IGLESIA ¿ CAMINOS DE SALUD ? CARLOS ALDUNATE, s.j. ¿Qué actitud puede tomar un cristiano ante las "curaciones" milagrosas que realizan ciertas médicos espirituales? ¿Puede considerarlas simplemente como diversos "caminos" para obtener la salud? El autor, Doctor en Filosofía con mención en Psicología, examina estos caminos de salud según el grado de entrega que exr gen del paciente: entrega a los impulsos de su propio yo; entrega a influencias de otras personas; o entrega a poderes desconocidos. En Chile se están multiplicando los casos de personas que acuden a los "monjes de Brasil" para solicitar una "operación a distancia". Hay también centros en que se paga una "consulta" y se reciben "pildoras espirituales" en un sobre: son pildoras invisibles e intangibles, que se deben sacar con fe y tomar con un sorbo de agua. Se ofrecen curaciones parasicológicas y diversos, cursos sobre métodos de autodesarrollo. ¿Qué criterios pueden orientar al cristiano ante estos caminos no-cienti'ficos de salud? El cristiano sabe que es un deber suyo cuidar la salud y Juchar por ella a través de la medicina. Pero sabe también que ningún bien, por importante que sea, se puede absolutizar. Buscar la salud por cualquier medio, aun por aquellos que acarrean riesgos graves u otros males, puede llegar a ser perjudicial para el hombre. Ante todo, es muy difícil juzgar estos caminos por sus frutos, porque la variedad de casos es muy grande y los resultados son muy diversos y difíciles de controlar. Tampoco es posible determinar qué fuerzas entran en juego. ¿Son espíritus, 0 demonios, o poderes parasicológicos? ¿Son influjos del exterior o energías del propio enfermo? Para discernir en estas materias vamos a considerar el grado de 538 compromiso o de entrega que implica cada uno de estos caminos. La salud es para el hombre, y no viceversa. Diversos grados de compromiso Cuando un enfermo consulta a un médico, confía en su ciencia profesional, y esta confianza se extiende a sus indicaciones y al tratamiento. La consulta al médica implica un grado de apertura, de entrega y compromiso, Al examinar estos caminos de salud, que hemos llamado nocientíficos, los agruparemos según el grado de entrega y compromiso. De esta manera comprenderemos mejor la actitud que el cristiano ha de tomar frente a ellos. Entrega a las propias ambiciones Cuando hablamos de ambiciones, solemos referirnos a ambiciones económicas, intelectuales, políticas, artísticas, es decir, a objetivos que parecen quedar fuera de la propia personalidad. Pero, en el fondo, todas estas ambiciones giran alrededor de un engrandecimiento del yo. Son tendencias egocéntricas. También la búsqueda de la salud es egocéntrica cuando se la persigue como si fuera un bien absoluto, no subordinándola al plan de Dios. Dios quiere nuestro bien; pero sus caminos no coinciden siempre con nuestros caminos. Su sabiduría es infinitamente superior, y muchas veces las enfermedades, que él permite, pue den ser camino de nuestro mayor bien y felicidad. Por esto, el cristiano pone en primer lugar la voluntad de Dios: "Padre, hágase tu voluntad". El cristiano tiene plena con- fianza en el amor y sabiduría de esa voluntad; y a esa voluntad subordina la búsqueda de la propia salud. De esta manera, la tenden cia instintiva de procurar la propia salud deja de ser egocéntrica; se centra en Dios, quien es lo único absoluto y "necesario" ILc. 10,41). Dentro de esta visión cristiana, podemos ahora examinar en su conjunto los innumerables cursos, métodos, sistemas que ofrecen perfeccionamiento de la personal! dad, desarrollo de capacidades parasicológicas, caminos de felicidad. Tales son las distintas escuelas de Yoga, la Meditación Trascendental, el Control Mental, la Cientología, etc. Los objetivos inmediatos pueden ser diferentes, pero coinciden en ofrecer un desarrollo personal y, en último término, una felicidad que sería obtenida con las solas fuerzas de la naturaleza humana. Para el cristiano, estos sistemas presentan un gran vacío. Desconocen . nuestro llamado a formar parte del Cuerpo de Cristo, a estar llenos de su Espíritu, a amar como Cristo amó, formando comunidades cristocéntricas, transformando las sociedades y el mundo. Cuando falta esta visión, el hombre tiende a ser egocéntrico, y los sistemas de autodesarrollo tienden a reforzar este individualismo. El riesgo aquí sería la entrega, no a falsos dioses, ni a personalidades ajenas, sino al egocentrismo propio del hombre sin Dios. Examinemos lo que da la experiencia. a) Hay diversidad de resultados. De hecho muchas personas sacan provecho de estos sistemas; otros nada aprovechan y los abandonan pronto; otros experimentan un recha?o intenso, una incompatibilidad con lo que sienten ser la voluntad de Dios para ellos. ¿Cómo explicarse resultados tan diversos? MENSAJE N° 293 OCTUBRE 1980 IGLESIA rizan el engrandecimiento del hombre, sin mencionar una relación con Dios. En esta línea están Scientology, los cursos de Control Mental, la Meditación Trascenden tal en su "Ciencia de la Inteligencia Creativa"1. Estos sistemas tienden a hacernos olvidar que "no nos salvamos por medio del conocimiento, de la oculta sabiduría o de trucos sicoespirituales que inducen una iluminación... sino por la gracia de Dios, por la fe en la muerte, resurrección, poder y perdón de Jesucristo. Nuestra suficiencia está en él, no en nosotros" 2 . —Elementos dañinos. Se han descubierto muchos medios para influir poderosamente en el siquismo: drogas, hipnotismo, autosu gestión, ejercicios que influyen en la circulación de la sangre y en el sistema nervioso... varios de los sistemas de desarrollo utilizan unos u otros de estos elementos: por ejemplo, el Control Mental usa el hipnotismo, el Yoga manipula la circulación y el sistema nervioso. C.G. Jung confirma que "estas cosas realmente son peligrosas"3. En resumen: cuando un cristiano .vive plenamente su fe, podrá adoptar algunos elementos de estos sistemas; sabrá distinguir lo bueno y lo peligroso; sabrá donde detenerse. Pero debe estar alerta para no perder su sentido crítico y terminar aceptando mucha cizaña con el trigo. secuencias; vino para que tuviéramos vida y vida en abundancia "(Jn. 10,10). Son muchas las personas que, para huir de los dolores del cuerpo, se abren a influjos humano; que las esclavizan en mayor o menor grado. Veamos algunos ejemplos. al Un enfermo acude a un parasicólogo o médium para que le prescriba una receta: pone su fe en las capacidades paranormales del recetista;cree que éste percibirá de alguna manera la raíz de la enfermedad y conocerá la medicina apropiada. El espiritista Hercilio Maes señala el peligro que puede haber en estas prescripciones. Dice que hay "médiums recetistas incompetentes, ignorantes, indisciplinaüos o exclusivamente anímicos, que prescriben a los enfermos todo cuanto les germina imaginativamente en el cerebro" 4 . b) Otro enfermo pide "pases", es decir, se somete a' energías transmitidas por una persona (el b) Los peligros pasista) que pasa sus manos por encima del paciente, sin tocarlo. —Egocentrismo es el peligro También los pases tienen sus riesbásico, como hemos visto. En su gos. A su manera, los indica el empeño de autotransformación, el espiritista Armond: "son comunes adepto de estos sistemas se conlos casos de transmisión de fluidos centra en sí mismo; dedica las memórbidos del enfermo al operajores horas de su día a un desarrodor y viceversa. El operador, adello personal sin apertura a Dios ni más de los fluidos sanadores, servicio a sus hermanos. Varias transmitirá con los pases, toxinas personas que han acudido a tales orgánicas... y aún más: productos cursos me han atestiguado este provenientes de la esfera moral, de hecho. sus propias pasiones inferiores que —Esterilización de la vida espiquizás constituyen su habitual ritual. Está ligada al punto antetonalidad vibratoria" 5 . rior, ya que el seguimiento de c) Otro enfermo se somete al Cristo supone el desprendimiento Entrega a invasiones humanas hipnotismo. En este caso, se abre de sí mismo, el servicio a los demás, la disponibilidad para las En la búsqueda de la salud, hay ' a las sugerencias del hipnotizador. Este invade su siquismo y lo "proinvitaciones de Dios. Una concenmuchos caminos que encierran el tración excesiva en el propio desa- peligro de una contaminación grama" de tal manera que en ciertas áreas resulta llevado interiorrrollo quita el gusto por la oración, síquica. mente en un sentido predeterla lectura de la Palabra de Dios, la La verdadera salud es liberadominado. humildad del "pobre de espíritu", ra para el cuerpo, el alma y el esMuchas veces se usa la hipnosis el amar al hermano corno Cristo píritu (ver 1 Te. 5,23). Jesús vino a con las buenas intenciones de quilo amó. salvarnos del pecado y de sus contar un mal hábito o a inducir uno —Falsas doctrinas. Pueden ser 1 Maharishí Mahesh Yogi: Fundamenbueno, pero este procedimiento de tinte religioso, especialmente tos del Progreso, MIU Press, Rhein supone siempre un influjo fuerte en los sistemas inspirados en reliweiler, 1975 giones orientales como Yoga y Me- 2 International Review of Misston, v o l . 4 Hercilip Maes: Maúiunidade de cura, LXVII, N°268, Octobar 1978, Genave. Freilas Bastos, RÍO de Janeiro, 1975, ditación Trascendental, otros siste3c.G. Jung: The Tlbetan Book of the 82 pp. mas presentan, de hecho, una Dead. Gxlord Universitv P ress, Naw 3 Edgard A r m o n d : Passes e Radtaqoes, visión humanista atea ya que valoYork, 1960.XLVI pp. Edit. AliBnfs, Sao Paulo, 197a, 180pp. Ante todo, el instructor puede ser un factor positivo o negativo. Algunos respetan las creencias y la moral del cliente, otros difun den una mentalidad religiosa inaceptable para el cristiano; otros piocuren conquistar para alguna causa o secta. Un segundo factor, es el cliente mismo. Para muchas personas que llevan una vida materializada volcada a lo exterior, dispersa en mil preocupaciones, estos cursos y sistemas pueden ser de prove cho. También el cristiano de sóliHa formación, que sabe tomar lo que le parece bien y dejar lo demás, puede encontrar cosas útiles en tales cursos. Estos cristianos no se entregan enteramente a las orientaciones que se les dan sino que las adaptan y transforman para que puedan caber den tro de su síntesis cristiana. Para los más, estos sistemas encierran peligros. MENSAJE N ° 293 OCTUBRE 1980 539 IGLESIA En diversas culturas indígenas abunda la creencia de que el demonio tiene bajo su dominio ciertas áreas del hipnotizador, más fuerte y profundo que el influjo del recetista o pasista. Si con éstos hay peligro de contaminación, ¿no lo habrá también en el hipnotizador? En todos estos casos, el cristiano recordará las palabras de San Pablo: "El cuerpo es para el Señor... ¿No saben ustedes que sus cuerpos son miembros de Cristo?... ¿No saben que son temptos del Espíritu Santo7 El está en us tedes y ustedes lo han recibido de Dios, de modo que ustedes son de él y no se pertenecen... Glorifiquen a Dios en sus cuerpos". (I Co. 6, 13.15.19.20). Hay en estas palabras un principio de fidelidad a Dios y a nuestros hermanos. Si somos miembros vivos unos de otros y de Cristo; si somos templos de su Espíritu, 541 debemos cuidar de no contaminarnos con las creencias del parasicólogo, la presión de su personalidad, quizás su afán de ganarnos para alguna secta o causa. Si nos abrimos, llenos de confianza y receptividad a una personalidad ajena, absorberemos mucho de esa personalidad, de lo bueno y de lo malo. La fidelidad a Cristo y a nuestros hermanos nos mueve a tener cuidado con las relaciones interpersonales, su naturaleza y su profundidad. Entrega a dioses desconocidos Hay caminos que suponen una apertura ante fuerzas desconocidas, que actuarían fuera de la vi- sión cristiana de Dios y de su plan de salvación. Adentrarse por estos caminos supone salir del área de nuestra fe y comprometerse con otros seres. Por esto hablamos de "dioses desconocidos". Veamos algunos casos. Cuando un enfermo escribe al Templo Tupyara, en Brasil, pidiendo una "operación a distancia", pasa su petición a un grupo de médiums. Estos no son monjes, sino espiritistas laicos que dedican algunas horas de la semana a las actividades del Templo. Cada médium dei grupo tiene ante sí muchas peticiones. Entra en trance y, poseído (según cree) por un espíritu, escribe los nombres de los médicos invisibles que intervendrían en cada operación. El enfermo recibe después un formulario impreso con las instrucciones: será operado tal día, a tal hora; ese día debe abstenerse de carne, de bebidas alcohólicas y de relaciones sexuales. Podrá comer legumbres, frutas y otros alimentos. Deberá tomar un baño especial que no es de aseo del cuerpo, sino simbólico de purificación. Media hora antes de la hora señalada para la operación, deberá acostarse, cubrirse con '.¡ría sábana blanca y dejar sobre el velador una botella blanca con agua y un vaso. El enfermo podrá "hacer una oración a Jesús, a Nuestra Señora, al Espíritu de Becerra de Meneses y al Médico Espiritual Operador Dr. (en un caso) Joaquim de Almeida Cardoso, pudiendo invocar también a otros espíritus de su devoción. Examinemos este caso. Cuando un enfermo se confía a un cirujano, se entrega a su capacidad profesional de cirujano —y nada más. No se abre a sus creencias ni a sus principios morales. El enfermo tampoco le confía todo su ser, sino solamente cierta parte de su cuerpo para una operación, supongamos de apendicitis. El compromiso del enfermo es limitado y razonable. El cristiano puede pedir a Dios que bendiga esa operación, aunque el médico no sea creyente. MENSAJE N°293 OCTUBRE 1980 IGLESIA Pero, ¿qué implica la invocación de los espíritus? Desde luego la Sagrada Escritura prohibe la invocación a los muertos y la adivinación (ver Lev. 19, 3 1 ; 2 0 , 6 - 7 , 2 7 ; Deut. 18, 1114; Is. 8, 19-20). Estos textos pueden condensarse en lo que sigue: "No debe haber en mi pueblo ningún evocador de muertos (nigromante o me'dium), porque todo el que hace esto es detestable para mí; y mi Pueblo debe ser totalmente fiel a su Dios. Si alguno consulta a me'diums, prostituyéndose {es decir, adorando a falsos dioses) a imitación de ellos, yo volveré mi rostro contra él y lo exterminaré de mi pueblo. Quiero que todos sean santos (es decir, puros y dedicados a m i l , porque yo soy el único Dios". desconocidas. ¿Qué pruebas tengo de que los "espíritus operadores" sean verdaderamente los que indican los médiums? Quizás estas fuerzas sean solamente parasicoló gicas, pero de hecho son presentadas como manejadas por espíritus que no dependerían del único Sal vador. Lo reprensible es la actitud de abrirse a fuerzas desconocidas cualesquiera que sean, con tal de obtener la salud. En esa actitud habría desobediencia al precepto: "no tendrás otros dioses frente a mí" (Ex. 20,t); c) prescindir de Dios en cuanto a la salud. Al recurrir a espíritus se busca una curación por medios sobrenaturales que estarían de alguna manera en poder del hombre. Es el recurso a lo mágico, que es una forma de rebelión del hombre frente a Dios. Se procura También la Iglesia Católica ha asegurar la salud del cuerpo, con condenado la evocación de los espíritus {Concilio Vaticano II, Lu- prescindencia del Creador; men Gentium, n. 49, nota 2). d) perjudicar su vida espiritual. Notemos que, al condenar la Hay cristianos que actúan en estas evocación de los espíritus, la Iglecosas con buena fe, pero notan sia no se pronuncia sobre la na- después, en sí mismos, un obsturaleza de los fenómenos espitáculo a su seguimiento de Cristo. ritistas: si actúan efectivamente Este obstáculo es la credulidad y espíritus de difuntos o-demonios la complicidad que han tenido con o meras fuerzas parasicológicas. estas fuerzas tenebrosas. SolamenTampoco juzga la actitud subjetite liberándose de toda relación va de tantos cristianos que acuden con ellas, el cristiano recobra su a los espiritistas brasileños conlibertad para seguir al verdadero vencidos de que no son sino Señor; "monjes" católicos que interceden «} caer en confusión. Se desoante Dios. El error y las buenas in- rienta el cristiano cuando lee instenciones salvan a muchos cristiatrucciones donde se pone en un nos; no se dan cuenta del signifimismo plano a Jesús, María, Bececado verdadero de algunas de sus rra de Meneses y al espíritu del acciones, aunque de hecho quemédico operador, Y si la "operabranten el mandamiento de Dios ción" tiene éxito aparente, como y la prohibición de la Iglesia. sucede a veces, se aumenta la confusión, ¿será necesario buscar De todos modos, el que se fuera de la Iglesia estas "bendicioaventura por estos caminos, corre nes de Dios"? el peligro de: a) entrar en un mundo religioso Repetimos: aunque estos pelique es contrario a nuestra fe. Se gros sean reales, hay personas que, gún el espiritismo, no hay misterio en su ignorancia, acuden a los esde la Trinidad; Jesús no es Dios, píritus sin aparente daño; sea porsino solamente una criatura de que todo esto se armoniza con sus Dios, como los demás espíritus; creencias bastante supersticiosas, Jesucristo tampoco sería el Salva- o porque, en su inocencia, acuden dor como lo concebimos nosotros, realmente a Dios, sin entender el porque cada hombre se salvaría papel que juegan "los espíritus". por sus buenas obras al cabo de Hemos hablado de la idolatría repetidas reencarnaciones; que hay implícita en la invocación b) hacerse receptivo de fuerzas de los espíritus. Hay también cier- MENSAJE N° 293 OCTUBRE 1980 ta idolatría en muchas de las escuelas de autodesarrollo que se inspiran en religiones orientales. El hindú ísmo y budismo conci ben a Dios como la totalidad de todo lo existente. El universo sería emanación de Dios; el hombre sería divino por naturaleza. A través de reencarnaciones sucesivas llegaría a purificarse y fundirse de nuevo en Dios, Los hombres "santos" estarían muy cerca de su divinización completa y por eso son objeto de culto. De allí las oraciones que en la Meditación Trascendental se dirigen a Gurú Dev: "Reverencio, bajo la forma de Gurú Dev, la bondad encarna da, la esencia de la creación, el impulso creador de la- vida cósmica... Reverencio a Gurú Dev... el uno, el eterno, el puro, el inconmovible, el ser mismo de lo que es el testimonio de todos los inte lectos, cuyo estado trasciende el pensamiento...". La oración anterior la recita el instructor de la Meditación Trascendental en sánscrito. Por esto el alumno nada entiende y no suele comprender que está tomando parte en un culto hindú, pero son muchos los que algo sospechan y se inquietan. Hasta cierto punto, se incluye aquí el recurso a la brujería. La magia negra es una invocación a poderes maléficos para daño de otra persona; y la víctima del maleficio acude a su vez al hechicero para que invoque esos mismos poderes y se deshaga la hechicería. En diversas culturas indígenas, abunda también la creencia de que el demonio tiene bajo su dominio ciertas áreas, como el mundo subterráneo de las minas, los entierros de tesoros, etc. Habría que obsequiar al demonio para evitar derrumbes y desgracias. Estos casos no son propiamente de caminos de salud, sino de preservación. Implican culto idolátrico a espíritus de las tinieblas, y por eso comprometen al cristiano en su fe. Escribe San Pablo: " Y o no quiero que ustedes tengan parte con el demonio. No pueden ustedes beber el cáliz del Señor y el cáliz, de los demonios. 541 IGLESIA No pueden ustedes participar en la mesa del Señor y en la mesa de los demonios" (1 Cor. 10,2-21). Actitud del cristiano El título de este artículo está indicando el problema: ¿para un cristiano, estos caminos no-científicos conducen realmente a la salud? Cristo dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí... Ustedes sin mí nada pueden hacer" (Jn. 14,6; 15,5). Estas palabras contienen el criterio básico para la orientación del cristiano: la verdadera salud y vida está en Cristo; es el único camino; no hay salud verdadera fuera de él. El cristiano no podrá entrar por caminos que lo apartan de Cristo y lo ¡levan a falsos dioses. Sería renegar de su fe. Arriesgarse a la contaminación, adoptar elementos sanos, aun de sistemas no-cristianos, lo hará el cristiano solamente en cuanto lo pida su seguimiento de Cristo. Para las comunidades cristia ñas y sus pastores se presenta también otro aspecto del proble ma: ¿Qué hacer ante el interés creciente por estos caminos nocientíficos de salud, que dañan espirituaimente a "tantos hermanos nuestros? No basta denunciar y prohibir; no basta instruir, dando criterios; es necesario que el pueblo cristiano conozca realmente a Cristo y esté vitalmente comprometido en su seguimiento. Una persona que no viva su entrega a Dios, absolutiza la salud. En el momento de la enfermedad, recurrirá a todos los medios para sanar, porque el instinto de con servación será mucho más fuerte que los preceptos y la doctrina. Individual y colectivamente necesitamos ser "fortalecidos en el hombre interior por el Espíritu de Dios, para que habite Cristo por la fe en nuestros corazones" (ver Ef. 3,16-17). n MENSAJE N°293 OCTUBRE 1980 542