NUESTRA PARTICIPACIÓN UN ROMPECABEZAS CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Nuestra participación en el agua Detalle del caudal del Río Amanalco, en el municipio de Amanalco, en el Estado de México. CFM 288 PRESENTACIÓN DE DAVID KORENFELD FEDERMAN ste cuarto capítulo se compone de siete apartados, en los que 33 especialistas vierten sus puntos de vista sobre un tópico relacionado con el agua. Así, en el primer apartado, Los acuíferos, el valor de su presencia, Rubén Chávez Guillén plantea el rumbo hacia una "Estrategia para la conservación de los acuíferos en México", Oscar Jorge Hernández López aborda el tema "La recarga artificial, un principio para la recuperación de los acuíferos en el Estado de México", y José Raúl Millán López expone "La importancia de la sustentabilidad de los acuíferos para el abastecimiento de agua potable a la población". E En el segundo apartado, Los caudales para los usos del agua, Galdino Daniel González Covarrubias dirige una mirada "Hacia un uso eficiente del agua en el campo", José Elías Chedid Abraham plantea el camino "Hacia un campo sustentable en el Estado de México”, y Jesús Velarde García reflexiona sobre "La agricultura eficiente, camino para la viabilidad hidráulica del Estado de México". En el tercer apartado, Las pérdidas de agua, la importancia de su control, Bernardo Echavarría Soto describe "El Proyecto de Sectorización en el Distrito Federal", Emiliano Rodríguez Briceño aporta la experiencia de "La tecnología y la prevención de fugas a partir del caso de la ciudad de León, Guanajuato", Juan Carlos Guasch y Saunders propone "Acciones para proteger al acuífero del Valle de México", Arturo Jiménez Ramón analiza "El control y la recuperación de pérdidas en las redes", Antonio Capella Vizcaíno establece "Acciones para preservar la sustentabilidad del Valle de México", Ramón Vila Sánchez plantea "El camino hacia la eficiencia y el control del Agua No Contabilizada", y José Roberto Cagigas Velásquez expone "La sectorización, herramienta hacia una gestión eficiente de la distribución de agua potable". En el cuarto apartado, El reúso del agua, anticipando realidades, Alejandro Rodríguez Jiménez valora "El tratamiento de aguas residuales como método para resarcir el deterioro de los valles de México y Toluca", Adalberto Noyola Robles resalta "El desarrollo de tecnología propia y el impulso del saber universitario como factores para desarrollar una efectiva política de tratamiento en México", y Gregorio Martínez Ramírez hace consideraciones sobre "El tratamiento municipal, opción necesaria para el saneamiento del Valle de México". En el quinto apartado, Estado de México, punto de referencia, Guillermo Guerrero Villalobos desarrolla el tema "Los sistemas comerciales en los organismos operadores del agua", Alfonso Martínez Baca Domenzain esboza "La necesidad de un Nuevo Federalismo del Agua en México", Enrique González Isunza pondera "La responsabilidad como un motor de la eficiencia comercial", Ramón Aguirre Díaz aporta "Soluciones integrales para alcanzar altas eficiencias en el área comercial en el Sistema de Aguas de la Ciudad de México", Manuel Gómez Morín Martínez del Río aporta la experiencia sobre las "Estrategias para alcanzar altas eficiencias en los organismos operadores a partir del caso de Naucalpan de Juárez, Estado de México", y Roberto Olivares plantea "La sensibilización dentro de los organismos operadores, hacia un beneficio democrático". En el sexto apartado, Estado de México, reuniendo fuerzas, Jesús Campos López establece el "Marco general de los servicios de agua potable y saneamiento", Jorge Malagón Díaz especifíca "Una gestión eficiente del agua en México", y Edgardo Castañeda Espinosa plantea una solución, "La tarifa del agua, medio para preservar el recurso en el Estado de México". Y en el séptimo y último apartado, La Cultura del Pago, recuperando el equilibrio, Alfredo Del Mazo González nos recuerda "La importancia de la Cultura del Agua", Felipe Arreguín Cortés comenta "El valor del agua y la Cultura del Pago", Ignacio Pichardo Pagaza considera "El Pago de Servicios Ambientales como factor de preservación del recurso", Jorge Arganis Díaz Leal expone la importancia de "La Cultura del Pago para garantizar el suministro al Distrito Federal", Juan Manuel Martínez García comparte su visión "Hacia la autodeterminación y el matrimonio entre el usuario y el organismo operador", Juan Carlos Valencia Vargas plantea que "El desarrollo del país depende de una mejor gestión del agua disponible", Gustavo Vázquez López diserta “Sobre el agua y la conciencia” y por último Octavio Villa Ríos reflexiona “¿Qué es la Cultura del Agua?” Dav id Korenf eld Fe derman Secret ario d el Agua y Obra Pública de l Gobierno del Es tado de México 289 Manantial Las Fuentes, en el municipio de Atlacomulco, en el Estado de México. ACR 290 LOS ACUÍFEROS EL VALOR DE SU PRESENCIA 291 Estrategia para la conservación de los acuíferos en México Importancia de las aguas subterráneas en el país Rubén Chávez Guillén Mapa A. Franja de los grandes desiertos del mundo LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS SUMINISTRAN CERCA DE 75% DEL VOLUMEN DE AGUA UTILIZADA EN LAS CIUDADES DEL PAÍS, LAS CUALES TAMBIÉN CONCENTRAN A 55 MILLONES DE HABITANTES. ABASTECEN A CASI TODA LA POBLACIÓN RURAL, QUE REPRESENTA APROXIMADAMENTE 25 MILLONES DE HABITANTES, QUIENES NO TIENEN, EN SU MAYORÍA, ACCESO A LAS FUENTES DE AGUAS SUPERFICIALES POR RAZONES ECONÓMICAS. EL AGUA DEL SUBSUELO SUSTENTA EL RIEGO DE 2 MILLONES DE HECTÁREAS, QUE ES POCO MÁS DE LA TERCERA PARTE DE LA SUPERFICIE TOTAL IRRIGADA EN EL PAÍS, LO DEMÁS ES TEMPORAL Y AGUA SUPERFICIAL. SON LAS ÚNICAS FUENTES CONFIABLES Y PERMANENTES EN LAS REGIONES ÁRIDAS DEL PAÍS. FUENTE: Conagua/Semarnat, 2008. México es un país donde prevalecen condiciones climatológicas muy adversas, debido a que gran parte de nuestro territorio se encuentra en la franja de los grandes desiertos del mundo (mapa A). Aproximadamente en la mitad del territorio mexicano prevalecen los climas seco y muy seco, lo cual implica que la precipitación pluvial sea escasa, con la consiguiente reducida disponibilidad de agua superficial y limitada renovación o recarga de los acuíferos (mapa B). En consecuencia, la administración de las fuentes subterráneas es esencial para nuestro desarrollo, ya que de ellas depende el abastecimiento de la mayor parte de la población, una fracción significativa de los desarrollos agrícolas y casi todas las instalaciones industriales. Mapa B. Los climas de México SATISFACEN LA MAYORÍA DE LA DEMANDA DE LOS DESARROLLOS INDUSTRIALES, SOBRE TODO POR LA CONVENIENCIA DE TENER LA FUENTE DENTRO DE SU TERRENO Y POR TENER CIERTA ECONOMÍA EN LA EXTRACCIÓN Y EN LA APLICACIÓN DIRECTA SIN TENER QUE DEPENDER DE UNA FUENTE COMÚN. Clima templado-húmedo Clima templado-semihúmedo Clima muy seco Clima seco Clima cálido y semihúmedo Clima cálido-húmedo 292 FUENTE: Conagua/Semarnat, 2008. ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN Situación actual de los acuíferos en México Tipos de recarga En nuestro país, cerca de 100 acuíferos están sobreexplotados, es decir, la magnitud de su extracción rebasa a la de su recarga. De ellos se está extrayendo un volumen no renovable del orden de 5 mil 400 millones m3/año, condición que está generando diversos efectos ambientales y económicos perjudiciales, y comprometiendo la sustentabilidad de los desarrollos. El centenar de acuíferos sobreexplotados representa 15% del número total de acuíferos definidos en el Catálogo Nacional, que es de 653. Si bien ésta es una proporción menor respecto al total, los acuíferos sobreexplotados están suministrando cerca de 50% del volumen total de aguas subterráneas extraídas de territorio nacional. Recarga natural. Tiene lugar en los terrenos permeables, donde el agua de lluvia y el escurrimiento superficial se puede infiltrar a los acuíferos. Recarga incidental. Es consecuencia del uso del agua en los diferentes sectores que, en su mayoría generan excedentes retornados a las fuentes de agua. Un ejemplo lo encontramos en la agricultura, actividad donde una cierta cantidad de agua aplicada para la superficie se infiltra y va a dar a los acuíferos, siendo parte de la recarga, que es incidental. Recarga inducida. Es inducida porque se provoca, pero sin que haya obras específicamente para la recarga; por ejemplo, cuando se bombean pozos cerca de un cuerpo de agua (canal, vaso o lago) hidráulicamente conectado con el acuífero. Recarga artificial. Se lleva a cabo mediante obras construidas con el fin específico de alimentar a los acuíferos. Para ello se utilizan los métodos de superficie y los métodos directos al subsuelo. Los primeros aprovechan el agua en escurrimiento; los segundos utilizan la construcción de pozos de absorción para introducir directamente agua al subsuelo. A escala nacional se están llevando a cabo diversas acciones para preservar los mantos acuíferos y atenuar el impacto provocado por su sobreexplotación, tales como el control de fugas y desperdicios, el uso eficiente del agua, el intercambio de agua residual tratada por agua de primer uso y la recarga artificial de acuíferos, entre otras. Sin embargo, hasta ahora, la última no se ha aplicado en gran escala, en gran parte porque hubo otras opciones para resolver el problema de abasto, como nuevas fuentes, liberación de agua y transferencia de agua entre cuencas. No obstante, conforme ha aumentado el estrés hídrico en México, ha sido necesario prestarle más atención a esa tecnología, una tecnología obligada, no opcional, para utilizar los acuíferos como los vasos subterráneas reguladores que son por naturaleza, para almacenar los excedentes de agua en las temporadas lluviosas y aliviar el déficit en las temporadas secas. De esta manera se contribuye a almacenar agua excedente en la superficie y a aliviar la sobreexplotación, con lo cual se atenúan impactos negativos, como los asentamientos del terreno y la intrusión salina en acuíferos costeros. Mapa C. Acuíferos sobreexplotados, por región hidrológico-administrativa Vista de una casa-habitación afectada por los asentamientos del terreno, ubicada en el municipio de Chalco, en el Estado de México. ACR Acuíferos sobreexplotados Sin problemas de sobreexplotación FUENTE: Estadísticas del agua en México. Comisión Nacional del Agua. Semarnat, México, 2008. 293 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Factores para una estrategia integral para la conservación de acuíferos Manejo de la demanda y uso eficiente del agua. Tradicionalmente, se tiende a cubrir el incremento de la demanda de agua mediante un incremento de su oferta, vía incremento de la extracción de agua de las fuentes y la construcción de la infraestructura hidráulica necesaria. Sin embargo, como en varias regiones ya no hay disponibilidad de agua para incrementar su oferta, el manejo de la demanda es una acción obligada en todos los sectores y consiste en reducirla mediante el control de fugas y desperdicios, reúso, recirculación y uso más eficiente. Participación social. Ésta debe ser muy amplia, ya que los usuarios del recurso son los principales actores en la administración del agua y de ellos depende, finalmente, la aplicación de las recomendaciones técnicas y el cumplimiento de las disposiciones administrativas y legales emitidas por las autoridades; de hecho, debido a la falta de concertación social, muchos proyectos viables técnica y económicamente han tenido que ser diferidos o cancelados. Como en el caso del Sistema Cutzamala, cuya última etapa tuvo que ser diferida por la oposición de los habitantes de la cuenca, de la cual se importa el agua al Valle de México. Esta participación esta prevista en la Ley de Aguas Nacionales, que dispone la creación de Consejos de Cuenca con la participación de usuarios bien organizados e informados. Ordenamiento de acuíferos. Se refiere a la formulación, publicación oficial y aplicación de decretos de veda, reglamentos y reservas de agua, conforme a lo dispuesto en la Ley de Aguas Nacionales, para dar sustento legal al manejo sustentable de las fuentes de agua. Cambios de uso de suelo y agua. Ante el fenómeno del crecimiento urbano, las ciudades se extienden invadiendo terrenos agrícolas cambiando el uso del suelo y del agua; adicionalmente, la necesidad de mayores cantidades de agua propicia el cambio hacia el consumo humano, como uso prioritario. Para no afectar el desarrollo agrícola, la opción es suministrar a los agricultores el agua residual de las ciudades, previamente tratada. Tecnificación del riego y reconversión de cultivos. Para lograr un ahorro en el sector agrícola, que es el más consumidor, es obligada la tecnificación del riego y la conversión de cultivos a otros menos consumidores y más remunerativos. Esta medida es apoyada mediante los programas de apoyo al campo, asesoría de tecnología y subsidios en las tarifas eléctricas. Manejo de la evapotranspiración. Ésta es una medida de aplicación incipiente, basada en que un porcentaje de agua de lluvia, entre el 60 y 90%), retorna a la atmósfera por evapotranspiración. La medida consiste en remover la vegetación que es muy consumidora de agua y no tiene valor ecológico o económico significativo, siempre que con ello no se afecten a los ecosistemas. 294 Uso conjunto de agua subterránea y superficial. Esta acción es indispensable para lograr mayor flexibilidad en el uso del recurso, en aquéllas cuencas donde hay disponibilidad de agua superficial y subterránea, ya que los vasos superficiales y los acuíferos pueden utilizarse conjuntamente; por ejemplo, aprovechando la reserva subterránea en las épocas de escasez de agua superficial, a cambio de restaurarla en las que ésta abunda. Recarga artificial. Ésta es viable donde existen excedentes de agua, como escurrimientos torrenciales no aprovechados o aguas residuales, y condiciones físicas (topográficas e hidrogeológicas propicias para aplicarla). El uso conjunto de presas y acuíferos propicia la aplicación de esta tecnología, que consiste en disponer agua superficial en cauces adaptados, estanques, zanjas o pozos de absorción, a través de los cuales se introduce el agua a los acuíferos. El almacenamiento en el subsuelo tiene la ventaja de que no afecta el ambiente superficialmente, es decir, no invade terrenos como otros usos actuales o potenciales, y no pierde agua por evaporación. Uno de los aspectos a considerar es la prevención de la contaminación de los acuíferos, para lo cual se encuentra en proceso de publicación oficial una Norma Oficial Mexicana. Disposición de agua al suelo y subsuelo. Como parte de esta estrategia y como una variante de recarga artificial, en este caso se trata de disponer al subsuelo agua de lluvia, colectada en estanques o techumbres, o de escurrimiento superficial. Esta práctica estará regulada por una Norma Oficial Mexicana, también en proceso de publicación. Desalación. Ésta tecnología es aplicable especialmente en los acuíferos costeros, donde es factible la desalación para usos del agua prioritarios, como el consumo humano, o que sean rentables para cubrir los costos de desalación, como el industrial, el turístico y la agricultura de alta productividad. Monitoreo y evaluación del recurso. Ésta es una acción obligada y básica para la adecuada administración del recurso hídrico, pues la condición de las fuentes de agua es dinámica. Se requiere, por tanto, el monitoreo continuo de su comportamiento, para identificar los cambios provocados en su cantidad y calidad, considerando los probables impactos derivados de un cambio climatico global. Desde luego, entre estas acciones y otras más se deben seleccionar las más adecuadas al acuífero de que se trate, como un traje a la medida particular, elaborado y acordado con la participación de los usuarios del agua y con las demás partes involucradas en su manejo. ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN El papel de los tres niveles de gobierno en la recarga de mantos acuíferos En el ámbito federal, conforme a lo dispuesto en la Ley de Aguas Nacionales, es atribución de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) fungir como la autoridad en materia de gestión del recurso hídrico en el territorio nacional, en el ámbito de competencia federal, con excepción de las atribuciones que deben ejercer los gobiernos de los estados y el Distrito Federal (DF) o los municipios. En particular, por lo que toca a la recarga de mantos acuíferos, cumple un papel normativo y rector, que consiste en: emitir las normas relativas a la aplicación de esa tecnología; promover la aplicación de ésta, incluyéndola en las estrategias de manejo; validar los proyectos respectivos, y otorgar los permisos necesarios dentro de su marco legal y administrativo. Corresponde a los estados y municipios, prestar el servicio de agua potable y alcantarillado, el tratamiento de las aguas residuales de uso público urbano, previa a su descarga en cuerpos receptores de propiedad nacional, conforme a las normas o condiciones particulares de descarga que les fije la autoridad del agua. En materia de recarga, los acuíferos están contemplados como cuerpos receptores del agua introducida a los acuíferos, sea limpia o residual, por lo que la recarga artificial, considerada como un caso específico de disposición de agua, debe sujetarse a las normas y reglamentos emitidas por la autoridad del agua, principalmente para proteger la calidad del agua en los acuíferos y prevenir afectación a terceros. Asimismo, los municipios tienen a su cargo proporcionar a la población los servicios en materia de suministro, saneamiento y disposición de agua, conforme a lo dispuesto en la Constitución Política, en la Ley de Aguas Nacionales y en las leyes estatales, celebrando, en su caso, convenios o acuerdos con el estado respectivo y con otros ayuntamientos. Posible aplicación en el Valle de México y el Valle de Toluca En varias cuencas de México, el agua subterránea renovable y dulce está completamente concesionada para los diferentes usos y, su sobreexplotación, compromete el desarrollo. Por esto, es urgente el diseño y la aplicación de estrategias de manejo encaminadas a alcanzar la sustentabilidad y a establizar los acuíferos. En casos extremos en que, a pesar de esta destructiva condición, sigue creciendo la demanda de agua, principalmente para uso público-urbano, como en el Valle de Toluca y en la Cuenca del Valle de México, se deben contemplar incluso esquemas de recarga-recuperación, es decir, que el agua residual tratada y recargada artificialmente a los acuíferos, es reutilizada varias veces. Sistemas de este tipo ya se están aplicando en otras partes del mundo, como solución obligada a falta de otras opciones viables, a pesar de cierta resistencia natural de la población a esta práctica que, a corto o mediano plazo, tenderá a extenderse en regiones de escasez natural de agua o de alta concentración de demanda. En ellos, se aprovecha el subsuelo como la planta de tratamiento natural que es, para dar un tratamiento complementario al agua, adicional al que recibe en las plantas a nivel terciario cuando va a ser nuevamente destinada al consumo humano. Esquema de sistema de recarga-recuperación Agua residual Agua tratada Recuperación Pozos de inyección Acuífero FUENTE: Gerencia de Aguas Subterráneas, Conagua, 2008. El esquema de recarga-recuperación es un proceso secuencial que consiste en: pretratamiento (filtración, sedimentación y cloración); tratamiento a nivel secundario o terciario (según el uso posterior que se le vaya a dar al agua); recarga al acuífero a través de obras superficiales o subterráneas; tratamiento subterráneo natural en el subsuelo, y recuperación del agua. Todo ello conforme a las normas particulares establecidas para proteger la calidad del agua. 295 Vista del Cerro de Barrientos en el municipio de Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México. CFM Proyecto de reserva de agua para el Valle de México El Estado de México, por su extensión, es una de las entidades con menor estrés hídrico, a pesar de que se encuentra en dos de las cuencas más complicadas y más deficitarias del país; es decir, la Cuenca del Valle de México y la Cuenca del Río Lerma. El Estado de México ha tenido diferencias con el Distrito Federal en razón a la sobreexplotación que se generó en el Valle de Toluca por el uso intensivo de las baterías de pozos del Gobierno del Distrito Federal por el Sistema Lerma, lo cual ha derivado en una controversia entre ambas entidades. Una de las soluciones a esta situación implica la reducción de la sobreexplotación del Alto Lerma, en el Valle de Toluca, estrategia que ya se está considerando en los programas de sustentabilidad del Valle de México. Una de las principales acciones de este programa consiste en usar más eficientemente el agua en la Ciudad de México para liberar volúmenes que actualmente se están tomando del Acuífero del Valle de Toluca. Con ese programa, además de disminuir la necesidad de importar agua de otras cuencas —como la del Cutzamala—, se liberaría una fuente para las necesidades del Estado de México. Asimismo, están contemplados a corto y mediano plazo los proyectos de recarga en el Valle de México, que consideran el aprovechamiento y la infiltración de hasta 10 m3/s, principalmente de agua de lluvia, mediante obras de recarga artificial en la porción sur del Valle de México. 296 ESTRATEGIA PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN MÉXICO RUBÉN CHÁVEZ GUILLÉN Una reflexión sobre el cambio climático Ante las necesidades prioritarias de consumo humano y el abastecimiento de las ciudades, es necesaria la creación de reservas, previniendo un muy probable impacto del cambio climático a corto plazo. Los pronósticos meteorológicos señalan que en nuestro país pueden esperarse un cambio en el régimen de lluvias, un incremento general de la temperatura y un ascenso del nivel medio del mar, efectos variables en las diferentes regiones. A su vez, en otras regiones, el cambio climático puede implicar una mayor incidencia de huracanes, lluvias torrenciales y las consiguientes inundaciones, como las ocurridos recientemente en los estados de Chiapas y Tabasco; en contraste, en las zonas áridas provocará disminución de la recarga y sequías más prolongadas, frecuentes y severas, lo que impactará a las fuentes subterráneas, y en las zonas costeras, el mar invadirá terrenos cercanos a la costa y reducirá el espesor aprovechable de agua dulce. EL SUBSUELO ALMACENA LA MAYOR RESERVA DE AGUA DULCE DEL PLANETA, DESPUES DE LA CONTENIDA EN LOS CASQUETES POLARES Y EN LOS GLACIARES. LA IMPORTANCIA DE ESTA RESERVA CRECERÁ CONFORME AUMENTE LA DEMANDA Y EL ESTRÉS HÍDRICO, SOBRETODO EN LAS REGIONES DONDE EL EVENTUAL CAMBIO CLIMATICO IMPLIQUE UNA DISMINUCION DE DE LA LLUVIA Y UN INCREMENTO DE LA TEMPERATURA AMBIENTE, CON LA CONSIGUIENTE DISMINUCIÓN DE LA DISPONIBILIDAD DE AGUA SUPERFICIAL. POR ELLO, ESA RESERVA ES UN RECURSO PATRIMONIAL QUE DEBE SER PRESERVADO EN CANTIDAD Y CALIDAD, Y PARA ELLO NO SE DEBE SUPONER QUE, SI ACASO, EL PROBLEMA DEL AGUA SE AGRAVARÁ A MUY LARGO PLAZO, CONFIANDO EN LA RELATIVA LENTITUD CON QUE LOS CAMBIOS CLIMÁTICOS HAN OCURRIDO EN EL PASADO, SINO QUE EL PROBLEMA PUEDE AFECTAR A LA SIGUIENTE GENERACIÓN. Puentes y carreteras que unen a Villahermosa con el resto del país se encuentran saturados de automovilistas que buscan evitar las inundaciones provocadas por la ruptura de diques que controlaban el caudal del Río Grijalva en el estado de Tabasco. NOTIMEX/FOTO/LUIS LÓPEZ/FRE/DIS/ DE HECHO, ACTUALMENTE YA ES GRAVE EN MUCHAS REGIONES DEL PLANETA Y DE NUESTRO PAÍS, YA SEA POR ESCASEZ NATURAL, POR MAL MANEJO O POR EFECTO DE UN INCIPIENTE CAMBIO CLIMÁTICO. RChG 297 La recarga artificial, un principio para la recuperación de los acuíferos en el Estado de México a República Mexicana tiene 653 acuíferos, de los cuales 101 se consideran sobreexplotados. En relación al estado que guardan los acuíferos en el Estado de México podemos mencionar lo siguiente: L La Cuenca del Valle de México Esta cuenca es la que presenta el mayor índice de sobreexplotación, con un promedio de 200%, además de encontrarse en veda. Es preciso recordar que a principios del siglo XX la situación era diferente, en la Cuenca del Valle de México los pozos eran de tipo artesiano. En ese entonces era un acuífero semiconfinado, en el que bastaba construir una noria para extraer agua. A partir de la década de 1930 y hasta 1950, el agua comenzó a extraerse del acuífero del Valle de México a 80 m de profundidad. La extracción de agua hasta 100 m es un rango considerado económico. 298 La sobreexplotación del acuífero ha generado el problema del hundimiento que tiene origen en la propiedad arcillosa del suelo del Valle de México, que evita la recarga del agua hacia el subsuelo; este estrato es conocido como acuitardo. El acuitardo conlleva un “tapón hidráulico” en su base, por lo cual, cuando se cavaba un agujero en el suelo, en el caso del Valle de México, provocaba que el agua brotara de manera artesiana, como un manantial, evitando que la arcilla se drenara hacia el subsuelo. Los hundimientos que se padecen hoy día en el Valle de México tienen origen en el tapón hidráulico que está debajo de la arcilla el cual comienza a bajar y entonces esa arcilla cede agua. Además, existe un fenómeno llamado histéresis que hace que la arcilla ceda pero no tome agua, es decir, sigue siendo impermeable. Oscar Jorge Hernández López Este fenómeno ocurre de manera similar a lo que sucede con una esponja que va cediendo agua, y al cederla se compacta, pero no vuelve a absorber agua. La única manera de reducir la velocidad de hundimiento en el Valle de México es regresando ese tapón de agua a la arcilla para que ya no ceda. Además, es preciso regresar a los niveles de 80 a 100 m de explotación para que el tapón hidráulico debajo de la arcilla evite que ésta sea drenada hacia los mantos rocosos o suelos de tipo aluvial. A pesar de que se tomen acciones al respecto, debe reconocerse que el proceso de hundimiento continuará, aunque hoy se logre el equilibrio del acuífero, es decir, el hundimiento continuará durante varios años más. Las zonas de recarga del acuífero del Valle de México están, en lo que respecta a su parte oriente, en la Sierra Nevada, en el Volcán Iztaccíhuatl y en el Popocatépetl; en su zona sur, en la Sierra de Chichinautzin; y en el poniente, en la Sierra de Las Cruces. Para ayudar a la recuperación del acuífero de Texcoco, es necesario considerarlo parte de un único acuífero que es el de la Cuenca del Valle de México, al que es necesario salvar en su conjunto. Para la recuperación de los acuíferos se debe tener en cuenta el tema de la recarga artificial, en la que la condición del suelo es decisiva para llevarla a cabo. Si se toma como punto de referencia la zona de Texcoco, el espesor del suelo de arcilla es de 150 m aproximadamente, lo que genera problemas cuando se intenta su recarga artificial, ya que es necesario perforar más de 150 m para inducirla. En contraste, si la recarga se induce en el poniente del Valle de México, tan sólo se necesita perforar un pozo de 20 o 30 m para lograr la recarga artificial. La Sierra de Las Cruces se localiza en la parte este del Cinturón Volcánico Transmexicano. Esta sierra constituye un límite morfológico entre las cuencas del Valle de México (2 mil 220 msnm) y del Valle de Toluca (2 mil 400 msnm). La Sierra de Las Cruces tiene una longitud de 110 km y un ancho de 47 km en su parte norte y 27 km en su parte sur. La Sierra de Las Cruces está conformada por ocho estratovolcanes traslapados principales denominados, de sur a norte, Zempoala, La Corona, San Miguel, Salazar, Chimalpa, Iturbide, La Bufa, La Catedral, y por otras estructuras menores, como el Volcán Ajusco. Su presencia es destacada con respecto a la configuración del basamento de la Cuenca del Valle de México. Vista de la Sierra de Las Cruces, en el Estado de México. CFM De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Cuenca del Valle de México se divide en 14 acuíferos. A través de esta subdivisión es posible observar que existen acuíferos como el denominado Texcoco, que alcanza hasta 850% de sobreexplotación. Esta división se hace en función de las velocidades del agua en el subsuelo, criterio por el cual se considera que son acuíferos diferentes. No obstante, esta subdivisión crea dificultades respecto a cómo debe atenderse el problema. Según este criterio, primero debería atenderse el acuífero con 850% de sobreexplotación, y en menor medida aquel que tiene 100%. Sin embargo, la visión de disponibilidad de esa subdivisión técnica de la Conagua debería servir para otros fines, como la regulación de extracciones en aquellas zonas con altos índices de sobreexplotación, aunque sin olvidar que en realidad el acuífero es único. La Cuenca del Río Lerma Esta cuenca es la segunda más sobreexplotada en el Estado de México, con un índice de 38% y que además está en veda. En esta cuenca sucede un fenómeno similar al del Valle de México: se trata de una zona lacustre, en la cual también se presentan hundimientos diferenciales del suelo. Existe una subdivisión administrativa realizada por Conagua que divide al acuífero de Lerma en dos: el de Atlacomulco y el de Toluca, de este último se extraen cerca de 5 m3/s para la capital del país. La Cuenca del Río Balsas En esta cuenca la situación es diferente a las anteriores; no existe veda en sus acuíferos porque están subexplotados. La Cuenca del Río Balsas es la región del Estado de México donde más llueve, cuenta con un registro de lluvia promedio de mil 900 mm al año, más del doble de la precipitación que se registra en la Cuenca del Valle de México y casi el triple de la precipitación en la Cuenca del Río Lerma. La Cuenca del Río Balsas es una región poco poblada, cuyos acuíferos se encuentran en buenas condiciones, además de ser una región con abundante escurrimiento superficial. La Cuenca del Río Pánuco Una cuarta cuenca que se localiza en el Estado de México es la del Río Pánuco, que ocupa una pequeña proporción del territorio estatal. Esta cuenca comparte las mismas características que la del Valle de México, es decir, se encuentra en veda. 299 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Aprovechamiento del agua de lluvia: mitos y realidades Campo de cultivo en el municipio de Almoloya del Río, en el Estado de México. ACR Lluvia en un estanque de recepción de los manantiales de Amecameca, en el Estado de México. CFM 300 El campo, el mayor consumidor de agua de las cuencas en el Estado de México El mayor consumidor del agua que se extrae de las cuencas que son parte del Estado de México es el sector agrícola. Contrario a lo que se piensa, el crecimiento poblacional no es el principal responsable de la sobreexplotación de los acuíferos en la entidad, situación que se debe a que el uso agrícola sigue impactando 50% del caudal obtenido de sus acuíferos. En el resto del país, la situación es similar: el uso agrícola es responsable de 77% del consumo, mientras que el uso públicourbano lo es de 23 por ciento. Por otra parte, es importante saber que, dado el crecimiento urbano, actualmente el agua destinada al uso agrícola tiende a cambiar de vocación hacia la satisfacción del uso público-urbano. La venta de derechos agrícolas de explotación del líquido a desarrolladores, que destinarán el agua al uso urbano, tiene origen en una gran demanda de agua para consumo humano. Esa demanda no deja alternativas, pues la única fuente se encuentra al comprar derechos agrícolas. Al respecto, especialistas en uso eficiente de agua promueven que el caudal destinado al riego para la agricultura sea utilizado cada vez en menos hectáreas, empleando reducidos volúmenes de agua, mediante cultivos más rentables. Es necesario tener en cuenta que el agua de lluvia no se aprovecha en mayor medida porque existe el riesgo de que se provoquen inundaciones durante su captación a gran escala, pues no se cuenta con sistemas de regulación y porque además es un proceso costoso. Otro factor que dificulta el aprovechamiento del agua de lluvia es la falta de zonas de recarga en algunas regiones. Así ocurre, por ejemplo, en el centro de la Ciudad de México, donde las arcillas tienen un espesor de 80 a 150 m, por lo que tendrían que perforarse pozos de más de 150 m para inducir una recarga artificial, lo que requeriría cuantiosas inversiones. Actualmente, existen estudios muy precisos que determinan que en el Valle de México se puede aprovechar 1 m3/s de agua de lluvia, cuando la sobreexplotación de su acuífero alcanza los 28 m3/s. El volumen que podría recuperarse mediante el aprovechamiento de agua de lluvia sería útil, pero ese volumen no podría ser almacenado porque propiciaría inundaciones. Así, en el Valle del Lerma podrían aprovecharse alrededor de 300 l/s, proporción que es menor si se tiene en cuenta que la sobreexplotación es de 38%, lo que equivale a 5 m3/s. Además, debe considerarse que el agua que está en las ciudades y zonas urbanas ya tiene problemas de contaminación. LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ La recarga artificial para equilibrar los acuíferos en el Valle de México y Toluca El potencial de la recarga artificial con agua tratada representa un volumen muy importante. Se estima, de acuerdo a la norma de Conagua (PROY-NOM-014-CNA-2003), que de 100% del agua que se suministra a la población, 75% regresa al ciclo hidrológico en forma de agua residual, volumen que es susceptible de ser tratado e inyectado artificialmente a los acuíferos. Por tal razón, la recarga artificial debe ser tomada en cuenta en nuestro país, y con especial atención en las zonas metropolitanas del Valle de México y Toluca, para alcanzar el equilibrio en sus acuíferos. Si en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) se generan 64 m3/s, entonces se producen 50 m3/s de agua residual. Teniendo en cuenta que la sobreexplotación es de aproximadamente 28 m3/s, entonces el acuífero podría recargarse con un volumen de entre 10 y 20 m3/s de aguas residuales sujetas a tratamiento, con lo cual, podría alcanzar su equilibrio. La recarga artificial también podría utilizarse en el acuífero del Valle de Toluca, donde la sobreexplotación es de 5 m3/s. En el Valle de Toluca se generan 5.2 m3 de aguas residuales. Si se trataran e inyectaran entre 2 y 3 m3/s, el acuífero podría llegar a su balance. Los retos a vencer Los costos de la recarga artificial representan el principal obstáculo para su aplicación. No obstante, en las cuencas del Valle de México y del Río Lerma es necesario considerar su implementación, tal como sucede en otros países como Francia e Israel. Actualmente, el acuífero del Valle de México se abate 1.5 m cada año, mientras que en el Valle de Toluca el índice es de 1 m cada año. En ambos casos no se está logrando el equilibrio, entonces, es necesario que se fije un nivel de explotación a una profundidad adecuada. Existen dos técnicas de recarga artificial que podrían utilizarse en ambos valles. La primera es directa, a través de pozos, que pueden estar previamente construidos o con pozos que en algún momento se utilizaron y que hoy día están fuera de servicio. Esta última opción representa el costo más accesible, ya que se aprovecharía la infraestructura existente que algún día sirvió para extraer agua potable, ahora para inducir su recarga. La segunda técnica de recarga artificial utiliza zonas arenosas de recarga que no son fáciles de ubicar y que por lo regular se encuentran en las partes altas. En ambos casos, la recarga artificial debe hacerse con agua tratada y debe cubrir las especificaciones de la norma. Pozo en desuso en la carretera Peñón-Texcoco, en el Estado de México. CFM 301 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Qué hacer ante la cada vez menor disponibilidad del recurso La preocupación respecto de la menor disponibilidad de agua para hacer frente a las necesidades de la población no debe estar fincada en el momento en que ésta podría terminarse, sino en las consecuencias que la sobreexplotación está provocando. El agua se sigue extrayendo de forma indiscriminada, con el único objetivo de satisfacer nuestras necesidades. Al respecto, debe implementarse una política pública que combata eficientemente las fugas, y que fije una tarifa adecuada respecto al costo que implica administrar el agua de manera integral. La falta de cultura de mantenimiento en la infraestructura hidráulica ocasiona que persistan los daños y que se actúe hasta que se presentan consecuencias de gran magnitud. México debe replantear su estrategia, tomando en cuenta, en primera instancia, el cuidado de sus acuíferos, por lo que es necesario comenzar un proceso de recarga artificial, que tome en cuenta una nueva Cultura del Pago. Debe quedar claro que, en México, hay un gran potencial de recarga artificial, y que es menester caminar hacia el equilibrio: disminuir los costos de inversión a futuro, hacer posible la recuperación de los mantos acuíferos y mantener los costos operativos. Al mismo tiempo, se requiere que se reduzcan los daños en la superficie, ocasionados por la sobreexplotación de los acuíferos, para garantizar el suministro de agua potable. Es posible pensar que siempre va a existir agua disponible, aunque ésta tenga que conducirse desde el mar o incluso mediante la perforación de pozos a 2 mil m de profundidad con la asesoría de sectores como el petrolero, aunque con el inconveniente de extraer agua fósil con altos niveles de fierro y manganeso. En ambos escenarios, el desabasto por regiones podría ser importante lo que ocasionaría que la dotación se reduzca en función de los costos que implica hacer inversiones de esa naturaleza, así como sus elevados costos operativos. Cabe mencionar que los costos del proceso de desalinización del agua de mar han disminuido de tal manera que representan un costo menor al de venta al uso comercial que compran a los Organismos Operadores de Agua Municipales. No obstante, si se piensa en conducir agua de mar al Estado de México, los costos harían poco viable cualquier obra al respecto. De lo contrario, podrían seguirse considerando proyectos como el de Temascaltepec, en el Estado de México, y el de Tula, en Hidalgo, que se prevé puedan proporcionar hasta 10 m3/s de volumen adicional al Valle de México de manera conjunta. El agua de Temascaltepec se conducirá a Valle de Bravo, y posteriormente al Valle de México, y se prevé tenga un costo de aproximadamente 5 pesos/m3. En contraparte, debe analizarse cuál es el costo de los efectos del hundimiento. Si se logra poner en marcha el proyecto Temascaltepec, y si se administra eficientemente, sería posible detener la extracción de pozos en los valles de Toluca y de México. 302 Es necesario recordar que el propósito original del Sistema Cutzamala fue detener la extracción de agua de pozos en el Valle de México, no obtener un mayor caudal. No obstante, nunca se cumplió tal cometido y, al final, sólo se incrementaron las pérdidas. Los resultados en esta materia se alcanzarán si se reduce la explotación, si se propicia una recuperación y si se logra la disminución en la velocidad de hundimiento. Ésa debe ser la tendencia: reducir la velocidad de hundimiento al mismo tiempo que se induce la recarga artificial. LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ La Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte En el Estado de México ya comenzó un proyecto de recarga artificial mediante una planta piloto: la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte (MTTN). Al contar con una planta piloto, el Estado de México cumple con un requisito que establece la norma de recarga de Conagua. Ello permitirá a la entidad, en el corto plazo, tener los elementos técnicos necesarios para comenzar con un programa de recarga artificial. Tal posibilidad permitirá, por un lado, considerar la inducción de una recarga artificial a corto plazo y de manera masiva. Vista de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, en el municipio de Toluca, en el Estado de México. CFM Un reto que debe considerarse en función de las cantidades de aguas residuales dirigidas hacia un nivel avanzado de tratamiento, reside en los altos costos operativos que implican la calidad deseada. Conducir las aguas residuales a una recarga artificial implica costos de tratamiento a un nivel secundario, lo que significa alrededor de 2 pesos/m3. Si se piensa en un nivel terciario de tratamiento, el costo se eleva a 3.50 pesos/m3. Cuando se cumplen esos niveles de tratamiento, se obtendrá agua de alta calidad para cualquier tipo de reúso, aunque no suficiente para recargar el acuífero. El caudal de agua que pretende inyectarse a un acuífero sobreexplotado debe sujetarse a un nivel de tratamiento superior al terciario: debe llevarse a un nivel avanzado de ósmosis inversa, a la utilización de membranas y un último proceso de desinfección a través de luz ultravioleta, en sustitución del cloro. Al final, el costo de este tratamiento es de entre 5 y 6 pesos/m3 de agua residual. 303 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Gráfica A. Calidad del agua de la recarga al acuífero en la Planta Piloto de la MTTN Las opciones frente a los costos altos El problema del costo de la recarga artificial debe solucionarse al valorarse el conjunto de daños que se ocasionan por la sobreexplotación de los acuíferos. Asimismo, debe rescatarse el concepto de servicios ambientales, es decir, aquella retribución que se obtiene cuando se cuida determinada porción de tierra y se evita su deforestación, entre otras acciones. Es preciso tomar en cuenta un punto adicional que no está presente en la norma de recarga y que sí está incluido en la Ley de Aguas Nacionales, que es aquel que establece que si se reintegra agua al acuífero, se obtiene el derecho de contar con disponibilidad de agua. Al respecto, si los acuíferos están en veda y, por ende, carecen de disponibilidad, cabe la posibilidad de que, al recargarlos artificialmente, se logre un beneficio ambiental que debiera ser retribuido por servicios ambientales. En ese momento tendría que reconocerse la disponibilidad del acuífero. No obstante, esta posibilidad no debe utilizarse para fomentar el crecimiento y, por lo tanto, derrochar el recurso. En cambio, debe dirigirse al mejoramiento del servicio que se obtenga de esa recarga. Los retos de la recarga artificial en el Estado de México Gráfica B. Volumen de agua recargada* en la Planta Piloto de la MTTN Fuente: Dirección de Operación y Mantenimiento (Departamento de Laboratorio), CAEM. * Periodo de abril de 2005 a noviembre de 2008. 304 En el camino de incrementar sus volúmenes de tratamiento de aguas residuales, el Estado de México actualmente opera el Proyecto Piloto de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, para demostrar que durante cuatro años ha recargado artificialmente 20 l/s y que, además, el volumen inyectado no ha influido en la calidad del acuífero. La norma nacional de recarga artificial establece que el primer paso debe ser la construcción de una planta de tratamiento piloto, que debe trabajar durante un año. En Toluca la planta piloto ha operado inyectando agua en el subsuelo, sin modificar sus características químicas. Lo anterior se ha comprobado mediante un análisis a través de pozos de muestreo. Al demostrarse lo anterior, es posible comenzar un programa de recarga artificial en el Estado de México de manera masiva, previo análisis de costos e inversiones. Al respecto, no debe olvidarse que la recarga artificial no es un problema técnico, sino de inversiones y de cómo hacer rentable esta inyección. Una vez que se demuestre a Conagua la ausencia de alteraciones en el acuífero, la recarga podrá realizarse de manera masiva. Para demostrar la recuperación de un acuífero producto de una recarga masiva, es necesario estimar con modelos matemáticos cómo se recuperarán sus niveles estático y dinámico. LA RECARGA ARTIFICIAL, UN PRINCIPIO PARA LA RECUPERACIÓN DE LOS ACUÍFEROS EN EL ESTADO DE MÉXICO OSCAR JORGE HERNÁNDEZ LÓPEZ Conclusión Es necesario reconocer la recarga artificial como un beneficio directo contra el impacto que se genera por la extracción. Resulta imperativo valorar la recarga artificial como un servicio ambiental, con lo cual podrían justificarse los cinco o seis pesos que cuesta el proceso por cada metro cúbico de agua. El costo relacionado principalmente con los costos operativos, la inversión de la planta y de los pozos de infiltración. Actualmente, en el ámbito mundial, la recarga artificial es un éxito. En este momento la recarga artificial ya se lleva a cabo en Francia, Estados Unidos e Israel, país que transitó de padecer una aguda escasez de agua, a ofrecer 100% de cobertura en todos los servicios, incluyendo el riego de todos sus campos, colocándose como el país con la mejor cobertura en Medio Oriente. En la frontera de nuestro país, en El Paso, Texas, se recarga el agua artificialmente desde hace más de dos décadas cuando inició el proceso, por lo que actualmente se ha cerrado el círculo. En París, a pesar de que cuentan con el Río Sena, se obtiene el agua de un proceso de recarga artificial: se trata, se recarga y la vuelven a sacar, con lo cual también cierran el círculo. El proceso de recarga artificial no es algo que se logre de la noche a la mañana. Al igual que el proceso de reparación de fugas, no es posible lograr, en el corto plazo, una recarga de 20 m3/s en el Valle de México o de 3 m3/s en el Valle de Toluca. Una de las razones para ver a la recarga artificial como un programa permanente, es que las plantas de tratamiento tienen que ubicarse en el sitio donde se genere el agua residual y donde se requiera practicar el saneamiento. En ese sitio no necesariamente se encuentran las zonas de recarga, por lo que se necesita construir, además, la infraestructura para conducir el agua tratada a donde es necesario recargar. La recarga artificial debe ser un trabajo planeado, estratégico, que esté ligado a las nuevas plantas de tratamiento del Valle de México y a las que se construyan en el Valle de Toluca. Además debe existir un planteamiento a 15 o 20 años, de lo contrario, no habrá resultados. La recarga artificial no debe ser un programa anual. Es un programa de inversión de varios años y un programa permanente. Si bien este proceso puede llevar varios años, en México resulta imperativo comenzar. Muestra de inyección al manto acuífero en el Programa Piloto de Inyección al Acuífero Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM LA CULTURA DEL AGUA ES UN CONCEPTO QUE DEBE SER ATENDIDO EN NUESTRO PAÍS, PARA ENTENDER DE MEJOR MANERA TEMAS COMO LA RECARGA ARTIFICIAL, EL COMBATE A LAS FUGAS Y LA SECTORIZACIÓN, ENTRE OTROS. OJHL 305 La importancia de la sustentabilidad de los acuíferos para el abastecimiento de agua potable a la población Vista de cuerpo de agua proveniente de un manantial, ubicado en San Miguel Almaya, en el municipio de Capulhuac, en el Estado de México. ACR José Raúl Millán López os acuíferos son formaciones geológicas, compuestos por lo general de materiales sedimentarios como gravas, arenas y limos, por las que circula o se almacena agua, y han sido en muchas regiones del mundo las principales fuentes de abastecimiento de agua potable, tanto para consumo humano como para el desarrollo de actividades económicas como la agricultura y la industria, principalmente. L Entre las principales características hidrológicas de los acuíferos destacan las siguientes: grandes volúmenes de almacenamiento, muy bajas velocidades de flujo, muy bajas pérdidas por evaporación, impactos retardados por extracción, por lo general alta calidad del agua, costos de extracción de bajos a moderados según profundidad y baja vulnerabilidad a la contaminación. La recarga natural de los acuíferos proviene del agua de lluvia que se infiltra a través de suelos permeables. En este proceso es de mucha ayuda las zonas con vegetación densa, principalmente las de raíces extendidas de poca profundidad, que frenan las corrientes de agua y propician su absorción e infiltración del agua al subsuelo. Es muy común que los acuíferos broten de manantiales que se aprovechan para abastecer de agua potable a la población y para otros usos. Asimismo, también es común que se extraiga el recurso mediante pozos para los mismos fines y para regar cultivos y utilizarla en procesos industriales. Los principales acuíferos en el Estado de México, tanto del Valle de México como del Valle de Toluca, se encuentran debajo de zonas lacustres, es decir, en zonas impermeables que provocaron la creación de lagos y humedales, por lo que sus principales recargas provienen de las zonas montañosas aledañas. 306 LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ Antecedentes y consecuencias de la sobreexplotación La sobreexplotación de los acuíferos en la Cuenca del Valle de México, inició en los años 30 del siglo XX para cubrir la demanda de agua potable, lo que ha provocado el agotamiento o desaparición de manantiales y humedales, la disminución o desaparición de flujo base en ríos, el abatimiento del nivel del agua subterránea hasta de 1.77 m cada año, la formación de grietas y asentamientos diferenciales en el suelo hasta de 40 cm al año, la migración de agua de mala calidad y la disminución de la calidad del agua de los pozos. Agrietamientos en el suelo en el municipio de Texcoco, en el Estado de México. CFM En el Valle de México los efectos adversos sobre la infraestructura urbana son considerables, en el caso de la infraestructura hidráulica para el desalojo de las aguas pluviales y residuales los daños son irreversibles, principalmente en el Gran Canal de Desagüe, cuya capacidad de desalojo ha disminuido de 80 m3/s a 15 m3/s lo que ha obligado a instalar plantas de bombeo para traspalear el agua y lograr su desalojo. Además, ha provocado que el Emisor Profundo, construido en 1975 por el Departamento del Distrito Federal (DDF) para el desalojo de aguas pluviales, desde 1992 opere de manera permanente para el desalojo de aguas residuales sin el mantenimiento necesario, lo que ha dañado sus paredes, disminuido su capacidad de conducción de 170 a 120 m3/s e incrementado el riesgo de colapso que provocaría inundaciones de magnitudes catastróficas. En 1975, la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) contaba con una capacidad de desalojo de aguas residuales y pluviales de 280 m3/s y en 2006 fue tan sólo de 165 m3/s. Disminuir los riesgos de inundaciones y restaurar la capacidad de desalojo demanda grandes acciones. A la fecha, mediante grandes inversiones, se han construido plantas de bombeo emergentes y lagunas de regulación, además, se han comenzado los trabajos de mantenimiento del Emisor Profundo. En el Valle de Toluca, los problemas de sobreexplotación iniciaron principalmente con la entrada en operación del Sistema Lerma, en la década de 1950, extrayéndose hasta 15 m3/s. Actualmente se extraen 5 m3/s para su conducción al Valle de México. A partir de esta explotación, se han presentado agrietamientos en el suelo que afectan a casas habitación y hundimientos del suelo que afecta la capacidad de escurrimiento del Río Lerma, desde la Laguna Chignahuapan, en Almoloya del Río, hasta la Presa José Antonio Alzate, entre los municipios de Toluca y Temoaya. 307 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La importancia de los acuíferos La situación actual de los acuíferos En el Estado de México, donde habitan 14 millones 580 mil habitantes, llueve alrededor de 20 mil millones de m3, de los cuales se evaporan 14 mil, escurren 4 mil 800 y se infiltran tan solo mil 116 millones de m3, volumen que equivale a 37 metros cúbicos por segundo. Actualmente, en el territorio Estado de México se tienen identificados ocho acuíferos, sin considerar una pequeña porción del Acuífero de la Ciudad de México. De ellos, cinco se encuentran sobreexplotados, es decir, se les extrae más de lo que se recarga. Un aspecto muy importante a considerar es que mientras la disponibilidad de agua per cápita en el país es de 4 mil 312 m3/ hab/año, por lo cual es considerado como un país de baja disponibilidad, en el Estado de México es de tan sólo 409 m3/ hab/año, ubicándose dentro una zona de gran presión por el agua. En la Cuenca Golfo Norte, el Acuífero de Polotitlán está subexplotado en –18%, aunque su disponibilidad es muy baja. El caso más crítico ocurre en la zona perteneciente a la Cuenca del Valle de México, donde se asientan 10 millones 896 mil habitantes, ya que en esta región llueven 5 mil 800 millones de m3, de estos se evaporan 4 mil 450, escurren 800 y se infiltran tan sólo 550 millones de m3, que equivalen a 17 m3/s. La disponibilidad per cápita en esta región es alarmante, ya que registra 124 metros cúbicos por habitante al año. Por otro lado, en el Estado de México se aprovechan para los diferentes usos un total de 84.34 m3/s, de los cuales, 42% son caudales provenientes de fuentes superficiales y 58% de fuentes subterráneas, es decir, de acuíferos. La importancia de los mantos acuíferos destaca aún más si se toma en cuenta que 83% del agua potable que abastece a la población estatal, proviene de ellos. Actualmente, en el Estado de México se demandan 43.82 m3/s de agua potable y se ofertan 39.38 m3/s, por lo que se tiene un déficit promedio de 4.44 metros cúbicos por segundo. 308 En el Valle de México, los acuíferos de Texcoco, Chalco-Amecameca y el de Cuautitlán–Pachuca presentan una sobreexplotación promedio de 231%, equivalente a 23.8 metros cúbicos por segundo. En la Cuenca del Río Lerma, los acuíferos de Valle de Toluca y de Ixtlahuaca-Atlacomulco presentan una sobreexplotación promedio de 38%, equivalente a 5.5 metros cúbicos por segundo. En la Cuenca del Río Balsas se han identificado dos acuíferos, el de Villa Victoria y el de Tenancingo, los cuales han sido insuficientemente estudiados pero, se presume, están subexplotados ya que presentan una explotación promedio de 62%, con una disponibilidad equivalente a 0.6 metros cúbicos por segundo. Respecto a la Cuenca del Valle de México, en su totalidad (incluyendo al DF), se estima que la recarga de los acuíferos es de 28 m3/s, mientras que la extracción asciende a 59.5 m3/s, por lo que la sobreexplotación promedio asciende a 125%, equivalente a los 31.5 metros cúbicos por segundo. Es importante mencionar que en toda la Cuenca del Valle de México se ofertan alrededor de 64.7 m3/s para uso público urbano, de los cuales se pierden por fugas 35%, que equivale a 22.6 metros cúbicos por segundo. LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ La importancia de la recarga artificial de los acuíferos en un marco integral para la sustentabilidad del agua A diferencia del Distrito Federal (DF), donde el crecimiento de la población se estabilizará e, incluso, disminuirá, en el Estado de México la población seguirá creciendo de manera que, para 2030, se estima que la población alcanzará los 17 millones 242 mil habitantes y, considerando una dotación deseable de 240 l/hab/día, la demanda de agua potable alcanzará los 47.88 m3/s, y para cubrir este caudal será necesario incrementar la oferta actual en 8.5 metros cúbicos por segundo. Por otro lado, no se conoce con precisión cuánto tiempo más se podrá continuar extrayendo agua de los acuíferos al ritmo actual, sin embargo, su calidad se irá deteriorando, será necesario potabilizarla y extraerla a mayor profundidad, con lo cual se incrementarán los costos. Continuar con la sobreexplotación implica aumentar las afectaciones a la infraestructura en el Valle de México y que, lo que no se invierta en obras externas de abastecimiento, intercambio de aguas, reinyección a los acuíferos y uso eficiente del agua en general, se invertirá en disminuir los efectos causados por la sobreexplotación, especialmente en el drenaje. La dependencia del agua proveniente de los acuíferos sobrexplotados para abastecer a la población, pone al Estado de México en una situación de alta vulnerabilidad, pues no podrá garantizarse el desarrollo social y económico futuro. Ante ello, deberá tomar medidas urgentes para revertir la tendencia de sobreexplotación de los acuíferos y disminuir sus efectos adversos. Asimismo, las fuentes actuales no cubren la demanda, y tampoco se cuenta con una fuente alterna para una contingencia, como el colapso de las fuentes de abastecimiento subterráneas; por tanto, se requiere con premura disponer de fuentes alternas de abasto para las zonas metropolitanas. Metodologías para la infiltración de agua a los acuíferos Los procedimientos ideados para introducir agua en el acuífero de manera artificial son múltiples y variados, pero destacan dos grupos: el primero cuando la recarga se efectúa por infiltración a través de la superficie o, el segundo, por introducción directa del agua hasta el acuífero mediante una perforación que lo atraviesa. en residencia un tiempo antes de su extracción, mejoran su calidad notablemente. Para el primero se necesita construir diques, presas, canales y campos de inundación, entre otros. Aunque las prácticas más exitosas están relacionadas con el uso agrícola, también se tiene la experiencia en el abastecimiento de agua potable a la población; por ejemplo, los estudios epidemiológicos realizados en la ciudad de Los Ángeles, en los Estados Unidos, no registran impactos en la salud al usar agua subterránea. Para el segundo, que se conoce como sistemas de recarga a profundidad, suelen emplearse terrenos formados por una alternancia de niveles permeables e impermeables de suelo. El método consiste en introducir agua al acuífero mediante la perforación de pozos para su inyección, ya sea agua producto de escurrimientos por lluvia o de aguas residuales previamente tratadas. Otra de las ventajas de la recarga artificial de los acuíferos es que permite el manejo o control de la calidad de las aguas. Al respecto, existe la experiencia a nivel mundial de que las aguas residuales municipales que se han infiltrado y dejado Planta Piloto de recarga al acuífero en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, en el municipio de Toluca, en el Estado de México. CFM También se sabe que las bacterias y virus desaparecen en caudales aprovechados que han sido tratados a nivel secundario y terciario previo a su inyección en el acuífero. Por la característica impermeable de gran parte de los suelos en los Valles de México y de Toluca, sería de mucha ayuda utilizar pozos fuera de uso para la reinyección o construirlos con ese propósito, siempre y cuando se garantice que el agua de recarga sea de la calidad adecuada. 309 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Acciones en marcha Ninguna estrategia o acción aislada resolverá los problemas de sobreexplotación de los acuíferos y para asegurar el abastecimiento de agua potable, por lo cual, se requieren estrategias y acciones de carácter integral y la participación de los tres órdenes de gobierno. Para la Cuenca del Valle de México, los gobiernos Federal, del Distrito Federal y del Estado de México han puesto en marcha el Programa de Intercambio de Agua, Nuevas Fuentes y Reducción de la Sobreexplotación de los Acuíferos, con un presupuesto de 24 mil 794 millones de pesos. Vista de la Presa Guadalupe, ubicada entre los municipios de Atizapán de Zaragoza, Cuautitlán Izcalli y Nicolás Romero, en el Estado de México. CFM El Programa de Intercambio de Agua consiste en intercambiar 9.5 m3/s de agua de pozo utilizada en el riego, de 12.6 m3/s que se utilizan en el Valle de México, por agua residual tratada. Para lograrlo se tiene contemplado aprovechar los caudales residuales tratados provenientes de las siguientes cinco plantas de tratamiento que se encuentran en proyecto: Nextlalpan, Zumpango, Berriozabal, Guadalupe y Vaso de Cristo, con una capacidad conjunta de 17 m3/s, previo convenio con los ejidatarios dueños de los títulos de derechos de agua y con la condición de asegurar la fuente de recursos económicos para su operación y mantenimiento. Como complemento y parte sustantiva del Proyecto de Saneamiento de Aguas Residuales del Valle de México que comprende seis sistemas de tratamiento con una capacidad de diseño de 40 m3/s, se contempla la construcción de la Planta de Tratamiento de Atotonilco, que tendrá una capacidad instalada de 23 m3/s para el saneamiento de las aguas residuales que llegan a la Presa Requena provenientes del Emisor Profundo del Distrito Federal. Un claro ejemplo de la recarga artificial de acuíferos, es el proyecto mediante el cual se contempla importar 5 m3/s del Acuífero de Tula para el abastecimiento de agua potable, el cual presenta importantes excedentes gracias a los 50 m3/s de aguas residuales y pluviales que, en promedio, recibe el Valle del Mezquital y que se utilizan para riego, provocando la recarga incidental. Para su aprovechamiento se deberán tomar las medidas pertinentes que aseguren su calidad. Asimismo, para incrementar el abastecimiento de agua potable a la población del Valle de México, se contempla modernizar y ampliar el Sistema Cutzamala (3 m3/s adicionales), aprovechar las presas Guadalupe (2 m3/s), Madín (0.5 m3/s) y el Vaso de Zumpango (2.5 m3/s), principalmente para este último previo estudio que asegure su calidad y cancelar pozos para dejar de aprovechar 2 metros cúbicos por segundo. 310 LA IMPORTANCIA DE LA SUSTENTABILIDAD DE LOS ACUÍFEROS PARA EL ABASTECIMIENTO DE AGUA POTABLE A LA POBLACIÓN JOSÉ RAÚL MILLÁN LÓPEZ Con estas acciones se prevé reducir la sobreexplotación de los acuíferos en 15 m3/s, a pesar de representar la mitad de la sobreexplotación, significa un paso importante hacia su recuperación. Respecto a la Cuenca del Río Lerma, en la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT) se ha iniciado un proyecto de recarga artificial del acuífero con una inversión de mil millones de pesos, que considera la construcción de plantas de tratamiento terciario con capacidad de 1 m3/s y pozos de inyección. Hoy se cuenta con un módulo piloto de 20 l/s en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. Asimismo, comenzó la primera etapa de un proyecto para intercambiar agua para riego proveniente de 17 pozos en los municipios de Temoaya, Otzolotepec, Xonacatlán y Lerma, por aguas residuales tratadas provenientes de las macroplantas de tratamiento Toluca Norte y Oriente. El volumen será de 0.745 m3/s y su costo alcanzará los 150 millones de pesos. Por otro lado, se han iniciado los estudios para incrementar el abastecimiento de agua potable a la población de la ZMVT, aprovechando 2 m3/s de la Presa Ignacio Ramírez, previa aprobación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con lo que disminuirá la sobreexplotación del acuífero. El costo del proyecto asciende a mil 885 millones de pesos. Vista de la Presa Ignacio Ramírez, ubicada entre los municipios de Toluca y Temoaya, en el Estado de México. CFM Para complementar estas acciones, deberán establecerce programas para disminuir pérdidas por fugas, utilizar tecnología ahorradora de agua, establecer tarifas con los costos reales del suministro de agua y, muy importante, modernizar el marco legal del agua. Es importante destacar que, dadas las afectaciones en la infraestructura del Valle de México y de Toluca, debido a la sobreexplotación de los acuíferos, si no se actúa, los costos marginales harán que fuentes de abastecimiento externas que en su momento no fueron consideradas por sus altos costos ahora resulten rentables, como la desalinización de agua de mar y su conducción hacia estas grandes zonas metropolitanas. Sin embargo, éticamente estamos obligados a optimizar los recursos económicos e hídricos disponibles y, sin duda, reinyectar agua al acuífero o disminuir su explotación son acciones de primer orden necesarias para lograr la sustentabilidad del agua en estas importantes regiones del Estado de México, así como de todo el Valle de México. 311 De la serie Entre el agua y la vida. CFM 312 LOS CAUDALES PARA LOS USOS DEL AGUA 313 Hacia un uso eficiente del agua en el campo Represa para una zona de cultivo en el Valle de Toluca, en el Estado de México. ACR Galdino Daniel González Covarrubias La disponibilidad natural media de agua Anualmente, México recibe del orden de un billón 488 mil millones de m3 de agua en forma de precipitación. De este volumen, 72.5% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, 25.4% escurre por los ríos o arroyos y 2.1% se infiltra al subsuelo y recarga los acuíferos, de tal forma, el país cuenta con 458 mil millones de m3 de agua dulce renovable, volumen al que se le denomina disponibilidad natural media. Cabe aclarar que la disponibilidad natural media se debe analizar desde tres perspectivas: a) La distribución temporal, ya que en México existen grandes variaciones de la disponibilidad a lo largo del año. La mayor parte de la lluvia ocurre en el verano, mientras que el resto de las estaciones es relativamente seco. b) La distribución espacial, ya que en algunas regiones se presenta una precipitación abundante y una baja densidad de población, mientras que en otras ocurre exactamente lo contrario. c) El área de análisis, ya que el problema del agua es predominantemente de tipo local. Los indicadores calculados a gran escala esconden las fuertes variaciones que existen a lo largo y ancho del país. En algunas regiones hidrológico-administrativas, como en la XIII Aguas del Valle de México, VI Río Bravo y VIII Lerma-Santiago-Pacífico, el valor de la disponibilidad natural media per cápita es preocupantemente bajo. Aunque se ha dicho que el agua es escasa en México, la realidad es que su distribución espacial y temporal es poco adecuada para las necesidades de sus habitantes. Decir que el volumen por habitante se ha reducido de 1955 a la fecha tiene poco significado, ya que los cerca de 5 mil m3/hab/año disponibles son una cantidad más que suficiente para satisfacer las necesidades de agua potable. No obstante, es evidente que la población se ha distribuido en el territorio nacional, sobretodo en los altiplanos y en el norte del país, donde el agua escasea. 314 HACIA UN USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL CAMPO GALDINO DANIEL GONZÁLEZ COVARRUBIAS La situación del campo en México Para las actividades agrícolas, la distribución espacial y temporal del agua resulta desfavorable. La lluvia abundante se presenta donde hay menos condiciones para la agricultura, y donde se dispone de mejores suelos y clima, la lluvia suele ser insuficiente para satisfacer las necesidades de los cultivos. Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2005 el área con infraestructura de riego en México era de 6 millones 400 mil ha, de las cuales 3 millones 500 mil correspondían a Distritos de Riego y 2 millones 900 mil a Unidades de Riego. En los últimos 25 años el sector agrícola mexicano ha sembrado en promedio 20 millones 900 mil ha anuales, según datos de 2006 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), de las cuales alrededor de 5 millones corresponden a zonas bajo riego, ya sea de Unidades o Distritos de Riego. Para este mismo periodo, de acuerdo con datos de Conagua de 2006, en los Distritos de Riego se cosecharon en promedio 2 millones 700 mil ha bajo riego, incluyendo segundos cultivos. Por otra parte, al menos 800 mil ha con infraestructura de riego se encuentran ociosas, debido principalmente a problemas de salinidad y drenaje, baja redituabilidad y en algunos casos a problemas relativos a tenencia de la tierra. Si nos referimos a los datos de Conagua de 2006, las Unidades de Riego han cosechado en promedio 2 millones 300 mil ha, aunque de dichas unidades no se cuente con estadísticas agrícolas e hidrométricas actualizadas. La superficie cosechada bajo riego genera 42% del valor total de la producción agrícola, según datos de 2006 de Sagarpa. En contraste, la mayoría de los agricultores siembran en 14 millones de ha de temporal, de las cuales se obtienen con gran incertidumbre cosechas modestas. Los Distritos de Riego emplean 48.5% del agua destinada al sector agropecuario, mientras que en las Unidades de Riego sólo puede estimarse un volumen aproximado de uso, con base en las diferencias de volumen aprovechado en el sector; es decir, que 69% del agua que se extrae de los acuíferos se usa en el riego agrícola, de acuerdo con datos de Conagua de 2006. Actualmente, sólo se realizan acciones para tecnificar y mejorar la producción en 2 millones 600 mil ha en regiones húmedas. Al respecto, en este ámbito el uso del agua para la agricultura es muy poco eficiente, alcanzando sólo 46%, si se consideran los procesos de conducción y asignación, así como su forma de uso. En la gran mayoría de los Distritos y Unidades de Riego, se obtienen bajas eficiencias por el uso del agua de presa y además se extraen cantidades considerables de agua de los acuíferos, lo cual constituye un grave error de la planeación de los sistemas de riego. Aun cuando la mayor parte del agua utilizada en Distritos de Riego es de origen superficial, el riego por bombeo de aguas subterráneas representa un alto porcentaje de acuerdo a datos de Conagua de 2005, que señala que se utilizan aproximadamente 18 mil 700 millones de m3, equivalente a 32.6% del volumen total de agua concesionada para uso agropecuario. De acuerdo con información de Conagua de 2005, las tendencias en la evolución de la infraestructura hidroagrícola muestran que la tasa de crecimiento para el periodo 1930-1980 fue de 2.74% anual. Sin embargo, de 1980 a 2002 la tasa de crecimiento fue del orden de 0.30% anual. Respecto al desarrollo del sector hidroagrícola, de acuerdo a datos de Sagarpa y de Conagua de 2006, la superficie cosechada en zonas de riego ha disminuido en los últimos 20 años. Para minimizar estas situaciones, se han desarrollado algunos proyectos de inversión para mejorar el uso y el manejo del agua disponible. Además, se han establecido programas de apoyo a las Unidades de Riego, que aun cuando se encuentran dispersas a lo largo del territorio nacional, deben considerarse para la modernización de la agricultura de riego. Las fuentes de abastecimiento de agua para Distritos y Unidades de Riego son presas de almacenamiento, presas derivadoras, manantiales, plantas de bombeo y pozos profundos. 315 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL El sector hidroagrícola en el Estado de México El Estado de México se encuentra en la parte central y más elevada del país, tiene una superficie de casi 23 mil kilómetros cuadrados y en sus linderos se originan la Cuenca del Río Lerma, la Cuenca del Río Balsas, la Cuenca del Río Pánuco y la Cuenca del Valle de México. El balance hidrológico En la entidad, la precipitación media anual es de 20 mil millones de m3, de los cuales la evapotranspiración representa aproximadamente el 76% con 15 mil 226 millones de m3, de tal manera que solo el 24% de esta precipitación, se encuentra disponible, con aproximadamente solo 4 mil 774 millones de m3; de los cuales el escurrimineto medio anual es de 3 mil 707 millones de m3, y la infiltración que permite la recarga de acuíferos es de mil 67 millones de metros cúbicos. La menor disponibilidad y mayor sobreexplotación ocurre en regiones más densamente pobladas como la Cuenca del Valle de México. La mayor disponibilidad ocurre en las regiones más agrestes y menos pobladas como la Cuenca del Río Balsas. La disponibilidad del agua En Canadá, la disponibilidad de agua es de 99 mil 700 m3/hab/año, en el país es de 4 mil 505 m3/hab/año, en Chiapas es de 24 mil 674 m3/hab/año, en el Estado de México es de solamente 192 m3/hab/año, casí 23 veces menor al promedio nacional. Al respecto, según las normas internacionales, los países considerados pobres en disponibilidad de agua tienen menos de 5 mil metros cúbicos por habitante al año. Uso del agua en la agricultura La superficie agrícola total de la entidad es de 885 mil 900 ha, la superficie de riego parcial y completo es de 188 mil 759 ha, se cuenta con 47 mil 466 ha en cinco Distritos de Riego y 141 mil 293 ha en mil 210 Unidades de Riego. El volumen de agua utilizado es de mil 57 millones de m3, cuyo desperdicio alcanza en algunos casos 70 por ciento. 316 La problemática de la agricultura de riego Los principales problemas para la agricultura de riego en el Estado de México son los conflictos sociales por la disponibilidad y competencia en el uso; la limitada inversión para la reconversión hacia cultivos rentables; la contaminación de los embalses y corrientes por desechos urbanos; la utilización de agroquímicos; la escasez de sitios para la construcción de grandes presas con alta relación de costo-beneficio; el azolvamiento de las presas existentes; la infraestructura deteriorada; la sobreexplotación de los acuíferos; el uso de aguas residuales sin tratamiento; la baja recarga de acuíferos por la tala clandestina e incendios, la erosión y el deterioro de las cuencas; las prácticas deficientes de riego; los desperdicios en la conducción y distribución del agua; la organización deficiente de los usuarios para la administración, aprovechamiento y conservación de las obras, y la falta de una cultura para el mejor aprovechamiento del agua. La problemática de las zonas de riego Los principales problemas para las zonas de riego son el minifundio, la invasión de la mancha urbana, los suelos degradados, la tecnología limitada, el monocultivo, el encarecimiento de insumos, los altos costos de operación del riego por bombeo, los costos de producción elevados, la siembra de cultivos sin mercado previo para los productos y la falta de organización para producir. HACIA UN USO EFICIENTE DEL AGUA EN EL CAMPO GALDINO DANIEL GONZÁLEZ COVARRUBIAS El impulso a los programas hidroagrícolas en el país Derivado de la problemática del sector hidroagrícola, los gobiernos Federal y Estatal han implementado programas hidroagrícolas que ayuden a la solución de los problemas y apoyen a los productores de las áreas de riego. La construcción y rehabilitación de la infraestructura básica rural Este programa tiene como objeto el incremento y mejoramiento de la infraestructura básica para la producción agropecuaria. La protección integral de cuencas El reúso de aguas residuales Este programa pretende reducir el impacto de la erosión y propiciar la recarga de acuíferos, mediante acciones como la coordinación de las dependencias del sector forestal, la construcción de presas de gaviones, terrazas de formación sucesiva, bordos en curvas de nivel, siembra de pastos perennes y trabajos de reforestación. La protección contra inundaciones Este programa pretende evitar que los ríos se desborden mediante acciones como el desazolve de cauces, la sobreelevación y reforzamiento de sus bordos laterales y la construcción de plantas de bombeo. La captación de agua para usos del sector Este programa pretende captar la mayor cantidad de agua posible para aprovecharla en actividades agropecuarias, piscícolas y forestales. La modernización de los sistemas de riego El objetivo de este programa es el de optimizar el uso del agua, con la construcción y/o rehabilitación de obras de de captación, revestimiento de canales y entubamiento de regaderas, instalación de sistemas de riego de alta y baja presión (aspersión, microaspersión, goteo y sistemas de riego con multicompuertas, etc.) y en su caso la construcción de invernaderos con diferentes niveles de tecnología. Todo lo anterior con la participación directa de los propios productores, apoyados con programas capacitación. Este programa tiene como fin aprovechar las aguas residuales de origen doméstico, previamente tratadas, en cultivos altamente rentables, como flores, hortalizas, forrajes y frutales. Al respecto, se estima que en 2007, en México se reutilizaron 4 mil 722 millones de m3 de agua, cantidad equivalente a un caudal de 150 metros cúbicos por segundo. En el reúso de agua de origen municipal destaca la transferencia de aguas residuales colectadas en las redes de alcantarillado hacia cultivos agrícolas. En una menor proporción, se reutilizan dichas aguas en las industrias y en las termoeléctricas, como es el caso de la Central Termoeléctrica de Villa de Reyes en San Luis Potosí. En el reúso de agua de origen industrial no municipal, destacan las aguas residuales de los ingenios azucareros en el estado de Veracruz. La supervisión de la operación de las unidades de producción Este programa tiene como fin asesorar la administración, operación y conservación de los Distritos y Unidades de Riego, en coordinación con Conagua y Sagarpa; mejorar el aprovechamiento del agua, en base a la capacitación de los usuarios y apoyos, que les permitan emplear la ferti-irrigación, establecer cultivos remunerativos con tecnología de punta, protección contra fenómenos meteorológicos y disponibilidad de información agroclimatológica. 317 José Elías Chedid Abraham Hacia un campo sustentable en el Estado de México Las cuencas del Valle de México y Golfo Norte En el Estado de México, esta cuenca se distingue por la presencia de dos condicionantes respecto al binomio agua-agricultura. La primera está estrechamente ligada a la salida de aguas residuales de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), cuyo caudal es aprovechado por la entidad para el riego de zonas agrícolas que están situadas en los límites de las regiones urbanas en municipios como Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca, Zumpango, Otumba y Axapusco, entre otros. Las aguas residuales utilizadas en esas zonas son riesgosas ya que, al no recibir tratamiento previo, contienen altas cargas de materia orgánica que, paradójicamente, propician que los cultivos tengan altos rendimientos en la producción, cual si fueran regados con agua enriquecida con fertilizantes. 1 La Cuenca del Río Lerma 2 La Cuenca del Río Lerma es uno de los valles con riego por temporal de mayor producción en la República. En este lugar se tiene un temporal de buena calidad, a pesar de las variaciones climáticas que se han presentado en los últimos años. Además es propicio para cultivar maíz, grano de importancia cultural y religiosa para los valles altos de Toluca, Atlacomulco y Temascalcingo. Al mismo tiempo, las condiciones para el desarrollo de otro tipo de cultivos son mínimas, debido a las características del clima. Debe destacarse que las aguas subterráneas ubicadas en esta cuenca se convirtieron en la primera fuente de abastecimiento alterno del Valle de México desde la década de 1950, lo que impidió la planeación del uso del recurso en las comunidades y su agricultura. Lo anterior no sucedió en la zona de Ixtlahuaca-Atlacomulco, donde hubo mayor oportunidad de administrar el uso de sus aguas subterráneas y donde, incluso, se logró la salvaguarda de líquido para su uso en las comunidades o para el riego de algunas superficies. La Cuenca del Río Balsas La mayor parte de las aguas de la Cuenca del Río Balsas abastece a la ZMVM, por lo que es la segunda fuente en importancia para la ciudad. El caudal suministrado proviene de las presas Valle de Bravo, El Bosque, Villa Victoria y Colorines, que anteriormente se utilizaban para la generación de energía hidroeléctrica. En la década de 1960 se decretó cuál sería la vocación para el agua superficial de esta cuenca, dentro del rubro de grandes aprovechamientos, como parte de un proyecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Anteriormente la mayor parte del recurso disponible en esta cuenca se destinaba al uso agrícola, vocación que era determinada por las condiciones de su clima. Ahora, tanto el uso público-urbano como el hidroeléctrico han limitado la orientación agrícola de sus aguas, excepto en el líquido proveniente de manantiales. 3 318 HACIA UN CAMPO SUSTENTABLE EN EL ESTADO DE MÉXICO JOSÉ ELÍAS CHEDID ABRAHAM (Página anterior) (1) Arado en el municipio de Teoloyucan. CCO (2) Valle en el municipio de Temascalcingo. CFM (3) Vivero en el municipio de Villa Guerrero.CCO (1) Campo en el municipio de Zumpango. CFM (2) Plantación de maíz en el municipio de Lerma. CCO (3) Vivero en el municipio de Villa Victoria. CFM La segunda condicionante del riego en esta cuenca está relacionada con las aguas residuales que son desalojadas a través del Tajo de Nochistongo. Su exclusión por esa salida artificial ha resultado provechosa para el sector agrícola del estado de Hidalgo, cuyos volúmenes de riego han crecido, en detrimento del caudal destinado al riego en el Valle de México. Otro factor decisivo para el riego en el Valle de México está fincado en la tierra y su relación con la presencia de un pozo de agua. Esta combinación es atractiva para los desarrolladores de vivienda, cuyo interés impulsa el precio de la tierra. En consecuencia, las tierras que cuentan con pozo están dejando de utilizarse con fines agropecuarios. Este fenómeno ha provocado que desaparezcan paulatinamente las cuencas lecheras del Valle de México, como sucedió en Melchor Ocampo, Zumpango, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli, municipios que suministraban lácteo al Distrito Federal, y que ahora son asiento de grandes zonas habitacionales. 1 Cabe mencionar que los pozos de la zona Ixtlahuaca-Atlacomulco están ubicados en el piamonte, punto de mayor recarga del acuífero, donde termina la pendiente y empieza el valle, y donde se encontraron los índices más altos de recarga gracias a la composición porosa del suelo. Es importante subrayar el deterioro del Lago de Chapala, proceso que comenzó hace dos décadas y que ha provocado graves daños ambientales. Por tal motivo, se determinó vedar cualquier aprovechamiento superficial en la Cuenca del Río Lerma, excepto en aquellos casos que tuvieran un permiso o autorización previa a la veda. En resumen, el desarrollo de la Cuenca del Río Lerma está condicionado a la presencia de un buen temporal y por la imposibilidad de aprovechar sus aguas subterráneas y superficiales. En consecuencia, en esta cuenca la utilización de riego ajeno al temporal para el cultivo de hortalizas, flores y frutales requiere grandes inversiones para alcanzar una alta productividad. 2 Lo anterior ha permitido el crecimiento de la floricultura, la fruticultura y la horticultura en zonas cuyo clima es propicio y que además cuentan con agua de buena calidad. En particular, estas condiciones se reúnen en la Depresión del Balsas, cuya altura llega hasta 2 mil m abajo de los valles altos y cuya temperatura oscila entre 6 u 8oC más que la que se registra en el Valle de Toluca. La Cuenca del Río Balsas además permite, bajo el esquema de invernadero –e incluso en algunos lugares a cielo abierto–, el desarrollo de la floricultura y la horticultura, para lo cual se utiliza el agua más valiosa en costo y valor de producción de todo el Estado de México. Lo anterior porque en esta cuenca se producen flores, hortalizas y frutales a precios competitivos en el mercado, que la colocan como la de mayor producción en el país. En esta cuenca cada gota disponible tiene un costo directo en el mercado, donde los municipios de Zumpahuacán, Villa Guerrero, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal y Tenancingo destacan por su alta producción. Esta cuenca es, además, la productora por excelencia de flores en el país, cultivo que se desarrolla en los estados de México, Morelos, y esporádicamente en Tlaxcala y Puebla. 3 319 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Factores que deben considerarse en una estrategia de uso eficiente de agua para la agricultura El crecimiento de la vivienda, debacle para la agricultura La situación de la agricultura en la entidad es crítica, debido a los altos precios de la tierra provocados por el crecimiento del mercado inmobiliario. La demanda es tal que, según cálculos de desarrolladores, entre 60 y 80 mil viviendas se requieren cada año para satisfacer tanto el crecimiento de la población mexiquense como el de los habitantes que emigran a la entidad. Lo anterior repercute en el desarrollo de la agricultura de riego y temporal, cuya disponibilidad de agua disminuye debido a la alta demanda para uso público-urbano. El Estado de México pierde cada año alrededor de 5% de sus zonas de riego, por lo que, de continuar con esa tendencia, en dos décadas aproximadamente, la entidad, excepto la Cuenca del Río Balsas, estaría destinando la totalidad de sus recursos hídricos al uso público-urbano y al cultivo de temporal, cediendo además sus tierras de mejor calidad para la urbanización. El uso eficiente e incremento del aprovechamiento para el campo Ante el escenario de una veda generalizada y frente a las restricciones para construir grandes almacenamientos del líquido –principalmente porque las áreas que podrían destinarse a esos fines ya se ocuparon o ya cambiaron de uso–, el Gobierno del Estado de México tomó la decisión estratégica de construir pequeños depósitos. Dichas obras hidráulicas se conocen como bordos, represas, jagüeyes, ollas de agua o tanques de almacenamiento, según sea la condición, y se utilizan para almacenar agua de lluvia y para regular el caudal de los manantiales o el caudal que se extrae de los pozos. Una estrategia adicional para el uso eficiente del recurso consiste en el revestimiento total de los canales en el territorio estatal, acción con la cual podrían recuperarse 600 millones de m3 al año, volumen anual mayor a los 10 millones de m3 que se obtienen al año por pequeños almacenamientos. Por otra parte, la recuperación de agua disponible en la entidad mediante su uso eficiente, podría sustituir la construcción de nuevos almacenamientos. Las cuencas del Valle de México y Golfo Norte. La construcción de bordos en el Valle de México representa una opción viable para los productores, dado el clima semidesértico. Por las características de los suelos arenosos, los bordos deben ser revestidos de concreto para que el agua pueda ser almacenada. En cuanto al riego, en el Valle de México se tiene cierta disponibilidad de líquido en función del volumen limitado sobrante de aguas residuales que son expulsadas de la ZMVM. Para aprovechar el recurso, es menester que los productores cuenten con canales eficientes. La Cuenca del Río Lerma. La zona del Valle Ixtlahuaca-Atlacomulco se caracteriza por su alto potencial para la construcción y aprovechamiento de bordos; en contraste, el Valle de Toluca posee mediano potencial, dadas las condiciones de temporal. La Cuenca del Río Balsas. La Cuenca del Río Balsas es la de mayor potencial de escurrimiento en el Estado de México, entre otros factores por su orografía, la cual es propicia para la construcción de bordos. Por otra parte, esta cuenca destaca por ser la región con mayor uso de riego en la entidad, por sus canales, que en su mayoría están revestidos, y por la aplicación masiva de tecnología para el uso eficiente de agua. 320 HACIA UN CAMPO SUSTENTABLE EN EL ESTADO DE MÉXICO JOSÉ ELÍAS CHEDID ABRAHAM EN MÉXICO DEBE APLICARSE EL PRINCIPIO DE LO DEL AGUA AL AGUA, QUE SIGNIFICA: TODO LO QUE INGRESE POR CONCEPTO DE DERECHOS DE USO DEL AGUA, DEBE REINVERTIRSE EN EL AGUA. HEMOS LOGRADO CAMBIOS EN LA POLÍTICA HIDRÁULICA, EL ESTADO DE MÉXICO ES VANGUARDIA EN ELLO. COMO UN DIGNO EJEMPLO CITO A LA CUENCA DE AMANALCO-VALLE DE BRAVO, CON LOS RESULTADOS OBTENIDOS POR EL PAGO DE SERVICIOS AMBIENTALES POR EL USO DEL AGUA. JECA 1 2 Una solución ideal para el Estado de México, en cuanto al problema de abastecimiento para la agricultura, es que cada productor cuente con un bordo, estrategia que marcaría la diferencia entre una agricultura de temporal –con la incertidumbre que implica para el productor– y una agricultura de riego, que entre otros beneficios permite al campesino tener la certeza de que contará con el líquido para sus actividades productivas. Debe considerarse que la entidad pierde grandes volúmenes de agua por azolvamiento, fenómeno que dificulta el aprovechamiento de bordos, cuya capacidad de almacenamiento anual se incrementa a razón de 10 millones de m3 aproximadamente. (1) Conjunto habitacional en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. CFM (2) Canal de riego en el Valle de Toluca, en el Estado de México. Archivo JVG Responsabilidad del municipio en torno a la agricultura En la actualidad, los ayuntamientos rurales tienden a mostrar mayor interés en los programas federales y estatales que procuran un mejor aprovechamiento del agua. Es importante que los municipios sean responsables de una adecuada y eficiente conducción de su agricultura, particularmente aquéllos donde esta actividad y el riego son fundamentales para su economía y población. Temascaltepec, Villa Guerrero, Coatepec Harinas, Zumpahuacán, Tenancingo, Zumpango, Atlacomulco, Jocotitlán, Ixtlahuaca y Acambay, son municipios mexiquenses que representan una importante área rural de la entidad, junto con demarcaciones del sur como Tejupilco, Luvianos, Amatepec y Tlatlaya, cuya actividad es sustancialmente rural, y donde la política agrícola que se establezca incidirá directamente en su población y economía. 321 Hacia una visión integral entre el abastecimiento de agua potable, el tratamiento de aguas residuales y el uso eficiente para el campo Vista de las instalaciones en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, Toluca, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM En el Estado de México es necesario llevar a cabo una política coordinada de tratamiento y saneamiento de aguas residuales. Para ello es necesario que la construcción de una planta de tratamiento facilite la realización de un proyecto de riego que además redunde en el cumplimiento de las normas oficiales del agua. De esa manera se obtendrían beneficios en el saneamiento de las aguas superficiales de la entidad, la conservación del campo mexiquense y la reducción de costos por optimización del recurso vital. El tratamiento de aguas residuales implica costos, por lo cual deben considerarse aspectos económicos cuando se plantee una estrategia de tratamiento para la entidad. Es importante valorar la aplicación de una política pública que otorgue agua tratada sin costo a los productores, a cambio de la generación de empleos y la obtención de un producto rentable que genere economía para quien la trabaja, sin olvidar los beneficios ecológicos. En la actualidad existe tecnología que permite utilizar no sólo agua tratada para la agricultura, sino incluso aguas residuales que no han recibido tratamiento. Los avances tecnológicos para el riego agrícola conceden que el agua de cualquier calidad sea utilizada para riego porque se elimina cualquier afectación respecto a la presencia de coliformes debido a la ausencia de contacto. Sin 322 embargo, debe tenerse en consideración que, entre menos calidad en el agua, debe utilizarse mayor tecnología en el riego. Además, puede disponerse de tecnologías como los riegos con sistemas intensivos de filtrado, de riego localizado o riego por goteo o por microaspersión, que permiten que el caudal sea conducido hacia la raíz, excepto para los cultivos por contacto de tierra. Existen casos como el del jitomate, que de ser un cultivo por contacto de tierra, ahora se desarrolla en invernadero mediante un proceso diferente: el cultivo prácticamente cuelga y el único elemento que tiene contacto con el agua es la raíz. Cuando se trata de frutales, se descarta cualquier riesgo sanitario debido a que entre el tronco y la raíz se quedan todos los elementos contaminantes. En cultivos como el maíz o frutales, se eliminan riesgos al utilizar agua de baja calidad, no así en el caso del cultivo de hortalizas, en cuyo caso el riego debe ser limitado. La razón es que, en ese caso, la fruta y el consumible son al mismo tiempo el tallo y la raíz, como la papa o el camote, que en esencia son raíces. Un caso similar ocurre con el cultivo de lechuga, que propiamente es un tallo. En México, la regulación del tratamiento y uso posterior de las aguas tratadas se rige por normas oficiales, en sustitu- EN ESTE MUNDO NACIMOS CON LA CULTURA DE LA GRATUIDAD, ALGUNOS PAÍSES LA SUPERARON Y LE DIERON VALOR A SUS RECURSOS NATURALES, MIENTRAS QUE OTROS NO HAN PODIDO ELUDIRLA. EN LA MAYOR PARTE DE NUESTRO PAÍS SEGUIMOS VIVIENDO EN UN ESQUEMA DE GRATUIDAD, NOS LLEVAMOS EL BOSQUE, NOS LLEVAMOS EL AGUA, LA TIERRA Y EL AIRE PORQUE SON GRATUITOS, SIN DARNOS CUENTA DE SU VALOR VITAL, ESTRATÉGICO Y ECONÓMICO. JECA ción de las condiciones particulares de descarga. En cuanto al uso de aguas tratadas para riego, la NOM-001-Semarnat1996 destaca por su flexibilidad, dado que establece sin tantas restricciones la recepción de agua para tratamiento, principio que también aplica en cuanto al retorno de las aguas tratadas. La aplicación de la NOM-001-Semarnat-1996 para riego supone que, si el agua tratada es utilizada para tal propósito, se obtiene una economía. Si por el contrario, el agua tratada se utiliza para fines industriales o si se planea entregar a un cuerpo de agua federal, el proceso es más estricto. En caso de que el agua tratada quiera destinarse al uso público-urbano —cuestión de la que no existen antecedentes en el país—, las normas y exigencias son más altas respecto a la presencia de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), Demanda Química de Oxígeno (DQO), coliformes y otro tipo de agentes contaminantes. Una solución para resolver las dificultades en torno al abastecimiento de agua para las grandes ciudades es el tratamiento de entre 70 y 80% de sus aguas residuales, cuyo valor aún no ha sido considerado en su totalidad. De lograr la recuperación de volúmenes de agua clara, las ciudades podrían promover la recarga artificial de sus mantos acuíferos o el intercambio de sus aguas tratadas. Para valorar las aguas residuales que producen las grandes ciudades, es necesario apreciar el esfuerzo previo realizado para su conducción como agua potable y que en ocasiones supone el bombeo para superar casi 1000 m de altitud y más de 150 km de longitud, situación que tiene lugar en los valles altos del Estado de México. El objetivo debe ser valorar el recurso, no obstante que se haya convertido en agua residual. Vista de tierras de cultivo en el municipio de Zumpango, en el Estado de México. ACR A 80% de las aguas que sean tratadas deberá asignársele un valor agregado, ya sea mediante su aprovechamiento para riego de jardines, para uso agrícola o para la liberación de volúmenes de agua potable. De lograrse lo anterior, se reduciría la sobreexplotación de los acuíferos e, incluso, cabría la posibilidad de considerar el intercambio de líquido subterráneo por agua reusada, en aras de que la población satisfaga su necesidad de agua. En torno al aprovechamiento de aguas residuales tratadas, en el Estado de México existen políticas gubernamentales que incluyen la investigación y los trabajos conducidos por la Secretaría del Agua y Obra Pública (SAOP) del Gobierno Estatal. No obstante, es necesario fomentar tanto la inversión privada como la participación del usuario en el intercambio de aguas tratadas, de forma que la infraestructura de un pozo de agua potable pueda trasladarse hacia una ciudad. 323 La agricultura eficiente, camino para la viabilidad hidráulica del Estado de México Jesús Velarde García l valor de la producción del sector agropecuario ha disminuido su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) estatal, ya que a excepción de algunos cultivos, se mantiene con muy pocos cambios la estructura de la producción sectorial, basada fundamentalmente en la producción de granos, especialmente maíz, en condiciones de temporal. E Treinta años atrás, el sector agrícola superaba en importancia al sector industrial. A partir de los años sesenta cambió el patrón de cultivos al comenzar la producción intensiva de hortalizas, flores y praderas. La fuerte emigración de la población rural hacia el Distrito Federal (DF) y los municipios conurbados del Valle de México en la década de 1960 propició un explosivo crecimiento urbano y el decaimiento del sector agropecuario, que en la actualidad sigue perdiendo terreno frente a otros sectores económicos. Prueba de ello es que hoy participa con solo 4% del PIB estatal, a diferencia del más de 20% con que participaba en la década de 1960. El volumen de agua que se precipita en el territorio estatal es de 21 mil millones de m3 (21 km3), del cual se evapotranspira 71.8%, escurre 20% y recarga los acuíferos 8.2%; los dos últimos valores son indispensables para la planeación de la política pública de los usos del agua; es decir, cómo disponer alrededor de 5 mil 900 millones de m3 de manera sostenible, y compartir con otras entidades alrededor de mil 500 ya comprometidos por disposición federal. Campo de cultivo en el municipio de Jaltenco, en el Estado de México. ACR La extracción de agua para todos los usos, en 2000, fue de 3 mil 100 millones de m3, de los cuales mil 900 (61%) correspondieron al uso público-urbano, mil 50 (34%) al uso agrícola y el resto al uso industrial. (Gerencia de Conagua Estado de México, 2000.) El acelerado crecimiento de las zonas urbanas de los valles de México, Toluca y del resto del territorio estatal, ha ganado, en los últimos 20 años, las mejores tierras y agua a la agricultura en magnitudes desconocidas. Por esto, deben cuestionarse las cifras relativas al uso agrícola, pues un creciente volumen ha sido transferido al uso público por la venta de derechos de aguas subterráneas a desarrolladores de vivienda. 324 LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA Las mejores tierras de riego y temporal han disminuido en más de 120 mil ha por los efectos de la urbanización. En la década de 1960, la entidad contaba con alrededor de 1 millón 800 mil habitantes, de los cuales, alrededor de 1 millón 300 mil vivían en el campo, casi 75% de la población. Actualmente, esta relación cambió: en el medio rural viven 1 millón 500 mil habitantes, población equivalente a 10% del total estatal. La importancia del sector agricola radica en la capacidad que tiene para emplear a más de 560 mil campesinos, según el IX Censo Ejidal de 2008. Los cultivos son diversos, pero lo importante radica en el valor social de la producción, pues aporta granos básicos, principalmente maíz, para la alimentación rural y contribuye con cerca de 200 mil toneladas para la alimentación de las zonas urbanas. El uso de agua en la agricultura (30%) de la entidad contrasta con el 80% que usa la agricultura en el país, ya que en la entidad los 900 mm precipitados hacen factible la producción agrícola sin necesidad de riego durante el ciclo. No obstante, es necesario superar las pérdidas de agua de la agricultura, pues la eficiencia de aplicación es menor a 40% debido a las malas condiciones de la infraestructura de regulación, conducción, equipos de bombeo y deficientes métodos de riego utilizados por los productores. En el Estado de México no existen posibilidades técnicas ni administrativas para construir grandes obras de almacenamiento; por otro lado, el volumen de agua que se extrae del subsuelo es considerablemente mayor al que se infiltra, ocasionando la sobreexplotacion de los acuíferos a niveles tan peligrosos que se compromete el abasto de agua para los próximos años, especialmente en los acuíferos de los valles de México y Toluca, poniendo en riesgo el desarrollo social y económico de ambas zonas metropolitanas, habitadas por más de 20 millones de habitantes y generadoras de más de un tercio del PIB nacional. Desarrollo habitacional en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. ACR El Estado de México dispone de tres alternativas para garantizar a las nuevas generaciones la disponibilidad de agua suficiente: a) Ahorrar agua en todos los usos, especialmente en la agricultura. b) Impedir las pérdidas por extracción, conducción, almacenamiento, distribución y hábitos de consumo personal. c) Recargar los acuíferos mediante obras de captación de agua de lluvia e inyección de aguas residuales tratadas de acuerdo a las especificaciones y normas. 325 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Las políticas públicas orientadas al uso eficiente del agua en la agricultura deben apoyarse en: a) Rehabilitar la deteriorada infraestructura hidráulica existente en Distritos y Unidades de Riego. b) Emprender un programa de capacitación para productores en torno al mejoramiento de los métodos de riego. c) Avanzar en la sustitución de cultivos de granos bajo riego por otros de mayor rentabilidad económica y generadores de empleo. d) Ampliar los recursos públicos y financieros para incorporar tecnologías y equipamiento ahorradores de agua. Campo de cultivo con riego de cañón en el municipio de Luvianos, en el Estado de México. Archivo JVG En el sector agrícola del Estado de México existen condiciones favorables para aumentar la producción agropecuaria a pesar de que prevalece el minifundio, pues se dispone de agua superficial y subterránea para el riego de 150 mil ha y precipitación suficiente para los principales cultivos en 600 mil ha de las principales zonas agrícolas. En los últimos 30 años, la entidad ha sido pionera en el cultivo de flores, hortalizas, hongos, frutales y praderas, utilizando sistemas de riego presurizados y aplicando nutrientes en el riego, tanto en invernaderos como en campo abierto. Mediante este sistema se produce más de 60% de las flores de corte del país (rosas, crisantemos, claveles, tulipanes, lirios y otros), es el primer productor de plantas y flores en maceta, el cuarto lugar en producción de frutales (durazno, guayaba, aguacate y otros), y el principal productor de hongos de invernadero (champiñones, setas y otros), y de hortalizas con hidroponía (jitomate, lechuga, pepino, pimiento y otros). Avances similares se han logrado en aplicación de riego por aspersión en praderas de alfalfa y otras forrajeras para la producción de leche. Existe potencial adicional para el desarrollo de la agricultura altamente tecnificada en la mayor parte de las zonas agrícolas de riego del Estado de México y además cuenta con: 1. Excelentes vías de comunicación. 2. Disponibilidad de tecnología y centros de asesoría especializada. 3. Condiciones climáticas y agua para producir todo el año. 4. Proximidad de los centros de consumo más grandes del mundo. 5. Amplias posibilidades de exportación. 6. Posibilidad de apoyos institucionales y servicios financieros. 7. Parques industriales para proceso de excedentes. Rosa de invernadero en el municipio de Villa Guerrero, en el Estado de México. ACR (Página siguiente) Establo lechero en el municipio de Zumpango, en el Estado de México. ACR Vista de la Presa La Concepción en el municipio de Tepotzotlán, en el Estado de México. ACR 326 LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA Las cuencas hidrológicas En 2005, la disponibilidad de agua promedio por habitante en el Estado de México fue de 315 m3/año. Al respecto, es importante contrastar algunos datos de las cuencas del Estado de México: así, la Cuenca del Río Balsas se extiende por 37% de la superficie estatal y dispone de 3 mil 100 m3/hab/año; la Cuenca del Río Lerma se extiende por 24% de la superficie y dispone de 370 m3/hab/año; y finalmente, la Cuenca del Valle de México se extiende por 38% de la superficie estatal y dispone de sólo 115 m3/ hab/año. Situación en la Cuenca del Valle de México Hasta hace 30 años, las zonas agrícolas del Valle de México aportaban la mayor parte de la producción de leche y derivados que consumía la Ciudad de México: alfalfa, avena, maíz forrajero y praderas de zacate se destinaban a la producción de leche, actividad ahora limitada a 70 mil vacas productoras en los municipios de Zumpango, Apaxco, Teoloyucan, Coyotepec, Huehuetoca y Texcoco. Asimismo, los cultivos que requiere esta industria se riegan principalmente con aguas residuales sin tratamiento provenientes del Gran Canal, el Río Cuautitlán y otros emisores, para regar entre 7 mil 500 y 8 mil ha, excepto una pequeña zona agrícola de menos de 800 ha, aún no ha sido invadida por el crecimiento urbano, que corresponde al Distrito de Riego de la Presa La Concepción y el área de pozos profundos en Tepozotlán y Cuautitlán. En resumen, es altamente delicado y riesgoso para la salud de productores y consumidores el uso de aguas residuales crudas en la producción agrícola. En los cultivos referidos se utilizan bajas dosis de fertilizantes químicos, sin embargo, éstas contaminan los suelos, el ambiente, y significan un riesgo para la salud de productores y consumidores debido al gran contenido de materia orgánica, metales pesados, huevos de helmintos, tenia, etc, pues se encuentran en las aguas crudas de riego. Se estima que esos cultivos se riegan con aguas que contienen alrededor de 2 millones 500 mil a 3 millones de coliformes por cada 100 cm3, a pesar que las normas oficiales establecen un límite máximo de mil coliformes fecales para el agua que se utiliza en esos cultivos. Miles de campesinos y sus familias, que han vivido de esa actividad por siglos, no son culpables de la contaminación relativamente reciente de sus recursos, por lo que es apremiante que los gobiernos Federal, del DF y del Estado de México construyan plantas de tratamiento de aguas residuales, lo que permitiría, además, regar una superficie que actualmente es de temporal precario. Alternativas para la Cuenca del Valle de México Existen tecnologías que permiten el uso de agua residual para riego de hortalizas que no se comen frescas (jitomate, tomate, pepinos y melones entutorados o suspendidos bajo invernadero), las cuales requieren películas plásticas sobre las camas de siembra (acolchados) y cintas de riego por goteo bajo el acolchado, con agua previamente tratada en estanquería anaeróbica y uso de filtros de arenas y de anillos. Debido al costo, los gobiernos Federal, del DF y Estado de México, deben apoyar a los productores para que adquieran los materiales plásticos, cintas de goteo y equipos de bombeo para presurizar la aplicación del agua. Para lograr mayor eficiencia en el uso del agua de riego es necesario vigorizar los programas y proyectos de revistimiento de canales, rehabilitación y cambio de equipos de bombeo y ampliación de los programas de capacitación de productores en los Distritos de Riego de Chiconautla y La Concepción y las Unidades de Riego por bombeo. 327 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Situación en la Cuenca del Río Lerma Está considerada una de las cuencas más contaminadas del país, especialmente en la parte correspondiente al Estado de México, debido a la falta de infraestructura para el saneamiento de aguas residuales y el correspondiente desalojo de aguas crudas de origen público e industrial en cauces y embalses federales. Los acuíferos de esta cuenca, además, están altamente sobreexplotados (más de 60%), debido a las extracciones que demanda el abasto al DF y el desarrollo urbano e industrial de la Zona Metropolitana del Valle de Toluca (ZMVT). En la Cuenca del Río Lerma, el maíz representa alrededor de 82% de la tierra cultivada y se logran los mejores rendimientos y excedentes del grano en la entidad, pues representa más de 70% de la producción estatal. No obstante, la productividad del cultivo es baja debido a: Vista de la Presa Isidro Fabela en el municipio de Atlacomulco, en el Estado de México. ACR a) la aplicación del riego por gravedad e inundación, que propician altos desperdicios de agua; b) la carencia de trazos técnicos de acuerdo a las pendientes del terreno y al volumen de agua disponible, y c) la aplicación de excesivas láminas de riego en relación con la requerida por el cultivo al inicio del ciclo. El origen de los caudales para riego proviene de aguas superficiales, principalmente de bordos y pequeñas presas que se usan para riego de punta o de auxilio, es decir, para el inicio del ciclo. Más de 45% del agua utilizada para riego corresponde a aguas residuales sin tratamiento de las presas Alzate, Ramirez y tomas directas a lo largo del Río Lerma. Las únicas fuentes de agua confiable para uso agrícola provienen de pozos agrícolas y de las cuotas de agua para riego de los pozos profundos del Sistema Lerma, que opera el Gobierno del Distrito Federal, así como de las fuentes que integran el Distrito de Riego Estado de México, las presas Isidro Fabela en el municipio de Atlacomulco, y la Tepetitlán en el municipio de San Felipe del Progreso. Invernaderos de flores en el municipio de Atlacomulco, en el Estado de México. Archivo JVG 328 (Página siguiente) Invernaderos con riego por microaspersión en rosas (superior) y tulipanes (inferior), en el municipio de Villa Guerrero, en el Estado de México. Archivo JVG En esta cuenca se dispone de condiciones favorables para la producción de hortalizas, flores, hongos en condiciones de invernadero. Las experiencias son muy alentadoras: Bionatur (invernadero de 60 ha de tomate altamente tecnificado en la Hacienda de Pastejé), centro de producción de planta en maceta en Atlacomulco, la producción de hongos en invernadero en los municipios de Jiquipilco e Ixtlahuaca; todos ejemplos del potencial hacia una nueva forma de hacer agricultura, altamente productiva. LA AGRICULTURA EFICIENTE, CAMINO PARA LA VIABILIDAD HIDRÁULICA DEL ESTADO DE MÉXICO JESÚS VELARDE GARCÍA Situación en la Cuenca del Río Balsas La Cuenca del Río Balsas está integrada por dos regiones: la de los volcanes en el suroriente del estado, en los límites con el estado de Morelos y la región sur, la más extensa y lluviosa de la entidad, la menos poblada y la que exhibe mayores condiciones de pobreza. Aquí se dispone además de la mayor precipitación (mil 300 mm en 4 meses). Por otro lado, la accidentada topografía y los suelos delgados impiden la construcción de almacenamientos que propicien el desarrollo de la agricultura de riego. Sin embargo, ésta se lleva a cabo en las zonas agrícolas ubicadas al sur del Nevado de Toluca, aprovechando el agua de manantiales para el riego de flores, frutales y hortalizas, así como la explotación de especies en acuacultura. En la Cuenca del Río Balsas, sistemas intensivos de agricultura han propiciado el desarrollo de métodos modernos de riego, con ahorros de agua superiores a 90% y altos índices de rentabilidad, por ejemplo: en la producción de 1 kg de jitomate, en invernadero se utilizan en promedio 12 litros de agua, mientras que a cielo abierto se requieren 70 litros/kg. La producción de flores bajo riego de gravedad (crisantemos y claveles) utiliza siete veces más agua que en condiciones de riego por goteo. Ventajas de la agricultura de invernadero a) Los invernaderos protegen los cultivos de la lluvia, viento y plagas. b) Permite el control de las variables climáticas que demanda el cultivo. c) Rendimientos hasta diez veces mayores que con métodos tradicionales. d) Producción constante con mejor calidad de producto para el consumidor. e) Mejor tecnología para uso de energía, riego y nutrición. Permite el ahorro de agroquímicos y de hasta siete veces el consumo de agua. f) Se logra el control integrado de plagas y enfermedades. g) Exige el sistema moderno de técnicas de empaque y transporte. h) Se venden a mejor precio los productos cosechados. i) Se genera una cantidad hasta ocho veces mayor de empleo por unidad de superficie. j) Se adecua la producción a las demandas del mercado y contribuye a la reducción de la cadena de intermediarios. k) Mayor larga vida de anaquel de los productos. l) Disminuye y elimina los riesgos microbiológicos, químicos y físicos en todo el proceso de producción de frutas, hortalizas, hongos y hierbas aromáticas. m) Propicia el manejo integrado de los cultivos y plagas, fundamental para la producción agrícola sustentable, el uso de los agroecosistemas, la salud de los trabajadores y la calidad de los productos para los consumidores. n) A pesar del alto costo de estas tecnologías, existen programas y mecanismos de apoyo del sector público que ayudan a su implantación. o) En general, se logra alta rentabilidad financiera. La Cuenca del Río Balsas se distingue por la alta tecnificación en el uso de agua de riego, por lo cual el Gobierno Estatal invierte en el entubamiento de canales, en la instalación de sistemas de riego presurizado y en la construcción de estanquerías revestidas de concreto plástico para regular el uso del agua. Recientemente, los productores acordaron con el Gobierno Estatal un programa de revestimiento de estanques y entubamiento de canales, con lo que se logró cambiar el patrón nocturno de riego (con pérdidas de hasta 50%). De esa forma, el agua se acumula en las noches en almacenamientos impermeabilizados, elevando el rendimiento y disminuyendo las pérdidas del recurso. 329 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Invernaderos de flores en el municipio de Villa Guerrero, en el Estado de México. CFM La agricultura en los valles altos El Estado de México es la única entidad en el país que cuenta con zonas agrícolas en valles altos (más de 2400 msnm), que se localizan en todas las cuencas hidrográficas, presentan singulares condiciones climáticas, orográficas y de suelos, que permiten posibilidades de desarrollo de cultivos agrícolas altamente tecnificados bajo invernadero, prácticamente todo el año. Esto haría posible el ahorro de agua, que a futuro puede intercambiarse para uso público-urbano o para usar mayores volúmenes de aguas tratadas en agricultura más rentable y generadora de empleos. En el Estado de México, los valles altos muestran ventajas comparativas que fortalecerían la agricultura bajo invernadero y en condiciones intensivas: a) Infraestructura carretera, eléctrica, gaseoductos y telecomunicaciones. b) Condiciones climáticas muy favorables (temperaturas, humedad, radiación solar, precipitación, viento, evapotranspiración y otras variables. c) Calidad del agua de pozos. d) Proximidad de los mercados de consumo más grandes del mundo. e) Disponibilidad de tecnología. f) Servicios de asesoría técnica, financiera y administrativa. g) Programas de apoyos públicos. h) Instituciones financieras y de aseguramiento. i) Servicios de transporte. j) Instalaciones industriales para transformación de productos. k) Intercambio de uso agrícola a público-urbano. 330 PARA HACER FRENTE A UNA FUTURA ESCASEZ DEL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO, DEBE PLANTEARSE CAMBIAR EL USO DEL AGUA QUE SE DESTINA A LA AGRICULTURA. TAL POSIBILIDAD ES SOCIALMENTE COMPLEJA EN PRIMERA INSTANCIA, AUNQUE VIABLE A LARGO PLAZO, PUES LAS PRESAS QUE CUENTAN CON AGUAS COMPROMETIDAS AL USO AGRÍCOLA Y QUE PROVIENEN DE CUENCAS LIBRES DE CONTAMINACIÓN, DISPONEN DE ALREDEDOR DE 180 MILLONES DE M3 (6 M3/S). ESTE CAUDAL SERÍA SUFICIENTE PARA 2 MILLONES 500 MIL HABITANTES ADICIONALES. ESTE VOLUMEN PODRÍA TRANSFERIRSE PAULATINAMENTE AL USO PÚBLICO-URBANO, SIEMPRE Y CUANDO SE DOTE A LOS PRODUCTORES DE LA INFRAESTRUCTURA QUE HAGA POSIBLE EL APROVECHAMIENTO DE AGUAS TRATADAS. JVG Vista de la Presa Brockman en el municipio de El Oro, en el Estado de México. ACR 331 Fuga en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México, atendida por personal de operación de la CAEM. CFM 332 LAS PÉRDIDAS DE AGUA LA IMPORTANCIA DE SU CONTROL 333 El Proyecto de Sectorización en el Distrito Federal Personal de operación controla las válvulas del Tanque Xaltepec, en la colonia San José Buenavista, en la Delegación Iztapalapa, de la Ciudad de México. CFM Bernardo Echavarría Soto Los antecedentes de la distribución de agua potable en el Distrito Federal El Distrito Federal (DF) tiene una población aproximada de 8 millones 700 mil habitantes. La infraestructura hidráulica que abastece de agua potable a sus habitantes se compone de una red primaria de distribución, casi de mil 500 km, con tuberías de diámetro mayor a 500 mm, y una red secundaria de distribución que rebasa los 12 mil km, con tubería que tiene entre 100 y 500 mm de diámetro. Las redes primaria y secundaria cubren un área urbana de 650 kilómetros cuadrados. El suministro actual de agua potable, considerando consumo y pérdidas, es de 32 m3/s; una parte proviene de fuentes externas y cerca de la mitad de pozos profundos distribuidos en el Valle de México. El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) estima que las fugas en la red son equivalentes a 37% del suministro. A finales de la década de 1990 comenzó un proyecto orientado a mejorar la distribución de agua potable y a reducir las fugas mediante la formación de zonas controladas en gasto y presión. Bajo la premisa de que al concluir dicho proyecto, el volumen de agua suministrada al DF podría ser suficiente para satisfacer las necesidades de abastecimiento. El Proyecto de Sectorización en el Distrito Federal (Página siguiente) Personal de operación en válvulas del Tanque Xaltepec. CFM La Unidad de Transmisión Remota (UTR) sirve para medir el gasto y la presión a la entrada de un sector, cuyos datos obtenidos son necesarios para la elaboración de un balance hidráulico. Archivo BES 334 Caja de cobro en la Agencia de Recaudación del SACM Año de Juárez, en la Delegación Iztapalapa. CFM El Proyecto de Sectorización, al igual que en otras ciudades del mundo, significó una nueva propuesta de operación para la distribución del agua potable en la Ciudad de México. Previo a la instrumentación del Proyecto de Sectorización en algunas zonas, el método para reducir las pérdidas por fugas era el control de las presiones en la red secundaria por medio de la operación de válvulas de seccionamiento, con lo cual además se conducía agua a las zonas con menor abastecimiento. En la actualidad es más conveniente concluir el Proyecto de Sectorización, que mejore la eficiencia de la red de distribución de una ciudad, que disponer de fuentes externas más lejanas o continuar sobreexplotando los acuíferos afectando los ecosistemas y medio ambiente. La sectorización de la red de distribución permite, entre otros beneficios, atender las fugas rápida y eficientemente, reducir el tiempo empleado en operación y traslado de personal, mejorando las eficiencias operativa, hidráulica y comercial en beneficio del usuario. EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO La Dirección de Sectorización y Automatización El SACM recientemente creó la Dirección de Sectorización y Automatización. La nueva área depende directamente de la Dirección General, que la apoyará para coordinar las direcciones Técnica, Construcción, Comercial y de Operación de Agua Potable. Además de dirigir y coordinar a las diferentes direcciones y subdirecciones internas del SACM involucradas en el proyecto, será el enlace con las 16 delegaciones y las empresas contratistas encargadas del suministro de piezas especiales, las constructoras y encargados de poner en marcha los sectores, así como con las supervisoras y grupos que intervienen en el sistema hidráulico. La Dirección de Sectorización y Automatización ha formulado tres objetivos principales para el DF, en función de los conceptos que se describen a continuación: Eficiencia operativa Eficiencia hidráulica Eficiencia comercial La diferencia en el número de válvulas que requieren ser operadas diariamente, antes y después de instaurar el Proyecto de Sectorización, es significativa. Es importante mejorar la operación para lograr un suministro constante a la población y evitar los tandeos, práctica operativa común por décadas, que implica tiempo y traslado de personal, factores que restan eficiencia al servicio, incrementan el costo de operación y reducen la vida útil de las tuberías. La eficiencia se mide en función del personal de operación y el tiempo empleado para el suministro y reparación de las redes de agua potable. De la diferencia entre el volumen suministrado y el volumen consumido, se obtiene el volumen perdido, ya sea por fugas, medidores en mal estado o tomas clandestinas. El Proyecto de Sectorización permitirá controlar presiones y el volumen de suministro. Además, con la micromedición, medición realizada a cada usuario, se determinará el valor de las pérdidas físicas. Una vez que se conozcan los volúmenes perdidos, se tendrán las bases para incrementar la eficiencia hidráulica del sector y dar prioridad en la rehabilitación de redes a las zonas con baja eficiencia de la ciudad. Con el Proyecto de Sectorización se medirá el volumen de agua que ingresa al sector y con la base de datos del sistema comercial, se conocerá el volumen de agua que se factura y el que se paga, obteniéndose un valor de eficiencia comercial. Cuando la eficiencia comercial de un sector es baja, se deduce que se está suministrando un alto volumen de agua, del cual se cobra poco; en ese caso, la estrategia sería identificar las pérdidas y recuperarlas mediante la sustitución y reparación de medidores, incorporando al padrón de usuarios las tomas clandestinas, seguido de la rehabilitación de redes. Como parte de la Dirección de Sectorización y Automatización existe la Subdirección de Automatización y Medición que, a su vez, cuenta con la Unidad de Procesamiento de Datos que tiene la misión de llevar los registros que se obtienen en cada sector. En ese lugar se concentran todas las mediciones, de tal manera que pueden realizarse los balances hidráulicos y pueden almacenarse los registros históricos, parte fundamental de la sectorización. Al interpretar las mediciones, se conoce el comportamiento de un sector, lo cual era imposible en el pasado, pues no había mediciones ni estaban delimitados los sectores. Los sitios de medición cuentan con unidades de transmisión remota (UTR), que envían la señal en tiempo real al Sistema de Aguas de la Ciudad de México. 335 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Metas del Proyecto de Sectorización De los 336 sectores en los cuales se dividió la red de la Ciudad de México, en la actualidad ya se construyeron 172; cuya implementación se concretará paulatinamente los próximos años. Mientras tanto, 60 sectores ya están en marcha, los cuales se distribuyen de la siguiente manera: 10 en la zona poniente, 17 en la zona centro, 4 en la zona norte, 18 en la zona oriente y 11 en la zona sur. Es importante destacar que todos estos sectores requieren labores de operación y mantenimiento permanente. Toma de la instalación de válvulas de seccionamiento, las cuales permiten aislar el Sector BJU-11 Acacias. Archivo SACM Otra de las metas del Proyecto de Sectorización es la recuperación de 3 m3/s, caudal que actualmente se pierde en fugas o micromedición deficiente. Esta meta podría ser alcanzada paulatinamente en tanto avance el Proyecto de Sectorización. En el abasto de agua potable a la población, es preciso recordar que el recurso no reconoce fronteras sociopolíticas; la disponibilidad, más bien, depende de la región del país donde se encuentra. El DF y el Estado de México comparten el agua en gran medida, la meta primordial de ambas entidades es la de aprovecharla al máximo. El Proyecto de Sectorización es la base de la sustentabilidad del Valle de México, sin su implementación se corre el riesgo de que el agua proveniente de nuevas fuentes de abastecimiento se pierda en fugas. Adicionalmente, la sustitución de tuberías podría aumentar la presión y la aparición de fugas en zonas que no hayan sido reemplazadas, situación que seguirá motivando los suministros mediante tandeos. El Proyecto de Sectorización implica el control de gasto y presión a través del uso de equipo de medición y unidades UTR para recibir la señal en las oficinas centrales del SACM. Se muestra la caja de control en proceso de construcción en el Sector GAM-22 El Risco. Archivo SACM Al sectorizar, se hará posible el aprovechamiento eficiente de las fuentes explotadas en este momento, y por tanto será posible establecer objetivos para la liberación de caudales para las generaciones futuras, a fin de que tengan recursos suficientes, principio del ideal de sustentabilidad. La sectorización es un proceso que, más allá de esfuerzos individuales, requiere trabajo en equipo. Con la colaboración de técnicos y operadores que trabajan para mejorar el servicio a la población, el Proyecto de Sectorización ha alcanzado resultados significativos. Conforme se avance en el Proyecto de Sectorización, con fundamento en la medición de gasto y volumen por sector, aunado a la micromedición, será posible fijar las zonas de baja eficiencia y las metas de rehabilitación de la red del Distrito Federal. 336 EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO Figura A. Planeación general del Proyecto de Sectorización del Distrito Federal en 336 sectores (año 2000) Zona poniente Zona centro Zona norte Zona oriente Zona sur Para llevar a cabo el Proyecto de Sectorización se dividió el DF en cinco zonas, que obedecen sensiblemente a la operación de la red primaria de distribución. A continuación se mencionan las características generales de las cinco zonas: a) Zona poniente Área: 84 Habitantes: 1.1 Sectores: 30 Desnivel: 150 Presión: 2-7 b) Zona centro Área: 117 Habitantes: 1.4 Sectores: 56 Desnivel: 30 Presión: 1-2 c) Zona norte Área: 66 Habitantes: 1.9 Sectores: 66 Desnivel: 30 Presión: 1-2 d) Zona oriente Área: 143 Habitantes: 2.4 Sectores: 98 Desnivel: 20 Presión: 1 e) Zona sur Área: 182 Habitantes: 1.9 Sectores: 86 Desnivel: 70 Presión: 2-3 Acotaciones. Área: en km2 / Habitantes: millones / Sectores en cada zona / Desnivel: metros / Presíón dominante de entrega al usuario: kg/cm2. 337 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La implementación del Proyecto de Sectorización Para efectos de comprensión del Proyecto de Sectorización en el DF, podrían distinguirse cinco etapas en el desarrollo de cada sector: a) El proyecto ejecutivo. b) La construcción de las obras. c) La puesta en marcha. d) La construcción de obras complementarias. e) La operación y el mantenimiento. Uno de los principales retos de este proceso es el desarrollo de un conocimiento profundo de la red, ya que en cada sector es posible verificar el estado de la micromedición y macromedición; las mediciones de presión en la red primaria, así como sus balances para determinar la eficiencia operativa, hidráulica y comercial, entre otros aspectos. También es posible obtener actualizaciones, tanto de los datos de consumo de los usuarios, como de la recaudación en cada sector. Figura B. Sector AOB-13 Fabriquita Figura B. Proyecto ejecutivo del Sector AOB-13 Fabriquita. Basado en el catastro detallado de la red de distribución. Archivo SACM, 2000. Como parte de la primera etapa, se elaboraron los proyectos ejecutivos con el catastro referido, acto seguido se verificó en campo y se identificaron algunas tuberías faltantes, razón por la cual se hicieron ajustes durante el proceso de construcción. Una vez conocido el armado y arreglo de la red de distribución, la información geométrica e hidráulica obtenida se integró a un modelo matemático, base fundamental del Proyecto de Sectorización. De esa forma, puede representarse matemáticamente la manera en que debe comportarse el sector una vez que ha sido delimitado. El principio fundamental de la sectorización es la delimitación del sector, que consiste en cerrar las fronteras de una zona concreta de la ciudad, que se alimenta por una o dos entradas para que el caudal suministrado sea suficiente para su población. Previo al Proyecto de Sectorización, podría considerarse a la Ciudad de México como un sólo sector de gran magnitud. No obstante, controlar un sector de tales proporciones es muy complejo y costoso, por lo cual el Proyecto de Sectorización lo delimitó a través de válvulas seccionadoras y reguladoras de gasto y presión, en 336 sectores. Esta etapa del proyecto y su correspondiente revisión comenzó en 2000. a) El proyecto ejecutivo Excavación de zanja para alojar la caja de control y medición de la entrada de agua al Sector BJU-03 Rosendo Arnaiz. Archivo SACM 338 El proyecto ejecutivo requiere de un catastro confiable de la red de distribución. El catastro es el levantamiento topográfico, proceso que incluye la descripción de las instalaciones que se tienen: tuberías, materiales, ubicación de los trazos, longitudes y la manera en que cruzan de una calle a otra. Es importante considerar que la infraestructura está bajo tierra y que su edad promedio es de 50 años, por lo que la información generalmente es escasa. En 1994 se hizo un levantamiento de las tuberías con que contaba el DF. Si bien ese catastro es confiable, para efectos de la sectorización es necesario que se complemente con trabajos adicionales de campo, como excavaciones para identificar tuberías no reportadas en dicho trabajo. b) La construcción de las obras En 2004 comenzó la construcción de las obras relativas a la sectorización en el DF. Al respecto, debe considerarse que muchas veces es imposible definir el tiempo exacto de ejecución. Conforme se construyen las obras establecidas en el proyecto para la delimitación de los sectores, se calcula el tiempo que llevará el proceso. Incluso, resulta difícil delimitar un sector al primer intento, dada la multiplicidad de factores que intervienen: las tuberías, la presencia de válvulas abiertas y/o descompuestas, entre otros factores, que impiden alcanzar el ideal de presión cero en el sector. EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO La experiencia en otras ciudades indica que el proceso de construcción del sector requiere de varios intentos, intercalado con la llamada puesta en marcha que es la etapa del proyecto en la que se verifica si el sector está o no aislado. Otro producto importante, además de la construcción del sector, es el llamado plano de obra terminada, el cual no sólo indica las obras ejecutadas en el sector, también incluye la información más reciente de la infraestructura hidráulica utilizada. Dicho plano es una herramienta muy valiosa para la operación y mantenimiento del sector. c) La puesta en marcha del sector La puesta en marcha de un sector es la etapa que consume la mayor parte del tiempo del proceso, ya que implica una serie de acciones de pruebaerror como: El aislamiento del sector. La medición en tomas domiciliarias (consumos) La medición de entradas (suministro) El balance hidráulico. El aislamiento del sector Para comprobar el aislamiento de los sectores del DF se emplea la técnica de verificación a presión cero, que consiste en cerrar todas las válvulas de seccionamiento de los límites del sector, incluyendo las entradas. En las zonas centro y oriente el proceso resulta más problemático, ya que en algunos sectores existen hasta 75 posibles cruces de tuberías en los límites del sector. Por otra parte, en la zona poniente este proceso resulta más sencillo ya que las fronteras naturales de los sectores son las barrancas, que facilitan la ubicación de tuberías que las cruzan. Los resultados obtenidos a la fecha indican que de los 60 sectores analizados, 20 estaban aislados y en una condición de funcionamiento adecuado y estable. Por otra parte, 16 sectores requirieron obra complementaria para lograr un aislamiento completo del sector. Para ello se ubicaron las tuberías que cruzaban los límites del sector y que no estaban marcadas en los planos de infraestructura. En los 24 sectores restantes, previo al proceso de aislamiento, se identificaron las acciones necesarias para lograr un adecuado suministro en el sector. Por ejemplo, la ubicación y apertura de válvulas de seccionamiento en cajas asfaltadas, así como las interconexiones necesarias. La medición en tomas domiciliarias (consumos) La micromedición es un aspecto fundamental para los balances hidráulicos de los sectores, por lo que se debe contar con equipos en buen estado, que registren los consumos reales de los usuarios y permitan la adecuada evaluación del sector. Además de beneficiar al usuario que tendrá la confianza de contar con una medición confiable. Para los 60 sectores que en la actualidad están funcionando, los resultados de la sectorización indican que los valores de consumo, doméstico y no doméstico, son los siguientes: 14 sectores, menos de 150 litros/hab/día, 37 sectores entre 150 y 200 litros/hab/día y 9 sectores más de 200 litros/hab/día. La cobertura de micromedición varía de 82 a 97% en 44 sectores; en 12 sectores varía entre 50 y 78% y, finalmente, en 4 sectores no se tienen datos. Estos resultados del Proyecto de Sectorización son valiosos ya que partieron de un desconocimiento del volumen suministrado en la red de distribución, hasta una clara evolución, ocho años después para lograr determinar las dotaciones gracias a cálculos fundamentados en mediciones, logro que refleja que en el futuro se llegará a conocer la cantidad de agua requerida por la población para así tomar decisiones acertadas sobre la incorporación de nuevas fuentes para el suministro de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). La medición de entradas (suministro) En cada entrada de sector se instala una válvula reductora de presión con control electrónico, un medidor electromagnético de flujo y una Unidad de Transmisión Remota (UTR) con capacidad para transmitir señales de presión y gasto a un puesto central en tiempo real. A la fecha, en los 60 sectores se cuenta con 20 pozos instrumentados, de los cuales se recibe información de gasto y presión en tiempo real. El gasto bombeado de los pozos es uniforme las 24 horas, y dado que están conectados a la red secundaria, es posible identificar que si en las noches el suministro es continuo se debe a la presencia de fugas. Algunos sectores presentan consumos nocturnos altos, lo cual es indicio de la existencia de fugas en tuberías que salen del sector o de la presencia de grandes usuarios no identificados en el padrón comercial. Otros sectores registran suministros menores al consumo requerido, indicio de la presencia de entradas al sector no identificadas y no medidas. 339 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Figura C. En color rojo se muestra la curva de evolución de la puesta en marcha de un sector. Aprovechar la experiencia adquirida en un sector permite asimilar los conocimientos generados para ser aplicados en otros sectores. El balance hidráulico El balance hidráulico puede definirse como la serie de pasos necesarios para determinar el porcentaje de pérdidas físicas registradas en un sector. El balance hidráulico se basa en la siguiente ecuación: SUMINISTRO = CONSUMO + FUGAS Los consumos pueden obtenerse del padrón de usuarios del área comercial al sumar los registros medidos de cada usuario del sector. El suministro se obtiene, una vez instalados los medidores de gasto en las entradas del sector, al sumar el gasto de entrada y restar el gasto de salida del sector. Al conocer estos términos puede obtenerse el gasto de fugas de cada sector y por lo tanto sus condiciones físicas. Dependiendo del porcentaje de fugas obtenido, se podrá jerarquizar el uso de los recursos en cada sector y definir cuáles requieren, por ejemplo, campañas de detección y eliminación de fugas, cuáles sustitución de redes y cuáles no requieren ninguna acción inmediata. Puesto que se conocían los consumos y suministro a través de los registros de gasto colocados en las entradas de los 60 sectores y pozos, fue posible calcular tanto su balance físico, como si pueden considerarse terminados, encontrándose un avance que varía entre 30 y 50 por ciento. En los sectores de la zona poniente se instalaron Válvulas Reductoras de Presión (VRP) que disminuyeron las presiones nocturnas y, por tanto, las fugas. En uno de los sectores se estima que las pérdidas se redujeron de 44 a 36%, una vez que comenzaron a funcionar las 10 VRP en el sector. Con los resultados obtenidos en las mediciones de gasto se identificaron diferentes patrones de suministro a los sectores, en función de su ubicación geográfica. En la zona poniente, con presión alta y presencia de tinacos, se observa una diferencia mayor entre los gastos nocturnos y diurnos, mientras que en las zonas centro y oriente, con presión baja y cisternas, el suministro tendía a ser regular durante el día. d) La construcción de obras complementarias La experiencia indica que durante el proceso de implementación es inevitable realizar ajustes al sector mediante obras complementarias para lograr el funcionamiento hidráulico esperado. En la figura C se describe el proceso para mejorar un sector. 340 Figura C. Proceso para mejorar la eficiencia de un sector La curva roja representa el porcentaje de eficiencia hidráulica del sector. Una vez que el sector está construido de acuerdo al proyecto, el grupo multidisciplinario formado por la constructora, el equipo de supervisión y las áreas técnica, de construcción y de operación del SACM podrían ponerlo en funcionamiento, en dos semanas, de acuerdo a los pasos descritos en el inciso de implementación. En ese momento el sector alcanzaría el nivel de eficiencia adecuado para que lo reciba la Dirección de Operación de Agua Potable, para su operación y mantenimiento. e) La operación y el mantenimiento Una vez definidas las acciones necesarias para lograr las mejoras del sector, éstas serán efectuadas dentro del programa anual del SACM. Estas acciones pueden ser: la medición de entradas; la instalación de válvulas para aislar el sector; así como la medición de presiones por segunda ocasión. La conexión de pozos a la red primaria es otra acción que debe realizarse ya que impide el bombeo directo a la red secundaria, aumenta la vida útil de las tuberías y se eliminan además los bombeos nocturnos y la presencia del golpe de ariete, con lo cual se aprovecha la capacidad de regulación de la red primaria. Para iniciar las pruebas de presión en la red primaria, es importante hacerlo con un grupo de sectores. Además se trabaja en la conducción de caudales de poniente a oriente de la ciudad y en el control de presiones, y por ende las fugas, en la entrada de cada sector, para poder tandear desde la entrada del sector y no desde los tanques de abastecimiento. El proceso de implementación del Proyecto de Sectorización llevará años concluirlo. Debido a ello el DF mantiene los esfuerzos tanto financieros como a nivel de personal calificado para lograrlo. EL PROYECTO DE SECTORIZACIÓN EN EL DISTRITO FEDERAL BERNARDO ECHAVARRÍA SOTO Visión para el Proyecto de Sectorización Metropolitano Las características particulares del DF, como el número de habitantes y su extensión territorial, constituyen factores que inciden directamente en cualquier proyecto relacionado con el agua y es en este sentido que destaca dentro del panorama internacional este tipo de proyectos. En particular, el Proyecto de Sectorización del Distrito Federal se ha convertido en uno de los más importantes a nivel mundial. Otro aspecto de relevancia consiste en que trabaja con la red de suministro de la ciudad, cuya vida útil en muchos casos ha concluido. Hasta el momento, el Proyecto de Sectorización ha logrado establecer un grado de ordenamiento en la red del DF. Por ello, ahora se dispone de planos en formato digital, con un catastro de tuberías y piezas especiales actualizado y con un alto grado de confiabilidad. El Proyecto de Sectorización del DF podría ampliarse a nivel metropolitano, ya que parte importante del caudal que abastece a la capital proviene de los sistemas Lerma y Cutzamala, cuyo caudal se comparte con el Estado de México, que rodea a la ciudad por el poniente, norte y oriente. Geográficamente, la zona conurbada del Estado de México, como es parte de la Cuenca del Valle de México, registra desniveles similares a los del Distrito Federal. Uno de los temas para establecer un Proyecto de Sectorización Metropolitano es definir la manera más adecuada de administrar el agua, ya que en el Estado de México cada municipio cuenta con un organismo operador del agua con su propia estructura organizacional: Dirección General y áreas técnica, de operación y comercial; mientras que en el DF, el SACM es el responsable de dar el servicio de agua a las 16 delegaciones. PARA DOTAR DE AGUA POTABLE A UNA POBLACIÓN, CONVIENE CONSIDERAR QUE EL RECURSO NO RECONOCE FRONTERAS SOCIOPOLÍTICAS; SU DISPONIBILIDAD DEPENDE DE LA REGIÓN DEL PAÍS DONDE SE ENCUENTRA. En principio, cada municipio podría implementar su proyecto de sectorización, incorporando la visión metropolitana, basada en compartir propuestas en torno a la problemática del agua potable y drenaje, desde un enfoque integral y sustentable para el Valle de México; aprovechar las experiencias y unir los esfuerzos técnicos, operativos y financieros en torno a su compleja realidad hídrica. PARA LOGRAR LA SUSTENTABILIDAD DEL VALLE DE MÉXICO, SE DEBEN INCREMENTAR LOS ESFUERZOS CONJUNTOS ENTRE EL DISTRITO FEDERAL Y EL ESTADO DE MÉXICO. Dada la necesidad de un Proyecto de Sectorización Metropolitano, no debe descartarse que en el futuro ésa sea la estrategia compartida. Mientras eso ocurre, los municipios podrían considerar iniciar con la elaboración de un catastro confiable de sus redes secundarias de distribución. La Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) podría liderar la coordinación de sectorización en las redes municipales de distribución de agua potable del Estado de México. BES En la ZMVM viven más de 19 millones de habitantes, quienes seguirán requiriendo agua potable. Vista desde la zona poniente del Valle de México hacia la Sierra de Guadalupe, al norte del DF. CFM 341 La tecnología y la prevención de fugas Emiliano Rodríguez Briceño El caso de la ciudad de León, Guanajuato Panorámica de la ciudad de León, en el estado de Guanajuato. Archivo SAPAL ebido a la escasez de agua en el municipio y a la creciente demanda del recurso por parte de la población, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) ha encaminado sus esfuerzos a eficientar el abastecimiento y distribución de agua potable, institucionalizando un área de recuperación de agua. D Además, para elevar los niveles de eficiencia se han desarrollado diversas técnicas y tecnologías, mientras que para el tema de fugas en la infraestructura hidráulica, León destaca por ser una de las ciudades con el menor índice de pérdidas físicas de agua (15-17%). Para lograrlo, en el SAPAL se cuidan tres procesos de manera permanente: a) Cultura de Corrección de Fugas. Existen brigadas especializadas para la recuperación de fugas que operan de forma permanente. En la ciudad de León se llevan a cabo programas de detección de fugas y corrección de pérdidas, no sólo en cuanto a su detección, sino en torno al control de pérdidas en circuitos que forman parte del proceso de sectorización en sus redes, de la cual SAPAL es pionero a nivel nacional. El tiempo de 342 atención de reparación de fugas actual es de 0.5 al día. b) Control de distribución y abastecimiento. No solamente se detectan las fallas de las tuberías, también se toma en cuenta el factor de manejo de la presión a la que están sometidas. Se tiene cuidado del manejo de la presión utilizando herramientas como los variadores de velocidad en los equipos de bombeo, con lo cual se evitan presiones excesivas, y se pone especial cuidado en la disminución de la presión en la noche, cuando el consumo disminuye de forma natural y las presiones podrían aumentar. También se emplean válvulas de control y reductoras de presión con comandos de tiempo. c) Programa permanente de rehabilitación de redes. Cada año la tubería de algunas colonias se sustituye en su totalidad, cuando su estado y las condiciones de operación así lo requieren. Para 2008, se rehabilitaron ocho colonias. Estas acciones se derivan de la programación que realiza el área operativa a partir de los resultados de eficiencia de cada circuito de la ciudad. Cuando el problema tiene su origen en la edad o calidad de la tubería, ésta debe ser reemplazada totalmente. LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO El desarrollo técnico y tecnológico implementado en la ciudad de León, respecto de la detección y atención de fugas en las redes, ha convertido a esta ciudad en una de las mejores en cuanto a eficiencia física. Por otro lado, en relación al estado que guarda la infraestructura, se han implementado nuevos materiales y tecnología cuya utilización permitió avanzar sustancialmente hacia la eficiencia. 1 a) Tuberías de polietileno de alta densidad. Actualmente, todas las redes de diámetros menores que son sustituidas se cambian por tubería de polietileno de alta densidad, lo cual las hace casi herméticas. Imagen 1 (Archivo SAPAL). b) Termofusionado. Cuando una toma domiciliaria se necesita acoplar a una nueva red, se hace con un método de termofusión, por lo cual no se emplean abrazaderas como punto de partida, evitando puntos de falla en la toma domiciliaria. Esta tecnología ha sido desarrollada en conjunto con los proveedores, quienes desde la fábrica recubren el tubo de fierro galvanizado utilizado en el cuadro con la tubería de plástico, para evitar el par galvánico. Cuando el material de plástico se contrae, la tubería sella totalmente, por lo que es imposible separar el material galvanizado, que además forma el punto de transición con la toma domiciliaria. Desde hace años esta tecnología se emplea en las nuevas tomas domiciliarias, de forma permanente. Imagen 2 (Archivo SAPAL). c) Tuberías de acero o hierro dúctil. De acuerdo con una norma desarrollada en León, se tiene como obligación eliminar la tubería de plástico en diámetros de más de 6 pulgadas debido a que su material no es adecuado para las líneas de conducción. A partir de las fallas detectadas en el material plástico se optó por su eliminación total al considerar diámetros más grandes. Otra norma de construcción es la no utilización de tubería de asbesto-cemento en las vías principales donde, en cambio, se utilizan tuberías de acero o tuberías de hierro dúctil. Actualmente se trabaja sustituyendo las tuberías de asbesto-cemento por las de hierro dúctil. Imagen 3 (Archivo 2 3 SAPAL). d) Correladores y geófonos. En la ciudad de León, la detección de fugas se lleva a cabo mediante los correladores, que cuentan con dispositivos de detección en dos extremos, y detectan y registran las fugas por computadora; también se emplean geófonos, detectores electrónicos de sonido, que se utilizan de manera permanente. Por otra parte, puesto que se adquirió recientemente nueva tecnología, se imparte un curso al personal de operación sobre los equipos de detección de fugas, que incluye entrenamiento para la instalación de equipos con dataloger, el cual obtiene datos precisos. Estos nuevos equipos se utilizan para registrar el flujo de presiones en la noche que permiten la exacta locación de la fuga, logrando aumentar los metros revisados en las redes. Imagen 4 (Archivo SAPAL). 4 343 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Plano de la sectorización en que está dividida la ciudad de León, en el estado de Guanajuato. Archivo SAPAL La detección de fugas, orientación a resultados La detección de fugas no puede considerarse como una problemática independiente, por lo que es necesario tener en cuenta la implementación de circuitos a través de un proceso continuo de sustitución de tuberías por zonas, y con la ayuda de un mantenimiento integral. Debe tomarse en cuenta que cada 30 años debe sustituirse todo un sistema hidráulico; la razón es la vida útil, pues si no se sustituyera, la red empezaría a fallar en forma exponencial. La ciudad de León cuenta con un Programa Continuo de Sectorización, el cual trabaja a través de circuitos hidrométricos, que son conocidos en el municipio como macrocircuitos y, mediante un proceso de objetivos definidos, hoy todo el sistema cuenta con macromedición en todas sus fuentes y macromedición en la totalidad de las tomas. Estos elementos son muy importantes para definir la eficiencia total o la eficiencia por macrocircuito. La ciudad se encuentra dividida en alrededor de 120 macrocircuitos, que tienen un límite preciso, una zona de alimentación, y cuyo caudal es medido cuando entra al macrocircuito, teniendo identificada plenamente la fuente de suministro. Sin embargo, 344 toda esta estructura de elementos que sirven para sectorizar y controlar los caudales ofertados en León, deben ser entendidos como un esfuerzo conjunto entre el área comercial, mediante un análisis de tipo económico que cuestione hasta qué punto es económico detectar y eliminar 100% de las fugas; y el área operativa, que sigue el mismo fin: disminuir las fugas. Sin embargo, debe quedar claro que es muy difícil llegar a la perfección en cuanto a fugas se refiere, ya que existe un límite económico para los objetivos relacionados con su combate. En la ciudad de León, SAPAL está aproximándose al límite económico. Resulta muy costoso reducir de 17 a 12 o 13% las pérdidas por fugas, pues implica además un proceso de sustitución de tubería a gran escala, lo cual no es viable económicamente por el momento. No pueden invertirse todos los recursos en la eliminación de fugas, ya que las pérdidas físicas deben tratarse como un problema integral, como una parte del todo. La detección de fugas es un proceso que complementa la instalación de circuitos, el mantenimiento y la sustitución de redes, además del control de presiones en general. LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO 1 2 3 El estudio integral de macrocircuitos La telemetría En 2007 se formó un equipo de análisis de recuperación de agua con integrantes de las áreas operativa y comercial, el cual eligió uno de la totalidad de los macrocircuitos (Macro 21), cuyos medidores se leyeron una tarde para adaptar el periodo de suministro de agua a la toma de lectura, coordinando la toma de lectura inicial y final. Actualmente, en la sectorización del municipio se miden, controlan y operan los pozos a distancia, método que se conoce como telemetría. Para la implementación de este proceso, los propios trabajadores de SAPAL desarrollaron el sistema, que incluso ha sido patentado por el mismo organismo operador. Este proceso consta de tableros de control para telemetría, para regular la operación de los pozos y los niveles de tanques, así como sus presiones. En la ciudad de León, 38% de las fuentes ya están controladas por telemetría y en 2009 se tiene la meta de cubrir 100% del sistema. Extender la cobertura de telemetría requiere de recursos económicos, el establecimiento de tableros y la instalación de equipo para que el sistema sea controlado por el área de operación. Esta acción tuvo como objeto revisar todos los medidores para detectar cuánta agua entró al macro determinado y cuánta se perdió. Con la puesta en marcha de Macro 21 se logró elevar la eficiencia más de 48 por ciento. El equipo ha continuado trabajando en 2008, extendiendo su análisis a más macrocircuitos y subcircuitos, cuyos resultados permiten instrumentar acciones que optimizan la macro y micromedición, con un permanente control de pérdidas en periodos más cortos de lectura. (1) Mediciones de macrocircuitos y subcircuitos a través del medidor ultrasónico de tipo abrazadera (Transport pt-878). Archivo SAPAL (2-3) Tanque de rebombeo Santa Rosa, línea de conducción “Turbio”. Archivo SAPAL Esta meta tiene como propósito evitar recorrer la red y revisarla, así como parar y arrancar pozos y tanques a distancia. Hoy los macrocircuitos están controlados con válvulas reguladoras de presión que operan hidráulicamente y calibradas in situ. La válvula funciona automáticamente para regular la presión y se calibra para que mantenga, en todo momento, la misma presión en un rango definido. El plan a futuro consiste en monitorear y controlar las válvulas automáticas por computadora, de tal manera que esa calibración pueda realizarse desde la central y no manualmente. Se prevé que en 2009 SAPAL opere en toda la ciudad con telemetría, mientras que el control de los macrocircuitos con válvulas automáticas tardará aproximadamente cuatro años más. Una vez que se logre lo anterior, la ciudad de León contará con una red totalmente automatizada, con un sistema creado por el propio Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León. 345 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Elementos a considerar para lograr una medición adecuada Los medidores tienen como objetivo lograr mayores eficiencias. Cuando se contrata una toma, ésta se acompaña de un medidor, lo que da margen para que se apliquen una de dos políticas: cobrar periódicamente y cargar el costo del medidor cuando éste cumpla su vida útil (que resulta perjudicial porque provoca la resistencia del usuario a cambiarlo) o que en la tarifa se agregue el costo del medidor y su reposición, lo que sería tomado en cuenta como parte del mantenimiento. En México la medición se enfrenta a los siguientes problemas: a) Mala calidad de los medidores. Un problema que debe tomarse en cuenta es que casi todos los medidores son ineficientes, no debido a su calidad, sino porque son diseñados para ciertas condiciones de uso, que en muchas ocasiones son rebasadas en nuestro país. Manómetro de presión en fluidos marca Metron. Archivo SAPAL b) Tarifas bajas, medidores deficientes. La instalación de medidores de mediana calidad tiene origen en la fijación de tarifas bajas, y esto, a su vez, impide instalar un medidor de mayor precisión. Los medidores que se usan normalmente en México cuestan entre 300 y 600 pesos; mientras que un medidor de precisión cuesta alrededor de mil o mil 500 pesos. c) La vida útil de los medidores. Prácticamente todos los medidores tienen una vida útil de cuatro años, no obstante, en la ciudad de León, a pesar de sus estándares de eficiencia, se opera con un elevado porcentaje de medidores de cinco a 10 años de antigüedad. Esta situación origina que el medidor registre menos conforme pasa el tiempo. d) Submedición. Otro factor que propicia una mala medición en México tiene que ver con las presiones con que se operan las redes y la prestación de un mal servicio. Por ejemplo, en Estados Unidos se coloca un medidor y no habrá más problema, pues en ese país no hay tinacos ni hay aljibes, ni cisternas. En México, en contraste, las pérdidas por submedición son, cuando menos, de 20 por ciento. Esto es provocado por los distintos sistemas de almacenamiento que ocasionan que el agua escurra muy lentamente, provocando un nivel de flujo que no es detectado por los medidores. e) Desfase en la medición. A diferencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que tiene la capacidad para detectar un desfase entre su medidor y aplicar el porcentaje para corregir el consumo, los organismos de agua en lo general no cuentan con esta capacidad, sólo se mide lo que indica el medidor sin ir más allá, debido a la submedición y la falta de un sustento legal que permita corregirlo. Medidor de volumen domiciliario. Archivo SAPAL 346 f) Presencia de fugas intradomiciliarias. Por otra parte, si las cisternas tienen fugas y no disminuye su nivel rápidamente, el medidor alimenta la fuga de la cisterna sin que lo aproveche y sin que se dé cuenta el usuario ni el organismo operador. Para solucionar ese problema, en León se prueban unas válvulas de control para tomas domiciliarias que son instaladas antes del medidor. Con esa tecnología, cuando la demanda de agua esté muy baja, la válvula no se abrirá y no pasará agua hasta que aumente la demanda. Esto origina que el valor de la válvula se integre al costo del medidor, sin embargo, cuando se hayan hecho las pruebas suficientes, entonces se sabrá si su instalación es conveniente. LA TECNOLOGÍA Y LA PREVENCIÓN DE FUGAS. EL CASO DE LA CIUDAD DE LEÓN, GUANAJUATO EMILIANO RODRÍGUEZ BRICEÑO Al igual que el combate de las fugas en las redes de abasto para uso público-urbano, lograr la eficiencia en el uso del agua para riego también debe ser un tema prioritario. A nivel nacional, el campo ocupa cerca de 80% del agua, mientras que el 20% restante se destina a la industria y al uso público-urbano. La eficiencia en el uso del agua para riego es de 40 por ciento. Si se elevara la eficiencia tan sólo en 5 o 10%, el volumen recuperado equivaldría a más de lo que se puede hacer con el agua potable si se eleva su eficiencia en 20 o 30%, lo cual implica un enorme reto para los operadores a nivel nacional. Estas cifras adquieren otra dimensión si recordamos que el agua destinada al uso público-urbano se cobra, a diferencia de la que se destina al uso agrícola, que a pesar que se utiliza para una actividad económica remunerativa, no es sujeta de cobro. Es importante hacer notar que la carencia de tarifas reales obedece a distintos factores, entre ellos, la falta de comunicación de las campañas de publicidad y Cultura del Agua que fomentan el pago por este servicio. En ese sentido, en la ciudad de León se instrumentó una campaña publicitaria de tinte persuasivo que transmitía mensajes como: “¿Quieres tener agua? Paga tu recibo a tiempo”. Un sistema tarifario eficiente debe reconocer un consumo mínimo de subsistencia, un consumo confortable y también debe reconocer el desperdicio. Para lograr que un sistema tarifario alcance la eficiencia requerida, debe contarse con tres componentes de carácter estratégico: a) El derecho de conexión o derecho de infraestructura. Cuando un usuario se conecta a la red, implica una conexión a la infraestructura existente lo cual tiene un costo, mismo que se indica cuando se elabora el contrato. Cuando un usuario firma un contrato es para siempre, entonces sería muy deficiente que el contrato no contemplara la infraestructura necesaria para el servicio a futuro, sin olvidar que las fuentes de suministro no son eternas. b) La tarifa por servicio. El usuario debe pagar conforme los términos de su cuenta por los conceptos de administración, operación, mantenimiento y rehabilitación de los servicios que ofrece el organismo operador. c) Los aranceles del sistema tarifario. Por este concepto, deben cobrarse por servicios extraordinarios que el usuario requiere, por ejemplo, si el usuario pide que limpien el sistema de alcantarillado, en caso de que tenga bloqueada su descarga, o cuando se presenta una avería en su medidor, entre otros ejemplos. Además, el establecimiento de las tarifas debe tener en cuenta los siguientes factores: a) Autosuficiencia. Una tarifa adecuada debe ser autosuficiente; debe permitir al organismo que los elementos económicos sean suficientes para ser sostenible. b) Tarifa estratificada. Una tarifa debe considerar aspectos de tipo social y reconocer cada uno de los estratos sociales. Esto puede comprobarse al comparar el consumo de una casa habitación y una industria. Si una casa habitación consume 100 m3 mensuales, significa que los hábitos de esa familia desperdician agua potable. Si ese mismo volumen es consumido por una industria, éste no debe verse como desperdicio, ya que se está utilizando el agua para producir. Bajo este principio, el usuario de la casa-habitación debería pagar más, no obstante, ese criterio no se considera en las tarifas. Zona de cultivo en la región del Bajio. ACR 347 Acciones para proteger al acuífero del Valle de México Vestigio del Acueducto de Chapultepec, en la avenida que lleva su nombre, en la Ciudad de México. CFM asta el siglo antepasado, en la Ciudad de México se contaba con una red hidráulica incipiente y el abastecimiento de agua potable se resolvía, básicamente, mediante hidrantes. Durante la época prehispánica, el agua era suministrada por medio de acueductos que venían de Chapultepec, los cuales fueron destruidos por los españoles a su llegada a Tenochtitlan y posteriormente reconstruidos por ellos mismos para traer el líquido de los manantiales que se ubicaban en la zona de Chapultepec y cuyo caudal aportaba la mayor parte de agua que se consumía. H A medida que fue creciendo la ciudad, el agua de los manantiales resultó insuficiente y empezaron a explotarse los primeros pozos y las primeras norias a mediados del siglo XIX. A finales de ese siglo, durante el mandato de Porfirio Díaz, empezaron a consolidarse los primeros esfuerzos para crear una red para la Ciudad de México, la cual, hasta la década de 1950, crecía de forma controlada al mismo tiempo en que la ciudad lo hacía. 348 Juan Carlos Guasch y Saunders Las redes instaladas durante el régimen porfirista han subsistido hasta nuestros días. Recientemente se hicieron trabajos de remozamiento en el Centro Histórico de la Ciudad de México a efecto de cambiar algunos tramos, y las que se han sustituido eran de hierro fundido, de excelente manufactura, tanto, que duraron 100 años funcionando de manera razonablemente adecuada. La situación crítica en materia de desarrollo urbano comenzó a partir de la década de 1950 y hasta la de 1980. Durante ese periodo la red siguió creciendo, aunque de forma caótica. La respuesta de la autoridad para satisfacer los servicios públicos que la población demandaba, fue mucho más lenta que el crecimiento de la ciudad: ningún ejercicio de planeación era capaz de resistir el crecimiento explosivo de la ciudad en ese lapso, no daba tiempo de pensar las cosas y lo imperativo era introducir redes y explorar nuevas fuentes. En la ciudad, como sucedió en Xochimilco, se explotaron masivamente los pozos, después comenzaron a explotarse otras fuentes como la del Lerma y el Cutzamala. ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS La problemática de la red Algunos de los defectos de la red tuvieron su origen cuando se aplicaron programas gubernamentales que promovían la participación ciudadana en la mano de obra y la del gobierno como proveedor de materiales. Quienes fomentaron estos programas, si bien es cierto que lo hicieron bienintencionadamente, olvidaron que la ejecución de una obra hidráulica requiere cierto nivel de experiencia o conocimiento de las técnicas. Desafortunadamente, ocurrió que ni el material ni la mano de obra empleada fueron buenas. Un ejemplo de mala planeación sucedió en la delegación Iztapalapa de la Ciudad de México, donde la composición de su red hidráulica es caótica, lo que ha obligado a que las autoridades multipliquen esfuerzos y recursos para conocer la red, pues ésta se construyó sin proyectos, sin planos ni documentos que indiquen su ubicación. Por esto, en Iztapalapa las pérdidas de agua en la red eran, hasta hace unos tres años, de más de 50%, proporción mayor al porcentaje de pérdidas aproximado de la Ciudad de México (35%). Tal volumen de pérdidas explica los problemas de abasto en esa zona de la capital del país. Mientras tanto, cada año el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) estudia cómo llevar más agua a Iztapalapa o, incluso, cómo perforar más pozos, no obstante que en la zona son de mala calidad, y por tanto requieren de una planta potabilizadora. Estos factores hacen que los costos de suministrar agua sean muy altos en esa zona. La solución en Iztapalapa implica acciones radicales. En Iztapalapa tiene que sustituirse toda la red dado el grado de deficiencia que presenta. No bastaría sectorizar para reducir las pérdidas, aunque es imprescindible hacerla para tener un control a futuro, ya que las pérdidas podrían presentarse incluso en tuberías nuevas. Vista de Iztapalapa al fondo se aprecia el Cerro de la Estrella, en la Ciudad de México. CFM Aunque las autoridades del SACM han comenzado un esfuerzo masivo para sustituir redes en la delegación en los últimos tres años, con lo cual posiblemente las pérdidas sean actualmente menores a 40%, es necesario mantener este esfuerzo, además de implantar la sectorización, la restructuración de líneas de conducción, tanques y rebombeos, para resolver el problema definitivamente. ANTES DE PENSAR EN IMPORTAR NUEVAS FUENTES A IZTAPALAPA, UNA FORMA VIABLE DE SOLUCIONAR EL PROBLEMA ES ATENDIENDO LAS PÉRDIDAS QUE SE PRODUCEN AHÍ. SI SE CONTROLAN LAS FUGAS EN ESA ZONA, EL AGUA QUE SE PROPORCIONA ACTUALMENTE SERÍA SUFICIENTE PARA ABASTECER A LA POBLACIÓN. LA RESPUESTA SE ENCUENTRA EN UNA INVERSIÓN IMPORTANTE QUE ACOMETA EL CONTROL DE PÉRDIDAS. JCGyS 349 Las pérdidas de agua en el Distrito Federal Se calcula que las pérdidas de agua potable en el DF son de entre 35 y 40% del total suministrado, es decir, se pierde un volumen aproximado de 11 a 12 m3/s, no obstante que en algunas zonas haya déficit. Con un programa debidamente estructurado de sectorización en el DF, asociado a esquemas de medición, facturación y cobranza eficientes, es posible reducir las pérdidas de 12 a 5 m3/s, aceptando un nivel de pérdidas de 15%, similar al de grandes ciudades de países desarrollados, con lo cual quedarían 7 m3/s para redistribuirse y reducir la sobreexplotación de los acuíferos. como se hace con los usuarios de cualquier otro servicio, ya sea el de energía eléctrica o el de teléfono. En teoría, de esa manera el usuario se preocuparía por prevenir las fugas intradomiciliarias y se evitarían pérdidas extraordinarias. Para tener una idea de la magnitud de las fugas domiciliarias, es preciso saber que un inodoro que se quede con la válvula de descarga parcialmente abierta, en dos horas podría vaciar un tinaco. No obstante, a pesar de que no se cuenta con un registro de las fugas domiciliarias, a partir de algunos estudios académicos puede inferirse que éstas ascienden a cerca de 20 por ciento. Las fugas domiciliarias Las fugas en el drenaje Aunque no se cuenta con una estimación del porcentaje de fugas domiciliarias, se cree que son muy importantes por dos razones: el agua en la Ciudad de México es barata. Además, si no se paga, no se tienen disponibles las herramientas punitivas contra el deudor. Ante esa situación, algunos gobiernos estudian cómo reforzar su cobranza de manera importante. En el DF ya hubo una modificación a la ley local que faculta a la administración a castigar el suministro a los usuarios morosos y, en los casos de establecimientos comerciales, se permite el corte del servicio completo. Al respecto, existen posturas que pugnan por tratar a los usuarios domésticos de agua de la misma manera 350 En relación con este tópico no hay registros ni cuantificación alguna. Sin embargo, se tiene la certeza de que existe una gran cantidad de fracturas en el sistema de drenaje, sobre todo en los más antiguos. La dificultad de conocer con exactitud el volumen de fugas en el drenaje radica en que, para saberlo, se tiene que practicar una inspección directa. No obstante, como los tubos de drenaje no funcionan a presión, como están confinados por el terreno y, aunque pudieran tener una fractura, es posible afirmar que sin presión suficiente, no se pierden grandes volúmenes al exterior. ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS Las pérdidas y sectorización en la Ciudad de México (Página anterior) Vista de la zona sur del DF. CFM Durante la década de 1990, en el DF se realizó un estudio de las redes hidráulicas con un índice de confiabilidad de 95%. Se utilizó una muestra representativa de las redes de la ciudad y se establecieron 16 circuitos pitométricos para medir presiones y caudales. Estos 16 circuitos pretendían representar todo el universo del DF, por lo que se localizaron redes en zonas socioeconómicas distintas, industriales, comerciales y residenciales para ubicar el universo de la red. A partir de los resultados, las autoridades del SACM se han propuesto una meta que consiste en establecer 350 sectores en toda la ciudad. Cada sector comprende una zona de alrededor de 2.5 km, donde las conexiones en las fronteras de los sectores se seccionan, impidiendo el flujo entre sector y sector, salvo en puntos determinados, debidamente controlados y medidos El estudio concluyó que en el DF había 37% de pérdidas de Agua No Contabilizada (ANC). No obstante, aún se valora si dicho porcentaje representa la cifra correcta o si las pérdidas son incluso mayores. Después de ciertas presiciones, se consideró que el porcentaje de ANC podría ascender hasta 42 por ciento. Finalmente el Gobierno de la Ciudad de México ha reconocido que 37% del agua suministrada al DF se perdía, cifra oficial desde hace 12 años. Respecto de los municipios conurbados del Estado de México, se calcula que el volumen de pérdidas es similar, aunque no se sabe que se haya realizado un estudio semejante al respecto. Las metas de la reducción de pérdidas en la Ciudad de Mexico Las metas de la reducción de pérdidas en la Zona Metropolitana del Valle de México Si se toma en cuenta el factor económico, en el DF es razonable pensar que podrían reducirse las pérdidas hasta 15%. Si se lograra alcanzar ese porcentaje de pérdidas, podría resolverse el déficit de cobertura de agua potable en el Distrito Federal. Respecto a la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), se calcula que la cifra de pérdidas podría ascender al doble, sin olvidar que el conglomerado urbano recibe aproximadamente 65 metros cúbicos por segundo. Al respecto, se calcula que en el DF hay un déficit de 3 m3/s, que de ser cubierto resolvería la demanda insatisfecha del líquido. Si nos enfocamos en la zona conurbada del Estado de México, se estima que sus pérdidas podrían ser aún mayores que las del DF. Si esa posibilidad fuera cierta, las pérdidas totales de la ZMVM alcanzarían 25 m3/s, aunque algunos estudios sostienen que en todo el Valle se pierden 30 metros cúbicos por segundo. Esos 3 m3/s equivalen a la cuarta parte de los 12 m3/s que se pierden. Si se implementa un Programa de Control de Pérdidas que logre disminuir de 37 a 28% el porcentaje de pérdidas, en teoría se habría resuelto el problema. Si se lograra rescatar la mitad de los 25 m3/s que en teoría se pierden en la ZMVM, el problema del déficit de disponibilidad de agua potable estaría resuelto. 351 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL El ABC de la sectorización Las ventajas Confinamiento de la zona. Controlar una zona para saber cuánto caudal pasa por ahí, ofrece una visión integral de control para toda la red. Interconexión. Si hubiera necesidad de conectar un sector con otro por cuestiones operativas, deben identificarse los puntos convenientes, pero no debe realizarse una interconección indiscriminada. A partir de ahí se toman mediciones de gasto y de presión, de tal manera que este sector quede razonablemente confinado, con entradas y salidas identificadas, medidas y controladas. Control de presiones y reducción de fugas. Se controlan las presiones excesivas, las cuales contribuyen a que haya pérdidas considerables en la red. Las presiones excesivas provocan fracturas en la tubería, por lo que, con la sectorización, las fugas se reducirían por la normalización de la presión. Mejoras en la administración: Administrativamente permite muchas acciones. Por ejemplo, en el DF cabría la posibilidad de que las delegaciones sean las responsables de operar los sectores o, incluso, a través de concesiones a empresas privadas. 352 1. Investigación a fondo y levantamiento físico de las líneas de conducción y redes de distribución. 2. Comprensión y simulación matemática del funcionamiento de la red. 3. Establecimiento de puntos de control. Conocimiento de los ingresos y las salidas, mediante la instalación de medidores y válvulas reguladoras de presión. 4. Es conveniente contar con registradores instantáneos de los valores del agua que ingresa a la red del sector. 5. Transmisión de registros. Los medidores se conectan, mediante una señal, a transmisores que a su vez envían su frecuencia a un puesto de control central. Con el uso de pantallas donde se despliegan los registros respecto a cuánta agua está entrando y las presiones que se están obteniéndo, es posible hacer ajustes a estas válvulas, también vía remota, para calibrar a los valores convenientes de operación. Estos mecanismos de transmisión y registro en tiempo real operan en este momento en el DF y algunas otras ciudades. 6. Programa de Recuperación de Pérdidas. Una vez que se establecen los sectores, debe implantarse un programa de recuperación de pérdidas, que incluya los siguientes pasos: 6.1 Asignar brigadas a cada sector. 6.2 Establecer programas de detección de fugas no visibles. 6.3 Subsectorizar e instalar dispositivos provisionales de medición. Estas instalaciones podrían ser itinerantes, de modo que puedan irse relocalizando a lo largo del sector y, a través de los índices de consumo nocturno, es posible ir cercando los lugares donde se están presentando las fugas. 6.4 Obtención del índice de consumo nocturno. En la noche se registra el menor consumo de los usuarios. Si pudieran determinarse esos consumos a nivel domiciliario mediante la micromedición, la diferencia entre la suma de los consumos nocturnos del tramo estudiado y los gastos medidos en esos segmentos, determinarían los lugares donde hay pérdidas. 6.5 Cobertura de micromedición. Una vez que se han identificado las zonas con consumos extraordinarios, más allá de su promedio, habríamos encontrado los puntos donde se presentan las pérdidas. 6.5.1 Otros métodos de micromedición 6.5.1.1 Geófonos. Se puede hacer un barrido con geófonos sobre la superficie del terreno, analizando el sonido característico del paso del agua a través de las tuberías y, cuando éste se altera, proyecta indicios de una probable fuga. 6.5.1.2 Correladores. Otra forma de detectar fugas es mediante correladores, que a través de la colocación de dos sensores en el tramo que se estudiará, ofrecen un análisis de frecuencia del sonido con dispositivos electrónicos. Mediante el uso de esta herramienta, es posible saber cuándo existen alteraciones en la frecuencia al interior de una tubería, lo que daría indicios de una posible fuga. 6.5.1.3 Utilización de cámaras infrarrojas para la identificación de temperatura. Otro método consiste en la utilización de un camión que tiene adaptadas cámaras que identifican la temperatura. El camión puede circular por una calle siguiendo una tubería y cuando detecta alguna perturbación en el espectro infrarrojo, determina un cambio de temperatura, lo que es indicio de una posible fuga. 7. Barrido del sector. Una vez que se termina de recorrer todo el sector, se empieza con el primero y así sucesivamente. Éste es un programa permanente, cuyos resultados se reflejan respecto de lo que se mide en la entrada. 8. Otros factores que deben considerarse. 8.1 Trabajadores requeridos. Un sector puede constar de 20 subsectores, por lo que es suficiente una brigada de tres o cuatro personas para atender un subsector por día. En un mes, es decir 20 días hábiles, puede recorrerse un subsector. 8.2 Análisis de recursos. Antes de emprender la sectorización debe hacerse un análisis de los recursos con que cuenta el organismo, o contemplar la contratación del servicio con empresas privadas. Para el DF, esta última opción sería viable pues ya tiene contratados servicios con empresas y puede pagar precios unitarios por esta labor. La participación privada en la sectorización podría resultar beneficiosa bajo esquemas de incentivos pactados que, a su vez, conlleven costos menores para el gobierno y los usuarios. Un acuerdo de participación podría ser el siguiente: si el gobierno entrega determinado volumen de agua a la entrada del sector y la empresa reduce cierto volumen de pérdidas, ésta obtendría un incentivo por litro recuperado y la ciudad se beneficiaría porque disminuirían los costos económicos y ambientales derivados de un menor dispendio. ACCIONES PARA PROTEGER AL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO JUAN CARLOS GUASCH Y SAUNDERS Reflexión La problemática de las fugas debe atenderse de manera inmediata y su solución debe plantearse de manera que evite un daño mayor al acuífero, porque actualmente seguimos dependiendo en gran medida de esa fuente de abastecimiento; además, debe tenerse en cuenta el patrón de hundimiento del subsuelo que la sobreexploración provoca. El efecto de la eplotación excesiva del acuífero produce el impacto ambiental más severo al que está sujeto el Valle de México, de tal forma que los esfuerzos que se deban hacer, incluyendo importar agua de otras cuencas, deben buscar el equilibrio del acuífero y su recuperación. Para combatir el problema, cuando menos se debe revertir la tendencia a la sobreexplotación, lo cual, por cierto, no bastará para detener el fenómeno del hundimiento regional. Por otro lado, la sobreexplotación es un problema económico que no puede seguirse financiando, ya que los costos asociados a las pérdidas son inmensos, además de que persevera el agotamiento de nuestras reservas de agua, que si bien pueden renovarse, la tendencia es que paulatinamente se agotarán y que cada día será necesario explotar a mayor profundidad. El combate a las fugas representa la mejor oportunidad y la que implica menos inversión para revertir esta tendencia. De resolverse las fugas, se atacarían dos temas fundamentales: el desabasto y la sobreexplotación de los acuíferos. El problema de los hundimientos tiene implicaciones graves en la Ciudad de México, porque termina por dañar la infraestructura, como las redes de agua y drenaje, el patrimonio histórico y servicios como las líneas subterráneas y superficiales del Sistema de Transporte Colectivo Metro. Un lugar donde se refleja esta problemática es en el Gran Canal del Valle de México, cuya pendiente se perdió. A mediados del siglo pasado, el drenaje escurría, principalmente, de poniente a oriente y descargaba al Gran Canal por medio de gravedad. No obstante, cuando resultaron evidentes los hundimientos en la Ciudad de México, el Gran Canal quedó por arriba de los ductos que corrían de poniente a oriente. Por tal razón, en todos estos colectores se tuvieron que instalar 10 plantas de bombeo para impulsar el agua residual al Gran Canal. Vista del Gran Canal del Valle de México antes de llegar a la Planta de Bombeo Gran Canal, ubicada en el kilómetro 18+500. CFM En años recientes se han invertido grandes cantidades de dinero para construir cinco plantas de bombeo de gran capacidad para resolver ese, además de que se ha proyectado un considerable costo de operación para los próximos años. Aún así, estas plantas de bombeo no constituyen la solución definitiva al problema de desalojo de las aguas residuales, pues el terreno se seguirá hundiendo y se requerirá ampliar de manera importante el Sistema de Drenaje Profundo a costos de inversión también muy importantes. CONSIDERO QUE NUESTROS ESFUERZOS PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LAS FUGAS DEBERÍAN ORIENTARSE A MITIGAR LOS IMPACTOS SOBRE EL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO Y CON ELLO SU SUSTENTABILIDAD. DE LO CONTRARIO, ÉSTE SOLO SERÁ UN PROBLEMA QUE SE REDUCE A CONSEGUIR MÁS RECURSOS ECÓNOMICOS PARA TRAER MÁS AGUA DE OTROS LADOS. JCGyS 353 El control y la recuperación de pérdidas en las redes Arturo Jiménez Ramón Estudio 1. Guaymas, Sonora Estudio 2. Guadalajara, Jalisco A principios de la década de 1990 comienza a estructurarse y adecuarse en la ciudad de Guaymas, Sonora, un programa de detección de fugas adaptado a México por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), partiendo de un enfoque metodológico realizado en Alemania. Como resultado de las acciones aplicadas en la ciudad de Guaymas, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) estructuró, a partir de 1991, un programa para determinar las pérdidas en sistemas de agua de esta ciudad. En 1993 comenzaron los estudios de evaluación de fugas en la capital de Jalisco, donde se encontró un nivel de pérdidas de 43 por ciento. A partir de una división de la ciudad por sus características socioeconómicas, se identificaron algunos sectores que podrían ser aislables por completo, con objeto de ubicar los consumos o pérdidas de agua, utilizando como parámetro el uso doméstico (popular, medio y residencial) y el uso industrial. Mediante esa metodología se realizaron detecciones en función de la disminución de la presión en una línea de distribución de agua. El procedimiento consistió en medir la presión de tres tomas, si alguna de ellas presentaba alguna distorsión, era indicio de una probable fuga. Por otra parte, se practicó un análisis de sustitución de toma, midiendo previamente cuánto se perdía en ella antes de cambiarla. Posteriormente se midió el caudal después de la sustitución. La diferencia encontrada estableció la dimensión de la fuga existente en la toma. El siguiente paso fue realizar balances dentro de los sectores, de forma que se determinara el volumen de agua suministrado al sistema durante todo el día (con una distribución minuto a minuto). Posteriormente se realizó el análisis de los consumos internos de la red y se sustituyeron medidores en algunas tomas para asegurar que el caudal aportado era el correcto y que no hubiera problemas con la medición. De esta manera se efectuó un balance por sector para registrar los niveles de consumo y el porcentaje de pérdidas en la red y las tomas. Al sumar los resultados de los sectores, se obtuvo el balance respectivo de la ciudad. El sistema de abastecimiento de agua potable de Guadalajara tiene una orientación de sur a norte. Cuando la Presa Calderón comenzó a abastecer a la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), el esquema normal de distribución tuvo que modificarse, ya que el nuevo caudal se suministraba de norte a sur. Ese cambio provocó la vulnerabilidad de segmentos de tubería de asbesto-cemento clase 5, cuyo diseño estaba calculado para soportar una presión de 50 m de columna de agua y que, a partir de entonces, se sometió a una carga de al menos 100 m de columna de agua, con el riesgo potencial de ruptura que ello implica. Estos estudios se realizaron en 30 colonias de la ZMG con el objeto de analizar la posibilidad de cambiar su sistema de distribución y homogeneizar las presiones en la red. Por otra parte, también se analizaron los grandes acueductos que proporcionan agua a sectores extensos de la ZMG, cuyo estudio arrojó que era necesario controlar, en primer lugar, el caudal obtenido por los acueductos, para posteriormente controlar el caudal a menor escala. Es decir, se propuso el control de lo general a lo particular, porque así, y ahora lo sabemos, se obtienen resultados palpables, en el corto plazo. Es importante indicar que la metodología desarrollada y aplicada en Guaymas, Sonora, tuvo amplia difusión a través del IMTA, institución que capacitó a un grupo de profesionales a partir de los resultados obtenidos. Posteriormente, se realizaron 40 estudios respecto al volumen de pérdidas en igual número de ciudades del país. Al efectuar los análisis, se encontró que el promedio de pérdidas por fugas en sus redes era de 50% aproximadamente. Esta cifra permitió dimensionar la magnitud de las pérdidas en los sistemas de agua potable del país y abrió la puerta al análisis de escenarios futuros en función del establecimiento de un programa de corrección de fugas a nivel país. 354 EL CONTROL Y LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS EN LAS REDES ARTURO JIMÉNEZ RAMÓN Estudio 3. Ciudad de México Entre 1996 y 1997, en la Ciudad de México se llevó a cabo un estudio similar al de la ZMG, estudio en el que se detectó un nivel de pérdidas de 46%, que posteriormente se ajustó para registrar valores cercanos a 44%. Dicho estudio dividió a la ciudad en 115 sectores, con objeto de agregar en cada uno áreas geoestadísticas básicas, como lo plantea el INEGI en las localidades utilizadas para efectuar los censos. El propósito fue agrupar las áreas que eran homogéneas y para ello se dividieron en 115 subzonas, que después se volvieron a agrupar a nivel de zona y luego por delegación. A través de esa metodología resultó más sencillo jerarquizar prioridades para trabajar ordenadamente el proyecto. Es necesario recordar que en la Ciudad de México se utilizan válvulas de control de presión que pueden regularla hasta cierto nivel. Éstas son colocadas en partes estratégicas del sistema, con lo cual se evita la fatiga de la tubería con la que se trabaja. De esa manera se resuelve la distribución de presiones, y además se tiene la ventaja de que, cuando se controla la presión, se reducen significativamente la carga y las fugas. Con la realización de maniobras dentro de la red, también se logró reducir presiones, de tal forma que se cumplió con la norma que fija presiones de entre un kilo y kilo y medio, en función de topografía de la Ciudad de México. Uno de los grandes problemas que se identificaron al inicio de la rehabilitación de sistemas, fue que al momento de administrar y mejorar un sector, el adyacente empeoraba, por lo que existía la posibilidad de no lograr avance alguno. No obstante, se comprobó que si los defectos de la rehabilitación son atendidos paulatinamente, pueden alcanzarse resultados importantes. El estudio realizado en la Ciudad de México también tuvo como propósito homogeneizar las presiones en el sistema, razón por la cual el caso de la zona poniente resultó idóneo para comenzar el análisis ya que por esa zona llega el caudal del Sistema Cutzamala con alta presión, lo que produce variaciones abruptas en los niveles de presión en colonias del poniente de la ciudad, principalmente dentro de las delegaciones Álvaro Obregón, Magdalena Contreras y Miguel Hidalgo, entre otras. En la zona poniente, además, la relación costo-beneficio es mayor a tres, porque ahí se tienen altas presiones y malos materiales. Por tanto, al combinar elementos, tanto las técnicas de sustitución, los materiales y la homogeneización de presiones, puede obtenerse un resultado rápido y rentable, en un tiempo máximo de cinco años. Otro caso a destacar es el de la zona oriente de la Ciudad de México, donde se detectó una subestimación de las pérdidas de agua que se suministra. En esa parte de la ciudad se provee menos agua debido al bajo nivel de presión ya que el agua es conducida por un segmento de la zona poniente y por otro de la zona sur, por medio del Acueducto Xochimilco. Una de las áreas donde podría adaptarse el método alemán de recuperación de caudales es la zona de Iztapalapa, donde la relación costobeneficio es de dos y tres respectivamente, relación que condiciona la rentabilidad de la inversión . Actualmente se tiene un avance importante en la obra del Acuaférico que, junto con el Macrocircuito de Distribución de Agua Potable del Estado de México, permite llevar agua de la zona poniente y sur hacia el oriente. Se debe resaltar que el esquema metodológico adaptado para la Ciudad de México incluye propuestas para compensar el abasto, en caso de que el caudal se suministre menos horas al día o si se otorga un mayor volumen. En ambos casos, el sistema puede ajustarse y adaptarse a las características de la zona. ES IMPORTANTE SEÑALAR QUE LOS RESULTADOS COINCIDIERON DE MANERA SORPRENDENTE CON EL FACTOR DE PARIDAD PESO-DÓLAR, TANTO EN LA ZMG COMO EN LA CIUDAD DE MÉXICO. EL AGUA AQUÍ LA TENEMOS, LA POTABILIZAMOS, LA DISTRIBUIMOS EN UNA PARTE DEL SISTEMA Y LUEGO LA DEJAMOS PERDER. TRAS PRACTICAR DIFERENTES ESTUDIOS EN TORNO A LOS COSTOS DE INVERSIÓN Y OPERACIÓN PARA FINANCIAR PROYECTOS DE IMPORTACIÓN DE AGUA POTABLE, SE DESCUBRIÓ UNA VERDAD INELUDIBLE: ES MÁS BARATO RECUPERAR PÉRDIDAS QUE TRAER NUEVAS FUENTES, EN UNA PROPORCIÓN DE 10 A 1. ASIMISMO SE CONCLUYÓ QUE LA REHABILITACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA EN UN SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE TIENE UNA RELACIÓN EQUIVALENTE A LA PARIDAD PESO-DÓLAR: SI UNO INVIERTE 1 PESO EN RECUPERAR 1 M3 DE AGUA, ENTONCES ES NECESARIO GASTAR 1 DÓLAR EN TRAER 1 M3 DE AGUA DE FUENTES LEJANAS. ESTE PRINCIPIO DE PROPORCIÓN DE COSTOS SE MANTUVO CUANDO SE ESTUDIARON LOS CASOS DE LA CIUDAD DE MÉXICO, LA ZMG Y LEÓN, GUANAJUATO. AJR (Página anterior) Búsqueda de una fuga de agua en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México. CFM 355 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Hacia un Plan Maestro Hidráulico Como parte del desarrollo de un Plan Maestro Hidráulico, uno de los puntos que deben abordarse, en primera instancia, es la evaluación de las pérdidas. Después, a partir de dicha premisa y con apoyo de una gráfica, es posible analizar el Agua No Contabilizada (ANC) en función del tiempo y la demanda. Para que este procedimiento dé resultados, se citan los siguientes conceptos y sus correspondientes descripciones: Agua Producida (AP). Es la entrega en bloque a un sistema, es decir, el volumen que puede producirse con determinadas fuentes disponibles. Con este elemento y con el valor del Agua Facturada (AF) obtenemos el porcentaje de ANC. Es importante señalar que mientras más preciso sea el nivel de medición, más exacto es el valor del agua facturada. (AP-AF)/AP=% ANC Eficiencia Física. Para obtener la eficiencia física debe realizarse la siguiente operación: dividir el volumen de AF entre AP. a) la necesidad de realizar una fuerte inversión para cubrir la demanda de agua. El monto de la inversión para traer agua de una nueva fuente tiene una relación de 10/1, respecto a la inversión requerida para la recuperación de caudales. b) Los resultados permiten que se difieran las inversiones. La recuperación de pérdidas puede lograrse de la siguiente manera: 1) Sustituyendo tomas y tuberías. 2) Homogeneizando presiones. 3) Incidiendo sobre el consumo del usuario (midiendo y contrayendo su consumo). La sectorización es un proceso que contribuye a la mejora de un sistema hidráulico, para lo cual deben cumplirse los siguientes pasos: a) Aislar el sector. b) Medir el caudal que se está suministrando. c) Medir a los consumidores. d) Cobrar el servicio otorgado. e) Realizar acciones suficientes que permitan resolver el problema, tanto por sector como de manera global. Proyecto de Pérdidas (AF)/AP=EF Eficiencia Comercial. Se obtiene de la siguiente forma: el Importe de Agua Recaudado (IR) se divide por el Importe de Agua Facturado (IF), resultando la Eficiencia Comercial (EC). IR/IF=EC Eficiencia Global. Es el producto de la Eficiencia Física (EF) multiplicada por la Eficiencia Comercial (EC). El objetivo de un Proyecto de Pérdidas es diseñar circuitos, hacer análisis, aplicar técnicas, elaborar una estrategia de operación y, por último, diseñar y verificar los aprovechamientos para que el proceso sea generalizado. En primera instancia se deben seleccionar, diseñar y aislar los distritos pitométricos. Esto incluye medir consumos, detectar fugas, efectuar la simulación hidráulica, cuantificar costos y contar con una evaluación de resultados del proyecto. EFxEC=EG o (AF/AP)*(IR/IC)=EG Al contar con una curva de demanda en el tiempo, y si se aplica un esquema de control de pérdidas, pueden preverse los siguientes escenarios: 356 Para el Proyecto de Pérdidas también deben observarse los siguientes requerimientos: tratar de que sea una sola entrada en el circuito; tener los diámetros de las tuberías compatibles; lograr presiones aceptables; tener límites coincidentes con las líneas carreteras; establecer líneas internas y obtener las zonas de presión uniforme. EL CONTROL Y LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS EN LAS REDES ARTURO JIMÉNEZ RAMÓN Un aspecto importante en un Proyecto de Pérdidas consiste en determinar el sitio donde se colocará el medidor de entrada. En caso que no pueda aislarse completamente una entrada, se tienen que instalar dos estaciones: una de entrada y una que mida la salida, ya que se envía el flujo a otra parte. La instalación de las válvulas es otro punto importante. Se debe precisar dónde y cómo instalarlas, así como definir su diámetro. La delimitación en un Proyecto de Pérdidas es importante. Al respecto, es posible delimitar de forma natural, considerando el aislamiento que originan las barrancas o accidentes naturales o también es factible aislar mediante seccionamiento. Una vez que se logra el seccionamiento, es preciso transitar al proceso de medición de consumo, en el cual deben considerarse los siguientes factores: el consumo total, el consumo promedio, el consumo mínimo nocturno y la obtención de los índices. Cuando uno de estos consumos tiene una variación muy grande, sobre todo en la noche, significa que se pierde gran cantidad de agua. Ese tipo de información es útil para detectar dónde estamos y qué características tenemos. Este proceso es fundamental, ya que al conocer la presión del sistema, es posible cambiar las condiciones de operación, lo cual forma parte del diagnóstico. Al comenzar la detección de fugas, se necesita realizar una inspección con equipo electrónico de tomas domiciliarias. Se colocan dispositivos de detección de pérdida en la entrada de la toma. En este punto pueden surgir recomendaciones respecto a lo que sucede en las redes de distribución y también en la identificación de fugas en segmentos específicos de la red. Por lo regular, si las distancias son muy grandes en las redes de distribución, se utiliza el correlador. Posteriormente viene el proceso de simulación, en el que intervienen algunos de los siguientes elementos: la distribución geográfica de la red, que incluye los mapas de contorno para presiones: ya sea los máximos durante la madrugada, o los mínimos en las horas de mayor consumo. Se registran, después, los diferentes puntos dentro del sector, controlados a partir de válvulas sostenedoras de presión colocadas en la red simulada. Al final esto permite observar ahorros y variaciones de presión. A partir de la simulación y el cambio a las válvulas reductoras, se vuelve homogénea la presión y se disminuyen las pérdidas de manera significativa. Algunos factores a considerar para evaluar los costos son: qué es lo que se está haciendo; tener clara la utilidad de la instalación de medidores que facilitan el conocimiento de los costos y, finalmente, responder las siguientes preguntas: cuánto cuesta y cuál es su rentabilidad. Una vez que se cuenta con la información, se modela el sistema, la distribución de la demanda, las presiones en los nodos, las válvulas reguladoras y su inserción en el contexto general de la red. SI SE APLICA LA MEDICIÓN, EL USUARIO COMENZARÁ A SER CONSCIENTE, REFLEXIONARÁ Y RACIONARÁ SU CONSUMO DE AGUA EN FUNCIÓN DE SU COSTO. ENTONCES SE PREOCUPARÁ MÁS POR TENER DISPOSITIVOS DE AHORRO FUNCIONANDO EN SU CASA . LA MEDICIÓN ES UN MEDIO PARA QUE LA POBLACIÓN ADVIERTA LA NECESIDAD DE USAR EFICIENTEMENTE EL AGUA Y REGULAR SUS CONSUMOS. ESAS PREMISAS NOS LLEVAN AL SIGUIENTE POSTULADO: SI LA TARIFA ES BAJA, EL USUARIO TIENE LA POSIBILIDAD DE CONSUMIR TODA EL AGUA QUE SEA. PERO SI SE INCREMENTA LA TARIFA, SE DARÁ UNA CONTRACCIÓN DE LA DEMANDA, LO CUAL OCURRIRÁ EN LOS MESES INMEDIATOS AL AUMENTO. AJR 357 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL ¿Cómo disminuir las pérdidas en el Valle de México? Para disminuir las pérdidas en el Valle de México, se propone un Programa de Recuperación de Caudales, que consiste en dividir a las zonas urbanas en sectores que permiten conocer los volúmenes entregados mediante métodos de medición, como la pitometría, cuyo empleo posibilita determinar la magnitud de la recuperación en la medida que se completen las sustituciones de tomas. En delegaciones y municipios pueden identificarse algunos puntos de medición y control, que permitan seccionar adecuadamente la red y controlar las pérdidas de agua en las zonas urbanas. Posteriormente deben jerarquizarse las etapas a seguir del Programa de Sustitución de Tomas, en función de la relación costo-beneficio dentro de los márgenes de la realidad municipal y estatal. Este tipo de programas deben aplicarse permanentemente en el sistema hidráulico del Estado de México, tanto a nivel estatal como municipal, debido a que el agua que se importa a la entidad, implica costos de extracción, conducción, potabilización y distribución, por lo que es fundamental maximizar su aprovechamiento. Al realizar un estudio de los costos de importar una nueva fuente al Valle de México se descubrió lo siguiente: mientras la recuperación de caudales costaba 1 peso por m3/s, la puesta en marcha del proyecto Temascaltepec costaría 10 pesos por metro cúbico por segundo. Respecto de los municipios del Valle de México, su eficiencia global aproximada es de 33%, lo que incluye consumos, pérdidas, así como eficiencias técnicas y financieras, condiciones que hablan de la necesidad de dirigir las inversiones a los municipios para que éstos puedan mejorar la prestación de sus servicios. Municipios como Ixtapaluca, Coacalco de Berriozábal, Atizapán de Zaragoza, Tlalnepantla de Baz, Naucalpan de Juárez y Huixquilucan, han logrado satisfactorios niveles de eficiencia. 358 En contraste, Cuautitlán Izcalli, Chimalhuacán y Valle de Chalco tienen valores de eficiencia cercanos a 20%, niveles que tienen que superarse para ahorrar recursos. Uno de los puntos torales que ha reconocido el Gobierno del Estado de México, es el fortalecimiento de los organismos operadores, quienes deben reportar y brindar información realista sobre sus redes, aunque sea grave, para lo cual necesitan herramientas para su constante operación. La inversión efectuada en el Estado de México es muy grande como para perderla en los próximos años por problemas de eficiencia física y comercial. Por otra parte, debe fortalecerse la sinergia entre las inversiones que se están desarrollando y sus actividades específicas. Muchos de los organismos carecen de un padrón confiable de usuarios y además no conocen el catastro de sus instalaciones. Operan, en ocasiones, porque sus operadores de válvulas tienen años trabajando y lo hacen por necesidad. Excepto unos cuantos municipios, la realidad es alarmante, la gran cantidad de agua que se pierde en fugas, la deficiente cobranza del recurso y las inversiones magnas que se necesitan para corregir la situación hidráulica municipal deben ser un motivo de reflexión. La demanda de inversión de las entidades municipales es grande. Esto, aunado a la imperiosa necesidad de que los municipios salden su acumulada deuda histórica, vuelve más vulnerable la situación hidráulica del Valle de México. Conservar al personal que ha dado resultados es otro de los puntos torales para mejorar a un organismo operador. Lo anterior ha dado excelentes resultados en organismos operadores de ciudades como Monterrey y Tijuana. Por otra parte, debe instaurarse un servicio civil de carrera real y fomentar la capacitación continua y profesional del personal, ya que el sector agua es muy dinámico y la forma de trabajo tiende a cambiar cada 20 años de manera radical. LA SITUACIÓN HIDRÁULICA EN EL VALLE DE MÉXICO ES UN EJEMPLO DE LOS BENEFICIOS QUE PODRÍAN LOGRARSE SI FUERA SUSTITUIDA LA IMPORTACIÓN DE AGUA DE CUENCAS LEJANAS POR UN PLAN DE COMBATE DE PÉRDIDAS. SI SE ESTABLECIERA UN PLAN DE COMBATE DE PÉRDIDAS, EN PRINCIPIO PODRÍA POSPONERSE LA IMPORTACIÓN DE UNA NUEVA FUENTE EN EL CORTO PLAZO. CON ESTE PROCESO, CUANDO SEA NECESARIO IMPORTAR NUEVAS FUENTES, EL MANEJO DEL RECURSO SERÁ MÁS EFICIENTE. Vista de vivienda popular en el municipio de Coacalco de Berriozábal, en el Estado de México. CFM EN EL CASO DEL VALLE DE MÉXICO, SI AHORA SE PIERDE ENTRE 35 Y 40%, CON EL PLAN LAS PÉRDIDAS PODRÍAN REDUCIRSE A 25 O 30 POR CIENTO. AJR ADEMÁS, CON ELLO SE LIBERARÍAN TIEMPOS SUFICIENTES QUE PERMITIRÍAN A LOS ORGANISMOS OPERADORES FORTALECERSE Y LOGRAR UNA MEJOR GESTIÓN, QUE REDUNDE EN UN COBRO EFICIENTE DEL SERVICIO. 359 Acciones para preservar la sustentabilidad del Valle de México Antonio Capella Vizcaíno El problema central es el estado de la infraestructura El problema fundamental del suministro de agua potable en el Valle de México es el mal estado de la infraestructura que ocasiona una gran cantidad fugas. Se trata de una infraestructura deteriorada que no ha recibido el mantenimiento adecuado, que se ha operado inadecuadamente y que está muy rota, por lo cual hay muchas fugas. La importancia de esta situación se reconoce desde hace más de 20 años. Si bien existen otros factores adicionales al problema de las fugas en las redes, como el desperdicio del usuario, las fugas intradomiciliarias y las tomas clandestinas, su impacto es menor en relación al gran número de fugas que se presenta en sus redes. A Si los operadores del agua no resuelven este gran problema, esfuerzos como el de traer agua de nuevas fuentes, lograr una alta eficiencia a nivel domiciliario o evitar el desperdicio intradomiciliario, no servirán de nada. Todo el volumen que la población ahorre sólo incrementará las fugas de la red. Como las fugas son muy sensibles a la presión, al arreglarlas en una zona que tiene sus redes muy deterioradas, sucede que aumentan las existentes en el resto de la red. Cuando aumenta la presión, la cantidad de fugas se incrementa en mayor proporción. Si la presión aumenta el doble, las fugas aumentarán desde el doble y hasta cuatro veces más. Esto ocurre porque no sólo la velocidad aumenta por los agujeros, sino que éstos se vuelven más grandes y cambia el coeficiente de descarga. A continuación se mencionan los elementos de una inadecuada operación que deterioran la infrestructura hidráulica: B Imágenes que corresponden a una toma domiciliaria (A) con un alto grado de daño y de reparaciones precarias y a una junta (B), que fueron extraídas durante el proceso de sustitución de redes en el Distrito Federal. Archivo ACV a) La frecuencia con que se realizan los suministros intermitentes o tandeos propician la oscilación de presiones y, por ende, la aparición de fugas en la red. Además, la práctica de los tandeos deteriora aceleradamente las redes. Según estudios realizados en Inglaterra, entre una red que opera con una presión relativamente constante y otra que lo hace con tandeos, la frecuencia de las rupturas de las tuberías de la red sometida a suministros intermitentes es al menos 10 veces mayor. De tal forma que, si un tubo debiera durar en condiciones normales entre 50 años y 100 años, si está sometido a tandeos durará entre 5 y 10 años. b) Los bombeos directos a la red también son responsables del desgaste de la red, sobre todo cuando se paran y arrancan las bombas. Cuando el operador suministra o corta bruscamente un gasto, se producen fluctuaciones de presión, lo que en el medio hidráulico es conocido como golpe de ariete, factor que causa el deterioro de las tuberías. Fue a fines de la década de 1990 cuando se empezó a comprender la naturaleza de las fugas. A partir del 2000 los estudios en torno al problema de las fugas se incrementaron y ahora cientos de ciudades en el mundo las combaten con una estrategia que ha dado resultados: el control de presiones. La estrategia consiste en sectorizar la red para controlar las presiones por sectores, de tal manera que cuando se reduzcan las fugas en una sección de la red, en otra no se pierda lo ahorrado. 360 El oriente del Valle de México Esta zona es ampliamente conocida por sus continuos problemas en el suministro de agua. Una de las razones de la irregularidad del servicio tiene origen en que el suministro a esa región proviene de pozos que contribuyen al hundimiento de la Ciudad de México y en parte del agua que se transporta de los sistemas Cutzamala y Lerma. El problema para trasladar agua del poniente al oriente es que atraviesa una red que es literalmente un colador, razón por la cual el agua se pierde. Cabe mencionar que actualmente se cuenta tanto con la capacidad para conducir el líquido del poniente al oriente como con el diámetro de los tubos, pero sería necesaria mayor presión que proporcione la energía suficiente para que el agua llegue al oriente. Pero si se aumenta la presión, crecen las fugas y el agua se seguirá quedando en el camino. Las zonas planas del Valle de México, como los municipios de Ecatepec de Morelos y Nezahualcóyotl, en el Estado de México, así como las superficies horizontales del DF, se caracterizan porque la presión es normalmente muy baja. Por tal razón, cuando se plantea controlar las presiones en esas zonas se percibe como una medida extraña. El control de la presión en las zonas planas tiene como propósito evitar que suban cuando se hagan reparaciones en otras zonas de la red. De lo contrario, esas reparaciones provocarán que aumente la presión en las zonas planas y, en consecuencia, que el ahorro conseguido en un lugar se pierda en otro. Dicho problema se resolvería si se contara con una red principal bien definida, y si el resto de la red, la secundaria, estuviera sectorizada y tuviera presiones controladas. De este modo se podría levantar la presión en la red primaria y así el agua llegaría al oriente. La solución para controlar las fugas en las redes que están muy deterioradas radica en el aislamiento de la red secundaria respecto de la primaria, lo que permitiría controlar las presiones. De lograr lo anterior, se podría tener más presión en la red primaria y así llegar de un lado a otro, sin que el líquido se pierda en el trayecto. Una vez que la red se haya sectorizado y que la presión se haya controlado, la reparación de las tuberías de un sector permitirá que toda el agua que se ahorra esté disponible sin que se pierda en el resto de la red. Vista de azoteas en la que predominan tinacos en Ciudad Azteca, en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. CFM 361 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL En el oriente del Valle de México, un usuario común paga entre 20 y 40 pesos mensuales. En promedio, un usuario consume 15 m3 al mes y paga 3 pesos por cada uno aproximadamente. Aunque la tarifa es baja, el usuario debe pagar gastos extraordinarios porque el agua es de mala calidad. Por tanto, además de comprar dos garrafones para beber, el usuario debe equipar su vivienda con una cisterna, un tinaco y una bomba, porque el servicio es intermitente, ya que no hay presión suficiente. Al calcular cuánto se gasta comprando garrafones y cuánto se invierte en una cisterna y un tinaco, resulta que el usuario paga más por cada m3 que un norteamericano promedio. La creencia de que el usuario no quiere pagar el agua parece no tener fundamento, ya que en realidad termina pagando más. Un deficiente servicio público transfiere a los usuarios costos mucho más altos que lo que costaría contar con un buen servicio. Por esto, el usuario tiene el derecho de exigir mejores servicios a sus gobernantes y, en contraparte, la administración pública debe encontrar el camino para actuar con mayor eficiencia. En algunas zonas alejadas de los núcleos urbanos del país las familias requieren de comprar agua purificada por la carencia de un buen servicio de agua. NOTIMEX/FOTO/LUIS LOPEZ/FRE/HUM/ Vale la pena mencionar que cuando se colocaron medidores en el DF hace 12 años, se empezó a cobrar el consumo medido, lo cual, hasta entonces, no ocurría. A partir de ese momento, el usuario comenzó a preguntarse cuáles eran los parámetros del consumo normal. El consumo promedio de un usuario en la Ciudad de México es de 150 litros/hab/día, lo que representa un consumo semejante al de los europeos. En Francia, el consumo promedio por persona al día es de 150 litros; en Alemania 130 litros; en Inglaterra 127 litros. No obstante, el usuario podría reducir su consumo de agua entre un 10 y 15%, mientras que el operador de los sistemas de agua es quien debe realizar acciones para reducir sus pérdidas ya que éstas representan aproximadamente la mitad del agua que se suministra a la red. El consumo del usuario en México está lejos de los patrones de uso en Estados Unidos, donde el consumo promedio es de 400 l/hab/día, de los cuales 150 l/hab/día se utilizan en el jardín fundamentalmente, mientras que el consumo interno por cada casa asciende a 250 l/hab/día. Este tipo de información se debe compartir al usuario, contrario a las campañas mediante las cuales se le advierte que el agua está por terminarse. Al usuario se le deben dar herramientas para que pueda contribuir en la solución del problema. 362 El destino de las fugas Un estudio realizado en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) en 14 ciudades del país detectó que, en todas ellas, las pérdidas oscilaban entre la tercera parte y la mitad del volumen suministrado. Para contrarrestar las fugas se hacen tandeos pero, como esta medida deteriora la red, ésta paulatinamente se fractura más, lo que provocará que en el futuro se tengan que espaciar. LOS USUARIOS NO DEBEN DESPERDICIAR AGUA, ESTE FACTOR RESULTA IMPORTANTE PARA COMBATIR LAS FUGAS, AUNQUE APENAS SIGNIFIQUE 20% DEL PROBLEMA. EL 80% RESTANTE TIENE ORIGEN EN LAS FUGAS DE LA RED. ACV Los tandeos, además, causan problemas sanitarios, pues cuando las tuberías se encuentran vacías, existe la posibilidad de que se introduzca agua contaminada del drenaje. El destino de un alto porcentaje de las fugas es el drenaje, otra parte se infiltra, se evapora directamente o lo hace a través de la vegetación. Del volumen de fugas detectadas en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), se calcula que la mitad se va al drenaje. Dicho volumen se infiere de los balances, respecto de cuánto se consume y cuánto se va al drenaje. No obstante, al hacer esos balances, se encuentra más agua en el drenaje que la que reciben los usuarios. El brote de una fuga en el municipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México. CFM 363 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Propuesta para la sustentabilidad hídrica del Valle de México Actualmente, la estimación más exacta respecto al volumen de fugas en el Valle de México es de 24 m3/s, incluyendo al DF y los municipios conurbados del Estado de México. Primero las fugas El primer punto de partida para lograr la sustentabilidad del Valle de México es resolver el problema de fugas. Para ello se deben tomar en cuenta los siguientes factores: a)Es necesario comenzar a medir y evaluar los pozos del Valle de México que actualmente carecen de medidores. En esa situación se encuentran los pozos agrícolas y muchos de los urbanos. El propósito es contar con registros continuos y además recabar información sobre el consumo de los usuarios. Reparación de una fuga de agua por parte de técnicos de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) en Tultitlán, en el Estado de México. ACR b) Debe definirse hasta cuánto es razonable reducir las fugas. Para ello pueden consultarse los criterios publicados por la Asociación Internacional del Agua (IWA), donde se establecen cuatro categorías y dos niveles, uno para los países desarrollados y otro para países subdesarrollados, en función del estado de las redes: A, B, C y D. En la categoría A, la eficiencia es alta y no resulta económicamente conveniente reducir aún más las fugas. En la categoría B todavía puede haber mejorías en la red. En la categoría C las fugas son altas y solamente serían tolerables, si el agua fuera barata y abundante. La categoría D es un indicador que supone un muy mal estado de una red y del sistema hidráulico en general. La mayor parte de las tuberías en las ciudades del país se encuentran muy por debajo del límite de la categoría D. Si la ZMVM quisiera llegar a la categoría B, deberían disminuirse las fugas de 24 a 6 m3/s, es decir, tendrían que recuperarse 18 metros cúbicos por segundo. Cambio de uso del agua de riego Campos de cultivo en el municipio de Zumpango, en el Estado de México. ACR 364 Según estimaciones del agua utilizada para riego en el Valle de México, se extraen entre 11 y 13 m3/s que se usan, fundamentalmente, para regar cultivos de alfalfa y maíz forrajero. Al respecto, es menester que todo ese caudal se transfiera para agua potable o, para disminuir la extracción del acuífero del Valle de México. ACCIONES PARA PRESERVAR LA SUSTENTABILIDAD DEL VALLE DE MÉXICO ANTONIO CAPELLA VIZCAÍNO LA META PARA EL VALLE DE MÉXICO ES FACTIBLE: RECUPERAR 18 M3/S DE FUGAS Y 11 M3/S DE RIEGO, ES DECIR, UN VOLUMEN DE 29 M3/S. DE SER ASÍ, PODRÍAN SATISFACERSE TODAS LAS NECESIDADES DE AGUA POTABLE DEL VALLE DE MÉXICO PARA LOS AÑOS 2050 O 2060, CUANDO LA POBLACIÓN TENDERÁ A ESTABILIZARSE EN APROXIMADAMENTE 23 MILLONES DE HABITANTES. ADEMÁS, CON ESE VOLUMEN RECUPERADO PODRÍA DETENERSE LA SOBREEXPLOTACIÓN DEL ACUÍFERO DEL VALLE DE MÉXICO Y LOGRAR QUE LOS HUNDIMIENTOS DISMINUYAN RÁPIDAMENTE, AL PRINCIPIO, Y QUE POSTERIORMENTE SE DETENGAN. ACV Los costos de la recuperación Dados los precios actuales, a los que se transfieren los derechos por uso agrícola a público y los costos aproximados de sustituir todas las redes del Valle de México, se obtienen costos de entre 3 y 4 pesos por m3. A través de un programa efectivo, en aproximadamente tres décadas se podría alcanzar la meta de la sustentabilidad hídrica de la Zona Metropolitana del Valle de México. Cualquier otra alternativa para importar agua de una cuenca externa, tendría un costo mayor, entre 10 y 12 pesos por m3, que incluso podría elevarse aún más. El tratamiento de aguas residuales y su inyección a los mantos acuíferos es tres veces más costoso que combatir las fugas y la compra de derechos de riego. Es importante subrayar que si se incorpora una nueva fuente por cualquiera de las vías señaladas, además de generar costos tres veces mayores a los que resultan del combate a las fugas y la compra de derechos, un porcentaje elevado del caudal adicional se perdería por las mismas redes deterioradas. El gran problema del Valle de México se circunscribe a un inadecuado manejo del agua. Disponibilidad del recurso se tiene, el problema radica en cómo operar y administrar el agua. En México sería conveniente contratar la operación del agua potable con empresas privadas que podrían ser más eficientes, pues actuarían con mayor autonomía que los organismos operadores. Esto sería factible siempre y cuando la contratación garantice el aumento de la eficiencia, con lo que ganarían tanto la empresa contratada como la sociedad. Como el agua es un servicio monopólico por naturaleza, los gobiernos municipales y estatales deben responsabilizarse, tanto de la regulación como de la fijación de las tarifas. Un niño carga una cubeta para hacer frente a la escasez de agua potable en Chilpancingo, Guerrero, fenómeno que se agudiza cada vez más en ese municipio. NOTIMEX/FOTO/ALEJANDRINOGONZÁLEZ/FRE/ENV/ 365 El camino hacia la eficiencia y el control del Agua No Contabilizada Ramón Vila Sánchez ara comprender la complejidad del problema en el Valle de México debe tenerse en cuenta que cada uno de los municipios conurbados es gobernado por diferentes partidos políticos y por ende cada uno tiene sus propias políticas hidráulicas. Esta situación propicia que en general el tema de las fugas se ataque de manera incipiente y no de manera integral. Para alcanzar logros en materia de fugas debe existir continuidad en las acciones y programas de recuperación de Agua No Contabilizada (ANC), a pesar de los cambios en las administraciones. A continuación se muestran los factores que favorecen la presencia de fugas: P 1 (1) Casas habitación de tipo popular en el municipio de Huixquilucan, en el Estado de México. CFM (2) Zanja abierta para la introducción de tubería de los trabajos recientes del Macrocircuito de Distribución de Agua Potable hacia el oriente del Estado de México. ACR (3) Panorámica de vivienda popular en el municipio de Chimalhuacán, en el Estado de México. ACR 366 (Página siguiente) Obras de infraestructura en el Anillo Periférico en la zona oriente de la Ciudad de México, donde confluyen las delegaciones Iztacalco, Venustiano Carranza y el municipio de Nezahualcóyotl. NOTIMEX/FOTO/LUIS AYALA/COR/POL/ 2 3 Infraestructura deficiente por crecimiento desordenado La necesidad de sustituir tuberías en el Distrito Federal El factor demográfico Un problema que favorece la presencia de fugas en la red hidráulica del Valle de México es el crecimiento desordenado de la zona conurbada. Este proceso propicia la instalación de materiales inadecuados en las tuberías y en las conexiones de las tomas domiciliarias, lo que origina un problema: las redes y las tomas nacen con fugas, debido a que no se cuenta con una pertinente supervisión y no se tienen materiales adecuados. El Distrito Federal tiene aproximadamente 12 mil 500 km de redes, de las que se han sustituido mil 900 km por tuberías de polietileno de alta densidad, que son adecuadas para zonas de asentamientos y sismos. Ese proceso también es aplicable en las tomas domiciliarias. En el Valle de México se deben respetar los programas de crecimiento demográfico y los planes de desarrollo urbano municipales. De lo contrario, se fomenta el establecimiento de asentamientos irregulares que posteriormente tendrán que ser normalizados. Ante este fenómeno, los organismos operadores trabajan contra el tiempo, instalando redes hidráulicas en los asentamientos que antes estuvieron en una situación irregular. Otra causa de la presencia de fugas está relacionada con la construcción de asentamientos en zonas sísmicas, de hundimientos y asentamientos, en donde deben instalarse tuberías específicas para esas condiciones. La sustitución e instalación de tubería con materiales propicios ya se está dando en el DF, pero debe continuar ya que existen zonas que se hunden entre 10 y 30 cm cada año. Particularmente deben sustituirse las tuberías construidas con asbesto-cemento, ya que tienden a fracturarse en caso de sismo o asentamiento. Un factor que alienta la presencia de fugas es la ejecución de programas sociales que fomentan la participación de la sociedad y el gobierno en la ejecución de obras, propiciando que las construcciones y los materiales sean inadecuados. EL CAMINO HACIA LA EFICIENCIA Y EL CONTROL DEL AGUA NO CONTABILIZADA RAMÓN VILA SÁNCHEZ Un programa de sectorización es un medio para cuantificar el Agua No Contabilizada (ANC) dentro de una red hidráulica. Cuando se sectoriza la red, se cuenta con información respecto a las entradas y salidas, a partir de lo cual es posible conocer los problemas físicos. Por ejemplo, si a una zona se le suministran 100 litros/s y sólo se están facturando 40, entonces puede inferirse un problema de fugas o un Volumen No Contabilizado (VNC), cuyo origen sea una toma clandestina o consumos no registrados, es decir las pérdidas operacionales. División en sectores. En un esquema de sectorización, la red de distribución secundaria se divide en sectores y en cada uno de ellos se controlan las presiones y los caudales. Lo anterior nos permite conocer la Eficiencia Física (EF), es decir, cuánto estamos facturando de lo que estamos suministrando, y la Eficiencia Comercial (EC), es decir, cuánto estamos cobrando sobre lo facturado. Diagnóstico. Cuando se logra un primer balance de cada sector, es posible determinar dónde es necesario cambiar tuberías, sustituir conexiones domiciliarias, o aplicar un programa de detección de fugas no visibles y visibles para repararlas. En algunos casos hay zonas muy dañadas donde un programa de detección y reparación de fugas no tendría utilidad. En tal caso, deben cambiarse todas las tuberías dentro de un programa donde se mida de origen, utilizando los esquemas propios de la sectorización. Es muy importante que la sectorización tenga continuidad, de lo contrario, lo que se invierta no dará resultados. Operación. La sectorización es parte de la operación, no así de la inversión. En consecuencia, el mantenimiento es parte de la sectorización, es decir, aquellas actividades que implican la sustitución de tuberías, el cambio de tomas, la instalación de medidores y en general todos los dispositivos que ayuden a conocer eficiencias en los sectores. Prevenir antes que corregir. En la actualidad, en la mayoría de los municipios se combate las fugas de manera intermitente, utilizando procedimientos correctivos, no preventivos. Es decir, no se trabaja para encontrar aquellas fugas imperceptibles a la vista, sino que se reparan únicamente las que se detectan visualmente. La sectorización debe aplicarse, en todos los casos, bajo una visión preventiva. Barrer de la fuente hacia fuera. Para llevar a cabo la sectorización, la red debe trabajarse con una secuencia lógica, es decir, lo que debe hacerse es sectorizar o barrer la red, de la fuente de abastecimiento hacia fuera. De esa manera, a medida que llegue el agua de la fuente de abastecimiento, ya sea de un pozo o una planta potabilizadora, las redes que estén más cerca ya no tendrían fugas si trabajan eficientemente y así sucesivamente hasta que nos alejemos cada vez más de la fuente de abastecimiento. Dispositivos para la medición. Para llevar a cabo este proceso son útiles algunos dispositivos que ayudan a encontrar las pérdidas en la red. Éstos deben utilizarse sobre todo en la noche, cuando suben las presiones porque no hay consumos, situación que hace más evidente la presencia de un VNC. Los caudales conocidos son las tomas que se tienen registradas y los no conocidos son fugas o tomas clandestinas. 367 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL 1 (1) Personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), repara una tubería en la comunidad de Palmillas en los límites de Toluca y Almoloya de Juárez, como parte de los trabajos de mantenimiento del Sistema Cutzamala. NOTIMEX/FOTO/FRANCISCO CONTRERAS/FRE/HUM/ (2) Inundación en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG), en el estado de Jalisco. NOTIMEX/FOTO/LUIS MORENO/LFM/DIS/ 2 El camino hacia la eficiencia En el país se han detectado zonas cuyos problemas de VNC deben ser resueltos de manera regional e integral. Así sucede en los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Aguascalientes, la zona centro de la República, así como en la Comarca Lagunera, integrada por 11 municipios del estado de Durango y cinco de Coahuila, donde se comparten problemáticas que deben ser resueltas de manera integral. En estas zonas la regla debe ser la eficiencia y olvidar el paradigma que resuelve los problemas en función del incremento de la oferta. Esta filosofía tiene que cambiar porque los recursos económicos son muy limitados y porque ya no se dispone de agua susceptible de ser importada. Una solución factible es hacer más eficientes a los organismos operadores, regulándolos y calificando su desempeño. 368 Para que los organismos operadores realicen con mayor eficiencia sus funciones, debe existir un ente regulador que les califique eficiencias y cumplimiento de metas, entre otros factores. De lo contrario, cada organismo seguirá trabajando con sus propios medios sin alcanzar una eficiencia significativa. La presencia de un ente regulador es favorable para el organismo operador, ya sea de manera directa o en caso de que éste tenga una concesión delegada en una empresa privada. Un ente regulador debe funcionar con independencia de la esfera política; tener una estructura multidisciplinaria y traslapada respecto a los periodos gubernamentales de manera que haya continuidad en las acciones del organismo operador. Lo anterior se justifica porque, si bien Conagua es la institución que fija las políticas a nivel federal y las aguas son propiedad de la nación, los municipios son los responsables de administrar el agua. La continuidad es fundamental pues, si no la EL CAMINO HACIA LA EFICIENCIA Y EL CONTROL DEL AGUA NO CONTABILIZADA RAMÓN VILA SÁNCHEZ QUIENES TRABAJAMOS EN EL AGUA SOMOS COMO BOMBEROS: NOS DEDICAMOS A APAGAR FUEGOS. ES DECIR, SALE UNA FUGA POR ALLÁ, YA SE HUNDIÓ AQUÍ, YA SE INUNDÓ ACULLÁ, Y ASÍ ESTAMOS TODO EL TIEMPO, PORQUE CARECEMOS DE UNA CULTURA DE LA PREVENCIÓN Y PLANEACIÓN DE LARGO PLAZO. RVS hay en las políticas hidráulicas, no habrá resultados. En particular respecto al ANC, porque ésa es la debilidad de los organismos operadores: las eficiencias. Otra razón por la cual se justifica la presencia de un ente regulador tiene que ver con las tarifas. Las tarifas deben calcularse con criterios técnicos ya que generalmente son insuficientes para solventar, incluso, la operación, es decir, el gasto corriente. Por ende, los organismos operadores están obligados a realizar planeación e ingeniería para ser más eficientes. Respecto a su ubicación geográfica, los entes reguladores deberían trabajar por cuenca, porque así se resuelven los problemas de manera regional. Para evitar las fugas desde su origen, las obras hidráulicas deben ser ejecutadas por el gobierno y empresas privadas, bajo una estricta supervisión tanto en la calidad de los materiales utilizados como en la construcción. No obstante, en México el crecimiento demográfico y las contrariedades derivadas de las fugas en las redes son un problema exponencial que rebasa en ocasiones la capacidad gubernamental. Por ejemplo, esto sucede en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, que crece a una tasa de 10% anual. En los países con altas eficiencias, los técnicos y los entes reguladores tienen una participación interactiva en la gestión y administración del agua. Hundimiento registrado en la delegación Álvaro Obregón afectó a dos viviendas y se llevó consigo un árbol y un vehículo que por la mañana fueron retirados del lugar. Dicha cavidad medía más de 6 m de diámetro y 8 m de profundidad y se formó en la calle Alcanfores casi esquina con Calzada de las Águilas, en la Ciudad de México. NOTIMEX/FOTO/JULIO CESAR VEGA/JCV/DIS/ México, al igual que otros países emergentes, padece los mismos problemas en cuanto a volúmenes de ANC. Lo mismo sucede en ciudades del continente africano y en Latinoamérica, salvo Chile y algunas ciudades de Colombia. Por su parte, los países avanzados e industrializados, sobre todo de Europa Occidental, han logrado magnos resultados, alcanzando eficiencias de 90 y 95% en función de lo que suministran y lo que cobran. 369 Panorámica de la zona de Cuajimalpa, en la Ciudad de México. CFM El poniente de la Ciudad de México El poniente de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es una zona propicia para comenzar un Programa de Sectorización. La razón es lógica: ahí llegan los caudales de los sistemas Lerma y Cutzamala, lo cual produce alta presión. Resulta necesario controlar las presiones y caudales de todo el poniente, ya que, si se logra eficientar esa zona, se liberaría agua para abastecer la parte baja de la ciudad. En el poniente de la ZMVM se registran presiones de hasta 10 kg/cm2 en el suministro de agua. Con tal nivel de presión, lo que debe hacerse es buscar las fugas no visibles. La creciente demanda, resultado de la redensificación Para analizar la creciente demanda de agua, resulta útil recordar que el DF tiene tasas negativas de crecimiento poblacional, no obstante, con la aplicación del Bando Dos, algunas delegaciones se redensificaron, por ejemplo Benito Juárez y Miguel Hidalgo. Ello provocó que las dotaciones de agua por habitante al día se redujeran. En ese caso, si se recuperara agua de las redes, de poniente a oriente, se reestablecería la dotación aunque en un volumen pequeño, es decir, se llevaría el suministro al nivel previo a la promulgación del Bando Dos. La altitud, enemiga de la presión El promedio de altitud en la Ciudad de México es de 2 mil 240 msnm, aunque existen casos en los se ha edificado vivienda a 2 mil 700 msnm. Eso complica la distribución adecuada del líquido, ya que, por la altitud, no se logran las presiones adecuadas. Casos así pueden encontrarse en la delegación Milpa Alta y partes altas de Xochimilco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Tlalpan. 370 Una prueba de la redensificación en el DF puede corroborarse en el padrón de usuarios, el cual registró hasta 40 mil usuarios adicionales, tan sólo en la delegación Benito Juárez. La redensificación en el DF ha acarreado problemas de abasto ya que esa política se sustentó sobre la base de que esas delegaciones ya contaban con la infraestructura para recibir usuarios adicionales, cuando en realidad no se adecuaron las redes ni los diámetros para otorgar ese servicio a la población. EN MUCHAS DE LAS SOLUCIONES NO SE TIENE QUE APRENDER DE OTROS PAÍSES, HAY QUE INGENIÁRNOSLA PARA RESOLVER NUESTROS PROBLEMAS. NO OBSTANTE, PODEMOS TRAER LA TECNOLOGÍA QUE SE UTILIZA EN EL EXTRANJERO. TENEMOS RETOS PARTICULARES EN RELACIÓN AL AGUA POTABLE Y EL SANEAMIENTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO QUE NO PODEMOS RESOLVER SIN TOMAR EN CUENTA EL CONTEXTO GLOBAL, NO SÓLO DE LA ZONA CONURBADA, SINO DE LA CUENCA DEL VALLE DE MÉXICO. RVS Los retos del Valle de México Una necesidad imperante para afrontar los grandes retos que implica la creciente demanda de agua en el DF es hacer eficientes sus redes y optimizar los consumos. El DF ya no tiene fuentes propias, pues su acuífero está sobreexplotado. Además, el agua extraída en general es de muy mala calidad y si se sigue extrayendo del subsuelo la ciudad continuará hundiéndose. Actualmente está en marcha un programa que busca medir el suministro a todos los usuarios en aras de bajar el consumo en la ciudad. Medida importante, pero además debe sectorizarse y atacar el problema de las fugas y el ANC para disminuir el porcentaje a niveles de los estándares internacionales, que oscilan entre 85 y 95 por ciento. El tema es de orden estratégico si se habla de un probable escenario de escasez en el DF. Ante tal escenario, la ciudad debe usar con eficiencia el agua que ya tiene. En este momento sólo recibe tratamiento 7% de las aguas residuales que se generan en la ciudad, cifra que denota que el reúso del agua como una alternativa es muy incipiente. En el DF, la sectorización cobra una importancia de primer orden dados los problemas de competencia de abastecimiento de agua. Es importante reconocer que alrededor de la tercera parte de las fuentes de abastecimiento del DF están fuera de la ciudad, en específico en el Estado de México, situación que deriva en una competencia por el recurso vital. Además, existen zonas de riego en la periferia que todavía utilizan agua potable. Este hecho puede evitarse intercambiando agua, es decir, enviar agua residual tratada para el riego de cultivos y a cambio recibir de los campesinos agua potable. Antes de pensar en traer agua de otras cuencas, la principal acción que debe fomentarse es la eficiencia de la red, ya que el DF es una zona donde el recurso es escaso. Tampoco debe perderse de vista que la creciente demanda no proviene del DF, cuya población alcanza casi 9 millones de personas, sino que proviene de los estados de México e Hidalgo. 371 La sectorización, herramienta hacia una gestión eficiente de la distribución de agua potable José Roberto Cagigas Velásquez SISTEMA DE MACROMEDICIÓN Medición que permite conocer la cantidad de agua que entra y sale de un sector hidrométrico. El macromedidor es un instrumento de tipo mecánico y eléctrico que permite determinar el gasto instantáneo y el volumen acumulado al momento de la lectura, a partir de la distribución de velocidades dentro de la sección transversal del flujo en una tubería. a sectorización de redes de agua potable es una herramienta tecnológica que permite un mayor dominio de la operación a partir del control de las presiones y la medición del flujo de agua. Los resultados se miden a partir de la recuperación de Agua No Contabilizada (ANC) y el desarrollo de políticas de operación cuyo objetivo es lograr la ubicación y reducción progresiva de estas pérdidas hacia una gestión eficiente del recurso. L En la actualidad, los organismos operadores del país enfrentan cotidianamente el reto de aumentar la disponibilidad de agua. El desafío de municipios y organismos operadores es eficientar el uso del agua disponible, a partir de una infraestructura hidráulica equipada que evite los desperdicios en los procesos de captación, conducción y distribución. Por tanto, el objetivo primordial a corto plazo es recuperar el agua perdida en consumos no autorizados, ya sea en fugas en tomas domiciliarias, en la distribución de la red, en almacenamiento, en diferentes procesos de potabilización, y en los errores de medición. Esta agua perdida es denominada Agua No Contabilizada (ANC). Los porcentajes de agua recuperada permiten su utilización en áreas que padecen un servicio irregular y además aminoran los costos ecológicos producidos por un incremento en la explotación del recurso, hasta lograr su aprovechamiento eficiente. Al respecto, en el país y en el Estado de México cada vez son más comunes los organismos operadores que tienen una estructura comercial desarrollada y que buscan acceder a tecnologías que disminuyan de manera considerable los porcentajes de ANC. Así sucede con los organismos de la Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Querétaro, León, Mexicali, así como Naucalpan de Juárez y Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México. ¿Qué es un sector hidrométrico? Un sector, en el sistema de distribución de agua potable de una localidad, es un área delimitada por válvulas de seccionamiento cuyo interior alberga un conjunto de usuarios con consumo autorizados, es decir, la cantidad de agua que sale y entra del sector es registrado en un intervalo de tiempo establecido. De esa forma, a partir de los registros del volumen total de agua que entra y sale del sector, la presión y el consumo, datos que son almacenados por los equipos de medición, es posible establecer el balance hidráulico para el control y mejor gestión del servicio del agua. 372 SISTEMA DE MICROMEDICIÓN Medición de consumos de agua autorizados dentro del sector. El micromedidor para una toma domiciliaria es un instrumento mecánico que permite, mediante principios hidráulicos, cuantificar el volumen del agua que corre a través de los mecanismos del medidor. La cuantificación se realiza por medio de lecturas bimestrales del volumen consumido al momento del corte. Una toma domiciliaria es aquella parte del sistema de abastecimiento por medio de la cual el usuario dispone de agua en su propio predio. CONTROL DE PRESIONES Consiste en la reducción controlada de la presión a valores permitidos dentro de un sector hidráulico. La válvula reguladora de presión (VRP) es un equipamiento mecánico que mantiene estable la presión hidráulica en la salida de la válvula principal de control, independientemente de las variaciones en la presión de entrada. * Imágenes del Archivo JRCV LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ Objetivos de la Sectorización a) Reducción de las presiones a valores permitidos. El control de las presiones permite reducirlas a valores autorizados, disminuyendo el número e intensidad de las fugas. Adicionalmente, el control de las presiones facilita la conducción del agua a regiones o sectores predeterminados en los que la disponibilidad de agua sea limitada. b) Determinación del valor del Agua No Contabilizada (ANC). La cantidad de Agua No Contabilizada (ANC) se obtiene de la suma de los siguientes factores: fugas en la red + fugas en la toma domiciliaria + consumos no autorizados (clandestinaje) + errores en la medición. Para evaluar estos componentes, se requiere la instalación total de la macromedición, incluyendo la instalación de las VRP. La instalación de micromedidores es un proceso gradual que otorgará mayor precisión al balance hidráulico del sistema o del sector progresivamente. c) Estimación del volumen que se pierde en las fugas en la red y en las tomas domiciliarias, los consumos no autorizados, además de la cobertura y los errores en la medición. Desde el arranque del sistema sectorizado se necesita un diagnóstico constante que evalúe los valores de ANC y las variaciones de acuerdo a la demanda y presión en el tiempo. A partir de este diagnóstico, además de las simulaciones numéricas del sistema, podría sugerirse el tipo de acciones para aislar cada una de las variables que definen la magnitud del Agua No Contabilizada. 373 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL El balance hidráulico y la relación entre la macro y micromedición La existencia y operación confiables de la macro y micromedición en la sectorización hidrométrica de redes, son imprescindibles tanto para determinar con precisión los volúmenes que entran, salen y que son consumidos en el sector estudiado, como también para estimar los componentes del ANC, lo que requerirá de un perfil instantáneo del consumo de los usuarios. Agua que se queda Figura A. Se muestra un registro típico del comportamiento del agua en el sector, cuando a las 11:45 horas del sábado llega a su máxima demanda y a su mínima a las 3:45 horas, en la madrugada de ese mismo día; este gasto mínimo registrado puede representar los volúmenes originados por el llenado de tinacos y cisternas de los usuarios, así como a la cantidad de agua perdida por la manifestación de fugas debido a las altas presiones a esas horas de la madrugada. La diferencia aritmética entre la macromedición de entrada y de salida del sistema, permite determinar la cantidad de agua que se queda en el sector en el periodo de análisis. Véase la figura A. El agua que se queda en el sector pudo consumirse de la siguiente manera: diferentes consumos autorizados micromedidos y no micromedidos por los usuarios; consumidos en usos no autorizados (clandestinaje), desperdiciada en forma de fugas en la red o en ramales domiciliarios. Agua no contabilizada Figura B. Se muestra el resultado del balance entre la macromedición de entrada, salida y la micromedición del consumo en el sector, es decir, el ANC. La mayor parte del ANC se debe a usos no autorizados, en este caso corresponde a 16% del agua que se queda en el sector. La suma de los tres últimos volúmenes no medidos representa el ANC. Los resultados de los balances antes mencionados, permiten determinar los sectores hidrométricos con ANC mayor a 10%, en los cuales será necesaria la definición de acciones con niveles de prioridad diferentes para la recuperación del Agua No Contabilizada. Para determinar y separar los componentes del ANC, se debe partir de la variación del consumo micromedido disponible en forma instantánea. Conocida la variación en el tiempo del consumo micromedido, como se muestra en la figura B, y la variación instantánea del agua que se queda, la diferencia entre las dos representa las variaciones en el tiempo del Agua No Contabilizada. Presión y el Agua No Contabilizada Figura C. Se muestra un sector hidrométrico con un alto porcentaje de consumos no autorizados. Puede observarse que el mayor valor del ANC se presenta en un horario 1:45 am, lo cual es un indicio de que la componente más importante del ANC tiene origen en las fugas, ya que este se asocia a la presencia de altas presiones y malas condiciones en tuberías. 374 La figura C muestra el comportamiento instantáneo del ANC y las variaciones de la presión. Como se observa en la gráfica, los consumos mayores del ANC suceden en horarios matutinos, cuando la demanda crece y la presión del suministro baja; sin embargo, el valor del ANC de horarios nocturnos y al amanecer no son despreciables, por lo que puede concluirse que los consumos no autorizados (clandestinaje), representaron en este sector hidrométrico, el componente de mayor valor. LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ El proceso de diseño de la sectorización de un sistema La demanda de agua en los núcleos urbanos reviste una problemática especial para las autoridades estatales, las municipales y los profesionales del agua. El reto implica considerar la demanda futura de la población y la disponibilidad actual del recurso, por lo que es necesario eficientar el manejo y consumo del agua disponible. Figura D. Diagrama de los procesos fundamentales del proyecto de sectorización. La justificación técnico-económica de un Proyecto de Sectorización de redes de distribución, considera como beneficios inmediatos, durante la implantación de la sectorización de redes, la reducción de las presiones excesivas en la red de distribución y, en consecuencia, la presencia de fugas y el volumen de pérdidas. Lo anterior permitirá disponer de agua para áreas urbanas cuyo servicio del agua es intermitente. Al comenzar el proceso de diseño e iniciar la sectorización de las redes de agua potable deben considerarse acciones para mejorar el área comercial del organismo de servicios de agua, a fin de erradicar prácticas operativas y comerciales deshonrosas y perjudiciales, todas ellas generadas entre los usuarios y el personal del organismo, por ejemplo la instalación de tomas clandestinas, la aceptación del no pago y el aumento del rezago en el pago del servicio. De acuerdo con la experiencia en la implantación del proyecto, el área del sector que dará inicio a su aplicación debe ser seleccionada en función de la aplicación de inversiones reducidas que permitan rescatar rápidamente una importante cantidad de Agua No Contabilizada. Una vez implantado el sector, es posible encontrar incertidumbres durante el balance hidráulico de las mediciones obtenidas. El resultado del balance puede cuestionar, incluso, si toda el agua que entra y sale del sector está siendo medida. Una vez superada la incertidumbre, el diagnóstico del balance hidráulico debe recomendar el tipo de acciones, ya sean de tipo comercial para la detección y corrección del clandestinaje, o de tipo operativo, donde sea necesario rehabilitar las redes de distribución de agua. La definición y arranque de dichas acciones y las inversiones requeridas revisten gran importancia ya que siempre será exigida la recuperación real de Agua No Contabilizada. 375 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Los retos a vencer En el contexto de la sectorización de redes de agua potable, la recuperación del ANC no debe ser considerada sólo como una meta física, sino un constante trabajo para mantener los estándares de calidad en el servicio, con alta eficiencia en el uso y consumo del agua. En este sentido, el ahorro en inversiones de infraestructura necesaria a futuro es resultado de una mejor proyección de la demanda de agua potable. En la actualidad, los organismos operadores tienen una mayor autonomía en gran parte de sus operaciones, sin embargo, lo hacen en un entorno con recursos financieros limitados y una cada vez mas reducida y contaminada cantidad de agua. Abordar las soluciones, en un entorno de concordancia, representa un reto para los responsables del manejo del organismo operador y las autoridades municipales. Es un objetivo que no debe ser postergado, sino reconocido como un tema prioritario que implica la disponibilidad y calidad del agua. Las acciones deben ser definidas para realizar proyectos u obras detonadoras que mejoren las condiciones de calidad y cantidad de suministro de agua potable, deteniendo el proceso de contaminación del líquido. Las acciones en infraestructura deben acompañarse de un cambio en la relación organismo-usuario, ya que desde esta visión la problemática posee diversas aristas. Una de ellas es que, además de tener un gran componente de necesidades en infraestructura, también hay rezago en la atención por parte de las áreas comerciales del organismo operador. En este rubro se encuentran, por ejemplo, el rezago en el pago de los servicios por parte de los usuarios, lo cual genera una imagen negativa en aquellos usuarios cumplidos. Otro gran reto es la proliferación de tomas clandestinas o consumos no autorizados. La problemática tiene origen en las necesidades del usuario que día a día se incrementan, ya sea por el aumento del número de habitantes o por el tipo de actividades que realiza en su domicilio. Los trabajos de conexión a la red no deben ser realizados por inexpertos, dado que no cualquier fontanero o plomero puede controlar los riesgos que pueden dañar la tubería de la red de distribución, y con ello crear un problema mayor. Tales son las razones por las cuales el usuario contrata al experto, que la mayoría de las veces resulta ser un empleado del organismo operador. Las tomas clandestinas pueden ser construidas desde una derivación ilegal realizada al cuadro actual de la toma, o bien, en forma más radical, construyendo un nuevo ramal desde la red de distribución. Sin embargo, la construcción de un ramal domiciliario nuevo siempre puede ser detectado por el organismo operador, debido a las huellas marcadas en el pavimento de la calle. 376 LA SECTORIZACIÓN, HERRAMIENTA HACIA UNA GESTIÓN EFICIENTE DE LA DISTRIBUCIÓN DE AGUA POTABLE JOSÉ ROBERTO CAGIGAS VELÁSQUEZ A ese tipo de consumo no autorizado deberá agregársele la instalación de una bomba que succiona el agua en el ramal o derivación clandestina, con lo cual el usuario altera las condiciones de presión en la red de distribución. El reto es diseñar y llevar a la práctica una estrategia para identificar, sancionar y corregir estas conductas en el usuario, de forma que cambie su actitud informándole de las repercusiones que tienen esas prácticas tanto en el sistema de distribución, en sus vecinos y en el patrimonio del sistema, que al final de cuentas también es suyo. El motor de cambio para esas problemáticas es un planteamiento real y preciso en el tiempo de las necesidades de agua futura, los recursos disponibles recaudados, las acciones, proyectos, obras e inversiones necesarias, de los cambios de actitud que deben asumirse entre usuarios, funcionarios y autoridades para resolver cada una de las problemáticas descritas, frente a un desafío común: el agua para existir. Visión a futuro LA ENORME EXPERIENCIA ACUMULADA EN AÑOS DE INVESTIGACIÓN TECNOLÓGICA Y TRABAJOS EN LA OPERACIÓN DE LOS SISTEMAS HIDRÁULICOS AL SERVICIO DE LA CIUDADANÍA, SIEMPRE HA ESTADO ENCAMINADA A LLEVAR AGUA A LAS CIUDADES Y HASTA LA ÚLTIMA Y MÁS PEQUEÑA COMUNIDAD DE NUESTRO PAÍS. SIN EMBARGO, EN EL PROCESO HEMOS OLVIDADO QUE EL AGUA ES UN RECURSO QUE SE CONTAMINA Y QUE SI SE UTILIZA, CONDUCE Y ALMACENA SIN LOS CUIDADOS QUE ESTO MERECE, NO ALCANZARÁ PARA TODOS. LA SECTORIZACIÓN HIDROMÉTRICA DE LAS REDES DE AGUA POTABLE ES UN CAMINO ALTERNO, QUE APORTA AL MANEJO DEL AGUA UNA MEJOR GESTIÓN DE LOS SERVICIOS DE DISTRIBUCIÓN, QUE A TRAVÉS DE UNA ADMINISTRACIÓN CONSTANTE Y EFICAZ, PERMITE LA RECUPERACIÓN DE PÉRDIDAS FÍSICAS DE AGUA, AUMENTANDO CON ESTO LA DISPONIBILIDAD INMEDIATA DE AGUA Y UN ACCESO EQUITATIVO AL AGUA PARA TODOS LOS MEXICANOS. LA SECTORIZACIÓN HIDROMÉTRICA, EN CONJUNTO CON UNA MEJOR CULTURA DEL USO DE AGUA, PERMITIRÁ EL CONTROL EN LA DEMANDA DE AGUA Y UNA MEJOR PROYECCIÓN PARA LA DEMANDA FUTURA DE AGUA POTABLE. JRCV 377 Vista de las instalaciones de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Oriente, en el municipio de Toluca, en el Estado de México. CFM 378 EL REÚSO DEL AGUA ANTICIPANDO REALIDADES 379 Alejandro Rodríguez Jiménez El tratamiento de aguas residuales como método para resarcir el deterioro de los valles de México y Toluca 1 (1) Colector de aguas crudas en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Oriente, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM (2) Instalaciones para el pretratamiento en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM (3) En primer plano se observa un reactor biológico y al fondo las estructuras de digestión de lodo, en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM 2 Sobre el tratamiento de agua El tratamiento previo El tratamiento secundario Según un principio básico de ingeniería sanitaria, el contaminante debe ser removido en la fuente para evitar que se mezcle. De no hacerlo, su separación será más compleja ya que el volumen de contaminantes se diluirá, se desencadenarán compuestos y se potencializarán reacciones que abrirán la puerta a la aparición de sustancias extrañas. El tratamiento secundario es una operación que usualmente involucra la participación de microorganismos dentro de un reactor biológico, cuya misión es tomar el material orgánico presente en el agua residual. Cuando se trata de procesos biológicos aireados mecanizados, esta operación se conoce como reactor biológico, proceso en el que el aire puede suministrarse mecánicamente o por difusión, siempre y cuando se fomente un ambiente propicio para el crecimiento de microorganismos especializados en consumir materia orgánica. Previo a la depuración, existe una etapa conocida como pretratamiento, cuyo fin es atrapar esencialmente la materia flotante que lleva el agua, es decir, todo sólido cuya presencia debe eliminarse; en esta etapa también se retienen sólidos sedimentables de origen inorgánico, es decir, todo aquello que proviene de materiales de obras, ya sea polvo o fragmentos de construcción. En esta fase se suprimen, además, las grasas y los aceites, que van suspendidos en la superficie del agua, por diferencia de densidad. Cuando se concluye esta fase, se considera que el agua está pretratada. El tratamiento primario En el tratamiento primario, que comúnmente se hace en plantas municipales, se termina de separar la grasa y el aceite que flotan, reteniendo también las partículas que se denominan discretas, las cuales por su propio peso sedimentan. 380 3 Los organismos utilizan la materia orgánica que está presente en el agua residual para sintetizar nuevas células y para subsistir. En este proceso debe hacerse lo necesario para mantener cierta población de microorganismos en el recipiente, en función de la cantidad de carga orgánica que se recibe del tratamiento primario. Una vez realizado lo anterior, se cuenta con la presencia de microorganismos que, suspendidos en el agua residual, forman un fluido conocido como licor mezclado, donde toda la masa de agua que está dentro del recipiente se encuentra en movimiento, lo cual es indispensable para evitar el desarrollo de condiciones indeseables en un sistema aireado. El agua saliente del proceso biológico se envía a un sedimentador secundario, donde se separan los EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ El tratamiento terciario Previo a su desinfección, el agua se somete a una filtración para que sea depurada su apariencia, eliminando la turbiedad y aquellos sólidos diminutos que hayan resistido el tratamiento secundario y posteriormente, el agua tratada se introduce a una unidad de adsorción, con objeto de eliminar la presencia de color y olor. En ese momento, el fluido tratado es desinfectado y se considera como agua de tratamiento terciario. 1 biosólidos generados en el reactor, que son colonias de microorganismos con un peso considerable y que están en condiciones de irse al fondo del tanque. El sobrenadante se conduce a la siguiente operación unitaria y los microorganismos que quedan en el fondo del tanque son regresados con ayuda de bombas al reactor biológico, a efecto de asegurar que la población que allí se tiene sea la apropiada para remover la carga orgánica que se recibe. Una vez que se regresan continuamente los microorganismos, se produce un efecto de concentración. Resulta conveniente que en el reactor biológico se mantenga una proporción de microorganismos suficiente, de tal manera que compitan para terminar con la materia orgánica presente en el agua residual. En este paso, el lodo biológico se recircula hacia el licor mezclado y una vez que se tienen suficientes microorganismos, el excedente es enviado al digestor de lodos. El siguiente procedimiento consiste en tomar la capa superior del agua del sedimentador, que cuenta con una calidad secundaria y se le aplica un desinfectante para remover los patógenos, con lo cual el agua está lista para utilizarse de manera superficial en el riego de áreas verdes, entre otros reúsos. El proceso de tratamiento puede continuar con mecanismos cada vez más complejos. Si antes de desinfectar se le aplica un floculante al agua, éste permitirá la captura de partículas que debieron ser removidas pero que no se logró hacerlo. Posteriormente, el agua se conduce hacia la sedimentación, en donde el líquido es sujeto de un proceso de clarificación, ya que durante la etapa en la que se atraparon partículas se produjeron sólidos que deben ser separados. En este nivel de tratamiento, el agua adquiere una calidad que resulta excelente para muchos procesos industriales y que se considera tratamiento avanzado. 2 El proceso de potabilización El proceso de potabilización del agua tiene como fin eliminar la materia contaminante proveniente de la acumulación de elementos, sustancias y compuestos. El tratamiento del agua se consigue mediante la integración de operaciones y procesos unitarios, cuya finalidad es remover uno o un grupo de contaminantes determinados. Para continuar con la depuración se acumulan operaciones y procesos según los requerimientos de calidad. Si el agua se utilizará para riego y áreas verdes el tratamiento necesario será el secundario. Para mejorar la calidad se requiere desbastar el sustrato remanente o la carga contaminante que aún se encuentra en el agua, cuya remoción requerirá operaciones cada vez más especializadas. Si se desea un nivel de tratamiento superior, el agua debe someterse a una filtración en membranas, es decir, a un proceso donde se involucran métodos de ultrafiltración, nanofiltración u ósmosis inversa. Finalmente, si el agua es desinfectada, se obtiene una calidad excelente, suficiente para cumplir con los parámetros establecidos en la norma de agua potable. 3 (1) Vertedores de salida en uno de los sedimentadores de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM (2) Canaleta con agua clarificada rumbo a la etapa de desinfección en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM (3) Muestra del agua clarificada después del proceso de tratamiento. ACR 381 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Se observa de izquierda a derecha un par de lagunas anaerobias así como un par de lagunas facultativas en Chignahuapan, en el municipio de Almoloya del Río, en el Estado de México. CFM Ejemplo de una zanja de oxidación en la región de Atlacomulco, en el Estado de México. CFM Planta de Tratamiento Nabor Carrillo, en el municipio de Texcoco, en el Estado de México. CFM Los tratamientos fisicoquímicos y biológicos Los tipos de tratamiento pueden agruparse en dos grandes bloques: los fisicoquímicos y los biológicos. El fisicoquímico es adecuado para tratar aguas provenientes de las industrias, por consiguiente sus costos resultan más elevados. En cuanto al tratamiento biológico, sus procesos se dividen en sistemas aerobios y anaerobios, para los cuales en ambos casos existen sistemas extendidos y compactos. Los sistemas aerobios y anaerobios Existen diversos procesos biológicos para el tratamiento de aguas residuales, cuya diferencia radica en las características metabólicas de los microorganismos que se utilizan. Al respecto, se tienen los procesos aerobios con presencia de oxígeno y los anaerobios en ausencia de oxígeno. Ambos sistemas se diferencian particularmente por su consumo de energía. La energía contenida en la materia orgánica contaminante utilizada por los microorganismos, denominada Demanda Química de Oxígeno (DQO) o Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO), es transformada en diversos productos, dependiendo del metabolismo aerobio o anaerobio de la célula. 382 Los sistemas extendidos En un sistema extendido es posible tener una laguna aireada o una anaerobia. Los sistemas extendidos requieren un terreno de grandes proporciones, por lo que su uso es cada vez más reducido debido a la carencia de espacio. Los sistemas mecanizados aireados extendidos requieren entre 16 y 24 hr para efectuar su proceso. En los sistemas extendidos es posible contar con lagunas en serie: en la primera puede utilizar el método de desbaste y trabajar en condiciones anaerobia; la segunda laguna sería facultativa, con la presencia de organismos aerobios y anaerobios indistintamente. Posteriormente habría una laguna de maduración o de pulimento. Los sistemas intermedios En los sistemas intermedios, como las zanjas de oxidación, los procesos fluctúan entre 24 y 36 hr y forman parte de los sistemas de aeración extendida. Por otra parte, las tendencias de hoy se orientan cada vez más hacia el uso de sistemas mecanizados. En la región de Atlacomulco se trabaja con zanjas de oxidación, que son ejemplo de los sistemas semiextendidos, un sistema que requiere menos equipo para incorporar aire al proceso. Las lagunas de oxidación son sistemas abiertos, someros, poco controlados y, por ende, vulnerables a las variaciones de la temperatura. Su tirante debe estar en promedio a 1.50 m y si en la superficie se registra una temperatura ambiente de 0oC, en el agua la temperatura puede estar por debajo de 13oC, lo que propicia que básicamente puedan desarrollarse las bacterias criófilas. Para realizar su función, las lagunas de oxidación requieren incluso el transcurso de varios días. Lo deseable en el tratamiento de aguas es trabajar con organismos mesófilos, que se desarrollan favorablemente con temperaturas de entre 15 y 25oC. En contraparte, los termófilos, que viven en temperaturas entre 25 y 40oC, son organismos que no resultan muy convenientes ya que tienden a enquistarse y aletargan su tarea de depuración. Los sistemas compactos En un sistema compacto es posible trabajar con un recipiente anaerobio o reactores aireados. Este proceso de tratamiento requiere menor tiempo que en una laguna y el agua es tratada en lodos activados en aproximadamente 4 a 8 horas. En una laguna se requieren 15 días, lo que implica tener una superficie de agua prácticamente estable durante ese periodo, mientras que el flujo debe ser EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ Ejemplo de humedales en la Laguna Guadalupe Victoria, en el Estado de México. ACR Bosque en el municipio de Coatepec Harinas, en el Estado de México. ACR Muestra de inyección al manto acuífero del Programa Piloto de Inyección al Acuífero, en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte. CFM constante dentro de un sistema compacto. Respecto al factor eficiencia, en una laguna el impacto al medio ambiente es mayor; en contraste, en los sistemas compactos existe un mayor control del aire, las temperaturas y los caudales. Los humedales Un ejemplo de tratamiento “sobre el suelo” tiene lugar en la zona del Chamizal, en el estado de Hidalgo, cuya área se riega con agua cruda, propiciando el escurrimiento hacia pequeñas vertientes y la infiltración de cierto volumen de agua. En el Estado de México, el vaso del ex Lago de Texcoco es un laboratorio de ingeniería. La Planta Nabor Carrillo es una planta de lodos activados convencionales. Tiene, además, una laguna que forma un medio círculo que constituye una laguna de oxidación en la que se realiza la recirculación; dicha ingeniería, de origen israelí, abre la posibilidad de incluir en sus procesos el pulimiento con base en plantas acuáticas, y donde además, se han probado diversas posibilidades de tratamiento. Otros procesos que deben señalarse son aquellos conocidos como humedales, que son lagunas de tirante corto en las que se siembran hidrófitas como la lemna y el tule, cuyo objetivo es realizar un tratamiento final, mediante acciones previas de desbastado, principalmente. El tratamiento “sobre el suelo” Otro tipo de tratamiento es aquel que se lleva a cabo “sobre el suelo”, el cual inicia cuando el agua cruda escurre sobre el terreno y se infiltra durante años, con lo cual se efectúa un proceso de depuración que, al ir interactuando con los estratos del subsuelo, propicia la filtración del líquido de manera natural. Existe la intención de ejercer programas gubernamentales para extraer líquido de la zona del Chamizal para potabilizarla y desinfectarla, con el objetivo de que sea utilizada para abastecer ciudades cercanas. No obstante, la calidad del agua que se está recargando al acuífero es cuestionable, ya que no existe un sistema de control. Cuando se hace de manera ordenada, el agua que servirá para la recarga del acuífero será tratada hasta su potabilización, con lo cual resultará seguro introducirla al subsuelo. La recarga de acuíferos Existen dos métodos para suministrar agua al acuífero. El primero consiste en la infiltración natural del caudal, que descenderá al subsuelo paulatinamente. La otra opción es la inyección de agua al acuífero. En ese caso, se utiliza un pozo profundo que ya no es aprovechado, mediante el cual se reinyecta directamente agua tratada a través de un conducto. Infiltración natural. Al infiltrar agua al acuífero, ésta tiende a escurrir hasta llegar a un lugar donde el agua captada se mezcla con la que ya se encontraba ahí. En México existen proyectos muy avanzados sobre normatividad que pretenden establecer tiempos mínimos, uno o dos años, antes de su probable extracción, cumpliendo con la PROY-NOM-014CNA-2003 que establece los requisitos para la recarga artificial de acuíferos. Reinyección artificial. Cuando el agua es inyectada en un sector, ésta se va ramificando por las leyes de la hidráulica, abriendo la posibilidad de extraerla en sitios donde se garantice su calidad, adquirida durante su trayecto de infiltración en el subsuelo. Para conocer en qué sitio es propicio extraer el agua tratada, es preciso monitorear la calidad, es decir, llevar un registro respecto del punto en donde se inyectó el caudal tratado, para después iniciar un seguimiento en función de diferentes distancias y profundidades. De esa forma es posible determinar el impacto del agua en función del perímetro de influencia. El control de calidad incluye un registro de los parámetros físicos, químicos y bacteriológicos del agua. 383 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La metodología del tratamiento de aguas residuales Ejemplo de las aguas residuales que corren en el Río de La Compañía, en el municipio de Chalco, en el Estado de México. ACR Los estudios previos para identificar las necesidades Al poner en marcha un proyecto de tratamiento es preciso efectuar actividades y estudios previos que delimiten los resultados esperados. En primera instancia, deben analizarse las características del agua, para lo cual se necesitan trabajos representativos del estado actual y futuro del líquido, por si se presenta una variación en su calidad. Por ejemplo, si un municipio planea un proyecto enfocado al saneamiento y tratamiento de sus aguas, debe realizar un estudio previo en función de la NOM-003-SEMARNAT-1997. Los estudios que efectúe el municipio variarán en función de los objetivos: ya sea para reúso en riego de áreas verdes, limpieza de pisos, servicios a la comunidad que no requieren el grado potable o riego agrícola en intercambio de agua. Debe tenerse en cuenta que el tratamiento de agua se realiza conforme a diferentes niveles de calidad, en función de su uso posterior. Si la calidad es sencilla de alcanzar, el agua tratada puede utilizarse para el riego de forrajes o de árboles frutales mediante una estrategia de cultivo amigable con el medio ambiente. El agua tratada debe obtener una calidad superior, si el uso se destina al riego de productos que se consumen crudos, como las hortalizas, y así sucesivamente. 384 Hoy, la experimentación y la tecnología están listas para poder repotabilizar el agua y recuperar su calidad hasta hacerla apta para consumo humano. Los plazos y los alcances En un proyecto de tratamiento de aguas residuales es fundamental tener en cuenta el horizonte, es decir, el periodo de ejecución en función de la perspectiva que quiera alcanzarse. En los proyectos de carácter municipal, los periodos se encuentran acotados tanto por las instituciones de financiamiento como por las autoridades gubernamentales, factores que inciden en su viabilidad técnica y financiera. Asimismo, se tienen planes cuyo plazo de ejecución se fija entre 10 y 15 años, e incluso proyectos de agua y alcantarillado del sector municipal, cuyos periodos son a 30 años. En los proyectos de índole industrial, éstos dependen de sus prospectivas de crecimiento. Los plazos son más precisos porque en sus planes establecen periodos controlados por actividades y objetivos. Ya sea uno o cinco años, o incluso si la planeación tiende a prolongarse, los tiempos de aseguramiento para la industria suelen ser más cortos que los del ámbito municipal. EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ El factor económico El costo del tratamiento es asintótico, con tendencia ascendente. La primera fracción que se remueve no implica un trabajo considerable, por lo que su costo resulta accesible. Sin embargo, a medida que los requerimientos de calidad aumentan, la pequeña fracción a remover implica costos cada vez mayores y procesos de alta complejidad tecnológica. Para llegar a la repotabilización del agua, es necesario remover, de forma precisa, cualquier elemento que provoque que las restricciones del agua potable sean rebasadas. Incluso, debe ser eliminado cualquier compuesto, ya sea orgánico o inorgánico, cuya presencia no esté tolerada por los lineamientos normativos. Actualmente, los países avanzados valoran si establecen la cadena completa de tratamiento, lo que implicaría la siguiente ruta: a) Repotabilizar el agua. b) Regar el pasto. c) Utilizar el pasto como alimento para los bovinos. d) Consumir leche y carne de los bovinos alimentados con pasto regado con agua tratada. e) Incluso, beber agua tratada, para comprobar la confiabilidad del tratamiento y descartar así cualquier presencia de virus. Debe sostenerse categóricamente que no va a suceder nada en 20 o 30 años o en dos o tres generaciones, logro que hasta el momento no ha sido suficientemente documentado. Tanque de contacto con cloro en la Macroplanta de Tratamiento Toluca Oriente. CFM La disponibilidad es otro de los factores que debe considerarse al evaluar los costos del tratamiento. En consecuencia, si la disponibilidad del líquido es nula, el costo resulta un factor secundario. Por ejemplo, la ciudad de Hermosillo, en Sonora, que enfrenta una severa escasez del recurso, se encuentra obligada a desalar agua de mar para dotar de agua potable a su población. En ese caso, el costo no es un factor determinante para el tratamiento. Cabe aclarar que la abundancia no debe ser sinónimo de bajo costo. Tal paradigma ha ocasionado una percepción equivocada de lo que sucede en el Valle de México, donde llegó a considerarse que había agua en exceso, por lo que nunca se consideró cuidarla. La situación actual no deja lugar a dudas: en muchos lugares del país y, particularmente, en el Valle de México, ni el agua residual sobra. EL SISMO DE 1985 FUE UN EVENTO TRAUMÁTICO PARA EL PAÍS, EQUIPARABLE A LO QUE PODRÍA SUCEDER CON UNA MALA ADMINISTRACIÓN DEL AGUA, EN CUYO CASO PODRÍA DESENCADENARSE UNA PANDEMIA QUE DEJARÍA HUELLA EN LA MEMORIA DE LA NACIÓN. LA CULTURA DEL AGUA DEBE TENER UN CARÁCTER PREVENTIVO, PARA QUE PODAMOS ANTICIPARNOS A CUALQUIER CONTINGENCIA. ARJ 385 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La recarga y el saneamiento en el Valle de México El destino de las aguas residuales En el Valle de México se expulsan aproximadamente 25 m3/s de aguas residuales, caudal que se encuentra comprometido de la siguiente manera: Es decir, si se tratan 30 litros y se destinan a la industria, esa misma cantidad no se extraerá de otras fuentes externas. El tratamiento a menor escala a) 14 m3/s para los distritos de riego situados en la zona norte de la ciudad, que corresponden a 90 mil ha. De ellas, el Distrito Federal aporta para 45 mil, mientras que las restantes son competencia del Estado de México. b) De un caudal de 11 m3/s es necesario sustraer el agua producto de la capacidad nominal del sistema de tratamiento, es decir, 7 m3/s, con lo cual sólo restaría un gasto de 4 m3/s. Si se utilizan 2 m3/s para saturar la demanda de agua tratada, que no requiere grado de agua potable, restarían aproximadamente 2 m3 de agua residual producida por la ciudad de México, lo que representa el único caudal que podría ser utilizado en un eventual programa de recarga artificial del acuífero. En la Ciudad de México se utilizan aguas tratadas desde 1956, año en que se construyó la primera planta de tratamiento en Chapultepec, cuya vocación fue el riego de los bosques y el llenado de lagos. Posteriormente, se construyeron plantas de tratamiento para la Ciudad Deportiva y San Juan de Aragón, obras que sirvieron de referencia en su momento y hoy en día. En estos casos, el agua es tratada y reusada, obteniendo con ello un doble beneficio. Además, si el agua es tratada y se reúsa, puede liberarse la proporción de agua potable correspondiente. 386 La Planta de Acueducto de Guadalupe es un ejemplo de gestión exitosa de tratamiento residual a pequeña escala en el Valle de México. El caudal del Río de los Remedios alimenta la planta, que trata, entrega y vende el líquido a la zona industrial de Vallejo. Una parte del agua tratada se otorga a manera de contraprestación al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), que participa como socio de la planta. Una porción de ese caudal tratado se destina al riego de la Unidad Profesional Zacatenco del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de algunos deportivos ubicados al norte de la ciudad. El proyecto de la Planta de Acueducto de Guadalupe está enfocado, principalmente, al reúso industrial. Otro ejemplo de gestión exitosa de tratamiento tiene lugar en la Planta Cerro de la Estrella, que trata un volumen de 3 m3/s de aguas residuales. El efluente que produce se destina a los sectores industriales de Tolentino en Iztapalapa y en la zona de Zaragoza, así como parte de Iztacalco. Esta planta también suministra agua tratada para la recarga de los canales de Xochimilco y Tláhuac, mientras que otra parte se utiliza para el riego agrícola de maíz y sorgo, cultivos que aún se cosechan al oriente del Valle de México. Además, en el valle operan otras plantas cuyo volumen se destina al riego agrícola y que, cuando llueve, se descarga a los cuerpos receptores. En ese caso, la vocación de la planta es el saneamiento y el reúso. En México, fundamentalmente, se usa el agua tratada de la siguiente manera: el agua de tratamiento secundario para uso industrial, el terciario para uso mezclado y el avanzado para uso agrícola irrestricto y recreativo. Los casos de rescate en el Valle de México Dos casos de rescate ecológico que se distinguen a escala nacional son los de Texcoco y Xochimilco, cuerpos de agua del Valle de México que han sido recuperados con ayuda de plantas de tratamiento. En el caso del Lago de Texcoco, la Planta de Tratamiento Nabor Carrillo se encarga de suministrar agua tratada al lago y a sus alrededores. Además, parte del caudal producido en esa planta es utilizado para riego agrícola, lo cual ha permitido que el Lago de Texcoco vuelva a ser refugio de cientos de miles de aves, entre las que se encuentra el pato migratorio. Respecto de Xochimilco, el saneamiento de sus canales ha tenido como punto de partida el agua tratada obtenida de la Planta Cerro de la Estrella. En esa planta se trata el agua a nivel terciario, incluyendo procesos de filtración y desinfección, por lo que se obtiene agua apta para el cultivo intensivo de hortalizas con altas producciones. Vista del Canal de Cuemanco y el Lago de Xochimilco, cuyas aguas proceden de tratamiento terciario, de la Planta Cerro de la Estrella. CFM EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ La recarga de acuíferos como una solución El acuífero del Valle de México compete principalmente al Distrito Federal y a los estados de México e Hidalgo, y en menor proporción a los estados de Tlaxcala y Morelos. Las dos primeras entidades sustraen, cada una, casi 50% del volumen disponible total del acuífero. Una proporción mínima, entre 3 y 5%, es aprovechada por Hidalgo. El caudal que beneficia al Estado de México y Distrito Federal corresponde a un volumen aproximado de 20 m3, respectivamente, lo que suma 40 m3/s. En consecuencia, se tiene un déficit aproximado de entre 4 y 6 m3/s. con respecto a la recarga natural. Luchar contra la historia La expulsión de aguas residuales, que en el Valle de México se remonta a más de 300 años, ha sido un factor negativo para la recarga de sus acuíferos, en virtud de que la ingeniería sanitaria aparece al final de la cadena de evolución profesional. El modelo de expulsión tradicional persigue alejar las aguas residuales a la mayor distancia posible, enviando, además, el agua pluvial fuera del valle. Por otro lado, cancela las posibilidades de recarga incluso en la zona sur, cuyo suelo de basalto fracturado favorece la intromisión del líquido a los acuíferos. La impermeabilización En el Valle de México, la explotación del acuífero se ha incrementado considerablemente a partir de 1950. Entre las causas de su falta de recarga, destacan las características del suelo del Valle de México, el cual es impenetrable en estratos que pueden fluctuar de unos 18 m en las estribaciones de las sierras, hasta unos 70 m en el centro, lo cual impide una recarga masiva de los acuíferos. El gran obstáculo El problema de la impermeabilización se ha agudizado a causa del proceso de urbanización del Valle de México, donde el asfalto, la construcción de banquetas y edificaciones, impiden la recarga natural de los acuíferos. Las alternativas para promover la recarga del acuífero A pesar del desmedido proceso de urbanización, aún hay opciones para la recarga en el Valle de México. La superficie del Distrito Federal es de aproximadamente mil 500 km2, de los cuales la mitad se encuentra densamente urbanizados. En cuanto a los restantes 750 km2, 250 km2 están en proceso de urbanización, 300 km2 son reserva natural y 200 km2 están en posibilidades de ser rescatados. Para salvaguardar un área destinada a la recarga en el DF es necesario que los 300 km2 de reserva natural sean preservados por la ley, con cual se permitirá la infiltración de agua al acuífero de manera natural. Los 200 km2 sin urbanizar pueden ser rescatados si se adoptan medidas de conservación. El caso del Ajusco El Medio Ajusco tiene cierto grado de urbanización que logra contaminar el agua pluvial después de una fuerte precipitación. El agua pluvial arrastra “los malos hábitos” de un país en desarrollo: basura, defecaciones de animales, aceite de coches, entre otros. Para remediar tal situación, existen normas cuyo espíritu es prever que los elementos contaminantes impidan la correcta recarga en áreas como la del Ajusco. No obstante, las normas no fueron aplicadas con el rigor que necesita un proyecto de tratamiento y aprovechamiento de aguas, por lo cual requieren de una revisión. Desde el punto de vista del volumen, el proyecto de recarga en el Ajusco presenta niveles aceptables; sin embargo, desde el punto de vista de calidad, no reúne las condiciones necesarias. No obstante, la recarga en el Ajusco ofrece mejor calidad frente a lo que sucede en Iztapalapa, donde hay presencia de lixiviados, compuestos muy complejos producto de rellenos sanitarios que alteran la calidad de los cuerpos de agua. Vista del bosque del Ajusco. CFM 387 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Trabajos de construcción de un pozo en el municipio de Lerma, en la década de 1940. MAF-CM La recarga y saneamiento en el Valle de Toluca Hasta la década de 1970, los pozos del Alto Lerma, que se compartían con el DF, también fueron aprovechados para las comunidades de esa región del Estado de México. Los pozos se perforaron desde la Presa Alzate hasta Almoloya, en la zona sur, y en la zona norte de la Presa Alzate hacia Atlacomulco e Ixtlahuaca, región donde se consume la mayoría del agua extraída. Por otra parte, el Valle de Toluca enfrenta problemas similares a los que padece el Valle de México, debido a que un considerable volumen del caudal obtenido en su territorio abastece a la Ciudad de México. La región también ha experimentado un grave problema de contaminación en el Río Lerma, lo que ha propiciado la extinción de su vida natural. En ese cuerpo de agua, los desechos industriales son responsables de la anulación de cualquier forma de vida, sea vegetal o animal. La contaminación de los cuerpos de agua en el Estado de México es tal que, como sucede con el Río Lerma, ya perdieron su capacidad de autodepuración. En el pasado, cuando se vertían aguas residuales a los cuerpos de agua del Estado de México, éstas recibían un tratamiento natural que, cuando llegaban a Ciudad Madero por el Río Pánuco, la contaminación había desaparecido. En ese caso, el tratamiento se producía gracias al proceso de autodepuración y de aireación, que sucede mientras el agua golpea las piedras en su camino. No obstante, cuando el río comenzó a perder esa capacidad, y se vio superado, entonces comenzó una etapa de insostenibilidad como la que actualmente aqueja al Río Lerma. Obstáculos y alternativas Un intenso crecimiento urbano amenaza a la zona de recarga del acuífero del Valle de Toluca, área ahora ocupada por asfalto y banquetas, y que antes era propicia para la infiltración a sus mantos acuíferos. En la actualidad, los municipios de Toluca y Lerma se encuentran conurbados, fenómeno que tiene lugar desde la región de Amomolulco; y desde Toluca hasta Ixtlahuaca, cuyas localidades y comunidades se van entretejiendo. Lo mismo ocurre de Toluca a Metepec y en los municipios de Ocoyoacac y Tianguistenco, que aún se encuentran separados, pero que amenazan con integrarse a este fenómeno de expansión incesante. Respecto a sus aguas superficiales, el daño ambiental también es notable en el Valle de Toluca. Las lagunas de Lerma y Atarasquillo, conocidas también como lagunas de Chignahuapan, son los principales cuerpos afectados. En la actualidad, son incipientes y con dificultad permiten la presencia de algunas hidrófitas, no obstante que 25 o 30 años atrás eran hábitat de especies de pato migratorio y destino de lanchas en busca de pesca y caza. EN 1973 SE HICIERON VARIOS INTENTOS POR ENCONTRAR EL SITIO ADECUADO PARA LA EXTRACCIÓN DE AGUA A UN COSTADO DEL ACUEDUCTO DE GRAVEDAD UBICADO ENTRE TIANGUISTENCO Y OCOYOACAC. DURANTE 48 HORAS SE TRABAJÓ CON EQUIPO ESPECIALIZADO HASTA QUE SE RESOLVIÓ EL PROBLEMA TÉCNICO. EN CUESTIÓN DE SEGUNDOS HABÍA UN GRAN CAUDAL DE AGUA EMANANDO DEL POZO, LO CUAL SIGNIFICÓ UN MOMENTO DE FELICIDAD, DADA LA DIFICULTAD PARA EXTRAER AGUA POTABLE EN ESA ZONA. A 25 AÑOS DE REALIZADA ESA PROEZA, ES NECESARIA UNA PROFUNDA REFLEXIÓN: ENCONTRAR LÍQUIDO EN ESE POZO REPRESENTÓ UN TRIUNFO PARA LA RAZÓN HUMANA, PERO AL MISMO TIEMPO SUPUSO UN FRACASO PARA LA CONCIENCIA, YA QUE NO SE ESTABLECIERON MECANISMOS PARA RETRIBUIR LOS DAÑOS QUE SE PRODUJERON. EL MENSAJE QUE DEBE PROMOVERSE AHORA ES QUE DEBE RESARCIRSE TODO BENEFICIO QUE PROVENGA DE LA NATURALEZA. SI SE EXTRAE AGUA DE UN ACUÍFERO, DEBEN CONTEMPLARSE TODOS LOS MECANISMOS PARA SU POSTERIOR RECARGA. SI SE UTILIZA EL AGUA SUPERFICIAL, DEBEN ESTABLECERSE LA INFRAESTRUCTURA PARA SU TRATAMIENTO Y LIMPIEZA. ARJ 388 EL TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES COMO MÉTODO PARA RESARCIR EL DETERIORO DE LOS VALLES DE MÉXICO Y TOLUCA ALEJANDRO RODRÍGUEZ JIMÉNEZ El rescate del Río Lerma Para cualquier proyecto de recuperación de un cuerpo de agua, debe contemplarse, en primera instancia, un plan de tratamiento integral. En segundo lugar deben explorarse todas las opciones de reúso posible, una vez establecido el plan de tratamiento. Si se pensara rescatar el Río Lerma, su caudal podría ser sujeto de un plan de tratamiento cuyas aguas, una vez tratadas, podrían destinarse al sector industrial del municipio de Lerma. En ese caso no es necesario tratar el total del caudal, sino un volumen proporcional que permita liberar agua para 50 mil habitantes, por citar un ejemplo. De esa manera, un determinado volumen extraído de un pozo dejaría de utilizarse, evitando con ello su sobreexplotación. En el caso del Río Lerma, debe pensarse en un programa de rescate en su parte superior, punto al cual debería llevarse agua tratada para su saneamiento. Aunado a lo anterior, deben promoverse actividades educativas y culturales que fomenten el respeto hacia el Río Lerma, en aras de cuidar y conservar su alto valor hidrológico-ambiental. En la recuperación de un cuerpo de agua también debe contarse con la participación de los usuarios, de manera que pueda intercambiarse agua del sector agrícola al sector industrial, y en todos los usos que sea posible. En México, el esfuerzo sistemático por crear plantas de tratamiento está dando resultados. Además, el país tiene acceso a los avances tecnológicos de vanguardia, por lo que solamente resta voluntad para tomar decisiones y procurar una partida de recursos constantes y sostenidos para el saneamiento y tratamiento del agua. Otra acción indispensable para el rescate de un cuerpo de agua requiere regresar cierto volumen a la fuente de donde se obtiene. A escala mundial se cuentan con avances tecnológicos que permiten pensar en planes ambiciosos de saneamiento y recuperación, a los cuales México tiene acceso. Existen ejemplos notables, como sucede con el saneamiento de los ríos Sena y Rhin, cuerpos de agua hoy sin rastros de contaminación. Vista del Río Lerma en la región de Pastores, en el municipio de Temascalcingo, en el Estado de México. ACR 389 El desarrollo de tecnología propia y el impulso del saber universitario como factores para desarrollar una efectiva política de tratamiento en México Adalberto Noyola Robles l tratamiento de aguas residuales en el Valle de México y en todo el territorio nacional es necesario porque se eliminan los contaminantes que los distintos usos agregan al agua, de manera que se protege tanto el ambiente como la salud pública, al evitar las enfermedades que afectan a grandes espectros de la población. E En el Valle de México existe un importante déficit en las fuentes de agua, lo cual exige soluciones que implican la importación de caudales de cuencas vecinas, concretamente del Estado de México, a través de los sistemas Lerma y Cutzamala. Además, como el acuífero del Valle de México se encuentra sobreexplotado a un nivel alarmante, no sólo es menester la protección del medio ambiente y la salud pública, también es preciso promover el uso eficiente del recurso, su necesario tratamiento y el posterior reúso, tareas que deben incrementarse hasta convertirse en actividades de mayor trascendencia en el Valle de México. A escala nacional se trata aproximadamente 36% del volumen total de aguas residuales, porcentaje que refleja los incipientes recursos invertidos para ese propósito. Parte del problema se debe a que, en México, la inversión en tratamiento es prescindible, ya que jerárquicamente se ubica al final de las prioridades del sector hidráulico, para el cual es más importante invertir en el abastecimiento de agua potable y la recolección y desalojo de aguas residuales. Vista de las instalaciones de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Oriente, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM 390 Además, en el país prevalece la percepción de que el agua es un bien natural y gratuito. Puesto que no valora el recurso en su justa dimensión, el usuario omite pagar el costo real del servicio, que incluye obras de captación, potabilización, distribución, recolección y tratamiento, con sus respectivos costos de operación y mantenimiento. Mientras el servicio de agua no pueda cobrarse como es debido, será imposible mantener la operación y la infraestructura de tratamiento de los municipios en México. EL DESARROLLO DE TECNOLOGÍA PROPIA Y EL IMPULSO DEL SABER UNIVERSITARIO COMO FACTORES PARA DESARROLLAR UNA EFECTIVA POLÍTICA DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ADALBERTO NOYOLA ROBLES Factores que deben considerarse para avanzar en materia de tratamiento de aguas residuales en el Valle de México El factor técnico El factor social Desde el punto de vista técnico, el reto para el Valle de México es alcanzar un uso más eficiente del recurso, lo que significa maximizar su aprovechamiento puesto que escasea en la región. Al respecto, es necesario considerar que la extracción y la conducción del caudal al punto de consumo tienen un alto costo, lo que obliga a cuidar no sólo el uso, también su tratamiento, en aras de mejorar su aprovechamiento por la vía del reúso en la cuenca y en actividades agrícolas cuyo riego es abastecido con aguas residuales del Valle de México. No obstante que existe conciencia de la importancia de sanear las aguas residuales, la sociedad aún se muestra renuente a contribuir con recursos para solucionar este problema. En cambio, se considera que toda la responsabilidad recae en la esfera gubernamental. Así sucede a los organismos operadores, que enfrentan la cultura del usuario que no está dispuesto a destinar más recursos para los servicios relativos al agua, a pesar de que es un bien indispensable para la vida. Tal supuesto se finca en la cultura de la gratuidad del agua y del medio ambiente, cuyo principio dice así: si los recursos no pertenecen a nadie, también son propiedad de todos y, por ende, no hay obligación individual de pagar por su disfrute. Además, debe pensarse en una concepción de reúso con diferentes objetivos en la propia Cuenca del Valle de México, considerando que cualquier inversión al respecto rendirá frutos en esta misma demarcación. El reúso del agua tratada debe ser una variable decisiva cuando se tomen decisiones, ya que involucra aspectos políticos, económicos y sociales. El Valle de México no debe conformarse con cumplir la norma de descarga, debe considerar un reúso más amplio de agua tratada, de forma que puedan reducirse futuras inversiones para la importación de nuevos caudales. Para modificar la cultura de la gratuidad del agua es necesario informar a la sociedad que invertir en el servicio repercutirá en una mayor disponibilidad y calidad del recurso. Podrían alcanzarse logros, por ejemplo, mediante un programa de inversión que sustituyera agua potable por agua tratada, con lo cual se liberarían volúmenes para la población que carezca del recurso. De esta manera podrían beneficiarse ciertas zonas del Distrito Federal y algunos municipios del Estado de México, particularmente los de la zona oriente, donde se tienen serios problemas de abasto y, sin embargo, se destinan importantes caudales de agua subterránea para riego agrícola. Si los habitantes de esas zonas observaran mejoría en el servicio a partir de una política de tratamiento, valorarían su pago; la sociedad, entonces, aceptaría los proyectos y los apoyaría. PARA LOGRAR UNA POLÍTICA INTEGRAL DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ES NECESARIO ALCANZAR LOS SIGUIENTES OBJETIVOS: A) LOGRAR COSTOS EFICIENTES; B) DESARROLLAR UNA TECNOLOGÍA EN FUNCIÓN DEL GRADO DE TRATAMIENTO REQUERIDO, Y C) DIFERENCIAR LOS TIPOS DE REÚSO POSIBLES EN LA CUENCA, YA QUE SE REQUERIRÁN DISTINTAS CALIDADES DE AGUA TRATADA Y DIVERSOS PROCESOS DE TRATAMIENTO PARA LOGRARLAS. ANR 391 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Posibles usos para el agua tratada en el Valle de México Uso agrícola. Buena parte del agua tratada del Valle de México se destina al riego de áreas verdes. En cuanto al riego agrícola, es necesario incrementarlo, en particular en la zona de Texcoco, donde en la actualidad se riega con agua de primer uso extraída de pozos. Tal situación, inconcebible dado el contexto de escasez en el Valle de México, debe resarcirse impulsando un acuerdo de intercambio de agua potable por agua tratada con los agricultores, estrategia que permitirá obtener un caudal adicional y aliviar la demanda del recurso en la región. 1 Uso habitacional. El empleo de agua residual tratada para uso habitacional debe ser promovida en el Valle de México. Dicho esfuerzo debe enfocarse en los nuevos desarrollos habitacionales, particularmente en las zonas de mayor crecimiento, por ejemplo, Zumpango, Tecámac, Chalco y Chimalhuacán, entre otros municipios. Previo al desarrollo de nuevas zonas habitacionales, es preciso contemplar la instalación de un sistema de doble tubería para el sanitario, de tal manera que un conducto se utilice para suministrar agua tratada de calidad controlada y otro para agua potable. El propósito de emplear agua tratada en casas-habitación debe ser la reducción del consumo de agua potable en actividades que no lo necesiten, como sucede al descargar el sanitario. El agua potable debe ser reservada para la higiene personal, la preparación de alimentos y el lavado de ropas. 2 Uso industrial. En el norte del Valle de México, así como en el Valle de Toluca, donde la industrialización es muy importante, se llevan a cabo acciones de reúso de agua en la industria, principalmente, para enfriamiento, las cuales deben ampliarse y diversificarse. 3 (1) Riego de camellones con agua tratada en el municipio de Villa Victoria, en el Estado de México. CCO 392 (2) Vista de un fraccionamiento en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. CCO (3) Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de la Planta de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, en el municipio de Toluca, en el Estado de México. Archivo CCM La recarga artificial de acuíferos en el Valle de México La recarga artificial de acuíferos es una opción necesaria para conservar los cuerpos de agua subterráneos en el Valle de México. No obstante, el uso de agua tratada para la inyección de acuíferos debe cumplir un proceso de tratamiento regulado por las normas más altas de calidad y control. Zona de la Sierra del Ajusco-Chichinauhtzin, en la Ciudad de México. CFM Una opción es el tratamiento natural, es decir, aquel que ocurre por infiltración en zonas permeables y de recarga. En el Valle de México las zonas de recarga se encuentran al sur y al poniente principalmente. Para la recarga artificial también se recomienda el tratamiento intensivo, cuyo proceso incluye la inyección directa de agua tratada al acuífero. En este caso, el principal obstáculo se finca en los altos estándares de calidad requeridos, pues se exige un nivel similar al del agua potable. Llegar a esa calidad implica un alto costo y el cumplimiento de esquemas de control en línea muy rigurosos, cuyo fin es descartar cualquier riesgo de inyectar agua no adecuada. Asimismo, es necesario que una política de ubicación y manejo de pozos establezca limites a la extracción de líquido, con distancias mínimas de aquellos pozos que estén en explotación. Las restricciones respecto a la explotación de pozos próximos a una zona de recarga son aún motivo de debate y, por ende, no existe aún una norma que precise a qué distancia deben estar los pozos de recarga artificial. La controversia discurre en función de factores como la existencia de divisiones al interior del acuífero, la calidad necesaria, los criterios de permanencia y el tiempo de residencia del líquido, elementos que exigen especial atención y cuidado pues los riesgos de un manejo inadecuado pueden ser grandes. 393 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Las tarifas en México, obstáculo para una política de tratamiento En el Valle de México, la tarifa de agua en bloque del Sistema Cutzamala es de 3.44 pesos/m3, cuando en otras partes del país la tarifa es de entre ocho y nueve pesos. Tal desproporción significa que en el territorio nacional existen lugares donde se paga tres veces el monto establecido en el Valle de México. Esa disparidad es un reto para el sector agua nacional, en particular respecto al fomento de una cultura cuya meta sea el pago del costo real del agua. Si no se solventa el costo real del líquido, los recursos necesarios para financiar la operación y nuevas obras, así como una política de subsidios responsable, continuarán siendo insuficientes frente a las necesidades hídricas del país. Argumentos para la aplicación de una tarifa real Efectos de la aplicación de una tarifa inadecuada Importar agua del Sistema Cutzamala al Valle de México implica conducirla por una red de 130 km y distribuirla en redes primarias y secundarias. Además requiere de un sistema que bombee el líquido 1000 m de altura, con el consiguiente consumo de energía eléctrica. Al no pagar el costo real del agua, los usuarios de escasos recursos económicos resultan los más perjudicados, ya que, dada la mala calidad del servicio, se ven obligados a destinar más recursos por el agua que consumen, pues deben obtenerla por otros medios. Al carecer de un suministro continuo, el usuario de escasos recursos se ve obligado a financiar un servicio de pipas, cuyo precio es más elevado que el servicio normal de agua potable y, además, de menor calidad. En contraste, en las zonas donde se ubican los usuarios de alto nivel económico se utiliza el recurso sin moderación e incluso se dispendia, dado que la tarifa por el servicio es baja. Tal situación indica que en el Valle de México ha sido aplicado erróneamente el subsidio al agua potable, pues favorece a quien puede cubrir el costo real. La extracción del agua del acuífero del Valle de México, en condiciones de sobreexplotación de más de 100%, crea importantes costos indirectos debido al hundimiento de la ciudad y el daño de la infraestructura urbana. El servicio de agua no finaliza cuando se entrega el recurso al usuario. La recolección del líquido usado y el tratamiento posterior son partes del servicio que deben ser consideradas para evitar la degradación del medio ambiente, además de que permiten un reúso controlado en la misma cuenca. 394 La desigualdad en el Valle de México es notable, incluso en la distribución del recurso. La zona poniente, donde se concentra la población de mayores ingresos, recibe la mejor calidad de agua del Estado de México; en contraparte, la zona oriente, donde radica la población de menores ingresos, recibe un caudal mínimo que proviene de sus acuíferos que ya se encuentran degradados. Los proyectos de saneamiento a escala nacional La necesidad de desarrollar tecnología nacional Hasta el momento, en México no se ha instrumentado una política que oriente las acciones de tratamiento de aguas en ciudades menores de 50 mil habitantes, a pesar de que forman parte importante de la población urbana del país. Además, en las ciudades menores a 2 mil 500 habitantes no se aplica ninguna política de tratamiento, a pesar que existe una norma que establece las metas de tratamiento nacionales, cuyos plazos resultan inviables para la realidad nacional. México tiene suficiente capacidad técnica para enfrentar los retos que implica una política de tratamiento integral y, además, está en condiciones de alcanzar un buen grado de independencia tecnológica en materia de manejo del agua. Se tiene capacidad, propuestas y tecnología desarrollada en México, acordes a la situación local, que pueden ser utilizadas sin ningún impedimento. En la práctica, algunas ciudades de 50 mil habitantes ya comenzaron proyectos y programas de tratamiento, no así las ciudades de 2 mil 500 habitantes, cuyos recursos financieros exiguos se invierten en otro tipo de servicios. Tal situación podría mejorar con la creación de un fondo o programa que financie obras para el tratamiento de aguas residuales en estos pequeños núcleos urbanos. Por tanto, el país debe tratar de adaptar y desarrollar tecnologías propias, sin renunciar al apoyo de técnicos, experiencia y equipo extranjeros. Además, resulta imprescindible que los ingenieros mexicanos contribuyan a solucionar los problemas nacionales, ya que de esa manera obtendrán mayor conocimiento de la operación y mantenimiento de los sistemas utilizados en el país, sin tener que depender de asesoría del extranjero. A su vez, este conocimiento y experiencia nacionales podrán ser llevadas a países de América Latina, donde dichas acciones de cooperación serían bienvenidas Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Municipales de Metepec, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM 395 Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Ciudad Universitaria (UNAM), en la Ciudad de México. CFM El Programa PUMAGUA En México existen proyectos realizados con tecnología propia, como sucede con el Programa PUMAGUA de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo objetivo es lograr un uso eficiente del agua en Ciudad Universitaria considerada como un núcleo urbano, ya que la ocupación del Campus es de 150 mil personas. Tal dimensión permite realizar acciones como si se tratara de una ciudad, por ejemplo, identificar fugas en la red de agua potable, en los muebles, en los sanitarios, en los laboratorios y, en cualquier lugar donde se utiliza el líquido. Las acciones deben generar ahorro de agua y prevención de fugas, teniendo como parámetro la estimación de pérdidas (entre 35 y 40%) en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México. Otro aspecto importante del Programa PUMAGUA es el tratamiento de agua residual y su reúso. En Ciudad Universitaria, una parte del agua tratada se utiliza para el riego de jardines y áreas verdes, para lo cual existe una planta de tratamiento de más de 20 años de antigüedad, cuyo caudal sirve para el riego de la denominada “zona antigua”. El programa considera emplear agua tratada en otros sectores del Campus. (Siguiente página) Planta de Tratamiento de Aguas Residuales del edificio 12 del Instituto de Ingeniería de la UNAM. CFM 396 Es necesario que en PUMAGUA se piense en nuevas formas de uso para el agua. En este sentido, una acción ambiciosa sería la de emplear agua tratada para la descarga de sanitarios. En el Instituto de Ingeniería ya se iniciaron acciones al respecto, y se cuenta con un edificio donde se aplica un sistema de tratamiento para el reúso del agua de los sanitarios. Se espera que PUMAGUA se constituya, en corto plazo, como un programa demostrativo del uso eficiente del agua, que podría probarse en otros lugares del Valle de México, o en otras ciudades del país, con la ventaja de que emplean experiencias y tecnologías propias. EL DESARROLLO DE TECNOLOGÍA PROPIA Y EL IMPULSO DEL SABER UNIVERSITARIO COMO FACTORES PARA DESARROLLAR UNA EFECTIVA POLÍTICA DE TRATAMIENTO EN MÉXICO ADALBERTO NOYOLA ROBLES “México no debe dejar pasar más trenes” El país debe enfocarse en los siguientes objetivos, si no quiere quedar rezagado frente a otros países cuyos niveles de desarrollo son similares a los de México. a) Enseñar a la población, particularmente a los niños, la importancia de cuidar los recursos naturales con una visión a largo plazo, por ejemplo 10 años. Los programas de culturización deben ser continuos, concertados, y deben unir a todos los sectores de la sociedad con un objetivo y un beneficio común, para atacar el problema de raíz. b) Aprovechar el potencial que tiene México para desarrollar tecnologías en la red de universidades y organismos de investigación públicos. Para ello debe impulsarse la capacidad de hacer y desarrollar tecnología propia, con una visión más ambiciosa y evitar poseer un recurso subutilizado que podría aprovecharse de mejor manera. c) El país debe enfocarse en el desarrollo de recursos humanos y en el incremento de su experiencia tecnológica, que solucionen problemas semejantes en países que no cuenten con los mismos recursos. A Centroamérica y otros países de Latinoamérica podría exportarse tecnología propia, lo cual implica una política de innovación en la que participen todas las instituciones involucradas, incluidas las universidades y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). d) La inversión en tecnología debe crecer. En los años setenta los indicadores de desarrollo en México eran más altos que los de Corea, lo cual está lejos de hoy. Lo que sucedió fue que esa nación asiática decidió invertir en tecnología y ahora sus niveles de desarrollo son más altos. Una nación sudamericana, Brasil, es otro ejemplo del camino que debe tomar México. Gracias a la inversión continua en ciencia y tecnología, Brasil destaca mundialmente en diversas áreas tecnológicas. LA PRIORIDAD DEBE SER ALCANZAR UNA CONCIENCIA NACIONAL EN TORNO AL BUEN USO DE LOS RECURSOS NATURALES, INCLUYENDO ASPECTOS COMO EL MANEJO EFICIENTE DEL AGUA, LA CORRECTA DISPOSICIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS Y SU RECICLADO, EL USO ADECUADO DE LA ENERGÍA ELÉCTRICA, EL USO RACIONAL DEL TRANSPORTE PRIVADO, LOS COMBUSTIBLES, Y LA INFORMACIÓN SOBRE FENÓMENOS COMO EL EFECTO INVERNADERO Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL, DEBEN CONVERTIRNOS EN UNA SOCIEDAD MÁS RESPONSABLE. ANR e) De seguir la tendencia actual, México podría convertirse en un país cuya vocación será la maquila de productos y el desarrollo de servicios. El país, incluso, podría dedicarse a consumir las materias primas que tiene disponibles, hasta que éstas se agoten y entonces se presente un panorama de incertidumbre. De no apostar por el desarrollo de tecnología propia, México podría ser testigo del ascenso de naciones como Brasil y Chile, cuyos niveles de desarrollo fueron en el pasado reciente similares e incluso menores a los alcanzados por nuestra nación. 397 El tratamiento municipal, opción necesaria para el saneamiento del Valle de México l territorio del Estado de México se encuentra dentro de cuatro cuencas hidrológicas: la del Valle de México, la del Río Lerma, la del Río Balsas y la del Río Pánuco, que corresponde al Golfo Norte. La mayor parte del territorio mexiquense se ubica en el Altiplano mexicano, donde el agua resulta un elemento decisivo en el desarrollo de las actividades humanas. E En el Estado de México, la disponibilidad del líquido es limitada, debido a la demanda de la población que se desarrolla en sus principales ciudades, tanto en el Valle de México, como en el Valle de Toluca. Tal concentración origina que el volumen que proporciona el ciclo hidrológico sea insuficiente, haciendo necesaria la importación de agua de cuencas lejanas. En este contexto, el tratamiento de las aguas residuales es una opción que debe ser aprovechada al máximo en el Estado de México, ya que, independientemente de su calidad, el agua conserva su potencial de uso. El agua de primer uso, debe de tener una calidad apta para el consumo humano. En México, estas características son normadas por la Secretaría de Salud (NOM-127-SSA1-1994), para proteger al consumidor. Cuando el agua ha sido utilizada adquiere elementos ajenos, propios de su aprovechamiento, lo cual no significa que haya perdido su potencial de uso. El Gregorio Martínez Ramírez agua que ha sido aprovechada puede utilizarse otra vez, no para el uso primario, que requiere una calidad muy estricta, pero sí en actividades adicionales. El potencial de uso del agua está en función de su calidad, y si en el Estado de México se requiere contar agua con un alto estándar de calidad, es necesario aplicar un tratamiento adecuado. Al respecto, el nivel de calidad depende de la energía que se emplea, es decir, si se requiere más calidad, se necesita aplicar mayor energía, lo que implica fuertes inversiones. En la entidad, el objetivo del tratamiento del agua residual depende del lugar donde se aplica. Si la comunidad forma parte de la Cuenca del Río Balsas, el objetivo principal será el saneamiento; caso distinto en los valles de Toluca y México, donde el objetivo es el reúso en actividades que requieren alta calidad, porque el potencial de reúso en esas comunidades es mayor. El agua, en este caso, se destina no sólo para riego agrícola, sino para actividades público-urbanas: riego de camellones y jardines, llenado de lagos artificiales, riego de fuentes de ornato, lavado de autos o uso industrial. En un cercano futuro, en el Estado de México resultará necesario el reúso para la recarga artificial de acuíferos, pues de ese modo se enfrentará la cada vez más escasa disponibilidad en la región. En resumen, el agua residual se debe colectar, aplicar diferentes grados de tratamiento, con respecto al destino requerido y así, de esta manera, devolver en concordancia con las características que se requieren para el reúso. Vista de las instalaciones de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM 398 EL TRATAMIENTO MUNICIPAL, OPCIÓN NECESARIA PARA EL SANEAMIENTO DEL VALLE DE MÉXICO GREGORIO MARTÍNEZ RAMÍREZ La responsabilidad del tratamiento de aguas residuales corresponde por ley, a los municipios, sin embargo, el Gobierno del Estado de México, a través de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), les presta apoyo técnico y financiero, a fin de enfrentar los grandes rezagos en tratamiento y saneamiento. ambiente y cuerpos de agua receptores. Tal es el rezago municipal en esta materia que el Gobierno Estatal desarrolla un programa que promueve la construcción de plantas de tratamiento municipales, en las que el tipo de tratamiento dependerá del reúso y, principalmente, de las condiciones económicas de la localidad y la población. En la entidad existen fuertes contrastes respecto de los índices de cobertura de agua potable, alcantarillado y tratamiento. Así, mientras la cobertura de agua potable es alta, el rezago en la cobertura de saneamiento se mantiene. Parte del problema se origina al concebir el saneamiento como el simple entubamiento de las descargas, su conducción y disposición en algún cuerpo de agua, barranca o sitio distante de la población. Es importante remarcar que el proceso de saneamiento incluye la recolección del agua residual, su tratamiento y el cuidado del medio El Gobierno Estatal prevé que, en 2011, la entidad trate 50% del volumen total de sus aguas residuales colectadas. Para alcanzar esta meta, la entidad dispone de 127 plantas operadas en 63 municipios, cuya capacidad de tratamiento suma 8 mil 472 litros/s, aunque hoy sólo tratan un caudal de 3 mil 588 litros/s. Cabe aclarar que esta diferencia se debe a que la capacidad de tratamiento está proyectada para satisfacer el crecimiento de la población que vivirá en el Estado de México en 20 años. Planta de Tratamiento de la Escuela Secundaria Justo Sierra, en San Juan Teotihuacan, en el Estado de México En Teotihuacan, Estado de México, opera una planta de tratamiento que es reconocida por sus notables resultados. El Gobierno del Estado de México, la construyó en el patio de una escuela, ubicación que no representa ningún riesgo para los alumnos. La tecnología que utiliza la planta funciona a través de un reactor anaerobio y humedales de flujo subsuperficial, que son estanques rellenos de tezontle donde se colocan plantas hidrófitas, es decir, carrizos, papiros y tules. El caudal se hace fluir por las raíces. El agua residual no se percibe, porque fluye debajo del tezontle. Al final se obtiene agua de alta calidad, debido a que el tratamiento previo suprime del caudal, la materia orgánica y después las plantas le quitan nutrientes. Además, se hace un entramado con las piedras del tezontle y las raíces, lugar por donde el caudal también se filtra, eliminando sólidos suspendidos al agua. Además, en las raíces se van formando bacterias que le dan un tratamiento adicional. Vistas de la Planta de Tratamiento de la Escuela Secundaria Justo Sierra, en San Juan Teotihuacan, en el Estado de México. CFM 399 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL El tratamiento de aguas residuales en las comunidades rurales El tratamiento de aguas residuales en los centros urbanos En general, la capacidad económica de las comunidades rurales es limitada y, por ende, es difícil que solventen los costos de un proceso de tratamiento. Como el reúso en estas comunidades se dirige principalmente al riego agrícola, el tratamiento se realiza frecuentemente mediante sistemas anaerobios que requieren bajos costos de operación. Para ahorrar energía, en estos lugares se busca que el agua sea conducida por gravedad, aprovechando la topografía del terreno. Además, es recomendable que el tratamiento se complemente con un pulimiento, a través de un sistema aerobio que requiera poco equipo electromecánico, como son los biofiltros o los humedales de flujo subsuperficial, donde el efluente de los sistemas anaerobios es conducido a través de un lecho de plantas acuáticas (hidrófitas), con lo cual el agua tratada cumple la normatividad establecida. Estos sistemas en suma resultan idóneos para las localidades rurales. En los centros urbanos, el costo del metro cúbico de agua no debe ser un límite en la búsqueda de una alta calidad. El potencial de reúso va de la mano de la escasez de agua por tanto, la alta calidad es indispensable. En este sentido, los sistemas aerobios arrojan buenos resultados, aunque son costosos pues necesitan aire y por ende más energía, factor que incide en elevar los costos de operación. No obstante, los organismos operadores de los centros urbanos del Estado de México, deben buscar los mecanismos financieros para solventar un sistema de tratamiento de tales características. En el medio rural, la percepción con respecto al tema de tratamiento de las aguas residuales es más sensible comparadas con tiempos pasados. En este sentido, la demanda de tratamiento es contundente: se exige un río ambientalmente sano y carente de mal olor, factores que se asocian con la limpieza del entorno. Se trata, de un asunto de equilibrios: el deterioro existe porque en el Valle de México tiene más población de lo que de acuerdo a los recursos disponibles podrían vivir aquí; no es descabellado pensar que, si mañana desapareciera la población del Valle de México, en poco tiempo aparecerían los lagos que eran comunes en la región. 1 Una de las responsabilidades del gobierno estatal es incrementar la cobertura de tratamiento en las cuencas hidrológicas que confluyen en su territorio. Actualmente, la cuenca con mayor cobertura de tratamiento es la Cuenca del Río Lerma, después sigue la Cuenca del Balsas y al final se encuentra la Cuenca del Valle de México. Paradójicamente, en esta última la demanda de agua es mayor y el índice de tratamiento es el más limitado. Los daños ambientales del Valle de México, propios de las grandes aglomeraciones, no pueden considerarse obra de sus habitantes, idea difundida por los ambientalistas, que atribuyen a la población el deterioro de su medio. 2 1 400 EL TRATAMIENTO MUNICIPAL, OPCIÓN NECESARIA PARA EL SANEAMIENTO DEL VALLE DE MÉXICO GREGORIO MARTÍNEZ RAMÍREZ La necesidad de revalorar el recurso Para entender el valor del agua deben evidenciarse sus costos implícitos: la energía para su conducción y extracción del subsuelo; el servicio de recolección, tratamiento y reúso. Si las tarifas que se cobran por el servicio, son insuficientes para costear dichos factores, es necesario revisarlas a fondo. Por ejemplo, las tarifas actuales que se cobran en el Distrito Federal, implican una subvaloración del recurso, si se compara, por ejemplo, con lo que sucede en el municipio de Tecámac, Estado de México. En la primera entidad, el servicio bimestral de agua cuesta cerca de 70 pesos, mientras que, en la segunda, la tarifa residencial cuesta alrededor de 700 pesos. Además, como en Tecámac aplica el Código Financiero del Estado de México, se cobra 50% más por el tratamiento de aguas residuales, concepto que debe absorber el usuario. Importante arista del problema es el hecho de que, si el agua no se valora económicamente, será más difícil fomentar la conciencia del usuario respecto de otros temas relacionados con el sector, siendo el pago un factor que sensibiliza a los usuarios con rapidez. La inconciencia que se tiene del valor real del servicio, origina que las localidades y los organismos operadores se encuentren en una precaria situación financiera. Si no se recupera el costo real del agua potable, el organismo operador no podrá crear y operar un sistema de tratamiento de aguas residuales municipales. El municipio de Tecámac, en el Estado de México, opera un esquema eficaz de tratamiento de aguas residuales, mediante la operación de plantas de reducido tamaño, con capacidad de 500 litros/s. Tal volumen representa una cobertura cercana a 80% del total de aguas residuales que produce la demarcación. La población en Tecámac ya conoce los beneficios del tratamiento, por lo cual vigila la operación de las plantas municipales. Los usuarios también saben que, con el tratamiento, cabe la posibilidad de crear un cuerpo de agua municipal o que sea factible ampliar el volumen de agua para riego de sus camellones y áreas verdes. Las primeras plantas del municipio se construyeron en 2004, cuando comenzó el ascenso del municipio que, ahora, cuenta con la mayor cobertura de tratamiento de las aguas residuales del Estado de México. La inversión para construir sus plantas fue de 100 millones de pesos, cantidad que se obtuvo del cobro del servicio de agua. (Página anterior) (1) Río contaminado en el municipio de Amecameca, en el Estado de México. CFM (2) Río de los Remedios en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. CFM Vista de la construcción de un nuevo conjunto habitacional en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. CFM 401 El Proyecto de Saneamiento del Valle de México De los acuíferos del Valle de México se extraen mil 300 millones de m3/año, mientras que su recarga natural es de 300 millones de m3/año, lo que significa un déficit de mil millones de m3/año. Tal caudal faltante es aliviado mediante los caudales de los sistemas Cutzamala y Lerma, que impiden que el déficit sea mayor. No obstante, la sobreexplotación provoca que el nivel del acuífero del Valle de México se abata aproximadamente un metro cada año. La gravedad de la situación exige que no se descarten soluciones como la infiltración o inyección directa a los acuíferos de agua residual tratada, pues 60% del líquido que abastece al Valle de México proviene de los acuíferos subyacentes, lo demás se importa de los sistemas Lerma y Cutzamala. 402 El Proyecto de Saneamiento del Valle de México pretende construir plantas de tratamiento a gran escala. Una de ellas tendría una capacidad de 23 m3/s y se construiría a la salida del Emisor Central. Se prevé, también, la edificación de plantas que traten del orden de 8 m3/s, proyectos que, por su magnitud, no han podido concretarse. Un aspecto del Proyecto de Saneamiento del Valle de México que debe recordarse es que, su ejecución, no implica estrictamente el saneamiento al interior del mismo, sino que se circunscribe al tratamiento de las aguas que son expulsadas de su territorio. El propósito del Proyecto es que ese caudal sea descargado en condiciones que no perjudiquen a otras regiones, por lo que el tratamiento se realizará hasta el final, previo a las descargas. El Proyecto de Saneamiento del Valle de México involucra al Gobierno Federal, y a los del Estado de México y del Distrito Federal, cuya meta es tratar 40 m3/s de aguas residuales que actualmente descarga la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Las aguas residuales son utilizadas en el distrito de riego del Valle del Mezquital, en el estado de Hidalgo, y en menor medida en los distritos de riego de Zumpango y Tecámac, en el Estado de México. Aunado a este importante proyecto a nivel regional y municipal, deberán considerarse esfuerzos adicionales que contemplen el saneamiento del Valle de México. Por ello, debe analizarse la construcción de múltiples plantas de tratamiento a nivel municipal, que aminoren la complejidad que representa obtener los recursos suficientes para la conclusión del Proyecto de Saneamiento del Valle de México. (Esta página) Río de los Remedios en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. CFM (Página siguiente) Vista de los clarificadores de la Macroplanta de Tratamiento Toluca Norte, en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD CON LOS CIUDADANOS AL TRATAR LAS AGUAS RESIDUALES SE TRABAJA POR LA CALIDAD DE VIDA, POR LA CALIDAD DEL AGUA PARA LOS USOS PRIMARIOS Y PARA LOGRAR LAS CONDICIONES NECESARIAS PARA EL EQUILIBRIO DEL MEDIO AMBIENTE. GMR El municipio, pieza esencial para el saneamiento del Valle de México Un factor clave para superar el rezago en el saneamiento del Valle de México, es la participación de los municipios en el tratamiento de sus aguas residuales, de tal forma que cada demarcación se haga responsable de su operación. Al respecto, debe considerarse que las políticas municipales de tratamiento son desiguales. Por ejemplo, mientras que en el municipio de Tlalnepantla de Baz recientemente se inició la operación de una planta de tratamiento de 100 litros/s, cuyo efluente abastecerá la zona industrial del municipio, en Cuautitlán Izcalli solo se tienen plantas operando en los fraccionamientos recientes, aunque la mayor parte del agua residual escurre hacia el emisor del poniente y no es reutilizada. El municipio de Ecatepec de Morelos carece de plantas de tratamiento de las aguas residuales municipales, aunque algunas industrias de la zona cuentan con plantas para reúso, por ejemplo, las empresas papeleras que captan aguas del Gran Canal para tratarlas y reutilizarlas en su proceso. La participación de los municipios en el tratamiento, es necesaria, pues mientras más cerca esté el punto de descarga la ubicación de la planta de tratamiento, se optimizará el proceso, ya que, entre más tiempo esté la materia dentro del agua, mayor porción se encontrara su forma soluble. Si el agua fuera tratada desde la descarga, se requerirían solamente procedimientos mecánicos de separación de sólidos; en cambio, si los residuos ya constituyen material soluble, los métodos mecánicos resultarían insuficientes, debiéndose aplicar procesos de oxidación, ya sea químicos o biológicos. Si el agua residual permanece mucho tiempo en condiciones anaerobias, los componentes de la materia orgánica forman una porción que no es biodegradable y que tendría que oxidarse químicamente. Esto sucede con el caudal que se descarga en el municipio de Chalco, que luego es conducido al Río de La Compañía, después al Dren General del Valle y al Gran Canal y, por último, al Emisor Central, que lo conduce hasta Tepeji del Río, Estado de Hidalgo. Durante su recorrido, que comienza en Chalco, el agua residual permanece varios días en condiciones anaerobias, haciendo que el tratamiento en el punto de salida sea biológicamente complejo, porque se presentan compuestos que se formaron en condición anaerobia, durante la conducción, siendo imposible tratarlos con los métodos biológicos convencionales. Por otra parte, debe tenerse presente que las descargas industriales no representan un problema de saneamiento, sino un problema de riesgo, ya que pueden provocar condiciones de explosividad y toxicidad, además de azolvar y corroer los ductos o tuberías. En este sentido, resulta imperativo plantear el tema del saneamiento y el tratamiento de las aguas residuales, como un asunto de primer orden, en la agenda estatal y municipal; de manera integral y compartida por las generaciones de mexiquenses, a los cuales se refrenda el compromiso de velar por su porvenir. 403 Vista del primer cuadro del municipio de Toluca desde la avenida Matlatzincas (Cerro del Cóporo), en el Estado de México. ACR 404 ESTADO DE MÉXICO PUNTO DE REFERENCIA 405 Los sistemas comerciales en los organismos operadores del agua Primera torre de oscilación después de la Planta Potabilizadora Los Berros, en el municipio de Villa de Allende, en el Estado de México. CFM Guillermo Guerrero Villalobos os organismos operadores son los responsables, a nivel municipal o regional, de brindar a la población los servicios de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y saneamiento. En nuestro país, la gran mayoría de los organismos operadores no funcionan adecuadamente, situación que les impide cumplir los objetivos relacionados con la cobertura y calidad de los servicios, la eficiencia física y comercial, así como su autonomía financiera, entre otros. Todo eso se debe a factores como la falta de continuidad en la planeación de las acciones establecidas; la carencia de capacitación del personal técnico y administrativo; un marco jurídico y regulatorio inadecuado; los rígidos esquemas de autorización de tarifas; la baja disposición de pago de los usuarios y, en general, por un bajo nivel tarifario. L Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en 2007 la eficiencia global promedio de los organismos operadores del país fue de sólo 36%, indicador que es resultado del producto de la eficiencia física (52%) y la eficiencia comercial (69.5%). La primera se obtiene al dividir el volumen de agua facturado entre el volumen de agua producido; la segunda se obtiene al dividir la recaudación entre el monto facturado. En consecuencia, el Agua No Contabilizada (ANC), las fugas en la red principalmente y el agua entregada pero no facturada por deficiencias en el padrón de usuarios y tomas clandestinas, entre otros, se consideran en el cálculo de la eficiencia física y no en el de la eficiencia comercial. 406 LOS SISTEMAS COMERCIALES EN LOS ORGANISMOS OPERADORES DEL AGUA GUILLERMO GUERRERO VILLALOBOS En el Estado de México, la eficiencia comercial promedio de sus organismos operadores es de 67.9%, índice incluso menor al promedio nacional, presentándose casos de organismos operadores con una eficiencia comercial menor a 45%. Ello conduce a la entidad a una eficiencia global promedio de sólo 31 por ciento. Respecto de la eficiencia comercial, conviene mencionar que usualmente las tarifas que se aplican no reflejan los costos de la inversión, operación y mantenimiento de agua potable, alcantarillado y saneamiento y, mucho menos, el valor real del agua. Lo anterior implica subsidios gubernamentales, cuya aplicación fomenta la percepción de que los servicios de agua y saneamiento son un derecho de los ciudadanos y que, por ende, no es obligación del usuario pagar por ellos. El funcionamiento del sistema comercial de los organismos operadores se relaciona con la eficacia y eficiencia de cada uno de sus componentes, en un sentido integral. Para que un organismo alcance altas eficiencias requiere la integración de diversos aspectos de carácter técnico, administrativo y de comunicación social, cuyas características específicas varían en cada caso. Tradicionalmente, se considera que el sistema comercial sólo incluye la medición de los consumos, la facturación y la cobranza de los importes, la difusión de información cierta y oportuna a los usuarios, así como la solución de conflictos que se deriven de la prestación del servicio. Sin embargo, dichos componentes en realidad están íntimamente relacionados con el buen funcionamiento del organismo operador en general, ya que tanto la medición como la facturación y la cobranza se refieren a aspectos mucho más complejos. Trinchera del Tanque Bellavista, ubicado en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México. ACR El objetivo del sistema comercial de los organismos operadores de agua es producir los recursos suficientes para solventar los costos de operación, administración, conservación, mantenimiento y mejoramiento de los sistemas, así como su rehabilitación y ampliación, para satisfacer las necesidades futuras y, en su caso, los gastos financieros correspondientes. Por ello, todas las acciones que se realicen deben estar encaminadas al cumplimiento de ese objetivo. Uno de los aspectos fundamentales es conjuntar un equipo de trabajo capaz y adecuadamente motivado, características que se relacionan con el desarrollo de capacidades del personal técnico y administrativo y la disponibilidad del equipo e instalaciones necesarias, factores que dependen de los recursos financieros disponibles. Esto origina una interdependencia sustantiva entre los aspectos comerciales y los aspectos operativos, provocando en la mayoría de los organismos operadores un conflicto debido, por un lado, a la falta de recursos para funcionar adecuadamente y, por otro, a la necesidad de ofrecer un buen servicio para generar los recursos necesarios. Para resolver esta situación es necesario considerar no sólo el proceso de medición, facturación y cobranza como se ha hecho tradicionalmente. También debe 407 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL considerarse el funcionamiento integral del organismo operador, incluyendo la eficiencia física del sistema, de manera que la eficiencia del sistema comercial no se circunscriba a la optimización de los ingresos, sino también a la disminución de costos y al aprovechamiento más eficiente del agua, para evitar que se trasladen costos innecesarios al usuario. Revisión de una línea de conducción de agua potable del Macrocircuito de Distribución de Agua Potable por parte de personal de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) en el municipio de Tultitlán. ACR Entre las acciones que conviene emprender para incrementar las eficiencias física y comercial, que incidirán directamente en las finanzas del organismo operador, pueden mencionarse las siguientes: realizar el catastro de la infraestructura hidráulica; disminuir las pérdidas mediante la reparación de fugas y la sectorización de la red para controlar las presiones; realizar la macromedición de todas las fuentes de abastecimiento; localizar y regularizar las tomas clandestinas; actualizar el padrón de usuarios y efectuar una micromedición de consumos. Un punto trascendental es el establecimiento de tarifas adecuadas para lograr la autosuficiencia financiera del organismo operador, lo que debe lograrse con una estructura tarifaria de cobros diferenciados por rango de consumo y tipo de uso del agua, que permita atender los servicios a la población de menor capacidad económica con tarifas bajas, compensándose con el cobro de tarifas más altas a los grandes usuarios y al uso del agua como insumo. Es importante establecer un sistema de facturación y cobranza eficiente, que considere modificaciones al marco legal del organismo operador si es necesario. Además de las acciones anteriores, debe fomentarse la participación activa de los usuarios, involucrándolos en la mejora de la eficiencia de los servicios y en el uso eficiente del agua, es decir, debe fomentarse una Nueva Cultura del Agua, la cual podría, por ejemplo, iniciarse mediante campañas de concientización que motiven a los usuarios a que usen eficientemente el agua en sus hogares, disminuyendo pérdidas y desperdicios, y que después comprendan el valor real del agua y los costos inherentes a la prestación del servicio. En este punto es oportuno señalar que la cultura, en este contexto, se refiere a los valores, creencias, actitudes y decisiones de una sociedad y sus integrantes, y otros aspectos, por ejemplo, los recursos naturales, entre ellos el agua. Por ello, los cambios culturales son lentos y difíciles de lograr. Sin embargo, parece claro que, dado un ambiente cultural específico, un aspecto que influye en forma importante sobre la valorización del agua es su escasez relativa. Por eso, es importante aproximarse al tema de la cobranza, por ejemplo, con argumentos que resalten la necesidad de recursos para la prestación de los servicios, cuyo financiamiento es una responsabilidad compartida entre usuarios y autoridades. En contrapartida, el cumplimiento de la responsabilidad de los usuarios debe acompañarse de una buena prestación de los servicios. 408 LA ESCASEZ EN ALGUNAS ZONAS HA OBLIGADO A LA CONSTRUCCIÓN DE GRANDES OBRAS PARA TRAER EL AGUA DESDE CUENCAS ALEJADAS DE LOS CENTROS DE DEMANDA, CON COSTOS MUY IMPORTANTES, OBRAS DE GRAN ENVERGADURA QUE SE REQUERIRÁN CADA VEZ CON MAYOR FRECUENCIA PARA ABASTECER DE AGUA DESDE LUGARES CADA VEZ MÁS LEJANOS, CON ALTOS COSTOS, TANTO SOCIALES DERIVADOS DE LA OPOSICIÓN DE LOS VECINOS DE LAS ZONAS DONDE SE EXTRAE EL AGUA, COMO DE INVERSIÓN, OPERACIÓN Y MANTENIMIENTO, QUE REQUIEREN RECURSOS QUE DEBEN SER APORTADOS POR LOS USUARIOS BENEFICIADOS. GGV En conclusión, cuando se habla de mejoramiento de la eficiencia comercial de los organismos operadores, deben considerarse los aspectos de eficiencia física, de costos de los servicios y tarifas adecuadas para cubrir todos los costos que implica brindar el servicio y, de forma muy importante, la participación de los ciudadanos mediante el fomento de una Nueva Cultura del Agua, tarea que necesariamente llevará tiempo, pero que es ineludible impulsar desde ahora para poder tener resultados en el futuro. Vista de la tubería de concreto presforzado de 60 pulgadas del Macrocircuito de Distribución de Agua Potable en el ejido El Cristo, en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México. ACR 409 La necesidad de un Nuevo Federalismo del Agua en México Instalación de tuberías para el Macrocircuito de Distribución de Agua Potable, en el ejido Chiluca, en el muncipio de Atizapán de Zaragoza, en el Estado de México. ACR 410 Alfonso Martínez Baca Domenzain La disponibilidad de agua en México En México, la disponibilidad del líquido ha disminuido significativamente desde la mitad del siglo XX a nuestros días: mientras en 1955 la disponibilidad era de 11 mil 500 m3/hab/año, en 1999 había bajado a 4 mil 900 m3/hab/año, y de seguir esta tendencia se espera que en 2025 llegue a 3 mil 500 m3/hab/año, nivel peligroso en periodos de escasa precipitación. La situación se torna más compleja, al considerar las peculiaridades del territorio nacional. En el norte y centro del país se concentra la mayor proporción de la población y de las actividades económicas, regiones con una disponibilidad de agua per cápita actual de 2 mil m3/hab/año, rango considerado a nivel internacional como peligrosamente bajo. Singular es la situación en el Valle de México, donde la disponibilidad per cápita es de apenas 200 m3/hab/año, valor crítico que refleja la dependencia de este enorme conglomerado urbano a la importación de cuencas ajenas y a la sobreexplotación de sus acuíferos. Los acuíferos del país se encuentran gravemente sobreexplotados. La tendencia de su aprovechamiento así lo muestra: mientras que 32 acuíferos estaban sobreexplotados en 1975, para 1981 ya sumaban 36; dicha cifra se elevó a 96 en el 2000. En las regiones con acuíferos sobreexplotados se produce un grave impacto ecológico, que se traduce en el agotamiento de manantiales, la desaparición de lagos y humedales, la reducción de caudales base de los ríos, la eliminación de vegetación nativa y la pérdida de ecosistemas. La demanda de agua potable se concentra especialmente en las cuencas del Valle de México y la del Río Lerma, así como en las de la franja norte del país, lugares que dan cabida a sus principales centros urbanos. En el caso de la Cuenca del Valle de México, sus características geográficas hacen complejo el abastecimiento del líquido: está situada en la cota de 2 mil 240 msnm y en una cuenca cerrada sin salidas naturales, ubicación que requiere de cuantiosas inversiones en infraestructura, tanto para conducir el líquido desde cuencas lejanas, como para su posterior desalojo como aguas residuales. LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN Caminos de solución ante los retos del agua Aun cuando los ciudadanos empiezan a percibir el problema del agua como uno de los más graves e importantes del país, persisten patrones de uso y consumo del líquido inaceptables: derroche que propicia severas condiciones de escasez y contaminación. Al respecto, como lo estableció en su momento el Consejo Consultivo del Agua del Estado de México, los conceptos fundamentales que podrían mitigar la problemática actual del preciado recurso son los siguientes: a) Crear una Cultura del Agua b) Procurar el aprovechamiento sustentable del agua c) Establecer una redistribución equitativa y rentable del recurso del agua La grave problemática del agua sólo se podrá resolver con la participación de la sociedad en su conjunto; por ello, las tres instancias de gobierno, en el ámbito de sus competencias, deberán encauzar las acciones, estrategias y políticas que sean necesarias para generar entre la población, no sólo la conciencia de evitar su desperdicio en función de la escasez y costo del recurso, sino también el reconocimiento del agua como elemento estratégico del desarrollo. Los gobiernos deberán desarrollar nuevas estrategias que permitan proveer la suficiente cantidad de agua, con la calidad exigida por los diferentes usuarios, y fomentar el reúso de aguas tratadas de forma ambiental y económicamente segura: que el agua no sea el factor limitante, sino el factor determinante del desarrollo del país y de nuestro estado. Al no considerarse el valor económico del agua, los intercambios del recurso entre regiones o entre sectores han provocado notables distorsiones en el necesario equilibrio entre crecimiento económico, equidad y sustentabilidad ambiental de México. d) Obtener para las cuencas cedentes la retribución justa por el uso del agua e) Mejorar sustancialmente el marco jurídico relacionado con el agua Es inaplazable lograr que se les retribuya a las cuencas cedentes el costo del agua que se extrae de su territorio para ser utilizada en otras cuencas o entidades. La extracción indiscriminada encarece la vida urbana y las actividades productivas de la cuenca cedente, situación que demanda el establecimiento de políticas y estrategias para lograr un trato justo en materia de agua. Debido a las situaciones de inequidad que se presentan en la explotación y aprovechamiento del líquido, el deterioro ambiental y la creciente contaminación de ríos y embalses, resulta evidente que los marcos legales nacional y estatales del recurso agua están rebasados. Su urgente adecuación es impostergable al considerar que las tendencias indican que los conflictos por el agua aumentarán y se agudizarán en el futuro. Para plasmar en realidades los conceptos mencionados, resulta necesario, a mi juicio, aplicar medidas de fondo con base en un nuevo marco jurídico. La Ley de Aguas Nacionales publicada el 29 de abril de 2004 no cumplió con las expectativas que generó al momento de su aprobación. Entre sus carencias destaca que sólo esquematiza la descentralización interna de la gestión del agua, pero limita la participación de los estados y soslaya graves problemas vigentes, a saber: la inadecuada explotación de acuíferos compartidos; el incorrecto tratamiento del trasvase entre cuencas; la ausencia de normas que obliguen al uso del agua residual tratada en algunas aplicaciones; la carencia de políticas para la recarga artificial de acuíferos; el combate al mercado negro del agua y el cambio del uso de agua agrícola a urbano. 411 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La problemática descrita sólo podrá resolverse mediante el establecimiento de un verdadero Federalismo del Agua, que implica la necesaria reforma integral de su marco jurídico, en la actualidad compuesto tan sólo a nivel federal por 15 ordenamientos dispersos, con enfoques sectoriales, operados por diversas dependencias y sin una visión integradora. Esta dispersión de atribuciones en la materia, ocasiona: Falta de coordinación institucional para planear, regular, construir y operar la infraestructura hidráulica para los diferentes usos. Duplicidad de funciones con la consecuente pérdida de recursos humanos, materiales, tecnológicos y económicos en un medio caracterizado por su escasez. Abandono de los programas de investigación, operación y construcción de infraestructura. Falta de eficiencia en el uso del recurso en sus diversas aplicaciones. Dispersión en las políticas tarifarias. Medidas que deberán aplicarse en el corto y largo plazos Medidas a corto plazo En tanto se concretan los cambios sustanciales al marco jurídico, podrían instrumentarse, con voluntad política, una serie de medidas urgentes en el corto plazo: 1) Convenios Federación–entidades federativas. Celebrar convenios entre la Federación y los estados para que éstos asuman atribuciones, derechos y responsabilidades en materia de aguas nacionales dentro de sus respectivos territorios, respecto a la realización de obras hidráulicas; la explotación, uso y aprovechamiento del recurso; y la operación de los sistemas, con los necesarios apoyos financieros para llevar a cabo tales funciones. De igual manera, debe establecerse en dichos convenios la facultad de las entidades federativas para intervenir en el otorgamiento de concesiones y asignaciones de agua, bajo la normatividad del Gobierno Federal. 2) Transferencias de caudales, solidaridad entre las entidades y compensación económica. Las transferencias de caudales, importante instrumento vertebrador del territorio, deben justificarse con poderosos motivos de interés general que respondan a situaciones de carencias estructurales acreditadas en el tiempo. El marco legal del recurso debe someter la realización de las transferencias a importantes cautelas ambientales y socioeconómicas, destinadas a garantizar que en ningún caso el desarrollo futuro de la cuenca cedente pueda verse comprometido por la transferencia. En tal virtud, la entidad federativa debe tener la facultad de señalar lo anterior y, en su caso, vetar la transferencia y/o la sobreexplotación. Cabe señalar que el Estado de México ha sido y seguirá siendo solidario con el Distrito Federal. Sin embargo, es necesario destacar el costo que ha tenido el deterioro ecológico y económico en sus cuencas, sin ninguna compensación por ello. En el Valle de Toluca se perforaba hace unos años a 60 m; hoy en día se perfora a más de 200, con el consiguiente aumento en el costo de inversión y operación. Especial importancia cobra la regulación del régimen económico–financiero de las transferencias que, en adición a la recuperación de los costos implicados en la misma, debe propiciar el desarrollo conjunto de las cuencas cedente y receptora, mediante 412 LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN el establecimiento de una compensación económica destinada a resarcir ambientalmente a la cuenca cedente, a fin de que ésta no vea amenazado su desarrollo económico y social. En este sentido, se dará especial énfasis tanto en garantizar la máxima eficiencia en la gestión del recurso en las cuencas receptoras, como en la regulación de las reservas hidrológicas por motivos ambientales, la protección de las aguas subterráneas y la conservación de humedales en la cuenca cedente. 3) Desarrollo institucional. En términos de lo dispuesto por la Ley de Planeación, es obligación de la Administración Pública Federal conducir sus acciones conforme a lo previsto en el Plan Nacional de Desarrollo y los programas que se deriven, por lo que debe de apegarse a lo establecido en el Programa Nacional Hídrico. En este sentido, se coincide en que, para el manejo integral y sustentable del agua, en cuencas y acuíferos se requiere: Incrementar el gasto público en la investigación de los recursos hidráulicos del país. En especial lo relativo a la recarga y capacidad de los acuíferos subterráneos cuya sobreexplotación y contaminación constituye un problema prioritario en México. Modernizar e incrementar la red de medición y monitoreo de los recursos hídricos mediante estaciones climatológicas e hidrométricas, laboratorios para la calidad del agua y radares meteorológicos, fuentes de información para toda decisión en el sector, en especial para la protección de la sociedad ante la presencia de fenómenos meteorológicos extremos y el correcto diseño de las obras hidráulicas. Impulsar la capacitación de los recursos humanos del sector, fomentar el desarrollo y transferencia de tecnología y establecer el servicio civil de carrera, sobre todo en la instancia municipal. Ampliar, rehabilitar y modernizar los Distritos y Unidades de Riego. Evitar la erosión de las cuencas provocada por la deforestación y agricultura inadecuadas. 4) Fortalecimiento de los organismos operadores de agua. Se requiere fijar las bases para el desarrollo y fortalecimiento de los organismos operadores de agua, actualmente regidos por un marco jurídico y regulatorio inadecuados y por la politización de sus decisiones básicas. Esta situación genera el incumplimiento de sus objetivos, hecho que se refleja en una limitada cobertura y calidad de los servicios y en la baja eficiencia física y comercial de tales organismos, lo que les impide alcanzar una verdadera autonomía financiera. Deben promoverse, por tanto, modelos de desarrollo para la administración del agua público–urbana que permitan la participación directa del sector público en la prestación del servicio, por ser éste, en última instancia, el responsable del mismo, y fomenten, ante la gravedad del problema y el monto de las inversiones requeridas, la participación de la iniciativa privada, con lo que se logrará inyectar recursos adicionales en la gestión del agua, aprovechar experiencias internacionales y utilizar los avances tecnológicos en su administración y operación. 413 Desarrollo habitacional en construcción en el municipio de Metepec, en el Estado de México. CFM Medidas a largo plazo Resulta claro, entonces, que abordar el problema del agua implica una profunda reforma al marco jurídico nacional, incluyendo lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. 1) Actualmente la legislación emitida por el Congreso de la Unión y la jurisprudencia del Poder Judicial Federal, al interpretar el contenido del párrafo quinto del artículo 27 constitucional, han establecido que sobre el agua sólo ejerce el derecho de propiedad la nación, entendida ésta como Federación. Esta interpretación olvida que los estados, libres y soberanos en su régimen interior, unidos por voluntad propia, constituyen precisamente la Federación. En consecuencia, para establecer un verdadero Federalismo en materia de aguas, es necesaria una reforma integral que determine claramente el ámbito de responsabilidades y derechos entre los tres órdenes de gobierno. El marco institucional relativo al manejo y gestión del agua no puede quedar fuera de dicha reforma; se requiere, por tanto, una nueva ley de aguas nacionales que reglamente, de manera clara y precisa, la intervención de los estados en materia hidráulica y evite la centralización de decisiones del Ejecutivo Federal, pues los aspectos más impactantes que afectan la disponibilidad de agua en las entidades federativas son ejecutadas sin la intervención y consulta de los gobiernos locales. Tal es el caso de la autorización de concesiones que con frecuencia propician la sobreexplotación de los acuíferos o, lo más grave, la autorización de transferencias entre cuencas, decisión que afecta severamente la disponibilidad en los estados con cuencas cedentes, sin ninguna obligación para los gobiernos de las receptoras. 2) Lograr la formulación de planes nacionales a corto, mediano y largo plazos que respeten los objetivos y las estrategias de los programas estatales en la materia como documentos rectores de la sustentabilidad hídrica nacional. Estos planes deben realizarse con todos los actores de la sociedad y la participación de los tres niveles de gobierno, debiendo ser aprobados por el Congreso de la Unión y las legislaturas locales. 414 LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN Acciones a instrumentar en el Estado de México En el caso particular del Estado de México, las medidas que deberán tomarse para mejorar la gestión del agua y, por ende, las eficiencias administrativas y operativas de los organismos operadores, tendrán que considerar las siguientes causas y hechos: a) La brecha entre la oferta y demanda del agua aumenta cada día; mientras la segunda se incrementa debido al crecimiento de población y a la necesidad de una mayor cantidad de bienes y servicios, la primera permanece constante en la naturaleza. b) El acceso al agua potable se dificulta más, las fuentes potenciales de abastecimiento se encuentran cada vez más alejadas de los sitios de consumo, o más profundas en el caso de las aguas subterráneas, con el peligro de extraer aguas mineralizadas que requieren de fuertes tratamientos de potabilización. c) En el Estado de México, las principales causas de su escasez son el crecimiento demográfico debido a la inmigración que proviene de otras entidades federativas; la tala inmoderada de los bosques; la erosión y la transferencia de caudales a la capital de la República, hecho que ha generado la sobreexplotación de nuestros acuíferos por más de 50 años, con el consecuente deterioro de sus cuencas y la contaminación de sus aguas superficiales y subterráneas. Para hacer frente a esta crítica situación, se requiere de la coordinación de acciones y programas de las tres instancias de gobierno, de la participación de la iniciativa privada y de la sociedad en su conjunto, dentro de un marco legal que facilite su interacción y determine sus facultades y obligaciones. Dicho marco deberá permitir también: a) Promover una Cultura del Agua que fomente y apoye el aprovechamiento sustentable del líquido; buscar una distribución equitativa y rentable del recurso, y luchar con determinación para que el Estado de México obtenga una retribución justa por las transferencias de caudales a otras entidades federativas. b) Impulsar modelos para la administración de los servicios hidráulicos que permitan el desarrollo y fortalecimiento de los organismos municipales encargados de su prestación. En términos generales, dichos organismos presentan una problemática muy amplia que abarca los aspectos más importantes de su gestión. Se enfrentan a una escasez crónica de recursos financieros y a una limitada capacidad de endeudamiento; operan una infraestructura en malas condiciones que presenta fuertes pérdidas del líquido, lo que implica una baja eficiencia operativa; muestran una amplia rotación en sus puestos directivos, fenó- meno que se traduce en pérdida de experiencia y nulo desarrollo de instituciones, y aplican tarifas que no reflejan los costos de operación, mantenimiento y administración del sistema. Los nuevos modelos (empresas tripartitas, empresas mixtas, concesión, contrato integral o parcial de servicios, BOT, entre otros) deberán establecer condiciones precisas que el concesionario, socio privado o contratista deben cumplir, entre las cuales destacan: fijar compromisos contractuales para elevar las eficiencias comercial y operativa; aportar una inversión inicial para estabilizar la gestión del sistema; implantar esquemas de trabajo que ofrezcan continuidad y planeación a largo plazo; permitir la transferencia y asimilación de tecnologías de punta; todo ello con el fin de alcanzar mejoras apreciables en cantidad y calidad del suministro. c) Analizar y estudiar con detalle si es adecuada la creación de un ente regulador, que se constituya en el instrumento responsable de promover y vigilar el cumplimiento de normas claras, que estimulan la mejor prestación de los servicios y protejan los intereses de todos los actores involucrados. El ente podría tener a su cargo la regulación de las obras y servicios realizados por los organismos operadores municipales, por las posibles empresas paramunicipales, tripartitas o mixtas que se constituyan o por concesionarios encargados de la prestación de los servicios, incluyendo a los comités, consejos o juntas de agua, con el único fin de propiciar la mejora de sus eficiencias comerciales y operativas. Con la anuencia de los municipios y del Poder Legislativo, es posible otorgarle al ente regulador la autoridad y facultades suficientes para que realice con eficiencia su labor de árbitro y supervisor, de lo contrario su trabajo será inviable. 415 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Tomando en consideración los hechos que se han detallado, es urgente y necesario adecuar el marco jurídico del sector agua estatal a fin de lograr: 416 a) Plena concordancia con el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que le otorga a los municipios la facultad de prestar los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales, así como el control de las descargas a los sistemas de drenaje y alcantarillado a su cargo y la construcción y operación de sistemas públicos de tratamiento de aguas residuales y su reúso. Ante este cúmulo de responsabilidades, el ordenamiento deberá reglamentar de manera precisa las opciones por las cuales los ayuntamientos podrán prestar los servicios públicos a su cargo. b) Considerar de interés público la promoción y el fomento de la participación organizada del sector social y de los particulares en la construcción de la infraestructura hidráulica del Estado de México, así como en la prestación de los servicios públicos correspondientes, detallando los requisitos que deben cumplir los ayuntamientos para constituir empresas paramunicipales, tripartitas o mixtas. c) Considerar la concesión como la figura jurídica mediante la cual se permite a las personas físicas o jurídicas colectivas prestar servicios hidráulicos. Establecer que las concesiones se otorgarán mediante licitación pública a personas físicas o jurídicas colectivas que cuenten con la experiencia y solvencia técnica y económica. d) Reglamentar de manera precisa el registro, mediante título de concesión para la prestación de los servicios y fijar los lineamientos básicos de operación de los comités, consejos, juntas de agua constituidos o por constituir, integrados por personas físicas y jurídicas colectivas sin fines de lucro. De igual manera, deberá facultarse a la Comisión del Agua del Estado de México y a los ayuntamientos para que decreten la intervención de los servicios concesionados, cuando se interrumpa o se afecte la prestación del servicio o cuando se presente alguna de las causales de terminación, rescisión o revocación establecidas en el título de concesión. e) Especificar que la programación hidráulica, definida como el conjunto de estrategias, políticas, planes y programas por cuenca, región y municipio que permitan inducir y regular la explotación, uso, control y preservación de la cantidad y calidad del agua en la entidad, deberá ser de carácter obligatorio para la gestión integral en materia hídrica en el estado. f) Por su importancia, debe precisarse que los organismos prestadores de los servicios están obligados a llevar a cabo un manejo integral y un uso eficiente del agua. Por lo tanto estarán obligados a instalar medidores de agua en las tomas comerciales, industriales y habitacionales de su jurisdicción, así como llevar a cabo la macromedición de los caudales que reciben. En el mismo sentido, deberán establecer los sistemas que permitan detectar y reparar oportunamente las fugas visibles y no visibles en las redes de distribución y líneas de conducción a su cargo. g) Especial atención merece el adecuado tratamiento y posterior reúso del agua, que constituye una de las opciones más prometedoras para la conservación del recurso, al abrir enormes posibilidades para su manejo eficiente y sustentable. Su importancia en el ámbito urbano obligará a que se desarrollen sistemas de distribución duales para la conducción tanto de agua potable como de agua residual tratada, destinada a un creciente número de aplicaciones industriales, de servicios y de riego en áreas verdes, situación que deberá ser puntualmente considerada. h) Es un hecho que el uso de agua tratada para la inyección de los acuíferos y aun para el abastecimiento directo de agua potable se extiende cada día más. El público usuario aún rechaza el líquido que proviene de alguna fuente de abastecimiento que no sea fresca, pero es indudable que en la mayor parte del mundo los ríos, lagos y reservorios que proporcionan agua para consumo humano contienen afluentes que han recibido algún tipo de tratamiento o, en un gran número de casos, agua residual cruda. Se requiere avanzar en la dirección indicada, mediante señalamientos específicos a este respecto. LA NECESIDAD DE UN NUEVO FEDERALISMO DEL AGUA EN MÉXICO ALFONSO MARTÍNEZ BACA DOMENZAIN Hacia el futuro Según las proyecciones para el año 2020, la población en México ascenderá a 130 millones de personas. Se espera que la economía crezca a un ritmo de 3% anual en ese periodo y que los niveles de vida de la población aumenten. Por lo tanto, es de esperarse que las demandas por agua se incrementarán. A lo anterior se añade que el crecimiento del país no se distribuirá en forma homogénea, tenderá a concentrarse en su zonas centro y norte, las cuales presentan ya problemas de escasez de agua. Esta situación, de por sí complicada, se agudizará en las poblaciones del Altiplano, donde se ha tratado de resolverla por medio del incremento de la oferta, sin que se haya logrado la corrección de los gravísimos problemas de la demanda, lo que implicará: a) Enormes inversiones en infraestructura de conducción por la lejanía de las fuentes de abastecimiento. b) Altos gastos de operación por el consumo de energía requerido para elevar el agua. c) Elevados costos del agua para los gobiernos locales y por ende para los usuarios. d) Agudos problemas políticos y sociales en las cuencas y entidades cedentes, en particular dentro de las zonas de extracción. Todo lo antes expuesto apunta a que el manejo del agua en el Altiplano deberá operar adecuadamente la demanda sin incrementar la oferta, estableciendo con decisión política, dentro de un marco legal adecuado, la solución o al menos la reducción de la problemática expuesta. En este sentido, debe asignarse la más alta prioridad a las acciones que incidan en la disminución de la demanda de agua de primer uso. De entre estas, las más relevantes son: a) Reducir pérdidas en las redes de agua potable de 39 a 25%, lo que representaría un ahorro de agua en el Estado de México del orden de los 5.5 metros cúbicos por segundo. b) Reducir pérdidas en los sistemas de riego, elevar en los Distritos de Riego la eficiencia en el uso del agua, que en este momento varía de 30 a 40%, esperando que se alcance 65% y, en Unidades de Riego con eficiencias de 35 a 50%, elevarlas a 70 por ciento. c) Promover y estimular el intercambio de agua de primer uso por agua tratada en la agricultura. Esto puede realizarse mediante la compra de derechos de agua previamente concesionados y la dotación adecuada de aguas residuales tratadas. e) Promover y estimular el ahorro de agua en el uso doméstico mediante la medición domiciliaria y la reestructuración de tarifas diferenciales y progresivas de acuerdo al consumo. f) Incrementar el reúso del agua en los valles de México y Lerma (municipal, industrial, recarga, etc). El reciclado de aguas residuales tratadas para uso público e industrial requiere cumplir con ciertas normas de calidad, por lo que será necesario determinar los costos asociados. g) Estimulación de la infiltración de agua pluviales. Es necesario determinar con precisión las zonas de recarga, y realizar estudios con el objeto de determinar los parámetros de diseño de las obras. d) De lograrse estas metas, el agua de primer uso liberada servirá para satisfacer en parte la creciente demanda público–urbana e industrial del Estado de México. 417 La responsabilidad como un motor de la eficiencia comercial Enrique González Isunza n la actualidad se encuentra vigente la discusión en torno a si el derecho natural de acceso al agua del ser humano debe ser considerado un bien social o natural. La posición de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) consiste en situar ese derecho inherente al ser humano como un bien público, consideración que es compartida por la legislación mexicana. El principio que considera el derecho de acceso al agua como un bien público debe ser analizado en su complejidad, incluyendo factores como las cuantiosas inversiones requeridas para llevar el recurso a través de grandes distancias, lo cual obliga a repensar el concepto del derecho humano al acceso del agua visto como un bien público. E El concebir al agua como un bien público debe implicar la suma de los costos necesarios para el otorgamiento del servicio, lo cual obliga a considerar al recurso vital como un bien económico, desde el punto de vista de los sistemas comerciales que conforman a los organismos operadores. En México existe la impostergable necesidad de adecuar el marco jurídico federal y estatal, de manera tal que pueda convertirse a los organismos operadores en entidades económicamente sostenibles. Para ello no hay que perder de vista la concepción que aduce la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la ONU respecto a la disponibilidad del agua, y tampoco el hecho de que el agua es un bien escaso, que debiera ser visto como un bien económico. Edificio del Agua de la Comisión del Agua del Estado de México en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México. CFM 418 Por otra parte, cabe recordar que las modificaciones realizadas a la Ley de Aguas Nacionales y a la Ley del Agua del Estado de México no han cumplido con las expectativas de descentralizar la administración del recurso vital en México. La razón de la insuficiencia de las reformas radica en que la esencia de las leyes de México se finca en un concepto de república federalista, que en la práctica diverge de sus principios centralizando el rumbo de las acciones relativas a la gestión del agua. La centralización de facto de las normas que rigen al sector hidráulico del país imposibilita una gestión adecuada del recurso. Por tanto, resulta indispensable revalorar y redistribuir las atribuciones a nivel federal, estatal y municipal en torno al recurso, de tal suerte que la estrategia para hacer frente a la escasez del agua sea integral y derive en una tarea corresponsable y compartida. LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA Tanto la sociedad como el gobierno, deben asumir el compromiso de hacer más eficientes los sistemas hidráulicos, en función de los valores que exige la realidad del siglo XXI. De no afrontar la escasez del agua, los indicadores que miden la calidad de vida podrían sufrir un grave deterioro. Cuando se llegue el momento deseable –que por momentos parece utópico– donde toda la población respete, reconozca y cuide el recurso vital, México habrá alcanzado un ideal respecto a la relación de los habitantes con su propio gobierno. De esa manera, la coexistencia entre gobierno y sociedad se verá fortalecida, abriendo el camino a la valoración de los costos de los sistemas hidráulicos y permitirá la formulación de proyectos a largo plazo que busquen cuidar los indicadores de calidad y cantidad de agua por familia otorgada en el ámbito municipal. En México resulta fundamental transmitir a los usuarios los valores y principios intrínsecos del agua, de modo tal que reconozcan la importancia de preservar su disponibilidad y la complejidad de su conducción. El admitir además los costos implícitos del agua, así como la necesidad de contratar personal especializado para su operación, contribuirá a inducir a los usuarios a pagar voluntariamente y de manera natural por el servicio del agua. El acceso al servicio siempre debe estar asociado a un costo, el cual debe ser reforzado mediante disposiciones federales, estatales y municipales que planteen medidas en caso que el usuario no pague su tarifa, situación que debe ser extensiva al Estado de México, en aras de apuntalar la eficiencia de la Cultura del Agua y de la Cultura del Pago. Durante generaciones, en México el agua ha sido un bien que para la población no representa ningún costo, situación de la cual el Estado de México no ha sido la excepción, y en donde incluso existen lugares donde nunca se ha cobrado. Tal fenómeno hoy día se ha vuelto en muchos casos una tradición y una costumbre, por ello, es necesario que se impulse una Cultura del Agua donde su valor sea otorgado tanto por su servicio, como por las necesidades que satisface. En la medida en que se abandone la concepción en torno a que el agua es un bien gratuito, se comprenderá mejor la importancia de pagar sus costos, sin dejar de considerar tanto la equidad en el acceso, como los proyectos a largo plazo para la dotación de servicios hidráulicos. En la actualidad existen restricciones en la Ley General de Salud, específicamente en el Artículo 121, que inhiben a los organismos operadores a cortar el servicio de agua cuando ésta no se paga. De ahí que el marco jurídico deba ser modificado para que las disposiciones legales garanticen, a quien otorga el servicio, que podrá realizar el cobro por la prestación del servicio. A nivel gubernamental, es necesario realizar un esfuerzo paralelo a las modificaciones jurídicas, con el propósito de arraigar una Cultura del Agua en la población, de tal manera que se reconozca el costo implícito que significa la dotación del servicio. Si no se refuerza una Cultura del Agua y no se crea una Cultura del Pago, las modificaciones al marco jurídico serán insuficientes. Mediante una estrecha sinergia, estas dos acciones contribuirían de manera importante a la rentabilidad y sustentabilidad de los organismos operadores de agua. 419 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Labores de mantenimiento preventivo de sistemas hidráulicos en el municipio de Chalco, en el Estado de México. ACR El reto fundamental de los organismos operadores en el Estado de México consiste en abandonar la tentación de no cobrar el servicio del agua, ya que de omitir la recaudación, se distorsiona la obligación que les fue conferida. Además, en muchos casos no se promueve la continuidad de las políticas públicas, y tampoco se cuenta con una capacitación adecuada del personal operativo y comercial, lo que provoca que no se consoliden programas con una visión de futuro. Por otra parte, es preciso ampliar los objetivos del organismo, más allá del corto período de gestión que tiene la administración de un ayuntamiento. A cambio, se requiere fomentar una relación sana con la población, donde se impulse un esfuerzo serio por cobrar el agua con equidad, mediante tarifas justas y estratificadas para cada zona del territorio municipal. De esa manera, los organismos operadores podrán estar preparados para hacer frente a los retos propios de su área de acción. Es importante destacar que el sistema político mexicano no acepta modificaciones de fondo en su estructura actual, por lo que los retos de los organismos operadores relacionados con la gestión del agua en cada uno de los municipios seguirán vigentes. La estrategia que promueve la privatización de los organismos operadores como el camino para volverlos más eficientes es en parte una falacia, ya que se origina en aseveraciones que generalizan mitos como el de que sólo quien tiene su origen en el sector privado puede conducir una empresa de manera ordenada y rentable. Por la complejidad propia de algunos municipios, la privatización debe ser impulsada de manera analítica, y sin menoscabo del control del sector público respecto al rumbo de las inversiones en infraestructura, especialmente cuando se trata de obras para la población marginada. Debe procurarse que los organismos operadores no se conviertan tan sólo en empresas modelo en rentabilidad y eficiencia, sino que conserven en todo momento su misión de servir a la población en su conjunto. Lo anterior nos 420 LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA evidencia que el servicio debe ser prestado por los organismos operadores, dentro de la administración pública. Otro de los grandes retos para la esfera municipal en torno a sus organismos operadores es el impulso de su eficiencia técnica, que con frecuencia es casi nula. No obstante, resulta igualmente importante el aspecto comercial de la administración en los organismos operadores, área que enfrenta mayores problemáticas intrínsecas, afectadas generalmente por decisiones de orden político. Combate de inundaciones en el municipio de Ecatepec de Morelos, en el Estado de México. ACR Por cuanto al área técnica se requiere el apoyo conjunto y coordinado de los tres órdenes de gobierno, de tal manera que se impulse la calidad y profesionalización del personal. Así, podrán emprenderse acciones de mayor alcance para elevar la eficiencia técnica y valores rentables, adaptando las experiencias de sistemas exitosos de otros países. El actual debate en torno al sistema político mexicano plantea ideas importantes y de orden estratégico, tales como la discusión en torno a la reelección en los ayuntamientos y en cuanto a la amplitud de sus períodos de gobierno; o incluso, en torno a una mayor independencia de los organismos operadores, de los vaivenes de cada gestión municipal, de tal forma que sean instituciones viables y eficientes. La profesionalización y permanencia de personal calificado deben ser auspiciadas con la mayor prioridad. Un organismo público debe mantener una perspectiva social al tiempo que cumple con la cualidad de ser económicamente equilibrado y orientado hacia la viabilidad financiera. Además, sus recursos excedentes deben ser enfocados a una planeación que optimice sus diferentes actividades y mantenga una visión de futuro realista ante las 421 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL CREO QUE UNA DE LAS SATISFACCIONES MÁS IMPORTANTES QUE SE TIENEN AL TRABAJAR EN UN ORGANISMO OPERADOR, ES CUANDO SE LOGRA LLEVAR AGUA A LAS ZONAS MÁS NECESITADAS. AUN CUANDO NO SE GARANTICE EL COBRO DE ESA AGUA, HACERLA DISPONIBLE EN ZONAS DE ALTA MARGINACIÓN COMO EN REGIONES DEL ORIENTE DEL VALLE DE MÉXICO SE CONVIERTE EN UNA SATISFACCIÓN PARA LA PERSONA QUE HABITA DENTRO DEL SERVIDOR PÚBLICO. EGI Dotación emergente por medio de camión-cisterna de la CAEM a una familia del municipio de Chimalhuacán, en el Estado de México. ACR perspectivas de escasez aguda que seguramente afrontarán en el mediano plazo. De esa manera, el organismo operador podría ser económica y técnicamente autosuficiente para atender otras actividades de orden primordial como el cuidado y la recarga de sus acuíferos, el aprovechamiento del agua de lluvia, así como otras actividades de orden estratégico que son viables únicamente cuando es sana la administración de un organismo operador. Una vez que un equilibrio razonable se alcance, será posible afirmar que existen las condiciones para robustecer el servicio público, de tal manera que no sólo éste pueda brindarse, sino que su prestación resulte rentable. Desde un punto de vista absoluto, ése debe ser el fin de los organismos operadores y los servicios que brindan: el servir con calidad y oportunidad a la totalidad de su población, garantizándole una oferta de agua sostenible. 422 Las modificaciones al marco jurídico que norma y regula la existencia y operación de los organismos operadores deben garantizarles que dispongan de periodos suficientemente amplios para acrecentar y consolidar la calidad de su administración, para acopiar, depurar y mantener actualizada su información y darle permanencia a las políticas y programas que impulsan. Por su parte, el fortalecimiento de su autonomía podría permitir a los organismos responder a los cada vez más complejos desafíos técnicos, con un ingrediente indispensable, la continuidad en sus programas. Consideramos que sólo así podría pensarse en una posibilidad razonable de éxito. LA RESPONSABILIDAD COMO UN MOTOR DE LA EFICIENCIA COMERCIAL ENRIQUE GONZÁLEZ ISUNZA Sobre la Cultura del Agua La Cultura del Agua, como todo proceso educativo enmarcado en la administración pública, requiere de un largo plazo para que rinda frutos. Deben tomarse acciones que impliquen un impulso a la educación, los valores y los principios, que en suma generen un reconocimiento del valor del agua. Pero, a la par, debe contarse con medidas a corto plazo que difundan mensajes reflexivos mediante una comunicación social pertinaz e inteligentemente concebida. En conjunto, estos dos esfuerzos, en una interacción coordinada, representarían un factor de progreso al inducir en los usuarios una apreciación racional del recurso. Detalle de la Presa de Valle de Bravo, en el Estado de México, una de las principales fuentes de abastecimiento del Sistema Cutzamala. CFM Para arraigar una verdadera Cultura del Agua es preciso aparejar un conjunto de medidas de persuasión, que conduzcan a una actitud corresponsable en el uso del agua. Resulta necesario, por ende, el impulso de una serie de normas dirigidas a la sociedad, de manera tal que de no ser respetados los valores a partir del conocimiento pleno de la escasez por la que atraviesa el recurso, puedan ejercerse sanciones que promuevan la responsabilidad y obligaciones en torno al acceso al servicio de agua potable. A través del conocimiento responsable de las normas y de sus correspondientes sanciones, el usuario se verá obligado a corresponder la invitación por arraigar un valor que esté asociado con el propio recurso, de tal suerte que por las dos vías mencionadas –educación y comunicación de la Cultura del Agua– el usuario pueda responder al pago de los servicios al organismo operador y éste pueda actuar eficientemente tanto en el aspecto comercial, como en la calidad del servicio brindado. Además del necesario impulso a la Cultura del Agua, un punto que resulta medular en la esfera municipal hoy día, es la adecuación de las tarifas. Éstas resultan esenciales para crear una percepción realista de la escasez del recurso pues deben provocar una valoración del agua al utilizarla o desperdiciarla. El usuario necesita ser estimulado para adquirir conciencia de que al hacer un dispendio del recurso no sólo le implicará un costo superior, sino que significará la herencia de un problema mayor a las próximas generaciones. 423 Soluciones integrales para alcanzar altas eficiencias en el área comercial en el Sistema de Aguas de la Ciudad de México Panorámica desde la zona de Santa Fé, en el poniente del Distrito Federal. CFM Ramón Aguirre Díaz l tamaño y complejidad de la red hidráulica de la Ciudad de México obliga a pensar en soluciones integrales. Un error típico de los organismos operadores es el concentrar los esfuerzos en uno o dos renglones y no avanzar de manera integral. Bajo este criterio, se considera inadecuado, por ejemplo, desatender la actualización del padrón de usuarios mientras se avanza en otras áreas como fugas o infraestructura, pretendiendo con ello mejorar los niveles de eficiencia. E Esa interrelación se presenta con el área comercial, incluso, en una actividad que pudiera considerarse ajena como es el tratamiento de aguas residuales. Cuando el organismo trata el agua, además de brindar el servicio de saneamiento, cumple con una obligación normativa y ecológica que se vincula al cuidado del medio ambiente. El tratamiento es, entonces, un servicio que genera un costo, que debe sumarse a los egresos y cuya recuperación es responsabilidad del área comercial. Lo mismo sucede con las acciones para recarga de los acuíferos, que debe considerarse como un servicio paralelo, cuya función es resolver un problema en el balance hídrico y, que por consiguiente, genera un costo que también debería recuperarse. Los objetivos de las áreas comercial y operativa, por lo tanto, deben enfocarse hacia soluciones integrales. De esa forma podría abordarse el problema del Agua No Contabilizada (ANC) o cualquier controversia que relacione tarifas y una zona que reciba un servicio deficiente. En ambos casos, las tareas de la parte comercial y la parte operativa, cuyos objetivos son resolver con eficiencia y agilidad los problemas y de esa manera alcanzar la autosuficiencia en el servicio, se interrelacionan. 424 En México, el sector hidráulico debe tener un carácter prioritario a la luz de los retos que se presentan. Si bien las inversiones orientadas a la infraestructura hidráulica no resultan atractivas para los políticos, ya que la mayoría se edifica en el subsuelo, genera molestias y al final no se ve, es menester que el usuario valore el servicio que recibe, además de que racionalice el consumo, ya que debe estar claro que, de no ser así, la disponibilidad del recurso no está garantizada. SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ Factores necesarios para una solución integral (líneas de acción) 1 2 3 Informática y padrón de usuarios actualizado Medición y mantenimiento preventivo El conocimiento de las eficiencias y la detección del ANC Un sistema comercial eficiente necesita un padrón de usuarios permanentemente actualizado, que se apoye en la gestión de sus técnicos, lecturistas, personal de campo y quienes están encargados de instalar las tomas. La actualización del padrón debe realizarse de manera cotidiana, como un ejercicio habitual de los responsables de las lecturas o de la facturación, sin que por ello se descarten auditorías y, en su caso, revisiones periódicas integrales al padrón, cuyo objetivo sea verificar su confiabilidad. Esta tarea podría hacerse de manera selectiva y detectar probables tomas clandestinas. Para lograr una medición efectiva se requiere trabajo de campo previo de rutas de lectura que estén inteligentemente diseñadas, para que los técnicos puedan realizar una correcta lectura de medidores, utilizando el tipo de medidor que se considere conveniente. En grandes ciudades, los medidores de toque y/o de lectura remota vía radio resultan opciones tecnológicas que deben tomarse en cuenta. La evaluación de la eficiencia integral en un organismo operador se fundamenta en tres ejes: el volumen de producción de la fuente, los volúmenes de facturación y la eficiencia en el cobro al usuario. Una vez que conozca esa información, el organismo sabrá la relación entre lo que produce y lo que cobra que, sin duda, representa uno de los elementos más importantes de la evaluación de la gestión. En el área comercial, un sistema informático tiene la misión de apoyar la gestión detectando errores de lectura o de cobro. Asimismo, debe apoyar todas las áreas del organismo, pero en particular la correcta difusión de la información. Si lograra ese objetivo, el organismo realizaría balances muy aproximados a la realidad del agua que se utiliza y de la que se pierde en sectores específicos. Ésa es la razón por la cual el sistema informático está estrechamente vinculado al proyecto de sectorización. Los sistemas informáticos, además, son clave para apoyar la gestión integral y el control de los procesos que generan información para todas las áreas. Un sistema informático, en resumen, debe ser invulnerable. El mantenimiento preventivo resulta escencial para evitar defectos en la red. En otros países es común llevar a cabo acciones preventivas, práctica que siempre se realiza en México donde los presupuestos resultan insuficientes. Por esto, los organismos operadores se han convertido en entidades que se enfocan a corregir defectos de la red, lo que se traduce en una baja calidad en el servicio. (1) Pantalla de registro de nuevos usuarios del SACM. Archivo SACM (2) Trabajos de mantenimiento en el Emisor Central del Drenaje Profundo, en la Ciudad de México. Archivo SACM (3) Atención a una fuga de la red secundaria en la Ciudad de México. Archivo SACM El área comercial debe trabajar en conjunto con el área técnica y el área operativa para elevar su eficiencia global, sin que se soslaye que incrementar la eficiencia en las grandes concentraciones urbanas es un reto de gran complejidad. Un elemento que debe identificar el área comercial es el volumen de ANC. El concepto incluye los siguientes factores: el volumen que se pierde en fugas, la presencia de tomas clandestinas, las submediciones y, cuando la cobertura de micromedión es baja, también las fugas intradomiciliarias. Una de las estrategias para afrontar el problema del ANC es poniendo en práctica un programa de sectorización, pues uno de sus objetivos es disminuir los caudales que se pierden en la red. 425 Tarifas adecuadas, vía para lograr altas eficiencias Otro elemento de evaluación fundamental es la relación entre los costos operativos del sistema y los ingresos. Un organismo eficiente requiere, cuando menos, cubrir con sus propios ingresos los costos operativos del sistema. Si además puede participar con el financiamiento total o parcial de nuevas obras, estaríamos hablando de un esquema ideal, aunque poco común en México. Para ello, es necesario fijar tarifas adecuadas. Al realizar un análisis tarifario, deben considerarse las evidencias reales y los índices de eficiencia del organismo. Si los niveles de eficiencia son bajos, significa que los ingresos del organismo dependen del grupo de usuarios que está al corriente de sus pagos. Si un organismo no considera sus eficiencias al evaluar su esquema tarifario, también se propicia un mal servicio. Además, si el organismo operador logra fijar tarifas justas, también conseguirá altos niveles de eficiencia en cuanto a cobro y facturación. Existen dos maneras de prestar el servicio de agua. La primera es un servicio de buena calidad con tarifas justas, con lo cual el usuario recibirá un servicio continuo y agua potable de calidad. La segunda es un servicio intermitente con agua de mala calidad, probablemente con bajas tarifas. Esta última opción implica que un componente de las bajas tarifas, en muchas ocasiones, es precisamente el mal servicio. Un círculo vicioso que es necesario romper. 426 Por otra parte, la aplicación de tarifas debe apuntar hacia la autosuficiencia y respaldarse mediante un estudio previo. Una vez realizado este estudio, los organismos operadores deberán difundir los resultados y presentar un análisis comparativo utilizando distintas tarifas. Las tarifas crecientes, donde se cobra un precio unitario mayor conforme más se consume, es una práctica común y conveniente en los organismos operadores del país. La política de prestación de un servicio deficiente provoca que los organismos no lleven a cabo acciones que son de su responsabilidad, como sucede con el tratamiento de aguas residuales. Una política de servicio deficiente provoca fallas recurrentes en segmentos de la red que deberían reemplazarse. Además, los organismos operadores laboran no obstante la presencia de fugas, a sabiendas de que algún segmento de la red debiera ser sustituido cuanto antes. Cuando se calcula una tarifa, el área comercial debe considerar actividades como el mantenimiento y la sustitución de redes, entre otros, no obstante que se haya presupuestado el pago de la energía eléctrica o el mantenimiento preventivo de los equipos de bombeo. Tales acciones deben considerarse necesarias para un correcto funcionamiento del organismo y, por ende, parte del costo de operación y de la prestación de un servicio integral. Por tal motivo es necesario aplicar tarifas que reflejen los costos reales de operación y mantenimiento del sistema. Otro objetivo de las tarifas es aportar recursos que complementen los ingresos fiscales, y se puedan contratar créditos para la realización de obra pública. Una situación ideal sería fijar tarifas reales y lograr un alto índice de cobranza, para ofrecer un mejor servicio. No obstante, muchos organismos no han conseguido transferir el costo real del agua al usuario. Esto quiere decir que se subsidia el servicio por medio de recursos fiscales o a través de la prestación de un servicio deficiente. En consecuencia, las inversiones se orientan a solventar las necesidades y las deficiencias en el servicio. A su vez, el sistema comercial debe contar con capacidad crediticia que le permita financiar la construcción de infraestructura. Planta Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México. Archivo SACM SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ El mayor reto: los ingresos Un mayor contacto con el usuario El Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) es uno de los organismos con mayor subsidio del país, ya que 50% de los recursos necesarios para su operación son aportaciones del Gobierno del Distrito Federal. La razón es simple: las tarifas autorizadas son de las más bajas del país para organismos de su tipo, mientras que los costos operativos son de los más altos del mundo. El contacto directo con el usuario, ya sea mensual o bimestral, la imagen que un organismo proyecta hacia la ciudadanía y su gestión comercial, son renglones de trascendental importancia que deben tomarse en cuenta si el organismo operador busca mejorar. La gestión comercial debe apoyar la imagen del organismo, cuidando la atención y el trato al usuario. Debe procurarse la funcionalidad de las oficinas y las salas de espera, así como reducir el tiempo de espera. La atención adecuada debe garantizarse desde el momento en que el usuario gestiona una nueva toma domiciliaria. Las tarifas que aplica el SACM son tan reducidas que, en caso de lograr una eficiencia en el cobro de 100%, apenas generaría el capital suficiente para financiar alrededor de 65% del costo operativo. Este dato refleja los insuficientes recursos que se obtienen a través de las tarifas en el Distrito Federal (DF) y el reto que enfrenta el Sistema de Aguas de la Ciudad de México. Si el usuario recibe una atención esmerada y un servicio de mayor calidad al que brinda, por ejemplo, un banco, se mejora la imagen del organismo. Asimismo, los recibos que se expidan deben incluir cobros justos para evitar reclamaciones. No obstante, es necesario que el organismo tenga procedimientos claros y sencillos que permitan resolver a la brevedad cualquier controversia. La magnitud del sistema en la Ciudad de México tiende a dificultar la capacidad de gestión, por tanto, el SACM debe minimizar la cantidad de reclamos. Por otra parte, el mejoramiento de la imagen que los organismos operadores difunden debe ir acompañada de un programa de comunicación social que informe las sanciones que se aplicarían a los usuarios en caso de que incumplieran sus obligaciones. Por ejemplo, el SACM evalúa la posibilidad de sancionar a quienes hacen dispendio del agua potable, en particular cuando el usuario riega su jardín a medio día, sin importarle que se registre una temperatura de 35ºC y que el agua, más que cumplir con la función de riego, en su mayor parte se evapore. Mediante las reformas a la Ley de Aguas del Distrito Federal que fueron aprobadas recientemente, el DF tiene contemplado restringir el horario de riego para evitar el dispendio y fomentar la eficiencia y uso racional del agua. Esta reforma también impone la obligatoriedad del uso de agua tratada para los usuarios que puedan y tengan acceso a ella y se prevé imponer sanciones a quien haga caso omiso de la ley. Agencia de Recaudación “Año de Juárez” y módulo de atención a los usuarios, ubicados en la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México. CFM 427 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL 1 Convenios y facilidades de pago El propósito fundamental de un sistema comercial debe ser que la mayor parte de los usuarios pague por el servicio que recibe. Para mejorar las eficiencias de cobro, deben otorgarse facilidades para resolver cualquier controversia, que el usuario liquide sus adeudos pendientes y que en adelante realice sus pagos de manera oportuna. Es necesario que el área comercial aborde el problema de los adeudos, para lo cual deben aplicarse sanciones a los usuarios morosos, respaldadas con argumentos legales. Para ello no deben descartarse acciones restrictivas como la limitación o suspensión del servicio, sin que se olvide difundir la importancia de pagar para recibir a cambio un servicio de calidad. 2 Hacia una Cultura del Pago El SACM analiza actualmente la posibilidad de cortar el suministro de agua potable con fundamento en las reformas realizadas a la Ley de Aguas del DF, a efecto de elevar los niveles de eficiencia y planear acciones preventivas para mejorar la red de agua potable. La Cultura del Pago en México tiene dos aristas. La primera apela a la conciencia del usuario como medio para lograr un uso adecuado del recurso; la segunda fomenta la Cultura del Pago como medio para obtener recursos suficientes y garantizar una adecuada operación. Lo más complicado de la gestión comercial es el cobro al usuario, pues aún está vigente la controversia en torno a si el servicio de agua es un derecho humano y si por ello el pago debe considerarse un aspecto secundario que no debe conseguirse con medidas coercitivas. EXISTE UN RETO DE GRAN IMPORTANCIA RESPECTO A LA RELACIÓN QUE TENEMOS LOS HABITANTES DEL VALLE DE MÉXICO CON EL ELEMENTO AGUA, EL CUAL DEBE PARTIR DEL PRINCIPIO DE QUE ES EL BIEN MÁS ESCASO QUE TENEMOS EN LA CIUDAD. RAD (1) Personal del SACM aplicando una suspensión del servicio de agua potable a una empresa ubicada en la delegación Miguel Hidalgo, en la Ciudad de México. NOTIMEX/FOTO/HECTOR MARTINEZ/HMR/POL/ 428 (2) Escasez de agua en la Colonia CTM Culhuacán, en la Ciudad de México. ESPECIALES08 NOTIMEX/FOTO/ARCHIVO /HUM/ SOLUCIONES INTEGRALES PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN EL ÁREA COMERCIAL EN EL SISTEMA DE AGUAS DE LA CIUDAD DE MÉXICO RAMÓN AGUIRRE DÍAZ Soluciones metropolitanas para la Ciudad de México La problemática del sector agua y saneamiento en el Valle de México nos obliga a trabajar para alcanzar niveles de máxima eficiencia a escala mundial, meta que requiere del trabajo conjunto entre el SACM y los municipios conurbados del Estado de México. Ambas entidades deben avanzar de manera coordinada. El Valle de México es la zona con mayor desequilibro entre la oferta y la demanda de agua, situación que ha obligado a que se sobreexploten sus acuíferos y a que se importe agua de cuencas lejanas. Por ende, el reto debe abordarse de manera integral, de lo contrario no podrán elevarse las eficiencias. Si el DF y los municipios conurbados como Tlalnepantla de Baz, Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl o Naucalpan de Juárez no llevan a cabo acciones para elevar sus eficiencias, la gestión metropolitana del agua se complicará cada vez más. La presión hídrica es la demanda de agua que se registra en una zona en función del volumen de precipitaciones, pero debe considerarse que más de la mitad de éstas tiende a evaporarse. Cuando la presión hídrica comienza a acercarse a la mitad e, incluso, cuando es superior a 40%, la presión se considera fuerte pues, en ese caso, será indispensable captar todo el volumen disponible en esa zona para satisfacer las necesidades de agua. La presión hídrica a la cual se encuentra sometido el Valle de México es un problema que debe atenderse en forma conjunta. Existen ciudades bajo fuerte presión hídrica en estados del norte del país como Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. En esta última entidad, por ejemplo, la presión hídrica es de aproximadamente 76.4%, la cual es considerada muy fuerte. Una situación similar ocurre en Baja California, entidad donde la presión hídrica es de aproximadamente 75.9 por ciento. La situación en el Valle de México es particularmente grave, ya que su presión hídrica es de 155%, lo cual significa que en esta región la demanda triplica el límite razonable en relación con la disponibilidad del líquido. A pesar de ello, la percepción general considera que el volumen de lluvias en el Valle de México es alto, sin considerar la alta concentración demográfica que favorece la centralización de la demanda. Por ello, el SACM debe encaminarse hacia un modelo de uso eficiente del agua, que considere al recurso como un bien escaso dentro del Valle de México. Esto obliga a que se piense, una vez más, en un trabajo conjunto entre el Estado de México y el DF para alcanzar soluciones integrales. Si se planteara un nuevo proyecto para importar agua de una fuente de abastecimiento lejana, ambas entidades tendrían que trabajar coordinadamente, pues los municipios conurbados del Estado de México demandan volúmenes mayores de agua potable que el DF. Otro tema que requiere de soluciones metropolitanas es el drenaje, proceso para el cual no existen diferencias ni límites políticos y que implica el desalojo de las aguas residuales del Valle de México. 429 Estrategias para alcanzar altas eficiencias en los organismos operadores Manuel Gómez Morín Martínez del Río El caso de Naucalpan de Juárez, Estado de México l agua es un elemento imprescindible para el ser humano: sin él no puede llevar a buen puerto sus actividades cotidianas y sencillamente su vida no sería posible. Las autoridades encargadas de administrar el recurso tienen la misión de lograr que el elemento vital llegue hasta los domicilios de los usuarios. E En México los responsables de proveer el recurso a los usuarios son los organismos operadores, los cuales ante la realidad que vive el sector hidráulico, deben caminar hacia la institucionalización, mediante un marco jurídico idóneo que considere consejos de administración que incluyan la participación del sector social. En el municipio de Naucalpan de Juárez 70% del líquido es abastecido por los sistemas Lerma y Cutzamala, operación que requiere el empleo de grandes recursos dada la complejidad de la red de distribución y sus requerimientos de energía, entre otros. El volumen proveniente de los sistemas Lerma y Cutzamala es recibido previo proceso de potabilización, mientras que el líquido extraído de pozos locales muestra buena calidad, por lo que únicamente requiere de un proceso de potabilización antes de su distribución. El restante 30% del caudal que abastece al municipio proviene de pozos propios, cuya operación también es compleja, dado que es necesaria la constante medición de los volúmenes de extracción a efecto de evitar el abatimiento de los pozos y para mantener un estándar de calidad óptima en el agua extraída. Tanque Lomas Hipódromo, ubicado en la colonia del mismo nombre, en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México. Archivo OAPAS 430 (Siguiente página) Oficinas generales del OAPAS, ubicadas en el Fraccionamiento Parque Industrial Naucalpan. Archivo OAPAS Con la participación de consejos de administración, los organismos pueden evitar su politización cada trienio y, a cambio de ello, transitar hacia su institucionalización. De esa manera, los cambios en los mandos superiores y medios obedecerían a criterios fincados en resultados de trabajo. En México el servicio civil de carrera es una tendencia administrativa reciente que sería idóneo establecer para una mejor conducción de los organismos operadores dado su carácter de instituciones públicas descentralizadas y porque sus funciones están definidas con claridad en función a sus metas. Actualmente la institucionalización ya ha mostrado sus bondades en algunos organismos, como son los casos de Monterrey y Guadalajara, cuyos avances les han permitido ser referente a escala nacional. Por otra parte, la misión de los organismos operadores no puede limitarse a entregar el recurso de la mejor manera a los usuarios, también debe incluir considerar su tratamiento una vez utilizado, así como su posterior reúso. La meta para los organismos debe ser clara y sus horizontes deben considerar acciones como las que ya se llevan a cabo en Inglaterra, Francia, Holanda y Alemania, países donde inclusive el agua tratada proveniente de uso doméstico se potabiliza y vuelve a ser susceptible de consumo humano. La responsabilidad del usuario en la gestión del recurso también es importante. Para el usuario debe quedar claro que el proceso de conducción del recurso tiene un costo, que es su responsabilidad afrontar. ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO a) Acciones para fortalecer el área comercial Una de las metas del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Naucalpan de Juárez (OAPAS) fue aumentar su eficiencia comercial en 5% anual desde el año 2006. El primer reto a vencer para lograr tal objetivo consistió en las inconsistencias encontradas en registros, que tuvieron que ser corregidas para contar con indicadores más precisos que mostraran el avance en cuanto a la eficiencia comercial. A partir de las correcciones, el OAPAS incrementó significativamente sus ingresos por cobro de derecho de agua. En 2006 el ingreso presupuestado por concepto de derechos era de 387 millones de pesos, meta que fue superada en 20 millones. El 2007 fue otro año donde la meta fue superada por 25 millones de pesos, esta vez en índice de cobranza, cuya meta inicial fue de 449 millones. Para 2008 la meta prevista es 490 millones de pesos y en atención a las tendencias, se espera que nuevamente sea superada. Uno de los puntos clave para aumentar los ingresos de derechos fue la consolidación del área de comunicación del OAPAS, factor fundamental en el incremento de recaudación de derechos por servicios de agua en el municipio. Simplificación y plan de descuentos Creación del área de restricciones Una de las acciones realizadas en el área comercial y de comunicación fue la simplificación de los estados de cuenta que se envian al usuario. Asimismo, en la actualidad el OAPAS envía regularmente correspondencia a los usuarios, mediante la cual se les invita a pagar sus derechos. En 2008 el OAPAS inició una campaña en la que se dan a conocer facilidades de pago a través de apoyos con subsidios en recargos y la condonación de multas. El OAPAS puso en marcha un área de restricciones, la cual tiene la responsabilidad de realizar alrededor de 6 mil restricciones anuales, que representa un promedio de 500 disminuciones de consumo mensuales. Un factor clave atrás del éxito de las campañas promovidas por el OAPAS ha sido el envío masivo de cartas a los domicilios de los usuarios. Actualmente se envían cerca de 50 mil cartas que son dirigidas a los usuarios en situación de atraso. El tono que se utiliza en las misivas es ligero, sencillo, invitando a saldar las deudas con facilidades de pago. En la misma carta se informa al usuario cuál es el monto de su adeudo, una vez aplicado el descuento. Antes de reducir el servicio, esta oficina envía una misiva a los usuarios para invitarlos a realizar su pago con un tono amable. Como parte de la correspondencia, el usuario es notificado del plazo específico en el que puede solventar sus deudas, de lo contrario es advertido del próximo proceso de limitación a su consumo. Si después de la invitación el usuario omite realizar su pago o visitar las oficinas del organismo, para hacer aclaraciones el siguiente paso es la restricción. Al tiempo que se escatima el servicio al usuario, se colocan grandes cartelones en las paredes de su domicilio, como parte de una política de comunicación, utilizando un tono más agresivo. Con tal estrategia, se envía además un mensaje a los vecinos del usuario en proceso de restricción, con lo cual quedan advertidos de la efectividad del cobro. Tal ha sido la metodología para lograr el incremento de las eficiencias de cobro en Naucalpan de Juárez. 431 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Política tarifaria en relación a lograr altas eficiencias En Naucalpan de Juárez la tarifa promedio es de aproximadamente 10.50 pesos/m3, monto que es considerado alto en función de las tarifas que se aplican en otros municipios mexiquenses. Como parte de su política tarifaria, el OAPAS administra la aplicación de subsidios cruzados, que son financiados principalmente a través de la propia tarifa. En 2009 el OAPAS trabaja para incrementar sus eficiencias físicas y comerciales en aras de lograr que un mayor número de usuarios esté al corriente con sus pagos y además busca reducir los incrementos en sus tarifas. Lo anterior considerando que en la medida en que un organismo operador ofrece un mejor servicio, un suministro regular, y logra reducir las fugas, el incremento a las tarifas tenderá a ser menor. Vista general de una de las colonias de la zona popular, ubicada en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS Actualización del padrón de usuarios Muestras del levantamiento del padrón de usuarios en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS 432 El OAPAS actualiza su padrón de usuarios con el objetivo de incrementar su cobranza. Esta acción, en conjunto con la actualización del padrón de redes, permitirá al organismo conocer el estado de su infraestructura y detectar sus ineficiencias. Una vez obtenidos los resultados, al organismo le será más sencillo emprender acciones dirigidas a corregir sus rezagos. ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO b) Comunicación en dos vías, medio para incrementar eficiencias Uno de los factores que propició el aumento de las eficiencias del OAPAS fue la mejora de la comunicación con el usuario, logro que se dio en función al siguiente principio: comunicación en ambos sentidos. Si bien el organismo debe tener un canal adecuado para transmitir información desde la institución, es preciso que exista otro conducto mediante el cual la sociedad pueda expresar aquello que necesita señalar respecto al servicio que está recibiendo. La comunicación ha resultado un instrumento eficaz para el cambio de hábitos y el fomento de la Cultura del Agua en los usuarios, y puede establecerse mediante diversas estrategias: a través del envío de correspondencia; mediante visitas a instituciones educativas; realizando reuniones con consejos de participación y asociaciones de colonos; u organizando foros y conferencias. Para lograr establecer una comunicación adecuada, debe hacerse todo lo que esté al alcance de los organismos, siempre con el objetivo de extender la Cultura del Agua y mejorar la recaudación y otros indicadores del organismo. Agüita, caricatura oficial del OAPAS en materia de Cultura del Agua. Archivo OAPAS Identificación del trabajador con el organismo El área de comunicación del OAPAS también desarrolla una estrategia mediante la cual fomenta que los trabajadores del organismo se sientan involucrados con la institución. En consecuencia, el organismo invirtió recursos para mejorar las herramientas de trabajo: desde los uniformes de trabajo, hasta el equipo de protección para el personal que labora en tareas de operación, lo que implica una política que muestra interés de la institución hacia sus trabajadores. Personal de operación del OAPAS introduciendo una línea de drenaje, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS Atención y trato adecuado al usuario La modificación de la imagen institucional del OAPAS ha sido clave para incrementar sus eficiencias. Sus instalaciones y las de sus gerencias fueron rehabilitadas con el objetivo de ofrecer una imagen moderna del organismo, con lo cual cambió la percepción del usuario. La meta es que el usuario tenga una atención más esmerada, similar a la que recibe en una empresa privada. El personal encargado de la atención al usuario recibió cursos de capacitación, de modo que pudo sensibilizarse del papel que le corresponde asumir y de la trascendencia que tiene el usuario, único propósito del organismo. Al final el usuario debe saber que la misión del organismo radica en servirle y que toda necesidad que sea requerida por él, debe ser resuelta de la mejor manera. Área de cajas para pago por servicios de agua potable del OAPAS, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS 433 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL c) Rehabilitación de la infraestructura Reducción de tandeos Programas permanentes de drenaje y desasolve El municipio de Naucalpan de Juárez no es ajeno a los problemas de la Zona Metropolitana del Valle de México. En esta demarcación todavía existen amplias zonas donde el suministro se realiza de manera intermitente, es decir, mediante la práctica del tandeo. No obstante, la tendencia es disminuir la frecuencia de interrupción del servicio, mediante la corrección de horarios y tiempos de distribución de agua en esas zonas. Para corregir el suministro de agua potable en Naucalpan de Juárez, iniciarán operaciones nueve pozos en zonas con problemas de suministro regular de agua, lo que mejorará el servicio. Mediante revisiones a las líneas de drenaje y con un programa de desasolve que opera de forma permanente y cotidiana, se han mitigado las inundaciones en el municipio y se han mejorado los servicios de saneamiento. Pozo Alce Blanco, en el Fraccionamiento Industrial Alce Blanco, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS Trabajo preventivo en los registros del alcantarillado en el Fraccionamiento Parque Industrial Naucalpan, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS Actualización del padrón de redes Las redes de Naucalpan de Juárez tienen una vida promedio de entre 40 y 50 años. Muchas de ellas fueron colocadas por los propios habitantes sin asistencia ni asesoría, lo cual significó condiciones técnicas precarias y materiales de calidad disímbola. Para hacer frente a esas adversidades, se descartó hacer una reposición integral de redes, debido al enorme costo que esto significaba para el municipio. El OAPAS comenzó el levantamiento de un padrón de redes, tanto de suministro como de drenaje, acción que hasta el momento no se había realizado. La meta del OAPAS es contar con un padrón integral, que ofrezca certeza de la ubicación de las redes de suministro y de drenaje, así como de sus parámetros de calidad, diámetros, registro de antigüedad y válvulas. Además se prevé la realización de un estudio exhaustivo de la red de distribución y de drenaje, de manera tal que se programe la sustitución de redes. Tanque Las Américas, en la colonia Las Américas, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS 434 Uno de los problemas de infraestructura del municipio es la edad de las líneas de drenaje. Para enfrentarlo, el OAPAS utiliza equipo de monitoreo que cuenta con cámaras que son introducidas a los sistemas de drenaje, particularmente en aquellas zonas con problemas de hundimiento del suelo o fracturas en la red. La utilización de cámaras de monitoreo es prioritaria en esas zonas, ya que de esa forma pueden realizarse diagnósticos precisos que permiten una oportuna sustitución o reparación de líneas. ESTRATEGIAS PARA ALCANZAR ALTAS EFICIENCIAS EN LOS ORGANISMOS OPERADORES. EL CASO DE NAUCALPAN DE JUÁREZ, ESTADO DE MÉXICO MANUEL GÓMEZ MORÍN MARTÍNEZ DEL RÍO El comienzo de la sectorización La ejecución de un programa de sectorización, mediante el cual se tendrán localizadas las redes y su distribución, es otra de las acciones que ha implementado el OAPAS. En conjunto con la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), el organismo operador de Naucalpan de Juárez inició este programa de sectorización a pequeña escala, en aproximadamente cinco o seis manzanas; para posteriormente continuar con la zona industrial, cuya evaluación se encuentra adelantada. Más adelante, el OAPAS tiene previsto continuar la sectorización en zonas residenciales de la parte baja del municipio: Satélite y Echegaray, entre otras, donde la mayor parte de las redes se conservan en buenas condiciones, lo cual facilita su ejecución. Una vez concluido el proceso en las zonas residenciales, la sectorización continuará en la zona popular del municipio, donde las redes tienen mayor complejidad debido a que cada colonia que la integra desarrolló infraestructura de distribución de agua. Macromedición El OAPAS está por comenzar la macromedición en aquellos puntos donde se recibe el caudal de los sistemas Lerma y Cutzamala, acción que se hará extensiva a los tanques y pozos del municipio. La macromedición se implementará empleando tecnología de punta, que ofrecerá datos continuos, ya sea mediante sistemas satelitales y por medio de telemetría. En la actualidad el OAPAS administra alrededor de 5 pozos que cuentan con el sistema de telemetría, tecnología que permite prescindir de la participación de personal del organismo. La información de los pozos es enviada y recibida a un punto que concentra todos los datos. Actualmente se encuentran en construcción nueve pozos que contarán con sistema de telemetría; la meta para 2008 es que los 52 pozos ubicados en el municipio operen con las mismas características. Trabajos de sectorización en Satélite, en el municipio de Naucalpan de Juárez. Archivo OAPAS Elevar la micromedición En la actualidad menos de 50% de las tomas del municipio tiene medición. El suministro intermitente, mejor conocido como tandeo, es la principal causa de este rezago, ya que genera problemas de medición. No obstante, el municipio tiene segmentos donde ya se lleva a cabo la micromedición, para lo cual se utilizan aproximadamente 18 tipos de medidores distintos: desde analógicos hasta de medición remota. Hacia delante existe un plan en Naucalpan de Juárez mediante el cual se pretende hacer una evaluación completa del estado de los 90 mil medidores que ya están instalados. El propósito es establecer un programa de sustitución total de los equipos de medición con tecnología de punta. Sala de control del nivel del agua de los tanques y pozos del municipio, ubicada en la Gerencia de Mantenimiento y Electromecánica. Archivo OAPAS Muestra digital de un domicilio específico, donde se puede conocer su estado de uso y pago por el recurso vital. Archivo OAPAS 435 La sensibilización dentro de los organismos operadores, hacia un beneficio democrático enominamos Cultura del Agua al conjunto de modos y medios utilizados para la satisfacción de necesidades fundamentales relacionadas con el agua. D La Cultura del Agua tiene por objeto promover la adquisición de conocimientos sobre el medio ambiente, la trasformación de actitudes, el desarrollo de Roberto Olivares hábitos y valores que faciliten la construcción hacia la sustentabilidad y el mejoramiento de la calidad de los habitantes de la nación, hacia una cultura ambiental que signifique una nueva forma de pensar, vivir y sentir. En la actualidad, podemos afirmar que se carece de esta visión en la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado y saneamiento. Historia de la gestión de los organismos operadores Hace 25 años se formalizó la transferencia de la responsabilidad sobre la prestación de los servicios de agua y alcantarillado a los municipios, mediante la reforma constitucional al artículo 115, fracción III, mediante decreto presidencial publicado el 3 de febrero de 1983. Con esta reforma se daba cuerpo legal a una tendencia que venía dándose conforme en el país aumentaba la proporción de población urbana, cuyas demandas crecientes ya no podían ser resueltas desde las instancias del Gobierno Federal. En noviembre de 1980 ya se había publicado un acuerdo presidencial mediante el cual la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas (SAHOP) había sido instruida para entregar los sistemas a los municipios, preludio de la reforma constitucional. No debemos perder de vista que, en su origen, el abasto de agua y el alejamiento de las aguas residuales eran una tarea de los ayuntamientos. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando se generalizaron en el mundo los sistemas de abastecimiento en red por circuitos, y cayeron en desuso los sistemas lineales de la fuente al hidrante público, era frecuente que los ayuntamientos decidieran establecer contratos con particulares que asumían las inversiones para la adquisición de los activos necesarios para brindar el servicio, activos de largo plazo que los ayuntamientos no podían costear con su hacienda anual. En 1910, al triunfar la Revolución Mexicana, el Estado comenzó una reapropiación tanto de las 436 aguas como de la responsabilidad sobre los servicios, desarrollando las juntas federales e interviniendo en los servicios municipales, en la medida que aportaba recursos para la construcción de sus redes y sistemas. Fue el crecimiento de las ciudades y la preocupación por la calidad del agua servida, así como el control de las descargas, lo que volvió insostenible que el Gobierno Federal siguiera operando los sistemas. Ya en la década de 1960 se habían creado las juntas estatales y muchos municipios de ciudades menores contaban con comités. Esta transferencia, más bien restitución progresiva de responsabilidades, justo cuando las condiciones de la demanda requerían de mayor capacidad financiera, técnica y administrativa, hacia un orden de gobierno que no siempre contaba con las mejores condiciones para aceptarlas ni los mecanismos legales para hacerse de recursos, generó, entre otras respuestas, una iniciativa de los actores municipales para agruparse e incidir en las políticas que los afectaban, con el agravante de que fueron definidas en el lejano Distrito Federal. El 28 de octubre de 1982 fue creada en Guaymas, Sonora, la Asociación Nacional de Organismos de Agua Potable y Alcantarillado (ANOAPA), para entender un proceso que emanó de la autoridad y que propició su unión, les dio un espacio de convergencia y de intercambio de experiencias, y una voz en el ámbito de la política de los servicios hidráulicos en LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES México. Su antecedente había sido la Asociación Nacional de Juntas de Agua Potable en el Medio Rural, creada en Mazatlán en 1974. La reforma del artículo 115 formó parte de la transformación jurídica de las haciendas públicas municipales. Sin embargo, los servicios hidráulicos siguieron rezagados frente al tamaño de las necesidades. En 1989 se creó la Comisión Nacional del Agua (CNA) y se promueve la modernización de los sistemas municipales. Esta reforma buscó promover una mayor independencia de los organismos operadores, con personalidad jurídica y patrimonio propio, y al mismo tiempo estableció programas de mezcla de recursos y de apoyos crediticios con el Banco Nacional de Obras y Servicios (Banobras), buscando guiar la transformación de dichos organismos en empresas. Sin embargo, los planes maestros y las carteras de proyectos que de ellos se derivaban, aunque en numerosos casos resolvieron problemas graves, no siempre respondían a las necesidades reales de los sistemas y sí, en cambio, generaron apalancamientos importantes que explotaron a raíz de la crisis de 1994. En este contexto, se creó la asociación Empresas de Agua y Saneamiento en 1992, la cual cambió su nombre por el actual, Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) en 1997, convertida ahora en un espacio de intercambio de experiencias, ideas, recursos e iniciativas que buscan favorecer la operación de los sistemas municipales y, fundamentalmente, a los ciudadanos. La ANEAS tiene registrados actualmente a 900 organismos operadores, los cuales brindan servicios de agua y saneamiento a cerca de 80 millones de habitantes en el país; prácticamente tres de cada cuatro usuarios son servidos por organismos representados en ANEAS. En nuestro país, se calcula que existen más de 5 mil operadores; no obstante, tenemos casos como el estado de Chihuahua, donde trabajan aproximadamente 2 mil 200 operadores incluyendo organismos rurales. Fortaleza institucional en beneficio de los organismos operadores Históricamente, los programas con participación federal, orientados a fortalecer los sistemas, no han sido eficaces para resolver la falta de autonomía tarifaria y administrativa real de los organismos, los cuales se han visto cada vez más sujetos a una relación clientelar respecto de los programas federales y estatales. Mientras que en la etapa centralizadora (1948-1983), los sistemas y el Gobierno Federal habían caído en el círculo vicioso de la dependencia de las inversiones federales, cuya recuperación implicaba la presencia constante del Gobierno Federal en el gobierno de los entes municipales o estatales, en la etapa de modernización (1989-2008) los programas federales han reforzado esta intervención, ya no directa pero sí determinante. Los organismos operadores municipales viven atados a una enorme maraña de reglas de operación, requisitos, tiempos y procedimientos para acceder a los recursos que les otorgan las entidades federales y estatales, no siempre con claridad y a veces en beneficio de quienes menos requieren de soporte externo. Hoy en día se menciona insistentemente la posibilidad de instrumentar más mecanismos en forma directa entre la autoridad federal y los organismos municipales. Ante ello, cabe hacer un llamado a la cordura y el apego estricto al espíritu de la Ley de Aguas Nacionales (LAN), cuya función principal es reglamentar el artículo 27 constitucional –es decir, facultar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para cumplir la tarea fundamental de administrar eficazmente las aguas nacionales–, mientras que el artículo 9, fracciones XIII y XIV, menciona claramente que su papel como promotor del desarrollo de los servicios municipales debe pasar necesariamente por acuerdos con los estados. ¿No es también viable agilizar los trámites radicando todos los recursos relacionados con el fortalecimiento del servicio municipal en entidades estatales normativas o reguladoras? Minimizar el recorrido de los recursos que financian las acciones en el sector –recursos que son mayoritariamente de origen fiscal– es imperativo en el actual contexto de desaceleración económica. 437 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La autoridad debe manejarse con velocidad y agilidad, siempre con parámetros de eficiencia. La razón de este principio estriba en que la administración suele tener un índice de atraso considerable de expedientes que entorpecen su relación con los organismos operadores. La falta de estabilidad en las reglas de operación, los tiempos inadecuados en la emisión de las políticas y las reglas y el retraso en la radicación de los recursos tienen enormes consecuencias en la calidad del medio ambiente, la salud de la población y la economía de las localidades mexicanas. Ésta es una realidad que estructuralmente debe ser atendida, reconocida y modificada. Resulta necesario dar a los operadores su condición de organismos descentralizados para que ellos asuman su autonomía y pugnen por su productividad. En un entorno eficiente, el buen funcionamiento de los organismos no depende de los congresos locales ni del ayuntamiento. Debe fortalecerse su autonomía y su sostenibilidad a través del ejercicio cotidiano y ordinario de la colaboración institucional. El modelo actual es totalmente centralista. Es común que cuando se hace un planteamiento a nivel local, la dirección local turna el asunto al organismo de cuenca correspondiente, que luego lo envía a otra instancia. Ese proceso tardío propicia el cansancio de la gente y promueve la aparición de gestores que puedan hacer el trabajo más ágilmente por vías informales. Este proceso ineficaz fomenta ausencia de transparencia, falta de precisión, falta de respuesta y carencia de información. Estos defectos son como incógnitas provocadas por un sistema centralista, un modelo vertical que ya está en desuso. Debe pensarse también en mejorar el funcionamiento de los consejos directivos, en su papel de consejos de administración al interior de los organismos operadores. En las reformas planteadas a finales de la década de 1980 se planteó que estos consejos, con participación ciudadana, serían los actores que tomarían las decisiones en torno, por ejemplo, a la determinación de la tarifa. De esa manera, la decisión se haría con base en todos los componentes y elementos de juicio que proporcionaría el organismo operador para ofrecer a la sociedad de cada localidad un justo equilibrio entre el precio y la calidad de servicio. El Consejo debe ser el que tome las decisiones, debe ser un organismo descentralizado, que piense en función de sus insumos y que tome sus decisiones de acuerdo con las variables que considere. El marco constitucional A partir del año 1980 inició la restitución de la potestad de los servicios a los municipios. Sin embargo, la participación de órganos estatales a través de juntas estatales –todavía con amplia intervención central– comenzó en la década de 1960. La reforma constitucional de 1982 aceleró la constitución de juntas o comités municipales, pero no fue sino hasta principios de la década de 1990 que se promovió, a través de la radicación de recursos presupuestales focalizados, la constitución generalizada de organismos operadores. En los lineamientos para el programa de desarrollo del sector, emitidos por la naciente Conagua, en 1989 se consideraba al orden estatal como un ámbito de transición y soporte para apoyar la creación y fortalecimiento de las capacidades de los organismos municipales; sin embargo, la autonomía de los órdenes de gobierno y las condiciones sociales y políticas de cada entorno dieron origen a 438 una variedad de estructuras institucionales en los estados y municipios. Los modelos exitosos, en general ligados a la existencia de una masa crítica de usuarios aunada a la constitución de consejos directivos orientados al desarrollo económico de sus ciudades, no son lamentablemente la regla sino la excepción. Ante tal estructura institucional, lo que debe fomentarse es el fortalecimiento de las comisiones estatales, que son instancias que ANEAS promueve como espacios de regulación, cuidando además, en algunos casos, las atribuciones de operación. Por otra parte, la Constitución establece en su artículo 115 que los servicios de agua serán potestad de los municipios, lo que inhibe la participación de otros organismos, que al tratar de constituirse enfrentan dificultades. Esta situación puede resolverse mediante una sólida e integral coordinación institucional. LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES ¿Se necesita un ente regulador? En México preocupa la carencia de un ente regulador, ya que existe la idea de que es indispensable contar con él. Sin embargo, debe tomarse en cuenta que en la Unión Europea, de los 21 países que la integran, solamente dos, Inglaterra y Portugal, tienen regulación establecida y obligatoria, en los demás es voluntaria y funciona de forma óptima. Dicha situación, es un reflejo de que no necesariamente tiene que constituirse en México un órgano regulador y de control que sea impositivo. Es importante aclarar, primero, la necesidad y conveniencia de la regulación. La ciudadanía, a través de sus autoridades municipales, confía a una entidad –generalmente descentralizada de la administración municipal– las funciones asociadas a los servicios de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Las autoridades municipales, a su vez, autorizan las tarifas a los organismos operadores, cuidando teóricamente de que la relación entre el precio del servicio y su calidad sea adecuada en sí misma y en relación con las aspiraciones de la sociedad local, pero también con su capacidad de pago. El servicio de agua es, sin embargo, una tarea especializada, lo que impide al ayuntamiento y a los ciudadanos verificar la idoneidad de las decisiones de operación e inversión del organismo. Si bien esto parece dar a los organismos un amplio margen de acción y podría conducir a abusos y a transferir al ciudadano toda una serie de ineficiencias, hay que hacer notar que la inmensa mayoría de los operadores mexicanos actúan con base en principios de ética profesional. Una muestra fehaciente la encontramos en que, a pesar de las bajas tarifas autorizadas y la intromisión constante de criterios político-partidistas en los organismos, éstos han mantenido esquemas de operación viables en el corto plazo. Sin embargo, esta situación es cada vez más precaria. Los directivos y mandos medios de los sistemas son muy vulnerables a los vaivenes políticos, las capacidades gerenciales son escasas y se pierden de manera periódica, mientras que las fuentes de calidad escasean, el financiamiento se reduce y el personal capacitado se va alejando de un sector que no le ofrece perspectivas. En este contexto, contar con un regulador que armonice la relación entre operador, autoridad y ciudadanos aparece como una alternativa que al menos vale la pena estudiar. El organismo operador tendría más seguridad en su independencia operativa, a cambio de tener también una delimitación muy clara de sus responsabilidades en el cumplimiento de las metas asociadas a los recursos que le son autorizados. El ayuntamiento contaría con un apoyo técnicamente solvente para garantizar al ciudadano que los servicios serán de la mayor calidad posible a un precio justo. Y el usuario tendría una instancia para resolver los conflictos que pudieran surgir frente a un operador que tiene mucha más información y recursos que el ciudadano común. Esta forma de regulación no es la única ni implica necesariamente la proliferación de entes reguladores, los cuales, en ausencia de cambios reales que den independencia y estabilidad a los sistemas, podrían solamente engrosar el gasto corriente del gobierno. No obstante, podrían ensayarse mecanismos intermedios, regionales o multisectoriales, como existen en otros países del mundo y, señaladamente, de América Latina. Puede también recurrirse a mecanismos indirectos, como la regulación por comparación o benchmarking, que parte al establecer grupos de organismos con características comparables para rastrear su evolución y propiciar una forma de competencia, normalmente ausente en monopolios como el servicio de agua. Asimismo, otros mecanismos, como el otorgamiento de premios al desempeño –mecanismo que la ANEAS ha promovido y apoyado desde 2004–, constituyen también formas de regulación por incentivos. Por supuesto, como parte de la administración pública municipal, los organismos también son sujetos de los mecanismos de regulación administrativa establecidos por las áreas de control de los congresos estatales. El desarrollo de buenos mecanismos de contabilidad regulatoria y el fortalecimiento de la capacidad en los organismos para asegurar una instrumentación correcta de dichos mecanismos son un 439 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL requisito para hacer de esta vía una herramienta eficaz de regulación, si bien en este caso hablamos más bien de la verificación del cumplimiento de la ley, que en sí misma no incentiva la búsqueda de mayores eficiencias. En este contexto, la conformación de entes reguladores parece digna de ser ensayada. Un ente regulador debe ser autónomo, conservar una libertad en sus funciones de evaluación y supervisión, así como en los mecanismos que hagan su operación sostenible. Como mediador entre usuarios, gobierno y operadores, el ente regulador debe propiciar una mayor eficiencia, claridad y transparencia de las operaciones del sistema de agua y saneamiento, de manera que las ganancias en términos de inversiones más oportunas y transparentes, operación profesional, así como en la estabilidad administrativa y financiera que darían a los operadores, compensen el costo de mantener un operador independiente. Problemática que enfrentan los organismos operadores La problemática que enfrentan los organismos operadores tiene su explicación en los siguientes cinco grandes aspectos: a) Insuficiencia financiera El presupuesto para el Subsector Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento no es suficiente. Por ende, los organismos operadores trabajan con déficit de recursos, lo que les impide alcanzar autosuficiencia y autonomía. Por otra parte, trabajan contradiciendo a su fundamento orgánico, ya que administrativamente están planteados como organismos descentralizados de los municipios, pero en la práctica operan como organismos desconcentrados dependientes del presidente municipal o del ayuntamiento. Uno de los aspectos vulnerables de los organismos operadores radica en que su presupuesto es aprobado ya sea por los congresos locales, los cabildos o el alcalde en turno, lo que incide en que su presupuesto sea deficitario. Los programas federales y estatales, por otra parte, si bien apoyan el fortalecimiento de ciertas funciones de los sistemas, también los obliga a que incurran en procesos burocráticos complicados. Al no resolverse de raíz el problema de la dependencia política del organismo, los frecuentes cambios en la estructura del mismo vuelven improductivas las enormes inversiones de recursos concurrentes, las cuales acaban convirtiéndose simplemente en un mecanismo que permite la sobrevivencia de las estructuras burocráticas que las administran. 440 b) Marco legal inadecuado El andamiaje reglamentario en México no es el adecuado para los organismos operadores. La Ley de Aguas Nacionales es reglamentaria del artículo 27 constitucional, por lo que fundamentalmente se refiere a la salvaguarda de la propiedad, manejo y acceso al recurso agua y los bienes de dominio público federal asociados. El principio del municipio libre ha impedido que se definan, desde el nivel federal, instrumentos periféricos adecuados para la regulación de los servicios de agua y saneamiento, cuyo carácter monopólico implicaría, sin embargo, una regulación específica. Se ha propuesto un proyecto de Ley de Agua Potable y Saneamiento, el cual podría apoyar la estabilidad administrativa y la independencia operativa de los organismos operadores, delimitando a su vez con claridad sus responsabilidades respecto de los recursos que les son confiados para lograr sus metas, cuidando eventualmente el carácter constitucional de dicho ordenamiento. Por otra parte, la Ley de Aguas Nacionales reformada en 2004, si bien incluyó conceptos que buscan renovar las herramientas para la buena gestión de las cuencas y las aguas nacionales, resulta un ordenamiento complejo que todavía carece de reglamento. En los hechos, los organismos operadores saben que, aún cuando paguen sus derechos y tengan sus títulos de concesión, la autoridad federal no les garantiza la seguridad técnica LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES –puesto que las fuentes siguen abatiéndose y contaminándose– ni la jurídica –en vista de que la extracción irregular de volúmenes no concesionados sigue siendo frecuente-. No son triviales los gastos que origina esta situación a los organismos operadores, debido a la adecuación de sus equipos electromecánicos, la sustitución o reemplazo de las fuentes y los crecientes problemas de calidad del agua. Si el Gobierno Federal busca hacer rígidas las normas de calidad del agua, deberá aportar un desempeño más eficaz en la preservación de las fuentes de abastecimiento, tarea que le corresponde por mandato constitucional. Los organismos operadores no sólo comparten la preocupación por la salud de los usuarios, también son quienes la atienden de manera directa y cotidiana en el terreno de los hechos. Otro aspecto legal que vulnera a los organismos operadores proviene de una excepción establecida en la Constitución mexicana, en su artículo 115, fracción IV, que permite que las dependencias públicas a nivel federal, estatal o municipal no paguen por el servicio de agua potable, lo cual genera grandes pérdidas a los organismos. La aplicación del citado artículo pone en duda la obligatoriedad general del pago del agua al tiempo que propicia un descuido en el uso. Se trata de una norma surgida cuando los sistemas eran administrados por el Gobierno Federal, lo cual podría haber justificado en su momento que no se transfirieran recursos entre dos áreas del mismo orden de gobierno. La situación actual no admite esta excepción, la cual, en ocasiones, ha sido justificada por el Gobierno Federal, aduciendo que se entregan importantes recursos federales en forma de subsidios a los organismos municipales; la reducción sistemática de dichos recursos, con excepción de las grandes obras de infraestructura, y la falta de claridad en los cambiantes criterios de los programas, invalidan ese argumento. Por otra parte, las leyes estatales no están en sintonía con la ley nacional y, en ocasiones, el reglamento o bandos locales se oponen e, incluso, contradicen a la Ley de Aguas Nacionales. Muchos estados han buscado incorporar a sus leyes funciones que les permitan no sólo identificar las aguas estatales y hacerse cargo de su administración, sino participar en la administración de las aguas nacionales, ante la evidente insuficiencia de las acciones que, en ese rubro, se llevan a cabo hoy día. Los efectos de la sobreexplotación de acuíferos, los conflictos por las aguas superficiales y la contaminación de las fuentes impactan, en primer lugar, a los actores municipales y estatales que, sin embargo, carecen de facultades para intervenir en la solución de estos problemas y deben acudir ahora a instancias de coordinación que no alcanzan a resolverlos, pero sí diluyen las responsabilidades y la rendición de cuentas. Por otra parte, esta ampliación del interés de los estados por los aspectos de la gestión integrada del recurso puede mermar la atención prioritaria de la regulación y el soporte a los sistemas de agua y saneamiento municipales. c) Alta politización La injerencia de decisiones de orden político en el nombramiento del titular del organismo operador merma el desempeño de los organismos. En ocasiones, su designación no se da en función de su conocimiento en la materia, sino en razón a criterios políticos. La falta de una responsabilización concreta, originada por la multiplicidad de actores que intervienen en las decisiones en forma extralegal, da pie a prácticas de inversión y operación dispendiosas y crea un claro riesgo de corrupción. Otro factor que perjudica la correcta operación de los organismos tiene lugar cuando éstos se ven imposibilitados a elevar sus tarifas, ya que quienes los dirigen aspiran a otro cargo público y un alza en el precio del servicio es una medida impopular. Hacer conciencia social sobre los efectos negativos de las bajas tarifas y el mal manejo de los organismos es necesaria para dar valor político a la buena administración de los sistemas. 441 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL d) Bajas eficiencias Al carecer de un financiamiento adecuado, al no existir reglas apropiadas y al existir políticas equivocadas en los servicios, los organismos operadores enfrentan grados muy bajos de eficiencia. Esto impide el buen rendimiento de los operadores y provoca que la mayoría trabaje en números rojos. Asimismo, existe una alta rotación del personal, lo cual está relacionado con el detrimento de una planeación óptima y de los estándares de eficiencia que se necesitan. Un ejemplo específico de uso eficiente por parte de un organismo operador ocurre con la Junta Central de Agua Potable de Chihuahua. Este organismo no recibe recursos de la Federación ni del estado. Se nutre sólo del dinero de los organismos autónomos en los municipios que son dueños de su infraestructura y de su tecnología. Estos municipios, por el apoyo que reciben de la Junta Central, están en perfectas condiciones. Incluso, cada año, al determinar su presupuesto, la Junta les pide su planteamiento y así conocer los factores de inflación, esquemas, proyectos, y requerimientos presupuestales. En concordancia con lo anterior, sobre la viabilidad de su presupuesto la Junta formula un planteamiento para que salgan adelante con determinada maquinaria y equipo. Otro caso de eficiencia lo constituye el organismo Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, Nuevo León. A cien años de su creación, tiene un fun- cionamiento impecable, en razón de la importante inversión de recursos que se han destinado para convertirlo en organismo modelo a nivel nacional e internacional. Han logrado, entre otras cosas, que la población considere el valor del agua, por las características áridas de la región; pero sobre todo, han posicionado el valor económico de este servicio, al grado de no tener problema con la cobranza. e) Rezago tecnológico La falta de recursos y de reglas adecuadas, la alta politización y los bajos índices de eficiencia, provocan que los organismos operadores no accedan a insumos tecnológicos de vanguardia. Por esa razón, los organismos no pueden invertir en automatizar, sectorizar y en aplicar tecnologías que podrían estar a su alcance pero que, dados sus costos, les resulta difícil conseguir. Una solución de alta tecnología y eficiencia para Torreón, además de la participación de la gente, fue la construcción de un tanque que suministra agua a una ciudad, donde se hace democrático el servicio. El tanque funciona como regulador de la presión en el sistema, logrando así que todos los habitantes de Torreón tengan acceso permanente al agua. Es un tanque que es modelo de tecnología avanzada, construido con acero y vidrio integrado, interior, que evita la contaminación del agua. Al tanque se le vierte el agua, se regula con bombas, entra a presión e inteligentemente se va adecuando el sistema. En las noches, por ejemplo, suministra el agua pertinente, sólo la suficiente para no reventar tuberías. En contraparte, en el día suministra el agua necesaria a horas pico. EN EL MOMENTO EN QUE LOGREMOS LA EFICIENCIA, DENTRO DE UN CONOCIMIENTO INTEGRAL, CON UNA VISIÓN HOLÍSTICA DE TODO LO QUE REFIERE A NUESTROS SERVICIOS Y QUE EL PRECIO DE ESOS FACTORES SE VEA REFLEJADO EN EL COSTO, EL VALOR QUE LA POBLACIÓN PERCIBIRÁ DE LOS SERVICIOS SERÁ EL ADECUADO Y ENTONCES LOGRARÁ ECONOMÍAS TANTO EN LÍQUIDO COMO EN DINERO Y, POR ENDE, PROCURARÁ INSTALAR AHORRADORES DE AGUA. RO 442 LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES La conciencia se fomenta desde el organismo operador El fomento a la conciencia de los usuarios es directamente proporcional a la actitud de la autoridad y los gobiernos. En consecuencia, es necesario transparentar la administración y gestión del recurso agua en favor de una sociedad cada vez más demandante. A cambio, la población debe ser informada con veracidad y debe ser enterada respecto de la problemática del agua en su entorno. Encubrir procesos, atenuar impactos y mantener situaciones insostenibles son elementos que han propiciado que la gente asuma que el recurso agua debe ser entregado sin contratiempos por la autoridad al nivel o al orden que corresponda, y que la falta de pago no representa problema alguno. Puesto que resulta impopular cortar el suministro de agua o cobrarla al costo que corresponde, las autoridades han inhibido la modernización de la prestación de este servicio. Estímulo a la conciencia dentro del organismo operador Lo primero que se debe hacer es informar al usuario acerca de la situación real; dar a conocer los problemas para suministrar agua potable: su extracción, su tratamiento y los grandes gastos que se generan por dichas actividades. También debe informársele lo que se ha avanzado y lo mucho que falta por avanzar. Se debe modificar la mentalidad de que el agua es una prestación y una obligación del gobierno. Debe darse oportunidad al consumidor de razonar y entender la importancia de los servicios. Debe compartirse con el usuario el hecho de que aún es tiempo para tomar medidas y poner en práctica acciones y métodos que ayuden a atenuar los impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos. También debe favorecerse la modificación de los patrones de consumo, informándoles que eso es necesario debido a la mayor cantidad de población que existe, lo que se traduce en un mayor uso y explotación de dichos recursos. Para atenuar los impactos debe también fomentarse el ahorro mediante un uso adecuado y con el pago correspondiente del recurso. Debe realizarse una amplia convocatoria para que la gente se sume a dicho esfuerzo, sin que su participación sea una respuesta a una medida punitiva. Debe fomentarse su participación mediante una invitación a resolver cosas, mediante una visión más humana e integradora. La solución emergerá a partir de una base, de un concepto político que se sustenta en una democracia representativa, en la que la gente se sienta parte del problema; que colabore, sea tomada en cuenta y actúe en función de lo que recibe como estímulo. En síntesis, debe movilizarse a los actores del agua, compartir esfuerzos con otras latitudes y diseñar estrategias y programas para que dicho movimiento se aproveche y tenga impacto a corto plazo. Debemos seguir en esta marcha hacia el progreso sin olvidar que tenemos aliados y herramientas: la tecnología, el sentido común y la conciencia. 443 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Desconocimiento del costo, fomento a la falta de sensibilización Resulta útil recordar que en México el agua no se cobra, lo que se devenga es el servicio de extraer, potabilizar, conducir, distribuir y entregar; además de su proceso posterior: recolectar el agua mediante la red de alcantarillado y su posterior tratamiento. otorgar el servicio del líquido vital, al contrario de lo que sucede con otros benefactores como el gas, el teléfono, la energía eléctrica, el teléfono celular o el servicio de televisión por cable. BAJOS COSTOS DE AGUA = DESPERDICIO El costo de estos procesos desde la perspectiva de los organismos operadores se divide de la siguiente forma: el suministro de agua potable cuesta en promedio 6 pesos/m3, mientras que el proceso posterior representa una cantidad similar o incluso superior. En total, el costo del agua incluyendo su extracción, conducción, desalojo y tratamiento suma 15 pesos promedio, lo que contrasta con los dos pesos que la población paga en promedio por todos esos servicios, tomando en cuenta que sólo la mitad lo hace. Al final, se recauda un peso de los 15 que representa su costo real. ALTOS COSTOS DE PRODUCCIÓN DE AGUA + TARIFAS BAJAS Y SUBSIDIADAS = VALOR CERO AL AGUA (VALOR ECONÓMICO NULO) Al respecto, resulta difícil que la gente adquiera conciencia acerca de la situación del agua en el país, ya que desconoce la realidad y todo lo que implica Una de las razones que impide apreciar el esfuerzo de conducir el agua, es que éste no puede observarse como antaño, cuando el agua era conducida por acueductos y se tomaba de fuentes, proceso que permitía apreciar el esfuerzo de conducirla. En la actualidad, el agua es conducida de forma subterránea, lo que propicia que se desconozca todo lo que se hace para traerla. La mayoría de la población sólo ve un grifo donde forzosamente debe salir agua. Para crear conciencia es importante penetrar algunas capas en la mente del ser humano. Primero está la capa delgada a la que podemos tener acceso; después está la de la sensibilización, en la que es posible entrar, aunque con esfuerzos, mediante un sistema persuasivo de comunicación. No obstante, para llegar a la conciencia se requiere un proceso complicado, al que resulta casi imposible acceder, salvo si se aplican inaceptables medidas coercitivas o de violencia. ANTE LA EVIDENTE SITUACIÓN DE LOS ORGANISMOS OPERADORES EN MÉXICO, CREEMOS QUE DEBE GENERARSE UNA REACCIÓN DE TODOS LOS ACTORES, DESDE LOS NIVELES FEDERAL, ESTATAL, MUNICIPAL, LEGISLATURAS FEDERALES Y LOCALES, ADEMÁS DE LOS USUARIOS. DEBEN DEFINIRSE POLÍTICAS PÚBLICAS ESPECÍFICAS, EN BÚSQUEDA DE LA EFICIENCIA TANTO FÍSICA COMO COMERCIAL, ASÍ COMO LA DELIMITACIÓN CLARA DE LOS ASPECTOS TÉCNICOS, LEGALES Y ECONÓMICOS; DEBE RESPETARSE LA AUTONOMÍA ESTATAL Y MUNICIPAL, ASÍ COMO PROPICIAR UN MANEJO RESPONSABLE DE TARIFAS. (Página anterior y esta) Detalle de la Caída del Borracho, en el municipio de Huixquilucan, en el Estado de México. ACR 444 LA SENSIBILIZACIÓN DENTRO DE LOS ORGANISMOS OPERADORES, HACIA UN BENEFICIO DEMOCRÁTICO ROBERTO OLIVARES La Cultura del Agua Desde la óptica de ANEAS, la Cultura del Agua es un conjunto de acciones tendientes a promover el conocimiento y la valoración de los servicios, para que en todo proceso, la gente valore el agua y esto se refleje en su participación en la Cultura del Pago, y en el reclamo y la exigencia de servicios adecuados y óptimos. Este concepto se engloba en una definición clara de sustentabilidad y de eficiencia por parte de los operadores, así como de ahorro y cuidado de parte de los usuarios. El punto de partida para fomentar la conciencia de la población es el desarrollo de la Cultura del Agua intramuros; es decir, en los operadores que están informados y enterados respecto del papel que cada elemento juega en el concierto del sector agua, con una pauta muy clara de las responsabilidades del director del organismo operador. El operador tiene que cohesionarse en el camino de la eficiencia, la economía y la optimización de recursos. Una vez que los operadores conozcan cuánta agua reciben, cuánta agua cobran, cuáles son los indicadores de eficiencia, podrá saber qué recursos requiere, y cómo están sus estados financieros y, en general, el estatus administrativo del órgano prestador del servicio. Al final, todos estos elementos se reflejarán en la salud de sus redes y en el servicio que otorguen a la población. Para llegar a la meta debe alcanzarse el binomio correcto: un operador capaz y un presidente municipal sensible al problema, así como una autoridad del Gobierno Estatal que brinde su apoyo y que tenga muy clara la situación del sector en su demarcación. También, deben articularse los diferentes proyectos y acciones de Cultura del Agua desarrolladas por diversas instituciones y organismos públicos, privados y sociales: promover la incorporación del componente cultural en las políticas públicas relacionadas con el agua; ser el referente de los diferentes programas y proyectos de carácter nacional, estatal y local relacionados con el agua e impulsar la participación social responsable y critica en la gestión integrada del recurso. Finalmente, todo programa de Cultura del Agua deberá contener un conjunto de objetivos, principios, ejes articuladores y estrategias que se concreten en líneas temáticas materializadas en forma transversal de manera formal y no formal y, en esquemas de comunicación, en donde se propongan estrategias y acciones dirigidas a grupos-meta específicos. Éste deberá partir de un marco conceptual de carácter sistémico, integral e interdisciplinario para impulsar la construcción de corresponsabilidad social en la construcción de escenarios deseables, con una mejor calidad de vida para los habitantes del país. LOS SUBSIDIOS LIGADOS A PROGRAMAS FEDERALES Y ESTATALES, ADEMÁS DE SER CLAROS Y SUJETOS A REGLAS EQUITATIVAS, NO REGRESIVAS NI DISCRECIONALES, DEBEN DESTINAR RECURSOS ESPECÍFICOS AL FOMENTO DE LA CULTURA DEL AGUA, QUE PERMITAN SUPERAR LAS CULTURAS DEL NO PAGO/NO COBRO QUE AFECTAN HOY EN DÍA LA RELACIÓN ENTRE EL USUARIO Y EL OPERADOR. RO 445 En el sitio arqueológico de Huamango, en el municipio de Acambay, en el Estado de México. ACR 446 ESTADO DE MÉXICO REUNIENDO FUERZAS 447 Marco general de los servicios de agua potable y saneamiento esde tiempos remotos, las civilizaciones han buscado establecerse en lugares cercanos a fuentes de agua superficial, como ríos, lagos o presas; o bien, en sitios próximos a las fuentes de agua subterránea, como pozos o manantiales, a fin de abastecerse del recurso vital. En un principio, las fuentes de agua disponibles eran suficientes para satisfacer la demanda de la comunidad; sin embargo, con el crecimiento de las comunidades y el subsecuente desarrollo de ciudades, la disponibilidad de agua se hizo insuficiente y fue necesario importar y conducir el recurso desde lugares cada vez más lejanos. Este proceso urbanizador trajo consigo altos costos y un fuerte impacto para el medio ambiente que, la mayoría de las veces, fueron subestimados. La explotación de recursos naturales responde a la necesidad humana de abastecerse de bienes que aseguren su supervivencia y bienestar. El agua es un recurso de vital importancia para satisfacer un sin fin de necesidades cotidianas, y por ende, es indispensable que su disponibilidad sea continua. Como todos los recursos naturales, el agua es un recurso escaso y por ello, las sociedades se enfrentan día a día al reto de lograr un uso más eficiente del agua y, además, de satisfacer la demanda, lo que muchas veces implica importar el vital líquido de lugares remotos; lo anterior representa retos sociales, económicos y tecnológicos cada vez más complejos. D En México, la mayoría de las ciudades han agotado el agua proveniente de fuentes cercanas. La exigencia de garantizar el abastecimiento de agua en la cantidad y calidad adecuadas, ha obligado a las autoridades competentes a recurrir a fuentes de abastecimiento cada vez más lejanas. Como es lógico, 448 Jesús Campos López esto impacta directamente en el costo del servicio que se hace cada vez mayor. Podemos observar este encarecimiento del agua en ciudades como Tijuana, Monterrey, Ciudad Juárez, San Luis Potosí, Mazatlán, Los Cabos, Guadalajara y en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Contrario a lo que muchos creen, el agua no es gratuita, tiene un costo. Si bien es cierto que el agua puede captarse directamente de la lluvia, es necesario invertir grandes cantidades de recursos económicos para lograr el aprovechamiento, conducción, potabilización y saneamiento. Para lograr que el abastecimiento de agua sea eficiente, es necesario que el usuario asuma el costo del servicio; es decir, el costo generado de todos los procesos hasta llegar a su destino. Además de los costos de distribución del agua potable, existe el costo de la recolección y el tratamiento de las aguas residuales. Es indispensable tratar las aguas residuales adecuadamente a fin de evitar la contaminación de ríos y lagos. Evidentemente, este proceso de recolección y tratamiento de aguas residuales tiene altos costos operativos y de mantenimiento. Así, el costo del agua no responde al líquido en sí, sino al servicio; es decir, al proceso que va desde la captación del líquido hasta su saneamiento. Conforme a lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 115, en nuestro país, la autoridad responsable de la prestación de los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado y tratamiento y disposición de aguas residuales es el municipio. MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ Hacia un equilibrio entre la justicia y el valor del agua El reto que representa la creciente demanda del servicio resulta insoslayable, pues cada vez se requieren mayores inversiones para sostener el abasto de agua. Además de los costos generados por la recolección, el tratamiento de aguas residuales y el cuidado de las fuentes de abastecimiento, es necesaria una alta inversión para mantener en condiciones óptimas las redes de distribución. Es necesario promover una valoración real del agua como un recurso escaso y vital para el desarrollo de las comunidades. Se debe plantear un esquema que permita recuperar la inversión que se hace para su captación, conducción, potabilización, distribución, recolección y tratamiento, a fin de alcanzar la autosuficiencia de los organismos operadores. Sólo podrá lograrse la eficiencia en el servicio si se le da al agua su valor real; sin lugar a dudas, debemos buscar esta eficiencia para lograr un desarrollo sustentable. Para recuperar la inversión es indispensable que se fijen tarifas que reflejen el valor real del agua; sin embargo, actualmente en numerosas ciudades del país se aplican subsidios al suministro de agua y políticas que fomentan un uso irresponsable. Los costos de los servicios del agua se pueden pagar sólo de estas dos formas; es decir, a través de tarifas reales o a través de subsidios. El problema de los subsidios es que ocasionan que el gasto público sea muy elevado y, además, no ayuda a que los usuarios del servicio tomen conciencia del costo real del agua y, por lo tanto, se desperdicia. Sólo a través de tarifas reales se puede inducir a los usuarios a moderar el consumo y a hacer un uso más responsable del recurso, ya que se harían conscientes del costo que implica conducir el líquido hasta su domicilio. Con tarifas reales se haría más evidente la ecuación costobeneficio y se promovería el ahorro de agua. Con tarifas adecuadas y un sistema de recaudación más eficiente, podría lograrse una mayor cantidad y calidad en el abastecimiento de agua. Así, la aplicación de tarifas adecuadas traería múltiples beneficios. Por un lado, habría una disminución en el consumo eliminando aquel que resulta innecesario, es decir, habría ahorro; y, por otro lado, ayudaría a recuperar la inversión. En México, es injustificable que se subsidie el costo del agua en las grandes ciudades mientras que en las zonas más marginadas del país el costo es muy elevado. Es evidente que el subsidio en las ciudades hace que los usuarios no valoren el abastecimiento del recurso, el desperdicio de agua no les genera un costo elevado y, por ello, no hay un uso responsable. Por el contrario, en las zonas de mayor marginación que no tienen acceso al agua potable, se paga por ésta mucho más que los usuarios en las ciudades y evidentemente, no la desperdician. Por lo anterior, las tarifas en las ciudades deberían reflejar el costo real del agua. (Página anterior) Vista de la zona oriente del Valle de México. CFM (Esta página) Carencia de agua potable en el municipio de Zumpahuacán, en el Estado de México. ACR En este sentido, los gobiernos Federal, Estatal y Municipal deben reorientar sus políticas en materia hidráulica en beneficio de la población con menores recursos económicos y, al mismo tiempo, promover un incremento en la cobertura de agua potable a través de una política de mayor contenido social, sin dejar de aplicar el costo real del servicio de agua. Para ello, es necesario revisar los sistemas tarifarios en el país para alinearlos de acuerdo a los niveles actuales de consumo. 449 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Elementos relacionados con una tarifa real Gráfica A. Comparación de estructuras tarifarias Para que las tarifas sean competitivas, éstas deben contemplar tanto las inversiones en materia de la infraestructura necesaria para la captación, conducción, potabilización, distribución y tratamiento del agua, como los costos relacionados con la operación, la conservación y mantenimiento, la administración y el pago de derechos. En numerosas ciudades, las tarifas por el servicio de agua se encuentran muy por debajo de su valor. Esta subvaluación del servicio impide el financiamiento de los costos como puede observarse en la gráfica A. Además de que las tarifas se encuentran subvaluadas, está el problema de las deficiencias en la cobranza, ilustrado en la gráfica B. La mala recaudación, aunado a un costo que supera a la tarifa, generan insuficiencias que convierten la gestión del agua en un problema crítico de finanzas, tanto para las instancias federales como para las estatales y municipales. A) PRECIOS BAJOS INDUCEN ALTOS CONSUMOS B) CON TARIFAS REALISTAS SE REDUCE EL DESPERDICIO Tarifa ($/m3) Dotación (l/hab/día) Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008. C) SE REQUIERE UNA TARIFA QUE CONSIDERE LA RECUPERACIÓN DEL COSTO Gráfica B. Cobro vs. costo UN METRO CÚBICO DE AGUA CUESTA EN PROMEDIO $12.00 Y EN LA ACTUALIDAD SÓLO SE RECAUDA $2.50. $/m3 Recaudación promedio Costo promedio Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008. LAS TARIFAS EN LOS MUNICIPIOS DEBEN CALCULARSE EN FUNCIÓN DEL CONSUMO Y LOS COSTOS DE INFRAESTRUCTURA, OPERACIÓN, MANTENIMIENTO Y TRATAMIENTO. SI DESPUÉS SE OPTA POR UNA POLÍTICA DE SUBSIDIOS, ÉSTA DEBE SER TRANSPARENTE, EN EL RECIBO SE DEBE ESPECIFICAR EL COSTO REAL, EL CONSUMO EXACTO DEL USUARIO, ASÍ COMO EL SUBSIDIO OTORGADO, FACILITANDO QUE EL USUARIO CONOZCA DE FORMA PRECISA EL MONTO DEL APOYO GUBERNAMENTAL. JCL 450 MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ 1 2 El desafio del Valle de México El valle de la región del Anáhuac fue habitado por los tenoch que fundaron Tenochtitlan en 1325 sobre un islote del Lago de Texcoco. La ciudad creció hasta convertirse en la más importante de Mesoamérica y, según datos históricos, su población alcanzó los 300 mil habitantes, cantidad mayor a la registrada en ciudades contemporáneas como París, Constantinopla y Venecia. Para expandirse, la ciudad le fue ganando espacio al lago mediante el sistema de chinampas y la construcción de puentes y canales que conectaban las casas-habitación con los palacios, templos y mercados. Tenochtitlan contaba con acueductos que abastecían agua a los pobladores. Además, tenía estructuras, como el Albarradón de Nezahualcóyotl, que se encargaban de separar el agua dulce de la salobre y de contener las inundaciones ocasionadas por las asimetrías del Valle de México. Para la época independiente, las principales fuentes de abastecimiento de agua potable para los habitantes del Valle de México provenían de los manantiales de Chapultepec, Santa Fe, el Acueducto de Guadalupe y de numerosos pozos artesianos. Dado el crecimiento de la ciudad y el subsecuente aumento en la demanda del líquido, la oferta de fuentes de agua superficiales fue insuficiente. Como consecuencia de esto, comenzó la extracción intensiva de agua del subsuelo. (1) Tanque Chiconautla, en el municipio de Tecámac, en el Estado de México. CFM (2) Planta de Bombeo Gran Canal, ubicada en el kilómetro 18+500 del Gran Canal del Valle de México. CFM Los problemas de suministro de agua en el Valle de México se agudizaron en el siglo XX al extenderse la mancha urbana más allá del Distrito Federal (DF), conformando así una zona metropolitana que incluye municipios conurbados del Estado de México y del estado de Hidalgo. Este proceso de expansión continúa hasta nuestros días. El Valle de México concentra una población de aproximadamente 20 millones de personas, cifra equivalente a 20% de la población nacional, que la ubica como la zona metropolitana más poblada del país y la segunda a escala mundial. Así, el Valle de México enfrenta un desafío de enormes dimensiones en la tarea de lograr el total abastecimiento de agua potable para su población. 451 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Problemas comunes, soluciones metropolitanas Para satisfacer la demanda de agua en el Valle de México se han realizado grandes obras. La importación de agua de otras cuencas comenzó en 1951 cuando se recibió agua de la región del Río Lerma que finalmente fue insuficiente ante el explosivo crecimiento de la población. Así, fue necesario importar agua de un caudal adicional que, en esta ocasión, se extrajo de la Cuenca del Río Cutzamala. Actualmente, el desafío es enorme. Por un lado, es necesario mitigar la sobreexplotación del acuífero del Valle de México; y por otro lado, se requieren fuentes alternas que permitan satisfacer la demanda. El desafío al que se enfrenta la ZMVM en materia de abastecimiento de agua es muy complejo desde el punto de vista social, ambiental, político y financiero, ya que la construcción y operación de un sistema capaz de satisfacer la demanda requiere de una magna inversión. Además de lo anterior, la administración del recurso en el Valle de México es confusa. Es decir, no se ha definido quién es la autoridad responsable del servicio puesto que la zona está conformada por diversos municipios de los estados de México y de Hidalgo, además de las delegaciones del Distrito Federal. Hay que mencionar que el esquema del servicio de agua potable para el Valle de México es más com- plejo que el de otras ciudades, ya que requiere de la participación de los tres órdenes de gobierno. Esto es, el Gobierno Federal entrega agua en bloque al Estado de México, éste a su vez la conduce y entrega a los municipios que son los responsables de su distribución. Por su parte, el DF es el encargado de distribuir el recurso a las distintas delegaciones políticas. En lo referente al drenaje y saneamiento de aguas residuales, el esquema es aún más complejo, ya que la infraestructura se comparte entre distintas entidades sin que se haya establecido ordenamiento alguno. Esto último a pesar de que la Federación y las entidades federativas ejercen presupuestos y ejecutan políticas públicas para lograr un reúso adecuado de las aguas residuales. El caso del municipio conurbado de Tlalnepantla de Baz es ilustrativo, pues a pesar de contar con sus propias redes, descarga sus aguas residuales en la infraestructura del DF o en la del vecino municipio de Naucalpan de Juárez. Es en el territorio del estado de Hidalgo donde concurren las aguas residuales de la metrópoli. Para lograr avances en la materia, es indispensable que haya una estrecha coordinación entre las entidades que integran la ZMVM, a saber, el DF y los estados de México e Hidalgo. La convergencia dentro del contexto metropolitano Frente a la complejidad de la administración del agua en las grandes zonas metropolitanas donde concurren los estados y municipios que prestan el servicio de suministro de agua potable, drenaje y saneamiento, surge una pregunta: ¿quién debe asumir la responsabilidad de la gestión integral del recurso? Tal requerimiento metropolitano resulta inaplazable. Es una realidad que un alto número de municipios en el Estado de México carecen de los medios necesarios para satisfacer la creciente demanda de agua potable, pues carecen de fuentes alternativas de abastecimiento; y al mismo tiempo, carecen de la infraestructura necesaria para el tratamiento eficiente de aguas residuales. 452 Tanto el gobierno del Estado de México como el del DF, se enfrentan al problema de que sus fuentes de abastecimiento potenciales están fuera de sus límites territoriales; es decir, fuera de sus límites de autoridad. Ante esta situación debe mencionarse que al Gobierno Federal no le compete la prestación de servicios de agua potable, salvo que exista un acuerdo entre las partes. Actualmente, la prestación del servicio de agua potable en el Valle de México se lleva a cabo de forma coordinada a través de complejas redes hidráulicas y con acuerdos de colaboración entre las partes. Así, el Gobierno del DF opera pozos del acuífero del Valle de México y el Sistema Lerma; por su parte, los municipios conurbados operan pozos del MARCO GENERAL DE LOS SERVICIOS DE AGUA POTABLE Y SANEAMIENTO JESÚS CAMPOS LÓPEZ acuífero. Tanto el DF como el Estado de México reciben, del Gobierno Federal, agua en bloque del Sistema Cutzamala y de la red de pozos conocida como Plan de Acción Inmediata (PAI) a través de un esquema de responsabilidad compartida, aunque sin reglas claras. El Sistema Cutzamala produce un volumen de 500 millones de m3/año que se distribuyen al DF y al Estado de México. Este sistema es operado y administrado por la Federación a través a la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Acceder a nuevas fuentes de abastecimiento para el Valle de México implicaría altos costos. Tabla 1. Costo real del agua por metro cúbico en el Valle de México del Sistema Cutzamala Componentes Costo/m3 Derecho $ 0.30 Inversión* $ 5.20 Operación** $ 6.00 Mantenimiento $ 0.40 Distribución $ 1.50 Saneamiento $ 2.00 Total $15.40 * No incluye el costo social destinado para el desarrollo de obras relativas a la importación de agua de otras cuencas ** Incluye el costo de energía eléctrica para el bombeo del agua a una altura de 1,100 m. Fuente: Análisis y elaboración propia, 2008. Obtener un nuevo caudal para el abastecimiento del Valle de México comprometería a los usuarios a una tarifa de 15.40 pesos/m3 como puede observarse en la tabla 1. Este costo contempla el pago de derechos por explotación, la inversión en infraestructura de captación, la potabilización y distribución, la operación, el mantenimiento y el saneamiento. Como es evidente, este monto está muy por encima de los 3 pesos/m3 que corresponden a la recaudación vigente y es por esta brecha entre el costo y la tarifa que hay un deterioro tanto en la calidad como en la cantidad del servicio. Aplicar tarifas reales representa un reto ineludible para los organismos operadores, a fin de que el servicio no continúe deteriorándose. Como se mencionó anteriormente, la única forma de financiar el buen funcionamiento de los organismos operadores, es a través de tarifas reales, o bien, continuar subsidiando el servicio. Sin embargo, esta última opción es un tanto imprudente ya que fomenta el uso irresponsable del recurso por parte del usuario. La Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana del Valle de México es una instancia fundamental para lograr un acuerdo entre las partes ante esta problemática, incluyendo a aquellos grupos sociales que se verían afectados por importar agua de otras cuencas. En relación a esto último, es necesario atender a las demandas de estos grupos y otorgar las compensaciones necesarias para garantizar un abastecimiento de agua potable sustentable. Es decir, los programas presupuestales deben incorporar los recursos necesa- rios para acciones de beneficio social que aseguren el abastecimiento de agua necesario para el crecimiento y desarrollo de las comunidades. Sin un acuerdo entre las partes, será prácticamente imposible resolver los problemas de sobreexplotación, de encontrar nuevas fuentes de abastecimiento y de coordinar el tratamiento de aguas residuales. Sin un acuerdo, es muy difícil establecer una tarifa competitiva que refleje el costo real del agua; es decir, aquel que considere todos los costos desde su captación hasta la entrega al usuario final y su posterior saneamiento. Continuar con un esquema sin responsables específicos en el manejo integral es inviable. Una vez más, la figura de la Comisión Ejecutiva de Coordinación Metropolitana del Valle de México es fundamental para coordinar las acciones estratégicas que produzcan resultados efectivos en torno al reto metropolitano del agua, y que ayuden a superar la complejidad inherente a la participación de diversas entidades en torno a un problema común. Un enfoque unilateral o aislado, por parte de alguno de los tres órdenes de gobierno, impedirá que se enfrente la situación hidráulica con una visión integral. Los efectos negativos de hacer esto último se reflejarían en la economía, la sociedad y el medio ambiente. Por todo lo anterior, es menester que los tres órdenes de gobierno se coordinen para llegar a un acuerdo. Es necesario que las instancias del gobierno, desde sus ámbitos respectivos, trabajen en conjunto para mejorar los servicios y gestión integral del agua con el fin último de preservar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. 453 Una gestión eficiente del agua en México Jorge Malagón Díaz Antecedentes de la prestación del servicio de agua en México Para enmarcar conceptualmente el aprovechamiento del agua para el uso público-urbano en México y comprender sus condiciones actuales, es necesario hacer un análisis retrospectivo de su evolución, las condicionantes de su desarrollo regional, los factores que influyeron en la aplicación de algunas políticas y algunos resultados específicos. En México, por tratarse de un país con una heterogénea ocurrencia, disponibilidad y distribución del agua, tanto autoridades como usuarios del vital líquido han aplicado múltiples estrategias y negociaciones buscando las mejores condiciones comunales e individuales en el aprovechamiento del agua. Constantemente se han presentado discrepancias entre los diversos usos y los usuarios, quedando manifiesto siempre que el agua ha sido y será un factor importante en los conflictos sociales. El limitado volumen de este recurso en la mayor parte del territorio nacional obligó a buscar diversas formas de obtenerlo; la apertura de tierras al cultivo, los asentamientos humanos y el desarrollo de la actividad industrial y comercial provocaron una mayor presión sobre el recurso hídrico, originando disputas que en la mayoría de los casos se extendieron por varias décadas. Hasta años recientes, el reparto de agua, a pesar de que era confuso, permitía convenir los caudales a distribuir conforme a los usos, usuarios y periodos para su aprovechamiento. En la medida en el número de usuarios creció, surgió una creciente presión sobre el recurso hídrico y, por ende, se multiplicaron los conflictos por el agua. 454 Ante la cada vez más critica situación, se fueron imponiendo primero los derechos de uso, las condiciones de aprovechamiento y las restricciones en su manejo; asimismo, se fueron estableciendo condicio- nantes con el fin de que el recurso se distribuyera y usara más equitativamente. A mediados del siglo XX, una de las políticas de gobierno se sustentaba en que la industria debía jugar un papel central en el impulso de la economía, motivo por el cual en ese entonces se le protegió, privilegiando la distribución del agua hacía esa actividad. Ciudades importantes en las que se impulsó la actividad industrial, como Veracruz, Querétaro, Toluca, Puebla, entre otras, fueron dotadas de infraestructura para este fin, financiada principalmente por particulares, como fue el caso de la industria cervecera en el municipio de Toluca, en el Estado de México. El usufructo del agua en México también ha motivado a lo largo de su historia diversos principios y conceptos relativos a la propiedad; para algunos, su posesión debe estar regida por usos y costumbres puesto que es un bien común, reconociendo los derechos que sobre ella han regido, según los cuales ésta le corresponde a quien demuestre fehacientemente que la ha estado usando. No obstante, en tiempos recientes se considera que el agua debe ser usada por quienes obtengan de ella el mayor valor productivo. En relación con los derechos para usar el agua, la legislación vigente señala que cualquier volumen de agua que se use debe estar titulada y registrada; en el caso del uso público-urbano, dado que la responsabilidad de otorgar este servicio corresponde al ayuntamiento, debería ser éste mismo el titular de los derechos que, para tal efecto, en todo su ámbito territorial. Con el fin de que los municipios y/o organismos operadores de agua potable y saneamiento contaran con UNA GESTIÓN EFICIENTE DEL AGUA EN MÉXICO JORGE MALAGÓN DÍAZ los derechos de agua suficientes para promocionar a la población el servicio de suministro de agua potable, en octubre de 1995 el Presidente de la República emitió un decreto mediante el cual se otorgaron facilidades administrativas para que los municipios, no obstante las vedas emitidas, regularizaran mediante la obtención de una concesión, los volúmenes de agua que en ese momento extraían para atender las necesidades de la población así como los que requerían para satisfacer la demanda esperada de la misma durante un periodo de 10 años. A inicios del siglo pasado, conforme se daba un explosivo crecimiento poblacional, se incrementó la necesidad de alimentos y a esa actividad se dirigieron las acciones de gobierno más importantes, desarrollando principalmente grandes obras de infraestructura hidráulica para su producción. La complejidad de la gestión del agua Prestar el servicio de agua potable para uso públicourbano constituye una acción cuya responsabilidad está claramente legislada y su cumplimiento corresponde a los municipios y al Distrito Federal (DF) en sus ámbitos de competencia territorial. Sin embargo, por su complejidad conlleva la ocurrencia de diversas participaciones y la conjunción de muchos factores que determinan la calidad del servicio que cada organismo operador, entidad, patronato o comité, entre otros, brinda. La infraestructura que manejan los organismos operadores de agua y saneamiento puede clasificarse de la siguiente manera: para el abastecimiento de agua, para la recolección (alcantarillado) y para el tratamiento del agua residual. En la mayoría de los casos, las eficiencias, costos y tarifas que manejan los organismos sólo reflejan la parte correspondiente al servicio de suministro de agua potable. En este sentido, la eficiencia de los organismos operadores normalmente se mide en función de los volúmenes que manejan y en los que efectivamente pagan los usuarios. Conagua estima que del volumen extraído por los organismos operadores, sólo 36% es cobrado, 38% se pierde en fugas y 26% restante corresponde a subsidios, al volumen facturado no cobrado, clandestinaje y a deficiencias en el padrón de usuarios. El indicador de eficiencia señalado anteriormente nos indica que el principal problema de los organismos operadores se asocia con la falta de liquidez debido al alto porcentaje del agua que se pierde en fugas o bien que es entregado al usuario y se factura, pero éste no lo paga. La eficiencia global de la administración del recurso hídrico en México, que es de 36%, denota un rezago importante en el sector. Además, es menor a la de otros países latinoamericanos como Colombia (54%) y Chile (63%), y muy lejana a la de naciones europeas como Inglaterra, Italia, Francia y Alemania, cuyas eficiencias son de 67, 69, 71 y 87%, respectivamente. Disponer de una tarifa elevada, contar con infraestructura adecuada o disponer de personal suficiente, por mencionar sólo algunos de los componentes necesarios para suministrar agua potable, no son elementos suficientes para garantizar un buen servicio de agua potable en calidad y cantidad a las viviendas de cualquier localidad. En relación con las tarifas que facturan los principales organismos operadores, éstas varían en función del uso que se le da al recurso. El promedio representativo es de 5 pesos/m3 para el uso doméstico, 24 pesos/m3 para el uso comercial y 25 pesos/m3 para el uso industrial, aunque hay tarifas máximas que doblan este promedio. Gráfica A. Comparación de cuotas por metro cúbico (m3) por concepto de suministro de agua Fuente: Datos obtenidos de los organismos operadores, 2008. 455 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL En la mayoría de los casos, las cuotas que se recuperan difícilmente pueden cubrir los costos operativos debiéndose recurrir a subsidios de la Federación, los cuales normalmente se destinan a la infraestructura. Entre los factores que propician este grave problema para los organismos operadores, destacan los siguientes: a) Falta de difusión y, en algunos casos, de cuantificación del costo real de la prestación del suministro de agua potable, de la recolección y el tratamiento del agua residual, por tanto la población no conoce el importe de la erogaciones que se realizan para llevar o desalojar el agua y el subsidio que recibe. b) No se cuenta con una cobertura adecuada de la medición del volumen de agua que se entrega al usuario, y existen esquemas tarifarios que consideran cuotas fijas, lo cual impide establecer mecanismos que incentiven a los usuarios a disminuir sus consumos. Asimismo, no hay medidas coercitivas eficaces que obliguen a los usuarios a cubrir sus adeudos o, en caso de que existieran, no se aplican para eludir problemas políticos. Gráfica B. Evolución de la reducción de la dotación de agua en el estado de Aguascalientes Fuente: Datos obtenidos del estado de Aguascalientes, 2008. En el estado de Aguascalientes, la dotación de agua potable por habitante ha disminuido paulatinamente desde 1996, cuando cada persona recibía en promedio 379 l cada día. En 2006 la dotación se redujo hasta 235 l/hab/día, es decir, en una década cada habitante dejó de recibir en promedio 144 litros, lo que significa un importante ahorro para una entidad en donde el recurso es escaso. c) No existe un mecanismo único para determinar las tarifas o cobros por los servicios de agua potable en muchas entidades, pues la fijación de cuotas o tarifas por el servicio corresponde a los congresos locales y éstos las fijan muy por debajo de los costos reales de producción, transporte y distribución. 456 d) Falta una adecuada planeación que considere inversiones futuras, ya sea para utilizar más eficientemente el agua actual, disminuyendo las fugas o modificando los patrones de consumo o, bien, incrementando la oferta de agua de otras fuentes. En este sentido, normalmente no se consideran inversiones para reemplazar la infraestructura hidráulica que en muchos casos ya es obsoleta. Cabe aclarar que esta falta de planeación es propiciada por la rotación de los técnicos y administradores cada vez que se renuevan las autoridades municipales. e) Falta de coordinación entre los ámbitos federal, estatal y municipal, para el aprovechamiento de las diversas fuentes de financiamiento y la definición de las obras más adecuadas para atender las necesidades prioritarias de la población. ¿Cómo administrar eficientemente el recurso? Para que los organismos operadores de agua potable, alcantarillado y saneamiento logren un manejo sustentable del agua, es necesario que las políticas que implementen se basen en las siguientes premisas: a) Financiera. Se requiere que los recursos económicos sean suficientes para el desarrollo de la infraestructura y para la operación y mantenimiento de la existente, considerando el suministro, recolección y tratamiento del agua. b) Institucional. Es necesaria la creación de capacidades administrativas y de gestión modernas que apoyen eficientemente las actividades del sistema comercial y de prestación del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento. c) Social. Es indispensable la implementación de campañas que propicien un uso eficiente del agua por parte de la población, así como una Cultura del Pago por la prestación del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento. Por otra parte en el proceso de asignación de volúmenes y regulación de aprovechamientos por parte de Conagua, se han otorgado concesiones a un gran número de comités o patronatos que, en la mayoría de los casos, operan sistemas de agua potable sin la participación de la autoridad municipal, además de que ésta no demuestra interés en poner en orden a esos comités y la forma en que operan. Asimismo, existe un número importante de poblaciones de algunos municipios que, en su momento, no aprovecharon las facilidades otorgadas por la Federación para regularizar sus aprovechamientos de UNA GESTIÓN EFICIENTE DEL AGUA EN MÉXICO JORGE MALAGÓN DÍAZ agua, por lo que hoy se les dificulta obtener permisos para perforar o reponer sus pozos y están sujetas a sanciones por extraer agua sin el titulo de concesión. Un nuevo medio para incrementar la asignación de derechos de agua para uso público-urbano es transmitiendo los derechos provenientes del uso agrícola. Los nuevos desarrollos urbanos han propiciado en los últimos diez años una constante compra-venta de derechos de agua, acción permitida por la Ley, condicionada al cumplimiento de diversos requisitos administrativos. En resumen, de acuerdo a la problemática y políticas expuestas, es necesario redoblar esfuerzos en los siguientes aspectos: Propuestas para lograr una gestión eficiente a) Contar con una adecuada contabilización de los costos que significan la prestación del servicio de suministro de agua, recolección y tratamiento de aguas residuales, así como una detallada medición de los caudales de agua que se producen y que se suministran a los usuarios, de forma que sea factible identificar las zonas o procesos donde se pierde el agua, para establecer acciones puntuales para recuperar volúmenes de agua. b) Establecer tarifas que reflejen el costo del servicio del suministro de agua y el de recolección y tratamiento de aguas residuales, señalando al usuario en su recibo el costo real del servicio, el subsidio y lo que está cubriendo. En este sentido, es importante que el monto refleje los volúmenes de agua consumidos en el periodo que se factura, y los compare con los periodos anteriores. c) Adecuar el marco legal para fortalecer el sistema comercial, considerando esquemas que otorguen seguridad jurídica a la participación de la iniciativa privada, para que sea fuente importante de financiamiento en todas las fases del proceso: suministro, recolección y tratamiento del agua. Asimismo, es importante que el Ejecutivo Federal emita un nuevo instrumento para que las localidades que no tengan amparados sus derechos de agua en un título de concesión, puedan regularizarse. d) Planear a largo plazo y lograr la consolidación en la prestación del servicio de suministro, recolección y tratamiento del agua, buscando la permanencia de los cuerpos administrativos, técnicos y operativos. e) Además de la cobertura con infraestructura, debe buscarse la calidad en el servicio, pues es insuficiente saber que se tiene una red de distribución que cubre a más de 95% de la población, si el servicio se presta por zonas o mediante tandeos, por lo cual se dispone de dicho servicio sólo algunas horas del día o ciertos días a la semana. Perspectivas en el Estado de México En el Estado de México ha sido importante el fortalecimiento de acciones tendientes a mejorar significativamente los servicios de agua potable y las que permitan primeramente fortalecer la capacidad técnica, administrativa, financiera y operativa de los organismos operadores de los sistemas de agua potable. La institucionalización de organismos operadores en el Estado de México inicia en 1992, creándose el primer bloque de nueve, principalmente en la zona conurbada, a excepción de Valle de Bravo. Actualmente existen 40 organismos de los cuales 36 operan como descentralizados, con una eficiencia física promedio de 69.6%, comercial de 56.8% y global de 39.6%. En los últimos años se han destinado de manera creciente recursos económicos que se aplican a obras de infraestructura hidráulica, drenaje y saneamiento tanto en el medio urbano como en el rural; sin embargo, en los organismos operadores se presentan circunstancias desfavorables para su desarrollo y consolidación entre las que destacan la falta de una Cultura del Pago y de Cobro del servicio, lo cual se refleja en la insuficiencia de recursos para la construcción, operación y mantenimiento de las obras y en la existencia de comités independientes que administran los sistemas de agua, con una limitada capacidad técnica y de gestión, manifestando importantes deficiencias en la prestación del servicio. El Gobierno del Estado de México ha impulsado el desarrollo armónico del sector promoviendo que se cobre el precio justo, procurando brindar el mejor servicio. Además, se ha logrado abatir la deuda histórica por aprovechamiento de agua, de tal manera que garantiza a futuro el pago correspondiente a derechos y aprovechamientos derivados del uso del recurso hídrico, asegurándose, además, que se cubran los costos derivados de la conducción de agua en bloque que a través de la Comisión del Agua del Estado de México se entrega a los municipios para su distribución entre la población. (Página 454) Detalle del caudal de agua proveniente de la Presa Vicente Guerrero, en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México. ACR 457 La tarifa del agua, medio para preservar el recurso en el Estado de México Agua de manantial proveniente de los deshielos del Volcán Iztaccíhuatl, en el municipio de Amecameca, en el Estado de México. CFM Edgardo Castañeda Espinosa n el mundo, en nuestro país y en el Estado de México, debe reconocerse que el número de habitantes es cada día mayor, situación que incide directamente en la disponibilidad per cápita del agua, pues la cantidad del líquido sigue siendo la misma. E Hace 50 años, en México había cerca de 50 millones de habitantes con una determinada disponibilidad de agua; en la actualidad, el país cuenta con más de 100 millones de habitantes y la misma cantidad de agua para satisfacer sus necesidades. Además, debe considerarse que no existe la posibilidad de incrementar el volumen de agua en el ciclo hidrológico y debe asumirse que la disponibilidad del líquido será la mitad de la que había hace 50 años. En el pasado, las grandes obras de infraestructura fueron la base de la estrategia del Sector Hidráulico, porque el principal problema del país era la baja cobertura de agua potable. En nuestros días, el agua llega a los centros de consumo, por lo que el cuidado y rescate del recurso que disponen las ciudades debe ser política fundamental, pues el volumen que se pierde en la red es considerable. Además, el uso del líquido disponible en muchos casos no es el más adecuado, lo cual genera que se abuse del recurso y que se tomen medidas para preservalo, una de éstas es la tarifa. En este contexto, el fenómeno del crecimiento poblacional adquiere relevancia, pues este fenómeno se encuentra estrechamente vinculado a la pérdida de disponibilidad del 458 LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA agua. Frente a esa relación, la estrategia debe centrarse en retardar la pérdida de disponibilidad y así evitar una eventual crisis de escasez. Además de aplicar políticas para reducir las pérdidas y fomentar en el usuario una Nueva Cultura del Agua, resultará de gran utilidad aplicar una tarifa adecuada. La tarifa es, en suma, un instrumento indispensable para normar, regular e, incluso, controlar el uso del agua y así evitar su dispendio. Por otra parte, es necesario que los organismos operadores apliquen una tarifa adecuada a sus costos y que los usuarios no eludan pagarla. Para lograrlo, los organismos deben ofrecer un servicio de calidad, de manera que el argumento que justifica la falta de pago en razón a la mala calidad del servicio, sea desechado. El debate entre si el servicio del agua es un bien social o económico persiste hoy en día. Cuando el agua es considerada un bien social, es imposible asociarle un costo económico, porque el enfoque social promulga la idea del beneficio común. No obstante, no debe olvidarse que todo bien que utiliza el ser humano está asociado a un costo, que si no es cubierto por el usuario, ineludiblemente tendrá que ser afrontado de otra manera. Por lo tanto, cuando el servicio del agua es visto como un bien social y el usuario pasa del estatus de no tener toma de agua en su domicilio a contar con ella en su hogar, no debe olvidarse que a fin de cuentas es un servicio, pues debe ser transportada, almacenada y conducida hasta la toma en un domicilio. Este proceso lleva implícito dos costos fundamentales: el primero, que es el costo de inversión que comúnmente no es trasladado al usuario, ya que los gobiernos asumen esta responsabilidad; y el segundo, que implica el costo de operación y mantenimiento de los servicios. Los costos asociados a la operación del agua deben considerarse, puesto que asumen la participación de técnicos especializados en la operación y administración de los sitemas; asimismo, inciden costos como la energía eléctrica, la reparación de bombas, piezas especiales para la reparación de fugas y muchos más. Otro tipo de costos son los de facturación, cobranza, medición y la administración en general. Así es que, descrito lo anterior, el usuario no paga con su tarifa el costo de la infraestructura que dota el servicio, únicamente paga el costo del servicio de llevarlo hasta su domicilio y todo lo que ello implica, ya que los gobiernos se han encargado del desarrollo de la infraestructura. Debe aclararse que el usuario no paga el recurso agua, sólo solventa los costos del servicio a quien lo proporciona, ya sea un organismo operador, un ayuntamiento, un comité local de agua o un particular, que puede ser una empresa que administra el recurso vital. 459 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Juan y la conciencia Juan es un usuario que vive en el municipio de Naucalpan de Juárez, en el Estado de México, y que paga su tarifa de agua potable mediante la modalidad de servicio medido. De carácter acucioso, Juan ha decidido llevar una estadística de su consumo e incluso registrar la dotación que en promedio gasta cada miembro de su familia. Al principio, sus familiares se mostraron renuentes a cooperar en el registro de sus consumos, no obstante, conforme se enteraron de cuánta agua utilizaban a diario, accedieron a cooperar con los controles de Juan y el gasto de agua cambió. Tras tomar la lectura de su medidor, Juan registró su consumo y el de su familia en un cuaderno. Al obtener los resultados, se percató que cada uno de ellos utilizaba 300 litros diarios, lo cual lo llevó a reflexionar sobre el líquido que consumían. Posteriormente reunió a su familia y les dijo: -bien, ¿por qué no nos fijamos metas y vamos reduciendo nuestros consumos? Después comenzó por estudiar en qué rubros se podría utilizar menos agua, y pensó en usar menos tiempo la regadera y promover las cargas de la lavadora a cupo completo, cosas que aparentaban ser menores. Cuando Juan tomó conciencia de lo que estaba haciendo respecto del consumo de agua en casa, se percató de que en sus manos estaba hacer más racional el consumo del recurso. En concreto, Juan observó que para reducir su consumo y el de su familia, requería de dos acciones principalmente: un cambio de actitud hacia el uso del agua y, por otra parte, la voluntad de minimizar los gastos del recurso en casa. En otro momento, dado que Juan había decidido registrar las lecturas de su consumo y el de su familia, se dio cuenta que su consumo había aumentado de forma inusitada. Su consumo había crecido a tal grado que el gasto familiar alcanzó un promedio de 5 mil litros por día. - Algo está pasando, pensó Juan, quien posteriormente revisó todas sus tuberías, hasta que encontró una fuga que se produjo cuando instaló una carpa para la realización de una fiesta. Como los daños producidos no fueron visibles, la fuga no se manifestó. Gracias a que Juan calculaba su consumo mediante el servicio medido, descubrió que algo sucedía con el consumo de agua de su familia. Por tanto, pudo llamar al organismo operador de su municipio para que verificara el estado de la red doméstica y sus consumos. Si hubiera tenido una tarifa ligada a un costo fijo, quizá nunca habría detectado la presencia de la fuga, la cual podría haber dañado la estructura de su casa al reblandecer el terreno y, lo más grave, sin saberlo se podría haber perdido una cantidad alarmante de agua. EL CASO DE JUAN EN EL ESTADO DE MÉXICO NO ES MUY FRECUENTE DEBIDO A QUE, EN LA ENTIDAD, 75% DE LOS USUARIOS TIENE ACCESO AL SERVICIO DE AGUA MEDIANTE LA MODALIDAD DE TARIFA FIJA. EN CONSECUENCIA, POR UNA TARIFA DE APROXIMADAMENTE MIL PESOS ANUALES, LA MAYORÍA DE LOS USUARIOS REALIZAN CONSUMOS ILIMITADOS, OLVIDANDO CON ELLO EL PROPÓSITO DE USAR EFICIENTEMENTE EL LÍQUIDO. 460 LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA La necesidad de contar con tarifas por servicio medido en el Estado de México En el Estado de México, alrededor de 75% de los usuarios que existen en los padrones tienen asignado un costo por su consumo de agua mediante una tarifa fija, el 25% restante cuenta con un medidor instalado en su toma y paga por cada metro cúbico consumido en sus diferentes rangos. Esta distribución denota la aplicación, por parte de los operadores, de una política tarifaria equivocada, ya que al no medirse el consumo, el usuario desconoce las implicaciones del servicio. Al cobrar una tarifa fija, las fugas, tanto en la red de distribución como en los domicilios, representan costos fijos no perceptibles, costos hundidos, a los que debe asociarse un valor económico, el cual no se recupera y en consecuencia representa pérdidas económicas que son trasmitidas a los usuarios que pagan el servicio. En consecuencia, se fomenta el desconocimiento de los consumos, las pérdidas físicas y la desarticulación de los sistemas comerciales; además, esto propicia que, del volumen total de agua que se produce, sólo se alcance a cobrar 36 por ciento. Entonces, la eficiencia comercial y física, que en la entidad alcanza en promedio 36% de eficiencia global, deben ser parte fundamental de la administración del recurso, por lo que los organismos operadores deberán orientarse hacia el incremento de la eficiencia física y comercial y avanzar así en la preservación del recurso y la disminución de la carga financiera por la falta de pago del agua. Al respecto, es importante tener en cuenta que si todos los usuarios pagaran el servicio, tendría que pagarse sólo la mitad del monto total de las tarifas. Respecto al establecimiento de tarifas, en la actualidad, los organismos operadores reunidos en una Comisión establecida por el Instituto Hacendario del Estado de México (IHAEM) para la revisión de las tarifas, proponen una tarifa anual con base en un modelo tarifario. Sin embargo, el modelo aplicado debe enriquecerse para arribar a una tarifa más justa para el usuario, que incluya indicadores de eficiencia física y comercial, medición de volúmenes en las fuentes de abastecimiento y el incremento de la micromedición, todo lo cual redundará en un servicio de mayor calidad. Estos indicadores deben ser revisados y evaluados cada vez que los operadores propongan nuevas tarifas. La aplicación de tarifas que consideren los costos reales de operación, mantenimiento y rehabilitación es indispensable, pues los organismos operadores cuentan cada vez con menos recursos para hacer frente a las demandas de calidad y cantidad en el servicio de agua. Estas deficiencias podrían aumentar los riesgos de escasez y disponibilidad e, incluso, podrían conducir a la entidad a una crisis financiera en el Sector. Las acciones que se han establecido como política para el establecimiento de tarifas en el Estado de México van por el rumbo correcto; sin embargo, habrá que redoblar esfuerzos que se dirijan hacia el incremento de las acciones en la micromedición y macromedición, el incremento en los índices de eficiencia tanto física como comercial y el establecimiento de una tarifa justa que incluya el servicio de calidad a un justo precio. En la entidad debe plantearse el concepto de tarifa justa como una política pública, pues se cuenta con los instrumentos para hacerlo. Sin embargo, hasta el momento tales instrumentos no se han puesto en marcha. En este sentido, se cuenta con el IHAEM, instituto al que acuden todos los organismos operadores para diseñar sus tarifas. Esta entidad debe jugar un papel importante como primera instancia de regulación tarifaria, pero debe ir acompañada de otras instancias del Gobierno Estatal, como la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), la Procuraduría Fiscal, representantes del Congreso Local y, muy importante, se debe incluir a la sociedad civil en la toma de decisiones. Con esta visión se estaría muy cerca de establecer la política tarifaria como una política pública y se darían los primeros pasos para el establecimiento de un Órgano Regulador de los Servicios de Agua. El Estado de México debe transitar hacia un marco regulatorio que incluya la tarifa justa como parte de una política pública. Tanto el Órgano Regulador como el país deben adaptar sus marcos legales a las nuevas circunstancias de la nación, lo que requiere reformar las leyes para incluir a todos los actores involucrados en torno a la gestión del agua. Existen las condiciones para alcanzar esa meta, debido a los cambios trascendentales de los últimos años. La apertura democrática y los cambios políticos han incidido en el arreglo institucional, situación que debe aprovecharse para transitar hacia nuevos esquemas institucionales que mejoren la administración del agua. 461 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La meta, una política tarifaria equilibrada Sobre un sistema tarifario eficiente Con una tarifa fija se fomenta la inequidad en el consumo y, por el contrario, con el servicio medido se obtienen mejores resultados para el sector hidráulico, preservando el recurso agua e incrementando el recurso financiero. En la actualidad existen los instrumentos legales y administrativos para operar el servicio medido y establecer las tarifas correspondientes. Con la política de tarifas vigente, el dispendio es el común denominador cuando se habla del servicio de agua. El modelo tarifario de cuota fija impide la retroalimentación entre el usuario y el organismo operador, lo que dificulta, por ejemplo, la realización de una consulta para poner en consideración el posible incremento de las tarifas y los beneficios que esta medida acarrearía. Por otra parte, la actual política tarifaria favorece los costos ocultos relacionados con el sistema impositivo mexicano. De esa forma, el usuario paga derechos enfrentando las ineficiencias del sistema administrativo y, por consiguiente, de los sistemas tarifarios y de la administración del agua. La tarifa siempre debe ser justa, por tanto, las ineficiencias del sistema deben ser cubiertas por un sujeto distinto al usuario, pues éste no es responsable de los errores de los prestadores de servicio. La actual política de subsidios en el sector produce inequidad. Un subsidio tiene como misión apoyar económicamente a un sector específico o a un producto específico, pero en México no es así. En el país los subsidios son imperfecciones del sistema, cuyos recursos no son aportados por ninguna entidad, sino por los propios usuarios de manera indirecta. Por otro lado, en la mayoría de los sistemas tarifarios actuales la participación del Congreso Local es determinante, ya que éste autoriza las tarifas y los derechos que se cobran por el suministro de agua potable, propiciando la mayoría de las veces tarifas más justas hacia los estratos sociales de menos recursos; sin embargo, en algunas ocasiones, dada la rapidez con la que tienen que actuar, se aprecia la ausencia de una evaluación de los resultados derivados de una determinada política tarifaria, la falta de aplicación de políticas de uso eficiente y la ausencia de metas de planeación tarifaria a largo plazo; todo esto desvirtúa una adecuada política de subsidios propiciando subsidios cruzados. El modelo tarifario establecido en la actualidad debe tener metas que correspondan con el sistema comercial y la disminución de pérdidas físicas. Al evaluar el modelo tarifario, es preciso considerar como objetivos paralelos el incremento en la recaudación, mediante una eficiente gestión del padrón de usuarios y la cobranza, así como el combate a la omisión de pagos y la disminución de pérdidas físicas. Una política de tarifas adecuada parte de un aspecto fundamental, la Cultura del Agua, mediante la cual se pretende modificar la actitud del usuario; sin embargo, para que esto se logre, es necesario involucrar a todos los actores. Si se asocia el consumo doméstico a una tarifa medida, el desembolso familiar hará que el usuario busque eficientar sus consumos, que el operador se obligue a ofrecer una mejor calidad en los servicios y que las finanzas del sector se vean fortalecidas. 462 LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA Ante todo debe buscarse el equilibrio en la tarifa, principalmente si ésta es un instrumento para fomentar y preservar el recurso. De esta manera, la tarifa debe verse como un instrumento que ayuda a cumplir diferentes fines. La tarifa por sí misma no representa una solución, ésta debe asociarse a factores como la medición, la facturación, la cobranza, los índices de eficiencia en el gasto y pérdidas, los sistemas de eficiencia en los organismos operadores y el modelo de equidad en la determinación de tarifas, con fundamento en el principio de que a mayor consumo corresponde una tarifa más alta, siempre y cuando exista conciencia de ello. Es importante considerar que la tarifa es un instrumento que debe responder a principios económicos, y en consecuencia a aspectos de eficiencia, entendiéndose el concepto de eficiencia como la optimización de los recursos, ya sean naturales o económicos. Sobre la medición en los sistemas comerciales La cobranza en la mayoría de los sistemas comerciales establecidos en los organismos operadores de la entidad están actuando a la “paganza”, esto es, captan sólo las aportaciones de los usuarios que acuden a pagar a los centros de cobro, escaseando el incremento de la eficiencia en la facturación y cobranza, propiciando que, en promedio, la cobranza en los organismos alcance 50% de los padrones de usuarios, lo que habla de una errónea gestión comercial. Para la administración del recurso es conveniente mantener los registros de medición, de esa manera el organismo estará en condiciones de conocer qué porcentaje de sus usuarios no cumplen con sus cuotas. El organismo, entonces, podrá determinar cuáles son sus gastos, su producción y sus ineficiencias, tanto físicas como comerciales, que de otra manera permanecerían ocultos. Los registros de medición son necesarios para un sistema comercial ya que producen mejoras notables. A través de ellos, es posible medir a la mayor parte de los usuarios, con lo cual se podrían generar y aplicar tarifas justas, basadas en costos reales y que, incluso, podrían significar costos menores en la tarifa al usuario. Si vinculamos el tema de las tárifas con el de la Cultura del Agua, se estaría induciendo la búsqueda de un cambio de actitud en torno a la preservación del recurso, haciendo que el usuario asuma una nueva relación con los temas relativos a la Cultura de Pago, el uso eficiente del recurso y la necesidad de reducir las pérdidas físicas. En ese contexto, la aplicación de una tarifa adecuada debe verse como un instrumento útil para incentivar al usuario. Sobre el establecimiento de un sólido sistema financiero Las finanzas en el Sector Agua, en lo general, no están balanceadas y cargan con un “hueco financiero” que, a su vez, produce una deuda que ningún actor considera su responsabilidad. Es decir, hay costos que no son cubiertos dado que su naturaleza imposibilita una acción restrictiva del servicio, originando que los pasivos en las finanzas de los organismos crezcan hasta alcanzar cifras imposibles de pagar y, al final, los 463 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL ofertantes de esos servicios deberán ofrecer planes especiales para eliminar dichos adeudos, así sucede con la energía eléctrica y con el agua en bloque que suministra la Comisión del Agua del Estado de México. Esta situación hace pensar que, desde el punto de vista financiero, no debe descartarse la proximidad de una crisis, la cual se conjugaría con un eventual problema de escasez. Tal escenario puede presentarse si los organismos operadores o los prestadores del servicio no recuperan sus costos; de no hacerlo, los recursos serán insuficientes para lograr una mejor calidad del servicio y, en consecuencia, el usuario preferirá no pagar. En la gestión del agua es menester determinar cuáles son las responsabilidades que corresponden a cada actor, de tal forma que sus funciones estén claramente delimitadas, para obligar su cumplimiento y evitar la continuidad del problema que hoy se observa. Asimismo, deben vigilarse las políticas tarifarias y su aplicación con el objeto de evitar las desviaciones financieras que afecten la prestación de los servicios y el cumplimiento de las obligaciones con los prestadores de servicios. Por otra parte, la administración del agua debe considerar al recurso como un bien económico más que un bien social; de esa manera, el usuario aprovechará con responsabilidad el agua, reflexionará sobre su uso y optimizará sus recursos. También sería conveniente que los operadores establezcan metas de eficiencia, lo que en automático provocará que el servicio de suministro de agua sea considerado como un bien económico, pues cuando los recursos son utilizados de manera óptima, se fomenta el principio económico de uso eficiente de los recursos. En consecuencia, las pérdidas físicas en la red, que son recursos económicos que se pierden, deben ser recuperados; asimismo, la eficiencia de los sistemas comerciales propiciarán un incremento en los ingresos y, por último, la implantación de sistemas de medición beneficiarán al sistema, ya que se fomentará el uso eficiente del agua. Por otra parte, si un organismo baja la calidad de su producto, entonces su costo se incrementará. Tal situación puede agravarse si hay bajas eficiencias que, incluso, podrían arrastrar al organismo a la quiebra. Esto sería síntoma de que en el organismo operador existen costos ocultos que no están siendo bien valuados. Es necesario recordar que el espíritu que impulsó la creación de los organismos operadores tenía como propósito que la operación del agua se diera de manera especializada, a través de un organismo experto que administrara el recurso óptimamente. (Página siguiente) Vista de la construcción de una zona habitacional en el Valle de México. CFM 464 Por último, para mejorar la administración del recurso es ineludible reformar el marco legal del agua. Para tal efecto, es necesario involucrar a todos los actores que participan en la gestión del agua, con el objeto de crear consensos en aras de un fin compartido. Los consensos y acuerdos, factores esenciales que se utilizan en las ciencias sociales, deben estar al servicio del agua, para alcanzar las reformas necesarias. LA TARIFA DEL AGUA, MEDIO PARA PRESERVAR EL RECURSO EN EL ESTADO DE MÉXICO EDGARDO CASTAÑEDA ESPINOSA Sobre la creación de un Órgano Regulador La crisis del agua es escencialmente una crisis en la gestión de los asuntos públicos, en otras palabras, de gobernabilidad; entre otros síntomas de las causas de dicha crisis, está la falta de instituciones adecuadas en el sector, la fragmentación de las estructuras institucionales, así como los posicionamientos de autonomía en la gestión basados en los postulados de las leyes. Estos posicionamientos han propiciado que la gestión del agua se enfrente a situaciones inciertas y muy complejas con una alta variabilidad en la aplicación de las políticas tarifarias. Los errores en la gobernabilidad del agua han obstaculizado con frecuencia el avance hacia un desarrollo sotenible y hacia el necesario equilibrio entre las necesidades económicas y la sustentabilidad del recurso vital. Con el objeto de minimizar esta complejidad, en la gobernabilidad, se hace necesaria la creación de un Órgano Regulador de los Servicios del Agua, de tal suerte que pueda llevarse a cabo una mejor planeación de la administración del agua. El Órgano Regulador debe estar compuesto por organismos operadores, funcionarios del gobierno estatal, legisladores y por miembros de la sociedad civil, de tal forma que se integre una mesa donde se discuta el rumbo de la administración y gestión del recurso hídrico. Con la participación de dichos actores, la opinión del ente regulador se convertirá en la voz del consenso en torno a las políticas a seguir, ya sea en cuanto a calidad del servicio o la política tarifaria, por nombrar algunos temas. De esa forma, se lograrán significativos avances en la gestión y eficiencia de los organismos operadores en lo individual y en su conjunto. Las funciones de este ente regulador serían principalmente dos: regular la calidad del servicio y determinar el costo del servicio, es decir, la tarifa. Respecto a la calidad del servicio, la regulación estaría enfocada al total de la población y entre sus objetivos se encontraría medir los volúmenes que se otorgan para determinar la cantidad de agua que dispone la población. En este último aspecto, deben cuidarse factores como el porcentaje de población que cuenta con agua las 24 horas del día y cuánto aumenta la cobertura. Lo anterior implica analizar el incremento anual de las personas que tienen agua de manera ininterrumpida, así como el aumento de la calidad del servicio, factores que deben ser parte de las metas de un sistema tarifario. Además, un sistema tarifario debe pugnar por alcanzar mejoras en el incremento de la medición, recaudación, número de usuarios, así como el aumento de la cobertura. Otra de las funciones de un ente regulador radica en conocer con antelación las causas y efectos de aumentar los montos de las tarifas, debiendo considerar elementos como la economía de la nación, las variables macro y microeconómicas, la calidad del servicio y los niveles de eficiencia del organismo operador, entre otros indicadores. Queda claro, entonces, que los principios básicos de una gestión efectiva de los asuntos hídricos incluyen la participación de todos los interesados, la transparencia, la equidad, la responsabilidad financiera, la coherencia, la capacidad de reacción, la integración y las cuestiones éticas. En síntesis, puede considerarse que la Cultura del Agua abarca una amplia gama de aspectos que tienen el principio de equifinalidad, esto es, que persiguen el mismo fin, el cual será la sustentabilidad del recurso agua haciendo un uso eficiente del mismo. 465 De acuerdo al costo actual, un metro cúbico de agua, es decir mil litros, tiene un precio promedio de $5.50. De la serie El valor del agua. ACR 466 CULTURA DEL PAGO RECUPERANDO EL EQUILIBRIO 467 La importancia de la Cultura del Agua Presa Vicente Guerrero, en el municipio de Tlatlaya, en el Estado de México. ACR Alfredo Del Mazo González a Tierra, con sus más de 6 mil millones de seres humanos se enfrenta al inicio del siglo XXI con una grave crisis de agua: 20% de la población no tiene acceso al agua potable, la mitad no cuenta con servicios de saneamiento, prevalece una alta incidencia de enfermedades relacionadas con su consumo, desaparecen pantanos y humedales y se degrada la calidad de ríos, lagos y acuíferos. L Se trata de un recurso limitado y constante ya que no existe evidencia científica de que nuestro planeta pierda agua, por lo que la oferta del líquido en el ciclo hidrológico es en promedio la misma. La demanda, en cambio, crece continuamente, año con año aumenta la población, que requiere mayor cantidad de bienes y servicios, sin embargo, ni la producción de alimentos ni los procesos industriales ni la generación de energía son posibles sin agua, debido a ello su consumo a nivel mundial aumentó seis veces el año pasado. Si bien es cierto que la crisis del agua es sólo uno de los diversos desafíos a los que la humanidad se enfrenta en este tercer milenio, también lo es que dicha crisis está en el corazón mismo de nuestra supervivencia y de la de nuestro planeta. Las tendencias parecen indicar que la crisis continuará empeorando, a no ser que se emprendan adecuadas acciones correctivas a nivel mundial que necesitan de la solidaridad entre las naciones. De manera independiente al crecimiento de la población y los fuertes incrementos de la demanda por parte de los sectores productivos, es posible afirmar que se trata de una crisis de gestión, causada en buena parte por el uso de procedimientos y métodos inadecuados en la aplicación del recurso. No obstante que en los últimos años la humanidad ha logrado ampliar el acceso a los beneficios del agua, desarrollar una tecnología hidráulica sin precedentes y mitigar las manifestaciones más destructivas de los fenómenos naturales, simultáneamente se 468 LA IMPORTANCIA DE LA CULTURA DEL AGUA ALFREDO DEL MAZO GONZÁLEZ alteraron los ciclos naturales, se desarrolló un patrón de consumo que compromete la sustentabilidad, se ahondaron las diferencias entre naciones, regiones y grupos sociales, y se agudizaron los conflictos nacionales e internacionales en torno a los recursos hidráulicos. norte y el Altiplano. En lo tocante a las aguas subterráneas, de los 188 acuíferos más importantes, más de 100 están sobreexplotados, lo que se traduce en un grave impacto ecológico, agotamiento de manantiales, desaparición de lagos y humedales y pérdida de ecosistemas. La relación que establece una sociedad con el agua se construye a lo largo del tiempo. Esta relación involucra instituciones, infraestructuras, costumbres, intereses y culturas. No han sido pocas las civilizaciones que se derrumbaron, no por sus problemas políticos o sociales, sino por sus contradicciones hidráulicas y su incapacidad para superarlas. Resulta insostenible continuar sobreexplotando los mantos acuíferos y, para evitarlo, es necesario reducir los flujos migratorios hacia las áreas metropolitanas del norte y centro del país, con una política federal de descentralización y desconcentración nacional. De igual manera, especial importancia adquiere el establecimiento del régimen económico-financiero de las transferencias requeridas para el desarrollo y mantenimiento de zonas con carencias hídricas estructurales. El aprovechamiento y la preservación del agua están condicionados en forma importante al significado económico, social, ambiental y cultural que se le otorgue: el poblador rural la considera como un bien de propiedad local que condiciona fuertemente su supervivencia y desarrollo. En cambio, para el habitante urbano, el agua significa con frecuencia un elemento más de consumo, la recibe purificada y normalmente desconoce los esfuerzos necesarios para captarla, conducirla y distribuirla en las ciudades. Cada país tiene sus propios problemas y también su propia forma de resolverlos. El abanico de soluciones está a la vista, por ejemplo: la desalinización, el tratamiento y reúso de las aguas residuales y, sobre todo, trabajar preferentemente sobre la demanda, impulsando su uso eficiente y manteniendo, hasta donde sea posible, la oferta. En México, la crisis ya nos alcanzó; durante los últimos 50 años la disponibilidad promedio per cápita ha sufrido un decremento dramático, agudizado por la desfavorable, desde el punto de vista hídrico, distribución de la población y la actividad económica. Si se analizan los escurrimientos, 50% del volumen se genera en tan sólo 20% de la superficie localizada en el sureste, mientras 4% se genera en la parte norte, en una superficie equivalente a 30% del territorio nacional. Con relación a la altura, sólo 4% del escurrimiento ocurre a elevaciones mayores a los 2 mil m, donde se ubica más de 30% de la población, mientras que 50% sucede en elevaciones menores a los 500 m, de ahí el grave problema de abastecimiento en el Además debe evitarse a toda costa la degradación de la calidad del recurso en ríos, lagos y acuíferos; incrementar la eficiencia del uso del agua agrícola y público-urbano; utilizar agua tratada en aplicaciones que no requieran la calidad de potable y sobre todo auspiciar la formación de una autentica Cultura del Agua. Ante el reto multidimensional descrito, no son únicamente las grandes inversiones ni los espectaculares avances científicos y tecnológicos en la materia lo que se requiere. Se necesita, sobre todo, generar una nueva visión sobre el agua y sus problemas, con un enfoque integral que aglutine factores ecológicos, económicos, sociales, legales y políticos; se precisa de un nuevo esquema de participación de la sociedad en cuanto al acceso al agua y en la responsabilidad de su cuidado y conservación. Para que las estrategias en el sector agua puedan llevarse a cabo, es indispensable la participación de la sociedad, la cuál deberá tener una clara percepción de la problemática hidráulica en la que vive y se desarrolla, y la convicción de que se trata de un bien económico cuyo uso debe racionalizarse. Sólo mediante una sólida Cultura del Agua, que penetre en todos los sectores sociales, será posible instrumentar las medidas regulatorias y jurídicas que permitan revertir procesos negativos generados a lo largo de muchas décadas. 469 El valor del agua y la Cultura del Pago Felipe Arreguín Cortés El valor del agua según la óptica del usuario El usuario urbano reflexiona sobre la importancia del agua cuando al abrir la llave no sale ni una gota. Pocos son los que se percatan del esfuerzo que se hace para que el agua llegue a una casa, también se ignora el impacto ambiental que se provoca cuando se utiliza el líquido y se le regresa al medio ambiente sin un adecuado saneamiento. El usuario industrial tiende a utilizar el agua en diversos procesos, contaminándola y regresándola al medio natural sin un tratamiento adecuado. El usuario agrícola percibe y otorga un valor distinto al agua que utiliza, pues la considera vital para sus actividades de cultivo. Y el usuario indígena se distingue porque el valor que atribuye al líquido puede llegar a ser incluso sagrado y religioso. Tanto es el valor que se le asigna al agua que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), ha declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad a varios sitios cuyo común denominador es la existencia de cuerpos de agua. Así ocurrió con los canales de Venecia y el Lago de Xochimilco. La unidad del valor social, ambiental y económico del agua Un niño se baña en un pueblo del municipio de Macuspana, en el estado de Tabasco. NOTIMEX/FOTO/LUIS LOPEZ/FRE/HUM/ El agua posee un valor social, ambiental y económico, atributos que deben tener un adecuado balance que fundamente cualquier sistema de administración del recurso. Dicha premisa debe obligar a los organismos operadores a que asuman su responsabilidad social y ambiental, y construyan una política tarifaria. Ese compromiso, que es propio de los responsables de establecer las políticas públicas, debe establecer hasta dónde es necesario fijar subsidios cruzados, o si resultan más convenientes las tarifas diferenciadas para responder a los principios de equidad social y conservación del medio ambiente. 470 EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS Desde su creación, la Ley General de Salud ha sido objeto de diversas interpretaciones en función de la prestación del servicio de agua. La más frecuente es aquella cuyo argumento sostiene que el servicio del agua no puede ser suspendido ni siquiera cuando deja de pagar el usuario. Tal postura se fundamenta en que el agua es fuente de salud, esencia del argumento que impide que se suspenda el suministro del líquido pues se propicia la aparición de enfermedades o epidemias que podrían afectar a toda la sociedad. Vista al atardecer desde el Tanque Pericos, segundo tanque de aguas abajo de la torre de oscilación de la Planta de Bombeo 5. Al fondo se aprecia parte del Valle de Toluca, en el Estado de México. CFM Al respecto, es necesario considerar que la Ley General de Salud es un precepto antiguo que debe ser revisado prolijamente, ya que al final del documento se establece la siguiente reserva: “excepto en los casos que determinen las disposiciones generales aplicables”. A partir de esa reserva se infiere que la ley en cuestión no es definitiva ni absoluta, por lo que varios gobiernos estatales y municipales llegan a restringir e incluso a suspender el servicio del agua, amparándose en una adecuada interpretación. 471 1 (1) Tanques de cloro líquido que son valiosos insumos en la Planta Potabilizadora Los Berros, en el municipio de Villa de Allende, en el Estado de México. CFM (2) Cuarto de bombeo de la Planta de Bombeo 5 del Sistema Cutzamala, en el Estado de México. CFM (Página siguiente) Panorámica de la Planta Potabilizadora Los Berros. CFM 472 2 Hacia una tarifa equitativa Definir la tarifa por el servicio de agua y saneamiento es todavía una tarea compleja, y su concepción aún genera diversas discusiones. Derivado de lo anterior, en distintos países, entre los que se encuentra México, se aplican diferentes políticas para establecerlas. En un contexto urbano, el cálculo de la tarifa debe considerar todos los elementos involucrados durante el suministro y saneamiento del recurso, y que implican los costos de explotación del recurso, incluido el pago de derechos; la potabilización, que envuelve el empleo de sustancias químicas y energía eléctrica; la conducción y distribución, y la recolección, tratamiento y disposición de las aguas residuales. Además, es necesario sumar los costos de la instalación de medidores; el trabajo del personal técnico; la administración y la cobranza; así como la realización de campañas de Cultura del Agua. En la actualidad es frecuente que la tarifa incluya el cálculo de parámetros de eficiencia económica, cuya misión consiste en obtener el máximo rendimiento del dinero, mano de obra y materiales involucrados en el proceso. Por su parte, el principio de seguridad hídrica persigue un objetivo social, fundamento de la política tarifaria. Su objetivo es distribuir el recurso con equidad, en función de las necesidades de las personas, y garantizar la salud y el bienestar de los usuarios. Si un organismo decide aplicar la tarifa bajo el principio de seguridad hídrica, puede elegir una política de subsidios cruzados; o de lo contrario, establecer el cobro sin distinción de la condición económica del usuario. Ineficiencia, factor que eleva el costo del recurso La prestación de un servicio inadecuado es una de las causas por la cual el usuario no cumple con sus obligaciones de pago. La falta de presión en el suministro de agua potable y una calidad cuestionable del líquido, son parte de las deficiencias en el servicio que se encuentran ocultas en la tarifa y que, tarde o temprano, termina por solventar el usuario con sus propios recursos. En consecuencia, el costo del servicio se eleva, hasta que resulta más oneroso que la misma tarifa. Así, cuando el usuario recibe un servicio deficiente, se verá obligado a destinar recursos para lo siguiente: a) Construir un depósito de agua o cisterna para asegurarse de contar con un servicio continuo. b) Instalar una bomba para llenar un tinaco y así contar con agua en su propia casa. c) Pagar energía, elemento necesario para conducir el líquido desde la cisterna hasta el tanque. d) Instalar filtros domiciliarios o hervir el agua para asegurar la calidad del recurso, por lo cual deberá invertir más debido a que su consumo de gas aumentará. Al sumar todos los factores descritos, el usuario gastará lo doble o el triple de la tarifa para hacer frente a un servicio ineficiente. Otro caso grave es aquel que se registra cuando el usuario se ve obligado a comprar agua para consumo humano en un centro comercial o en carros tanque, pues requerirá recursos importantes, ya que se trata de un bien comercializado a precios altos. Para lograr que el usuario pague de forma voluntaria es preciso que comprenda el valor y el costo de la infraestructura que se necesita para prestar el servicio de agua potable. De ese modo, asumirá su responsabilidad y se ubicará dentro de una escala definida en función de la estructura tarifaria a la que pertenezca. Por tal razón, las campañas de Cultura del Agua deben buscar que la sociedad entienda el principio básico del valor del agua en función de cada usuario. Por otra parte, es benéfico para el país que los usuarios hagan preguntas en torno a temas relacionados con el valor del agua, pero es menester que esa curiosidad trascienda. El usuario debe ir más allá, de manera que no sólo sea consciente del valor del agua, sino que sea capaz también de cuestionar y opinar. De esa forma, el usuario podría obtener un mejor servicio e, incluso mejores tarifas. 473 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Las esferas de gobierno en la administración del agua La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece con claridad las atribuciones de cada orden de gobierno respecto a la administración y prestación de los servicios públicos relacionados con el agua. En consecuencia, los responsables de prestar los servicios de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición de aguas residuales son los municipios, principio establecido en el artículo 115 constitucional. Respecto al nivel federal, la Constitución establece que el Ejecutivo Federal, por conducto de la instancia correspondiente, en este caso la Comisión Nacional del Agua, es la institución encargada de administrar y preservar el recurso hídrico de propiedad nacional. Asimismo la Ley reglamentaria del párrafo quinto, la Ley de Aguas Nacionales (LAN), y la Ley Federal de Derechos (LFD) otorgan a la Comisión Nacional del Agua las atribuciones de recaudar los derechos por uso, aprovechamiento y explotación de las aguas nacionales. Además, conforme a la LFD, la Comisión Nacional del Agua tiene la facultad de cobrar derechos a quienes usan los cuerpos receptores para descargar aguas residuales sin haberlas sometido a un tratamiento adecuado. La aplicación de derechos forma parte de las atribuciones de la Comisión Nacional del Agua, la autoridad responsable de administrar el recurso. Este organismo, además, se involucra en la promoción, fomento y desarrollo de proyectos y construcción de obras hidráulicas, así como en actividades de asesoría y capacitación para el correcto manejo del agua. Otra de sus funciones está relacionada con el financiamiento de los programas que coadyuvan en la realización de obras hidráulicas en coordinación con gobiernos municipales y estatales. Conforme a los principios emanados de la Constitución y la Ley de Planeación, se formuló el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2012, el cual es adoptado de manera obligatoria por los diferentes niveles de la administración pública federal. La misma Ley de Planeación y el propio Plan establecen los planes sectoriales como el del Medio Ambiente a cargo de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el Plan Nacional Hídrico 2006-2012 del cual la Comisión Nacional del Agua es responsable. En este marco de distribución de facultades para ofrecer los servicios públicos en materia de agua, el papel de los gobiernos estatales depende de la capacidad de sus municipios. Es importante recordar que en México existen municipios muy pequeños, que carecen de capacidad técnica, administrativa y económica, situación que les impide otorgar el servicio de abasto de agua y saneamiento de manera adecuada. En dicho contexto, conforme a su legislación, los gobiernos estatales pueden participar, a través de las comisiones estatales, prestando los servicios de agua potable y saneamiento directamente o asociados a los municipios. 474 EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS Cada estado libre y soberano tiene la facultad de decidir en qué medida ofrecerá su apoyo. Al respecto, es posible que un gobierno estatal, a través de la comisión respectiva, se responsabilice de la prestación de los servicios, aunque también es factible que otorgue apoyos en diferentes niveles. También existen municipios con capacidades técnicas y financieras muy sólidas que pueden hacerse cargo de la administración del recurso sin ayuda del gobierno estatal. La mayoría de los estados cuenta con su propia ley estatal del agua, documento en el que se establecen las áreas de participación y alternativas de apoyo disponibles para los municipios, no obstante algunas entidades carecen de un cuerpo de leyes para el sector lo cual dificulta que se auxilie a los municipios de escaso desarrollo. Sin embargo, entidades como la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) permiten establecer relaciones con la Comisión Nacional del Agua, útiles para la búsqueda de consensos en aras de la correcta prestación de los servicios relacionados con el agua. En un marco de cooperación institucional como el anterior, es posible establecer criterios generales, ya sea en materia de Cultura del Agua o en la realización de una campaña homogénea que promueva los valores inherentes del agua: el ambiental, el económico, el social y el de la salud. Aunque la mayor parte de las deficiencias en la prestación del servicio de agua recaen en el organismo operador, no debe ocultarse que muchas de ellas se deben a la carencia de recursos económicos. Tal situación genera un círculo vicioso difícil de romper, aunque en apariencia hay maneras de lograrlo. A pesar de ello, los organismos operadores prestadores de los servicios de agua y saneamiento tienen opciones para mejorar su situación. Tal es el caso del Programa de Devolución de Derechos (Prodder), cuya aplicación beneficia a algunos municipios. El programa funciona de la siguiente manera: la Comisión Nacional del Agua recauda los derechos por uso, aprovechamiento y explotación de las aguas nacionales, empero, a los organismos operadores inscritos en el Prodder les devuelve esos recursos. La condición básica de esta devolución estriba en que los recursos se empleen en la ejecución de una obra hidráulica que amplíe el servicio, recupere volúmenes producto de fugas o mejore el servicio en general. Además, los municipios podrían obtener un monto extraordinario. EL VALOR DEL AGUA ESTÁ LIGADO A SU IMPORTANCIA VITAL, SOCIOCULTURAL, AMBIENTAL, ECONÓMICA Y POLÍTICA. SU VALOR SE REFLEJA EN TODO AQUELLO QUE NOS BENEFICIA DIRECTA O INDIRECTAMENTE, INCLUSO EN AQUELLO QUE NO PUEDE CUANTIFICARSE, COMO EL BIENESTAR SOCIAL, AMBIENTAL Y POLÍTICO DEL PAÍS. FAC 475 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La Cultura del Agua y la educación para las nuevas generaciones Para que los mensajes derivados del cuidado del agua tengan el mayor impacto posible es necesario emprender campañas inteligentes e integrales que promuevan la Cultura del Agua. Se recomienda que antes de que se ponga en marcha la campaña de Cultura del Agua, se analicen los medios y el mensaje idóneo para cada segmento de la población. La organización de conferencias y la presencia de investigadores comprometidos con sus instituciones educativas serían herramientas eficaces para impulsar dicha campaña. Es primordial entender a la persona con la cual nos queremos comunicar, se debe tener claro qué se quiere comunicar, los valores del agua que se quiere destacar y el objetivo que persigue la institución que realizará la campaña. Una forma de transmitir mensajes de manera eficiente a la sociedad es por medio de la educación formal. Es preciso apostar por la educación de los niños y jóvenes, motores fundamentales para la consolidación de un cambio de actitud y responsabilidad frente al recurso. Para ello, las instituciones del sector hidráulico deben trabajar en coordinación con las autoridades responsables del sector educativo, en los niveles básico, medio e, incluso, superior. Los jóvenes, en particular los estudiantes, muestran aptitud para entender el valor del agua. En la actualidad es notable la preocupación manifestada por la mayoría de los jóvenes, quienes están conscientes de los impactos que sobrelleva el medio ambiente debido al irracional uso que el hombre da al agua del planeta. Ese mismo conocimiento les hace prever que muchas fuentes del recurso tienden a ser agotadas. Otro grupo susceptible de ser culturizado es aquel que no pertenece al sistema educativo. Para ese segmento es necesario pensar en la realización de campañas de Cultura del Agua que sean impulsadas por medios de comunicación como periódicos, revistas, carteles o mensajes transmitidos por radio y televisión, utilizándolos siempre bajo la premisa de lograr un impacto en la población. Hoy día, los medios de comunicación se han transformado de manera tal que se muestran receptivos a los temas del sector hidráulico. Esa coyuntura debe ser aprovechada por el sector agua para informar al amplio segmento que no tiene acceso a las instituciones educativas. En una campaña no será suficiente con explicar la infraestructura, antes bien, debe procurarse que el usuario conozca cuál es el propósito de esas instalaciones. También resultará insuficiente que el usuario conozca lo que hay detrás del servicio de agua potable si no está consciente de las implicaciones ambientales que producen su desalojo. 476 EL VALOR DEL AGUA Y LA CULTURA DEL PAGO FELIPE ARREGUÍN CORTÉS Mirando al futuro Ante el crecimiento de la población en los próximos decenios, las amenazas del cambio climático y la contaminación del recurso, factores que reducen la disponibilidad de agua en términos reales, aún cabe la visión optimista, según la cual puede garantizarse el abasto del recurso para todas las actividades que requiere México para su desarrollo sostenible, sólo si: a) Se usa eficientemente el agua, mediante la medición, control de fugas, tarifas, reglamentación, educación, comunicación, tratamiento, reúso y recirculación del agua. b) Se controla y reduce la contaminación del agua. c) Se utiliza tecnología de punta para incrementar la oferta de agua: desalinización y agua virtual azul y verde. d) Se ordenan los usos del agua en concordancia con la planeación territorial y los impactos del cambio climático. e) Se separa la gestión del agua de la actividad política. f) Se incrementa la participación de la sociedad en la administración del agua. g) Se establecen esquemas financieros que correspondan con la capacidad de pago de los usuarios. Después del proceso de potabilización, el agua que será conducida desde la Planta Potabilizadora Los Berros hasta el Valle de México, se encuentra lista para ser consumida. CFM 477 El Pago de Servicios Ambientales como factor de preservación del recurso Ignacio Pichardo Pagaza l agua que consumimos en México proviene fundamentalmente de la lluvia, etapa esencial del ciclo hidrológico, cuyo caudal hace posible la recarga de los acuíferos someros, que producen fuentes permanentes como los manantiales y las corrientes de aguas superficiales: arroyos, ríos, esteros, lagos y lagunas. El agua subterránea que se encuentra a grandes profundidades presenta características que limitan su explotación. Una de ellas está relacionada con su recarga, ya que al explotar los acuíferos a esa profundidad se propicia su agotamiento. E En el caso del Estado de México las fuentes del agua que se envía a las zonas metropolitanas del Valle de Toluca (ZMVT) y del Valle de México (ZMVM), la primera con 1 millón 405 mil habitantes y la segunda con 19 millones 152 mil habitantes, de los cuales 9 millones 266 mil viven en el estado de México, es agua que en proporción significativa proviene del Sistema Cutzamala. Este Sistema se encuentra en la región hidráulica e hidrológica de la Cuenca del Río Balsas, situación que lo convierte en ejemplo del fenómeno de trasvase de cuencas, en otras palabras, la situación que consiste en importar volúmenes de agua de una cuenca hidrológica a otra. La del Cutzamala comprende varias subcuencas y microcuencas que generan aproximadamente 16 m3/s de agua, volumen suficiente para abastecer a una población aproximada de 5 millones de personas; además representa entre 20 y 25% del total que recibe la ZMVM. La Cuenca del Río Cutzamala también resulta fundamental para el abastecimiento del Valle de Toluca, región a la que aporta un caudal de entre 1 y 1.5 metros cúbicos por segundo. Es necesario resaltar la complejidad del proceso de captación y conducción de las aguas superficiales en el Sistema Cutzamala: primero, el bombeo del recurso a la parte alta del Valle de México que es, de suyo, una hazaña de ingeniería, pues el líquido debe vencer una pendiente de mil 100 m; segundo, el proceso de potabilización realizado en la Planta Los Berros, que durante mucho tiempo fue considerada la más grande de América Latina; y por último, la conducción del agua mediante una línea de 126.07 km hacia las zonas urbanas del Valle de México. Sin embargo, existe otro reto consistente en que la oferta y disponibilidad del agua son limitadas y hay que mantener su sostenibilidad. (Página siguiente) Detalle de una de las Cascada de Temascaltepec, ubicada en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CCO 478 Resulta importante mencionar que en el país el agua se destina principalmente al uso agrícola en 77%, en segundo lugar se aprovecha para el uso público-urbano, actividad que demanda 14% del volumen total de agua que se produce a escala nacional. En tercero y cuarto lugar se ubican el uso en termoeléctricas y el uso en industria autoabastecida, actividades a las que se destina el 5 y 4% del volumen total del recurso vital, respectivamente. En el Estado de México la proporción es significativamente distinta, pues es una entidad cuya población es sustancialmente urbana. En consecuencia, el uso público-urbano demanda 39.75% del total de agua producida en la entidad, mientras que, en segundo lugar, se encuentra el uso agrícola que demanda 36.92%. Por su parte, el uso industrial demanda 5.96%, mientras que el resto se envía por transferencia al Distrito Federal. En cuanto al empleo del agua para la agricultura, cabe destacar que se han detectado ineficiencias en función de que los sistemas de riego están poco perfeccionados, se carece de un mantenimiento adecuado de la infraestructura y aún existen rezagos en la construcción de pequeñas obras hidráulicas para las unidades de riego, todo lo cual provoca desperdicios. Si se recuperaran los volúmenes perdidos en la actividad agrícola, se generaría mayor disponibilidad del recurso para las zonas urbanas de la entidad o para la propia agricultura. Un serio problema es el desperdicio mayúsculo de agua potable que se registra en las tuberías de las zonas urbanas. Se estima que en la ZMVM, cerca de 40% del caudal se fuga en las tuberías. De ser cierto el cálculo anterior, y si se considera un consumo de 72 m3/s en la ZMVM, entonces el caudal perdido ascendería a casi 30 m3/s. Dicho volumen resulta inverosímil, ya que el consumo total del DF es de 32.9 m3/s. Una estimación más realista de pérdidas sería alrededor de 25 por ciento. Si aceptamos -sin conceder- que el volumen de pérdidas físicas en la red es cercano a 30%, resultaría que el caudal extraviado equivaldría a un volumen mayor a lo que produce la Cuenca del Río Cutzamala. Tal realidad obliga a que las autoridades instrumenten una estrategia cuya prioridad sea el combate a las fugas, la rehabilitación de la red de conducción de agua potable y la optimización de la infraestructura, descartando en el futuro cercano los proyectos que planteen la importación de nuevos caudales. Merece especial atención el bajo porcentaje de agua residual que se trata y reúsa en el país, volumen calculado por algunos en aproximadamente 20%. Mención aparte para el Valle de México, donde los 60 m3/s de agua que se consumen son desalojados mediante una compleja infraestructura que se vierte a una cuenca vecina. La situación hidráulica en la entidad y en el país exige atender de modo prioritario la captación, potabilización, almacenamiento, distribución y tratamiento del agua, pero obliga, también, a elaborar una estrategia que logre la sostenibilidad de las fuentes. Es una prioridad lograr la coordinación de los tres niveles de gobierno para emprender acciones como: primero, diseñar un marco legal que establezca las bases de la coordinación; segundo, que los organismos operadores consoliden su operación con los tres niveles de gobierno, y tercero, que tanto los funcionarios como los ciudadanos hagan conciencia de estas dos ideas: la escasez del recurso y la necesidad de su sostenibilidad. 479 El papel ambiental de los bosques Un fenómeno que ha empezado a ocurrir en el Estado de México es la disminución de sus fuentes superficiales de agua. Tal evento se debe, no a las variaciones del ciclo hidrológico, el cual mantiene un ritmo estable en periodos de hasta 25 o más años, sino a la disminución de la infiltración del agua pluvial. La infiltración que ocurre en los acuíferos someros genera manantiales y corrientes en la superficie, proceso que en nuestro Estado se ha visto perturbado debido a la deforestación, la erosión y la desertificación, cuyo común denominador es la pérdida de suelo fértil. La mayor parte de las fuentes superficiales alrededor del macizo volcánico del Nevado de Toluca ha disminuido su volumen y su capacidad de generación de agua. Por ejemplo, en la parte más alta de la cuenca, en la región de Amanalco, los cauces casi secos de varios arroyos cuyos caudales fueron permanentes durante siglos, hoy se extinguen en la temporada de estiaje. El Río Amanalco es un caso: uno de sus afluentes ha dejado de escurrir hacia la Presa Valle de Bravo durante la temporada de estiaje; se explica por la disminución del caudal y porque el uso del agua que lleva el río se ha intensificado. Al analizar el origen de las fuentes de agua potable de las grandes urbes en el altiplano de México, se descubrirá el preponderante papel que desempeñan los bosques, los pastizales de las zonas altas y los humedales; su función es primordial para una adecuada infiltración a los acuíferos, luego de las precipitaciones pluviales. Por otra parte, ha cobrado importancia científica, ambiental y práctica la preservación de los humedales, mejor conocidos como pantanos y esteros, cuya presencia genera hábitats con amplia biodiversidad y facilita la infiltración sin excesiva evaporación. Árboles en las cercanías de la Presa Valle de Bravo, ubicada en el municipio del mismo nombre, en el Estado de México. CFM 480 El principal beneficio de los bosques, pastizales y humedales reside en que su presencia favorece, no sólo la infiltración de agua al subsuelo, sino que permite la aparición de nuevas fuentes a través de manantiales, veneros y escurrimientos. La destrucción de los bosques propicia las llamadas trombas que son intensas precipitaciones pluviales que dan origen a grandes corrientes que discurren a mucha velocidad en terrenos erosionados o con escasa vegetación. Cuando ocurre una tromba, en un lapso de 2 a 4 horas la precipitación escurre aguas abajo, generando erosión y arrastres; además provoca que los ríos se azolven y los lagos pierdan profundidad. Los efectos de una tromba pueden verificarse en la calle de alguna ciudad, donde no hay manera de que el agua se infiltre, lo que da lugar a la aparición momentánea de ríos urbanos. En contraste, cuando llueve en una zona boscosa resultan poco frecuentes las corrientes superficiales caudalosas; a cambio, aparecen pequeños arroyos que escurren de manera gradual. El papel fundamental del bosque para la infiltración y recarga de las fuentes subterráneas no ha sido valorado en su justa dimensión, se requiere una estrategia que optimice su aprovechamiento. La política pública de preservación del ambiente, que incluye al agua y los bosques, debe convertirse en los próximos 25 o 50 años en la política de mayor prioridad, al mismo nivel de las que buscan combatir la desigualdad y la pobreza. El objetivo debe ser alcanzar el auténtico equilibrio entre hombre y naturaleza, de lo contrario, los costos para la humanidad serán sumamente altos. La estrategia debe estar centrada en el combate a la actitud antropocéntrica frente a la naturaleza. La toma de conciencia de nuestra generación es fundamental para adaptar el principio de sostenibilidad al desarrollo del ser humano. Cascada Velo de Novia, ubicada en el municipio de Valle de Bravo. ACR 481 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL El Programa de Pago por Servicios Ambientales La importancia de los bosques como factor de sostenibilidad del agua exige modificar la percepción que tienen los usuarios y las autoridades respecto a la forma como los dueños de los bosques administran los recursos forestales del país. Al respecto, es necesario adoptar una nueva actitud que reconozca el valor hidrológico y ambiental del bosque. El nuevo paradigma requiere que los usuarios del agua estén dispuestos a pagar por la sostenibilidad de las fuentes de agua, con el propósito de fomentar su conservación y, por ende, la disponibilidad del líquido. El usuario de agua en la ciudad no tiene razón en solicitar que se detenga la explotación del bosque, mientras sus propietarios sean al mismo tiempo parte de la población marginal y de menores recursos económicos en el país. Resulta indispensable una nueva valoración de los bosques, de manera que se les otorgue un significado económico que se traduzca en el pago por servicios ambientales y un mejor nivel de ingresos para sus propietarios. Los servicios ambientales que proporcionan los bosques se traducen en múltiples beneficios, entre otros la adecuada infiltración del agua y, por ende, la preservación de manantiales y corrientes superficiales de agua limpia, exenta de arrastres. El concepto de servicios ambientales y el reconocimiento de los bosques como fábricas de agua, debe traducirse en un pago a los propietarios de los bosques, ejidatarios y comuneros forestales del país, por su mantenimiento. El Gobierno Federal y el Gobierno del Estado de México han implantado ya programas de Pago por Servicios Ambientales Hidrológicos, reconociendo el valor del bosque como protector de las fuentes de agua, la biodiversidad, y su función en la captura de dióxido de carbono (CO2). En el caso del Gobierno Federal, el Pago por Servicios Ambientales consiste en la transferencia de recursos 482 a Conagua y Conafor para que esas instituciones asignen una compensación económica a los dueños de los bosques en retribución por mantenerlos en buenas condiciones. El Gobierno del Estado de México, tras la modificación de las leyes locales, logró que usuarios industriales, comerciales y domiciliarios sufraguen una contribución adicional por el servicio de agua; esos ingresos se depositan en un fideicomiso, el cual efectúa pagos por hectáreas a los propietarios y poseedores del bosque, siempre y cuando lo mantengan en óptimas condiciones. Cabe destacar que dicho fideicomiso no forma parte de las finanzas públicas estatales, sino que se otorga directamente a los propietarios, que a cambio tienen la obligación de cuidar los recursos forestales. Entre las obligaciones que tienen los propietarios destacan las siguientes: el cuidado del bosque; su delimitación con cercas a efecto de evitar la presencia de ganado; la construcción de brechas corta-fuego; su participación como parte de las brigadas contra incendios, y el mantenimiento de los renuevos y las plantaciones. El Programa de Pago por Servicios Ambientales ha sido bien recibido por los productores forestales y es preciso puntualizar que su aplicación no impide que el bosque sea aprovechado de manera racional. La medida plantea a los productores administrar el bosque sin cancelar la posibilidad de que obtengan un permiso para su aprovechamiento. En eso radica la esencia del pago por servicios ambientales hidrológicos: por un lado, el propietario del bosque adquiere responsabilidades para promover la infiltración del agua pluvial; por el otro, el usuario que consume el líquido está dispuesto a pagar por ello. Para calcular la tarifa que debe ser aplicada a los usuarios en pro de la conservación de las zonas forestales, se realizaron estudios para medir la EL PAGO DE SERVICIOS AMBIENTALES COMO FACTOR DE PRESERVACIÓN DEL RECURSO IGNACIO PICHARDO PAGAZA La Comisión Hidrológica de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco utilidad que obtendrían los vecinos de una región si el bosque fuera exterminado y transformado en zona agrícola, práctica que es conocida como ampliación de la frontera agrícola. Se detectó que la ampliación de la frontera agrícola en tierras de temporal produce rendimientos económicos que proporcionan, en el mejor de los casos, un ingreso de aproximadamente 2 mil pesos anuales por hectárea sembrada de cebada o maíz. La contribución por servicios ambientales se estableció en mil 500 pesos por hectárea. Ese ingreso no es comparable al valor intrínseco de la madera; no obstante, es necesario considerar que si bien el productor obtiene ingresos altos al derribar y comercializar los árboles de su propiedad, aquellos resultan ser extraordinarios ya que los puede obtener una vez cada 20 años. En contraste, mediante el Programa de Pago por Servicios Ambientales el productor adquiere el derecho a recibir subsidio por los siguientes 5 años, cuando menos hasta que los árboles maduren y el estado del bosque permita al gobierno autorizar un aprovechamiento del mismo. Una vez fijado el Pago por Servicios Ambientales, se calculó el monto de la contribución. En la actualidad, quienes están obligados a pagar la cuota son los organismos municipales operadores, los cuales a su vez, deben trasladarla a los usuarios. Por el momento, el Estado de México es la única entidad a nivel nacional que ha llevado a cabo el Programa de Pago por Servicios Ambientales. La Comisión Hidrológica de la Cuenca Valle de BravoAmanalco es un organismo auxiliar que funciona como foro de coordinación, planeación y seguimiento; su misión es solicitar a los tres órdenes de gobierno y a los organismos no gubernamentales (ONG), información sobre sus proyectos de obra, inversión y servicios relacionados con la cuenca. En particular aquellos proyectos que se desarrollan en torno a tres grandes líneas estratégicas: el agua potable, el saneamiento y la preservación del medio ambiente. Paulatinamente se ha desarrollado conciencia del valor del agua y su destino en la cuenca; cada día se limpia un volumen mayor antes de verterla a los cuerpos y corrientes naturales. El propósito es que el agua residual tenga una calidad que minimice los daños al medio ambiente. Acciones como las descritas son básicas para el país, por los altos niveles de contaminación de los cuerpos de agua. Desde hace años, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) se encuentra trabajando para solucionar los problemas de la parte alta de la cuenca y de la Laguna de Valle de Bravo. El papel de la Comisión Hidrológica de la Cuenca Valle de Bravo-Amanalco está orientado a promocionar y coordinar las acciones de agua y saneamiento de la CAEM, las de Conagua y las del organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Valle de Bravo (APAS). Al terminar el año 2008, más de 20 municipios urbanos estaban aportando recursos al fideicomiso. En diciembre de ese año, el Gobernador Enrique Peña Nieto realizó el primer pago de 25 millones de pesos a los propietarios de bosques cuyas solicitudes fueron aceptadas por Probosque. 483 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La Cultura del No Pago del Agua en México Más que hablar de una Cultura del Pago en México, debe hablarse de la Cultura del No Pago del Agua, pues una elevada proporción de la población no cubre la tarifa del servicio de agua potable, situación de la cual no escapa el Estado de México. Ese mal hábito encuentra profundo arraigo en el país bajo el amparo de un razonamiento equivocado: se juzga sensato no pagar el servicio del agua porque el recurso es extraído de las propias comunidades. Resulta alarmante saber que en México casi 50% de la población no paga el servicio. Corregir tal percepción debe ser una de la metas de la llamada Nueva Cultura del Agua, aunque tampoco deben olvidarse los rezagos en el pago del servicio de los grandes consumidores, segmento al cual deben ser dirigidas medidas más rigurosas para que cumplan con su responsabilidad. Paradójicamente, México es el segundo consumidor de agua embotellada del mundo, incluyendo productos como cervezas, refrescos y agua potable. Asimismo, es frecuente que en México el usuario considere que el gobierno está obligado a garantizar la disponibilidad del recurso aún sin pagarlo; idea que es a todas luces incorrecta, ya que la gestión del agua, su potabilización y distribución, son asuntos que atañen a toda la colectividad y que tienen un costo. Si los ciudadanos y los grandes consumidores mantienen una actitud irresponsable en torno al pago y la correcta gestión del agua, la tendencia se inclinará hacia la formación de un escenario de serias dificultades para el sector hidráulico. Ello obligará a un cambio en el paradigma de la administración del recurso: el modelo de la administración sectorial cambiará a un modelo de responsabilidad compartida. Una gestión eficiente del recurso Una gestión eficiente del recurso demanda la existencia de organismos operadores que actúen como entes de planeación, que ejerzan acciones de coordinación, evaluación y seguimiento. El organismo operador debe ser instancia en la que los distintos órdenes de gobierno y usuarios generen acuerdos en torno a la calidad de las fuentes y su uso racional. El marco legal que podría fundamentar a dicho organismo existe, aunque requiere perfeccionarse conforme a la realidad actual. En este sentido, la Ley de Aguas Nacionales y su Reglamento establecen las bases de organización de los grupos de trabajo que coordinan regionalmente la administración del agua: las comisiones hidrológicas. Tales comisiones y su marco jurídico representan el antecedente de trabajo coordinado sobre la materia y un paso importante para alcanzar una gestión eficiente del recurso en México. Para que la gente tome conciencia acerca de la importancia del agua se necesita la colaboración de funcionarios públicos de todos los niveles, además de los usuarios; y desde el punto de vista orgánico-institucional, resulta vital la consolidación de los organismos de cuenca. 484 La Nueva Cultura del Agua Mural cerca de un jardín de niños en el municipio de Amecameca, en el Estado de México. CFM Para la construcción de una Nueva Cultura del Agua es primordial que se valoren dos conceptos clave: el reconocimiento de la escasez de agua potable en la mayor parte del país y particularmente en la región centro; y segundo, el concepto de sostenibilidad. Esta última noción debe obligar a que la actual generación de mexicanos garantice que las siguientes generaciones puedan acceder a un volumen igual de agua dulce, o incluso mayor, que el que disponemos actualmente. No obstante, la tendencia indica que hoy no se están realizando las acciones pertinentes para alcanzar dicho objetivo. Por esto es importante que tanto los organismos de cuenca como los gobiernos federal y estatales aseguren que la oferta del recurso sea permanente y sostenible. La Nueva Cultura del Agua también forma parte de los temas inherentes al medio ambiente, cuestión que cruza horizontalmente no sólo las políticas gubernamentales, sino las actividades de los seres humanos. Tomar conciencia respecto a tales temas puede facilitar la coordinación entre el gobierno y la población. Uno de los escenarios posibles, aunque indeseable, es que llegara a ocurrir una crisis social por la escasez de agua potable en el centro del país, en especial en las zonas urbanas que conforman la región. Hablar de una crisis de disponibilidad del recurso posibilita que el usuario cambie su actitud respecto al uso del recurso, lo cual se justifica ante el crecimiento de las grandes urbes del centro del país, conformadas por las zonas urbanas del Estado de México, DF y entidades federativas aledañas. 485 La Cultura del Pago para garantizar el suministro al Distrito Federal Jorge Arganis Díaz Leal n la actualidad, los gobiernos tienen la responsabilidad de promover una Nueva Cultura del Agua, que garantice su gestión adecuada, la equidad en el abasto, la justicia social y el respeto al medio ambiente. Al comienzo de la presente administración (2006-2012) el Gobierno del Distrito Federal (GDF) realizó un diagnóstico acerca del abasto de agua potable. Al finalizar el estudio se encontró que, si bien la mayor parte de la población capitalina cuenta con el servicio, el crecimiento demográfico, la mayor demanda del líquido, el retraso de la infraestructura y las fugas en la red de distribución, son los factores que impiden cubrir las necesidades de todos los usuarios en el Distrito Federal (DF). Tal situación genera que, hasta la fecha, existan familias que reciben el suministro de manera intermitente y que, incluso, se provean del líquido mediante pipas. E Ante tal situación, el GDF trazó la siguiente estrategia: a) La instrumentación de nuevos procesos y mecanismos para optimizar el aprovechamiento del agua, evitando el derroche y el desperdicio. Frente a la imposibilidad de explotar nuevas fuentes externas para el abasto de la Ciudad de México en el corto plazo, es preciso cuidar el líquido, racionalizarlo y ejercer una política que evite su despilfarro. b) La canalización de recursos para la sustitución de tuberías deterioradas y la disminución sustancial de las fugas en la red. En particular, se buscará la reducción paulatina de la sobreexplotación del acuífero del Valle de México mediante la detección y supresión de las fugas en la red de distribución. c) La promoción y ampliación de las campañas de ahorro de agua. Para ese propósito, se requiere la participación consciente de una sociedad responsable. Boletas de pago bimestral emitidas por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM). Archivo SACM 486 d) La consolidación de una gestión ambiental del agua que evite la contamición de las fuentes de abastecimiento y del acuífero. Para alcanzar tal objetivo es necesario cuidar y proteger el Suelo de Conservación, cuya función es la de permitir la necesaria recarga de los mantos acuíferos. A su vez, debe impedirse su devastación, combatiendo los asentamientos irregulares sin distingo de filiaciones políticas ni estratos sociales que busquen adueñarse de los espacios de conservación de la Ciudad de México. Además, debe protegerse al acuífero de los riesgos de contaminación y debe procurarse un integral saneamiento ambiental de la Cuenca del Valle de México, que incluya el tratamiento de las aguas residuales e identifique la estrategia que promueva su reúso. e) Frenar el hundimiento de la ciudad. Para lograr revertir esta tendencia, es necesario controlar la sobreexplotación del acuífero del Valle de México y, al mismo tiempo, promover su recarga, así como la recuperación y protección del suelo de conservación. LA CULTURA DEL PAGO PARA GARANTIZAR EL SUMINISTRO AL DISTRITO FEDERAL JORGE ARGANIS DÍAZ LEAL Hacia una sólida Cultura del Pago en el Distrito Federal El GDF ejerce una política que mantiene las tarifas entre las más bajas del país, no obstante, el pago del usuario es indispensable para que las políticas planteadas para el sector hidráulico puedan sostenerse. Como el GDF requiere de grandes inversiones para tal propósito, la entrada de recursos proveniente de usuarios que cubren su pago con regularidad resulta insuficiente. En este sentido, también son escasos los ingresos de impuestos y derechos que, ante la falta de recursos, deben ser utilizados para satisfacer otro tipo de necesidades, fomentando con ello la inequidad y la permanencia de sectores privilegiados. Se debe tener presente que los sectores de bajos recursos económicos que habitan el DF no están exentos de pagar el consumo de agua potable, ya que al recibir el servicio, están obligados a cubrir su tarifa. No obstante, es pertinente reconocer que la liquidación de sus adeudos y su consumo tiene un impacto relativamente reducido en las necesidades presupuestales del sector hidráulico. Al respecto, subsiste la creencia que afirma que si los sectores de bajos recursos en la ciudad cumplieran con sus pagos, las necesidades financieras del sector serían solventadas. Dicha apreciación es incorrecta, ya que los retos que deben enfrentarse rebasan la capacidad de los recursos que podrían recaudarse en los sectores marginados de la ciudad. En contraparte, resulta indispensable analizar la situación de los núcleos económicamente solventes, que durante muchos años han eludido su responsabilidad de pago y que buscan mantener sus inadmisibles privilegios. Aunque no es la norma, se han detectado industrias, comercios, establecimientos mercantiles, oficinas de empresas paraestatales y propietarios de inmuebles en colonias habitadas por personas de altos ingresos que rehúsan cumplir sus obligaciones de pago por lo cual han acumulado deudas de grandes proporciones que, sin embargo, los deudores no lo reconocen. Lo anterior es reflejo de un régimen de impunidad fiscal que debe proscribir. El hecho de que las tarifas en el DF se ubiquen entre las más bajas del país, debe ser un incentivo para que la mayoría de los deudores morosos afronte sus obligaciones. De hacerlo, el pago no resultaría una carga excesiva para el gasto familiar y, en cambio, contribuiría a garantizar los recursos que permitan cumplir con el propósito fundamental: proporcionar agua suficiente para las necesidades primarias de todos los habitantes de la Ciudad de México. En aras de alcanzar este importante objetivo, se plantean las siguientes acciones: a) El fomento de la recarga del acuífero del Valle de México. b) La construcción de presas de mediana capacidad en las partes altas de las sierras que rodean al DF, especialmente en la zona poniente. c) Apoyar con proyectos productivos a la población que vive en las áreas rurales y, en particular, aquella que radica en las zonas de descarga, con el propósito de frenar el crecimiento desordenado de la mancha urbana. d) Extender las campañas de ahorro de agua entre los diferentes sectores de la población. e) Revisar la política para el tratamiento y pago por el uso de las aguas tratadas. f) Intensificar las acciones para cobrar los adeudos y facilitar los trámites y el pago de las cuotas vigentes. Nueva imagen de las Agencias de Recaudación del SACM. CFM Jornadas de Cultura del Agua, promovidas por el SACM. Archivo SACM 487 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Panorámica de oriente a poniente desde la Delegación Iztapalapa, se aprecia el Peñón del Marqués. CFM Cultura del Pago y uso racional del agua en el Distrito Federal Acciones para fomentar el ahorro voluntario del recurso en la población En los hogares capitalinos, la actividad que provoca el mayor dispendio del recurso ocurre al bañarse en la regadera, actividad para la que se emplean en promedio 30 litros/min. Una opción para disminuir el consumo es la instalación de dispositivos de uso eficiente, mediante los cuales el promedio de gasto en la regadera podría reducirse a 10 litros/min. Para que tengan buena recepción entre los usuarios, los programas que impulsan una Nueva Cultura del Agua deben convencer a la gente de que cualquier reducción significativa en el consumo se reflejará en su recibo bimestral de consumo. En la actual administración del GDF se promueve el Programa Tres A: Ahora Ahorra Agua, que tiene como antecedente un programa denominado Págala a tiempo. En la actualidad, el enfoque cambió para transmitir al usuario que no es suficiente su pago a tiempo, sino que también es primordial que participe ahorrando agua, el bien más preciado que tiene la ciudad. Por otro lado, el GDF está consciente de la necesidad de intensificar la revisión de aquellos domicilios cuyos medidores registren consumos excesivos de agua, pues ello indica varias situaciones irregulares: desde la existencia de una toma para uso doméstico que en realidad se aprovecha para un giro mercantil o industrial o la presencia de fugas en las tuberías domésticas. El GDF ha dispuesto facilitar todos los trámites relacionados con el servicio de agua. En consecuencia, se intenta que cualquier demanda sea atendida de modo expedito instaurando trámites cortos, facilidades de pago y simplificación administrativa. Además, se promueve una atención esmerada mediante un mejor equipo y a través de la página electrónica del GDF. Para el mejoramiento de la calidad del servicio al usuario, se realizaron 500 encuestas personales diarias a efecto de detectar fallas en la gestión administrativa. Por otra parte, tanto la Tesorería como la Procuraduría Fiscal han iniciado averiguaciones previas para reducir las tomas clandestinas en la red. 488 LA CULTURA DEL PAGO PARA GARANTIZAR EL SUMINISTRO AL DISTRITO FEDERAL JORGE ARGANIS DÍAZ LEAL Estrategia para usuarios domésticos Respecto de los usuarios domésticos, la actual administración promueve un trato preferencial para los adultos mayores, las mujeres embarazadas, las mujeres con niños o las personas con capacidades diferentes. Dichas acciones permitieron aumentar la recaudación en mil 500 millones de pesos. Al respecto, en mayo de 2008 se logró una recaudación 25% mayor a la registrada un año antes; por ende, la eficiencia de cobro aumentó en ese periodo de 73 a 85%. La estrategia también ha permitido que los ciudadanos acudan con puntualidad a realizar sus pagos, lo cual denota un aumento en su nivel de conciencia respecto del uso de este recurso vital. Asimismo, se tomó la determinación de distribuir 600 mil cartas-invitación, a efecto de que sus destinatarios paguen oportunamente el servicio. Un principio fundamental para el GDF es que la sanción al usuario debe aplicarse sólo en una situación extrema. No obstante, cuando éste no paga sus adeudos, se toma la decisión de restringir su servicio a través de la red, con la posibilidad de abastecerlo por medio de pipas. Estrategia para usuarios no domésticos La suspensión del servicio no está descartada, si quienes eluden cubrir sus adeudos son usuarios no domésticos. Lo anterior porque para ese tipo de usuario la política del GDF es más estricta, pues el consumo de esta clase de establecimiento es mayor que el de los usuarios domésticos e implica, en muchos casos, una producción elevada que les genera ganancias. Para todo esto, en reiteradas ocasiones el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubon, se ha expresado de la siguiente manera: toda el agua de la ciudad tiene precio, no hay agua que no se pague. La pregunta es si es justo que una persona que no está pagando el agua continúe haciéndolo; a mí me parece que no, es más puedo decir que las tarifas del DF son de las más económicas del país, de manera que no cabe pretexto para que los usuarios evadan su responsabilidad. 489 Hacia la autodeterminación y el matrimonio entre el usuario y el organismo operador Vista de la zona sur del Valle de México, se aprecian el Canal de Cuemanco y el Lago de Xochimilco, cuyas aguas proceden de tratamiento terciario, de la Planta Cerro de la Estrella. CFM Juan Manuel Martínez García a confianza entre el usuario y el organismo operador de los servicios de agua es fundamental para una relación virtuosa que procure beneficios mutuos. El ideal debe ser alcanzar una relación similar a la de un matrimonio, cuyo enlace sea permanente y vitalicio. La solidez en la relación usuario-organismo operador es la mejor vía para alcanzar la autodeterminación del pago, donde por voluntad propia, el usuario asuma su responsabilidad y cubra el costo del servicio de agua. L Por otra parte, el futuro y la viabilidad en el Valle de México serán posibles en tanto se logre fomentar la conservación del agua de lluvia y el reúso del agua residual tratada. Asimismo, el agua potable que todavía se encuentra disponible en los acuíferos debe ser utilizada para consumo humano o para industrias y servicios que requieren de buena calidad, de forma tal que se evite una crisis de disponibilidad del recurso. El futuro de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) depende del establecimiento de un programa de uso eficiente del agua a nivel de política pública y de un adecuado cobro del servicio de agua potable, así como de la conservación del agua de lluvia. Por otra parte, para atenuar un posible desequilibrio hídrico también es preciso fomentar eficazmente la conciencia de la población a través de dos vías: mediante la educación escolar, si se trata de las nuevas generaciones o mediante las tarifas, si se trata del segmento de la población adulta. 490 HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA La autodeterminación del usuario, ideal del cobro eficiente Cualquier servicio que conlleve una contraprestación, y en particular cuando se trata del servicio de agua potable, debe ofrecerse con amabilidad, educación y generosidad, en un ambiente de amistad y fraternidad. Dada la importancia del agua, su prestación debe efectuarse de manera continua, con calidad impecable y cantidad adecuada, para no afectar la salud del usuario. Antes bien, debe proporcionársele atributos de bienestar, seguridad y tranquilidad. De lograrse tales objetivos, la interrelación horizontal que existe entre el prestador del servicio que programa, construye, mantiene y opera, y el usuario que recibe, paga, cuida y disfruta el bien, se verá fortalecida. La interrelación entre el usuario y el organismo operador debe desarrollarse con amplitud y generosidad, de tal forma que su correspondencia paulatinamente se estreche y mejore. El ideal debe ser la construcción de una relación permanente y vitalicia, en el que la idea del divorcio sea desterrada; por el contrario, debe pensarse en alcanzar las bodas de diamante para varias generaciones. UN COBRO ADECUADO DEBE PROCURAR, AL MENOS, QUE EL USUARIO PAGUE POR TRAERLE EL AGUA A SU CASA. EL PROBLEMA DEL COBRO ES UN PROBLEMA ÁLGIDO: “O NO SE COBRA O NO LA PAGAMOS". JMMG El servicio de agua debe prestarse con equidad y justicia, por ende, las tarifas deben cubrir el mantenimiento, operación, administración y ampliación de las obras necesarias para mejorar los servicios. Por su parte, el ajuste de las tarifas debe ser gradual, de tal forma que su adecuación se haga con equidad y pensando en el pago sobre consumos medidos. El principio del cobro por consumo medido debe fincarse en los siguientes criterios, que van en orden descendente respecto al monto a pagar por el servicio: Primero. Quienes aporten más deben ser aquellos usuarios que utilizan el agua como insumo industrial, es decir como materia prima. Segundo. Aquellos usuarios que emplean el recurso en procesos productivos. Tercero. Los usuarios comerciales y entidades públicas. Cuarto. La tarifa debe considerar aportaciones menores para los usuarios domésticos. Quinto. Usuarios domésticos de mayor a menor consumo. Como parte de esta política tarifaria, resulta necesario ampliar y difundir la autodeterminación de los usuarios, estableciendo un monitoreo constante hacia los usuarios mayores. El matrimonio entre el usuario y el organismo operador debe darse en un marco de nitidez, rendición de cuentas, en el entendido de que los dos van a cuidar del servicio. Para ello deben alcanzarse las siguientes metas: confiar en el usuario, cuidar la calidad y el servicio del agua, atender adecuadamente al usuario para evitar fugas, y, por último, fomentar la importancia de la Cultura del Pago. 491 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Hacia la autodeterminación de los usuarios Para alcanzar una sólida Cultura del Pago, además de ofrecer un servicio continuo, de excelente calidad, con equidad y justicia, deben otorgarse todas las facilidades al usuario, de modo que alcance la autodeterminación en el pago del servicio. Para ello, la confianza debe ser amplia y el organismo debe guiar al usuario hacia la manera más sencilla para que pueda realizar sus trámites, ya sea a través de sucursales bancarias, centros comerciales o ventanillas ex profeso para ello. De esta forma, se abaten costos de administración, pues prácticamente se elimina la lectura, facturación y cobro en el proceso de comercialización, beneficios que se alcanzarán si se opta por la autodeterminación del usuario en el pago. En la ZMVM existen alrededor de mil 200 sucursales bancarias para pagar, y cerca de mil centros comerciales. Una condición indispensable para que pueda cobrarse el servicio del agua en una sucursal bancaria o en un centro comercial es que no debe cobrarse ni un peso de comisión por el agua que se paga, sólo debe permitirse que se administre dos o tres días el dinero que vaya ingresando para turnarlo al organismo. La gestión del servicio debe ser gratuita y debe incluir la lectura del medidor, la facturación y la cobranza. La cobranza, desde el punto de vista administrativo no debe significarle costos al organismo, ya que si le da confianza al usuario, éste debe asumir 492 su responsabilidad y pagar motivado por las facilidades. De esa forma, el cargo adicional que los organismos tienen con la comercialización sería eliminado. A cambio, la autodeterminación implica capacitar al usuario respecto a cómo medir y calcular su consumo en función de sus lecturas, de modo que pueda deducir el pago mensual o bimestral por sí mismo. El objetivo final es la autodeterminación del usuario, bajo el principio de hágalo usted mismo. Para una adecuada gestión del cobro, el organismo debe tener confianza en el usuario, a grado tal que pueda considerarlo su socio. En contraparte, el usuario debe rendirle cuentas, de tal forma que el organismo confíe en que puede llegar a la autoverificación. La autodeterminación del usuario también requiere la participación activa del organismo. En particular, el operador debe tener clara tanto su responsabilidad frente a una empresa pública como que su propio socio es quien recibe el beneficio o el mal servicio que proporciona. Debe entender que el binomio usuario-organismo es una interrelación que no puede disolverse y que, por ende, debe estar dispuesto a escuchar y orientar a su socio para lograr un mejor servicio y una adecuada recaudación. Medición propia, parte de la autodeterminación Monitoreo, sólo para los grandes usuarios Para lograr la autodeterminación es indispensable un adecuado sistema de medición, que incluya medidores exactos y en buen estado, para lo cual es preciso sustituirlos cada 10 años. La sustitución debe realizarse porque los organismos deben calcular su amortización en ese plazo, de lo contrario su eficiencia no se garantiza. Si el organismo operador no calculó el precio del medidor como parte de la tarifa, quiere decir que no está haciendo una gestión adecuada. Con la operación de medidores apropiados, la población estará preparada para la autodeterminación en el pago. Lo anterior, porque lo único que debe hacer el usuario es leer su medidor, anotar su consumo y hacer una multiplicación. Eso significa que, al menos en el medio urbano, el país cuenta con el nivel de educación necesario para leer un medidor de seis o siete dígitos y al multiplicar conseguir el precio que debe pagar al mes o al bimestre. Al final, el usuario debe saber cuánto gastó en determinado bimestre y así llevar su bitácora respecto a lo que sucedió con sus consumos el bimestre anterior; la diferencia, entonces, estará compuesta por los metros cúbicos que obtenga de dicha operación. El organismo operador puede comenzar un programa de monitoreo, en particular sobre los grandes usuarios, pues ellos ahorran mucho dinero al no reportar la totalidad de sus consumos. En ese caso, los grandes usuarios podrían ser monitoreados cada tres meses, mientras que su factura podría ser cubierta cada quince días o de forma mensual. Debe tenerse en cuenta que el universo de los grandes usuarios es más pequeño, por lo que un pago quincenal o mensual se justifica debido a que los organismos operadores necesitan de esos recursos para afrontar sus necesidades. Lo que no debe olvidarse es que tanto el usuario como el organismo operador son socios, y están obligados, por un lado, a ofrecer un buen servicio, y por otro, a corresponder con su pago, siendo éste el principio del matrimonio indisoluble hasta la eternidad. HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA El Programa de Uso Eficiente del Agua (Pueda) EL USO EFICIENTE DEL AGUA REPRESENTA LA ÚNICA OPCIÓN PARA LA VIABILIDAD HÍDRICA EN EL VALLE DE MÉXICO. AL RESPECTO, EXISTE EL ANTECEDENTE DEL PROGRAMA DE USO EFICIENTE DEL AGUA (PUEDA) EN LA DÉCADA DE 1980, CUYA VISIÓN INCLUÍA UNA ADECUADA GESTIÓN DEL RECURSO POR MEDIO DE MUEBLES DE BAJO CONSUMO, A TRAVÉS DE UNA EFECTIVA POLÍTICA DE REÚSO DE AGUAS RESIDUALES TRATADAS Y UNA ESTRATEGIA DE COMBATE A LAS PÉRDIDAS FÍSICAS EN LA RED. Los muebles y accesorios de bajo consumo Al implementar el Pueda, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) logró cambiar 860 mil muebles, sustituciones que se hicieron en edificios públicos, escuelas, comercios y universidades. A pesar de que el programa tuvo gran aceptación, su aplicación se detuvo, causando que el programa no se aplicara de forma masiva. El uso de muebles de bajo consumo debe promoverse en todo el país, ya que sus beneficios son enormes. Por ejemplo, una regadera de consumo normal utiliza 20 litros por minuto; en cambio, las de manufactura reciente, que funcionan de acuerdo al Pueda, utilizan 10 litros por minuto. Si una persona toma un baño de cinco minutos, utilizando una regadera de bajo consumo, ahorra 50 litros. El beneficio es tangible, ya que antes el usuario se bañaba con 100 litros en ese mismo tiempo. La utilización de un retrete de bajo consumo también genera grandes beneficios. El usuario en promedio utiliza el inodoro cinco veces al día, lo mismo para desechar sólidos que líquidos. Es el promedio, según las instituciones de salud. De ese modo, al utilizar el retrete cinco veces al día, con capacidad de 20 litros, cada usuario gasta 100 litros al día; al usar un retrete de seis litros, su consumo baja a 30 litros, lo cual significa un ahorro de 70 litros. Al sumar el ahorro por el uso, tanto de la regadera como del retrete de bajo consumo, se obtiene un ahorro de 120 litros/hab/día. A esos dos accesorios de bajo consumo podría agregárseles un mueble más, un lavabo con llaves de uso eficiente, con lo que se obtendría un ahorro mayor. Con el diseño del retrete de seis litros, no solamente se cambiaron las características de bajo consumo de los muebles; además, se logró establecer una norma nacional. Los datos en torno a las características del mueble de bajo consumo fueron enviados a la entonces Secretaría de Industria y Comercio (SIC), para que estableciera la norma y sus características. A partir de entonces, los fabricantes comenzaron a exportar muebles de buena calidad. Control de pérdidas El Pueda no solamente tuvo el propósito de fomentar el uso de muebles y accesorios de bajo consumo, también buscó el arreglo de fugas visibles o la revisión de fugas no visibles y su reparación. Para combatir las fugas en una red urbana primero debe determinarse, con ultrasonido, cuál es su ubicación. De esa manera se sabrá cuántas fugas hay en cada kilómetro y cuál es el volumen que se pierde. Antes de sustituir una red, debe medirse y realizarse un estudio profundo para determinar si es necesaria su sustitución. Las normas oficiales para el uso eficiente del agua en sanitarios y regaderas NOM-005-CNA-1996, que establece las especificaciones de los fluxómetros y los métodos de prueba. Se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 25 de julio de 1997 y entró en vigor el 21 de enero de 1998. NOM-008-CNA-1998, que establece las especificaciones de las regaderas que se emplean para el aseo personal y los métodos de prueba. Se publicó en el DOF el 25 de junio de 2001 y entró en vigor el 22 de diciembre de 2001. NOM-009-CNA-1998, que establece las especificaciones de los inodoros para uso sanitario y los métodos de prueba. Se publicó en el DOF el 2 de agosto de 2001 y entró en vigor el 30 de noviembre de 2001. NOM-010-CNA-1999, que establece las especificaciones de la válvula de admisión y la válvula de descarga para tanque de inodoro y los métodos de prueba. Se publicó en el DOF el 2 de septiembre de 2003 y entró en vigor el 29 de febrero de 2004. Fuente: Estadísticas del agua en México, México, Semarnat, 2008, p. 120. 493 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Además debe considerarse que es más eficiente medir que sustituir. Al respecto, el costo de medir un metro de red hoy es de cuatro o cinco pesos, lo cual es más económico que introducir tubería nueva. Para medir la red del DF, cuya longitud aproximada es de 10 mil km, no es necesario contar con grandes recursos, los cuales podrían aprovecharse previo a la sustitución de la red. El reúso de aguas residuales Asimismo, se formularon objetivos en los rubros de tratamiento y reúso. Por ejemplo, en el Distrito Federal se exige que todas aquellas actividades que no requieren del uso de agua potable, utilicen agua residual tratada. El tratamiento y reúso deben practicarse a nivel secundario y terciario, de tal forma que sea mayor el uso de agua residual tratada. Autolavado de coches, que utiliza agua tratada proveniente de la Planta de Tratamiento de Ciudad Deportiva del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM). CFM 494 El agua tratada debe usarse para el riego de áreas verdes, lavado de automóviles, procesos industriales y la operación de lagos recreativos; en el cultivo de hortalizas, el tratamiento debe ser a nivel terciario, ya que el caudal debe ser desinfectado. Para el rescate de Xochimilco se empleó agua residual tratada a nivel terciario. Para alcanzar ese nivel de tratamiento, el caudal debe pasar, después del nivel secundario, a un proceso de filtración y desinfección que eliminan impurezas que están en suspensión y bacterias patógenas. Una vez desinfectada, el agua puede reutilizarse. Como parte del Pueda, se exigió a las zonas industriales de Iztapalapa, Iztacalco y Vallejo, entre otras, que utilizaran aguas residuales tratadas. En la actualidad, todavía se tiene concesionada una de las plantas de tratamiento, Acueducto de Guadalupe, que suministra el recurso a la Zona Industrial Vallejo. En Iztapalapa e Iztacalco, también se otorgó la concesión de una planta situada en las inmediaciones de Churubusco. Por estas plantas se establecieron redes de distribución exclusivas para la conducción de agua tratada, de modo que los industriales no presentaran excusas para utilizarlas. También se ampliaron las redes para el riego de áreas verdes y camellones más importantes, sobre todo, de los parques públicos. Respecto de la relación costo-beneficio de estas plantas, es importante mencionar que son obras viables económicamente, ya que están concesionadas a industriales y son ellos quienes las siguen pagando. Al GDF ya no le cuesta la operación y sigue recibiendo el agua tratada que le corresponde para el riego de áreas verdes de la zona de Azcapotzalco, Gustavo A Madero, Iztacalco e Iztapalapa. Además, el GDF ya no destina recursos para financiar la operación ni el mantenimiento de las plantas concesionadas, ni siquiera para la energía eléctrica, que es el insumo más caro. En contraste, el GDF sigue recibiendo, cada año, una cantidad convenida de las utilidades (50%). El convenio establece que los particulares tienen la obligación de operar y mantener las plantas de tratamiento; a cambio, el GDF les entregó la concesión de las instalaciones y les asegura la materia prima que es el agua residual. El tratamiento para las empresas es rentable porque el agua residual es captada por medio de un colector, y posteriormente introducida a la planta de tratamiento para comenzar el proceso. La operación de esta planta representa un negocio para los particulares, porque anteriormente el agua potable la extraían de pozos particulares, lo cual costaba 25 pesos/m3, aproximadamente. En la actualidad, los particulares deben erogar un costo por metro cúbico mayor por el agua potable, mientras que el agua residual tratada tiene un costo por metro HACIA LA AUTODETERMINACIÓN Y EL MATRIMONIO ENTRE EL USUARIO Y EL ORGANISMO OPERADOR JUAN MANUEL MARTÍNEZ GARCÍA cúbico aproximado de 8 a 10 pesos máximo, incluidos los gastos de operación y mantenimiento. Mediante la concesión de plantas de tratamiento, el Pueda puede alcanzar objetivos más ambiciosos, si se compara con los costos que implican la construcción de la infraestructura de la cuarta etapa del Cutzamala, cuya inversión requerida por metro cúbico es superior a la que se necesita para construir una planta de tratamiento. En consecuencia, resulta ilógico pensar que tanto el almacenamiento del agua pluvial en el subsuelo, como el tratamiento y reúso, son más onerosos que importar agua del Sistema Cutzamala. El caudal del Cutzamala actualmente cuesta alrededor de 12 pesos/m3, mientras que los del agua tratada y agua de lluvia infiltrada en forma inducida varían de 5 a 8 pesos por metro cúbico. Aprovechamiento del agua de lluvia y la recarga de los acuíferos En el Valle de México, la región con lluvias más intensas se ubica en el sur y poniente, donde puede llover hasta mil 500 mm al año. En contraste, en la zona norte el promedio de precipitaciones oscila entre 600 y 350 mm. Con un área de 9 mil 600 km2, el promedio anual de precipitaciones en el Valle de México es aproximadamente 740 mm, lo cual indica una alta disponibilidad de agua pluvial que se evapora, se infiltra o escurre hasta llegar al Golfo de México. El aprovechamiento del agua de lluvia para la recarga artificial de los acuíferos es viable, entre otras ventajas por su bajo costo. La forma más simple de recarga, y que además no requiere inversión alguna, es el método de infiltración natural que ocurre en bosques y áreas verdes. De acuerdo con especialistas, el gasto promedio anual de lluvia en la Cuenca del Valle de México es de aproximadamente 225 m3/s, del cual 152 m3/s se evaporan, 25 m3/s se infiltran de manera natural, y 48 m3/s, a los cuales habría que rescatar e inducir como medio de recarga a los acuíferos antes de que se pierdan cuando se incorporan al drenaje. Además de las lluvias del sur y del poniente, que son las más abundantes, en la zona sur del Valle de México el tipo de suelo está compuesto por roca fisurada; mientras que en el poniente el suelo es granular, características que permiten la infiltración del agua con facilidad. Por tales características, en esas áreas es conveniente establecer una política de saneamiento que incluya la recolección de basura. El saneamiento puede comenzar con las barrancas del poniente y sus presas, de tal forma que los cuerpos de agua reciban agua de lluvia limpia. En las presas de esa zona es factible instalar plantas potabilizadoras, de modo que se elimine la turbiedad de sus caudales, aplicando un proceso de filtración y desinfección previo a su distribución por medio de la red de distribución o la inyección al acuífero. El acuífero, no debe olvidarse, tiene la capacidad de recibir toda el agua que llueve en el Valle de México a través de una recarga artificial. Conservar el agua de lluvia tiene dos grandes ventajas: la primera es que permite la recarga del acuífero; la segunda es que permite prevenir inundaciones en las partes bajas. Su conservación, además, es significativamente más económica que importar nuevos caudales del Sistema Cutzamala y disminuye o evita la sobreexplotación de los acuíferos del Valle de México. Además, infiltrar al subsuelo implica contar con un almacenamiento gratuito que evita la evaporación y la contaminación del agua que la naturaleza nos regala. Aprovechar el agua de lluvia en las zonas del poniente y sur del Valle de México, resulta una alternativa de suma importancia para la recarga del acuífero del Valle de México y para el suministro de la población. ACR 495 El desarrollo del país depende de una mejor gestión del agua disponible Juan Carlos Valencia Vargas a disponibilidad del agua condiciona la posibilidad de desarrollo de algunas regiones del país y su calidad es factor determinante para la salud y bienestar de la población. Por ello, en México se reconoce al agua como un asunto estratégico y de seguridad nacional. Hoy en día se ha convertido en elemento central de la política ambiental, y más aún, en un factor clave de la política de desarrollo social y de la política económica. L El agua de los ríos, lagos y acuíferos es propiedad de la nación y corresponde al Poder Ejecutivo su administración. Para ello se cuenta con dos elementos principales: la Ley de Aguas Nacionales (LAN), en la que se establecen los principios e instrumentos para el aprovechamiento y preservación del agua, y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), autoridad responsable de la administración del recurso. Los estados, municipios, usuarios y la sociedad organizada también tienen atribuciones respecto a la gestión del agua que se hace para cada una de las 13 cuencas en que se divide el país. La Cuenca del Río Balsas y el Estado de México La Cuenca del Río Balsas está conformada por 422 municipios de ocho estados del país. El territorio de esta cuenca equivale a 6% del territorio nacional, donde habita 10% de la población mexicana. Abarca parcialmente los estados de Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Estado de México, Michoacán y Jalisco, así como la totalidad del estado de Morelos. Dadas sus características físicas, la vocación de la Cuenca del Río Balsas es la generación de energía eléctrica. La presencia de pendientes muy pronunciadas y la concentración de agua que fluye a gran velocidad, originan fuerza que es aprovechada en la producción de energía. Por esta razón, 87% del agua que se utiliza en la Cuenca del Río Balsas se destina a su generación. Tal es la magnitud de la fuerza que se genera en esta cuenca, que su producción equivale a 25% del total de la energía hidroeléctrica que se genera en el país, suficiente para abastecer de electricidad a buena parte de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). De la Cuenca del Río Balsas, además, se obtiene la cuarta parte del agua que se consume en la ZMVM, caudal que es conducido a través del Sistema Cutzamala, que eleva el agua a más de mil 100 m de altura y que la conduce a más de 100 km de distancia. De los 65 m3/s que aproximadamente consume la ZMVM, el volumen que aporta este sistema es de 15.5 metros cúbicos por segundo. 496 Dada la importancia estratégica de sus recursos hídricos para la generación de electricidad, el desarrollo de otros sectores en la Cuenca del Río Balsas ha sido inhibido, pues desde 1966 existe un decreto que veda el aprovechamiento de sus aguas superficiales. Desde esa fecha, e incluso antes, la totalidad de sus aguas superficiales está reservada para la generación de energía eléctrica, de manera que no se permiten nuevos aprovechamientos de aguas superficiales. En la última reunión del Consejo de Cuenca del Río Balsas realizada el 27 de marzo de 2008, se aprobó el inicio de las gestiones para levantar la veda para uso y consumo humano en esta cuenca. De lograr ese cometido, las comunidades asentadas en la orilla de los ríos o que tienen cerca alguna fuente de agua superficial estarán en condiciones de aprovechar el caudal, para su propio consumo. Resulta pertinente recordar que hace 40 años, cuando se instauró la veda, la Cuenca del Río Balsas tenía 3.5 millones de habitantes, mientras que hoy viven más de 10 millones, lo cual significa que, desde entonces, casi se triplicó la población. Ahora, los habitantes de la Cuenca del Río Balsas, donde 80% de sus municipios tienen niveles de alta y muy alta marginalidad, exigen agua, primordialmente para uso y consumo humano y en segundo lugar, para su desarrollo, para la agricultura, la industria y los servicios. EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS EN LA CUENCA DEL BALSAS SE BUSCA CAMBIAR EL ENFOQUE RESPECTO AL USO DE SUS RECURSOS: QUE EL AGUA NO SEA UN FACTOR LIMITANTE DEL PROGRESO, SINO QUE SEA UN FACTOR PROMOTOR DEL DESARROLLO HUMANO, SOCIAL Y ECONÓMICO SIN MENOSCABO DE LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL. JCVV El agua para el futuro de México El agua en México es suficiente para las necesidades actuales e incluso para la demanda del futuro. La predicción del Consejo Nacional de Población (Conapo) es que la población en México se estabilizará, alrededor del año 2040, entre los 120 y 130 millones de habitantes. México posee suficiente agua para satisfacer el incremento de la población, previsto en una cuarta parte de la población actual. El recurso será suficiente siempre y cuando su consumo actual se realice eficientemente. Campo de cultivo con riego por aspersión en el municipio de Amatepec, en el Estado de México. ACR Para lograr un uso eficiente del líquido, es preciso analizar los parámetros de consumo. a) El uso agrícola. En el país, 77% del agua se destina a la agricultura, actividad en la que se registran pérdidas que oscilan entre 40 y 60 por ciento. b) El uso público-urbano. Del agua disponible en México, 14% se destina al uso público-urbano, donde las pérdidas fluctúan entre 30 y 50 por ciento. c) El uso industrial. Este renglón, que incluye a la industria autoabastecida, agroindustria, servicios, comercio y termoeléctricas, utiliza tan sólo 9% del total del agua que se usa en México. Tales cifras indican que en México se tiene agua suficiente, y que la estrategia debe dirigirse hacia la sustentabilidad del recurso. Para lograr esto se requiere replantear las prioridades en materia de desarrollo. Frente a tal índice de pérdidas, la recuperación de al menos una décima parte de las fugas que se presentan, tanto en el medio urbano como en el sector agrícola, sería suficiente para abastecer a un porcentaje considerable de la población futura de México. 497 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL La reducción de la demanda es la vía para la sustentabilidad del desarollo La eficiencia en uso agrícola, clave para la disponibilidad futura En México es necesario cambiar el paradigma de la administración del recurso. Históricamente se ha decidido incrementar la oferta para satisfacer las necesidades de los usuarios, no obstante, en la actualidad tal paradigma debe orientarse a reducir la demanda porque ampliar la oferta, si bien es posible, significaría optar por un principio de desarrollo insostenible. A cambio, el nuevo paradigma debe pugnar por un aprovechamiento más eficiente y productivo del recurso. Los resultados que se obtienen del sector agrícola obligan a repensar el uso del recurso en este sector, donde el país invierte su mayor volumen de agua a cambio de un beneficio menor. La agricultura genera ganancias a un sector productivo en el que se invierten tres de cada cuatro litros del agua total disponible en el país y además produce resultados magros en función de su aportación al Producto Interno Bruto (PIB). Para alcanzar la sustentabilidad, la estrategia debe estar orientada a incrementar la productividad y eficiencia. La meta debe ser la utilización de menores volúmenes de agua al tiempo que se obtiene un aumento en la producción. Alcanzar la meta es factible, ya que existen sistemas de producción tecnificada que utilizan reducidos volúmenes de agua para un riego más eficiente. Asimismo, Conagua cuenta con programas para productores que quieran eficientar sus sistemas de riego, apoyos que incluso significan hasta 90% de la inversión requerida para establecer sistemas de riego eficientes. Por otro lado, se conoce cuál es la vocación del suelo, de manera que es posible ubicar qué zona es apta para la siembra de determinado producto y además cuáles son los cultivos más rentables. Para garantizar la disponibilidad del recurso, el uso público-urbano es otro factor a considerar, ya que representa 12% del uso total. Una ventaja respecto al uso público-urbano, es que el recurso ya se encuen498 tra en las ciudades, lo que significa que no deben realizarse nuevas obras de infraestructura para su conducción. Los esfuerzos también deben concentrarse en la disminución de fugas, cuya tasa se estima entre 30 y 50 por ciento. En torno al usuario industrial, debe destacarse que por naturaleza y por racionalidad económica utiliza de manera más eficiente el recurso, dado que está sujeto a una tarifa mayor que la del usuario agrícola o la del público-urbano. El usuario industrial está obligado a racionalizar sus recursos lo que se traduce en la reducción de sus consumos de agua, aspecto en el que el sector ha alcanzado logros importantes. Para reducir sus consumos, el sector industrial ha omitido o mejorado sus procesos, lo que además les ha traído beneficios económicos por ahorro en el pago de tarifas. El problema que aún está pendiente es el de la generación de contaminantes, donde se presentan importantes rezagos. Reúso, opción para la reducción de la demanda Otra de las opciones para reducir la demanda de agua potable está relacionada con su reutilización. Es necesario considerar que existen actividades que no requieren calidad de agua potable, de forma que es factible reutilizar líquido de segundo uso en esas actividades. Para ello existen programas de Conagua que ofrecen beneficios a aquellos usuarios que utilizan agua tratada para sus actividades, principalmente para financiar inversiones en aquellos organismos que comprueben que reutilizan agua en actividades diferentes a la agricultura. Si el organismo operador comprueba lo anterior, la Conagua puede darle un 15% adicional al apoyo promedio. En términos absolutos, los apoyos comúnmente significan la mitad de la inversión que un organismo operador destina a una obra para el sistema de agua potable, drenaje o tratamiento, pero si el organismo operador comprueba que lo reutilizó en una actividad ajena a la agricultura, la aportación federal puede alcanzar hasta 65 por ciento. EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS La Cultura del Pago, recurso primordial para la gestíon eficiente del agua Hacia una tarifa adecuada en México El usuario puede coadyuvar a una gestión eficiente del recurso de varias maneras, pero quizá las más importantes son dos: Mientras el usuario tenga acceso fácil y económico al recurso, será difícil que haga conciencia y uso racional del agua. El usuario debe acceder al recurso, hasta un volumen que le permita satisfacer sus necesidades básicas, de forma que el caudal indispensable sea la base para cobrar una tarifa mínima. Si el usuario consume un volumen mayor al mínimo indispensable para sus necesidades básicas, entonces la tarifa deberá incrementarse con fundamento en el mayor consumo de agua. La eliminación de fugas Las fugas en los hogares de los usuarios son mayores de lo que aparentan, por lo que remediarlas es fundamental. Por ejemplo, una gota constante puede desperdiciar al día hasta 30 litros de agua; al mes 900 y al año 10 mil 800. Una tasa de excusado mal sellada podría incluso duplicar esa cantidad. Las fugas domiciliarias principalmente se encuentran en el excusado, en los empaques de las llaves e, incluso, en alguna unión entre tuberías de la red domiciliaria. Alcanzar un precio justo El pago de tarifas Concientizar al usuario de la necesidad de pagar por el uso del agua es una tarea difícil, no obstante que su cumplimiento no impacta significativamente la economía familiar, lo cual indica que se trata de un problema cultural y político. Abastecer a la población requiere grandes inversiones en infraestructura para conducir el agua de lugares lejanos, lo cual implica altos costos de operación y mantenimiento. Contrario a lo que indica la ley en México, el usuario común no está acostumbrado a pagar el servicio del agua, ya que lo considera un bien público, incluso de origen divino. Aunado a lo anterior, se tienen antecedentes del empleo político y personal que funcionarios han realizado del recurso, lo cual ha favorecido la Cultura de la Gratuidad. Sólo uno de cada tres litros que se producen en el país genera algún ingreso al organismo operador que brinda los servicios de agua potable, drenaje y saneamiento. La tarifa, además, se encuentra rezagada en función del costo real del servicio, lo que agrava aún más la situación financiera de los organismos operadores. Todo esto impide a los organismos operar adecuadamente, mantener el sistema, rehabilitarlo y ampliar la infraestructura. La tarifa por el cobro del servicio no debe ser tan elevada que impida acceder al recurso, ni tan baja que incentive el desperdicio del líquido; la tarifa debe reflejar los costos de extracción, conducción, potabilización, distribución, operación y mantenimiento. El usuario con frecuencia elude pagar su tarifa en respuesta al servicio deficiente que recibe. Tal situación genera un círculo vicioso que perjudica a la administración del recurso y que debe ser combatido desde la esfera gubernamental, mediante la prestación de un servicio adecuado. Al respecto, son pocos los organismos operadores autosuficientes, los cuales se ubican en ciudades cuya escasez se ha acentuado en las últimas décadas. Actualmente, los administradores del agua buscan resolver la demanda mediante el ahorro, usos más eficientes, así como reúsos, en lugar de construir mayor infraestructura. Una estructura tarifaria debe permitir que los ingresos del organismo operador sean suficientes, para que, con sus finanzas sanas, pueda enfrentar compromisos y obligaciones. Esto nos indica que, en México, la conciencia tiene una alta correlación con la escasez del recurso. 499 Las razones para revisar o mejorar las estructuras tarifarias En la actualidad existe una recaudación insuficiente, no obstante que se requieren fuertes inversiones para la operación, mantenimiento y construcción de nueva infraestructura. Además, es necesario mejorar la equidad y continuidad en la dotación del servicio de agua potable entre la población, incentivar el reúso de agua tratada para diversos usos y proteger a los acuíferos u otras fuentes en situación de riesgo. En la República Mexicana existen grandes diferencias entre las tarifas de los organismos operadores. Por ejemplo, el organismo operador de Cancún tiene una tarifa promedio ponderada de 15.70 pesos, mientras que su tarifa de recuperación es de 12.40 pesos. Le sigue Aguascalientes con una tarifa promedio ponderada de 13.7 y una tarifa de recuperación de 7.67; Saltillo con 8.25 y 5.28, respectivamente; Hermosillo con 7.70 y 4.61; Distrito Federal con 5 y 3 y Querétaro con 4.01 y 2.81 pesos. Por otra parte, el costo y valor del agua en México están lejos de lo que sucede con bebidas que son comercializadas a precios significativamente más altos. Por ejemplo, la tarifa promedio nacional del agua potable es de 5.50 pesos por cada mil litros, mientras que una cerveza de 425 ml cuesta 9 pesos y un millar de litros de ese producto alcanza un valor de 21 mil 176 pesos. Otras bebidas presentan los siguientes costos y valores: un refresco de 500 ml, 6 pesos, y mil litros, 12 mil pesos; una botella de agua purificada de 335 ml, 4.50 y mil litros, 13 mil 432; una botella de bebida rehidratante de 500 ml 8.50, y mil litros, 17 mil; un tetrapack de chocolate de 250 ml, 6 y mil litros, 24 mil; una paleta helada de limón de 150 ml, 8 y 1000 litros, 53 mil 333; una congelada de 100 ml, 2, 1000 litros, 20 mil; un raspado de carrito de 500 ml, 10 y mil litros, 20 mil pesos. De la serie El valor del agua. ACR 500 El agua embotellada En México se vive un desarrollo acelerado del consumo de agua embotellada (purificada) en todos los estratos sociales, con una tasa de crecimiento de 10% anual, superando el mercado de los refrescos gaseosos. Además, México ostenta el segundo lugar mundial en consumo de agua embotellada, con una producción de mil 440 millones garrafones al año. El consumo per cápita nacional de agua embotellada es de 0.72 litros por día. Por otra parte, la recaudación anual de 2005 por concepto de suministro de agua potable fue de 20 mil millones de pesos, mientras que la venta total de agua embotellada ascendió a 32 mil millones de pesos, lo que representa sólo 1% del volumen de agua potable suministrado en México. Deficiencias+poca disponibilidad=tarifa alta Una pipa de agua en México cuesta entre 400 y 500 pesos. Por su parte, la tarifa del agua fluctúa en función de la entidad federativa. Por ejemplo, en el estado de Morelos su costo es 1.50 pesos, mientras que el promedio nacional es 5.50 pesos. La diferencia en las tarifas afecta directamente a los usuarios con menos recursos económicos. Quienes reciben un servicio ineficiente, tienden a pagar precios más altos por el recurso y, además, como efecto colateral, también son afectados por la contaminación y las inundaciones debido a los escasos recursos con los que cuentan los organismos operadores para enfrentarlos. En consecuencia, el segmento de la población que no cuenta con una toma doméstica de agua paga por ésta un precio mayor al que sufragan EL DESARROLLO DEL PAÍS DEPENDE DE UNA MEJOR GESTIÓN DEL AGUA DISPONIBLE JUAN CARLOS VALENCIA VARGAS los segmentos con servicio e infraestructura formales. Tal paradoja hace indispensable el fomento de la Cultura del Pago, de manera que puedan atenderse las carencias de los sectores sin servicio. Otro elemento que debe considerarse para la fijación de la tarifa es la productividad: a mayor productividad mayor beneficio; entonces, de acuerdo con la productividad del agua la tarifa será mayor. Ante la disminución de la disponibilidad del agua y la tendencia a que el fenómeno se agrave en el futuro, es preciso que el usuario tenga claro el origen de la escasez, que principalmente se debe a dos factores: el crecimiento de la población y el incremento de la contaminación. Por último, un elemento clave para el cálculo adecuado de la tarifa de agua potable es el estrato económico del usuario. En ese sentido, debe ser principio fundamental considerar tarifas diferenciadas según la condición económica del usuario. Conclusiones El crecimiento de la población en México registró un ritmo inusitado en los últimos 50 años: mientras que en 1952 el número de habitantes ascendía a 25 millones de habitantes, en 2005 alcanzó los 100 millones, lo que significa que la población se cuadruplicó en medio siglo. Otro factor que merma la disponibilidad actual y futura en México es la baja prioridad que se le da al tratamiento en México, pues sólo una tercera parte del agua recibe tratamiento antes de ser descargada. Por tanto, la contaminación de los cuerpos de agua nacionales es de tal magnitud, que no es posible aprovecharla en otras actividades. Los factores para construir una tarifa adecuada Entre los factores que deben considerarse para calcular una tarifa adecuada se encuentra la disponibilidad natural del agua. El cálculo debe ser inverso a la disponibilidad: a mayor disponibilidad menor tarifa, es decir, donde se tenga abundancia, el pago por el servicio debe ser menor. En contraparte, donde exista mayor escasez, debe pagarse una tarifa mayor. El segundo elemento básico para la fijación de la tarifa se encuentra en la calidad del recurso. En este caso, el principio que debe regir es que a menor calidad del recurso corresponde una menor tarifa. El desarrollo de nuestro país depende de la disponibilidad del agua. El crecimiento e intensificación de actividades productivas son necesarias para lograr una serie de objetivos estratégicos, como el combate a la pobreza, el crecimiento económico, la seguridad alimentaria y la mejora de nuestra competitividad internacional. En algunos lugares de nuestro país este proceso de desarrollo empieza a encontrar límites en la disponibilidad del agua, lo cual, por consecuencia, está generando diferentes grados de sobreexplotación y escasez. De continuar con esta tendencia, el uso insostenible de los recursos hídricos será, sin lugar a dudas, un factor que impondrá límites al desarrollo económico y social. Al mismo tiempo, es de esperar que aumente la escasez y competencia por el uso de los recursos hídricos, y se incremente el riesgo de conflicto social, y presione el uso ambiental del agua, comprometiendo a su vez la estabilidad social y la sostenibilidad ambiental. Enfrentar con éxito estos retos depende, en gran medida, de la capacidad para cambiar el paradigma de desarrollo: un uso más eficiente y productivo del agua disponible en vez de construir grandes obras de infraestructura para traerla de fuentes cada vez más lejanas y costosas. Asimismo, el éxito depende de la conciencia social, de la corresponsabilidad en el cuidado de este recurso vital y escaso: el agua. Si el usuario no requiere una calidad de agua potable, la tarifa debe ser menor. En cambio, si el usuario requiere una mayor calidad, entonces, debe pagar un precio mayor. 501 Sobre el agua y la conciencia l agua, como elemento indispensable para la vida, es protagonista de múltiples discusiones. En cuanto a su caracterización, hay quienes la asumen como un derecho, hay quienes la consideran un bien y hay quienes la vislumbran como causa de guerras futuras y conflictos en el mundo. E El origen de dichas controversias son variadas, aunque comparten la misma premisa: la disponibilidad, ya sea por ausencia, abuso, para generarla, mantenerla, mejorarla o perfeccionarla, porque de un lugar se transfiere a otro; en fin, la disponibilidad o la falta de ella se convierte en materia de conflicto, reto y, en casos extremos, de alerta roja. Como la causa es una y distintas y diversas las circunstancias, pero fundamentalmente una sola, la solución es una misma, que dialéctica y proporcionalmente será distinta la causa, y se considerarán tantas circunstancias y características como las que encontramos en el agua misma. Agua para todos, en cantidad suficiente para garantizar el desarrollo de la vida con calidad y para evitar que la inequidad de su distribución sea materia de conflictos o controversias. Sin embargo, los problemas relacionados al agua, hoy en día, van más allá de su disponibilidad y su acceso justo y equitativo; en realidad tienen que ver con el ambiente, pues el deterioro del entorno, la sobreexplotación de las fuentes, el limitado volumen que se trata y la saturación de los sistemas de drenaje, provocan una reacción en cadena, que incluye la pérdida de miles de hectáreas de bosques y la proliferación de enfermedades relacionadas al agua y, desde luego, la baja productividad y aprovechamiento de la tierra y las actividades agrícolas. Una crisis del agua generaría en cadena crisis financiera, laboral, alimentaria, política, social, salubre, entre otras. Todo eso debe hacernos pensar, actuar y prever un escenario que tendremos que asumir como ciudadanos del mundo que somos. En México, los conflictos y las problemáticas que se generan a causa o en torno al agua son los mismos que en el resto del mundo, desde luego con matices propios de las circunstancias, la población, el territorio y los gobiernos. 502 El sistema jurídico normativo mexicano considera que el agua es propiedad de la nación, es decir, que se trata de un bien, seguramente porque en los tiempos en que Gustavo Vázquez López fue concebida la Carta Magna, se pensaba en dar firmeza a la condición de nación independiente y, desde luego, se pensaba también en la inmensa disponibilidad que hubo en los siglos anteriores. El agua al ser un bien, se convierte en factor social y económico que puede, en la medida de su presencia, definir las condiciones de riqueza y desarrollo de las regiones del país. Al ser propiedad de la nación, el agua pertenece a los mexicanos y, como todo bien, e incluso aun más por lo que representa para la vida, debemos cuidarlo, procurando su permanencia ahora y, mañana, para las próximas generaciones, basando el desarrollo de la cultura en la idea de que el agua es esencial para la vida. Abrir la llave y disponer agua potable con tanta facilidad, representa una jornada de trabajo completa para los hombres que cuidan de ella, pues el líquido que llega a nuestros hogares corre cientos de kilómetros, desde su fuente natural, a lo largo de una infraestructura impresionante que casi nunca vemos, y que además pasa por distintos procesos para que, al llegar a nosotros, tenga las cualidades suficientes para nuestro consumo. Al usarla en cualquier modalidad, el agua emprende otro largo recorrido hacia otros destinos, lo que significa esfuerzos incluso superiores a los aplicados durante su traslado pues, ahora, será necesario que una buena parte del agua utilizada sea tratada y, en lo posible, reutilizada. Esta sencilla descripción, que no contempló, por ejemplo, al agua de lluvia o la intervención humana en el proceso del ciclo del agua, es útil para ejemplificar que, a pesar de que nos da vida, nuestra existencia no gira a su alrededor, sino que por ella podemos vivir plenamente y desarrollar todas nuestras actividades, no obstante que no le demos la importancia que se merece. Por eso, como es un bien nos pertenece pero, para disponer de ella, tenemos que hacer conciencia y pagar lo que cuesta. La Cultura del Agua en México debe de fundarse en la solidez de la idea esencial de que el agua es vida y de que, a pesar de sus diferentes usos, todos la necesitamos. Cerrar la llave no es suficiente en estos tiempos en los que disponer del vital recurso es tan complejo como tratarlo o sanearlo. Hoy, México necesita que todos, sin excepción, entendamos al agua como un bien al que hay que cuidar y proteger, pues poseerlo, pero sobre todo mantenerlo con nosotros, nos dará la seguridad y la certeza para vivir en desarrollo. ¿Qué es la Cultura del Agua? a Cultura del Agua es un conjunto de costumbres, valores, actitudes y hábitos de un individuo o una sociedad, relacionado con la importancia que tiene el agua en el desarrollo de todo ser vivo, con la disponibilidad del recurso en su entorno y con las acciones necesarias para obtenerla, distribuirla, potabilizarla y desalojarla. L Esta cultura lleva consigo el compromiso de valorar, preservar y utilizar el recurso con responsabilidad en todas las actividades, en un esquema de desarrollo sustentable, además de transmitir este propósito como parte de su interacción social. Valores de la Cultura del Agua Si queremos que las próximas generaciones cuenten con agua, debemos considerar algunas acciones que nos permitan preservarla: El respeto al medio ambiente, es decir, conocer y querer a nuestro planeta. La solidaridad de cada individuo hacia los demás, porque el agua desperdiciada o que se fuga es la que faltará a otra persona. La disciplina para usar sólo la que necesitamos. La responsabilidad para utilizar correctamente el agua que servirá a los hombres de mañana. La sabiduría para aplicar la tecnología y lograr que el agua contaminada se transforme en agua limpia. Octavio Villa Ríos ¿Cómo podemos ahorrar y usar agua eficientemente? Para lograrlo esto, te sugerimos que hagas lo siguiente: 1) Al bañarte no dejes escapar el agua fría antes de que salga el agua caliente; almacénala en una cubeta y utilízala después del baño en el patio, el jardín, etcétera. 2) Eliminemos las fugas de agua de nuestros hogares, instalando empaques nuevos en donde se requieran. 3) Tomemos baños de regadera más cortos e instalemos muebles y accesorios que economicen agua. 4) Aprovechemos al máximo la capacidad de nuestra lavadora de ropa y utilicemos agua residual para limpiar patios, pisos y banquetas. 5) No usemos el excusado como cesto de basura, recuerda que cada vez que jalas la palanca se desperdician 6 litros de agua o más. 6) No permitamos que los niños jueguen con la manguera y desperdicien agua. 7) Reguemos los jardines y las plantas únicamente cuando sea necesario, por la tarde o noche. 8) Usemos sólo una cubeta y una jerga para lavar el coche, no utilices la manguera. 9) Tapa bien el tinaco de tu casa, no dejes que el agua se contamine. 10) Enjabona todos los trastos sucios y enjuágalos bajo un chorro moderado. 11) Las frutas y verduras puedes lavarlas en la tarja de fregadero llenándola una sola vez. 12) Aprovechemos el agua de lluvia, almacenándola en recipientes para su uso posterior, al regar plantas y jardines y lavar pisos y patios entre otras cosas. 503 Créditos de los ponentes Los acuíferos, el valor de su presencia Ing. Rubén Chávez Guillén Estado de México, punto de referencia Ing. Guillermo Guerrero Villalobos Gerente de Aguas Subterráneas de Conagua Director General de Estudios Económicos y de Ingeniería, S.A. de C.V. Ing. Oscar J. Hernández López Ing. Alfonso Martínez Baca Domenzain Subsecretario del Agua y Obra Pública del Gobierno del Estado de México Secretario Técnico del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México Ing. José Raúl Millán López Ing. Enrique González Isunza Director de Planeación y Programación de CAEM Comisionado de Políticas Públicas y Vinculación de la Secretaría Técnica del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México Los caudales para los usos del agua Ing. Galdino Daniel González Covarrubias Director de Infraestructura Hidroagrícola de Conagua Ing. José Elías Chedid Abraham Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de México y Coordinador Ejecutivo de Reciclagua Ambiental, S.A. de C.V. Ing. Jesús Velarde García Comisionado de Información e Investigación del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México Las pérdidas de agua, la importancia de su control Ing. Bernardo Echavarría Soto Ing. Ramón Aguirre Díaz Director General del Sistema de Aguas de la Ciudad de México Lic. Manuel Gomez Morín Martínez del Río Director General del Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Naucalpan (OAPAS) Ing. Roberto Olivares Director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) Estado de México, reuniendo fuerzas Ing. Jesús Campos López Director de Operaciones de OHL Asesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM Ing. Jorge Malagón Díaz Ing. Emiliano Rodríguez Briceño Vocal Ejecutivo de la CAEM Director General de Agua Potable de León, Guanajuato Ing. Edgardo Castañeda Espinosa Ing. Juan Carlos Guasch y Saunders Director General del Programa Hidráulico de la CAEM Coordinador de Proyectos Especiales de CONIISA, S.A. de C.V. Ing. Arturo Jiménez Ramón Director General de Planeación, Sistemas y Control, S.A. de C.V. Ing. Antonio Capella Vizcaíno Cultura del Pago, recuperando el equilibrio Lic. Alfredo Del Mazo González Asesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM Presidente del Consejo Mexiquense de Infraestructura de la Secretaría de Finanzas del Gobierno del Estado de México Ing. Ramón Vila Sánchez Dr. Felipe Arreguín Cortés Director General de Tecnología y Servicios del Agua, S.A. de C.V. Subdirector General Técnico de Conagua Ing. José Roberto Cagigas Velázquez Lic. Ignacio Pichardo Pagaza Director General de Medición y Control de Fluidos, S.A. de C.V. Presidente del Consejo de la Cuenca Hidrológica Amanalco-Valle de Bravo Ing. Jorge Arganis Díaz Leal El reúso del agua, anticipando realidades Ing. Alejandro Rodríguez Jiménez Secretario de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal Ing. Juan Manuel Martínez García Director General de Tecnoadecuación Ambiental, S.A. de C.V. Director General de CIASA, S.A. de C.V. Ing. Adalberto Noyola Robles Ing. Juan Carlos Valencia Vargas Director del Instituto de Ingeniería de la UNAM Director General del Organismo de Cuenca del Río Balsas Ing. Gregorio Martínez Ramírez Lic. Gustavo Vázquez López Subdirector de Tratamiento de Aguas Residuales de CAEM Coordinador de Estudios y Proyectos de la Secretaría del Agua y Obra Pública Lic. Octavio Villa Ríos 504 Detalle de la Caída del Borracho, en el municipio de Huixquilucan, en el Estado de México. ACR Coordinador de la Unidad de Atención a Medios de la Secretaría del Agua y Obra Pública Glosario Abastecimiento. Acción y efecto de proveer bastimentos, víveres u otras cosas necesarias. Acequia. Zanja o canal por donde se conduce el agua para riego o desagüe. Acuacultura. Estudio o técnica de cultivo más o menos intensiva de especies vegetales y peces, crustáceos o mariscos en agua dulce o marina. Acueducto. Estructura artificial que conduce agua entre dos puntos distantes para abastecer a una o más poblaciones. Acuífero. Cualquier formación geológica o conjunto de ellas hidráulicamente conectados entre sí, por las que circulan o almacenan aguas del subsuelo, que pueden ser extraídas para su explotación, uso o aprovechamiento. Ácido desoxirribonucleico (ADN). Biopolímero que constituye el material genético de las células y contiene en su secuencia la información para la síntesis de proteínas. Ácido ribonucleico (ARN). Biopolímero cuyas funciones se dividen en mensajeros, ribosómicos y transferentes. Afluente. Corriente superficial tributaria de una cuenca o un río mayor. Los afluentes nunca desembocan en el mar, lo hacen en los ríos. Agroindustria. Conjunto de industrias relacionadas con la agricultura. Agua azul. Es aquella que se evapora a consecuencia de la elaboración de un producto o aquella que se almacena en bordos o canales de riego y sin haber regado los cultivos pasa al estado gaseoso. Agua gris. Es aquella que se contamina durante o después de un proceso de producción. Agua verde. Es aquella que se evapora durante el proceso de producción de un bien o aquel volumen que regresa a la atmósfera durante el riego de un cultivo. Aguador. Persona que tiene por oficio llevar o vender agua. Aguas residuales. Son aquellas de composición variada provenientes de las descargas de usos público-urbano, doméstico, industrial, comercial, de servicios, agrícola, pecuario, de las plantas de tratamiento y en general de cualquier uso o de la mezcla de ellas. También se conocen como aguas negras. Aireación. Método que se utiliza para eliminar las cantidades excesivas de hierro y manganeso de las aguas subterráneas. Al causar problemas de sabor y color, dichas sustancias interfieren con el lavado de ropa, manchan los accesorios de plomería y propician el crecimiento de bacterias férricas en tuberías. Al burbujear aire en el agua, o al crear contacto entre el aire y el agua por aspersión, el hierro o manganeso disuelto se oxida a una forma menos soluble que se precipita y puede separarse en un tanque de sedimentación o un filtro. La aireación elimina también los olores que causa el sulfuro de hidrógeno gaseoso. Albarradón. Muro o dique construido con piedra seca que forma calzadas por donde el agua fluye. Estas estructuras se construyeron en Tenochtitlan y en la Nueva España para separar las aguas saladas de las dulces o para evitar inundaciones. Alcantarilla. Acueducto subterráneo o sumidero fabricado para recoger y dar paso a las aguas de lluvia o aguas negras. Alcantarillado. Conjunto de alcantarillas. Aljibe. Depósito subterráneo que sirve para captar agua pluvial para consumo humano. Altimetría. Parte de la topografía que trata de la medida de las alturas. Aparato de Golgi. Organelo con forma de saco aplanado que funciona como un sistema de procesamiento, empacado y entrega en los eucariontes. Asentamiento. Acción y efecto de asentar o poblar. Asteroide. De forma de estrella. Cada uno de los planetas telescópicos cuyas órbitas se hallan en su mayoría entre las de Marte y Júpiter. Atarjeas. Estructura del drenaje urbano que capta el agua pluvial y las descargas sanitarias de las tuberías domiciliarias. Atmósfera. Capa de aire que rodea la Tierra. Átomos. El más pequeño de los elementos químicos con existencia propia y que se consideró indivisible. Se compone de núcleo, protones y neutrones, y de electrones orbitales en número característico para cada elemento químico. Avenar. Drenar, desaguar. Azolve. Desperdicios sólidos, tierra o arena que se deposita en el fondo de ríos, lagos, canales y otros cuerpos de agua. Baja presión. Disminución de la presión de un fluido a lo largo del conducto por el que circula. Banco. Mares, ríos y lagos navegables que no son abruptos ni escarpados. Bifurcación. Lugar donde un camino, un río, etcétera, se divide en dos ramales o brazos. Biodegradable. Se dice de un compuesto químico que puede degradarse por acción biológica. Biosfera. Esfera terrestre viviente donde coexisten especies desde las mayores alturas hasta las mayores profundidades. Bomba. Máquina o artefacto para elevar el agua u otro líquido e impulsarla en una dirección determinada. Bordo. Elevación de palos, tierra y piedras en ambos lados de un río o quebrada para evitar inundaciones o para retener agua. Burbujear. Véase aireación. Calidad. Propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo que permiten juzgar su valor. Calidad del agua. La calidad del agua es afectada tanto por factores naturales como por las actividades del hombre. La calidad del agua dependerá de la manera cómo sea utilizada. Canal. Cauce artificial por donde se conduce el agua para darle salida o para otros usos. Captación. Extracción de agua de una fuente su perficial o subterránea. Caudal. Volumen de agua que mana o corre. Cárcamo. Estación de bombeo de aguas residuales, que impulsa las descargas sanitarias a gran altura para desalojarlas de la población que las produce. Célula. Es la unidad básica de la estructura y funcionamiento de los organismos. Centriolo. Se encuentra en las células de animales y algunas algas y hongos; dos pares de centriolos desempeñan un papel importante en la reproducción celular. Cianobacteria. Organismo fotosintético procariótico clasificado como bacteria o como planta (alga verde azulada). Ciénega. Lugar o paraje lleno de lodo blando o pantanoso. Cisterna. Depósito subterráneo donde se recoge y conserva agua. Citoesqueleto. Fibras proteínicas que dan forma al protoplasma de la célula eucariota. Citoplasma. Sustancia contenida en las células vivas compuesta por una mezcla de enzimas, azúcares y aminoácidos, las cuales constantemente se involucran en reacciones químicas. Cobertura. Cantidad o porcentaje abarcado por una cosa o actividad. Cobertura de alcantarillado. Porcentaje de la población cuya vivienda cuenta con un desagüe conectado a la red pública de alcantarillado, a una fosa séptica, a un río, lago o mar, o a una barranca o grieta. Colector. Caño o canal que recoge todas las aguas del desagüe o las sobrantes del riego. Cólera. Enfermedad epidémica aguda de origen bacteriano, caracterizada por vómitos repetidos y diarrea severa. Colibacilo. Bacilo que se halla en el colon del hombre y de algunos animales que puede adquirir virulencia patológica y producir septicemias. Coliformes. Grupo de bacterias Gram negativas pre sentes en el colon y agua, semejantes al colibacilo. Concesión. Título que otorga el Ejecutivo Federal mexicano a través de Conagua u organismo de cuenca para la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales y sus bienes públicos inherentes, a las personas físicas o morales de carácter público y privado, excepto los títulos de asignación. Conducción. Conjunto de conductos dispuestos para el paso de algún fluido. Conurbación. Conjunto de varios núcleos urbanos inicialmente independientes y contiguos por sus márgenes, que al crecer acaban formando una unidad funcional. Cota. Altura de un punto sobre un plano horizontal de referencia. Covalente. Cuando los átomos se enlazan al compartir pares de electrones. Cribas. Estructura que retiene basura y sólidos para que no se mezclen con el agua. Cuenca. Territorio cuyas aguas fluyen todas a un mismo río, lago o mar. Cuenca hidrográfica. Unidad natural definida por la existencia de una división de las aguas en un territorio dado. Las cuencas hidrográficas son unidades morfológicas superficiales, cuyos límites se establecen por la división geográfica principal de las aguas de las precipitaciones pluviales, también conocido como “parteaguas”. Cuenca hidrológica. Unidad del territorio normal mente delimitada por un parteaguas, aquella línea poligonal formada por los puntos de mayor elevación en dicha unidad, donde ocurre el agua, se almacena o fluye hasta un punto de salida, como el mar u otro cuerpo receptor interior, o bien, el territorio donde las aguas forman una unidad autónoma o diferenciada de otras, aun sin que desemboquen en el mar. En dicho espacio delimitado por una diversidad topográfica, coexisten el agua, el suelo, la flora, la fauna y otros relacionados con éstos y el medio ambiente. La cuenca hidrológica y los acuíferos constituye la 505 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL unidad de gestión de los recursos hídricos. La cuenca hidrológica está a su vez integrada por subcuencas y estas últimas están integradas por microcuencas. Déficit. Escasez de algo que se juzga necesario. Degradación. Transformación de una sustancia compleja en otra de estructura más sencilla. Desagüar. Extraer, echar el agua de un sitio o lugar. Desazolve. Limpieza de los sedimentos o desechos que obstruyen canales, tuberías o conductos que impiden el flujo del agua. Diarrea. Síntoma que consiste en evacuaciones de vientre líquidas y frecuentes. Dique. Construcción para contener las aguas. Disponible. Se dice de algo de lo que puede disponerse libremente o que está lista para usarse. Dren. Estructura que capta las aguas residuales para conducirlas fuera de la población que las produce. Drenaje. Cuando se da salida a las aguas muertas o a la excesiva humedad de los terrenos. Ecuador. Círculo máximo que equidista de los polos de la Tierra. Eficiencia. Capacidad de disponer de alguien u algo para conseguir un efecto determinado. Efluente. Canal por donde se desalojan las aguas procesadas en plantas de tratamiento. Electrones. Partícula elemental que forma parte de los átomos y que contiene la mínima carga posible de electricidad negativa. Embalse. Sitio donde el agua de ríos, arroyos o lluvia se almacena por accidentes geográficos o elementos topográficos. Emitir. Arrojar, exhalar o echar hacia fuera algo. Emisor. Es un ducto por medio del cual se desalojan aguas residuales y pluviales de un centro de población. Enlace. Unión de dos átomos de un compuesto químico por la existencia de fuerzas de atracción. Escorrentía (superficial). El agua que fluye por la su perficie de la tierra o que se infiltra y luego vuelve a la superficie. Esquitosomiasis. Enfermedad causada por una tenia o larva que se encuentra en acequias de riego o en las aguas estancadas de los ríos. La enfermedad se relaciona con la falta de aseo de la cara que a menudo se asocia con la falta de fuentes de agua segura cercanas. Estanco. Estanque de agua. Estanque. Hueco construido para recoger el agua y proveer al riego, criar peces o con propósitos meramente ornamentales. Estratosfera. Capa superior de la atmósfera que se encuentra ente 12 y 100 km de altura. Eucariontes. Célula que contiene organelos circundados por una membrana nuclear y un núcleo rodeado por una membrana; los organismos vivos como las plantas, los animales, los protistas y hongos son eucariónticos. Eutrofización. Cuando las aguas presentan una de ficiencia en oxígeno por la abundancia progresiva de nutrientes disueltos y a la pérdida de plantas. Evaporación. Cuando el agua pasa de un estado líquido a vapor. Evapotranspiración. Transferencia de agua, desde el suelo a la atmósfera, en forma de vapor de agua, mediante los procesos de evaporación y transpiración. Explotación. Aplicación del agua en actividades en caminadas a extraer elementos químicos u orgánicos disueltos en ella, después de las cuales es retornada a su fuente original sin consumo significativo. 506 Facultativo. Microorganismos anaerobios que llevan a cabo distintos procesos biológicos en medios donde se presenta oxígeno liberado, a pesar de que no lo requieren para metaaolizar o para vivir. Filtros percoladores. El mecanismo con el que trabaja para remover materia orgánica este sistema no es la filtración, sino la adsorción y asimilación biológica. Una vez que el filtro se encuentra operando, la superficie del medio comienza a cubrirse con una sustancia viscosa y gelatinosa conteniendo bacterias y otro tipo de microorganismos. Fosa séptica. Cuando no hay alcantarillas, el depósito que se hace para aguas negras. Fosa de sedimentación. Es un contenedor que al macena el agua con sólidos suspendidos, disueltos y flotantes. Freático. Se dice del agua que está acumulada en el subsuelo y puede aprovecharse por medio de pozos. Fuentes. Manantial de agua que brota de la tierra. Galería. Camino subterráneo que se hace en las minas para descansar, ventilar, comunicar o desaguar. Gasto. Cantidad de líquido que, en determinadas circunstancias, pasa por un orificio o por una tubería cada unidad de tiempo. Gen. Secuencia de ADN que constituye la unidad funcional para la transmisión de los caracteres hereditarios. Glaciación. Cada una de las grandes invasiones de hielo que en épocas remotas acontecieron en zonas muy extensas de distintos continentes. Grado de presión. Es el porcentaje que representa el agua utilizada para usos consuntivos respecto a la disponibilidad total. El índice obtenido denota el grado de presión que se ejerce sobre el recurso hídrico en un país, cuenca o región. Se considera que si el porcentaje es mayor a 40% se ejerce una fuerte presión sobre el recurso. Hábitat. Lugar de condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad animal o vegetal. Hidrante. Boca de riego o tubo de descarga de líquidos con válvula y boca. Hidráulica. El arte de conducir, contener, elevar y aprovechar las aguas. Que se mueve por medio del agua o de otro fluido. Parte de la mecánica que estudia el equilibrio y el movimiento de los fluidos. La energía que se produce por el movimiento del agua. Hidrocarburo. Compuesto resultante de la combinación del carbono con el hidrógeno. Holismo. Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen. Humedal. Zonas de transición entre sistemas acuáticos y terrestres, cubiertas de agua de modo temporal o permanente, sujetas o no a la influencia de mareas. Sus aguas pueden ser dulces o saladas y encontrarse estancadas. Entre los humedales encontramos a lagunas, lagos, deltas, manglares, pantanos, oasis, cenotes, entre otros. Infiltración. Acción y efecto de introducir un líquido entre los poros de un sólido. Ingeniería. Estudio y aplicación por especialistas de las diversas ramas de la tecnología. Lacustre. Que es relativo a los lagos. Que habita, está o se realiza en un lago o en sus orillas. Laguna. Depósito natural de agua generalmente dulce y de menor dimensión que el lago. Laguna de estabilización. Es una estructura simple que es útil para embalsar aguas residuales con objeto de mejorar sus características sanitarias. Las lagunas de estabilización se construyen de poca profundidad, de 2 a 4 m, y utilizan períodos de retención relativamente grandes, por lo general, de varios días. Cuando las aguas residuales son descargadas en lagunas de estabilización se realiza un proceso de autodepuración o estabilización natural, en el que ocurren fenómenos físicos, químicos, bioquímicos y biológicos. Lecho. Origen de un río o terreno por donde corren sus aguas. Fondo del mar o de un lago. Línea de conducción. Medio por el cual se transporta el agua desde la captación hasta la planta de tratamiento o a un depósito. Manantial. Agua que brota naturalmente de la tierra. Manglar. Superficie en la zona tropical que cubren las grandes mareas, llena de esteros que la cortan formando islas bajas, donde crecen los árboles que viven en el agua salada. Manto. Zona de la Tierra entre la corteza y el núcleo, desde 10 y 30 km hasta 3 mil 480 km de profundidad. Mantos acuíferos. Formación o estructura geológica de rocas, gravas o arenas situadas encima de una capa impermeable, que por porosidad y permeabilidad natural posee la capacidad de almacenar el agua que circula en su interior. Este flujo se realiza entre los poros y oquedades que se intercomunican a una velocidad variable, obedece a las características de permeabilidad de cada formación. Mareas muertas. Mareas menores durante los cuartos menguante o creciente de la Luna. Mareas vivas. Mareas crecientes durante los equinoccios o en el novilunio y el plenilunio. Membrana. Tejido o agregado de tejidos que presentan forma laminar y consistencia blanda. Metrópoli. Ciudad principal, cabeza de la provincia o Estado. Mitocondria. Organelos limitados por una doble membrana que se encuentran en todos los eucariontes; la mitocondria descompone moléculas orgánicas que libera energía para las reacciones celulares. Molécula. Combinación de dos o más átomos unidos por un enlace químico; el agua es una molécula. Nebulosa. Materia cósmica celeste, luminosa, compuesta de polvo y gas, de contorno impreciso y diversas formas. Noria. Pozo de forma ovalada, del cual se saca agua con una máquina. Núcleo. Parte central del átomo con la mayor porción de su masa, constituida por protones y neutrones, y que posee una carga eléctrica positiva que corresponde a su número atómico. Nucleolo. Cuerpos prominentes que se encuentran en el núcleo de los eucariontes; el sitio de síntesis del ARN. Organismo operador. Entidad responsable de prestar el servicio público de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y saneamiento. Organoléptica. Se dice de las propiedades de los cuerpos que se pueden percibir por los sentidos. Parteaguas. Línea imaginaria que une los puntos de máximo altura entre dos laderas adyacentes pero de exposición opuesta, desde la parte mas alta de la Cuenca hasta su punto de emisión, en la zona hipsométricamente más baja. GLOSARIO Pecuario. Perteneciente o relativo al ganado. Per cápita. Por cabeza, por cada individuo. Peroxisoma. Orgánulo del citoplasma celular que contiene enzimas que actúan en reacciones de oxidación, especialmente en la producción y descomposición de peróxido de hidrógeno. Planta. Instalación industria, fábrica central de energía. Plantas de bombeo. Fábrica cuyo fin es elevar agua u otro líquido por medio de una bomba. Plasma. Además del líquido, sólido o gaseoso, un cuarto estado de la material capaz de conducir magnéticas, normalmente generado por aplicación de temperaturas extremadamente altas. Plasmática. Perteneciente o relativo al plasma. Plutoides. Cada uno de los planetas telescópicos o planetoides cuyas órbitas se hallan entre las de Marte y Júpiter. Población Económicamente Activa (PEA). Parte de la población de un país que trabaja y por el cual recibe una retribución. Potabilización. Que se hace bebible. Potable. Que se puede beber. Pozo. Perforación que se hace en la tierra para buscar agua. Pozo artesiano. Pozo de gran profundidad donde el nivel de agua sube por encima del nivel freático adyacente porque está sometida a la presión de un acuífero confinado. Pozo somero. Pozo de poca profundidad de donde se extrae agua subterránea con poca presión. Precipitación. Agua de la atmósfera que en forma sólida o líquida cae en la tierra o el mar. Presa. Muro de piedra u otro material que atraviesa un río, arroyo o canal, para almacenar agua, derivarla o regular su curso fuera del cauce. Presa de jales. Uno de los sistemas para la disposición final de los residuos sólidos generados por el beneficio de minerales. Presa derivadora. Obra que sirve para desviar o regular parte del flujo de un río fuera de su cauce. Presión. Magnitud física que expresa la fuerza ejercida por el agua sobre la unidad de superficie. Producto Interno Bruto (PIB). Valor de todos los bienes y servicios que genera la economía de un país en un periodo de tiempo dado. Proteínas. Moléculas orgánicas que construyen un organismo, llevan a cabo reacciones químicas, combaten enfermedades o transportan partículas fuera de las células. Ramal. Parte que arranca de la línea principal de una acequia, un acueducto o una tubería. Recarga de acuíferos. Al extraer agua de un acuífero por medio de un pozo, el cuerpo de agua subterráneo disminuye su volumen. Para recuperarse, el cuerpo de agua se rellena, principalmente, por medio de la infiltración, aunque existen ya métodos artificiales para su recarga. El tamaño de los poros del suelo, la viscosidad del agua y otros fac- Unidades de medición Unidades de medición Símbolo cm o C h ha hab hm3 kg km/h Unidad tores se combinan para limitar la velocidad a la cual el agua se mueve a través del suelo para rellenar el pozo. Este flujo (velocidad de recarga) puede variar desde 1 m/día hasta 1 m/año. Un depósito de aguas subterráneas sólo puede soportar una rapidez de extracción de la misma magnitud que la del suministro que recibe de manera continua por infiltración. Recursos hidráulicos. Volumen de agua disponible para resolver una necesidad o llevar a cabo una empresa. Región hidrológica. Área territorial con ciertas características morfológicas, orográficas e hidrológicas, cuya unidad básica es una cuenca hidrológica, mediante la cual se agrupa y sistematiza información, análisis, diagnósticos, programas y acciones relacionadas con la ocurrencia, explotación, uso o aprovechamiento de agua. Una región hidrológica se integra por una o varias cuencas hidrológicas, cuyos límites difieren de la división política por estados. Región hidrológico-administrativa. Área territorial definida con criterios hidrológicos, integrada por una o varias regiones hidrológicas, cuaya unidad básica para la gestión de los recursos hídricos es la cuenca hidrológica, y el municipio como en otros instrumentos jurídicos representa la unidad mínima de gestión administrativa en el país. Represa. Obra de ingenieria para contener o regular el curso de las agues o lugar donde las aguas están detenidas o almacenadas, natural o artificialmente. Retículo endoplásmico. Red de estructuras interconectadas que se encuentra en todos los eucariontes, una de cuyas funciones es el transporte intracelular de proteínas y la descomposición de sustancias dañinas. Reúso. La explotación, uso o aprovechamiento de aguas residuales con o sin tratamiento previo. Ribosoma. Organelo compuesto de ARN y proteína y sitio donde las proteínas se forman a partir de aminoácidos. Salinización. Incremento de la concentración de cloruro de sodio en el suelo a consecuencia de la evaporación. Salitre. Sustancia salina (nitrato potásico), de origen natural, que aflora en tierras y paredes. Se encuentra en forma de agujas o de polvillo blanquecino en la superficie de los terrenos húmedos y salados. Saneamiento. Conducir, tratar, alejar y descargar aguas residuales. Sobreexplotar. Utilizar en exceso los recursos naturales. Socavón. Excavación en la ladera de un cerro o monte que por su extensión puede formar una galería subterránea. Subsuelo. Nivel que está debajo del suelo o capa de labrantía. Equivalencia en unidades básicas Centímetro 1 cm: 0.01 m Grado centígrado Hora 1 h: 60 min: 3, 600 s Hectárea 1 ha: 10,000 m2: 2.47 acres Habitante Hectómetro cúbico / 1 hm3: 1,000,000 m3 Kilo Kilómetro por hora / 1 km/h: 0.2778 m/s Símbolo 2 km km3 kW l l/s m m3 m3/s Unidad Suministrar. Proveer algo que se necesita. Suministro. Acción y efecto de suministrar. Supernova. Explosión de una estrella en la que se libera gran cantidad de energía. Sustancia. Ser, esencia o naturaleza de algo. Tajo. Corte hecho en un cerro o monte. Talud. Vertiente rápida submarina que desciende desde el borde de la plataforma continental hasta profundidades de 2 mil metros o más. Tanque de regulación. Los tanques de regulación son depósitos que tienen por objeto controlar el caudal que se recibe del sistema de conducción de agua potable en función de las necesidades de consumo y demanda del usuario. Adicionalmente a la capacidad de regulación, puede contarse con un volumen para alimentar la red en condiciones de emergencia. Tinaco. Depósito en las azoteas que se usa para al macenar agua en las casas. Toma. Lugar por donde se suministra agua. Tratamiento de aguas residuales. Conjunto de métodos, ya sea físicos, químicos o biológicos, que se utilizan para eliminar materias contaminantes del agua (sólidos suspendidos, orgánicos biodegradables, patógenos, nitrógeno, fósforo, orgánicos refractarios, metales pesados o sólidos inorgánicos disueltos, entre otros). El objetivo del tratamiento de agua residual es producir un efluente que pueda descargarse sin dañar al medio ambiente. Trampa de grasa. Método mediante el cual se retienen contaminantes que tienen la característica de ser más ligeros que el agua y por lo tanto flotan. Trifurcación. Acción y efecto de trifurcarse. En un sistema hidráulico, se refiere a su división en tres ramales. Troposfera. Zona inferior de la atmósfera de hasta doce kilómetros donde se desarrollan los meteoros aéreos, acuosos y algunos eléctricos. Tubería. Conducto formado de tubos por donde se lleva el agua. Tul. Planta hidrófita que se da en agua dulce o en zonas inundables, que en México puede encontrarse en algunas partes del sureste como Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Urbanizar. Acondicionar un terreno y prepararlo para su uso urbano, abriendo calles y dotándolas de luz, pavimento y demás servicios. Valle. Llanura de tierra entre montes o alturas, o la cuenca de un río. Vaso. Receptáculo o depósito natural que contiene algún líquido. Vertedero. Conducto para desalojar agua hacia un nivel inferior, por lo general un canal secundario. Volumen. Magnitud física que expresa el largo, ancho y alto de un cuerpo. Su unidad de medida es el metro cúbico (m3). Zona de captación. Zona donde se recoge agua de una o más fuentes. Unidades de medición Equivalencia en unidades básicas 2 Kilómetro cuadrado / 1 km2: 1,000,000 m Kilómetro cúbico / 1km3: 1,000,000,000 m3 Kilowatt 1kW: 1 w x 103 Litro Litro por segundo / 1 l/s: 0.001 m3/s Metro Metro cúbico / 1000 litros Metros cúbicos por segundo Símbolo Unidad Equivalencia en unidades básicas min mm msnm MW pesos ppm s TW Watt Minuto 1 min: 60 s Milímetro 1 mm: 0.001 m Metros sobre el nivel del mar Megawatt 1MW: 1 w x 106 Pesos mexicanos Partes por millón Segundo Terawatt 1TW: 1 w x 1012W 1 W: 1 m2 kg/s3 507 CULTURA DEL AGUA HACIA UN USO EFICIENTE DEL RECURSO VITAL Fuentes de información Agua para todos, agua para la vida. Informe de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de los recursos hídricos en el mundo. UNESCO. París, 2003. Agua y desarrollo sustentable. La educación ambiental: futuro de México. Revista editada por la Secretaría de Ecología del Gobierno del Estado de México. Año 2, núm 18. México, Agosto de 2004. Agua y cuerpo humano. En línea. 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Maricela Reyes Vilchis, Arq. María Guadalupe Pozos Zárate y Lic. Pablo Trejo Morán. Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) Ing. Jorge Malagón Díaz, Ing. Edgardo Castañeda Espinosa, Ing. Jorge Gonzalo Sánchez Cabrera, Ing. José Raúl Millán López, Ing. Mario Macay Lim, Ing. Jesús Barrera Maqueda, Ing. Arq. Luis Miguel Urieta, Rafael Degollado Aedo, Arq. Arturo Gamas López, Ing. Octavio Valdez Villavicencio, Arq. Alejandro Mojica Salgado, Ing. Nicolás Fierro Rodríguez y Lic. Carmen Santana Gil. Lic. Sandra Kershenobich Warzawski, Lic. Reyes Eliud Cintora Ordoñez, María Araceli Matamoros Bizuet, Ing. Alma de la Cruz, Mtro. Jorge Ruiz Dueñas, Mtro. Israel Sandre Osorio, Lic. María del Perpetuo Socorro Villarreal Esquerrega, Arq. Sabino Santana Moreno, Lic. Ignacio Pichardo Pagaza, Ing. Rubén Chávez Guillén, Ing. Galdino Daniel González Covarrubias, Ing. Jesús Velarde García, Ing. Bernardo Echavarría Soto, Ing. Emiliano Rodríguez Briceño, Ing. Juan Carlos Guasch y Saunders, Ing. Antonio Capella Vizcaíno, Ing. José Roberto Cagigas Velázquez, Ing. Alejandro Rodríguez Jiménez, Ing. Alfonso Martínez Baca Domenzain, Ing. Enrique González Isunza, Ing. Roberto Olivares, Ing. Jesús Campos López y Dr. Felipe Arreguín Cortés. 511 Cultura del Agua Hacia un uso eficiente del recurso vital Edición, coordinación y arte Carlos Frank Matamoros Fotografía actual y cuidado digital Carlos Frank Matamoros (CFM) Alejandro Cuevas Romo (ACR) Equipo de investigación y redacción Jorge Antonio Romero Navarro José Javier Ramos Rojas Marco Rubén Alcántara Jiménez Fotografía de archivo Enrique Franco Torrijos (EFT) Jorge Pablo de Aguinaco Llano (JPAL) Carlos Contreras de Oteyza (CCO) Asistencia de diseño Iris Orozco Chávez Revisión de textos José Javier Ramos Rojas Apoyo en la edición Araceli De Haas Matamoros Héctor Pérez Álvarez Mayte Romo Rebollar Sofía Aguado Portal (SAP) Realizado por Bermellón Edición e Imagen, S.A. de C.V. 2009 Archivos de imágenes internacionales NASA Earth Observatory / EOS Project Science Office Goddard Space Flight Center) Agencia EFE (EFE) Agencia Thomson Reuters Archivos de imágenes nacionales Coordinación Nacional de Difusión del Instituto Nacional de Antropología e Historia / Sistema Nacional de Fototecas / Fototeca Nacional (CONACULTA.INAH.SINAFO.FN.MÉXICO) Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (CNMH-INAH) Comisión Nacional del Agua (Conagua) Archivo Histórico del Agua de la Comisión Nacional del Agua (AHA) Comisión del Agua del Estado de México (Archivo CAEM) Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Archivo SACM) Sistema de Agua Potable y Alcantarilllado de León, Guanajuato (Archivo SAPAL) Organismo de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Naucalpan de Juárez, Estado de México (Archivo OAPAS) Museo Archivo de la Fotografía de la Ciudad de México (MAF-CM) Agencia de Noticias del Estado Mexicano (NOTIMEX) Archivo de la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma (Archivo CCM) Archivos de ponentes Archivo de Antonio Capella Vizcaíno (Archivo ACV) Archivo de Bernardo Echavarría Soto (Archivo BES) Archivo de Jesús Velarde García (Archivo JVG) Archivo de José Roberto Cagigas Velásquez (Archivo JRCV) Se terminó de imprimir y encuadernar en el mes de marzo de 2009, en su composición tipográfica se utilizó la familia Rotis. La presente edición consta de 3 mil ejemplares. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra –incluyendo las características técnicas, diseño de interiores y portada– por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía, el tratamiento informático y la grabación, sin la autorización previa del Gobierno del Estado de México. Si usted desea hacer una reproducción parcial de esta obra sin fines de lucro, favor de contactar al Consejo Editorial de la Administración Pública Estatal. Impreso en México / Printed in Mexico 512