12. EL ESPACIO RURAL INTRODUCCIÓN LOS CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA. LA INFLUENCIA DE LA PAC USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL INTRODUCCIÓN. EL SECTOR PRIMARIO Y EL ESPACIO RURAL • El sector primario o agrario abarca aquellas actividades económicas que se basan en la extracción de bienes y recursos del medio físico. Estas actividades son: agricultura, ganadería, pesca, explotación forestal y minería. • Durante siglos, el sector primario ha sido el principal de la economía española, pero su importancia ha ido disminuyendo a lo largo del S. XX. Actualmente, sólo el 4,6% de la población activa española está empleada en el sector primario y aporta el 2,6% al PIB. • Ahora bien, la disminución del peso del sector primario es relativa. De hecho, el valor de la productividad del sector aumenta año tras año. • Asimismo, la agricultura es una de las piedras angulares de la economía española por tres motivos: – por el peso de los productos hortofrutícolas dentro de las exportaciones españolas – porque la agricultura, la ganadería y la pesca proporcionan materias primas para numerosas industrias agroalimentarias – y porque la superficie agraria es aún muy grande (cerca de un 40% del territorio español está ocupado por la actividad agraria). ACLARACIÓN CONCEPTUAL • El término agrícola hace referencia únicamente a las actividades relacionadas con la agricultura. • El término agrario incluye todas las actividades del sector primario. • El término rural es el más amplio de los tres, incluyendo cualquier actividad desarrollada en espacios no urbanos. • En la actualidad asistimos a una nueva concepción del espacio rural, que desempeña funciones que no se relacionan con el sector primario: la actividad cinegética, los usos residenciales, el turismo rural, la introducción de nuevas formas de producción energética (eólica, solar, hidráulica…), algunas actividades industriales, etc. Como consecuencia, el espacio rural se ha vuelto más heterogéneo y complejo, y la temática que comprende es más amplia que la de la tradicional geografía agraria. LOS CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA 1. Los condicionantes físicos, naturales o ecológicos. Relieve Clima Suelo 2. Los condicionantes humanos Demográficos Estructura de la propiedad Régimen de tenencia Dimensiones de las explotaciones Productividad Transformaciones en las técnicas y sistemas agrarios La política agraria Antes de la PAC Después de la PAC 1. Los condicionantes físicos, naturales o ecológicos. Progresiva pérdida de importancia debido a los avances técnicos que permiten superar algunos condicionamientos naturales. Sin embargo, los factores físicos siguen ejerciendo su influencia que, en el caso de España, no es favorable. • El relieve. La elevada altitud es uno de los factores adversos para la práctica de la agricultura en España. Sólo el 11,4% del territorio español se sitúa por debajo de los 200 m (que es el nivel óptimo para la práctica de esta actividad) • y un 88% tiene una pendiente superior al 5% (lo que provoca desprendimiento de suelos y dificulta la mecanización de las labores agrarias). • El clima. Se caracteriza en buena parte del territorio por precipitaciones escasas e irregulares, con relativa frecuencia de tormentas y granizo; temperaturas con situaciones extremas –como heladas e intensa radiación solar-, y aridez más o menos acusada. • Los suelos. Son de calidad mediocre y en muchas áreas padecen problemas de erosión que reduce su fertilidad. 2. Los condicionantes humanos DEMOGRÁFICOS. LA POBLACIÓN AGRARIA • La población ocupada en las actividades agrarias es escasa (4,5% en 2007) y está envejecida (mas del 50% tenía entre 40 y 64 años). • Por CCAA. Madrid y País Vasco marcan mínimos en torno al 1% mientras que Extremadura (10,7%), Murcia (10%) Galicia o Andalucía (7,7%) superan la media nacional. • Causas de esta situación: éxodo rural motivado por la mecanización de las tareas agrarias y la atracción ejercida por la industria y los servicios urbanos, que provocaron el despoblamiento. Círculo vicioso: el despoblamiento motiva la desaparición de equipamientos sociales y culturales en esas zonas, lo que hace poco atractiva la permanencia en el campo, por lo que aún pierden más población. • Las tendencias demográficas que se apuntan desde la década de 1990 son dobles: – Áreas rurales más desfavorecidas: continuación del descenso demográfico y del envejecimiento. Los motivos son el crecimiento natural negativo, la emigración, la jubilación de muchos agricultores mayores y los planes de prejubilación y de abandono de la actividad que afectan, sobre todo, a las explotaciones menos rentables y a una parte de las trabajadas a tiempo parcial. – Áreas rurales más dinámicas. Cierta recuperación y rejuvenecimiento. Está relacionada con el asentamiento de inmigrantes para realizar tareas agrarias; con las nuevas actividades residenciales, industriales y de servicios en zonas rurales periurbanas y turísticas, y con las subvenciones destinadas a evitar el despoblamiento rural y a instalar a jóvenes agricultores. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. RÉGIMEN DE TENENCIA • Régimen de explotación directa. El titular de la explotación agraria, con independencia de que trabaje físicamente en ella o no, es propietario de la tierra. • Régimen de explotación indirecta: El titular de la explotación y el propietario de la tierra no es la misma persona. En estos casos, el propietario cede la tierra para su explotación en régimen de arrendamiento, aparcería o bajo cualquier otra fórmula. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. RÉGIMEN DE TENENCIA • Arrendamiento. El empresario explota las tierras a cambio del pago de un alquiler a su propietario, en metálico o en especie, con independencia del resultado de la cosecha. • Aparcería. Es una sociedad a la que el dueño aporta la tierra y el aparcero, el trabajo; los gastos se satisfacen a medias y los beneficios o productos de la cosecha se reparten en la proporción establecida. Como la producción se desconoce en el momento de la firma del contrato, la renta es variable, y propietario y aparcero comparten por igual ganancias en los años buenos y pérdidas, si las hubiera, en los años malos. • Estos regímenes de tenencia de la tierra han tenido gran vigencia y significado en el campo español. Hoy se tiende al incremento de la explotación directa, al mantenimiento del arrendamiento y a la drástica reducción de la aparcería, que se agudizó con el éxodo rural. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. RÉGIMEN DE PROPIEDAD DE LA TIERRA • La propiedad, consiste en el derecho a gozar, disponer libremente y aprovechar la tierra sin más limitaciones que las contenidas en las leyes. • La propiedad dominante en España es la propiedad privada, que acusa una notable dualidad: un número muy elevado de pequeños propietarios que posee poca tierra y, en el otro extremo, un reducido número de grandes propietarios que concentra mucha tierra. Así, los dueños de menos de cinco hectáreas, que representan más de la mitad de los propietarios que existen en España, sólo poseen la décima parte del territorio, mientras que los que tienen más de 100 hectáreas, sin llegar a representar una centésima parte, concentran la mitad de la superficie. • A este problema estructural se añade la extraordinaria fragmentación de la tierra en multitud de parcelas, que es un inconveniente para la explotación. • (Las parcelas son tierras con unos límites precisos pertenecientes a un propietario. Las explotaciones son el conjunto de parcelas trabajadas por un mismo productor agrario, independientemente de si están separadas entre sí o no, y de si son de su propiedad o no). • Históricamente existieron tres tipos de propiedad bien diferenciados: colectiva, estamental y particular. • La propiedad colectiva era aquella cuya titularidad correspondía a las villas y a los municipios. Estaba integrada por las tierras pertenecientes a la colectividad, que se dividían en lotes o suertes para el aprovechamiento individual (bienes comunales), o se arrendaban a particulares a cambio de una cantidad de dinero para atender las necesidades de la villa (bienes de propios). • La superficie perteneciente a la Iglesia y a la nobleza constituía la propiedad estamental. La mayor parte de las tierras pertenecientes a la nobleza integraban los señoríos, cuya integridad territorial estuvo protegida durante siglos por la institución del mayorazgo. Los bienes de la Iglesia procedían de compras y de donaciones de los fieles. • Los titulares de ambos tipos de propiedad no tenían capacidad de enajenar o vender, razón por la cual se decía que estos bienes estaban en manos muertas. En consecuencia, unos y otros se encontraban apartados del mercado de la tierra y de la partición hereditaria, lo que redundaba en la escasez de tierra para los particulares y en su encarecimiento. • Ilustrados y reformistas clamaron contra esta situación y, finalmente, en el siglo XIX se le puso fin mediante los procesos desamortizadores. La desamortización afectó a los bienes propiedad del clero y de los municipios; la primera fue llevada a cabo por Mendizábal en 1836 y supuso la incautación de numerosas fincas pertenecientes al clero y su venta a particulares. La desamortización civil tuvo lugar más tarde, a partir de 1855, y se llevó a efecto al aplicar la Ley de Madoz, la cual dio origen a la privatización de la tierra que formaba el patrimonio comunal de los municipios españoles. • La influencia de estas medidas en la estructura agraria fue muy grande, pues supuso el trasiego de una cantidad ingente de tierra de propiedad colectiva a manos de particulares. En contra de lo que se pretendía, vino a reforzar la gran propiedad, pues, por lo general, los compradores ya tenían la condición de propietarios. Asimismo, la desamortización civil privó a los municipios de un amplísimo patrimonio, a base de sustento de los más humildes. • En lo que a los bienes de la nobleza se refiere, la abolición del mayorazgo y la supresión del régimen señorial permitieron que, en adelante, los bienes de la nobleza se rigiesen por las leyes sucesorias normales y entraran en un proceso de fragmentación por herencia, aunque preservando su condición de latifundios. • El resultado de estos procesos fue una concentración notable de la propiedad y, como quiera que los vecinos habían perdido sus tierras públicas y que a finales del siglo XIX la población iba en aumento, la proletarización del campesinado se incrementó al haber más personas y menos tierras que labrar. La desigualdad en la distribución de la tierra o la carencia de ella estuvieron en la base de la conflictividad social y de las demandas de reforma agraria, que se materializaron en la Segunda República, aunque sus efectos quedaron anulados tras la Guerra Civil. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. DIMENSIONES DE LAS EXPLOTACIONES • Reducción del nº de pequeños propietarios (éxodo rural, éxito de la concentración parcelaria en algunas zonas, política agraria de la UE que ha fomentado las prejubilaciones y los abandonos voluntarios de la actividad agraria). • Aumento del tamaño medio de la propiedad • Pero,…, el tamaño de las propiedades agrarias españolas todavía se caracteriza por los valores extremos y por la escasez de propiedades de tamaño medio. • La gran propiedad o latifundio (mas de 100 ha) reúne a más del 50% de las tierras y sólo al 0,8% de propietarios. Predomina en Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. Tiene su origen en un proceso histórico que se remonta a la Edad Media, a las encomiendas de las Órdenes Militares (Extremadura, Castilla-La Mancha) y a los repartimientos (Andalucía occidental) de la época de la reconquista, y que se consolidó con la desamortización del s. XIX (la Iglesia, las Órdenes Militares y los municipios fueron sustituidos por una oligarquía terrateniente). Juan Abelló: 40.000 hectáreas repartidas en cinco fincas en Toledo, cuatro en Ciudad Real y una en Jaén. Dehesa del Lobillo (Ciudad Real) es la más importante. Samuel Flores: 23.000 hectáreas. Ocho fincas en Jaén y una, El Palomar, en Albacete. Duquesa de Alba: 20.000 hectáreas repartidas entre Córdoba (donde posee 17 fincas), Sevilla, Cádiz, Extremadura y Salamanca. • La pequeña propiedad o minifundio (menos de 10 ha) reúne sólo el 10,5% de la tierra y al 53,2 % de los propietarios. Predomina en Galicia, con una excesiva parcelación agraria, pero también en otras provincias de Castilla y León (Segovia, Burgos, Ávila, León) así como en Cantabria, Comunidad Valenciana, Asturias y Canarias. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. PRODUCTIVIDAD DE LAS EXPLOTACIONES • Tradicionalmente, las explotaciones se han clasificado en minifundios, latifundios o explotaciones de tamaño medio; sin embargo, ello no está del todo justificado, pues las características e importancia de la explotación no dependen tanto de su superficie como de su rentabilidad económica, ya que explotaciones dimensionalmente muy grandes pueden ser improductivas o muy poco rentables y, en cambio, explotaciones de tamaño medio o reducido (regadío, frutales, enarenados, etc.) pueden generar grandes ingresos. LA ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD. PRODUCTIVIDAD DE LAS EXPLOTACIONES • Con el fin de resolver este contrasentido y de valorar las explotaciones en términos estrictamente económicos, estas empiezan a considerarse en términos de UDE (Unidad de Dimensión Económica), que es la unidad de cómputo equivalente a 1200 euros de margen o rendimiento bruto estándar. – Explotaciones de baja rentabilidad aquellas cuyo margen bruto es inferior a 8 UDE (9000 euros), que suelen ser explotaciones familiares; – de rentabilidad media a las comprendidas entre 8 y 40 UDE (entre 9600 y 48.000 euros), – y de gran rentabilidad las de mas de 40 UDE (mas de 48.000 euros), que son las explotaciones de carácter empresarial. • De acuerdo con esta nueva clasificación, comprobamos que las explotaciones españolas, bien por superficie, bien por su menor productividad, tienen un tamaño económico inferior a la media europea y que existen notables diferencias regionales. LAS TRANSFORMACIONES EN LAS TÉCNICAS Y SISTEMAS AGRARIOS • Al tiempo que el peso de la agricultura en el PIB y la población activa agraria han ido descendiendo, el campo español ha visto aumentar notablemente sus rendimientos y la productividad. Esto se debe a la confluencia de varios procesos: • Por un lado, la ampliación del riego, la mecanización de las labores agrarias (motocultores, tractores…), el empleo de productos fitosanitarios (plaguicidas, herbicidas, fungicidas…) y fertilizantes, y la selección genética de semillas y razas ganaderas (biorrevolución) han contribuido a compensar las limitaciones que los factores físicos imponían a la agricultura y la ganadería. LAS TRANSFORMACIONES EN LAS TÉCNICAS Y SISTEMAS AGRARIOS – Por otro, se están introduciendo nuevos cultivos (transgénicos, tropicales…) y nuevas técnicas (cultivos bajo plástico, enarenados, cultivos hidropónicos…) que permiten ofrecer productos agrícolas durante todo el año y que alcanza altos valores en el mercado. – Además, el agricultor de hoy tiene mayor preparación técnica y está más protegido gracias al aumento de la contratación de seguros agrarios o la financiación externa. – Finalmente, la entrada en la UE ha supuesto una adaptación a un mercado muy amplio pero muy competitivo, obligándonos a aumentar la calidad de nuestros productos. Una iniciativa en este sentido son las Denominaciones de Origen y las marcas de identificación geográfica que garantizan esa calidad. LA POLÍTICA AGRARIA • Las medidas tomadas por los poderes públicos tienen importantes repercusiones en el espacio rural y la estructura agraria. El factor político más determinante en materia agraria en los últimos años ha sido la entrada en la CEE (1986) y la necesidad de adaptarnos a la PAC (Política Agrícola Común). Por ello organizaremos este apartado en dos etapas, antes y después de la PAC. ANTES DE LA PAC La política agraria española se centró en: • El sistema de propiedad de la tierra, que se intentó modificar en varias ocasiones. La desamortización del XIX no alteró la concentración de la propiedad en unas pocas manos. La reforma agraria de la II República fracasó en su intento de expropiar las grandes fincas y asentar en ellas a pequeños agricultores. Y la política de colonización y extensión del regadío del franquismo se propuso poner en riego extensas áreas privadas a cargo del Estado, a cambio de asentar en una pequeña parte de ellas a colonos de la zona, también con un alcance limitado. • El inadecuado tamaño de la propiedad de la tierra se abordó mediante la política de concentración parcelaria y la legislación sobre grandes fincas. • La concentración parcelaria, iniciada en 1952 se transfirió a las CCAA en 1985 y continúa en la actualidad. Pretende disminuir el minifundio y la dispersión parcelaria concediendo a cada propietario una sola parcela, o unas pocas, equivalentes en clase de tierra y tipos de cultivo a las que tenía antes y dar acceso a las parcelas a las vías de comunicación. Como consecuencia de esta concentración, han surgido parcelas menos numerosas, más grandes y más regulares; ha disminuido el número de lindes, y se ha creado una nueva red de caminos. Pero, territorialmente, ha afectado más a las áreas de monocultivo de secano, menos problemáticas, que a las típicamente minifundistas del Norte o del Levante peninsular. • La legislación sobre grandes fincas se inició en el franquismo y se modificó en la transición a la democracia (1979). Pretende evitar la existencia de grandes fincas incultas totalmente o en gran parte. Para ello, obliga a sus propietarios a presentar un plan de mejora, cuyo incumplimiento puede conllevar el arrendamiento forzoso de la tierra durante doce años. • El proteccionismo comercial establecía aranceles a los productos agrarios procedentes del exterior para evitar que hiciesen la competencia a los nacionales. • El aumento de los rendimientos se abordó mediante la introducción de mejoras técnicas y la extensión del regadío. DESPUÉS DE LA PAC La CEE creo la Política Agrícola Común (PAC) en 1962 con los objetivos de: – conseguir el autoabastecimiento en materia alimenticia – garantizar un nivel de vida digno a los agricultores y ganaderos comunitarios. Para ello: – Se concedieron ayudas a los agricultores para mejorar y modernizar sus explotaciones a través del FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria). – Se estableció una política de mercado y de precios, a través de la Organización Común de Mercados (OCM), que fijó unos precios de orientación para varios productos agrícolas en todos los estados miembros y garantizó un precio por encima de los del mercado mundial. Resultados de estas intervenciones: – Los precios se elevaron. – La producción aumentó, debido a la garantía de un precio alto y a las mejoras tecnológicas incorporadas. – Sin embargo, acumulación de altos excedentes de ciertos productos (cereales, vino, leche, mantequilla y carne de vacuno), que tuvieron que ser vendidos con altos costos y pérdidas en el mercado internacional por el FEOGA. Por estos motivos en 1985 se inició una reforma de la PAC que dio lugar en 1992 a una nueva PAC con distintos objetivos y mecanismos de actuación: – En primer lugar, se rebajaron los precios para que fueran más competitivos en el mercado internacional, compensando a los agricultores con subvenciones directas. – Por otro lado, se redujeron los excedentes y los gastos del FEOGA mediante diversos mecanismos, como el establecimiento de cuotas a productos altamente excedentarios (lácteos, cereales), la extensificación de la producción (fomentando la dedicación a la silvicultura o el turismo ecológico), la promoción de las regiones más atrasadas, la reducción de las ayudas al comercio exterior y el fomento de las jubilaciones anticipadas. – Finalmente, para frenar el éxodo rural, se incrementó la atención al desarrollo rural y se intentó detener la degradación del medio ambiente. Desde la integración de España en la CE, su política agraria ha estado marcada por la PAC, teniendo diversas consecuencias: • En el mercado interior, los precios españoles, que en el momento de la entrada en la CE eran más bajos, subieron paulatinamente hasta equipararse con ellos. • España redujo sus compras en otras áreas, como Estados Unidos y América Latina, a favor de la Unión. • El libre comercio europeo ha permitido el acceso a un mercado de más de 400 millones de consumidores con alto poder adquisitivo. • Pero también obliga a incrementar la competitividad, modernizando las explotaciones y aumentando los rendimientos y la calidad. España se ha beneficiado de numerosos Fondos Estructurales que han contribuido enormemente a modernizar el campo y a aumentar la productividad, la calidad y la competitividad. Por otra parte, España se ha visto afectada por los problemas de la actividad agraria comunitaria y por las medidas adoptadas para combatirlos en las sucesivas reformas de la PAC. Entre estos problemas destacan los siguientes: • Los elevados precios de los productos europeos en relación con los del mercado mundial han obligado a reducir los precios mínimos de muchos de ellos para poder venderlos. • La existencia de excedentes agrícolas y ganaderos (cereales, vino, lácteos, carne de vacuno) han llevado a promover medidas como el abandono de la actividad, las cuotas de producción y la extensificación, intensificando el barbecho y la silvicultura. Además, desde 2006, se ha establecido una ayuda única para cada explotación independientemente de la producción, con el fin de que los agricultores produzcan en función de las necesidades del mercado no de las ayudas recibidas por ciertos productos. No obstante, algunos sectores podrán mantener una parte de la ayuda ligada a la producción para evitar su desaparición. • Las exigencias de los consumidores sobre seguridad y sanidad en los alimentos, bienestar animal, calidad de los productos y cuidados medioambiental, han dado lugar al establecimiento de normas sobre estos temas y a condicionar la ayuda recibida por los productores agrarios a su cumplimiento. • El despoblamiento de muchas áreas rurales desfavorecidas conlleva el riesgo de desaparición de paisajes agrarios tradicionales y de deterioro medioambiental. Para evitarlo, se ha intensificado la política de desarrollo rural. • Las regiones españolas se han visto diversamente afectadas por la PAC. Si bien el litoral mediterráneo y andaluz han encontrado un buen mercado para sus productos hortofrutícolas, existen inconvenientes en aquellas regiones cuya producción ha sido sometida a fuertes cuotas y restricciones, como ha sido el caso de la ganadería bovina (cornisa cantábrica) y de los cereales y viñedos (interior peninsular), que, por su escasa competitividad o por la existencia de excedentes en la UE, han dejado pocas salidas al empleo en el campo. LA NUEVA PAC • ¿Por qué es necesaria una nueva PAC? • La PAC tuvo su origen en los años 50 en una Europa devastada, sin agricultura y con dificultades para garantizar la alimentación de los ciudadanos. Desde entonces ha evolucionado mucho, gracias a que ha recibido una gran parte del presupuesto de la UE. En los años 70 llegó a su nivel máximo, con casi el 70% del presupuesto comunitario. Esa cantidad ha ido bajando hasta el 41% en el periodo 2007-2013. Refleja que la UE debe atender otras necesidades y otros intereses como el desarrollo rural, que durante ese mismo periodo recibirá el 11% del presupuesto. La nueva PAC reajustará el presupuesto y definirá los nuevos objetivos. LA NUEVA PAC • Necesitamos un sector agrícola fuerte. Es una parte importante de la economía y el comercio de la UE • La nueva PAC debe permitir a la industria alimentaria que sea altamente competitiva y que siga formando parte importante de la economía y el comercio de la Unión. En estos momentos la UE es el primer exportador mundial de la mayor parte de los productos agrícolas transformados y de alto valor añadido que se venden en el mundo, a la vez que es la primera importadora mundial de productos alimenticios, sobre todo, los que provienen de los países en desarrollo. Está considerada líder mundial en diversos productos, como aceite de oliva, carnes o vinos, productos que marcan la identidad cultural de las diferentes regiones europeas. LA NUEVA PAC • Promoción de la innovación y apoyo al desarrollo territorial equilibrado • La Comisión Europea apuesta por promover la innovación en el sector agrícola como único medio para ser competitivos, lo que permitiría conservar y potenciar la vitalidad del sector europeo. En esta propuesta también se hace hincapié en la correcta gestión de los recursos naturales y en apoyar el desarrollo territorial equilibrado. • Las propuestas de la nueva PAC, pasan también por distribuir equitativamente las ayudas de la PAC entre agricultores y países miembros y por simplificar la normativa y los procedimientos de la PAC y reducir los trámites para los agricultores LA NUEVA PAC • Instrumentos financieros • La nueva PAC prevé adaptar el sistema de pagos directos para que estén mejor repartidos y mejor orientados. Se trataría de apoyar la renta de base de los agricultores mediante un pago directo disociado, con un límite máximo, una orientación hacia los agricultores activos, una ayuda sencilla destinada a los pequeños agricultores y una mayor toma en consideración de las zonas con limitaciones naturales específicas. Los criterios se reforzarían con una atención muy especial al medio ambiente, mediante un componente «ecológico» obligatorio de los pagos directos centrado en las prácticas agrícolas dirigidas a la consecución de los objetivos medioambientales y climáticos (pastos permanentes, cubierta vegetal, rotación de cultivos, barbechos ecológicos, etc.). LA NUEVA PAC • ¿A quién y cómo beneficia esta nueva Política Agrícola Común? • A todos los ciudadanos de la UE: mayor seguridad alimentaria y contribución positiva a la lucha contra el cambio climático. • A los consumidores: precios que se transmitirán mejor a lo largo de la cadena alimentaria y mercados menos volátiles. • A los agricultores: normas más sencillas. LA NUEVA PAC • ¿Cómo beneficiará la nueva PAC? • Una producción de alimentos viable y sostenible al contribuir a la renta agraria y reforzar la posición de los agricultores en la cadena alimentaria. • Una gestión sostenible de los recursos naturales al fomentar prácticas productivas que garanticen y mejoren el suministro de bienes públicos ambientales y ayuden a paliar el cambio climático. • Un desarrollo territorial equilibrado al apoyar el empleo y desarrollar la actividad económica en las zonas rurales, potenciar la innovación y la transferencia de conocimientos, mejorar las condiciones de las pequeñas explotaciones y seguir favoreciendo a los mercados locales. USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS. LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL La combinación de los factores humanos y físicos da lugar a una gran diversidad de usos del suelo rural, tanto tradicionales (propiamente agrarias) como de reciente implantación. Si bien la evolución de los usos del suelo se produce de una forma muy lenta, las variaciones registradas en los últimos treinta años se pueden resumir en los siguientes puntos: • Disminución de las tierras de secano y aumento de las de regadío • Incremento de la superficie de erial y monte leñoso, consecuencia de los problemas medioambientales de erosión, desertificación y pérdida de pastos y de superficie de monte maderable. • Aumento de las superficies de uso no agrario, denominadas “superficies artificiales”. Son consecuencias de las dinámicas urbanas relacionadas con la expansión residencial difusa, que demandan mayor consumo de suelo, junto a la expansión de las infraestructuras y zonas de actividad económica asociadas. • Ampliación de los espacios naturales protegidos, consecuencia de las políticas medioambientales y de conservación de la naturaleza. MATIZACIÓN: Espacio agrario y espacio rural • El espacio agrario son las áreas geográficas acondicionadas por el hombre para la producción agraria, ganadera o forestal. Se confunde, esta noción, con la de espacio rural; la primera alude a un espacio y unas actividades netamente agrarias, la segunda a un ámbito (el campo) en el que se desarrollan actividades relacionadas con la industria, el ocio, la residencia o el turismo rural. En definitiva, dos términos que derivan de los antiguos vocablos latinos ager y rus. APROVECHAMIENTO TRADICIONAL: Agricultura (56% del valor total de la producción final agraria PFA), Ganadería (40%) y la Explotación Forestal (4%). • Aunque el peso de unas actividades u otras varía mucho en las distintas provincias españolas. En general, la AGRICULTURA tradicional se basaba en el policultivo, utilizaba técnicas atrasadas y sistemas de cultivos extensivos, que ocasionaban bajos rendimientos. Como consecuencia, la producción se orientaba al autoconsumo o la venta de excedentes en el mercado nacional. Por contra, La agricultura actual ha experimentado importantes transformaciones en la estructura y la producción, que han permitido incrementar los rendimientos y orientar la producción a la venta en el mercado. Las principales: – La agricultura tiende a especializarse en los productos mejores de cada región. – El cultivo incorpora técnicas modernas • Se utilizan semillas seleccionadas y cultivos transgénicos o manipulados genéticamente para dotarlos de ciertas propiedades e incrementar los rendimientos. • El consumo de pesticidas y fertilizantes ha crecido también, especialmente en los regadíos, mucho más exigentes. • El uso de maquinaría (tractores, cosechadoras, motocultores), incrementado desde la década de 1960, alcanza niveles aceptables. No obstante, parte de ella se encuentra envejecida e infrautilizada, dado el reducido tamaño de muchas explotaciones y la escasa extensión de su uso colectivo a través de cooperativas o de empresas de servicios. Por eso, en la actualidad se fomenta su renovación por máquinas más eficaces, seguras y ecológicas, y su uso colectivo. Se emplean diversas técnicas para superar los condicionantes naturales. El acolchado cubre el cultivo con bandas de plástico, y los invernaderos con estructuras fijas de plástico o cristal, creando un microclima cálido y húmedo, que permite anticipar y multiplicar las cosechas anuales. El enarenado prepara el terreno con una capa de estiércol y otra superior de arena; esta filtra la humedad y el estiércol la retiene y la devuelve poco a poco a las plantas, actuando, además, como abono. El cultivo hidropónico, o sin suelo, sujeta la raíz de las plantas con grava, arena o ceniza, y las alimenta con soluciones de sales inorgánicas. Se usa sobre todo para el cultivo de flores. – La agricultura intensiva gana peso respecto a la extensiva gracias a la disminución del barbecho en los secanos y a la ampliación del regadío. – BARBECHO. • Práctica agrícola tradicional que consiste en dejar descansar la tierra un tiempo variable. Durante éste, hay que arar el terreno para que recoja mejor el agua de lluvia, y eliminar las malas hierbas que, a su vez, sirven de abono al suelo. Las tierras en barbecho rotan con las cultivadas, permitiendo recuperar la fertilidad del suelo. • La superficie de barbecho ha retrocedido en España debido a la generalización del medio barbecho o barbecho semillado, que consiste en reducir el período de descanso sembrando un cultivo primaveral de ciclo corto, que se recoge antes del verano; también contribuye a su reducción la utilización de fertilizantes y la extensión del regadío. Sin embargo, esta tendencia se ha interrumpido en los últimos años por las exigencias comunitarias de dejar superficies adicionales en barbecho para ciertos cultivos y por la reciente desvinculación de la ayuda a los agricultores de la producción. • La distribución espacial del barbecho muestra claros contrastes entre su escasa incidencia en el norte peninsular y sus elevados valores en CastillaLa Mancha y Aragón. – REGADÍO. • Práctica agrícola que consiste en aportar a los cultivos agua adicional a la proporcionada por las precipitaciones (secano). En España, debido a la falta de lluvias copiosas y regulares, se desarrolla desde tiempos antiguos como un claro ejemplo de cómo los factores físicos no son determinantes en las actividades agrarias. – REGADÍO. • A lo largo del S.XX la superficie regada ha conocido un notable incremento, gracias a la realización de obras estatales de gran envergadura, como embalses, canales y trasvases. En la actualidad, el Plan Nacional de Regadíos contempla extender la superficie regada, y crear regadíos sociales en zonas deprimidas para evitar su despoblamiento. Pero el interés se centra, sobre todo, en la consolidación y mejora de los regadíos existentes mediante el mantenimiento de las redes y el ahorro de agua, utilizando los sistemas de riego menos consumidores y el agua procedente de la desalación y de la depuración urbana. RIEGO LOCALIZADO % SOBRE TOTAL POR CCAA Comunidades Autónomas % Localizado Comunidades Autónomas % Localizado Región de Murcia 76,0 País Vasco 15.9 Canarias 63,9 Aragón 9.6 Andalucía 61 Comunidad Foral de Navarra 8.1 Islas Baleares 51.8 Comunidad de Madrid 4.5 Comunidad Valenciana 49.7 Castilla y León 2.6 Castilla-La Mancha 48.9 Principado de Asturias 0.8 Cataluña 28.3 Galicia 0.3 La Rioja 27.8 Cantabria 0.0 Extremadura 23.1 • Por su origen, el agua utilizada para el riego puede ser superficial, subterránea, depurada y desalada. – El regadío con aguas superficiales depende de las disponibilidades hídricas, que, en ocasiones, exigen obras hidráulicas de gran envergadura. – El regadío con aguas subterráneas (acuíferos) depende sólo de condiciones naturales, es decir, de la existencia del recurso. Los acuíferos manchegos y los de las campiñas meridionales del Duero son claros ejemplos de utilización de este recurso para el riego agrícola. – Un porcentaje muy poco significativo, pero importante, es el correspondiente a las aguas depuradas y desaladas. Llama la atención que gran parte de las explotaciones que utilizan aguas depuradas se concentran en la España húmeda del Norte, incluido el interior de Galicia, Asturias y el País Vasco. La utilización de agua desalada del mar se concentra en el SE peninsular y en las islas Canarias, donde existen numerosas plantas desaladoras. • MODALIDADES DE RIEGO: – Por aspersión; El agua se distribuye mediante aspersores, que simulan el agua de lluvia. Puede ser fijo o móvil. • MODALIDADES DE RIEGO: – Por gravedad. También llamado “a manta”, es un riego por inundación. El agua llega a las parcelas desde los embalses o los ríos a través de una red de acequias por gravedad. Tiende a ser sustituido por otros sistemas, dado el despilfarro de agua que supone. • MODALIDADES DE RIEGO: – Localizado por goteo. El agua llega a la planta a través de unos goteros. En el agua se disuelven nutrientes, lo que mejora el rendimiento. Además, se produce un ahorro de agua de hasta un 60%. DISTRIBUCIÓN ESPACIAL del regadío muestra claros contrastes entre su escasa incidencia en el norte peninsular húmedo, y su importancia en el área de clima mediterráneo, de precipitaciones escasas e irregulares. Dentro de esta última se diferencian dos zonas: – En el litoral mediterráneo predomina el regadío intensivo (proporcionan varias cosechas anuales), que se beneficia de condiciones favorables, tanto físicas (temperaturas suaves, protección por el relieve, suelos apropiados), como humanas (mercado internacional y buenas comunicaciones con él). – En el interior peninsular destaca el regadío extensivo (una sola cosecha en la misma época que la de los secanos vecinos), que se beneficia del agua aportada por los grandes ríos peninsulares, de la mecanización total que permiten sus cultivos y de la creciente demanda de cereales-pienso y de determinados productos industriales. No obstante, existen también importantes áreas de regadío intensivo a orillas del Ebro y del Guadalquivir. • VENTAJAS DEL REGADÍO: • INCONVENIENTES DEL REGADÍO LOS CULTIVOS • Los usos y aprovechamientos agrícolas se dividen en cuatro categorías: tierras labradas, prados y pastos, terrenos forestales, eriales y pastizales. • Las TIERRAS LABRADAS (Tierras de cultivo). Principal uso del suelo (35% de la superficie total. Supone un porcentaje medio en relación con Europa y en los últimos treinta años ha retrocedido. Predominan en las llanuras meseteñas, en las depresiones del Ebro y Guadalquivir y en la franja mediterránea. Por Comunidades Autónomas, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía son las que dedican mayor superficie a este uso. • Se dividen en CULTIVOS LEÑOSOS CULTIVOS HERBÁCEOS • CULTIVOS LEÑOSOS destacan el olivar y el viñedo, que pueden darse mezclados con otros aprovechamientos o en forma de monocultivo. • El olivar presenta la mayor concentración. Se destina a la elaboración de aceite y para oliva de mesa. • El viñedo se destina a la elaboración de vino y alcohol, como uva de mesa y para la elaboración de pasas. En la actualidad, su cultivo está siendo sometido a constantes revisiones por parte de la UE. • Otros cultivos de esta categoría son los almendros, avellanos y las algarrobas • CULTIVOS HERBÁCEOS CEREALES PLANTAS FORRAJERAS CULTIVOS INDUSTRIALES LEGUMINOSAS HORTALIZAS PATATA FRUTALES • CEREALES. El más extendido de España. Trigo, arroz (alimentación humana), cebada, maíz, avena y centeno (alimentación ganado y elaboración piensos compuestos), cebada y trigo también para la fabricación de biocombustibles. La avena se destina a la alimentación del ganado equino y el centeno a la elaboración del pan moreno. En general, el cultivo del cereal presenta rendimientos bajos, aunque difiere si se trata de secano o de regadío. Su área de cultivo mayoritaria son los secanos del interior peninsular, donde rotan con barbecho o con leguminosas. Hay excepciones como el maíz y el arroz, que son muy exigentes en agua y se localizan en la España húmeda o en zonas encharcadas. La producción se enfrenta a los rendimientos superiores de otros países europeos. La PAC ha impuesto cuotas de producción y una reducción subvencionada de la superficie de cultivo. • PLANTAS FORRAJERAS. Alfalfa, maíz forrajero, avena y veza. Se destinan al alimento animal. Su área de cultivo se concentra en los secanos de la mitad septentrional de la Península, por su clima más húmedo, y en los regadíos extensivos. La producción ha crecido desde 1950, paralelamente al incremento de la actividad ganadera y de la demanda de alimento para el ganado. CULTIVOS INDUSTRIALES. Girasol (aceite, tortas para el ganado y biodiésel), remolacha azucarera (azúcar y bioetanol), tabaco (industria tabaquera), algodón (tejidos), pimentón y cáñamo. Su área productora principal son los regadíos de la mitad meridional peninsular, excepto la remolacha azucarera que se centra en el valle del Duero. La PAC ha impuesto cuotas de producción a estos cultivos y fomenta salidas alternativas para algunos (como la producción de biocarburantes con remolacha y girasol) • LEGUMINOSAS Judías, garbanzos, lentejas, guisantes, vezas y yeros. Destinados a la producción de forrajes y granos secos para la alimentación humana y animal. Su área de cultivo coincide prácticamente con la de los cereales, con los que rotan, pues constituyen un cultivo de descanso o semibarbecho, dado que sus raíces fijan a la tierra el nitrógeno del aire. Su producción se enfrenta a las dificultades de mecanización y a los bajos rendimientos, y su cultivo está en retroceso. • HORTALIZAS Lechuga, tomate (Murcia, Badajoz, Almería), ajo (Cuenca), cebolla y judía verde (Valencia), espárragos (La Rioja, Navarra, Cáceres) y melón (Toledo, Ciudad Real). Representan sólo el 8,5% de la superficie agrícola, pero su valor equivale al 32% de la producción vegetal y proporciona gran parte de las exportaciones españolas. Son, por tanto, fundamentales para nuestra economía. Los cultivos de horticultura de ciclo manipulado han roto con la tradición de las comarcas donde se practican. La alta tecnificación (selección de plantas, tratamiento biológico fitosanitario, riego localizado, manipulación rápida, invernaderos, condiciones climáticas especial –cadenas de frío- e inmediatez de transporte hasta su destino) está teniendo fuertes repercusiones socioeconómicas. En las provincias de Alicante, Murcia, Almería, Granada y Huelva, los cultivos de invernadero (tomates, pimientos, calabacín, pepinos, judías verdes y fresas) están generando mucho empleo (que se cubre con población inmigrante preferentemente) y un alto nivel de rentas en esas comarcas. • PATATA Presenta un amplio abanico de demandas, usos y destinos, desde los domésticos hasta los industriales. • FRUTALES CÍTRICOS (naranja dulce, mandarinas y limones) se concentran en las provincias de Castellón, Valencia, Alicante y Murcia. En los últimos años ha habido un notable avance en este tipo de explotaciones (sobre todo en Andalucía y Valencia). Se han convertido hoy en el principal exponente de la agricultura de exportación española y constituyen un sector estratégico para equilibrar la balanza de pagos nacional. Se clasifican en cítricos y no cítricos. • FRUTALES NO CÍTRICOS se organizan en dos grupos: las frutas que tienen pepita (manzanas y peras) y las que tienen hueso (almendras, albaricoques, melocotones, ciruelas y cerezas). Junto a estas, existen algunos cultivos tropicales (plátanos, aguacates, chirimoyas). El clima y el agua son los factores físicos que limitan la distribución espacial de estos cultivos. Por ello, las tierras más propicias son las litorales y prelitorales mediterráneas, incluido el valle del Ebro (donde se cultivan manzanas, peras y melocotones) y el valle del Jerte (donde destacan los cerezos). • TERRENOS FORESTALES Ocupan el 34,4% de la superficie total del país. Se localizan en espacios de elevada altitud, donde las condiciones climáticas y las fuertes pendientes restringen los aprovechamientos agrícolas propiamente dichos. En estos territorios el árbol, bien autóctono o de repoblación, es el centro productivo de las economías rurales. • El destino principal de la producción es el aserrío de la madera para su uso en industrias de la construcción y del mueble, y en la elaboración de pasta de papel. Secundariamente, se explota la resina para disolventes, y el corcho para tapones y aislantes. • La producción de madera ha aumentado por la expansión de especies de crecimiento rápido. Aún así, es claramente insuficiente, por lo que es necesario importar casi el 25% de la madera consumida de zonas frías o tropicales. En cambio, son excedentarias la producción de resina y la de corcho, de la que España es la segunda productora mundial, aunque ambas se enfrentan a la competencia de sustitutos sintéticos. • La PAC y el Plan Forestal Español fomentan las repoblaciones y la silvicultura, es decir, dedicación forestal de las tierras de exceso de la agricultura. Los objetivos son incrementar la producción de madera y fomentar otros usos del bosque, como los recreativos y los medioambientales, especialmente la protección del suelo y la absorción de CO2 • PRADOS Y PASTOS son tierras destinadas a la producción de hierba. Ocupan un 14% de la superficie total y ambos tienen orientación ganadera. • Los prados se aprovechan “a diente”, es decir, directamente para que el ganado se alimente en verano, pero también se suelen estercolar, o bien se henifica o ensila para alimento del ganado en invierno. Se localizan en zonas húmeda de montaña, en todo el norte peninsular, desde Galicia hasta el norte de Navarra, y con especial importancia en Asturias, Cantabria y País Vasco. • Los pastos son también espacios de orientación ganadera (ovina, porcina y bovino de carne). Se localizan sobre todo en el sector occidental de la Península donde la dehesa cobra especial importancia por su singular combinación de pastos, monte de encinas y labor. ERIALES Y PASTIZALES son terrenos rasos, sin árboles no casas, utilizados por el ganado ocasionalmente. Se diferencian de los prados en que no reciben labores de cultivo propiamente dichas. Se incluyen en esta categoría espartizales, terrenos improductivos y superficies no agrícolas. LOS APROVECHAMIENTOS GANADEROS • La actividad ganadera aporta en España en torno a un 40% de la producción final agraria, porcentaje que se mantiene inalterado prácticamente desde los años setenta. • La ganadería tradicional de basaba en la coexistencia de distintas especies ganaderas en el mismo ámbito, integradas por razas autóctonas con elevado grado de rusticidad, y utilizaba técnicas atrasadas y sistemas extensivos, que ocasionaban bajos rendimientos. • La ganadería actual ha experimentado importantes transformaciones en la estructura y en la producción, que han permitido incrementar los rendimientos: • La ganadería tiende a especializarse en la producción de carne o leche. Esto ha supuesto la sustitución de razas nacionales por otras extranjeras seleccionadas y la casi desaparición de las razas de aptitud mixta (carne y leche). No obstante, se está produciendo una cierta recuperación de razas autóctonas, gracias a las subvenciones concedidas a este fin. Aumenta progresivamente la tecnificación, con el empleo de ordeñadoras mecánicas y el estudio científico de la alimentación del ganado. Este hecho, unido al incremento del tamaño de las explotaciones y del número de cabezas por explotación, ha elevado los rendimientos, aunque todavía el tamaño de muchas explotaciones sigue siendo inadecuado. La ganadería intensiva gana peso respecto a la extensiva: La ganadería extensiva depende del medio físico y se alimenta a diente en los prados y pastizales naturales de la España húmeda (norte peninsular y áreas de montaña) o en los pastos de las penillanuras y rastrojos de la España seca. Generalmente, va asociada a razas autóctonas y a técnicas de trabajo tradicionales. Aunque mantiene su importancia en ciertas áreas, evoluciona hacia una ganadería mixta o intensiva. Es interesante destacar las funciones de carácter medioambiental y socioeconómico que cumple la ganadería extensiva: evita el desarrollo de incendios forestales, ocupa áreas desfavorecidas, fertiliza la tierra, aporta productos de alta calidad y forma parte del paisaje rural (la dehesa extremeña, los rebaños manchegos…). La ganadería intensiva o industrial está desvinculada del medio físico, al encontrarse estabulada y alimentarse total o parcialmente con piensos. Se localiza en las proximidades de los centros de consumo urbano y en el nordeste y litoral mediterráneo peninsular, especialmente en el caso del ganado porcino y avícola. Este tipo de ganadería va asociado a razas extranjeras seleccionadas; emplea técnicas modernas; y tiene una elevada dependencia de forrajes y piensos compuestos importados, cuyos precios han experimentado fuertes subidas. Crea problemas de contaminación de las aguas (purines). La producción total y el número de cabezas varía entre las diferentes cabañas o tipos: El ganado bovino o vacuno (vacas, terneros, bueyes, toros) aporta un 28,4% de la producción animal. El censo bovino suministra leche y carne para el consumo, pieles para la industria y estiércol como fertilizante. • La producción de carne se enfrenta a la competencia de la carne más barata de cerdo y ave. La producción de leche y derivados sufre la competitividad de otros países comunitarios más baratos. La PAC mantiene el 100% de la ayuda ligada a la producción en las vacas nodrizas y sacrificios de terneros y la desliga en un 60% para el sacrificio de animales adultos. En cambio, los excedentes de leche han llevado a imponer cuotas, fomentar el abandono de la actividad y desvincular el 100% de la ayuda de la producción de leche. Como consecuencia, parte del sector se ha reconvertido hacia el bovino de carne, con la consiguiente disminución de la producción láctea. La cabaña ovina (oveja, carnero, cordero…) aporta un 13,6% de la producción final ganadera. El censo ovino suministra carne y leche, transformada esta última casi en su totalidad en queso. También produce lana y pieles (cordero), esta últimas muy cotizadas en el mercado internacional. • Su localización preferente son los secanos del interior peninsular, donde se explota en dos regímenes. El régimen extensivo, predominante, incluye la trashumancia, o desplazamiento estacional del ganado, que se encuentra en decadencia ante la escasez de pastores, y el pasto del ganado en rastrojos y barbechos o en áreas organizadas con este fin. • El régimen intensivo de cebo de corderos y ordeño se está incrementando, aunque tiene todavía escasa significación. La producción de carne se basa en razas autóctonas de elevada rusticidad. En cambio, la producción de leche cuenta con una mayor introducción de razas extranjeras y se ve favorecida por los elevados precios y la alta demanda que alcanza para la elaboración de quesos. • La PAC ha concedido importantes subvenciones al ovino extensivo para evitar el abandono de esta actividad. La cabaña porcina supera el 40% de la producción final ganadera. • El porcino extensivo, basado en razas autóctonas de calidad (cerdo ibérico), se localiza en las dehesas de Extremadura, Zamora, Salamanca y Andalucía. El porcino intensivo predomina en Cataluña y Murcia, donde suele adoptar el sistema de la integración, es decir, la conjunción de una empresa, que proporciona la materia prima (lechones) y los piensos, y un ganadero, que aporta el establo y el trabajo. • La producción de carne de cerdo ha crecido gracias al incremento de la demanda, aunque se enfrenta al problema de los excedentes mundiales y europeos de carne. La PAC no concede a este sector, ni precios mínimos ni ayudas directas, únicamente ayudas a la exportación en caso necesario. • El ganado caprino (cabra, cabrito…) tiene menos valor económico (1,7%). La producción de leche, en régimen semiintensivo o intensivo, es el principal destino de la cabaña caprina, que también va destinada a la producción de carne (cabrito), queso y pieles. • La avicultura (pollos, gallinas, avestruz, patos…) ha aumentado su producción desde finales de 2000, a raíz de la crisis de las “vacas locas”. Estos animales se destinan para carne, huevos, patés, etc. y prácticamente el 100% se explotan en régimen intensivo. La producción de carne de pollo es inferior al consumo, lo que exige importar; en cambio, la producción de huevos permite exportar. La PAC solo contempla ayudas a la exportación de carne y huevos y a la retirada de carne de pollo del mercado para evitar la caída de los precios. Otras actividades ganaderas son la cunicultura o cría de conejos, que está en expansión; y la cría de ganado caballar y asnal, en regresión, y el mular, en extinción. NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL • Progresiva “desagrarización” de los espacios rurales españoles. • CAUSAS QUE HAN FAVORECIDO LOS NUEVOS USOS RURALES: • Una nueva percepción positiva de lo rural ante el crecimiento del “malestar urbano”, asociado a la contaminación, al desempleo y a la inseguridad, que revaloriza lo rural como sinónimo de mayor calidad medioambiental, tranquilidad, seguridad y sociabilidad. • La tendencia a descentralizar la residencia, la producción y los servicios buscando menores costes, y una organización territorial más equilibrada. • ACTIVIDAD INDUSTRIAL. Nuevos emplazamientos geográficos compartiendo el espacio de las áreas “ruruburbanas” con los núcleos rurales. El desarrollo industrial endógeno ha potenciado la “agroindustria”, principalmente la industria agroalimentaria en las regiones agrícolas y puertos pesqueros (industria conservera de Santoña en Cantabria, de Alfaro en la Rioja o de Molina de Segura en Murcia”. • ACTIVIDAD TURÍSTICA-RECREATIVA. Atrae hacia el espacio rural a habitantes de las áreas urbanas que buscan tranquilidad y atractivos culturales y patrimoniales. • En el desarrollo del TURISMO RURAL y del AGROTURISMO no sólo ha tenido que ver el cambio de gustos de la población en los últimos tiempos, sino también el papel de las políticas públicas y los planes de desarrollo rural financiados con los fondos europeos (LEADER, PRODER). Esta actividad se configura como una opción interesante, al dar ocupación a colectivos de difícil inserción laboral en nuestros espacios rurales (mujeres y jóvenes) • La ACTIVIDAD CINEGÉTICA (caza), se está convirtiendo en ciertas zonas (Montes de Toledo en Castilla-La Mancha, Sierra Morena en Andalucía y Extremadura) en un recurso que genera importantes rentas por el uso de tierras y los servicios de hostelería. • La construcción de SEGUNDAS RESIDENCIAS en el medio rural se relacionó, en principio, con el éxodo rural y el retorno temporal de los emigrantes. Estas viviendas tuvieron un uso temporal, pero posteriormente son ocupadas con carácter definitivo una vez que sus dueños se jubilan y retornan a vivir al lugar del que emigraron. En la actualidad, el turismo rural está contribuyendo al aumento de segundas residencias en estos espacios. • La PRODUCCIÓN ENERGÉTICA empieza a estar presente en el espacio rural: hay parques eólicos en emplazamientos de vientos constantes o amplias superficies ocupadas con placas solares.