Orando nuestras Despedidas Dios nos entiende y nos acepta en nuestra tristeza. En estos momentos nos dice: “Sigue creyendo en el verdor, en la primavera de tu corazón. Sé que parece que estoy lejano de ti pero estoy más cerca de ti que tu mismo aliento. En los días de angustia ven y siéntate conmigo junto al pozo que me quedaré contigo. En los días de desaliento, recuerda que deseo llenar tu vida de alegría. Volveré a ti nuevamente. En los días cuando sientas dolor que no se disipa dame tu dolor y confía que te rodeare con mi amor eterno. Recibe fortaleza y energía de mí, te sostendré en estos oscuros e invernales días Tomado del libro Praying Our Goodbyes © 1991 de Joyce Rupp y con permiso de Ave Maria Press. Todos sus derechos reservados. Recursos Compassionate Friends (Amigos compasivos) 614/882-8986 www.compassionatefriends.org Empty Arms Support Groups (Grupo de Apoyo Brazos Vacíos) Mt. Carmel Hospice 614/234-0265 or 614/234-0200 Sufriendo por la muerte de un niño www.mountcarmelhealth.com Seasons for Caring (Tiempos para Consolar) Children’s Hospital Education Bldg. 614/722-5250 www.nationwidechildrens.org Pregnacy/Infant Loss Group (Grupo de apoyo por pérdida o bebé) Riverside Hospice 614/566-5377 www.ohiohealth.com Parents of Murdered Children (Padres de niños asesinados) 614/267-4773 www.pomc.org Survivors of Suicide (SOS) (Supervivientes de suicidio) 614/279-9382 www.suicide.org Oficina de Matrimonio y Familia Diócesis de Columbus 197 East Gay Street Columbus, OH 43215 614/241-2560 Oficina de Matrimonio y Familia Diócesis de Columbus 8/2009 Sufriendo por la muerte de un niño La muerte de un niño a cualquier edad es una de las pérdidas más dolorosas que se puede experimentar. Esto no es como debería ser, va en contra del orden natural de las cosas, ya que se espera morir antes del hijo, especialmente cuando se ha tenido muchas esperanzas y sueños en el hijo y en uno mismo que ya no se harán realidad. Es por esta razón, que toma mucho tiempo el sobreponerse al sufrimiento por esta pérdida. Al principio se sentirá insensible y luego podrá experimentar un diluvio de emociones que lo pueden hacer sentir fuera de control, pero es importante aceptar todos estos sentimientos. Además de la inmensa tristeza, es normal sentir cólera, culpabilidad, o un gran vacío. Todos estos sentimientos son auténticos y normales; no hay sentimientos correctos o incorrectos. Otras personas que no han experimentado este tipo de pérdida pueden tener dificultad en entender la intensidad de sus emociones. Con el deseo de ayudar a aliviar su dolor, éstas pueden sin intención decir palabras que hieran. Esto sencillamente indica que no entienden. Otros se distanciaran de usted porque no saben qué decir. Es importante expresar sus emociones. Muchos necesitan hablar sobre su hijo y las circunstancias de su muerte. El compartir los recuerdos felices y tristes puede ser una manera de aliviar el dolor. Otros encontraran consuelo al escribir sobre sus experiencias, pensamientos y sentimientos. Algunos otros encuentran alivio al orar, mientras que otros encuentran dificultad al hacerlo porque están enojados con Dios o les parece alejado. Pero, es bueno decirle a Dios cómo siente uno. Cada persona sufre a su manera. La profundidad del dolor de la pérdida no es siempre visible, pero la falta de sensibilidad exterior no significa que no sé este sufriendo. Algunas personas se sienten temerosas de expresar su dolor porque se les ha dicho que deben ser fuertes o porque tienen temor de molestar a otros. Es importante dejar saber a la familia y a amigos lo que usted necesita. Con el tiempo descubrirá lo que le da consuelo. Rodearse de personas que no lo presionen para salir rápidamente del proceso de sufrimiento, sino que le brinden su apoyo. Muchos descubren que un grupo de apoyo es un recurso valioso, ya que proporciona un lugar seguro para discutir sus sentimientos con otros que lo entiendan. Durante este proceso de sufrir por la muerte de su hijo, buscar ocasiones para recordar y honorar a la vida de éste, como por ejemplo, encender una cirio o plantar un árbol en memoria de su hijo. La familia y amigos pueden reunirse en días festivos o en el cumpleaños del niño para compartir recuerdos. Use símbolos que tengan significado para usted y la familia, éstos indicaran que su relación con su hijo ha cambiado, pero no ha terminado. Sea paciente contigo mismo. Encontraras el camino para sobreponerte a la intensidad del profundo dolor inicial, y descubrirás con el tiempo que sufrirás con menos frecuencia de esas oleadas de extremo dolor y tristeza. Observaras que habrá ocasiones cuando esos fuertes sentimientos regresan trayendo recuerdos, especialmente en días de fiesta o en días especiales. Darse cuenta que sentir alegría o alegría no significa que se haya olvidado a su hijo o que se le quiera menos. A pesar que se haya cambiado por siempre por esta experiencia, Dios le dará fortaleza para sobreponerse y disfrutar nuevamente de las cosas buenas que quedan en su vida. “Si he de llevar este manto de dolor, que sea confeccionado con tela de amor y tejido con el fino hilo de la memoria”. Extraido del libro Safe Passage de Molly Fumia