IMPLICACIONES ELECTORALES DE LA REDUCCIÓN DE LA EDAD PARA VOTAR EN LA CIUDAD DE MÉXICO Museo de la Cuidad de México, 22 de julio de 2016 Buenos días a todas y a todos, En primer lugar, quiero agradecer la invitación del Instituto Electoral del Distrito Federal, del Instituto de la Juventud de la Ciudad de México, de la Organización Fuerza Ciudadana, por la invitación para participar el este evento que sin duda, resulta de la mayor trascendencia para comenzar con la discusión y aportaciones sobre todos los temas que estarán a discusión, a partir del mes de septiembre en la Asamblea Constituyente, la que tiene a su cargo la recepción, dictaminación y, en su caso, aprobación del proyecto de Constitución para la Ciudad de México que le remita el Jefe de Gobierno de esta Ciudad. La primera Constitución de la Ciudad de México es sin duda uno logro de los que las y los habitantes de esta ciudad debemos sentirnos orgullosos, pero que también implica numerosas obligaciones. Muchos serán los temas que habrán de debatirse y la reducción de la edad para votar es uno de los más importantes. El tema de la mesa se circunscribe a analizar las consecuencias electorales de la edad para votar, sin embargo, comenzaré por comentar las diversas implicaciones jurídicas de este tema para concluir precisamente en el impacto electoral de esta reducción. Votar es un derecho humano. Como cualquier derecho humano no es absoluto y está sujeto a límites. En el caso de este derecho político, el 1 derecho de votar se encuentra restringido, en nuestros días, a alcanzar la edad establecida en la ley. En otras épocas, las limitaciones han sido diversas. Por ejemplo, en la polis griega los ciudadanos participaban directa y activamente en los asuntos públicos, pero la categoría de ciudadanos se otorgaba únicamente a hombres libres. Ni esclavos ni mujeres tenían derecho a intervenir en los asuntos del pueblo por el simple hecho que no eran pueblo. La presencia de esclavos, así como la exclusión de la mujer, nos habla inmediatamente de la inexistencia de libertad e igualdad, conceptos que son valores de la democracia moderna y quedaron asentados en la Carta Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Al respecto Norberto Bobbio afirma “No es casualidad que en los cimientos de las democracias modernas se encuentren las declaraciones de los derechos del hombre y del ciudadano, que no fueron conocidas por la democracia de los antiguos. La democracia moderna reposa sobre una concepción individualista de la sociedad”1. Tal concepción individualista de la sociedad se asienta y se expresa a través de los derechos políticos; a partir del derecho que establece el sufragio universal. Es decir, desde el momento en que se reconoce la igualdad política entre hombres y mujeres, al margen de diferencias religiosas, económicas y sociales. BOBBIO, Norberto. “La democrazia dei moderni paragonata a quella degli antichi (e a quella dei posteri)”, en Teoría Política, num. 3, 1987, p. 11. Citado por José F. Fernández Santillán en La democracia como forma de gobierno, Cuadernos de Divulgación de la Cultura Democrática, Instituto Federal Electoral, México 1997, p.41. 1 2 Evolución histórica del derecho al voto en México A partir de la Constitución de 1917 podemos observar una evolución en la figura del sufragio que ha permitido ampliar su campo de acción tanto en sus características como en su ejercicio. El artículo 5 se refirió expresamente al concepto de "derechos políticos", figura que a la larga será la depositaria de las prerrogativas ciudadanas que permitirán al elector la participación activa, que en términos generales significa el derecho al voto, así como la pasiva, que representa el derecho a ser votado. La evolución normativa en México respecto del voto, ha implicado la ampliación de este derecho sin que se encuentre restringido por características de tipo físico, sexual, racial, social y económico. Tal evolución la podemos observar desde las siguientes reformas legales: 1. El 2 de julio de 1918 se presentó la "Ley para elecciones de Poderes Federales", en la que encontramos las siguientes características: - Se garantizó el secreto del sufragio y se incorporaron los principios revolucionarios de "no reelección, sufragio efectivo, elección directa y libertad de participación política con la universalidad del sufragio"2. - Asimismo, se asentó que, como derecho, lo podían ejercer todos los ciudadanos. Sin embargo, únicamente se consideraba como tales a varones mayores de 21 años de edad si eran solteros, o 18 2 SANCHEZ BRINGAS, Enrique. “Instituciones Electorales:182 –1918” en La renovación política y el Sistema Electoral Mexicano, Porrúa, S.A., México, 1985, p. 83. 3 años si eran casados, en pleno ejercicio de sus derechos políticos e inscritos en los registros de la municipalidad. 2. Hasta 1953, había existido una interpretación restrictiva del concepto de ciudadano al que se refería el artículo 34 constitucional: se entendía como tal únicamente a los varones, quedando las excluidas las mujeres. Por decreto del congreso publicado el 17 de octubre de 1953, se otorgó la ciudadanía a las mujeres mayores de edad, y por consecuencia el ejercicio del sufragio tanto activo como pasivo, en igualdad de condiciones que el varón. En una primera instancia, este derecho era únicamente ejercido por las mujeres, en el nivel municipal, en virtud de una reforma al artículo 115, en el año de 1947. En el año de 1954 fue reformada la Ley Electoral Federal de 1951, para incorporar el derecho al sufragio activo y pasivo de la mujer. Ahora bien, con respecto a la edad para adquirir la ciudadanía, y con ella los derechos políticos, el 22 de diciembre de 1969, se publicó en el Diario Oficial de la Federación una enmienda constitucional al artículo 34, fracción I, por el que se otorga la ciudadanía a los jóvenes de 18 años, reconociendo este derecho político del sufragio activo a quienes representaban una mayoría del total de la población. De esa forma se aumentó sustancialmente la base ciudadana y el electorado potencial. Finalmente, el 5 de enero de 1973 se expidió una nueva Ley Federal Electoral, en la que por primera vez se enunciaron expresamente y en conjunto las características del sufragio: "El voto es universal, directo y 4 secreto para todos los cargos de elección popular. Constituye un derecho y una obligación del ciudadano". El breve recorrido histórico que hemos hecho de las reformas constitucionales y legales respecto del derecho al sufragio durante los siglos XIX y XX, sin duda nos lleva a la conclusión de que se han dado avances significativos encaminados a la consolidación de un sistema democrático, en el que, a través de comicios apegados a derecho, los ciudadanos eligen de manera libre y directa a sus representantes, quienes acceden de manera legítima al ejercicio del poder público. Sin embargo, no todos los grupos que integran nuestra sociedad se encuentran representados en nuestros órganos de representación, es decir, los Poderes Legislativo y Ejecutivo de la Unión y, desde luego en los órganos representativos de las entidades de la federación, con la finalidad de que estos órganos velen por los derechos, intereses, tendencias, ideologías y necesidades de la totalidad de los integrantes del pueblo. Por lo que, al no estar representadas las minorías en los órganos que toman las decisiones, concretamente en el Legislativo y en el Ejecutivo, las leyes que se aprueben y las políticas públicas que se instrumenten difícilmente velarán por los intereses de ese segmento de la población. En México, al menos estos tres segmentos importantes de nuestra sociedad se encuentran subrepresentados en nuestros órganos legislativos e instancias de gobierno, y por ende su influencia en la toma 5 de decisiones para satisfacer sus demandas también se ven afectadas: las mujeres, a los indígenas y a los jóvenes.3 Estos grupos sociales, sin duda representativos de nuestra sociedad y de la diversidad cultural que nos enriquece, no han contado con una representación política proporcional a su presencia nacional. Los jóvenes de entre 15 a 29 años en México suman casi 30 millones, lo que representa el 24.9% de la población total del país. De ese porcentaje, el 36.8% se encuentra conformado por adolescentes entre 15 y 19 años, que suman un poco más de 11 millones.4 De conformidad con el INEGI, en 2015 la población menor de 15 años representa 27% del total, mientras que el grupo de 15 a 64 años, constituye 65% y la población en edad avanzada representa el 7.2 por ciento. 3 Se han elegido estos tres segmentos sociales en virtud de los datos estadísticos representativos que se agregan, sin embargo, necesariamente deben considerarse asimismo a las personas con discapacidad, a los adultos mayores de 60 años, a personas enfermas, personas con religiones distintas, personas con preferencias sexuales no convencionales (términos que maneja el Anteproyecto de la Ley Federal para prevenir y eliminar la discriminación. Comisión Ciudadana de Estudios Contra la Discriminación. México, D.F. octubre de 2001). 4 Datos obtenidos de la página WEB del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, “Estadísticas del INEGI. Día internacional de la juventud”; 10 de agosto de 2015. 6 Pirámide Poblacional 2015 FUENTE: INEGI. Encuesta Intercensal 2015. Las y los ciudadanos entre 16 y 18 años no cuentan con el derecho al voto ni con ninguna forma o canal para manifestar sus demandas e intereses en los órganos representativos de nuestro país. Los jóvenes en el mundo Al respecto, me gustaría compartir con ustedes seis datos5 ofrecidos por Naciones Unidas, el pasado 11 de julio, en el Día de la Población: a. Primero: como ya lo había mencionado anteriormente, hoy hay más jóvenes que en cualquier otro momento en la historia de la humanidad. En 1950, de un total de dos mil quinientos seres humanos, 721 millones tenían entre 10 y 24 años. Para 2015, de un total de siete mil trescientos millones, mil ochocientos millones son jóvenes. 5 Ver http://www.unfpa.org/WPD2016 7 b. Segundo: nueve de cada diez jóvenes viven en los países menos desarrollados, donde es mucho más probable que vivan en condiciones de pobreza, se enfrenten a la falta de servicios médicos y tengan dificultades en tener educación de calidad. c. Tercero: la mitad particularmente de esos complejos, jóvenes enfrentan en contextos vulnerabilidades adicionales por el hecho de ser mujeres. Por ejemplo, la mitad de los ataques sexuales se cometen contra niñas de 15 años y menores. d. Cuarto: como también ya lo había mencionado, en países considerados en desarrollo, con la excepción de China, una de cada tres niñas se casa antes de los 18 años. Estas niñas, con frecuencia, se enfrentan a abusos físicos y psicológicos, algunas son obligadas a dejar la escuela para asumir tareas domésticas y cuentan con menos herramientas para exigir sus derechos. e. Quinto: cada día, más de 20,000 niñas menores de 18 años dan a luz en países en desarrollo. Esto da un total de más de siete millones cada año. Este sector juvenil enfrenta amenazas adicionales. Al respecto, otro dato: las complicaciones en el embarazo y durante el parto son la segunda causa de muerte entre niñas entre 15 y 19 años. f. Sexto: (y el más relevante) la buena noticia es que ya se conoce la solución para terminar con estos abusos: el empoderamiento de las niñas. Desde 1999, el número de países con disparidades de género en educación primaria 8 se ha reducido a la mitad. Pero las niñas continúan rezagándose en la educación secundaria. Para 2012, de todos los países de los que se tienen datos, 63% todavía no alcanzan la paridad de género en educación secundaria. Reducción de la edad para votar en el mundo Las legislaciones de muchos países permiten el voto a partir de los 16 años, pero lo consideran obligatorio a partir de los 18 años. Votar a partir de los 18 años es, en la mayor parte de los países en el mundo, la edad más común para votar. Si bien es cierto resulta necesario establecer un límite respecto del ejercicio de diversos derechos, algunos de estos pueden ejercerse sin contar con la mayoría de edad y, por tanto, la ciudadanía. La tendencia mundial en este sentido es clara, la edad para votar se estableció primero por arriba de los 25 para ir bajando hasta los límites actuales a 18 e incluso a 16 años. En Estados Unidos, por ejemplo, Por ejemplo, la última vez que se modificó la edad para votar a nivel nacional en Estados Unidos fue en 1971, mediante la 26ª Enmienda. El contexto del debate era la Guerra de Vietnam y los cuestionamientos sobre la diferencia entre la edad para votar, establecida en 21 años y la edad para ser parte del ejército, que era de 18. Sin embargo, la discusión no está cerrada, dos ciudades de Maryland disminuyeron la edad para votar y, en San Francisco hay una iniciativa que ya cuenta con el apoyo de la mayoría de los supervisores locales. 9 En Europa, la Comisión de Asuntos Políticos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, el 23 de junio de 2011, a través de la resolución 1826 a los Estados miembros recomienda que, con el objeto de extender la democracia, “estudien la posibilidad de rebajar la edad de voto a los 16 años”. El tema había sido tocado en la Asamblea desde varios años atrás. En esta resolución, la Asamblea argumenta que, en virtud de la evolución demográfica en Europa, se podría estar marginando cada vez más a las y los jóvenes con el riesgo de que el panorama político se conduzca en función de los intereses de las personas de mayor edad. El resultado del Brexit a fines del mes pasado, me parece el mejor ejemplo de que la exclusión de jóvenes en un instrumento de participación ciudadana, lleva necesariamente a que las decisiones las tome el grupo etario de mayor edad en el que no se reflejarán las consecuencias de las decisiones tomadas6. Otros dos ejemplos interesantes que comentar en Europa.7 España, país en el que para el Referéndum no vinculatorio sobre la independencia de Cataluña, en noviembre de 2014, como excepción la edad para votar fue reducida a los 16 años. En segundo ocurre otra vez en el Reino Unido en el que la edad para votar es a los 18 años, sin embargo, en 6 Hoy sabemos que la llamada opción BREXIT ganó con una participación del 72% del electorado (mayor a la de la última elección general de 2015) y por una diferencia del 3.8%. 6 Aunque, en total, el voto a favor de la salida representó el 51.9 cuando la información se desagrega por grupos de edad, notamos que, de los votantes entre 18 y 24 años de edad, se estima que sólo el 27% votó por la salida y el 73% por permanecer en la Unión Europea. Al mismo tiempo, las cifras también muestran que las áreas con mayores concentraciones de jóvenes fueron las que menos votaron. 7 Consultable en http://eudo-citizenship.eu/commentaries/citizenship-forum/citizenship-forumcat/1157-independence-referendums-who-should-vote-and-who-should-be-offeredcitizenship?showall=&start=5 10 Escocia los jóvenes de 16 y 17 votaron por primera vez en 2014 para el Referéndum sobre la independencia de Escocia del Reino Unido. El Consejo de Europa llega a dos conclusiones: 1) El rango de edad que menos participa en las elecciones es el de 18 a 24 años. Al respecto, el Fondo de Población de las Naciones Unidas en el reporte de 2014 sobre el Estado de la Población Mundial, afirma que “el porcentaje de participación de los jóvenes en las votaciones es menor que en el pasado y muchas veces este constituye su único medio de expresión política. Esto puede ser consecuencia de varios factores, entre ellos la sensación de que las instituciones convencionales dominadas por adultos no reflejan sus intereses, o un pesimismo arraigado sobre sus posibilidades de marcar la diferencia".8 Por lo anterior, la reducción de la edad para votar, sin lugar a dudas, acercaría a más votantes a las urnas. 2) La segunda, en que es importante atraer votantes nuevos para ampliar y mejorar el funcionamiento democrático de nuestras sociedades. El énfasis para el Consejo Europeo consiste en que la educación debe crear las condiciones necesarias para la participación de los jóvenes en la democracia. 8 UNFPA 2014. El poder de 1,800 millones. Los adolescentes, los jóvenes y la transformación del futuro. Estado de la población mundial 2014, p. 98. 11 En Latinoamérica, los rasgos fundamentales de la cultura política son: a) Escaso interés en la política; b) Ausencia del tema en el ámbito familiar; c) Poca cercanía de la ciudadanía respecto de las instituciones públicas; d) Poco involucramiento en organizaciones sociales o políticas y en la vida pública. En este sentido, en mi opinión, para fortalecer un sistema democrático incluyente en el que los jóvenes se involucren desde el entorno escolar y familiar, los programas de construcción de ciudadanía deben incluir los siguientes temas: Las instituciones democráticas ¿qué son?, ¿Cómo funcionan? El sistema democrático y sus alcances Los procesos de elección como una forma pacífica de tomar decisiones y solucionar conflictos. Los valores de la democracia La defensa de los valores de la pluralidad y la tolerancia, que son cercanos y con las que más se identifican los jóvenes. Así, a partir del manejo de estos conceptos pueden desarrollarse habilidades y conocimientos que permitan a las y los jóvenes participar en los temas que les interesan y les preocupan de manera eficiente, además de preparar ciudadanos que valoren la cooperación, la participación y la solución pacífica de los conflictos. 12 El Congreso de Autoridades Locales y Regionales del Consejo de Europa adoptó en el mes de octubre de 2015 en Estrasburgo, en su Vigésimo novena sesión la Resolución 387, en la que señala que mejorar y aumentar la participación política activa es un asunto de la mayor relevancia en este momento, específicamente en lo referente a la motivación e inclusión de las y los jóvenes in los procesos de toma de decisiones públicas.9 Ante el creciente desencanto con la política, reducir la edad para votar se ha convertido en un asunto de interés público que refleja, en principio, un deseo de extender el reconocimiento de la voluntad y autoridad de la ciudadanía y, además, fortalecer la inclusión y participación política como principios básicos de la democracia representativa. Así, aunque la mayor parte de los países en el mundo han establecido la edad para votar a los 18 años, los cambios demográficos; el mayor acceso a la información especialmente mediante las nuevas tecnologías de la información y comunicación y una mayor conciencia política han significativamente mejorado la capacidad de las y los jóvenes en la toma de decisiones informadas, por lo que, a costa de las resistencias, la tendencia general apunta a reducir la edad para votar a los 16 años. La juventud de antes no es como la de hace 50 años. 9 Consultable en https://wcd.coe.int/ViewDoc.jsp?p=&id=2365317&direct=true 13 Diversas son las modalidades en las que se ha permitido el voto de las y los jóvenes a partir de los 16 años: En Europa: Austria fue la primera democracia europea en disminuir la edad para votar a 16 años en junio de 2007, para todas las elecciones. Alemania y algunos cantones de Suiza ya establecen en su legislación el voto a partir de los 16 años. En Eslovenia, la posibilidad para votar a partir de los 16 años está condicionada a que las y los votantes cuenten con una actividad laboral remunerada. Edad para votar en Europa 2% 16% 75% 18 años (39 países y 2 territorios) 25 años (Italia) 23% 16 años (6 paises y 3 territorios) 16 años condicionado (4 países) 7% De los sistemas electorales analizados en 45 naciones europeas y 5 territorios, las edades para votar varían: 14 - Se puede votar a la edad de 16 años, en el 24% de los países y territorios estudiados, es decir, en 9 países (Alemania, Austria, Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, Escocia, Hungría, Malta, Noruega, Serbia y Suiza) y 3 territorios dependientes de Reino Unido (Bailía de Guernsey, Bailía de Jersey y la Isla de Man). o Cabe destacar que, de los antes mencionados en 4 países (8%) el requisito de edad de 16 años debe ser acompañado con otro elemento adicional como lo es: Haber contraído matrimonio, como ocurre en Hungría. Tener una actividad laboral remunerada, como se exige en Bosnia y Herzegovina, Eslovenia, y Serbia. o También resulta de relevancia que en 5 de las naciones mencionadas votar a los 16 años sólo es aceptado en las elecciones a nivel local, esto ocurre en: Alemania, Escocia, Malta, Noruega y Suiza (10%). - El requisito de edad de 18 años, es el más socorrido pues esta edad se exige en los 41 sistemas electorales de Europa, es decir, el 84% de los países y territorios analizados. - Un caso sui generis, es Italia, que diferencia la edad para el sufragio para cada una de las Cámaras del Congreso: o 18 años para la Cámara de Diputados. o 25 años para el Senado10. 10 La constitución estableció en 1646-1947, que la edad que debe tener un elector para sufragar por el Senado debía de ser de 25 años y para ocupar el cargo de senador de 40 años. En el diseño de la norma influyó la vieja idea de que las Cámara de Senadores funge como un órgano de compensación sobre la Cámara de Diputados, pues la Cámara de Senadores está conformada por miembros más prudentes y reflexivos por su edad y que a la vez son elegidos por electores más maduros. 15 También en Escocia los jóvenes pueden registrarse desde los 14 y ejercer el voto, en elecciones escocesas, a partir de los 16.11 En Asia:12 De las 49 naciones analizadas, existe un variado rango de edad exigido para votar, siendo las siguientes las detectadas: Caciagli, Mario “El debate sobre el voto a los 16 años en Italia”, Revista Estudios de Juventud, junio2009, No. 85, Instituto de la Juventud, España, p. 2. Consultado el 20 de julio de 2016, en: http://www.injuve.es/sites/default/files/3MarioCaciagli.pdf Artículo 58 de la Constitución de Italia (traducida al español). Consultada el 20 de julio de 2016, en: http://www.ces.es/TRESMED/docum/ita-cttn-esp.pdf 11 En el Reino Unido, para el caso de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, el registro es a los 16 años y el voto se puede ejercer a los 18, mientras que para Escocia el registro puede hacerse desde los 14, votar en elecciones escocesas a los 16 y en otras elecciones a los 18. Ver https://www.gov.uk/voting-in-the-uk/overview 12 Los datos de la edad para votar están construidos con base en la información recopilada por la Agencia Central de Investigación (CIA, siglas en inglés), “The World Factbook”, Estados Unidos. Consultado el 19 de julio de 2016 en: https://www.cia.gov/library/publications/the-world-factbook/index.html 16 - 17 años: es requerido en 3 países13, que representan el 6.1% del continente. - 18 años: es requerida en 36 países o en el 73.5%.14 - 19 años: es requerida en Corea del Sur (2.1%). - 20 años: es requerido en el 4.1% de las (2) naciones.15 - 21 años: es la edad requerida en 6 países o el 12.3% de los países.16 - Los Emiratos Árabes Unidos al ser una monarquía federal, no establecen requisitos claros para acceder al sufragio. En América: 13 Corea del Norte, Indonesia y Timor Oriental. Afganistán, Armenia, Azerbaiyán, Bangladesh, Birmania, Brunei, Bután, Camboya, China, Filipinas, Georgia, Hong Kong (China), India, Irán, Israel, Japón, Jordania, Kazajstán, Kirguistán, Laos, Macao (China), Malvinas, Mongolia, Nepal, Qátar, Rusia, Siria, Sri Lanka, Tailandia, Tayikistán, Turkmenistán, Turquía, Uzbekistán, Vietnam y Yemen. 15 Bahréin y Taiwán 16 Arabia Saudita, Kuwait, Líbano, Malasia, Omán y Singapur. 14 17 En las 20 naciones analizadas, la edad para votar es la siguiente: - 4 países o el 18% de los analizados (Argentina, Brasil, Cuba y Ecuador) se considera que son aptos para votar las personas menores de 16 años. De ellos, Argentina Brasil y Ecuador, el voto a esa edad es facultativo, es decir, que no es obligatorio registrarse para votar. A partir de los 18 años, el voto es obligatorio. - En el 78% de las naciones17, se considera que la edad para votar es hasta los 18 años. De las anteriores naciones destaca Nicaragua, en donde, para ser elector a los 18 años, se requiere que sepan leer o escribir o bien que el elector esté casado. - Únicamente en Nicaragua (4%), la edad para votar es hasta los 21 años. De los datos anteriores podemos concluir que, en Asia, ningún país permite el voto a partir de los 16 años, se permite el voto en tres países asiáticos a partir de los 17 años. En América, la mayoría de países lo otorgan junto con la ciudadanía y solamente 4 países prevén el voto desde los 16 años. La tendencia más fuerte está en Europa en donde 17 Esto es así en: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. 18 en países como Austria, Suiza, Alemania, Eslovenia, y algunos territorios del Reino Unido. En Argentina se permite el voto optativo a los jóvenes desde los 16 años desde octubre de 2012, en virtud de la aprobación de la Ley de ciudadanía argentina No. 26.774. La tendencia más fuerte es a reducir la edad para votar a los 16 años para votaciones regionales y locales. Así que por qué no empezar en la Ciudad de México. Implicaciones electorales Me tranquiliza saber que el Director del Registro Nacional de Electores acudirá un poco más tarde a este mismo foro con datos precisos sobre el aumento del padrón y la lista nominal de electores con la incorporación de jóvenes de 16 hasta los 18 años. Sin embargo, me gustaría comentar algunas de las implicaciones electorales de la reducción de la edad para votar que son muchas y en diversos temas, entre las más importantes encontramos las siguientes: 1. Realización de campañas de difusión e información del derecho al voto para las y los menores de 16 años. 2. Incorporación al padrón y lista nominal de electores de este importante número de nuevos electores. 3. Emisión de un mayor número de credenciales para votar con fotografía. Determinación respecto al formato de la credencial: el mismo que para cualquiera que se incorpore al padrón o variará 19 en función de la calidad de optativo/obligatorio del voto o de la determinación de la edad a la que se adquiera la ciudadanía. 4. Se tendrían que imprimir mayor número de boletas electorales. 5. Mayor número de casillas a instalar, lo que a su vez implica un mayor número de personas a capacitar como funcionarios de Mesas Directivas de Casilla. 6. En materia de Educación Cívica implica el replanteamiento de toda la estrategia para involucrar a los jóvenes para participar en las elecciones de manera activa. 7. Me parece que, además, implicaría un redireccionamiento de las estrategias de campaña de los partidos políticos con el objeto de atraer a esta nueva base de votantes a las urnas. 8. Además, sin duda, la modificación de los Documentos Básicos de los partidos políticos con la finalidad de establecer la calidad de afiliado o militante de los partidos políticos desde los 16 años o alguna otra figura, con el objeto de poder integrarlos a sus partidos y conseguir su voto a partir de esa edad. 9. El voto electrónico me parece una prioridad para jóvenes que cada vez más se encuentran vinculados con lo que pasa en México y en el mundo mediante redes sociales, dispositivos celulares, tabletas y computadoras. Conclusiones Es viable jurídicamente reducir la edad para votar en la Ciudad de México. Sin embargo, hay que hacerlo teniendo total claridad de las obligaciones y deberes que se otorgarían a los jóvenes de 16 años. Puede referirse únicamente a los derechos políticos, concretamente al 20 del voto pasivo, o a un cúmulo de derechos que podrían adquirir. Me inclino por centrarlo en el derecho al voto activo. El voto pasivo a nivel local, podría también reducirse para garantizar su acceso a los nuevos cabildos o al Congreso local, ya que el acceso a cargos en órganos federales implica modificaciones a la Constitución respecto de las edades para poder ejercer alguno de estos cargos. La tendencia mundial más fuerte es a reducir la edad para votar a los 16 años para votaciones regionales y locales. Así que por qué no empezar en la Ciudad de México. Empecemos por probar con reducir la edad para votar a las y los jóvenes de 16 y 17 años. Para mí, la mejor forma de interesar a los jóvenes en los asuntos públicos del país y conseguir que se involucren en ellas consiste primero, en la educación y, después, en ampliar sus espacios de participación. La forma más adecuada de extender la democracia es ampliar la base o número de ciudadanos que puedan participar activamente en ella. Es esta la forma más importante de empoderar a las personas y fortalecer la democracia en el mundo. Las y los jóvenes que aún no consiguen la mayoría de edad y, por lo tanto, la ciudadanía, tienen mucho que decirnos, tienen el derecho de manifestarlo y una vía para lograrlo es otorgarle el derecho al voto. La participación de los jóvenes en las decisiones públicas es fundamental para delinear su propio futuro y, en mi opinión, resulta al menos cuestionable no ofrecerles la oportunidad de expresarse. 21