Expiación Ivan McEwan Ed.Anagrama, 2001 Traducida por Jaime

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Expiación
Ivan McEwan
Ed.Anagrama, 2001
Traducida por Jaime Zulaika
448 Págs.
Ahora tenía la oportunidad de proclamar en público toda su angustia privada y de purificarse de todo
el mal que había causado.
Expiación, pagar por nuestros pecados.
Un título rotundo que llama la atención, que invita a la lectura tan sólo por el significado de la
palabra, intriga el querer saber que pecado se puede haber cometido para tener una culpa tan
grande.
Ian McEWan es un escritor británico nacido en 1948,licenciado en literatura y estudiante de
escritura creativa.Queda demostrado en esta magnífica obra dónde nos ofrece un despliegue de
recursos literarios y una clara predilección por las sínestesias; destello silvestre, preguntas heladas,
humedad carmesí, sabor a verde y plata, olor agrio, etc.
No la recomendaría a cualquier lector, ya que nos encontramos ante una lectura de ritmo lento,
cargada de descripciones y escasos diálogos, dónde los hechos se intuyen o se adivinan pero nunca
se muestran claramente, siendo este hecho precisamente el que nos hace estar en vilo durante toda
la novela.
Dividida en cuatro partes bien diferenciadas y narrada en tercera persona excepto en el epílogo
dónde la protagonista principal nos relata su visión de lo ocurrido.
En la primera parte nos encontramos en el caluroso verano de 1935, conocemos a Briony, hija
menor de la familia Tallis y protagonista principal. Tiene trece años y es una adolescente aburrida
con inquietudes literarias e imaginación desbordante.
Cecilia es su hermana, acaba de volver de la universidad para pasar el verano, mujer de carácter y
bastante solitaria.
Emily y Jack son los padres a los que únicamente les une el mantener las apariencias, Emily es una
persona enferma y Jack tiene un alto cargo que lo mantiene alejado del hogar familiar.
Robbie es el jardinero de la casa, hijo de la señora de la limpieza y huérfano de un padre
desaparecido, al que Jack ha pagado los estudios. Robbie está enamorado de Cecilia.
Briony, Cecilia y Robbie son el triángulo protagonista de este drama de corte histórico.
Ese caluroso día de julio de 1935, en casa de los Tallis se espera la visita de Lola, de quince años y de
sus hermanos Jackson y Pierrot, de nueve, sobrinos de Emily, también se espera la llegada de León,
el hermano mayor de Briony y Cecilia, acompañado de Frank Marshall, amigo de León y hombre de
pocos escrúpulos.
El reencuentro de Cecilia y Robbie, un jarrón roto, un baño indecoroso, una carta de amor, una obra
de teatro, una fuga infantil, una biblioteca y una acusación de violación cierran esta primera parte.
En la segunda parte nos trasladamos a Dunkerke, año 1940, son los duros días de la Segunda Guerra
Mundial.
En este infernal escenario nos encontramos a Robbie que tras salir de la cárcel por una falsa
acusación se ha alistado en el ejército. No ha olvidado a Cecilia ni ha perdonado a Briony.
El ritmo narrativo se hace más ágil, las intensas descripciones de los bombardeos nos hacen
estremecer.
Vemos a Briony estudiando enfermería en la tercera parte de la obra, estamos en Londres en guerra,
no tiene aptitudes para tal tarea, sufre, es participe del sufrimiento ajeno, quizás este sea el inicio de
su expiación .No ha tenido contacto con Cecilia desde aquel caluroso día, Cecilia y Robbie se han
mantenido unidos.
Los tres se encuentran en Londres, se reúnen, Briony arrepentida quiere pagar por lo que hizo, por
su falsa acusación.
El epílogo lo narra la propia Briony en la mañana de su setenta y siete cumpleaños, se ha convertido
en una reconocida escritora, ha escrito su propia historia.
Una historia vista desde diferentes perspectivas, magníficamente escrita, que hay que tomar con
calma saboreando cada palabra, cada descripción, cada personaje, observando su evolución hasta
llegar a un enlace inesperado. Una lectura no apta para lectores impacientes que pueden recurrir a
la adaptación cinematográfica, porque la historia vale la pena.
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