Neumonía asociada a ventilación mecánica NEUMONÍA ASOCIADA A VENTILACIÓN MECÁNICA Dra. Sabrina Da Re Gutierrez Resumen: Las neumonías asociadas a ventilación mecánica (NAV) son la causa más frecuente de infección en las UTI y llevan la mayor mortalidad entre las infecciones asociadas a servicios de salud (IASS). La alteración de la flora normal con adquisición de patógenos nosocomiales y la disrupción de los mecanismos de defensa del huésped rompen el equilibrio normal entre la flora bacteriana y el sistema de defensa del huésped colocando al paciente bajo riesgo de desarrollar una NAV. El factor principal de riesgo es la presencia física del tubo endotraqueal al que se unen otros factores intrínsecos y extrínsecos. El diagnóstico clínico de la NAV es problemático por lo que se requiere estudios radiológicos y cultivos, preferentemente cuantitativos. Los cultivos incluyen aspirados endotraqueales, lavados o cepillados broncoalveolares. La NAV requiere intervención antimicrobiana rápida. El tratamiento inicial debe basarse en información local obtenida por medio de la vigilancia epidemiológica. El tratamiento de amplio espectro debe simplificarse en base a los resultados de los cultivos. La duración de tratamiento debe ser tan corta como posible de acuerdo a la respuesta clínica. Los métodos preventivos se basan en: educación, vigilancia de la infección, interrupción de la cadena de transmisión de patógenos y la modificación de los factores de riesgo del huésped. Se detallan las recomendaciones para prevenir las NAV. Palabras claves: Prevención de neumonías asociadas a ventilador. Dra. Sabrina Da Re Gutierrez daresabrina@tiscali.it 327 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud INTRODUCIÓN La neumonía asociada al ventilador (NAV) es la principal complicación que se observa entre los pacientes ventilados y es la infección asociada a servicios de salud (IASS) más común en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI). El desarrollo de la NAV prolonga la estadía en las UTI y se asocia a un aumento significativo de los costos hospitalarios. La incidencia de NAV varía de acuerdo al lugar geográfico y a la población estudiada. En los EE.UU. los datos del NNIS varían entre 5,8 casos por 1000 días/VM en pacientes pediátricos hasta 24,1 casos por 1000 días/VM en pacientes quemados. En Europa se citan tasas promedio de 20% a 25% es decir uno de cada cinco a cuatro pacientes con VM desarrolla NAV. En España el riesgo acumulado de NAV es de 14,8 casos por 1000 días/VM. (Estudio Nacional de Vigilancia de Infección Nosocomial en UCI (ENVIN-UCI). Este riesgo disminuye en función del tiempo siendo de 3% por día durante la primera, 2% por día durante la segunda y 1% a partir de la tercera semana, respectivamente. Así el riesgo de desarrollar una NAV se estima en 1,2% durante la 1ª semana, en 10,7% dentro de la 2ª semana y en 13,5% en la 3ª semana. La adquisición de la NAV alarga la estancia en las UTI hasta un 4.3 días más respecto a los que no la desarrollan. En los EE.UU. se estiman entre 3 a 7 episodios de NAV por cada 1000 hospitalizaciones. La NAV causa entre 13-18% de los episodios de IASS y tiene la tasa más elevada de mortalidad por IASS. El riesgo de mortalidad asociada a NAV se estima entre 20 a 50%. Sin embargo, los datos sobre la mortalidad directamente atribuible a NAV no son claros. Algunos expertos indican que la mortalidad directamente atribuible a la NAV es de 33%, mientras otros indican que la NAV no aumenta la mortalidad cuando se excluyen los otros factores de riesgo predictivos de mortalidad. Un factor adicional es la reciente aparición y difusión rápida de bacterias multiresistentes en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI). Este último factor complica enormemente el tratamiento de los pacientes con NAV. Por tanto, la prevención, un mejor diagnóstico y una adecuada utilización de estrategias terapéuticas antimicrobianas concretas basadas en la estratificación de los pacientes y el conocimiento de la flora hospitalaria local son medidas fundamentales para su prevención. DEFINICIÓN Es una neumonía nosocomial que se presenta 48-72 horas después de que el paciente es sometido a la intubación endotraqueal y ventilación mecánica (VM) y 328 Neumonía asociada a ventilación mecánica que no estaba presente ni en periodo de incubación en el momento del ingreso, o que es diagnosticada en las 72 horas siguientes a la extubación y retirada de la VM. CLASIFICACIÓN Puede clasificarse en: Neumonía de inicio temprano. Empieza antes de los cuatro días de intubación y conexión a ventilación mecánica. La NAV que se inicia después de 48-72 horas de la intubación resulta a menudo de la aspiración de la flora orofaríngea normal durante el proceso de intubación por lo que se observan gérmenes sensibles a los antibióticos comunes. Cerca del 52% de los casos de NAV son de inicio precoz. Neumonía de inicio tardío≠. Iniciada luego de los cuatro días de intubación y conexión a ventilación mecánica. Asociada con gérmenes multiresistentes, como S. aureus resistente a la meticilina, enterobacterias, Acinetobacter baumannii y P. aeruginosa y. El 48% de los casos de NAV son de inicio tardío. ETIOPATOGENIA El pulmón está protegido del proceso infeccioso por el reflejo de tos, el sistema mucociliar, la inmunidad humoral (IgA), y por agentes antimicrobianos no inmunes de la saliva. El enlentecimiento del epitelio ciliar producido por la inflamación traqueal y bronquial favorece la colonización por P aeruginosa. La presencia de tubo orotraqueal incrementa la degradación de IgA beneficiando la colonización por agentes Gram negativos, pero además puede convertir el epitelio ciliar en epitelio no ciliar y favorecer la reproducción de P aeruginosa. La gravedad de la respuesta producida por la infección pulmonar obedece a la virulencia del agente microbiano, al sistema inmunológico del huésped y al tipo de inoculo. Si bien existen mecanismo de defensa que protegen al pulmón del proceso infeccioso, cuando los microorganismos ingresan al alvéolo se inicia una serie de respuestas que incluyen fagocitosis, destrucción del microorganismo, activación de macrófagos y linfocitos, reacción inflamatoria e inmunológica. En los enfermos ventilados la vía de infección más frecuente es endógena. Ocurre a través de la contaminación de la superficie externa del tubo traqueal, 329 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud debido a una presión inadecuada del balón de aislamiento de la vía aérea. Esto permite aspiraciones repetidas de exudado orofaringeo incluyendo la flora endógena, primaria o secundaria, del paciente. Una vez intubados, prácticamente todos los pacientes desarrollan aspiraciones de contenido orofaríngeo. El balón de seguridad del tubo orotraqueal de baja presión, a una presión menor de 30 cmH2O (20 mmHg) puede producir un adecuado cerrado y un menor daño de la mucosa traqueal, si embargo presiones inferiores a 20 mmHg pueden producir acumulo de secreciones en el espacio subglótico. Existen otras fuentes que sirven como reservorio para la infección pulmonar, éstas son la cavidad gástrica, la orofaringe, los senos paranasales y la tráquea. Pero el factor más importante es la aspiración de secreciones colonizadas por gérmenes Gram negativos de la orofaringe. En las primeras 48 horas de ingreso hospitalario, hasta el 75% de los enfermos críticos están colonizados por flora nosocomial, esto debido a los cambios en adhesinas bacterianas o receptores superficiales del huésped, y a las defensas del huésped. La reducción de fibronectina salival en estos enfermos producido por gérmenes como S. aureus, Clostridium spp, Pseudomonas aeruginosa y Bacteroides spp imposibilita la adhesión de cocos Gram positivos y facilita la de los bacilos Gram negativos entéricos, cambiando así la flora del huésped normal. La vía exógena, supone la colonización directa de los bronquios inferiores, por intermedio del lumen del tubo traqueal, desde un medio exterior al paciente. Esto ocurre a partir de reservorios externos (respiradores, aerosoles, humidificadores), manipulaciones (aspiración de secreciones) y técnicas invasivas (broncoscopia, intubación). Esta vía solía ser muy importante pero su importancia ha disminuido en las últimas décadas, gracias a una mejor utilización de los procedimientos de esterilización y desinfección de los aparatos mecánicos empleados, así como a una mejor aplicación de las técnicas utilizadas para el cuidado de la vía aérea. Sin embargo, puede ser una fuente importante de infección en aquellas instituciones que descuidan o desconocen la importancia de tales pasos preventivos. También se ha descrito el fenómeno de translocación bacteriana como otra vía de colonización de los alvéolos pulmonares. En este caso los patógenos atraviesan la mucosa intestinal (facilitado por isquemia, malnutrición, traumatismos, úlceras) y son origen de bacteriemias que permiten la llegada de los microorganismos al pulmón. Esta vía se ha propuesto en paciente inmunodeprimidos, oncológicos y grandes quemados, aunque no existen 330 Neumonía asociada a ventilación mecánica estudios comparativos que la demuestren. Igualmente se ha estudiado el efecto de la colonización bacteriana del estómago y de la primera porción del duodeno que normalmente son casi completamente estériles. Estas regiones se ven colonizadas a causa de alteraciones en el pH del estomago causadas por la enfermedad, el uso de soluciones enterales de nutrición, medicamentos o el efecto del uso de antiácidos o de supresores del ácido estomacal y son un reservorio para causar reflujo e infección. Basándose en los mecanismos de patogénesis el control de las NAV se basa en tres objetivos: la educación del personal sanitario, la interrupción de la transmisión de microorganismos y la modificación de los factores de riesgo del paciente. FACTORES DE RIESGO El principal factor de riesgo para el desarrollo de NAV es la intubación. Este procedimiento aumenta el riesgo de neumonía entre 6 a 21 veces comparado con un paciente no-intubado. Los análisis multivariados de regresión logística también han identificado otros factores de riesgo para desarrollar NAV. Tabla 1. Factores de riesgo intrínsecos para la NAV Edad extrema (> 65 años) Grandes quemados Gravedad de la enfermedad Obesidad: 12,6% Enfermedad cardiovascular crónica: 9,2% Hipoproteinemia: 32,4% Enfermedad respiratoria crónica: 16,6% FMO, Shock, Acidosis intragástrica Síndrome Distress Respiratorio Agudo Diabetes: 8,5% Alcoholismo: 19,6% Cirugía Maxilofacial y ORL Tabaquismo: 39,1% Neurocirugía Corticoterapia e Inmunosupresores: 28,7% Coma/Trastornos de conciencia: 65,7% Enf. caquectizantes (malignas, cirrosis, renales, etc.): 6.7% Cirugía: 32,4%; torácica y de abdomen Superior Infección vías respiratorias bajas: 15,2% TCE / Politraumatismos Broncoaspiración: 11,9% Modificado de E. Maraví-Poma et al ANALES Sis San Navarra 2000, Vol. 23, Suplemento 2 331 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Tabla 2. Factores de riesgo extrínsecos para la NAV Relacionadas a la VM y accesorios Relacionadas al manejo del paciente en la UTI Ventilación mecánica(VM) Nutrición enteral Duración de la VM Posición decúbito supino Presión de taponamiento del balón Broncoaspiración del tubo >20cm H2O Reintubación o autoextubación Antiácidos o Inhibidores H2 Cambios de los circuitos de VM en Relajantes musculares intervalos menor 48 horas Traqueostomía Antibióticos previos Ausencia de aspiración subglótica Transporte fuera de la UTI Cabeza en decúbito supino (>30º) en Presencia de monitorización de la PIC las primeras 24 horas de la VM Instrumentalización de vías respiratorias Sondaje nasogástrica Tratamiento barbitúrico Otoño o invierno Broncoscopia Intubación urgente después de un traumatismo Modificado de E. Maraví-Poma et al ANALES Sis San Navarra 2000, Vol. 23, Suplemento 2 Se reconocen como factores intrínsecos o dependientes del enfermo a la edad, gravedad de la enfermedad de base, tipo de cirugía, traumatismo, o presencia de enfermedad respiratoria crónica, así como a las alteraciones del nivel de conciencia o condiciones que alteran el reflejo de deglución y predisponen a la aspiración del contenido gástrico. Se dividen a los factores extrínsecos en dos grupos: 1) aquellos relacionados a la intubación, la VM y sus accesorios. y 2) aquellos relacionados al manejo del paciente en la UTI. Entre los primeros la intubación y VM el por períodos superiores a 24 horas son los más importantes. En un segundo término se encuentran los tratamientos contra la acidez estomacal (profilaxis de la hemorragia digestiva) y los antibióticos (que sustituyen la flora normal con patógenos más resistentes). Se reconoce que, al llegar a la UTI, el 50% de los pacientes ya se encuentran colonizados por el germen que más tarde les provocará la NAV. Esto implica que son pacientes con enfermedades severas que 332 Neumonía asociada a ventilación mecánica los predispusieron a verse colonizados por la flora hospitalaria antes de llegar a la UTI o que recibieron previo tratamiento antimicrobiano lo que facilitó la adquisición de la flora hospitalaria. El análisis de los factores de riesgo muestra dos eventos esenciales: 1) la colonización bacteriana, y 2) la alteración de las barreras de defensa de los pulmones. Cualquier actividad que favorezca tales eventos aumenta el riesgo de desarrollar una NAV al romper el balance entre las bacterias y las defensas del huésped. Se destacan la duración de la estancia en la UTI y los diferentes procedimientos invasivos de las vías respiratorias altas (endoscopías de las vías respiratorias y gastroesofágicas, la intubación oro y/o nasotraqueal y las sondas nasogástricas permanentes) que alteran los primeros mecanismos de defensa del aparato respiratorio. CLÍNICA En la neumonía se presenta: • Fiebre > 38ºC o hipotermia • Leucocitosis o leucopenia • Secreciones traqueobronquiales purulentas • Infiltrado pulmonar nuevo o progresivo en la radiografía de tórax • Deterioro de la oxigenación pulmonar (>15% de disminución de la relación PaO2/FiO2) • Taquicardia DIAGNÓSTICO Se sospecha NAV en todo paciente con VM que desarrolla nuevos infiltrados pulmonares, con fiebre, leucocitosis y esputo purulento. Signos adicionales incluyen aumentos en la tasa respiratoria y en la ventilación minuto, disminución en el volumen tidal, disminución en la saturación del oxigeno o la necesidad de aumentar el grado de soporte del ventilador. Sin embargo, el diagnóstico puntual de NAV sigue siendo un problema puesto que las características citadas no siempre son fiables en el enfermo crítico sometido a ventilación mecánica. La taquicardia, leucocitosis y fiebre, pueden resultar de una respuesta inflamatoria causada por quemaduras, pancreatitis, trauma, etc. La presencia de infiltrados en la radiografía pueden ser debidos a hemorragia, contusión o edema pulmonar, y el esputo purulento a traqueobronquitis. 333 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Por estas razones es siempre necesario considerar en el diagnóstico diferencial las siguientes condiciones: neumonía por aspiración química (sin infección), atelectasis, embolia pulmonar, hemorragia, SDRA, contusión pulmonar, tumor infiltrativo, neumonitis secundaria a radiación, reacción a un fármaco, o bronquiolitis obliterante. Para diagnosticar NAV se requiere estudios radiográficos y cultivos puesto que las características clínicas no son suficientes para establecer el diagnóstico. Todo paciente debe tener como mínimo una radiografía del tórax con demostradas anormalidades. Sin embargo, se debe tener en cuenta que aun en pacientes con radiografías anormales y cuadro clínico compatible con NAV solo el 43% de ellos mostraron que las anormalidades radiológicas se debían a la presencia de neumonía cuando se hizo el examen de postmortem. Para completar la evaluación todo paciente con sospecha de NAV debe tener cultivos del tracto respiratorio inferior. Existen diversas modalidades para obtener las muestras incluyendo técnicas con visualización por broncoscopio y técnicas ciegas. Las técnicas por broncoscopio incluyen: el lavado broncoalveolar y el cepillado protegido. Lavado broncoalveolar: para realizar ésta técnica se administra 130-150ml de solución fisiológica estéril, en alícuotas de 20ml, a través de un broncoscopio, se procede a aspirar la solución administrada y a enviar la muestra a cultivo. Se considera un umbral positivo con 10 4 Ufc/ml. Este método reporta una sensibilidad del 73% y especificidad del 82%. Cepillado broncoalveolar: introducido por Wiberly et en 1979, para conseguir gérmenes de la vía aérea inferior evitando la contaminación de patógenos del tubo o traqueales. Se realiza avanzando el cepillo por un catéter doble lumen bajo visión directa, en el lugar elegido se procede a cepillado de la zona y se retira el catéter protegiendo el cepillo. 10 3 Ufc/ml es el umbral considerado positivo. La sensibilidad es del 89% y especificidad del 94%. Las técnicas ciegas incluyen la aspiración traqueobronquial y el minilavado broncoalveolar. En la primera se avanza un catéter a través del tubo endotraqueal hasta encontrar resistencia y se aplica succión para obtener la muestra. En el mini-lavado broncoalveolar se avanza un catéter a través del tubo traqueal hasta que se acuñe en la vía aérea distal, la cánula interna se avanza más allá de su envoltura protectora y posterior a administrar 100ml de solución salina se procede a la aspiración. Estas técnicas no requieren un médico por lo que son más fáciles de efectuar y de menor costo. 334 Neumonía asociada a ventilación mecánica Se han comparado las técnicas con y sin broncoscopio. El consenso actual es que las muestras obtenidas por broncoscopio no modifican la mortalidad, tiempo de VM, tiempo de estadía en la UTI o el tiempo de estadía en el hospital. Permiten sin embargo, simplificar el tratamiento antimicrobiano o de-escalar el tratamiento antimicrobiano en forma más rápida al brindar información microbiológica más confiable. Los cultivos cuantitativos ayudan a diagnosticar la NAV. Se utilizan los siguientes umbrales de positividad: 104 Ufc/ml para lavado broncoalevolar, 103 Ufc/ml para cepillado broncoalveolar y 106 Ufc/ml para la aspiración traqueobronquial. Algunos autores han sugerido disminuir dichos umbrales por un factor de 10 para disminuir las tasas de pruebas falso-negativas. Por lo general, la especificidad es mayor cuando se obtienen las muestras por broncoscopio. Sin embargo, la sensitividad es mayor para la aspiración traqueobronqueal, que para el lavado broncoalevolar, que para el mini-lavado broncoalevolar, que para el cepillado broncoalevolar. También se pueden utilizar cultivos semicuantitativos en muestras con o sin broncoscopio. Se reportan como crecimiento elevado, mediano, ligero o sin crecimiento. Considerándose los crecimientos elevado y mediano como indicadores de infección. Comparados con los cultivos cuantitativos los semicuantitativos son menos específicos y se prestan a sobre- interpretación lo que puede resultar en tratamientos antimicrobianos innecesarios. Se han ensayado otras modalidades de diagnóstico tales el CPIS (Clinical Pneumonia Infection Score) que combina datos clínicos, fisiológicos, microbiológicos en un valor numérico. Si este es mayor de seis se considera la presencia de NAV. Sin embargo, esta modalidad sólo ha mostrado sensibilidad de 60% y especificidad de 59%, respectivamente. Otras técnicas incluyen la proteína C reactiva, la expresión de los receptores en las células Trem-1, los cultivos de biopsia y los hemocultivos. Ninguno de ellos ha ganado acepción puesto que tienen limitaciones. El estudio de P. Póvoa et al, valoró la proteína C reactiva como marcador de la resolución de la NAV. Se tomó en cuenta el número de glóbulos blancos, la proteína C reactiva, y la temperatura corporal. El estudio concluyó en la disminución del valor de proteína C reactiva posterior al inicio de antibióticos en enfermos con NAV, pero a partir del cuarto día los resultados eran poco útiles. El receptor expresado en las células mieloide (Trem-1) es un método de tipo inmunológico, es expresado por los neutrófilos en contacto con los tejidos 335 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud infectados. Gibot et al, en un estudio con 148 enfermos portadores de NAV demostraron la presencia de Trem-1 en el lavado broncoalveolar logrando una sensibilidad del 98% y especificidad del 90% para diagnosticar NAV El hemocultivo es de baja sensibilidad para aislar en germen causante de NAV, pero es de utilidad en pacientes sépticos TRATAMIENTO El objetivo de la terapia antimicrobiana inicial, es iniciar de forma precoz la cobertura antibiótica para los posibles gérmenes causantes de NAV, por el contrario el inicio de la terapia antimicrobiana de forma tardía aumenta la mortalidad de los enfermos. Un paso esencial en la selección antimicrobiana adecuada es la de obtener cultivos antes de iniciar tratamiento. De otra manera el tratamiento se vuelve completamente empírico lo que produce presión selectiva sobre el medio ambiente y favorece el desarrollo de cepas multiresistentes que se vuelven endémicas en la UTI; esto complica el tratamiento de futuros pacientes. La selección del antimicrobiano inicial debe basarse en datos locales sobre la flora predominante en la UTI. Es importante que cada hospital cree guías de tratamiento inicial basadas en la información local sobre los patógenos observados con mayor frecuencia y sus patrones de susceptibilidad. Al crear dichas guías se dividen a los pacientes según el riesgo de que se hallen enfermos por organismos usuales versus organismos multiresistentes. No hay sustituto a la información local sobre las tasas de multiresistencia y la frecuencia de los tipos de patógenos observados. Tal información es parte del trabajo conjunto del laboratorio de bacteriología clínica y del Comité de Control de IASS. Por lo general, se recomienda tratamiento de amplio espectro en forma inicial. A las 48-72 horas se valora el resultado microbiológico, la resolución fiebre y la hipoxemia. En ese momento se puede parar el tratamiento si el diagnóstico no fue confirmado o se puede simplificar el tratamiento en base a los resultados de los cultivos para evitar el uso prolongado de antimicrobianos de amplio espectro o de combinaciones de antimicrobianos cuando un solo antimicrobiano podría ser suficiente. En cuanto a la duración de tratamiento diferentes estudios reportan que ocho días de tratamiento antimicrobiano equivale a 15 días, limitando de esta manera el aumento de organismos multiresistentes. Tal decisión debe basarse en la evolución clínica. 336 Neumonía asociada a ventilación mecánica El antimicrobiano inicial puede ser una cefalosporina de tercera generación, por cubrir los gérmenes de la comunidad y ciertas enterobacterias y S. aureus susceptible a la meticilina. El S. aureus meticilino-resistente debe ser cubierto con vancomicina. El linezolid es de uso preferente a la vancomicina para la NAV por SAMR pero no aun no se lo ha introducido en todos los países. La P. aeruginosa muy frecuentemente coloniza las secreciones endotraqueales por su facilidad de sobrevivir en medios húmedos. Tal colonización no requiere tratamiento y no se puede eliminar hasta que se retire el tubo endotraqueal. Sin embargo, si el cuadro clínico hace sospechar el desarrollo de NAV por P. aeruginosa en pacientes con factores de riesgo (por ejemplo pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica u hospitalizaciones con una semana previa) se requiere tratamiento antipseudomonal. Las posibilidades incluyen piperacilina/tazobactam, ciprofloxacino, ceftazidima o cefepima. Algunos autores sugieren combinaciones de betalactámicos con ciprofloxacino o con aminoglucósidos para pacientes con enfermedad severa. Se debe recordar que la penetración de los aminoglucósidos a las secreciones alveolares es muy pobre, razón por la cual se los emplea sólo cuando se trata de obtener sinergia con un betalactámico. El imipenem y el meropenem no deben considerarse como fármacos anti-pseudomonales primarios aunque poseen cierta actividad antipseudomonal. Su uso indiscriminado trae el riesgo de selección de cepas multiresistentes o totalmente resistentes a los antimicrobianos. Se describen con mayor frecuencia cepas de P. aeruginosa totalmente resistentes a los antimicrobianos. El Acinetobacter baumannii se ha convertido en un patógeno más frecuente en infecciones en UTI. Si tal problema se documenta en base a información local el antimicrobiano inicial puede ser imipenem o meropenem. Se ha descrito múltiples brotes de Acinetobacter baumannii resistente a todos los antimicrobianos incluyendo al imipenem; razón por la cual debe utilizarse los carbapenems en forma muy juiciosa. PREVENCIÓN Para la prevención de la NAV se requiere de un esfuerzo entre el personal de las Unidades de Terapia Intensiva, los médicos y la administración del Hospital. Las recomendaciones presentadas son el resultado de las conferencias de consenso de diferentes sociedades científicas y resumidas por los CDC. Es importante reconocer que no es posible prevenir la mayoría de las fuentes y factores de infección. Sin embargo, es posible eliminar 50% de ellas con la aplicación estricta de las diversas medidas de precaución recomendadas. 337 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Las medidas preventivas se basan en tres objetivos: • Educación o formación continuada del personal de salud y vigilancia de la infección. • Interrupción de la transmisión de microorganismos, erradicando patógenos de los reservorios, y/o prevención de la transmisión persona a persona (control y prevención de los llamados factores de riesgo extrínsecos “modificables”). • Modificación de los riesgos del huésped (control y prevención de los factores de riesgo intrínsecos “no modificables”). RECOMENDACIONES PARA LA PREVENCIÓN DE INFECCIONES PULMONARES Las siguientes recomendaciones han sido elaboradas por los Centros de Control de la Enfermedad (CDC). Las recomendaciones esta clasificada sobre la base de la existencia de evidencia científica (Categorías), teóricamente racionales, aplicables, y con impacto económico: 1. Categoría 1 A. Recomendaciones enfáticamente propuestas para su adopción por todos los hospitales. Están basadas en los resultados de sólidos estudios epidemiológicos, clínicos y de laboratorio. 2. Categoría 1 B. Recomendaciones enfáticamente sugeridas para su adopción por todos los hospitales. Están basadas en los resultados de un menor número de estudios epidemiológicos, clínicos y de laboratorio. Poseen una fuerte base teórica que las respalda. 3. Categoría II. Sugeridas para su adopción. Tienen una base teórica y están corroboradas por estudios clínicos o epidemiológicos que sugieren su validez. Dichas recomendaciones pueden ser apropiadas para corregir problemas nosocomiales específicos o para uso en poblaciones especificas. 4. Ninguna recomendación- No existen datos suficientes para formular una recomendación. RECOMENDACIONES PARA LA PREVENCIÓN DE NEUMONÍA ASOCIADA A VENTILACIÓN MECÁNICA A. Educación del personal de salud y vigilancia epidemiológica 338 Neumonía asociada a ventilación mecánica 1.1.Educación del personal 1.1.1. Es necesario educar al personal de la salud acerca de las neumonías nosocomiales y las medidas de control de infección para su prevención. Categoría IA 1.2.Vigilancia 1.1.1. En las UTI es necesario conducir la vigilancia epidemiológica de las neumonías nosocomiales en pacientes con factores de alto riesgo (por ejemplo, pacientes en ventiladores, algunos tipos de pacientes postoperatorios) para determinar su incidencia e identificar problemas potenciales. También se debe incluir información sobre los patógenos causantes y sus patrones de susceptibilidad. Dicha información debe ser calculada como el número de pacientes infectados o de infecciones por cada 100 días de hospitalización en la unidad de cuidados intensivos o por 1000 días de ventilación mecánica para facilitar comparar los datos con las tasas de ocurrencia en otras instituciones y determinar las tendencias epidemiológicas. Categoría IA 1.1.2. No es necesario cultivar rutinariamente los pacientes o los equipos médicos utilizado en terapia respiratoria, pruebas de función pulmonar o en anestesia inhalatoria. Categoría IA B. Interrupción de la cadena de transmisión de organismos 1. Esterilización o desinfección, mantenimiento del equipamiento medico 1.1.Medidas Generales 1.1.1. Se requiere limpiar todo el equipamiento antes de proceder a su esterilización o desinfección. Categoría IA 1.1.2. Se requiere esterilizar o utilizar un desinfectante de alto-nivel para todo equipo semicrítico (es decir todo material que entra en contacto directo o indirecto con las membranas mucosas del tracto respiratorio inferior). La desinfección de alto-nivel puede efectuarse por medio de pasteurización con calor húmedo a 76º C durante 30 339 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud minutos o por medio de desinfectantes químicos líquidos aprobados para uso como desinfectantes o esterilizantes en equipos médicos. El proceso de desinfección debe ser seguido por un proceso apropiado de enjuague, secado y empacado donde se evite la contaminación de dichos equipos. Categoría IB 1.1.3. Utilizar agua estéril (no agua destilada no-estéril) para el enjuague de equipos semicríticos reutilizables y para todo otro equipo utilizado en el tracto respiratorio luego de que dicho equipo haya sido desinfectado en forma química. Categoría IB 1.1.4. No se puede hacer una recomendación sobre el uso del agua de la pila, como alternativa al agua estéril, para enjuagar el equipo reutilizable semicrítico y todo otro equipamiento utilizado en el tracto respiratorio, después procesar dicho equipamiento con desinfección de alto nivel; cuando después del enjuague se puede elegir secar o no secar el equipamiento con o sin el uso de alcohol. Sin recomendación 1.1.5. No reprocesar equipamiento manufacturado para uso único a menos que haya información que indique que dicho reprocesamiento no es peligroso para el paciente, no cambia la integridad estructural o la función del equipo y que disminuye los costos. Categoría IB 1.2.Ventiladores Mecánicos, Circuitos Respiratorios, Humidificadores e Intercambiadores de Humedad-Calor 1.2.1. Ventiladores Mecánicos • No se requiere esterilizar o desinfectar en forma rutinaria la maquinaria interna de los ventiladores mecánicos. Categoría IA 1.2.2. Circuitos de ventiladores con humificadores • No se requiere cambiar el circuito respiratorio (incluyendo la tubería, la válvula de exhalación y el humidificador) de un ventilador que sé esta utilizando en un solo paciente, con mayor frecuencia que cada 48 horas. Categoría IA • No se puede recomendar el periodo de duración máxima entre cambios 340 Neumonía asociada a ventilación mecánica rutinarios del circuito respiratorio (incluyendo la tubería, la válvula de exhalación y el humidificador) de un ventilador que sé esta utilizando en un solo paciente. Sin recomendación • Se requiere esterilizar o hacer desinfección de alto nivel de los circuitos respiratorios reutilizables y los humificadores antes de utilizarlos en un próximo paciente. Categoría IB • Drenar y eliminar periódicamente cualquier líquido que se condense en la tubería del ventilador asegurándose que el líquido drene en dirección opuesta al paciente. Se requiere lavar las manos antes y después de efectuar dicha maniobra. Categoría IB • No se puede hacer recomendaciones sobre el uso de filtros o cámaras de captura de líquidos en la parte final de la tubería de la fase espiratoria de un circuito respiratorio para prevenir la formación de condensación liquida. Sin recomendación • No se requiere colocar filtros bacterianos entre el reservorio del humidificador y la tubería de fase inspiratoria del circuito respiratorio de un ventilador mecánico. Categoría IB 1.2.3. Líquidos empleados en la humidificación • Utilizar agua estéril para llenar el reservorio de humidificadores de tipo burbuja. Categoría II • Utilizar agua estéril, agua destilada o agua de la pila para otros tipos de humidificadores. Categoría II • No se puede hacer recomendaciones sobre el uso preferencial de sistemas cerrados de humidificación continua. Sin recomendación 1.3.Circuitos de Respiración de Ventiladores con Humidificadorescondensadores higroscópicos o con Intercambiadores de Calorhumedad 1.3.1.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso preferencial de sistemas con humidificadores-condensadores higroscópicos o con intercambiadores de calor-humedad en lugar de humidificadores basados en el calor para prevenir neumonías nosocomiales. Sin recomendación 1.3.2. Se requiere cambiar los sistemas con humidificadorescondensadores higroscópicos o con intercambiadores de calor-humedad de acuerdo a las recomendaciones del 341 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud fabricante y/o cuando haya evidencia de contaminación o falla del sistema. Categoría IB 1.4.Humidificadores de Pared 1.3.3. No se requiere cambiar en forma rutinaria el circuito respiratorio conectado a sistemas con humidificadorescondensadores higroscópicos o con intercambiadores de calor-humedad durante el tiempo de uso en un paciente. Categoría IB 1.4.1. Seguir (sin modificarlas) las recomendaciones del fabricante para el uso y mantenimiento de humidificadores de oxigeno de pared, a menos que haya información que demuestre que la modificación contemplada no es peligrosa para el paciente y que disminuye los costos. Categoría IB 1.4.2. Entre cada paciente cambiar la tubería, incluyendo la mascara y la tubería nasal, utilizada para distribuir oxigeno a partir de un sistema de pared. Categoría IB 1.5.Nebulizadores “En-línea” de medicamentos de pequeño volumen y nebulizadores de mano 1.5.1. Entre dos tratamientos en un mismo paciente desinfectar, enjuagar con agua estéril o secar al aire los nebulizadores reutilizables de pequeño volumen utilizados para nebulizar medicamentos. Categoría IB 1.5.2. No se puede hacer recomendaciones sobre el uso de agua de la pila en lugar de agua estéril para enjuagar los nebulizadores reutilizables de pequeño volumen utilizados para nebulizar medicamentos en un mismo paciente. Sin recomendación 1.5.3. Entre cada paciente remplazar los nebulizadores con nebulizadores que han sido esterilizados o sometidos a desinfección de alto nivel. Categoría IB 342 1.5.4. Se requiere el uso exclusivo de líquidos estériles para nebulización. Administrar dichos líquidos en forma aséptica. Categoría IA Neumonía asociada a ventilación mecánica 1.5.5. Si se utilizara fármacos en envases de dosis múltiples es necesario seguir las recomendaciones del fabricante para su uso, modo de administración y de almacenamiento. Categoría IB 1.6.Nebulizadores de gran volumen y carpas humidificadoras 1.6.1. Evitar el uso de humidificadores de habitación de gran volumen que crean aerosoles (es decir que usan el efecto Venturi, ultrasonido o disco rotante) y que por lo tanto son en realidad nebulizadores, a menos que puedan ser esterilizados o ser sometidos a desinfección de alto grado por lo menos una vez al día y ser llenados sólo con agua estéril. Categoría IA 1.6.2. Esterilizar o someter a desinfección de alto nivel a los nebulizadores de gran volumen utilizados en terapia inhalatoria (por ejemplo, para pacientes con traqueotomías) cada 24 horas en el mismo paciente y entre cada paciente. Categoría IB 1.6.3. Entre cada paciente esterilizar o someter a desinfección de alto nivel a las carpas nebulizadoras y sus reservorios. Categoría IB 1.6.4. No se puede recomendar la frecuencia de cambio de carpas nebulizadoras en uso en un mismo paciente. Sin recomendación 1.7.Otros equipos utilizados en terapia respiratoria 1.7.1. Entre cada paciente esterilizar o someter a desinfección de alto nivel a los respirómetros portátiles, sensores de oxigeno, y otros equipos respiratorios utilizados en múltiples pacientes. Categoría IB 1.7.2. Entre cada paciente esterilizar o someter a desinfección de alto nivel a las bolsas manuales reutilizables de ventilación (por ejemplo bolsas Ambu). Categoría IB 1.7.3. No se puede recomendar la frecuencia de cambio de filtros 343 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud hidrofóbicos en las bolsas manuales de ventilación. Sin recomendación 1.8.Maquinas de anestesia, Sistemas de Respiración y Circuitos de Pacientes 1.8.1. No se requiere esterilizar o desinfectar en forma rutinaria la maquinaria interna de las maquinas de anestesia. Categoría IA 1.8.2. Entre cada paciente limpiar y luego esterilizar, someter a desinfección de alto nivel o pasteurizar los componentes reutilizables del sistema de respiración o del circuito del paciente (por ejemplo, tubo endotraqueal, máscara de ventilación, tubería de los sistemas inspiratorio y expiratorio, conectores en Y, bolsa de reservorio, humidificador, tuberías). Seguir las recomendaciones del fabricante en ese respecto. Categoría IB 1.8.3. No se puede recomendar la frecuencia de limpieza y desinfección rutinarias de las válvulas unidireccionales y de las cámaras de absorción de dióxido de carbono. Sin recomendación 1.8.4. En maquinas de anestesia se requiere seguir las recomendaciones del fabricante y/o las guías de prevención de infección sobre el mantenimiento, limpieza, desinfección o esterilización de los otros componentes del sistema de respiración o del circuito del paciente. Categoría IB 1.8.5. Drenar y eliminar en forma periódica cualquier líquido que se condense en la tubería del circuito de respiración, asegurándose que el liquido drene en dirección opuesta al paciente. Se requiere lavar las manos con agua y jabón o con una preparación con base de alcohol antes y después de efectuar dicha maniobra. Categoría IB 1.8.6. No se puede hacer una recomendación sobre la necesidad de colocar filtros bacterianos en el sistema de respiración o el circuito del paciente de las maquinas de anestesia. Sin recomendación 344 Neumonía asociada a ventilación mecánica 1.9.Equipos para medir la función pulmonar 1.9.1. Entre dos pacientes, no es necesario esterilizar o desinfectar en forma rutinaria la maquinaria interna de las maquinas que miden la función pulmonar. Categoría II 1.9.2. Entre cada paciente se requiere limpiar y luego esterilizar, someter a desinfección de alto nivel o pasteurizar los componentes reutilizables del sistema de medición de la función pulmonar (por ejemplo: tubo oral, tubería, conectadores) o seguir las recomendaciones del fabricante acerca de su reprocesamiento. Categoría IB C. Interrupción de la cadena de transmisión de persona a persona 1. Lavado de manos 1.1.Lavar las manos después de entrar en contacto con las membranas mucosas, secreciones respiratorias, u objetos contaminados con secreciones respiratorias, independientemente de que sí o no se utilizan guantes. Categoría IA 2. Precauciones de barrera 2.1.Utilizar guantes al entrar en contacto con las secreciones respiratorias, u objetos contaminados con secreciones respiratorias de cualquier paciente. Categoría IA 2.2.Se requiere cambiar los guantes y lavar las manos entre cada paciente; después de entrar en contacto con las secreciones respiratorias u objetos contaminados con secreciones respiratorias de un paciente y antes de tocar a un segundo paciente o a un objeto o superficie ambiental; y entre el contacto con un área contaminada de un paciente y el tracto respiratorio o equipamiento respiratorio en el mismo paciente. Categoría IA 2.3.Utilizar una bata protectora cuando se anticipe contaminación con las secreciones respiratorias de un paciente. Se requiere cambiar de bata antes de examinar un segundo paciente. Categoría IB 3. Manejo del paciente con traqueotomía 345 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud 3.1.Hacer la cirugía (traqueotomía) bajo condiciones estériles. Categoría IB 3.2.Al cambiar el tubo de traqueotomía utilizar técnica aséptica. El tubo de reemplazo debe ser estéril o haber sido sometido a desinfección de alto nivel. Categoría IB 4. Succión de las secreciones respiratorias 4.1.No se puede hacer una recomendación sobre la necesidad de usar guantes estériles versus guantes limpios pero no estériles para succionar las secreciones respiratorias. Sin recomendación 4.2.Si se emplea un sistema abierto de succión utilizar un catéter estéril de succión que debe ser desechado luego de ser utilizado. Categoría II 4.3.Si dicho catéter ha de ser reintroducido en la traquea del paciente, utilizar exclusivamente liquido estéril para ayudar a aspirar las secreciones respiratorias que puedan acumularse en el lumen interno del catéter de succión. Categoría IB 4.4.No se puede hacer una recomendación sobre si es preferible utilizar un sistema cerrado de succión múltiple versus un sistema abierto de succión con uso de un catéter estéril nuevo para cada succión. Sin recomendación 4.5.Se requiere cambiar toda la tubería del sistema de succión entre dos pacientes. Categoría IB D. Modificación de los factores de riesgo del hospedero 1. Precauciones para la prevención de neumonía endógena 2. Prevención de aspiración de soluciones enterales 346 1.1.Retirar los tubos de alimentación enteral (nasogástricos, yeyunales), tubos endotraqueales, traqueotomías tan pronto como sea posible de acuerdo al cuadro clínico del paciente. Categoría IB 2.1.Si no existe contraindicación, elevar el ángulo de la cabecera de la cama a 30 a 45º de inclinación en pacientes con alto riesgo de Neumonía asociada a ventilación mecánica neumonía de aspiración (es decir pacientes con ventilación mecánica y/o un tubo nasogástrico. Categoría IB 2.2.Verificar rutinariamente el emplazamiento apropiado del tubo nasogástrico. Categoría IB 2.3.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso preferencial de tubo nasogástricos de diámetro pequeño para alimentación enteral. Sin recomendación 2.4.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso preferencial de alimentación enteral en forma continua o intermitente. Sin recomendación 2.5.No se puede hacer recomendaciones sobre el emplazamiento preferencial de tubos de alimentación enteral en el yeyuno (es decir mas allá del píloro). Sin recomendación 3. Prevención de aspiración asociada con intubación endotraqueal 3.1.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso de intubación orotraqueal en lugar de nasotraqueal para prevenir neumonía nosocomial. Sin recomendación 3.2.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso preferencial de tubos endotraqueales poseedores de un lumen dorsal, por arriba de la manga endotraqueal, que permita la succión de aquellas secreciones endotraqueales que se acumulan en la región subglótica del paciente. Sin recomendación 3.3.Para prevenir la aspiración de secreciones subglóticas, se requiere aspirar las secreciones acumuladas en la región subglótica del paciente (por arriba de la manga endotraqueal del tubo endotraqueal) antes de desinflar dicha manga durante el proceso de mover o retirar el tubo endotraqueal. Categoría IB 4. Prevención de colonización gástrica 4.1.En paciente ventilados mecánicamente se requiere evitar el uso de fármacos que eleven el valor del pH estomacal como profilaxis contra la hemorragia estomacal causada por el estrés, Categoría II 347 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud 4.2.No se puede hacer recomendaciones sobre la validez de la práctica de descontaminación selectiva (con antimicrobianos sistémicos u orales) del tracto gastrointestinal en pacientes críticos, ventilados mecánicamente o que sean admitidos a unidades de cuidados intensivos con el propósito de prevenir infecciones Gram negativas o por Candida spp. Sin recomendación 4.3.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso rutinario de fármacos acidificadores en soluciones alimenticias enterales para prevenir neumonías nosocomiales. Sin recomendación E. Prevención de neumonía postoperatoria 1. Instruir pre-operativamente a los pacientes sobre la necesidad de toser frecuentemente, inhalar profundamente y caminar tan rápidamente como posible durante el periodo post-operatorio. Se considera como pacientes con alto riesgo de desarrollar neumonía post-operatoria aquellos que serán sometidos a anestesia (en particular aquellos con operaciones del cuello, abdomen, tórax o cabeza) y pacientes con insuficiencia pulmonar (insuficiencia pulmonar crónica, anormalidades en pruebas de función pulmonar, anormalidades músculo-esqueletares). Categoría IB 2. Incentivar a los pacientes durante el periodo post-operatorio para que tosan con frecuencia, inhalen profundamente y se movilicen tan rápidamente como posible. Categoría IB 3. Controlar el dolor durante el periodo post-operatorio inmediato con: a) el uso de analgésicos sistémicos (incluyendo sistemas controlados por el paciente) con tan poco efecto supresor de la tos como fuera posible; b) soporte para heridas abdominales (uso de almohadas sobre el abdomen antes de toser) y c) uso de analgesia regional (anestesia epidural) para evitar que el dolor suprima la tos, la inhalación respiratoria profunda o la rápida movilización. Categoría IB 4. Utilizar un espirómetro incentival o un sistema con presión positiva intermitente para expandir los pulmones de los pacientes con alto riesgo de contraer neumonía nosocomial. Categoría II 348 Neumonía asociada a ventilación mecánica F. Otras medidas preventivas de neumonía 1. Vacunación 2. Profilaxis antimicrobiana 1.1.Vacunar contra el neumococo a los pacientes con riesgo elevado de contraer neumonía neumocóccica. (adultos mayores de 65 años, adultos con enfermedades crónicas del corazón o pulmones, diabetes mellitus, alcoholismo, cirrosis, fugas del liquido cefalorraquídeo, y niños y adultos inmuno-comprometidos, con asplenia funcional o anatómica, o con infección por virus VIH). Categoría IA 2.1.No se requiere administrar profilaxis antimicrobiana rutinaria para prevenir neumonía nosocomial. Categoría IA 3. Uso de cama de rotación o de terapia rotacional lateral continua 3.1.No se puede hacer recomendaciones sobre el uso de camas de rotación o camas con sistemas de rotación lateral continua para prevenir neumonías nosocomiales en pacientes en unidades de cuidados intensivos, pacientes severamente enfermos o pacientes inmovilizados por causa de trauma o enfermedad. Sin recomendación RECOMENDACIONES PREVENTIVAS ABREVIADAS Las recomendaciones de los CDC cubren todos los aspectos del manejo de los pacientes con ventilación mecánica o pacientes con potencial de desarrollar infección pulmonar nosocomial. Para simplificar los aspectos claves de dichas recomendaciones otros autores han publicado recomendaciones abreviadas que son más fáciles de difundir y de ser seguidas por el personal de terapia respiratoria y personal de UTI. Se presentan a continuación aquellas recomendaciones elaboradas por el Hospital Clínico de la Universidad de Chile. (Hernández G, Dalmazzo R, De La Cerda G, Saavedra C, Calvo M. Prevención de la neumonía asociada a ventilación mecánica. En: Neumonía asociada a ventilación mecánica. Bases para su diagnóstico, tratamiento y prevención. Consenso. Rev Chil Infect 2001; 18 (Suppl 2):66-76). 349 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Objetivo: Prevenir las infecciones respiratorias asociadas a procedimientos con intubación endotraqueal. Consideraciones: • La vía aérea inferior se considera estéril. • La mayoría de las infecciones respiratorias bajas está asociada a procedimientos de apoyo respiratorio. Medidas: • Mantener al paciente semisentado en un ángulo de 30 a 45°. • Administrar analgesia en pacientes quirúrgicos. • Administrar oxígeno húmedo y temperado • Mantener intubación endotraqueal por el menor tiempo posible. • Realizar los procedimientos invasores de la vía aérea con técnica aséptica y con personal calificado. • Emplear material y equipos estériles en los procedimientos de la vía aérea. • Usar fluidos estériles en el manejo de la vía aérea. • Realizar lavado de manos antes y después de manipular la vía aérea o los circuitos. • Reducir al mínimo la aspiración de secreciones. • Usar técnica de aspiración de secreciones a 4 manos cuando sea necesario • Manipular los circuitos del ventilador y los elementos de la unidad del paciente con guantes de uso individual y lavado previo de manos • Mantener las mangueras libres de líquido condensado. Evitar que el líquido fluya hacia el reservorio limpio. • Emplear nebulizadores estériles al adicionarlos al sistema de ventilación mecánica. • Asegurar la desinfección del laringoscopio, fibroscopio y ambú. • Cambiar todos los elementos de la terapia respiratoria entre pacientes 350 Neumonía asociada a ventilación mecánica • No cambiar circuito del ventilador con una frecuencia prefijada. • Considerar el uso de filtros higroscópicos en el tubo espiratorio para disminuir la formación de líquidos por condensación. Procedimiento para aspiración de secreciones en pacientes con ventilación mecánica Objetivos: Prevenir infecciones respiratorias asociadas a la aspiración de secreciones en pacientes con vía aérea artificial. Consideraciones: • La aspiración de secreciones de la vía aérea artificial es una técnica aséptica por lo tanto todo el material usado es estéril. • La técnica se debe realizar entre 2 personas (a 4 manos). • Se debe reducir la aspiración de secreciones al mínimo, sin horario prefijados. • La aspiración de secreciones debe ser por el menor tiempo posible y puede ser recomendable aumentar la concentración de oxígeno antes y durante el procedimiento. • Se debe ocupar una sonda por aspiración, aspirar primero el tubo y finalizar con la boca. No debe reutilizarse la misma sonda para aspiraciones posteriores. • Para el lavado de la sonda intraprocedimiento se debe emplear ampollas de suero fisiológico o agua destilada estéril y al finalizar la aspiración se debe descartar la sonda. • No es recomendable la instilación a través del TOT ya que aumenta la colonización de la vía aérea. Procedimiento: • Realizar lavado de manos del operador y del ayudante antes del procedimiento. • El operador se coloca guantes estériles y el ayudante emplea guantes de procedimiento. 351 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud • Conectar la sonda de aspiración estéril a la fuente de aspiración. Es recomendable usar presión de aspiración de 100 – 150 cm de agua. • Desconectar el sistema de oxigenoterapia que usa el paciente y dejarlo en un campo estéril. • Introducir suavemente la sonda sin aspirar y cuidando de no sobrepasar el extremo distal del tubo. • Retirar la sonda aspirando con movimientos suaves de rotación. No demorar más de 15 segundos. • Reinstalar oxigenoterapia durante unos segundos antes de repetir la aspiración. • Terminado el procedimiento reinstalar la ventilación mecánica y volver a la FiO2 indicada para el paciente. • Aspirar la boca al final del procedimiento si es necesario. • Descartar la sonda y retirar el material. • Retirar los guantes. • Realizar lavado de manos. CONCLUSIONES Las neumonías asociadas a ventilación mecánica son la segunda o tercera causa más común global de IASS. Sin embargo, son la causa más frecuente de IASS en las UTI y llevan la mayor mortalidad entre las IASS. Los diferentes factores de riesgo actúan por dos mecanismos principales: la alteración de la flora normal con adquisición de patógenos nosocomiales y la disrupción de los mecanismos de defensa del huésped. Al romperse el equilibrio normal entre la flora bacteriana y el sistema de defensa del huésped el paciente se encuentra bajo riesgo de desarrollar una NAV. El factor principal es la presencia física del tubo endotraqueal al que se unen otros factores intrínsecos y extrínsecos. Es difícil diagnosticar la NAV en forma clínica por lo que se requiere estudios radiológicos y cultivos, preferentemente cuantitativos. Los cultivos incluyen aspirados endotraqueales, lavados o cepillados broncoalveolares. La NAV requiere intervención antimicrobiana rápida. El tratamiento inicial debe basarse en información local obtenida por medio de la vigilancia epidemiológica. El tratamiento de amplio espectro debe simplificarse en base a los resultados de los cultivos. La duración de tratamiento debe ser tan corta como posible de acuerdo a la respuesta clínica. 352 Neumonía asociada a ventilación mecánica Los métodos preventivos se basan en: educación del personal de salud y vigilancia de la infección, interrupción de la cadena de transmisión de microorganismos y la modificación de los factores de riesgo del huésped. Se detallan las recomendaciones para prevenir las NAV. Conflictos de Interés: SDRG: Ningún conflicto. BIBLIOGRAFIA 1. Jean Chastre, Michael Wolff, Jean-Yves Fagon, et al. Comparison of 8 vs 15 Days of Antibiotic Therapy for Ventilator-Associated Pneumonia in Adults A Randomized Trial. JAMA. 2003; 290:2588-2598. 2. J.D. Hunter. Ventilator associated pneumonia. Postgraduate Medical Journal. 2006; 82:172-178. 3. Bellani S, Nasci M, Celotto S, et al. Ventilatory associated pneumonia. Anestesiology 2003. 69 (4):315-9. 4. Chris M Parker, Daren K. Heyland. Aspiration and the risk of ventilator associated pneumonia. Nutrition in Clinical Practice. 2004. 19; (6): 597-609 5. Safdar N, Dezfulian C, Collard HR, Saint S. Clinical and economic consequences of ventilator associated pneumonia: a systematic review. Critical Care Medicine 2005; 33(10):2184-93 6. Sirvent JM, Torres A. Antibiotic prophylaxis strategies in the prevention of ventilador associated pneumonia. 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