PREGON DIA DEL ROCIO de la CASA DE ANDALUCIA Sábado, 12 de mayo de 2012 President, Junta, regidors/res, amics i amigues bona tarda, gràcies per estar avui aquí en l’inici de les festes del Rocio de l’any 2012. Cuando el presidente, Antonio Herrera, y la Junta de la Casa me comunicaron que habían pensado en mí para que fuese el pregonero de las fiestas del Rocío de este año, fue una sorpresa y me produjo mucha ilusión. Sorpresa, ya que nunca llegué a pensar que una entidad del municipio, por tanto tampoco la casa de Andalucía, me ofreciera ser el pregonero de sus fiestas. No se piensa en el Alcalde para estas cosas. Ilusión, ya que entiendo que no se lo ofrecéis tanto al Alcalde si no a José Orive, y esto lo interpreto como una muestra de amistad. Ilusión, ya que es un honor ser el pregonero de las fiestas más importantes de la Casa, El Rocío. Ilusión, pues es una oportunidad de dedicar un homenaje a la tierra que me vio nacer, a Andalucía, a Cádiz, a Barbate. Y, también, un agradecimiento a la tierra de acogida: Catalunya, Canovelles. Ilusión, ya que me brindáis una oportunidad de poner en valor la vida de muchos catalanes y catalanas de raíces andaluzas. Entre ellos mis padres, mi familia. Ilusión por participar en un acto que no lo catalogo como un acto protocolario, si no una actividad entre amigos y amigas. Espero estar a la altura. He estado año tras año con vosotros y ¡el listón está muy alto! Entre las muchas definiciones que podemos encontrar de la palabra Pregón hay una curiosa que dice: “Un pregón es un acto de promulgación de un texto leído en voz alta. Hasta aquí no hay problema. Continua diciendo que es un acto con el que se inicia una celebración, tampoco hay problema, son las fiestas del Rocío. Al final añade: que sea un asunto de interés para el público. Ahhh!!! , esto ya no es tan fácil. Pues normalmente todos y todas hablamos mucho pero pocas veces se dicen cosas interesantes. Es aquí cuando al ponerme delante del ordenador para escribir mi pregón me entró el pánico y la mente se quedo en blanco. ¡Que sea un asunto de interés para el público! Al final llegas a la conclusión que aquellas cosas que pueden crear interés son las que salen directamente del corazón, de los sentimientos, más que de la cabeza. Llegado a este punto el primer sentimiento que me vino en relación a Andalucía fue mi madre, en paz descanse. Recordé que cuando detectamos que mi madre padecía una demencia vascular, es decir, empezaba a perder la memoria, su vida, su pasado y su presente comenzaba a dejar de existir para ella. Durante el verano, en Barbate, decidí dar largos paseos con ella cogida del brazo. Intentaba que se esforzara en hacer servir la memoria y conseguí que me explicara sus vivencias de niña, de joven…. Estaba convencido que es obligación de todos recuperar la memoria de nuestra historia individual, que no deja de ser también una historia colectiva. No podemos olvidar de donde venimos y quienes somos. No hemos de dejar que ningún tipo de amnesia nos haga olvidar el pasado ya que entonces seria imposible entender nuestro presente. Y mucho menos mirar hacia el futuro. Así que decidí que mi pregón seria compartir con vosotros algunas de esas vivencias que mi madre me explicó mientras paseaba cogida de mi brazo por las playas de Barbate. Espero que despierte vuestro interés. Porque su pequeña historia personal es la historia de muchas personas que en un momento de su vida se vieron obligadas a marchar de la tierra que las vio nacer. Gente sencilla, valiente, que sin nada, un día cogieron un tren para luchar por un futuro mejor para los suyos. Creo no equivocarme si afirmo que, sin lugar a dudas, muchos de los aquí presentes os sentiréis identificados. Hablaré de Barbate, pero podría ser cualquier otro pueblo de Andalucía, Extremadura, Galicia, Europa, Asia, África, o América. Hablaré de mis padres Pedro y Rosario pero podría ser Antonia, Pablo, Mohamed, Mamadu o Fátima…. Nadie emigra y deja su tierra para hacer turismo o fastidiar a los autóctonos del lugar de destino. Nadie coge un tren (el famoso sevillano) o una patera cargado con sus pequeños por placer. La historia del emigrante es casi la misma para todos aquellos que se vieron obligados a serlo, Independientemente de su lugar de nacimiento. Normalmente todos son pobres en busca de oportunidades para él y su familia. Però aquest pregó també vol ser un homenatge i una mostra d’agraïment a aquesta terra, Catalunya – Canovelles, que ens va acollir, i que avui també és la nostra terra. L’estimen i formen part d’ella. Barbate, es un pueblo al sur de la provincia de Cádiz, en la costa atlántica, donde aún hay calas desiertas que solo visitan las gaviotas, porque solo se puede llegar por mar. Calas que dibujan el litoral de la Janda con amplias playas abiertas al atlántico, playas con la arena más blanca que os podáis imaginar. Por los años 60 era un pueblo pequeño, con barrios de pescadores hechos con casas blancas. En sus calles se respira el aire del mar. En Barbate cada primavera se produce una especie de ritual que se da desde mucho tiempo antes de la aparición del hombre sobre la tierra. Miles de atunes atraviesan el estrecho de Gibraltar para pasar al mediterráneo; los habitantes de la zona solo les faltaba imaginar la manera de capturarlas y las Almadrabas cumplían esta función. Pero durante la segunda mitad de los años 60 toda la prosperidad del pueblo, conseguida gracias al aprovechamiento de este recurso natural, se vio frustrada por un debate internacional respecto a la extensión de las aguas jurisdiccionales; la dependencia de Barbate de la pesca y la falta de atún que ahora también se conseguía en alta mar llevó al pueblo a una crisis difícil de resolver. Los tratados internacionales que se fueron firmando comportaron la reducción de la flota que trabajaba en los caladeros, desaparecieron la mayoría de las veinte fábricas que se dedicaban a salar y conservar el pescado, y muchos de sus habitantes se vieron obligados a emigrar, tristes, a buscar una identidad en una tierra que no era la suya. A Pedro, mi padre, a pesar de trabajar más de 14 horas diarias, el sueldo difícilmente le llegaba para vivir con estrecheces. Un día fue a Cádiz para arreglar unos papeles y se encontró con una prima que hacia mucho tiempo que no veía. Hablaron un rato, Pedro le explicó sus problemas y la prima le respondió con una frase que cambiaria radicalmente su vida: Iros a Barcelona, mi hermana Carmina esta allí y tiene un buen trabajo. A los 37 años, Pedro no sabia ni donde estaba Barcelona, pero se ilusionó. Ese mismo día llamó a la Carmina y habló con su marido, Cayetano, que le ofreció su casa por si decidía emigrar. Pedro tampoco sabia que significaba emigrar, ni si seria fácil o difícil la vida en Barcelona. Solo sabía que en Barbate sus hijos no tenían posibilidades de tirar adelante y que él tenia que hacer lo posible para darles un futuro mejor. Mi padre llegó a Barcelona un día lluvioso, se bajó del tren en la estación de Francia con una bolsa en una mano y en la otra un papel con una dirección: era una calle de Santa Coloma de Gramanet. Sus primos vivían en un piso de alquiler, con tres criaturas, una sobrina y las dos abuelas. Con él, sumaban 9. A pesar que el piso era pequeño le habilitaron un espacio e incluso le dijeron como se distribuirían cuando llegara la Rosario, mi madre, con sus tres hijos (Sumarian 13). En pocos días empezó a trabajar en el puerto de Barcelona con un sueldo que era más del doble de lo que ganaba en Barbate. De este sueldo una parte era para los primos, otra se la enviaba a la Rosario y el resto lo ahorraba. Se le hizo muy difícil el tiempo que estuvo separado de su mujer y sus hijos. No podía soportar ver a las familias cuando paseaban juntos los días de fiesta, se le encogía el alma. Así que cuando tuvo el dinero para pagarles el viaje se trajo a la Rosario y a sus tres hijos. Años más tarde Pedro trabajaba de conductor de una de las máquinas que construían las autopistas. Hacia muchas horas extraordinarias, también como vigilante de las obras, lo cual le obligaba a trabajar los domingos. Esos fines de semana que trabajaba, la Rosario preparaba la fiambrera con la comida, cogía a sus hijos y se iba a la obra a pasar el día con su marido. Mis hermanas y yo lo vivíamos como la mejor de las excursiones. En las obras de la carretera había todo lo que necesita un niño para vivir mil aventuras. Hacíamos cabañas, caballos, coches con los trozos de madera o hierro, nos subíamos al castillo que hacíamos con ladrillos. Más de una vez salíamos con las rodillas destrozadas. Mientras, el Pedro y la Rosario paseaban, jugaban a cartas. En definitiva pasaban el día juntos. Adiós Barbate. Como os decía, en esos largos paseos por la playa que hice con mi madre entre otras muchas cosas me explicó como vivió el día que dejo Barbate. Me lo explicaba así: ! " ! ! ! % # $ & ! ' ( ) ! * * ! ! * ! ! # + * , ! ! ! . ! - # ! ( ) ! ( % ' / * ) ! 1 23 ! ) $ 4 ! + 5 . * ( 5 ! ! 4 66 7 0 , ! ( # ! 68 ) ! - Catalunya, Canovelles, la tierra que me acogió cuando más lo necesitaba es ahora mi tierra, mi pueblo. Hoy, que hace más de 40 años que salí de Barbate con el corazón encogido, pienso que si tuviera que marchar de Canovelles lo pasaría aún peor que cuando me fui de Barbate. Yo ya soy parte de esta tierra. Un día cualquiera del año 2009 el Pedro y la Rosario salen juntos de casa, atraviesan la Plaza de la Joventut. Van hacia el Paseo del Colesterol; Pedro acompaña a su mujer al Centro de recuperación donde la ayudan a no perderse en una niebla sin recuerdos. Caminan de la mano, encogidos, ella más pequeña que nunca, su mirada ausente por culpa de la enfermedad. No sabe dónde va, no tiene pasado, no tiene presente; pero conoce la mano de Pedro y se siente segura teniéndolo al lado. El se siente como si paseara con su novia, la bonita chica de Vejer! Con el tiempo se ha convertido en sus ojos, en su memoria, en su compañero… caminan poco a poco. Pedro mira el paisaje distraído: a un lado las naves de las fábricas (grandes y pequeñas), camiones aparcados, cajas, paquetes, obreros trabajando; al otro lado, el río Congost. Ahora el agua esta limpia e incluso viven peces y patos, pero hace unos años era un río de aguas muy sucias. Pedro lo mira y piensa que el río ha vuelto a vivir. Al otro lado del río se ve el antiguo barrio de Lladoner dónde tuvo su primera casa cuando dejaron Santa Coloma. Ve la silueta del Ayuntamiento de las Franqueses, la vieja escuela con los edificios separados para los niños y las niñas; detrás, el pueblo de Canovelles, dónde ha conseguido la vida que quería para sus hijos cuando salió de Barbate. La Rosario camina a su lado ausente. También mira el río y delante de sus ojos se dibuja una gran pineda y un pequeño pueblo blanco; a la derecha, la costa atlántica; donde todavía hay calas desiertas que sólo son visitadas por las gaviotas, porque sólo se puede acceder por mar. Calas que dibujan el litoral de la Janda con amplias playas abiertas al atlántico, playas con la arena mas blanca que os podáis imaginar. Este es mi pregón. Tal como decía la definición un texto leído y un acto con el que se inicia una celebración: las Fiestas del Rocío del año 2012; que sea un asunto de interés para el público: espero haberlo conseguido y haber despertado vuestro interés. Para acabar quiero destacar que esta historia, nuestra historia, es un mensaje de optimismo. Este mensaje es la muestra de como nuestros padres nos han enseñado que con fe, mucho trabajo y plantando cara a la adversidad el futuro siempre será nuestro y nos sonreirá. Pues no hay más camino que mirar con decisión hacia adelante. Un brindis por el futuro de nuestro país, Canovelles y la Casa de Andalucía. Os deseo unas buenas fiestas del Rocío 2012. Gracias, José Orive Vélez