TEMA 1: LA EUROPA DEL ANTIGUO RÉGIMEN (2) 3. El liberalismo político y las revoluciones liberales El liberalismo es un movimiento de amplia proyección económica, política y filosófica que defiende el desarrollo de la libertad individual como forma de conseguir el progreso de la sociedad. Una parte de sus ideólogos propugnaron la aplicación de esos principios de forma gradual, en tanto que otros más radicales utilizaron la vía revolucionaria para impulsarlos. La clase social que dio aliento al liberalismo fue la burguesía. El liberalismo se desarrolló paralelamente a otro gran fenómeno del siglo XIX: la Revolución Industrial. Sus rasgos estrictamente políticos son: • La defensa de las libertades y de los derechos individuales de pensamiento, conciencia y asociación. • La igualdad jurídica de todos los ciudadanos ante la ley. • La soberanía nacional por la cual el poder reside en el pueblo y no en el monarca. • La división de poderes teorizada por Montesquieu. • La libertad de prensa y opinión. • La ordenación del régimen político mediante una Ley Fundamental o Constitución que estuviese por encima del rey y encarnase la soberanía nacional. El último tercio del siglo XVIII y el primero del XIX fueron testigos del fin del Antiguo Régimen y de la transición a la edad Contemporánea. Las revoluciones políticas que tuvieron lugar en ese período terminaron con el absolutismo y lo sustituyeron por nuevas formas de gobierno basadas en el liberalismo: igualdad ante la ley, la democracia y la libertad individual. La rebelión de las colonias británicas de Norteamérica constituyó la primera revolución de carácter burgués y fue el precedente de otras posteriores (Revolución Francesa, la de las colonias americanas de España...). Su importancia radicó en que por vez primera se puso en práctica una organización política de carácter liberal asentada sobre las bases ideológicas de la Ilustración. 4. La Revolución Francesa y Napoleón La Revolución Francesa supuso la caída del Antiguo Régimen en uno de los países más poderosos del mundo. Las repercusiones de tal conflicto no afectaron exclusivamente a Francia, sino que, en mayor o menor medida, sirvieron de referente a aquellos que en Europa conspiraban en contra de las monarquías absolutas y luchaban por la abolición de las desigualdades del régimen feudal. Toma de la Bastilla (1789) Sus características principales son: • • • • Fue la primera revolución política burguesa en Europa. Sus precedentes hay que buscarlos en la Revolución Inglesa del siglo XVII y en la Independencia de los Estados Unidos. Supuso la implantación del liberalismo. Asestó un golpe decisivo al absolutismo monárquico que fue reemplazado por la soberanía nacional, el reparto de poderes y el reconocimiento de las libertades individuales. Dotó a Francia de una nueva estructura de la propiedad agrícola. Aunque pervivieron las grandes propiedades agrarias (en manos de la burguesía), nació un nuevo tipo de explotación de tamaño medio en sustitución de los antiguos latifundios pertenecientes a la nobleza y al clero. Constituyó un referente político e ideológico. Las futuras revoluciones burguesas que se desarrollan a lo largo del siglo XIX volverán sus ojos hacia ella. Sucedió así en las oleadas de 1820, 1830 y 1848 y en los procesos de independencia colonial que dieron origen a nuevos estados, como los de la América hispana. El gobierno de Napoleón (1799-1815) encarnó la consolidación del nuevo estado francés heredero de la Revolución. Se asentó sobre un régimen personalista y autoritario que, sin embargo, supuso la extensión de los ideales revolucionarios, del liberalismo (Código de 1804) y la quiebra definitiva de las estructuras feudales. Esa labor se concretó en: • El nacimiento de una serie de constituciones de signo liberal moderado (P.e. Estatuto • • • de Bayona de España, 1808). El ascenso de la burguesía como nueva clase dominante frente a la nobleza y el clero. La puesta en práctica del Derecho moderno (Código Civil, 18041) . La innovación de los ejércitos y las tácticas militares. J.L. David, Napoleón Bonaparte atravesando los Alpes En el aspecto ideológico, el imperialismo napoleónico fomentó los nacionalismos de los estados que fueron ocupados por sus ejércitos. También aseguró las bases de la enseñanza laica que gozaría de gran prestigio internacional y subsiste aún en nuestros días. 1 El Código Civil (1804) garantizaba la libertad individual, la igualdad ante la ley, la propiedad privada y la libertad económica. Este legado perduró a pesar de los intentos promovidos por los sectores más reaccionarios a raíz del Congreso de Viena (1814) y materializados en la acción de la Restauración. 5. La Restauración y el Congreso de Viena (1814) El término Restauración hace alusión al período comprendido entre la definitiva caída de Napoleón (1815) y el inicio del proceso revolucionario de 1830. Durante el mismo, la monarquía francesa es restaurada en la figura de Luis XVIII de Borbón. En Europa esta etapa se caracterizó por el intento de recomposición del entramado del Antiguo Régimen, algo que sus partidarios no consiguieron sino de forma limitada. La Restauración monárquica supuso: • • La vuelta al “equilibrio europeo” quebrantado por la Revolución Francesa y por la política expansionista de Napoleón. El intento de reafirmación del Antiguo Régimen que se asentaban en el absolutismo monárquico y la preponderancia socioeconómica de los viejos grupos privilegiados. Las potencias más interesadas en la vuelta al pasado fueron Austria (Metternich) y Rusia (Alejandro I), que se apoyaron en otras como España y Prusia. Francia participó en menor medida en esta política. En cuanto a Gran Bretaña, no secundó las tesis absolutistas. • • La creación de un ambiente contrarrevolucionario que defendía el poder de los monarcas e impedía la libertad de reunión y de expresión, al tiempo que coaccionaba los derechos de los ciudadanos conseguidos a raíz de la Revolución. La identificación con una cultura romántica que sobreestimaba los modelos y valores de la Edad Media y la tradición expresados a través de un arte y una literatura que alentaba lo irracional y subjetivo frente a la lógica de la Ilustración y el enciclopedismo. El Congreso de Viena fue convocado en 1814 con el objetivo de proceder al reajuste territorial de Europa. En él participaron las principales potencias: Austria, Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Francia. España intervino como potencia de segundo orden. Se intentó restaurar el Antiguo Régimen, pretensión que no fue secundada por el Reino Unido, y reafirmar el origen divino del poder de los reyes. Fieles al principio de solidaridad entre reyes, los monarcas ruso (ortodoxo), austríaco (católico) y prusiano (protestante), que se consideraban a sí mismos reyes por la "Gracia de Dios", firmaron el Pacto de la Santa Alianza. Inglaterra no suscribió dicho texto, pero promovió una "Cuádruple Alianza" que se fundamentó en los siguientes extremos: • • • Mantener estatus territorial vigente. Sofocar las iniciativas revolucionarias liberales. Crear una fuerza armada lista para intervenir en caso de necesidad. La Cuádruple Alianza se transformó en Quinta Alianza en 1818 al incorporarse Francia como nuevo integrante e intervino en Nápoles y España (Los Cien Mil Hijos de S. Luis,1823) con el objetivo de sofocar las experiencias liberales que estaban teniendo lugar en dichos países. Los aliados proyectaron incluso intervenir en América con el objetivo de restablecer la autoridad del rey de España en los nuevos estados independizados recientemente de ésta, pero se encontraron con la frontal oposición de los Estados Unidos de América cuyo presidente Monroe, en 1823, proclamando la política de "América para los americanos", dejó bien explícito su rechazo a cualquier tipo de intervención europea en el continente.