REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA Las cuatro estaciones porteñas: Vivaldi y Piazzolla en el espejo 20 NOV, 21:00h. GRAN TEATRO FALLA La Orquesta Sinfónica de Sevilla, dependiente de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Sevilla, hizo su presentación en enero de 1991. La principal actividad de la Orquesta se centra en su ciclo de abono que desarrolla en el Teatro de la Maestranza. Con una media de treinta conciertos cada temporada, han participado en el mismo los más destacados directores, solistas, cantantes y coros del panorama nacional e internacional. De forma paralela, participa como orquesta de foso en la temporada lírica y de danza del Teatro de la Maestranza, así como en producciones anuales de zarzuela. En danza, acompaña tanto las compañías de ballet clásico como de ballet contemporáneo y español. En la actualidad, Pedro Halffter es su director artístico y con anterioridad lo han sido Vjekoslav Šutej, Klaus Weise y Alain Lombard. www.rossevilla.es DELEGACIÓN TERRITORIAL DE LA CONSEJERÍA DE IGUALDAD, SALUD Y POLÍTICAS SOCIALES EN CÁDIZ · ARCHIVO MANUEL DE FALLA · UNIVERSIDAD DE GRANADA · ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE LA MÚSICA DE LA BAHÍA DE CÁDIZ · LA GORDA TE DA DE COMER · HOTEL HOSPEDERÍA DE LAS CORTES DE CÁDIZ Cuatro estaciones en dos siglos, dos hemisferios y dos continentes Nadia Boulanger, la legendaria compositora y profesora de composición, le preguntó a su alumno Astor Piazzolla que donde podía encontrar el auténtico Piazzolla en sus composiciones. Todas le parecían representar algo diferente pero en ninguna encontraba a Piazzolla. Hasta que le escuchó tocar un tango. Allí le encontró y le recomendó que no compusiese otra cosa que tangos. Ese era su medio natural, allí estaba Piazzolla, allí encontraría su mayor éxito. Astor Piazzolla volvió a Argentina, abrazó sus raíces, se empapó de jazz y se convirtió en una de las figuras universales de la cultura argentina. Boulanger no se equivocó. Una de sus obras más interpretadas son Las cuatro estaciones porteñas. Concebidas como cuatro obras independientes —de hecho la primera de ellas, Verano porteño, fue música incidental de la obra de teatro Melenita de oro de Alberto Rodríguez Muñoz—adquirieron la identidad de suite por la frecuente interpretación conjunta por el autor al frente de su quinteto Tango nuevo. A pesar de la cercanía de sus títulos, la obra del compositor argentino está muy lejos del modelo de Vivaldi. El maestro del barroco italiano compuso sus famosas cuatro estaciones como parte de una colección de conciertos llamada Il cimento dell’armonia e dell’inventione op.8 (1725), traducida frecuentemente como La lucha entre la armonía y la invención op.8. La colección constaba de doce conciertos para violín solista, cuerdas y bajo continuo con un carácter programático, es decir, con un perfil descriptivo. Los cuatro primeros conciertos, cada uno de ellos de tres movimientos (rápido–lento–rápido), son conocidos como Las cuatro estaciones. Ejemplo clásico de música programática, en ellos Vivaldi incluye efectos sonoros que describen la naturaleza durante las cuatro estaciones del año: cantos de pájaros, tormentas, ladridos de perro, los ronquidos de borrachos… Cada uno de los conciertos se corresponde con unos sonetos que los acompañan y cuya autoría se desconoce, aunque hay quien la concede al propio compositor. En la obra de Piazzolla, en cambio, no pueden en ningún momento encontrarse sus efectos pictóricos, concentrándose en cambio en la evocación del ambiente y el estado anímico de cada estación sin que exista una intención narrativa a la manera de la obra programática de Vivaldi. Si los cuatro conciertos de Vivaldi siguen la estructura convencional de tres movimientos (rápido–lento–rápido), las piezas de Piazzolla son en un solo movimiento. Éstas parecen estar motivadas por el sentido amor del bandeonista y compositor por su ciudad natal más que por cualquier influencia o voluntad de establecer algún paralelismo con Vivaldi. Los ecos de la obra barroca provienen de otro período. Tras la muerte de Piazzolla el violinista y director letón Gidon Kremer se propuso hacer una versión moderna de Las cuatro estaciones. Varios compositores rechazaron su propuesta, hasta que vio que Piazzolla le había dejado todo el material que necesitaba. El com- REAL ORQUESTA SINFÓNICA DE SEVILLA Las cuatro estaciones porteñas: Vivaldi y Piazzolla en el espejo ÉRIC CRAMBES, dirección ANTONIO VIVALDI (1678-1741) Le quattro stagioni – Las cuatro estaciones, Op. 8 nº1 al 4 (aprox. 1723) ASTOR PIAZZOLLA (1921-1992) Las cuatro estaciones de Buenos Aires (1965-1970) (Arr. para violín solo y orquesta de cuerdas de L. Desyatnikov (1999) VIVALDI Concerto nº1 La Primavera, en Mi mayor, Op. 8, RV 269 I Allegro. II Largo e pianissimo. III Allegro PIAZZOLLA Verano porteño (Allegro) VIVALDI Concerto nº2 L’Estate, en Sol menor, Op. 8, RV 315 I Allegro mà non molto-Allegro. II Adagio-Presto. III Presto PIAZZOLLA Otoño porteño VIVALDI Concerto nº 3 L’Autunno, en Fa mayor, Op. 8 RV 293 I Allegro-Allegro assai. II Adagio molto. III Allegro PIAZZOLLA Invierno porteño (Andante moderato) VIVALDI Concerto nº 4 L’Inverno, en Fa menor, Op. 8 RV 297 I Allegro non molto. II Largo. III Allegro-Lento-Allegro PIAZZOLLA Primavera porteña (Allegro) positor ruso Leonid Desyatnikov le sirvió unos arreglos en los que enlazaba con la obra del músico veneciano con la estratégica introducción de citas en el tejido de la obra de Piazzolla (por ejemplo, la de del Invierno de Vivaldi en el Verano de Piazzolla dados sus diferentes hemisferios). Originalmente compuesta para bandoneón, violín, piano, contrabajo y guitarra eléctrica, la obra cobró una nueva vida en su nuevo envoltorio para violín y orquesta de cuerdas y con la combinación con la obra maestra de Vivaldi. No ha sido una mezcla que no haya recibido críticas desde los bancos de los puristas, dado su libre tratamiento del material original. «No es esta una música que pueda dejarse en las vitrinas de un museo,» afirma Kremer. Los arreglos de Desyatnikov permiten a Piazzolla «hablar directamente a Vivaldi, y de esta manera también a Vivaldi hablar a Piazzolla. El uso de ciertas citas de Vivaldi en el contexto de la partitura de Piazzolla ayuda a construir puentes entre estos dos diferentes genios, diferentes ciclos, dos diferentes mundos, y lograr una unidad por medio del diálogo.»