PALABRAS DEL EMBAJADOR DE MEXICO EN GUATEMALA, EDUARDO IBARROLA NICOLIN CON MOTIVO DE LA CELEBRACION DEL DIA DE LA BANDERA. CIUDAD DE GUETEMALA A 24 DE FEBRERO DE 2012 RECORDAR hoy en la Ciudad de Guatemala el DÍA DE LA BANDERA MEXICANA constituye una magnífica oportunidad para reflexionar acerca de México, recordar parte de nuestro pasado; repasar la realidad actual y vislumbrar nuestro futuro y los desafíos que afronta nuestro gran país. Nuestra bandera actual fue el producto de la consumación de la Independencia. Recordemos que al principio de la gesta independentista, Hidalgo portó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe, que nos unifica no solo como mexicanos sino como latinoamericanos. Nuestra bandera surge junto con nuestra vida como Nación independiente. Nos simboliza como una nueva Nación soberana, que desde su nacimiento enfrentó divisiones al interior, invasiones externas y graves problemas y retos sociales y económicos pero que también, contó con una impresionante cantidad de recursos cuyo aprovechamiento sentó las bases para el desarrollo de una población siempre en crecimiento dinámico. Como sabemos nuestra bandera tiene tres colores. El rojo ha significado la sangre derramada por los mexicanos en sus diversas luchas tanto por la independencia como por su consolidación como Nación soberana e independiente; el blanco, simboliza la paz, siempre anhelada y profundamente valorada y el verde es la esperanza y el porvenir de México. Al centro está el escudo nacional. El águila devorando a la serpiente. Las diversas interpretaciones coinciden en que el escudo se remonta y representa la fundación de la Gran Tenochtitlán, en donde se asentó la civilización más desarrollada del Valle Central de México y en donde se fundó la impresionante Ciudad de México, que desde su origen configuró el punto neurálgico en la vida política del país. La bandera mexicana, en donde quiera que la veamos nos hace sentir orgullosos de ser mexicanos; este sentimiento se intensifica cuando vemos ondear a nuestra bandera en el extranjero, como sucede aquí hoy, en la Ciudad de Guatemala. Como mexicanos que somos, vemos con orgullo y respeto a nuestro bandera; sabemos que representa a México y a los mexicanos, que muestra nuestra identidad, nuestros valores, nuestra pluralidad cultural; nuestra diversidad geográfica, nuestra realidad, nuestros problemas y también nuestros retos y desafíos, pero que representa sobre todo el gran potencial que tenemos como Nación. 1 Lamentablemente y en forma errónea, se ha dado por caracterizar a México como un país en convulsión, en donde se ha desatado la violencia, en donde hay una continua lucha en contra de grupos transgresores de la ley y en donde, la legítima desesperación y también porque no decirlo, el oportunismo de algunos, se convierten en críticas a la acción del gobierno, al que quisieran ver pactando con los criminales, o por lo menos dejándolos existir y permitirles violar las leyes y afectar a la comunidad con sus conductas ilícitas y con todo tipo de abusos y violaciones. No nos confundamos. El gobierno del Presidente Felipe Calderón Hinojosa cumple con su deber y ejerce las funciones para las cuales fue democráticamente electo, entre ellas destaca la aplicación de la ley y la persecución de quienes la violen; en suma lleva a cabo la función esencial de todo gobierno que consiste en garantizar el Estado de Derecho. El gobierno no es el causante de la violencia que hoy se presenta en algunos puntos específicos de la República. Antes al contrario, son los grupos de delincuentes, quienes siempre han vivido en violencia, los que la han generado y hecho proliferar. Vale la pena reiterar que la delincuencia a la que con toda energía combate el gobierno mexicano, no sólo se dedica al narcotráfico. Se trata de organizaciones criminales, sumamente violentas, con armas sofisticadas y con un gran poder de corrupción y de intimidación, que se dedican a la comisión de una gran variedad de delitos: secuestros, extorsiones, tráfico de migrantes, trata de mujeres y niños con fines de explotación laboral y sexual, tráfico de armas Pero como bien se ha dicho en repetidas ocasiones por el Presidente Calderón, México es muy superior a los problemas que lo aquejan, sobre todo aquellos referidos a la seguridad y al combate a la delincuencia. A veces, por observar lo impactante de las noticias relativas a los temas de seguridad, olvidamos que hoy México es un país de más de 110 millones de habitantes, que ocupa un muy importante lugar en la vida internacional. Olvidamos que México es un país en movimiento, en franca prosperidad y con logros muy significativos en los campos de la política, de la economía y del desarrollo social y humano. Veamos solo algunos ejemplos. México es un país democrático en el que en forma regular, legal y equitativa se celebran comicios para la elección de autoridades federales, estatales y municipales; México es un país en donde hay un pleno respeto a los derechos humanos de los habitantes y en donde existen mecanismos legales para hacerlos efectivos; México es una país transparente por lo que hace a la información pública y configura un sistema de gobierno republicano en donde está garantizada la separación de poderes, su renovación periódica, la cooperación entre los mismos y en donde prevalece el fortalecimiento del federalismo y el respeto a la autonomía municipal. 2 En lo económico, México es un país en crecimiento, con una economía fuerte y abierta, generadora de empleos; con finanzas pública sanas y con un manejo absolutamente responsable de las mismas. Tenemos un déficit bajo y manejable; inflación bajo control; tasas de interés competitivas y accesibles; paridad monetaria estable y reservas internacionales que alcanzan cifras históricas. Hoy México preside el Grupo de los 20 y será además país sede de su reunión de jefes de Estado y Gobierno. En los últimos cinco años, en México se ha invertido en infraestructura carretera, portuaria y aeroportuaria cifras sin precedentes, lo que ha tenido una impacto favorable en la competitividad del país. México es hoy uno de los pocos países en el mundo, que tienen una cobertura universal de salud para sus habitantes; cobertura universal de educación primaria; ejecución de importantes programas de desarrollo social como Oportunidades, que están contribuyendo de manera sostenida a disminuir la pobreza extrema. Por todo esto, celebrar en el extranjero el DIA DE LA BANDERA MEXICANA, en esta querida, hermosa y hospitalaria Guatemala, país vecino y socio comercial nos motiva doblemente a sentirnos orgullosos de ser mexicanos, orgullosos de practicar una política exterior que garantiza la paz, la seguridad y la cooperación internacionales y también orgullosos de saber llevar una excelente relación con un país hermano, con el que compartimos historia, tradiciones y valores como es Guatemala. Muchas gracias. 3