478 75 aniversario del éxodo republicano en Alicante. Marzo 2014 cecilio alonso Entre el 26 y 30 de marzo de 2014, la «Comisión cívica de Alicante para la recu- peración de la Memoria histórica» programó unas jornadas internacionales sobre el final de la guerra givil en el puerto de Alicante y la pérdida de la democracia en España en 1939. Los actos se abrieron el día 26 en la Sede de la ua con la proyección de la película La maleta mexicana, presentada por el profesor Emilio Soler, y continuaron el jueves 27 con una mesa redonda de presentación de los portales <memoriarecuperada.ua.es> y <devuelvemelavoz. ua.es> con participación de María Teresa Molares (profesora de sociología de la ua), Glicerio Sánchez Recio (Catedrático de Historia Contemporánea) y María José Capellín (profesora de la Universidad de Oviedo). El primero de dichos portales es un espacio de información personal sobre perseguidos por razones políticas, ideológicas o de creencia religiosa, durante la Guerra Civil y el franquismo en la provincia de Alicante, cuyo fichero contiene ya más de 12.000 casos. El segundo se trata de un portal temático que ofrece en abierto un amplio archivo sonoro de las emisiones de Radio París o Radio España Independiente, entre otras. El viernes 27 se rindió homenaje a las vícti- Laberintos, 16 (2014), pp. 478-479, ISSN: 1696-7410 mas del franquismo en el Cementerio Municipal de Alicante, con lectura de poemas ante la tumba de Miguel Hernández a quien se dedicó también una ofrenda floral en su monumento de la antigua cárcel alicantina. Por la tarde, en los locales del «Club Información», tuvo lugar otra mesa redonda sobre 75 años de lucha por la igualdad y los derechos de la mujer, moderada por Rosana Arques, de la Plataforma feminista de Alicante, con la participación de las profesoras de la ua Mónica Moreno Seco (Historia contemporánea), Mar Esquembre Valdés (Derecho Constitucional) y Modesta Salazar Agulló (Salud pública) que ofrecieron una visión panorámica de la evolución de los derechos conseguidos por la mujer en la II República hasta nuestros días, pasando por la guerra civil y la represión franquista. Durante el fin de semana se llevaron a cabo los actos más directamente relacionados con el exilio. El sábado por la mañana, centenar y medio de asistentes visitaron en la Universidad de Alicante la exposición «El final de la Guerra en Alicante, Represión y Exilio», antes de recorrer lugares señeros de los últimos momentos de la retirada republicana en marzo de 1939, como «Villa Manolito» en la Posición Dakar (Elda), El Fondó de Monóver –donde estuvo instalado el aeródromo desde el que partió el Gobierno para el exilio– y la Plaza de Toros de dicha localidad, improvisado campo de concentración para centenares de vencidos. La excursión se concentró finalmente en las afueras de Petrer en las puertas de la finca El Poblet –la llamada Posición Yuste– en la que el presidente del Gobierno Juan Negrín, fijó su residencia durante sus últimos días en suelo español, donde se realizaron dos conse- 479 jos de ministros. Por la tarde, en la antigua Casa del Pueblo, actual sede de la UGT, se celebró la tercera mesa redonda sobre «El final de la Guerra Civil en la Posición Yuste y Dakar». En animado debate, que puso de manifiesto el daño inferido por el golpe de Casado a las previsiones gubernamentales relativas a la retirada republicana, intervinieron el historiador Ángel Viñas, Miguel Ull y Sergio Millares (ambos de la Fundación Juan Negrín) junto a Carmen Negrín nieta del político canario. La apretada agenda del sábado se cerró con un emotivo recital de Paco Ibáñez y Luis Pastor en el Paraninfo de la Universidad atestado de público. Los actos culminaron el domingo, 30 de marzo, por la mañana en el puerto de la ciudad donde representantes de la Comisión Cívica y de diversas entidades adheridas a los actos se expresaron ante un millar de asistentes para honrar la memoria de los millares de republicanos atrapados en 1939 de los que solo una pequeña parte alcanzó su objetivo de escapar a los efectos directos de la represión. Tras la actuación del Sexteto Ofua, dirigido por Mihnea Ignat, que interpretó la elegía musical «Alicante, 25 de mayo de 1938» de Miguel Brotons, parte de su poema sinfónico «Stanbrook», se inauguró una placa conmemorativa en el borde del muelle en honor de los defensores de la II República, con ofrenda al mar de cientos de flores, a los acordes de diversos himnos republicanos. ■ Laberintos, 16 (2014), pp. XX-XX, ISSN: 1696-7410 Cubierta del Stanbrook, a su llegada a Orán. Fondo Rodolfo Llopis. VARIA 480 Coloquio Internacional Antonio Machado y el exilio republicano español en Francia, 75 años después (1939-2014) monique alonso Instituto Francés de Barcelona Febrero de 2014. Se cumplen 75 años de la muerte del poeta Antonio Machado en Co- llioure y se cumplen también 75 años del exilio de tantos republicanos españoles que se vieron obligados a cruzar la frontera por no comulgar con el régimen que se les impuso en su tierra. Casi todos fueron a parar, en un primer momento por lo menos, a Francia. Algunos murieron en los campos de refugiados que se habían improvisado para ellos. Otros tuvieron más suerte y pudieron viajar hasta América Latina. Y otros se quedaron en Francia, donde trabajaron y lucharon con Francia contra los Alemanes cuando estalló la II Guerra mundial. Entre estos exiliados iba también el profesor de lengua francesa y poeta Antonio Machado, que reposa junto a su madre en el cementerio de este pueblo de pescadores francés. El Instituto Francés de Barcelona, a través de su director Yannick Rascouet, no podía dejar pasar por alto esta fecha y quiso rendir a todos ellos homenaje. Organizó tres jornadas en el Instituto Francés, coordinadas por la profesora Monique Alonso, en colaboración con el Dr. Manuel AzLaberintos, 16 (2014), pp. 480-483, ISSN: 1696-7410 nar Soler, coordinador de la jornada en la Universitat Autònoma de Barcelona. El programa fue completísimo, aunque siempre se queda el tiempo corto cuando se trata de hablar de este tema. Abrieron las Jornadas, el día 13 de febrero, el director la coordinadora del Instituto Francés; el señor Édouard Beslay, cónsul de Francia en Barcelona, y el Dr. Manuel Aznar Soler. A continuación, ofreció la ponencia inaugural el profesor Enrique de Rivas, sobrino de Manuel Azaña que, con una disertación muy amena, dio a conocer a los asistentes la vertiente más familiar de su tío y su relación con los exiliados. Sólo alguien tan cercano a Manuel Azaña podía darnos tantos detalles del que fuera presidente de la Segunda República española entre 1936 y 1939. Luego, la escritora Antonina Rodrigo presentó una faceta quizá menos conocida de este exilio republicano, que es la aportación de los exiliados españoles a la cultura francesa. Nos hizo descubrir la obra en el país galo de la cantante Teresa Rebull, del dibujante Luis García Gallo y del restaurador de arte José Molina. Todos ellos muy famosos en Francia, pero prácticamente ignorados en su patria. Siguiendo con el tema del exilio en Francia, Sergi y Agustí Centelles, hijo y nieto respectivamente del gran fotógrafo Agustí Centelles, nos presentaron un audiovisual muy emotivo sobre el campo de Bram realizado a partir de clichés, tomados por el fotógrafo a escondidas y con gran riesgo, mientras permaneció en este campo de refugiados. Terminó la serie de intervenciones de la primera mañana Lourdes Prades, directora de la VARIA 481 Biblioteca del Pavelló de la República de la Universitat de Barcelona, que presentó toda la documentación que se guarda en este Pabellón e invitó a los asistentes a que fueran a esta biblioteca repleta de historia por los documentos valiosos que contiene y por el edificio que la alberga. Inauguró la sesión de la tarde el Dr. Manuel Aznar Soler, quien habló del teatro y de la literatura dramática del exilio republicano español en Francia, aunque centró su intervención en la trayectoria de la actriz María Casares en la escena francesa. A continuación, Georges Figueres presentó un documental estremecedor sobre la Retirada de 1939 y nos comentó que había podido realizar dicho trabajo a partir de un legajo de fotografías que había encontrado escondido en el jardín de su casa. Ignora quién las escondió allí ni cuál fue el motivo de haberlas ocultado, pero lo cierto es que constituyen un testimonio muy valioso sobre ese periodo de la historia. Una mesa redonda que reunió a hijos de refugiados clausuró las intervenciones de la tarde. Los participantes nos brindaron sus recuerdos de cómo habían oído ellos hablar de esa guerra y de ese éxodo por sus padres y de cómo lo vivieron. Intervinieron Sergi Pàmies, escritor, hijo de la escritora Teresa Pàmies y de Gregorio López Raimundo, el mítico secretario general durante muchos años del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC); Placer Thibon, directora del Centro de Documentación sobre el Exilio Republicano de Toulouse y la profesora Vida Zabraniecki. Cerrando los actos de esta primera Jornada, Paco Ibáñez deleitó con sus canciones, escritas a partir de poemas de Antonio Machado, a un au- ditorio totalmente entregado. Pero la Jornada prosiguió para los admiradores de Machado, ya que por la noche, y sumándose a estos actos de homenaje, el director del Hotel Majestic, señor Pascal Billard, acompañado por Santiago Martín, su jefe de Marketing y Comunicaciones, inauguraron la Suite Antonio Machado, la más grande y más lujosa del hotel. Aunque la dirección de este hotel es plenamente consciente que a Don Antonio no le gustaba el lujo, es para ella la mejor manera de honrar la memoria del gran poeta y recordar su paso por el Majestic, camino del exilio. Se sirvió a continuación un menú excelente elaborado por el gran chef Nandu Jubany. Volviendo al Instituto francés, el día 14 de febrero se dedicó por entero al gran poeta Antonio Machado. Monique Alonso empezó presentando el Largo Peregrinar del Poeta hacia la mar, su recorrido desde que salió de Madrid en noviembre de 1936 hasta que la muerte segó su vida en Collioure en febrero de 1939. La ponente acompañó su intervención con una proyección de documentos referentes a esta última etapa de la vida del poeta. La escritora Rosa Regàs completó la primera ponencia hablando de los escritos de guerra de Antonio Machado, recalcando su compromiso con la causa republicana y, sobre todo, la conexión del poeta con el pueblo. Con un nudo en la voz y una emoción difícilmente contenida leyó algunos de estos escritos. La Red de Ciudades Machadianas, que aprovechó este homenaje para celebrar su asamblea anual en las instalaciones del Instituto Francés participó en una mesa redonda en la que los reLaberintos, 16 (2014), pp. 480-483, ISSN: 1696-7410 482 presentantes de cada una de estas ciudades explicaron lo que el poeta había dejado y lo que se conservaba de él en cada una de las ciudades representadas. Puso fin a las intervenciones de la mañana la escritora Filomena Garrido, que habló de las mujeres en la obra de Antonio Machado y nos hizo descubrir algunos escritos sorprendentes del poeta sobre este tema. Los actos de la tarde empezaron con unas llamadas telefónicas muy emotivas a las sobrinas del poeta: Carmen Machado, desde Chile, respondió a las preguntas de los asistentes sobre su tío y asimismo lo hizo Leonor Machado desde Madrid. Siguió el testimonio de Georges Figueres, hijo de Juliette Figueres, la primera persona que habló con la familia Machado a su llegada a Collioure y que hasta el último momento permaneció al lado de esta familia. Nos explicó cómo el recuerdo de la familia Machado siempre había estado muy presente en la suya. El periodista Xavier Febrés y Monique Alonso abrieron un debate sobre Antonio Machado y el exilio republicano español de 1939 en Francia, en el que también participó el público. Puso fin a esta jornada la proyección del documental los Mundos sutiles de Eduardo Chapero Jackson, en presencia del propio realizador y de Ana Amigo, miembro de la Academia del Cine y productora de la película. Un documental «poco al uso» que entusiasmó al público. Gracias a la colaboración de la Biblioteca del Pabellón de la República y a algunos particulares que prestaron sus documentos, el Instituto Francés organizó una exposición sobre este periodo Laberintos, 16 (2014), pp. 480-483, ISSN: 1696-7410 de la historia en que se pudieron admirar documentos realmente interesantes y para algunos muy poco conocidos. El sábado 15 de febrero se madrugó para seguir los pasos del poeta en su última etapa del exilio. Partió el autocar del Instituto Francés a las 7 de la mañana para hacer su primera parada en la Torre Castañer de Barcelona, donde se alojó Machado después de su breve estancia en el Hotel Majestic. La siguiente parada fue en Can Santa María, donde los viajeros fueron muy cordialmente recibidos por los propietarios actuales de esta casa. Se desayunó en Viladasens antes de visitar Mas Faixat, recorriendo, con las explicaciones del doctor Faixat, la finca en la que el poeta pasó su última noche en España. Los viajeros se dirigieron luego a Collioure, donde fueron recibidos por el entonces alcalde Michel Moly, que les acompañó siguiendo el mismo itinerario que don Antonio en Collioure. Partiendo de la estación, se hizo una parada delante de la que fuera tienda de Mme Figueres, dando la vuelta por el puente hasta el hotel Quintana antes de terminar con una ofrenda floral en la tumba donde descansan el poeta y su madre. Después de la comida, cada uno pudo disfrutar del paisaje y de diversas instalaciones de este pueblo costero (salazón de anchoas, cooperativa de vino, fábrica de croquants…) antes de regresar ya de noche a Barcelona. Pero ese día no terminaron estas Jornadas de Homenaje ya que prosiguieron el día 25 de febrero, día del entierro de doña Ana Ruiz, madre del poeta, en la Universitat Autònoma de Barcelona. Abrieron esta Jornada el director del Departamento de Filología Española, Juan Rodríguez; el VARIA 483 director del Instituto Francés, Yannick Rascouet, y el Dr. Manuel Aznar Soler, coordinador de esta Jornada. Pronunció la primera conferencia Monique Alonso, quien habló de Cataluña como última morada de Machado en España. El resto de las intervenciones fueron comunicaciones, ocho intervenciones eruditas que nos hicieron descubrir diferentes facetas de Antonio Machado y que no se pudieron ampliar por falta de tiempo. Merece la pena citar los nombres de estos investigadores del grupo gexel, que están haciendo una labor tremenda por rescatar la historia. Por orden de intervención: Manuel Aznar Soler, Olga Glondys, Esther Lázaro, José Ramón López García, Francisca Montiel Rayo, Juan Rodríguez, Neus Samblancat y Mar Trallero. Se proyectó asimismo a principios de la tarde, presentado por el propio autor, el documental de Hermindo Medal: Destierro y muerte de un poeta. Esta Jornada de la Universitat Autònoma puso el broche final al homenaje a los exiliados españoles y a Antonio Machado que quiso rendirles el Instituto Francés y el grupo gexel, para conmemorar el 75 aniversario de este exilio. Esperamos que no sean las últimas. Todos los materiales de estas Jornadas se publicarán en breve en la colección Biblioteca del Exilio de la editorial Renacimiento de Sevilla, libro colectivo del que Monique Alonso y Manuel Aznar Soler van a ser editores. ■ Laberintos, 16 (2014), pp. 480-483, ISSN: 1696-7410 484 Operació Stanbrook. Homenaje a la memoria republicana (29 de mayo a 2 de junio de 2014) empar juan Comissió Stanbrook http://www.operaciostanbrook.org Poco antes de la medianoche del 28 al 29 de marzo de 1939, zarpaba del puerto de Ali- cante con destino a Orán, bajo el mando del capitán Archibald Dickson, el Stanbrook, un viejo carbonero inglés que esa noche evacuó en dramáticas condiciones a los últimos republicanos españoles, cerca de 3.000 hombres, mujeres y niños, que consiguieron embarcar hacia el exilio. 75 años después, el 29 de mayo, un nuevo barco, el Tassili II, el ferri que cubre la línea Alicante-Orán, salía del puerto de Alicante con un grupo de 94 pasajeros a bordo dispuestos a conmemorar la gesta del Stanbrook y a rendir homenaje a sus protagonistas. La mayoría de los miembros de la expedición tiene una relación directa con aquellos que viajaron en el Stanbrook y con la ciudad de Orán, son sus hijos o nietos, incluso la que fuera su pasajera más joven, Olimpia, que viajó entonces con apenas un mes de edad. Meses atrás se había constituido la Comissió Stanbrook, una comisión cívica que se encargará de la organización del viaje, de los actos a realizar durante el mismo, de las gestiones con las autoridades argelinas y españolas y de la coordinación con las asociaciones argelinas que colaboLaberintos, 16 (2014), pp. 484-486, ISSN: 1696-7410 ran en el proyecto. El viaje, previsto inicialmente para las fechas en que lo realizó el Stanbrook, tuvo que ser aplazado por la coincidencia con la convocatoria de elecciones presidenciales en Argelia. L’Operació Stanbrook se presentó el 21 de febrero en un acto realizado en el Aula Magna de la Universitat de València con la proyección del documental Cautivos en la arena del periodista Joan Sella y la intervención de Helia González, la pasajera número 2.777 de la travesía a Orán, entonces una niña, y una de las principales impulsoras del proyecto que finalmente se realizará entre los días 30 de mayo y 1 de junio. A las cinco de la tarde del día 29 de mayo nos concentramos en la terminal del ferri AlicanteOrán los 94 participantes en la Operació Stanbrook, donde fuimos despedidos por miembros de la Comisión Cívica de Alicante para la Recuperación de la Memoria Histórica, representantes sindicales, principalmente de la CGT, periodistas y un grupo de tabalets i dolçaines que interpretaron el Himno de Riego, La Internacional, A las barricadas, La Muixeranga i L’Estaca. Al amanecer del día 30, cuando ya se divisaba el puerto de Orán se realizó una emotiva ofrenda floral lanzando al mar claveles rojos, amarillos y morados mientras sonaba el Himno de Riego interpretado por Abel García con su viola de roda que pondría música a todos los actos conmemorativos. Al desembarcar en el puerto de Orán, miembros del Comité de Acogida argelino formado por las asociaciones Santé Sidi El Houari, Bel Horizon y la Comissió Stanbrook de Orán, nos daban la bienvenida con una rosa. Mientras una delegación se trasladaba a un hotel de Orán para realizar una rueda de prensa ante los me- VARIA 485 dios argelinos y españoles que tendría gran repercusión en la prensa de Orán, la mayoría de los expedicionarios fuimos trasladados al hotel en dos autobuses protegidos por un amplio dispositivo de seguridad que nos acompañó durante toda nuestra estancia. Por la tarde tuvo lugar uno de los actos centrales del viaje: un concierto en el Conservatorio «Ahmed Whabi» en el que participaron los músicos que nos acompañaban en el viaje, Rafel Arnal y el Grupo Krama, el cantautor panameño Rómulo Castro, hijo y nieto de republicanos exiliados en México, y el grupo argelino Sidi El Houari. La música mediterránea y caribeña pronto convirtió el acto en una fiesta colectiva. Intervino el alcalde de Orán que nos hizo entrega de diversos obsequios y se leyó el documento preparado por la comisión en el que se explicaban los motivos y objetivos del viaje así como los lazos históricos y culturales que nos unen con la población argelina. La jornada acabó con una cena en el patio de la sede de la Asociación Santé Sidi El Houari. El día 31 salimos hacia Relizane donde visitamos el lugar en el que estuvo ubicado uno de los campos de internamiento de refugiados y realizamos nuestro pequeño homenaje que finalizó de nuevo con las notas del Himno de Riego interpretadas por nuestro compañero a la viola de roda. En el trayecto a Mostaganem realizamos algunas paradas en poblaciones donde habían residido algunos de los viajeros. Comimos en los locales de la Fundación Djanatu El Arif en Mostaganem y por la tarde visitamos el cementerio donde reposan muchos españoles. A continuación pudimos dar un pequeño paseo por esta hermosa ciudad antes de volver a Orán. La noche acabó con una reunión del grupo en la que nos fuimos presentando y explicando los motivos que nos habían impulsado a realizar este viaje, y Rómulo Castro nos interpretó alguna de sus canciones como L’art de les teues mans, canción-homenaje a sus abuelos maternos. Los actos del domingo 1 de junio se centraron en la inauguración de un monolito dedicado a la memoria de los republicanos españoles del Stanbrook. El monumento de mármol, realizado por alumnos de la escuela-taller Sidi El Houari, situado en el jardín Sidi M’Hamed, un agradable lugar frente al mar, tiene forma de pirámide truncada con una inscripción en castellano, catalán, árabe y francés en cada cara: «En memoria de los refugiados republicanos españoles, en reconocimiento al pueblo argelino por su acogida solidaria. Stanbrook 1939-2014». Se leyó una emotiva carta de nuestra compañera Helia González, pasajera del Stanbrook que llegó a Orán con cuatro años y que por motivos de salud no pudo asistir finalmente al viaje que con tanta ilusión había impulsado. La música de la viola de roda puso fin a los actos conmemorativos en Orán. Posteriormente realizamos un agradable recorrido a pie por el Paseo Marítimo, comimos en un excelente restaurant frente al mar donde degustamos especialidades gastronómicas argelinas, y tras un paseo por el barrio de Sidi El Houari, nos despedimos de nuestros amigos argelinos y regresamos al barco que nos llevaría de regreso a Alicante. ■ Laberintos, 16 (2014), pp. 484-486, ISSN: 1696-7410 486 Arriba: la expedición en Mostaganem; abajo: la Comissió Stanbrook ante el monolito inaugurado en Orán. Laberintos, 16 (2014), pp. XX-XX, ISSN: 1696-7410 VARIA 487 El reconocimiento internacional de la acción de Gilberto Bosques gérard malgat En este año 2014 del 75 aniversario de la Retirada que llevó hacia el exilio a más de medio millón de españoles, florecen en la prensa de España y de América Latina numerosos artículos para subrayar el papel decisivo de México en la ayuda y la protección hacia esos refugiados. Casi todos esos artículos señalan que entre los múltiples actores de esta solidaridad mexicana, sobresale la figura de Gilberto Bosques Saldívar (Chiautla de Tapia, 1892 - México, 1995). Sin entrar aquí en una descripción detallada del enorme trabajo de solidaridad que Gilberto Bosques realizó en Francia como cónsul general de México, primero en París (enero de 1939 a mayo de 1940) y luego en Marsella (julio de 1940 a noviembre de 1942), se debe recordar que Bosques ayudó y protegió a miles de republicanos españoles, antifascistas alemanes, austriacos, italianos, polacos, yugoslavos, judíos de la diáspora europea… quienes eran amenazados de internamiento y de deportación. Firmó decenas de miles de visados de emigración a México a favor de los refugiados que llegaban de todos los rincones de Europa y que tocaban a la puerta del consulado. Después de haber quedado desconocida durante muchos años –excepto de los propios exi- liados llegados a México gracias a él y de los círculos de historiadores e investigadores–, la acción humanitaria de Gilberto Bosques en Francia es objeto desde 2010 de numerosos homenajes, exposiciones y ediciones, tanto en México como en varios países de Europa: Alemania, Austria, España, Francia e Italia. Homenajes de México a un hijo de la Revolución cuya acción en Europa quedaba en la sombra En México, este reconocimiento empezó con las entrevistas a Gilberto Bosques realizadas por Graciela de Garay editadas en el libro Gilberto Bosques, el oficio del gran negociador primero en 1988 y luego en 2006 por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. Otro precursor, Alberto Enríquez Perea editó en 1990 una recopilación de documentos del archivo de la embajada de México en Francia con un estudio introductorio en el libro México y España: solidaridad y asilo político, 1936-1942 también editado por la Secretaría de Relaciones Exteriores. Luego en junio de 2007, el Museo Histórico Judío y del holocausto «Tuvie Maizel» de México presentó la exposición «Embajador Gilberto Bosques: un hombre de todos los tiempos» y en noviembre el Instituto de Investigaciones Bibliográficas y la Biblioteca Nacional de México presentaron otra titulada «Gilberto Bosques un hombre de la Revolución Mexicana». El documental de Lillian Liberman Visa al paraíso, presentado por primera vez en el marco de un homenaje organizado por La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (cdhdf) Laberintos, 16 (2014), pp. 487-491, ISSN: 1696-7410 488 los 17 y 18 de noviembre de 2010, ha contribuido a ampliar y propagar el eco dado a la figura y la acción de Gilberto Bosques. La película se ha visto en China, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Israel, Italia, Uruguay, Argentina, Nicaragua, Estados Unidos y Suiza entre otros países. En 2011 Visa al paraíso ganó tres premios: el del público en el festival de la Amistad Sudamericana en Marsella; el de Mejor Investigación de Pantalla de Cristal del Canal 22 en México; y Mejor Ópera Prima en el Festival internacional de cine documental de la ciudad de México. En el marco de los 50 años del Tratado del Eliseo de amistad entre Francia y Alemania, las embajadas de ambos países en México han creado en junio de 2013 el Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos Gilberto Bosques. Este Premio, que se otorgará cada año, quiere reconocer y estimular a aquellas personas, colectivos y organizaciones que en México hayan destacado en la difusión y defensa de los Derechos Humanos, la Paz, la Solidaridad y la Justicia, valores que simbolizó Gilberto Bosques. El 26 de septiembre de 2013 el primer premio ha sido otorgado a fray Tomás González, del Albergue para Migrantes «La 72», con sede en Tenosique, Tabasco, y a la organización Código Derechos Humanos, de Oaxaca, que brinda apoyo legal, psicológico y médico a víctimas y sobrevivientes de violaciones a garantías fundamentales. En julio de 2013 La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal ha inaugurado, en sus instalaciones, la exposición «Solidaridad en tiempos difíciles: No fui yo, fue México», que narra la vida y trayectoria de Gilberto Bosques. En este año 2014 del 75 aniversario del Exilio Laberintos, 16 (2014), pp. 487-491, ISSN: 1696-7410 Republicano Español en México se han organizado varios actos de homenajes. El 30 de enero los Legisladores mexicanos han inaugurado una exposición fotográfica titulada «Gilberto Bosques, un hombre de todos los tiempos» presentada en el vestíbulo del Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara Baja del Congreso mexicano. El 25 de marzo de 2014, en el patio central del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (inehrm), la Academia de Ciencias de México rindió un homenaje a Gilberto Bosques, con la presencia de personalidades del ámbito científico e intelectual, de exiliados españoles y judíos y sus descendientes, así como del gobierno federal, de la Academia Mexicana de Ciencias (amc) y de la Cátedra del Exilio Español de la unam. José Franco, presidente de la amc destacó la labor de este «humanista de dimensiones extraordinarias, un personaje universal, valiente, inteligente, generoso y sensible, así como ferviente y apasionado defensor de la democracia y la dignidad». En el homenaje se exhibió la exposición fotográfica titulada «Solidaridad en tiempos difíciles». Homenajes en varios países de Europa Numerosos homenajes y actos han tenido lugar también en varios países europeos. En Austria, el 4 de junio de 2003 el gobierno austriaco dio a una de sus avenidas, en el Distrito 22 de Viena, entonces llamado Donaustadt o Ciudad del Danubio, el nombre de «Paseo Gilberto Bosques», avenida que hace esquina con la calle Leonard Bernstein. En Alemania, en Berlín, del 2 de diciembre VARIA 489 2012 al 14 de abril de 2013 fue presentada la exposición Letzte Zuflucht Mexico, «Último refugio México, Gilberto Bosques y el exilio de los Alemanes y de los Austriacos después de 1939» montada por el Aktives Museum Faschismus und Widerstand en la Akademie der Künste. Esta exposición relata la acción de socorro de Gilberto Bosques, la vida de los exiliados alemanes y austriacos en México y la vuelta de parte de ellos a la Alemania destruida de la post-guerra. También en Berlín, el 9 de septiembre de 2013, Winfried Hansch presidente de la organización alemana Alexander von Humboldt, honró la memoria del cónsul mexicano Gilberto Bosques. En el discurso que pronunció al pie de ese monumento, Winfried Hansch mencionó los nombres de alemanes destacados que salvaron de esa manera su vida, entre ellos Alexander Abusch, Brigitte Alexander, Hanns Eisler, Franz Feuchtwanger, Charlotte y Walter Janka, Sofie y Hans Marum, Paul Merker, Ludwig Renn y Anna Seghers. Siguiendo la iniciativa de la ciudad de Viena, la sociedad Humboldt realiza un proyecto para que una calle de Berlín lleve el nombre del cónsul mexicano fallecido en 1995. En España, en Madrid el 8 de abril de 2014 se presentó en el Instituto de México la exposición «Solidaridad en tiempo difíciles… No fui yo, fue México», organizada por el Centro de Estudios de Migraciones y Exilios de la uned y el Ateneo Español de México A.C. Esta exposición reunía imágenes y documentos relativos a la labor realizada por Gilberto Bosques y los diplomáticos mexicanos en favor de los refugiados españoles en Francia durante los años 1939-1942, período marcado por la guerra y la ocupación alemana. Esta exposición, realizada por María Luisa Capella coordinadora de ceme-uned, recoge las fotografías de la vida cotidiana en los dos castillos que México alquiló por mediación de Bosques. Las imágenes de esta exposición son fotos tomadas por los habitantes de esos castillos, retratando su vida cotidiana allí, donde tuvieron desde servicios médicos hasta eventos culturales. La inauguración de esta exposición ha coincidido con la celebración los 8 y 9 de abril del coloquio «México y la segunda República Española: diplomacia, guerra civil y exilio», organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) con la Embajada de México en España. En Barcelona, el 2 junio de 2014 –fecha aniversario del nacimiento de Max Aub en París en 1903–, en el marco del seminario internacional Ethos humanitario y guerra: razones y pasiones, ideologías y creencias organizado por el Grupo de investigación «Cultura médica y científica: prácticas, espacios, objetos e intercambios» y con la participación del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universitat de Barcelona, una sesión ha sido dedicada a la acción de Gilberto Bosques en Marsella. Se presentó el documental Visa al paraíso así como el 3 de junio en Sabadell por la iniciativa de la asociación «Sabadell per la República». En Francia, en el Instituto Cervantes de París, el 27 de mayo de 2013, Gérard Malgat presentó Visa al paraíso así como su libro Gilberto Bosques, La diplomatie au service de la liberté, Paris-Marseille (1939-1942). También en París, en la casa Heinrich Heine de la Ciudad universitaria, del 18 de septiembre al 3 de octubre de 2013 se presentó la exposición «Letze Zuflut Mexiko, Laberintos, 16 (2014), pp. 487-491, ISSN: 1696-7410 490 Último refugio México. Gilberto Bosques y el exilio de los Alemanes y de los Austriacos después de 1939». A la inauguración de la exposición asistió el embajador de México en Francia, Agustín García-López y la directora del Instituto de México, agregada cultural de México en Francia, Sara Valdés. En Montauban, la asociación Presencia de Manuel Azaña, organizadora desde hace 8 años de las «Jornadas Manuel Azaña» ha dedicado las jornadas 2011 al tema de México y la República española. Varias comunicaciones han puesto de relieve la intensidad de los nexos entre ambos gobiernos y la importancia de la acción de Gilberto Bosques y demás diplomáticos mexicanos en la ayuda solidaria a los republicanos españoles exiliados. Se publicaron las actas de esas jornadas (ver la bibliografía). En Marsella, entre la multitud de acontecimientos programados en el año «Marseille-Provence 2013, capital europea de la cultura», un coloquio internacional «La cultura de la Europa antifascista en exilio en Marsella (1940-1942)», fue organizado del 8 al 12 de octubre. En el marco de este coloquio, el embajador de México en Francia, Agustín García-López, develó una placa en honor de Bosques en la sede del consulado de México en Marsella durante la Segunda Guerra mundial, en la que Bosques expidió 45.000 visados a republicanos españoles en su mayoría. La placa, ubicada en lo que hoy en día lleva el número siete de la Plaza Stalingrad –entonces se nombraba 15 cours Joseph Thierry–, destaca en francés que en ese lugar «Gilberto Bosques ayudó y salvó sin distinción de edad, de nacionalidad, de opinión religiosa o política a todos los Laberintos, 16 (2014), pp. 487-491, ISSN: 1696-7410 que huyeron de la represión nazi». Un párrafo en español reproduce una cita de Bosques en la que afirma: «Fue un privilegio encontrarme en esa situación que me permitió desenvolver una acción en la gran causa del hombre». El día 11 de octubre fue declarado día en honor al cónsul Gilberto Bosques y una asamblea de más de quinientas personas se reunió en la sede del archivo departamental, con motivo de un acto organizado por la asociación Promemo (Provence-MémoireMonde ouvrier), con la participación del Musée virtuel de la Résistance en Provence-Alpes-Côte d’Azur (murel), de la Asociación Provence Solidarité avec l’Amérique du Sud (aspas), de la Asociación des anciens combattants et résistants (anacr) de Marseille y con el apoyo del Office national des anciens combattants Victimes de guerre (onacvg, section des Bouches-du-Rhône). Laura Bosques, hija de Gilberto Bosques quien vivió todos los acontecimientos franceses con sus padres y Pedro Mock, nieto de Bosques, aportaron su testimonio. También participaron como testigos: Mélanie Berger-Volle, resistente austriaca encarcelada y evadida; Elvira Pajetta, hija de Giuliano Pajetta, resistente italiano en Francia, deportado, quien recibió un visado mexicano; descendientes de miembros del Grupo de Trabajadores extranjeros (gte) de los mineros españoles de Meyreuil. Dieron conferencias Robert Mencherini, profesor honorario de historia contemporánea de la Universidad de Aix-Marsella y Gérard Malgat, autor de Gilberto Bosques o la diplomacia al servicio de la libertad, ParísMarsella (1939-1942). Durante este coloquio se presentó la exposición «Des étrangers antifascistes, antinazis et républicains en Provence entre VARIA 491 exil, internement, répression et résistance, 19401944» dedicada a figuras que participaron en la resistencia, y se proyectó Visa al Paraiso. En la Maternidad de Elna, también conocida como Maternidad Suiza, institución fundada en 1939 por la enfermera Elisabeth Eidenbenz, que permitió el nacimiento de 400 niños cuyas madres, refugiadas de la guerra de España se encontraban internadas en campos de concentración, las asociaciones dame, les Amis d’Illibéris, Fils et Filles de Républicains Espagnols et Enfants de l’Exode (ffreee), Les Amitiés Internationales André Malraux y la ciudad de Elna, organizaron el 13 de octubre un homenaje a Gilberto Bosques con la presentación del libro de Gérard Malgat y la proyección del documental de Lillian Liberman. En Suiza, en la Embajada de México en Berna, con motivo del día de los Muertos, el 1° de noviembre se organizó un Altar de muertos en homenaje a Gilberto Bosques y Trudi Blom. Algunas páginas de las luchas por la Libertad a veces tardan mucho en surgir y en grabarse en la historia universal de los hombres. Sólo podemos regocijarnos de que la figura de Gilberto Bosques quede ahora mejor conocida: no es más que justicia. ■ Bibliografía Akademie der Künste y Aktives Museum Faschismus und Widerstand. (2012). Letzte Zuflucht Mexico, Gilberto Bosques und das deutschsprachige Exil nach 1939, Berlín. Archivo Histórico Diplomático Mexicano. (1990). México y España: solidaridad y asilo político 1936-1942, introducción y selección de Alberto Enríquez Perea, México, Secretaría de Relaciones Exteriores. De Garay, G. (2006). Gilberto Bosques, el oficio del gran negociador, México: Secretaría de Relaciones Exteriores. Malgat, G. (2013). Gilberto Bosques, la diplomatie au service de la liberté, Paris-Marseille (1939 1942), Marseille: L’atinoir. . (2013). Gilberto Bosques, La diplomacia al servicio de la libertad, París-Marsella (19391942), México: coeditado por Casa Refugio Citlaltépetl, Conaculta y Vanilia Planifolia. Documentos audiovisuales Liberman, L. (2010). Visa al paraíso, México: Producciones Niyta y foprocine-México. Villiers-le-Bâcle, el 30 de septiembre de 2014 Laberintos, 16 (2014), pp. 487-491, ISSN: 1696-7410 492 2014: La Nueve 70 años después évelyn mesquida Periodista y autora de La Nueve, Los republicanos españoles que liberaron París (Barcelona, Ediciones B, 2008), La Mémoire entre silence et oubli. Les soldats oubliés de la libération de Paris» (Québec, Presses de l’Université de Laval, 2006) y de Sorties de guerre des hommes de la Nueve (encolaboración con Guillaume Piketty. Rennes, Presses Universitaires de Rennes, 2008). Algunos se preguntan todavía qué es lo que esos españoles aportaron a la lucha francesa… Los españoles aportaron a todos los niveles. Primero, su experiencia de combate y su preparación militar y política. Todo lo que hacia de ellos luchadores diferentes de los demás, más politizados, más enérgicos y más combativos. Jorge Semprún, prólogo del libro La Nueve: Los españoles que liberaron París. En 1998 publiqué en España mi primer reportaje sobre «la Nueve». Hasta esa fecha había ignorado la historia de esa compañía y el papel jugado por los republicanos españoles en el combate francés de la Segunda Guerra Mundial. La fotografía de un grupo de soldados y las características que me explicaron de ella –fotografía hecha en Inglaterra, soldados vestidos con uniforme americano, todos componentes de una compañía militar francesa y casi todos españo- Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 les…– me sorprendieron y me incitaron a buscar algún superviviente que pudiera contarme su historia y la historia de esa compañía que además, me decían, era la primera que entró en París el 24 de agosto de 1944 y que, simbólicamente, fue la liberadora de la capital francesa. Encontré algunos supervivientes, esparcidos por diversas regiones de Francia. Me contaron su historia y la contrasté en los archivos y en los libros escritos por Antonio Vilanova y Eduardo Pons Prades que sólo descubrí entonces. En Francia encontré el libro escrito por Raymond Dronne, capitán de «la Nueve». Había publicado el libro muchos años después de la guerra, en 1970, pero gracias a él «la Nueve», gran olvidada de la Historia, volvió a existir en un círculo reducido de lectores. En la historia francesa no existían esos españoles. En los diversos archivos, tampoco. Inexistentes en la memoria francesa… Lo comprobé haciendo una encuesta entre un centenar de franceses de edades y profesiones diferentes. Incluso varios profesores de historia e historiadores de la Segunda Guerra Mundial, ignoraban la presencia española… Algunos lo justificaron diciendo que en Francia habían combatido muchas nacionalidades. Más de treinta nacionalidades. Sí… pero todas juntas no llegan a la mitad, ni a una tercera parte, de la contribución española. Y si todos merecen el mismo respeto, no se puede olvidar que por el momento histórico la enorme participación española llegada en pocos meses y además con la experiencia de más de treinta meses de combate contra cuatro ejércitos, (Franco, Hitler, Mussolini, Salazar), resultó especialmente útil para el VARIA 493 ejército francés…El combate en Francia de los exiliados españoles comenzó en septiembre de 1939. Después de hacer conocido y entrevistado a los diversos supervivientes de «la Nueve» que pude encontrar, todos hombres de tres guerras (España, Túnez, Francia), de haber escuchado el drama de sus vidas y su extraordinario combate, de su injusto olvido, decidí escribir el libro. Larga investigación. Entrevistas, documentos, fotografías… La historia de «la Nueve» fue tomando forma en el contexto de muchos otros combates: Bosques de Inor, Narvik, Bir Hakeim, el Alamein, Túnez, Montecassino… En todas las batallas donde lucharon los franceses, aparecía la presencia española. En el 2003, con el apoyo del Mémorial Leclerc, se entregó un dossier con todas las pruebas de la participación española a la Alcaldía de París. Anne Hidalgo acababa de llegar como adjunta al alcalde. Ella abrió, oficialmente las puertas de la memoria. En junio del 2004, en un coloquio organizado en la Alcaldía y titulado Aspects oubliés de la Libération de Paris, se habló por primera vez en público del papel jugado por los republicanos españoles. Un soldado de «la Nueve», Luis Royo, estaba presente. Recibió un gran aplauso del público. Curiosamente, aunque la avanzadilla de las tropas de Leclerc, «la Nueve», entra en París al atardecer del 24 de agosto de 1944 y que cuando las agencias de prensa dan la noticia el acontecimiento fue celebrado con bailes y canciones en diversas capitales del mundo (Sydney, Nueva York, Buenos Aires, México…), que la pobla- ción parisina acogió con un extraordinario entusiasmo a las tropas liberadoras y que todas las campanas de París repicaron la victoria. Desde 1945 París sólo ha celebrado cada año las fechas del 25 y 26 de agosto como fechas liberadoras. Salvo el 24 de agosto del 2004, ese día, sesenta años después de la Libération de París, el alcalde de la capital, Bertrand Delanoe, rindió homenaje público a «la Nueve», al lado de Javier Rojo, Presidente del Senado Español, evocando la fecha liberadora e inaugurando la primera de las 11 placas que, desde la Puerta de Italia hasta la alcaldía, trazan hoy el recorrido que hizo la columna del capitán Dronne aquel 24 de agosto. Y, por primera vez, fue destacada también la figura del teniente Amado Granell, adjunto de Dronne y héroe extraordinario de la Liberación. Este reconocimiento oficial de la municipalidad no impidió que a partir del año siguiente, volviera a celebrarse cada año sólo las dos fechas determinadas para la historia, el 25 y el 26 de agosto, y fuera olvidada todavía la del 24 de agosto. Desde entonces, sólo algún diccionario se ha atrevido a reconocer a «la Nueve» como la primera unidad llegada a la capital francesa ese 24 de agosto de 1944… La proximidad de la fecha simbólica de los 70 años, y la convicción de que la Francia oficial olvidaría una vez más la presencia republicana española en las festividades conmemorativas, decidió a algunos hijos de republicanos a reunirse y crear la asociación «24 de agosto 1944», con el fin de subrayar la fecha y de organizar una Marcha que recordara la entrada en París de los combatientes españoles, a través de grandes fotografías de ellos. Y con ellos, recorrer el mismo Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 494 camino que hicieron en aquella ocasión… La Marcha la deseábamos alegre y festiva, con música, flores y canciones… Con el deseo de que el motivo por el que lucharon aquellos hombres estuviera muy presente, decidimos celebrar también unos días de información y cultura, alrededor de «la Nueve» y del combate republicano. Con este motivo, el 22 de agosto, en la Bolsa de Trabajo de París, con el título de Révolution, guerre et éxil des républicains espagnols se organizaron diversos actos, exposición de cuadros, venta de libros y debates. Los debates, en los que participaron numerosos asistentes, trataron temas como «La revolución social española», «El exilio de los republicanos españoles y la lucha contra el olvido» y «Los combatientes españoles en la Resistencia francesa y en la liberación de París». El 23 de agosto, el autor y director de teatro francés Armand Gatti, en su centro cultural «La Parole errante», realizó una escenificación de una parte del capítulo «Paisaje de Hombres en Guerra», las entrevistas con varios combatientes de «la Nueve», publicadas en el libro con el mismo título, retrazando la extraordinaria epopeya de estos hombres, llegados desde sus pueblos de España, a través de numerosos combates, hasta el mismo Nido de Águilas de Hitler. Varios hijos de republicanos españoles interpretaron el papel de sus mayores. La emoción estuvo latente en todo momento. Durante la preparación de la Marcha, se establecieron numerosos contactos con diversos representantes del gobierno francés, del Elíseo al Senado, Ministerio de la Defensa, alcaldías y Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 otras instituciones, que, en un principio, tibios o reacios, fueron cediendo a las pruebas aportadas y a la insistencia, y terminaron apoyando la iniciativa de la Asociación de forma contundente, asegurando el recibimiento de la Marcha a su punto de llegada, tras la travesía de la capital francesa. Día de lujo el 24: sol espléndido en París tras una semana de lluvia. Fuerte afluencia desde los primeros momentos de la cita. Más de veinte asociaciones memoriales españolas llegadas de Canarias, Almería, Alicante, Valencia, Santander, Zaragoza, Madrid o Barcelona, levantaron sus banderas para reivindicar la memoria de los españoles, setenta años después. Otras tantas asociaciones llegadas de diversas regiones de Francia, fraternizaron también con sus pancartas y banderas. Aparecieron grandes retratos de los soldados… Por primera vez, el alcalde del distrito 13, donde se encuentra la Porte d’Italie, reivindicó en su discurso la presencia española en aquella fecha. Rafael Gómez, el almeriense que llegó con el Guernica, estuvo presente como último representante de los soldados de «la Nueve». Sus 93 años apenas se notaron. La marcha se inició poco después: centenares de personas, cerca de dos mil, atravesaron París con música y canciones… El Grand Orient de Francia, institución masónica que había ayudado a los republicanos españoles en 1939, tras la Retirada, se unió a la Marcha y el Gran Maestro de la institución, junto a numerosos miembros, recorrió también el camino de «la Nueve». Un recorrido que duró tres horas. La llegada de la Marcha fue recibida por numerosos representantes de instituciones oficia- VARIA 495 les, acompañados por la hija del capitán Dronne y por Rafael Gómez y presidida por Anne Hidalgo y el ministro de la Memoria y Antiguos combatiente, Kader Arif. Por primera vez, en sus discursos, tanto la Alcaldesa Anne Hidalgo como el Ministro Kader Arif, reconocieron abiertamente la participación de los españoles en los combates de la Segunda Guerra Mundial. Por primera vez, las familias y amigos de aquellos republicanos, les oyeron decir «gracias» en nombre de la República francesa. Ante los centenares y centenares de españoles y franceses reunidos ante una de las placas dedicadas a «la columna Dronne», a orillas del Sena, Anne Hidalgo pronunció su primer discurso oficial dedicado a «la Nueve»: …Llegasteis rápidos desde la Puerta de Italia hasta la plaza de la alcaldía. Los parisinos pensaban que eran los americanos y en la plaza del Ayuntamiento oyeron hablar español. Fue un gran momento, una gran fiesta. Vosotros abristeis la ruta. Los americanos llegaron al día siguiente… …Y cuando entrasteis en París, cuando llegasteis hasta la alcaldía y sonaron las campanas por toda la capital, no sólo repicaron en París, sonaron en el mundo entero porque liberar París, de alguna forma, era conseguir ya una gran victoria contra el fascismo, contra el nazismo… …Evocando a todos los combatientes de «la Nueve» querría decirles: ¡Viva los combatientes de «la Nueve»!… Gracias por habernos permitido vivir de pie, mirar de frente… El ministro Kader Arif, pronunció también el primer discurso de reconocimiento por parte del gobierno francés: El 24 de agosto de 1944, hace justo 70 años, sonaron las campanas de Notre Dame anunciando la llegada a la capital de los primero Franceses Libres: Esos Franceses Libres eran españoles. …Se llamaban Martín Bernal, Fábregas, Montoya o Moreno. Todos encarnaban una España libre y bella. Uno de ellos, Amado Granell, fue el primer oficial de la Segunda División Blindada que entró en el Ayuntamiento parisino. Detrás de él, llegaban las tanquetas que se llamaban Guadalajara, Madrid o Guernica. Pisando el suelo parisino, fue la huella de todo un país, España, que estos hombres inscribieron para siempre en nuestra tierra… …Cualquiera que amenace los valores de la República debe poder encontrar frente a él a la República y a sus defensores. Los combatientes españoles en nuestro país, son el mas bello ejemplo. Al dia siguiente, el 25 de agosto, en la conmemoración oficial de la alcaldía, el Presidente de la República francesa, François Hollande, en su discurso oficial, rindió homenaje también a los combatientes de «la Nueve». Como colofón, Anne Hidalgo anunció que la alcaldía va a dedicar próximamente a los combatientes españoles un espacio público, situado cerca del Ayuntamiento. Ese espacio, plaza o jardín, se llamará «La Nueve». En ese lugar se podrá celebrar cada año, el 24 de agosto, el homenaje a los «liberadores» de París. En el que momento en que concluyo este artículo me llega la noticia de que la Alcaldía acaba de aprobar, por unanimidad, el proyecto de llamar a una pequeña plaza, situada al lado del Ayuntamiento de París, plaza de La Nueve, aunque por el momento aún no se sepa en qué fecha va a ser inaugurada. ■ Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 496 Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 VARIA 497 Laberintos, 16 (2014), pp. 492-497, ISSN: 1696-7410 498 Sobre el libro de Manuel García, Memorias de posguerra. Diálogos con la cultura del exilio (19391975) elena poniatowska Los libros que se refieren a la guerra de España conmueven hasta la médula y esto me sucede con el libro de Manuel García Memo- rias de posguerra. Diálogos con la cultura del exilio (1939- 1975), publicado por la Universitat de València en España. No es la primera vez que Manuel García habla con particular excelencia del exilio. Ya lo había hecho como autor y editor con el libro Exiliados. La emigración cultural valenciana. Siglos xvi–xx. Este libro consta de entrevistas con personajes que tuvieron que salir de España para poder seguir viviendo, hombres, mujeres y niños perseguidos por la guerra civil, varios de ellos para mí entrañables: Max Aub, Federico Álvarez, los hermanos Mayo, Adolfo Sánchez Vázquez, Concha Méndez, avecindada en Coyoacán, y el politólogo Rafael Segovia, que se casó con mi compañera del Liceo Franco Mexicano, Polo Forcella. El libro de Manuel García incluye además a mexicanos de la talla de Octavio Paz y José Luis Martínez y a seres mágicos y creativos como los dos fotógrafos, Kati Horna y Walter Reuter. Concha Méndez era un sol de más en el jardín asoleado de Coyoacán, Laberintos, 16 (2014), pp. 498-501, ISSN: 1696-7410 madre de Paloma Altolaguirre. Ese jardín también albergaba a Luis Cernuda, quien vivía con lentitud su exilio mexicano: «Amargos son los días / de la vida viviendo / sólo una larga espera / a fuerza de recuerdos». Mientras le enseñó a leer a Paloma Altolaguirre, madre de un escritor cuya muerte todos lamentamos porque era un muchacho espléndido: Manuel Ulacia, poeta y autor de un libro sobre Octavio Paz, con quien pasó muchos fines de año, muchos de los 31 de diciembre de su joven vida. Paloma, hija de Concha Méndez y Manolo Altolaguirre, es quien más cercanía tuvo con Luis Cernuda y nos cuenta cómo iba casi a diario al cine y asistía puntualmente a su aula en la Universidad Nacional Autónoma de México. Era un hombre guapo y pulcro, leía mucho, oía música clásica y veía a muy poca gente. Gracias a las preguntas de Manuel García a Luis Alcoriza, director de cine, me entero de que tanto Buñuel como Luis Alcoriza se propusieron filmar la novela Bajo el volcán de Malcolm Lowry y se dieron cuenta de que era inadaptable porque en el cine lo que cuenta es la imagen y la emoción visual y, aunque años más tarde Richard Burton habría de interpretar al Cónsul, la película no logró reflejar la vida interior de ese gran bebedor que pasó su vida en una cantina mexicana y reflexionó durante horas en el significado filosófico de un letrero plantado en el pasto del jardín principal de Cuernavaca que decía: «¿Le gusta este jardín que es suyo? ¡Evite que sus hijos lo destruyan!». Malcom Lowry, que nunca se protegió a sí mismo, pensó que este mensaje enviado desde el más allá le estaba destinado y sin embargo lo desoyó. VARIA 499 El gran actor Augusto Benedico recuerda a Ofelia Guilmáin y asegura que los años cuarenta son los años del Cine Nacional Mexicano. Como soy devota no sólo del cine de Luis Buñuel sino de su persona, atesoro una anécdota a propósito de un oso que vive con una familia, simplemente porque a don Luis se le antojó meterlo a la casa y, sobre todo, la de unas hojas de árbol que de pronto caen sobre la cabeza de unas mujeres. Nadie entiende qué diablos hacen las hojas de árbol dentro de los sanitarios, como suelen llamarlos ahora en México, y por qué van a dar sobre el cabello de las mujeres, y nadie se pregunta si vienen o no a cuento, es simplemente una fantasía buñuelesca que el mismo Buñuel explica: «En España hay una ciudad que se llama Cuenca, que está sobre un acantilado. El servicio da al precipicio. Y como está muy alto se ven volar las águilas, hay mucho viento, y el viento trae muchas hojas y a las mujeres se les llena la cabeza de hojas». En este momento en que acabamos de celebrar el centenario de Octavio Paz, el historial latinoamericano de Juan Gil Albert se vuelve muy importante porque fue secretario de redacción de la revista Taller, que Octavio Paz siempre consideró esencial dentro de la historia de la literatura hispana. La respuesta de Juan Gil Albert es particularmente emotiva porque habla de Elena Garro y de su hija, Elena Paz Garro, que murió un día antes del gran festejo en Bellas Artes del centenario de Octavio Paz, el domingo 30 de marzo. Juan Gil Albert le confía a Manuel García que no ha olvidado nunca a Elena Garro y que la separación de ambos, Octavio y Elena, le dolió mucho. Cuando Elena estuvo en España con su hija también Elena, a Juan Gil Albert le extrañó mucho que no lo buscara porque tenía una buena amistad. También Gil Albert responde humilde y extrañado a la pregunta de Manuel García acerca de su candidatura al Premio Príncipe de Asturias: «Se lo dieron a Rosa Chacel. Nosotros nos conocíamos de antes de la guerra. Luego la vi durante mi exilio cuando viajé a Río de Janeiro». También le pregunta Manuel García a Gil Albert: «Usted es ahora presidente del Consejo Valenciano de Cultura, un organismo en el que no hay ninguna mujer. ¿Qué le parece?», y con toda humildad el entrevistado responde: «Me dice usted una cosa que no me había planteado. Es el primer comentario que recibo al respecto. Claro que si usted lo dice deberíamos reflexionar sobre el tema. Me quedo impresionado por lo que dice». Debo afirmar aquí que tengo una enorme devoción por los republicanos y siempre atesoré su amistad, la de Monseñor José María Gallegos Rocafull, que comía cada quince días en casa de mis padres y esperábamos con ilusión; la de Juan Rejano, que parecía un toro de Miura; la de León Felipe en su casa de Miguel N. Schultz, que llamaba a su mujer: «Bertuca, Bertuca, ven a ver a una polaquita»; la de José Gaos y Eduardo Nicol, a cuyas conferencias mi madre acudía desde que leyó su libro Psicología de las situaciones vitales; la de Angelita, mujer de Miguel Prieto, gran amigo del astrónomo Guillermo Haro, quien formaba el suplemento cultural del periódico Novedades. Aunque nunca conocimos al filósofo Joaquín Xirau, padre de Ramón, fuimos durante años amigos de Ramón y Ana María, y su hijo Joaquín, menor que mi hermano Jan, muerto a Laberintos, 16 (2014), pp. 498-501, ISSN: 1696-7410 500 los 21 años, solía jugar con él bajo el gran sabino de la casa de La Morena número 426. Lo llamábamos Tin. Todos los años, el día de Reyes, el 6 de enero, Raoul y Carito Fournier ofrecían una rosca de reyes en su casa de San Jerónimo y allí pude conocer a Nicolau d’Olwer, quien declaró que Sahagún en su Historia general de las cosas de la Nueva España, es el primero en darnos una posible clave para la comprensión total, íntima del mundo, la cultura y la religión aztecas. Más tarde todas las escritoras habríamos de apasionarnos por Joaquín Díez Canedo, su pipa y sus ediciones maravillosas, su paciencia a toda prueba para editar la monumental Terra Nostra de Carlos Fuentes (Monsiváis decía que era necesario obtener una beca Guggenheim para poder leerla) y Palinuro de México de Fernando del Paso. La China Mendoza gritaba a todo pulmón desde la entrada de la editorial Joaquín Mortiz: «Joaquín te amo, Joaquín voy a matarme si no me correspondes», y Joaquín, acostumbrado a las cumbres borrascosas de la que son capaces las mujeres enamoradas, ni siquiera sacaba su pipa de su boca. De todos, la amistad más profunda que hice fue con el retraído y expectante Vicente Rojo, de mi misma edad, con quien comparto algo intangible que ambos llevamos dentro y tiene que ver con el silencio. Como pude entrevistar a Félix Candela, que aguantó mis preguntas de primeriza, me fascinó leer lo que otro arquitecto, Enrique Segarra – quien construyó la mitad del puerto de Veracruz según Ruiz Funes–, admiraba al extraordinario Félix Candela, el creador de las cubiertas aladas, Laberintos, 16 (2014), pp. 498-501, ISSN: 1696-7410 quien trabajó para el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez durante las Olimpiadas de México de 1968. Candela hizo el Palacio de Deportes de la Ciudad Universitaria y, como paso por ahí con frecuencia, recuerdo a Candela también con frecuencia. Siempre que veo techos tirados como pañuelos o cofias de religiosas de San Vicente encima de construcciones, creo que las dejaron caer desde un avión Félix Candela, inventor de las bóvedas de cascarón de cinco centímetros, como todavía puede verse cual ala de paloma encima del restaurante de Xochimilco. Así como la película Subida al cielo, el gran exilio español en México nos subió a nosotros al cielo, al de la inteligencia, al de la nobleza y en cierto modo al del heroísmo, porque nos enseñó que hay causas por las cuales vale la pena jugarnos la vida. Todos nos lanzamos de cabeza dentro del corazón republicano porque era noble, era cálido, era generoso y hasta tenía sentido del humor. Todas las mañanas, los que llamábamos «los refugiados» amanecían a su nueva vida con una entereza que ya quisiéramos para un día de fiesta. Luis de Llano Palmer empezó a ganarse la vida en la xeq. Nadie le tuvo miedo al trabajo, y todos los periodistas recordamos a los hermanos Mayo, a Faustino, a Julio, a Cándido, que hoy podrían equipararse a Goya con todos sus retratos de la realidad, así como Goya podría ser «el primer reportero del siglo xx», como le dijo Julio a Manuel García. Por último quisiera recordar a una mujer que no aparece en el libro de Manuel García y llevaba el nombre de Encarnita Fuyola. Vivía muy pobremente en la calle de López, arriba de la tienda de platos, cazuelas, vajillas, sartenes, va- VARIA 501 sos y jarrones llamada «El ánfora». Era vieja y gorda. Nunca la vi sin su delantal y cada vez que la visité la encontré en su silla de ruedas. Tuvo un hijo con un mexicano; no la cuidaban ni el padre ni el hijo. Me contó que había sido enfermera del Hospital Obrero, que dirigía el doctor Juan Planelles durante la guerra, y trabajó junto a Tina Modotti. «Yo no era importante, ni siquiera enfermera, era una afanadora, sacaba las bacinicas». Escucharla fue un bálsamo y una lección de vida, y una tarde, después de una copita de jerez que compré en una tienda de abarrotes y bebimos contentas, me confesó que ella era la guerrillera que había ayudado a volar un puente y aparecía en el libro de Hemingway de Por quién doblan las campanas. A su entierro no acudió nadie, ni siquiera su hijo. Sólo me queda agradecerle al magnífico escritor que es Manuel García su magnífico libro, y decirle que la lucha heroica de los republicanos fue una lucha libertaria que él supo consignar al entrevistar a algunos de los que vivieron su exilio entre nosotros para honra y riqueza de la cultura mexicana. ■ Laberintos, 16 (2014), pp. 498-501, ISSN: 1696-7410 502 La re-vuelta de José Bergamín. Crónica del estreno en el Teatro María Guerrero de Madrid de La sangre de Antígona mª teresa santa maría fernández gexel-uab/unir Del 11 al 14 de septiembre se representó en el Teatro María Guerrero de Madrid La sangre de Antígona de José Bergamín dentro del ciclo «Una mirada al mundo». La puesta en escena ha corrido a cargo de la Compañía Nacional de Teatro de México, bajo la dirección de Ignacio García. También la escenografía, el vestuario, la música y los decorados provienen del montaje que se realizó en noviembre de 2013 en México, dentro del Festival de Guanajuato. Curiosamente, en México se siente al dramaturgo exiliado como propio pues no en vano fue una de las propuestas de Bergamín y de Álvaro Custodio –y que luego continuaría Enrique Ruelas– la que hará ahora sesenta y un años inundó de entremeses cervantinos las plazas y calles de esa localidad mexicana. Mientras, en España se sigue considerando al escritor de la Constelación de la República como un extraño y así ha vuelto otra vez a su país de origen: como un extranjero cuya obra se inser- Laberintos, 16 (2014), pp. 502-504, ISSN: 1696-7410 ta dentro de un ciclo que trae la escena lo mejor de otros teatros internacionales como pueden ser los de Rusia, Grecia, Alemania y Canadá. También laten sus palabras con acentos llenos de musicalidad procedente del otro lado del océano en esta propuesta. Y así pudimos escuchar a unas magníficas Érika de la Llave como Antígona y a Ana Isabel Esqueira como Ismene. Esa presencia femenina, que es una constante en casi toda la obra dramática de Bergamín en el exilio, se completa con el Coro de mujeres que interpretaron Rocío Leal, Teresa Rábago, Tony Marcín, Laura Padilla y Abril Mayett al estilo de la primigenia tragedia clásica. También una mujer encarna el papel de Tiresias en la versión que dirige Ignacio García. Se trata de Rosenda Monteros, quien tuvo como uno de sus maestros a Álvaro Custodio e intervino en Nazarín de Buñuel. Como se puede comprobar, la huella de los exiliados se mantiene después de tantos años en el país de acogida de tantos hijos pródigos. Junto a todas ellas quedan como meras sombras los intérpretes y sus respectivos personajes masculinos: Creonte, Arturo Beristáin; Sombra de Polinice y Soldado i, Álvaro Zúñiga; y Sombra de Eteocles, Soldado ii y Hemón, Israel Islas. Los tres, ya por su interpretación, ya por la poca relevancia que les otorga Bergamín en la pieza, aparecen como verdaderos fantasmas a lo largo de esta pieza. Todo el decorado y el vestuario alternan la tradición clásica de la tragedia griega, de las túnicas y espacios evocadores de sus teatros, con las imágenes de destrucción y las guerreras y sombreros que nos sitúan en la reciente guerra VARIA 503 civil española o en cualquiera de las confrontaciones contemporáneas. Y Bergamín, como Sófocles, no hace otra cosa que dar vueltas alrededor de Antígona para intentar encontrar un sentido a su destierro, al sacrificio de su renuncia a la maternidad y, por supuesto, a su muerte. Y todo ese escenario sobrio, ese movimiento actoral mínimo, esos vestidos evocadores y esa casi nula acción de la obra, no hacen más que resaltar el sabor o saber que contienen las palabras en opinión del escritor exiliado. Nada más empezar la obra, el Coro nos advierte que «Las desdichas son una afrenta para quien las mira. / Y son las que vemos cuando tornamos del destierro / Ni aun matando pudieron encontrar su patria». Así que se confirma que el teatro es para ser visto y oído, algo difícil de conseguir en una sociedad acostumbrada a mirar, a esperar ser sorprendida por mil y una tramas simultáneas, a recrearse solo en la acción. El teatro es cosa de ver y de sentir, parece decirnos y demostrarnos Bergamín, quien jalona su Antígona con varios sonetos que detienen aún más el momento, la magia de ese instante único y ritual que contiene toda propuesta dramática. Y a nuestros oídos llega también la música. No la creada por Salvador Bacarisse, mano a mano con el escritor, con la idea de concebir una ópera al gusto de Rossellini y para lucimiento de Ingrid Bergman. Sino la compuesta por el propio Ignacio García para la obra. Música que evoca una España que se mueve entre los pasodobles toreros, las marchas de bandas procesionales y las canciones llenas de conceptos paradójicos de las melodías infantiles. De la cuna a la sepultura solo hay un paso parece decirnos, aunque su mensaje pueda perderse en el camino, al fijarnos, una vez más, solo en la forma y no en el fondo de lo que esa música evoca. Además, nos queda todavía la ilusión de poder contemplar y escuchar algún día cómo sonaría y se podría representar la labor hecha a dúo por ambos artistas exiliados en el París de los años cincuenta. Dos cosas, sin embargo, chirrían en esta propuesta escénica. La primera es la relevancia que se le da al personaje del Niño, mero deseo no nacido en el original, y que aquí se convierte en una continuación del tirano Creonte y en imagen del triunfo de la sangre destructora sobre la sangre fecundante. La segunda es la sensación de que se ha presentado y representado en nuestro país de una forma algo escamoteada, por poner una palabra muy del gusto bergaminiano. En oposición al enorme eco y resonancia que el estreno de La sangre de Antígona, en noviembre de 2013, recibió en México, apenas dos o tres críticas en periódicos peninsulares se han hecho cargo de darnos su visión de esa «re-vuelta» de Bergamín a los escenarios de su patria. «El resto es silencio», como diría su Hamlet, emulando, a su vez, al shakesperiano. Y no porque se haya representado muchísimo o sea archiconocida esta obra. Todo lo contrario. Salvo su representación en Mendoza (Argentina), bajo el título de Antígonas y la dirección de Guillermo Heras, en Verona o en Valencia, siempre a cargo de compañías no profesionales, no constan otros montajes de la obra. Tampoco porque el dramaturgo no sea conocido. ¿O lo es y conviene resaltar de su figura tópicos que se repiten una y otra vez para seguir ninguneánLaberintos, 16 (2014), pp. 502-504, ISSN: 1696-7410 504 dole? No obstante, en esta ocasión, el hecho resulta aún más triste puesto que el año anterior su país de acogida nos había recordado con esa misma obra, ese mismo director y esos mismos actores que se puede ser profeta en su patria. Perdón, en su «España peregrina». Así que puede ser que sea vigente esa tragedia en tres actos que escribió Bergamín hace ya tiempo. Que resulta totalmente cierto que «Ni aun matando pudieron encontrar su patria». Ni aun silenciándolo, programándole en un mal momento, realizando una mala difusión en los medios, trayéndolo dentro de un ciclo que nos lo devuelve como ajeno, consiguieron que Antígona no luchara para «des-desterrarlo», para enterrar en su verdadera patria las palabras que una y otra vez resuenan en nuestros oídos y que son aplicables a cualquier guerra, conflicto armado o situación de injusticia social: «¿Por qué muere Antígona? ¿Por quién muere? ¿Para qué muere?». ■ Laberintos, 16 (2014), pp. 502-504, ISSN: 1696-7410