17 BUENOS AIRES FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE INDEPENDIENTE (BAFICI)

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El Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presenta el
17 BUENOS AIRES FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE INDEPENDIENTE (BAFICI)
Del 15 al 25 de abril
Organizado por el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y
con Dirección Artística de Marcelo Panozzo, el 17 Buenos Aires Festival Internacional
de Cine Independiente (BAFICI) se realizará del 15 al 25 de abril, con una
programación que presentará más de 400 películas nacionales e internacionales que
se exhibirán en 13 sedes distribuidas en toda la Ciudad, junto con una variedad de
actividades especiales.
La 17ª edición del BAFICI contará nuevamente con su Sede Central y Punto de
Encuentro en el Centro Cultural Recoleta y las 10 salas del Village Recoleta. A las ya
tradicionales sedes como el Centro Cultural San Martín, Malba Cine, el Planetario, la
Fundación Proa, el Arte Multiplex Belgrano, el Village Caballito, el auditorio de la
Alianza Francesa y el Anfiteatro de Parque Centenario, donde se realizarán las
funciones gratuitas de "BAFICI al aire libre", se suman este año los que quizás sean los
tres puntos más icónicos de la actividad cultural porteña: el Teatro Colón, donde se
realizará la entrega de premios y la proyección del film de Clausura, La Usina del Arte,
donde habrá un concierto homenaje a Jaco Pastorius, y la renovada sala Leopoldo
Lugones del Teatro General San Martín.
Las películas de apertura y cierre del festival serán estrenos mundiales. BAFICI tiene el
orgullo de poder decir este año que su Función de Apertura corresponderá a la
presentación en sociedad de El cielo del Centauro, el nuevo film de Hugo Santiago,
quien vuelve a filmar en su ciudad 43 años después de Invasión, quizás la película más
moderna de la historia del cine argentino, y entrega una maravillosa carta (¿o
cartografía?) de amor a Buenos Aires en clave de suntuoso film noir. En la Función de
Clausura, en tanto, se verá el documental La calle de los pianistas, ópera prima
de Mariano Nante, un film que nos introduce en un mundo de mujeres y pianos
conformados por dos casas que coexisten lado a lado en la misma calle de Bruselas. La
dinastía de pianistas Tiempo y su vecina Marta Argerich protagonizan una celebración
de la música y la pasión; un retrato que hace foco en Karin Lechner y su hija
adolescente Natasha Binder, y el modo en el que el mandato familiar (el de brillar
frente al teclado) es tan dulce como ineludible. Dos films luminosos como pocos,
entonces, ponen al Festival entre paréntesis.
La de esta edición del BAFICI tal vez sea la Competencia internacional con menos
títulos “cantados” de su historia, con la disposición geográfica más llamativa. Quizás
sea la que brinde mayores sorpresas, la que no busque nada seguro sino una
exploración sinuosa, estimulante, y en no pocos momentos brillante, del mundo.
Con 18 títulos en total, el dos es la clave. Dos por dos, cuatro películas de producción
argentina. Pero dos son coproducciones y de directores de otro país: Días extraños es
de director colombiano, La obra del siglo es de director cubano. La Mujer de los
Perros tiene dos directoras, una de las cuales fue asistente de dirección de la ópera
prima del director de El incendio, dirigida de a cuatro. Luego vienen dos películas
austríacas, una de las cuales se llama Double Happiness (coproducción con China) y la
otra, Goodnight Mommy, es de dos directoras. Y hay dos películas israelíes. Y dos
brasileñas. Y dos españolas. De las seis restantes, una es de la India, una de Irán y el
resto son coproducciones, una encabezada por Francia pero es sobre la historia
alemana, una encabezada por Suiza, con Alemania como coproductor. Las dos son
documentales. Otra encabezada por Estados Unidos y con coproducción con Corea del
Sur, pero es sobre la otra Corea. Y por último una película cuyo primer país productor
es Jordania, lo que marca una novedad para el BAFICI. Si bien es riesgoso el corte, unos
cinco títulos del total son documentales.
El malestar de una pareja en modo acuciante y urgente de El incendio. Un retrato
íntimo de Buenos Aires a partir de sus habitantes extranjeros en Días extraños. Un
viaje alucinado por la Cuba que es y la que no fue en La obra del siglo. Una mirada
extrañada, al borde de la civilización, es lo que aparece en el retrato del Conurbano
que ensaya La mujer de los perros. Ciudades en espejo y una decisión urbanística
inusual en Double Happiness. Terror psicológico en Goodnight Mommy. Calidez y
cercanía en el retrato de relaciones de Ela volta na quinta. Amistad, verano, viajes,
amores y canciones en Los exiliados románticos. Un muestrario de años, de planos, de
historia, de gente que nos pone en trance frente a Barcelona en la singularísima
Transeúntes. Un diario personal y de descubrimiento frente a Corea del Norte y sus
encierros en Songs from the North. Un documento histórico sobre la Alemania de
posguerra, hecho con imágenes de archivo pero con lógica de thriller en Una jeunesse
allemande. La justicia como injusticia asoma su cara más fiera en Court. Un viaje
doble, o mejor múltiple, por una Teherán nocturna, perturbadora y sorprendente en
Atomic Heart. Una historia áspera y filosa de padre e hija y de familia en dificultades
en la cortante Ben Zaken. The Kindergarten Teacher se anima a mirar de frente el
valor de la poesía y la belleza en un mundo que parece no necesitarlas. Una película de
aventuras y supervivencia en Theeb. Una película desbordante y desbordada, como un
De Palma pasado de vueltas, en Prometo um dia deixar esa cidade. Mientras que
Above and Below hace foco en rincones imposibles del mundo y unos habitantes que
redefinen todas las ideas de “frontera”.
La Competencia Argentina es, probablemente, una de las secciones que más atención
generan en el público nacional y en programadores extranjeros. Este año, de un total
de 16 largometrajes, 13 se presentan en calidad de Premiere Mundial. Pero, además, 5
óperas primas estarán participando con una variedad notable de historias y estilos: en
Generación Artificial, de Federico Pintos, lo que alguna vez fue moderno y ya no lo es
vuelve a recibir un tratamiento renovador en la historia de una búsqueda delirante; un
merecido retrato, el de Guido Fuentes, quien al frente de la escuela y agencia de
modelos en Guido Models, de Julieta Sans, le aporta más belleza al mundo; una
historia de amor es la que cuenta Idilio, de Nicolás Aponte Gutter, sólo que de una
manera diametralmente distinta a lo que estamos acostumbrados; el cruce de dos
historias en momentos decisivos en un bucólico paraje en Miramar, de Fernando
Sarquís, y el detrás de los escenarios y los micrófonos de una banda de rock que se
abre camino, en Poner al rock de moda, de Santiago Charriere.
Y están los regresos: desde los más experimentados como Juan Villegas, con el retrato
sensible de una mujer dueña de una voz excepcional en Victoria, los clásicos cruces
románticos con influencias shakespearianas en La Princesa de Francia, de Matías
Piñeiro, o las dos vidas sumergidas en una intensa relación como las que presenta el
último film de Luis Ortega, Lulú. Y también la experiencia contagiada de libertad
adolescente de la mano de Rosendo Ruiz en Todo el tiempo del mundo, la búsqueda
entre escombros y películas de una herencia familiar en La sombra, de Javier Olivera,
la descripción de un mundo de alta sociedad según los ojos únicos de José Campusano
en Placer y Martirio, una pareja en evidente estado de crisis en el marco de una
reunión familiar en la costa argentina en Mar, de Dominga Sotomayor. Más al sur
cuatro mujeres se refugian con el deseo de comenzar una nueva vida en Madre de los
dioses, de Pablo Agüero; Cuerpo de letra, de Julián D’angiolillo, nos sumerge en un
mundo tan maravilloso como real, a partir del cual nunca volveremos a ver las paredes
pintadas en las calles de la misma manera. Tampoco lo haremos con las calles del
“Barrio Chino” una vez que conozcamos algunas de las historias y de sus protagonistas
que presenta Arribeños, de Marcos Rodríguez. Y, finalmente, un mundo fuera de este
planeta es el que se intenta descubrir en Al centro de la tierra, de Daniel Rosenfeld.
Vanguardia y Género es el espacio de la heterodoxia, una competencia que se puso en
marcha en la edición de 2013 donde se reúnen films que, por sus características,
habitualmente parecerían estar limitados a trasnoches o sesiones especiales
destinadas a los fieles del cine experimental. VyG es una especie de circo romano
donde todos compiten contra todos, un lugar donde el cine que desafía las reglas más
establecidas del academicismo se casa con las evoluciones del Horror, la Comedia o el
Musical, donde en muchos casos asoman híbridos gloriosos que borran las fronteras
entre la vanguardia -lo que asumimos como minoritario por naturaleza- y -todo lo
contrario- el cine de género.
Sólo por lanzar algunos ejemplos: en A girl walks home alone at night, film de la
cineasta iraní Ana Lily Amirpour (y producida por Elijah Wood, nada menos), se
encuentra una estilizada relectura del mito del Vampirismo cruzada con un homenaje
al Jarmusch de Permanent Vacation; en Queen of earth, de Alex Ross Perry (Listen Up
Philip), con un thriller psicológico de fuertes (y quebradizos a un tiempo) personajes
femeninos, con Bergman, Polansky o Altman como referentes posibles y protagonizada
por una soberbia Elisabeth Moss; en Amor Eterno de Marçal Forés (participó en VyG
de 2013 con su anterior film, Animals) el mito a revisar es el del canibalismo a través
de una envoltura de thriller homoerótico de alto voltaje filmado en... 24 horas (sí, 24
horas); Crumbs, de Miguel Llansó (todo un OVNI de este BAFICI '15), es un relato de
ciencia ficción postapocalíptica Etíope con algo de Herzog y de Boorman, pero también
de Monty Python. Finalmente (y sólo por citar algunos ejemplos entre las 22
posibilidades de la competencia de este año) en 35 y soltera, de la argentina Paula
Schargorodsky, aparece un cruce imposible entre documental y comedia romántica
bridgetjonesiana muy recomendable para todo ser humano nacido antes de 1980, un
film que tuvo su origen en un vídeo que hace un tiempo fue inesperadamente
viralizado a través de Youtube.
Baficito, la histórica sección abocada a los niños de diferentes edades, ha tomado,
acorde con el estreno sudamericano del primer film animado en 3D de Astérix, Astérix
y la residencia de los dioses, la Pócima Mágica gala. Baficito está más poderoso que
nunca y sobran pruebas: no por nada la Apertura al Aire Libre del BAFICI será The Tale
of The Princess Kaguya, el nuevo film del estudio Ghibli, el famoso cantero de
maravillas de Hayao Miyazaki. Serán ocho filmes de diversas partes del planeta (que
incluyen la nueva aventura de los despistados Mortadelo y Filemón, pero además,
como ya sucediera el año pasado, Baficito tendrá su propia retrospectiva, dedicada a
la obra del gigante Chuck Jones. O sea: tres programas dedicados al director clásico de
animación que definió no solo modos invencibles de la comedia animada (los instantes
de su Coyote, de su Bugs Bunny en la ópera, del Pato Lucas siendo intervenido, están
en todos nosotros) sino formas de vivir la comedia toda.
Música, la sección del festival dedicada al pujante mundo del documental musical se
mantiene con ojos y oídos (bien) abiertos, en tanto así como la producción del género
crece, también hace falta afinar los sentidos para encontrar aquello que merezca sonar
en la partitura de BAFICI. Este año nuevamente hay películas argentinas que van de la
cumbia al dub, y de allí al heavy metal, pasando por un encuentro cumbre de músicos
populares, un vibrante retrato del grupo Attaque 77 y una mirada sorprendente al
mundo del trovador Roque Narvaja. Pero esa es la batea “nacional”. En la
“internacional” se suman nombres grandes y también míticos… The Residents,
Spandau Ballet, la película que Ethan Hawke le dedicó al maestro Seymour Bernstein,
el punk made in Washington de los 80, la historia detrás del legendario álbum Tubular
Bells, la del delicioso sello Sarah Records y una ficción y un documental de altísimo
impacto, dedicados a dos figuras de esas que merecen una filmografía completa: Brian
Wilson y Glen Campbell.
La Selección Oficial - Fuera de Competencia es un espacio que ha ido ganando cuerpo
en el BAFICI, conformado por películas que merecen un lugar central pero que, por
razones diversas, no están en las competencias. Son films sobre los que el BAFICI
quiere poner un potente reflector, y este año hay allí un estreno mundial, el de
Invierno, la nueva película del chileno Alberto Fuguet; uno internacional, el del
documental Jaco; la presentación también en calidad de estreno mundial de No somos
animales, la última película de Alejandro Agresti; Ragazzi, nueva entrega de Raúl
Perrone; UPA 2 – El Regreso, vuelta al ruedo del team que ganara la Competencia
Argentina de BAFICI 2007; el primer largo (terminado) de Santiago Calori, Un
importante preestreno, una historia deliciosa de la cinefilia porteña; The Tale Of The
Princess Kaguya, apertura de BAFICITO; Contraluz, otro estreno internacional, o la
obra definitiva del gran Juan Gatti para fulldome; y finalmente dos cortos, de viejos
conocidos del festival y directores excepcionales: Why?, de Nadav Lapid, y Melody, de
Marialy Rivas.
El formato de proyección digital, para muchos cinéfilos un demonio devorador de
celuloide, puede ser la manera de acceder a copias restauradas de clásicos que
merecen una nuevo paso por la sala de cine y en las mejores condiciones posibles,
llegando incluso a las prístinas versiones 4K. La selección de Clásicos Restaurados de
este año refleja diversidad de nacionalidades, épocas y, claro, intenciones del Festival
a la hora de alumbrar determinados films, y la lista de títulos y directores habla por sí
sola…
A sangre fría (Richard Brooks, 1967)
El acto en cuestión (Alejandro Agresti, 1993)
Alambrado (Marco Bechis, 1991)
Amalia (Enrique García Velloso, 1914)
El ansia (Tony Scott, 1983)
El color de la granada (Sergei Parajanov, 1969)
La comezón del séptimo año (Billy Wilder, 1955)
La dama de Shangai (Orson Welles, 1947)
Hechizo del tiempo (Harold Ramis, 1993)
La memoria de la justicia (Marcel Ophuls, 1975)
Pacto de amor (David Cronenberg, 1988)
Rescate en el Barrio Chino (John Carpenter, 1986)
Terciopelo azul (David Lynch, 1986)
La tregua (Sergio Renán, 1974)
Actua 1 (Philippe Garrel, 1968)
Cine Planetario
Este año, la cada vez más consolidada sede de BAFICI ubicada en el Planetario Galileo
Galilei de los bosques de Palermo, con su sistema de proyección Fulldome, presenta
dos acontecimientos extraordinarios. Además de contar con la reposición de Tango
360, Buenos Aires y el amor como nunca se vieron, allí en el Planetario se producirá
un festín con el estreno de la versión definitiva de Contraluz, película creada para el
sistema Fulldome por el enorme diseñador argentino Juan Gatti (cuya obra va desde la
portada mítica del disco Artaud hasta los afiches de buena parte de las películas de
Pedro Almodóvar), obra en la que retoma y amplía aquella Contraluz, Sound + Vision
que mostrara en 2011. Además, mezclando luz y sonido (¡en vivo!), el grupo tecno-pop
argentino Entre Ríos estrena en el Planetario su obra Saga: Cuadro, construcciones y
deconstrucciones de la canción y la imagen que reproducen con perfección hipnótica
los claroscuros del pop.
Invitados internacionales
Este año el BAFICI tendrá entre sus visitantes a Isabelle Huppert, uno de los ejes de
“Francia, país invitado”, a quien se le dedicará un repaso por su obra cinematográfica
y una charla pública en el Teatro Colón, entre otras actividades. La otra gran presencia
francesa es Pascale Ferran, notable directora a la que BAFICI le dedica una
retrospectiva.
Otro territorio con dos muestras este año es el Reino Unidos: estarán en Buenos Aires
Luke Fowler uno de los artistas seleccionados para el Premio Turner 2012 y
competidor en VgG de BAFICI 2013 con The Poor Stockinger, the Luddite Cropper and
the Deluded Followers of Joanna Southcott, merecedor de un repaso de su obra, y por
otro lado, Bob Stanley y Paul Kelly, el primero integrante del exquisito y mítico grupo
pop Saint Etienne, el segundo director, juntos el alma de Heavenly Films, sello cuyas
películas se repasaran.
Para presentar el homenaje a Mario Monicelli estará aquí su compañera durante 30
años, la artista plástica Chiara Rapaccini, mientras que el hijo de la leyenda del bajo
Jaco Pastorius, John Pastorious, y el director Paul Marchand presentarán el estreno
internacional del documental Jaco.
Siguiendo con la música, Natasha Binder y Karin Lechner, madre e hija y protagonistas
excluyentes del documental La calle de los pianistas, cerrarán la función de clausura
del Festival con un concierto conjunto. Y dos protagonistas de estrenos mundiales de
este BAFICI también estarán frente al público presentando sus pianistas: Alberto
Fuguet que llega con la enorme Invierno, y el gran Hugo Santiago, que tendrá su
poema de amor a Buenos Aires, El cielo del Centauro, como film de apertura.
Francia, país invitado
Francia puede ser país invitado de este BAFICI 2015 pero pudo serlo de muchos otros.
Primero, porque cada año la cinematografía francesa le aporta al Festival una cantidad
de títulos enorme, seguramente la segunda en importancia cuantitativa después de la
presencia del cine argentino. Luego, porque el cine francés admitiría muchos recortes
diferentes a la configuración elegida este año, y cada una de ellas no sólo sería
idiosincráticamente perfecta, sino representativa de un fragmento de la historia
grande del cine francés. En este BAFICI se honrará a una actriz monumental como
Isabelle Huppert y a una directora brillante y secreta como Pascale Ferran, pero
además la programación va de un Astérix último modelo a un Philippe Garrel circa
1968, de los experimentos de la competencia “Vanguardia y género” al esperado
primer largo de Jean-Gabriel Périot, de un urgente documental sobre caricaturistes a
no uno sino dos films protagonizados por Michel Houellebecq. Y mucho más, porque
el cine en Francia es, siempre y por fortuna, “en continuado”…
Panorama
Entre los nombres que integran la sección más grande del BAFICI están Aleksei
Fedorchenko, Ron Mann, Pedro Costa, Roy Andersson, Patricio Guzmán, Fatih Akin,
Peter Greenaway , Hong Sang Soo, Ulrich Seidl, Asia Argento, Walter Salles,
Christoph Hochhäusler, Joshua Oppenheimer, Sergei Losnitza, Frederick Wiseman,
Lars von Trier, Nikolaus Geyrhalter, Bruno Dumont, Andréi Konchalovsky, John
Boorman, Im Kwon-Taek, Eugene Green, Marco Bechis, Harun Farocki, Jafar Panahi,
Nathan Silver y Manoel De Oliveira. Y esos son sólo algunos, de los más conocidos por
el público habitual de los festivales.
Y además de grandes nombres en la dirección, hay otros que protagonizan las películas
como retratados, como inspiración, como objeto de estudio: Robert Altman, Patricio
Guzmán (también en este apartado), Edward Snowden, Gastón Acurio, Sergei
Eisenstein, Michel Houellebecq, Rainer W. Fassbinder, David Hockney, Jia Zhang Ke,
Joao Benard Da Costa, Leon Najnudel, Tita Merello, Narcisa Hirsch, Rocky Balboa en
su cuarta encarnación, el vino, la carne alrededor del mundo, Dick Miller, Pascual
Condito, Aleksei German Jr., Jim Jarmusch o el estadio del Milan FC.
Además de todos ellos, hay mucho para descubrir, sorprenderse, asombrarse.
Imposible nombrar todo, pero algunas pistas, tan válidas como otras, podrían ser
estas: los focos dedicados a la obra de Jan Soldat y de Jodie Mack, o los apartados en
los que se repasan grandes hitos de la cinematografía de Corea del Norte o el pujante
presente del documental suizo. Como ya debería estar claro, todo intento de reducir o
recortar Panorama atenta contra su principal atractivo: la posibilidad de perderse, de
arriesgar, de encontrar.
Retros y Focos
Isabelle Huppert.
Sin duda, una de las más grandes actrices de su generación –si no la más grande.
Primero y principal, es valiente; es una actriz que nunca tuvo miedo de interpretar los
papeles más desafiantes, roles que van de la santidad a lo monstruoso. Huppert
desafía y empuja los límites como ningún otro actor en el escenario o la pantalla.
Todos los grandes actores son capaces de expresar intensidades emocionales,
momentos dramáticos, o matices sutiles, pero no todos están listos para correr los
riesgos que conlleva desafiar las costumbres sociales, morales y sexuales. (…)
Evidentemente, y ella lo ha dicho, actuar es una experiencia transformadora en la cual
ella aprende sobre sí misma y sobre la naturaleza humana. “Ser actriz es básicamente
lo opuesto al altruismo, es un negocio entre un yo y otro yo –al punto de tener asco de
sí mismo, diría.” Ella dice que le atraen particularmente las experiencias que esconden
más de lo que revelan. “El cine es la metáfora de eso: la pantalla revela y esconde.” Y
sin embargo, al mismo tiempo, Isabelle Huppert parece no estar escondiendo
absolutamente nada.
Pascale Ferran
De Pascale Ferran, nacida en París en 1960 y egresada de la prestigiosa IDHEC, se ha
dicho que “practica el cine como la alta costura o la ingeniería de precisión”. Y, si bien
semejante afirmación resulta fácilmente contrastable en la elegancia de su Lady
Chatterley o el paisaje aeroportuario de Bird People, también es cierto que deja fuera
del mapa la región central del cine de Ferran: los sentimientos. Puede tratarse de la
elaboración del duelo como en Petits arrangements avec les morts, de los primeros
amores y los primeros desengaños como en L'Âge des possibles, de las relaciones
prohibidas o la búsqueda de la felicidad: las pasiones y emociones humanas están
siempre en primer plano en este puñado de films realizados intermitentemente
durante las últimas dos décadas –en el medio hubo algunos proyectos inconclusos, la
dirección del doblaje francés de Ojos bien cerrados y, sobre todo, la militancia
incansable y lúcida en defensa del cine de autor–, trazando una tan sutil como precisa
cartografía del corazón (de los corazones) de este tiempo.
José Val del Omar
En el granadino José Val del Omar –dedicado al cine desde fines de los años veinte
hasta su muerte en 1982– confluyen dos aspectos que lo vuelven una figura única y
compleja: la búsqueda de un éxtasis espiritual colectivo más allá del ego artístico, y
una fe en la técnica (como creyente del cinema que fue) como vehículo de esta utopía
despegada de lo material y apoyada en una visión poética del mundo. Responsable de
insólitos inventos futuristas –como la Tactilvisión, la Diafonía y el Desbordamiento
Apanorámico de la Imagen–, Val del Omar ardía en un visceral misticismo español
(“santificación de la sensualidad africana”, como reza una cita de Ganivet anotada por
él) que convierte su cine en algo que sacude sobrenaturalmente a quien lo ve. En él la
vida es la obra, como se ve en sus películas, escritos, collages, fotografías,
experimentos y poemas; y aunque sus films terminados son escasos –y se cierran
siempre con un plano que dice “sin fin”–, es sin duda uno de los más esenciales
cineastas visionarios del planeta. Solo que el porvenir que presupone la palabra
“visionario” choca con su carrera de fondo, solitaria en la España adusta donde vivió, y
también en una historia del cine en la que, si bien hay almas y obras afines, nunca ha
existido ni existirá otro Val del Omar.
Heavenly Films
Las raíces de Heavenly Films se extienden hasta principios de los noventa y los
orígenes del sello discográfico homónimo. Paul Kelly y Kieran Evans eran algunos de los
directores regularmente contratados por el sello para promos musicales y cortos con
los artistas de Heavenly, y en 2002 unieron fuerzas con Saint Etienne para crear un
largometraje documental sobre Londres que acompañara su álbum Finisterre. En la
última década, Paul Kelly –ya famoso como músico, miembro de los muy
reverenciados East Village, y diseñador gráfico– ha forjado una reputación como uno
de los documentalistas británicos más distintivos de su generación. Refinando una
inusualmente lírica marca de psico-geografía conformada por estéticas popmodernistas, se mueve entre la sinfonía de ciudad, el film ensayo, y un retrato por
acompañamiento para armar evocaciones hermosamente compuestas y
profundamente climáticas de lugares olvidados e individuos. Ya sea trabajando en
colaboración con la banda Saint Etienne, en una exuberante trilogía ambient sobre
Londres, o en sus ingeniosos y empáticos films sobre los muy amados Dolly Mixture y
Lawrence of Felt, las películas de Kelly son inmediatamente reconocibles y adorables.
Luke Fowler
En la génesis de los proyectos de Luke Fowler (Glasgow, 1978) suele descansar una
pregunta, un profundo interés por saber más: ya sea una exploración por la vida y la
obra del psicólogo R.D.Laing (All Divided Selves), sobre un hombre decepcionado por
la humanidad que se retira a vivir en la naturaleza (Bogman Palmjaguar), o sobre el
potencial de lo que podría haber pasado (en su última película, Depositions). Y esa
naturaleza interrogativa se transmite al resultado final: sus films trabajan con la
historia para convertirla en otra cosa; siempre inquieto, su estilo es difícil de
determinar. Fowler, quien recibió el premio Derek Jarman en 2008 y fue finalista del
prestigioso premio Turner en 2012, desdibuja los límites del material de archivo y de lo
filmado para la ocasión, y expande al mismo tiempo los límites de lo cinematográfico al
proyectar sus películas en museos, salas y galerías.
De naturaleza experimental y de factura documental y esencialmente cinematográfica,
su obra (presentada casi en su totalidad en esta edición del BAFICI) es una oportunidad
imperdible para acercarse a uno de los artistas más atractivos que tiene Europa para
ofrecer en la actualidad.
Cine de Weimar (Historia Secreta)
La República de Weimar (1918 a 1933) fue el estado más libre sobre suelo alemán; una
época salvaje caracterizada por la disrupción, la crisis y el brillo cultural. Fue también el
período más importante del cine alemán, un tiempo lleno de maravillas y creatividad
donde se erigieron los cimientos estéticos del “séptimo arte”.
Pero el cine de Weimar es mucho más que los pocos films y directores célebres como
Murnau, Lang, Lubitsch, Pabst y Ruttmann.
Por eso es que intentará revelar al menos un poquito de esta historia secreta, y
mostrar la diversidad y belleza del primer cine alemán: el cine de Weimar es, más que
nunca, un continente desconocido que aguarda ser descubierto. Fue mucho más que
el expresionismo: Nueva Sobriedad, espectáculo escapista, emoción y diversión. Y es
un ejemplo muy actual de una sociedad liberal bailando sin parar sobre un volcán,
entre la lujuria hedonista y el miedo latente a su destrucción: una combinación
explosiva. Y casi todas las películas de esta sección son totalmente desconocidas,
incluso para el público alemán.
Mario Monicelli
A pesar de que la visitó una sola vez, Mario Monicelli amaba Argentina. En el
centenario de su nacimiento, el BAFICI le rinde homenaje a este maestro del cine
italiano. Un autor en el sentido más integral de la palabra, dado que él mismo escribió
la gran mayoría de sus películas. Había comenzado su carrera en la década del treinta,
como director de cortometrajes estudiantiles y como asistente de dirección. En los
años cuarenta, ya se había establecido como un guionista prolífico y creativo, antes de
pasar a la dirección de largometrajes en dupla con el gran humorista Steno. En los
cincuenta, dirigió varios films muy exitosos, entre ellos, obras maestras como Los
desconocidos de siempre y La gran guerra. De los sesenta en adelante, tuvo la libertad
de elegir temas de fuerte impacto social, que presentó de una manera accesible para
el gran público.
Nunca dejó de "divertir instruyendo", o sea, de hacer reír y a veces llorar,
transmitiendo su propia visión del mundo. Una visión poderosamente anticonformista,
opuesta diametralmente a las "ideas recibidas" sobre la Primera Guerra Mundial,
sobre el machismo y el feminismo, sobre el trabajo y el desempleo, sobre la industria y
el poder, sobre la familia, la juventud, la inteligencia, la vejez y la amistad. Gracias a
sus espléndidos films, de estilo elegante y refinado, Mario Monicelli ha dejado una
impronta indeleble.
Perú: radiografía fílmica de un país
Qué duda cabe de que la historia oficial es siempre la menos confiable. Cualquier
revisión histórica del cine peruano que haya obviado algunas de las películas que
colorean esta selección se ha privado del inquisidor placer de interpelar su propio
contexto a través de las imágenes que ha dejado el tiempo.
Desde la denuncia hasta la ironía, mediante realistas representaciones socioculturales
e íntimos autorretratos fílmicos, cada título ensaya una muestra de la realidad nacional
del Perú de los últimos cuarenta años, que se aleja de cualquier estadística
macroeconómica o panfleto político en pos de encontrar un punto de convergencia
sobre cuestiones humanísticas. Las que comprenden Perú: Radiografía fílmica de un
país son películas que no se han ido, sino que se nos acercan cada vez más. Hermoso
es comprobar que, con el pasar el tiempo, se han revelado como piezas
representativas de su época, cual vestigio de su histórica vigencia, y han ido
construyendo una memoria que se solidifica manteniendo incandescente el recuerdo
de lo que alguna vez fue. E, incisivamente, bosqueja cómo es ahora.
Buenos Aires Lab -BAL 2015
A lo largo de su historia, el Buenos Aires Lab ha ido mutando: lejos de toda fórmula,
cada año hay una revisión acerca de cuál es la acción que mejor se corresponde con la
necesidad de los realizadores de Latinoamérica, de acuerdo a los tiempos que corren.
En esta edición, el BAL se focaliza exclusivamente en los work in progress, con un doble
programa que tiene como característica la combinación de grandes nombres, de
cineastas establecidos, con otros que se espera resulten un importante
descubrimiento.
Además de los importantes premios que otorgará el jurado BAL, se renueva la
colaboración con el Marché du Film – Festival de Cannes y a través de la misma
algunos de los trabajos lograrán una proyección internacional al mercado más
importante del mundo.
Por si esto fuera poco, el BAL 2015 cuenta con presentaciones especiales, fuera de
competencia, que son un lujo total.
Talent Campus: Diez años de cine en Sudamérica
Tras diez años de fomentar la reflexión y discusión sobre cine en la región, es un
orgullo celebrar este logro con la premiere mundial de un largometraje colectivo y la
exhibición de dos programas de cortometrajes inéditos para BAFICI, todos realizados
por participantes de alguna de las nueve ediciones anteriores del Talents BA.
Los tres programas de películas que se exhibirán reflejan una de las claves del Talents:
la diversidad. Pero diversidad entendida en un sentido amplio y no como un valor en sí
mismo; más bien como una forma de exponer la tensión entre los cineastas, sus
orígenes e identidades y cómo sus películas los reflejan. Se trata de cineastas que
provienen de una misma región que puede distinguirse en cada una de sus películas,
las cuales no por eso son costumbristas ni están sostenidas por el esteticismo localista.
Por un lado, se estrenará un largometraje realizado especialmente para conmemorar
la edición aniversario, tras una convocatoria especial a realizadores que han pasado
por el Talents BA y hoy ya cuentan con una trayectoria reconocida internacionalmente.
Esta película está conformada por materiales diversos en cuanto a formatos, géneros,
nacionalidades y perspectivas, que componen una narración basada en la visión de
cada realizador acerca de la realidad contemporánea de su oficio.
Por otro lado, se presentan dos programas de cortometrajes que acompañan el
estreno del film colectivo. El conjunto traza, de algún modo, un mapa de los últimos
diez años del cine producido en la región. Se incluyen materiales de distintas
duraciones que experimentan con los formatos y los géneros, y ponen en crisis
cualquier clasificación apriorística.
Venta anticipada de entradas
El lunes 6 de abril comienza la venta de entradas anticipadas para el 17 BAFICI. Se
podrán adquirir en forma online en buenosaires.gob.ar/festivales, o personalmente
en:
Village Recoleta, Vicente López y Junín. Todos los días de 10 a 20 h (excepto el
miércoles 15 de abril, de 10 a 18 h).
Entrada general: $ 30 Entrada con descuento: $ 25 (para estudiantes y jubilados, y
todas las funciones de Baficito, Retrospectivas y Focos)
Entrada al concierto Jaco de Buenos Aires: $ 50
Entrada a la película de clausura en el Teatro Colón: $ 50
Colaboran con BAFICI
Diferentes instituciones y embajadas apoyan al 17 BAFICI: APIMA, ARTE, British
Council, CNC, DIRAC, EPICENTRE, Marche du Film, Doc BsAs, Embajada de Austria,
Embajada de Chile, Embajada de EEUU, Embajada de España, Embajada de Francia,
Embajada de Israel, Embajada de Italia, Festival de Mar del Plata, FICUNAM, Fid
Marseille / Fid Lab, Goethe Institute, Instituto Francais, Instituto Italiano de Cultura,
Malba, PROA, TyPA, Universidad de Cine, Variety.
Las siguientes empresas acompañan al Festival: Cinecolor, Fiat, MovieClub, Supervielle,
Village Cines, Aeropuertos 2000, Air France, Alta Definición Argentina, Bacigaluppi,
Estudio Ñandu, La Burbuja, Lahaye Post, POMERANEC, Sin Sistema SRL, SwissFilms,
TALKBOX, Talents Buenos Aires, Tauro Digital, Wines Of Argentina, Z-Films, Cerveza
Grolsch, Gancia, Hotel Dazzler, Bar Lavalle, Buller, Camping, Merino Catering,
Chocolate Colonial, Clásica y Moderna, Club Sueco, Family, Hard Rock Café, La Biela, La
Casa del queso, Nonna Angiulina, Milion, Musetta Caffe, Portezuelo, Tomo 1, Tregar.
SEDES
Centro Cultural Recoleta (Junín 1930)
Village Cines Recoleta (Vicente López 2050)
Village Caballito (Avenida Rivadavia 5071 entre Acoyte e Hidalgo)
Arte Multiplex Belgrano (Av. Cabildo 2829)
Centro Cultural San Martín (Sarmiento 1551)
Anfiteatro Parque Centenario- BAFICI al aire libre (Av. Ángel Gallardo y Leopoldo
Marechal, entrada por Lillo)
Teatro General San Martin - Sala Leopoldo Lugones (Av. Corrientes 1530 Piso 10º)
Planetario de la Ciudad de Buenos Aires “Galileo Galilei” (Av. Sarmiento y Belisario
Roldán)
MALBA Cine (Av. Figueroa Alcorta 3415)
Fundación PROA (Av. Pedro de Mendoza 1929)
Alianza Francesa- Auditorio (Av. Córdoba 946)
Usina del Arte (Pedro de Mendoza y Caffarena)
Teatro Colón (Cerrito 628)
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