GERENCIA DE LA VIDA INTRODUCCIÓN Tu primera obligación como participante en el programa GERENCIA DE LA VIDA, es la de leer el libro profético de Daniel. Seguramente ya lo leíste una o varias veces, relacionado con las profecías. En ésta ocasión, te vas a concentrar en el estudio de la vida del profeta como modelo de éxito. Daniel, fue un joven hebreo, secuestrado por un brutal ejército, y sometido a una travesía difícil, lejos de los suyos y de su patria. Un joven leal a sus principios y que se atreve a desafiar al capitán de la guardia, consciente de los riesgos que ello implica; pero más consciente aún de la ayuda divina. Ese joven, que se destacó tanto en su preparación, como en su trabajo, es un símbolo de la juventud adventista. Un hombre estudioso de las Escrituras y las profecías de colegas suyos, fiel consejero de los monarcas más poderosos de su tiempo y un leal siervo del Único Dios. Daniel, puede ser tu inspiración en esta aventura de conocimiento y práctica, que te dará herramientas para lograr tus metas, con el fin de glorificar a Dios y servir a la humanidad. No lo olvides, querido joven: Salvación y Servicio es nuestra consigna. ¿QUÉ QUEREMOS LOGRAR CON EL PROGRAMA GERENCIA DE LA VIDA? Capacitar a los jóvenes, para que desarrollen un plan de vida que honre a Dios y sea útil para el servicio eficiente en favor de los demás. ¿CÓMO SE LOGRA ESTE OBJETIVO? � Mediante el método de auto-educación con la ayuda de tutoría. � Mediante la evaluación integradora, que permita partir del conocimiento a la reflexión y la práctica. � Mediante el compromiso de los líderes, de facilitar la participación de los jóvenes en eventos reales de la vida de la Iglesia. � Mediante la comunicación abierta, sin prejuicios, sin barreras. � Mediante el trabajo en equipo. El programa GERENCIA DE LA VIDA está diseñado para que se adapte a las necesidades y posibilidades de la Iglesia que lo adopte. El programa se basa en cuatro grandes pilares progresivos: 1. Sabiduría 2. Poder 3. Aventura 4. Acción En el pilar “Sabiduría”, se prepara al joven en la adquisición de conocimiento que debe tener acerca de los fundamentos que gobiernan su condición de miembro de iglesia, y pretende que adquiera un sentido de herencia y pertenencia. Es el pilar que cuenta con material de lectura. También se busca que el joven adquiera una conciencia clara de lo que es la iglesia, sus doctrinas, cómo está organizada y cuál es su papel como miembro, de tal modo que este conocimiento lo motive a conciliar su plan de vida con la misión de la iglesia. En el pilar “Poder”, el joven participante es motivado a establecer, como núcleo de su vida, una relación personal e íntima con el Señor, a través del estudio concienzudo de las Sagradas Escrituras, la oración constante y el testimonio de una vida pura dedicada al servicio. En el pilar “Aventura”, se pretende dotar al participante de un conocimiento básico de cómo cuidar su propio cuerpo, cómo reconocer sus habilidades para continuar superándose y obteniendo una mejor preparación y cómo relacionarse con los demás. En cuanto a éste último aspecto, el material trata el tema del noviazgo y el comportamiento sexual, uno de los problemas más frecuentes entre la juventud. Sin embargo, el instructor no debe olvidar que mientras se revisa este tema, es necesario que se aluda constantemente a todo tipo de relación humana. En la parte, relacionada con el estudio y la preparación, debe considerarse siempre la idea de combatir la fuerte tendencia de nuestra cultura a exaltar las condiciones de ignorancia y pobreza como rasgos de humildad. Los jóvenes deben ser desafiados para que busquen las mejores oportunidades de educación, de acuerdo a sus habilidades e intereses personales, sin que pierdan de vista el objetivo permanente de servir a su Señor. En el pilar “Acción”, se busca que todo lo aprendido empiece a tomar la forma de planes concretos, a fin de que la vida del joven se dirija por un camino de productividad y éxito, que honre a Dios y beneficie a los demás. Por eso, se empieza con una orientación sobre el manejo de las finanzas personales y la preparación de un presupuesto. Es un tema que pocas veces se toca de manera frontal, y es necesario que los jóvenes adquieran destrezas sobre este particular. En el grupo, seguramente, habrá estudiantes de carreras como contaduría, economía, administración de negocios y otras, que podrán aportar a los demás conocimientos y experiencias muy útiles. Uno de los objetivos es proveer a los participantes de una herramienta que les permita manejar un sencillo presupuesto. Una vez que se cumpla este compromiso, se pasa al proceso de elaborar un plan sencillo para la vida. Y al culminar el proceso, se invita a los participantes a diseñar un plan evangelístico, que debe ser apoyado por la iglesia y puesto en marcha. Contenidos El programa “Gerencia de la Vida”, contiene tres documentos de trabajo: El primero, es el compendio de textos (GV1), éste incluye las selecciones de los textos que son materia de estudio durante el seminario, y están estructurados de una manera clara y sencilla. El segundo, es el manual del participante (GV2), el cual con contiene una introducción breve de cada pilar, presenta los objetivos y define las actividades que se deben cumplir. El tercero, es el manual del instructor (GV3); éste es una versión ampliada del documento GV2 con normas para los instructores. Las mismas son de carácter amplio, de tal manera que el instructor tendrá que aportar mucho de su conocimiento y experiencia personales para el éxito del programa. La estructura del programa es la siguiente: las dos primeras letras mayúsculas y el primer dígito, definen el documento de trabajo; el siguiente dígito es para el pilar; el tercer dígito es para el componente del pilar en cuestión. Un punto separa los dígitos siguientes, que indican el documento propiamente dicho. Logística Selección del instructor. El instructor debe ser un líder juvenil que haya recibido la capacitación en el programa y que esté registrado como instructor en el campo local (se recomienda al Dir. de SJA de la iglesia local). Para este efecto, el director de jóvenes del campo local debe llevar un registro de instructores que, a su juicio, estén capacitados para hacerlo. El registro debe incluir los siguientes datos del instructor: Nombre, sexo, fecha de nacimiento, fecha de inscripción como instructor, profesión u oficio, campo. El instructor debe caracterizarse por el conocimiento que tenga de la historia de la iglesia y de sus doctrinas; por una vida de testimonio y un liderazgo dinámico. Además, debe tener dotes de maestro, tolerancia y ser capaz de dirimir conflictos sin enfrentamientos. Recomendamos, especialmente, que no se incluyan como instructores a creyentes con diferencias sustanciales de opinión con la organización o con las doctrinas. Selección del participante. El programa está diseñado para los jóvenes miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, por lo que recomendamos que no se incluyan a jóvenes que no sean miembros de ella, dado que en algunas ocasiones tendrían que ser invitados a participar en actividades propias de la iglesia, y porque mucho del temario gira en torno a aspectos denominacionales. Esto no significa que sea imposible, ocasionalmente, hacer alguna excepción, con el sano criterio y la recomendación de un pastor o anciano de iglesia, y se acepte a un participante no bautizado. Miembros mayores de la comunidad, pueden tomar el programa, pero éstos no deben ser más del 20% del grupo participante. Se sugiere que el grupo sea de 8 personas o más, pero que no pase de 12, ya que muchas actividades están concentradas en el diálogo y el trabajo en equipo. Los participantes deben comprometerse a cumplir el código de conducta que incluye este manual. Por lo tanto se sugiere que se tome como base de selección del participante a los líderes de los Grupos Pequeños Juveniles o de Adultos que no rebasen los 30 años de edad, puesto que el programa está diseñado para capacitar a los jóvenes, aunque no se descartan a aquellos jóvenes que deseen participar. Compromiso de la iglesia. Debe haber un serio compromiso de parte de la iglesia de permitir que los jóvenes participantes presenten proyectos que reciban el apoyo de la comunidad y sean aplicables; no se trata de dictar unas clases teóricas. El éxito del seminario radica en la participación activa y en la obtención de resultados concretos. La junta de iglesia debe permitir que los jóvenes sean escuchados y que adquieran las habilidades necesarias para participar en el liderazgo de la iglesia. Es un deber del instructor motivar a la iglesia para que se les den responsabilidades a los jóvenes participantes, en los cargos de los distintos departamentos de la iglesia, inclusive que se nombren ancianos jóvenes cuando las condiciones y calificaciones personales lo permitan. Área locativa. El programa debe desarrollarse en un sitio amplio, que disponga de cómodos asientos, excelente iluminación, temperatura adecuada, tablero y facilidad de acceso y evacuación. Debe haber un reloj de pared visible en todo momento. El participante debe recibir los siguientes materiales de trabajo: � Lápiz � Libreta para apuntes � Compendio de textos (GV1) Disponible en (pagina web de la Unión Interoceánica www.interoceanica,org) � Manual del participante (GV2) Folleto anexo a la revista Visión Juvenil de cada trimestre del 2009 o también en la pagina de la Unión Interoceánica. El participante debe tener acceso, por sí mismo, o provistos por la iglesia, a: � Biblia � Diccionario bíblico adventista � Concordancia � Mapa del mundo Programación: El instructor debe encargarse de desarrollar el programa; debe especificar la duración de cada sesión, que no debe ser más de 50 40 minutos y no más de 4 sesiones por día (se sugiere que sea durante el viernes de noche y su duración podría ser de 30 a 40 minutos) La programación debe incluir el indicador del tema a tratar en cada sesión y los documentos que se van a tratar (GV1, compendio de texto), la hora de inicio y el lugar. La programación debe estar lista con un mes de anticipación, previa al inicio del seminario, de tal manera que los participantes puedan hacer los arreglos respectivos en las agendas. Indicadores: el programa pretende obtener unos objetivos medibles, por lo tanto es indispensable que se llenen los siguientes indicadores, por lo menos un mes antes de iniciado el programa, y después de él en dos mediciones ulteriores. Estos indicadores deben remitirse a las oficinas de la unión y una copia al Departamento de Jóvenes de la División Interamericana. Las mediciones ulteriores al programa se deben hacer en dos distintas ocasiones: tres meses después de terminado el programa y un año después. De esta manera se mide el impacto a corto y largo plazo. Nombre del indicador Metodología Significado Numerador : # de ancianos de Jóvenes Ancianos iglesia, menores de 33 años; Denominador: # total de ancianos de iglesia Participación en el liderazgo de la iglesia Numerador: # de miembros de Jóvenes Líderes junta de iglesia, menores de 33 años; Denominador: # total de miembros de junta de iglesia Participación en el liderazgo de la iglesia Numerador: # de personas que Asistencia SJA asisten a la SJA en dos sábados consecutivos; Denominador: # de personas que asisten al culto en esos mismos sábados Asistencia a actividades de la iglesia Cena del Señor Numerador: # de menores de 33 años participantes en la última Cena; Denominador: # total de participantes Evangelismo Numerador: # de menores de 33 años participantes en el trabajo de la última campaña evangelística; Denominador: # total de participantes en el trabajo de la última campaña evangelística Vivangelismo Estudio Numerador: # de menores de 33 años en estudios de pregrado; Denominador: # total de menores de 33 años Estudio Conducta sexual Numerador: # de menores de 33 años y mayores de 15, disciplinados en el año anterior por razones de sexo pre marital; Denominador: # total de menores de 33 años y mayores de 15 Conducta Asistencia a actividades de la iglesia Normas de conducta � Respeto a las ideas de los demás. Está absolutamente prohibido subestimar o rechazar las ideas de otros. Ni siquiera el instructor debe hacerlo. Toda idea, por descabellada que pueda parecer, merece escucharse. Cuando una idea sea controvertible, debe presentarse la contraparte de manera positiva, sin calificar la idea de contraria; al final, se decide por votación. � No se deben usar apodos. Cada participante llevará una escarapela con su nombre o el diminutivo que use, normalmente, de acuerdo a su elección. � Puntualidad. � El participante debe haber estudiado previamente el material de texto y traer los talleres resueltos. TODO EJERCICIO SE RESUELVE POR ESCRITO, SIN EXCEPCIÓN. � Siempre se debe pedir la palabra, levantando la mano y esperando que ésta le sea concedida. � Siempre debe haber una Biblia con el participante, bien sea provista por la iglesia, o que éste lleve la suya. � Se debe vestir de manera cómoda y decente. � Para retirarse del salón, debe pedirse permiso al instructor. Sesiones � Las sesiones se inician a la hora indicada. � Se pasa lista. � Se canta un himno o un coro. � Se hace una oración � Se presenta el tema: 5 minutos. El instructor debe animar a los participantes para que comenten brevemente qué aprendieron de los textos estudiados. � En la primera sesión deben leerse todos los compromisos, normas de conducta que vienen en el manual del instructor en la introducción. � La sesión debe terminar a la hora exacta. Honores Cada vez que alcancen un pilar recibirán un certificado y al final el botón de líder juvenil distinguido con el color oro en las líneas. Este botón es el honor principal del programa “Gerencia de la Vida”, y les serán dados junto con el certificado y un reconocimiento durante la investidura (Este botón no remplaza al botón de líder juvenil, otorgado en ocasión de la investidura de esa clase). El certificado será provisto por el campo local y deberá tener la firma del instructor y del director de jóvenes del campo. Estas insignias representan el desarrollo de un líder capaz de servir en los diferentes departamentos y niveles de la iglesia local y representar a los jóvenes en los diversos foros y juntas administrativas o directivas de nuestra iglesia.