EL DÍA, domingo, 21 de diciembre de 2014 p1 LA REAL ACADEMIA de del domingo Medicina de Santa Cruz de Tenerife, sus presidentes y su aportación a la divulgación del conocimiento. 6/7 revista semanal de EL DÍA LA MONTAÑA DE TINDAYA De la realidad indígena a la movilización social L a montaña de Tindaya (La Oliva, Fuerteventura) es única en las Islas Canarias por sus valores geológicos, medioambientales y arqueológicos, que la hacen merecedora de ostentar: a) la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC), máxima figura de protección y de reconocimiento que concede la Ley 16/85 de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español (LPHE), así como el artículo 62.2.a) de la Ley 4/1999, de 15 de marzo, de Patrimonio Histórico de Canarias (LPHC); b) la categoría de Monumento Natural, otorgada por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre de Espacios Naturales de Canarias, así como c) las categorías de Área de Sensibilidad Ecológica y Zona de Especial Protección para las aves. Tindaya constituye, sin duda alguna, uno de los espacios naturales de Canarias con mayores niveles de protección. Sin embargo, estas categorías no han impedido que la integridad de la montaña y de sus valores se haya puesto en entredicho a raíz de la intención de llevarse a cabo en ella, desde el año 1994, un proyecto artístico diseñado por el reconocido escultor vasco Eduardo Chillida (1924-2002). El año 1977 marcó el punto de partida en el estudio de las manifestaciones rupestres de Fuerteventura, al darse a conocer el yacimiento arqueológico rupestre más importante de la isla: la montaña de Tindaya, un pitón traquítico cuya cima está a 400 m de altitud. Su posterior estudio por Mauro Hernández Pérez y Dimas Martín Socas, en 1980, influenció de forma decisiva los posteriores descubrimientos en la isla, pues hasta ese momento no se conocían las manifestaciones rupestres en Fuerteventura. Es decir, la divulgación científica de Tindaya pronto se convirtió en un referente del conocimiento del mundo rupestre en Fuerteventura. Los valores arqueológicos de Tindaya se concretan en un conjunto de grabados rupestres podomorfos, es decir, de siluetas de pies humanos en los que aparecen bien representados los aspectos anatómicos, junto a otras muchas figuras geométricas que en apariencia son sólo motivos rectangulares, pero que en el fondo son también representaciones de podomorfos, sólo que más esquemáticas. Tindaya, además, es la mayor estación rupestre de podomorfos de Canarias, pues en ella se han documentado algo más de 300 siluetas de pies. Todos estos grabados, con claros paralelos en el Norte de África (Sáhara Occidental, Atlas marroquí o Tassili Nager, en Argelia), están ejecutados mediante las técnicas de picado, en unos casos, y de incisión en otros casos, y se sitúan en las cotas altas y medias de la montaña. El carácter sagrado de la montaña se puede establecer también por la comparación con sitios similares documentados en el Norte de África, por ejemplo en el Atlas. En el ámbito amazigh norteafricano, los grabados podomorfos y los lugares donde éstos se encuentran poseen un amplio sentido mágico. Los grabados de pies sirven para sacralizar los espacios, de tal forma que lo sagrado no son los grabados, sino el propio espacio. Los podomorfos se han relacionado con el sentido de toma de posesión, de purificación en lugares de paso, o con lugares donde se impartía justicia. Asimismo, también se han relacionado con la veneración hacia divinidades, espíritus o genios inmateriales –los “Invisibles” –, que escogen como lugar de Texto: A. José Farrujia de la Rosa fijación la cima de determinadas montañas, las fuentes naturales o determinados árboles, que quedan consagrados como santuarios donde se les rinde culto, en solicitud de lluvias, tierras fértiles y ganado abundante. Los estudios astronómicos han establecido orientaciones de los grabados de Tindaya hacia determinados hitos orográficos (el Teide o la isla de Gran Canaria), así como hacia eventos astronómicossignificativos(solsticios,lunasticios, posiciones de algunas estrellas y constelaciones), de los que se han derivado posibles vínculos con cultos astrales. En Tindaya se localizan, además, diversas estructuras tumulares funerarias, aún no excavadas, y un registro arqueológico que se localiza en la misma zona alta y media, y en diversos yacimientos arqueológicos de la base, donde se han documentado en superficie piezas de cerámicas, fragmentos de ídolos cerámicos y un sin fin de piezas líticas, material malacológico, etc. De entre los yacimientos arqueológicos de la base de la montaña merece ser destacado la Majada de los Negrines, en la cara norte, que se caracteriza por conservar diversas estructuras habitacionales de piedra seca, dos de considerables dimensiones, con planta de tendencia oval, construidas con piedras hincadas. Tindaya, además, fue escenario de celebraciones de juegos, bailes y sucesos inexplicables, según queda recogido en la tradición oral o etnográfica, lo que explicaría la confluencia de las antiguas tradiciones indígenas con las leyendas de los habitantes de la isla en la etapa colonial. En este sentido, en las inmediaciones de Tindaya se localiza la Cueva del Bailadero de Las Brujas, donde la tradición oral señala que mujeres y hombres iban a realizar juegos; o la Cueva del Bailadero de Los Pastores, a la que acudían las niñas y niños del pueblo a aprender a bailar. De todos estos valores culturales aquí expuestos sólo están expresamente protegidos los grabados podomorfos, al estar reconocidos como Bien de Interés Cultural por el art. 40.2 de la LPHE. Los valores naturales, por los que posee la categoría de Monumento Natural, residen, además de en su belleza y estructura geomorfológica, en la presencia de un endemismo, la Caralluma burchardii, protegida por la normativa regional. Asimismo, Tindaya posee también interés minero, que se deriva directamente de su principal valor natural o geológico: la traquita. Existen en la montaña varias canteras, actualmente paralizadas, que explotaban ese material para destinarlo preferentemente a la ornamentación de las fachadas de edificios. En el año 1985, el escultor Eduardo Chillida reveló en una entrevista que estaba pensando en realizar un monumento en el interior de una montaña real. Casi una década después, tras buscar por distintas partes del planeta y descartar parajes en Finlandia, Suiza y Sicilia, Chillida escogió la montaña de Tindaya para llevar a cabo su proyecto, el Monumento a la tolerancia, que contó desde el principio con el respaldo del Gobierno de Canarias, que compró por cinco millones de euros a la empresa Cabo Verde S.A. los derechos que ésta ostentaba para la explotación de una mina dentro la montaña. El proyecto de Chillida persigue vaciar la montaña para crear una gran cámara central, de forma cúbica, de unos 50 m de lado. A ella se accedería por un p2 domingo, 21 de diciembre de 2014, EL DÍA EN PORTADA pasillo de entrada, de entre 70-80 m de alto y 15 m de ancho, y en la parte superior del cubo se colocarían dos embocaduras, de unos 25 m de largo, contando desde la parte superior de la cámara hasta una cota próxima a la cima de la montaña. Definidas como las Embocaduras del Sol y la Luna, servirían para iluminar con luz natural, a travésdeellas,lacámaracentral.Estasembocaduras irían encajadas en las esquinas superiores opuestas a la entrada y aflorarían en la superficie de la montaña, una en la vertiente norte y otra en la sur. La idea de Chillida es que Fuerteventura contara, para siempre, con una obra artística de categoría internacional que entroncara al hombre con elementos de la naturaleza como el Sol, la Luna y el mar. El proyecto nació de un verso (“lo profundo es el aire”) de “Cántico”, de Jorge Guillén, y de una visión del propio escultor de una montaña despojada de su interior para que el espacio entrara en ella, un homenaje a la pequeñez que nos une a todos los hombres, un monumento a la tolerancia y una obra para el pueblo canario. Con la materialización de este proyecto, y según la postura defendida por el Gobierno de Canarias, Fuerteventura tendría un atractivo cultural que enriquecería a la propia isla y al Archipiélago Canario, pues el monumento se convertiría en un polo de atracción que se sumaría a los ya existentes en Fuerteventura, una de las islas de mayor proyección turística en la actualidad. En base a estos argumentos, el 24 de mayo de 1996 el Consejo de Gobierno de Canarias declaró de “Interés para Canarias” el proyecto de Eduardo Chillida en la montaña de Tindaya en base a: a) su valor artístico, por tratarse de una obra de culminación en la carrera de Eduardo Chillida, considerado internacionalmente como uno de los escultores más importantes del mundo; b) su valor turístico, porque la existencia de una escultura monumental de estas características en el entorno de un importante destino internacional como es Canarias sirve de elemento dinamizador de un tipo de turismo muy importante para el archipiélago; c) su valor social, porque el polo de desarrollo que supondrá la realización del monumento dentro de un entorno protegido beneficiará socioeconómicamente a las localidades de su alrededor, promoviendo la creación de servicios y generando empleo; y d) por su valor ecológico, porque la realización de la escultura supone una solución de punto final para las extracciones superficiales (canteras) que desde hace largos años han venido desarrollando una actividad legal y autorizada, pero que iba en detrimento de un entorno natural ahora protegido. En 1996 se creó la Comisión de Estudio de la Montaña de Tindaya, a instancias del Cabildo Insular de Fuerteventura, e integrada por expertos en arqueología y derecho. En opinión de la comisión, la montaña, ya declarada Monumento Natural y BIC, no era compatible con el proyecto artístico de Chillida. Tan sólo un año después, en Podomorfos grabados en la superficie de la montaña. 1997, el fiscal anticorrupción investigó supuestas irregularidades en la compra de la mina. Chillida, por su parte, anunció el abandono del proyecto, debido a las protestas de arqueólogos, geólogos y grupos ecologistas. En 1997, sin embargo, el Gobierno de Canarias lanzó un concurso internacional para la construcción del monumento y en 1998 adjudicó las obras. Incluso tras la muerte de Chillida, en el año 2002, el Gobierno de Canarias expresó su firme voluntad de llevar a cabo el monumento, cuyas obras comenzarían en febrero de 2009, si bien en el año 2008 un informe del Defensor del Pueblo cuestionó el valor del proyecto y puso en entredicho el estudio geotécnico llevado a cabo por la empresa constructora. Tan sólo dos años después, en 2010, el Defensor del Pueblo abogó por la necesidad de frenar el proyecto Tindaya, que aún no ha sido desestimado por el Gobierno de Canarias, pues el pasado 13 de noviembre de 2014, el Gobierno procedió a la delimitación de la zona arqueológica de los grabados rupestres de la montaña (decreto 108/2014, de 13 de noviembre, por el que se declara la delimitación del Bien de Interés Cultural, con categoría de Zona Arqueológica), tal y como establece la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias. Esta delimitación sólo protege el yacimiento rupestre de las cotas más altas de la montaña, pero no los documentados a cotas inferiores, en las zonas medias y en la base de la montaña. Con esta medida, por consiguiente, se persigue que el uso de Tindaya sea compatible con otro tipo de actividades, dándose así vía libre al proyecto de Chillida. El caso de la Montaña de Tindaya pone de manifiesto claramente cómo son los valores patrimoniales occidentales, de corte europeo, los que rigen la gestión del patrimonio arqueológico canario. Grabados rupestres, poblados, estructuras funerarias indígenas, etc. son vestigios patrimoniales que quedan relegados a un segundo plano ante el carácter monumental del proyecto de Chillida. Los criterios de “ordenación del territorio” están supeditados a la especulación, a la puesta en valor de un patrimonio elitista ex novo (representado por el proyecto Monumento a la tolerancia), que al plasmarse en Tindaya supone la infravaloración del propio legado indígena y, además, la alteración del entorno natural y la puesta en peligro de la integridad de los propios yacimientos arqueológicos de la montaña, como consecuencia de la intervención escultórica planificada en su interior. En este sentido, la obra escultórica, tal y como aparece descrita en el proyecto de Plan Especial de Protección, afecta, en la ejecución de uno de los túneles o respiraderos, a la zona donde se localizan los grabados y estructuras tumulares. Asimismo, el caso Tindaya pone de manifiesto cómo la gestión del patrimonio por parte de los poderes públicos canarios está claramente condicionada por el turismo, el principal sector económico de las Islas Canarias. En el caso de Fuerteventura, la isla ha pasado de depender exclusivamente del sector primario a configurar su economía, básicamente a partir de la década de 1960, alrededor del turismo, con la consiguiente sobreexplotación del medio (hoteles, urbanizaciones, carreteras, servicios complementarios...). Recibir más turistas y ampliar los beneficios económicos son las directrices de una política patrimonial que, en síntesis, supone el deterioro del legado indígena, la desprotección de un espacio que cuenta con protección legal y que fue considerado como sagrado por los antiguos pobladores de Fuerteventura. Los autores de los grabados de pies y estructuras tumulares eligieron Tindaya por el especial significado que la montaña tenía para ellos. La explotación turística, por tanto, no debe reducirse a los beneficios económicos, a la mayor oferta de infraestructuras; debe primar la ética asociada a la puesta en valor de los yacimientos, la sostenibilidad. Si el turismo no se gestiona con cuidado y de manera efectiva en las áreas que contienen materiales arqueológicos, los valores científicos e históricos se perderán irremediablemente. Por tanto, la Montaña de Tindaya debe preservarse tal y como la conocieron los indígenas de Fuerteventura. Si finalmente se autoriza el proyecto escultórico de Chillida (la actividad minera ya está paralizada), se alterarían las condiciones naturales de la montaña, se modificaría irremediablemente el objeto más importante y significativo de toda la Zona Arqueológica de Tindaya. Desde el punto de vista legal, en este sentido, la LPHE y la LPHC, en aras a lograr la correcta conservación de los bienes culturales, establecen una serie de prohibiciones absolutas o no autorizables, entre las que se encuentra el desplazamiento o remoción de todo Bien de Interés Cultural de naturaleza inmueble. La protección de la montaña de Tindaya, con sus valores geológicos, medioambientales y arqueológicos, ya representa un instrumento de promoción cultural mediante el conocimiento del legado indígena y, por tanto, constituye una oferta cultural basada en el estudio del pasado precolonial de la isla. El movimiento social por salvar Tindaya, activo desde la década de 1990, es un claro ejemplo de resistencia colectiva frente a las directrices patrimoniales del Gobierno de Canarias, que hace caso omiso a los valores de la montaña de Tindaya. Este movimiento de resistencia ha puesto de manifiesto que la actuación de la Administración Pública competente debe estar sujeta necesariamente a los principios legales anteriormente expuestos. Asimismo, evidencia que la ejecución del proyecto de Chillida no es compatible con la conservación de Tindaya, símbolo de la identidad de una comunidad y referencia de su historia. No en vano, el valor del patrimonio arqueológico es proporcional a la importancia que le concede la comunidad. Las más de 60.000 firmas recogidas desde el pasado 17 de noviembre de 2014 y hasta la fecha, en www.change.org/tindayanosetoca, para evitar el atentado patrimonial y medioambiental en Tindaya, son un claro ejemplo de cuál es el sentir popular hacia este icono del patrimonio canario, que debe ser protegido íntegramente, y no sólo en sus cotas más altas. Más información en: FARRUJIA DE LA ROSA, A. José: 2013. An archaeology of the margins. Colonialism, amazighity and heritage management in the Canary Islands. Multidisciplinary perspectives in archaeological heritage management. Springer. Nueva York. FARRUJIA DE LA ROSA, A. José: 2014. Ab initio. Análisis historiográfico y arqueológico sobre el primitivo poblamiento de Canarias (1342-1969). Nueva edición, revisada y ampliada. Prólogo de Jordi Estévez Escalera. Colección Thesaurus. Ediciones Idea. Santa Cruz de Tenerife. GIRÁLDEZ MACIÁ, Jesús: 2007. Tindaya: el poder contra el mito.Libre Ando ediciones. Zambra iniciativas sociales.Málaga. NAVARRO SEGURA, María Isabel: 2002. “La maldición de la pirámide. O la perversa traición al escultor Eduardo Chillida”. Basa, 27, pp. 112-133. Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias. PERERA BETANCOR, María Antonia: 1996. “La Montaña de Tindaya: valor natural, valor cultural. Análisis legal. VII Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote”. Cabildos de Lanzarote y Fuerteventura. Lanzarote. PERERA BETANCORT, María Antonia; Belmonte Avilés, Juan Antonio; Esteban, Carlos; Tejera Gaspar, Antonio: 1996. “Tindaya: un estudio arqueoastronómico de la sociedad prehispánica de Fuerteventura”. Tabona, pp. 165-196. TEJERA GASPAR, Antonio; Jiménez González, José Juan y Allen, Jonathan: 2008. Las manifestaciones artísticas prehispánicas y su huella. Historia Cultural del Arte en Canarias. Vol. I. Gobierno de Canarias. Santa Cruz de Tenerife. p3 EL DÍA, domingo, 21 de diciembre de 2014 HISTORIA Texto: Nicolás Pérez García E l Siglo de las Luces da muestras de su ilustración y aperturismo hacia las letras y las artes en las altas esferas del reino, y también comienzan a aflorar tintes políticos imprecisos que surgen de los cambios de pensamiento en la evolución natural de la sociedad. En un modesto lugar como Tacoronte es poco lo que trasciende y la actividad continúa al ritmo que marca la inercia de una población escasamente conectada con las urbes principales. Solo unos cuantos por mor de su cargo son los que tienen alguna relación con el cabildo de la ciudad (La Laguna), así como propietarios y familias de cierto rango, mientras la mayoría de los labradores trabajan las tierras a medias. La creación de la Real Academia de la Lengua, en 1713, no se conoce en Tacoronte, aunque al pueblo llegan otras noticias que tienen que ver con los impuestos que hay que pagar. En realidad, los 2.700 y tantos habitantes del lugar se ocupan de las sementeras y sus animales como medio para sobrevivir y subvenir lo perentorio de sus familias, y poco más, aunque lo cierto es que están medianamente instruidos en los asuntos esenciales a través de las visitas pastorales que suelen aparecer cada cinco años por estos lares. Los vicarios visitadores de la Diócesis de Canaria aportan determinadas noticias en sus exhortaciones, mandatos y cartas de visita, que viene a ser la norma por la que se guían los lugareños, primando, claro está, el aspecto religioso. En 1713 es alcalde de Tacoronte el capitán Luis de la Torre y Sánchez, perteneciente a una de las familias importantes del pueblo, que estaría en el cargo algo más de quince años. A nivel insular, la agricultura sufre quebraderos de cabeza a cuenta del decaimiento del vino debido a la competencia de Portugal tras su connivencia con Inglaterra desde décadas atrás. La crisis del vino malvasía afectaría sobremanera a otros pueblos del norte, en especial a Garachico y Puerto de Orotava, debido a su componente marítimo y portuario. En Tacoronte no se nota tanto el descalabro porque el viñedo ocupa un lugar secundario, siendo el trigo el principal cultivo, bien administrado por el Pósito, entidad que actúa como si fuera un ayuntamiento, figura municipal que no se conocería por aquí hasta la segunda mitad de este siglo XVIII. Los trigales se extienden por todo el término cuando tímidamente comienzan a introducirse algunos cultivos de papas y maíz, originarios del Perú y de México, respectivamente. Pasando unas cuantas décadas los tres productos serían esenciales en la economía doméstica. En 1713 –ni en muchos años adelante– no existe escuela en Tacoronte. Solo tienen acceso a la enseñanza, de forma privada, los eclesiásticos, milicianos y familias pudientes, de manera que los pocos que saben leer y escribir vienen a ser la “clase ilustrada” y por ende la voz cantante en las juntas y tomas de decisión de los asuntos vecinales, especialmente en lo que concierne a la administración y manejo del Pósito y al desen- TACORONTE NOTICIAS DEL SIGLO XVIII (III) volvimiento de la parroquia y otras cuestiones. Sin embargo se detecta que ciertos vecinos analfabetos se preocupan de aprender a plasmar su nombre para firmar un documento. En otro aspecto, si la Real Academia de la Lengua propugna cultivar y fijar la pureza y elegancia de la lengua, predicado con el que nace, muy poco o nada se aprecia en aquellos escribanos y fieles de fechos en los documentos que suscriben, que hacen gala de una forma particular de escribir y redactar, cada uno innovando a su manera con la introducción arbitraria de vocablos y expresiones que mayormente copian de otros. No obstante, tal forma de manejar la lengua no deja de ser un rasgo de identidad de aquel tiempo pasado. A modo de ejemplo, el siguiente texto en una carta de visita de un mandatario episcopal redactada por su secretario: «En el lugar de tacoronte en treçe de octte de mill settºs. y treçe añs su Mrd el sr. Dor don Luis Manrrique Truxº de Vergª. Canº. de la stª. Ygleçia Cathedral deestas Yslas Vissºr de este partido sedevacante, estando en stª. y genl Visstª. en este lugar, en vista deeste libro de mandatos de los Sres. Prelados y Vissres sus antecesores = mando se guarden y observen y lleven a devido efectto segun y debajo delas penas [bajo las penas] y apersevimtºs. q en ellas se conttienen, y segun y como si pr. su m^rd fuesen mandados; y assimesmo las Comiciones dadas al Vene. Cura Bdº. corran en lo de adelante como hasta aqui y expeçialmte. las de resevir qtªs. alos maymos. de cofradias cada vez y quando convenga, y reeligirlos maymos. o nombrarlos de nuevo, y a q las personas qe pagan memªs decuadrantes y ttributtos de fabrica [de la iglesia], hagan reconosimtºs pr. ante Ssnº. pucº. = y para q el Vene. Cura Bdº. recoja la llave dela hermita desn Juº y la de [dé] a la persª. desu satisfazon. q cuide de ella, y no consientta se diga missa en dha hermita, noche de Navd. ni otras sino [si no] fuere de dia a oras competentes ni q enella se hagan practicas ni sermones sin lissª. de dho Vene Cura Bdº. que para todo seleda dha Comºn. con la facultad de ligr y absolver y assi lo proveyo mdº. y firmò =. D. Luis Manrique Truxº. de Vergara. Antemi Joseph […] de Albornoz, nottº. pucº. y de Visstª». Traducción de vocablos: octte, octubre. Mrd, m^rd, merced.Truxº,Trujillo.canº,canónigo.Vissºr, Vissres, visitador-es. genl, general. Vene, venerable. Bdº, Beneficiado (párroco). qtªs, cuentas. maymos, mayordomos. memªs, memorias. Ssnº pucº, escribano público. desn Juº, de san Juan. persª, persona. lissª, licencia. Comºn, comisión. ligr, ligar. mdº, mandó. Nottº, notario. Llama la atención el relato que aparece en un libro del Pósito con fecha 17 de diciembre de 1713. Refiere que un coronel de Infantería participa al corregidor de Tenerife y La Palma una carta-orden Tacoronte siempre tuvo en el campo su principal sustento. del presidente de la Real Audiencia de Canarias, en la que se inserta otra del rey de España, solicitando voluntariamente un donativo para acudir a las urgencias que han motivado los naturales del Principado de Cataluña, “principalmente los de la ciudad de Barcelona por su rebeldía”. Ante lo que consideran importante petición, el alcalde, administradores del Pósito y vecinos significados del lugar, reunidos en junta acuerdan unánimes servir la solicitud de Su Majestad con 4.000 reales, que hacen 400 escudos de plata. Es cantidad que equivale a unas 225 fanegas de trigo, ganancia aproximada de un año normal. El trigo se ha de entregar a panaderas para amasar y luego a las “vendederas” para venderlo al costo, sin sobreprecio a tenor de lo que se trata. Se da prioridad a la venta de dicho trigo y quedan encargados del asunto los capitanes Juan de la Torre y Bartolomé García Guerrico, para que tengan dicha cantidad a disposición del mencionado coronel y que siga su destino. El 25 de junio de 1717 nace en Tacoronte José Antonio Fernández de OcampoyLugo,hijodelescribanopúblico Pedro Fernández de Ocampo y Lugo y de Mariana Perera Delgado, bautizado el 4 de julio siguiente por el párroco de Santa Catalina Pedro de la Torre, apadrinado por el presbítero Juan Pérez de los Santos. Fernández de Ocampo fue ordenado sacerdote, aprendió leyes en Sevilla y obtuvo el título de abogado de los Realejos Consejos, y regentó la parroquia de Santa Catalina durante cuarenta años. Su biografía es muy interesante por el ejercicio de su cargo eclesiástico, por la defensa de su tierra natal, por favorecer en mucho al templo matriz y por las muestras de carácter y tenacidad que detentó en su vida. Resulta difícil encontrar otro tacorontero que le iguale en méritos Otro vecino contemporáneo importante de este lugar es el capitán Juan Díaz Gómez, calificado y alguacil mayor del Santo Oficio. Costeó la ermita de La Caridad, de la cual fue patrono, derecho que le concedió el obispo Lucas Conejero de Molina. Estos datos figuran en 1719, estimándose que la ermita pudo haber sido construida en el primer decenio de este siglo XVIII. Sus descendientes siguieron tal ejemplo de ciudadanía. Entre los años 1720 a 1723 se produce una situación conflictiva en el pueblo. Peste y hambre se apoderan de la situación, un tiempo nefasto y triste que sería recordado en todo el siglo debido a sus fatales consecuencias. Plagas de langosta, temporales y otras calamidades arruinan la economía de muchas comarcas. El temporal de 1722 había dañado seriamente la iglesia de Santa Catalina, en la que se gastaron 1.080 reales en 11.250 tejas, 106 fanegas de cal más el costo de peones, oficiales y acarreos. De este tiempo es el púlpito, que se hizo con un costo de 830 reales y de otros 1.776 para dorarlo, y un tenebrario que se trajo de la ciudad (La Laguna). El espaldar del púlpito costó 20 reales. El 25 de octubre de 1726 visita Tacoronte el obispo Félix Bernui Zapata y Mendoza, cuya estancia duró hasta el primerodenoviembre.Revisótododeforma minuciosa. Había dos sagrarios, la imagen de Santa Catalina era de piedra, y sus atributos estaban en la sacristía: corona sobredorada, anillo de oro, palma, espada y rueda plateada por un lado. En las naves ocho confesionarios con rejilla de hojalata, una matraca para los oficios de Semana Santa, un órgano portátil con tribuna, siete aras para celebrar y en la torre dos campanas. «[…] y despues se bistiò con Capa plubial morada, y se hizo la Procession de Defuntos hasta el Cementerio […]». El invocado cementerio era un osario situado en un hueco de una pared lateral. «[...] y volviendo ala Yglessia por donde se avia ydo, y mudandose la Capa morada, y puestose la blanca abriò el Sagrario del Altar mar [mayor] y visitò el Ssmº Sacramento que estaba colocado en una Custodia de Plata sobre dorada, como detres cuartas de alto, y aviendola puesto sobre los corporales de dho Altar mar precedidas las Ceremonias êchò la bendiciòn ael Pueblo con la Custodia enlas manos; y encerrando â S. Mt. [Su Majestad] pasò ala Capilla Colateral del lado dela Epistola donde esta el Sagrario y Comulgatorio, y abriendolo se hallo un Copon grande de Plata dorado por dentro con algunas formas Consagradas, y asimismo sehallo una Cajita de plata con algunas formas consagradas para llevar el Viàtico â los enfermos […] y prosiguió la visita a el Batisterio, donde avia una Pila grande de marmol basto y dentro un Lebrillo con Agua preparada para los Baupmos. [Bautismos] y en un lado de la Cuadra avia una Alacena pequeña, que se abrio con una Llave […]» Son algunos detalles de la carta de visita redactada por el secretario de cámara, Juan Martín de Segovia, que para este menester acompañaba al obispo. Otros datos que constan en las cuentas revisadas: en el año se gasta ½ pipa de vino en las misas, 12 botijas de aceite, 30 reales se pagan al que alza los fuelles del órgano, 60 reales cobra cada monaguillo, 5 reales se dan al que lleva la cruz a Candelaria en su fiesta. p4 domingo, 21 de diciembre de 2014, EL DÍA EL DÍA, domingo, 21 de diciembre de 2014 p5 p6 domingo, 21 de diciembre de 2014, EL DÍA La Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife y los futuros retratos de sus presidentes Texto y Fotos: Ana María Díaz Pérez (Doctora en Historia del Arte, Catedrática de Historia [I.E:S.], Miembro del Instituto de Estudios Canarios, Miembro de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, Académica Correspondiente de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife, Académica Correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel de Santa Cruz de Tenerife.) L as raíces de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife brotaron en el Gabinete Instructivo (9 de mayo de 1869). Fue el célebre escritor veinteañero Elías Zerolo Herrera (Arrecife, 1848 - París, 1901) quien tuvo la brillante idea de crear ese foro de intelectuales en su domicilio; por aquel entonces (1868) la familia Zerolo Herrera habitaba en la calle de San José (actual Bethencourt Alfonso), nº 6, de la capital tinerfeña. Entre los socios del decimonónico marco cultural también se encontraban otros dos miembros de esta saga: sus hermanos, Tomás (Arrecife, 1850 – La Orotava, 1910), que en aquellos momentos, con 18 años de edad, era un excelente grabador en su taller, denominado La Italiana, instalado en la mencionada vivienda familiar, aunque luego ejercería la medicina en La Orotava, llegando a ser uno de los facultativos más afamados de su época, y Antonio (Arrecife 1854–La Laguna, 1923), aún un adolescente de 15 años y más tarde eximio poeta. No obstante, realmente se considera la primera sede social de aquel centro formativo un salón en el piso bajo de la vivienda –Nº 60-62– de Juan Pallasar, ubicada en la calle del Castillo, local que alquiló la institución año y medio después de que se fundara, en noviembre de 1870. Como dato anecdótico apuntamos que el alquiler mensual era de 160 reales. Pasado un sexenio, aquel punto de encuentro de jóvenes entregados al “estudio y discusión literaria y científica” se trasladó (1876) a la calle del Norte (actual Valentín Sanz), esquina a la del Adelantado, pero, hasta su definitiva desaparición, en 1901, el Gabinete se iba mermando a medida que fallecían los egregios componentes que lo habían instituido, unos cuarenta eruditos de las más diversas ideologías, aunque todos con “el afán de progreso” para su ciudad y absolutamente todos primaban “la defensa a ultranza” de su tierra “por encima de otros intereses”, lo que se traduce indiscutiblemente en una demostración de tolerancia. En lo referente a su último emplazamiento, se trata de un céntrico conjunto, totalmente restaurado, en el que se inte- gró el moderno edificio del hotel Príncipe Paz, establecimiento hotelero que, desde los antiguos balcones del primer piso de la que antaño fuera Casa Pallés, ofrece a sus clientes una panorámica de la bella plaza del Príncipe de Asturias, dedicada a Alfonso XII, un espacio que, de acuerdo con la renombrada catedrática de Historia del Arte de la ULL y extraordinaria investigadora María del Carmen Fraga González, “sigue siendo el mejor ejemplo de plaza del siglo XIX en Tenerife”. De esta bella construcción de dos plantas, proyectada por el arquitecto Manuel de Oráa y Arcocha (Burgos, 1822–S/C de Tenerife, 1889) dentro del clasicismo con atisbos eclécticos en algunos elementos, afortunadamente se conservan sus simétricas fachadas pétreas, de modo que el frontispicio presenta cuatro puertas en la planta baja y justo encima de ellas, en el piano nobile, tres balcones de hierro, el central con dos puertas, sobre los que aparecen medallones de los que asoman cabezas humanas, a los que sigue la cornisa, la cual da paso a balaustres alternando con tramos ciegos, rematados estos últimos con blancos jarrones pareados; a partir de ahí, al dar la vuelta a la esquina, A la izquierda, Elías Zerolo Herrera, pintado por Valentín Sanz Carta. A la derecha, Tomás Zerolo en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Madrid. en la fachada lateral continúan siete huecos en la parte baja e idéntico número de balcones en la superior, que otorgan a este paño de la obra una solución algo más sencilla, así que en total contamos 22 vanos, 14 en el lateral y 8 en el frente. Por venir al caso y con el deseo de rescatar nuestro patrimonio en la medida de lo posible, la placa original que identificaba a la construcción en la que estuvo ubicado el Gabinete Instructivo suma un hito más a las próximas actividades de indicación que llevará a cabo la Tertulia Amigos del 25 de Julio, al objeto de recordar la existencia de una institución privada que resultó irrepetible y que desarrolló una inconmensurable labor a favor de la ciudad y de la isla a lo largo de los treinta y un años que permaneció abierta y con entrada libre. Volviendo al tema que nos ocupa, en 1880 se creó como tal la Academia Médico Quirúrgica de Canarias, una institución sin pretensiones lucrativas y carente de cualquier tipo de adscripción religiosa o política, únicamente con la finalidad de reflexionar sobre las ciencias biomédicas, así como de difundir sus conclusiones. En 1909, cambió su nombre por el de Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. Distrito de Canarias, localizándose entonces en la vivienda de su primer presidente, Ángel María Izquierdo Rozo, en la calle del Tigre (hoy Villalba Hervás), nº 17 y 18, por lo que las reuniones se celebraban a puerta cerrada, desarrollándose las públicas en centros oficiales, esto es, en salones de la Diputación, Cabildo, Ayuntamiento, colegios, etc; con posterioridad pasó a la calle del Castillo, después al Edificio de la Dehesa, en la vía de San Francisco, nº 13, para volver de nuevo a la del Castillo, nº 22 (en aquellos momentos Alfonso XIII), mientras que en 1921 la hallamos en la del Doctor Comenge nº 32 (ahora San Francisco). Finalmente, casi cuarenta años más tarde (1959), se trasladó al edificio que alberga el Ilustre Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife (calle Horacio Nelson, nº 17), al que agradecemos la amable acogida. Y cuando en éste hubo la necesidad de llevar a cabo reformas se produjo una mudanza provisional al Colegio de Farmacéuticos (avenida Veinticinco de Julio, nº 24), al que también hacemos llegar nuestra gratitud, como ha sucedido en septiembre del año en curso, para, una vez concluidos los trabajos, regresar nuevamente a aquél, donde hoy continúa. No obstante, se está a la espera de conseguir una sede propia. En el seno académico, sus numerosos miembros llevan a cabo un voluminoso trabajo, ingente labor que encierra la peculiaridad de que tienen cabida las ciencias y las letras, pues su estructura está conformada, de un lado, por lecciones estrictamente científicas relativas a la medicina, farmacia, veterinaria, botánica, química, etc., que reciben la denominación de “sesiones literarias”; y, de otro lado, algunas de éstas están dedicadas a aspectos de historia, arte, literatura, etc., imbricados en aquellas disciplinas, dualidad que hace de la Academia una agrupación plural y variopinta. Para la divulgación de esos saberes se creó en 2013 un medio de propagación rápido y menos costoso, dada la delicada situación económica que atraviesa el país, que se ha materializado en una interesante revista electrónica de p7 EL DÍA, domingo, 21 de diciembre de 2014 periodicidad cuatrimestral, Ars Clinica Academica, inserta en su página web, a la que le imprimen categoría tanto el sencillo diseño de la portada como la organización establecida, habiéndose publicado el número 1 de su primer volumen en septiembre de 2013, mientras que en 2014 ya han salido a la luz los números 2 (febrero) y 3 (julio); el director de esta publicación es el actual presidente de la institución, el ginecólogo Javier Parache Hernández, en tanto que cuida de la redacción, con el rigor y la seriedad que lo caracterizan, José Nicolás Boada Juárez (Farmacología), a la vez que ocupa la Vicepresidencia de la Academia, sin pasar por alto al Comité Editorial, formado asimismo por conocidos profesionales. A saber: Manuel Antonio González de la Rosa (Oftalmología), Luis González Feria (Neurocirugía), Arturo Hardisson de la Torre (Farmacia y toxicología), Luis Hernández Nieto (Medicina interna y hematología clínica), Manuel Mas García (Fisiología) y Raúl Trujillo Armas ( Pediatría). A todo este quehacer de sus académicos se ha incorporado recientemente un novedoso apartado, previo al programa vespertino de cada martes y cuando la noticia lo requiere, denominado Flashes de Actualidad, consistente en exponer en tan solo cinco minutos avances que afloren en el ámbito de la biomedicina. Agilidad y concreción que ya han demostrado sus cuatro primeros comunicadores, la radióloga Mercedes Cruz Díaz, el pediatra Amado Zurita Molina y los ya mencionados Luis Hernández Nieto y José Nicolás Boada Juárez. Además, la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife tiene en su haber un libro acerca de su historia que aporta sustanciosa información por sus entusiastas autores, los académicos de número Francisco Toledo Trujillo, Alfonso Morales Morales (Farmacia), Juan Antonio Pino Capote (Anestesiología y Reanimación) y Antonio Burgos Ojeda (Medicina Preventiva y Salud Pública), y por el académico correspondiente Fidel Rodríguez Hernández, publicación que ofrece el extenso recorrido desde su creación hasta el año 2011. Esta acreditada sociedad ha contado con ocho presidentes, siendo el primero de ellos el ya mentado Ángel María Izquierdo Rozo (Cádiz, 1826–S/C de Tenerife, 1897), uno de los fundadores de la Academia Médico Quirúrgica y su primer presidente, el cual rigió los destinos de la misma a lo largo de una veintena (1880); en segundo lugar llevó las riendas de la noble Institución durante 18 años (1900) Eduardo Domínguez Alfonso (Arona, 1840– S/C de Tenerife, 1923), quien realizó en Tenerife, siempre con éxito, las primeras laparotomías antes de que se llevaran a cabo en el resto de España, siendo el pionero en practicar en Canarias la operación de ovariotomía y también el primero que presidió el Cabildo Insular de Tenerife; le siguió Diego Guigou y Costa (Puerto de la Orotava, hoy Puerto de la Cruz, 1861–1936), que la dirigió algo más de un cuarto de siglo (1918) y, además, fundó en 1901 en la capital tinerfeña el Hospital de Niños, llamado popularmente El Hospitalito, del que también fue su director, y asimismo uno de los promotores del Parque García Sanabria al apoyar la iniciativa del alcalde cuyos apellidos dieron nombre al santacrucero recinto de ocio; otros veinte años (1944) ocuparía la presidencia el especialista en dermatología Ángel Vinuesa Álvarez (S/C de Tenerife, 1900-1963), el cual instituyó la Escuela Provincial de Puericultura de Tenerife en 1943 y ejerció la Jefatura de Sanidad durante una treintena; mientras que la etapa más larga, veintiocho años (1992), estuvo dirigida por José Pérez y Pérez (Arafo 1909–S/C de Tenerife 2001), primer neurólogo de la Isla a quien se le debe la transformación del obsoleto Hospital Psiquiátrico, convirtiéndolo en uno de los primeros establecimientos del país en lo que al trato a este tipo de enfermos se refiere; mientras que en el periodo de menor duración, tan solo un año, fue capitaneada por Carlos Pinto Grote (La Laguna, 1923), sucediéndole Enrique González González (La Laguna, 19272011), médico y escritor que se mantuvo en el cargo catorce años (1993) y que practicó la radiología y anestesia por obligación, y la cardiología por vocación, trabajo que compartió con otra de sus grandes pasiones, la producción literaria. Por último, desde el 2007, está al frente de la centenaria Agrupación el antedicho Javier Parache Hernández, arropado por otros sobresalientes profesionales: secretario Antonio Burgos Ojeda, vicesecretario Amado Zurita Molina, tesorero Alfonso Morales Morales, bibliotecario Wolfredo Wildpret de la Torre, vocal 1º Alfonso Soriano Benítez de Lugo y vocal 2º Luis Hernández Nieto. De todos los que han manejado el timón de esta enorme nave, seis ya no están entre nosotros, a los que queremos agradecerles in memóriam su extraordinario legado, mas tenemos la dicha de que el Dr. Pinto Grote y el Dr. Parache Hernández aún aportarán a la Academia mucho de su buen hacer. De Carlos diremos que se le considera una rele- vante figura que ha elevado el pabellón canario a la máxima cota como psiquiatra y escritor, lo que le valió, en esta última parcela, la concesión del Premio Canarias de Literatura 1991. De Javier recordaremos que es todo un referente en la ginecología española, de tal forma que esta rama de la Medicina quedaría incompleta sin la inclusión de sus estudios, al tiempo que se muestra un presidente muy receptivo, sensato y prudente, que analiza y medita profundamente cualquier asunto antes de tomar una decisión, consecuencia de su experiencia profesional, pero fundamentalmente de su excelente formación personal. Como es habitual en toda asociación pública o privada, léase el Parlamento de Canarias o el Círculo de Amistad XII de Enero, por citar sendos ejemplos, una galería de pinturas exhibe cronológicamente los rostros de los que han sido sus dirigentes, de modo que se ha emprendido la tarea de perpetuar la imagen de los consecutivos presidentes de la Academia de Medicina mediante el retrato. Fue así que los dibujos de cada uno de estos ocho dirigentes están siendo realizados con la técnica del lápiz de grafito sobre papel Geler, pues según palabras de su autor Adrián Lucas Hernández, recién graduado en Bellas Artes, eligió este tipo de soporte por su superficie porosa capaz de retener gran cantidad de grafito. Este joven artista no ha podido comenzar con mejores perspectivas su andadura profesional, ya que su habilidad y cualidades en este campo del arte le han llevado a ejecutar esta tarea, su primer encargo, por lo que le auguramos un esperanzador futuro profesional, a pesar de que él confiesa que se ha dedicado más al cómic. Su obra, en esta ocasión, podría encuadrarse dentro del marco realista, pues incluye de manera muy acusada hasta el más mínimo detalle. Sirva de paradigma un simple vello, de tal manera que refleja la imagen del retratado fielmente, hasta el punto de que desde lejos no percibimos si nos estamos acercando a una creación artística o a una fotografía. Abrimos aquí un paréntesis para manifestar públicamente nuestras más Hotel Príncipe Paz, edificio donde estuvo el antiguo Gabinete Instructivo. efusivas gracias a las profesoras de la Facultad de Bellas Artes de la ULL y Académicas de la RACBA María Isabel Sánchez Bonilla y María Luisa Bajo Segura, por sus recomendaciones en este ámbito del arte. En definitiva, y para concluir, se trata de una institución con 134 años de antigüedad, compuesta actualmente por 34 académicos de número y numerosos correspondientes, abierta a la cultura, y, por consiguiente, a nuestra sociedad, en la que se entrelazan diferentes ramas del saber, vasta interdisciplinariedad que la lleva a cubrir un amplio espectro cultural, lo que la convierte en un escenario progresista capaz de adaptarse a los nuevos tiempos del siglo XXI sin despojarse de la inveterada tradición, seriedad y prestigio decimonónicos que la distinguen. En esa línea de progreso apuntamos que a partir de este año contará, además, con un dossier conformado a base de láminas que representan a sus sucesivos presidentes a lo largo de una loable trayectoria de más de cien años, escoltados por la relación nominal de todos los componentes de esta corporación, que se irá actualizando conforme pase del tiempo, y con el deseo de dar a conocer la fisonomía de la mentada pléyade de guías a todos los internautas, pues, una vez concluidos dichos retratos, permanecerán colgados, nunca mejor dicho, en la página web de esta Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. ARCHIVOS AMSCT: Censo de población de Santa Cruz de Tenerife. Barrio del Centro, calle de San José Nº 6, año 1868, folios 91 y 92. ARTÍCULOS DE PRENSA COLA BENÍTEZ, Luis: El Gabinete Instructivo de Santa Cruz de Tenerife (1869-1901), La Opinión, 5 de mayo de 2008. COLA BENÍTEZ, Luis: En recuerdo del Gabinete Instructivo (1869-1901). (Retales de la Historia - 142). La Opinión, 5 de enero de 2014. COLA BENÍTEZ, Luis: El baobab del callejón del Judío. (Retales de la Historia - 174). La Opinión, 17 de agosto de 2014. BIBLIOGRAFÍA -COLA BENÍTEZ, Luis: El Gabinete Instructivo de Santa Cruz de Tenerife (1869-1901). Excmo. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, 2001. -DARIAS PRÍNCIPE, Alberto: Santa Cruz de Tenerife. Ciudad, Arquitectura y Memoria Histórica 1500-1981. -DÍAZ PÉREZ, Ana María: La Saga Médica Zerolo. Ana María Díaz Pérez, S/C de Tenerife, 2008. -FRAGA GONZÁLEZ, María del Carmen: Plazas de Tenerife. CSIC, IEC, La Laguna. Tenerife, 1973. -FRAGA GONZÁLEZ, María del Carmen: El arquitecto Manuel de Oráa y Arcocha (1822-1889). IEC, La Laguna-Tenerife, 1999. -GONZÁLEZ GONZÁLEZ, Enrique y TOLEDO TRUJILLO, Francisco: Medicina y Literatura. Un eslabón indisoluble. Fundación Canaria Salud y Sanidad de Tenerife, 2008. -PÉREZ BARRIOS, Carmen Rosa: EDUARDO DOMÍNGUEZ ALFONSO. Un médico aronero en la vida insular (1840-1923). Tenerife, 2013. -TOLEDO TRUJILLO, Francisco; MORALES MORALES, Alfonso; PINO CAPOTE, Juan Antonio; BURGOS OJEDA, Antonio, y RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, Fidel: Historia de la Real Academia de Medicina de Santa Cruz de Tenerife. Real Academia de Medicina, Tenerife, 2014. -TOLEDO TRUJILLO, Manuel y TOLEDO TRUJILLO, Francisco: La cirugía del siglo XX en las Canarias Occidentales. Vivencias de sus protagonistas. Punto Rojo Libros, S.L., Sevilla, 2012. p8 domingo, 21 de diciembre de 2014, EL DÍA www.eldia.es/laprensa Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 959 BALCÓN DE VENEZUELA Navidad, fin de año, año nuevo, un nuevo reto a la prosperidad Los senderos iluminados de la ilusión Texto: Antonio Pedro Tejera Reyes (del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, OMT, de las Naciones Unidas. ONU) S i abrimos la página digital “www.hoteles.com” nos vamos a encontrar con la sorpresa de que las Islas Canarias han sido colocadas como uno de los diez mejores destinos del mundo para celebrar las fiestas navideñas y la entrada del Año Nuevo. No debe ser una casualidad que se coloquen en estas efemérides junto a Sidney, Nueva York, Berlín, Tokio, Pasadena, Río de Janeiro… “Algo tendrá el agua cuando la bendicen…”. Creemos que la canción “Seguro de sol”, la famosa pieza musical que se difundió exitosamente desde su interpretación en el lamentablemente desaparecido Festival de la Canción del Atlántico, que se celebraba en Puerto de la Cruz, y que nadie ha sido capaz de recuperar, creemos, decimos, que esta canción lo dice todo, si bien lo del seguro de sol habría que interpretarlo como seguro de un clima cálido lleno de variables que nos permite pasar, en apenas una hora, de los 18º en las playas canarias a menos 0º en las nevadas cumbres de las Cañadas del Teide. Estas son las tarjetas de presentación de una Canarias muchas veces mal promocionada con imágenes distorsionadas que nada tienen que ver con la idiosincrasia de su noble población, sus idílicos parajes naturales, y su clima excepcional. Ahí están erguidos y desafiantes el Teide gigante, en Tenerife; las Montañas del Fuego lanzaroteñas; los bosques de laurisilva gomeros, la misteriosa montaña de Tindaya en Fuerteventura; el Faro de la Restinga o las atormentadas ramas del garoé herreño; la impresionante Caldera de Taburiente, en La Palma, o la sencilla silueta del Roque Nublo en la cumbre de Gran Canaria… Lugares privilegiados donde las fiestas familiares navideñas han sido trasladadas desde los más sencillos hoteles a los más suntuosos, dentro de un ambiente claramente cosmopolita, donde rusos, chinos, japoneses, ingleses, alemanes, franceses, chilenos, etc. se funden en una amalgama para disfrutar en paz de una acogida sensacional que les hace disfrutar de una sana calidad de vida, en la cual está muy presente la receptividad de la población canaria hacia un turismo que le ha dado todo a las Islas. Con el escenario de fondo de las Islas Canarias comentamos estas entraña- bles fiestas de fin de año con el prólogo de la Navidad lleno de las vivencias propias de una larga experiencia que nos llevan de un lado a otro del mundo para recrearnos en las distintas formas en las que se conmemoran estas fechas donde la tradición familiar tiene un peso específico en la Navidad católica con la celebración del nacimiento de Jesús, representado con la confección de los más diversos escenarios donde se elaboran en miniatura las más hermosas reproducciones de lo que pudiese ser el lugar de Belén donde naciera Jesús. Vivimos una época en la cual se hacían filigranas para confecciones en las casas lo que llamábamos “el portal”. Las casitas, árboles, personajes, etc. se confeccionaban de papel que se conseguía con los “recortables”, hoy especie desaparecida. Las instituciones, sociedad de recreo y demás organizan y elaboran unos grandiosos nacimientos muchos de ellos con un entramado de técnicas que son el deleite de pequeños y mayores. Las representaciones vivientes son ya muy difundidas y se hacen en muchas partes del mundo católico, convirtiéndose en espectáculos multitudinarios que tienen mucho que ver con la transculturación que el fenómeno turístico lleva consigo. En los distintos países de América existen tradiciones ancestrales, muchas de ellas sin referentes históricos por su antigüedad milenaria. Desde Argentina hasta Canadá no queda un solo país, ni un rincón de América, donde no estén presentes tradiciones y ritos que acompañan la celebración de la Navidad y el fin de año, o la celebración del año nuevo, según quiera señalarse. Así, las representaciones vivientes del nacimiento del niño Jesús están arraigadas en los más remotos lugares, como es el caso de Venezuela, donde la tradición llega a los más lejanos parajes, incluyendo hasta un genial guión para la realización de un auto sacramental, original del Colegio Fe y Alegría Jesús Soto, de Puerto Ordaz, donde un logrado trabajo pone en el escenario la obra de un imaginero con una máxima calidad. México es otro país de enorme tradición católica donde la celebración del nacimiento de Jesús tiene un muy especial significado, con vivencias ancestrales que marcan la significación de una cultura religiosa que hemos tenido durante años la oportunidad de com- El famoso árbol de Navidad de la plaza de Altamira, en Caracas, luciendo su iluminación en este fin de año 2014. probar a través del mítico cine mexicano. Junto a los tradicionales belenes, pesebres o nacimientos, en México es tradicional la piñata navideña, al parecer una importación de Italia arraigada fuertemente en la cultura popular del país. Colgada a una prudencial altura, un personaje con los ojos vendados rompía el citado elemento ante el jolgorio de todos los concurrentes. Dos simples ejemplos de estas festividades arraigados en nuestra América, que hemos tenido oportunidad de conocer. Como es natural, en todo este entramado festivo no podía faltar la tradición gastronómica. Así vamos desde el pavo al horno, que llega desde los confines del norte de América hasta la humilde hallaca venezolana, pasando por el ceviche navideño peruano, elementos para tener muy en cuenta a la hora de adentrarnos en el estudio de las ancestrales costumbres de la Navidad americana. El ejemplo de la hallaca en Venezuela llega hasta lo mas íntimo del estudio. Su elaboración conlleva una mística que involucra a la comunidad, pues es una acción que une a la familia y a los más íntimos amigos. La elaboración de la hallaca se hace en un ambiente familiar donde cada uno del grupo tiene una función a la hora de preparar su cocción, que más tarde sirve para obsequiar a las amistades en una competencia leal, en la cual se mide a quién le ha salido mejor este sabroso y tradicional guiso. El ceviche navideño peruano es otro cantar. Uno de nuestros platos favoritos requiere una técnica muy especial en su confección pues cuando que- remos degustar un ceviche mixto –compuesto de varios tipos de pescados y mariscos– el cocinero debe tener una buena escuela que le indique los tiempos para que el plato adquiera la textura ideal. En la isla de Tenerife hemos disfrutado alguna vez de un auténtico ceviche mixto bien hecho, en un restaurante peruano existente en la ciudad de Puerto de la Cruz. En Managua, en un afamado restaurante cercano al hotel Seminole Plaza, también degustamos unos buenos ceviches peruanos junto a nuestro anfitrión, el Dr. Gilberto Bergman Padilla, conocedor de nuestras preferencias gastronómicas americanas. Pequeñas muestras de la presencia de la tradición navideña en la cocina americana, singularmente presidida por el pavo relleno, un plato irremplazable de norte a sur del continente, una costumbre importada fundamentalmente de la América del norte. Influenciados por la espectacular vivencia del fin de año en el Kaiserball vienés, y el primero de año disfrutando del extraordinario concierto que se trasmite desde la capital austriaca, y que hemos tenido la suerte de disfrutar presencialmente en más de una ocasión, no podemos referirnos a estas fiestas sin hacer una muy emocionada mención de este afortunado acontecimiento que vivimos con una especial invitación, en la conmemoración de los cuarenta años de la instauración del célebre baile imperial, en 2011. Un auténtico acierto en el que colaboramos de forma muy especial con el director del turismo austriaco para España y América Latina, Oskar A. Dignoes – el amigo tristemente fallecido– junto al director general del Turismo de Austria en aquel entonces, Helmund Zoles, lo cual nos supuso la concesión de la Medalla Johan Strauss de la ciudad de Viena y la Placa de Plata, a título individual, del Gobierno austriaco. Imposible no retrotraernos a una efemérides donde enviábamos veinte mil claveles canarios rojos y blancos –como la bandera de Austria– para decorar los lujosos salones del Palacio Imperial de Hofburg. No hemos dejado de referirnos a este acontecimiento de fin de añoaño nuevo, proponiendo la celebración de actos similares como verdaderos alicientes dentro de una promoción turística del más alto nivel, para lo cual habría que aprovechar los cientos de lugares emblemáticos que todos los países tienen, para convertirlos en un reclamo espectacular añadiéndole sus incentivos histórico-culturales y los señalados por el momento social, para conseguir aparecer en la palestra mundial como un obligado destino turístico el cual de seguro atraería la atención mundial. Hechos y realidades que traemos a estas páginas como un aliciente positivo que nos avive la ilusión de disfrutar de un nuevo año lleno de prosperidad donde la paz, la justicia y la razón se impongan de forma permanente en el mundo, con el fin de que todos disfrutemos del Estado de derecho que nos merecemos. Es nuestro mensaje.