Aproximaciones teóricas a los procesos de inserción laboral RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN * INTRODUCCIÓN S i la crisis económica del año 1929 trajo consigo innumerables trabajos centrados en las consecuencias psicológicas que el desempleo prolongado puede producir en los individuos, la crisis energética de mediados de la década de los setenta desencadena una multitud de investigaciones sobre jóvenes y empleo. El desempleo incide en todos lo grupos de población, pero con especial relevancia en los jóvenes menores de 25 años. Estas dificultades se traducen en un retraso relativo de la autonomía adulta 1. La primera nupcialidad, la compra de la vivienda y el acceso al trabajo han experimentado retrasos considerables desde finales de los años setenta. La edad de acceso al empleo se ha retrasado seis años, la del matrimonio tres y la compra de la vivienda dos (Garrido et al. 1995:52-3). Los jóvenes abandonan los hogares paternos a edades más avanzadas, ya que en muchas ocasiones la autonomía adulta se produce en grupos de edad en torno a los 40 años (Garrido y Requena 1997:10). En este contexto, el concepto de juventud ha evolucionado, con la prolongación de este periodo, ante la escasez * Universidad de Granada 1 La autonomía adulta se refiere a la autosuficiencia económica y al abandono del hogar de origen. de empleo y la ampliación del tiempo de formación 2,3. 2 Los jóvenes gozan de un nivel de formación significativo en comparación con las generaciones anteriores. El rápido proceso de expansión educativa, que ha caracterizado a España desde finales de los años setenta, se refleja en un incremento de estudiantes en la enseñanza universitaria, pasando de 744.115 en el año 1983 a 1.559.600 en el año 1998 (INE, Estadísticas de Enseñanza Superior y Estadísticas de la Enseñanza). España con una tasa media de universitarios del 18,90%, supera en unos ocho puntos la media de los países de la OCDE (11,40%) y es el segundo país de la UE, después de Finlandia. El número de universidades también ha crecido de 30 a más de 60 en el mismo periodo de tiempo. Las inversiones educativas no son excesivas en comparación con la UE. Aunque se han reducido las diferencias queda mucho camino por recorrer hasta alcanzar los niveles europeos, ya que España es el penúltimo país de la UE en gasto universitario, con 4.030 dólares de gasto anual por estudiante universitario y un 0,4% de media menos que los países de la OCDE (Gaceta Universitaria, 2 de noviembre de 1998). La baja financiación de las universidades españolas es un punto de enfrentamiento entre la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y el Ministerio de Educación y Cultura. En función de los cálculos de los rectores, se requiere de una financiación adicional que ronda los 400.000 millones de pesetas anuales. (Ibidem) 3 COLEMAN y HUSEN afirman que la enseñanza postobligatoria se ha generalizado articulándose como el camino que siguen muchos adolescentes para pasar a la edad adulta. «La escuela es la principal institución a la que la sociedad recurre para ayudar a la juventud a hacerse adulta» (1989:131). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 65 INFORMES Y ESTUDIOS La juventud comprende «el período biográfico de transición durante el que se finaliza la formación y dan comienzo las trayectorias laborales y familiares que podemos calificar de propias» (Ibídem p. 11). Es una etapa fundamental en la vida del individuo, ya que define las trayectorias personales (cambio de posición económica, familiar, de nivel de formación ... etc.) y configura como tal a la persona. Mientras la etapa de dependencia de la familia de origen marca la etapa de niñez y juventud, la edad adulta se caracteriza por la emancipación que a su vez conlleva nuevas responsabilidades y dependencias. Para analizar el proceso de inserción laboral es conveniente adoptar un enfoque multidisciplinar ante la diversidad de factores que lo determinan. La sociología, economía y la psicología han estudiado este proceso desde distintas perspectivas, aportando teorías parciales ante la imposibilidad de elaborar una macroteoría capaz de abarcarlo. La perspectiva psicosocial parece la más correcta, ya que la interrelación de variables contextuales e individuales determinan el acceso al trabajo y las trayectorias laborales (Ibídem p.19). En este trabajo se aproxima el concepto de transición como etapa del ciclo vital que, al haber perdido el carácter automático que tradicionalmente tenía la inserción laboral para todo joven, se tiene que sustentar actualmente en una formación suficiente, en una actitud positiva y en la adquisición de destrezas profesionales. En segundo término se revisan todos los esfuerzos explicativos que se han producido en torno al proceso de inserción laboral, hasta llegar a la perspectiva de los modelos integrales que, desde una base multicisplinar, implican en la inserción laboral a todos los aspectos individuales y sociales que rodean al fenómeno. Y a modo de conclusión se aproxima teóricamente la función que puede estar desempeñando en nuestros medios el trabajo en prácticas en empresas de nuestros universitarios. 66 1. EL CONCEPTO DE TRANSICIÓN: LA INSERCIÓN SOCIOPROFESIONAL Uno de los momentos más críticos en la vida de cada individuo es aquel en el que termina su período de formación y decide acceder a la vida activa y al empleo. Esta transición (de la escuela al trabajo) deja de ser automática, desde la década de los setenta, y se convierte en un proceso complejo objeto de estudio de múltiples investigaciones que han esbozado un conjunto de teorías que la explican, como se expondrá en el epígrafe siguiente. A lo largo de la vida el individuo pasa por varias etapas de transición que determinan el desarrollo de su carrera (ciclo vital) 4. De forma continua se enfrenta a procesos de transición: de la escuela a la escuela, de la escuela al trabajo, del trabajo a otro trabajo, de la familia a la familia y del trabajo a la jubilación (Auberni 1995:396). La transición se define como un «proceso de cambio, que tiene lugar a lo largo de la vida individuo, que requiere una reflexión personal (historia personal y profesional) y contextual (contexto socio-profesional) y que se sustenta en una información sufi4 Las carreras son vistas como una secuencia de posiciones ocupadas por una persona durante el transcurso de una vida (Poole et al. 1993:40). La teoría de las transiciones del rol laboral mantiene que la entrada a un nuevo rol produce un desarrollo personal y/o un desarrollo de rol. El desarrollo personal es una fúnción de la novedad de un rol y el deseo de esa novedad de retroalimentarse, mientras que el desarrollo del rol es una función discrecional (la discrecionalidad se refiere a la libertad de cada uno para variar las características de la tarea. Una baja discrecionalidad conlleva pocas oportunidades para modificar el propio rol y a la inversa). En este sentido las carreras son definidas como ... una secuencia de roles laborales o como una secuencia de experiencias de trabajo de una persona a lo largo del tiempo. Lo que cada secuencia de actividades tiene en común es la experiencia de la transición: el proceso de separarse de los roles anteriores y de unirse a nuevos roles Las transiciones de rol laboral a menudo suponen una reorientación de metas, actitudes, identidad rutinas de comportamiento, redes informales y muchos otros pequeños cambios. Así, las transiciones de rol laboral constituyen un período de discontinuidad y flujo donde los individuos y sus roles deben discurrir hacia una nueva sincronización (Ashforth y Saks 1995:157). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN ciente, en una actitud positiva y en la adquisición de unas destrezas adecuadas» (Ibídem). La transición a la vida activa está íntimamente relacionada con la transición a la vida adulta. Ambos procesos están interrelacionados entre sí. Por tanto, se va a considerar el concepto de «transición» como el proceso de inserción social y profesional que es catalogado como «el hecho social más significante de los años setenta con relación a los jóvenes» (Casal 1997), al constatarse elevadas tasas de paro juvenil y el aumento del tiempo de espera entre el abandono o finalización de la escolarización y la inserción profesional plena 5. La transición «no es sólo el tránsito de la escuela al trabajo, sino más bien, un proceso complejo desde la adolescencia social hacia la emancipación plena a la vida adulta. Un proceso que incluye la formación escolar y sus trayectorias dentro de la «escuela de masas», la formación en contextos formales e informales, las experiencias prelaborales, la transición profesional plena propiamente dicha, el paso al ejercicio de prácticas de ciudadano y los procesos de autonomía familiar» (Ibídem). El concepto de transición incluye, por tanto, la transición a la vida adulta y la transición a la vida activa 6. La transición a la vida activa hace alusión al paso de la escuela al trabajo que culmina con la inserción laboral y el consiguiente desempeño de una profesión. La transición a la vida adulta «es un proceso complejo que tiene lugar con la incorporación del joven a la vida adulta y don5 Coleman y Husen (1989:139) consideran que la prolongación de la duración de los estudios es resultado de las dificultades que los jóvenes tienen a la hora de acceder al empleo. La mayor preocupación surge en el proceso de transición de la escuela al trabajo. Se necesita un sistema de transición nuevo y flexible, ya que los jóvenes son un grupo heterogéneo, de ahí la necesidad de adaptar los procesos a las características de los jóvenes. 6 Diversos estudios llevados a cabo por la OCDE, sobre todo a partir de 1975, demuestran que el paso de la escuela a la vida activa es uno de los componentes principales del paso de la adolescencia a la edad adulta (Coleman y Husen 1989:77). de confluyen múltiples factores de carácter evolutivo, madurativo, social y económico» (Auberni 1995:397). Su análisis promueve el debate desde distintos puntos de vista que caracteriza un enfoque multidisciplinar del proceso. Por tanto, la inserción socioprofesional es el momento en que culmina el proceso de transición en sus dos dimensiones: dimensión social (transición a la vida adulta) y dimensión laboral (transición a la vida activa), producto de una articulación compleja de formación, inserción profesional y de emancipación familiar. El mercado laboral ha experimentado significativas transformaciones desde mediados de la década de los setenta en España y en su entorno europeo. La crisis estructural del mercado de trabajo y la emergencia de la sociedad de la información, han trastocado el proceso de transición y, por tanto, su concepción 7. La emergencia de la empresa red 8 (Castells, 1997) 7 Muchos de los problemas que dificultan la transición a la vida adulta, han sido imputados especialmente al sistema educativo como institución incapaz de insertar a los jóvenes en la sociedad. Coleman y Husen lo expresan así: Nos sentimos cada vez más inclinados a pensar que las dificultades del paso a la edad adulta dependen de la incapacidad de las instituciones existentes, en especial del sistema de enseñanza, para cumplir lo que se ha convertido en una misión mucho más amplia de integración en la sociedad. Si tal es el caso, debemos interrogarnos sobre la utilidad de asignar un papel creciente a las instituciones educativas existentes sin introducir en ellas las modificaciones necesarias para que cumplan sus nuevas funciones de un modo más satisfactorio (1989:17). 8 Estaría dentro de lo que podemos definir como «lean production» (producción ligera). Las empresas cuentan con una plantilla de trabajadores reducida (núcleo de la empresa) y cubren las demandas a través de subcontratas, creando en torno al núcleo de la empresa una red de proveedores, clientes, intermediadores y consultores. Es un modelo de organización del trabajo que se ha difundido en las últimas décadas en occidente. Por ejemplo, la Compañía Telefónica en España cada día se parece más a una empresa red. Además, es un modelo establecido en Japón después de la II GM en empresas como Toyota. El modelo «just in time» (justo a tiempo), que supone que los bienes se producen y distribuyen justo a tiempo para ser vendidos, el suministro justo a tiempo de los materiales y la descentralización de la producción a través de una red de empresas subsidiarias, proveedores y subcontratistas, son reflejo de la empresa red que copia Occidente de Japón. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 67 INFORMES Y ESTUDIOS nos sitúa en una nueva forma de organización del trabajo que provoca el verdadero cambio que caracteriza al mercado laboral de los países desarrollados: la temporalidad en el empleo. No supone el fin del trabajo en sentido estricto, sino el fin del trabajo estable y a tiempo completo, que configura todo un conjunto de modalidades de transición profesional. 2. MODALIDADES DE TRANSICIÓN PROFESIONAL Efectuar un análisis de las modalidades de transición profesional, supone preguntarse por la multitud de teorías que desde un punto de vista individual y/o estructural intentan establecer explicaciones de unos procesos tan heterogéneos. La formación y la educación, las acciones de los individuos, el contexto político y socioeconómico, son factores determinantes de las carreras laborales que siguen los sujetos. Estas carreras (historias laborales) están compuestas por trayectorias que hacen referencia a la historia laboral común a una porción de la fuerza de trabajo. Desde la perspectiva de la Teoría del Capital Humano, existen dos corrientes teóricas que explican los procesos de movilidad laboral: la Teoría del Acoplamiento al Puesto de Trabajo y la Teoría de la Movilidad Profesional (García 1998:16-23). La Teoría del Acoplamiento al Puesto de Trabajo, considera que la movilidad interna (dentro de la misma empresa) y la externa (entre empresas) responde a la búsqueda de la adecuacíón del trabajador al puesto de trabajo. Los desajustes en la correspondencia entre cualificación y puesto de trabajo favorecen la búsqueda del equilibrio y, por tanto, la movilidad profesional. Fenómenos como el de sobreeducación y de infraeducación 9 influyen en la movilidad profesional, los sobreeducados tienen mayores probabilidades de cambiar de empresa y de puesto de trabajo que los infraeducados, que además tienen menor grado de empleabilidad 10. 9 La sobreeducación y la infraeducación, entendidas como situaciones en las que los trabajadores poseen un nivel de educación superior o inferior, respectivamente, al que requiere el puesto de trabajo. 10 Por cualificación profesional se entiende la conjugación de títulos, certificados y acreditaciones de la experiencia laboral para referirla a la competencia personal necesaria al buen desempeño de un trabajo (RETUERTO 1997:103). Componentes de la cualificación Cualificación referida al puesto de trabajo Cualificación personal y comunicativa Condiciones de Trabajo: Derivadas de las tareas del cargo o del puesto de trabajo. Abarcan conocimientos y capacidades derivadas de la relación con el objeto del trabajo/tareas y los medios de trabajo. Derivadas del contexto social - organizativo de la actividad Elementos de Cualificación: Elementos de conocimiento técnico • Conocimientos y capacidades profesionales básicos y técnicos. • Conocimientos y capacidades polivalentes o de amplio espectro profesional, como los relativos a la seguridad en el trabajo y al medio ambiente • Capacidad de expresión oral y escrita. Actitudes y comportamientos: 1 . Respecto a la misma persona • Motivación1iniciativa propia. • Confianza en sí mismo. • Distancia crítica frente al propio rendimiento. 2. Respecto al trabajo y la profesión: • Virtudes laborales (puntualidad, limpieza, sentido del orden etc). • Disponibilidad al rendimiento. • Capacidad de configuración/reatividad. • Trabajo concienzudo. 3. Respecto al entorno: • Trato con los demás. • Disponibilidad a la cooperación • Espíritu de equipo. • Juego limpio. • Responsabilidad para con los compañeros. • Solidaridad. • Capacidad de integración. • Sinceridad. • Participación social (ciudadanos adultos). Capacidades para la planificación y ejecución del trabajo, para la cualificación continua: • Pensamiento analítico dispositivo conceptual (capacidad para el proceder sistemático analítico...). • Cualificación para el aprendizaje (disponibilidad, aprendizaje autónomo, capacidad de concentración, capacidad de adaptación y traslado). • Sensibilidad/inteligencia técnica. • Sensibilidad/inteligencia económica. • Capacidad de elaboración de la información. • Capacidad para la relación con medios auxiliares técnicos de la información. Fuente: Figuera 1996:105. 68 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN García (1998:232) constata que ni la educación ni la sobreeducación son los factores que contribuyen en mayor medida a la movilidad ascendente dentro de las empresas. La movilidad depende más de la antigüedad en la empresa, de la formación específica recibida y de la ubicación del trabajador en la empresa (Ibídem). La Teoría de la movilidad profesional, considera que el trabajador por medio de la acumulación de cualificaciones desarrolla una trayectoria ascendente logrando puestos de trabajo de mayor calidad. La sobreeducación se explica como una estrategia adoptada para conseguir los mejores puestos de trabajo. Ambos enfoques son útiles para explicar el interés de los universitarios por realizar prácticas en empresas. Su demanda no responde sólo a conseguir algunos beneficios económicos, sino a búsqueda de cualificaciones que les permita seguir una trayectoria ascendente (Teoría de la Movilidad Profesional) que desemboque en una inserción laboral plena (Teoría del Acoplamiento al Puesto de Trabajo). El análisis de la movilidad también se ha analizado en términos de relaciones de empleo abiertas y cerradas (García 1998:52-7). En las relaciones abiertas los trabajadores pueden acceder a trabajos buscando un equilibrio entre productividad y salado, al igual que los empresarios pueden reemplazar a unos trabajadores por otros más adecuados a las demandas de productividad. Frente a éstas, las relaciones de empleo cerradas están muy relacionadas con la formación en el trabajo, sobre todo la específica. La movilidad se produce porque existen vacantes (movilidad interna), ya que el despido se descarta. También, la caracterización de mercados flexibles e inflexibles se ha utilizado para explicar la movilidad laboral. El carácter flexible o inflexible del empleo viene condicionado por el tamaño de la empresa en la que se encuentra el trabajador (García 1998:59). En una empresa pequeña los desajustes entre cualificación y productividad provocan movilidad externa (carácter flexible). En grandes empresas, la flexibilidad no responde a una movilidad externa, sino a incrementar el status laboral dentro de la misma empresa (carácter inflexible). La movilidad profesional 11 está determinada por los recursos personales y las recompensas del trabajo (García 1998:195-6). Los recursos personales están integrados por los recursos fórmativos fijos, tipo de titulación, situaciones de compatibilidad estudios-trabajo y por la experiencia laboral (prácticas en empresas). Las recompensas en el trabajo, hacen referencia al vínculo laboral, status ocupacional, ascensos y la percepción del subsidio de desempleo. Además de estos factores, se incluyen una serie de características personales a tener presentes, como el sexo y la situación familiar. La movilidad suele estar dirigida a la entrada y salida del mercado laboral, frente a los cambios directos entre empleos (movilidad profesional) que representan una míni- ma parte de la movilidad 12 (Ibídem pp. 221-3). Los universitarios, al acceder a categorías profesionales de más alto status (segmento 11 Se refiere a una movilidad directa entre empleos, sin mediar un periodo de paro que implique una ruptura de la relación trabajador-empresa. 12 Las trayectorias laborales de los jóvenes (20-29 años) residentes en el área central de Asturias, presentan la siguiente configuración (GARCÍA 1998:221-3): • El modo predominante es la rotación paro-empleo. La transición paro-ocupación se explica por los recursos personales (formación, experiencia laboral y capital relacional) fundamentalmente. Sin embargo la transición inversa ocupación-paro, se explica, principalmente, por el tipo de empresa a la que se accede y por el momento de entrada en el mercado laboral (antes o después de la implantación de la temporalidad en el ordenamiento jurídico, Ley 3211984), sin que los recursos educacionales sean protectores del riesgo de desempleo. • La presencia de cambios entre empleos sin mediar periodo de desempleo, son movimientos reducidos en la población estudiada. Estos dependen del capital humano del sujeto. Los cambios de empleo verticales (hacia status superior) u horizontales (dentro del mismo status) están asociados al nivel educativo, la experiencia acumulada y el capital relacional. Para la Teoría del Capital Humano, los trabajadores más educados muestran mayores posibilidades de movilidad, ya sea interna (dentro de la misma empresa) o externa (entre empresas), buscando la adecuación entre cualificación y puesto de trabajo. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 69 INFORMES Y ESTUDIOS primario), presentan mayor estabilidad. En concreto, los titulados en carreras biosanitarias y científico tecnológicas acceden a empleos más estables y a un mayor número de trabajos como profesionales y técnicos. Tanto la sobreeducación como la educación no son factores principales que explican la movilidad. Esta se explica por la ubicación del trabajador dentro de un mercado interno, por la antigüedad en la empresa y por la formación específica adquirida en el trabajo (Ibídem p. 224). Spilerman (1977 cit. Ibidem p.49), establece el concepto de «línea de carrera» para referirse a estructuras relativamente estables del mercado de trabajo a través de las cuales se mueven los trabajadores. Las trayectorias no dependen sólo de las características personales, sino también de la ocupación, la industria y el tamaño de la empresa donde están ocupados (García 1998:49). La movilidad interna responde a inversiones en formación que el empresario ha de rentabilizar con nuevos puestos de trabajo acordes con esta formación; suele ocurrir en grandes empresas. La movilidad externa, más característica de los jóvenes, responde a un intercambio de empleados, bien porque no han recibido una cualificación o porque la cualificación necesaria es poco específica o porque existe sobrecualificación; es característica de las pequeñas empresas. Spilerman (Cit. Ibídem p.50), identifica tres modalidades de trayectorias laborales: • Trayectorias laborales ordenadas, caracterizadas porque la antigüedad se asocia a una ocupación de sucesivas posiciones laborales que implica una mejora de ingresos y status laboral dentro de un mercado interno de trabajo. • Trayectorias laborales caóticas, caracterizadas por la ausencia de una progresión lineal. Los sujetos circulan por puestos secundarios (con escasas exigencias de cualificación y escasas diferencias de ingresos y status), sin que existan jerarquías de edad e intercalan- 70 do numerosos periodos de desempleo entre sus distintos eventos laborales. • Trayectorias laborales ocupacionales, caracterizadas por una probabilidad pequeña de cambio en la ocupación, pero alta con relación al trabajo y la empresa, cambios que suelen comportar mayores logros laborales. Figuera (1996:96), establece tres tipologías básicas de estudiantes universitarios que sirven para explicar los procesos de inserción socioprofesional. En primer lugar, denomina típo duro, al modelo más clásico de universitarios. En esta modalidad encajarían los estudiantes cuya actividad principal son los estudios y su relación con el mercado laboral no existe o consiste en la realización de trabajos esporádicos. El final de la trayectoria académica suele suponer el inicio de la transición al mundo del trabajo. En segundo lugar está el tipo mixto o estudiante-trabajador, donde el estudiante universitario compagina trabajo con estudios, pero su actividad principal sigue siendo los estudios, dedicando un tiempo parcial al trabajo. En esta modalidad encajarían los estudiantes de últimos cursos que realizan prácticas en empresas como medio de iniciar su inserción profesional al mismo tiempo que terminan su formación académica. Por último, el tipo puro profesional o trabajador-estudiante, cuya actividad principal es la de trabajador y la formación es algo complementario, bien sea para mejorar su posición dentro de su trayectoria laboral o bien para cambiar su trayectoria 13. 13 Al respecto, recientes estudios publicados (Aceprensa 1997, n.º 37) ponen de manifiesto la proliferación de alumnos adultos en la universidad. En Francia existen 400.000 alumnos mayores de 24 años estudiando en la universidad. En EE.UU los mayores de 24 años suponen casi la mitad (45%) del alumnado. El sociólogo Francés Laurence Fond-Harmant en su libro Des adultes á luniversité, afirma que la mayoría de los adultos que van a la universidad ya estudiaron antes en ella. Entre las motivaciones que les impulsan a realizar una carrera, figuran, en primer lugar, los que lo hacen como estrategia profesional (60%), ya sea para especializarse o progresar dentro de su carrera y en segundo lugar, como un intento de comenzar una REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN Las investigaciones llevadas a cabo por el GRET 14, sobre itinerarios de transición entre los años 1987 y 1993 en Cataluña, ponen de manifiesto la existencia de seis grandes modalidades de trayectorias. Los estudios empíricos realizados en las universidades de Cataluña, han puesto de manifiesto la proliferación del estudiante en estado puro, situación que suele suponer la realización de trabajos esporádicos cuyo objetivo principal es cubrir gastos personales y no tanto el inicio de una trayectoria laboral (Figuera 1996:103). FIGURA 1. MODALIDADES DE TRAYECTORIAS COMPLEJO ^ TRAYECTORIAS DE APROXIMACIÓN SUCESIVA TRAYECTORIAS DE ÉXITO PRECOZ (tiempo DE TRANSICIÓN) TRAYECTORIAS EN PRECARIEDAD ^ ^ PRECOZ > RETARDADO TRAYECTORIAS OBRERAS > (AJUSTE DE EXPECTATIVAS) TRAYECTORIAS DE ADSCRIPCIÓN FAMILIAR < TRAYECTORIAS EN DESESTRUCTURACIÓN Fuente: Casal 1997. SIMPLE • Trayectorias de éxito precoz: Las describen jóvenes con altas expectativas de carrera profesional o de éxito. Por lo general, conlleva una formación académica prolongada con resultados positivos o, en su defecto, la opción para una inserción profesional susceptible de mejo- nueva etapa social (40%) por distintas circunstancias, como la muerte del cónyuge, una ruptura familiar o simplemente porque quieren emprender un nuevo ciclo de vida. Las ciencias sociales son los estudios preferidos y suelen compaginar trabajo y estudios, aunque ello les suponga un cambio de horario laboral e incluso cambiar de empresa. ras graduales a partir de la formación continua y/o la promoción interna rápi14 El GRET (grup de recerca educació i treball) está constituido por un equipo de investigadores (J. Casal, J. Masjuan, J. Planas, M. García, R. Merino, I-L Troiano, J.Vivas), un equipo de ayudantes a la investigación (I. Rodríguez, S. Morell) y colaboradores externos. Depende institucionalmente del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona y está vinculado al departamento de Sociología de la misma universidad. El GRET fue creado en 1987 y se ha especializado en el estudio de las relaciones entre Educación y Trabajo, especialmente desde la perspectiva del análisis de la transición profesional. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 71 INFORMES Y ESTUDIOS da. Suponen, por tanto, itinerarios de formación con éxito y sin rupturas y un tránsito positivo a la vida activa. Estas trayectorias han sido descritas por buena parte de los jóvenes formados en los años sesenta y setenta, cuando la formación universitaria no estaba tan extendida y el mercado de trabajo demandaba titulados superiores en momentos de expansión de las administraciones públicas. En la década de los ochenta las reconversiones industriales y la modernización de las empresas españolas, provocan nuevas demandas de personal cualificado. • Trayectorias obreras: Las describen jóvenes orientados hacia la cultura del trabajo manual y poco cualificado. Sus horizontes laborales están limitados a la escasa cualificación profesional y a las condiciones del mercado de trabajo. Estas trayectorias no son continuas, al estar en buena medida determinadas por las recesiones económicas. Los cambios de ocupación y la ausencia de carrera en el desarrollo del oficio las caracterizan. La expansión del sector servicios y de la construcción, por ejemplo, sirve para explicar el desarrollo de este tipo de trayectorias. • Trayectorias de adscripción familiar: Las empresas o explotaciones familiares (agrícolas-ganaderas, venta ambulante, comercio al detalle, talleres de reparación o servicios...etc.) corresponden a estas trayectorias con amplia difusión durante la industrialización española, pero con escasa relevancia en la actualidad. Esta transición «presupone una definición del horizonte de clase en función de la familia, una vinculación relativamente escasa con la formación postobligatoria, y un tránsito escuela-vida activa muy precoz, en 72 tanto que el o la joven quedan vinculados a la economía familiar». • Trayectorias de aproximación sucesiva: Es una modalidad de transición basada en el ensayo-error. Se caracteriza por transcurrir por multitud de situaciones (empleo, paro, formación, subocupación...etc.) donde el ajuste de expectativas laborales también es continuo sobre la base de los resultados alcanzados y a otros factores psicosociales. Supone el retraso de la emancipación familiar y es el modo dominante de transición desde la década de los ochenta. • Trayectorias de precariedad: Corresponden a una inserción profesional precaria. Su paso por el mercado de trabajo está marcado por la ausencia de estabilidad y continuidad (paros intermitentes, rotación laboral fuerte y subocupación). Estas situaciones obligan a posponer la emancipación familiar al no poder asumir responsabilidades económicas y familiares. El modelo de transición precaria puede desencadenar en una inserción definitiva en el supuesto de acceder a un trabajo estable. Aunque algunos de los estudios realizados al respecto 15 han puesto de manifiesto la continuidad de las situaciones de precariedad. Esta trayectoria no resulta constructiva desde el punto de vista de la transición profesional, a diferencia de las trayectorias de aproximación sucesiva. • Trayectorias de bloqueo o en desestructuración: Esta modalidad de transición corresponde a trayectorias marcadas por paro crónico y entradas circunstanciales en el mercado de trabajo secundario. Supone el bloqueo de la transición profesional y de la emancipación familiar. 15 J. PLANAS, et al. (1992): La inserción social y profesional de los jóvenes de 31 años de edad, ICE-UAB, Barcelona. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN Una de las hipótesis que mantiene el GRET, es que entre la Europa de los años cincuenta al setenta y la Europa de los años ochenta y noventa ha habido una ruptura del modelo de transición a la vida adulta. La década de los ochenta vendrá a confirmar un escenario marcado por la escasez de puestos de trabajo con un fuerte impacto en los jóvenes. Nuevas formas de desarrollo capitalista se imponen con la emergencia del capítalismo ínformacional que ha transformado los mercados de trabajo. Si en un primer escenario predominan los modelos de transición basados en el éxito precoz y trayectorias obreras y una recesión de la modalidad de adscripción familiar 16, en el segundo escenario destacan las modalidades de aproximación sucesiva, trayectorias en precariedad y trayectorias de bloqueo (Casals 1997). El desempleo y la precariedad laboral 17, configuran trayectorias de integración social cargadas de incertidumbres. Supone, por tanto, una ruptura importante en el modelo de transición motivada por diferentes factores entre los que se encuentran los demográficos, escuela de masas y la precarizacíón del mercado de trabajo. La expansión de la universidad ha generalizado el fenómeno de la sobreeducación. Los más educados han desplazado a los menos educados, ya que la titulación sigue siendo un criterio de selección válido (Credencialistas, Capital Humano), aunque haya perdido cier16 La expansión de la gran empresa en detrimento de los pequeños talleres y de las pequeñas explotaciones agrícolas, puede explicar la decadencia de este modelo de transición. No obstante J. CASALS lo explica de forma más precisa en su artículo publicado en la REIS (75196, pp. 295-316), ya que, como se ha expuesto, la emergencia de la «empresa red» supone la proliferación de pequeñas y medianas empresas como elementos funcionales del nuevo sistema de organización del trabajo basado en la Especialización Flexible de la producción. 17 Precariedad laboral en un sentido que va más allá del tipo de contrato, se refiere a la ruptura del empleo con periodos de paro-empleo-paro que suponen cambios ocupacionales rápidos, que desestructuran las carreras laborales, volviendo a una situación de punto cero cada vez que se cambia de trabajo. to valor. Además, los individuos tienen mayor movilidad laboral, buscando el equilibrio entre educación y status laboral. La Teoría de la Movilidad Profesional, responde a la acumulación de cualificaciones transferibles a otros empleos, ya sea dentro de la misma empresa (movilidad interna) o entre empresas (movilidad externa). Desde este punto de vista, las prácticas en empresas es una forma de acceso al empleo que ha de permitir la acumulación de cualificaciones profesionales y con ellas la movilidad profesional ascendente. Distintas investigaciones constatan que la acumulación de experiencia laboral favorece el logro de un trabajo como profesional o técnico (García 1998:199). 3. PRINCIPALES TEORÍAS EXPLICATIVAS SOBRE LOS PROCESOS DE INSERCIÓN LABORAL La integracíón socíal en el mundo adulto supone cualificación profesional, actividad económica remunerada, residencia familiar distinta al domicilio familiar de origen y entorno relacional capaz de sustituir al familiar de origen (Garrido y Requena 1997:17). La inserción laboral es un buen referente de integración en la vida adulta, puesto que posibilita nuevos ámbitos relacionales, independencia económica y la posibilidad de adquirir una vivienda y formar una nueva unidad familiar. Su consecución se convierte en la manera de afrontar el problema de desempleo frente a las políticas pasivas tendentes a aminorar sus consecuencias sin incidir en la creación de nuevos puestos de trabajo 18. El acceso al empleo y el desarrollo de los diferentes itinerarios laborales por los que trans18 El nuevo contexto social, político y económico, que emerge desde mediados de los años setenta, ha provocado cambios sustanciales en e[ mercado de trabajo y en la forma de interpretar el nuevo status que adquiere la identificación del parado. Como afirma SANTOS ORTEGA et al. (1993:104-9). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 73 INFORMES Y ESTUDIOS curre la vida activa, están impregnados por multitud de hechos y circunstancias imposibles de abarcar desde una sola perspectiva teórica. Desde los planteamientos neoclásicos, que consideran a las leyes del mercado como las determinantes del acceso al empleo, pasando por la Teoría de Capital Humano y las Teorías Credencialistas, que relacionan el nivel educativo con los logros laborales, las Teorías de la Correspondencia, que consideran a la procedencia de clase determinante de las trayectorias académicas y profesionales, la Perspectiva Estructural del Mercado de Trabajo, que otorga importancia a la relación entre las estructuras existentes en el mercado de trabajo y los logros laborales, las Teorías de Base Individual, donde el sujeto es agente de su proceso de inserción laboral, hasta concluir en los Modelos Integrales, que apuestan por una perspectiva multidisciplinar al implicar aspectos sociales e individuales a la hora de explicar los logros laborales, todas estas teorías pretenden la aproximación de una explicación satisfactoria. Modelo neoclásico El modelo neoclásico considera que los recursos humanos en un mercado de competencia perfecta 19 dependen de la interacción entre la oferta y la demanda, de donde se obtiene el nivel de empleo y salario de equilibrio. El factor humano no se tiene presente, con excepción del reconocimiento de que existen costes fijos de empleo producto de la selección, reclutamiento y formación especifica para desarrollar el trabajo 20. La demanda de trabajo depende de la productividad marginal del trabajo multiplicada por el precio del 19 Existe competencia perfecta, cuando ningún agricultor, empresario o trabajador representa una parte del mercado total lo suficientemente grande como para tener una influencia personal en el precio de mercado (SARNUELSON y NORDHAUS 1987:55). 20 La formación específica, para el desempeño de un trabajo concreto en una empresa determinada, es una garantía de estabilidad en el empleo, al ser un factor protector frente al desempleo y la movilidad laboral involuntaria (BECKER 1983:54; GARCÍA 1998:229). 74 producto. La oferta viene determinada por la elección que hace el trabajador entre ocio y renta que recibe por trabajar 21. En la misma línea se puede situar el taylorismo, al considerar la renta como el único móvil que induce al trabajo; a mayor renta más productividad. Cuando la oferta supera a la demanda, los empleadores ofrecen salarios más bajos y elevan los niveles de cualificación exigidos. A la inversa ocurre cuando la demanda es superior a la oferta, alterando la conducta de búsqueda de los trabajadores y empleadores. Este modelo considera al trabajo como una mercancía y se olvida de su carácter social, siendo necesario distinguir entre fuerza de trabajo y trabajo. A la capacidad humana para trabajar Marx la denominó fuerza de trabajo a diferencia de cualquier otra forma de trabajo no humana, ya sea natural o fabricada por el hombre (Braverman 1983:134). Los trabajadores venden su fuerza de trabajo a través de un contrato, pero los empleadores no compran trabajo, sino fuerza de trabajo que es capaz de realizar una vasta gama de actividades productivas debido a que el hombre posee comprensión que ha sido desarrollada social y culturalmente (Ibídem p.136). La compraventa de fuerza de trabajo está llena de consecuencias para el sistema de producción capitalista, que hay que tener presente a la hora de analizar la inserción laboral. Las repercusiones en la productividad dependen de muchos factores, entre ellos la adecuación de la cuatificación del trabajador a las exigencias del puesto de trabajo. Las características individuales (niveles de educación, actitudes, aptitudes y otras habilidades sociales) y los contextos otorgan diferentes connotaciones a la fuerza de trabajo. El mercado de trabajo también depende de las instituciones que desempeñan un papel fundamental en su configuración (sindicatos, administración ... etc). 21 La Teoría Clásica considera que la oferta está determinada por el stock de población en edad de trabajar, exceptuando los incapacitados. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN Teoría del Capital Humano La Teoría del Capital Humano 23 analiza el papel que la educación, la adquisición de habilidades y el conocimiento desempeñan en los procesos de desarrollo económico. La inversión en educación y formación acrecienta la productividad y redunda en beneficios directos y de oportunidad. Esta Teoría, de origen neoclásico, considera a la educación como una inversión que los individuos realizan de forma racional, porque esperan obtener recompensas en el futuro. La educación determina sus salarios y su productividad, con repercusiones a nivel social e individual. El status ocupacional y los ingresos están determinados por la inversión en educación, por tanto, la cantidad y tipo de educación permite acceder a los mejores trabajos. El hecho de que unos individuos inviertan en educación y otros no se explica por la impaciencia temporal por rentabilizar de forma inmediata su trabajo, sin cuestionarse las actitudes, expectativas y oportunidades, producto del origen social del individuo y de su socialización. Esta Teoría no se preocupa por los factores sociales que afectan a la elección del trabajador. El paro responde a motivos individuales, en concreto a la falta de inversión en educación y formación. El mercado de trabajo es fluido y competitivo, y el nivel de empleo responde a los cambios de salados y productividad. Desde esta perspectiva, en su formulación original por Schultz, Becker y Mincer, destaca un individualismo metodológico basado en la idea de que el origen de todos los fenómenos sociales se debe hallar en la conducta individual (Blaug 1983:69). Los desequilibrios entre formación y empleo que provoca la crisis energética de los 22 Esta teoría deriva de la teoría neoclásica (SCHULTZ 1961; BECKER 1964; MINCER 1974), considera que las personas gastan en si mismas de diversas formas, no para obtener satisfacciones actuales, sino para obtener ingresos futuros pecuniarios y no pecuniarios (BLAUG 1983:67). años setenta tienen su reflejo en el notable incremento de paro en los titulados universitarios y, paradójicamente, en la masificación de la enseñanza universitaria. La expansión de la universidad no se explica por la demanda del mercado laboral, que es incapaz de proporcionar trabajo a todos los titulados, y sí por la competencia de los individuos por un puesto de trabajo. Teorías credencialistas Collins (1986) populariza el término credencialismo y niega que la educación contribuya a incrementar la productividad en el trabajo, ya que la formación profesional se adquiere de la experiencia profesional en mayor medida que de la escuela (Ibídem pp. 131-2). Sin embargo, los méritos (títulos, masters... etc.) son la principal moneda de cambio que explica los logros laborales. Se alude a un modelo de sociedad meritocrática, ya que los méritos son el fundamento de la estratificación y de la lucha entre grupos de status (Guerrero 1996:246). Este enfoque considera que los individuos buscan credenciales para competir por un puesto de trabajo. Estas credenciales las proporciona el sistema educativo (títulos) y la experiencia profesional (prácticas en empresas), entre otros 23. La Teoría de la Competencia por los Puestos de Trabajo (Thurow 1983:1635), supone competir por puestos de trabajo y no por salarios. La productividad y los salados dependen del puesto que se ocupa. La experiencia laboral y la formación dotarán al individuo de recursos ocupacionales que le permitirán ser más competitivo (mejores cre23 Cuando los modelos se centran en el uso de la educación por parte de los trabajadores como medio de «señalizar» su productividad, se suelen denominar modelos de señalización (signaling). Si el centro de interés es la utilización de la educación por parte de los empresarios como mecanismo de selección, los modelos se denominan modelos de selección (screening) (GARCÍA 1998:24). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 75 INFORMES Y ESTUDIOS denciales) y acceder a mejores puestos de trabajo. Para Thurow, los más educados son los más aptos para ser formados, ya que suponen un coste menor de adiestramiento. La educación es una señal de los costes de formación. En la misma línea, las Teorías del Filtro y de la Señalización 24 consideran que la formación no tiene por qué significar mayor productividad. Sin embargo, el sistema educativo funciona como un sistema de selección de los mejores. Los titulados universitarios serían los mejores, ya que han logrado superar un conjunto de pruebas. Los empleadores los contratan y les pagan salarios elevados por la legitimidad que el título les confiere. El sistema educativo clasifica a los individuos (filtra) y aporta información (señaliza) al mercado de trabajo, para que los empleadores puedan realizar la mejor selección. La educación, por tanto, provee de información a los empleadores al señalizar y revelar los niveles de productividad del sujeto, siendo ésta su función principal. Por tanto, el nivel educativo es el medio de acceder al mercado laboral y de conseguir salarios adecuados. Las situaciones de desigualdad y de desintegración social y laboral no se pueden atribuir sólo a la responsabilidad individual, como lo hace el funcionalismo, sino también a las diferentes posibilidades que supone haber nacido dentro de una determinada clase social. Teorías de base marxista Las teorías de base marxista 25, como la Teorías de la Correspondencia (Bowles y Gin24 Los principales modelos de selección provienen de los economistas SPENCE, 1991, ARROW, 1991 y RILEY, 1976 (FIGUERA 1996:168-71). 25 Como afirma Castón (1996:78), «la investigación llevada a cabo en 1964 por Bourdieu y Passeron sobre el sistema de enseñanza francés (Les héritiers, les étudiants et la culture) demuestra que el sistema escolar y universitario funciona como instancia de selección, de segrega- 76 tis, 1985 1983), parten de la idea de que el sistema educativo contribuye a la reproducción de las condiciones sociales del modelo productivo. Existe una correspondencia entre lo que se aprende en la escuela y las relaciones de producción basadas en la obediencia, sumisión y otra sede de valores. La enseñanza superior es considerada como un factor importante a la hora de determinar la inserción laboral, pero la procedencia de clase es la que posibilita y traza las trayectorias académicas y laborales de los sujetos, al determinar estrategias, actitudes, valores, discursos y expectativas, resultantes del proceso de socialización. El Informe Coleman (1966 cit. Guerrero 1996:245) concluye que el rendimiento escolar está determinado por el origen social del alumnado (familia, grupo de iguales y ambiente espacial). El entorno familiar y la clase social son factores que explican el éxito escolar y laboral, sin que se pueda responsabilizar sólo al individuo. Diferentes estudios (Requena 1991:10911; Navarro et al 1989:146; Fernández-Abascal 1998:143-9; García 1998:196; Masjuan 1996:79) han constatado cómo en los jóvenes procedentes de clase social alta la inversión en educación se traduce en una inversión segura por la red de contactos y relaciones que les proporciona el pertenecer a una determinada clase social 26. Por el contrario, la clase ción social en beneficio de las clases superiores y en detrimento de las clases medias y, todavía, de las clases populares...». «La herencia social normalmente queda oculta, tanto para los interesados como para los excluidos del sistema social, por el hecho de que la Escuela transforma, habla de ventajas o desventajas específicamente escolares que en realidad son ventajas extraescolares, debidas al origen y la pertenencia social» (Ibídem p.79). 26 La Teoría del Capital Relacional. establece que los canales de acceso al empleo (amigos, parientes, conocidos ... etc) son muy eficaces a la hora de encontrar un empleo, aunque su efectividad depende de distintas circunstancias, entre ellas, el tipo de trabajo y de empresa a donde se pretende acceder. Mientras en las pequeñas y medianas empresas se accede principalmente a través de contactos personales, en las empresas públicas REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN obrera relativiza esta inversión, en capital humano, ante las incertidumbres que le rodea, aceptando cualquier tipo de trabajo de forma independiente a sus expectativas. La clase social determina la cantidad y tipo de educación, el tipo de trabajo y el nivel ocupacional. La Teoría del Logro de Status (Blau y Duncan 1967 cit. García 1998:13) considera, al igual que la Teoría del Capital Humano, que la educación es un factor fundamental para el logro laboral, pero ésta depende de la familia de origen. Por tanto, la educación es considerada como una variable intermedia que transmite la influencia de la familia en el logro ocupacional. El desarrollo de este modelo ha llevado a introducir mayor número de variables estructurales y cognitivas. Su evolución lo ha convertido en un modelo integrativo. determinadas habilidades y destrezas que ha de utilizar en situaciones límite. En el desempeño de una profesión que requiera estas destrezas será más productivo un individuo que haya sido socializado en ellas (Requena 1991:23). La investigación llevada a cabo por Bourdieu y Passeron en 1964, destaca la importancia de nacer en ambientes sociales favorecidos, ya que la herencia no es sólo económica, sino también cultural (Castón 1996:78). El proceso de socialización se convierte en una especie de «cierre social 27» reforzado por la importancia que las clases altas otorgan a lo estético: exquisitez en las formas, la limpieza y el orden en el hogar, forma de vestir, el aspecto personal, el estilo de vida y el concepto de sí mismo (Ibídem p.73). Blanco, sintetiza el papel de la educación en el mercado de trabajo de las siguiente forma: Collins (Collins 1986:125 y ss), desde una visión credencialista, considera que la educación es un indicativo de pertenencia a un determinado grupo de status. Esta no conduce al logro laboral por la cualificación que supone, sino porque es utilizada como medio de selección cultural. La Teoría del Capital Cultural se basa en la concepción de que «la sociedad considera que las personas con alto nivel educativo son culturalmente superiores y moralmente meritorias de obtener un éxito ocupacional» (García 1998:32; Guerrero 1996:246). La titulación es importante, pero la socialización que ha recibido el individuo ha sido fundamental para la adquisición de ... los más educados ganan más dinero porque la educación ha incrementado su productividad (Teoría del Capital Humano), son asignados a puestos de trabajo mejores (Teoría de la Competencia por los Puestos) y la educación es una señal de habilidad (productividad) innata del individuo que no es observable (Teoría del Filtro y de la Señalización) (Blanco 1997:280). el mecanismo de acceso suele ser a través de canales oficiales formalizados (REQUENA 1991:76). Los costes de búsqueda y acceso al empleo (movilidad, información ... etc) se ven ampliamente reducidos con las redes sociales (amigos, familia, vecinos, etc). En esta línea, DOERINGER y PIORE (1983:312), consideran que la aceptación del nuevo empleado por parte de sus compañeros en la empresa, es fundamental para poder adquirir determinadas cualificaciones necesarias para desarrollar el trabajo en el sector primario. Por tanto, la aceptabilidad social es clave en el proceso de obtención de cualificaciones, y esta aceptación es sensible a factores como la raza sexo y creencias sociales compartidas. Perspectiva estructural del mercado de trabajo Este enfoque le otorga importancia a la relación entre las estructuras existentes en el mercado de trabajo y los logros laborales conseguidos por los individuos. La Teoría del Mercado Dual de Trabajo (Piore 1983:194) considera que el mercado de trabajo está dividido en dos segmentos: Primario y Secundado. Mientras el segmento primario está compuesto por puestos de trabajo bien remu27 Por cierre social se entiende el proceso por el que las actividades sociales buscan ampliar al máximo sus recompensas, limitando el acceso a los recursos y oportunidades a un número restringido de candidatos (WEBER 1964:35). REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 77 INFORMES Y ESTUDIOS nerados, estables, con posibilidades de promoción y equidad, el segmento secundario ofrece trabajos peor pagados, inestables y con pocas posibilidades de promoción. Asimismo, el segmento primario se divide en segmento superior e inferior. El superior lo forman profesionales y directivos. Se les ofrece buenas posibilidades de iniciativa, creatividad individual y seguridad económica, y la educación formal es un requisito esencial para acceder a este segmento. El segmento inferior se caracteriza por tener salarios inferiores, peor status laboral y menores posibilidades de ascenso. La ubicación de los trabajadores en un segmento u otro está determinado por las características del puesto de trabajo en relación con la cualificación del trabajador. Asimismo, las habilidades, oportunidades y expectativas de adquirir educación formal están determinadas por la procedencia de clase social. Como afirma Piore (1983:197), «las divisiones del mercado de trabajo en tres segmentos (primario superior, primario inferior y secundario) están muy relacionadas con las distinciones sociológicas entre la subcultura de clase baja, la de clase trabajadora y la de clase media». Reconocer que existen puestos de trabajo o segmentos de grupos ocupacionales basados en diferentes niveles de cualificación y en la capacidad de acción de ciertos grupos (corporativismo) constata la existencia de los denominados mercados internos de trabajo, donde la promoción interna es la vía principal de asignar posiciones y salarios en el mundo laboral. Doeringer y Piore (1983b), desarrollan el enfoque de los mercados internos de trabajo. Lo definen como aquel mercado donde «el precio y la asignación del trabajo son regidos por un conjunto de normas y procedimientos administrativos», frente al mercado externo de trabajo, donde los precios y la asignación de formación son controlados de forma directa por variables económicas (Ibídem p.324). Los trabajadores internos tienen determinados derechos y privilegios, como son: conti- 78 nuidad en el empleo, competencia protegida del mercado externo y derechos exclusivos sobre los puestos cubiertos internamente. Las vacantes se suelen cubrir con la promoción interna o transferencia de los trabajadores que hayan conseguido entrar. Estos mercados están presentes en todas las economías y su origen y desarrollo se debe a tres factores (Ibídem p.346): la costumbre, la cualificación específica en el trabajo y la formación en el trabajo. La formación específica dentro de la empresa supone una inversión para el empleador que pretende rentabilizar evitando los despidos en la empresa (rotación externa). Para ello asignará nuevas posiciones a los trabajadores, dentro de la empresa, y salarios acordes con su nivel de productividad. La rotación externa supondría unos costes considerables para el empresario, basados en el coste de atraer al candidato (reclutamiento), el coste de evaluar las cualificaciones y atributos de los candidatos (selección) y el coste de aumentar el nivel de rendimiento del trabajador contratado (formación). El sector informal desempeña un papel importante en la adquisición de la cultura de la empresa, en la adaptación al puesto de trabajo y en el establecimiento de relaciones sociales que ensanchan los vínculos laborales. El sector informal, se ha convertido en una de las principales vías de acceso de los universitarios al mercado laboral (Iglesias et al. 1997:80; Latiesa et al 1996:67; SOPP 1996:65; Navarro 1989:111; Fernández-Abascal 1998:182;González 1998:310; COIE 1988:75). Las prácticas en empresas suelen suponer el acceso al segmento secundario del mercado laboral, si se atiende a las condiciones de inestabilidad y baja remuneración, pero también tienen características del segmento superior, como es el nivel de educación formal que se exige y el tipo de trabajo que se suele desarrollar, ya que en las prácticas se realizan, a veces, labores de técnicos y directivos. No obstante, el acceso con un contrato de prácticas responde, por una parte, a las posi- REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN bilidades futuras de estabilizar su situación laboral y ascender hacia puestos de mayor status, gracias a las cualificaciones obtenidas junto con la obtención de capital relacional. Acceder al mercado de trabajo supone insertarse en un mercado interno que abre nuevas posibilidades laborales. Por el contrario, como afirma Doeringer y Piore (1983:314), a los trabajadores jóvenes a veces sólo les interesa un empleo de corta duración, que interfiera poco en sus actividades escolares, que genere unos ingresos para cubrir gastos y donde se puedan permitir cierto margen de flexibilidad de horarios, absentismo e incluso rotación laboral. En este sentido, las prácticas en empresas satisfacen buena parte de estos requisitos. La educación ha sido eje central de éstas teorías como determinante de los logros laborales. Si la Teoría del Capital Humano la ha considerado como una inversión que repercutirá en recompensas laborales (salarios, status ocupacional y productividad), las Teorías Credencialistas la consideran como un mecanismo de acreditar la productividad y los costes de adiestramiento, incrementando sus posibilidades de obtener mejores logros laborales. Las Teorías de base marxista, consideran la procedencia de clase como el factor determinante de los itinerarios académicos y laborales de los individuos y la Perspectiva estructuralista del mercado de trabajo establece la educación formal como un requisito para poder acceder al segmento primario del mercado laboral. Desde estos enfoques, los titulados universitarios han de tener una inserción laboral más rápida y de mayor calidad 28 que el resto 28 El concepto de Calidad es complejo y requiere de muchos matices. Hay que hacer referencia a la tarea desarrollada (contenido del trabajo, categoría del puesto), a las condiciones laborales (jornada laboral, estabilidad laboral, promoción, ingresos) y a la satisfacción en el trabajo (FIGUERA, 1996:13 l). No obstante, la calidad de la inserción hace referencia al concepto de inserción laboral plena. de la población con niveles de estudios inferiores. Hasta el momento, los enfoques analizados han resaltado el papel de los niveles educativos, de la procedencia de clase, de las relaciones sociales y de los aspectos estructurales que configuran el mercado laboral como los responsables de los logros laborales, sin tener presente al individuo como agente de su propia inserción laboral. Ante la diversidad de situaciones que caracterizan a los procesos de inserción, es necesario plantear otros factores de base psicológica para dar respuestas a los diferentes comportamientos y logros de jóvenes con similares oportunidades 29. Teorías cognitivas Las teorías de base individual consideran al sujeto como agente de su propia inserción laboral. El papel de los individuos a la hora de configurar sus carreras es clave. Los diferentes estadios son producto de la interacción de factores individuales y sociales, aunque, en última instancia, el individuo adopta posiciones fundamentales en su desarrollo. Los modelos cognitivos se pueden utilizar para explicar el papel que el individuo desempeña en su inserción laboral. Vigotsky, destaca el papel de la conciencia a la hora de analizar la conducta de las personas. El autor considera que la conducta humana es el resultado de los estímulos que recibe del medio 29 Los jóvenes de Palencia consideran el factor «suerte» como determinante para encontrar un trabajo o mantenerlo. En concreto, el 45,5% está muy de acuerdo o de acuerdo con esta afirmación, frente a un 24,8% que no lo está y un 22,2% que se muestra indiferente (FERNÁNDEZ-ABASCAL, 1998:182). JENKS et al. (1973 cit. por GARCÍA 1998:15), se cuestionan la importancia de la educación en los logros laborales. En su trabajo concluían que la «suerte» como factor diferente de las características familiares, la educación y la herencia genética, explica, en buena medida, el status socioeconómico logrado y los ingresos. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 79 INFORMES Y ESTUDIOS y, sobre todo, de los recursos internos que va elaborando a lo largo del tiempo (Carretero 1985:188). La socialización tiene una importancia periférica en este modelo, ya que son los recursos internos del individuo los que más peso tienen a la hora de explicar su conducta. Piaget otorga importancia a la interacción sujeto-medio como forma de explicar sus conductas. La asimilación y acomodación, producto de la interacción con el medio, las explican siguiendo secuencias universales hasta llegar a un estadio final necesario (Lacasa y García 1986:218). Este enfoque evolutivo considera que los individuos han de pasar por una serie de etapas (búsqueda, formación, rotación interna/externa) donde adquieren cualificaciones que les llevarán a la inserción laboral plena. Los modelos mecanicistas ponen en entredicho la teoría de Piaget, ya que los individuos no siguen secuencias universales, sino diferenciadas en función de sus experiencias previas y sus características individuales (Ibidem p. 228). Cada individuo afronta la inserción laboral de forma diferente, en función de sus propias circunstancias, experiencias y oportunidades. La conducta de los individuos pasa por una sede de etapas jerárquicas, modificando la conducta en función de las experiencias anteriores. Cada estrategia contiene un elemento adicional con respecto al anterior. Doise distingue diferentes niveles de comportamiento social (Huici 1986:254 y ss.): a nivel intraindividual, la conducta es producto del análisis que el individuo hace de la información procedente del medio. A nivel interindividual-situacional, se analiza la conducta de los individuos en una situación dada, sin tener presentes la posición del individuo fuera de la situación. A nivel posicional, la conducta depende no sólo de la situación, sino también de la posición del individuo (roles, status, categoría social ... etc). Por último, a nivel ideológico, hace referencia 80 a la ideología, creencias, representaciones y normas que influyen en las relaciones sociales. Según la Teoría Cognifivo-transaccional (Lazarus y Folkman 1986 cit. Figuera 1996: 204), los sujetos pueden adoptar de forma individual dos tipos de estrategias: paliativas o dirigidas al problema. El que adopten un tipo u otro dependerá de las expectativas que cada cual genera en base a las informaciones que perciben del contexto en relación con los aspectos individuales (autoestima, experiencias previas, soporte social e identidad vocacional). En los momentos de recesión económica los desempleados suelen adoptar una estrategia paliativa ante la búsqueda de trabajo, ya que la información que perciben, del contexto de crisis económica, genera expectativas desfavorables a la consecución de la inserción laboral 30. Por el contrario, en épocas de expansión económica la búsqueda de empleo es mucho más intensa, con la consiguiente repercusión en el incremento de la población activa. La Teoría Cognivo-conductual (Bandura 1990 cit. Figuera 1996:213 y ss.) ha tenido gran repercusión en casi todos los campos. Analizar y predecir la conducta de los individuos es una tarea que se pretende llevar a cabo con esta teoría psicosocial. Se basa en las «expectativas de autoeficacia 31, que los individuos tienen en base al proceso de socialización y resocialización que experimentan. Por tanto, sería un concepto dinámico que regula los juicios que los sujetos tienen sobre las posibilidades de llevar a cabo determinadas conductas 32. Las experiencias de éxitos y 30 Surge lo que se ha denominado «desanimados». Se refiere a los juicios de cada individuo sobre sus capacidades, en base a los cuales organizará y ejecutará sus actos. 32 La Teoría de RAYNOR, sobre el funcionamiento de la personalidad y el cambio, considera que las metas importantes y personales tienen un significado mucho mayor que las no personales e importantes. Las trayectorias laborales las describe como un proceso a través del cual 31 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN fracasos, sus capacidades y otros mecanismos de apoyo determinan en buena medida las expectativas de autoeficacia. Los universitarios que han de afrontar el proceso de inserción laboral en situaciones similares adoptarán conductas diferentes en base a estas expectativas. La elección de objetivos, metas, estrategias para afrontar una situación, el esfuerzo y persistencia empleados, estarían determinados por ellas, actuando como mecanismos mediadores de los cambios psicosociales. Las principales consecuencias de esta teoría se pueden expresar del siguiente modo: El individuo que se considera eficaz, se impone retos, intensifica sus esfuerzos cuando su rendimiento no se ajusta a sus metas, busca la causa de sus fracasos en atribuciones que favorecen su autoeficacia, afronta las tareas difíciles sin tener estrés: ello da lugar a unos logros basados en la seguridad. En cambio, una persona considerada ineficaz evita las actividades complejas, reduce sus esfuerzos y se da por vencido enseguida, agudiza sus dificultades personales, disminuye sus aspiraciones y padece un alto grado de estrés y ansiedad. Lo que disminuye el rendimiento y produce un gran malestar (Herrera y Rodríguez 1990, cit. por Figuera 1996:219). Este modelo teórico, aplicado al desarrollo de la carrera, plantea explicaciones alternativas a los diferentes itinerarios profesionales que los universitarios experimentan y su posterior inserción laboral definitiva. En este sentido, se han estudiado las diferencias entre varones y mujeres atendiendo a su proceso de socialización con relación a las expectativas de autoeficacia que se generan. Éstas actúan como factores determinantes de sus decisiones. los efectos psicológicos de una serie de éxitos tienen impacto en los determinantes de una posterior motivación (POOLE et al., 1993:40). Mientras los varones vienen ocupando puestos de trabajo mejor remunerados y con más prestigio social, la mujer asume roles profesionales de peor calidad (Huici 1986:271). Por tanto, los individuos desempeñan un papel importante en la configuración de sus procesos de inserción laboral, aunque las diferentes corrientes teóricas han otorgado pesos diferentes a los procesos intraindividuales, al nivel posicional y a las creencias socialmente compartidas, a la hora de explicar su conducta. No obstante, todos estos niveles se integran en la Teoría de la Categorización, Identidad y Comparación Social (Taffel y Tumer 1979 cit. Huici 1986:257), al considerar diferentes niveles que determinan la conducta de los individuos. Desde la Psicología Social, la Teoría de la Disonancia de Festinger (Huici 1986 y ss.) considera que las cogniciones (lo que la persona sabe sobre sí misma, sobre su conducta y sobre su entorno) equivalen a opiniones, creencias o ideas. Las cogniciones disonantes llevan al sujeto a intentar reducirlas, para ello emprenden acciones o cambian sus expectativas, creencias e ideología. La posición del individuo en la sociedad dará lugar a una visión determinada de la realidad laboral, que le hará emprender determinadas acciones (formación, búsqueda, información, cambio de expectativas y aspiraciones ... etc) encaminadas a disminuir los aspectos disonantes. Los modelos de procesamiento de la información llevan a preguntarse por la forma de interpretar los hechos en relación a las reacciones y a las conductas. Diferentes trabajos han adoptado un punto de vista psicosocial para explicar la conducta, basado en el análisis de la categorización social del individuo, el contexto, la situación concreta y la ideología, que los convierten en modelos integrales. En los logros ocupacionales intervienen variables individuales y sociales. Hay que tener presentes las condiciones so- REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 81 INFORMES Y ESTUDIOS ciales de cada sujeto (Alvaro 1992:28; García 1998:97-8). Blanch (1990:183) establece un modelo sobre la ocupación laboral, donde intervienen variables sociales e individuales 34. Los modelos integrales nen un resultado psicológico diferente de las evaluaciones externas hechas por otros. En muchos casos los criterios objetivos y subjetivos determinan la satisfacción en el trabajo. Criterios objetivos como los ingresos, autonomía en el trabajo, status de responsabilidad y supervisión están positivamente asociados con la satisfacción en el trabajo (Ibídem p.4 l). Estos autores concluyen, en su estudio sobre los criterios objetivos y subjetivos como determinantes del éxito universitario, que los factores subjetivos, como satisfacción en el trabajo, son más importantes en el éxito percibido que los factores objetivos (calificaciones académicas, ingresos y status ocupacional). 34 El autor considera que existe cierto grado de evidencia sobre los siguientes tópicos (Blanch 1990:183): • La causa de que un ciudadano pierda o no encuentre empleo, al igual que la de que lo encuentre o lo conserve, no es sólo de naturaleza socioeconómica. • La estructura socioeconómica de oportunidades es una condición necesaria, pero no suficiente, de la ocupación laboral. • El empleo/desempleo no se reparte aleatoriamente entre los miembros de la población activa. Tras la igualdad jurídica de oportunidades, se esconde una desigualdad social de probabilidades ante el empleo. • El acceso individual de un demandante de empleo a la ocupación de un puesto de trabajo depende, en parte, de la adecuación de sus propias características curriculares a las exigencias del puesto ofertado. • La política económica y la acción de los macroagentes sociales influyen por el lado de la oferta en la configuración de la estructura de oportunidades objetivas de ocupación laboral. La política social puede, a su vez, reforzar las probabilidades de ocupación por parte de algunos tipos de demandantes, mediante la aplicación de medidas correctoras de desigualdades sociodemográficas y compensadoras de déficits curriculares. Como medio de incrementar la empleabilidad de determinados colectivos con dificultades de acceso al empleo, la mejora de los niveles de información, formación, experiencia profesional, nivel educativo y especialización profesional contribuyen notablemente. No obstante, hay que tener presentes otras características objetivas que suelen aportar sesgos contractuales, como el sexo y la edad del individuo. Quedan por considerar otra serie de aspectos relacionados con el perfil psicosocial de los sujetos, producto del proceso de socialización experimentado en su entorno social (en la familia, en la escuela y en la calle), los actos marcan actitudes, metas, expectativas, comportamientos y posibilidades objetivas que influyen de forma significativa en el acceso a la ocupación (Ibídem p. 182). Los modelos integrales apuestan por una visión multidisciplinar a la hora de analizar los logros laborales. La interrelación de aspectos individuales y contextuales los explican. Blanch (1990:97-110) considera que la búsqueda activa de empleo está relacionada con la probabilidad del logro del mismo. El autor expone tres teorías: La Teoría de la Privación, de corte funcionalista, considera al individuo como un sujeto pasivo y dependiente del contexto donde se desenvuelve. El desempleo, por tanto, es un problema estructural ante el cual el individuo no puede hacer nada. En respuesta a las lagunas que presenta esta teoría surge la Perspectiva Etogénica (también denominada de la Agencia) que supone un paso hacia las teorías integrativas, ya que el individuo es considerado un agente dotado de racionalidad práctica capaz de combatir el desempleo. La persona es soberana, planificadora y activada por un entorno abierto e impredecible. Por último, el enfoque más reciente es el denominado Modelo Vitamina, presentado por Warr (1987), parte de un punto de vista ecológico basado en la analogía del impacto de las vitaminas físicas sobre la salud del organismo. El empleo será la vitamina que en exceso o defecto ejerza una influencia sobre el individuo y, a la vez, el individuo puede elegir y modificar ambientes, asignar significados y valores subjetivos a las propiedades objetivas del contexto. Por tanto, desde esta perspectiva el proceso de inserción laboral es producto de la interacción bidireccional del individuo con el medio 33. 33 Según POOLE et al. (1993:40), los objetivos personalizados y los éxitos percibidos por los individuos, tie- 82 REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN FIGURA 2. MODELO DE OCUPACIÓN LABORAL CONTRATABILIDAD Estructura y tendencias del mercado laboral – Contexto macroeconómico – Oferta/demanda empleo – Ambitos de creación de empleo – Política socio-laboral – Tasa de empleo – Contratos efectuados EMPLEABILIDAD Características del demandante – – – – – – – – – Perfil psicosocial Sexo Edad Estado Civil Roles familiares Formación cultural Especialización profesional Experiencia laboral Antigüedad paro Habilidades sociales SOCIAL INDIVIDUAL ↑ – Valores y valencias laborales – Atribuciones empleo/desempleo – Autoimagen profesional – Disponibilidad al empleo – Estilo afrontamiento desempleo OBJETIVO ↑ SUBJETIVO ↑ ↑ SITUACIONAL PERSONAL FACTORES DE OCUPABILIDAD Fuente: Blanch, 1990:183. Por ocupabilidad se entiende «el grado de probabilidad de que un demandante de empleo acceda a la ocupación laboral en una coyuntura dada». La ocupabilidad de una persona depende de su contratabilidad y su empleabilidad. La contratabilidad «es el grado de adecuación de las características biodemográficas y curriculares del demandante de trabajo a las de los puestos ofertados» y la empleabilidad «remite al grado de adecuación de las características, psicosociales de un demandante de empleo al perfil típico de la persona empleada en un contexto dado» (Ibídem p.184). Los programas de fomento del empleo, pretenden incrementar la ocupabilidad. Algunos de ellos puestos en marcha por la UE, OIT, OCIDE, UNESCO... etc, tienen entre sus objetivos el fomento de la formación, información, habilidades, motivación, actitudes, conductas .... etc, como factores que dificultan la inserción laboral 35. Los aspectos psicosociales adquieren relevancia a todos los niveles. Ante la diversidad de situaciones el desempleo se debe analizar atendiendo a Workiessnes (desempleo por causas individuales) y el Joblessness (desempleo por causas sociales), portando una visión integrativa del porqué no se produce una inserción profesional. El análisis de Ashforth y Saks (1985:169) sobre transiciones del rol laboral sobre la base del modelo de Nicholson, concluyen que los in35 El 15 de abril de 1998 se presentó el Plan Nacional de Empleo del Reino de España en la Unión Europea. Este Plan sigue las directrices trazadas en Luxemburgo y está basado en dos pilares estratégicos: 1º. Mejorar la capacidad de inserción profesional y 2º. Desarrollar el espíritu de empresa . En líneas generales se pretende mejorar la orientación profesional, la formación y establecer canales de comunicación reales entre desempleados y mercado de trabajo. Posteriormente se han seguido presentando los respectivos «planes nacionales». REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 83 INFORMES Y ESTUDIOS dividuos y sus acciones no se pueden separar del contexto donde tienen lugar. El ajuste es el resultado de interacciones individuales específicas con y dentro de grupos especificos». Como afirma Beltrán (1994:46), una realidad compleja (como son los procesos de inserción laboral) no se puede analizar de forma unidimensional, sino desde un pluralismo metodológico. Para Blalock (1984:101), no se puede acceder a la realidad (laboral) de forma directa, sino que hay que tener presentes las características individuales y contextuales, siendo éste el lugar donde adquiere sentido. Al respecto, Park (1975:84-5) concibe al individuo en continua interacción con su contexto. Los factores que determinan el acceso al empleo, son producto de esta interacción bidireccional. Bourdieu, en su concepto de habitus, apuesta por puntos de vista integrativos al resaltar el papel del individuo como agente social: ... le permite articular lo individual y lo social, las estructuras internas de la subjetividad y las estructuras sociales externas. A través de este concepto explica que unas y otras estructuras no solamente no están alejadas y no se extrañan unas a las otras, sino que son dos caras de la misma realidad (..). El habitus le permite compaginar la libre iniciativa del individuo con la influencia exterior de las organizaciones. Bourdíeu prefiere hablar, más que de actor social, de agente social. Este último parece combinar tanto la influencia que recibe interiormente como la influencia que realiza hacía el exterior (Castón 1996:81). El modelo de Exploración de la Carrera, entendido como conjunto de acciones cognitivas y conductuales que los individuos emprenden de forma intencionada para obtener la información sobre el mercado laboral, se ha utilizado como indicador para conocer cuándo la persona se implica en su propia inserción profesional (Figuera 1996:225-6) 36. 36 La Teoría de la Búsqueda de Trabajo desarrollada por Charles Holt y sus colegas del Urban Institute 84 Stumpf, Colarelli y Hartman (1983:184) presentan un modelo estructural de exploración del siguiente modo 37: de Washington, consideran que el paro es el resultado del proceso de búsqueda de trabajo en el que los trabajadores tienen una información limitada, incertidumbre o falsas expectativas sobre el mercado de trabajo. El desajuste que pudiera producirse entre sus expectativas laborales y el trabajo que logran encontrar puede provocar el rechazo de determinados trabajos, para continuar la búsqueda de otro empleo más adecuado a sus aspiraciones y expectativas. La experiencia de la búsqueda traerá consigo un ajuste mayor entre sus expectativas y la realidad laboral, para terminar aceptando un trabajo o abandonando el mercado laboral. Para este enfoque, el paro es temporal (DOERINGER y PIORE 1983:3 10). Desde esta teoría, la falta de información es el principal obstáculo de acceso al mercado de trabajo. La teoría no se preocupa, al igual que la Teoría del Capital Humano, por los factores sociales que afectan a la elección del trabajador, a diferencia del modelo propuesto por STUMPT, COLARELLI y HARTMAN. 37 Una serie de principios son inherentes a su enfoque (Figuera 1996:226-8): • Los individuos a lo largo de sus itinerarios laborales se enfrentan con múltiples dificultades y obstáculos que han de afrontar emprendiendo acciones de todo tipo para superarlos. La exploración profesional hace referencia a un proceso similar, aunque referido a la búsqueda y acceso de información sobre mercado de trabajo (trabajos, ocupaciones u organizaciones ... etc). • La conducta de los individuos (resultado de la interacción de procesos cognitivos, conductuales y afectivos), es un elemento central del proceso de exploración profesional y constituye un elemento central del proceso de inserción laboral. • El proceso de exploración incluye tres dimensiones básicas (dimensión conductual, afectiva o reacciones a la exploración y la cognitiva o conjunto de creencias de la persona). Entre ellas existen influencias bidireccionales cuasales, tal y como se puede apreciar en la figura. El primero de ellos, las creencias, desempeñan un papel fundamental, puesto que asumen que los sujetos actúan en base a un conjunto de creencias reales o no. En la exploración del mercado de trabajo juega un papel fundamental la percepción sobre las condiciones del mercado de trabajo . En una coyuntura determinada tendrán una influencia importante las posibilidades que el individuo cree tener para acceder a un empleo o las de alcanzar determinadas metas. Se ha comprobado que en coyunturas económicas malas disminuyen las demandas de empleo en base a las pocas posibilidades que los desempleados creen tener de encontrar un empleo. También las negociaciones colectivas suelen ser menos REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN FIGURA 3. MODELO ESTRUCTURAL DE EXPLORACIÓN Proceso de exploración Creencias MERCADO DE TRABAJO – Perspectivas de empleo – Confianza en los resultados de la conducta INSTRUMENTALIDAD – Exploración interna – Exploración externa – Método PREFERENCIAS – Importancia de obtener una posición deseada DONDE – Ambiente – Sí mismo Reacciones a la exploración AFECTO – Satisfacción con la información COMO: – Intencional – Sistemática ESTRÉS QUÉ: – Foco – Número de ocupaciones – De exploración – De decisión ^ ^ Fuente: Stumpt, Colarelli y Hartman 1985:184. En líneas generales las investigaciones han constatado que la exploración de la carre- polémicas por parte de los sindicatos de trabajadores, al disminuir sus exigencias y aceptar condiciones laborales más precarias en pro de salir de una situación de recesión económica. El segundo, el proceso de exploración como dimensión conductual, se compone de varios componentes: dónde se realiza la exploración (la fuente de datos en la exploración para la inserción la constituyen el sí mismo y el ambiente o mundo del trabajo), cómo se explora (esta conducta puede ser intencional, sistemática o fortuita o resultado del azar), cuánto se explora (implica la frecuencia de la acción y la cantidad de información obtenida resultado del proceso de exploración), por último, qué se busca (se refiere al número de áreas u ocupaciones exploradas y a la intensidad con que han sido exploradas). Por último, las reacciones a la exploración, las constituyen los sentimientos y creencias acerca de la información obtenida o no obtenida de forma específica. El grado de satisfacción con los resultados y la ansiedad o estrés experimentados en el proceso como resultado de percibir una cierta incertidumbre respecto a las posibilidades de logro de los objetivos deseados. ra está vinculada a la inserción laboral. El sexo, la relevancia del rol laboral y la claridad de las metas/preferencias laborales, predicen indirectamente la conducta exploratoria y directamente las creencias de exploración. Desde los planteamientos iniciales donde la relación educación-empleo nos sirve de marco de referencia para explicar la inserción laboral de los jóvenes, pasando por la perspectiva estructural del mercado laboral que deja al individuo indefenso con respecto a su situación, hasta los planteamientos cognitivistas que destacan el papel activo del sujeto en su propio proceso de inserción laboral, se desemboca en los modelos integrales que consideran la importancia de los aspectos sociales e individuales a la hora de analizar la transición laboral de los individuos, y en concreto de los universitarios. La inserción laboral habría que analizarla como el producto de la interacción de todo un conjunto de factores ambientales e individuales, ya que el título universitario, por sí mismo, no significa acceso al empleo. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 85 INFORMES Y ESTUDIOS 4. A MODO DE CONCLUSIÓN: LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS UNIVERSITARIOS bién suelen desarrollar redes sociales 39 muy importantes para la consecución de la inserción laboral plena. La inserción de los universitarios en el mercado laboral es producto de la interrelación de múltiples factores. El contexto económico y social es un primer nivel a tener presente, ya que la oferta y demanda de titulados viene en buena medida determinadas por éste. Un segundo nivel es el título obtenido, puesto que existen unas titulaciones con mayores posibilidades de acceso al mercado laboral, como justifican los diferentes estudios realizados (García 1998:176-8; Masjuan et al. 1996:75-8; Fernández-Abascal 1998:181; Navarro 1989:138-9; SOPP 1996:74-86; Figuera 1996:148-50) y, por último, las características personales (iniciativa, dinamismo, capacidad de trabajo en grupo, capacidad de relación y responsabilidad ... etc) desempeñan también un papel importante en este complejo proceso (González 1998:154; COIE 1997:119; Requena 1991: 117). Para algunos, el proceso de transición no concluye nunca, ya que no consiguen la inserción plena en el mundo del trabajo y, para otros, la transición al mundo laboral no se produce jamás, puesto que no consiguen acceder al mercado de trabajo. El proceso de inserción laboral de los universitarios abarca el tránsito de la universidad al trabajo. Desde que se obtiene el titulo hasta encontrar un trabajo se suceden un conjunto de acontecimientos que lo definen. En este proceso confluyen diferentes factores: planificación, búsqueda de trabajo, elección de ocupaciones y el acceso al trabajo. Para algunos universitarios esta transición comienza antes de terminar sus estudios, ya sea compaginando estudios y trabajo o realizando prácticas en empresas 38. Comienzan, así, los itinerarios laborales y el proceso de socialización laboral al adquirir conductas, normas, valores, habilidades, destrezas, etc, relevantes para el desempeño de una profesión. Tam- A la hora de analizar la inserción laboral, podemos partir de dos situaciones básicas: inserción o no inserción (Figuera 1996:124-8). La no inserción supone la ausencia de acceso al trabajo, ya sea por inactividad o por paro. Mientras que la inactividad es un desempleo «voluntario», que adquiere diferentes matices en función de que se trate de una inactividad temporal (universitarios, opositores...etc) o una inactividad indefinida (amas de casa, marginados...etc.), el paro es un desempleo 39 Por Red Social se puede entender: Cada persona se relaciona con un cierto número de individuos, algunos de los cuales están en contacto directo entre sí y otros no (..). Creo conveniente llamar red (network) a un campo social de este tipo. La imagen que tengo es de una serie de puntos, algunos de los cuales están unidos por líneas. Los puntos representan a las personas o a veces a grupos, y las líneas indican cuáles son los contactos entre unos y otros (BARNES 1954 cit. REQUENA 1991:36). Las redes están formadas por actores (individuales o colectivos) y vínculos (nexo de unión entre los diferentes actores). Atendiendo al vínculo, las relaciones instrumentales, donde los actores contactan unos con otros para proporcionarse mutuamente seguridad, bienes o información, están relacionadas con los logros laborales. Las relaciones instrumentales se pueden encuadrar en la siguiente tipología (REQUENA 1991:44): TIPOLOGÍA DE FISCHER 38 El 78,8% de los titulados de la Universidad Carlos III de Madrid, han tenido alguna experiencia laboral antes de terminar los estudios. De éstos un 21,3% han realizado prácticas en empresas (SOPP 1996:18). Un 46% de los estudiantes de Ciencias Políticas y Sociología de las dos primeras promociones, trabajaron durante sus estudios (LATIESA et al. 1996:29). 86 TIPOLOGÍA DE KNOKE Y KUKLINSKI Relación sentimental Relaciones de comunicación Relación sentimental Relaciones de comunicación Relación de intercambio Relaciones de comunicación Relaciones instrumentales Relaciones de transacción Relación formal Relaciones de autoridad y poder Relaciones de parentesco REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 RAFAEL MARTÍNEZ MARTÍN involuntario que adquiere diferentes matices sociológicos en función de el grupo de población afectado (jóvenes, mujeres, mayores de 40 años, discapacitados ... etc) y el motivo por el cual se encuentra en paro (busca el primer empleo, por haber perdido su trabajo anterior, por dejarlo de forma voluntaria ... etc) 40. La inserción, supone el acceso al empleo y el desarrollo de trayectorias laborales que han de desembocar, en teoría, en la inserción laboral plena. Por inserción laboral plena, se entiende la situación en la cual se adquiere un trabajo a tiempo total, estable y en concordancia con la formación adquirida (Ibídem p.129). En este sentido, Homs (1991, cit. Ibídem p. 129) distingue entre inserción profesional e inserción laboral. La inserción profesional hace referencia al conjunto de procesos por los que el individuo inicia el ejercicio de una actividad profesional estable, que te permite adquirir experiencia y conocimientos necesarios para la realización de sus trayectorias laborales. Corresponde a una transición rápida hacia la inserción laboral plena. Por el contrario, la inserción laboral se refiere a trayectorias precarias, con cambio continuo de oficio, falta de perspectivas y continuas rotaciones que impiden la acumulación de una experiencia especializada que facilite la inserción laboral plena. En España, desde mediados de los años ochenta. toma relevancia lo «laboral» frente a lo «profesional» con la implantación de la temporalidad en el mercado de trabajo y su consiguiente flexibilización. Aunque la inserción laboral es el nuevo principio rector de las políticas sociales en 40 Atendiendo a los motivos del desempleo se puede hacer una clasificación de tipos de parados: parados activos: son aquellos desempleados que buscan trabajo. Parados inactivos: parados que han abandonado la búsqueda de empleo, pero que desean trabajar. Parados de rotación: parados con experiencia laboral. Parados del primer empleo: aquí podemos situar a buena parte de los titulados universitarios, puesto que terminan sus estudios y una importante mayoría no tienen experiencia laboral, siendo éste uno de los principales factores determinantes del acceso al trabajo (FIGUERA, 1996:127-8). Europa ante la progresiva vulnerabilidad de la integración social de los jóvenes en la sociedad, tanto las instituciones como las políticas requieren una transformación continua que se corresponda con las nuevas realidades que presenta el desempleo. Se reclama un salto cualitativo en pro de una mayor flexibilidad donde lo económico y lo social tengan cabida. El sujeto es parte activa, tomando decisiones y ejerciendo acciones que muchas veces rompen con el modelo de inserción basado en el paradigma laboral. El trabajo deja de ser la única forma de insertarse en la sociedad, al pasar de la sociedad de plena ocupación a la de plena actividad. Surgen nuevas iniciativas, como las denominadas empresas de inserción que a partir de conceptos ecológicos y solidarios se han desarrollado en base a una combinación de rentabilidad con solidaridad. La potenciación de nuevas formas de trabajo es fundamental. No se debe dejar que la cultura y los sistemas de formación-empleo permanezcan de forma exclusiva centrados en torno al valor trabajo industrial y de tipo comercial, y que las políticas de inserción laboral traten de resolver el problema del empleo en los mismos términos que lo produjeron. Se han de poner en marcha nuevas iniciativas dirigidas (no sólo a paliar el problema en términos económicos) a buscar la integración del individuo en la sociedad de forma independiente a la laboral. El desarrollo del Tercer Sector se postula como una vía de conseguirlo. Como afirma Herrera (1997:69), su creciente influencia en la sociedad se traduce en su continua implantación en una amplia gama de facetas de la vida: en servicios educativos, de formación, sanitarios y sociales, en actividades deportivas, de tiempo libre, artísticas, científicas, de protección civil, ecológicas, medioambientales, de defensa de los consumidores, ayuda a discapacitados y de integración social. Las prácticas en empresas son factores determinantes de la inserción laboral de los universitarios, si bien suponen partir de unas circunstancias determinadas. En este caso, de un nivel de educación (titulación universitaria) y REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 87 INFORMES Y ESTUDIOS de una experiencia laboral (prácticas en empresas), que constituyen factores fundamentales para el acceso al empleo y la movilidad laboral y profesional ascendente. Las prácticas en empresas suponen, para muchos universitarios, el inicio de su proceso de transición laboral. A este proceso le definen los itinerarios laborales que constituyen sus carreras laborales. El desarrollo de la transición está vinculado a estos factores. Desde cualquier punto de vista, las prácticas en empresas son una forma de acceso al empleo que ha de permitir la acumulación de cualificaciones profesionales y con ellas la movilidad profesional ascendente. Distintas investigaciones constatan que la acumulación de experiencia laboral favorece el logro de un trabajo como profesional o técnico (García, 1998:199). BIBLIOGRAFÍA ACEPRENSA, Las Universidades tienen cada vez más alumnos, Adesa, 1997, Madrid. ALVARO, J.L., Desempleo y Bienestar Psicológico, s. XXI, 1992, Madrid. ASHFORTH, B. y SAKS, A., «Work-role transitions: a longitudinal examination of the Nicholson model», en Journal of Occupational and Organizational Psycology nº 68 (1995), pp 157 - 175. AUBERNI, S., La Orientación Profesional, (Comp) Institut Municipal D’Educació (1995) Barcelona. 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No es fácil disponer, sin embargo, de una síntesis de las teorías sobre los procesos de inserción laboral, tal y como se presentan en los marcos explicativos que han ido apareciendo en los últimos estudios conocidos sobre el tema, que es lo que este trabajo pretende ofrecer. De esta manera se sistematizan las aportaciones que se han ido produciendo. Desde los «planteamientos neoclásicos», que consideran a las leyes del mercado como las determinantes del acceso al empleo, pasando por la «teoría del capital humano» y por las «teorías credencialistas», que relacionan el nivel educativo con los logros laborales, así como por las «teorías de la correspondencia», que consideran a la procedencia de clase como la determinante de las trayectorias académicas y profesionales, la «perspectiva estructural del mercado de trabajo», que otorga importancia a la relación entre las estructuras existentes en el mercado de trabajo y los logros laborales, y las «teorías de base individual», para las que el sujeto es el agente de su propio proceso de inserción laboral, hasta concluir con los «modelos integrales», que apuestan por una perspectiva multidisciplinar e implican los aspectos sociales e individuales como explicación de los itinerarios laborales. En todo caso, los jóvenes tienen que vivir una etapa de transición, que, desde la década de los sesenta deja de ser automática y se convierte en un proceso complejo, que forma parte ya del ciclo vital y que se sustenta en una información suficiente, en una actitud positiva y en la adquisición de unas destrezas adecuadas. Se examina, finalmente, lo que el trabajo en prácticas en las empresas puede aportar al denominado proceso de inserción laboral de los jóvenes de nuestras sociedades, como experiencia que se comienza a considerar de cierta utilidad práctica. REVISTA DEL MINISTERIO DE TRABAJO Y ASUNTOS SOCIALES 25 91