ColecciónCMR Presentación de Cuaderno del Centro Monseñor Romero No. 31 Jon Sobrino La portada del Cuaderno del Centro Monseñor Romero Nº 31 -que puede verse en este número de Carta a las iglesias- es distinta a las anteriores. Y quisiera explicar por qué. Aparecen las fechas de dos aniversarios: el XXV de los Mártires de la UCA, el 16 de noviembre de 2014, y el XXXV de Monseñor Romero, el 24 de marzo de 2015, y con este cuaderno y otros posteriores, queremos ambientar el recuerdo de todos nuestros mártires. Aparece un Jesús de Nazaret cargando con una pesada cruz, la cruz real. Y el título es: Jesús, el Protomártir cristiano según los Evangelios. I El autor es el padre Xavier Alegre bien conocido de nuestros lectores. Su texto es magnífico, muy pastoral y muy pedagógico. Lo pronunció en la Capilla de la UCA en presencia de seis mártires de la justicia y la verdad. Explica muy bien que Jesús fue el primer mártir cristiano, lo cual no es decir una simplonería sino ir al fondo del asunto del martirio. Dicho brevemente, durante su vida Jesús estuvo lleno de compasión hacia los pobres, sufrientes y oprimidos. Y estuvo lleno de fidelidad a Dios. En cumplimiento de la voluntad de ese Dios, los defendió y se enfrentó con los poderosos y opresores, y muy especialmente con los sumos sacerdotes del templo de Jerusalén. Esto que es central lo va expresando el autor al responder a tres preguntas importantes, teóricamente y sobre todo en la práctica. La primera: “¿Por qué, según los evangelios Jesús se convirtió en mártir?”. Si todavía se discute si hay que canonizar a Monseñor Romero -y ya no digamos a Julia Elba y Celina- como mártir, es muy bueno ir a los evangelios. La segunda es: “¿Cómo cuentan los evangelios el martirio de Jesús?”. Para nosotros es importante si lo cuentan como los martirios que suceden hoy por causa de la justicia, o lo cuentan de otra manera, o se fijan más en lo que dice la Congregación de la Canonización de los Santos. La tercera es: “¿Cómo discernir quién merece el nombre de mártir a la luz del Nuevo Testamento?”. Los primeros cristianos no fueron simplistas al llamar a algunos de ellos y de ellas mártires. Es muy importante comprender a fondo por qué usaron la palabra mártir y nombrar con ella a cristianos y cristianas de vida excelente, siendo concientes de que la excelencia debida ha podido 18 ir cambiando, como es obvio, históricamente, pero sin olvidar en qué consistió la excelencia fundamental de la cruz. II Muchas veces hemos dicho que estas dos fechas de aniversario son solo dos gotas, muy señaladas, en un mar de hombres y mujeres que han sido asesinados. Algunos y algunas fueron extraordinarios cristianos, vivieron, trabajaron, arriesgaron, sufrieron y murieron en una cruz como Jesús de Nazaret. Otros, la gran mayoría, han vivido cercanos a la muerte lenta, por falta de tierra y de trabajo, por hambre, por las penurias de inmigración, por la violencia cotidiana. O por la muerte violenta en masacres. Son el siervo sufriente de Yavé como los llamó Monseñor Romero y el padre Ellacuría. Antes de seguir adelante, quiero recordar que hablar de pueblos crucificados sigue siendo necesario hoy. La verdad más real, más hiriente y más cuestionante es que nuestro mundo está muy mal. Al final de sus días, sin exultaciones juveniles, el 6 de noviembre de 1989, el padre Ellacuría dijo lapidariamente: “nuestra civilización está gravemente enferma”. En 2005, J. Ziegler, relator especial de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, dijo que el mundo “está amenazado de muerte por el gran capital financiero”. Hace unas semanas el teólogo venezolano Pedro Trigo escribió que la realidad actual de las migraciones, expresa “en toda su crudeza, magnitud y dureza el pecado del mundo”. Los elogios de la globalización, miopes, falaces o hipócritamente mantenidos, no pueden ocultar el peligro que nos ColecciónCMR amenaza: “un desenlace fatídico y fatal”. Progresistas esperanzados dicen hoy “otro mundo es posible”. Nosotros, con los mártires, decimos “otro mundo es necesario”. “Siguieron a Jesús, amaron a los pobres, defendieron a los oprimidos, por eso los mataron. Y siguen vivos entre nosotros”. En El Salvador, desde la firma de los Acuerdos de Paz han muerto asesinados unos 70,000 salvadoreños, más o menos el mismo número de muertos durante la guerra. Muchos emigrantes mueren por no poder llegar a su destino, y ahora, además, los victimarios son narcotraficantes, extorsionistas y pandillas a su servicio. Pensando sobre todo en las pandillas que hoy se matan mutuamente, recordamos unas palabras de Monseñor Romero frecuentemente olvidadas. Hablaba de los campesinos en tiempos de represión que luchaban unos contra otros: Con este y otros cuadernos queremos ambientar estas fechas de aniversario para los cristianos y los salvadoreños. “Lo más grave es que no son -únicamente o fundamentalmente- ideologías las que han logrado desunirlas y enfrentarlas. No es que los miembros de estas organizaciones piensen en su mayoría en forma distinta sobre la paz, sobre el trabajo, sobre la familia, lo más grave es que a nuestra gente del campo las está desuniendo precisamente aquello que la une más profundamente: la misma pobreza, la misma necesidad de sobrevivir, de poder dar algo a sus hijos, de poder llevar pan, educación, salud a sus hogares” (Tercera carta pastoral nn. 34-35). III Lo dicho hasta ahora es sombrío, pero desde la cruz de Jesús puede ser también fuente de esperanza. En contra del capitalismo de todo tipo y de la civilización de la riqueza, nada produce más esperanza que aquellos y aquellas que han tenido un gran amor y por ello cargaron con una cruz como la de Jesús. En este cuaderno el lector podrá ver muchos rostros de hombres y mujeres que han muerto por amor. Ofrecemos solo rostros de cristianos asesinados en El Salvador -con la excepción del padre jesuita Carlos Pérez Alonso, fácilmente ignorado, que desapareció en Guatemala el 2 de agosto de 1981. Si publicásemos todos los rostros de mártires en Centroamérica y América Latina no cabrían en muchos libros. Estos rostros aparecen salpicando las páginas de este cuaderno. Y esperamos que pronto aparezcan todos juntos en un desplegable. Y para decir quiénes han sido tantos y tantas mártires no se nos ha ocurrido mejor leyenda que la siguiente: Xavier Alegre sj Xavier Alegre Santamaría nació en Manresa (1940), Licenciado en filosofía (Munich, 1964) y Doctor en teología en la Universidad de Münster, Alemania, con su tesis doctoral “El concepto de salvación en las odas de salomón. Contribución al estudio soteriología gnostizante y sus posibles relaciones con el cuarto evangelio”. Es doctor en Biblia; especialista en el Nuevo Testamento, y muy dedicado en la Carta a los Romanos. Es un referente valioso en Cristología y Eclesiología. Actualmente es profesor emérito de Nuevo Testamento en la facultad de teología de la Universidad de Cataluña (Barcelona) y en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de El Salvador. Miembro del equipo del Centre Cristianismo i Justicia, Barcelona, Fue director de la revista Selecciones de Teología en los años de 1977 – 1983 y 1990 - 1999. 19 ColecciónCMR Precio: $1,25 A la venta en recepción del Centro Monseñor Romero, campus UCA. Información al teléfono 2210-6675 o vía E-mail: cmr.escritos@uca.edu.sv Centro Monseñor Romero UCA Suscripción de Carta a las Iglesias El Salvador: Personal Correo $ 4.00 $ 8.00 Centroamérica y Panamá $ 20.00 Norte y Suramérica $ 25.00 Europa y otras regiones $35.00 Precio por ejemplar $ 0.35 Si desea más información, puede ingresar a nuestra página web: www.ucaeditores.com.sv o escríbanos a la dirección electrónica: distpubli@uca.edu.sv Tel. 22106600, Exts 240,241,242, Telfax: 503- 22106650 20