INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN A MANERA DE PRÓLOGO Aunque en nuestro entorno y en nuestro país aún no es muy claro, a nivel mundial y en algunas empresas a nuestro alrededor, las reglas de trabajo están cambiando; a partir de lo que conocemos como “Mandos Medios”, ahora se nos evalúa según nuevas normas, ya no importa tanto la sagacidad, la preparación académica o la experiencia en trabajos similares, estas nuevas normas dan por sentado que contamos con la preparación académica e intelectual suficiente y en cambio se centra en ciertas cualidades personales. Desde mi punto de vista, nuestra Empresa, es de estas que fomentan el desarrollo de estas cualidades y aptitudes personales, en razón de que estamos en la Industria del Conocimiento y del Manejo de Información, para lo cual es necesario maximizar la inteligencia del grupo y con ello, la interacción sinérgica de sus elementos. Sin duda alguna, lo que desde hace unos tres años hemos escuchado nombrar como Inteligencia Emocional, no son ideas nuevas o desconocidas del todo en los lugares de trabajo donde estuvimos antes; lo nuevo son los datos y estudios que sobre el tema se están realizando. Pero antes de iniciar nuestro recorrido por el libro de Daniel Goleman, aclaremos algunos conceptos erróneos sobre la Inteligencia Emocional: Primero, la Inteligencia Emocional no significa simplemente “Ser Simpático”, pues en algún momento habrá que tomar estratégicamente las cosas de un modo enérgico y directo. Segundo, la Inteligencia Emocional no significa dar rienda suelta a los sentimientos, por el contrario, significa manejarlos de modo tal, que expresen adecuadamente y con efectividad lo que queremos. Y Tercero, La Inteligencia Emocional no es cuestión de supremacía de sexos, ni la mujeres son mejores para manejar las emociones, ni los hombres son totalmente ajenos a ellas. Ahora una muy buena noticia, no son los genes los que determinan nuestro nivel de Inteligencia Emocional, tampoco es algo que se desarrolla solo en la infancia; a diferencia del Coeficiente Intelectual que después de la adolescencia cambia ya muy poco, la Inteligencia Emocional continúa desarrollándose a medida que avanzamos por la vida y puede continuar creciendo hasta un punto que llamamos “Madurez”, pero la mejor noticia, es que con las guías adecuadas, podemos corregir el camino y re-aprender para desarrollar nuestra Inteligencia Emocional. El éxito de nuestra empresa, no está en los productos que soportan los pagos de los contratos, el éxito está en el buen manejo de la gente que forma la empresa, porque ahora somos evaluados por cualidades internas, tales como la flexibilidad, la iniciativa, el optimismo y la adaptabilidad. Con esto, debemos comprender que si una empresa como la nuestra, decide invertir tiempo y recursos en el desarrollo de la Inteligencia Emocional de sus empleados con nivel de mando y responsabilidad, no es precisamente por un acto de Filantropía pura, es una acción con beneficio en ambos sentidos, si nosotros desarrollamos las aptitudes necesarias para tener un INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN buen manejo de la Inteligencia Emocional, nos volveremos exponencialmente más productivos, al ser más productivos mejorará nuestro nivel de ingreso y esto último, llegará porque la empresa también habrá mejorado en mucho sus utilidades. Finalmente quisiera comentar, que debido a la importancia de cada una de las partes que conforman el libro de Daniel Goleman y obviamente al tamaño del libro, he decidido presentarles cada parte en una entrega, he aquí pues la primera entrega con la Primera Parte del libro, en la que Goleman nos ofrece razones por las que la Inteligencia Emocional cuenta más que el Coeficiente Intelectual y la experiencia dentro de este nuevo mundo laboral. INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN PRIMERA PARTE Más allá de la pericia. A pesar del énfasis que nuestros maestros siempre pusieron con respecto a que la excelencia académica era nuestra garantía de éxito en el ejercicio profesional, es asombroso venir a enterarnos ahora, del poco peso que el Coeficiente Intelectual tiene en un buen ejercicio profesional y en la vida misma, apenas de un 10% al 25%. En pocas palabras, la excelencia académica por sí sola, no determinará quién va a triunfar y quién fracasará, la importancia del Coeficiente Intelectual radica en facilitarnos el ingreso al umbral laboral, pero la permanencia exitosa es mayor para quien ha desarrollado la Inteligencia Emocional. En otras palabras, en nuestro éxito profesional y laboral, tienen muy poco peso la inteligencia práctica, combinación de pericia técnica y experiencia, además del Coeficiente Intelectual; son otro tipo de facultades las que determinan la calidad de nuestro desempeño en la vida cotidiana, lo que nos torna lo bastante buenos para ejecutar un trabajo en especial. Las facultades que nos proporciona la Inteligencia Emocional, son sinérgicas con las cognitivas, es decir, la Inteligencia Emocional provoca que el resultado de la suma de nuestras facultades intelectuales, sean mejores que la simple suma de ellas, se potencian. Aquellos empleados de excelencia, poseen una buena mezcla producto de esta sinergia. Las aptitudes que se necesitan para triunfar comienzan con la potencia intelectual, pero también se necesita aptitud emocional para aprovechar a fondo el talento. Una Aptitud Emocional es una capacidad aprendida, basada en la Inteligencia Emocional y que origina un desempeño laboral sobresaliente; la Inteligencia Emocional por tanto, determina nuestro potencial para aprender las habilidades prácticas a partir de estos elementos: Conocimiento de uno mismo, Motivación, Autorregulación, Empatía y Destreza para las relaciones. Alguien que aspire a ser líder y es deficiente en habilidades sociales, por ejemplo, será inepto en cuanto a persuadir o inspirar a otros, dirigir equipos o actualizar el cambio, nadie es perfecto en esta escala, inevitablemente tenemos un perfil de puntos fuertes y de límites, solo se requiere que seamos buenos en un número dado de estas aptitudes de la Inteligencia Emocional, las cuales a su vez tienen la facultad de ser: Independientes, porque cada una contribuye inigualablemente en el desempeño laboral; Interdependientes, porque cada una requiere de cierto punto de otra u otras determinadas; Jerárquicas, ya que una facultad sirve de base a otra; Necesarias pero no Suficientes, porque el que tengamos algunas, no es garantía de que desarrollemos las demás; y Genéricas, porque aún cuando pueden aplicar en general a diversas actividades, cada tipo de trabajo requiere de facultades específicas. Las aptitudes que se necesitan para el éxito, pueden cambiar a medida que uno asciende de rango en rango, de operativo a responsable de un tema, de líder de proyecto a coordinador; especialmente los que coordinan y aquellos que por así requerirse en nuestra empresa, se insertan en los cuadros de mando del Gobierno, necesitamos un mayor desarrollo y manejo de INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN la Inteligencia Emocional, y los rasgos que nos caracterizan deben ser acordes con los de la empresa. Las Aptitudes Emocionales que se requieren en el ámbito personal y social con determinante repercusión en el éxito laboral, las podemos ver en el siguiente cuadro, mismas que nos servirán para ir conociendo lo que veremos en las siguientes entregas en el Blog de Aprendizaje. CUADRO 1 Marco de trabajo de la Aptitud Emocional Aptitud personal ESTAS APTITUDES DETERMINAN EL DOMINIO DE UNO MISMO Autoconocimiento CONOCER LOS PROPIOS ESTADOS INTERNOS, PREFERENCIAS, RECURSOS E INTUICIONES. Conciencia emocional. Reconocer las propias emociones y sus efectos. Autoevaluación precisa. Conocer las propias fuerzas y sus límites. Confianza en uno mismo. Certeza sobre el propio valor y facultades. Autorregulación MANEJAR LOS PROPIOS ESTADOS INTERNOS, IMPULSOS Y RECURSOS. Autocontrol. Manejar las emociones y los impulsos perjudiciales. Confiabilidad. Mantener normas de honestidad e integridad. Escrupulosidad. Aceptar la responsabilidad del desempeño personal. Adaptabilidad. Flexibilidad para manejar el cambio. Innovación. Estar abierto y bien dispuesto para las ideas y enfoques novedosos y la nueva información. Motivación TENDENCIAS EMOCIONALES QUE GUÍAN O FACILITAN LA OBTENCIÓN DE LAS METAS. Afán de triunfo. Esforzarse por mejorar o cumplir una norma de excelencia. Compromiso. Aliarse a las metas del grupo u organización. Iniciativa. Disposición de aprovechar las oportunidades. Optimismo. Tenacidad para buscar el objetivo, pese a los obstáculos y reveses. Aptitud social ESTAS APTITUDES DETERMINAN EL MANEJO DE LAS RELACIONES Empatía CAPTACIÓN DE SENTIMIENTOS, NECESIDADES E INTERESES AJENOS . INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN Comprender a los demás. Percibir los sentimientos y perspectivas ajenos e interesarse activamente en sus preocupaciones. Ayudar a los demás a desarrollarse. Percibir las necesidades de desarrollo ajenas y fomentar aptitudes. Orientación hacia el servicio. Prever, reconocer y satisfacer las necesidades del cliente. Aprovechar la diversidad. Cultivar oportunidades a través de diferentes tipos de personas. Conciencia política. Interpretar las corrientes emocionales de un grupo y sus relaciones de poder. Habilidades sociales HABILIDAD PARA INDUCIR EN LOS OTROS LAS RESPUESTAS DESEABLES. Influencia. Aplicar tácticas efectivas para la persuasión. Comunicación. Ser capaz de escuchar abiertamente y transmitir mensajes claros y convincentes. Manejo de conflictos. Negociar y resolver los desacuerdos. Liderazgo. Inspirar y guiar a grupos de individuos. Catalizador de cambio. Iniciar o manejar el cambio. Establecer vínculos. Alimentar las relaciones instrumentales. Colaboración y cooperación. Trabajar con otros para alcanzar metas compartidas. Habilidades de equipo. Crear sinergia grupal para alcanzar las metas colectivas. Por el perfil de la compañía, nosotros somos “Resolvedores de Problemas”, por lo cual es vital que desarrollemos los aptitudes necesarias para lograr una excelente capacidad de Escuchar, influir, colaborar y motivar a la gente para que trabaje en buen acuerdo, Pero, ¿Cuál es exactamente la importancia que tiene la Aptitud Emocional para la excelencia, comparada con las habilidades técnicas y el intelecto? Hoy en todas las empresas, aún aquellas que no lo consideran concientemente, las Aptitudes Emocionales comparadas con el Coeficiente Intelectual, son dos veces más importantes, porque toda empresa está organizada generalmente en grupos de trabajo ramificados encabezados por un líder y la Aptitud Emocional es muy importante sobre todo en el Liderazgo, cuya esencia es lograr que otros ejecuten sus respectivos trabajos con efectividad; recordemos entonces que el manejo eficiente de la Inteligencia Emocional, aumenta cuanto más se asciende en la organización. INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EMPRESA DANIEL GOLEMAN Nuestra ventaja sobre otras empresas del ramo, depende de nuestra Aptitud Emocional, al interior los lideres no compiten, colaboran, siempre deben estar dispuestos a ayudar a los colegas y a no reservarse los descubrimientos, pues los comparten con el equipo. Ya que hablamos de nuestras ventajas como empresa, es importante mencionar el objetivo de lograr la homogenización de la Aptitud Emocional de los líderes de equipo, pues al conseguir esta, cualquiera de los líderes podrá sin duda, encabezar cualquier proyecto de trabajo de manera eficiente, ordenada y estructurada y brindando el mismo nivel de atención al cliente, evitando la rotación de personal, especialmente de los mandos, que conllevaría altos costos a la empresa y un alto riesgo de fracaso en los proyectos, la rotación es lo contrario a la homogenización porque el personal de nuevo ingreso, no tendrá el mismo nivel de Aptitud Emocional que los demás líderes. Regresando a lo que nos dice Goleman, las facultades que marcan la diferencia entre los líderes exitosos y los que fracasaron son: Autodominio. Conservar la calma y la compostura bajo estrés, mostrarse sereno y seguro en el calor de la crisis, lo que da confiabilidad. Escrupulosidad. Aceptar la responsabilidad, admitiendo las faltas y errores, ocupándose de solucionar los problemas, siguiendo hacia adelante sin obsesionarse con el fracaso. Confiabilidad. Poseer una gran integridad, preocupándose por las necesidades de los subordinados y colegas, así como por la tarea a realizar, dando prioridad a estos factores antes que a impresionar a los superiores a cualquier costo. Habilidad Social. Si bien algunos líderes pueden parecer encantadores, es una actitud puramente manipuladora, el líder exitoso es empático y sensible, demuestra tacto y consideración en su trato con todos, superiores y subordinados por igual. Fortalecimiento de lazos y aprovechamiento de la diversidad. Formación de fuertes redes de relaciones cooperativas, mutuamente beneficiosas, apreciando la diversidad que permite el entendimiento con toda clase de gente. Para terminar con esta Primera Parte, hablaremos de los riesgos que conlleva el rápido ascenso, muchos egresados de los estudios profesionales y aún más, aquellos con posgrados, cuya historia puede haber sido la nuestra, logran entrar en un buen empleo como resultado de sus excelentes calificaciones, pero esa brillantez es la causa de que comiencen a ser arrogantes, no aceptan indicaciones de sus superiores o de sus compañeros, no aceptan la crítica constructiva y con sus subordinados son inaccesibles, el alto Coeficiente Intelectual y la pericia técnica, pueden tener paradójicamente un efecto negativo entre personas aparentemente prometedoras, sin el desarrollo de Aptitudes Emocionales, subimos inexorablemente hasta nuestro nivel de incompetencia. En la siguiente entrega nos comenzaremos a adentrar en las Aptitudes personales.