La UE pretende ignorar los problemas de seguridad

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Nota informativa
Marzo 2016
La UE pretende ignorar los problemas de seguridad del
herbicida glifosato
A pesar de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la
relación entre el glifosato y el cáncer se espera que el grupo de expertos
gubernamentales de la Unión Europea (UE), que se reúne en Bruselas el 8 de marzo,
apoye la propuesta de la Comisión Europea de renovar otros 15 años más la licencia del
herbicida más vendido del mundo. Los Gobiernos de la UE solo restringirán su uso en
aquellos productos plaguicidas que también contengan el producto químico polioxietil
amina (POEA). Estos productos ya se han prohibido en Alemania, uno de los mayores
mercados europeos de plaguicidas. Asimismo se prevé que los encargados de la toma de
decisiones en Europa aprueben la petición de la Comisión que permita a Monsanto y a
otras compañías de plaguicidas presentar pruebas científicas de aquí al próximo 1 de
agosto que demuestren que el glifosato no interfiere en el sistema hormonal humano. Sin
embargo, se espera que la UE renueve la licencia del glifosato antes de esta fecha.
Según Franziska Achterberg directora de Política Agrícola de la UE de
Greenpeace: “Parece que los gobiernos de la UE se preocupan más por mantener las
prácticas agrícolas destructivas que por proteger la salud de las personas y el medio
ambiente. Durante mucho tiempo se pensó que el glifosato era seguro. Ahora son cada
vez más las pruebas científicas que indican que es una amenaza grave para nuestra
salud y el medio ambiente. Ignorar esta evidencia durante otros 15 años tendrá un coste
muy alto. Europa necesita una estrategia que nos aleje de los plaguicidas químicos y
promueva la agricultura ecológica”.
El glifosato y el cáncer
En marzo de 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC por sus
siglas en inglés), miembro de la Organización Mundial de la Salud, consideró el glifosato
como “probable carcinógeno para seres humanos”. Esta clasificación se emplea cuando
existe “evidencias limitadas” en seres humanos y“evidencias suficientes” en animales de
laboratorio de que el producto o actividad puede causar cáncer en los seres humanos.
No obstante, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en
inglés) dictaminó en noviembre de 2015 que no había pruebas científicas que ligasen el
glifosato y el cáncer. El informe de la EFSA que elaboró el Instituto Federal de la
Evaluación de Riesgos de Alemania y que cuenta con la aprobación de otras autoridades
nacionales señalaba que incluso se podía aumentar de forma segura la ingesta diaria
admisible de glifosato; es decir, la cantidad que pueden ingerir los humanos diariamente,
durante toda la vida, sin que represente un riesgo apreciable para la salud.
Sin embargo, 96 científicos independientes, incluyendo varios que habían participado en
el estudio sobre cáncer de la OMS, criticaron el informe de la EFSA por considerar que no
se basaba en pruebas científicas. Igualmente ANSES, la agencia francesa sobre salud y
seguridad, expresó recientemente su preocupación por la inseguridad del glifosato.
Los beneficios de las grandes empresas antes que la seguridad
La normativa de la UE prohíbe el uso de plaguicidas, incluyendo herbicidas, si hay
pruebas suficientes en animales que vinculen estas sustancias al cáncer basándose en el
criterio de la IARC. Según la IARC, el glifosato cumple con este criterio.
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Monsanto y otras compañías de plaguicidas han elaborado varios estudios y
publicaciones para convencer a la UE. Monsanto valora positivamente la opinión de la
EFSA. Gran parte del negocio de Monsanto gira en torno a las ventas del Roundup, un
herbicida basado en el glifosato, y de los cultivos que se han modificado genéticamente
para tolerarlo.
Monsanto y otros fabricantes de glifosato advirtieron de las grandes pérdidas
económicas que supondría limitar el uso del glifosato. Igualmente los agricultores han
solicitado enérgicamente que se siga vendiendo. Según el sindicato nacional de
agricultores del Reino Unido el glifosato es “una herramienta vital para los agricultores”.
Sus homólogos alemanes aseguran que “el glifosato tiene una gran aplicación como
herbicida de amplio espectro y no existe una alternativa entre el resto de herbicidas”.
Sin embargo, el instituto alemán Julius Kühn Institute, autoridad pública y organismo de
investigación, ha demostrado que con el tiempo, los municipios, jardineros e incluso
agricultores pueden prescindir de él. Según este instituto se puede reducir
significativamente el uso del glifosato, especialmente en las prácticas agrícolas, sin sufrir
pérdidas económicas; la aplicación de glifosato “no se debe considerar una medida
estándar en los sistemas de producción de cultivos herbáceos.”
EFSA versus IARC
La agencia de cáncer de la OMS, la IARC, clasifica el glifosato como "probablemente
carcinógeno”. La IARC es un organismo muy respetado por su transparencia, su rigurosa
metodología y la demostrada independencia de sus expertos científicos. Cuando la
evaluación de la EFSA chocó con la de la IARC, la EFSA declaró que su investigación se
basaba en un mayor número de estudios y que tenía en cuenta factores que la IARC
había ignorado. La EFSA se negó a hacer públicos los estudios adicionales, aceptando las
alegaciones de las empresas según las cuales dicha publicación violaría sus "intereses
comerciales y sus derechos de propiedad intelectual”.
Sin embargo, expertos destacados, entre ellos participantes en la investigación de la
IARC, criticaron la evaluación de la EFSA. Esta respondió con insultos y describió esta
crítica como “ciencia de Facebook”. La EFSA afirmó que la IARC no tuvo en consideración
ciertos estudios “a pesar de que esta información era pública” y “se centró en buscar
tendencias estadísticamente significativas en estudios específicos pero no presentó
información sobre cómo planteó la relevancia biológica”. La EFSA rehusó eliminar alguna
de las acusaciones que publicó en su web tal como demandó la IARC lo que conllevó a
que la IARC cancelará una reunión entre las dos agencias para debatir las distintas
conclusiones.
Gran uso en el campo, jardines y espacios públicos
El glifosato es el herbicida de mayor uso en el mundo. Además del uso comercial en la
agricultura se emplea también en espacios públicos y en jardines privados. En países de
la UE se venden más de 100 productos que contienen glifosato.
La agricultura industrial utiliza ampliamente el glifosato en los cultivos herbáceos como
el trigo, girasol y colza. El empleo tras la cosecha, remplazando la labranza de los
campos, es el más común. Pero el glifosato también se pulveriza sobre los cultivos antes
de ser recolectados para acelerar su maduración y para secar los granos. Durante este
proceso que se denomina desecación, cantidades significativas de residuos de glifosato
entran en la comida. Austria ha prohibido la desecación en los cultivos destinados a la
alimentación humana y animal mientras que Alemania la ha restringido severamente.
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Problemas medioambientales y sanitarios
Cuando el glifosato se comercializó por primera vez en la década de 1970 se consideró
seguro comparado con otros herbicidas que se utilizaban por aquel entonces. Sin
embargo, cada día son más los estudios que señalan los serios peligros que puede
suponer para la salud humana y el medio ambiente.
Un informe que realizaron recientemente científicos de prestigio concluyó que “los
cálculos normativos sobre la ingesta diaria tolerable de glifosato en Estados Unidos y la
Unión Europea se basan en una ciencia anticuada.” Asimismo señalaba la necesidad de
continuar estudiando las alteraciones que puede provocar el glifosato en el sistema
hormonal humano. Los científicos se centraron en temas sanitarios pero asimismo
destacan que “un uso amplio y continuo de herbicidas con glifosato puede provocar
muchos problemas medioambientales y en el ecosistema de los suelos pudiendo afectar
a otros organismos (por ejemplo peces, mariposas, lombrices, microorganismos
beneficiosos para el suelo).”
Dado el uso generalizado del glifosato es inevitable que las personas y la fauna se vean
expuestas a ello a través del aire, agua, tierra, plantas y comida. Por ejemplo, se
encontró glifosato en pan del Reino Unido y más recientemente en catorce cervezas
alemanas.
Los productos herbicidas comerciales que combinan el glifosato con otros productos
químicos son todavía más tóxicos que aquellos que solo contienen glifosato. La EFSA
señaló que hay que testar estos productos en profundidad para comprobar su efecto
sobre la salud, incluyendo su potencial para actuar como disruptor hormonal. Según la
legislación actual son las autoridades nacionales y no la UE las que deben evaluar su
seguridad.
Aprobación de los plaguicidas: la UE empieza la casa por el tejado
La Comisión Europea ha propuesto que Monsanto y otras compañías de plaguicidas
presenten pruebas científicas de aquí al próximo 1 de agosto para demostrar que el
glifosato no interfiere en el sistema hormonal humano. Sin embargo, es probable que la
UE renueve la licencia del glifosato antes de esta fecha.
Recientemente la defensora del pueblo de la UE criticó que la Comisión Europea acepte
pruebas sobre la seguridad de un plaguicida una vez se ha autorizado formalmente.
Según la defensora del pueblo esta práctica se debe aplicar de forma “restrictiva” y solo
“cuando no hay riesgo de que la conclusión sobre la seguridad de la sustancia activa sea
errónea.”
El sector privado y las autoridades locales abren camino
En Europa varios minoristas han dejado de vender los productos con glifosato. Entre ellos
tiendas de bricolaje en Alemania (Bauhaus, Baumarkt, Hornbach, Obi und Toom), en
Austria (Bauhaus, Bellaflora) y en Luxemburgo (Cactus, Profi Zentrum). En Holanda los
centros importantes de jardinería así como las tiendas de bricolaje han dejado de vender
glifosato, entre ellas Intratuin, Praxis, Groenrijk, Ranzijn y Hornbach.
Ciudades como Edimburgo (Escocia), Hamburgo (Alemania), Rennes (Francia), Rovereto y
Livorno (Italia) y Barcelona (España) han prohibido el uso de glifosato en los espacios
públicos.
Los próximos pasos
 Una vez los expertos nacionales emitan su voto, la Comisión Europea
renovará formalmente la licencia del glifosato por 15 años adicionales cuando
finalice la licencia actual a finales de junio.
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La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA por sus siglas
en inglés) está a punto de investigar los efectos del glifosato en la salud
humana para establecer la clasificación oficial de la UE. Este proceso
concluirá a finales de 2017.
En mayo de 2016 la “Reunión Conjunta FAO/OMS sobre residuos de
plaguicidas” (JMPR, en inglés) actualizará su propias evaluaciones tras seguir
las recomendaciones de un grupo de expertos y tener en cuenta más
estudios públicos en vez de basarse exclusivamente en estudios no
publicados de la industria.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en
inglés) publicará una evaluación preliminar sobre el glifosato que se llevará a
consulta pública en 2016.
Demandas de Greenpeace
 Los Gobiernos europeos deben oponerse a la renovación de la licencia del glifosato
mientras que se desconozcan por completo los riesgos que supone para la salud
humana y el medio ambiente.
 En caso que la UE apruebe el glifosato, los gobiernos deben prohibir dentro de su
territorio el uso comercial de cualquier plaguicida que contenga glifosato mientras
que haya dudas sobre su seguridad.
 Los minoristas deben suspender la venta de productos con glifosato y promover
alternativas no químicas.
 La EFSA debe hacer públicos todos los estudios de carcinogenicidad para que
puedan ser sometidos a una evaluación independiente. Asimismo debe crear un
panel de expertos que incluya científicos que participaron en el estudio de la IARC
para reevaluar la relación del glifosato y el cáncer.
Para más información:
Luís Ferreirim – responsable de agricultura de GreenpeaceEspaña: 626 99 82 44
Franziska Achterberg – directora de política agrícola de la UE de Greenpeace: +32
(0)498 36 24 03, franziska.achterberg@greenpeace.org
Marta San Román – prensa Greenpeace España: 680 40 06 45
Esta información también está disponible en: www.greenpeace.es
Noticias y comentarios sobre los asuntos de la UE: www.twitter.com/GreenpeaceEU
Greenpeace es una organización independiente que realiza campañas a nivel mundial
para cambiar actitudes y comportamientos, proteger y conservar el medio ambiente, así
como promover la paz. Greenpeace no acepta donaciones de gobiernos, la UE, empresas
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