezca de ilustración el pueblo : ahora para que h ga butU de las cosas de la Iglesia, y se lo lleve el demotio sin topar en rama es menester quitaale el fanatismo y 'a Superstición. Ue e*t() se sigue otra felicidad para la Cindad , y es que/lis'í áril¿f3sfffc'í'S&Kijjío'bzeíÁ'iagéíi^eí)ítl*Si á¿ lut l e ñoics niios, le compran el trigo, lo llevan ¿ la Alhóa- U6 diga,, y lo venden como si vinieran de Tetuan, ó de Argel ,, quAi^dOi,Í9-Mattxoíió)t*4^ ho ftuy íejos 4e,doa.. ^fiA9;i<iksp^h^a,,¡/i,$i( t: pu(|a ,iiúieri«,de! uo par de sex. l^ jiuc .iconia^ el .pueblo cí • pa^. tw»s , c;iCO , Ip ga nan CUQS p^a^SUS b^jgs, h^ncadüm^nte y^isin reniordiiiiientos, y no^^Qmo los frailes.y canónigos, que por dar q^atco yo» ce^ ^0$ quieren, carn^r por, sopa, i^ara que duren y se pe(:peracft csta;^ interesantes etttruchad4S , se le advierte el pcjcqo, á quf Ijli 4^.dar el trigo, á el qae viene § ven» dex , ,y f:pm^(:f^ai^da,>la bacn^ pqtici^ , «uuqu^ ttea coa ut^a ^i|icd|*/!|or¿rfac|)c^,, t<?dQÍ> coinfn a <;ost4 de Juan poblé quf t1cr»e,'buena CQStUi?» Losrjdu^fÍMS abren- tantosOJOS, trahen el trigo como si silicra par ala'iioiqae, y se.per^t^Ja^, G;are«Ui^ ,:pHCíide )otra fuf^na no se puedpi ycrjJ^Sitptíjs, cchMi í*PPíp? 4 c $f44 * ft^q*!» y pftíWi ^ ,JAL el J^r4«^<*^ q?*^ *e%*»"t?fío. |e <co«»pé»v «I'tfií^r^vy-j pagai^doselp á lo qjwe les acomo^M» N djLftpachan agra« áecido y Cíppullado, Tí»nbicrty.«. >. -^ , :•<••! i,- ,_, Jfits^timrá.jtk'tíctrátrihári*' • 'Mrr^fét de U PiUarn fétkJH dt a!¿ífh9t txtmphra. Página 9 Un. ?j ^ligábalo y Satdafiapalo '•'léase Eliogabaloy Sajrd;^nápalp ^^i^'^ti' Hrj. T ^ e^pMulix: liskse Capitulo. , l^^'\iá:$ si por ía otra vid* hay tizonazos Ilaiip ';^ si por ia otra vida no hay tizonazoi» , ;>i[ ilVIIXÁ ; FOR D. ANTONIO CAtRIBJ^