RESOLUCIÓN Nº 37 /2012 En Buenos Aires, a los 15 días del mes de marzo del año dos mil doce, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación “Dr. Lino E. Palacio”, con la Presidencia del Dr. Manuel Urriza, los señores consejeros presentes, y VISTO: El expediente 146/2011, caratulado “Cámara Comercial – Remite Denuncia del Sr. Abraham Szejer s/ Act. Dra. Margarita USO OFICIAL Braga”, del que RESULTA: 1º) La remisión efectuada por el Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Dr. Pablo Heredia, en los términos del artículo 3 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación, en relación con la actuación que le habría cabido a la titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 22, Dra. Margarita Braga, en los autos caratulados “Industrias Parami S.A. s/ quiebra” (fs. 1/16). 2º) a- De las constancias cursadas por la citada dependencia, se desprende que las mismas tuvieron su génesis en el escrito presentado por el Sr. Abraham Szejer de fecha 27 de mayo de 2011, en donde se denunció tanto a la Dra. Braga como al síndico Rafael Bejar Sadis, por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público, y la presunta comisión de los delitos de defraudación por administración fraudulenta y lavado de dinero. En aquella ocasión, el Sr. Szejer, en su carácter de “representante expediente residual comercial de de la fallida”, referencia se explicó había que el iniciado en agosto del año 2002, debido a la petición de apertura del concurso preventivo de acreedores de la sociedad Industrias Parami S.A. En este sentido, expresó que aquel concurso había tramitado ante el Juzgado a cargo de la jueza denunciada hasta que, frente a la imposibilidad de que se cumpliera con 1 el pago a un acreedor laboral, se generó la quiebra, decretada finalmente el 18 de diciembre del año 2008. El presentante aclaró que el activo de la fallida consistiría en “un predio importantísimo (…) en el Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires, y maquinaria cuyo valor de mercado [sería] más que importante” (fs. 1 vta.). Por otro lado, según el denunciante, la magistrada habría decidido continuar con la explotación de la fallida, a pesar de que el producido de la misma no permitiría hacer frente a los gastos ordinarios. Al respecto, señaló que la Dra. Braga, de conformidad con lo aconsejado por la sindicatura, habría continuación de los contratos de locación del aprobado la inmueble y maquinarias con terceras empresas (Fulgir S.A., Paper Maker S.A., Sitcom S.A. y FP Impresora S.A.), y de licencia con el Sr. Pescetti, Red Nose S.A. y Amanry Sport Organization. Sostuvo que, por su parte, la sindicatura habría explotado otros productos de la marca Valentina, entre otras, sin autorización de ninguna especie por parte del Juzgado ni de la titular de la marca Paper Maker S.A. Ese contexto, según el Sr. Szejer, habría motivado un conflicto con Paper Maker S.A., que se habría solucionado como consecuencia de una audiencia celebrada en fecha 14 de abril del año 2010 en la que dicha empresa autorizó la explotación y acordó un sistema de control de las regalías que le correspondía percibir. No obstante ello, conforme los dichos del denunciante, la sindicatura nunca correspondientes al habría período en abonado que ni fueron las regalías explotados los productos sin autorización hasta la mencionada audiencia, ni tampoco aquellas comprendidas entre la audiencia hasta la rescisión del contrato “por culpa de la sindicatura en virtud del no pago de las regalías acordadas con Paper Maker S.A.”, todo lo cual, afectando a habría los conducido acreedores y a al incrementar eventual el pasivo, remanente que pudiera surgir de la liquidación (fs. 2). Por otra parte, refirió el Sr. Szejer que la sindicatura habría trabado embargo sobre créditos y bienes de la mencionada Paper Maker S.A. “sustentando el pedido en meras afirmaciones”, y que tales embargos habrían sido levantados 2 al acreditar la empresa sus derechos, manifestando ésta que “accionaría contra la fallida”. A continuación, “administración del el presentante síndico en manifestó la que la de la continuación explotación de la fallida” habría disminuido el patrimonio de la quiebra, circunstancia que implicaría, a su entender, no sólo el incumplimiento de los deberes de funcionario público por parte de la jueza denunciada sino también, eventualmente, por la sindicatura. Señaló al respecto que en las actuaciones caratuladas “Industrias Parami s/ quiebra s/ Inc. de Remoción de la Sindicatura”, se había denunciado la existencia de un doble sistema de facturación, solicitándose a su vez el secuestro USO OFICIAL del sistema informático y la designación de un perito. Según informó el Sr. Szejer, también se acompañó a dicha denuncia una declaración testimonial efectuada por un ex empleado de Industrias Parami S.A., quien habría manifestado que la sindicatura pagaba sueldos con prendas producidas en esa empresa, pertenecientes a la fallida y a otras empresas. Destacó que, no obstante las circunstancias señaladas y la supuesta Fulgir “negativa S.A. parte de de los la sindicatura bienes -prendas de de devolverle vestir- a (…) depositados en el espacio que le alquilaba la fallida”, la Dra. Braga habría omitido adoptar cualquier medida (fs. 3). Después, el denunciante enumeró una serie de situaciones que, a su criterio, agravarían el contexto descripto, a saber: a) “la reticencia y constante dilación de la sindicatura en brindar explicaciones sobre el giro comercial de la fallida, hasta llegar al absurdo de no querer suministrarla dado que la información requerida por el juzgado (…) implicaba una tarea que demanda[ba] una cantidad de horas inconmensurable” (fs. 3); b) “el pedido de la sindicatura de no pagar impuestos atento que el giro de la operatoria era deficitario”; c) “la magnitud del déficit acumulado a lo largo de la operatoria comercial encomendada a la sindicatura” (fs. 3 vta.); d) “el reconocimiento expreso de la sindicatura (…) de que se adeuda el 1er. SAC del año 2010 y el saldo de la 3 remuneración de agosto del año 2010 de 4 empleados, saldo de haberes de septiembre, octubre y noviembre de 2010, además de haber requerido (…) se libr[ara] oficio a la ART y a la obra social para que conti[nuaran] brindando los servicios a los empleados a pesar de no pagarles a dichas entidades” (fs. 4), y e) “La falta de definición de la Sra. Juez (…) ante los pedidos de cese de la explotación efectuados (…) cuyo único resultado es una alarmante disminución de la garantía de los acreedores” (fs. 4). A continuación, el Sr. Szejer advirtió que el principal funcionario público involucrado en los hechos expuestos sería el síndico de la quiebra, el Contador Bejar Sadis, quien encontrándose a cargo de la administración de la fallida habría cometido actos infieles de administración en perjuicio de la masa de acreedores y, posiblemente, en su propio beneficio y en el de terceros. Expresó asimismo que se le habría pedido a la magistrada en varias oportunidades que se culminara con la explotación, por cuanto “la continuidad de la misma como esta[ba] siendo llevada, genera[ba] un grave perjuicio a la masa de acreedores por cuanto est[aba] disminuyendo el activo de la fallida, posiblemente en beneficio de quien administra[ba] y/o deb[ía] supervisar a quien administra[ba] la fallida” (fs. 4 vta./5). Por las circunstancias apuntadas, el presentante solicitó a la Cámara Comercial que, por un lado, requiriera el expediente irregularidades motivo de la señaladas y denuncia, constatara aplicara las las medidas disciplinarias correspondientes. Por el otro, requirió que las actuaciones fueran remitidas a la Justicia Nacional en lo Penal Económico para que determinara si la Sindicatura había incurrido en los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, defraudación por administración fraudulenta y lavado de dinero. Finalmente, solicitó que se comunicara acerca de todo ello a este Consejo de la Magistratura para que investigara y, en caso de corresponder, determinara si la Sra. Juez titular del Juzgado Nacional en lo Comercial Nº 22, debía ser sancionada y/o removida de su cargo. 4 2º).b- En razón de la denuncia descripta, mediante decreto de fecha 27 de mayo de 2011, el Sr. Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, Dr. Pablo Heredia, dispuso la remisión de la presentación a la Sra. Juez a cargo del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 22, Dra. Margarita Braga, a fin de que informara al respecto (fs. 6). 2º).c- Como consecuencia de ello, previo requerimiento a dicha Cámara por el término de 48 hs. de los autos “Industrias Parami S.A. s/ quiebra” e “Industrias Parami s/ quiebra s/ inc. de realización de bienes Planta Industrial”, el día 14 de julio de 2011 la Dra. Braga presentó el informe correspondiente a fin de responder a los planteos realizados USO OFICIAL por el Sr. Szejer (fs. 11/15). En primer lugar, la magistrada efectuó una breve reseña de lo acaecido en los autos de referencia, analizando a su vez cada una denunciante de las respecto imputaciones de lo esgrimidas actuado en los por el expedientes comerciales señalados. En este sentido, afirmó que la quiebra de Industrias Parami S.A. había sido decretada el día 18 de diciembre del año 2008, conforme surgía de fs. 5630/5637 del expediente judicial sobre quiebra. Manifestó la Dra. Braga que el día 3 de febrero de 2009 (fs. 5781/5782) inmediata de interrupción el la de síndico empresa la “solicitó con explotación la fundamento continuación en sobrevendría que un de la importante perjuicio a los acreedores y a la conservación del patrimonio y en la conveniencia de la realización de los bienes como empresa en marcha (…) informando que en los términos del art. 189 L.C. autorizó la continuación inmediata de la explotación, decisión que informó el tribunal exhortando a los fines de tramitar la constatación y clausura del establecimiento de la fallida” (fs. 13). Asimismo, explicó que en los términos del art. 190 L.C., el síndico había aconsejado la continuación de la explotación, en el entendimiento de que no se generaría un déficit financiero, explotación, a la acompañando vez que al propuso efecto que se un plan mantuviera de el contrato de locación respecto de una parte de la planta y 5 maquinaria con las empresas Sitcom S.A., Papermaker S.A., Fulgir S.A., FP Impresora S.A., y el de licencia con el Sr. Luis María Pescetti, y con las firmas Red Nose S.A. y Amaury Sport Organization (fs. 6942/6946). En razón de ello, expresó la Sra. Juez que “a fs. 6947 el tribunal hizo saber a la sindicatura que debía llevar una contabilidad por separado desde que se dispus[iera] la continuación inmediata de la empresa, debiendo presentar los libros pertinentes al Juzgado para su intervención e inform[ara] si se encon[traban] abonados los salarios de los dependientes y cargas sociales y fiscales” (fs. 13). Sostuvo asimismo que, a fs. 8348/8348 bis se decidió autorizar la continuación de la empresa y exigir al síndico la presentación de un informe mensual acerca de la marcha de la explotación. A continuación, la Dra. Braga señaló que, contrariamente a lo afirmado por el denunciante en cuanto a la “negativa de la sindicatura de devolverle a Fulgir S.A. parte de los bienes (prendas de vestir) que ten[ía] (…) depositados en el espacio que le alquilaba la fallida”, a fs. 41 de los autos “Industrias Parami S.A. s/ quiebra s/ inc. de restitución de bienes” se había ordenado la restitución de los bienes que restaban a Fulgir S.A. Por otro lado, respecto del incidente de remoción del síndico, la Dra. Braga aclaró que se encontraba en trámite y que, si bien en fecha 13 de junio de 2011 se desestimó el pedido de caducidad de instancia formulado por la sindicatura en razón del severo cuestionamiento a su accionar, debía destacar que el Sr. Szejer no había activado la producción de las pruebas ofrecidas. Refirió además que en la resolución desestimatoria de la caducidad se había determinado que no podía el tribunal evaluar la conducta del funcionario sindical hasta tanto no fuera producida la prueba ofrecida. Después, en cuanto a la crítica efectuada por el denunciante relacionada con la decisión de que se continuara con la explotación de la fallida, la magistrada manifestó que no se dispuso el cese porque “se ordenó la realización de la empresa en funcionamiento, con absorción del personal (…) a la espera de la pronta realización de los bienes y que la 6 explotación la asumiera el adquirente, más lo cierto [era] que la situación se ha[bía] prolongado a resultas de la resolución adoptada en relación a su adjudicación (…) [en ese momento] a consideración de la Excma. Cámara” (fs. 14). En este sentido, indicó que la continuación de la explotación atendía fundamentalmente a la preservación de la fuente de trabajo y de los activos de la fallida, haciendo alusión a la presentación de fs. 9518/9534 de los autos de la quiebra y a las obrantes en el incidente de realización de bienes de la planta industrial, efectuadas por los empleados de dicha continuación, quienes, según la juez, en aras de preservar dicha fuente, continuaban trabajando con percepción parcial de sus salarios. USO OFICIAL Destacó asimismo que justamente la permanencia de los trabajadores en el establecimiento de la fallida posibilitó la preservación de los activos más importantes de la misma, en su beneficio y en el de los restantes acreedores, atento que, a criterio de la jueza “es bien sabido que las empresas clausuradas son objeto de vandalismo, usurpación, etc.”. Por otra parte, la Dra. Braga sostuvo que existía una empresa interesada en la adjudicación del establecimiento, que había ofrecido hacerse cargo de los salarios de los dependientes pendientes de percepción. No obstante ello, refirió que “atento a los dos últimos informes presentados por la sindicatura, dando cuenta del abultado déficit informados, producido [había] dispuesto en el sujeto a la terminación de los los últimos cese de la dos meses explotación, trabajos encomendados por terceras empresas” (fs. 14). Entendió la Dra. Braga que los informes requeridos por la fallida al síndico aparecerían, en un principio, cumplidos, señalando al efecto lo obrante a fs. 9200/9213 y agregados. Por su parte, expresó que “el enfrentamiento entre el presentante y la fallida, ha sido permanente, dando cuenta de ello (…) las presentaciones de fs. 9654/9655 y 9610/9613 de los autos ilícitas, de lo quiebra, cual imputándose amerita[ba] la mutuamente máxima conductas prudencia en su valoración” (fs. 14). 7 Destacó que el denunciante habría omitido señalar que tanto Fulgir S.A., Sitcom S.A., Paper Maker S.A., Javier Esteban Szejer y Gabriela Szejer han sido demandados por la sindicatura por “extensión de quiebra”. Finalmente, la Dra. Braga concluyó que no existía omisión alguna por parte del tribunal de su titularidad en el cumplimiento de denuncia ilícitos de sus deberes sin entendiendo la debida que “la comprobación simple de los mismos, impide la adopción de las medidas que corresponde en el supuesto de probárselos” (fs. 15). 3º) En consecuencia, en base al escrito de denuncia y al informe elaborado por la Dra. Braga reseñados en los puntos anteriores, mediante decreto del 15 de julio de 2011, el Sr. Presidente de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, dispuso remitir a este cuerpo las constancias de las referidas actuaciones, en los términos del artículo 3 del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación (fs. 16). 4º) Por su parte, debe señalarse que en fecha 11 de agosto de 2011, la Cámara Comercial remitió a este Consejo una presentación realizada el día 8 del mismo mes y año por el Sr. Abraham Szejer titulada “Amplía denuncia”, en el marco del expediente caratulado “Industrias Parami S.A. s/ quiebra”. En aquella ocasión, el Sr. Szejer puso en conocimiento del tribunal a cargo de la Dra. Braga que, conforme surgiría de la pericia presentada por el perito contador designado de oficio en los autos “Industrias Parami S.A. s/ incidente de determinación y cobro de regalías (por explotación de marcas)”, el síndico Rafael Bejar Sadis habría “incumplido obligaciones básicas al amparo de la protección que da[ba] la continuación de la explotación por decisión judicial (…) abusando del volumen del trabajo que tiene el tribunal” (fs. 20/20 vta.). Después de realizar diferentes observaciones acerca de la conducta desplegada por el síndico en los autos mencionados, el presentante solicitó a la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial que dispusiera sin más la remoción de la sindicatura. Cabe aclarar que, atento que en la referida presentación denominada 8 “ampliación de denuncia”, sólo se planteó el desacuerdo del aquí denunciante con decisiones adoptadas por el síndico interviniente en la quiebra de referencia, no se dispuso una nueva notificación a la magistrada denunciada. 5º) Posteriormente, teniendo en cuenta el informe producido por la Dra. Braga, señalado en el apartado –c- del punto 2º), la Comisión solicitó al Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 22 que remitiera copias certificadas de las magistrada, las piezas que procesales fueron indicadas oportunamente por recibidas la y agregadas como anexo del presente. CONSIDERANDO: 1º) Que, las facultades disciplinarias del Consejo de la USO OFICIAL Magistratura no pueden inmiscuirse, directa o indirectamente, en la competencia sanciones jurisdiccional. disciplinarias apuntan En a otros que términos, este Cuerpo las logre disciplina en el cumplimiento de reglas ordenatorias para la administración del universo de conflictos, no para la decisión de un pleito ni para imprimir determinada línea a los actos procesales (Kemelmajer de Carlucci, Aída, “El Poder Judicial en la Reforma Constitucional”, en AA.VV., Derecho Constitucional de la Reforma de 1994, Instituto Argentino de Estudios Constitucionales y Políticos, Mendoza, 1995, T II, pág. 49). Sobre esa base, el artículo 14 de la ley 24.937 y su correctiva 24.939 expresamente –cfr. los disciplinarias modif. supuestos y que, por según que ley 26.080-, constituyen ello, dan prevé faltas lugar a la responsabilidad de esa índole de los Magistrados del Poder Judicial de la Nación. Por su parte, el art. 25 de la ley 24.937 –según ley 26.080-, de conformidad con lo dispuesto en el art. 53 de la Constitución Nacional establece las causales que constituyen mal desempeño y, como consecuencia, ameritan la remoción de los jueces del Poder Judicial de la Nación. Asimismo, el art. 114 de la CN fija, dentro de las atribuciones de este Consejo de la Magistratura, procedimiento de la de remoción decidir cuando la los apertura hechos de dicho denunciados fueran previstos en el referido art. 53 (cfr. ley 24.397 y modificatorias). 9 2º) Que, en el presente, se cuestiona la actuación de la Dra. Margarita Braga, titular del Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo “Industrias Comercial Parami Nº S.A. 22, s/ en la causa quiebra”, y caratulada del síndico interviniente Rafael Bejar Sadis, por supuesto incumplimiento de los deberes de funcionario público, y la presunta comisión de los delitos de defraudación por administración fraudulenta y lavado de dinero. 3º) Que, tal como surge de la denuncia efectuada por el Sr. Szejer y su posterior ampliación, la mayoría de los cuestionamientos realizados se encuentran relacionados con la actuación del síndico de la quiebra, Rafael Bejar Sadis, imputándose concretamente a la actuación de la magistrada los siguientes extremos: a) haber decidido continuar con la explotación de la fallida, b) supuesta omisión de devolver a la empresa Fulgir S.A. parte de los bienes, y c) falta de decisión por parte de la Dra. Braga a los pedidos de cese de la explotación efectuados por el presentante. 4º) Que, tal como se observa de las copias certificadas obrantes como anexo, las decisiones adoptadas por la magistrada a lo largo del proceso, se encuentran debidamente motivadas y fundadas, no advirtiéndose actuación irregular por parte de la Dra. Braga en el trámite de la quiebra. En tal sentido, de la resolución de fs. 8348/8348bis de los autos caratulados “Industrias Parami S.A. s/ quiebra” (Expte. N° 44.818), surgen los argumentos por los cuales la Sra. Jueza decidió autorizar la continuación de la explotación de la empresa, destacándose entre ellos: a) la apreciación de las circunstancias que se desprendían del informe producido por la sindicatura; b)la posibilidad de mantener la fuente de trabajo de los empleados de la fallida, y c) que la enajenación en marcha de la empresa permitiría un valor de realización inexistencia de mayor dicho que valor de otro agregado, modo y podría ante la verse considerablemente disminuido, lo que redundaría en perjuicio no sólo de la masa de acreedores, sino también de los propios trabajadores. Asimismo, tal como destacó la magistrada en su descargo, en virtud de los informes presentados por el síndico interviniente dando cuenta del abultado déficit producido en 10 los últimos meses rendidos, se dispuso el posterior cese de la explotación de la fallida, sujeto a la terminación de los trabajos encomendados por terceras empresas (fs. 10056). En cuanto a la imputación referente a la omisión de restitución de bienes de la firma Fulgir S.A., surge de lo expuesto por la Dra. Braga, que se ordenó la restitución de los mismos Parami a la S.A. citada s/ empresa quiebra s/ en los incidente autos de “Industrias restitución de bienes”. Por otra parte, cabe aquí agregar que, en relación con la actuación del síndico en el proceso de quiebra de referencia, a la fecha de presentación de la denuncia bajo análisis se USO OFICIAL resolución encontraba el en pleno correspondiente trámite y incidente pendiente de de remoción interpuesto por la fallida, en virtud de las contingencias propias del procedimiento tramitado. 5º) Que, a partir de los cuestionamientos del denunciante y sobre la base de lo expresado por la Dra. Braga, en consonancia con las constancias aportadas, es dable colegir que disconformidad las quejas con esgrimidas, resoluciones reposan judiciales en la dictadas mera en el marco del proceso de quiebra relatado. En efecto, la determinación de continuar con la explotación de la fallida u optar por su cese, la decisión de remover o no al síndico, las medidas procesales tomadas en garantía y demás planteos formulados, son actos propios del proceso y exclusivamente a cargo de la jueza de la quiebra, que exceden el ámbito de competencia de este Consejo de la Magistratura y sólo son susceptibles de revisión mediante los recursos previstos en los respectivos códigos procesales. Cabe entonces destacar que, en tal sentido, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene dicho que lo relativo a la interpretación y aplicación de normas jurídicas en un caso concreto es resorte exclusivo del juez de la causa sin perjuicio de los recursos que la ley procesal concede a las partes para subsanar errores o vicios en el procedimiento o para obtener la reparación a los agravios que los pronunciamientos de la magistrada pudiera haber ocasionado (Fallos 303:741, 305:113). 11 Asimismo, estableció que no es posible intervenir sobre la base de resoluciones cuyo mayor o menor acierto puede resultar materia opinable, pues lo contrario implicaría cercenar la plena libertad de deliberación y decisión de los jueces en los casos sometidos a su conocimiento, vulnerándose el principio de independencia del Poder Judicial como uno de los pilares básicos de nuestra organización constitucional (Fallos 302:102 y 306:1684). En definitiva, la tarea de interpretar las normas es la función más alta del juez y como tal supone en él una amplia libertad de criterio y apreciación que no ha de ser conmovida sin una grave afectación a la independencia de los magistrados en materia de contenido de sus sentencias. En tal sentido, el Consejo de la Magistratura no puede constituirse en una nueva cuando sus deseado instancia a pretensiones dentro del la no proceso, que los han justiciables encontrado pues para el ello acudan resultado les fueron acordadas las facultades recursivas que nuestro ordenamiento procesal prevé. En ese marco, imputaciones resulta efectuadas por inevitable el colegir denunciante no que las importan conductas que pudieran tipificar una falta disciplinaria; en efecto, lo que en definitiva se cuestiona es el criterio tenido en miras por la magistrada para decidir del modo en que lo hizo, vale decir, su específica y privativa facultad de juzgar el asunto sometido a su consideración. Este Consejo, ha sostenido reiteradamente que, las meras discrepancias con los criterios adoptados por los jueces no resultan suficientes para sostener o justificar un proceso sancionatorio y en menor grado el de remoción de magistrados. Por ende, la misión de este cuerpo no consiste en determinar si el criterio adoptado por los tribunales resulta el más acertado o apropiado para la resolución de los conflictos, puesto que de otro modo se convertiría en un órgano de casación política de los criterios judiciales. 6º) atento a Que, que conforme no se las advierte consideraciones ninguna realizadas, irregularidad en y la actuación de la jueza cuestionada que configure alguna de las causales de remoción previstas en el artículo 53 de la Constitución Nacional, ni falta disciplinaria establecida en 12 el artículo corresponde 14 de la desestimar Ley las N° 24.937 presentes y modificatorias, actuaciones, en los términos del art. 19 inc. a) del Reglamento de la Comisión de Disciplina y Acusación. Por ello, y de acuerdo con el Dictamen 28/2012 de la Comisión de Disciplina y Acusación, SE RESUELVE: Desestimar Margarita R. la Braga, denuncia titular formulada del contra Juzgado la Nacional doctora en lo Comercial Nº 22. USO OFICIAL Regístrese, notifíquese y archívese. Firmado ante mí, que doy fe. Fdo.: Manuel Urriza (Presidente) – María Susana Berterreix (Sec. Gral.) 13