¿Cuántos orígenes de la vida - SILADIN Oriente

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LECTURAS DE BIO-II, 1ª UNIDAD.
¿Cuántos orígenes de la vida?
En 1961 Frank Drake formuló una ecuación que estima con cuantas civilizaciones inteligentes
podemos entrar en contacto en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Esta ecuación, conocida hoy en día
como la ecuación de Drake, separa el cálculo de este número en pasos, un poco como si se
tratara de una receta: primero hay que estimar cuantas estrellas nacen en la Vía Láctea cada año,
luego en qué fracción de éstas se forman planetas a su alrededor y cuantos planetas se forman
por estrella, qué fracción de estos son propicios para la vida, en qué fracción de los planetas
propicios se da la formación de la vida, en qué fracción de ellos se da vida inteligente, qué fracción
de estas civilizaciones inteligentes desarrollan comunicación interestelar mediante ondas de radio
y, finalmente, cuánto tiempo sobrevive una civilización inteligente. Si uno sabe calcular todos estos
factores, puede calcular cuantas civilizaciones inteligentes son potencialmente detectables entre
los cientos de miles de millones de estrellas de la Vía Láctea.
En artículos anteriores vimos que pocos de estos factores pueden estimarse, aunque sea
burdamente. Por ejemplo, sabemos que en nuestra galaxia nace aproximadamente una estrella al
año. Más incierta es la fracción de estrellas que tienen planetas. De acuerdo a las últimas
observaciones su valor puede ser del 5%, pero es posible que cuando se tengan mejores
telescopios dicho valor se incremente al 50% o incluso al 100%. Aun cuando ha habido progreso
recientemente, también es incierto cuántos planetas puede haber con condiciones adecuadas
para el origen de la vida. En el sistema solar tanto Marte como Europa, una de las lunas galileanas
de Júpiter, son considerados actualmente como sitios donde pudieron haber tenido lugar procesos
biológicos tempranos, haciendo tres posibles "Tierras" de acuerdo a la ecuación de Drake. Sin
embargo, las observaciones que se han realizadas hasta ahora muestran que esta conclusión
puede ser prematura y particular al sistema solar, ya que ninguno de los planetas extrasolares
descubiertos hasta la fecha parece tener condiciones adecuadas para la vida.
Supongamos que sabemos cuantos planetas propicios para la vida se forman en la Vía Láctea. La
siguiente pregunta planteada por la ecuación de Drake es ¿cuantos orígenes hay para la vida? O,
dicho de otra manera, ¿cuál es la probabilidad de que efectivamente se forme la vida dadas las
condiciones propicias para ello? Hay indicios que hacen pensar que esta probabilidad es muy
cercana a uno. En meteoritos, así como en el gas y polvo interestelares, se han descubiertos
componentes básicos de la vida como son hidrocarbonos orgánicos complejos e incluso
aminoácidos. De hecho se han encontrado una mayor cantidad de aminoácidos en el medio
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Área de Ciencias Experimentales.
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interestelar que en la biosfera terrestre. Al parecer los componentes básicos para la vida se
forman incluso en condiciones tan poco favorables como las del espacio interestelar. Más
interesante aun es el reciente descubrimiento de que los microorganismos aparecieron sobre la
Tierra muy poco tiempo después de los devastadores impactos de meteoritos que se dieron
durante la formación de los planetas. Independientemente de si puede formarse in situ, es posible
que los componentes básicos para la formación de la vida lleguen pronta y directamente del
espacio exterior.
La formación de la vida parece ser un proceso más robusto de lo que creíamos. En las últimas
décadas nos hemos percatado de la existencia de vida en cualquier entorno con agua en nuestro
planeta, sin importar las condiciones. En ambientes donde imperan condiciones previamente
consideradas como obstáculos físicos y químicos para la sobrevivencia de microbios, se ha visto
la proliferación de organismos que han sido denominados "extremófilos". Un ejemplo es el
Sulfalobus acidocaldarius que vive en agua con muy alta acidez (pH igual a 3) y a temperaturas de
80 grados centígrados. En el parque de Yellowstone, Estados Unidos, se da el Thermocrinis ruber,
organismo que vive en agua altamente alcalina (pH mayor que 8) a temperaturas de 83 grados
centígrados. Se han encontrado incluso organismos como el Pyrolobus Fumarii, capaces de crecer
a temperaturas por encima de los 100 grados centígrados. En el extremo opuesto, aunque
muchos organismos pueden preservarse en nitrógeno líquido (a -196 grados), el record de baja
temperatura para un organismo activo es de -18 grados. Se han encontrado también organismos
capaces de resistir niveles extremos de radiación, de presión atmosférica, acidez o alcalinidad,
salinidad, o falta de oxígeno. No sabemos como lo logran, pero los extremófilos son capaces de
vivir en las condiciones mas adversas, con una sola necesidad común: el agua.
Es factible que la vida se dé siempre, dadas las condiciones propicias. El agua parece ser un
ingrediente suficiente e incluso podría no ser necesario, ya que se ha especulado sobre la
posibilidad de vida basada en substancias como el metano. Para avanzar aun mas en la ecuación
de Drake, habría que encontrar cuál es la probabilidad de que al darse la vida esta dé lugar a vida
inteligente, civilizaciones con la capacidad (y voluntad) de buscar la comunicación interestelar. Y,
llegando a ese punto, faltaría conocer la última incógnita, el saber cuanto tiempo sobrevive una
civilización inteligente: ¿habrá forma de saberlo?
Esperanza Carrasco Licea & Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 12 de junio del 2001. Escríbenos: bec@inaoep.mx
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