Roj: SAP GC 6/2013 Órgano: Audiencia Provincial Sede: Palmas de Gran Canaria (Las) Sección: 2 Nº de Recurso: 4/2012 Nº de Resolución: Fecha de Resolución: 08/04/2013 Procedimiento: PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO Ponente: MARIA DEL PILAR VERASTEGUI HERNANDEZ Tipo de Resolución: Sentencia Encabezamiento SENTENCIA Ilmos. Sres. Presidente: Dña. Pilar Parejo Pablos Magistrados: D. Nicolás Acosta González Dña. María del Pilar Verástegui Hernández En Las Palmas de Gran Canaria, a ocho de abril de dos mil trece. Vistos en esta Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas en juicio oral y público los presentes autos de Procedimiento Abreviado 260/10 procedentes del Juzgado de Instrucción Número Seis de Las Palmas, que han dado lugar al Rollo de Sala 4/12, en el que aparecen como acusados D. Marcelino , nacido el NUM000 de 1975 en Telde, D. Santiago , nacido el NUM001 de 1961 en Las Palmas de Gran Canaria y D. Luis Carlos , nacido el NUM002 de 1974 en Las Palmas de Gran Canaria, representados por el Procurador de los Tribunales D. Jorge Cantero Brosa y asistido el primero por la Letrada Doña Ana Tacoronte Luzardo y los últimos por el Letrado Don Policarpo López Hernández, con intervención del Ministerio Fiscal, D. Aureliano y D. Dionisio como acusación particular, representados por el Procurador de los Tribunales Don Alejandro Valido Farray y asistidos por el Letrado Don Francisco Ángel González García, siendo Ponente la Ilma. Sra. Magistrada Dª María del Pilar Verástegui Hernández , quien expresa el parecer de la Sala. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- El Ministerio Fiscal en sus conclusiones definitivas consideró los hechos como constitutivos de un delito contra la integridad moral cometido por funcionario público, de losartículos 175 en relación con elartículo 174, ambos del Código Penal, y siendo de aplicación lo dispuesto en elartículo 177 del mismo texto legal, un delito de lesiones con instrumento peligroso, de losartículos 148.1 en relación con elartículo 147.1 del Código Penal, un delito contra la integridad moral por omisión, de losartículos 176 en relación con losartículos 175y174 del Código Penaly una falta contra las personas prevista en elartículo 617.1 en relación con elartículo 147.1, ambos del Código Penal. De dichos delitos serían autores los acusados, Marcelino , como autor de un delito contra la integridad moral cometido por funcionario público así como de un delito de lesiones con instrumento peligroso, Santiago , como autor de un delito contra la integridad moral por omisión y Luis Carlos , como autor de una falta contra las personas, concurriendo, en relación al delito de lesiones, la agravante de prevalerse el culpable de su carácter público, prevista en elapartado 7 del artículo 22 del Código Penal. Interesa la imposición de las siguientes penas; al acusado Marcelino , por el delito contra la integridad moral, la pena de dos años de prisión, inhabilitación especial para empleo o cargo público e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena; por el delito de lesiones agravadas, la pena de dos años de prisión, inhabilitación especial para empleo o cargo público e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. A Santiago , la pena de dos años de prisión, inhabilitación especial para empleo o cargo público e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. A Luis Carlos , la pena de dos meses multa con una cuota diaria de doce euros, con aplicación de lo dispuesto en elartículo 48 del Código Penal. En concepto de responsabilidad civil intersa que el acusado Marcelino indemnice a Aureliano en la cantidad de de 4000 euros por las lesiones causadas, el acusado Luis Carlos deberá indemnizar a Dionisi o en la cantidad de 200 euros por las lesiones causadas, respondiendo en ambos casos, como responsable civil subsidiario el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, con aplicación de lo dispuesto en elartículo 576 de la LEC, e imposición de las costas procesales. La acusación particular elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y consideró los hechos constitutivos de dos delitos de detención ilegal, delartículo 167 del Código Penal, un delito de lesiones agravadas de losartículos 148.1y147 del Código Penal, dos delitos de atentado grave contra la integridad moral, previstos y penados en elartículo 175 del Código Penal, dos delitos contra los derechos individuales delartículo 537 del Código Penaly dos faltas de lesiones delartículo 617.1 del Código Penal. Concurren, respecto al delito de lesiones las agravantes de abuso de superioridad, delartículo 22.2 del Código Penal, y la agravante de prevalerse del carácter público del culpable, delartículo 22.7 del Código Penal, con imposición a l os acusados de las siguientes penas; la pena de cinco años y seis meses de prisión, por el delito de detención ilegal, para los tres policías acusados, y la pena de inhabilitación absoluta por tiempo de ocho años, también los tres agentes acusados, serían autores de un delito de atentado grave contra la integridad moral, solicitando la imposición de la pena de dos años de prisión para los tres agentes, y la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público durante dos años, por el delito de lesiones agravadas, la pena de cuatro años de prisión para los acusados Marcelino y Santiago , por cada delito contra los derechos individuales, la pena de cuatro meses multa, con una cuota diaria de quince eruos, con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas, y la pena de dos años de inhabilitación especial para empleo o cargó público, a los Agentes Marcelino y Luis Carlos , la pena de multa de un mes, con una cuota diaria de quince euros, por las faltas de lesiones, con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas, y por las dos faltas de lesiones, al agente Santiago , la pena de multa de un mes, por cada una de ellas, con una cuota diaria de 15 euros, con la responsabilidad personal subsidiaria de un día de privación de libertad por cada dos cuotas no satisfechas, accesorias legales y costas, incluidas las de la acusación particular. En concepto de responsabilidad civil, los Agentes NUM003 y NUM004 deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria a D. Aureliano por las lesiones sufridas, en la cantidad de 3.780 euros, lo tres acusados deberán indemnizar de forma conjunta y solidaria, Sr. Dionisio en la cantidad de 300 euros y también los tres acusados, de forma conjunta y solidaria deberán indemnizar a los perjudicados en la cantidad de 5.000 euros a cada uno de ellos, por los daños morales sufridos, respondiendo subsidiariamente el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. SEGUNDO.- Las defensas de los acusados interesaron la libre absolución de los mismos, informando en el mismo sentido la Letrada del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. TERCERO.- Señalado el juicio oral éste se celebró en los términos que resultan del acta del plenario. HECHOS PROBADOS Son hechos probados, y así se declara expresamente que: Sobre las 03:30 horas del día 14 de febrero de 2009, los Agentes del Cuerpo de la Policía Local de Las Palmas, Marcelino y Santiago , con carné profesional números NUM003 y NUM004 , respectivamente, se encontraban de servicio, con motivo de la celebración de los carnavales, en las inmediaciones del Parque Santa Catalina, de esta ciudad. Sobre la referida hora, los Agentes se dirigieron a Augusto y a Dionisio , para que dejaran de orinar en la vía pública, requiriéndoles para que se identificaran. Tras acercarse al grupo Aureliano , hermano de Dionisio , se identificaron todos ellos, refiriéndoles los Agentes que les i ban a denunciar por una infracción administrativa e invitándoles a acudir con ellos a las dependencias policiales si querían una copia de la denuncia. Dionisio , Augusto y Aureliano se dirigieron con los Agentes hacia las dependencias de la Policía Local, en el Parque Santa Catalina, deteniéndose Dionisio a hablar con unos amigos y llegando, por dicho motivo, diez minutos despúes que el resto del grupo. Una vez en dependencias policiales se produjo un altercado, en circunstancias que no han quedado acreditadas, resultando Aureliano con lesiones consistentes en herida en cuero cabelludo en zona temporal de unos 2 cm, cervicalgia postraumática en grado II y contusión en hombro, lesiones que requirieron para su curación tratamiento médico consistente en cirugía menor mediante sutura de la herida y extracción posterior de los puntos, curas, rehabilitación y tratamiento farmacológico, habiendo tardado en curar de las mismas sesenta y tres días durante los cuales estuvo impedido para sus ocupaciones habituales; Dionisio resultó con lesiones consistentes en traumatismo en mejilla izquierda, dolor en parrilla costal izquierda y dolor cervical, lesiones que requirieron para su curación un sola asistencia sanitaria, habiendo tardado en curar cuatro días de los que uno estuvo impedido para el ejercicio de sus ocupaciones habituales, y el Agente Marcelino resultó con lesiones consistentes en traumatismo facial. Los Agentes de la Policía Local Marcelino y Luis Carlos , con carné profesional nº NUM005 , procedieron a la detención de Dionisio y Aureliano , por la comisión de un presunto delito de atentado, sin que conste que se produjeran irregularidades en dichas detenciones. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Los hechos declarados probados no son legalmente constitutivos de los delitos de detención ilegal, lesiones, contra la integridad moral, cometido por los funcionarios públicos contra los derechos individuales y las faltas de lesiones por los que se ha formulado acusación. Tras valorar, con arreglo a lo dispuesto en elartículo 741 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la prueba practicada en el acto del juicio oral, se plantean serias dudas a la Sala, acerca de la forma en la que se produjeron los hechos, y, en consecuencia, sobre la culpabilidad de los acusados, que deben resolverse, necesariamente, a favor de los mismos, en aplicación del principio in dubio pro reo, tal y como a continuación se expondrá. Analizando los hechos denunciados, se pueden distinguir dos momentos, que se corresponderían con lo sucedido antes y después de la entrada a las dependencias de la Policía Local, donde presuntamente se producen las agresiones que ahora se enjuician. En relación a lo ocurrido en un primer momento, sostienen los perjudicados que se disponían a comprar comida cuando se les acercaron dos Agentes de la Policía Local de Las Palmas, al creer que estaban orinando, lo que niegan los perjudicados y el testigo, requiriéndoles para que se identificaran. Se acercó entonces al grupo Aureliano , quien, al considerar que los Agentes no les habían ofrecido un trato adecuado, les solicitó su número de placa, ordenándoles entonces los Agentes que fueran con ellos a comisaría. Declarando en este sentido tanto los perjudicados como el testigo Augusto . Dicho extremo es negado por los acusados, al manifestar éstos que los acompañaron voluntariamente, porque querían una copia de la denuncia que pensaban hacer los Agentes a Augusto y a Dionisio por orinar en la vía pública. Lo cierto es que pese a manifestar tanto Dionisio como Aureliano , y el testigo Augusto que los Agentes les habíanordenadoir a comisaría, lo sucedido no permite corroborar este extremo, al admitir todos ellos que, durante el trayecto, Dionisio se paró a hablar con unos amigos, sin que los Agentes se dieran cuenta, presentándose Dionisio diez minutos después en las dependencias policiales, poniendo dicha circunstancia de manifiesto que posiblemente los perjudicados acompañaron voluntariamente a los Agentes, sin que por lo tanto, hasta ese momento, exista ilicitud alguna en la conducta de los mismos y no pueda hablarse, en consecuencia, del delito de detención ilegal por el que se acusa. Una vez en el interior de las dependencias policiales, a las que en un primer momento llegaron Aureliano y Augusto , acompañados por los Agentes nº NUM003 y NUM004 , manifestó Aureliano que el primero de los Agentes le dio un empujón para acceder a las dependencias y en cuanto entraron en el vestuario le dijo "te vas a enterar de lo que es ser chulo", para a continuación propinarle piñazos y patadas por todo el cuerpo y lanzarle contra las taquillas, todo ello en presencia del subinspector, también acusado. Posteriormente, al llegar su hermano Dionisio , y al preguntarle el Agente nº NUM003 que si se quería fugar, Dionisio le contestó que si se hubiera querido fugar lo habría hecho, propinándole el Agente un puñetazo, e interponiéndose entonces Aureliano , quien declaró que el mismo Agente y otro comenzaron a golpearle con las porras, propinándole un último golpe en la cabeza, que provocó que cayera al suelo semiinsconsciente. Augusto manifestó que, al acceder al interior de las dependencias, él se sentó al final de la habitación y el Agente nº NUM003 le dijo a Aureliano ; "¿tú me vas a pedir a mí el número de placa?", propinándole a continuación puñetazos y empujones, mientras el testigo continuaba sentado al final de la habitación, luego se sentó también Aureliano , y pasaron unos diez minutos, hasta que llegó Dionisio , quien también resultó golpeado por el Agente nº NUM003 , quien le pegó y le tiró al suelo, sin poder precisar el testigo si el Agente NUM005 empleó la porra con Dionisio , aunque manifestando que sí sacó la porra el Agente nº NUM003 , sin que el subinspector recriminara en momento alguno la actitud de sus compañeros. Por último, declaró Dionisio que una vez en el interior de los vestuarios el Agente nº NUM003 le golpeó con el puño cerrado en la mejilla, momento en el que su hermano se puso en medio, y entonces le golpeó y le tiró al suelo, interviniendo el Agente nº NUM005 para ponerle los grilletes, propinándole golpes con la porra, pudiendo observar como su hermano caía al suelo semiinconsciente. Llegados a este punto es preciso poner de manifiesto que el Tribunal Supremo ha otorgado a la declaración de la víctima el valor de prueba de cargo, siempre que concurran tres requisitos reiteradamente señalados por la jurisprudencia: 1º) Ausencia de incredulidad subjetiva. La comprobación de la concurrencia de este requisito, exige un examen minucioso del entorno personal y social que constituye el contexto en el que se han desarrollado las relaciones entre el acusado y la víctima, cuyo testimonio es el principal basamento de la acusación. Es necesario descartar, a través del análisis de estas circunstancias, que la declaración inculpatoria se haya podido prestar por móviles de resentimiento, venganza o enemistad y, al mismo tiempo, excluir cualquier otra intención espuria que pueda enturbiar su credibilidad. Sólo de esta forma, se puede establecer una primera base firme para llegar a un principio de convicción inculpatoria. 2º) Verosimilitud del testimonio, por cuanto que es necesario que nos encontremos ante una manifestación, que por su contenido y matices, ofrezca sólidas muestras de consistencia y veracidad. La mejor forma de conseguir este objetivo pasa por contrastarlas afirmaciones vertidas por el testigo, con los demás datos de carácter objetivo que bien de una manera directa o periférica sirvan para corroborar y reforzar aspectos concretos de las manifestaciones inculpatorias. 3º) Persistencia en la incriminación. Por último debe comprobarse cual ha sido la postura del testigo incriminador a lo largo de las actuaciones, tanto en la fase de investigación como en el momento del juicio oral. La continuidad, coherencia y persistencia en la aportación de datos o elementos inculpatorios, no exige que los diversos testimonio sean absolutamente coincidentes, bastando con que se ajusten a una línea uniforme de la que se pueda extraer, al margen de posibles matizaciones e imprecisiones, una base sólida y homogénea que constituya un referente reiterado y constante que esté presente en todas las manifestaciones. Pues bien, en el presente caso, se cumplen los dos primeros requisitos. No se aprecian contradicciones importantes entre las declaraciones de los perjudicados y el testigo, han sido todas ellas persistentes, en lo fundamental, a lo largo de la causa. Tampoco se observa en sus manifestaciones un ánimo espurio. No conocían a los Agentes con anterioridad a los hechos y ningún móvil fue puesto de manifiesto por las defensas, con lo que no se aprecia ánimo de venganza en sus manifestaciones. Sin embargo, el problema que se plantea a la Sala para ofrecer plena credibilidad a las manifestaciones de los perjudicados, viene determinado por el contenido de los partes médicos obrantes en autos, que, lejos de confirmar sus declaraciones, las pone en entredicho, sembrando serias dudas sobre la realidad de los hechos denunciados. En primer lugar, admiten todos, testigos y acusados, que antes de entrar al interior de las dependencias policiales, no presentaban lesiones, salvo la lesión que ya tenía Aureliano en la rodilla, razón por la que utilizaba muletas la noche de los hechos. Comenzando por dicho perjudicado, Aureliano , ya se ha expuesto que manifestó en el Plenario cómo el primero de los Agentes le dio un empujón para acceder a las dependencias y que en cuanto entraron en el vestuario le dijo "te vas a enterar de lo que es ser chulo", para a continuación propinarle piñazos, patadas y lanzarlo contra las taquillas; posteriormente, ya en presencia de su hermano Dionisio , recibió un puñetazo, y le propinaron a continuación golpes con las porras, el último de ellos en la cabeza, provocando que cayera al suelo semiinsconsciente. Pues bien, lo cierto es que de haber recibido Aureliano golpes por todo el cuerpo, mediante puñetazos, patadas e incluso con la porra, tendría que presentar lesiones por todo su cuerpo que, sin embargo, no se reflejan en ninguno de los informes médicos obrantes en autos. La primera asistencia la recibe cuando es trasladado por los propios Agentes de la Policía Local al Centro de Salud a las 4:10 horas del día 14 de febrero de 2009, y se recoge tan solo laherida en cuero cabelludo de más o menos 2 cm en región occipital, sin consignarse ninguna otra lesión. Posteriormente, a las 12:50 horas del día 14 de febrero, Aureliano es trasladado al Centro de Salud de Canalejas por Agentes del Cuerpo Nacional de Policía, y tampoco entonces refiere haber sido agredido, pese a no estar ya presentes los funcionarios de la Policía Local, y en el parte médico se recogenmareos, dolor en cuello a la movilización, diagnosticándose al mismo una contractura muscular cervical. Consta también un informe de la Clínica San Roque, el 16 de febrero de 2009, recogiéndose en el mismo que resulta, a la exploraciónen región occipital, herida suturada con 2 ptos..dolor a la palpación de espinosas cervicales, contractura pvc y ambos trapecios,diagnosticándose unacervicalgia postraumática, una contusión en el hombro y una contusión cortex con herida craneal abierta. A los folios 20 y 21 de la causa, obra un informe forense de Doña Debora , recogiéndose en el mismoheridas en cuero cabelludo de más de 2 cm. en región occipital, y un informe forense, también de Aureliano , obrante al folio 68, en el mismo sentido, recogiendo lo detallado en el Centro de Salud del Puerto, en el Centro de Salud de Canalejas, en el Hospital San Roque y en el Centro Cetal, "herida en cuero cabelludo de aproximadamente 2 cm. Cervicalgia postraumática grado II y contusión hombro". Y, finalmente, al folio 84 el informe de alta de Aureliano , en el que se recogen dos heridas en cuero cabelludo, una en la región temporal, de unos 2 cm y otra en la región occipital, de 3 cm, cervicalgia y contusión de hombro. Declaró el perjudicado Dionisio en el Plenario, que él recibió un primer puñetazo del Agente nº NUM003 , y a continuación golpes con la porra. Pues bien, pese a dichas manifestaciones, el primer informe del Centro de Salud, el día 14 de febrero de 2009 a las 4:10, recoge tan solo untrauma en mejillaizquierda, ninguna lesión en la espalda. Posteriormente, a los folios 25 y 26 de la causa, informe del Centro de Salud de Gáldar, de 17 de febrero de 2009, en el que se hace referencia a;"dolor a la presión sobre parrilla costal, y con los movimientos, cervicalgia que se exacerba con los movimientos de flexoextensión. Dolor sobre la articulación temporo mandibular". Y finalmente, al folio 67, informe médico forense de sanidad de las lesiones, consignando la médico forense lo ya recogido en el Centro de Salud. Finalmente, obra también al folio 101 de la causa, informe del Servicio de Urgencias de la Clínica Perpetuo Socorro, del Agente nº NUM003 , quien presentabatumefacción y eritema a nivel de la órbita,...mínima herida superficial en la nariz, mínima herida superficial en la nariz,recogiéndose como diagnosis untraumatismo facial. Declaró en el Plenario la médico forense Doña Susana , quien manifestó que informó a la vista de los partes médicos que le aportaban pero admitiendo la posibilidad de que la herida occipital se debiera a una caída al suelo y manifestando que, de haber recibido golpes violentos, debería haberse producido al menos un enrojecimiento de la zona, añadiendo que la aparición del hematoma depende de la persona y que puede tardar al menos un día. Sin embargo, lo cierto es que en ninguno de los informes de los perjudicados se recoge la presencia de hematomas o erosiones, pese a las patadas, puñetazos y golpes con la porra que dijeron haber recibido. Si se analizan los informes obrantes en autos, al margen del dolor que refieren los perjudicados, tan solo se aprecia una lesión, la herida en la cabeza que presentaba Aureliano , lo que no es compatible con las manifestaciones del testigo y los perjudicados. Refirió Aureliano haber recibido piñazos, patadas, golpes contra las taquillas e incluso con las porras, también Dionisio manifestó haber sido golpeado con un primer puñetazo en la cara y posteriormente con la porra, en la espalda. Sin embargo, pese a haber sido examinados de forma inmediata en el Centro de Salud, al que les trasladaron los propios Agentes, no se reflejaron dichas lesiones, recogiéndose en el parte de Aureliano la herida de la cabeza, (folio 12), y en el informe de Dionisio un trauma en la mejilla izquierda, al referir el perjudicado dolor a la movilización de la mandíbula, sin que manifestaran los perjudicados a los médicos haber sido agredidos. Pero es que tampoco en informes posteriores se reflejan las lesiones que, de haberse producido la agresión como refirieron los perjudicados, tendrían los mismos que presentar, pese a existir un informe, el obrante al folio 10 de la causa, en el que se examina a Aureliano horas después de la agresión, y una vez puesto a disposición del Cuerpo Nacional de Policía, entendiendo la Sala que si recibieron los golpes que denuncian, deberían haberse apreciado lesiones de mayor entidad. De esta forma, la ausencia de lesiones que se correspondan con lo manifestado por los testigos, minimiza la credibilidad de su testimonio. Los Agentes ofrecen una versión de los hechos que, por el contrario, sí se corresponde con la documental obrante en autos, al mantener el Agente nº NUM003 que cuando llega Dionisio a comisaría se tira encima de él, y entonces recibe un puñetazo que le propina Aureliano , abalanzándose entonces sobre él para inmovilizarlo, y cayendo ambos al suelo, manifestación que resulta avalada por el Agente nº NUM004 y, finalmente, por el Agente NUM005 , también acusado. No puede por lo tanto descartarse que, una vez en dependencias policiales los Agentes tuvieran la necesidad de reducir a Aureliano y a Dionisio empleando para ello la fuerza que ocasionó a Aureliano las lesiones que presentaba, lo que también explicaría que Augusto no sufriera lesiones e incluso que los Agentes no tuvieran inconveniente alguno en que permaneciera en el interior de las dependencias, lo que habría resultado extraño si su intención hubiera sido agredir a los ahora denunciantes. Llama la atención, que tanto en relación a Aureliano como a Dionisio , la médico forense, Doña Debora , recoja en los distintos informes que lleva a cabo, que los perjudicados simulan. En relación al primero de ellos, refiere unasobresimulación de síntomas, referido al vértigo que presentaba, y en relación a Dionisio , recoge que;se trata indudablemente de una simulación, dado que la exploración es completamente negativa, cuando las manifestaciones refieren empleo de fuerza brutal(folio 145). Razones todas ellas por las que no puede otorgarse absoluta credibilidad al testimonio de los testigos y no puede llegar a concluirse, con la certeza necesaria, lo que ocurrió en el interior de las dependencias policiales. Ahora bien, sentado lo anterior, sí conviene señalar que asiste la razón a la acusación particular cuando manifiesta su extrañeza por el hecho de que gestiones administrativas, tales como redactar un boletín de denuncia, se realicen en el interior de los vestuarios de las dependencias de la Policía Local, cuando los Agentes podrían haber hecho esperar a los interesados a la entrada de las dependencias policiales y entregarles allí la copia del boletín de denuncia. Lo cierto es que declararon en el juicio oral dos testigos, Agentes de la Policía Local, nº NUM006 y nº NUM007 , y manifestaron que es normal que se realicen determinadas gestiones en la zona de vestuarios, lo que ciertamente parece algo insólito e innecesario, tratándose de trámites que, como se ha dicho, se podrían haber hecho igualmente a la entrada de las dependencias o incluso en la calle, evitando así una situación como la que ahora se enjuicia. Por último, considera la acusación particular que se produjeron irregularidades en la detención, que consistirían en no haber informado a los ahora perjudicados del motivo de su detención ni de sus derechos. Sin embargo, tampoco este extremo puede entenderse acreditado. En primer lugar, negó el Agente NUM003 haber sido él quien leyera los derechos, manifestando en el Plenario que habría sido el subinspector o el oficial; declaró también sobre este extremo el subinspector, nº NUM004 , señalando que él no había sido sino el oficial, y finalmente, éste, Agente nº NUM005 , afirmó en el Plenario que, cuando conseguieron reducir a Dionisio y a Aureliano , y encontrándose ambos con los grilletes puestos, les leyó sus derechos y el motivo de su detención, ratificando lo ya manifestado en su declaración en el Juzgado de Instrucción, obrante al folio 59 de la causa, donde si bien es cierto que manifestó que los derechos se los leyeron los tres Agentes, ya este extremo fue aclarado por los dos primeros, confirmando el Agente nº NUM005 que él sí había procedido a la lectura de los derechos e informado a los detenidos del motivo de su detención. Fueron los detenidos inmediatamente trasladados al Centro de Salud y posteriormente, a las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, con lo que ninguna irregularidad se observa en dicha detención y procede también la absolución por los delitos de detención ilegal y contra los derechos individuales, por los que también se formulaba acusación. En definitiva, al no poder concretar, por las razones expuestas, la forma en que ocurrieron los hechos, no podemos considerar acreditada la existencia de los delitos de detención ilegal, lesiones, contra la integridad moral y cometido por los funcionarios públicos contra los derechos individuales, (artículo 537 Código Penal) por los que venían siendo acusados los Agentes. Los partes médicos no avalan la versión de los perjudicados, y no permiten descartar, por el contrario, la versión de los hechos que ofrecen los acusados, de tal forma que existe la posibilidad de que las lesiones que presentan los perjudicados fueran causadas como consecuencia de emplear la fuerza mínima imprescindible los agentes, con lo que la detención habría estado justificada, pese a que posteriormente se acordara el sobreseimiento de las actuaciones. En atención a lo expuesto, con arreglo al principio in dubio pro reo, se ha de dictar sentencia absolutoria para los tres acusados y, en consecuencia, absolver al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de los pedimentos civiles efectuados en su contra. SEGUNDO.- Con arreglo alartículo 123 del Código Penal, se declaran de oficio las costas causadas en el presente procedimiento. Vistos los preceptos legales citados y demás de pertinente y general aplicación, por la Autoridad que nos confiere la Constitución Española, FALLO.- Que debemosABSOLVER Y ABSOLVEMOS a los acusados Marcelino , Santiago Y Luis Carlos de los delitos de lesiones, detención ilegal, contra la integridad moral, delito cometido por los funcionarios públicos contra los derechos individuales y faltas de lesiones por los que venían siendo acusados, absolviendo al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de los pedimentos civiles formulados en su contra. Se declaran de oficio las costas causadas. Notifíquese esta resolución a las partes a las que se hará saber que contra la misma cabe interponer recurso de casación en el plazo de cinco días, con los requisitos previstos en losartículos 855 y concordantes de la LECRIM. Así por esta nuestra Sentencia, definitivamente juzgando en la instancia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN- Leída y publicada que ha sido la anterior sentencia por la Ilma. Sra. Magistrada Ponente que la ha dictado, estando celebrando audiencia pública en el día de la fecha, de lo que doy fe.