Pamplona 24 de noviembre de 1921 Año XXVII BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA Te¡eria } 4O, 2.° * ; Centenario de la Canonización de S. Francisco Javier ADMINISTRACIÓN, ESLAVA, 3 •. , ' , .- Núm. 639 • •- DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA, 23, 2. no fuera faltar a la ley de Dios, y singularmente a la caridad. , De este vaso de elección se sirvió Dios para llevar la luz del Evangelio a los últimos rincones de las Indias, en El acontecimiento que se prepara aquel siglo XVI en que tantos santos florecieron en la nación española. Desde el año 1540, en que fue aprobaNavarra está obligada da la Compañía de Jesús por el papa Paulo III, hasta el año de 1552, en que el Santo apóstol vio coronadas sus I - . inmensas fatigas con una muerte gloriosa, sus trabajos evangélicos, sus penitencias y sus milagros fueron una N el año de 1497, cuarenta y tres cadena de méritos ante los ojos de Dios. años antes de que San Ignacio de Loyola fundase la insigne ComNo hemos de describir aquí su vida de misionero. pañía de Jesús, fue martirizado Cuando partió de Lisboa, llevando en su equipaje espiripor los indios un santo varón de tual el Breve del Soberano Pontífice que le nombraba Dios, religioso trinitario, llamado Nuncio Apostólico, comenzó a ejercer su apostolado conPedro de Covillán. Cuando, trasvirtiendo a los novecientos tripulantes de la nave en que pasado de flechas, derramaba su se embarcó. sangre por Jesucristo, profetizó Con su caridad y con su humildad a todos los ganó. la fundación de una nueva reliDoce años duraron sus trabajos apostólicos, y a los gión de clérigos que llevaría el setenta años de su gloriosa muerte, después de un exanombre de Jesús, y uno de sus men jurídico de las virtudes y milagros de este gran primeros Padres, conducido por siervo de Dios, el papa Gregorio XV lo canonizó solemel Espíritu Santo, penetraría hasnemente el día 12 de marzo de 1622. ta los más apartados rincones de En la Bula de la canonización, el Soberano Pontífice las Indias Orientales y las convertiría con su evangélica le llama Apóstol de las Indias, y dice que su apostolado predicación. Esta nueva religión brilla con todas las señales en de la Iglesia de Dios fue la Comla vocación divina, como son el NAVARRA pañía de Jesús, y San Francisdon de milagros, el de profeco Javier, el misionero intrépicía, el de lenguas, con las más do que evangelizó las Indias. excelsas virtudes de penitencia, celo, caridad, pobreza y huDios nuestro Señor, que samildad. be elegir los hombres para llevar a cabo los designios ines Fue un santo grande navarro, crutables de su misericordia paun santo que hace tres siglos ra con los pueblos y naciones, venera la-Iglesia Católica en los escogió a SanF rancisco Javier altares, un santo que deja sentir para llevar la luz del Evangelio los efectos de su protección en a las Indias y al Japón, y dotó todos los pueblos de la tierra, al Santo navarro de tales Cualidondequiera que los cristianos dades, que un biógrafo suyo dile invocan. . . . .-•; ; , -,-.:• ce que estaba dotado de todas las perfecciones naturales que piden las funciones del apostolado de Jesucristo. El día 12 de marzo de 1922 ORORBIA.—Vista de la iglesia parroquial Poseía Francisco de Javier. se cumplirá el tercer centenario F¡oto. Valentín García el mozo aristócrata consagrade esta gloriosa Canonización do a Dios, un cuerpo robusto, del Santo de Javier. Tres siglos una complexión viva y ardiente, un genio sublime y cade bendición para Navarra. Trescientos años de protecpaz de las mayores empresas, un corazón intrépido, ción divina del Santo para su amado país. mucho agrado exterior, un aire apacible y agraciado, y La Excma. Diputación ha tomado la iniciativa en el un humor alegre y amigo de complacer en todo lo que asunto de la celebración y recuerdo de tan gran fecha. 254 LA AVALANCHA Merece por ello nuestra primera autoridad administrativa y patriótica toda alabanza y aplauso. ¡Muy bien! El pueblo navarro, los cristianos hijos de este antiguo Reino, el más glorioso de la Península ibérica, el más legendario de España y el más adicto a la Iglesia Romana y a la Compañía de Jesús, debe demostrar su júbilo ante este acontecimiento que va a atraer sobre Navarra las miradas de todo el orbe católico. La provincia hermana de Guipúzcoa tuvo a gran honor celebrar en el año último la fechade la Caída de San Ignacio, y consiguió se trajera, para que la adorasen los fieles, la cabeza del Santo que tales pensamientos abrigó en servicio de Dios. La digna Junta organizadora del Centenario de San Francisco gestiona también para traer otra preciadísima reliquia, la de aquel brazo del Apóstol de las Indias que tantas miles de veces se alzó para bautizar a los indios con las aguas regeneradoras, henchidas de los dones del Espíritu Santo. En un mismo acto de soberana y divina potestad canonizó el papa Gregorio XV a San Francisco Javier y a Santa Teresa de Jesús, y si la patria regional de la Santa, la provincia de Avila, en unión de la Orden carmelitana, ha sabido interesar, en el pensamiento santo de honrar esta fecha, a la realeza y a los nobles de España entera, los navarros no podemos quedarnos atrás en este honroso pugilato. En números sucesivos continuaremos ocupándonos de este glorioso acontecimiento para Navarra. Luis. NUESTRA FIESTA A "Biblioteca Católico Propagandista,,, nacida ba¡o la tutela del glorioso San José, acordó celebrar el quincuagésimo aniversario de la proclamación de su Patronato sobre la Iglesia Católica, con solemnes cultos que tuvieron lugar el domingo, 20 del corriente, en la iglesia parroquial de San Agustín. Por la mañana, a las ocho, hubo comunión general que se aplicó por los socios D. Basilio Goñi, Pbro., don Francisco Uráin, Pbro., D. Bernabé Martinícorena, presbítero, D. Isaac Vidaurreta, D.' Pedro Ortigosa, doña Escolástica Villalba, D. Cecilio Recalde, Pbro., D. Antonio Marcellán, D. Félix Urrizburu y D. Francisco Echavarren, Pbro., fallecidos durante el año. Celebró la misa de comunión y distribuyó el Pan de • los Angeles el presbítero y catedrático del Seminario don Juan Sarrasfn. Resultó hermosísimo este acto por los cientos de fieles de todas las clases sociales que se acercaron a la sagrada mesa, y por el fervor y compostura con que lo hicieron. A todos los que asistieron a este religioso acto se les repartió un bonito recordatorio de la fiesta, con la imagen del Patriarca San José. En la función de las once celebró la misa solemne el M. I. Sr. Fiscal eclesiástico de la Diócesis, Beneficiado D. Felipe Elguezabal, asistido de los presbíteros D. Manuel Aldaz y D. Francisco Elordi. Predicó un hermoso sermón el presbítero Dr. D.Joaquín Elcano, que tantos cariños y entusiasmos siente por nuestra modesta asociación de propaganda católica y navarra. Este celoso sacerdote presentó a San José como colaborador en la obra de la Redención, como custodio del Hijo de Dios, amparo de la Sagrada Familia y socorro de la Iglesia. Gran'impresión causaron en todos los oyentes ios párrafos en que se dolió de los nuevos Herodes de estos tiempos y de la corrupción de costumbres que se observa en todas partes. Necesario es que todos hagamos frente a esta ola de lascivia que nos invade, en las escandalosas modas femeninas, en los cines y teatros, y en los periódicos y revistas ilustrados que con punible descuido de- jan los padres en manos de sus hijos, sin fijarse que ya desde la portada son tales revistas una provocación al vicio. Terminó su sermón D. Joaquín Elcano recomendando a todos su apoyo a las agrupaciones como la "Biblioteca Católico Propagandista,,, dedicada a la difusión de buenas lecturas, para contrarrestar de este modo la funesta influencia de las malas, y pidiendo en una fervorosa invocación al glorioso San José nos asista en todas nuestras necesidades. El altar mayor de la parroquia de San Agustín y la imagen de nuestro glorioso Patrono estuvieron muy bien adornados e iluminados durante la función. Merece también un aplauso la capilla de música de la citada parroquia por el realce que dio a estos cultos. ¡Que nuestro glorioso San José, bajo cuyas banderas venimos militando hace treinta y cuatro años, nos proteja siempre con su poderosa intercesión! LOS SOLDADOS CATÓLICOS III Tales fueron aquellos guerreros heroicos que desde un rincón de Asturias y desde las vertientes de ios Pirineos acometieron y llevaron a cabo la gigantesca empresa de reconquistar el suelo patrio, enteramente perdido, descollando entre todos por su valor invicto y por la gloria de sus empresas, el que, sobresaliendo p3r su piedad y virtudes cristianas, ha merecido ser venerado en los altares, el santo rey D. Fernando. Esta misma fe y piedad animaban a aquel insigne y afortunado caudi'lo conocido en ia historia con el nombre de Gran Capitán, quien, según refiere su biógrafo y compañero de hazañas Hernán Pérez del Pulgar, solía repetir: Recemos para que venzamos. Y muy semejante a los dos citados es por su ardiente fe y gloria militar el caballeresco y simpático don Juan de Austria, quien, hallándose gravemsnte enfermo en las campañas de Flandes, suplicó a su confesor rezase por él las oraciones cotidianas que tenía señaladas en el devocionario. Una hora entera empleó el buen confesor en concluir los rezos apuntados; y cooio se maravillase de que General tan ocupado tuviese para cada día una tan larga serie de oraciones, creció su admiración cuando el Príncipe le dijo con sencillez: "Padre, ningún día omito esas oraciones antes de acostarme.„ Libros voluminosos podrían llenarse con tan hermosos ejemplos de piedad de nuestros más distinguidos militares; pero no dejaremos de citar uno del pasado siglo XIX. El heroico defensor de Gerona, D. Mariano Alvarez, precisado a multiplicarse para atender a las innumerables necesidades de la plaza sitiada y combatida día y noche por las poderosas huestes de Napoleón, hallaba, sin embargo, tiempo para ir todos los días a visitar el Santísimo Sacramento, y pasar largos ratos de oración ante el sepulcro de San Narciso, patrono de la ciudad. Ya sabemos los católicos que si Dios nuestro Señor no defiende la ciudad, en vano velan los que la custodian; y si tos mismos muros, que son sus soldados, están minados, si en vez de ser amparo de la nación, están pro • vocando al Señor para que derrame sobre ella sus venganzas, ¿qué seguridad podemos tener? Por eso los modernos sectarios en nada más activamente trabajan que en corromper el ejército, que es su enemigo nato, en relajar su disciplina, en arrancarle su fe. Quisieran que los colegios militares y los cuarteles estuvieran lejos de toda influencia religiosa, para que la juventud, en cuyo corazón tan preciosas semillas de virtud depositó la tierna solicitud de sus madres, deslumbrada por el fausto de las ciudades, y aturdida por su estrépito, ahogase en poco tiempo todos aquellos gérmenes, apurase hasta las heces la copa del error y del vicio, y quedasen marchitas en flor tantas esperanzas como podía en ellos fundar legítimamente la patria. LA AVALANCHA Por eso hemos de rogar con ánimo fervoroso al Corazón de Jesús, que derrame sus bendiciones sobre nuestro ejército, que guarde el entendimiento y el corazón de nuestros oficiales que en la ñor de la juventud se han consagrado a la carrera de las armas; que no se borren en ellos las lecciones que de sus madres aprendieron en el hogar doméstico; que nuestros jefes, al par que sean bizarros soldados, hagan ostentación de acendrada piedad, a fin de que la renovación del espíritu religioso haga presagiar días más dichosos para nuestra desdichada España. Parece que su dichosísimo destino es oscilar at compás de la religión: sube el nivel de la piedad, ella por singular modo prospera y se engrandece; decae el espíritu religioso, marchitánse también, y se empañan las glorias nacionales. España ha sido grande cuan do ha sido en ella respetada y honrada la religión; cuando ésta ha sido vejada y hollada, ella ha rodado también al abismo. 255 Kif después de la desgracia de Silvestre, se uuieroD coa los de Lérida y de otras partes, y audaces y provocadores irrumpieron hacia la ciudad de HaeBca, dispuestos a aplastar a los cristiano*. El sucesor en IaB coronas navarroaragonesa, don Pedro I, juramentado por sn padre moribundo para conclair el asedio de Huesca, hizo frente a las acometidas de los moros y estrechó más el cerco, reBuelto a prolongarlo todo el tiempo que fuera necesario hasta rendir la plaza. Inútilmente el moro, seriamente amenazado, pidió la paz e hizo ofrecimientos para salir de sus apuros por el momento, a semejanza de lo que prometen ahora los notables de las kábilaB rifeñas; porque, firme en sue propósitos »1e reconquista, el Rey oprimía cada vez más a la ciudad, dispuestoa vencer o morir vengando la muerte de su augusto padre, j **. Resueltos los moros a derrotar a todo trance a IOB navarro aragoneses que de tal modo amenazaban Otras naciones, en meBU poderío, se coaligaroa, dio de sus extravíos y PAMPLONA.—Aspecto de la trasera de la calle de Tejería apostarías sociales, han y el rey Almuzatea de que da frente al ensanche de la ciudad tenido, sin embargo, sus Foto. Julio Matei Zaragoza reclamó y^obtupáginas de gloria. Dios yo la ayuda de los almorávides, y aun logró la protección del Rey de Castilla, ha querido vincular la felicidad de nuestra patria a la de quien era feudatario, consiguiendo que eBta ciudad prosperidad de su santa religión. Bendigamos al Señor, del Pilar se convirtiera en plaaa de armas donde ae orque nos ha dado como el más precioso timbre denuesganizó ei numeroso ejército compuesto de los hijos! de troe scudo nacional su sacrosanta fe. Mahoma que sin cesar acudían de todas partes, y de las Ai. de C. mesnadas cristianas que el poco escrupuloso Rey de CaBtilla mt<.n ió ta las órdenes del conde D. García Ordóñez de Nájera, y ee cree que también de D. Gonzalo Núñez de Lara. Como dice nuestro insigue analista, «hervía Zaragoia >con bullicio y estruendo grande de gentes diversas, ca• bftllos, armas y todo género de aprestos de guerra, es»partiendo ruidosamente la fama, por todas partee, vocea La batalla de Alcoraz »de la inmensa morisma y fuerzas que allí cargaban». Y ante la avalancha colosal que el enemigo preparaba conOMO el rayo de la guerra cruza tra los navarroaragoaeses sitiadores de Huesca, el Rey sin cesar el espacio en todas di juntó a los caudillos de BUS huestes para deliberar el recciones, Bembraudo el espanto plan que debía opouerse al moro; acordando, conforme a y la muerte, y el ambiente está Ja opioióu del monarca, despieciar la superioridad numélleno de aires bélicos, parece corica de las fuerzas contrarias, y confiando en la mejor camo que la guerra se toca y ee lidad de las propias, salir al encuentro del enemigo y lirespira por doquiera; aeí es que brar con él una batalla decisiva. ni los ojos ven más que sangie y BQ efecto: las legionea que en lo^r primeros días de nofuego, ni la lengua B*be hablar viembre y antes se organizaban en Zaragoza salieron máe que de combates, ni por tanaparatosamente por el puente de piedra sobre el Ebro, to la pluma puede extraer del imponiendo con el eatruendo de las armas y con las infondo del tintero más que rasgcs terminables falanges que llenaban IOB camino?; de tal saturados del humo de la pólvosuerte, que aun estaba la retaguardia en la inmortal ciura consumida por los heroicos dad y ya llegaba la vanguardia a la villa de Zuera, forsoldadoB que frente al moro demando una columna que abarcaba cinco leguas de terrefienden la bandera de la patria. no, pareciendo ejército invencible, hasta el extremo que Y entre estos rasgoB qne acuden a mi pluma para rese afirma que el conde D. García de Nájera, que en él lacionar la, guerra del moro que, como actualidad palpifiguraba, como sabemos, Be apresuró a comunicar secretante, siente hoy y comenta España, ninguno tan oportutamente a Pedro I la conveniencia de que no expusiera no como el que recuerda la memorabilísima batalla de BU persona, por el grao peligro a que se exponía en la Alcoraz, por su analogía con otras sostenidas en el Rif, y derrota Begura que le esperaba; aviso que el Rey deBpretambién porque Be libró precisamente hacia estos días de ció, o por su firmeza en cumplir el juramento prestado de noviembre contra la morisma reforzada y ensoberbecida, vencer o morir en la empresa acometida, o según otros, y quiera Dios que como victoria se parezca, por BU resopor la revelación divina que tuvo de BU victoria. nancia y trascendencia, a alguna otra que consigan nuesAsí es que el ejército navarroaragonés, valeroso e imtras tropas contra los Balvajes kabileños del protectorado perturbable, formó sus mesnadas más escogidas y dirieBpañol en Marruecos. gióse'al campo de Alcoraz, situado a una legua de HueaMuerto gloriosamente el rey de Aragón y Navarra, don ca, donde esperó la llegada de la ensoberbecida moriBma. Sancho Ramírez, en el cerco de Huesca, a causa de una Frente a frente en Alcoraz ambos ejércitos, D. Pedro herida prodacida por un venablo al señalar con el brazo confió a sa hermano el infante D. Alfonso lá vanguardia el sitio de la muralla designado para el asalto de la plade las tropas, y previendo el ataque por varios lados, deza, los moros, tan envalentonados como IOB actuales del RASGOS DE LA PATRIA 266 LA AVALANCHA jó un brillante cuerpo de reserva constituido por loa principales y más expertos caballeros de Aragón y Na* varra, formando entre ellos. Acometieron los moros lanzando un griterío espantoBO, aegúa BU antigás usanza, que ann conservan. Contestó el infante D. Alfonso briosamente, llevando desde el primer momento el espanto a las filae contrarias. El enemigo amenazaba por todas partes, intentando, según 6a costumbre, que como vemos aun no ba perdido, romper el orden de formación y envolver a los escuadrones cortándoles la retirada; pero los cristianos, siempre unidos y compactos, no sólo oponían una resistencia invencible, sino que lentamente principiaban a ganar terreno. Mezclados ambos combatientes, la batalla fue* muy sangrienta y feroz, causan i o una mortandad horrible, sobre todo en los moros, o por más numerosos, o por menos aguerridos que los cristianos; y aunque Be inclinaba poco a poco la ventaja hacia éstos, no se decidía resueltamente la victoria, hasta que los nuesiroB, con arrojo y empuje incomparables, penetraron en las filas donde peleaba el conde O. García de Nájera, y derrotando a BUS mesnadas, lo derribaron del caballo y Be apoderaron de é!; circunstancia que levantó más el ánj,mo de loe navarroaragoneses y concluyó de acobarlar a los moros, ya desconcertados y abatidos; y en BU virtud, éstos fueron retrocediendo cada vez más y aquéllos avanzando, y cnando terminó el día, aunque el triunfo de los cristianos no era todavía definitivo, estabi yt de BU parte, sin que el enemigo pudiera evitarlo, como lo reconoció, levantando precipitadamente sus reales y aprovechando la obscuridad de la noche para retirarse y evitar el mayor de los descalabros. Al amanecer del día siguiente, el ejército navarroaragonéa disponíase a completar el desastre de los morOB, cuando loe centinelas avisaron al rey D. Pedro la bnida del enemigo, comprobando las avanzadas que éete escapaba en desurden camino de Zaragoza; y aunque los cristianos siguieron BUS pasos hasta la orilla del Ebro, no pudieron alcanzarle por la gran ventaja que había alcanzado durante la noche. El ejército moro, completamente diezmado y despavorido, encerróse en Zaragoza, y los cristianos volvieron al cerco de Huesca, donde entre alearías y aclamaciones recibieron proposiciones del rey Ab derraman de dicha ciud»d, las cuates, rechazadas, obligaron a éste a rendirse siete días después, sin condición ninguna. La batalla de Alcoraz, notable entre las sobresalientes sostenidas contra ha moros, se dio el <1ÍH 18 de novietubre del año 1096; y fné tan sobrenatural eí esfuerzo que dio el triunfo a los cristianos, que eí monje pinatense, lo atribuye a que Be les apareció San Jorge, trayendo en su caballo al guerrero alemán que aquel mismo día venció en Antioquía; supuesto equivocado, sin embargo, porque I» batalla de Antioquía fue anterior a la de Alcoraz. Y por la importancia del hecho de armas se dice también que las cuatro cabezas del escudo aragonés repreBentan a otros tantos reyes moros derrotados en tan famoso combate. Lo cierto es que el moro fue abatido, y qne como escribe el rey D. Pedro en la carta de restauración de la Iglesia de Huesca, «esta victoria se ganó «siendo vencido el Rey de Zaragoza con una multitud de • sarracenos y falsos cristianos, quedando muertos casi cuarenta mil de ellosv El día 18 de noviembre es un día memorable, por recordar el gran triunfo de navarros y aragoneses sobre loa moros en la famosa batalla de Alcoraz; asi como lo es el día 25 del mismo mes, por la capitulación de Abderraman de Huesca y entrada en la plaza del ejército cristiano vencedor. Y en esta guerra infame, traidora y sangrienta qne sostiene España contra los salvajes del Hif, pueden servir de estímulo y esperanza hechos de armas tan brillantes como el que en 1096 realizó D. Pedro I, rey de Aragón y Navarra, al frente de un ejército de héroes, contra los moroe superiores en fuerzas, para gloria de la cristiandad y grandeza de la patria. JUAN P. ESTEBAN 7 CHAVARKÍA. BN JAVIER VUESTROS SUCESORES 1 , •• ' Vedlos; en su mirar dulce y sencillo, ¿No descubrís el brillo De la insigne virtud o de la ciencia; •Ni adivináis del mártir la bravura ,, ^ , Bajo esa trente pura, . Símbolo del candor y la inocencia? . , Mas ya su pecho generoso siente El ardor del valiente Que gana para Dios vastas regiones, Del que recorre procelosos mares y entre duros azares Rinde al Señor las almas a millones. • •( , Su corazón se en sancha y se estremece Y en su faz resplandece • El ansia de luchar que les anima, Cuando ven al ferviente misionero, Gozoso y placentero, Encaminarse a la misión de China. ' ''~ _s . l -- . ' "¡Quién, dicen, ir con él siempre pudiera, Y seguir la bandera Que en sus pliegues de Dios lleva la gloria, Y traer a sus pies almas sin cuento, Y entre duro tormento Ganar del mártir la feliz victoria!,, , ' Id, Padres, sin temor, que aquí quedamos Y ya nos preparamos Para ir a misionar tierras extrañas: ¡Ojalá de este plácido Castillo Salga un nuevo caudillo Que de Javier emule las hazañas! Id, convertid millones de gentiles, Rebosen los rediles Del eterno Pastor de los pastores: Fervientes por vosotros oraremos Y siempre pediremos . Que atreveséis la China vencedores. Y si muertos caéis tras el combate, Aquí, en nosotros, late Un alma generosa y decidida Que ansia del apóstol la corona Y por Dios ambiciona Sacrificar, gustosa, hasta ¡a vida. " - : N A. M. D. G. 1 Composición leída en una academia de los alumnos de la Escuela Apostólica celebrada en Javier en honor de los Padres Misioneros de China.—N. de la R. San Francisco Javier, Patrón de Navarra RES siglos! Tres siglos han pasado desde que la Iglesia canonizó a nuestro Santo portentoso, y Navarra no se da cuenta todavía del bien que posee. Examinemos lo que hacen Guipúzcoa y Vizcaya con San Ignacio, lo que hace Padua con San Antonio, lo que hacen todas las naciones y los pueblos con los santos que han nacido en sus dominios: honrarlos, ensalzarlos, popularizarlos para disfrutar más y más de sus Favores. Con nuestro Santo todo está por hacer. Así como en la tierra de Avila todo es de la Santa, y se respira allí la devoción del pueblo y de todos, en esta nuestra tierra de guerreros no asoma ese fervor, que es de justicia. Recibimos, sí, los favores de los santos, de núes- LA AVALANCHA tros santos; pero, así como si nos correspondiera de derecho. Sin nuestro Santo y sus compañeros, ¿no seríamos a estas horas todos herejes? ¡Terror da pensarlo! ¡Navarra hereje! Hoy que tanto se habla y se escribe de pedagogía, no sería malo que los doctos estudiasen la necesidad de que los niños supieran bien, en detalle, cuanto hay en sus respectivos pueblos de meritorio, de notable, de divino. Nuestro Santo es conocido y amado en el mundo entero; su historia es un tratado de portentos tan prodigiosos, que maravilla, rayando en lo fabuloso. Apenas se comprende lo que San Francisco hizo en sus diez años de apóstol. Dejó en las Indias un resplandor luminoso que aun perdura, y sus milagros en vida y después de muerto se multiplican sin interrupción. ¿Y aun duermes, Navarra? ¿Qué narcótico embarga tus sentidos? ¿Qué enemigo de tu alma y de tu ser oculta la hermosa verdad de que la ingratitud solo arraiga en pechos ruines? Desagraviemos a nuestro Santo; que no se diga que Navarra es ingrata con San Francisco Javier; probemos todos, chicos y grandes, que bajo esta ceniza aparente hay fervor y entusiasmo permanente, y empecemos con las iniciativas.—F. R. S. *• * De una distinguida persona de esta capital, fervorosa admiradora del ínclito San Francisco Javier, hemos recibido el precedente artículo que con gusto publicamos. Felizmente, la dignísima Junta organizadora del Centenario trabaja con entusiasmo para que este glorioso acontecimiento celebre nuestra amada provincia con el mayor esplendor. Véase el suelto que publicamos en otro lugar. Contribuyamos todos a que estas solemnidades sean dignas de Navarra y del egregio San Francisco.—N. de la R. EN SERIO Y EN BROMA Dos republicanos de pelo en pecho N IOB levaeitíiB «lian de )i República, doa ciudadanos de los más ternes de la especie, con ene gorros frigios encasquetados donde el resto de los mortales sueleo tener la cabeza, disputaban ana noche, a la puerta de una tabern ., coa voces agrias, empedradas de interjecciones, acerca de la igualdad, mirándose uno al otro por encima del hombro. Uno de ellos decía: —Soy más republicano que San Juan Bautista. |Qaé me querrás tú decir a oaíl ¿Ved loa civiles? Pues en cuanto ano se me pone delante, toda la sangre tne hierve en el cuerpo, me hormiguean los pies, ee las juro de puertas adentro y ectio por la otra calle. Esto es ser republicano, El otro replicaba: —Estás en mantillas y no tienes ojos para mirarme a la cara. Aquí doade me ves, no me pasa de loe dientes adentro la gente de sotana. En cuanto veo un cura, le hago la crug. El primero insistía, diciendo: —Quítate de ahí, fanfarria; con los curas levantarás tú et gillo; paro lo mismo es decir que el alcalde te echa la vista eucioaa, que se te blandea el alma y el sombrero Be te va de la cabeza, y fe dices: cMi amo.» El segando, temblando de cólera, añadía: —No me faites, porqie tienes uxucho por qué callar, y te veo y no te veo. Hueles a iglesia; tu tío ee sacristán, y oyes misa. L*3 palabra sa enreiaa como las cerezas, y es lo más fácil del mando pía ir de las palabras a las obras; así es que vinieron a 1*3 metaos. Eafcre cierta clase de gente, decir ta las mauo3» es lo mismo que decir a puñalada limpia. Los dos qu^rí^n quedar encima. De la igualdad pasaron a la fraternidad, y el más Hato, rustiendo ia mano ea su peca), la s*có armada de 257 ana tremenda faea, dispuesto a hacer ver a sa correligionario, de la manera más fraternalmente posible, que él,< republicano neto, no teoía igual en el mundo. Era el momento de poner ea ejercicio la libertad, y cada uno de ellos hizo dé su capa un sayo: ano apeló-a la agilidad de las manoe, y el otro a la ligereza de loa piea. Ei tragacuras, que no era cojo ni manco, corría, navaja en mauo, detrás de sa contrincante, diciéndole por lo No: / ;;•„:;;;;,. : ',,.. , " —Juan, reza el Credo. El otro, que no era sordo ni cojo, ni tampoco modo, apretó primero ei paso, después se encajó más el gorro republicano qae llevaba en la cabeza. —||Favor al reyll (Histórico.) SELQAS. Tercer a t a v i o de la Canonización de Sao Francisco Javier' A Juma urgauizaduru ue¿ tercer centenario de la canonización de na estro esclarecido patrono San Francisco Javier ha empezado a trazar las líneas generales de los actos qae han de celebrarse en conmemoración del fausto acontecimiento. Desde luego se celebrarán diversas peregrinaciones de Navarra, de España y aun del Extranjero, cerrándose la serie de ellas con la oficial, a la que suponemos asistirá la Exorna. Diputación en pleno, acompañada de la Comisión organizadora y de los elementos oficiales, riadienT do, en el Castillo que fue cuua de San Francisco Javier, el testimonio de imperecedero amor al preclarísimo hijo de Navarra y compañero del gran Ignacio de Loyola. Se constituirá una Junta de honor, que con nuestra Diputación ostente la representación de Navarra en los diversos actos oficiales que se organizan. Se acordó comunicar y someter a la aprobación del Excmo. e Iltmo. Prelado de Pamplona los planee de esta Junta organizadora, acuerdo que ya ha sido ejecutado con el éxito que es de suponer, dada la actitud favorable que dispensa Biempre ar<uél a cuantas manifestaciones de religioso fervor ge le consultan. Habrá por lo menos dos misas de pontifical, probablemente, en la Santa Iglesia Catedral y en la parroquia de San Saturnino. Se espera la concesión del aflo jubilar, que debería empezar ea 3 del próximo diciembre. Asimismo ee gestiona la prestación de una magnífica reliquia, consistente en un brazo de San Francisco Javier existente en Roma, reliquia que estará expuesta a la pública veneración en la espléndida y artística capilla de la misma advocación existente en la Catedral, y en el Castillo de Javier. Con esta preciada reliquia se efectuará una solemne procesión, a la que concurrirán todas las autoridades y las dos juntas mencionadas, con canutas personas oficial y particularmente quieran adherirse al acto. Entre los invitados figuran también los Prelados de las diócesis de Bayona, Zaragoza, Calahorra, Tarazón a, Jaca, Huesea y Vitoria. Se acordó también organizar algunas conferencias, qae se celebrarán en el Teatro G-ayarre, encomendándolas a varias personalidades, una de las cuales será el ilustríaimo señor Obispo de Huesca, R. P. Fr. Zacarías Martínez. Se propondrá a la Excma. Diputación que invite a las tres provincias hermanas a loa actos principales del centenario. En todas las conferencias ae terminará con el himno a San Francisco Javier, cuya letra y música ha sido encomendada a los buenos hijos de Navarra señores don Alberto Pelaires y don Joaquín Larregla. Finalmente se acordó la acuñación de ana medalla conmemorativa del centenario. LA AVALANCHA 258 dad de Valencia estaba ya en armas, y los sitiados de la fortaleza acabaron por rendirse y capitular. Era este el momento esperado por el Borrasca; mandó a los suyos tender escalas por la parte que da al campo; asaltó con aquel enjambre de forajidos las tapias de la Ciudadela, y ss precipitó en el interior, buscando al general Elío para rematar de una vez al que era objeto continuo de sus iras. (Continuación) ' . . Al llegar al calabozo la turba lo encontró abierto de IV par en par, pero Elío no estaba allí; el pájaro se les había volado. La chusma, armada hasta los dientes, buscó Era el día 30 de mayo, festividad de San Fernando, y al Gobernador y le exigió el preso. D. Miguel se encogió se celebraba el santo del Rey. Un destacamento de Artide hombros y les dijo que ignoraba su paradero; pero llería entró por la tarde en la Ciudadela para hacer las comprendiendo al finque aquella trailla de perros hamsalvas de ordenanza. Fuese que ya aquellos pocos artibrientos daría pronto cuenta de su cargo y de su vida si lleros venían con el plan meditado, fuese una corazonano se la amansaba, acudió al ardid más ordinario y más da que el amor a su antiguo jefe les inspiró, es el caso eficaz en semejantes ocasiones. Llamó aparte al Borrasque, una vez dentro de la fortaleza, se dieron a realizar ca y le confesó ingenuamente que tenía oculto al Geneun golpe de mano, imprudente hasta lo sumo, para líber ral, pero que no le entregaría tar al preso. en sus manos; que tratase de Derramáronse por las diverJESUÍTAS NAVARROS calmar a su gente y echarla fuesas dependencias al gritoide ¡Vi ra de la fortaleza, y él, en camva el Rey absoluto! ¡Viva el bio, comprometíase a darle togeneral Elfol ¡Muera la Constido e! dinero de que pudiese tución!,, » disponer. A los gritos acudió el enérgiEl caudillo de los amotinados co gobernador D. Miguel de la se avino con aquella honrada Chica, y los artilleros, capitacapitulación, y en tanto que perneados por el gastador Nim, le suadía a su gente a que se fueexigían a voces que les diese ran por donde habían venido, las llaves del calabozo en donD. Miguel se dirigió al escondide estaba preso el General. El te de Elío. El Gobernador al Gobernador se negó a ello; se comenzar la alarma había tomalas arrebataron por la fuerza; do al preso y conducídole a sus abrieron la prisión, y entre víhabitaciones particulares; no tores y aclamaciones arrastracreyéndole tampoco seguro en ron, más bien que llevaron, al ellas, dio con éi en un calabozo general Elío hasta el rellano de de los más interiores y ocultos, la escalera, donde dosalbañiles que llamaban el Cubo. Allí bajó <jue allí trabajaban, y que depuD. Miguel y expuso a Elío lo sieron después en los procesos, que pasaba y el rescate que le vieron y oyeron persuadir a por su libertad había ofrecido. los soldados a que desistiesen Contestó D. Francisco agradede aquella locura, diciendo que ciendo al Gobernador su heraquello, más que querer salvar mosa conducta; pero le dijo que su vida, era comprometerla; que no podía disponer sino de unas él no saldría a la calle si no le 20 onzas que ¡levaba envueltas traían la sentencia absolutoria, en una faja a la cintura. No pafirmada por el juez político y reció mal el precio al Borrasca, por el General de la provincia. y la borrasca se serenó por fin. Dicho esto, se volvió a meter Al volver Elío a su calabozo, lo en su calabozo. halló saqueado por completo; Mientras se desarrollaba esta RDO. PADRE A A R I O CÍAURRIZ le faltaba todo: el reloj, la ropa escena en lo interior de la Ciuda la Compañía de Jesús y la misma cama. dadela, en el exterior de ella designado por la Fxcma. Diputación Foral para predicar el sermón cundía la alarma por toda la de San Francisco Javier Es muy de notar lo que, a ciudad; algunos paisanos lanzáFoto. Crisanto Cia, S.J. propósito de este lance, nos ronse a la Ciudadela para pocuenta el cronista D. José Somnerse al lado de los artilleros; las autoridades mandaban biella. Dice que cuando, pasada la tempestad, le pondeponer en armas la guarnición y se formaban además los raba el Sr. Climent a Elío el riesgo que había corrido su tres batallones de la milicia nacional voluntaria. vida, el preso se sonreía, diciendo: Resistíanse con sus cañones los artilleros desde den— No tal. Estaba segurísimo de que las turbas no iban tro, al grito de "¡Viva el general Elío! ¡Viva el Rey absoa asesinarme. luto!,,; pero los de fuera les iban apretando cada vez más; —Pues esa era la voluntad del Borrasca—decíale su se había ya circunvalado la Ciudadela; se ocuparon el defensor. convento de Predicadores y la Aduana, para disparar —Es que sobre la voluntad del Borrasca está la de desde más cerca; el Borrasca y los suyos se habían meDios. Yo le he dicho a mi verdadera abogada, que es la tido de rondón por los claustros del convento de Nuestra Virgen, que no temo la muerte; que deseo tan solo la Señora del Remedio; el comandante general D. Diego gracia de no morir sin haber antes recibido con sosiego Clarke mandaba proclamar la Ley marcial; toda la ciuy preparación el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Y como sé de cierto que la Virgen me ha otorgado esa gracia, no han de poder con mi vida los hombres, hasta ' Voy a contar el relato tal y como sucedió, recomponiendo los que haya recibido la visita de mi Dios, por viático y con hechos con las declaraciones de los testigos. Varios sargentos artisosiego. lleros, engañados por el juez con obtener la libertad si declaraban a NAVARROS ILUSTRES Excmo. Sr. General D. Francisco Javier Elío Ello por cabeza de aquel motín, lo hicieron así; pero, a pesar de su falsía, se les condenó a muerte, y antes de ser «justiciados se desdijeron de la inicua calumnia. Véase el proceso, donde consta claramente todo lo que en el texto se pone. Además, en la defensa del Sr. Gallego, página 36, se cita la relación detallada que del suceso hizo Elío al pedírsele declaración. El lance de los artilleros presentábase demasiado propicio a las maquinaciones de los enemigos de Elío, para que éstos le dejasen pasar de largo sin aprovecharse de él. En el día siguiente, 31 de mayo, está ya fechado un LA 25» memorial dirigido al comandante general de la guarnición de Valencia, D. Diego Ciarcke, y con la firma del comandante accidental del segundo batallón de la milicia nacional local voluntaria, D.José María Bertodano, a pidiendo se le permitiese la formación de sumario y seguimiento de proceso a los facciosos de la Ciudadej'a, con arreglo a la Ley marcial, y según la nota que acompañaba. s El primer nombre que aparece en la susodicha nota, como jefe y cabeza de los artilleros amotinados, es el de D. Francisco Javier Elío. El comandante general Ciarcke aceptó inmediatamente la solicitud; se abrió el sumario, y para más atropello de la justicia, se nombraba por fiscal al teniente de Granaderos del segundo batallón de voluntarios D. Tomás Hernández, y por asesor al famoso auditor interino D. Juan Bautista Genovés, precisamente los dos que, a petición aquellos pafaes, y de la devoción de los indios hacia 8U Apóstol. El cuerpo de S. Francisco Javier en Goa Ea diciembre de 1900 ee celebraba un Congreso enea* ríatico en Goa. De todos tos pueblos de la India se congregaron allí diecisiete arzobispos y obiapos, y una multitud de sacerdotes, miaioaeroa y peregrinos, con el deeeo de venerar el aanto cuerpo de Francisco Javier y asistir al Congreso. La exposición de las reliquias del Santo no figuraban en el programa de ios festejos. Pero decíase y se susurraba que el Patriarca reservaba esta sorpresa a los obispos para después de terminado el Congreso. Muchos peregrinos habían regresado a sus lagares, desesperanzados, cuando se anunció que el día 7 de diciembre el cuerpo NAVARRA JÍ JAVIER.—Los alumnos de la Escuela Apostólic; durante el rato de recreo de Elío, se acababan de recusar en la primera causa co mo enemigos personales suyos. P. ALBERTO RISCO, S. J. (Continuará.) 1 Llevaba éste el título de Marqués del Peral. Pertenecía a las logias militares valencianas, pues su título de incorporación a ellas lo trae el cronista en una de sus notas. Era alma de la conspiración contra Elío. 3 Este memorial está copiado íntegro por el Sr. Sombiella y puede verse en sus notas. S. Francisco Javier en las Indias L año próximo de 1922 se celebrará el tercer centenario de ta Canonización de nuestro glorioBO patrono 8au Francisco Javier. LOB innumerables devotos y protegidos del greu Apóstol de IBB Indina no pueden dejar pasar una tan hermosa ocasión de festejar de una manera solemne al glorioso Apóstol. La Jnnta organitadora, qae preside el diputado foral por Pamplona D. Ignacio Baleztena, desea que revialan la mayor brillantez tos actos que se preparan. Próximo eate número de LA AVALANCHA a la fiesta de! gran santo navarro, publicamos del misionero P. Jobé Mares algunos recuerdos que Be guardan del Santo ea saato sería expuesto desde luego para los obispos y sa secretarios. Ello sucedió así. Dejemos hablar al limo. Barthe, obispo de Trichinópoli: cEI cuerpo de San Francisco Javier se conserva en la iglesia del Buen Jesús, contigua a la residencia profesa de la Compañía. E3ta vasta residencia, .que todavía se conserva en muy buen estado, no está habitada actualmente más que por tres o caatro canónigos. Li iglesia consta de una inmensa nave, con dos brazos eu cruz. Et altar mayor, cuyos ricoa dorados están bien conservados, eatá dedicado a San Ignacio, representado en talla CDIOsnl, con los ojos elevados al cielo en actitud extática. >Ea el fondo del brazo derecho dsl crucero hay el célebre mausoleo que guarda el cuerpo de San Francisco Javier. La base es un grao, macizo de mármol blanco con un eapacio para altar en cada uno de aus cuatro lados.En uno de esos altares tuve la dicha de celebrar la Santa Misa el día de la festividad del Santo. >La segunda sección del monumento, que descansa sobre esa base, está adornada de bajorrelieves de bronce, representando la preücación y muerte del santo Apóstol. »El tercer cuerpo encierra la magnífica urna que contiene el cuerpo del Santo, adornada con ricas columaiias entre las cuales hay engastadas suntuosas vidriaras. Eite espléndido monumento, erigí io por el gran Duque de" Toscana en 1655, se eleva hasta muy cerca de 50 pies. »E1 día de la exposición, por orden de S. I. el Patriarca, se bajó la urna, colocándola encima de un catafalco elevado, en meJio del crucero de ta iglesia. El féretro que encierra el santo cuerpo había sido sacado de la caja 260 . y depositado en la «acnana, encima de una meta rica mente adornada ! >E1 cuerpo r!j San Francisco Javier es el mis precioso tesoro que gualda la ciudad de Goa, y por esta razón la caja qne lo c u ti ene eetá asegurada con tres cerra da rae; ana de sus llaves está en roanos del Gobernador, otra en poder del Patriarca y la tercera la posee el Deán del Capítulo Cfittdral. >A eeo de las nueve de la mañana todos los obispos y ene secretarios fueron convocados a la sacristía por S. I. el Patriarca; algunos minutos más tarde llega el Gobernador acompañado de su familia y Estado mayor. Lie?,a el momento solemne de la exposición. Fácilmente ct.iuprecderóia la emoción que embargó Diieetraa alma a al eaber que se nos concedía venerar el cuerpo sagrf-i'o del grande ApÓBtol de UB Indias y tocar sus veneran os pies, que tantas veces hollaron y santificaron el eu o de nueBtru Misión. .i urante cerca de una hora se nos permitió contemplar a rlacer los restos venerables, y acercarles diversos objeto de piedad que traíamos prevenidos. - Luego se orgánica una procesión para llevar el cuerpo -unto a la urna, colocada en el coro de la iglesia, y exponerlo así a la veneración de los fielee. 8, I. el Patriarca, por una atención delicadísima, designó para llevar el santo cuerpo a ios cuatro otüspoa jesuítas presen. tee: los de Bombay, Mangalor, Galle y Trichinópoli, a los cuales ee adjuntaron los de Jaffna y d«i Vizayapotén s . Janoás olvidaremos las vivísimas emociones del corazón durante esos momentos. >Sin duda deseaióis conocer el estado en que se encuentra actualmente el cuerpo de San Francisco Javier. Testigos que habían presenciado la exposición del cuerpo en 1878 no han encontrado grande diferencia desde aquella época. 8 >No tiene ya el frescor y apariencia de vida que plugo a Dios conservarle durante dos siglos. Se reconocen muy bien las facciones de la cara, pero la piel está seca; distingüeme los ojos, la nariz y las sienes; la boca entreabierta deja percibir los dientes. El cuerpo está cubierto por una rica casulla guarnecida de pedrería, regalo de una reina de Portugal. Él brazo izquierdo, vestido con una manga de una preciosa alba, descansa sobre el pecho; la mano, cuyos dedos eBtán un poco separados unos de otros, eBtá al descubierto. El brazo derecho, como sabéis, ha sido cortado y llevado a Roma, en donde está expuesto en el II Jesu. Los pies desnudos conservan bien todos los dedos, excepto los dos pequefioB del pie derecho, que fueron robados durante una exposición. cAprovechamos la estancia en Goa para visitar algunos lugares santificados con la presencia de San Francisco Javier, sobre todo el célebre colegio de San Pablo. De este gran monumento sólo está en pie una parte de la fachada de la iglesia; algunoB lienzos de pared, esparcidos acá y acullá, dejan adivinar el perímetro del colegio tan fainoBO en aquellos tíempoB. Con todo, una capillita, edificada en el recinto del colegio, en el lugar en donde el 8anto fue encontrado un día en éxtasis, gritando en un transporte amoroso, cuyos ardores uo podía contener: Satis est, Domine, ha podido ser conservada, y hace poco tiempo híi sido restaurada gracias al celo de S. I. el Patriarca. >AI lado de la capilla hay un pozo antiguo, llamado pozo de San Francisco Javier, cuya agua dicen ser milagrosa. Los peregrinos no se olvidan de llegar al pozo a coger agua para llevarla a sus familias y amigos. *Toda la vida nos acordaremos cou gozo y edificación de las hermosas y piadosas fiestas que presenciamos y a que asistimos en Goa.»—P. JOSÉ MARES. GRABADOS Iglesia parroquial GV Orord/a.—El lugar de Ororbia, peri"' 'Cfute 111 Ay; ntamient 1 de Olza, y que ee compone de 417 habitan!.:, se encuentra a la distancia de diez kilómetros de Pvipiona, en la carretera qne de eBta ciudad conduce a Fstalla por Salinas de Oro y Amala. ' La iglesia parroquial enJ dedicada a San Julián, mártir, y eo su retablo maye s aparecen varias pinturas de mérito artístico, repreec. .ando distintos hechos de la vida del Santo. x .Aspecto de ¡a trasera de la calle de Tejería, en Pamplona.—Representa nue-tru fotografía el aspecto actual uu ,u trasera de la calle de Tejerla, despojada de la gran mnralla de la fortificación que la cubría, y a la vez imposibilitaba el natural desarrollo de aquella parte de la ciudad. Por virtud de la Ley del Ensanche de 26 de julio de 1916 fuero" derribadas varias murallas, entre las caales •e indo 1 .* la de Tejería, y contiguo a ella ee está levantar j ahora la nueva plaza de toros sobre terrenos, del E> eanche. El P. Mario Ciáurriz, de la Compañía de Jesús.—Con verdadero placer honraoira hoy nuestras columnas publicando el retrato del virtuoso jesuíta y buen pamplonéB R. P. Ciáurriz. Nació en Pamplona el 5 de agosto del afio1882. DeBpués de hacer sus primeros estudios en el colegio de los señorea Huarte Hermanos, y sintiendo en su corazón de ni fío IOB afectos de una vocación inspirada en la más tierna piedad, ingresó á los nueve anos en el Seminario Conciliar, donde cursó los primeros año8 de la carrera eclesiástica con gran aprovechamiento y obteniendo, como premio de eu aplicación, brillantísimas notas. Ingresó en la Compañía de Jesús, en el colegio de Loyola, el 8 de agosto de 1900, haciendo su profesión ei 15 de agoBto de 1902. Después de permanecer en Comillas, en cuyo Seminario pontificio ee preparó para servir de maestro y guía a los novicios, fue trasladado al Colegio máximo de Ofia, donde completó sus eBtudios. El día de su santo patrono San Ignacio, del año 1916, vio colmadas sus más ardientes aspiraciones, ofreciendo a Dios por vez primera el santo sacrificio de la Misa en el citado colegio de Oüa. Los cargos que ha desempeñado en la Compañía demuestran el aprecio que por sus virtudes merece de sus BuperioreB, y eo la actualidad moldea el corazón de los jóvenes novicios de la Compañía de.Jesús, explicando Retórica en la casa santa de San Ignacio. iQué emoción sentirá en su corazón humilde el virtuoso jesuita al abandonar momentáneamente su Banta residencia para venir a su querida Pamplona a cantar las glorias del gran navarro San Francisco Javier, y cumplir así el deBeo de la Exorna. Diputación de Navarral Que Dios le dé y nos dé a todos su divina gracia, para que eBte primer acto del Centenario de San Francisco reporte a Navarra copiosos frutos de la más acendrada religiosidad. RENGLONES DERECHOS POR LINEAS TORCIDAS NOVELA. POR RAQUEL 1 El féretro debe medir unos cinco píes; es de cedro, sí no me engaño, y está recubierto con tela de plata.—(R. P. Buse, misionero de las Indias.) 1 Un Obispo hizo notar al Patriarca que sólo se concedía el favor a jesuítas, a lo que respondió que a los jesuítas correspondía el honor por ser hermanos.—(R. P. Lacombe, misionero de las Indias.) 3 La cabeza parece momificada; no se distinguen ni cabellos ni barba. Dícese que ha sufrido cambios muy sensibles desde hace algunos años, y que por este motivo no se quería exponerlo más. Sin embargo, a juzgar por las fotografías tomadas hace 25 años, no hay cambio alguno notable.—(R. P. Buse.) - » • . ' • •'-. • ' . • x x i • • • , _ . . . - Y *• .• Cuando doña Caridad voivió a su casa se halló con que Rosa había puesto un telegrama al P. Alejo, pidiéndole que sin pérdida de tiempo se pusiese en camino para la Habana, porque, temerosa de que Julián fuese herido y de que ni él ni nadie le hablase una palabra de sa- LA AVALANCHA cramentos, deseaba que el buen anciano le visitase y te hiciese algunas reflexiones acerca del estado de su alma y de lo mucho que debía ocuparse de ir a Dios. Con honda pena supo Rosa la doble entrevista de su madre con Nieves y con Julián. Su corazón crisfano sintió los tormentos de la amargura y del temor, considerando que iba a perderse, quizás para siempre, un alma que le era tan cara, un alma que tenía grandes cualidades en medio de sus defectos, y que, vuelta al buen camino, era capaz de muchas heroicidades y de dar altísima gloria a Dios. ¡Pobre Rosa!... A nadie aborrecía... a nadie culpabaNieves era pira ella objeto de profunda lástima, y en su ardiente celo por los intereses de Jesucristo, sufría cruelmente al considerar la funesta senda por donde corría ciega y desatinada, elevaba fervorosas oraciones por ella y hubiera hecho cualquier sacrificio por verla arrepentida y reconciliada con Dios. Largas y dolorosas fueron las.horas de aquel día para las dos mujeres, porque nada supieron de Julián. A la noche llegó el P. Alejo; don Pedro había salido, y ellas pudieron prepararle para que le desorientase, inventando respuestas evasivas, a fin de decirle que le habían llamado. —¿Y qué hacemos, Padre?—preguntó doña Caridad, más impaciente que Rosa. ¿Cómo evitamos ese duelo? —Pues, no lo sé, amiga mía; nunca me hallé metido en semejantes enredos. Mañana muy temprano diré misa, y luego iré a verle... Dios me inspirará lo que he de hacer. —Rosa, hija mía, anímate, dijo la pobre madre, asustada al ver la palidez de la joven; todo se arreglará con el favor de Dios. —Temo que el P. Alejo haya* llegado tarde. —No lo creas. ¿Por qué piensas eso, Rosa? —Porque conozco el carácter de Julián y creo que habrá querido batirse cuanto antes. — Eso, no. Los duelos requieren ciertas formalidades que él no podrá evitar. Habrá nombrado padrinos; es regular que éstos hayan querido evitar el lance; andarán en esos pasos, y todavía nos darán tiempo de remediarlo. Aunque, mira, hija mía, si he de decir la verdad, creo que voy a sacar poco fruto de mis afanes, porque Julián es orgulloso como un demonio y terco como un mulo Cuando una cosa se le mete entre ceja y ceja no hay quien se la saque de allí. Enfin,confiemos en la bondad de Dios. —¡Sí, esperemos! exclamó con fervoroso acento doña Candad. La Virgen no querrá que sufra semejante dolor la pobre Mariquilla, tan devota suya, tan buena como una paloma, tan suave como un copo de algodón. —Pero, Señor, decía entre tanto el P. Alejo, como hablando consigo mismo. Estos hombres son locos: parece que no tienen sentido común ni cosa que le parezca ¡Batirse! ¡Considerarle caso de honra! ¡Llamarle lance de honor!. El demonio ciega a los que quiere suyos, porque de otra manera habían de conocer la falsedad de todas esas cosas. ¿Cómo no ver de otro modo que contraviene a la ley natural, al derecho divino, porque viola la justicia, envuelve la doble malicia del suicidio y del homicidio, y finalmente, que hasta la razón natural dice a gritos que es una barbaridad matarse por una fruslería, como sucede las más de las veces? —Eso pienso yo, Padre, a pesar de que soy una pobre mujer sin conocimientos y sin estudios; pero me basta saber la Doctrina para comprender que es más fuerte y más grande el que perdona las injurias que el que toma venganza de ellas. —Señora, Jesucristo dice: "Amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os odian; orad por los que os persiguen y calumnian.„ Pero, vaya usted a hablar a los hombres de humildad y de perdón y de amor de Dios... ¡Cómo si les hablasen de cosas irrealizables!... ¿Qué entienden de eso en el picaro mundo, tan pervertido, tan ateo, tan irreconciliable enemigo de Cristo y de su Iglesia? —Como el Catecismo se enseña poco, y se olvida... ^-Siempre lo creen demasiado. ¿Para qué la Doctrina? 261 Con eso no se llenan las arcas, ni se ganan batallas, ni se obtienen títulos ni cruces ni honores; la Doctrina es una antigualla para las gentes del mundo, y se ríen de los Mandamientos como de todo lo que les estorba... La cosa mejor es lo que más halaga. Pensar en Dios es tontería propia de mujercillas, porque hasta éstas se avergüenzan de vestir la librea de Jesucristo, y no tienen empacho de presentarse en los salones con esos indecentes escotes que parecen herencia del paganismo ¡Dios nos valga! Cuando veo todas esas cosas y pienso en la humildad, la pobreza, la castidad y el desprecio de los honores de la tierra que moraban en el corazón de mi Padre San Francisco, me asusto... ¡Por eso fue santo I ¡Por eso tiene altísima gloria en el Cielo!... —¡Qué mundo tan odioso! —Es verdad. ¡Dichosas las almas que huyen de él! Yo te aseguro Rosa, hija mía, que considero una gran merced de Dios el que tu matrimonio se deshiciese, porque tu vocación perdida era. una. espina que. tenía yo atcave-. sada en el corazón. Mira, yo soy viejo; mucho he sufrido, mucho he visto, mucho he meditado en las cosas de esta y de la otra vida; pues bien, cree que si ahora volviese a tener quince años, con el caudal de experiencia que poseo, no querría otra carrera que la de la Iglesia. Fraile sería, como lo soy, aunque no haya aquí conventos; como lo seré hasta que muera. —Cada día, P. Alejo, me parece que Dios me une más a Él. —Asi es, Rosa. No cierres tus oídos ni tu corazón a la gracia, y alfintras de la tormenta vendrá la calma. —¿Quién persuadirá a mi padre? —El que deshizo tu boda: ¡Dios! —¡Es verdad! Y de Él lo espero todo. ¡Tengo tantos deseos de encerrarme tras de las rejas y los muros de, un convento y dar un adiós al siglo! Suspiro por el silencio y la soledad; amo la pobreza y la estrechez, y quisiera ser borrada de la memoria de las gentes para ser más amada de Dios. ¡Ah, cuando pienso que pude perder esta dicha; cuando reflexiono que fui infiel a la gracia y que estuve a dos dedos de labrar mi desventura, bendigo al cielo con todo el fervor de mi alma y renuevo mis promesas de ser suya hasta la eternidad! —¡Pero yo me quedo sin ti, hija de mi corazón! —¿Y si me hubiese casado? .# —Ibas a vivir cerca de mí. —¿Quién es capaz de asegurarlo? Julián es variable como el aire, y no sé lo que hubiera hecho. Por otra parte, ¿cómo había yo de ser feliz si él no me quería como yo lo necesitaba, y yo tampoco podía satisfacer sus exigencias? En el convento me verá usted cuando quiera. —¡Con tal de que seas feliz! —No, doña Caridad; mejor dicho está con tal de que se cumpla la voluntad de Dios. —Es cierto: bendita sea en el tiempo y la eternidad. iCcr;tinaará. BIBLIOGRAFÍA Ejercicios espirituales de NTtra. Sra. de Par í s , por el R. P. Félix, S. j . — Tomo I. El última fin. Un volumen en rústica, 3'50; en tela, 5 péselas.—Librería Religiosa, Avino, 20.'J Todos los que conocen las admirables Conferencias de Nuestra Señora de París, del R. P. Félix, S. J., deseaban que se publicaran en castellano sus no menos admirables Ejercicios, los cuales dio a hombres el mismo Padre y en el mismo templo, con fruto maravilloso. En sus ocho tomos se explanan por manera insuperable las verdades eternas, fundamento de la vida cristiana y moral. Su lectura ofrece no menor provecho a las personas deseosas de su propia santificación que a los predicadores de la divina palabra, que hallarán en estas libros argumentos y formas oratorias de subido valor. Los recomendamos vivamente. LA AVALANUUA 262 O b r a s d e A u r o r a L i s t a , - I . Postales. Un tomo ilustrado, 1*50; encartonado, 2 pesetas. La conocida novelista, colaboradora de LA AVALANCHA, que ha hecho celébreoste seudónimo, tiene todavía varios manuscritos inéditos, de grande amenidad y honesto entretenimiento, tres de los cuales se publican en el presente tomito, a que seguirán, D. m., todas las obras de la insigne escritora. La.Librería Religiosa de Barcelona, fiel a su historia, cree trabajar eficazmente para la difusión de buenas lecturas publicando estos libros, que sería de desear anduviesen en manos de todos los jóvenes, para alejar de ellos tanta novela insulsa e inmoral. Léanla nuestros amigos, que les ha de agradar. #* * Frivolidad y responsabilidad. Conferencias familiares, por el R. P. R. Ruiz Amado, S. J. - Un lindo tomito en rústica, 1*50; encartonado, 2 pesetas. Librería Religiosa, Aviñó, 20. Estas conferencias del ilustre jesuíta P. Ruiz Amado, a quien tanto admiran los lectores de LA AVALANCHA, ofrecen una interesante y espiritual lectura para todo género de personas, pero especialmente para señoras y jóvenes. A los señores sacerdotes pueden servirles de muy útil materia para conferencias sobre la parábola evangélica de los talentos, la cual se explana en este libro con grande actualidad y originalidad. Todas estas obras, que nos complacemos en recomendar, pueden adquirirse en Pamplona en la librería de D.Jesús García, Estafeta,31. t Nuestros amigos difuntos-— Tenemos que comunicar a nuestros lectores la triste noticia del fallecimiento en Lima de nuestro querido paisano el Ilino. Sr. Obispo de Urabamba (Perú) Fr. Ramón Zubieta, de la Orden de Predicadores y natural de Arguedas. Fue este ilustre navarro un Prelado virtuosísimo, de celo verdaderamente apostólico y querido de todos IOB que tuvieron la suerte de conocerle. A sus trabajos y desvelos debemos la casa-noviciado de las Misioneras Dominicas que ee levanta en el Barrio de San Juan, extramuros de esta capital. Descanee en pai el piadoso Obispo navarro y no le olviden en BUS oraciones nuestros amigoB. En Bilbao ha fallecido confortado con los sacramentos, el día 19 del actual, nuestro amigo el ilustrado periodista católico D. Octaviano Mir y Mata, redactor que faó muchos años de <EI Eco de Navarra-. Dirigió también «El Observador de Cádiz», cEl Vizcaíno» y «El Castellano», de Burgos. Actualmente escribía en «El Pueblo Vasco», de Bilbao. Fue un escritor brillante y culto, de arraigadas creencias católicas. Accediendo a nuestra invitación, nos envió para el número de LA AVALANCHA del 6 de julio de 1905, dedicado a San Fermín, un precioso artículo titulado «Mi ofrenda>, y siempre distinguió a nuestra revista con su aprecio. Acompañamos a su estimada familia en el dolor que en estos momentos experimenta, y suplicamos a todos nuestros amigos encomienden en BUS oraciones el alma del finado. R. I. P. Acto edificante.—Lo ee, sin duda alguaa, el realizado por los mozos reclutas de la simpática villa de Cintruónigo al abandonar sus casas para cumplir los sagrados deberes de la patria. El pasado domingo, 13 del corriente, reuniéronse loa veintiséis mocos que componen el cupo correspondiente a eete pueblo en la basílica de ía Purísima Concepción, Patrona del mismo, donue con fervor edificante oyeron misa, confesaron y comulgaron. No contentos con esto, perdonáronse ese mismo día en la casa parroquial, para exponer al seBor cura párroco el deseo que tenían de despedirse de BU Compatrona la Virgen de la Paz, mediante una misa que mandaron celebrar el pasado martes, día de su partida de aquel pueblo, en la que, como lo habían hecho aquel día, recibirían también el PMD de los Angele». El celoso cura párroco, Dr. D. Fermín Catalán, hondamente impresionado al ver el eJificautH rasgo de estos muchachos, leB dirigió palabras de encomiástica alabanza, y aplaudió, como se merecían, tan laudables propósitos. Al despedirlos, entregó a cada uno de ellos una medalla de la Virgen de la Paz, encargándoles encarecidamente Be encomendasen a Ella, especialmente eu los trances de peligro. Los futuros soldados recibieron agradecidos el obsequio de su párroco, al que prometieron cumplir con su encargo, dada la gran devoción que a la Virgen de la Paz profesan todos los hijos de dicha villa. jBien por estos muchachos tan piadosos y tan buenosl ¡Que la Virgen de la Paz los devuelva sanos y salvos a sus caeasl El sucesor del R. P. Esté vez.—Por unanimidad ha sido elegido en Sevilla pur la Junta Central de la «Asociación Nacional de la Buena Prensa», para ocupar et cargo de Vicepresidente general (vacante por fallecimiento del R. P. Estévez), nuestro distinguido compaüero el 8r. Dr. D. Ildefonso Montero, fundador y director de la institución «Ora et Laboia». Cosas de frailes.—Las informaciones de IOB correBpoubalfeB en el teatro de la guerra hablan hace días, con elogio, del franciscano P. Revilla, que arenga en la vanguardia a los legionarios, asiste a los heridos y leB administra loe santos sacramentos bajo una lluvia de balas. ¡Esos frailes, siempre dándose la gran vidal Delicias del bolcheviquismo.—Para dar idea de la espantosa carestía reinaute eu Rusia, dice un periódico, que allá cuesta 4.000 rublos una manzana. ¡Qué atrocidad! Será una manzana de casas. ¿No? ' No vendría mal.—Leemos: - «Con motivo de los aranceles, el comercio cinematográfico de Eaparla está amenazado de muerte.i ¿A que resulta qua no es tan malo el nuevo Arancel como dicen? jPnes poco que ganaríamos gi hubiera dificultades para este negocio corruptor! PAGINAS DE I^A, VIDA lució el mozo! Con todos eus desplanes de super-hombres libres, no eran sino una camarilla de lacayos: lacayos desde el bo iones hasta el redactor jefe. Lacayo hasta el miemo director. Todos encorvados por hambre—hambre de pan, ham- LA AVALANCHA bre de concapisceneiaa, hambre de «epatar»—ante el supremo mortal negociante, amo, ¡aspirador del periódico. ^Y como el lema de este negrero de la prensa era «ni Dios ai amo»—¡ana novedadl — ana esclavos, aduladores y bajunos, se encargaban de acotar la resobada fraae y de extraerle todaa la? consecuencias imaginables y ja* máa imaginadas, en las columnas del diario. No Qiy que decir cómo saldrían de oro y de azul la Iglesia, la familia, ia autoridad, la Patria... La verdad e3 que aquello3 pobres chicos de la redacción—chicos de quince a cincuenta años—trabajaban como flera3. ¿Como fieras? No; comí pájaros inmundo*, o r n caervo3, o a la obsesión rabiosa de la carne da cuca. Porque, ocurriera lo qua osurriera, "aunque hubiera que dadicar grandes espacios a sucesos diversos, aunque se hicieran obligadas campadas en favor de los presos políticas o en pro de los sindicalistas, o contra la guerra, o contra las disposiciones de un ministro, siempre, siempre, sin faltar en un número, se venía a parar al mismo tema, a la ignorancia del clero, a la perfidia de la Iglesia, a la rapacidad de los conventos. |C)8is nuevas tambiónl ¿Por qué, a través de todos loa progreíoi y de la aacendenta depuración da las i leas, ha de habar siempre vulgo, legióa enomi3 de ciegia y viciados, qus jimás 86 sacia de calumnias y chismes? ¿Y por qué psraeveran en sa inúlil labor da destrucción los jornaleros del engaño y del odio? Todas los días el parió lico apiréela o n granies títulos: «La campaña de Malilla ea antipopular...» «A la guerra no van los hijoa di Io3 ricos...» iBl cipifcalÍ3mi agotará Ia3 energías y la singre de la nación...» Sin faltar la salsa cmsabiia: «Ua seminarista desertor...?» «¿QJÓ hia hecha ea África loa frailes...?i «Los curas siguen diciendo misa en Eípitta...» Y este último tema, de los curas ociosos e indiferentes ante la grao tragedia de la Patria, era el prsfarid), el bardad), el glosado en todos los toaos y hasU en ritma j — A ver, tú, inventa algo para llenar e9ta me lia columna, dijo el relactor jefa a un pabre diablo. —¡Hombre, no me ravieate ustsi, qas lleva tnshis cuatro secciones yal —Pues, otra tnái y ya puedes marcharte. —Sí, al Gjbieruo, qua ma ha eacarg»!) Sairez qus se lo hiciera hoy. —No le hagas caso... No ocurrirá allí nada... Auda, hai lo que te digo; dos coplas; uaa falla; cualquier casa, que esperan en las máquinas. El periodista siervo se rascó la cabeza, Hó aa pitillo, suspiró chulamente, y ae dispuso a obedecer. ¿Dd qué las antipáticas cuartillas? Fumando y cavilando se pasó dos minutos, —Hombre, sí, muy bien—3e habló a sí mismo,—como no esté ajustada la primera página, me parece que les coloco el fondo. Y escribió el título entre do3 interrogantes cuidadosamente dibujados: «¿Cómo uo contribuye el clero a la campana?» Y debajo: cNo da pesetas, pero ofrece oraciones.» Y después... Después venia el artículo insidioso, malo, calumnia* dor, con ejemplos supuestos, con citas truncadas de pastorales, con fábulas aviesas, con enfados de supina ignorancia. Ante la acometividad febril de la pluma del mozo, le interrogaba, asombrado, su jefe: —¿Hace usted versos? Y el otro, sin alzar la cabeza, arrastrado por su alu- 263 vión de ideas, sin dejar de escribir, le respondía medio en broma medio en veras: —¡Sí versos, sil... Se empeñó usted eu encajarme un relleno, y tns está saliendo un artículo precioso. A la noche siguiente, un cura—¡un cura!—se aventuraba a penetrar redacción adelante. Un procaz botoacillos le salió al paso. —¿Qué querrá este tío? Pronto lo aupo. —¿El señor director? —No está. —¿El señor red actor-jefe? —No está. —¿Algún redactor? —No só Voy a ver Sólo estaba Rosillo, el pobre diablo que pergeñó el artículo precioso. —¿Un cura? Que paie. Pasó. —¿Teñirá usted U bondad de prestarme atención unos momentos? —Usted dirá. . . Ni le ofreció una silla. E! sacerdote, viejo ya, venerable, con voz débil al principio, con enérgico acento a medida qua avanzaba, habló: —Ei nú ñero de hoy trae un suelto lleao de insidias y falso a todaa luces «¿Cómo contribuye el clero a la campaña?* ¿No lo saben U3tedes? ¿de verdad no lo saben? ¡Sí qus lo saben, puesto qua, coma periodistas, tienen que leer prensa y enterarse da todo Alemas que, coa milicia manifiesta, el autor baraja a su capricho citas de pastorales Y a propósito, ¿quién es el autor da esa arco de puente, de esa maravilla de exposición y de razonamientos? —No sé quién debió ser —murmuró súbitamente acobardado. —Puesbien, yo, uno de ese clero calumniado por el señor que ha escrito ese artículo, ma aiento aludido, me considero ofendido y vengo a rogar no a exigir que rectifiquen Límenlo que no 63té el señor director Digai ustedes que el clero contribuye a la campaña con un día de habar, la mayor parte, y en algunas diócesis, como en la de Zaragoza, menaualmente Que muchos obispos han iniciado suscripciones, encabezadas por ellos mismos ion cantidades notable; y eagro3idas por sus pobres ciras Qae mucho3 seminaristas y sacerdotes está a en filas como simples soldados..... Qie no pocos han dado ya su sangre por la patria |9i lo sabré yo! Eí hijo de uaa infeliz hermana mía, en vísperas de ordenarse de misa, tuvo que incorporarse al ejército y fue muerto en la batalla de Sebt Ustedes, sanares míos, tan celosos, tan patriotas, ¿qué tributo de peseta3 o de sangre ofrecen bny a España? L\ Iglesia reza por los combatientes y por IOÍ muertos, y a la vaz, no lo olviden1 ustedes, ea generosa, largamente generosa en sacrificios que jamás conocerán ustedes porque, en las voluntarias tinieblas eu que anidan, no pueden ni siquiera vislumbrar tanta IUÍ Adióa, aeñír; espero la rectificación Iafórmanse ustedes más y lean mejor las pastorales. Eí amigo Rosillo se quedó de una pieza. —jQuél ¿uo haca usted nada eata noche?—le preguntó el redactor-jefe. —Lo ha h3cho ya soaiedad, tribunales y sport. —Hombre, un f jndito como el de hoy Sé que ha gustado mucho. —¿De veras? Paas que repita otro la suerte, porqna lo que ea yo J. L E BRUN. PAMPLONA.—Imprenta Librería y Centro de suscripciones de Jesús García, calle de la Estafeta, número 31 LA AVALANCHA 264 RELOJERÍA Y ÓPTICA CAÍA BE AHOEHOS DE "LA VASC051A,, CASA ARRILLAQA Fundada en 183O En eBta casa Be venden anteojos de cristal de roca periscópicos y las demás claBee que prescriben loe señoree oculistas. Zapatería, 50, PAMPLONA TELÉFONO 36¿ Vinos especiales para enfermos y convalecientes ELABORADOS LOS AÑ03 188S Y 89 AceitesfitiOBde oliva y epperiflles para toda ciase de lamparte. Vinos garantizados para consagrar. Para pedidos y demás dirigirse al almacén de sef i'es de D. Agapito Peralta, S. Miguel, 22, Pamplona. SUCHAS METÁLICAS O • r—1 LA VASCONIA, Sociedad anónima de Banca y Crédito, ha im- í-l plantado en su Caja de Ahorros las huchas metálicas que tanto éxito lian alcanzado en el extranjero O y en varias provincias de España, con cuyo sielema se fomenta la virtud del ahorro que tantos beneficios proporciona a] que la practica. 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