• NOVEN.A. • • AL S ANTO AN JE L DE LA GUARDA, ESCRITA • POR EL P.I1DRE FR. .M.I1NUEL ESPINOSA, De la Regular Oburvanria dt San Francilco. y Se imprimió en Clidi. en 1793, en el Libro intitulado Pre/laracion de Nueve dia8 /lara la F iula del ClorioBo S. Jleli/lt Herí, Por un Devoto deseoso de aumentar la devocion de cada uno para con su Anjel Custodio. -_0_- REIMPRESA EN BOGOTA, C ON LAS LIOENCIAS NECESAnJAS, POR A. RODERICK. 1829. 3 ~lODO DE HACER LA NOVENA DEL SANTO ANJEL CUSTODIO. Todas las devociones, súplicas y rogativas que imploramos el patrocinio de los Santos, deben tener por objeto primero á nuestro Dios y Señor, y su mayor honra y gloria, que resplandece en tan perfectas criaturas. DUl'id dirije á Dios las alabanzas y bendiciones continuas, las que llenan su corazon, y ponen en movimiento su lengua: canta las maravillas del Altísimo en presencia de los Anjeles, esto es, dice San Hilario, le dá gracias por la vijilancia de estos bienaventurados Espíritus sobre nuestra vida y costumbres. Despues de esto se dirijen los elojios al Anjel, no solo para alabarle y agradecerle lo que hace por nuestro verdadero bien, sino para excitarnos í. la imitacion de sus virtudes en cuanto podemos con el auxilio de la gracia, y conseguir así nue stro último y dichoso fin. Este Anjel nos muestra el camino de la virtud, nos gUla en el, nos alienta, nos (' onduce como por la mano hasta la perfeccion, nos representa detestables los deleites 4 de la carne, inútiles los cuidados del muudo, peligrosas las riquezas, vanas las honras mundanas; nos lleva por la verdad de la fé á JEsus, nos une con él por amor, nos estimula, y como que nos fuerza á procurar la exaltacion de su nombre; todo esto hace en pocas palabras que hable á nuestro corazon, y en pocas significó Dios esto mismo á Moysés en el Ex8do, asegurándole que destinaría un Anjel, y senalando los oficios que había de hacer con él. Será cosa importuna, y aun temeraria que buscándonos á nosotros mismos, y no á Jesúcristo, pretendiesemos por la intercesion del Anje! Custodio lo que no fuerá conveniente para nuestra eterna salud, ó que lo pidiesemos con fé muerta, y alm a manchada con el horror de la culpa. Por tanto él que hubiere de hacer esta Novena procure ante todas cosas limpia r con la confesion su conciencia de toda mancha de pecado, y disponerse así para comulgar dignamente: Y si tiene que hacer -a} Santo Anjel alguna peticion particular, avive su confianza, y no dude- que se cumplirá si le conviene. Un ho bre confia IoU salud á un Médicc1, su proceso á un abogado, su vida, si es ciego, á un nirio, y alguna vez á un perro, y ¿ hallaré:nos 5 dificultad en abandonamos á la direccion del Anjel que Dios seiíaló por nuestro conductor? Para la consecucion del mismo fin fuera muy del caso ejercitarse cada dia de esta Novena en actos de aquellas virtudes que el Anjel ama particularmente, y de que hablo en el discurso que precede. El tiempo para hacer esta Novena sera el que inspirare á cada uno su devocion, ó el que tuviere por mas cnovenienté seglUl las necesidades en que se halla. Por lo demas se podrá empezar nueve dias ántes de la fiesta del mismo Anjel, y seguirla por el órden que se pondrá aquí. Sobre la distribucion de los benefici"s del Anjel, en los dias de la Novena, advierto que el P. Jeremías Drejelio los deduce de aquel suceso tan sabido como maravilloso, del Arcánjel San Rafael en casa de Tobías; pero dejando este caso, me ha parecido seguir al doctísimo Juan Jerson, Canciller de Paris, cuenta estos mismos beneficios que nos hace nuestro Anj el , por lo que hizo el Anjel con San Pedro cHando le visitó en la cárcel, y se refieren en el cap. 12 de las Actas de los Ap6stoles. Lo mismo que hizo el Anjel en esta ocas ion de un modo esterior y ~ensible con San Pedro, hace todos los • 6 dias invisiblemente cada Anjel de Guarda con su encomendado. David y San Pablo llamaron cárcel ó destierro á esta vida; el Demonio nos procura la rilUerte en todos los momentos; nosotros dormimos con ,s eguridad, estando muchas veces pre~os con dos cadenas, que son la presunclon ,de la Divina misericordia, y el ejemplo de otros; y estando tambien entre dos soldados que son la esperanza de una vida larga, y la costumbre de pecar; pero el Anjel se presenta al corazon del hombre, llama á sus puertas, le despierta, le ilumina para que conozca su situacion, le libra de las cadenas, le saca de la cárcel, y restituye á la antig~a y dichosa libertad de los hijos de D1OS. DIA PRIMERO. Puesto de rodillas delante de algun Altar, á Imájm del Santo Anjel, levantolldo el corazOIl tÍ DiOS, haciéndole eOIl el t!spíritu mla proJilllda revermcifl, é implOTando Sil auxilio, hará la señal de la Cruz, y habiéndose santiguado, dirlÍ de corazoll: Senor · mío Jesucristo, &;c. ORA- • • 7 ORACION PARA TODOS LOS DIAS. O Pios de bondad, Dios de mise ricordia, y Padre de toda consolacion, que no con· tento con velar continuamente sobre nues· tros in teres~s, n05 sena l ais un gobernador, un preceptor, una guia escoj léndole de vuestra misma Corte, y de entre vuestros mas favorecidos Príncipes de la celestial Jerusalen, que asisten de oficio delante de vuestro Trono, enviándole desde que nacemos al mundo, y aun ántes de ver la luz de el para que nos preceda, nos acompane y nos conduzca á la Patria. para la cual nos habei., criado, sin e,cluir de esta amable Providencia ni al pobre mendigo, ni al pecarlor miser~ble, ni al justo débil, ni al vdron robu,> tn; es ciertu, Senor, que si estuvie,e en nuestra mano esta eleecioll no nos atrevieram05 á ped ir ni aun ill1ajinaríamo,> sin teme ridad, que un Anjel nos cuida,e, y Vos le habei, ,enalado (Oll paternal desvelo y solicitnd d e carinosa Madre para la cu>todia d vue,tros hijo~; alaben vuestra inef"ble bondad los .c.,piritus bienrlventurados, reconózcanla todas las criaturas, hagan digna accion de gracias á vue,tro infinito ¡:mor los hombres fa,"orecidos; yo os las doy por este 8 • inestimable beneficio, y os suplico que no sea infructuoso en mi alma. Cocededme una disposicion agradable á vuestros ojos, dadme un corazon agradecido para cantar vuestras alabanzas, y correspOl'lder á los saludables oficios de mi Anjel Custodio, para que oyendo su voz, y obeder.iéndoh: fielmente en esta vida, os alabe en su compaiiía en la Binaventuranza.-AMEN. DI..\. PRIMERO. EL ANJEL ESTA PRESENTE . •-1T1g~lus Domini astitit.·-Acta A post. 12 ¡ O Santo Anjel, fiel custodio de mi alma, que como si fuerais inmenso, no solo estais conmigo, sino que hablais dentro de mí, que sois por delegacion lo que :E>ios es por naturaleza, que si Oios es la vida de mi alma, vos sois mi campanero de habitacion y de "iaje, que me seguis dia y noche adonde quiera que vaya, que me veis, aunque yo no vea, que cuando hablo, cuando descanso, cuando paseo, cuando me r~tiro á los lugares mas ocultos estais :í mi lado recojiendo mis palabras, obser,ando mis acciones, y refiriendo cuanto • 9 ejecuto, con igual facilidad que lo cOlloceis! ¿ Cuántas veces he despreciado vuestra presencia, ó he pretendido cerrar los ojos del alma para no veros, y correr libremente .en seguimiento de mis pasiones? ¿ Cuántas veces os he ofendido con palabras y acciones desordenadas? Yo me he sujetado delante de cualquiera persona á quien trataba con alguna veneracion, he compuesto mi semblante, he arreglado las acciones, he moderado la vista, y si por descuido la he hecho testigo de alguna cosa que le pudiera se rvir de escándalo, me he lamentado de mi imprudencia, he mostrado sentimiento, y he suplicado me perdonase ; y delante de vos, en cuy a comparólcion los mayores P rí ncipes son gusanos de la tien-a, no he - g uardado ning un respeto; pero perdonad glorioso Anje! mío, mi grosería y mi desateneion, interceded con el Senor que os destinó para que abra mis ojos, como los del criado de Eliseo, y renovan do la fé de vuestra presencia, me haga repelÍr much as veces: E l A Tljel está prcsmte, ti mi: obser';(I, _ y no olvidará nada de cuanto haQo; y con esta justa y saludable consideraclon me arregle en todas mis operaciones i la vo luntad de Dios; y tambien es suplico me consigai~ la gracia que pido en es ta r Jovena, • 10 si ha de ser para gloria del mismo Senor, y bien de mi alma.-AMEN. Se dirá tres veces la oracioll d~l Padre Nuestro, Ave María y Gloria Patri, &c. y puede recojase inmediatammte por 1111 rata y hacer á Dios la peticioll del bell/jicio particular que elpera cOI!~ffJlIir por la interceSZO Il del Santo Anjet,. tllego dirá: ORACION PARA TODOS LOS OlAS. ¡O fidelí simo compañero, y custodio mío, destinado por la Divioa Providencia para mi guarda y tutela, protector y defensor mío, . que nunca os apartais de mi lado; ¿ qué gracias CJS daré yo por la fidelidad que o, debo, por el am or qu e me profe,ais, y por los inumerables bene fi cios qu e cada instante e,toy recibiendo de vos? Velais sobre mí cuando yo duermo, me consolais cuando es toy tri, te ; me alentais cuando estoy desmayado, apartais de mí los peligros pre,en tes, me ensenais á precaver los futuros, me desviais de lo malo, me inclinais á lo bueno, me exortais á penitencia cuando he caido, y me reconciliais con Dios; mucho tiempo há que estaría ardiendo en los Infiernos, si vuestros megos no hubieran deten ido la ira de Dios. Quizá estaba para - • 11 lbrse la sentencia contra este árbol esteril, v vos la habeis prevenido, orando ante el Tralla Supremo, y dici end o al Senor: D éjadlc' por otro mío, 'lile yo le bemjiciar¿ con nuevas inspiraclOnc" le rega,é con avisos celestiales, y le cuidaré para que produzca el debido fruto . Hacedlo así E-píritu Sobe· rano, y nunca me desamparei s, con,olad me en las cosas ad versas, moderad me en la s . prósperas, libradme en los peligros, ayudad. me en las tentaciones, para Yencerlas. Pres ~ntad ante los ojos de Dios mis ora· ciones, mis jemidos, y todas las buenas obras que hi cie're, para que , iéndole agrauables en esta vida, me consigan despues la eterna, en donde le alabe en vuestra como pafiía,-AlIEN. Ahora se rt:zaráll los Gozos del Sal/to . 'l/ljel que están al fin, y despues se dirá para concluir Ana.- Santl AI/geli Custodes nostr;, difcndile 1/0S in prefio, ut 1/on pe· reamus ¡ntremendo judic/O. V. In conspectu Ange/orum pm/lam tiói Deus meus. R. Adoraba ad templum sanctum tl/um, & confitebor nomilli tuo. ORE· 12 • O R E M U S. Dcus, qui ine.ffabili pravidclltia Sanctas A nge/os tilOS ad nostram cllstodiam mittere dignaris; /argire suppliciblls tuis, (!J' /Cterna societate gaudere. Per Christum Dom;num nostrum.- AMEN • EN CASTELLANO. Santos Anjeles Custodios de nuestras almas, defendednos en la batalla, para que no perezca mos en el j uicio terrible. E n presencia de los Anjeles os alabaré, Dios y Seiior mío: os adoraré en vuestro Santo Te mplo, y confesar€: vuestro nomhre. ORACION. o Dios, q ue con una providencia inefJble os dignais enviar ,'uestros Santos Anjeles para que nos guarden, conceded á nuestros humildes ruegos, que despues de ser defendidos por su continua proteccion en la tierra, seamos por tod~ la eternidad companeros suyos en la gloria, por nuestro Seiior Jesucristo.-AuEN. , 13 DIA SEGUNDO. Sellar mío Jesucristo, &c. La Oracíon que sIgue en el dia primero: O Dios de bondad, &c. y asi se dirá en todos los demas dias. Consuela á la alma-Anjelus Doroini astitit • • . O Santo Anjel, consolador de mi alma, y fiel amigo en todas mis tribulaciones: El amor que teneis por mi os trae solicito en procurarme lo que me conviene; me dais aliento contra mis cobardías, reparo contra mis flaquezas, luz en mis du das, consuelo en mis tri stezas. En medio de este valle de lágrimas entre los lazos de que está sembrado el mundo, entre las contradicciones de las criaturas, entre la variedad de sucesos, y percibo vuestra delicada voz en el fondo de mi corazon: voz qu e me instruye, me conforta, y me ensena á hacer buen uso de todo, refiriéndolo á mi Dios. Ea, me uecis, que no padeces sino lo que es conveniente á la gloria del Senor. y necesario á tu corona: No desmayes, teñ Jlaci~ncia. el remedio llegará. esos trabajos tendrán por fruto un eterno consuelo, ellos son una parte de satisfaccion por tus culpas pasadas, y así debes reci- • 14 \ birlos, y decir como los hermanos de José: Es justo que padezca, porque ofendí á mi redentor y hermano, muchas veces he andado, ó como Elías, po~eido de tristeza por una persecucion; Ó como Agár, errante por el desierto, y reducido á la última necesidad ~n fuerza de la tribulacion: yo no veía camino ni senda; pero vos no estabais lejos de mí, ni os han faltado medios y recursos para mi consuelo. VOIi sois el amigo ilustrado y prudente, que tomando sobre mí una razonable libertad, me dais siempre buenos consejos; el amigo insepara\1Ie, tan igual en la adversa, como en la próspera fortuna; el amigo incorrup1ihle, cuya fidelidad es superior á todas las pruebas. Vos me hablais siem pre de Dios, y por Dios, me representais su bondad, sus beneficios, y mi obligacion, haced que yo aprecie debidamente estos amorosos oficios, y que cooperando á vuestros deseos, nada me cause horror, tristeza, ni amargura, sino el pecado, y sufra con ~usto las tri· bulaciones por amor de mi Redentor, que las san tificó en ~í mismo, para que siendo aquí conforme á él, cante de~pues sus alabanza~ en vue,lra presencia por todos 105 siglos; y alcanzad me la gracia que os suplico, si es voluntad de mi ScÍlor.-A'ltll. 15 el Padre Nuestro, y el Ave María las tres veces,. despues la peticion y la oracion O fidelísimo campanero, &c. y lo demas flue se dijo el primer dia ,. lo qu~ se practicará tambien con el mismo órde/l I()s siguiClltes: LUF{jO • DIA TERCERO. Ofrece á Dios nuestras obras.-Angelus Domini astitit. • , O Santo Anjel, zelador ardentísimo de mi verdadero bien, despues de ensenarme por medio de las inspiraciones, de guiarme con vuestra luz, y de alentarme con la esperanza del premio, no cesais de ofrecer y presentar á Dios mis obras, suplicándole que las reciba con agrado; cómo agradecerf yo este vuestro amoroso cuidado? llajais del Cielo á la tierra para acompaiíarme, defenderme, ins:ruirme, llevarme al bien, y subir de la tierra al Cielo para tratar el negocio (te mi salud; haced de abogado en mi causa, y presentar el amor de Jesucristo á mi alma, su pasion, su muerte, y la preciosa sangre que derramó por ella, para volverle propicio: No ignora el Seiíor las obras de sus criaturas; pero quiere que vos le hagais relacion, y encomendeis lo mismo que conoce, y que le es agra- 16 dable, así como lo eran en su presencia las limosnas de Cornelio, las obras de Tobías, y las oraciones de sus siervos; ¡¡sí como lo es el sacrificio de su precioso hijo, que la Iglesi~ pide sea llevado de éste á aquel ~upremo Altar por vuestra mano: i ah, si yo acertara á emplearme siempre en obras dignas de mi profesion, y capaces de llenaros de gozo y de alegría, supliendo vuestra mano las imperfecciones que hace como necesarias mi miseria ! Interceded con el mismo Senor, en cuya presel)cia estais, para que me dé hambre y sed de justicia, que me traiga siempre dedicado á su santo servicio, de maner" que obrando con una perfecta ambicion, tengais que recojer, y que ofrecer á mi I>ios el amor con que le respeto, adoro y obedezco sobre VJdas las cosas; las obras de misericordia espiritual y corporal á favo( de mi prójimo, las lágrimas que derramo en este lugar de destierro, las gotas de sudor que caco de mi frente en el cumplimiento de mis obligaciones, la mortificacion de mi cu¡:rpo, la pacien.:ia en los trabajos, el cuidado en la pureza de mi conciencia, y los c(¡n~inuos jemidoS' por la patria celestial. Tcxlo esto sera obra de mi Dios por vucstr'\ iutercesion'y amparo, y siéndole fiel sierva • • 17 • en esta vidJ, le alabaré con .vos en Ta gloria; y tambien imploro vuestra poderosa mediacion para alcanzar la gracia particular que pido en esta Novena, si así conviene á la gloda del Senor, y utilidad de mi alma.-AMEN. DIA CUARTO. Ilumina al /zombre.-Lumen reflllstt in habitaculo. O Santo Anjel, ayo y maestro de mi alma, i cuántas luces celestiales derramais en ella, para que yo conozca de' donde vengo, en donde esto)', y adonde camino! mil veces escucho en el fondo de mi coraZOR vuestras palabras, que son las mismas que decía el Anjel San Gabriel á Daniel: Yo he salido del cielo para ensenarte á despreciar lo terreno, y aborrecer el pecado, á abrazar la "irtud ; y t~ alumbro, como la estrella que guió á los Magos, para que adorando al Salvador, dejes el camino del pecado, y vuelvas á tu rejion, que cs la Bienaventuranza, por distinto camino que es el de la humildad, de la pureza, de la paciencia, de la caridad: Esta amable luz "",-"ue neis delante de mis pjos, ó sagrado • 18 AnjeJ, luce en medio de las tinieblas de este mundo, en medio del comercio de las criaturas, en medio de la contradiccion de mis pasiones,' me instruye, y me desengaiia: unas veces me hace conocer que no estoy en la tierra sino como peregrino, y que es muy importante adelantar el paso miéntras dura la luz; otras veces me propone que trastorno todo el órden de mis afectos, que es preciso aborrecer lo que amo, el exceso, el placer, la tibieza; y amar lo que aborezco, el recojimiento, 11 rnorleracion, la peni. tencia; otras veces me ofreceis esta luz en una leccion espiritual, en las palabras de nn Ministro de Dios en los actos heróicos de muchas personas de mi mismo estado y condicion, que no tienen otra ley que observar, ni otro infierno que temer; y ¿ qué haría yo sill estas luces, sino caminar al precipicio, como un ciego abandonado á su propia conducta? Continuad vuestras inspiraciones, llamad por medio de ellas repetidas vece:s 6 las puertas de mi corazon, y no ceseis hasta que éste se levante de la babitacion terrena, y suba á aquel grande monte, desde donde se: descubre: la Ciudad Santa de Jerusalen; y tambien os suplico me consigais el favor que pido en esta Novena, para ¡;loria de .. • 19 Dio~, • y bien de mi alma-AMElf; • DIA QUINTO. Despierta al hombre.-Excitavit eum, dicent: surge velociter. O Santo Anjel, centinela vijilante, y dispertador infatigable de mi alma, que "iéndonte encerrado en la obscura prision de mis culpas, cargado de las cadenas de mis desordenadas pasiones, y poseido del sueno de una vida descuidada y tibia, me habeis excitado, poniendo en movimiento todas las causas y medios convenientes para avisarme y despertarme, representándome mi peligro en el sueno, reconviniéndome con la bondad de mi Dios á quien ofendía, y con la dificultad que cada dia se aumentaba, haciéndose mas fuertes las pasiones; no me habeis abandonado como yo merecía; pero destinado para mi custodia hasta el fin, habeis acreditado de muchas maneras el aprecio que teneis por mi alma en repetidos avisos y llamamientos; enviándome á los tribunales de la penitencia que están abiertos, á los Sacerdotes que tienen la potestad de reconciliarme con Dios, y me esperan, declarándome la nece-_ __ 20 sidad de este asilo, que es el único que me restn, amenazándome con nquel:a separncion de buenos y malos, que vos mismo habeis de hacer por órden de Dios. Sí : espíritu piadosisimo, y no puedo negar esta voz suave y fuerte con que me habeis llamado diciendo: Levántate luego, sal de ese miserable estado,' he percibido esta voz en mi habitacion, en la calle, en la compunía, en la soledad, en el dia y e.n la noche, y aun me parece que oí:!. uestros jemidos sobre mi funesto estarlo, ii la manqra que un padre suspira, y se aHíje ~obre los desórdenes y desdichas de un hijo, y le dice: i Ah, hijo mfo, ell eulÍReas tribulaciones me has puesto! Vuestra ar<;lentísima caridad ha suplicado á Dios que me enviase enfermedades, pobre7.a, persecuciones y trniY,'jos, para que como otro pródigo volvi era á mi padre: otras veces me habeis hablado como Jonatás á Saúl, re~p ~ cto de David; y me habe is di cho: J\'q quieras r;j'enc/n' á tu R edentor Jesl/s, 'lue l/O te fUI hecho llillgun mal, ántes S I/S oóras SOIl p ara tí muy preciosas. Ofreció su vid¡¡ por salvarte, todo lo dió por bien empleado; mira que es muy amable este Señor; ¿ y no me daré yo por entendido á estas tan dulces y saludables voces? ¿ no • • • • 1 21 prometeré el no ofender á mi Dios? ¿ no {.!erramaré lágrimas á vista de los beneficios de Dios, y de mi ingratitud? Continuad cn llamar y excitar este corazon, Anjel mío; hasta penetrarlo, para que aborrezca la culpa, ame á Sil Criador, y persevere en Sil gracia; y a1cánzame la particular que deseo, si es Toluntad del Altisímo.-AMEN'. DIA SEXTO. Aparta las ocasiones del pecado.-Prrecin. • gere, & calcea te 'caligas tuas. O Santo Anjel piadosísimo, interesado en mi verdadero bien, no solo me persuadis el horror á la culpa, sino que apartais todas las ocasiones que me pueden precipitar en ella, procurando que no queden mis vestidos en la cárcel de este mundo, mi lecho en la piscina del vicio; ni la mas pequei'ia prenda en este Egipto, para que no haga memoria de él, y pretenda volver á su comercio. Mil veces me han vuel to al pecado las ocasiones peligrosas. Aunque yo me asustaba de él, cuando oía la voz de Dios por vuestra inspiracion, ó por la predicacion de sus Ministros, así como la ave se separa del nido al ruido 22 de la piedra que le disparan; pero la r uerza de las inclinaciones, y mi ralta de resolucion me volvían al antiguo estado:. no obstante esto, como Médico que obra por pura caridad, no os habeis enojado con este enfermo rebelde y frenético que os injuriaba, que despreciaba vuestros consejos y remedios, que tenía en poco vuestra di~nidad; ántes excitado de la compasion á. la vista de mi peligro, habeis velado con mayor soli citud, si lo puedo decir así, por darme la sal ud, y asegurarme en ella; y conociendo mi debilidad natural, y ha. cie ndo ' la voluntad del Altísimo, quitais las piedras que ~e hallan en el camino de esta vida, los escánda los, los lazos de qu e está lleno el mundo ó los ocultais como la madre esconde el cuchi llo, para que no lo "ea elniun, y quiera tomarlo para su da no. ti De cuánt05 beneficios de este jénero os 50y deudor sin conocerlo? ti Cuántas ve ce~ habeis quebrado el lazo en que iba á caer, y he quedado li bre? ¿ Cuántas me habeis retirado de una conversacion con que hubiera manchado mi conciencia, de una companía en que hubiera perdido este tesoro que traigo en vaso frajil. y que debo conservar á todo costo? ¿ Cuántas veces habeis impedido el mal que iba á cometer, , - ~J "---------- • .' Y me habeis ensenado 6. despreciar los preceptos hu manos, á no hacer caso sino de lo que Dios me manda, y á volver á mi prójimo bien por mal? Continuad estos jeneroso~ oficios, Anje! mío: Vos sois el tutor de este huérfano: yo os ofrezco un amor respetuoso, y una obediencia puntual, para corresponder á vuestro cllidado, y para qu e ten gan efecto vuestras piadosas dil ijencias; instruid mi ignorancin, confortad mi debilidad, avisadme los p~li­ gros, para que sean rectos mis pasos en es ta vida, y alabe con vos á mi Criador en la Gloria, y alcanzadme del mismo la gracia que pido en esta Novena. - AxE I\'. DIA SEPTIMO. Alienta al progr(so en las v irtudes.-Seq nere me. o Santo Anjel, fuego a brasa,lor, que procediendo de la caridad inereada, deseais comunicar este mismo fuego a mi corazon, para que siga con alegría el verdadero camino, alentándome con aquellas palabras que oyó Elías cuando se le mandó seguir sus jornadas hasta el monte de Dios, y Gedeon para pelear contra !\iadian. Vos me decis que os siga, y si me causa h"r- j 24 ror el camino, si hallo dificultades que me espantan como ' el monstruo marino á Tobía~, "os me confortais y aliviais con u na dulzura espiritual, que todo lo hace suave; ya me exortais a resisti r al eroemigo, que se opone á los . progresos del edificio místico que debo levantar en mi r.orazon. pasando de una virtud á otra con la bendicion de mi Dios; ya me propolÍeis el aprovechamiento de otras almas, <¡ue siendo mas d elicadas, ménos favorecidas, y en situ3ci un mEn os proporcionada que la mía para la virtud, la practicaron exactamente, é hi cieron su carrera; ya m e mostrais la suav idad del yugo d e Dios, cuya carga es peso puesto sobre la ~ ru ed as de su gracia que se ll eva con facilidad; ya me haceis ver <¡ue la virtud, á difere nc ia del vicio, aunque tenga en el principio ;lIguna esperanza, en el fin es suav ísima y amabilísima, y <¡uc el gozo de recojer. copiosos frutos, re co mpensa superabundantementc la fati ga con <¡u e se sembró, ' ufri endo vie ntos, lluvias y escarchas...\ sí dil atais mi corazon ' para que corra coma David el camino de los mandamientos de Dios; y ¿ cómo no seré yo fiel e:1 seguir vuestros avisos? Las veces que os h ~beis d ejado yer de los ojos m orta les ha 25 , roido en la forma de un jóven, y en el traje de caminante, para enseriarme qu~ la renovacion d e mi juventud, á que me exortais, consiste en los repetid os deseos de serv ir á Di os con mas fervor, en reparar cada dia las fu erzas del alma con nuev o~ afectos y te stimon ios de amor á mi Criador, en quebra ntar mi am or propio hasta en las ('osas ma3 peque iías, en decirme á mi mismo todos Tos dia s; Nada h e hecho hasta aquÍ, hoy comienzo á se r"ir á mi Dios; y ¿ qu é p rogr e~o no han hecho en las virtudes muchas almas con esta consi· deracion? Yo quiero seguir ~IIS pasos y vuestras exortaciones inter io res, aborre· c iendo la ociosidad, amando el trabajo , buscan do en todo i mi Dios, r sigu iendo el camino que me in spiraís, sin que me merezca atencion alguna ni la multitud, (¡ue regular mente yerra el camino, lIi la re laj ac ion que sigue las leyes de la pasicn. Asistidme para ejecutar lo que prometo; y alcanzad me el fa\'or que solicito, especial. mente en esta Novena, para honra y g loria de Di os, y bien de mi alma.-AME:;'. DIA OC· 26 DIA OC TA VO . D ehilita las fuerzas de la tenl acia n-T ran se- unte s aute m prim am, lit secu nca m cus todiam . O San to Anj el, mefensor valeroso de mi alma, ¿ quié n pod rá con tar vue stra viji· lanc ia contr:l mis ene mig os invi sibl es? Des de que Lúc ifer , y los Anj eles apó stata5 fueron arrojado del Paraiso, y prec ipita dos en el Infierno, no hay med io, ni artificio de que no se valgan para hac erno s part icip ante s de su eter na desdicha. Des de la cun a nos arm a lazo s; los peli gro s nacen con nosotros mismos. ¿ A cuá ntos he estado yo esp ues to ánte s de de senv olverse el uso de mi razo n? La vijilancia de mis pad res era muy limi tada para prevenirlos todos, si vos no de sviarais los perniciosos intentos de'los esp íritu s malignos , siempre inclinados á mi ruin a; y des pue s que fuí crecido, ¿ qué serí a de mí, si tiado de tan crueles enemigos que me inspiran un amo r deso rden ado á los bien es de la tierra, que me tientan por la gula , q ue me corr omp en por la imp urez a, que de rraman en mi alma la pon zoii a de una mortal envidia, que para este fin obs erva n mis hum ores , exa min an mi s ocupacirmes , 27 y cuidados, sondean mis movimientos v , • \ • afectos mas secretos-¿ qué sería de mí, si vuestra bondad no contrastára su crueldad y su fmor? Vos sois el enviado de Dios para rodear, auxiliar y defender las ~Imas que le temen, como dijo David; él que defendió por vuestros companeros á Moyses, i Elías y á los tres jóvenes hebreos; él que defendió á Judith en medio de un ejército pagano, á Ines de la violencia, á Cecilia de la infidelidad, y á Tobías de los peligros de un largo viaje, me defienrle por vuestra custodia de los insultos de mis enemigos: Vos no dormis en esta batalla, peleais como solelado valeroso, y custodio de Israél, desarmais el furor de mi adversario, y voheis contra él mismo sus Hechas. Yo confi eso. lleno de dolor, que he dopmido en medio del riesgo, que he abandonado el sitio en que me mandabais estar, que he atado vuestras manos, y me he entregado en las de mis enemigos, y así he esperimentado y sentido todos los trabajos de un infame y duro cautiverio; pero ya lloro las ofensas que c:ometí contr,\ mi Dios, desertando de su amabilísima companía, y haciendo infrutuosos vuestros tiernos cuidados, confieso que erré corno la ove'a, ue apartándose del rebaño, yá 28 a perecer; buscadla V05 como pas tor carllativo, )'0 prometo no separarme en ade lante de vuestro lado, en todas mis tentaciones, peligros y adversidades, implo· raré vuestra proteccion: alumbradme, alen· tadme, asistidme, sal vadme porque perezco; y conducido por vnestra mano serviré á mi Dios en esta vida, para ocupar en la otra una de aquellas sillas, de que se 1icieron indignos los Anjeles rebeldes; vos deseais esto con una santa impaciencia, y que alabando al SeÍlor para siempre, merezca por \'tlestra intercesion la gracia <]ue pido todos los dias en esta Noven:l. A~!f:N . DIA NONO. COllllucc á la BienaVC/lturan:::a.-Venerunt ad portam ferream, qu re ducit ad civitat~m, qu a: ultra aparta est eis. O Santo Anjel, companero inseparable del alma, que os encargó el Altísimo hasta presentarla en sus divinas manos, vos ha· beis de s;¡car la mía por la puerta de la muerte, y por la calle del juicio particular :i Jerusal en celestial, y á la libertad segura. En aquellos críticos momentos, cuando mis enemigos emplearln contr:\ mi todo , 29 su furor, porque se les acaba el tiempo ; son superiores vuestras fuerzas á Sl1 ::rroganci~, vos los arrojareis de mi habitacion, y quedareis en ella para guardarme en paz. En aquella última hora, cua ndo se retira el mundo, cuando se _ alejan los parientes, cuando acaban los amigos, cuando todo se desvanece como el humo, cuando me dejan solo en mí lecho de polar; vos lleno de carid ad no os separais de mí, me asistis, me hablais con nueva fu erza al corazon, me insp irais la repeticion de los actos de las virtudes teolol!ales, me excitais dolor de mis culpas, aiéntais mi co nfianza, me exortais á repetir fas dulcísim os nom bres de Jesus y María, á adorar mi Salvador crucificado, i esconderme en sus ll agas , y adorar su .prec iosísima sangre, á pedirle muchas veces misericordia: vos me llamareis y yo responderé, alargareis vuestra mano al alma que os sigui6, se abrirán las puertas de esta cárcel, y yo iré con vos á la casa de mi Dios, como L ázaro fue:! al seno d e Abrahum, y tantos otros siervos del Senor han id o á - su presencia conducidos por vuestra mano, co mo el jóven T obías volvió con sanidad á la casa de su padre de un "iaje tan largo y peligroso; vos babeis 30 asistido á mi alma, la habeis guardado cuando iba, cuando volvía, cuando estaba entre los escollos del mundo, y no habeis permitido que se manchase, ó la habeis convidado á purificarse en las saludables aguas de la penitencia: ahora conozco con toda claridad que Dios envió su Anje! para librarme de los peligros, y ponerme en salvo; y j cuánto gozo para vos, Anjel ~lorioso! Ya habéis cumplido el designio del Altísimo, que os envió para guardarme en esta peregrinacion, y volverme al lugar . que me tenia preparado. Ya estamos en él; alegraos de ver bien logrados vuestros cuidados; alegraos por Dios que me alJla, y me crió á su, imájen; por Jesucristo, que me compro con su sangre; por vos mismo, porque se aumenta vuestro número. H aced, Custodio mío, que tengan efecto todas estas palabras que habeis puesto en mi corazon y en mis lábios; y para que sea así, alcanzadme todo lo que quiere mi Dios, lo que vos deseai s, y lo que me importa; una pronta. obediencia á, vuestra . voz, una reverencia contmua a vuestra presencia, una imitacion fervorosa de las virtudes que mas amais; con la gracia particular que pido en esta Novena, para que sirva á Dios con fidelidad en esta vida. 3l y le bcudiga y alabe para siempre en la Bienaventuranza.-AMEN. • • GO. 32 • I GOZOS. • -_0_CORO. Hoy gozosa el alma mía, Anjel puro, á tí humillada , Dulces himnos de alegría En tu honor repetirá. En la triste cárcel dura, Donde el alma sufre tanto, Sin amparo, mal segura, Combatida, y sola está; :Mas por ti, del ciego encanto En que yace, alivio espera, y por tí su pena y llanto Fin dichoso hallar podrá. , Hoy gozosa, &c. ~ • 3 - Nace el hombre, y combatido, En sangrienta lid dudosa: , El Averno enfurecido Su poder apresta yá; Tú, con mano poderosa, Le liberta de su furia, El con planta temerosa Su peligro huyendo vá. Hoy gozosa, &e: .Mal conoce en COl'tos años La virtud el niño tierno, Del Infierno los engaños '- j Oh, qué mal evitará! • A su bien ó mal eterno Se encamina presuroso: Débil planta, que al gobierno Del cultor responderá. Hoy gozosa, &c • 3·' Oprimido siente y lloro., De fatigas rodeado: ¿Quién su clara alegre aUl'OJ'a A sus ojos volverá? Tú, Señor, que siempre al lado I.e acompªñas amol'OSO, Tú le amparas, y el cuitado, Corazon aliento dá, , Hoy gozosa, &c. Cuando siente el peso grave De la edad que vé cumplida, Cuando ya la frajil nave I.al'go rumbo acabara; j Cuál dolol' en tal partida Hallará de susto lleho! Si al pasar á eterna vida Recto Juez le aguarda yá, Hoy gozosa, &c. • • I ss Anjel bello! tú la muerte Tornarás descanso puro, De tu brazo siempre fue rte Vano impulso se opondrú. El al puerto mas seguro Llegará: si tu le guías, y el Drag an del seno obscuro Quebrantada j emirá. j \ I. 1 • , , H oy gozosa, &c.