Variación estacional de calidad y composición del aire

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Variación estacional de la calidad y composición del aire
Profesor: _____________
Asignatura : Ecología
Integrantes: ________________________
Fecha:25/04 2001.
INTRODUCCION
¿CÓMO AFECTAN LAS VARIACIONES ESTACIONALES A LA CALIDAD Y COMPOSICION
DEL AIRE?
Al plantearnos esta interrogante es necesario reflexionar sobre los límites estacionales, esto nos ha hecho
plantearnos cuales son los limites de estas variaciones, permitiéndonos explorar más allá de lo que nosotros
esperábamos, abarcando marcos de tiempo de miles de años.
También abarcaremos informaciones sobre el clima del país, las emisiones de contaminación, los
componentes emitidos y sus efectos.
Cambios naturales de los ecosistemas.
El mundo natural está en perpetuo estado de transformación. El cambio opera a todas las escalas de tiempo,
desde las más cortas a las más largas. Los cambios a corto plazo, observables por las personas, suelen ser
cíclicos y predecibles: noche y día, ciclo mensual de las mareas, cambio anual de las estaciones, crecimiento,
reproducción y muerte de los individuos. A esta escala, muchos ecosistemas no expuestos a la acción humana
parecen estables e invariables, en un estado de `equilibrio natural'.
Cada vez es más evidente que esto no es así. Pero los cambios a largo plazo, los que actúan durante décadas,
siglos, milenios y hasta decenas de millones de años, son más difíciles de seguir. La propia ecología es una
ciencia con menos de un siglo de antigüedad, un simple guiño en la historia de la mayor parte de los
ecosistemas naturales. Además, es evidente que casi todos estos cambios a largo plazo no son ni regulares ni
predecibles.
En conjunto, el clima es, sin duda, el factor más influyente a corto y medio plazo. En tierra, la temperatura, la
precipitación y la estacionalidad son los tres factores que más afectan a la distribución de ecosistemas. Los
cambios de cualquiera de ellos pueden tener consecuencias duraderas. En tiempos geológicos recientes, el
ejemplo más visible de esto es, sin duda, la serie de glaciaciones que han caracterizado a gran parte del
pleistoceno. Estos prolongados periodos de enfriamiento global han afectado profundamente a los ecosistemas
de todo el mundo, han provocado la invasión por los casquetes de hielo polares de regiones templadas y la
contracción de los hábitats forestales húmedos en partes del trópico.
A escalas temporales más cortas pueden también producirse alteraciones climáticas de influencia geográfica
amplia. Uno de los ejemplos más espectaculares es la corriente de El Niño, una corriente de agua fría que
recorre periódicamente el Pacífico. Ejerce una influencia enorme sobre los ecosistemas marinos y provoca,
por ejemplo, la muerte de arrecifes de coral en muchos lugares del Pacífico o la pérdida de productividad de
las pesquerías del ecosistema de la corriente de Humboldt, frente a las costas de Perú y Chile. La corriente de
El Niño sigue un ciclo irregular y varía en cuanto a intensidad e impacto; raramente pasan más de veinte años
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sin que se produzca, pero en ocasiones el fenómeno se ha repetido con un intervalo de sólo uno o dos años.
Afecta también a los ecosistemas terrestres, pues altera las pautas de precipitación, sobre todo en América.
Influencia humana sobre los ecosistemas
Todos los medios y ecosistemas naturales se enfrentan ahora a una dificultad sin precedentes: la humanidad.
El ser humano ha comprimido en unos pocos siglos cambios que en su ausencia hubiesen exigido miles o
millones de años. Las consecuencias de estos cambios están todavía por ver. A continuación se describen los
impactos más importantes de la actividad del hombre sobre los ecosistemas.
Cambio climático
Ahora se acepta de forma generalizada que las actividades de la humanidad están contribuyendo al
calentamiento global del planeta, sobre todo por acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero.
Las repercusiones de este fenómeno probablemente se acentuarán en el futuro. Como ya se ha señalado, el
cambio climático es una característica natural de la Tierra. Pero antes sus efectos se podían asimilar, porque
los ecosistemas `emigraban' desplazándose en latitud o altitud a medida que cambiaba el clima. Como ahora el
ser humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los ecosistemas naturales o
seminaturales no tienen ningún sitio al que emigrar.
Contaminación
La contaminación del medio ambiente por herbicidas, plaguicidas, fertilizantes, vertidos industriales y
residuos de la actividad humana es uno de los fenómenos más perniciosos para el medio ambiente. Los
contaminantes son en muchos casos invisibles, y los efectos de la contaminación atmosférica y del agua
pueden no ser inmediatamente evidentes, aunque resultan devastadores a largo plazo. Las consecuencias de la
lluvia ácida para los ecosistemas de agua dulce y forestales de gran parte de Europa septentrional y central es
un fenómeno que ilustra este apartado.
Contaminación ambiental
La contaminación ambiental o polución se define como la presencia en el aire de materias extrañas o dañinas,
o un aumento perjudicial de las que normalmente están presentes, originada por las actividades industriales y
por las necesidades derivadas del desarrollo de la vida moderna centrales térmicas, refinerías, generadores de
calor doméstico mediante combustible fósil y transportes. Estos elementos extraños se emiten en forma de
minúsculas partículas sólidas o bien como gases, muchos más peligrosos dada su larga permanencia en la
atmósfera o su participación en la destrucción de la capa de ozono y en el calentamiento de la tierra mediante
el efecto invernadero.
Todas estas materias difieren en la reacción y el tiempo de su presencia activa en la atmósfera, motivo por el
cual su incidencia sobre la salud y el equilibrio de los ecosistemas es también muy variadas. Así, por ejemplo,
entre las sustancias emitidas al aire por la catástrofe de Chernobil (Ucrania), el xenón, el molibdeno, el telurio,
el neptunio y el yodo tienen corta vida en la atmósfera, pero destruyen el organismo humano, el estroncio, el
rutenio, el uranio, el plutonio pueden permanecer durante decenas, centenares y hasta miles de años, con
efectos, algunos, muy nocivos para los organismos vivos.
Las tierras contaminadas
Los efectos del hombre sobre el medio son en la actualidad preocupantes.
EL crecimiento económico lamentablemente se ha convertido en sinónimo de destrucción de la naturaleza.
Los residuos de las fabricas contaminan los ríos, la flora y fauna se ven afectadas por los pesticidas y los
insecticidas, el petróleo vertido accidentalmente en los mares poluciona las aguas, los escapes radiactivos de
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las centrales nucleares y los humos industriales envenenan el aire.
Contaminación del Aire
Se define en general la Contaminación como toda aquella alteración que resulta desfavorable para el entorno
natural la consecuencia puede ser directa o indirecta de la actividad humana.
La Contaminación del aire puede ser ocasionados por partículas sólida coma el hollín, polvo, gases, vapores,
humos, sustancia mal olientes.
Contaminación atmosférica.
Este tipo de contaminación engloba, en un sentido amplio todas las alteraciones el aire, ya sea de nuestra
naturaleza física (partículas de suspensión) química (sustancia tóxica).
Efectos de la contaminación
El empeoramiento notable de la calidad del aire es evidente para cualquier habitante de una ciudad moderna.
Sin embargo hay tres efectos causados por la contaminación, atmosférica que posee una especial relevancia
las que son: efecto de Invernadero, efecto destructivo de la capa de ozono.
Efecto invernadero.
El anhídrido carbónico de la industria, las calefaciones y los motores de los vehículos generan y no se
consideran en sentido muy serio el contaminante, pues su acción sobre las plantas y los animales no es
perjudicial, es el CO es un producto de la respiración.
Destrucción de la capa de ozono
Los aerosoles y otros productos que utiliza gases, impelentes activo son en apariencia inofensiva, pero han
resultado y también desarrollado ser los responsables de este problema que sí no nos cuidamos de los rayos
ultra violetas del sol que nos dañarían muy gravemente por eso no debemos utilizar productos que destruya la
capa de ozono.
Control de la influencia humana sobre los ecosistemas
Controlar el cambio de los ecosistemas puede ser para la humanidad el reto más importante durante el
próximo milenio. Será necesario encontrar soluciones a todas las escalas, desde la local hasta la mundial.
La protección de los ecosistemas naturales que quedan en parques nacionales y otras áreas protegidas es
decisiva. Pero esto no evitará la influencia de factores como el cambio climático o la contaminación arrastrada
por el aire y el agua. Además, la continua pérdida de terreno que experimentan las áreas naturales significa
que probablemente exigirán una gestión más activa para mantener sus funciones ecológicas: control de
especies exóticas, manipulación de los niveles de agua en los humedales, incendios periódicos controlados en
hábitats forestales, entre otros. Esta clase de intervenciones son siempre peligrosas, pues todavía
desconocemos el funcionamiento de la mayor parte de los ecosistemas.
El control de la contaminación y de la emisión de gases de invernadero exigirá adoptar medidas a escala
mundial; también requiere medidas coordinadas de este tipo la interrupción del deterioro de las pesquerías
marinas por sobrepesca. En última instancia, la solución estriba en controlar el crecimiento de la población
humana y en adoptar una postura mucho más restrictiva en cuanto al uso de recursos naturales y energía.
CLIMA
Podemos definir como clima el efecto a largo plazo de la radiación solar sobre la superficie y la atmósfera de
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la Tierra en rotación. El modo más fácil de interpretarlo es en términos de medias anuales o estacionales de
temperatura y precipitaciones.
Las áreas de tierra firme y las marinas, al ser tan variables, reaccionan de modos muy distintos ante la
atmósfera, que circula constantemente en un estado de actividad dinámica. Las variaciones día a día en un
área dada definen su climatología, mientras que el clima es la síntesis a largo plazo de esas variaciones (ambas
pueden considerarse subdisciplinas de la meteorología). El clima se mide por medio de termómetros,
pluviómetros, barómetros y otros instrumentos, pero su estudio depende de las estadísticas. Hoy tales
estadísticas son realizadas competentemente por ordenadores. Con todo, un resumen sencillo a largo plazo de
los cambios climáticos no proporciona una representación exacta del clima. Para obtener ésta es necesario el
análisis de los patrones diarios, mensuales y anuales. La investigación de los cambios climáticos en términos
de tiempo geológico es el campo de estudio de la paleoclimatología, que requiere las herramientas y métodos
de la investigación geológica.
La palabra clima viene del griego klima, que hace referencia a la inclinación del Sol. Además de los efectos
de la radiación solar y sus variaciones, el clima siempre está bajo la influencia de la compleja estructura y
composición de la atmósfera y de los mecanismos por los que ésta y los océanos transportan el calor. Así
pues, para cualquier área dada de la Tierra, debe considerarse no sólo su latitud (que determina la inclinación
del Sol), sino también su altitud, el tipo de suelo, la distancia del océano, su relación con sistemas montañosos
y lacustres, y otras influencias similares. Otra consideración a tener en cuenta es la escala: el término
macroclima hace referencia a una región extensa; mesoclima, a una más pequeña; y microclima, a un área
diminuta. Por ejemplo, puede especificarse que un buen microclima para cultivar plantas es el que hay al
abrigo de grandes árboles de sombra.
El clima tiene una gran influencia en la vegetación y la vida animal, incluyendo a los humanos. Desempeña un
papel significativo en muchos procesos fisiológicos, desde la concepción y el crecimiento de los seres vivos
hasta la salud y la enfermedad. El ser humano, por su parte, puede influir en el clima al cambiar su medio
ambiente, tanto a través de la alteración de la superficie de la Tierra como por la emisión de contaminantes y
productos químicos, como el dióxido de carbono, a la atmósfera.
Cambios microclimáticos causados por la acción antrópica. Así, por ejemplo, en las ciudades se forman las
denominadas `islas de calor'; cuando este espacio se encuentra bajo una situación anticiclónica cálida, durante
la noche la temperatura es más alta en relación con el medio ambiente circundante. También la contaminación
atmosférica de los núcleos urbanos provoca un aumento de la nubosidad media, modifica el régimen de
lluvias, altera la circulación de los vientos y disminuye la radiación solar y la transparencia del aire.
CHILE
La característica física dominante de Chile es la cordillera de los Andes, que nace en la región de la Guajira
colombo−venezolana y recorre el país de norte a sur hasta Tierra del Fuego.
Chile puede dividirse longitudinalmente en tres regiones morfológicas: la majestuosa cordillera de los Andes
al este, la cordillera de la Costa al oeste y el valle Longitudinal o depresión Intermedia, ubicada entre ambas
cadenas. Latitudinalmente se distinguen tres importantes regiones geográficas y climatológicas: la
septentrional (árida), la central (mediterránea) y la meridional (templada oceánica).
Clima
Debido a su gran extensión latitudinal, Chile cuenta con climas diversos. En general, en la costa las
temperaturas son moderadas por la influencia del océano Pacífico.
La región septentrional es casi enteramente desértica, una de las más secas del mundo; sin embargo, las
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temperaturas son moderadas por la presencia de la fría corriente de Humboldt. Las temperaturas durante el
mes de enero en las ciudades de Antofagasta (de clima desértico costero) y Santiago (de clima mediterráneo
con estación seca prolongada) alcanzan un promedio de 20,6 °C y 19,5 °C, respectivamente; en el mes de
julio, la temperatura en Antofagasta alcanza los 14 °C de promedio y los 8 °C en Santiago.
Las temperaturas descienden cerca de 1 °C por cada 150 m de altitud en los Andes. Las lluvias se incrementan
en la región meridional y el clima mediterráneo es característico de la región central. En esta zona, las
precipitaciones suelen concentrarse en los meses de invierno (de mayo a agosto), variando desde un total
anual de 375 mm en Santiago a los 12,7 mm en Antofagasta; los inviernos son suaves y los veranos
relativamente cálidos. La región meridional se caracteriza por un clima más frío (templado y marítimo
lluvioso) y en ella las precipitaciones se distribuyen equitativamente durante todo el año, llegando a un
máximo de unos 5.080 mm en las cercanías del estrecho de Magallanes. La temperatura media anual en Punta
Arenas, en el extremo meridional, es de 6,5 °C. En el sur son comunes los fuertes vientos del oeste con
influencia marítima.
PROBLEMÁTICA ATMOSFERICA
Contaminación atmosférica: contaminación de la atmósfera por residuos o productos secundarios gaseosos,
sólidos o líquidos, que pueden poner en peligro la salud del hombre y la salud y bienestar de las plantas y
animales, atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables. Entre los
contaminantes atmosféricos emitidos por fuentes naturales, sólo el radón, un gas radiactivo, es considerado un
riesgo importante para la salud. Subproducto de la desintegración radiactiva de minerales de uranio
contenidos en ciertos tipos de roca, el radón se filtra en los sótanos de las casas construidas sobre ella. Se da el
caso, y según recientes estimaciones del gobierno de Estados Unidos, de que un 20% de los hogares del país
contienen concentraciones de radón suficientemente elevadas como para representar un riesgo de cáncer de
pulmón.
Cada año, los países industriales generan miles de millones de toneladas de contaminantes. Los contaminantes
atmosféricos más frecuentes y más ampliamente dispersos se describen en la tabla adjunta. El nivel suele
expresarse en términos de concentración atmosférica (microgramos de contaminantes por metro cúbico de
aire) o, en el caso de los gases, en partes por millón, es decir, el número de moléculas de contaminantes por
millón de moléculas de aire. Muchos contaminantes proceden de fuentes fácilmente identificables; el dióxido
de azufre, por ejemplo, procede de las centrales energéticas que queman carbón o petróleo. Otros se forman
por la acción de la luz solar sobre materiales reactivos previamente emitidos a la atmósfera (los llamados
precursores). Por ejemplo, el ozono, un peligroso contaminante que forma parte del smog, se produce por la
interacción de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno bajo la influencia de la luz solar. El ozono ha producido
también graves daños en las cosechas. Por otra parte, el descubrimiento en la década de 1980 de que algunos
contaminantes atmosféricos, como los clorofluorocarbonos (CFC), están produciendo una disminución de la
capa de ozono protectora del planeta ha conducido a una supresión paulatina de estos productos.
Meteorología y efectos sobre la salud
La concentración de los contaminantes se reduce al dispersarse éstos en la atmósfera, proceso que depende de
factores climatológicos como la temperatura, la velocidad del viento, el movimiento de sistemas de altas y
bajas presiones y la interacción de éstos con la topografía local, por ejemplo las montañas y valles. La
temperatura suele decrecer con la altitud, pero cuando una capa de aire frío se asienta bajo una capa de aire
caliente produciendo una inversión térmica, la mezcla atmosférica se retarda y los contaminantes se acumulan
cerca del suelo. Las inversiones pueden ser duraderas bajo un sistema estacionario de altas presiones unido a
una baja velocidad del viento.
Un periodo de tan sólo tres días de escasa mezcla atmosférica puede llevar a concentraciones elevadas de
productos peligrosos en áreas de alta contaminación y, en casos extremos, producir enfermedades e incluso la
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muerte. En 1948 una inversión térmica sobre Donora, Pennsylvania, produjo enfermedades respiratorias en
más de 6.000 personas ocasionando la muerte de veinte de ellas. En Londres, la contaminación segó entre
3.500 y 4.000 vidas en 1952, y otras 700 en 1962. La liberación de isocianato de metilo a la atmósfera durante
una inversión térmica fue la causa del desastre de Bhopal, India, en diciembre de 1984, que produjo al menos
3.300 muertes y más de 20.000 afectados. Los efectos de la exposición a largo plazo a bajas concentraciones
de contaminantes no están bien definidos; no obstante, los grupos de riesgo son los niños, los ancianos, los
fumadores, los trabajadores expuestos al contacto con materiales tóxicos y quienes padecen enfermedades
pulmonares o cardiacas. Otros efectos adversos de la contaminación atmosférica son los daños que pueden
sufrir el ganado y las cosechas.
A menudo los primeros efectos perceptibles de la contaminación son de naturaleza estética y no son
necesariamente peligrosos. Estos efectos incluyen la disminución de la visibilidad debido a la presencia de
diminutas partículas suspendidas en el aire, y los malos olores, como la pestilencia a huevos podridos
producida por el sulfuro de hidrógeno que emana de las fábricas de papel y celulosa.
Fuentes y control
La combustión de carbón, petróleo y gasolina es el origen de buena parte de los contaminantes atmosféricos.
Más de un 80% del dióxido de azufre, un 50% de los óxidos de nitrógeno, y de un 30 a un 40% de las
partículas en suspensión emitidos a la atmósfera en Estados Unidos proceden de las centrales eléctricas que
queman combustibles fósiles, las calderas industriales y las calefacciones. Un 80% del monóxido de carbono
y un 40% de los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos emitidos proceden de la combustión de la gasolina y el
gasóleo en los motores de los coches y camiones. Otras importantes fuentes de contaminación son la
siderurgia y las acerías, las fundiciones de cinc, plomo y cobre, las incineradoras municipales, las refinerías de
petróleo, las fábricas de cemento y las fábricas de ácido nítrico y sulfúrico.
Entre los materiales que participan en un proceso químico o de combustión puede haber ya contaminantes
(como el plomo de la gasolina), o éstos pueden aparecer como resultado del propio proceso. El monóxido de
carbono, por ejemplo, es un producto típico de los motores de explosión. Los métodos de control de la
contaminación atmosférica incluyen la eliminación del producto peligroso antes de su uso, la eliminación del
contaminante una vez formado, o la alteración del proceso para que no produzca el contaminante o lo haga en
cantidades inapreciables. Los contaminantes producidos por los automóviles pueden controlarse consiguiendo
una combustión lo más completa posible de la gasolina, haciendo circular de nuevo los gases del depósito, el
carburador y el cárter, y convirtiendo los gases de escape en productos inocuos por medio de catalizadores
(Motor de combustión interna). Las partículas emitidas por las industrias pueden eliminarse por medio de
ciclones, precipitadores electrostáticos y filtros. Los gases contaminantes pueden almacenarse en líquidos o
sólidos, o incinerarse para producir sustancias inocuas.
Efectos a gran escala
Las altas chimeneas de las industrias no reducen la cantidad de contaminantes, simplemente los emiten a
mayor altura, reduciendo así su concentración in situ. Estos contaminantes pueden ser transportados a gran
distancia y producir sus efectos adversos en áreas muy alejadas del lugar donde tuvo lugar la emisión. El Ph o
acidez relativa de muchos lagos de agua dulce se ha visto alterado hasta tal punto que han quedado destruidas
poblaciones enteras de peces. En Europa se han observado estos efectos, y así, por ejemplo, Suecia ha visto
afectada la capacidad de sustentar peces de muchos de sus lagos. Las emisiones de dióxido de azufre y la
subsiguiente formación de ácido sulfúrico pueden ser también responsables del ataque sufrido por las calizas y
el mármol a grandes distancias.
El creciente consumo de carbón y petróleo desde finales de la década de 1940 ha llevado a concentraciones
cada vez mayores de dióxido de carbono. El efecto invernadero resultante, que permite la entrada de la
energía solar, pero reduce la reemisión de rayos infrarrojos al espacio exterior, genera una tendencia al
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calentamiento que podría afectar al clima global y llevar al deshielo parcial de los casquetes polares. Es
concebible que un aumento de la cubierta nubosa o la absorción del dióxido de carbono por los océanos
pudiera poner freno al efecto invernadero antes de que se llegara a la fase del deshielo polar. No obstante, los
informes publicados en la década de 1980 indican que el efecto invernadero es un hecho y que las naciones
del mundo deberían tomar medidas inmediatamente para ponerle solución.
Medidas gubernamentales
Muchos países tienen normas sobre la calidad del aire con respecto a las sustancias peligrosas que pueda
contener. Estas normativas marcan los niveles máximos de concentración que permiten garantizar la salud
pública. También se han establecido normas para limitar las emisiones contaminantes del aire que producen
las diferentes fuentes de contaminación. Sin embargo, la naturaleza de este problema no podrá resolverse sin
un acuerdo internacional. En marzo de 1985, en una convención auspiciada por las Naciones Unidas, 49
países acordaron proteger la capa de ozono. En el Protocolo de Montreal, renegociado en 1990, se solicita la
eliminación progresiva de ciertos clorocarbonos y fluorocarbonos antes del año 2000 y ofrece ayuda a los
países en vías de desarrollo para realizar esta transición.
Enfermedades laborales y ambientales: enfermedades causadas por la exposición a ciertos agentes
ambientales. Se contraponen a las que derivan de la constitución genética del individuo o de la alteración de
su sistema inmunológico. El término enfermedad ambiental designa las enfermedades no infecciosas y las
producidas por la exposición a agentes que escapan al control del individuo; esto último excluye los procesos
derivados de hábitos personales como el tabaco, y el uso o abuso de fármacos o drogas como el alcohol. Las
enfermedades ocupacionales constituyen una categoría importante dentro de las enfermedades ambientales,
relacionadas con la exposición a agentes en el entorno laboral.
Desde un punto de vista histórico, la percepción del problema de las enfermedades ambientales empezó con el
reconocimiento de las enfermedades ocupacionales, ya que es en el medio laboral donde la exposición a
ciertos agentes suele ser más intensa y por tanto, más susceptible de producir enfermedades. Algunos
ejemplos de esta circunstancia son la silicosis, enfermedad pulmonar que afecta a los mineros, trabajadores de
la industria y alfareros por la exposición al polvo de sílice; el cáncer de escroto en los deshollinadores, en
relación con el hollín; alteraciones neurológicas en los alfareros por el uso de productos con base de plomo o
alteraciones óseas en los trabajadores de la industria de cerillas por la exposición al fósforo. Muchos de estos
procesos captaron la atención general durante la Revolución Industrial en el siglo XIX.
Causas
Las enfermedades ambientales son producidas por agentes químicos, radiaciones, y fenómenos físicos. Tanto
en el medio natural como en el entorno laboral, los efectos de la exposición dependen mucho de la forma en
que se recibe: las principales vías son la contaminación atmosférica y la contaminación del agua, los
alimentos contaminados, y el contacto directo con ciertas toxinas. La sinergia (la potenciación de dos o más
agentes cuando actúan de forma simultánea) se manifiesta, por ejemplo, en el aumento de la incidencia de
cáncer de pulmón en los trabajadores de asbesto que además son fumadores. La interacción que se produce
entre distintos agentes químicos en lugares como basureros o almacenes de residuos plantea un problema
sanitario frecuente y de consecuencias desconocidas.
Productos químicos
La industrialización ha supuesto un aumento espectacular en la exposición a agentes químicos, algunos de
ellos nuevos. Entre éstos destacan productos inorgánicos como el plomo, mercurio, arsenio, cadmio y asbesto,
o productos orgánicos como el bifenil policlorinado (PCB), el cloruro de vinilo, o el pesticida DDT. Una
peculiaridad de alguno de estos agentes es la capacidad de producir cáncer de manera diferida, como el cáncer
de pulmón y los mesoteliomas relacionados con el asbesto, el cáncer de hígado por cloruro de vinilo, o las
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leucemias relacionadas con la exposición al benceno. La enfermedad de Minamata, producida por ingerir
pescado contaminado por mercurio, y la enfermedad de Yusho, relacionada con alimentos contaminados con
furanos clorinados, son ejemplos de procesos tóxicos agudos que acaecen fuera del ámbito laboral.
No se conoce con detalle el efecto perjudicial de la mayoría de los tóxicos del entorno. La incidencia y
frecuencia de cada enfermedad guardan relación con la dosis de toxina. Para los efectos crónicos o retardados,
como el cáncer o las alteraciones en los descendientes de los individuos expuestos, no hay un umbral de dosis
seguro por debajo del cual no se desarrolla la enfermedad. En consecuencia, el efecto cancerígeno de ciertos
agentes ambientales contaminantes como el DDT o PCB es de una magnitud desconocida.
Investigación actual
En la actualidad, la investigación en el campo de las enfermedades ambientales y ocupacionales se esfuerza en
poner de manifiesto la relación entre dosis bajas de exposición y alteraciones en la salud, la influencia de
ciertas toxinas ambientales en la función reproductora en ambos sexos, y las posibles consecuencias de los
cambios producidos por lesiones biológicas (por ejemplo las alteraciones en la información genética o en los
cromosomas). Hay un interés creciente por investigar los efectos a largo plazo sobre la salud de las personas y
por conocer las posibles interacciones entre el ambiente y el individuo (por ejemplo la potenciación de ciertos
agentes según la susceptibilidad individual).
Tratados internacionales ambientales: parte del Derecho Internacional relacionada con cuestiones
ambientales. Esta cuestión ha adquirido una creciente importancia en los últimos años dada la creciente toma
de conciencia, por parte de la opinión pública, de que muchos problemas ambientales pueden traspasar las
fronteras de los países, o tienen un alcance tan global que no es posible hacerles frente sólo por medio de
leyes de alcance nacional. Los tratados y convenciones entre distintos países son hoy la principal fuente de
leyes ambientales internacionales.
Desde comienzos del siglo XX vienen firmándose tratados sobre lo que hoy llamaríamos cuestiones
ambientales. Éstos aumentaron en número y alcance a partir de la II Guerra Mundial. Entre los ejemplos más
importantes se encuentran la Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación por Petróleo
de los Mares (1954), la Convención de París sobre la responsabilidad de terceras partes en el campo de la
energía nuclear (1960) y la Convención Ramsar sobre humedales de importancia internacional (1971).
La Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente, convocada por las Naciones Unidas y celebrada en
1972, aumentó la conciencia política sobre la naturaleza global de muchas amenazas al medio ambiente. Se
intensificó la actividad internacional, lo que llevó a la creación del Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente. A la vez, la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea) puso en marcha un
programa de iniciativas medioambientales.
Los principales tratados sobre el medio ambiente firmados desde la Conferencia de Estocolmo incluyen la
Convención sobre el Comercio Internacional en Especies amenazadas de Fauna y Flora (1973), la Convención
para la Prevención de la Contaminación del Mar desde estaciones situadas en tierra (1974), la Convención
sobre la Contaminación Transfronteriza a Larga Distancia (1979), la Convención para la Protección del Nivel
de Ozono (1985) y la Convención para el Control de los Desplazamientos Transfronterizos de Residuos
Peligrosos y su eliminación (1989).
En 1992 las Naciones Unidas convocaron una Conferencia global sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo
(conocida como Cumbre sobre la Tierra), que se celebró en Río de Janeiro. En ella se aprobaron dos
importantes convenciones internacionales, la Convención Marco sobre el Cambio Climático y la Convención
sobre Diversidad Biológica.
A pesar de los muchos tratados internacionales actualmente en vigor sobre el medio ambiente, su aplicación
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efectiva sigue siendo un importante desafío para la comunidad mundial. El Tribunal Internacional de Justicia
de Naciones Unidas sólo puede desempeñar un papel limitado como árbitro de las disputas entre los diferentes
países. Las previsiones de los tratados internacionales suelen incluir reuniones regulares de sus signatarios y
mecanismos para obligar a los países a aportar informes detallados sobre el cumplimiento de sus obligaciones.
Cada vez es más reconocida la importancia de la participación de las organizaciones no gubernamentales en el
proceso.
Además de las obligaciones formales especificadas en los propios tratados ambientales, se está haciendo un
uso cada vez mayor de la `ley blanda', en forma de directivas, declaraciones, códigos deontológicos, y otras
declaraciones de principios. Al contrario de lo que ocurre con las obligaciones impuestas por los tratados,
éstas no son legalmente vinculables para los países y son, por lo tanto, más flexibles y fáciles de acordar. Aún
así pueden tener una influencia significativa en la mejora de los estándares internacionales de conducta. Dos
ejemplos importantes, acordados en la Cumbre sobre la Tierra de 1992, son la Declaración de Río sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo, y la Agenda 21, un extenso documento en el que se traza un programa de
medidas ambientales a tomar hasta los primeros años del siglo XXI.
El ozono en la contaminación del aire
El ozono es un constituyente importante de la atmósfera, aunque su rol varía fundamentalmente con la altura.
La concentración de ozono cerca de la superficie terrestre es de gran interés debido a los adversos efectos
ambientales que produce.
La contaminación del aire ambiente en forma de óxidos de nitrógeno (NOx) y compuestos orgánicos volátiles
(VOC), emitidos por vehículos automotores y fuentes estacionarias, da lugar a su formación.
Su producción en el aire ambiente a partir de estos precursores es una función compleja de muchos factores
que incluyen la intensidad de la luz solar, el mezclado atmosférico, las concentraciones y la relación entre
ellas de los precursores, y la reactividad de los precursores orgánicos.
Para desarrollar una estrategia efectiva para su reducción es necesario un conocimiento de la compleja
relación entre las concentraciones de ozono y el nivel de las emisiones de sus precursores, VOC y NOx.
La importancia de estas emisiones y su impacto sobre los problemas urbanos y regionales que provoca el
ozono son responsables de los actuales desarrollos sobre gasolinas reformuladas y combustibles alternativos.
El ozono es entre los oxidantes fotoquímicos presentes en el aire el de mayor importancia, el mejor estudiado
y cuyos efectos son mejor comprendidos. Históricamente el término "oxidante fotoquímico" ha definido
aquellos contaminantes atmosféricos (ozono, nitratos de peroxoacetilo, dióxido de nitrógeno, etc.) que son
productos de reacciones fotoquímicas y capaces de oxidar al ión ioduro en solución neutra.
La concentración natural del ozono sobre la superficie terrestre aparece referida entre límites de 0.010 y 0.050
ppm (partes por millón en volumen) que reflejan distintas situaciones. Su concentración en áreas urbanas y en
áreas rurales de continentes industrializados es mayor que la encontrada en regiones apartadas de la actividad
antropogénica. En los últimos años se ha observado un aumento en su concentración debido a la
intensificación de esas actividades (industriales, agrícolas, generación de energía, quemado de bosques). La
literatura refiere que en regiones europeas el nivel actual duplica al conocido hace un siglo. Y en algunos
lugares de Estados Unidos se han registrado episodios con concentraciones del orden de 0.200 ppm.
Efectos del ozono
La concentración de ozono cerca de la superficie es muy importante por sus efectos adversos en el género
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humano, en la vegetación y en materiales no biológicos:
a) Efectos sobre la salud humana: La exposición al ozono causa irritación de las mucosas, enfermedades
respiratorias y reducción de la resistencia las infecciones. Se indica que los primeros efectos sobre el hombre
aparecen cuando su concentración alcanza a alrededor de 0.100 ppm.
Para proteger la salud pública de la contaminación de ozono se han establecido estándares que especifican
distintos límites, desde 0.060 ppm para una hora de exposición (World Health Organization a 0.120 ppm para
no ser excedido más de un día por año (United States Environmental Protection Agency, EPA).
b) Efectos sobre la vegetación: Las plantas son más sensibles aún y pueden observarse daños en algunas
especies a concentraciones de 0.040 ppm.
El daño en la vegetación se manifiesta por un deterioro visible en las hojas y reducción del crecimiento,
floración y cosechas. Se admite que el elevado nivel de ozono en algunas áreas rurales es el responsable de
pérdidas cuantiosas en cosechas y del daño observado en florestas de Europa y Estados Unidos. La acción
sobre la salud humana y la vegetación continúa siendo objeto de una intensa investigación. Así, un
suplemento publicado por la EPA abarcando el período 1986−89 revisa casi un millar de trabajos sobre el
tema.
Además de estos efectos ambientales que dependen de su concentración en la superficie terrestre, el ozono
también actúa como un gas invernadero, o sea que absorbe radiación infrarroja emitida por la Tierra.
Duplicando la concentración de ozono troposférico la temperatura podría incrementar alrededor de 1º C. Este
efecto radiante depende de la masa total de ozono en toda la tropósfera.
En Estados Unidos el mecanismo establecido en la Ley del Aire Limpio (Clean Air Act) del año 1970, para
asegurar la calidad del aire, falló notablemente en controlar el ozono en gran parte del país. Después de dos
décadas de aplicación, y a pesar de los severos controles impuestos a las emisiones de fuentes estacionarias y
móviles, un centenar de áreas urbanas que incluyen alrededor de la mitad de la población habían excedido el
límite de 0.120 ppm.
Formación del ozono
El ozono suele ser referido como un contaminante secundario ya que por lo común no es vertido directamente
a la atmósfera sino que se forma a partir de contaminantes primarios (precursores) a través de reacciones
provocadas por la luz solar.
La concentración de ozono en el aire ambiente es el resultado neto de una gran diversidad de procesos
atmosféricos que incluyen su producción fotoquímica a partir de otros contaminantes primarios, su transporte
a otras regiones, la intrusión en la troposfera de aire estratosférico rico en ozono y su destrucción en la
atmósfera (por fotolisis o reacción química) o sobre la superficie terrestre (por deposición sobre superficies
reactivas biológicas o no, tales como vegetación, suelo o ciertos polímeros).
Estrategia para su reducción
A pesar de que los compuestos orgánicos volátiles (VOC) y NOx han sido extensamente identificados como
lo precursores claves del O3 fotoquímico, el desarrollo de una estrategia efectiva para su reducción por
control de las emisiones antropogénicas de esto precursores ha presentado diversos problemas. La relación
VOC/NOx varía con el área considerada y su influencia en los niveles ambientales de O3 es compleja.
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Históricamente los esfuerzos se concentraron en reducir la emisión de VOC, porque se consideraba que los
métodos serían más baratos y fáciles y porque algunas veces la reducción de NOx puede ser contraproducente.
Cuando la reacción es alta, hay poca disponiblidad de NO que pueda ser oxidado. Como consecuencia, la
formación de O3 es controlada primariamente por la cantidad de NOx disponible y es insensible a la variación
en la cantidad de los gases orgánicos. Aumentando NOx aumentará O3.
Cuando la relación es baja, la fácil disponibilidad de NOx hace que la formación de O3 sea altamente
dependiente de la disponibilidad de VOC. El NO puede destruir el O3 más rápidamente que su propia
oxidación por peroxo radicales. Más aún, el NO2 removerá más fácilmente radicales OH, inhibiendo la
oxidación de los hidrocarburos, a través de la reacción.
La gasolina a través de su evaporación y sus productos de combustión es la mayor contribuyente a la polución
del aire urbano. En los motores diesel el combustible no es volátil y sus emisiones son pobres en CO y VOC.
Para compensar la pérdida de octanos en las gasolinas, debido a la eliminación del plomo, se incrementó la
cantidad de butanos y esto produjo altos niveles de ozono atmosférico. Por este y otros problemas,
regulaciones adicionales en Estados Unidos a partir de 1990 significaron cambios en la industria del petróleo.
Dos de las más importantes fueron la reformulación de gasolina y el empleo de otros combustibles
alternativos.
La calidad del aire ambiental, que incluye el nivel de O3, es un problema común a todas las ciudades de los
países industrializados y muchas sufren peores condiciones de polución que las que en Estados Unidos
motivaron las modificaciones introducidas en la Ley del Aire Limpio en 1990. Esas regulaciones han tenido
impacto en la legislación de otros países, pero es improbable que adopten el mismo paquete de medidas que
definen las gasolinas reformuladas. Más bien parece que esos cambios serán introducidos gradualmente.
CONCLUSION
Nosotros hemos concluido que, en orden de analizar la calidad y composición del aire en función de las
variaciones estacionales, debemos ir mas allá de un marco de tiempo relativamente pequeño, como es un año;
y debemos barajar las alternativas a más largo plazo, anteriormente mencionadas.
Es preciso mencionar la importancia de restringir el uso de combustibles fósiles, los combustibles fósiles son
un recurso limitado, cada vez más caro, que debe ser reemplazado en su totalidad por alternativas
económicamente viables y ecológicamente menos contaminantes.
Las variaciones estacionales en corto plazo, a nivel nacional, pueden llegar a un segundo plano si se toman
medidas para disminuir los usos de combustibles contaminantes, es en este punto donde debemos hacernos
nuevas preguntas y desarrollar nuevas inquietudes.
BIBLIOGRAFIA
Encyclopedia ENCARTA 2000,Microsoft company.
Environmental Protection Agency, EPA, Government of the United States. (Communicate 22/02 20001).
www.enaccion.cl
Gestión de la calidad del aire en las ciudades de latinoamerica. www. Paho.org.
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