Consejo de la Magistratura RESOLUCION Nº 530/05 En Buenos Aires, a los 10 días del mes de noviembre del año dos mil cinco, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la Presidencia del Dr. Eduardo D. E. Orio, los señores consejeros presentes, VISTO: El expediente 300/00, caratulado "Remite Expte. P.T.N. 2448/00 (Denuncia Dres. Portabella y Reynals c/Dr. Petra Julio)" del que RESULTA: I. Por nota del 13 de septiembre de 2000, el Subprocurador del Tesoro de la Nación Carlos Alfredo Quirno, remite copia del expediente P.T.N. Nº 2448/00, iniciado por denuncia que efectuaron los doctores Oscar N. Portabella y Jorge Ezequiel Reynals, por entonces Delegados de la Procuración del Tesoro de la Nación en la Provincia de Mendoza. II. Los letrados, en su presentación del 15 de julio de 2000, manifiestan haber tomado conocimiento a través de la prensa, de la existencia de una causa contra el Estado Nacional (Ministerio de Economía) y el Banco Central de la República Argentina, llevada entre otros, por los Dres. Ricardo Aurelio Mastronardi y Julio Demetrio Petra. III. Señalan que habiendo realizado las compulsas correspondientes, constataron que en el expediente Nº 29.929/3 caratulado "Mastronardi, (Ministerio de Economía) Ricardo y Banco A. c/Estado Central de la Nacional República Argentina por Acción Declarativa de certeza" iniciado ante el Segundo Juzgado Federal de Mendoza, Secretaría Nº 3, la acción estaba dirigida a liberar a los mencionados doctores Mastronardi y Petra y otros profesionales que fueron directores del Banco de Mendoza, del pago de una severa multa aplicada por el B.C.R.A.. IV. Conforme manifiestan los denunciantes, a la fecha de la denuncia la causa se encontraba en etapa de apelación radicada por ante la Sala “A” de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, integrada por los Dres. Otilio Romano, Juan Lopez Cuitiño y Julio Demetrio Petra. V. Asimismo, ante la misma sala tramitaron los autos Nº 21.567/3 (Cámara 62088-R-2357) caratulados "Ruffo Antuña, Alejandro y otra c/Estado Nacional (Ministerio de Economía) e Y.P.F. S.A. s/ ordinario", donde actúa como letrado patrocinante de la parte actora el Dr. Ricardo Mastronardi y en los que dicho tribunal, con la actuación del Dr. Julio Demetrio Petra como miembro preopinante, condenó a las demandadas a abonar un monto total, incluido el de los honorarios profesionales, superior a los $15.000.000. VI. Según lo sostienen los denunciantes, el hecho concreto de la denuncia es que, en función de las disposiciones de los artículos 17 inc. 3 , y artículo 30 del C.P.C.C.N., el Dr. Julio Demetrio Petra, miembro preopinante en los citados autos "Ruffo Antuña", con anterioridad a ese voto suyo, habría tenido intereses encontrados con el Estado Nacional, en razón de su intervención como parte en la causa inicialmente referida (Mastronardi y otros c/Estado Nacional), circunstancia ésta que estaba en conocimiento de los restantes miembros de la mencionada Sala “A” de la Cámara, quienes se inhibieron de intervenir en aquellos autos. VII. Es por ello que la Dirección Nacional de Asuntos Judiciales de la Procuración del Tesoro de la Nación, habiendo tomado conocimiento de la denuncia, emitió dictamen aconsejando la remisión de estas actuaciones al Consejo de la Magistratura, lo que fue cumplido a través de la nota remitida por el Subprocurador del Tesoro Dr. Carlos A. Quirno. VIII. El Expediente 113/2002 se inició el 30 de noviembre de 2001, a raíz del considerando 14 de la resolución 359/01, del Plenario de este Consejo, el que estableció "Que, por último, atendiendo a que varios de los denunciantes el Dr. Raúl Acosta acerca de la Sala “A” de la Cámara Federal y el Dr. Luis Francisco Miret, el Dr. Petra Recabarren acerca del Dr. López Cuitiño, el Señor Oscar Dimas Agüero referente a los Dres., Romano y Petra y el señor Benito Jaime Lucini referido a la Sala “A” en su totalidad- formulan imputaciones de Consejo de la Magistratura diferente tenor mencionados, referentes corresponde a las evaluar actuaciones de los conducta de los la involucrados para lo que se formará expediente por separado con copias certificadas de las piezas pertinentes del presente expediente" . El Dr. Dimas Agüero, que había denunciado al entonces magistrado Dr. Leiva, vinculó a los camaristas Romano y Petra. Respecto de este último, señaló que el Dr. Petra debió haberse excusado en la causa caratulada "Ruffo Antuña, Alejandro y otros c/ YPF SA s/ Ordinario" ya que tanto el nombrado como el Dr. Mastronardi fueron sancionados con multa por el BCRA, la que fuera apelada. Esto demostraría que el Dr. Petra era sancionado por el Estado Nacional, accionante contra el mismo y representante de uno de los poderes del Estado, pudiendo encuadrar su conducta en el artículo 275 del Código Penal. CONSIDERANDO: 1º) Que de los elementos aportados por los denunciantes y la compulsa realizada en la causa Nº 21.567/3 caratulado "Ruffo Antuña c/ Y.P.F. S.A. s/ Ordinario", en trámite por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación merecen formularse las siguientes observaciones: a) Autos "Mastronardi y otros c/Estado Nacional": Por resolución Nº 286 del 19 de agosto de 1999, el Banco Central de la República Argentina resolvió imponer a Héctor T. Martín, Ricardo A. Mastronardi, Vidal Linares Benegas, Julio Demetrio Petra, Eduardo Mohamed Manzur, Oscar R. Gratz, Luis E. Corrales, Guillermo H. De Paolis, Jaime J. Llugany y Juan M. Orrego de la Rosa, una multa de $ 115.234 (pesos ciento quince mil doscientos treinta y cuatro) a cada uno, en los términos del artículo 41, inc. 3 de la Ley de Entidades Financieras Nº 21.526, por su actuación como Directores del Banco de Mendoza. Los cargos imputados fueron: 1º) Insuficiencia de previsiones por riesgos de incobrabilidad; 2º) carencias en la integración de legajos de deudores; 3º) incorrecta integración de la Fórmula 3519 Distribución de créditos por cliente ; 4º) incumplimiento de requisitos sobre mantenimiento de moneda en custodia de otras entidades financieras; 5º) incumplimiento de disposiciones sobre prefinanciación y financiación de exportaciones; y 6º) incumplimiento de disposiciones relacionadas con el régimen de efectivo mínimo. Los nombrados interpusieron el recurso directo previsto en el art. 42 de la referida Ley 21.526 por ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Con fecha 30 de Junio de 2000, la Sala IV del referido tribunal resolvió confirmar la res. 286/99 dictada por el Banco Central de la República Argentina el 19 de agosto de 1999 en cuanto fue materia de recurso. Paralelamente, los ex funcionarios sancionados interpusieron con fecha 21 de Septiembre de 1999 ante la Justicia Federal de Mendoza, una acción declarativa con medida de no innovar Economía) y el contra Banco el Estado Central Nacional de la (Ministerio República de Argentina, solicitando la declaración de inconstitucionalidad del artículo 42 de la Ley 21.526, el régimen de multas establecido por el Decreto 3236/78 y Comunicación B 4428 del B.C.R.A., y Resolución Nº 286 del Banco Central, que estableció las multas a los accionantes. Por auto del 22 de septiembre de 1999, el Juez subrogante a cargo del Juzgado Federal Nº 2 de Mendoza, Dr. Luis Leiva, hizo lugar a la medida cautelar impetrada, ordenando la suspensión de los efectos del acto lesivo, esto es, la Resolución Nº 286 del 19.8.99. del B.C.R.A.. El 22 de octubre de 1999, se presenta el Estado Nacional y el Banco Central interponiendo recurso de reposición con apelación en subsidio contra lo resuelto por el magistrado. La revocatoria fue denegada, concediéndose la apelación el 10 de febrero de 2000. Por constancia del 30 de junio de 2000 expedida por el Secretario de la Cámara de Apelaciones de Mendoza, se hizo saber que los autos de referencia se encontraban en trámite de integración de la Sala, en razón de haberse excusado para entender en la causa los Jueces de Cámara y también los primeros tres conjueces que resultaron desinsaculados. No obstante cabe destacar que, en el mencionado fallo del 30 de junio de 2000 dictado por la Sala IV de la Cámara Federal en lo Contencioso Administrativo de Capital Federal que Consejo de la Magistratura confirmó la sanción impuesta por el Banco Central, el Tribunal señaló que "al haberse resuelto en la presente sobre el fondo de las pretensiones contenidas en el recurso del art. 42 de la ley 21.526, la inconstitucionalidad del efecto devolutivo que esa norma acuerda al recurso directo allí contemplado ha devenido abstracta; ello es así sin perjuicio de señalar que ningún gravamen ocasionó a los recurrentes la falta de decisión sobre su planteo, ya que como consecuencia de la medida cautelar obtenida ante la Justicia Federal de Mendoza, el acto aún no ha podido ser ejecutado". b) Autos "Ruffo Antuña c/ Y.P.F.": Por auto del 21.3.97 el Juzgado Federal Nº 2 de Mendoza resolvió hacer lugar parcialmente a la demanda incoada, condenando a Y.P.F. a pagar al actor la suma que resultara de la liquidación que se aprobara en autos, hacer lugar a la excepción de prescripción deducida, y hacer lugar a la excepción de falta de legitimación parcial. Asimismo se declaró aplicable al caso la ley de consolidación de pasivos Nº 23.982 y sus reglamentaciones. Por otra parte, el Juez Federal resolvió el 4 de abril de 1997 disponer el embargo preventivo de la demandada hasta cubrir la suma de $200.000 (pesos doscientos mil). Dicha medida fue apelada por la actora, a través de un recurso de reposición con apelación en subsidio, entendiendo que el monto adeudado ascendía (pesos cuatro sumando capital e intereses- a $4.700.091,02 millones setecientos mil noventa y uno con 02/100). El Juez de primera instancia no hizo lugar a la revocatoria y elevó los autos a la Sala “A” de la Cámara Federal en virtud del recurso de apelación, la cual mediante auto del 27 de febrero de 1998, no hizo lugar a dicho recurso y confirmó la resolución recurrida. Estos autos fueron nuevamente elevados a la sala “A” de la Cámara Federal de Apelaciones, en virtud de sendos recursos interpuestos por la actora, el Procurador Fiscal y la demandada contra la sentencia dictada el 21.3.97 y que fuera mencionada precedentemente. El 29 de marzo de 2000, la Sala “A”, con el voto del Dr. Julio Demetrio Petra como miembro preopinante al que adhirieron los restantes miembros de la Sala, declaró la nulidad de la sentencia recurrida, dictando nueva sentencia sobre el fondo de la cuestión, condenando esta vez a Y.P.F. S.A. y al Estado Nacional a pagar a Alejandro Ruffo Antuña y Beatriz Ruffo de Galli la suma de $ 6.251.092,98 (pesos seis millones doscientos cincuenta y un mil noventa y dos con 98/100), dejándose establecido que la cifra mencionada se encontraba calculada al mes de Agosto de 1993, devengando los intereses de la tasa pasiva que publica el B.C.R.A. a partir del 1 de Septiembre de 1993 hasta la fecha de su efectivo pago. Asimismo, reguló los honorarios del letrado apoderado de la actora, Dr. Ricardo Mastronardi, en la suma de $262.545,89 (pesos doscientos sesenta y dos mil quinientos cuarenta y cinco con 89/100). En virtud de este pronunciamiento, el Juez Federal subrogante Alfredo Manuel Rodriguez dispuso modificar el monto del embargo preventivo ordenado y hacerlo efectivo por la suma de $15.000.000.- (pesos quince millones). 2º) Que en los términos del artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación, el 14 de agosto de 2001 prestó declaración el magistrado denunciado, Dr. Julio Demetrio Petra. Interrogado sobre los hechos que motivaron la presente denuncia señaló, entre sus argumentos más destacados, que "lo que trasciende es que yo he dictado una sentencia por la que condeno al Estado Nacional a pagar una cifra de alrededor de 14 o 15 millones de dólares, siendo que soy litis consorte activo con uno de los abogados patrocinantes de la parte actora, que resultó gananciosa en el juicio -le fueron reconocidos sus derechos- y queda la situación de que yo litigo también o tengo juicio pendiente contra el Estado Nacional, al igual que nuno de los abogados de la parte actora en este juicio; y pr el mismo concepto, por la misma cuestión, debería haberme excusado..." "La causa llega por primera vez a la Cámara Federal y entra en la Sala “A”. La causa en la que en definitiva resulta condenado el Estado Nacional porque comparece, porque el demandado principal es Y.P.F." "Yo ya era preopinante en la causa... y en septiembre Consejo de la Magistratura de 1999, cuando yo ya había tenido, ya era juez preopinante, mi jurisdicción ya había sido aceptada por todas las partes del proceso, cuando ya había dictado interlocutorios en asocio con mis colegas de Cámara, llega esta sanción (se refiere a la multa impuesta por el Banco Central)... se nos impone una multa que, sinceramente, tiene características confiscatorias... y bueno, efectivamente, estamos en juicio con el Banco Central. Es decir, yo soy juez de la Nación, pero también soy administrado...". "Yo no demandé al Banco Central. EL Banco Central me sanciona por algo que yo, honestamente, considero que es apartado del derecho, y además carece absolutamente de un espíritu de justicia esa resolución. Siempre digo que, para mi, hubo una mano negra que después de 14 años, un sumario que se inicia en el año ´86, como consecuencia de una inspección de rutina en el Banco Central, que se hace a todos los Bancos que operan en el sistema, el Banco Central la resuelve en Septiembre de 1999...". "Entonces, ¿por que los he entretenido con relatarles esta historia? Primero, para exponerles cual es el grado de relación que tengo con el doctor Mastronardi que es patrocinante de la parte actora en este juicio de "Ruffo Antuña contra Y.P.F.". No es de amistad íntima, no tengo ningún tipo de sociedades, de negocios, de comunidad de negocios como lo establece el artículo 17, inciso 2 del Código Procesal Civil. Además consideré tampoco estar incurso en la causal del artículo 30 que habla de la excusación de los magistrados, que cuando por causales no previstas en el artículo 17, que son taxativas, es decir que son las únicas por las cuales pueden las partes recusar a los magistrados, el juez tiene el derecho a excusarse, además de cuando median las razones del artículo 17, pr razones de delicadeza y decoro". "Pero de todas maneras, me recusaron... Mis colegas de Cámara por distintas situaciones se excusaron de intervenir, y voy a decir cuáles son las razones. El Dr Romano y el Dr. Endeiza, firmantes de la sentencia conmigo, cuando me recusan se excusan de entender porque suponen que han actuado en la causa conmigo y, bueno, se excusan de entender. Les es aceptada la excusación. Eramos cinco integrantes de la Cámara en ese momento. El Dr. Luis Francisco Miret se excusa por tener amistad con el actor, con el señor Alejandro Ruffo Antuña, y el Dr. Alfredo Lopez Cuitiño ya se había excusado cuando la causa había entrado en la Sala A-porque el es de la Sala A- porque el había llevado -siendo abogado- un juicio de expropiación en contra del Estado provincial, de tierras del Señor Ruffo Antuña cuando se construyó en Mendoza la presa el Carrizal. Entonces como el había sido abogado hacía 25 o 30 años- de Ruffo Antuña se había excusado" "Entonces resuelven conjueces... Yo informo lo que les digo acá, lo que he dicho acá, términos mas, términos menos, informo a los conjueces que son el juez federal de primera instancia Alfredo Manuel Rodríguez, y los abogados de la lista de conjueces, doctores Candela y Dr. Nedo Carlucci. Resuelven que no hay razón para apartarme de la causa, resuelven que debo mantenerme entendiendo en la causa, y esa resolución, y esa resolución que le ha sido notificada a las partes- hoy ya está firme y, bueno, diríamos que ha pasado en autoridad de cosa juzgada..." "La sentencia de Cámara a la que nos estamos refiriendo fue motivo de un recurso de apelación ordinario ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. El expediente esta acá, en sede de la Corte, hará aproximadamente un año. De manera que será la Corte la que indique si la sentencia es totalmente ajustada a derecho...". Refiriéndose a la relación personal con el letrado de Ruffo Antuña, Dr. Mastronardi, aclaró el magistrado que, en la época en que el letrado fue Presidente del Banco de Mendoza, el denunciado se desempeñó como director de la misma entidad. El magistrado señaló que con posterioridad a la sanción aplicada por el Banco Central tanto a él como al Dr. Mastronardi, le tocó resolver un juicio cuyas características no recordaba con precisión, creyendo que se trataba de una "indemnización por daños a un inmueble o un accidente de tránsito" en donde el letrado patrocinante era Mastronardi, y en el cual la Sala que integra confirmó la sentencia de primera instancia. Reiteró que a su juicio, y no obstante lo dispuesto Consejo de la Magistratura por el Código Procesal en sus artículos 17 inc. 2 y 32, no debía excusarse de entender en el juicio "Ruffo Antuña" y así lo hizo saber a los jueces que debían entender en su recusación. Aclaró el magistrado que cuando se refirió a la doctrina del eminente procesalista Dr. Fenochietto, lo hizo para señalar que el jurista, al comentar el artículo 30 del Código Procesal Civil y Comercial sostuvo que la excusación del magistrado por razones de delicadeza y decoro, dichas razones deben ser consideradas por éste en libertad de conciencia y son consideradas una atribución íntima del magistrado. No obstante, la Consejera Chaya le destacó que dicho jurista, al hablar de la excusación, sostiene que "razones éticas imponen al juez excusarse. No se puede ignorar la violencia que significa, por ejemplo, regular honorarios a un abogado amigo". 4º) Que también en virtud de las medidas probatorias del art. 7 , prestó declaración testimonial por ante la Comisión de Acusación con fecha 25 de Septiembre de 2001 el Dr. Jorge Exequiel Reynals, abogado integrante de la delegación de la Procuración del Tesoro en la ciudad de Mendoza, al momento de originarse los hechos que motivaron la denuncia. El Dr. Reynals expresó, entre otros argumentos, que junto con el Dr. Oscar Nicolás Portabella ejercían la representación de los intereses del Estado Nacional en juicio. Que en tal carácter recibieron los autos "Ruffo Antuña c/Y.P.F. y Estado Nacional", que ya tenía sentencia de Cámara, y que previa consulta a la Procuración del Tesoro sobre la posibilidad de ocurrir por ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, resolvieron apelar en forma ordinaria y extraordinaria. Agrega que se trataba de un juicio que, con capital e intereses, "orillaba los quince millones de pesos en ese momento". Sostuvo que mientras tramitaba esta cuestión, el declarante y el Dr. Portabella leyeron en el diario Los Andes de Mendoza, que uno de los miembros de la Cámara, el Dr. Petra, "tenía intereses encontrados con el Estado Nacional en una causa caratulada "Mastronardi y otros c/Estado Nacional y Banco Central de la República Argentina", por acción declarativa de certeza". Así las cosas, señala el Dr. Reynals que informaron al Procurador, y recibieron instrucción verbal de compulsar la causa para verificar la especie periodística. De la compulsa surgió que el Dr. Petra litigaba contra el Estado Nacional y el Banco Central en razón de una multa que le había sido impuesta por su actuación como director del Banco de Mendoza. Agrega el declarante que "hay dos o tres incisos por allí en el 17 que juegan con el 32 que podrían haberse incluido allí en el dictamen nuestro... para no dejar alguna sombra de duda sobre lo que pretendíamos nosotros hacer, nos referimos solamente a la causal que le impide a un juez resolver en una causa donde alguna de las partes tiene intereses encontrados con él. En este caso, en esta causa era parte el Estado Nacional y el juez Petra litigaba contra el Estado Nacional. Tan es así, que esa causa es anterior a la que llegó donde ellos litigaban. Esa causa había llegado a la Cámara, al conocimiento de la Cámara, y la Sala se había excusado; se excusó él y se excusaron los otros dos integrantes de la Sala. Se excusó la Sala B y se excusaron sucesivamente diferentes magistrados que fueron designados allí, por lo que nosotros entendimos, en esa pequeña hojita y media que escribimos y enviamos al Procurador, que los compañeros de Sala del doctor Petra el Dr. Romano y el Dr. Lopez Cuitiño- estaban en perfecto conocimiento de eso; y nosotros entendimos que ellos deberían de haberle advertido a su compañero de Sala de esa limitación que impone la ley" Señala el Dr. Reynals, refiriéndose a los alcances de la excusación, que "mas que a mi criterio, lo dice la ley en forma extraordinariamente precisa, en el artículo 17 en juego con el 32. No depende de mi criterio, es la ley que lo dice. Yo creo que esa conducta encaja como le dije recién como la pieza de un rompecabezas..." Manifiesta luego refiriéndose a la acción promovida por el juez Petra y el Dr. Mastronardi contra el Banco Central, que "el litis consorcio activo es voluntario y no necesario. Ergo, nadie los obligó a litigar juntos, podría haber litigado cada uno con su propio patrocinante. Es decir, cuando uno elige Consejo de la Magistratura litigar junto con alguien puede, quizás, interpretarse que hubiera comunidad, que hubiera comunidad entre quienes litigan voluntariamente contra alguien" Agrega a continuación, refiriéndose a la sentencia dictada por el magistrado en la causa "Ruffo Antuña", que "El doctor nulificó el fallo de primera instancia, llamó a nuevos peritos y entiendo que en forma asaz arbitraria elevó la prescripción corta de lo que se paga por plazos de 5 a 10 años, y con eso llevó la deuda a las nubes; hacia atrás y con muchos intereses, y modificó una sentencia que no llegaba a los 900 mil pesos y la llevó a 12 millones de capital " . Agrega el testigo en respuesta a una pregunta formulada en la audiencia, que "el 17 de Julio (del año 2000) entregué en la mesa de entradas de la Procuración esa opinión nuestra. El 11 de Agosto nos dejaron cesantes sin causa a Portabella y a mí..." . Ante otra pregunta sostuvo el declarante que "El Estado nacional era responsable más o menos de 3 años y de 2 YPF Sociedad Anónima. Al llevar la prescripción hacia atrás, el Estado carga con esos cinco años que van hacia atrás, mas los intereses que, -como ustedes saben, somos todos abogados aquíse van sumando... Espero que hayan puesto el esfuerzo necesario en la Corte no es lo que me han dicho- para defender los intereses de la Nación que tan desprotegidos han estado en mi provincia este último tiempo. Lamentablemente." 5º) Que en virtud de las diligencias previstas por el artículo 7 del Reglamento de la Comisión de Acusación, se solicitó al Cuerpo de Auditores Judiciales a cargo de este Consejo, la realización de una auditoría en la Sala “A” de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, con el objeto de determinar: a) Si con posterioridad al 19 de Agosto de 1999 y hasta la fecha del informe (15.2.05.)el Dr. Julio Demetrio Petra intervino en algún expediente ingresado en dicha sala en el que el Dr. Ricardo Mastronardi actuara como letrado de alguna de las partes y cuál fue el sentido de su voto; b) Si en ese mismo período se promovió algún incidente de recusación contra el Dr. Petra vinculado a la intervención como letrado del Dr. Ricardo Mastronardi, y cuál fue la resolución recaída en dicho incidente; c) Si en igual período el Dr. Petra se excusó de intervenir en algún expediente en el que actuara el Dr. Ricardo Mastronardi como letrado. Del citado informe del cuerpo de auditores (punto III), surge que en el período citado, el Dr. Petra intervino como juez de Cámara en las siguientes causas en las que el Dr. Ricardo Mastronardi actuó como letrado patrocinante de una de las partes: "Ruffo Antuña, Alejandro y otros c/ Y.P.F. S.A. p/ ordinario"; "Román de Vivas, Mabel c/ Geoda S.a: p/ daños y perjuicios"; "Romano, declarativa" y Roque "Llopiz, Humberto Miguel c/ Angel E.N.A. c/ p/ Espín, acción Inés s/ ordinario". Con excepción de "Ruffo Antuña", que ha motivado la presente investigación, cabe consignar que en las restantes causas el Dr. Petra emitió su voto como integrante de la Sala, y no se promovió ningún incidente de recusación de dicho magistrado. 6º) Que la Comisión de Acusación resolvió citar al magistrado denunciado en los términos del artículo 9 del Reglamento de la Comisión, audiencia que finalmente tuvo lugar el 22 de febrero del corriente año. En dicha audiencia el magistrado reiteró y amplió la mayoría de los conceptos vertidos en oportunidad de su anterior declaración por ante la Comisión de Acusación. En particular, y ante el interrogatorio formulado por la Consejera encargada de la investigación, Dra. María Lelia Chaya, el Dr. Petra expresó: En virtud de un sumario administrativo promovido por el Banco Central de la República Argentina, el Dr. Petra fue sancionado conjuntamente con otros Ex Directores y Ex Síndico del Banco de Mendoza, con una multa de $115.000, por su gestión como Director de dicha entidad. El magistrado interpuso todos los recursos procesales que prevé el ordenamiento jurídico. Si bien la normativa vigente consagraba el principio "solve et repete" el magistrado no abonó la multa impuesta como requisito de admisibilidad formal del recurso, por entender que dicha norma resultaba inconstitucional, formuló el planteo judicial pertinente. y en ese sentido Consejo de la Magistratura Al momento de su declaración por ante la Comisión de Acusación, la multa aún se encontraba impaga, atento que la misma se hallaba cuestionada en el proceso de ejecución que existe en su contra. El Dr. Ricardo Mastronardi, quien también fuera sancionado con multa por el Banco Central por su actuación en el Banco de Mendoza, fue litisconsorte del Dr. Petra en los reclamos y recursos judiciales interpuestos contra dicha sanción. El monto de la sentencia dictada por la Sala “A” en la causa "Ruffo Antuña" ascendía a más de 6 millones de pesos entre capital e intereses tomados a Agosto de 1993, que es la fecha de la demanda. Dicha sentencia incrementaba varias veces la pericia realizada en autos, que estableció un valor de $150 mil al campo afectado a la explotación minera. El Dr. Petra justificó el incremento en el monto de la sentencia de Cámara, en función de lo establecido en la legislación vigente, la cual establece para el superficiario, esto es para el propietario del dominio de las tierras en las que YPF ingresa para explotación de petróleo, un régimen indemnizatorio a elección del superficiario. En virtud de ello permite al mismo accionar solicitando los daños y perjuicios realmente producidos en la propiedad o bien accionar a través de un sistema que crea esta ley que es un sistema de establecimiento de cánones o tarifas por cada explotación petrolera que exista en el terreno que ha sido invadido por la explotación petrolera. Según el magistrado, se probó en la causa que hacía más de 30 años que YPF había ingresado a las tierras del accionante, y éste reclamó los cánones establecidos por la legislación. En definitiva el actor, en función de la opción prevista por la ley, reclamó los cánones o tarifas adeudadas en los 10 años impagos no prescriptos y no por los daños y perjuicios que pudieran haberse ocasionado efectivamente en el terreno. A la fecha de la sentencia dictada por la Sala “A” en la causa Ruffo Antuña, el magistrado mantenía litigios contra el Estado Nacional en razón de la multa aplicada por el Banco Central. El Dr. Ricardo Mastronardi era el letrado de la parte actora. La sentencia dictada por la Sala “A” en Ruffo Antuña fue dictada varios meses después de haber apelado el magistrado la multa impuesta por el Banco Central. Que dicha multa fue confirmada por el tribunal de Alzada. Que la referida multa se encuentra en proceso de ejecución por parte del banco Central. Que el Dr. Petra conocía al Dr. Ricardo Mastronardi desde fines de 1971, época en que aquel egresaba de la Universidad del Litoral y éste ingresaba a la misma. Lo volvió a encontrar en 1973, cuando el magistrado se desempeñaba como presidente de la juventud de al Unión Cívica Radical en Mendoza y accedió a una banca en el Concejo deliberante de esa Ciudad. Luego el magistrado no tuvo ningún trato con el Dr. Mastronardi hasta 1985 en que fue electo Director del Banco de Mendoza. A partir de allí hubo una relación muy cordial entre el magistrado y el Dr. Ricardo Mastronardi, así como con su padre, El Dr. Humberto Mastronardi que fue Fiscal de Estado entre 1984 y 1987. El magistrado compartió dos años con el Dr. Ricardo Mastronardi en el directorio del Banco de Mendoza, y que la relación con el fue excelente, sin que lo considere un amigo íntimo. Luego de la intervención que les cupo en el Directorio del Banco de Mendoza, mantuvo reuniones sociales con el Dr. Mastronardi en casa de amigos comunes. El magistrado decidió integrar un litisconsorcio con el Dr. Mastronardi para litigar contra el Banco Central y el Estado Nacional, por cuanto tenía derecho a defender sus intereses y supone que el Dr. Mastronardi pensó de igual manera. Su voto en la causa Ruffo Antuña de ninguna manera fue influenciado por la relación personal que mantenía con el Dr. Mastronardi, y que hubiera fallado de igual modo de no existir esa relación. El Dr. Armando Surballe, abogado de la demandada en la causa Ruffo Antuña, denunció al Dr. Mastronardi por el trato injurioso y agraviante de éste para con él en dicha causa, y Consejo de la Magistratura que la Cámara que el Dr. Petra integra no promovió ninguna investigación al respecto. La recusación promovida por el Dr. Surballe en la causa Ruffo Antuña, fue rechazada por un tribunal de conjueces, que determinó que el Dr. Petra siguiera entendiendo en la misma. El Dr. Petra acompañó dos escritos ampliatorios de su declaración que fueron agregados a la presente investigación. 7º) Que el artículo 17 inciso 2 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece que "Serán causales de recusación... tener el juez o sus consanguíneos o afines dentro del grado expresado en el inciso anterior, interés en el pleito o en otro semejante, o sociedad o comunidad con alguno de los litigantes, procuradores o abogados, salvo que la sociedad fuese anónima". A su vez la doctrina ha sostenido que "La causal primera que prevé el art. 17 inc. 2 sólo se configura cuando el juzgador se encuentra en situación de aprovechar o sufrir las consecuencias del fallo que debe dictar. Ese interés puede ser pecuniario, económico, o moral; directo o indirecto, según que el beneficio resulte de la solución de ese juicio o que pueda influír como precedente en el resultado de otro pleito semejante" (Santiago Fassi, Cesar Yañez, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, Tomo 1 págs 229/230). A su vez, el artículo 30 del citado código ritual establece que "todo juez que se hallare comprendido en alguna de las causas de excusación mencionadas en el artículo 17 deberá excusarse. Asimismo podrá hacerlo cuando existan otras causas que le impongan abstenerse de conocer en el juicio, fundadas en motivos graves de decoro delicadeza". 8º) Que el cuestionamiento de los denunciantes se dirige concretamente hacia la intervención que tuvo el juez en una causa de la que debió haberse apartado en los términos del artículo 17 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. En ese contexto, las partes interesadas han contado con herramientas procesales para requerir el apartamiento de un juez que consideran que se encuentra en una situación objetiva de pérdida de imparcialidad, como lo constituye la recusación con causa. Es esa la vía adecuada para solucionar una cuestión como la aquí planteada y no un proceso de remoción. En este caso, la recusación fue planteada pero, como se ha dicho, fue rechazada por un tribunal compuesto por conjueces, quienes confirmaron que el Dr. Petra debía seguir interviniendo. En definitiva, se trata de una cuestión de neto corte jurisdiccional y, en este supuesto específico, de carácter opinable, al establecer el alcance que corresponde asignarle al término "sociedad o comunidad con alguno de los litigantes" (art. 17 inc. 2º C.P.C.C.N.) o determinar si el Estado en general puede ser considerado el recusante con el que se tiene un pleito, al que alude el inciso 3 del citado artículo 17, o si deben efectuarse distinciones entre sus diferentes órganos o entes autónomos. Finalmente debe recordarse que el artículo 30 del C.P.C.C. establece que la excusación por "motivos graves de decoro o delicadeza" es facultativa de los jueces pues son ellos, desde su faz subjetiva, quienes se encuentran en condiciones de ponderar si en determinada situación particular pueden perder su neutralidad o ser ella cuestionada. Sin embargo al momento de evaluarlo deben tener en cuenta que la constitucional regla de general, "juez derivada natural" del (artículo principio 18 de la Constitución Nacional), es que tienen la obligación legal de intervenir en todas las causas que le fueren asignadas. La jurisprudencia pacíficamente ha establecido que las causales recusación deben ser interpretadas en forma restrictiva (LL, 2001-C, 416; LL, 2001-A, 572 y LLC, 2001-660). Sirva como ejemplo de los valores que se encuentran en juego, el artículo 4.6 del Código de Ética de Santa Fe que establece que "el juez no debe apartarse con facilidad o ligereza de los expedientes que están bajo su jurisdicción" 9º) Que en virtud de las consideraciones expuestas en el punto anterior, no surge de manera indubitable que la conducta del magistrado haya encuadrado en la causal de excusación prevista por los arts. 17 inc. 2, 30 y 32 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación. Consejo de la Magistratura Ello así por cuanto como sostiene el Dr. Petra en su descargo, el voto emitido en el caso "Ruffo Antuña", amén del perjuicio económico sufrido por el Estado Nacional, tiene su sustento en razones jurídicas en las que nada influye la relación personal de éste con el letrado de la actora, por lo que aquel habría arribado al mismo pronunciamiento de haber existido otro letrado. Asimismo, tampoco surge de manera concluyente que la existencia de litisconsorcio con el Dr. Mastronardi en una causa configure el requisito de "sociedad o comunidad" que prevé el art. 17 inc. 2 del Código Procesal para exigir la excusación del magistrado. Por tal razón, tratándose el particular de una situación sujeta a una interpretación opinable, no pueden extraerse de los elementos investigados conclusiones que acrediten en forma objetiva la existencia de mal desempeño funcional por parte del magistrado. Por ello, SE RESUELVE: 1º) Desestimar el pedido de apertura del procedimiento de remoción del doctor Julio Demetrio Petra, integrante de la Sala “A” de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza. 2º) Notificar al magistrado denunciado y archivar las actuaciones. Regístrese y notifíquese. Firmado por ante mí, que doy fe. Fdo.: Bindo B. Caviglione Fraga - María Lelia Chaya - Abel Cornejo - Joaquín Pedro da Rocha - Juan C. Gemignani - Claudio M. Kiper - Juan J. Mínguez - Luis E. Pereira Duarte (en disidencia) - Victoria P. Pérez Tognola - Carlos A. Prades Beinusz Szmukler (en (Secretario General). disidencia) - Pablo G. Hirschmann