UNIVERSIDAD TÉCNICA PARTICULAR DE LOJA La Universidad Católica de Loja TÍTULACIÓN DE MAGÍSTER EN LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL Análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío con relevancia en los personajes femeninos María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna TRABAJO DE FIN DE MAESTRÍA Autora: Celi Garcés,Yolanda Susana Directora: Espinoza Ramírez, María del Carmén Mgs. CENTRO UNIVERSITARIO QUITO 2015 Esta versión digital, ha sido acreditada bajo la licencia Creative Commons 4.0, CC BY-NYSA: Reconocimiento-No comercial-Compartir igual; la cual permite copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra, mientras se reconozca la autoría original, no se utilice con fines comerciales y se permiten obras derivadas, siempre que mantenga la misma licencia al ser divulgada. http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.es 2015 APROBACIÓN DEL DIRECTOR DEL TRABAJO DE FIN DE MAESTRÍA Magíster María del Carmen Espinoza Ramírez. DOCENTE DE LA TITULACIÓN De mi consideración: El presente trabajo de fin de maestría, denominado: “Análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío con relevancia en los personajes femeninos: María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna." realizado por Yolanda Susana Celi Garcés., ha sido orientado y revisado durante su ejecución, por cuanto se aprueba la presentación del mismo. Loja, febrero de 2015 f) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I DECLARACIÓN DE AUTORÍA Y CESIÓN DE DERECHOS “ Yo Yolanda Susana Celi Garcés declaro ser autor (a) del presente trabajo de fin de maestría: “Análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío con relevancia en los personajes femeninos: María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna", de la Titulación Maestría en Literatura Infantil y Juvenil, siendo María del Carmen Espinoza Ramírez director (a) del presente trabajo; y eximo expresamente a la Universidad Técnica Particular de Loja y a sus representantes legales de posibles reclamos o acciones legales. Además certifico que las ideas, concepto, procedimientos y resultados vertidos en el presente trabajo investigativo, son de mi exclusiva responsabilidad. Adicionalmente declaro conocer y aceptar la disposición del Art. 67 del Estatuto Orgánico de la Universidad Técnica Particular de Loja que en su parte pertinente textualmente dice: “Forman parte del patrimonio de la Universidad la propiedad intelectual de investigaciones, trabajos científicos o técnicos y tesis de grado que se realicen a través, o con el apoyo financiero, académico o institucional (operativo) de la Universidad” f. .............................................................. Autor Celi Garcés, Yolanda Susana Cédula 1707969919 III DEDICATORIA A Raúl, Sharian, Maite, Marthin por permitirme volar sin cuestionarme. VI AGRADECIMIENTO A todos quienes fueron parte de este proyecto de crecimiento personal y profesional. VI ÍNDICE DE CONTENIDOS Certificación ……………………………………………………….………………. ……………………………………………………………. III ……………………………………………….…………………… IV Cesión de derechos Dedicatoria II Agradecimiento …………………………………………………….…………..… Índice de contenidos ……….……………………………………………….…. Resumen ……………………………………………….………………. …………. V VI 1 ……………………………………………….………………… 2 Introducción……………………………………………….……………………… 3 Objetivos ……………………………………………….…………………………. 5 Abstract CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO 1.1. Generalidades sobre la Literatura infantil y juvenil ………………...… 7 1.2. Definición de la Literatura Infantil y juvenil………………….……..… 12 1.3. Características ……………………………………………………….….... 13 1.4. Funciones …………………………………………………..…………. 13 1.5. Panorámica de la LIJ en el Ecuador …………………………………... 15 1.6. Clasificación de la LIJ ……………………………………………..…… 17 1.7 El receptor adolescente como protagonista de la literatura 1.8 infantil y juvenil ……………………………………………………..… 17 La narratología y sus elementos…………………………………….…. 19 1.8.1. Concepto de narratología …………………………………….. 19 1.8.2 Elementos ………………………………………………… 20 CAPÍTULO II MARCO METODOLÓGICO 2. 1. Diseño general de la investigación 2.1.1. Tipo de investigación ………………………………………...... 29 2.1.2. Metodología…………………………………….……..………. 29 CAPÍTULO III MARCO NARRATOLÓGICO DE LA NOVELA: BRUNA, SOROHE Y LOS TÍOS 3.1. Vida y obra de la escritora Alicia Yánez Cossío ………..…….………... 32 3.2. Análisis narratológico…………………………………………….....….... 36 VI 3.2.1. El realismo mágico en la obra Bruna, soroche y los tíos ………………………………………….…….…....... 3.2.2. Estructura de la novela ………………………………….…....... 40 3.2.3. Intertextualidad de la novela …………………………….….…. 42 3.2.4. Narrador …………………………………………………..….…. 47 3.2.5. El estilo …………………………………………….…..…….… 49 3.2.5. La trama …………………………………………….….……..… 50 3.2.6. Los motivos …………………………………………..……....…. 47 El tiempo …………………………………………….…,,……… 51 3.2.7 3.2.8. Personajes …………………………………………..….………. 3.3. 37 54 Análisis de los personajes femeninos de la obra Bruna, soroche y los tíos, según la Teoría Narrativa de Mieke Bal……………….………………………………..…….….....…. 55 CONCLUSIONES …………………………………………………..…….…..… 69 RECOMENDACIONES ……………………………………………..………..... 71 REFERENCIAS ……………………………………………………………..….. 73 VI RESUMEN El tema de investigación se centra en el análisis narratológico de la obra de Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío, con relevancia en los personajes femeninos, cuyo objetivo es descubrir los elementos que conforman la obra y la relación de la mujer adolecente con los jóvenes lectores en la actualidad. Para dicho estudio se procedió a utilizar una metodología basada en un método deductivo, aplicando la técnica específica de bibliografía documental. La literatura infantil y juvenil ecuatoriana otorga una herramienta de crecimiento y pleno gozo a los adolescentes con obras como las de una de las autoras más notables de la historia ecuatoriana, Alicia Yánez Cossío, que comparte y amplía sus alas con la novela contemporánea, Bruna, soroche y los tíos Una historia que abarca la evolución de una familia, utilizando un lenguaje exquisito, pero a la vez revelador que denuncia el rechazo a lo indígena. Nos consiente validar a los jóvenes en todo espacio de acción y recabar valores sublimes del ser. La codificación viene simbolizada por la mujer con sus diferentes formas de pensar, sus experiencias y sus trayectorias de vida. Palabras claves: identidad, jóvenes, adolescencia, mujer, valores, narrativa, literatura. 1 ABSTRACT The research topic focuses on the narratology analysis of the work of Bruna, altitude sickness and Alicia Yánez Cossío uncles, with emphasis on the female characters, whose goal is to discover the elements that make up the work and the relationship of the teen woman with young readers today. For this study was to use a methodology based on a deductive method, by applying the specific technique of documentary bibliography. Ecuadorian children's and youth literature gives a tool of growth and full joy to teens with works such as the one of the most notable authors of Ecuadorian history, Alicia Yánez Cossío, which shares and extends its wings with the contemporary novel, Bruna, altitude and the guys a story covering the evolution of a family, using exquisite language, but at the same time revealing that denounces rejection of the indigenous. It consents us validate youngsters throughout space of action and gather values... Key words: identity, youth, adolescents, women, values, narrative, literature. 2 INTRODUCCIÓN Los docentes hoy en día estamos inmersos en un campo hostil, los jóvenes hacen uso de la tecnología como su medio de lectura y comunicación entre pares, o simplemente la utilizan como una poderosa herramienta didáctica que soluciona, en la mayoría de los casos, sus tareas y quehaceres propios de su edad. Además complementa su parte afectiva y sus relaciones. Por otro lado, la falta de motivación y de promoción lectora constituye un factor determinante en que éstos accedan a los libros, los lean, los disfruten, los analicen, y los vivencien. Han dejado a un lado los libros y por ende la literatura. Situación, que enfrentarla, demanda establecer una serie de estrategias que permitan vincularnos nuevamente con los textos. El mundo globalizado ha aportado su granito de arena en este problema, es por ello que buscamos reencontrar al joven estudiante con la literatura, pero aquella que lo valide y lo vuelva a la realidad, que le permita reencontrarse y sobre todo validarse como ser humano único, si social, pero identificado y empoderado de su vida. Textos literarios como el de Alicia Yánez Cossío, determinan varias posturas e historias de mujeres y hombres ecuatorianos, de sistemas comunes de convivencia, de las apariencias, de las realidades y de las relaciones que existen como seres que viven en comunidad. El análisis y la trasgresión a la norma impuesta como buena, es imprescindible rescatarla en este texto lo que les ayudará y beneficiará en reconocerse y reconstruirse dentro de una campo de batalla, como es el poder ser parte de un grupo asumiendo y tomando posturas erróneas, equívocas, pero ante todo que no les permiten ser. La literatura conlleva ese potencial, esa esencia que nos permite crecer, el determinar quiénes somos, y qué queremos para nuestras vidas, ser parte de un mismo pensamiento globalizador o simplemente ser. Embebidos en sus letras, sumergidos en su poder de la palabra, podemos utilizarla como una herramienta válida que nos consolide con los jóvenes lectores, para ayudarles a buscar su identidad. La lectura de obras literarias tiende a ser abarcadora, los libros para niños y jóvenes representan un universo plural y fascinante que está en expansión permitiendo exploraciones de diversos ángulos otorgando al lector lazos de emotividad muy sólidos por la credibilidad que éste le presente o por el solo hecho de verse reflejado en muchas de las situaciones que viven los personajes. Estas experiencias son únicas, porque además de validarnos como individuos apelan a nuestros corazones y expande nuestro mundo real y ficcional. Es así que la presente investigación pretende dar a conocer a los lectores la valía y actitudes positivas de las jóvenes mujeres de varias épocas, remontarlos a la historia con ciertos pasajes que determinan una época de colonia, de mestizaje, de rebeldía y de soberbia. La propuesta literaria de Alicia Yánez Cossío en Bruna, Soroche y Los Tíos si bien es cierto es nueva, creadora, propositiva en el mundo de las letras, también tiene base social cierta, objetiva, pues ese rancio 3 y repetitivo comportamiento de negar raíces, negar devenires, no es nuevo en nuestra sociedad, es un patrón que ha logrado subsistir desde la colonia hasta nuestros días El trabajo de investigación consta de cuatro capítulos demostrando y analizando los roles de la mujer como personaje en la literatura infantil mediante el análisis narratológico de los personajes. En el primer capítulo hacemos un recorrido, con la ayuda del profesor Hernán Rodríguez Castelo, por la historia e inicios de la Literatura Infantil y juvenil, su concepto, funciones. Los exponentes de la LIJ y la participación de la mujer en las letras y artes. De forma breve revisamos a la mujer en la literatura pretendiendo dar a conocer los episodios y formas de aporte de ésta. Un segundo capítulo, muestra el diseño general de la investigación, la metodología utilizada, el planteamiento y justificación de la investigación, así como los objetivos que se pretende cumplir. El tercer capítulo advierte sobre una introducción a términos de la narratología, propios a ser utilizados en este corpus, y los elementos que le componen, dando énfasis en el personaje, como parte relevante de nuestra investigación. El cuarto capítulo, relata la vida y obra de la autora, algunas críticas sobre su obra y analiza en base a acontecimientos citados de la novela Bruna, soroche y los tíos, a las mujeres que mayor participación tienen en la obra. Realizamos el análisis narratológico de la obra e incursionamos brevemente en la intertextualidad de la novela con obras de la literatura de diferente género. Los siguientes dos apartados se remiten a la conclusión y recomendación de la lectura de obras de Alicia Yánez Cossío, y el reconocimiento a su obra magistral en donde la mujer es protagonista de su propia vida, como compañera, como madre, como hija. La lectura enriquece, alimenta nos nutre, el indagar textos que presenten temáticas actuales controversiales, que nos permitan dar una mirada diferente, enriquece positivamente al ser humano, le da las herramientas suficientes para validarse como tal y sobre todo para alzar la voz y dejarse escuchar. Un texto, que no solo debe ser leído debe ser analizado, llevado a paneles de trabajo en los colegios, ya que su riqueza literaria permite el mirar por varios espejos. La metodología utilizada para el presente trabajo de investigación está basada primeramente en una investigación deductiva ya que partimos de hechos generales para explicar fenómenos particulares como es el caso específico del personaje mujer en la obra de Yánez Cossío. En cuanto a la técnica la herramienta específica es la bibliográfica, basada en la indagación de libros, artículos e Internet como fuentes de información que mediante la lectura, comprensión y análisis nos lleva al conocimiento de la obra y de sus personajes, examinando con profundidad el tema (personaje). 4 Objetivo General: a. Realizar un análisis narratológico de la novela Bruna, soroche y los tíos, con énfasis en los personajes femeninos: María Illacatu, Camelia Llorosa y Bruna descubrir elementos que la las generalidades de la historia de la literatura infantil y juvenil. a. Determinar, en base a la historia, los roles que la mujer que ha cumplido como personaje en la Literatura infantil b. Analizar narratológicamente la obra de Alicia Yánez Cossío, Bruna soroche y los tíos. . 5 CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO 6 1.1. Generalidades sobre literatura infantil y juvenil Siglos antes la literatura para niños y jóvenes estaba coartada, restringida, su constricción era muy fuerte. Grecia, en donde se encuentra según Rodríguez Castelo (2014) “la mayor parte de las categorías mentales y espirituales en general del hombre occidental” insertan y existe cierta preocupación por el niño pero únicamente como un individuo que debe ser formado, educado. Con Platón se genera la formación de una nueva élite, basada en la educación “con una larga tradición pedagógica aristocrática”. El Teognis de Megara, colección de poemas cantados al son de una flauta en los banquetes en donde el poeta dirigía su discurso a Cirno, hijo de Polipao como una tradición formativa de los jóvenes, o como las Fábulas, pieza imprescindible de la tradición didáctica moralista popular de aquellos siglos La fábula según el texto de Rodríguez Castelo (2014) consultado, adjudica su génesis a Grecia, siglo VII a.C. escritas por Hesiodo, “El halcón y el ruiseñor”, posteriormente aparecen fábulas en Arquíloco con “El águila y el zorro” y Semónides con “El escarabajo y el águila”; todas las fábulas que tomaron un tinte de género popular y tradicional y que fueron utilizadas como medio de enseñanza didáctica y moral. Más tarde fueron recopiladas y se las conocieron con el nombre de “fábulas esópicas”, cuya característica principal era de ser representadas por animales. En un inicio se las utilizaba para hacer una protesta social, como el caso de Hesiodo y Arquíloco cuya connotación política es una crítica a la arbitrariedad de esos tiempos por parte de los poderosos, luego, como ya mencionamos se van transformando y son trasmisoras de enseñanzas morales. Secuenciando históricamente que esta época estaba decretada, según los estudios, en educar a los jóvenes, en formar en valores y moral para que puedan ejercer altos cargos; más, no se evidencia aún que estos textos hayan sido leídos por niños o jóvenes que no estaban dentro de estos grupos “selectos”, el poder determinaba quien los leía y quien no, sin implicaciones del corpus de la lectura, sino del mensaje que quería este emanar. Rodríguez Castelo (2014), menciona también que, los romanos no se alejaron mayormente de las concepciones que hasta el momento se tenía en Grecia, y al tratamiento mismo de los textos. Acto relevante es Jenofonte quien por medio de la sátira, como un mecanismo de protesta a las costumbres de ese tiempo en sus primeros escritos toma al niño y al joven como su norte, pero igualmente no va dirigido hacia ellos, sino a la forma como deben comportarse dentro de la sociedad, por ello los padres son los encargados de dar lectura y aplicar la norma, por así decirlo, hacia sus hijos. Por lo contrario, Quintanillo, consolida esta idea de corpus psicológico, moralista y costumbrista, en la que se alude al niño y al joven, pero nuevamente con situaciones de orden comportamental. Para1685aparece el primer libro considerado para 7 niños Orbis sensualium pictus del obispo de los Hermanos Moravo, Jan Amos Komensky, conocido como Comenius Pese a la diferencia en tiempo, no se ve aún cambios relevantes en el tratamiento de la literatura para niños en los primeros tiempos cristianos, éstos seguían amparando en sus discursos imposiciones formalistas y pedagógicas. Un ejemplo es la lectura del evangelio como la base para la formación del individuo, el nombre del niño aparecía en estos. Para el Medioevo, en la Edad Media, Isidoro de Sevilla “sabio de saberes” como lo llama Hernán Rodríguez Castelo (2011, p.53), estableció seis etapas en la vida del hombre respaldándose en los poderes cabalísticos y en la mitología, estableciendo símiles entre las edades del ser humano y la de los animales. La educación del niño no tuvo mayores variantes, seguía siendo estratificada dependía de su condición social-económica para formar monjes, caballeros, guerreros o para aquellos del claustro o la corte. Algunos autores que refieren al niño en el cristianismo como simple ejemplo: Pablo: Apóstol en la carta a la comunidad, como doctrina moral y teológica: Hijos, obedeced a vuestros parientes en el Señor. Porque esto es lo justo. Honra a tu padre y madre(…) El Pastor de Hermas, tenido en un tiempo como un libro canónico, escrito por Hermas, dice: Porque, al modo que el herrero, dando con el martillo sobre su obra, logra fabricar el objeto que quiere, así la palabra justa, a diario repetida, llega a dominar toda maldad. No dejes, por tanto, de reprender a tus hijos, pues yo sé que, si se arrepienten de todo corazón, serán escritos en los libros de la vida de santos (pp. 40-41) Agustín de Hipona, relata en su libro Confesiones, una serie de eventos dedicados al comienzo de la historia de la creación con la suya propia. (…) De donde puede inferirse que en la infancia la pequeñez y delicadeza de aquel cuerpecito no puede hacer daño; pero que el ánimo, aun en aquella edad, no es inocente Me pusieron en la escuela para que aprendiese a leer y escribir, en lo que yo no advertía qué utilidad pudieses haber (…) Rodríguez Castelo (2014) clasifica los orígenes de la LIJ en varias épocas o momentos. Un primer período lo define como la prehistoria pese que aún no existe la literatura para niños y jóvenes, pero prexisten elementos que se van a relacionar con ella, según Rodríguez Castelo, cuatro nombres sobresalen, Agustín de Hipona con las Confesiones, sobre el placer a la lectura, leía pues relatos de ficción, remitiéndonos a la Eneida (397-400). Erasmo, figura fundamental de la cultura, hombre más brillante del Renacimiento época en donde se recupera la literatura y el pensamiento clásico, luego del período de la edad media, éste presta atención al niño y al 8 joven, y a la lectura, con un arte de leer e interpreta a los autores, su obra los Coloquios (1516). Luis Vives con Diálogos (1516), pensaba que los textos de Erasmo no eran adecuados para los niños, y Montaigne, última figura del Renacimiento, sus obras importantes son los Ensayos (1580) tuvo gran importancia en haber mirado o penetrado en el mundo de los niños. Uno de sus ensayos escribe (ensayo 25, libro 1ro) sobre su fascinación a leer las fábulas de metamorfosis de Obidio escrito en versos en latín. Resquicios de aproximación al hecho de la LIJ, pero fundamentales. En los primeros pasos de la LIJ, tres libros Francois de Salignar de La Motte Fenelo (16511715), Las aventuras de Telémaco, su propósito acercan al niños al a literatura clásica, evitando el peligro que está tenía, es por ello que mediante este libro escribe la historia Homérica. Jean de la Fontaine, autor de Fábulas (1688) tomando historias que se contraponen a la realidad y que se leían para el deleite; y el de Giulio Cesare Croce, Bertoldo y Bertoldino (1606) y Cacaseno, publicación póstuma. Sus corpus eran burlescos, se los utilizaban para la diversión. El cuento y textos de los cuales se apropian los niños, se nombra a figuras que llaman la atención por sus posibles relaciones con los niños, como: Giovanni Bocaccio, Decameron (1350-1353) que menciona que no era textos para niños, sino dedicado para mujeres; libro que inaugura el cuento moderno. Don Juan Manuel con el Conde Lucanor (1325.1335) y Geoffrey Chaucer, Cuentos de Canterbury (equivalente al Decameron en la literatura inglesa) (1386.1400), Francesco Straparola, La Piacevoli Notti (1550-1556), cuentos que eran contados para placer o diversión, libro escrito para mujeres, el niño aún seguía invisible, como menciona Rodríguez Castelo. Jean Battista Basile, que escibe El cuento de los cuentos conocido también como el Pentamerón (1634-1636), cuentos contados en cinco días, quien alude a los oyentes más pequeños y aparee éste cuando autor había ya muerto. Libro del Barroco italiano cuya escritura era bastante difícil, por ello se asume que el niño no estaba inserto en estos ámbitos. En este florecer del cuento, llegamos al primer libro de literatura infantil con Charles Perraut (1628.1632), con cuyos cuentos la literatura infantil comenzaba a adaptarse a los niños. Su primer libro Historias o cuentos de antaño con moralejas, también conocido como Cuentos de mamá oca. Tomando algunos cuentos como El gato con botas, Piel de asno, entre otras, que las reescribe en francés con gran calidad, obviando lo académico y aportando más al entretenimiento y goce mismo de la lectura. Jean Marie Leprince (1711-1780), escribe La bella y la bestia (1757), cuento que se constituyó en una obra maestra de la literatura infantil. Para Daniel Defoe (1660-1731), con su obra Robinson Crusoe (1719) mientras que Jonathan Swit (/1726) Viajes de Gulliver. Ninguno de los dos libros fue escrito para niños, dándose un hecho bastante importante en la Literatura infantil 9 que es la apropiación, siendo libros que no fueron escritos para ellos, pero estos, se adecúan ya que gozan de estas obras sintiéndose en terrenos propios. La literatura infantil debe estar ubicada en relación de la Literatura misma y de la cultura de la infancia para poder determinar su proceso y posterior consolidación, es así que pasamos a la época del Romanticismo, dos grandes poetas alemanes, Ludwing Achim von Arnim y Klement Brentano publican La cornucopia (cuerno de la abundancia) de los jóvenes y la cornucopia de los niños (1806-1808), que son una recopilación del folklor de los pueblos alemanes, canciones, adivinanzas, para que estén al alcance de todo el pueblo, adultos, jóvenes y niños. Entre los colaboradores de la cornucopia están dos personajes importantes en la LIJ los Hermanos Grimm. Albert von Chamisso, escribe un cuento para distracción de los hijos de un amigo, Peter Schlmihl o El hombre que vendió su sombra (1813). En este movimiento aparecen dos nombres fundamentales, Jacob y Wilhelm Grimm (1785 – 1863) escriben el libro Cuentos para niños y el hogar que aparece en 1812, enriqueciéndose con nuevos cuentos y editándose hasta 1822. Al inicio no fue pensado como un libro para niños, pero estos se fueron, como ya aludimos, apropiándose de ellos. Culmina este camino con Hoffman (1776-1822), autor alemán que penetra en el misterio, en lo extraño en lo fantástico, obras como el Puchero de oro; y, Mary Shelley con Doctor Franskestein o el moderno Prometeo (1817). Aparece luego la novela histórica y de aventura, fascinantes para jóvenes y niños, Sir Walter Scott con Ivanhue (1819); Victor Hugo con “Notre Dame de Paris” (1831) y Los Miserables (1862), con muchas versiones cinematográficas. Alejandro Dumas, hace una incursión en la historia de Francia con su obra Los tres Mosqueteros, editadas en folletines. Paul Febal El jorobado o Enrique de Lagardere . En la etapa del Realismo, incursiona en un mundo real, haciendo uso de los folletines, nos enconramos con Edgar Allan Poe, otro ícono en la literatura, cuentos como con Narraciones extraordinarias y Cuentos de lo grotesco y de lo arabesco (1840). Por otro lado, damos un salto más y nos adentramos en lo que Hernán Rodríguez Castelo titula (Los grandes escriben para niños y jóvenes. Primera hora plenitud de la literatura infantil juvenil”, grandes autores escriben expresamente para niños y jóvenes, tomando en cuenta que en esta época el mercado pesaba tanto en la literatura y el público infantil era inmenso motivaba para que se escriba libros para niños. Es así que el realismo aparece con mucha fuerza sin quitar sus matices de fantasiosa, con Hans Chistian Andersen, quien desde 1835 escribió más de 160 cuentos, vuelca en sus mayores cuentos sus problemas sentimentales y existenciales, como el caso de la Sirenita y en el Patito feo, siendo una metáfora de sí mismo. Charles Dickens, una 10 verdadera cumbre de la literatura inglesa, siendo hoy “obras de culto” cuyo corpus tiene dramatismo, humor pero abordando los problemas de los niños en la sociedad de su tiempo, donde iniciaba la industrialización donde grandes masas vivían en la miseria y obras como Oliver Twist (1839); Alicia en el país de las maravillas (1863); Al otro lado del espejo (1871). Louisa May Alcott con Mujercitas (1868) y Mark Twain, Aventuras de Tom Sawyer (1870); Aventuras de Huckleberry Finn (1884), Principe y mendigo (1882). Dentro de este espacio de la aventura, muy apreciado por los niños tenemos figuras fundamentales como Robert Lous Stevenson, La isla del tesoro (1881.1882); El extraño caso del Dr. Jekill y mister Hyde (1886), en poesía el Jardín e versos para el niño (1885). Julio Verner con grandes y majestuosas obras imprescindibles en la lectura de todo joven: Cinco semanas en globo (1861); Viaje al centro de la tierra (1864); Viajes y aventuras del capitán Hatteras (1866); 20.000 leguas de viaje submarino (1870); La vuelta al mundo en ochenta días (1873); entre otras. Nombres como Rostopchine, condesa de Segur, Oscar Wilde, arlos Lornzini (Collodi), Hector Malot, Edmondo d”Amicis, están dentro de lo que se lo conoce como Humanidad dentro del siglo XX, sentimientos humanos, la nobleza del niño se reflejan en la literatura. Los clásicos para fines del siglo XIX, que aportaron a los niños con Henry James Otra vuelta de tuerca (1898). Renard con Zanahoria, que cuentan los hallazgos de niño y la familia. Kliping con El libro de las tierras vírgenes (1894.1895). Rafael Pombo, Cuentos pintados para niños (1867), y el recordado José Martí con su publicación La edad de Oro (1989). Para el siglo XX en la primera década aparecen Lyman Frank con El mago de Oz. Colmillo Blanco de Jack London. El viento en los sauces de Kenetk. En una segunda década, Peter Pan y Wendy de James Mattew Barrie, Maya; la abeja y sus aventuras de Bonsels (1912). Tarzán de los monos de Rice, Cuentos de la selva de Horacio Quiroga (1918) Hay literatura infantil que inicia a relacionar al niño con los animales, como es el caso de la tercera década con obras como el Dr. Dolittle (1920), de Lofting, Winny de Puh de Alan Alexander. Bambi de Salten (1928). En la cuarta década Patafous et Filifers (reventones y alambretes) de André Maurois (1930). El Hobbit de John Ronald Ruelen Tolkien. Obras que han sido parte del camino del niño como lector y participe de la literatura. Esta última década en la época de la Literatura infantil y juvenil del siglo XX se considera esencial el carácter de “literatura” dentro de este tipo de escritos, de ahí que hoy en día la exclusión de textos moralistas o educativos ya no sean tomado en cuenta como hace antaños y se de mayor relevancia al placer de leer. Como un plus a sus corpus aparecen también nuevos 11 formatos e la LIJ gracias a técnicas pictóricas y de ilustración de las historias. La palabras ya no están solas, un elemento vital acompañan y permiten ser leídas de diferentes formas y a todo nivel ya que son un soporte contextual de las mismas. El ibro-album o álbum, ilustrado florece con destacados autores como: Maurice Sendak, Janosch, Quentin Blake, Leo Lionni, Babette Cole, Ulises Wensell o Fernando Puig Rosado. Para el siglo XXI, la LIJ se encuentra muy arraigada dentro de los países occidentales, donde las ventas son enormes y la producción literaria vastísima. La gran explosión de medios de comunicación y el crecimiento de la educación específica sobre LIJ como algo profesional, hace que cada vez sean más los autores que toman este género y lo enriquecen. 1.2. Definición de Literatura infantil y juvenil Autores como Mínguez, Bernardo Atxaga, Jones, Peña, Muñoz, Bortolussi, Perriconi, Rose, pretenden dar una definición y análisis a la LIJ, construyendo varias dicotomías frente a ésta. La postura acogida por Jacqueline Rose (1993) en su libro “The case of Peter Pan or The Imposisibility of Children`s Fiction” (el caso de Peter Pan o la imposibilidad de la ficción en los niños), trata el tema sobre la “imposibilidad de la literatura para niños”, puesto que es el adulto quien toma todas las riendas frente al mismo texto, tanto al escribirlo, publicarlo y comprarlo para que el niño lo lea. Postura absurda, obscura o no, pero de alguna manera abre las puertas a más investigadores sobre el tema, entre estos Rudd (2005) que la relaciona con el constructo social, ofreciéndonos el término de hibridismo, al decir que el niño puede construir su realidad, apoyado en la teoría de Foucaul que dice este no tan solo es represivo sino también constructivo. La infancia no es tan solo receptora de un producto sino que acaba interviniendo en su construcción a través de la recepción Jones (2006, p. 290) o por otros canales como la inspiración a los autores, sus condicionamientos intelectuales, entre otros. En base a lo mencionado un acercamiento a una definición de la LIJ, es que es una literatura cuyo objetivo principal es el de entretener haciendo uso de un lenguaje lúdico, constituido como un acto de la comunicación con carácter estético entre un receptor niño y un emisor adulto cuyo objetivo es la sensibilización al primero utilizando enunciados estéticos. La literatura se considera hoy un instrumento social utilizado por los individuos para dar sentido a la experiencia, para entender el presente, el pasado y el futuro, para iluminar su propia identidad como personas y como miembros de una colectividad, así como para explorar los límites y posibilidades del lenguaje. Los textos literarios no presentan características retóricas especiales ni existe un concepto universal y objetivable de literatura, sino un uso social de comunicación regido por unas convenciones que regulan una relación cooperativa entre el lector y el texto. (Fernández, 1997, p. 129) 12 Por otro lado Miretti (2004, p.37), relaciona de forma lógica el inicio de la literatura y su concepto con el folklor: “es un semillero de donde germinan todas las variaciones y adaptaciones del repertorio infantil”, la trasmisión oral es relevante. Por su lado Teresa Colomer, catedrática y escritora, coincide con el criterio, y menciona que la influencia de los cuentos populares han sido vitales en la construcción misma de la literatura infantil y juvenil, y de ahí que el concepto de la misma devenga de todo esta tradición. Al respecto indica: Cabe destacar que los cuentos populares son las producciones que más han influido en la formación de la literatura infantil. En primer lugar, porque una parte de estos cuentos han pasado a considerarse literatura dirigida a la infancia (…) En segundo lugar, porque los autores de literatura infantil han hecho un uso abundantísimo de los elementos propios de estos relatos. 1.3. Características de la Literatura infantil y juvenil La literatura debe hacer posible la diversión, el entretenimiento, tener la posibilidad de producir goce estético, toda vez que su lenguaje, estructura, tengan en cuenta responder a los intereses y a la libre elección de los destinatarios. La calidad, es uno de los elementos esenciales, de la literatura infantil, toda vez que esta se vea enfocada desde varias aristas, en donde fluyan una serie de factores que la validen, pero sobre todo que no impida el acceso al lector-destinatario. Es necesario entonces no perder de vista que el acercamiento del lector a lo literario debe desarrollarse en forma positiva, no en tanto a evadir la realidad, pero si con situaciones que pretendan de forma efectiva humana, sencilla llegar con su intensión literaria puramente y posteriormente dependiendo de las edades analítica, socializadora. El poder lúdico como acción liberadora, no puede salir de estos contextos, el mundo del niño está relacionado con esta actividad intrínseca en ellos, y los textos literarios favorecen e incrementan esta posibilidad. Huisingam en su obra, Homo Ludens (1938), menciona “la actividad liberadora y plena que es el juego, debe ser en la nueva frontera de la educación permanente, en principio fundamental, para lograr que el ocio, contribuya a la plenitud humana y a la forja de un mundo mejor” 1.4. Funciones de la LIJ Determinar de forma específica, e intentar ser objetivos dentro de las funciones de la LIJ, se convertiría en un entramado bastante difícil de desenredar, puesto que uno emite y sostiene lo que le parece esencial en algún momento. Pero, al hacer una generalización podemos mencionar: 13 La intensión literaria tiene como funcionalidad proyectar y mantener valores, formas, estructuras y referentes culturales. Colomer (1999), sostiene que la primera reflexión que debe hacerse sobre literatura infantil y juvenil es pensar para qué sirve, Delgado Santos (|1987) corrobora: Debe enriquecernos integralmente, esto es: recrearlos, haciéndoles conocer a vida de modo paulatino, despertar sus sensibilidad estética y humana; aproximarlos hacia el goce la belleza y el conocimiento de la verdad; desarrollar poderosamente su imaginación (…) canalizar de manera adecuada su fantasía (…) contribuir al desarrollo de su lenguaje; generar cambios en sus actitudes; adoptar elementos de juicio suficientes para una objetiva concepción del mundo y de la vida. Cita que nos permite ver más allá de lo que a palabra misma lo escribe, es el establecer conexiones intertextuales que relacionen producciones literarias y vincularlas con exponentes de otro género, temática o ideología. Y por otro lado, potenciar la interacción receptora, como uno de los aspectos básicos en la lectura y en todo acto de comunicación, para la construcción y el significado e interpretación. Las funciones de la LIJ, están enmarcadas en planos como la de iniciación, la literaria y la de socialización. La iniciadora, según Colomer, carapulca al niño al joven, al adolescente al acceso del imaginario infantil beneficiado a través del cuento popular. Aspecto fundamentado en el estudio realizado por Bettelheinm, en 1977 en su obra Psicoanálisis de los cuentos de hadas, que según el autor mismo en la introducción de su libro comenta que: “la utilidad de los cuentos de hadas está dada para enfrentar debidamente al niño con los conflictos humanos básicos”. En cuanto a la función literaria, que cumple a literatura para niños y jóvenes, es desarrollar el aprendizaje de las formas narrativas, poéticas y dramáticas presentes que le permiten establecer nexos causales en las acciones, ordenar los acontecimientos, infiriendo sobre la imagen dentro del corpus narrativo. En el discurso literario, asegurando el gusto del niños y joven por la belleza de la palabra, el deleite ante la creación de mundos de ficción y la comprensión de la lengua de su propia cultura Respecto a esta segunda premisa, sostiene que “las obras literarias (…) arraigan las palabras en el mundo mágico del niño, le permiten entenderlas, usarlas, poseerlas, pero también gozarlas y disfrutarlas en el contexto de la imaginación siempre alerta. (Cervera, 1991, p. 340). Por último, la función socializadora, Pizarro (2008), sostiene que se desprenden dos situaciones bastante importantes a partir de esta. La primera, la función sustitutiva que aprovecha la palabra y por medio de ella, permite conducir las pulsaciones libidinales y emerger lo reprimido, canalizado, de este modo, hacia lo aceptado por las pautas sociales. Y la segunda, la función 14 sublimatoria que valiéndose de la palabra el niño, joven expresa sus conflictos, lo que le transporta a comprimir y apaciguar las tiranteces de la vida cotidiana. 1.5 Panorámica de la LIJ ecuatoriana Es para la década de los 90, como lo llama Leonor Bravo (2012), “periodo de apertura”, que la Literatura infantil ecuatoriana tiene su mayor acogida y apogeo. En líneas anteriores habíamos mencionado que la producción de ésta era imperceptible y en muchos casos esporádicos, no se pensaba en el niño como destinatario y existía un predominio más sobre la lírica que la narrativa misma. Lo relevante luego de todo el proceso de identificación y reconocimiento, nos encontramos con esta época llamada el “boom” de la literatura infantil y juvenil ecuatoriana, ya que se encuentra en pleno auge, la cantidad de autores, editoriales y lectores ha crecido considerablemente, y que son el resultado de grandes gestores que propiciaron el estado actual de este género. Manuel J. Calle, con sus leyendas del tiempo histórico, maestros en la creación de obras infantiles y juveniles como Manuel del Pino y Florencio Delgado. Período que da énfasis a la literalidad, en su construcción como texto, esto es lo que propone temáticamente, la construcción misma de la historia y su argumento y los elementos que lo constituyen Luego del 90 y en los últimos treinta años tenemos la literatura intercultural, que forma parte de nuestro profundo mestizaje que nos constituye, y clave en la tendencia infantil ecuatoriana. Es un reconocimiento de nuestras identidades y que forman parte de la contemporaneidad. El tema central la multiplicidad cultural del país tanto en los personajes, paisaje, el uso del lenguaje, las historias en la biodiversidad. Mitos, tradiciones, leyendas, historias culturales empiezan a mostrarse en las aulas. Esta diversidad cultural adquiere diferentes matices, y por ende particularidades ya que dependerán del estilo escritor, asumiendo formas diferentes. Y mucha de esta literatura se inspira situaciones, no reales, por lo que podemos determinarla como un sub género desarrollado en literatura que es el de la ficción realista, muy próxima a la realidad de los lectores, creando identidades, acercamiento y solidaridades. Pero no nos apartamos de la literatura histórica, como el caso de Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío. Temas que exponen, sentimientos, problemas, conflictos de la edad, rebeldía contra la autoridad, de la realidad del momento social. Siendo los géneros más desarrollados el cuento corto y la novela, la poesía y una producción reducida de la literatura infantil y juvenil. Grandes exponentes nacen en la literatura ecuatoriana, como por ejemplo Matilde de Ortega; Sangre en las manos (1959) de Laura Pérez de Oleas; A noventa millas solamente (1960) de 15 Eugenia Viteri; Manuela Sáenz (1963) de Raquel Verdesoto de Romo Dávila; La profesora (1965) de Enriqueta Velasco; Yoimar (1972) de Mireya Romero de Insúa; Bruna, soroche y los tíos (1972) y Yo vendo unos ojos negros (1979) de Alicia Yánez Cossío. En el ámbito infanto-juvenil con cuentos, poemas destacan también: Teresa Crespo de Salvador, Eliécer Cárdenas, Francisco Delgado Santos, Abdón Ubidia, Sarah Flor Jiménez, Henry Bay, Cristina Aparicio, Rosalía Arteaga, Leonor Bravo, Xavier Oquendo, Catalina Burbano, Soledad Córdova, Edgar Alán García, Elsa, María Crespo, Ana Carlota González, María Fernanda Heredia, mercedes Falconí, Oswaldo Encalada Vásquez, Liseth Lantigua, Lucrecia Maldonado, Catalina Miranda, Juana Neira, Piedad Romo-Lerux, Catalina Sojos, Mónica Varea, Rina Artieda, Sheyla Bravo, Nancy Crespo, Francisco Delgado Santos, Viviana Cordero, Mariana Falconí, Verónica Falconí, Edna Iturralde, Mario Conde, María Antonieta Sevilla, Solange Viteri, entre otros. Es importante mencionar también a ilustradores que se han destacado notablemente en la literatura infantil y juvenil. Su aporte permite que los textos literarios tengan otra forma de lectura: Willo Ayllón, Tania Brugger, Eulalia Cornejo, Eduardo Cornejo, Marco Chamorro, Camila Fernández de Córdova, Santiago González, Liliana Gutierrez, Mauricio Jácome, Pablo Lara Santiago Parreño Pablo Pincay Ricardo Novillo Paola Karolys Pablo Karolys Roger Icaza Bradimir Trejo, entre otros. Como bien menciona Leonor Bravo (2912): 16 Nuestra literatura crece pero tenemos mucho camino por recorrer, el reto ahora es proponernos nuevos desafíos estéticos, y nuevas formas de decir, mantener la calidad y abrirnos al mundo. Estamos en el camino, seguirlo andando es solo cuestión de generar en nuestros jóvenes lectores lleven a sus manos obras de calidad. 1.6. Clasificación de la literatura Infantil y juvenil Se puede mencionar tres tipos de literatura infantil juvenil: la literatura ganada, la creada y la instrumentalizada, según Juan Cervera (1984). Literatura ganada Literatura creada Literatura instrumentalizada Todas producciones aquellas La escrita para niños, se ni creadas para los niños, pero que al pasar el tiempo se los Podemos niños de ellas. nombrar por ejemplo: los cuentos de tradición oral que fueron adaptados por Perrault en la literatura escrita, Andersen y los hermanos Grimm. El conformado juegos, refranes, folklor por rimas, rondas, nanas, adivinanzas, de evidencia un destinatario, las este grupo de clasificación que no fueron destinadas apropiaron Se considera dentro formas múltiples, como: todos aquellos libros novelas, poemas y obras de elaborados para los niveles teatro. Por ejemplo de preescolar e inicial. nombramos, Alicia en el país Generalmente tienden a ser de las maravillas (1865) de en serie, con el mismo Lewis Parrol, Mi planta protagonista. Y otras, que naranja lima (1968) de J. meramente son didácticas. Vasconcelos, La historia del fantasmita verdes de (1978) Rodríguez las gafas de Hernán Castelo, Parabrujas (2002 de Edgar Alan García, entre otras muchas, dichos, trabalenguas, canciones. 1.7. El receptor adolecente como protagonista de la literatura infantil juvenil Como parte de la clasificación también está dado un factor relevante, el destinatario de las obras literarias, en el caso que nos ocupa, es importante mencionar que la novela de Yánez Cossío 17 debe ser acogida por jóvenes adolescentes y poder disfrutar de la lectura de novelas que, como indicamos, conllevan temas históricos, emocionales, problemas de la cotidianidad de cualquier joven, travesuras, descubrimientos, como es su característica. Pero para ello determinemos qué es la adolescencia. Es la edad que sucede a la niñez; el periodo del desarrollo humano comprendido entre la niñez y la edad adulta, durante el cual se presentan los cambios más significativos en la vida de las personas, en el orden físico y psíquico. La definición de Hollingshead, por otro lado, le otorga un matiz sociológico: periodo de la vida de una persona durante el cual, la sociedad deja de considerarla como un niño, pero no le concede ni el status, ni los roles, ni las funciones del adulto. Las conceptualizaciones evolutivas, cognitivas pasa a ser eso, meramente nociones, el momento que el adolescente se enfrenta hacia un nuevo espejo, la literatura, éste toma otra forma y siente su profunda libertad, levanta su vuelo que inicia en la portada; y luego va trascendiendo en cada una de las palabras del discurso del corpus del texto. Las nanas, los arrullos, las rondas como primera forma de literatura infantil, vuelven a sus sentidos y activan sus recuerdos, sus situaciones únicas. No solo la imaginación es su reflejo, también el descubrirse y redescubrirse con la palabra, de saber ¿quién es? ¿qué quiere ser? ¿a dónde quiere ir? Y hacemos énfasis en esto por ser la literatura un efecto desinhibidor, porque el encontrarse, representa en muchos jóvenes un dilema que lo afecta en este período de su vida, normal, pero a lave para ellos muy determinante. Una Bruna (personaje principal de la novela de Alicia Yánez Cossío); David Heracles Ordoñez (obra la pelea de Francisco Delgado Santos); Nadia (Tierra de Nadia de Marcelo Báez) Pablo y Fernanda (El amor es un no sé qué de Mario Conde), Doremí (No me llevo con vos porque estas con tos, Mario Conde). Jorge (La piel del miedo de Javier Vásconez) En novelitas ecuatorianas de Juan León Mera. Obras entre tantas, que toma en cuenta al personaje adolescente para hacer de los relatos situaciones de la vida común. Entre otros muchos, que se pretenden sean considerados para el joven lector de que su participación dentro y fuera de la narrativa es decidora, influyente y sobre todo necesaria dada sus características propias, como lo mencionamos, y sus intereses que deben siempre propender a leer, a deleitarse de historias, narraciones que le permitan descubrirse. Colomer (2005), muestra la importancia y trascendencia de la literatura como: Un camino para incursionar en el debate permanente sobre las ideas y valores con los cuales se construye hoy la cultura. La literatura actual con el uso de la elipsis y la ambigüedad brinda al lector indicios, pistas, aproximaciones para que él mismo devele 18 el significado de un texto. El narrador acompaña al lector en su búsqueda de sentido y propósito a través del texto compartiendo. El joven se constituye en su propio protagonista y arquitecto de su vida, motivador de sus sueños, propulsor de sus debilidades, y con la literatura edificador de su vida personal. La entrada a la adolescencia, se identifica por el descubrimiento y la curiosidad del mundo afectivo propio y ajeno, las preferencias de la lectura se basan en historias reales, novelas históricas, historias de adolescentes. A manera de comentario, muchos autores han escrito y siguen escribiendo grandes obras literarias, la mayoría enfocadas en el público infantil, y muy válidas y de gran calidad, es que el proceso de develar este género avanzo hasta lo infantil, delimitando hasta hoy en día de alguna forma, al joven, quien se circunscribe en los relatos de autores extranjeros o de obras que los merece su interés y motivación por la temática que extrapola sus intereses y vivencias adolescentes. Promover nuestras obras, nuestros autores, incentivar a escribir sobre temas relativos a esta edad debe constituirse el objetivo esencial para que este grupo de individuos (jóvenes) tengan mayor acceso a la literatura, y para que de las que tienen a mano puedan reflejarse, encontrarse (mirarse en el espejo) y exteriorizar su sentir. Rescatar valores, costumbres, identidad son factores que propenderán a que crezca y le permite sobre todo soñar, ir a mundos imaginarios o reales y facultarse a contrarrestar con su vida, buscar un espacio único y propio; y por otro lado, el poder de la imaginación, el niño y el joven desarrolla aún más sus habilidades y destrezas en el mundo real. 1.8. La Narratología 1.8.1. Concepto de narratología La novela de Yánez Cossío está considerada dentro del campo del narrativo dada la estructura de la misma, según Bal (1977) considera que el texto narrativo es “aquel texto literario delimitado por el relato de una historia, un narrador”. Las características implícitas que este tiene son: la fijación textual de un discurso (relato); la constitución del mismo mediante una serie de operaciones narrativa y codificadoras específicas en su enunciación (narrador/narración). Gérard Genette (1966), fundamentado en su modelo triádico, instituyó la diferencia entre narración, historia y relato, indicaba que en la narración existen dos elementos; la “narración propiamente dicha”, es decir aquella que no depende de nada ya que asume una cierta autonomía del individuo, lugar y tiempo de su manifestación; y por otro lado el discurso, que este si obedece a la “situación de la emisión”. En cuanto a la historia dice: “es el conjunto de los hechos o acontecimientos narrados, presentados de acuerdo a un orden lógico y cronológico en el cual 19 jamás podrían sucederse, ya que algunos hechos ocurrirán simultáneamente”. Mientras que el relato “es el discurso oral o escrito que materializa la historia, es decir, el texto narrativo concluido que conforma un todo significante. Las teorías de análisis del discurso lo denominan enunciado o texto. Por su parte Roland Barthes citado por Mieke Bal, en su texto Teoría de la Narrativa (2009), concluyo que el hecho de que los textos narrativos, reconocibles como tales, se puedan encontrar en todas las culturas, en todos los niveles de la sociedad, en todos los países y en todos los periodos de la historia humana, todos los textos narrativos se basan en un modelo común, un modelo que hace que la narración sea reconocida como tal. Aristóteles (IV a.C.) desde la Poética la Narratología ha diferenciado notoriamente entre dos conceptos complementarios: lo que se cuenta y cómo se cuenta. Se ha denominado a lo primero historia, diégesis o mundo narrado, fábula y a lo segundo, relato, discurso, intriga, trama, entre otros. Las relaciones entre historia y relato. También expone en relación a la imitación de la manera de hablar de un personaje la mímesis (forma dramática). Para Genette esta última le interesa y la sume ya que piensa que la única imitación posible es la que se hace de un lenguaje. El autor caracteriza sus personajes mediante las palabras que pone en sus bocas (recit de paroles); en contraste con la narración de los sucesos (récit de évenément) La narratología disciplina que se ocupa del discurso narrativo en sus aspectos formales, técnicos y estructurales, constituyéndose la teoría de los textos narrativos, compréndase estos a los relatos de hechos en los que intervienen personajes y que se desarrollan en el espacio y en el tiempo. Los hechos son contados por un narrador. En cuanto a teoría, Mieke Bal (2009), sostiene “que es un conjunto sistemático de opiniones generalizadas sobre un segmento de la realidad. Dicho segmento de la realidad, el corpus, en torno al cual intenta pronunciarse la narratología, se compone de textos narrativos” (p. 11). No debemos olvidar que la narrativa reconoce un sinnúmero de géneros o categorías, sea por temática o formales, a esto debemos sumar los subgéneros narrativos que son una subcategoría de los grandes grupos, como por ejemplo la novela puede ser policial, de ficción, realidad, picaresca, bizantina, etc. Además algunos expertos la clasifican por su extensión, géneros narrativos largos, como por ejemplo La Epopeya, La novelas; y géneros narrativos cortos, considerados en este campo la novela corta, el cuento, la fábula, el apólogo, la leyenda, el romance. 1.8.2. Elementos de la narratología Los elementos de la narración constituyen la estructura interna, el esqueleto con que toda obra narrativa cuenta. Es decir, son la presencia de elementos enlazados por una relación coherente. 20 Trama La estructura de un relato está basada en la simbiosis complicación -resolución, planteada en ciertas circunstancias de tiempo y espacio que la contextualizan, llamado sucesos. Es lo que ocurre dentro y a veces fuera de la historia, ya sea por alusiones o inferencias— de una historia narrativa o dramática, esto es, los sucesos que ocurren en un orden establecido para que adquieran significado para el lector o la audiencia. Tema La definición misma de la palabra determina que es considerado como el asunto de una obra o su discurso. En literatura el tema de una obra no implica el único tópico del que se hablará en la misma, sino que será el núcleo en torno al cual se desarrollará la historia, es una idea global sobre el tópico a tratar en el corpus sustentando todo el planteamiento y la red de acciones del texto, enlazando los aspecto de ésta. Se produce de una manera compleja, larga y sinuosa o puede ser corto y conciso y proporcionar una visión determinada en la historia. Algunas obras, como el caso de Bruna, soroche y los tíos, se caracterizan por la frecuencia con que aparece el título es parte de su corpus. Motivos Los motivos organizan la acción concreta que se narra, es por ello su nombre, la mueve. Implican una secuencia de acciones que se dan en orden particular de cada obra, es específico. En Bruna, soroche y los tíos, existen varios motivos, a modo de ejemplo nada más; las constricciones del mundo interior de su familia, el destino de los huérfanos, el desprecio por lo indio. Entre otros más que analizaremos detenidamente en su influencia en el personaje Bruna, mujer. Tipo narradores “El mundo de la novela es, básicamente, un mundo in-sólito. Lleno de voces, sin que una sola sea real” Oscar Tacca (1989), mira de esa forma al narrador, dejándonos con grandes expectativas al realizar un análisis sobre el narrador en una obra. Entonces podemos partir de un concepto básico, es aquel que cuenta la historia, el que la narra, determinando la perspectiva de la misma “son los seres de papel” (Barthes, 1966, p. 19). El narrador debe saber para contar (Tacca), el verdadero valor éste radica en que no solo es lo que cuenta, sino como lo cuenta. 21 Los narradores pueden ver la historia desde fuera, desde la distancia, o adoptar una posición tangencial a lo que está contando y no involucrarse en los hechos, según Genette si un narrador no está involucrado en el mundo narrado se trata de un ser que no se narra a sí mismo sino a otro(s), y por eso lo llama heterodiegético. También puede ser uno de los personajes e incluso el protagonista de la historia homodiegético, porque está involucrado en la misma historia; cuando se trata de un yo que es narrado por un yo que narra, según Genette éste es un narrador autodiegético. Debido a su posición o participación en la diégesis, cada uno tiene una capacidad de expresión emotiva y una voz distinta de los demás. Incluso existe un narrador que pretende establecer contacto con su lector e involucrarlo en calidad de personaje en la historia que está contando, se trata de un narrador que cuenta desde fuera de la historia y le habla directamente al lector (que obviamente también está fuera) hasta introducirlo en la historia y convertirlo en un lector-personaje, o un narratario corporeizado dentro del texto, es decir en un personaje que actúa dentro la historia en un primer nivel. (Delgado Santos, 2014, p. 57) “El narrador —Por muy familiar que nos parezca el nombre no se nos presenta en toda su incidencia viva. Es algo que de entrada está alejado de nosotros y que continúa a alejarse aún más”. (Benjamín, 1991, p.1) El tiempo Los acontecimientos relatados o narrados en una obra literaria, novela, en este caso, ocurren en un cierto tiempo y orden cronológicos. Genette distingue el tiempo del relato con la narración brindando un orden temporal y un orden seudo temporal, Añade también lo importante de las relaciones de duración, velocidad y frecuencia y tres dimensiones temporales, orden duración y frecuencia que pueden ocurrir en un relato. En cuanto al orden Genette (1966) habla sobre la anacronía, alteración a la secuencia cronológica. Ese tipo se da ya sea por la analépsis (tiempos anteriores que interrumpen en la narración) y prolepsis, (tiempos posteriores interrumpidos en la narración. Existen diferentes tipos: Externa o heterodiegética: es toda retrospección o anticipación fuera de la diégesis o historia narrada que proporciona una aclaración al lector sobre los antecedentes. Interna u homodiegética: es toda retrospección o anticipación dentro de la diégesis. Dentro de este tipo las completitivas llenan vacíos o elipsis y permiten que el lector recupere información; las literativas mencionan hechos similares habituales que el personaje repite, y las repetitivas aluden de forma explícita al mismo pasado del relato. 22 Mixta: es toda retrospección o anticipación que se origina fuera de la historia narrada pero que invade el campo temporal de la historia. Velocidad o duración temporal. Los dos tiempos de referencia para considerar la duración del relato son el tiempo de la historia y el tiempo que el relato le ofrece al lapso temporal que está narrado. Genette propone analizar esta relación comparando el lapso temporal al que alude la historia y la cantidad de espacio físico que el relato le otorga. En la pausa nada acontece en la historia la acción se detiene o se lentifica. En la escena el tiempo del relato es casi igual al tiempo de la historia. En definitiva todo relato narra diversos acontecimientos que suceden en una historia dentro de un lapso de tiempo. Los mismos, en la historia pueden suceder con simultaneidad, pero, en el relato debido a la linealidad que exige la escritura es imposible narrarlos al mismo tiempo. Por lo tanto, en una narración nos podemos encontrar con ciertas alteraciones temporales, estas son el orden, la duración y la frecuencia. Espacio Constituye la columna de la acción, el marco o lugar donde acontecen los acontecimientos y se sitúan los personajes. El espacio puede ser un mero escenario o también puede contribuir al desarrollo de la acción; a en muchas ocasiones demanda y demuestra el progreso de los sucesos apoyando a su verosimilitud. Los espacios pueden ser ficticios o reales. Ficticios verosímiles o irreales con significados y simbolismos intrínsecos. Para Mieke Bal (2009) el espacio funciona como marco de las acciones pero también puede ser “llenado”. Para la percepción del éste el oído, la vista el tacto son elementales, ya que estos tienen la capacidad de evocar las escenas, “las formas, los colores y los volúmenes se suelen percibir visualmente, siempre desde una perspectiva concreta. Las percepciones táctiles no suelen tener mucho significado espacial. El tacto indica contigüidad. Si un personaje siente paredes en todas las direcciones estará probablemente encerrado en un espacio pequeño. La percepción táctil se usa a menudo en una historia para indicar el material, la sustancia de los objetos.”. En cuanto al oído, los sonidos son más imperceptibles, aunque mucho dependerá de la imaginación del lector, lo cual es muy probable, recordemos que el texto deja de ser del autor el momento que el lector se apropia de él. Si por un lado el espacio puede ser sólo marco, lugar de acción o permanecer por completo en un segundo plano, en muchos casos, se lo «tematiza»: se convierte en objeto de presentación por si mismo. El espacio pasa entonces a ser, en términos de Mieke Bal, un «lugar de actuación» 23 y no el lugar de la acción. Influencia a la fábula o acción y ésta se subordina a la presentación del espacio. (pp 101, 102) Barthes (1968), sostiene que los informantes (por ejemplo, la edad precisa de un personaje pero también un lugar) sirven para autentificar la realidad del referente, para enraizar la ficción en lo real: “el informante es un operador realista y, a título de tal, posee una funcionalidad indiscutible, no a nivel de la historia, sino a nivel del discurso” Las referencias espaciales no sólo contribuyen (y de forma decisiva) a la creación del efecto de realidad (Barthes, 1968) sino que constituyen un poderoso factor de coherencia y cohesión textuales. En efecto, tanto la verosimilitud como el sentido del texto y no menos el ensamblaje encuentran en el espacio un soporte realmente sólido. Personajes a. Narrativa del personaje Para el análisis y estudio de textos narrativos, se ha tomado en cuenta el segundo elemento de la narrativa, que por esta ocasión lo trasladamos como último para dar mayor enfásis sobre el tema a investigar en esta tesis, por ello brindamos ciertos conceptos que ayudaran a despejar dudas sobre los elementos generales en la narrativa pero sobre todo ponemos mayor atención al personaje, para adentrarnos en Bruna, personaje principal de la obra de Yánez Cossío, que nos permitirá descomponer a la personaje mujer desde varios ámbitos y sobre todo reafirmar que para 1970, se pensaba en voz alta en la mujer, como quien se enarbola a la vida contraviniendo a arquetipos y estereotipos sociales marcados en toda época del Ecuador, en cuanto a su propio reconocimiento, Mujer luchadora, emprendedora, inteligente, y más cualidades que la embisten para demostrar la realidad misma de todo individuo en diferentes escenarios de la vida, basándose en la trama de la novela.. (,,,) Un personaje se parece a un ser humano, mientras que un actor no tiene por qué.(…). Un actor constituye una posición estructural, mientras que el personaje es una unidad semántica completa” (Ball, 2009, p. 87), con esto nos adentramos al concepto mismo de personaje y todas sus variantes, ya que determina que es el centro de la narración, sobre el que discurrirá cada uno de las palabras que el lector deberá ir develando en el trascurso de la lectura. Es el todo, recubre el área mayor de la obra ya que son los agentes de la narración, sobre su actividad se constituye la historia y el relato. b. Construcción del personaje Se construye haciendo, viviendo e imaginando, bases que cualquier autor tiene para la creación de su personaje. Garrido Domínguez (1998), manifiesta que antes del silo XX, la mirada 24 tradicional era ver al personaje como “una persona” común, no tenía ninguna relevancia su participación que pueda llevar al lector a recrearse en la lectura. Posterior a este siglo la visión de personaje ha ido variando radicalmente, transformándose. La medida en que un personaje es reconocido o validado se basa y expresa en su naturaleza humana, su conducta, en el análisis de su psicología, como interactúa ante el resto del grupo o como parte de él, y como se identifica, además de las relaciones que mantienen con el personaje. Sin embargo, afirma Garrido (1993), “(…) cada vez más el personaje es considerado como un participante o actor de la acción narrativa conectado a otros actores o elementos del sistema.” Siendo así, dentro del relato puede, entones, el personaje, realizar distintas y variadas funciones dentro del relato. Antonio Blanch (1995) cita a Herder, Schelling, Carlyle, Emerson quienes sostienen los contrario a Garrido, al hablar de personaje literario será señalar un “yo” ficticio y convencional formado en base a una persona real, “una proyección de algo que sucede en la vida ordinaria no es ofrecido como real, y que sin embargo, se da en la persona”. Es un hecho pensar que el personaje no es solamente una construcción del autor, este deviene de un sinnúmero de factores externos e internos, como el momento socio cultural e histórico de su construcción misma, de la perspectiva del lector e inclusive de un autor- fautor, como lo llama Genette al coautor que interviene pos-edición de la obra. En resumen, el personaje esta entrelazado en una serie de situaciones que difieren en cuanto al tipo de lector. c. Caracterización del personaje La caracterización del personaje está dada en función de la asignación de una serie de “rasgos o atributos… se convierte en una de las piezas capitales para marcar modalidades genéricas y apócales de la narrativa…” (Valles y Álamos, 2002, p. 251). Según la RAE, es determinar las particularidades de alguien o algo, de modo que, claramente, se distinga de los demás. Esta distinción permite al autor y al lector dar propiedades únicas, distintas al personaje. Características que están representadas en el corpus del texto. Como lo define Culler (2000, p. 133) “como algo dado o bien como algo construido”. Redondo (1995, p. 32), precisa la caracterización del personaje “aquellos que definen edad, sexo, cualidades físicas, culturales, etc. Los atributos construidos, por su parte, son aquellos que hay que interpretar con ayuda del contexto”. Por su lado, Loftis (1972), aporta sobre lo mimético, diciendo: Otra cuestión que cabe plantearse con respecto al contenido mimético de la literatura es la de si es posible obtener de ella alguna información objetiva y relevante. ¿Podemos descubrir la realidad de la vida social bajo la cobertura de lo ficticio, o en los intersticios de 25 lo no dicho? Como ya explicó Aristóteles en una famosa paradoja, la poesía contiene más verdad que la historia, al menos en el sentido especializado de que su aplicación a los asuntos humanos es más general1. En el pasado, era habitual que los historiadores hicieran uso de las obras literarias como fuentes primarias para documentar, por ejemplo, determinadas realidades sociales. Sin embargo, la búsqueda de un mayor rigor histórico, basado en lo estadísticamente demostrable, ha convertido a la literatura en una fuente “sospechosa” a causa de su naturaleza inherentemente intuitiva y subjetiva. Así, sólo parece lícito recurrir a la literatura cuando se pretende ilustrar una tendencia ya establecida por otros medios. (p.17) Se determinan dos caracterización del personaje: la primera la directa, que es la descripción estática de los atributos físicos, psíquicos y ético-morales del personajes. “presenta, además, dos posibilidades: que la caracterización se realice mediante identificación o presentación (Equipo GLIFO, 1999): y la segunda, la indirecta, que presenta el dispersión de referencias que se efectúan a lo largo del texto y se disemina de acuerdo a las escenarios que se desprenden de la diégesis. “La redundancia de gestos, “tics” y conversaciones puede desempeñar, en este caso, un papel destacado, para centrar trazos que merecen ser evidenciados” (Reis, 1995, p. 35). En sí la caracterización está dada con un carácter individualizador, en donde se crea la identidad del personaje d. Funciones del personaje Las categorías del personaje son disímiles, diferentes de los mismos, existen varias especies a nivel discursivo. Según Todorov (1966), los personajes podrían agruparse según las tipologías formales y las secundarias. Según su importancia en la acción: Personaje principal: Se desacatan respecto a los demás actantes y funcionan como integradores de la organización de los acontecimientos por lo que son parte estructurante de la acción. Pueden ser protagonistas o antagonistas. Personaje secundario: Proporcionan un mayor grado de coherencia, comprensión y consistencia a la narración, pese a no tener un rol destacado en el desarrollo de los acontecimientos. Su participación es complementaria. Personaje terciario (incidental o episódico): Son momentáneos, no tienen mayor trascendencia y permanencia en la obra. Empero brinda cohesión en el discurso. Por su naturaleza: Ficticios: personajes que no han existido en la vida real. 26 Históricos: Son aquellos existieron en un mundo real, y realizaron acciones que deben ser recordadas por su valore o antivalores. Simbólicos: Sitien un significado que puede ser interpretado de varias formas, su propia existencia o la encarnación de una cualidad o valor. Autobiográficos: Quien narra la historia es también el protagonista del relato. Por su profundidad psicológica: Personaje plano: Se los reconoce porque presentan una sola cualidad, generalmente generan grados de simparía con el lector. Personaje en relieve: Sorprenden mostrando rasgos de su personalidad por intervalos lo que genera emociones dicotómicas al lector. Se los conoce también como redondos o esféricos. Personaje tipo: son personajes que representan la abstracción de toda una categoría en un tipo social o psicológico concreto, que el autor estereotipa al otorgarle unas determinadas características personales. Vienen a significar la plasmación de la manera en que entendemos y representamos a determinados caracteres, según un modelo históricamente establecido y aceptado. Según su variación: Personajes estáticos: Se comportan de la misma manera en todo el relato. Estos personajes no evolucionan ni sufren cambios en su conducta ni características personales. Los datos que se obtienen de ellos no sufren alteraciones. Personaje dinámico: (o evolutivos): Estos son los personajes que, a través de la acción del relato, varían su forma de ser; comienzan siendo individuos de ciertos rasgos y conductas y, a medida que la acción transcurre, modifican su comportamiento, llegando, incluso, a ser totalmente distintos. 27 CAPÍTULO II MARCO METODOLÓGICO 28 Tipo de investigación y metodología. La metodología utilizada para el presente trabajo de investigación está basada primeramente, en una indagación deductiva ya que partimos de hechos generales para explicar fenómenos particulares como es el caso específico del personaje mujer en la obra de Yánez Cossío. En cuanto a la técnica la herramienta específica es la bibliográfica documental y narratológica, basada en la indagación de libros, artículos e Internet como fuentes de información que mediante la lectura, comprensión y análisis nos lleva al conocimiento de la obra y de sus personajes, examinando con profundidad el tema (personaje). Esta revisión bibliográfica nos lleva a textos como el de Hernán Rodríguez Castelo, Historia de la Literatura infantil y juvenil (2011) libro que nos permite conocer cuál es su historia, quiénes leían y qué leían para ello el autor nos orienta épocas desarrolladas en cuatro capítulos. En cuanto a lo narratológico, al ser una ciencia que abarca y sistematiza los conocimientos de teoría del relato en sus diferentes aspectos, como menciona Eugenio Trigo Maza (20013, p. 111). Permite determinar de forma específica conceptos y el posterior análisis de la trama, el tema, estructura, motivos, tiempo, espacio y personajes. Teresa Colomer (1999) con Introducción a la literatura infantil y juvenil, en la que se recalca la importancia de lo literario frente a lo didáctico, analizando diversos elementos de los libros. En cuanto a análisis tomamos el texto de Fanuel Hanán Días (20012); Análisis de obras contemporáneas de la literatura infantil y juvenil siguiendo el recorrido de los aportes que la LIJ ha tenido y tiene actualmente. Mike Bal, teoría de la narrativa (2009), en la que fundamentamos el estudio de la narratología para profundizar el análisis de la obra Bruna, soroche y los tíos, tomando como partida o inicio el texto como agente de la historia. Teoría de la Literatura y literatura comparada , La novela, de María del Carmen Bobes Naves (1998), del cual nos guiamos para partir de conceptos e historia de la novela, como uno de los géneros más representativos de la literatura. El narrador, de Benjamín Walter (1991), en donde se pretende dar nociones claras sobre los tipos de narradores que están presentes en la novela. Basamos por otro lado nuestro trabajo, en textos magistrales escritos por Hernán rodríguez Castello (2014), como la Historia Cultural de la infancia de la Literatura infantil. Análisis de obras de la literatura infantil y juvenil contemporáneas del Ecuador. Textos que nos permiten tener un corpus teórico sobre los acontecimientos más relevantes de la Literatura infantil juvenil. 29 La novela de Alicia Yánez Cossío, Bruna soroche y los tíos, sujeto de investigación y del análisis del trabajo. El enfoque que damos es cualitativo, conocido también como interpretativo o naturalista, enfocado en objetos subjetivos de estudio, es decir que no se pueden medir y que están relacionados con el comportamiento humano y su naturaleza interna, como son sentimientos, valores o aspectos culturales que determinan su acción dentro del corpus del texto. Jacques Lacan nos aporta con su texto Estadio del Espejo, en donde lo real, lo imaginario y lo simbólico son elementos preponderantes dentro de esta investigación y nos permite ver el accionar de las personajes mujeres en la obra de Alicia Yánez Cossío. Por último, las conclusiones y recomendaciones, mismas que darán cuenta de los resultados obtenidos de la obra de Bruna, soroche y los tíos y la importancia en la lectura para jóvenes, como parte de una tipología, la novela, que les brinda otras expectativas y les permite trasladarse por situaciones culturales, emocionales, de coraje y de la vida cotidiana de una ciudad serrana. 30 CAPÍTULO III MARCO NARRATÓLOGICO DE LA OBRA BRUNA, SOROCHE Y LOS TÍOS. 31 3.1. Vida y obra de la escritora Alicia Yánez Cossío 1928, Quito da la luz a una mujer que ha sido reconocida a nivel nacional e internacional por sus magistrales obras, destacando en la poesía, el periodismo, la novela, en la narrativa con doce novelas y dos tomos de cuentos. Mujer propositiva, innovadora, con un callado silencio que despierta a mil pensamientos, su timidez evoca la ternura del ser en su expresión más sublime indagando por caminos prohibidos, atrancados, pero nunca fue derrotada. En el género de literatura infantil y juvenil tiene cuatro libros en los que escribe temas considerados tabús y otros en los que deja su esencia fina, sutil, humorística. Su gran trayectoria literaria inicia con la novela Bruna, soroche y los tíos con la que obtiene un primer premio otorgado por el diario El Universo de Guayaquil. Luego de este gran paso que marca su vida como escritora el desarrollo y producción de su obra es mayor e igualmente validado, a tal punto que el Gobierno Nacional en 1989 por medio de la Subsecretaria de Cultura del Ecuador le confiere la Condecoración al Mérito Cultural de Primera Clase y para 1994 fue electa como Miembro Correspondiente de la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Una nueva mujer está naciendo De las mismas cenizas del pasado, Ave fénix del mito. Un mujer a semejanza de sí misma. Una mujer que da, más que recibe (Yánez Cossío, Poemas, 1974) Esta hija de Quito, criada en una familia de doce hermanos, lectora de Dumas, Verne y Salgari, considerada una de las voces más destacadas de la literatura ecuatoriana contemporánea y proyectada como silenciosa, ensimismada, fue educada en un colegio de monjas. Gana una beca con la escritura de un ensayo y viaja a España para estudiar periodismo donde conoce a quien será su “compañero de vida”, un ciudadano de nacionalidad cubana Luis Campos Martínez, con quien procreó cinco hijos. Dedicada a la docencia para ayudar a sustentar económicamente su hogar dejando de lado la escritura, pero sin perderla jamás de vista. En una entrevista realizada por el diario el Comercio el 6 de agosto de 2008, narra una anécdota sobre su relación son su pareja: Recuerdo que a mi esposo, también escritor, no le gustaba que yo escribiera. Había mucho celo profesional, no soportaba que nombre creciera. Aún tengo el clóset donde me escondía de él para escribir luego él se daba cuenta de mi vicio cuando publicaba. 32 Tanto así que es receptora de varios premios, como por ejemplo Concurso Nacional de Novela Cincuentenario Diario El Universo, 1971; Premio Sor Juana Inés de la Cruz, 1996; Premio Indigo Coté Femmes de París, 1996: Condecoración Gabriela Mistral, en Chile, 2002; Premio Eugenio Espejo, 2008; y muchos más. Aida González-Harvilán (1980)se refiere a Alicia Yánez Cossío: Una inexplicable ausencia de nombres femeninos en los titulares de prense que anuncias los grandes acontecimientos literarios de nuestros días, nos da la falsa impresión de que la mujer latinoamericana de hoy no escribe, o no escribe con calidad, La realidad, sin embargo, es distinta. Desde los ámbitos norteños hasta los ámbitos sureños de nuestro continente, la escritora latinoamericana agota toda manera de expresión literaria (…). Salvo contadas excepciones, la mayoría de obras no llega a recibir suficiente difusión y reconocimiento internacional. Salvo contadas excepciones, los críticos no manifiestan interés por revisar estas obras para decir si son buenas o malas, condenándolas así a una especie de limbo. Las casas editoriales en cambio, condenan a muchas a permanecer en el estado de manuscrito inédito. Y pocas, poquísimas, tienen la suerte de ser traducidas a un segundo idioma. (p. 51) Todos los premios recibidos, todo su gran obra merece ser leída, de ahí que desde hace años atrás su obra literaria se encuentra incluida en los programas de estudio de Literatura de centros educativos ecuatorianos. Entre sus obras, podemos mencionar: Luciolas (poemario-1949) Hacia el Quito de ayer. (Teatro-1951) De la sangre y el tiempo (poemario – 1964) Bruna Soroche y los tíos, (1972) Poemas (Poemario - 1974) El beso y otras fricciones (relatos, 1974) Yo vendo unos ojos negros (novela, 1979) Más allá de las islas (novela,1980) La cofradía del mullo de la virgen pipona (novela, 1985) Niños escritores. Talleres de Literatura infantil (1988) La casa de sano placer (1989) El cristo feo (1997) Aprendiendo a morir (1997) 33 Y amarle pude (2000) El viaje de la abuela (1999) Retratos cubanos (1998) Consta en las antologías: “Diez escritoras ecuatorianas y sus cuentos” (Guayaquil, 1982), “Así en la tierra como en los sueños” (Quito, 1991), “Antología de narradoras ecuatorianas” (Quito, 1997), “Antología básica del cuento ecuatoriano” (quito 1998) Biografías noveladas: Aprendiendo a morir; Sé que vienen a matarme. Cabe recalcar que Alicia Yánez Cossío, se inició como poeta y posteriormente ha ido ahondando en el mundo narrativo con obras como la ya mencionadas que recalcan una mirada al mundo, a la realidad con una gran riqueza temática. Toda a crítica literaria especializada de la década de los 70, reconoce que su obra y producción son el resultado del gran boom latinoamericano, su reconocimiento ha sido a nivel mundial. Los comentarios a sus obras han sido múltiples, en donde validan el posicionamiento de la mujer en la literatura ecuatoriana dentro del “boom” literario del Ecuador. Francisco Tobar García (1973) emite su juicio crítico cuando menciona: “ha nacido una gran novelista en el Ecuador (…). Es tan interesante, por vez primera, ver y sentir cómo una mujer descubre la realidad fantasmal del Ecuador”. Benjamín Carrión en la revista El Mensajero (1976) se dirige a ella: Alicia Yánez Cossío (…) es una gran escritora digna de figurar en cualquier parte del mundo, inauguro una nueva forma de novelar en las letras patrias”. Acotaciones, estas, y muchas más, que permiten revelar una identidad femenina única, implacable al tiempo y a las condiciones contrapuestas de un mundo de hombres, de un espacio escrito para y por ellos en el que frustraban a las “vocaciones femeninas”, imponiendo su palabra y su pensamiento. “Yo soy una artista y mi vida trascurre en la soledad”. El corpus de sus textos, los motivos evidencian que el papel de la mujer ha sido siempre minimizado, subestimado como resultado de una dominación histórica-social. Benjamín Carrión (1979), en una entrevista realizada por Bolívar Moyano en “Paratodos”, suplemento dominical del diario El Universo (Abril, 1972) manifiesta: En la actualidad, estimo que hay una docena de narradores bastante buenos. Una mención especial merece una mujer: Alicia Yánez Cossío, joven poetisa y relatista, que con Bruna, soroche y los tíos hizo una cosa muy buena dentro de la línea actual. Es una gran escritora, digna de figurar en cualquier parte del mundo. Inauguró una nueva forma de novelar en las letras patrias. 34 En definitiva la narrativa de esta escritora pretende situar espacios de actuación de la mujer, reconfirmar su pertenencia dejando ver los contextos cuestionadores en los cuales se desenvuelve. Esta posición nos muestra la honradez intelectual de Yánez Cossío que en el manejo del oficio de la escritura confirma lo que muchos escritores conocen: la imposibilidad de elucubrar febrilmente y regirse a la verosimilitud como categoría estética que consiste en la apariencia o ilusión de realidad que provocan los textos en el lector. Yánez Cossío conoce los límites que la ficción impone frente a la realidad, a las formas de cultura, a normas y códigos cambiantes. Cada novela ha sido insertada en su propio contexto, teniendo en consideración que cada uno de éstos “presenta una determinada concepción de la realidad y unos modos y métodos de representarla” (Estébanez, 1071). Sobre sus obras en las que el personaje mujer joven, adolescente toma una relevancia única, y que sobresale a los demás personajes, Alicia Ortega, señala: La narrativa de Alicia Yánez evidencia un conjunto de preocupaciones que giran alrededor de la deshumanización del hombre moderno, la condición de la mujer en nuestra sociedad, la fuerza de la tradición y la costumbre como instancias de sujeción, el ímpetu de supervivencia que provoca en la mujer la opción por una vida plena y auténtica, la impotencia femenina frente a una sociedad falocrática y arribista, las taras de la sociedad civilizada dominada por un mundo de valores invertidos, el peso de la palabra oral en la conformación de juicios y valores. Se trata de una literatura que destaca el universo femenino como un esfuerzo por re-significar el lugar de la mujer en el mundo. ¿Qué significa hacerse mujer entera, absoluta, dueña de sus decisiones y de sus actos? Es la pregunta que parece articular los textos de Yánez Cossío. (p.4) “La literatura es una necesidad de comunicación más que de expresión”, Alicia Yánez Cossío, con la frase anterior nos demuestra que su arte tuvo su génesis desde pequeña, cuando se dedicó escribir cartas a un abuelo imaginario que vivía en África. Cabe destacar el criterio y opinión de la autora sobre el porqué los adolescentes prefieren los libros “light” y ¿cuál es la puerta para los adolescentes acercarlos a una literatura de calidad? Por experiencia, sé que estos libros de los vampiros están ocasionando un fenómeno muy interesante. Ahora, cuando los adolescentes se enamoran, les es fácil ir a lo sexual directamente. En estos libros se plantea la posibilidad de un amor romántico. Tengo una amiga que está haciendo un estudio a través de encuestas y el resultado de estos libros es un amor sano. Por otro lado, los chicos se dan cuenta de que la lectura no ha sido aburrida sino bonita. Yo no leo esos libros porque ya no soy adolescente, pero creo que son una puerta. 35 Luis Miguel Campos, resume de forma única a Yánez Cossío “La última máxima de un escritor es que la muerte es el final de la vida, y no necesariamente el final de una historia. Y la historia de Alicia Yánez da todavía para largo”. 3.2. Análisis narratológico a la novela Bruna, soroche y los tíos. Escrita en 1971 cuando el Diario el Comercio promovió un concurso de novela. El jurado constituido por Benjamín Carrión y Ángel Felicicimo Rojas otorgo el primer premio ente 39 obras participantes, a Alicia Yánez Cossío, “sus cualidades de fluidez narrativa, arquitectura novelesca, bella forma literaria, y porque sin caer en el criollismo o costumbrismo de dudoso gusto, revela claramente su raíz y estirpe ecuatorianas (…). El aporte a la literatura ecuatoriana de esta obra ha tenido grandes significaciones en varios contextos, pero también hay que recalcar la inmersión de su corpus en la corriente del Realismo Mágico. Una de las características más importantes de esta novela es la utilización del recurso del realismo mágico; solo así se podría describir a sus antepasados: el silencio profundamente digno de María IIlacatu, la nostalgia por su tierra, por sus hijos que se van a estudiar a España, su decisión de acabar con la farsa que vivía junto a su esposo-amo; solo así podían relatarse las aventuras de sus tíos: la interminable alfombra de Alvarito que esperaba la llegada del Papa y que al no materializarse, terminó convirtiéndose en hilachas que producirían una terrible alergia a la ciudad dormida y a sus habitantes; la fracasada empresa de la crianza de ranas que se convierten en una peste casi bíblica; la singular historia de Camelia Llorosa, sus admiradores y su fracaso matrimonial; la fabulosa colección de fósforos que se consumirán un día y destruirán parte de la casa de los abuelos; la graciosa historia de los ternos de baño traídos por la tía francesa y que al meterse al agua desaparecerán y producirán la angustia y la risa en las compañeras de Bruna; la estatua de la pila del patio que cambiará de acuerdo a la cosmovisión de quienes asumían la dirección de la casa; las pastillas para combatir el soroche de toda la cuidad el gran ventilador que se presenta como solución para purificar la atmósfera y liberar a los habitantes de la desidia, la pasividad, la renuncia a su libertad debido a las costumbres que no se cuestionan, a los prejuicios que esclavizan. Alicia Yánez inaugura el tratamiento de la problemática femenina en esta obra: la diagnostica, la estudia, presenta alternativas para su desarrollo, crea personajes femeninos fuertes, determinantes, constructoras de su destino, conscientes de sus responsabilidades frente a sí mismas y frente a la sociedad. La construcción de la trama no es complicada, el lenguaje fluye en su sencillez y alcanza acertadas dimensiones poéticas. (Vanegas, 1980). Menciona en el análisis de la novela, como aspectos que se constituyen en la problemática misma de Bruna, soroche y los tíos: 36 El desconocimiento mutuo de los unos y otros. Y la intolerancia de ciertos grupos étnicos, sociales y religiosos. (…) el ímpetu de supervivencia que hace que al final el individuo se rebele y se juegue la vida por la vida misma, por algo digno. Que logre sacudirse al ”soroche” y se lance a vivir una existencia más auténtica (p. 24) En cuanto a los personajes, son muchos, que aparecen y se mantienen y otros nombrados básicamente, pero que desarrollan perspectivas múltiples, proponiendo patrones de comportamiento, y el caso que nos ocupa del niño y del adolescente (joven). a. El realismo mágico en la obra de Bruna, soroche y los tíos. Franz Roh en 1925, crítico de arte alemán, acuño el término de Realismo Mágico para caracterizar una pintura post-expresionista alemana, como un estilo de las bellas artes. Roh (Citado por Seymour en Khipu, 1980) define este término como: “La presentación objetiva, estática y precisa de la realidad cotidiana con algún elemento inesperado o improbable, que deja al espectador o al lector desconcertado, aturdido o maravillado. (…) además menciona que: El realismo mágico es una de las respuestas al dilema del hombre del siglo XX, que vive angustiosamente en un mundo tecnológico. Es un intento de redescubrir el elemento mágico que existe en la realidad. Es un reflejo artístico de las ideas filosóficassicológicas de Carl Jung, que afirmaba desde comienzos del siglo la necesidad del hombre de complementarse juntando lo irracional con lo racional. (p. 36) Para el año 1926, Massimo Bontempelli difunde el término en una revista titulada “900”. Esta corriente literaria utilizada especialmente en la literatura pero también en la pintura y la filmación, se la define como la mezcla que funde lo real con lo fantástico o mágico, una amalgama de la realidad por una acción fantástica descrita de un modo realista dentro de la narrativa mostrándolo como algo natural, cotidiano. Ángel Flores fue el primero en llamar el rico estilo literario suramericano, realismo mágico. Difícilmente que alguna corriente literaria vanguardista merme a importancia e impacto del Realismo Mágico, toda vez que este se ha consolidado en muchos autores a nivel mundial, tomándolo como bandera en sus corpus literarios al empoderándose de temas sociales culturales empleando una interpretación global y estándar; exagerándola algunas veces, y subrayando la tolerancia de que el ser humano es capaz. Sus características demuestran lo anteriormente dicho: una forma que funde la realidad con elementos fantásticos para aparentar situaciones de orden social, cultural, político y disimular su discordancia. Hace uso de elementos mágicos en los cuales los personajes se desarrollan con toda normalidad creando verosimilitud al lector. Contiene múltiples narradores que pueden estar en primera, segunda y tercera personas. El tiempo se puede distorsionar y se percibe como cíclico y no lineal. Se transforma lo cotidiano en 37 experiencias que pueden ser sobrenaturales. Los personajes pueden revivir; los escenarios son en su mayoría americanos. En cuanto a los temas, hay diversidad de épocas históricas, una esencia cultural del mestizaje y elementos prehispánicos en sus valores mitológicos. Las propiedades que surgen de la realidad son: clarividencia, levitación, vidas largas al estilo bíblico, milagros, enfermedades mitad imaginarias que son exageradas hiperbólicamente; pero todo eso supone fe. Todo esto representa la parte mágica, mientras el realismo se encuentra en el modo de contar la narrativa: como si el hilo principal fuera realista. El realismo mágico invita al lector a menospreciar lo real, a apreciar lo milagroso y a despreciar lo histórico. Muchos escritores son considerados como pertenecientes a esta corriente literaria: entre ellos, podríamos mencionar a: Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, Gabriel García Márquez, Isabel Allende, Salmán Rushdie, Lisa St Aubin de Terán, Louis de Berniéres, Gunter Grass, Laura Esquivel. Alicia Yánez Cossío nos envuelve en su obra también en situaciones que devienen de la corriente literaria del realismo mágico, como por ejemplo: Parte del título, “soroche” dentro del realismo es considerado como el mal de las alturas, y la concepción mágica se fundamenta en una forma de colapsar de los individuos frente a situaciones en las cuales su impotencia puede más que su mismo raciocinio y conciencia: (…)La casa de los abuelos de bruna estaba junto a otras casas que hacían la ciudad. La ciudad se ha quedado dormida porque la construyeron en el sitio justo en que los vientos cambiaban de dirección porque aún ellos trataban de librarse de la influencia del soroche. La gente tomaba pastillas contra el soroche, y cuando las pastillas se agotaban, la enfermedad se manifestaba haciendo que la gente permaneciera sentada indefinidamente (...). (p. 72) El tratamiento de la muerte y el despojo violento de su identidad: El cacique tenía una hija, que sería la esposa del sol. Pero cuando los aventureros la encontraron el sol se eclipsó y María Illacatu dejó su alma prendida en la punta del árbol más alto. Sus ojos se quedaron mirando la sombra que tapó el astro, y se dejó conducir porque estaba ciega, por quien sería su dueño y su verdugo, hacia la niebla que envolvía una ciudad lejana. (p. 85) Frente al homicidio de quien le había arrancado su todo, su marido el uso del realismo mágico entraña la liberación de una mujer cuya escencia estaba ya muerta: 38 Las tijeras siguieron cortando y cortando hasta que alguien se las arrancó del que hacía tiempo era cadáver. Entonces saltaron de la ventana a la calle y empezaron a cortar piedras, los troncos de los árboles, las aguas de los ríos y solo se pararon cuando empezaron a trasquilar la lana de las ovejas que serían las progenitoras de las que, un siglo más tarde, habrían de dar su lana par que uno de los descendiente de María Illacatu empezará a tejer la alfombra más grande del mundo. (p. 90) Como tema recurrente en su novela, seguimos con la descripción mágica real a la muerte: Cuando sonaron los disparos, el eco fue volando a traer la muerte. La muerte llegó a prisa y se introdujo en cualquiera de los ventrículos del corazón. Salió por la boca llevándose el alma en un atado mal hecho, haciendo con toda grosería a un lado, los dientes y la lengua del moribundo Muchos son los sucesos en donde se muestra un exquisito tratamiento a la realidad convirtiéndola en mágica, eufemismos talvez pero que consagran un discurso único frente a una realidad devastadora. Camelia Llorosa, al enterarse de la muerte de su hermana luego de su noveno parto, en el convento: (…) una mujer distinta, se había arrancado la risa de la boca. Al sacarse el corazón para lavarse de las mundanidades a que se había dedicado antes no pudo volverlo a colocar en el mismo sitio, sino cerca de los riñones. La voz de la autora nos muestra también en Bruna, cuando harta de todo tipo de prejuicio e hipocresía abandona la ciudad: Cuando las fuerzas le faltaron, se detuvo a tomar aliento. Volvió sus ojos sobre la ciudad dormida y no la encontró. Subió a lo alto de una loma la buscó por todas partes y la ciudad no estaba (…) Una ráfaga de viento que tenía un olor conocido, como si nunca hubiera existido el soroche, trajo un pedazo de papel. Bruna se precipitó a cogerlo porque era el único indicio que le podía dar la pista de lo que buscaba (…) (p. 233) La caracterización y descripción objetos y situaciones de la naturaleza misma, como ejemplo el caso de la “huaca”: Todas las noches aparecía una llama azul, fría y extraña que salía del fondo de la tierra y desaparecía tan pronto alguien se aproximaba al lugar y se quedaba mirando fijamente. Entonces la llama cambiaba de sitio, pasaba del pie del árbol a la niña de los ojos, y se instalaba en el cerebro (…) (p.145) Respecto a la alfombra que teje uno de sus tíos, especifica a esta con una gran maestría literaria: La alfombra se enrollaba sobre sí misma, cada día giraba menos sobre su propio eje, hasta que su rollo se hizo tan voluminoso que levantó el techo y hundió el piso. Tenía un metro de ancho y el largo era de toda una vida. Era como una serpiente roja, jamás imaginada que dormía su invierno. Sería capaz de dar vuelta a l mundo y tenderse como un puente sobre los mares por obra y gracia del genio de Alvarito de Villa-Cató para 39 que el papá viniera caminando sobre ella, llegará hasta la puerta de su casa y le diera la bendición. (p. 92). 3.2.2. Estructura de la novela Antes de ganar el Premio en 1971, Bruna, soroche y los tíos era en un principio una serie de cuentos cortos, aislados, para luego ser compendiado en un solo cuerpo como una novela bajo el título “la ciudad dormida”. Posteriormente le cambia el nombre. Novela que ha tenido tres ediciones en el país y ha sido además adaptada al método Braile, en inglés. La edición actual data de 1980 su tercera edición, dividida en 33 capítulos. Haciendo uso del realismo mágico su novela utiliza un lenguaje sencillo rescata el lenguaje popular, los juegos típicos y tradiciones propias de una cultura serrana, son sus aspectos sociológicos y psicológicos propios. En primer lugar destacamos la estructura inicial y de cierre o final, extrapola el sentir de Bruna, reafirmador y afirmativo en cuanto a su postura de vida y sus experiencias de niña, joven, adolescente. Bruna optó por callarse, como siempre y no insistir más …Pero vio que el mundo era un hervidero de ambiciones y lo dejó todo…( pp 61,310) Capítulo primero, el pasado de Bruna, La verdad sobre sus raíces “(…)pero cuando fueron pasados por el tamiz de la verdad y por el crisol del tiempos …dejaron inmóvil el fiel de la balanza” (p. 71). La gente de la ciudad comunidad en el ostracismo. El capítulo dos, relata el temor de los habitantes que vivían bajo una estigma de superchería y no les permitía enfrentar ni querer ver su árbol genealógico. La historia del apellido y el retrato de la abuela. María Illacatú, sus sentimientos, sus desavenencias, su experiencia al encontrarse en un mundo que no era el suyo, y que además no lo deseaba. La descripción exquisita de la casa de los abuelos, relata el capítulo tres, y la atmosfera de culpabilidad que se respiraba en sus rededores. Capítulo cinco y seis, de forma secuencial cuenta sobre el regreso de los hijos de María Illacatú, el enamoramiento de una mujer criolla y narra sobre el culto a los valores invertidos. Y la trágica vida de una viuda aferrada a sus creencias con 14 hijos que criar. En los capítulo siete, ocho, nueve y diez cuentan la crianza por parte de los tíos de los 14 huérfanos. Aparece la primogénita Camelia Catovil (Camelia Llorosa) y el cambio de su nombre, bajo la crítica, siempre, de los demás. Y quien fue casada a los quince años de edad. El regreso luego de varios años a la ciudad del soroche, las expectativas de la gente, la crítica, la curiosidad. Su vida y el diario vivir, 40 basada en lo que aprendió y vio en otras ciudades. Su huida al convento de las monjas. La carta de su hermana Teresa, antes de morir, en donde le pide que se haga cargo de sus nueve hijos. Lo que le pasó a Panchito y a su hijo Alvaro, en los capítulos once y doce. Al ver la llama que ardía y cambiaba de colores, y se creía que era la llama de un avaro. Alvaro Villa-Cató, su interminable alfombra. Jerónico, el hermano menor de Alvarito, el que rompe los esquemas, y sus viveros de ranas. Salomón, hijo de Jerónimo y la culpabilidad de todo acto “malo” a los masones, quienes como dice Alicia Yánez “(…) tenía cogido los hilos políticos del país…” (p. 162), Capítulos trece y catorce. En el capítulo 15 sigue el relato generacional la hija de conocida como María 23, criada en el campo. La muerte de los indios de la hacienda y el cambio a la ciudad de la pareja para vivir como los demás. Capítulo 16, a la muerte de Camelia Llorosa, seis años luego de salir del convento, y los rasgos físico de Francisco, y sus versos. Capítulo 18 y 19, la descripción de los pasajes de la casa, lugares, sitios, disposición de los muebles. La muerte, Mama Chana u sus rituales que la llevaron a que fuese despedida. El tío Francisco y las cajas de fósforos. Los días de fiesta, los jueves, las travesuras, el incendio que provoco Bruna. Capítulos 20, 21, Bruna crece, la niñez, la travesura queda atrás, la casa luego de la muerte del tío Francisco. El trabajo de Bruna, como secretaria. La vida cotidiana y lo sentimientos encontrados, ambiguos. La foto del nuevo abuelo. Capítulo 22, el relato de Tía Catalina, la mujer ensimismada en la religión, y bajo esta bandera rindió homenaje al maltrato y su santidad. Capítulo 23. El primer amor de Bruna, su escape y primer beso. Bruna se hace mujer. Capítulos 24, 25 y 26. Los padres de Bruna, la partida de Gabriel. La historia de la jovencita bailarina La tía Catalina, sus rituales, su forma de proceder y sus hábitos. El viaje en tren, La llegada a Barcelona en un barco de vapor y el volver a su casa en malas condiciones. Capítulos, 28, 29, 30. La cama de Tía Catalina, descripciones y sucesos que pretenden determinar el porqué de los comportamientos. La tía Clarita, sus hábitos, los gatos. La dedicación a ellos y sobre todo a Juanito, el gato que aprendió a caminar en tres patitas. Capítulos 31, 32. La proyección de Bruna, en el encierro de la tía Clarita. La muerte de Tomacito, (el gato). Los advenedizos. (los chanos). 41 Capítulo 33, Bruna decide perderse, seguir el mismo camino que su abuelo el Obispo de Villa-Cató. La juventud muestra su querer despegar; su verdadero caos mental entre acciones y deseos. 3.2.3. Intertextualidad de la novela de Bruna soroche y los tíos No es nuestra intensión en este trabajo de investigación realizar un análisis de la intertextualidad en la obra de Yánez Cossío, pero si dar ciertas pautas sobre lo que esta noción constituye para fundamentar la implicancia que tiene la obra Bruna, soroche y los tíos con otros textos infantiles juveniles en la literatura infantil y juvenil, y por ende la importancia de que ésta, (la novela), pueda ser leída por los jóvenes quienes son la razón de la escritura. Podemos entonces, meramente como un eje, emitir el concepto de intertextualidad, que es un conjunto de propiedades por las que se distingue un texto en donde se entrecruzan y ordenan textos de muy distinto discurso. Es la relación que un texto mantiene con otros textos. En la obra Palimpestos de Gerald Genette, expone cinco tipos de transtextualidad, las enunciamos a continuación: Intertextualidad que es una relación de co presencia entre dos o más textos, como presencia efectiva de un texto en otro, (cita, plagio, alusión). El paratexto: título, subtítulo, intertítulos, prefacios, epílogos, advertencias, prólogos, notas al margen, al pie de página y otros tipos de señales accesorias, autógrafas o alógrafas, que procuran un entorno (variable) al texto y a veces un comentario oficial –u oficioso-. Es uno de los lugares de la dimensión pragmática de la obra, de su acción sobre el lector. Metatextualidad: “Comentarios” es la relación que une un texto a otro texto, que habla de él sin citarlo (convocarlo) e incluso sin nombrarlo. Es por excelencia la relación crítica. Architextualidad: Se trata de una relación muda, que articula una dimensión paratextual (títulos, o subtítulos) que acompaña al título en la cubierta del libro, y es la indicación de pura pertenencia taxonómica. El género es un aspecto del architexto. Hipertextualidad que es toda relación que une un texto B (llamado hipertexto) a un texto anterior A (llamado hipotexto) en el que se injerta de una manera que no es la del comentario. Es un texto en segundo grado, o texto derivado de otro texto preexistente, derivación que puede ser del orden descriptivo, o intelectual. O puede ser una transformación en la que un metatexto evoca más o menos explícitamente al hipertexto, sin necesariamente hablar de él y citarlo. Y el El hipertexto es considerado como una obra propiamente literaria –al derivarse de una obra de ficción (narrativa o dramática) queda como obra de ficción y cae dentro del campo de la literatura. (1989, pp 12-13) Luego de la paráfrasis realizada, podemos entonces encontrar y evidenciar la intertextualidad de la obra de Alicia Yánez Cossío, con otras grandes obras de cuentos y aventuras maravillosas, en donde las relaciones que se establecen determinan la valía de Bruna, soroche y los tíos y su gran aporte a la 42 lectura para jóvenes. Demostrando con esto el poder de la literatura y de quienes son sus gestores para vincular varias obras, varias tipologías y géneros como propulsor de su escritura y como generador de situaciones extraordinarias en los mismos que enriquecen los discurso y nos permiten realizar un análisis contextual mucho más profundo y diverso. Yánez Cossío, ha incursionado en el mundo infantil, destacando temas relevantes, en el caso de la novela la aventura, los temas de amor fraternal hacia los abuelos, a la familia. La novela de Bruna soroche y los tíos, evidencia la magia, lo maravilloso de la literatura, misma que podemos relacionar con otros cuentos, novelas y poemas como es el caso de Veinte mil Leguas de viaje submarino (1878), de Julio Verne. La novela de Emilio Salgari, El tesoro de los Incas (2000). Y con El niño de la selva (1984, 1985), de Rudyard Kipling y el poema Cuando las cosas vayan mal. Con la obra de Julio Verne, cuya reseña la presentamos a continuación, existe intertextualidad en varios ámbitos: VERNE, Julio: Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne. Bogotá: Paramericana, 1994, 376 pp. Un monstruo marino ha puesto en marcha todas las alarmas, y finalmente se organiza una expedición para capturarlo, en la que figuran el célebre profesor de Historia Natural Pierre Aronnax, su ayudante Conseil y el experto arponero canadiense Ned Land, a bordo de la fragata estadounidense Abraham Lincoln. El monstruo resulta ser un sorprendente submarino a las órdenes del capitán Nemo, y el hecho de que deba mantener el secreto plantea un grave problema al capitán en cuanto a la liberación de los tres personajes principales. El capitán Nemo, el sabio atormentado y desengañado de la raza humana, en el que confluyen el individualismo libertario y un exacerbado sentido de la justicia, se ha convertido sin duda en uno de los paradigmas de la novela de aventuras y su presencia ya bastaría para justificar el lugar de honor que ocupa Veinte mil leguas de viaje submarino en el género. Y sin embargo contiene muchos otros alicientes: emoción, conocimiento, suspense, personajes inolvidables, lances inesperados. Bruna comparada con el Capitán Nemo, dotado de una personalidad única, trasgresora ante quienes creen que la verdad es absoluta, potencia, abre puertas a la fantasía, a la travesura, al juego mismo, a la realidad: pero a la vez al conocimiento del individuo, a reconocerse. Viajes épicos que enriquecen al joven, al niño, que lo llevan a vivir aventuras de tiempos de sucesos ficcionales y de su tiempo real. Existe una metatextualidad, en donde se refleja de forma intrínseca situaciones que tienden a ser del orden descriptivo, o intelectual. Bruna, y el Capitán Nemo, dos seres, dicotómicos, una real y otro concebido en la literatura ficcional, pero que se aúnan, se emparejan en el momento de rescatar su 43 sentir, su forma de actuar, su pensamiento sus aventura y sobre todo en su desengaño con quienes forman parte de su círculo, lo seres humanos, quienes difieren trascendentalmente de su forma de pensar, y de su forma de ver la realidad en cada una de sus situaciones dentro de la novelas. La segunda obra mencionada es el poema de Emilio Salgari, escritor italiano, autor de numerosas novelas de aventuras que han gozado siempre de gran éxito, sobre todo entre el público juvenil, “por el dinamismo casi cinematográfico de la acción, que evoca sugerentes atmósferas fantásticas y épicas, su reseña a continuación: Una aventura en busca del legendario tesoro de los incas, a través de un inmenso rio subterráneo, describe el viaje que unos aventureros efectúan por debajo de una parte de los territorios de Centro América, a través de un inmenso subterráneo en el que hallan un río navegable, en busca del fantástico tesoro de los Incas Se puede evidenciar fácilmente la relación de intertextualidad de estas dos obras por la alusión que existe como co-presencia en cuanto a los contextos históricos en las cuales se basan la narración y el discurso de estas dos grandes obras. - No tenemos que penetrar en el bosque. Y tú, buena mujer, no llores. Tengo una casa mucho mejor que esta cabaña; yo te ladearé y verá como no te falta lo necesario para vivir. (1876, p. 15) Existe una relación muy clara, cuando María Illacatu, en Bruna, soroche y los tíos, es usurpada por los españoles y extirpada de su tierra, de su génesis. La promesa, no dicha pero implícita del español y la construcción de una casa fuera en donde se esperaba que ella acepte esa condición y deje de ser una advenediza para convertirse en una criolla. En vano los españoles buscaron los tesoros, en vano dieron tormentos…los tesoros jamás fueron hallados, sin que tuviesen mejor suerte las expediciones emprendidas con este fin en diversas épocas por audaces aventureros. (1876, p. 37) La búsqueda interminable del oro, por parte de los españoles, el creer que América se constituía una fuente de riqueza, material. Definitivamente existen presupuestas en las dos obras que son coherentes en la existencia, (real) de los personajes indios y en su realidad; y que prima cierta ambigüedad en cuanto a lo real y lo ficticio, a lo lógico y ambiguo. Y ente la situación de coordinadas e espacio no son propiamente idénticas pero que permiten ser referentes por la coincidencia de la verdad. Pese a ello no existen fronteras contextualizadas históricamente. Determinar en qué momento la ficción pasa a ser realidad, o lo contrario es determinante con los jóvenes, toda vez que para lograrlo podemos presentarles 44 casos, problemas para validar no solamente la intertextualidad, sino , que en base a esta generar desarrollar su pensamiento complejo pretendiendo dotarles de aprendizajes significativos. Sin Con la poesía Rudryard Kipling, escritor y poeta británico nacido en la India. Autor de relatos, cuentos infantiles, novelista y poeta. Cuando las cosas vayan mal (No abandones) Cuando vayan mal las cosas como a veces suelen ir, cuando ofrezca tu camino sólo cuestas que subir, cuando tengas mucho haber pero mucho que pagar, y precises sonreír aun teniendo que llorar, cuando ya el dolor te agobie y no puedas ya sufrir, descansar acaso debes pero nunca desistir. Tras las sombras de la duda, ya plateadas ya sombrías, puede bien surgir el triunfo, no el fracaso que temías, y no es dable a tu ignorancia figurarse cuan cercano, puede estar el bien que anhelas y que juzgas tan lejano, lucha, pues por más que en la brega tengas que sufrir. ¡Cuando todo esté peor, más debemos insistir! Si en la lucha el destino te derriba, si todo en tu camino es cuesta arriba, si tu sonrisa es ansia satisfecha, si hay faena excesiva y vil cosecha, si a tu caudal se contraponen diques, Date una tregua, ¡pero no claudiques! "Porque en esta vida nada es definitivo, toma en cuenta que: todo pasa, todo llega y todo vuelve" Evidenciamos una interdiscursividad entre la novela de Yánez Cossío y el poema. El poder de la palabra dota de una serie de herramientas para verse reflejado como individuo en espacios reales, y sobre todo es situaciones cotidianas. Bruna, esta descrita en el poema de Kiplin, y al igual que ella muchos adolescentes que piensan y se sienten derrotados algunas veces por lo sentirse parte de un grupo, por atravesar situaciones emocionales fuertes, o simplemente porque se encuentran en estados, muchas veces, de sosiego, incertidumbre, de encontrarse. La palabra escrita le da la certeza de encontrarse, de sentir que otros le entienden. El sentimiento de reencontrarse que acompaño a Bruna desde sus primeros días. 45 Tras las sombras de la duda, ya plateadas ya sombrías, puede bien surgir el triunfo no el fracaso que temías De los personajes cuyo sentir es transitorio en el relato, pero que determina fielmente que su camino siempre “fue cuesta arriba”. Por todas sus vivencias, sus esperanzas, sus ilusiones, y el fin de cada uno de ellos. Y sobre la entereza de Bruna, María Illacatu, Camelia Llorosa y todas las demás mujeres que son ejemplo de vida y luchas para los jóvenes adolescentes. …“todo pasa, todo llega y todo vuelve”. Qué joven no se ve identificado con este verso, Brunas, hay muchos y muchas, el texto literario invita nuevamente a la sensibilización. Y a pensar que todo lo podemos lograr, la lucha inicia el momento que hemos obtenido nuestro propósito de vida. Uno de ellos, el más profundo aprender a reconocernos y validarnos. La intertextualidad está dada, como señalamos en un sin número de obras, y no solo en sus corpus sino también en sus prefacios, no tanto por la coincidencia lingüística, textual, sino por lo que se puede inferir de aquella, tal es otro aporte magistral de la literatura infantil y juvenil como es el El libro de la selva (1907), que relata la fábula del niño Mowgli criado por los lobos, del oso Baloo, de la pantera Bagheera y del malvado tigre Shere Khan se ha convertido en un arquetipo universal que reúne, como los grandes mitos, lo mejor y lo peor de las andanzas del ser humano en esa jungla inmensa que es el planeta Tierra. Los hermanos de Mowgli Mang, ese ciego con alas, suelta las bridas de la noche. Rann es su amigo, en él cabalga. Duermen las vacas sueños torpes. Los corderos tiemblan, balan, y tras la puerta se esconden. Somos dueños hasta el alba. Queremos siempre ser libres, fuerza, pasión desatada. Que abunde siempre la caza. Será así, si en la Ley vives. Nuevamente evocamos la interdiscursividad. La descripción de los animales es un símil de los personajes de la novela de Yánez Cossío, una referencia que resulta inevitable, se observa la dualidad entre la selva y la aldea de los personajes de El niño de la selva; y de la historia con la sociedad humana como en Bruna, soroche y los tíos. La búsqueda de Muggli angustiosa su identidad entre estos dos mundos diferentes, y la de Bruna, de su origen. 46 Por otro lado, permite remitirnos a las descripciones de lugares exóticos e la selva y la aldea, y en el caso que nos ocupa, de la ciudad, de las montañas, de los viajes fuera de las montañas, fuera del espacio único conocido, describiendo los dos autores con gran detalle aquellos lugares, reconociendo por otro lado, que el joven lector visualiza los mismos, trasladándole con su imaginación a aquellos. Se debe puntualizar que la literatura es creadora, constructora de imágenes, sensaciones, realidades que no requieres ser contadas con la palabra sino, muchas veces, solo con la letra como símbolo de nuestras vidas que dejan una marca de forma perenne. 3.2.4. Narrador A partir de la perspectiva de Bruna a un narrador omnisciente que comparte el discurso y entrega la palabra a los personajes. El juego textual que maneja deja entrever la historia de la familia y por otro, la cultura que permite afirmar su historia personal. No podemos centrarnos en un solo tipo de narrador ya que cada personaje tiene su momento. No encontramos dialogismo, el discurso el polifónico, pero tiene más peso que los personajes a los que le sede la voz el narrador omnisciente. Un ejemplo de narrador omnisciente, entre los muchos del corpus de la novela: La gente no podía entender lo que le había sucedido, era doloroso explicar ciertos detalles por lo cual Bruna concluyó por no decir palabra. - ¿De dónde vienes? De cualquier parte ¿Pero de cuál? De allí… del sur. (p- 61) (…)Bruna tenía presentes a todos sus antecesores, los conocía uno a uno, y no se sentía extraña…(p. 101) Sin embargo la procesión iba por dentro. El aire del campo se iba llenando de vapores parecidos a los que en la ciudad producía el soroche. (173) Dialogo como estrategia para articular la estructura del conjunto en distintas proporciones y en forma muy breve o extensa. ¡El Conde don Emiliano de la Reguera y Soria…! ¡Puf! está dos metros bajo tierrPuf! - ¿Cómo? - Digo que murió - ¿Cuándo? - Pues, hace un medio año, más o menos… - ¿Dios nos asista! ¿De qué murió? - Pues…creo que de viejo. 47 - ¡De viejo, no puede ser!...Era mi novio… (p.122) Contiene planos personales que se alteran frecuentemente entre pasado y presente, las acciones de los personajes se presentan en retrospectiva como los recuerdos, sin abundar lo sustantivo de la realidad. Las formas de expresión de la novela corresponden a la jerarquía social de los personajes. El imaginario de Yánez, tiene bases históricas concretas, quizá lo que se debe señalar es cómo la escritora evidencia en la obra una realidad de siglos y épocas pasadas. Este es el punto de gestación y de partida de la novela y sobre el que orbita la vida de todos sus actores El inicio de la narración con una casuística específica sobre Bruna y todo su equipaje de recuerdos, aventuras e historia de su familia y la ciudad. Bruna optó por callarse, como siempre y no insistir más, Había venido de una ciudad, había caminado por sus calles, visto sus iglesias de oro con sus campanarios que se perdían en las nubes, caminando por sus plaza, en una de las cuales se levantaba la estatua de un bisabuelo, que, siendo obispo, tuvo doscientos cuarenta y cinco hijos. Había vivido en la vieja casa de los abuelos donde aprendió a ver la vida desde un ángulo diferente. Conocía la historia de los habitantes y la historia de quienes fundaron e hicieron la ciudad… (p. 61) En el caso del cumpleaños 16 de Carmela: Cuando Camela cumplió los dieciséis años, la vieja nodriza que nunca se separó de su lado, desde el momento que vino el mundo, murió de nostalgia por la ciudad lejana y también de pena por las desventuras que pasaba la niña. La niña se quedó sola en el mundo totalmente desconocido… (p. 122) Respecto a la historia de María Illacatu: A Bruna le dolía siempre ver a su antecesora india clavada en el salón de las visitas, nadie parecía saber nada de su pasado…Cuando Bruna descubrió por sí misma y por las deliciosas influencias de mama Chana, el escándalo de los parientes lejanos, veneró a la abuela india. (pp 91,92) La historia de los padres de Bruna: Los padres de Bruna eran los extraordinarios personajes que vinieron del campo, a raíz de la muerte de los dos mil indios que trabajaban en sus propiedades. A pesar de haberse casado entre primos, los hijos que tuvieron fueron físicamente normales, y heredaron de 48 los abuelos una especie de disconformismo, que bien miraba la cosa, no era tal, sino una indisponibilidad orgánica para contagiarse del mal del soroche. (p. 233) En cuanto a jerarquía en un primer plano del inicio de la historia de cómo María Illacatu fue desterrada y encerrada en una tierra que no era la suya, en una historia que no le correspondía. Interrumpida su juventud y sus costumbres, Y hubieran seguido caminando los siglos de los siglos, si María Illacatu no hubiera sentido que en sus entrañas se estaba gestando un ciclón, que debía salir al mundo transformado en un ser humano: con un brazo de blanco y otro de indio, con una pierna de chasqui y otra de hidalgo, con un corazón que equivocaba el ritmo porque la sangre se licuaba o congelaba en el asombro de las venas, con un ojo que tenía una niña de maíz y otra de trigo. (p. 86) Otra cita en donde apreciamos las jerarquías de los diálogos, no por su posicionamiento en la obra, sino por la trama en la cual se desarrolla. Los viejos iban agrandando su órbita y seguía acaparando ele espacio vital de los que estaban bajo su dominio. - ¿Soy tu padre y me debes respeto - ! Soy tu madres y e debes obediencia! (p. 101) 3.2.5. El estilo En el lenguaje discursivo Yánez hace gala de un lenguaje con diversos registros, que permite comprender la magia de cada uno de los personajes para transgredir la verdad, disimularla, advertir al joven lector sobre la multiplicidad de eventos y realidades culturales de un país multicultural, multiétnico. Bruna con un monólogo interior, en momentos, rece que trabaja de esa forma la narración, que va cuestionándose la poca tolerancia al “soroche” afianzada en los recuerdos y cuentos de mama Chana. Que “le abrió las puertas del pasado” y le permitió tomar decisiones drásticas sobre el mismo oponiéndose a una ciudad aletargada. Es necesario mencionar la “despolarización del discurso2, tal como destaca Adelaida López Martínez (2000, p .23), la ironía estilística, maravillosa y fantástica. Estos dos últimos recursos 49 intervienen en la narración y fragmentan los principios de verosimilitud que mantienen y justifican una “visión monolítica, prejuiciada y mítica de la sociedad dormida”. 3.2.5. Trama En la obra Bruna, soroche y los tíos, el título es decidor en cuanto a mostrar a tres personajes, por así decirlo en cuanto al “soroche”, pero que incide de forma directa en el corpus de la obra y que develan el conflicto entre el deber ser social -los tíos y el soroche- y el ser de la protagonista. Los tíos simbolizan, la identidad deteriorada, la familia, en tanto que el soroche o enfermedad de los páramos andinos constituye la metáfora de la tradición y el anquilosamiento contra los que Bruna va a luchar (Antares, 2010, p. 24). Crónica de una familia serrana, dado su fondo quiteño en el desarrollo de la trama, donde Bruna lidia contra el soroche de una ciudad atestada de “moralistas”, prejuiciosos e hipócritas de una sociedad que corree el pensamiento y desarrollo. Y por otro lado, con sus tíos, quienes resultan ser sus custodios incapacitados para asumir roles de forma adecuada, tras la muerte temprana de sus padres. Narra aspectos sobre el mestizaje y el rechazo a lo “indio”: “bruna descendía de una raza desleal a la que todavía le dolía y empequeñecía el mestizaje, con un dolor y complejo de pecado original” ( p.74). Bruna, impone deliberadamente una construcción de un mundo nuevo, ya no se queda en la reiteración de escenarios típicos de una mujer doliente, pasiva, dominada. Por ello enfrenta un sinnúmero de situaciones externas e internas, estas últimas basadas sobre todo en el juzgamiento de su propia familia cuando busca de forma incansable sus orígenes. Proviene de una familia desleal a al que todavía le dolía el mestizaje con un color y olor de pecado original. Gente que basándose en sus apellidos ilustres Bruna es la revisión de los hechos de una familia, por una jovencita que se lanza a vivir su propia existencia, lejos de los prejuicios y atajos de una ciudad apática y sin motivaciones, lo cual constituyó la novedad del feminismo de esos tiempos. La protagonista, ubicada en un entorno social y familiar dominado por el inmovilismo y los valores morales anclados en la tradición, lucha denodadamente por zafarse de los múltiples prejuicios que amenazan con destruirla. Bruna decide romper ese círculo opresivo y lanzarse al mundo a vivir su propia vida, lejos de los atajos sociales producidos por la inercia, el egoísmo y la esclavitud de la opinión ajena. Historia que abarca la evolución de una familia, desde su apellido, de Illacatu a Villa cato, a Villa-Cató y por último a Catovil. Como elemento del rechazo a lo mestizo y validación total a lo blanco, europeoespañolizado. 50 3.2.6. Motivos La violencia, traiciones y episodios que conviven con la soledad, el desconocimiento mutuo de unos y otros. La duda de la identidad de la protagonista la lleva a reconstruir su pasado basado en información fragmentada y en muchos casos irrelevante. La intolerancia a ciertos grupos étnicos, sociales y religiosos. La fuerza de la tradición, de la costumbre. La inercia que frena tantos movimientos de avanzada y sofoca tantos intentos de superar lo anacrónico y lo caduco. La mujer, Bruna, como un referente de que las mujeres también pueden crear su propio pasado, vivenciando situaciones comunes y lidiando a la vez con los demás. Mujer que permite aceptarse y aceptar su entorno y sus heterogéneos. La renuncia a la severa actitud patriarcal que propugna continuamente la superioridad masculina. Identidad y lucha con un ímpetu de supervivencia que hace que al final el individuo revele y se juegue por la vida y por la búsqueda de algo digno. Avance notable en el movimiento de las mujeres. Estigma, el rechazo del cual es objeto Bruna por sus congéneres. Paralelismo con obra Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez. Heroismo: Una mujer nacida y diseñada para ser irreverente ante los supuestos sociales construidos como una abstracción de la identidad de su familia. 3.2.7. Tiempo y espacio Un primer encuentro con la novela de Alicia Yánez Cossío en cuanto al análisis del tiempo es la presencia de la prolepsis, tiempos posteriores de la narración anacronía, alteración a la secuencia cronológica. Ese tipo se da ya sea por la analépsis (tiempos anteriores que interrumpen en la narración) y prolepsis, (tiempos posteriores interrumpidos en la narración. Existen diferentes tipos: • Externa o heterodiegética: es toda retrospección o anticipación fuera de la diégesis o historia narrada que proporciona una aclaración al lector sobre los antecedentes. • Interna u homodiegética: es toda retrospección o anticipación dentro de la diégesis. Dentro de este tipo las completitivas llenan vacíos o elipsis y permiten que el lector recupere información; las literativas mencionan hechos similares habituales que el personaje repite, y las repetitivas aluden de forma explícita al mismo pasado del relato. • Mixta: es toda retrospección o anticipación que se origina fuera de la historia narrada 51 Mijail M. Bajtin define el "cronotopo"; en sus propios términos, como "lo que literalmente se podría traducir por ¨espacio-tiempo¨: la correlación esencial de relaciones espaciotemporales asimilada artísticamente en la literatura". En el caso del tiempo Yánez Cossío, a excepción de inicio y final, el corpus del cuento es cronológico, se va desde el inicio mismo de la hija del sol María Illacatu, pera ir caminando son sus hijos, sus nietos y bisnietos (Bruna), narrando la historia de cada uno de ellos en espacios diferentes. Recreando momentos del pasado de los personajes de forma anterior, simultánea y ulterior. Pasaron los años con la lentitud que solían pasar en la ciudad dormida (p. 135) El tiempo en la narración determina aspectos principales que le van dando forma al discurso, presentando una visión bastante amplia, en donde los jóvenes pueden adentrarse al análisis de una variedad de aspectos históricos y culturales, desde la conquista hasta la actualidad. El marido enriquecido con el oro de la ñusca que mntenía a su lado, volvió a cruzar los mares pr acrecentr la leyenda de los indianos que encontraron tesoros en todos lados…(p.88) Bruna descendía de una raza desleal a la que todavía le dolía y empequeñecía el mestizaje, con un dolor y un complejo de pecado original. (p. 74) Las acciones se van articulando en función de la protagonista y todos aquellos que constituyen su mundo La vieja casa de los abuelos encerraba todo un mundo donde estaba involucrada la esencia de Bruna. Valía la pena recordarla años tras año. Recordar los personajes que la habitaban, con todas sus lágrimas vertidas; con los momentos plácidos, que a través del tiempo, marcaban hitos… Recordarles con sus heroísmos y ridiculeces que es el presente tenían un valor invertido y diferente. (p. 68) Se ratifica en esta cita, el tiempo de la conquista, el valor al oro más que al individuo por parte de una razón que un momento dado conquisto nuestros días, situación que merece de los jóvenes analizar y profundizar para rescatar sus propias conclusiones y valoraciones, hacia los cambios que hemos tenido y hemos sido sujetos luego de la conquista. Los valores que implican haber obtenido o desgastado con el trasurso del tiempo en nuestra historia cultura, indígena. El tiempo narrativo es bastante rápido, fluido, se detiene en descripciones que son absolutamente necesaria para dar al lector joven una visión ilustrada del personaje como tal, o del lugar en donde se desarrolla la escena. Las técnicas de descripción abundan, como la casa de los abuelos de Bruna, los hábito de tía Catalina, el cómo bajo prescripción médica y suya propia comía ciertos alimentos (carne de cordero) solamente los primeros sábados de cada mes. Por otro lado podemos apreciar las descripciones de hombre y mujeres de la narración, en algunas con una mágica pincelada deja ver sus formas, sus caracteres como Bruna, los tíos y las tías. Hasta a los mismos gatos. Del incendio con la 52 cajita de fósforos y todos esos colores que despertaban un sinnúmero de sensaciones, es como si todas las auras de los personajes eran vistas en ese momento. Como que todo el pasado y el presente estaban conjugados en colores. En cuanto al espacio en la novela se desarrolla en la región sierra ecuatoriana, en una ciudad que no se específica el nombre, pero las descripciones determinan que es real refiriéndose a lugares concretos, específicos u otros cerrados, como la casa de los abuelos de Bruna. Un ejemplo es la casa de los tíos: En la casona de los tíos, junto al capulí frondoso –el que repartía sus frutos por toda la huerta y por los patios de la casa vecina- se había visto fuego desde que la casa fue construida. Todas las niches aparecía una llama azul, fría muy entrañada (p. 145) Una cita que describe parte de la topografía, el clima: La casa fue construida aprovechando los desniveles del suelo y hasta donde llegaba la montaña abrupta y fría. Tenías tres pies hacia la calle principal, dos hacia la secundaria, y era de un solo piso hacia atrás y hacia el otro lado. (p. 94) Los espacios determinan no solo la infraestructura arquitectónica, este discurso descriptivo tiene el potencial de emitirnos juicios de valor y objetivos sobre las características psicológicas, emocionales de los personajes. Determinados por el frío (la mojigatería), los colores oscuros y tenues (las personalidades) y sobre todo la puertas anchas que determinan la salida, la búsqueda incesante del “yo”, en la niña en la joven mujer. Bruna. Yánez Cossío, no solo entra su atención en la descripción de los objetos, sino que a estos les da vida en el espacio que se narran, les confiere un sentido sociológico y sociológico que entrañan sentimientos, vivencias. Entonces la llama cambiaba de sitio: pasaba del pie del árbol a la niña de ls ojos, y se instalaba en el cerebro. Al mirar la llama y cerrar los ojos, se podía verla durante horas que se desvanecía bajo los párpados de la codicia. Espacios tradicionales, espacios religiosos, supersticiosos, pretenden dar el lector joven varios parámetros para mirar sobre el espejo del libro y adentrarse a la cultura y costumbres de nuestros pueblos mestizos. Al tocar las doce campanadas de la media noche de los 31, se podía ver claramente el futuro, echando una clara de huevo en un vaso (p.113) El sincretismo hace parte del relato temporal y espacial de la novela, entendido éste según su significado, como “a la conciliación de distintas doctrinas o posturas. El sincretismo, de este modo, implica la fusión de diferentes elementos en uniones que, en ocasiones, carecen de una coherencia interna”. 53 3.2.8. Personajes María Illacatu: ñusta (princesa) que por sus casualidades físicas era muy hermosa y rica fue robada por un grupo de españoles de su hogar la trasladan a la colonia española. Con ella se inicia el árbol genealógico de los Catovil cansada de los maltrato de su esposo lo asesina y después ella se ahorca con su propio cabello. Bruna: Una chica valiente vive con sus tíos es ella quien averigua los antecedentes de la familia y de donde inicia la narración, es ella también quien acepta el verdadero apellido sin importar la raza india de la abuela María Illacatu y deja a un lado las mentiras de sus tíos sobres sus abuelos. Camelia Catovil (Camelia Llorosa) Fue una mujer valiente no le importaba los prejuicios de la gente y después de la muerte su futuro esposo se dedico a ser el centro de atención de los hombres de l pueblo, cambio su nombre a Camelia Llorosa en sus reuniones había poesía y música. Contrajo matrimonio con un hombre mayor el cual no la complacía íntimamente, escapó a un convento mientras los demás la dieron por muerta Catalina Catovil: Fue una mujer muy pulcra no le gustaba bañarse desnuda, tenía una cama inmensamente hermosa con cuatro santos en su estructura su muerte fue muy dura ya que agonizo por semanas con imágenes de un viaje que hizo a Tierra Santa. Indios: Son aquellos quienes crean las viviendas empleados y mueren por causas injustas, como siempre maltratado física y psicológicamente. Hijo mayor de María Illactu: contrajo matrimonio con una criolla con la cual tuvo catorce hijos delos cuales sobrevivieron dos. El murió en un duelo. Panchito: El tercer hijo de María Illactu casado y con dos hijos jerónimo y Álvaro estuvo en busca de un tesoro para el cual utilizo muchas cábalas, ya abierto su mujer entra; el baúl sale corriendo y se esfuma un día después el muere de causas desconocidas. Álvaro Villa – Cato: Se dedico a tejer una alfombra roja era tan grande que podía dar la vuelta al mundo. Cuando murió extendieron la alfombra hasta su tumba después nadie la recogió y allí se destruyo con el tiempo y sus pelusas provocaron alergia en el pueblo. Jerónimo Villa-Cato: Era gordo e ingenuo se dedico a criar sapos los cuales después de su muerte invadieron totalmente el pueblo y tuvo un hijo llamado Salomón. Salomón Villa-Cato: Fue un eclesiástico del pueblo al ver amenazas de muerte creo una casa solo para niños del mismo salieron 240 soldados de la fe, murieron envenenados y Salomón afligido salió del pueblo con rumbo desconocido. 54 Teresa Catovil. Murió dando a luz a sus noveno hijo y dejó a sus hijos Clarita, Francisco, Catalina al cuidado de su hermana Carmela. Francisco Catovil: Desde muy niño hasta adulto se dedicó a coleccionar cajas de fósforos incluso llego a ocupar dos dormitorios grandes. En su lecho de muerte Mama Chana le hizo firmar un documento donde afirma que sus tres hijos eran sucesores de Francisco Catovil. Mama Chana: Era la ama de llave y quien contaba la historia de la familia de bruna, tenía tres hijos que estuvieron legalmente reconocidos como vástagos de Francisco Catovil siendo hijos del sacristán dela parroquia. Chanos: Hijos de mama Chana tuvieron una gran fortuna eran dueños de una ferretería nunca fueron caritativos más temidos que queridos. Clarita Catovil: Hermana de catalina y Francisco su hermana Catalina siempre despreciaba a sus pretendientes razón por la cual no contrajo matrimonio encariñándose demasiado con los gatos hasta tener varios y cada uno con los nombres de sus sobrinos. María 23: Una delas hijas de Salomón, se crio en el campo, contrajo matrimonio fue esta pareja quien implantó los inodoros para todos. 3.3. Análisis de los personajes femeninos; maría Illacatú, Bruna y Camelia Llorosa “Las mujeres sostienen la mitad del cielo, porque con la otra mano sostienen la mitad del mundo”. (Mao Tse-tung) Los personajes han constituido siempre una de las dimensiones imprescindibles de la novela (Tacca, 1985, p. 131); en el caso que nos ocupa Alicia Yánez Cossío en su novela Bruna, soroche y los tíos son sustanciales desde dos perspectivas: como tema (sustancia) y como medio, instrumento fundamental para la visión y exploración del mundo. Factores que se convierten en básicos cuando nos encontramos con un público de jóvenes lectores, permitiéndoles acceder con una mirada diferente, pero a la vez, cumpliendo con una de las funciones de la Literatura infantil y juvenil: ingresar en el imaginario humano configurado por la Literatura. El inmenso repertorio de imágenes simbólicas les ayuda a conocer y reconocer imágenes simbólicas que los van guiando en la reconstrucción de sus propias historias de vida y la posibilidad de validar la de los otros. El ir dando forma a una narración representa, también, adoptar diferentes y nuevas perspectivas ayudándoles a construir el sentido de pertenencia al apreciarse iguales con la ayuda de la magia de la palabra literaria dual, dicotómica, ambigua, en muchas ocasiones, pero que se constituirán en parte de cada uno. Los personajes de esta novela son singulares por su relación a la realidad. Por un lado se trata de personajes inspirados en personas reales, y por otro aparecen personajes e historias de los melodramas que son idealizados y exagerados. 55 Es por ello que la importancia de una experiencia literaria debe ser variada, los jóvenes deben incursionar, no de forma didactista, sino en situaciones reales e identitarias en las que se reflejen escenarios y conflictos propios del mundo moderno como son las nuevas formas de las familias; los flujos migratorios; la pérdida de identidad de los jóvenes; la mujer, el hombre en la constante búsqueda de su “yo” como ser integral. El diario vivir de su adolescencia, de sus inquietudes embebidas en un mundo alucinante. La mujer, la madre, la hija la tía. Aída González-Harliván menciona: “No sólo constituye una crítica aguda a la sociedad latinoamericana y su contrato con la mujer sino que también emerge como una elegía a la más grande forma de liberación del ser humano: la liberación interior e individual que implica el derecho de cada uno a constituirse en dueño o dueña de su propia persona”. Era absolutamente libre sobre la faz de la tierra, de manera que quemó las naves de su timidez y se decidió por el “auto stop” con todas sus dificultades y consecuencias. Bruna se sentía feliz, tenía unos ojos que podían proyectarse hacia el futuro y el don de reírse de sí misma y o de las cosas. - ¿Eres feliz? - Sí… creo que sí… - Entonces vamos (Yánez, 1980, p 62) Las formas de mirar la vida positivamente, nos da la posibilidad de que cada adolescente, cada joven cada mujer u hombre sean triunfadores, Bruna, Camelia, María Illacatu, son una muestra del colectivo que rompe con sus propias cadenas, saliendo de su ostricismo y otorgándose cabida en un mundo globalizado, para reconocerse, rencontrarse empoderarse. María Ilacatu Yánez, al igual que la peruana María Rostworowski, reconoce en la mujer con profundas raíces indígenas la tradición de ser hogareña pero guerrera a la vez. María Illacatu personaje de la historia, de nuestros antepasados, de aquellas conquistas, el génesis de la novela de la estirpe Illacatu que luego cambiaría su apellido a Villa-Cato y por último a Catovil, dado el rechazo que la familia sentía a lo indígena. “El Cacique tenía una hija que sería esposa del sol (…) Ella era la hija de un Cacique dueño de montones de oro y esmeraldas” (p. 78). La descripción de la casa de los Catevil, hace honor a lo que representaba como mujer, muestra su legado, su presencia, su esencia en cada pared en donde ha quedado impregnado su olor y sus raíces. Nada cambio, se quedó estática en el tiempo: (…) era un enorme caserón lleno de vericuetos y de ventanas colocadas simétricamente que le daban un aspecto de convento. (…). Techos con tejas casi verticales a dos aguas. Una puerta muy grande de roble que solo se abría en las ocasiones importantes. 56 Ordinariamente los habitantes de la casa hacían uso de la puertecilla falsa, encajada como una hijuela, en la puerta del lado derecho. La puertecilla tenía a su vez, una pequeña ventana por donde se miraba el sexo, la condición social, la edad y los pensamientos de las personas que llamaban para entrar. […] La casa fue construida aprovechando los desniveles del suelo y hasta donde llegaba la montaña abrupta fría. Tenía tres pies hacia la calle principal, dos hacia la secundaria, […] En el fondo se asentaba la huerta que tenía un callejón de limoneros. Un capulí altísimo y centenario que derramaba sus frutos por la huerta y por los patios vecinos, y cuyas ramas albergaban centenares de pájaros cantores, nerviosos y glotones. Y había un pozo que guardaba en su fondo al ojo del diablo. Ese ojo del diablo podía ver dentro de las cabezas de las gentes, los pensamientos que estaban fabricando y podía decir a gritos los pecados de las personas que se inclinaban sobre su brocal, para que todos se enteraran. Por eso nadie miraba hacia el oscuro fondo. (p. 95,96). Los recursos utilizados por Yánez Cossío, es la memoria, la misma casa, lo dice, es el llanto, pero a la vez el temple del carácter de una mujer jamás vencida evidenciando el despertar de ésta, sobre su realidad. El poder que entraña el identificarnos con este personaje, es un campo fértil, determinar por medio de un análisis con los jóvenes, dando paso a un sinnúmero de situaciones de la vida diaria y permitirles que se descubran. Es que la casa no solo caracteriza a María Illacatú, están inmersos herencias de los bienes materiales y del pensamiento indomable de algunas de sus sucesoras, el rescate de la identidad nunca perdida, solamente aletargada, exteriorizando sus similitudes y contrastes con el joven lector. La dualidad de lo bueno y lo malo constituida como parte del comportamiento del adulto frente al joven. Personaje que representa a todas las madres que conciben sus mundos a través de los ojos de sus hijos y de los que vendrán. El discurso manifiesto de la novela, vivencia situaciones de las realidades de familias comunes ecuatorianas, y la dilucidación de situaciones personales. No es otra cosa que la conexión con el contexto. Erik Berne en la Teoría Transaccional, manifiesta al respecto “todas las personas tienen la capacidad para aprender y confiar en sí mismos, a pensar por sí mismos y a tomar sus propias desiciones”. La exquisitez de Yanéz, con María Illacatú, deja ver el sentido amplio de la mujer no solo para sí misma, sino toda la valía que se da a la familia, hijos e hijas de un vientre “preñadito” de estrellas. Demuestra, por otro lado, su irreverencia ante aquello que va en contra de los principios humanos de identidad y que permiten ser ubicadas dentro de una categoría mayor que las acoge: la cosmovisión andina que engloba las formas de pensamiento del indio, del campesino, incluso del mestizo. (…) Poco a poco le crearon en los oídos un dualismo de voces que terminaron por dejarla sorda a las palabras que se oyen sin que salgan de los labios, María Illacatu dejó de oír las voces que sonaban en la penumbra, en la sonrisa, en el llanto contenido, entre las hojas de maíz, en el fondo de los ojos. Se quedó sola, con una soledad poblada de preguntas sin respuestas que se erguían con la firmeza de las serpientes en acecho. Con 57 una soledad plagada de gritos desesperados que morían sin hallar eco y raspaban la epidermis como el canto de los grillos. (p. 79) Mujer irreverente, decidora que irrumpe con una nueva visión del mundo, modelo de una mujer que determina, se despierta representando a la mujer ecuatoriana de hoy en día, la integral. En énfasis que Yanéz adjudica a María Illacatu en su descripción es el de una mujer bella, pero cuya afectividad fue herida, “(…) la calidez de su corazón se congeló son el matrimonio y en su vida”; pero no determinante, pese a que “sus hijos fueron más del padre que de la madre” (p- 79), se acompañó de una soledad que la revistió de fortaleza, de lograr una espiritualidad única que combatía a todo aquello que la hiciese doblegar. Cuántas mestizas estamos identificadas son su accionar. Fortaleza, espiritualidad, que joven lector quedaría exento de estos dos palabras que conllevan el revelar, el reinventarse ante cualquier situación. María Illacatú es el testimonio del poder, de la fuerza, autonomía y autodeterminación desdibujando la imagen negativa y por lo tanto potenciando la realidad de las mujeres y de los hombres latinoamericanas “el mestizaje se realizó a través del cuerpo de las indias”. Somos, entonces, una verdad absoluta multiplicadora, luchadores empoderados al igual que María, de nuestras realidades, nuestra identidad, nuestro pasado. Es que María nos permite ejercer dentro y fuera de la narrativa una caricia del ser, Steiner(1971) coincide con lo expresado, existen una serie de normas parentales irracionales y prejuiciosas que impiden un libre y sano intercambio de estímulos sociales constructivos, produciendo escasez de caricias y obligando a las personas a buscarlas de manera forzada, artificiosa y complicada María Illacatú, fragmentó aquello y dejo a Bruna, caricias del alma, sueos al oído abierto al mundo para descomplicarse. Permitió el desarrollo y crecimiento de un individuo que “crece con permiso para ser como es. Se le quiere porque existe, por ser (Muriel, 1971). Reiteramos, entonces, que María es un personaje decidor en la novela de Yanéz, cuyas caricias nutren y tienden a ser congruentes, Bruna, su voz, es el reconocimiento de una mujer integra. Una madre, abuela, un único ser que trasmuta, se mitifica, nace y se rehace, crece y germina. Palpita y determina un compromiso social, principiando en la familia misma y en el individuo como parte de su crecimiento y reconciliación consigo mismo. Es que las posibilidades de esta personaje nos habilita un camino para decidir por nosotros mismos quién queremos ser o quiénes somos. Desde que escribió junto a su nombre el apellido que en realidad le correspondía, sintió que sus pisadas en el mundo tenían más firmeza. Que no era un pájaro alocado volando a ras de la tierra, como una hoja, desprendida de cualquier árbol sino un ser concreto. Descubrió el porqué de sus secretas rebeldías y se trazó su propia ruta como el único capitán de su propia nave: podía tener un árbol genealógico y olvidarse que lo tenía. Podía recostarse a dormir a su sombra sin que le cayeran las hojas, ni se doblaran las ramas. Era un árbol que se nutría de sangre, y a la vez, ella era la rama que se proyectaba hacia arriba. 58 Somos, como Bruna bajo la perspectiva hereditaria de María Illacatú, el resultado de lo que elegimos para nuestras vidas. El inicio de vernos reflejados en un espejo limpio que reconoce el sentir, el yo soy, yo existo estableciendo fundamentos del “self”. Somos únicos, irrepetibles. Camelia Llorosa Caracterizada por Alicia Yanéz Cossío por su dualidad en el personaje que representa con su discurso ficcional. En un primer momento dentro del corpus del texto se la ve meramente reducida, pero conforme avanza la narrativa se va perfilando la mujer luchadora, coqueta, vital. Aquella que a su forma y tiempo construye su lugar y su propio espacio. Yanéz se propia con Camelia Llorosa, si de lo femenino, no como antítesis de lo masculino sino más bien como lo complementario, como la fuerza integrada para una lucha de vida: “(…) fue la primera y única mujer de ese tiempo que lanzó un grito de independencia en la ciudad dormida”, para ser considerada, además, como un individuo que no da margen a que sea cuestionada su femineidad. Su época coincidió con los árboles de un periodo romántico (…) le pareció una grosería que le hubieran puesto Carmela de nombre de pila, y sin consultar a nadie, porque a nadie le importaba, adoptó el nombre de Camelia; la flor que tenía una particularidad definida entre las heroínas de sus lecturas favoritas y con el nombre de Camelia. Camelia, conlleva una perspectiva diferente, no entra en la brega para modificar el incómodo espacio en el que se desarrolla bajo las normas de una época, un tanto conservadora, opta, apunta a salidas menos convencionales, es una conveniente. “Camelia era una noticia de carne y hueso. Todos querían verla y oír de sus labios pintados de rojo vivo, las aventuras que había pasado” (p.126) La crítica, el juzgamiento, algo a lo que hoy en día estamos expuestos de forma cotidiana, recordemos que el ser humano es un ser cultural, social, en palabras de Gramsci, “un proceso, el proceso de sus actos”, o en las de Moscovici, “naturaleza culturalizada”, la heterogeneidad del ser implica un cúmulo de situaciones por las que debemos atravesar a vista y complacencia, o no de los otros. No todo debe ser considerado universal, eso nos dice en su narrativa Alicia Yanéz Cossío, existen comportamientos aceptado y otros no, todo determina la influencia del contexto en el cual nos desarrollamos, crecemos, vivimos y del cual también nos apropiamos, su discurso novelístico, valida estos otras conductas, no los juzga nos expone de como el resto lo quiere ver. He ahí los prejuicios, expuestos todos, identificados cada uno de nosotros, y que valida nuevamente la obra de Bruna, soroche y los tíos para una lectura juvenil. El ser, no es parecer, es simplemente ser. Camelia Llorosa se enviste de una armadura en el alma con la que demuestra un valor insoslayable para validarse a sí misma, el poder y saber mantenerse ante un sinnúmero de eventualidades, el compenetrarse consigo misma. 59 (…) La casa de los Catovil volvió a llenarse de rumores y de pasos agitados para recibir a la recién llegada, a quien daban por muerta. Los duendes de la casa se cambiaron de ropa. La maleza de la huerta fue arrancada de cuajo. Se abrieron las ventanas de las salas. Se remozaron los muebles. Se limpiaron los polvos acumulados desde hace años. Se pintaron por segunda vez las puertas que daban a los corredores y las barandas, del mismo color verde yerba. Se raspó el musgo que cubría las piedras de la pila. (p.126) La literatura empodera, presenta desafíos a los jóvenes lectores contribuyéndoles espacios y validando sus acciones, no se vive en un anarquismo. Pese que en muchas escuelas, colegios, unviersidades se tiende a vivir como en una selva, el más fuerte siempre triunfa. Lo ideal es contar con las herramientas suficientes para emprender un camino que valide nuestras acciones y nuestra permanencia en esos espacios, que les permitan ser escuchados. Y que medio más dulce el de la literatura, con escenarios históricos, cambiantes, novedosos que impregna la vida de estos, interpolando su sostenibilidad dentro de la cohesión social a la cual es sujeto. En otras palabras, el aceptarnos como somos, genera en los otros respeto, en muchos casos miedo, pero eso implica que estamos inscribiendo nuestros pasos. (…)Los hombres se dieron a consumir grandes cantidades de pastillas para combatir el mal del soroche (p. 126). (…)Su otro gran pecado fue el de ignorar al resto de mujeres. (p. 129) Los acontecimientos relatados por Yánez en su novela presenta la elección entre dos posibilidades, como menciona Mieke Bal, “llevan a cabo esta elección, o revelan sus resultados” (2009, p. 23); solo el lector encamina la elección sobre textos novelísticos que le permiten crecer y encontrar significados en los acontecimientos y en el desarrollo posterior de la narración, ya que tienen la posibilidad de relacionarse entre sí de varias formas. Recordemos que todo sujeto tiene un opositor, y se enfrentan en el relato, hasta llegar a su meta. Es que la literatura y bajo su análisis de cada palabra, de cada lexis, de cada suceso, trasciende. Es parte de grandes transformaciones sociales y culturales gestadas a nivel personal, local e inclusive global. El don de la literatura infantil y juvenil posee la habilidad de atrapar porque entre otras cosas, permite recrear, comparar escenarios sensoriales y vivenciarlos con sus propias experiencias de vida. Por otro lado, la temática recurrente de Yánez, es la mujer, desde varias miradas, y desde múltiples perspectivas. He ahí Camelia, una mujer coqueta por naturaleza cuya búsqueda constante es el despertar del ser. Un sujeto de contemplación y belleza, esta toma su identidad metafóricamente con el término hermosura. “Explotaba al máximo y con verdadero talento la situación que se le presentaba. Poseedora de ciertos atractivos y de una escuela de coquetería nunca vista, se sentía en el pináculo de su existencia” (p. 127). 60 La búsqueda de un modelo universal de mujer, otro ámbito extenso para los y las jóvenes, Camelia, permite analizar y determinar los roles entre los pares desde otra perspectiva, que si no común, si multiplicadora en las actitudes de muchos lectores. Es que el ser mujer es intrínseco el término coquetería, que, validada como tal, le permite reflejarse a si misma por su valía como tal y por lo que puede reflejar al resto. El relato, el discurso mismo, visto desde su esencia, permite buscar y encontrar varios caminos en busca de “algo” que vaya develando su personalidad y propia identidad. En los tiempos de la sirenita, Camelia Llorosa y su corte de admiradores, se extasiaron ante las formas femeninas, y el que llegó a ser su esposo compuso el soneto más conspicuo acerca de la primera Eva que salió del fondo del mar (p. 98). Actuaba como si tuviera siempre a sus plantas un cortejo de admiradores fanáticos. Era más bien fea, conspicua, alta, muy delgada, como correspondía a quien hacía gala de romanticismo congénito. Usaba dos o tres lunares postizos confeccionados por ella misma, recortados de un paño de terciopelo negro y engomado en la parte posterior. Fue ella quien introdujo la moda del terciopelo (…) Tenía el cabello abundante y negrísimo (…) Sus vestidos de noche eran de corte griego, lo cual era otro motivo de escándalo, ya que el resto de mujeres sólo usaban vestidos para estar en la casa y vestidos para salir a la calle (…) (p. 130). La representación en la narrativa de Yánez, de Camelia Llorosa, la constituye un personaje redondo, constituyendo los conflictos psicológicos de los seres humanos, su mundo interno, complejo que va tomando cuerpo a medida que la historia avanza. Personaje, en otras palabras, que evoluciona. Determina así momentos, en el discurso, que tienden a tornarse conflictivos y críticos. Camila constituye, como mencionamos líneas antes, en el “sujeto” de contemplación, es descrita con cierta minuciosidad en sus características físicas, psíquicas y emocionales, traspalándose a un mundo visual para los y las lectoras, miso que permite, nuevamente, poder establecer identificaciones y símiles. Por otro lado su apellido “Llorosa”, aún cuestionado geneológicamente, tiene una significación relevante y en parte del discurso de Yánez Cossío, reveladora. Los años en el convento habían hecho de Camelia Llorosa una mujer distinta; se había arrancado la risa de la boca. Al sacarse el corazón para lavarlo de las mundanidades a que se había dedicado antes, no pudo volverlo a colocar en su sitio, sino cerca de los riñones. Había dejado de ser la mujer culta que asombraba a los hombres de la ciudad dormida, y lo único que leyó en los años de enclaustramiento fue La Imitación e Cristo del señor Kempis y el papelito que le enviara su hermana Teresa antes de morir.(p. 142) 61 Llorosa, dictaminaba como un oráculo su discurso diferente, distinto poco alagador y de felicidad, a la vez. Una dicotomías absoluta y también ambivalente, e juego, la manipulación. En las noches de tertulia Camelia lograba colocarse, con verdadera maestría, una gota de aceite en las puntas de las pestañas para producir la impresión de una lágrima suspendida en la punta de su sensible femineidad. Con la lágrima a cuestas Camelia Llorosa lograba lo que se proponía. Los hombres no podían resistir el brillo de su perenne lágrima y hacían cualquier cosa que ella les pidiera, por descabellada que esta fuera, con tal de que apareciera otra lágrima gemela. (p. 133) Pero palabras, talvez, con cierto eufemismos, pero que determinaban que era una mujer única, que podía ser todo en una. Su poder y valía la hacía cambiar para parecer y otras para ser. “Era un Quijote femenino en busca de una quimera” (p. 139). “La quijote”, así la simboliza la autora, un prototipo analógico de mujer/hombre buena, gentil, luchadora, soñadora, combativa y noble, cumpliendo así con la narrativa cervantina, en cuanto a lo ficcional y al cúmulo de aventuras de Camelia basadas el amor, la filosofía, las letras y la reconstrucción de sí misma, fundamentada en la afirmación de Rotterdan que “la realidad de las cosas depende sólo de la opinión”, nada podía quebrantar ni sobornar su inquebrantable libertad. Camila. El quijote, palabra polisémicas, fecundas y profundas. Lo relevante de este personaje, al igual que María Illacatu, que Bruna, es que abre caminos al lector juvenil en campos inospitos y mundos reales que están paralelos. La mujer coqueta, la mujer madre, la muquer anarquista. El identificarse en fácil, ya no en el imaginario sino en la realidad, en la vida cotidiana. Diversos y múltiples parámetros para deleitarse, dilucidar, encontrarse y recabar en nuestras mentes sobre el recorrido de nuestros ancestros y la similitud con estos días de nuestras vidas en una diversidad de contextos. Ejes semánticos, como mujer, en la narrativa de Yánez, entrañan posturas y análisis, permiten vernos y aunque suene retórico, descubrirnos y arraigarnos a nuestra naturaleza humana que siempre busca satisfacer de manera plena nuestras necesidades vitales superiores como amor, la estima, y de estos por ende, la autoestima, la autoconfianza y la autonomía que asienten nuestro desarrollo integral y crecimiento emocional, mental y social. Esta es Camelia Llorosa, la mujer. Bruna ¿Quién no ha sido una Bruna? ¿Quién no ha buscado ser auténtico, único, pero a la vez integrado a su grupo social?. Nos adentramos a analizar el personaje principal de la obra de Alicia Yánez Cossío, quien en base a una narración in media res, recorre la vida de una mujer y nos cuenta la historia de su vida y de quienes han formado parte de ella, con descripciones notables. 62 Recordemos que el personaje principal en el género narrativo es aquel que sostiene la trama, que participan a lo largo de ella con frecuencia y que incluso muchas veces, cuentan lo que está pasando en la narración. Mieke Bal, emplea el término “personaje” para dar a entender “el acto provisto de los rasgos distintivos que en un conjunto crean el efecto de un personaje”(2009, p. 87). Un personaje es “una unidad completa”. Menciona Bal, que las similutedes encontradas entre el ser humano/individuo y el personaje pueden llegar al punto de “identificarnos con el personaje, de llorar, de reír y buscarlo a él o buscarlo con él” (Bal, 2009, pp 86.87). La apreciación de Bruna, lleva un consigo múltiples ventajas, caminos para el lector, la mirada hacia ella se bifurcan por varios caminos. “Había vivido en la casa de sus abuelos en donde aprendió a ver la vida desde un ángulo diferente” (p. 61). Exploradora, desde pequeña, su hábito de investigadora de la mano de Mama Chana, le permitió conocer su verdadera historia, su procedencia y la de los otros. Myrian Merchán en la revista Kipus, la describe perfectamente: Bruna es una mujer esencialmente andina, deseosa de reencontrarse con sus raíces ancestrales, orgullosa de reivindicar su apellido indígena de reencontrarse con sus raíces ancestrales, que la compromete con sus orígenes, que enfrenta lo establecido y lo desafía, que se salva del soroche de la ciudad y de su niebla gracias a su determinación de ser auténtica, de establecer límites frente a todo lo que le toca vivir. Es un ser libre que busca entender lo que ocurre, decide interrogar su pasado; es un ser ecléctico, rescata de él lo que le sirve para reivindicar su identidad, para rendir homenaje a los parientes que se han caracterizado por su originalidad. Bruna encuentra la fuerza en su condición cuestionadora, decidida, arriesgada, en su inevitable esencia de mujer rebelde, forjadora de sí misma. La adolescencia se constituye una etapa que llega después de la niñez, es así como lo define el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que abarca desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo. Y es que en esta transformación, muchos adolescentes buscan el poder encajar en sus círculos sociales, con sus pares, pero en el caso de Bruna, busca lo contrario desencajar: (…) el silencio le dio cierta superioridad sobre la gente, era como si ella estuviera encaramada en una torre y dijera a la humanidad que estaba a sus pies: “tengo un secreto que solo yo sé” (…) le atraía la vida nueva aunque fuera peor que la que dejaba(…) (p.62) Nuevamente Yánez, y con una presencia en la palabra única, que ya deja de ser literatura traspasa los bordes de la emoción, menciona el caminar de una joven adolescente hacia la búsqueda de su “yo”, de 63 saber de dónde y el por qué existe. Esta base se construye en estas épocas, en donde experimenta una serie de situaciones que cada vez hacían que se cuestionara más, esas emociones intensas, no podían pasar sin ser vistas. Su mirada aguda, no le dejo vencerse ni que la vencieran: - Yo soy. ¿Qué? - Yo misma - ¿Yo misma qué…? - Yo soy ahora… - ¿Ahora qué? - Yo (p. 68) El proceso de construcción de identidad es largo. Puede durar incluso toda la vida, porque las personas van cambiando sus opciones, las intenciones que colocan en cada cosa que hacen y las experiencias que suman a sus vivencias. Diferencia de lo que ocurría en su niñez, en la cual su identidad se basaba en la imitación y la identificación con los padres y otras figuras significativas. Hoy en día es común ver a jóvenes tratando de encontrarse a sí mismo, inician sus primero pasos de descubrimiento con una serie de situaciones que los invaden, usan aros en las orejas, en la nariz, en la lengua, en la cejas. Se tiñen el cabello, se imprimen en la piel sellos, símbolos que les determinan quiénes quieren ser. Tratan de todas formas en constituiré en algo diferente a lo común, pero a la final son tan comunes como los diferentes. Pero Bruna, el personaje, no, de forma determinante y con un arraigado coraje, va más allá de lo físico, mueve su alma, sus sentimientos, sus creencias y vuelve la vista al pasado, ni la distancia le da permiso para olvidar. Es que el callar, no implica no hablar. Al recordar la casa de los abuelos no podían borrarse de su mente las manchas de humedad que se insinuaban en las paredes del hotel, haciendo resalar el color primitivo de la pintura. Había manchas de humedad en la pared que daban al cuarto de baño, y las manchas de humedad que olían a una auténtica tristeza, la de saber que algún todo había de terminar con una prisa desmedida. La vieja casa de los abuelos encerraba todo un mundo en donde estaba involucrada la esencia de Bruna. Valía la pena recordarla año tras año. (…) Recordarles con sus heroísmos y ridiculeces que en el prsente tenían un valor invertido y diferente. (p. 68) Recordemos lo que menciona Culler, (2000, p. 133) ”En la configuración del personaje de un texto su caracterización se da, por lo general, de una manera explícita, edad, sexo, cualidades físicas, etc.-, pero 64 los antecedentes para su individualización se perciben por elementos dados por el autor durante el transcurso del relato”. De ahí que la construcción del personaje Bruna, juegue roles de extrema importancia y crea cierta dualidad con otros, como es el caso de Camelia Llorosa, dos personas que comparten su mismo género, y que por una parte son en extremos opuestas, la una buscaba ser reconocida por lo que no era, mientras la otra, Bruna, acude a su pasado para reencontrarse. Se vivencia, por otro lado, conflictos familiares, Bruna es la mujer que muchas mujeres hubiesen querido ser. Su vida es una elegía a la liberación interior de una mujer. Encarna el ansia de vivir, la felicidad de existir y el respeto a sus antepasados. En Bruna, Soroche y los Tíos se narra la historia de varias generaciones de la familia Catovil. El soroche es la apatía, enfermedad propia del páramo. (Vanegas, 1980, p.23) Alicia Yánez Cossío, rescata a la mujer independiente, liberadora de sí misma, y de todo aquello a lo que no quiere acceder, sea por presión social o familiar, nos deja ver la forma pura de una adolescente, en donde el ser ella misma es ser un individuo social único, irrepetible, sin miedos. Es una forma viable de ser reconocida en varios ámbitos de su quehacer, políticos, sociales, emocionales. Ya no se constituye parte de la costumbre de un pueblo que se sume en el soroche, en la apatía de un pueblo y sus habitantes que dejan pasar la vida sin cuestionarse sobre el mañana y sobre todo sobre su pasado, para rescatar lo valioso de éste y desarrollar acciones que no la corroa. La mujer cuestionadora, no es aquella que se va contra natura, no es aquella que mitifica al hombre, sino la que puede convivir en armonía con los otros. Un cambio trascendental, sin olvidar aquellos días de niña que se disfruta se los vive en situaciones irrelevantes, talvez, para el adulto, pero fortificadoras para una niña. Hacían melcocha en la inmensa cocina y cuando podían meter las manos untadas de limón en la miel espesa, se entretenía en batir y batir formando figuras hasta que la miel se hacía compacta y blanda como la cera. Entonces empezaban a comérsela y comían tanto y tanto que sentían un picor en la garganta que sólo atenuaba cuando, clavados de bruces, bebían en el cuenco de la mano el agua de la pila.(p. 191) Mil aventuras, que demuestran el convivir diario, cuando somos niños sin importar mayormente quiénes somos, o a dónde vamos, solamente el disfrutar, “los jueves eran días de fiesta”, pasaje delicado de Yánez, en donde deja ver las aventuras de los niños sus chiquilladas, travesuras, las vivencias que nos permiten recordar los olores, los objetos y trasportarnos en un mundo ficcional, que fue parte de nuestra vida y que lo aprovechamos de la manera más deliciosa. Hoy lo contemplamos, porque nos proponemos desconstruir nuestra soledad y sobre sus ruinas levantar paredes que no nos permite vernos, ni sentirnos de lo que éramos y de lo que ahora queremos aparentar ser. 65 Es que Bruna, no solo es la mujer, es el inviduo, el sujeto, el ser humano, que deleita a los lectores con una historia generacional que rompe esquemas, pero que paso a paso va demostrando cómo podemos ir acomodándonos a la vida, o el cómo la asumimos y la enfrentamos para saber quiénes somos y sobre todo cuáles son nuestras raíces. Estos recuerdos, este contar, deja, entre otras cosas, entre ver, los momentos de familia, los del diario vivir. Generalmente los tíos vivían tranquilos con una paz que solo era interrumpida los días jueves con la presencia de los sobrinos que no dejaban oír los gemidos de los fantasmas; era el día en que el espectro del tío tropezaba más a menudo con las cosas, y el agua de la pila fluía más sonora y generosa. Los tíos se levaban bien como todas las personas que viven juntas y no tienen nada que decirse. Hablaban de temas superficiales y anodinos que tenían un valor inferior al del silencio y que no tenían otro papel y significado que el de ejercitar una gimnasia lingual. (p.192) La familia se constituye por sus relaciones interpersonales, pero se fortifica por el sentido que tiene el respeto y la consideración entre ellos. Otras, se mantienen solamente por aparentar una tranquila y pasiva relación que nos trasgreda sus normas ni su cotidianidad. Pero, los niños en las familias, rompen con la rutina, nos permiten reaccionar. La trivialidad, baja su jerarquía convirtiéndola en aventura y vida misma. Otra Bruna, aquí, en este pasaje, la niña, inquieta, y como mencionábamos antes la que sabía saborear la vida como si fuese una melcocha, pegajosa, dulce, con formas y sabores exquisitos. Bruna, y el convivir diario, pretendía con sus rimas y nanas arrullarse a sí misma para, en ciertos momentos, como parte de la familia y sus situaciones ásperas, extrapolarse y olvidar para volar y soñar. Tía Clarita y Bruna habían bajado al patio, entregadas a sus pensamientos regaban las macetas de geranios, después de alimentar a los gatos que estaban felices de que no les bañaran. Bruna se sentó en la mecedora del patio y cerró los ojos. Una dola, tela, canela, cabo de vela del indio panzón, piolón, piolón …( p. 199) Los pasajes de la travesura, también se dejan ver, la curiosidad que muchas veces ocasiona situaciones de las cuales nos arrepentimos, pero al no tener consecuencias, y al querer recordarlas, y no sumirnos en el soroche, nos permite vivir. El incendio, acontecimiento que describe todos los colores de la naturaleza, todas las sensaciones que percibimos del mundo exterior y de cada uno de nosotros. Bruna se levantó. Resueltamente se encaminó a la cocina. Buscó en vano una cajetilla de fósforos y sólo encontró cerillas desparramadas sobre la mesa; el tío había pasado por allí antes 66 de ir a tumbarse en su habitación. Aplicó unos palillos a las brasas de carbón que estaban siempre encendidas como en los tiempos primitivos en que se conservaba el fuego sagrado (…) Otro episodio de travesura inocente, a la que los jóvenes pueden encontrar similitud es el de los ternos de baño que regaló a sus amigas en el colegio, y que le implicó problemas muy fuertes, pues desconocía que al contacto con el agua estos se disolvían. Bruna, no lo sabía, y como cualquier otro adolescente debe asumir sus responsabilidades frente al hecho de “maltratar a sus compañeras”. Situación que sin pensarlo dos veces la empujo a escapar a los quince años, para este tiempo esta, era una situación en extremo escandalosa. El pueblo la culpa, la señala. Pero Bruna, vivía, se aburría, se divertía, “pasaba el tiempo” hacía todo lo que es común en las jóvenes adolescentes e inclusive se juntaba para tomar parte de lo que ella creía era algo que no cabía en la mente humana, las tradiciones orales que infundían miedo al niño o al joven para que tuviese comportamientos que se adecuen a lo que el adulto quiera, y que por supuesto, no le complique su existencia. “Seguían creyendo que comer aguacate con azúcar era pecado mortal, pero les era imposible explicar el por qué” (p. 301). Banalidades talvez, mitos, tabúes que quería cercioran su actuar, no solo el de Bruna sino de todos y todas que habitaban la ciudad dormida que estaban ya contagiados con la “niebla del soroche”. Pero ese espíritu juvenil independiente, libre, exacerbaba y vibrante le permitían ser parte de una transformación mucho más profunda. El uso de los símiles por parte de la autora, nos permiten revivir aquellos acontecimientos, como si fuésemos testigos omniscientes. Los simbolismos entregados por medio de la palabra, deja ver de forma entrañable como Bruna se va asociando a sus raíces, a su pasado. (…) y encendió una vela que encontró a mano. Procurando que el viento no apagará la llama (…) Como el viento iba a apagar la llama, si esta estaba recién encendiéndose y tomando forma de mujer. La simbología manifiestamente nos da indicios de su voluntad y fortaleza y de su entereza de luchas contra todo para encontrarse. (…) entonces el metabolismo de sus órganos actúo rápido y unas gotas de sudor e aparecieron en las raíces del cabello. Quiso retroceder pero el acontecimiento la empujaba con fuerza hacia las puertas cerradas, casi sentía las manos del acontecimiento presionándole sobre los hombros. (p. 200) - Pito, pito, colorido de la cera verdadera pin, pon, afuera… El inicio de su propia veneración al descubrirse, inquieta, perita, comienza una reconceptualización radical: género e identidad, identidad y género, sintácticamente cambiadas, pero semánticamente 67 profundas en su recorrido. Actora social y sujeto cognoscente, que nos permite ir presenciado no el nacimiento de esos dos conceptos, sino su resignificación total. Por las aberturas que dejaban lar argollas de los candados, introdujo la llama de la vela. Las cajitas se prendieron instantáneamente como si estuvieran esperando desde hace tiempo y se iluminaron adquiriendo una gama de colores muy vivos. El polvo que les cubría fue el primero en hacerse cortésmente a un lado y entonces la llama de la vela se hizo inmensa. Se oyó un alegre chisporroteo. El acontecimiento soltó por fin los hombros de Bruna. Un color azul intenso, azul casi morado ascendió por el interior del cuarto. Por el umbral salieron las primeras volutas de humo blanco Es un ser libre que busca entender lo que ocurre, decide interrogar su pasado; es un ser ecléctico, rescata de él lo que le sirve para reinvindicar su identidad, para rendir homenaje a los parientes que se han caracterizado por su originalidad. Bruna encuentra la fuerza en su condición cuestionadora, decidida, arriesgada, en su inevitable esencia de mujer rebelde, forjadora de sí misma. Bruna crece, es, se empodera para ser una sabia generadora de la identidad, no tanto compartida pero si aquella que le permite reconocerse en un mundo hostil. Conoció, vio que el mundo era grande, basto. Sabía que el mundo es grande, que los seres humanos tienen mucha más estatura de la que se ve, y que el hombre y sólo el hombre es la medida de todas las cosas Dejó a un lado toda cobardía y se dedicó a amar lo que la gente de la ciudad había envilecido y a enaltecer lo que hubo calumniado. (p. 210) Todos somos una Bruna, con travesuras, con historia, con orígenes reconocidos o no, pero que están presentes en nuestro accionar. Con familia con posibles descendientes que cobrarán vida en función de nuestro sentir, de nuestro pensar. Buscar nuestras metas, esa debe ser una condición que marque realmente nuestros días. 68 CONCLUSIONES La literatura es una canal para la emoción. Lo procesos históricos de la literatura infantil han constituido un cambio arduo, pero el género está consagrado gracias a la multiplicidad de autores y temáticas que los corpus de obras literarias infanto juveniles hoy en día tienen. Temas enfocados a la ecología, a la familia, a los jóvenes y adolescentes con sus realidades propias de la edad, a los padres, a la sociedad, a la muerte, a los sueños, a la desintegración familiar, entre otros. Constituyéndose en grandes valores de la letras con reconocimientos nacionales y de varios países del mundo hispano hablante. En sí la literatura es una ciencia del estímulo, de las sensaciones, percepciones, pero ante todo del poder con su palabra trasportarnos a mundos diferentes, nuevos o los ya conocidos, embriagándonos con su sutileza en la palabra pero también denunciando situaciones que aún están veladas por los ojos de la sociedad. La novela de Bruna, soroche y los tíos no solo se circunscribe a la vida estudiantil, sino a la cotidianidad del día a día, en las anécdotas, en sus tradiciones en sociedades tipificadas por sus comportamientos ambiguos en ciertos casos relevantes; en otros, y con muchas similitud al de algunos de los lectores adolescentes o de su entorno cercano. La participación de la mujer como voz en la literatura general y en la literatura infantil juvenil, deviene de procesos singulares, en los que las sociedades patriarcales tenían el poder sobre ésta, y otros ámbitos de la sociedad, invalidando y callando en muchas ocasiones a la mujer y su mensaje único, inconfundible. Pero el reconocimiento, la historia deja ver, llega en un momento clave en donde las situaciones de orden mundial políticas, sociales, humanitarias reconstruyen y fortifican a la mujer en varios campos, entre ellos, la literatura. El realismo mágico, utilizado como una herramienta simbólica que representa y desnuda al ser y a no ser. Dentro del campo narratológico de la novela Bruna, soroche y los tíos constituyéndose en una herramienta que brinda a los jóvenes lectores la posibilidad de abstraerse a un mundo mágico, pero a la vez, real, y comparar en el su vida misma. Las reivindicaciones a la mujer, han permitido que sean parte de un mundo cambiante, contestarías, irreverentes pero a la vez llenas de ternura y solidaridad con su pensamiento y con el ser humano de forma íntegra. Alicia Yánez Cossío de forma magistral llega a varios públicos con su obra Bruna, soroche y los tíos, reforzando que los destinatarios son quienes se acercan a libro por sus características y contenidos, más no porque existan parámetros estrictos que deban cumplir para ser o no leídos. 69 Yánez, prepondera el rol de la mujer en su novela contemporánea, en donde la mujer es vista desde varios puntos, históricamente, generacionalmente es cambiante, trasmuta, pero nunca olvida de su génesis, esa es Bruna, la mujer, la niña, la adolescente que mantiene una lucha interna buscándose y reencontrándose consigo misma para ver más allá de lo que el común se acomoda a querer ser. La lectura no entraña el no, asume posturas mucho más fuertes en sectores que requieren leer para aprender a vivir. Para aprender a reconocerse e identificarse, sin que la sociedad los vete o los señale por sus acciones. Enfoca al adolescente en un abanico de posibilidades de análisis y a la vez de añoraciones de la edad infantil, y luego del convertirse en alguien que dignifique su ser y se valore absolutamente. La literatura se constituye como un todo, encierra diversidad de temáticas que pretenden ser leídas, disfrutadas, pero sobre todo que los jóvenes tengan acceso a novelas de calidad y literatura que les acompañe en su crecimiento cuyos corpus y discursos polifónicos los traslade a épocas diferentes y les admita vivenciar experiencias únicas. Un recorrido seguro por las letras es un camino seguro en nuestras vidas porque nos engrandece como individuos. La novela de Yánez Cossío, codifica las palabras en historias múltiples entrelazando personajes diversos con características propias. Sociedades generacionalmente diferentes, en donde el joven pueda no verse identificado por sus vivencias específicas en algunos casos, pero sí, siempre, con nuestra historia siendo parte de su reconocimiento como individuo. Los adolescentes requieren tener guías, no solo de sus familias o maestros, sino aquellas que le produzcan emociones intensas y que pueden ser encontradas en la literatura. Por otro lado, buscan estar y compartir con sus pares. Bruna se identificarán con los jóvenes, que por su edad, se cuestionan, se confunden, desean encontrarse, buscan compañía para cada momento y que sus historias puedan ser leídas como únicas y como si ellos fuesen los protagonistas. Es por ello que la literatura, y en este caso Alicia Yánez Cossío mediante su discurso opta por brindar salidas un tanto filosóficas donde el lector encuentre horizontes de vida y concebir un espíritu nuevo. Si bien es cierto Alicia Yánez juega con el simbología griega y reviste a Camelia Llorosa de cierta matiz o arquetipo más próximo a Afrodita con capacidad de volverse irresistible a los hombres, a Bruna le da un sesgo próximo al de la diosa Artemisa, liberadora de las mujeres (en si misma), del patriarcado y que trata de soslayar lo tradicional para imprimir esos aires de “libertad” a los que apela la escritora. A pesar de que en Bruna, Soroche y Los tíos las mujeres son los actores principales, siempre queda la sensación de que la figura del blanco, del esposo de María Illacatu, de que los tíos, a pesar de 70 sus abstracciones, marcan el ritmo de una falocracia social evidente. Ellos son los protagonistas fundamentales porque vienen a ser la correa de transmisión del formato social que arroga o define el rol de género, que liga la función biológica de la mujer al aspecto cultural. Estos dos últimos párrafos nos deben recordar que ninguna literatura debe pretende ser didactista, pero si es determinante que quien la lea, se deleite con ella, encuentre, como hemos mencionado a lo largo de esta conclusión, aprendizajes significativos. 71 RECOMENDACIONES El análisis narratológico de la obra Bruna, soroche y los tíos de Alicia Yánez Cossío, devela una serie de acontecimientos, emociones, situaciones que validan nuestros orígenes y sobre todo el reconocimiento a nuestra identidad como mestizos, siendo una de las propulsoras de la literatura ecuatoriana y reconocida a nivel nacional e internacional, el corpus de sus textos, sobre todo del analizado, permite a los jóvenes ecuatorianos tener al alcance una gran obra de literatura que les brinda herramientas de anclaje para sus vidas. Es determinante por ello, que las estrategias lectoras que se puedan incorporar en el país para fomentar la lectura de textos de escritores y escritoras ecuatorianas, deben estar enfocadas en este sector de la población que es prioritario, es necesario recordar que todo acto de lectura en edades juveniles reconstruye universos imaginarios y reales dotando al lector joven de herramientas que le permitan desentrañar el texto, comprenderlo y disfrutarlo para que obras valiosas como el caso de nuestra magistral escritora Alivia Yánez Cossío sean parte de si bagaje cultural que además, le permite rescatar valores culturales, idiomáticos, costumbres, identificarse con los personajes como parte de nuestro reconocimiento identitario volviéndose autoreflexivo, crítico. El realizar un estudio crítico sobre el corpus de novelas ecuatorianas desde los años 40, así como de los autores representativos de nuestro país, determinará que los estudiantes puedan acceder a grandes clásicos contemporáneos, que por alguna razón están aún considerados como obras para adultos, cuanto se está demostrando con el análisis realizado, que pueden ser de gran valía y renacimiento por parte de los jóvenes lectores. El boon literario en el Ecuador es bastante joven, pero la producción que existe y que asumimos está por editarse, debe ser incrementada, leída en los colegios con ayuda de la investigación critica previa, con el objetivo de que maestros y maestras de las instituciones den a conocer a sus estudiantes nuestra valía literaria. El docente deben incluir una material literario extenso, pero sobre todo variado que propongan retos al estudiantes, que se tornen en cierta medida complejos frente a acceder a textos literarios diferentes, es por ello que el acceso a estas obras y por ende su oportuna distribución debe ser canalizada por editoras que promuevan la literatura infantil y juvenil ecuatoriana y que faciliten el poder obtenerlas. Somos parte del crecimiento, evolución y sobre todo participes de las emociones de nuestros estudiantes, muchas veces la forma de canalizarlas no es netamente de orden sicopedagógico o académico, pero, con la ayuda de la literatura podemos adentrarnos a esos rincones estrechos de su ser y ayudarle aportando una serie de elementos intrínsecos en las obras literarias que redundaran en lo que podamos reconstruir en nuestros estudiantes. Revalorizarnos, reivindicarnos como seres valiosos, es el poder que la literatura juvenil nos brinda, es el tener una estrategia que nos lleve a revelar una serie de 72 incógnitas, cuestionamientos propios de la edad. Y por otro lado, no menos importante, el encontrarse identificados en las situaciones variadas de sus corpus y de los valores que están entrañados. Por último, no pretender en ninguna instancia trabajar de forma didáctica los textos, si no, solamente brindar la posibilidad de leerlos. 73 REFERENCIAS Bal, M. (2009). Teoría de la narrativa. Madrid-España. Editorial Anaya. Bajtin, G. (1989). Palimpestos. La lilteratura en segundo grado. Madrid: Editorial Altea. Boves Naves, M. Del C. (1998). La novela. Madrid, España: Editorial Síntesis. Bravo, L. (2012). Análisis de textos representativos de la Literatura infantil y juvenil. Loja, Ecuador: Editorial Universidad Particular de Loja. Cervera, J (1991). Teoría de la literatura infantil. Bilbao: Mensajero Cervera, J. (1994). 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