EDITORIAL DIARIO DE XALAPA. DR. CARLOS BRAVO M. 8-9-11 “A 10 AÑOS DE DISTANCIA” Como cada año, en el 2001 asistimos al Congreso Nacional de Cirugía Pediátrica, esa vez en el Puerto de Manzanillo Colima y justo el 11 de septiembre, tomábamos un descanso en la ciudad de Colima, visitando a mi suegro. Mientras desayunábamos tras una larga jornada manejando, departíamos tranquilos cuando mi cuñado que veía el televisor en la sala, nos hablo apresurado diciendo que los Estados Unidos estaba siendo bombardeado. Corrimos al televisor viendo la torre norte de las Torres Gemelas humeando. Con cierta mofa, le comenté que eso era una de esas películas gringas de guerra o aventura, cuando el locutor con la voz entrecortada, decía que la torre se estaba incendiando y que no sabía que había pasado, que al parecer un avión se había estrellado accidentalmente y mientras pasaban en pantalla las imágenes de la torre humeante, se vio un segundo avión que se estrellaba contra la torre sur y al parecer de manera dirigida, mientras el locutor narraba el segundo ataque y lo calificaba como un atentado real. Cambiamos de canal y la noticia ocupaba toda la programación de la televisión abierta, así que nos dimos cuenta que era real y no se trataba de una película de ficción. Llegamos a Manzanillo y la noticia ocupo prácticamente todo el día mostrando las imágenes de las torres incendiadas y luego como se desplomaron allá en la Gran Manzana. A diez años de distancia de aquel fatídico 11 de septiembre, vale la pena recordar que ese atentado, muchas veces anunciado y con varios intentos de daño a los Estados Unidos, incluido un ataque años antes al World Trade Center de Nueva York con la explosión de coches bomba en el estacionamiento, se inició con el secuestro de cuatro aviones comerciales por 19 terroristas miembros de la organización Al Qaeda dirigida por Bin Laden. A las 8.46 de la mañana un Boeing 767 de American Airlines con 92 personas a bordo y que iba de Boston a Los Ángeles, fue estrellado contra la torre Norte. A las 9.02 hrs otro Boeing 767 de United Airlines que iba de Boston a Los Ángeles, fue estrellado contra la torre Sur con 65 pasajeros. A las 9.37 hrs el Boeing 757 de American Airlines que iba de Washington DC a los Ángeles se estrella contra el Pentágono con 64 pasajeros y poco tiempo después, el vuelo 93 de United Airlines, cae en un campo abierto de Pensilvania con 43 pasajeros que hicieron frente a los terroristas y evitaron que este se estrellara contra la Casa Blanca. Bastaron dos horas para que los rascacielos denominados Las Torres Gemelas y que albergaran el centro económico más importante del mundo, quedara reducido a escombros por el fanatismo de os pueblos musulmanes y la sed vengadora de grupos terroristas radicales seguidores de la Yihad y provocadores de la llamada guerra santa dirigida a todos los pueblos no musulmanes con ataques a otros países de Europa. El llamado 11 S, dejó más de 6000 heridos, 3000 muertos, muchos desaparecidos, la destrucción del World Trade Center ubicado en las torres, además de daños a edificios aledaños incluido un hotel y en general una zona de la ciudad, afectando incluso a parte de Manhattan. Tras ese artero ataque, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, condenó la acción y autorizó la persecución de los miembros de Al Qaeda con la participación de varios países, iniciándose la guerra de Afganistán, los ataques a Irak y la persecución de Bin Laden y sus secuaces, lo que se logró apenas este año. Lamentablemente los grupos terroristas y radicales continúan y ahora el que tomara el mando de Al Qaeda tras la muerte de Laden, ha dicho vengarlo y más por haber tirado su cadáver al mar, lo que implica que no alcanzará el paraíso fácilmente y no ser tratado con honor. Así que tras diez años de aquella tragedia que será recordada con honores en la zona Cero, a fin de recordar a todas las víctimas y a los héroes que perdieron la vida intentando su rescate, aun persiste la amenaza de nuevos ataques a esa nación y a las naciones que con ella simpatizan o son socios comerciales, de tal manera y aunque suene ridículo, además de la inseguridad y violencia que ya existe en nuestro país, también pesa sobre nuestras cabezas, esa espada de Damocles que sostienen unos fanáticos fundamentalistas.