Afio I V - N Ú M . 152 S E M A N A R I O I L U S T R A D O E N C I C L O P É D I C O Y DE B U E N H U M O R = = = = = DIPUTACIÓN, « 1 . BARCELONA. - VALVERDE, M y iX MADRID = = 26 DE MARZO OE19321 JAT5ESMUCCLON DEL ÁTOMO COM L A E N E R r GIADELR¿>iYO. 'OS 3m05 B £ m J N E 5 £ S BRASCH.LANGE y ÜW^H HCxt^ INSTALADO £ N T R £ DOS MONTAÑAS DE LOS A L P £ 5 UNA ANTENA DE 7 5 0 METROS DE l^ONGITUDPARA T^COGETi L A FUERZA K)RMIDABl^ DE LOS TLAVOS, LA CUAL ES " m A N S M I T I D A . AL LABOR^rOT^IO QUE HAN MONTADO NO 1 £ J 0 5 DÉLA ANTENA.LOS 6ABI0S EMPICAN ESA FUERZA. PARADE5TRUIR L . 0 5 ÁTOMOS y REALÍZATE OTROS IMPOR TANTE5 £XPEI^IMENT05 ing FearuresSyndÍcai& Can t«t« Rúmaro cincuBnta piginai de follotiRsi meuademabtas His Una lámina en t< TODO ENCUAÜBHNABI S O CÉNTIMOS REDACCIÓN ALGO Y ADMINISTRACIÓN: Diputación, 2 1 1 . — Barcelona. SE PUBLICA L O S S Á B A D O S PRECIOS DE S U S C R I P C I Ó N : ] España: Tras m e s a s Id. : Sais m e s e s Id. : Un a n o . . 8 pasetas j . 12 Id. \ . 24 (d. América: Un año. . . 28 Demás países: Un ano. tO Ejemplar s u e l t o : 50 c é n t i m o s Id. Id. SEMANARIO ILUSTRADO ENCIGLOPÉDIGO Administración d e publicidad e n e s t a revista; PUBLICITAS, BARCELONA; Plaia de Cataluña, 8, 1.* Teléfono 16405. Apartado 228. ^ Concurso núm. de Nuestros lectores de América se lian quejado repetidas veces de no poder tomar parle de medio mes en llegar a manos de aquellos lectores y con el mismo retraso llegarían curso, por haber transcurrido el plazo de un me.' que se ha venido lijando. En vista tico, los concursos de ALQO tendrán desde ahora dos meses de duración, es decir, motivo, será bien acogida Los trazos del irrabado adjunto son letras incompletas que forman una frase de iodos conocida y que con frecuencia olmos vocear. La solución del concurso consiste en completar esa frase — y, por lo tanto, cada una de las letras que la forman— tal como nosotros lo hemos hecho ya en la solu•, clon exacta que conservamos en nuestra administración bajo sobre cerrando y lacrado, a disposición de los lectores que quieran hacer en él una señ a l como garantía de /que el sobre no se abre ni se cambia. Para enviar la solución h a y que calcar o copiar exactamente la frase incompleta, añadiendo después los trazos que faltan. En el mismo papel han de constar la firma y las sefias del solucionista. También hay que pegar en la solución el cupón que insertamos al final de la primera columna de esta p^'igina. CMa MBcnrtaate wmeét lat solachme* qne «lUera rnaatur REGLAS: 1.» Con cada cupón ha de venir un sello de quince céntimos. Si se quieren mandar v-irias soluciones y no s e enom-ntran cupones sufi- BAJO EL VELO DEL A NON/MO S . A . , O r g a n i z a c i ó n Moderna d e Publicidad MADRID: Avenida Pi y Margall, 9, ent.» Teléfono 18375. Apartado 911 ALGO, con premio en los concursos de ALGO por falla de tiempo. En efecto, el periódico tarda más a nuestro poder sus soluciones, de modo que éslas no podrían entrar en conde ello, y con el deseo de atender a nuestros hermanos del otro lado del Atlándoble que antes. Confiamos en que la modificación, teniendo en cuenta su por nuestros lectores. v í i n H Í i n . í í ' ^ """^ ®" °° <1« «niinoe céntlmos, uno de vemticmco por cada cupén que se omiU. 2.» En nineún caso un mismo concursante podrá merecer má» de un premio ni su nortóre t^hdrá derecho 2 t^™^"."^,?"^^*^ * " «orteos. 3 . . El premio consiste en un lote dS 25 tomos escogidos de nuestra colección de «Novelas Hogar, y se otorgará al solucionista que acieiie U solución exacta o al que más se acerque a ffla. < Si son dos o más l o s que están en las mismas condiciones para merecer el premio, se sortea- ' rá entre ellos. 4.» Las soluciones deben estar en nuestro poder ?íntes l'e''*í'i»''°T»"™ "eguen despné» de las *doce* de U noche^d" ese día. Tampoco serán válidas las que carezcan del sello o del cupón, firma y señas, no se entiendan o falten a cualquier regla del concurso. 'Es eonveniente mandar las soluciones a nuestra casa de Barcelona tación, ill) y poner en el sobre: Concurso n.' Si de Algo. No mamteadieíaoi correspondencia acerca de este concurso. LOt «llANaM MOMBKSi BEETHOVEN RIBERA SON TOMOS EN PUBLICADOS LA N O V Í S I M A COLECCIÓN BIOGRÁFICA DE ##. Courtha MaMer Ea la nueva novela que en forma de folletín encuadernable Films Selectos empezará a publicar en el número correspondiente al día 16 de abril = = = = = (sábado) i" i i ' ' . .' H. COURTHS MAHLER. autor de Bajo el velo que es el del anóni- mo, hizo una novela tan emocionante, tan interesante, que toda ella está llena de la más amable trascendencia: aquella que consiste en ganar, deleitándqle, el ánimo = = = = = del lector, i n = FILMS SELECTOS . aEMANARIO Sale todos PK'ECIO DEL CINBMATOQRAFICO los sábados EJEMPLAR: 30 De venta puestos céntimos en todos los quioscos y de venta de periódicos. ilupón para el Concurso núm. 33 de AL60 '4i BEETHOVEN Vma btoaraiia J un eattitflo ertOe» de aua obraa, por Edmundo Vermeil Es B e e t h o v e n , s i n género de duda, u n o de l o s m á s grandes talent o s m u s i c a l e s del Univ e r s o . Y t o d a s u obra — serena u n o s m o m e n t o s , agitada c o n frecuencia, pero s i e m pre n o s t á l g i c a y d o lorida — está í n t i m a m e n t e ligada c o n l o s rasgos de s u carácter y los acontecimientos p e n o s o s de su vida. La lectura, pues, d e su biografía e s el m e dio m á s eficaz para penetrar en el s e n t i d o i n t i m o de s u m ú s i c a sublime LOS GRANDES m 08MBRES a BtriniM M M e n • B M n i M Mtfrdtat En rástica . S^M ptas. Entela y oro. S ' - » M fMii • tote US mnrtu r • EDICIONES HYNSA BIpotacMg, lÉn. 211.-BarcelOBa iBlrarde, B ^ . 30 f 32.-Nadnd RIBERA Uaa M o a r a i U y M •mtmeritica de «braa, par Jorg* Piilemanf Dice el autor: € En t a n t o q u e e n el G r e c o e n c o n t r a m o s la forma m á s espiritual, la m á s Inmaterial del m i s t i c i s m o , n o s i m p o n e en Ribera la materializac i ó n d e u n a fe recia, l a fe a d u s t a y tenaz de los primeros apóstoles, de l o s e r m i t a ñ o s de la Tebaida: u n a fe vigorosa, fuerte, v i o lenta, casi agresiva.» Y, para d e m o s t r a r l o escribe t o d o un libre c o n la s o l t u r a propi& del crítico q u e c o n o c í , a f o n d o la obra y l a (Dipu- 224 HISTORIA NATURAL LA primer síntoma es un ruido extraño. Algunos han dicho que se parece al susurro del viento entre las ramas de los pinos o al ruido de la lluvia; otros al rugido lejano del mar; otros al trepidar de un tren a distancia. El ruido aumenta. La tierra empieza a temblar; luego a estremecerse con fuerza. Pronto el suelo empieza a abultarse, a correr en ondas visibles, parecidas a las olas del mar, pero de menos altura y mucho más rápidas. El rumor se convierte en rugido. Es difícil tenerse en pie y a poco se hace imposible. Las personas se tienden en el suelo para evitar ser derribadas. Los árboles oscilan con violencia, a l g u n a s veces tanto que tocan el suelo con las ramas. Al pasar las olas, la tierra se abre, cruje y se vuelve a cerrar. Al cerrarse las grietas, el aire comprimido en ellas hace saltar arena y grava; a veces escu(Fot. Boyer) pe a g r a n altura F I G . 168.- -Muros agrietados por los terremotos de 1910, en Costa Rica. agua y arena. El estruendo se hace espantoso. Se oyen truenos profundos y solemnes que parecen ¡ la voz de un Poder superior que hablase desde las entrañas del universo. De \ súbito la tormenta se calma, la tierra se inquieta rápidamente y todo ha pasa- i do. (Fig. 172.) j Y, sin embargo, dice el Mayor Dutton, esta descripción sugiere sólo un sim- ,Í pie ejemplo o unos pocos ejemplos de lo que son los terremotos. En algunos toda la violencia de la convulsión llega con explosiva precipitación. La gente se^ halla de súbito arrojada contra el suelo, como sí la tierra hubiera huido debajo; de sus pies. Algunas veces no hay ondas y el movimiento es un violento temblor ¡ que vibra en todas direcciones, que retuerce la tierra en contorsiones como con' TIERRA 209 En ciertas zonas arenosas de los desiertos, y en especial del Sahara, encuéntranse aguas profundas pero abundantes. Muchos oasis son irrigados por medio de las "foggaras", pozos profundos que comunican mediante largas galerías, jalonadas de trecho en trecho por unos pozos de ventilación. En algunos oasis esta red circundante de galerías alcanza hasta 30 y 40 km. de longitud (figura 152). T a m b i é n existen en el desierto poz o s aislados construidos a lo largo de los itinerarios de las caravanas y en los lugares arenosos en que la capa de agua no es muy profunda y tampoco faltan los pozos naturales e n los que brota el agua espontáneamente (figura 153). S i e m p r e que una capa acuífera es cortada por la superficie del terreno, y éste es un caso m u y frecuente en los valles, el agua fluye al e x t e r i o r ^ „ (Fot. Boyer) •' F I G . 1 5 5 . — Rio subterráneo en P a d i r a c . formando una fuente o manantial. Otras veces nO son aguas de filtración sino corrientes subterráneas las que cortadas por una ladera o un barranco dan lugar a que mane el agua. Se da a estas fuentes el nombre de vauclusianas porque se ha tomado como tipo de ellas la de Vaucluse, situada en el sur de Francia, cerca de Aviñón. Las fuentes vauclusianas son de régimen irregular, presentando variaciones acentuadas en relación con las lluvias. Sus aguas son menos puras que las de los manantiales y sufren enturbiamientos repentinos. HISTORIA NATURAL, I I . 14 210 HISTORIA NATURAL En España abundan las fuentes de este tipo, sobre todo en la región de Le- I vante. Son notables las fuentes del Fraile y de la Cadena en el macizo del Ca-. roche (Valencia). En las cercanías de Antéquera se halla el caudaloso nacimiento de la Villa, cuyas aguas proceden sin duda del célebre Torcal próximo. También, merecen mencionarse las fuentes de Fontibre, cerca de Reinosa (Santander), consideradas como.el nacimiento del Ebro; pero la fuente vauclusiana más notable. LOS TERREMOTOS EN GEOLOGÍA de España es acaso la de la Celia (Teruel) cuyo caudal es de unos 2.000 litros por segundo. Las fuentes intermitentes son aquellas que no manan constantemente ni depende su caudal del régimen de lluvias, sino que fluyen de tiempo en tiempo, con cierta periodicidad. Para comprender el mecanismo de estas fuentes es preciso recordar la teoría de los sifones. Si introducimos en una vasija el extremo de un tubo doblado, cuyo otro extremo exterior está más bajo que el nivel del líquido en la vasija y absorbemos el agua por este líltimo extremo, el tubo se llenará de agua, que empezará a correr hasta que la vasija se haya vaciado por completo. Al considerar las transformaciones de la superficie terrestre, después de estudiar las causas que podríamos llamar superficiales, tendremos que fijarnos en las profundas. Es más que probable que los terremotos en el pasado geológico fueran mucho más violentos, extendidos y frecuentes que hoy y quizá tuvieran mayor influencia en los trastornos de la corteza terráquea. Aun ahora sus efectos y las circunstancias que los acompañan son tremendos y terroríficos. Un gran terremoto, dice el Mayor Edward Dutton en su obra "Los Terremotos", viene de prisa y de prisa se va. Su duración es, generalmente, de segundos más que de minutos, aunque se han conocido casos en que han durado de tres a cuatro minutos. Quizá cuarenta y cinco segundos sea un termino medio justo. La primera sensación es un confuso murmullo de carácter extraño y aun sobrenatural. Casi simultáneamente los objetos sueltos empiezan a temblar y a chocar entre sí. A veces casi en un instante, otras gradualmente, pero siempre con rapidez, el murmullo se convierte en rugido y el entrechocar en crujir. El rápido temblor se convierte en ruda y violenta convulsión de creciente amplitud. La tierra parece batida por rápidos martillazos de poder inconmensurable. Los objetos sueltos parece que empiezan a volar; los más ligeros penden rotos de sus ligazones. La convulsión aumenta en violencia. El suelo empieza a levantarse y a balancearse como un bote sobre las olas. Los techos de yeso se hunden, las paredes crujen, las chimeneas caen con estrépito, todo se mueve, se levanta y se agita. Grandes olas parece que pasan, como impulsadas por una galerna, por debajo de los cimientos. La oscilación se hace ahora más larga y aun más poderosa. Las paredes se abren. Una súbita sacudida derriba la pared maestra de la fachada o convierte en un montón de escombros un ángulo entero del edificio. Luego viene un oscilación más larga, parecida a la de un barco en el mar, pero más rápida y no sólo de un lado a otro, sino también de adelante atrás, combinados ambos movimientos con un retorcimiento que nada puede resistir. Esta combinación de movimientos en figura de 8, es tan destructora que derriba las más fuertes armazones como si estuvieran hechas de arcilla. Es la culminación del terremoto. Sigue una oscilación más regular y menos violenta; luego, de súbito, disminuye y cesa. (Figs. 168 a 171.) Pues bien, lo mismo ocurre en la naturaleza, siempre que el manantial no En campo abierto las señales y presagios son de un carácter diferente. El Entrada a las cuevas de Arta, en Mallorca. 222 HISTORIA NATURAL la lengua de tierra que unía la Holanda septentrional con la Frisia. A causa de este hundimiento progresivo desde el siglo ix hasta el xviii se registraron en Holanda treinta y cinco grandes inundaciones, algunas de las cuales causaron hasta cien mil víctimas. Esto obligó a los holandeses a construir grandes diques y otras obras defensivas. La empresa en la que actualmente están empeñados consiste en rellenar parcialmente el golfo de Zuiderzee y cerrar su comunicación con el mar de manera a volver poco más o menos a las condiciones de varios siglos atrás (figs. 164 a 167). LA TIERRA 211¡ tiene salida directa al exterior sino que llena una cavidad subterránea de mayor o menor capacidad, la cual comunica con el exterior mediante un conducto tortuoso en forma de sifón. El manantial va llenando poco a poco el depósito interno y cuando el agua alcanza la altura necesaria para que se l l e n e el conducto, aquélla comienza a correr por el orificio de salida, hasta que se vacia la cavidad. Entonces deja de correr el agua hasta el momento en que el depósito se ha llenado de nuevo. Un ejemplo notable de estas fuentes es la de Santa Elena, cerca de Panticosa. Las fuentes minerales, q u e tanto abundan en España, no se distinguen por lo común de los demás tipos de manantiales sino en que sus aguas llevan en disolución substancias minerales de propiedades curativas. Muchas de e s t a s aguas hacen grandes F I G . 157.—Teatro de las hadas en las Cuevas'del Drach (Mallorca). recorridos subterráneos y llegan a bastante profundidad, por lo que adquieren una temperatura elevada, que las convierte en aguas termales. También esta clase de aguas abunda en España, como lo atestiguan las numerosas Burgas y Caldas. Es notable entre éstas el manantial de Caldas de Malavella (Barcelona), cuyo caudal de 4.500 litros por hora mana sin interrupción a la temperatura de 70°. En realidad,; las aguas termales son fenómenos de vulcanismo atenuado. fíf . 1% La acción disolvente de las aguas subterráneas es particularmente intensa en los terrenos calizos. El anhídrido carbónico que el agua lleva en disolución 212 HISTORIA NATURAL LA TIERRA 221 un barro finísimo, que se designa respectivamente con el nombre de cieno o fango de globigerinas, fango de radiolarios y fango de diatomeas. Junto a la labor de los organismos consideremos un momento la labor del hombre, que al fin y al cabo no es más que un organismo de orden superior. Sus obras, por grandes que sean, no alcanzan sin embargo, la magnitud de esas cons- á F I O . 158. — G r u t a s de Post . . . , „„ (Fot. Boyer) .\bisrao de 20 m. por el que se arroja el rio Finca. F I G . 167. — Obreros t r a b a j a n d o en las obras de relleno del Zuiderzee. F I G . 159 . — Curso subterráneo del Finca, en las grutas de P o s t u m i a . (Fot. Boyer) i; trucciones maravillosas de los poliperos, cuya extensión, segtín acabamos de ver, se mide por centenares de millas. El hombre ha perforado las montañas mediante túneles hasta de 20 km. como el del Simplón; pero sus obras más grandiosas son precisamente las relacionadas con el mar. El canal de Suez tiene una longitud de 160 km. por 70 a i i o m. de anchura en la superficie y 38 m. en el fondo, que varía de 9,5 a 10,5 m. El canal de Kiel alcanza 99 km. de largo, por 102 de ancho en la superficie y 44 m. en el fondo de I I m. El canal de Panamá tiene más de 81 km. de largo, con una profundidad de 12 a 14 m. (fig. 163). Una obra comparable con éstas es la del desecamiento del Zuiderzee, en la que están empeñados los holandeses desde hace muchos años. El Zuiderzee era antiguamente un lago interior; pero de algunos siglos a esta parte las costas de Holanda se van hundiendo poco a poco, y en el siglo xii las aguas destruyeron | Courteline cuenta su primer e n c u e n t r o ' con Vcrlaine, u n día q u e é s t e estaba ebrio. Courteline le m e t i ó en un coche y le prei»mitó su dirección. Verlaíne n o recordaba. — ¿Vive usted en la ribera derecha? i — No. — ¿En Montmartre? ^ No. — ¿Del lado de la Ba.stilla? — Sí. — ¿Boulevard Beaumarchaís? — No. — ¿Calle de la R o q u e t t e ? — vSÍ. — ¿Qué ni'unero? — N o recuerdo. — ¿Nvímero 1 ? - No. - ¿Niímero 2? — No. — ¿Número 8? No. V Courteline terminaba: ~- ¡Y v i v í a en el n ú m e r o 124! lioniitente: J. Álhalniti'jo. ¿Reflexiva, callada, buena y bella? ¿Pero es que exi.ste, aca.so,' esa doncella? n e m l l e n l e : ./. Prirrnnilu i; l'arrondn, Madrirl. Si N o h a c e m u c h o , un catedrático de la Universidad de E d i m b u r g o (E.scocía) hizo colocar en su clase un cartelito que decía: «El doctor Wil.son tiene el g u s t o de poner en c o n o c i m i e n t o de .sus di.scípulos la alta distinción de que acaba de ser objeto, al ser n o m b r a d o médico particular de la Reina.» Poco rato después, al pie del cartel figuraba o t r o que decía simplemente: Grd save the Oueen\ (Dios .salve a la reina.) R e m i t e n t e : L. Hnrrioi^ssJ¿/-,Bjagpza). lieniitente: Diinanche, Madrid. m Al hablar de u n a mujer preguntaban , n u e s t r o s abuelos: «¿Es hónracla?» i N u e s t r o s padres solían ya preguntar: ' «¿Es hermosa?» N u e s t r o s jóvenes de la actualidad preguntan s i m p l e m e n t e : «¿Es rica?» SKVKRO CATAI.IXA m vSí los japoneses c uíeren tener el derecho de arrojar a los b a n d i d o s fuera de las I poblaciones, ¿por qué n o se les ce<le la j ciudad de Chicago? ' San Itir:;o VnUhi, de San Diego b'l'.. W. Inca (Raleares). ». m — ¿De m o d o , doctor, que u s t e d cree q u e e s t o s granos y e s t e picor son cosa del tiempo? — Sí, señor: del t i e m p o que hace q u e n o se lava u s t e d . . . J^SLS mujeres a veces son c o m o libros, que se compran por n u e v o s y . . . están leídos. J. ORION A m El impenitente b o h e m i o A. T. a s i s t e a la lectura de u n libro d e m á x i m a s m o rales. Y el ciue lee llega a la siguiente; «Haz lo ciue d e b a s y n o lo que quieras.» — ¡Qué bien e.staría eso! — interrumpe T. —. Porque sí y o pudiera hacer lo que d e b o . . . haría dinero. Heniílente: / , . / ? . T., Ililhao. m 1\1 d i l u v i o n o "tuvo é x i t o , porque quedó mi homlire. Hk.vrv Bpxqtii: m Aloyano, el e x m i n i s t r o de la época de los moderados, va a coger un coche. E s el m o m e n t o en que el socialismo comienza a enloquecer a u n o s c u a n t o s cerebros, y el cochero a quien se dirige Moyano es socialista. Moyano se le acerca, le saluda, abre la portezuela, va a entrar... — Oye, compañero — le pregunta el auriga: — ¿«dónde vamos? Moyano deja el estribo, cierra la portezuela y dice: — ¡Yo a tomar o t r o coche y u s t e d a la m...! Itemitenl.e: J. Xiraii, de estar durísima. Cuando .se c o n v e n c e de su impotencia para lograrlo, se dirige al camarero, que se encuentra abstraído e s c u c h a n d o la mú.síca, y le pregunta indignado: — ¿Qué es esto? — Un trozo d e El Conde de Tu remhurgn, .señor. Hemitente; Kl f/iie Me parece que he ndelsfaz.Kln. Itufinn. Vay.i •I 1;Í r.'irniacin v vea cuj^nto peso. .\ los caballos n o les .gu.sta el vino, sea d e la clase q u e .sea. H a y quien dice que n o es que n o les gusten s i n o que n o lo quieren beber, a causa de la imposibilidad material en que se encuentran de devolver los cascos. (De Buen Humor.) NÉSTOR O . I.opií Ilarcelona. m F u é a presidio Juan Pascual por artes de u n a mujer, y — ¡La mataré al volver! —• dijo, blandiendo un puñal. Pero, ¿la mató? N o tal. Cuando, del puñal armado, la fué a asesinar, turbado, n o p u d o vengar su queja, porque al verla fea y vieja, exclamó: — ¡Ya estoy vengado! E s indudable que los japoneses han inv e n t a d o el s i s t e m a m á s ofensivo de guerra m á s defensiva del m u n d o . l.ouisvilU Times (Ivouisvílle. E E . UU.) m lo oyó. m Dicen que n o se debe hacer c a s o de la hermosura, que es pasajera; pero m e n o s ca.so d e b e m o s hacer de la fealdad, que dura toda la vida. SANTIACO RUSIÑOI, m — Señorita, tengo el honor de pedir su mano. — ¡Oh, caballero! y o n o esperaba... Déjeme usted que reflexione un m o m e n t o . . . — ¡Oh, por Dios, píén.selo pronto! Teng o un taxi a la puerta... Remitente: S. R. fl., Sevilla. CAMI'OAMOR m En el comedor de u n o de los principales hoteles de Madrid, se celebra la cena de fin de año, por cuya cau.sa las me.sas se hallan rodeadas de elegantes personas, que con las mejores formas degluten los m a n jares .servidos. Un caballero intenta, inútilmente, cortar con el cuchillo u n pedazo de carne que, a juzgar por los esfuerzos que hace, debe Premios del número anterior 1 f''i:i que a estos animales no les 152 ! D e 10 p e s e t a s : al rasgo de ingenio e n v i a d o p o r Juan I t a , Madrid. D e 5 pesetas: a los r e m i t i d o s por R a i m u n d o S . Valor, Madrid, y Alfon,so de R o s e . I — — — — Í A dónde va usted en ese . • s h i i i n Al sermón. ¿Al sermón a estas lloras? ¿ D ó m l c ^ \-' En mi casa. tado, .t M,' T'NQT'^K el e s t a d o actual d e la astrot a a o . señalaríamos señalaríaluos siempre a.iiiiis mes a ¿viarve m á s . H a s t a Cristo, m á x i m a autoridíul jia TNQT^K que nomía permite conjeturar q u e nmmu-- q u e a la Tierra.» ra t o d o s l o s cristianos, cuando dijo q u e D e v e z en cuando, oímos hablar de q u e clios d e las m u n d o s existentes contieí>lir,c T i i i i i i d í v 5 pxi.stentc.s contieDe vez cuando, enviar oímos hablar que en la casa de su padre, fuera de la Tierra, iiliíuieu se en propone señales deluminen vida, p orifc o Ir»<¡ sabemos aún d e cierto sobre había m u c l n s habitaciones, dejó ya e n n o s a s a n u e s t r o s planetas hermanos para ello, p u e s t o q u e nuestros m á s p o t e n t e s tetrever la habitabilidad de otros mundos, llamarles la atención .sobre nuestra exislescopios n o bastan para descubrir las huepues ¿para qué han d e servir, si no, aquellas llas de vida ni aun en l o s planeviviendas celestes? ¿para estar t a s m á s cercanos. Kn el alma de desiertas? tos pueblos moflemos e x i s t e , a Federico Oauss, el príncipe de pesar de esta inseguridad m a t e los matemáticos, convencido co m o rial, la íntima e i n t u i t i v a d e q u e tantos otros sabios de que en o t r o s el hombre de la Tierra posee herm u n d o s h a y .seres q u e piensan, m a n o s en el r e s t o del Tniverso. señaló y a la posibilidad de u n a S?,í¿()l) años antes de Jesucristo, corresponden cia telegráf i colu min oya afirmaba el griego Metrodor de sa en el porvenir, por m e d i o de Lampsacos cpie era una locura tan espejos gigantes que p r o y e c t a s t n grande creer q u e .sólo nuestro al espacio l o s rayos del s o l , idea m u n d o estaba habitado c o m o s u que Cross, el célebre inventor franponer ciue eti un c a m p o de trigo cés i n t e n t ó poner en práctica mar sólo poaría crecer u n a espiga. El c i n d o , por medio de tales rayo.s, filósofo K a n t n o d u d ó nunca d e figuras geométricas en u n a región la liabitabilidad de otros cuerpos desértica d e Marte, pero murió sin celestes y añadía que era incomacabar su proyecto. prensible que tanta magnificencia Otro astrónomo, el vienes L i t en el cielo liubiese s i d o creada s ó trow, t u v o la idea inversa; prolo para recreo de los habitantes yectar dichas figuras, mediante de u n o d e los astros m á s pequefortísimas lámparas eléctricas, en ños, y lo mi.suio pensó (íoetlie. El el desierto d e Sallara para q u e gran astrónomo austríaco Palisa, pudieran los habitantes de los fallecido hace seis años, decía m á s otros planetas, en el supuesto de aún: «Si n o s lialláranios en un F.mliajada rii' niiesti-a Ti rra a los habitante"^ hipoti^ti os de Marte, l ' n que posean telescopios, comprobar p u n t o del espacio intermedio y de .Marte. Idea e r u H T i i c espejo refleja IÜÍ rayos del Sol en u n desiertí nuestra existencia, Lástima que n o del i n v e n t o r Cross equidistante d e la Tierra y d e viva Littrow todavía para p<xler Marte, .sin conocer la liabitabiliaprovechar en beneficio de su prodad d e atiuélla ni otra cosa q u e lo q u e tencía. E n el año 1924, en coincidencia y e c t o el i n v e n t o de un ingeniero ameriSf>))re a m b o s m u n d o s n o s revelase desde con u n a m á x i m a aproximación de Marte, cano q u e lia logrado construir un proyec.tIIí un telescopio, y apareciese un ángel .... ^ . . . h u b o gran e n t u s i a s m o con tales proyectos tor d e millcn y medio d e bujías. para p r e g u n t a m o s cuál'de l o s d o s m u n d o s que lue.i^o no pudieron realizarse, pero que Otro ingeniero, de nacionalidad inglesa tenía m á s probabilidades d e estar habídemostraron la fe que se tiene eu que la tiene u n proyecto para enviar señales lupluralidad de 1 o s ^ L mnmiJli -ni-yi'jr-:jr. m u n d o s habitados MoNTiEi. JUR.'^DO A \ ™ " ^ • no son una f a n t a s í a (Continúa en la página ti.) • ••••• ^.lmiu p n . y r ' C t n i\o un inuii.i l'i.im sitíc d e balones p r t h o i a Iiinifndsa, situados a 1.') kin. de altura, cuya luz cpsradoscBúii su i i i M ' i i l o i - podrá apreciarse c o n los telescopios marcianos. \ 1 I i / q u í e r d a , se ven los lílobo*; flotando en el espacio; a la derecha, en el m o m e n t o de estallar. >i'riiih'- idiMiMitsjis instantrineas a otros nuin<lo>. •.•<iiit rti iiiL'li'':>. t riii cliisitn fK'ct l i c a lince i - s t a l l a t ito de haferfas que podrán e n \ iar señales lunn^(^^il^ al n. o la derecha, la señal vista en conjunto desde fnera. J o c k e y s femeninoN No h a y que p e r d e r l a s e s p e r a n z a s OS alemanes han echado a pique un L acorazado con objeto de demostrar al m u n d o que han t o m a d o en serio lo de! desarme. En la foto v e m o s u n o s c u a n t o s marineros del buque despidiéndose de su cañón f a v o r i t o antes de separarse de él para siempre. D e m o d o que, a pesar del conflicto chinojaponés, de las maniobras de la escuadra norteamericana en el Pacífico, de los terribles i n v e n t o s de guerra que se están realizando en todo el rmmdo, n o h a y que perder las esperanzas: los alem a n e s tienen u n acorazado m e n o s . Q u i n c e aflos de i n s o m n i o E S T E caballero, Paul K e m , agente d e seguros que vive en Budapest y e s t u v o c-ii la Guerra Europea, trae de cabeza a ( F o * . Oofttordoí, C OMO ya h e m o s dicho otras veces en estas m i s m a s páginas, la época actual se caracteriza, n o .sólo por la crisis económica, s i n o también por el empeño que parece tener la mujer en hacer la conqietencia al hombre, dedicándose a toda clase de trabajos por viriles que parezcan. Vedlas, por ejemplo, en la foto, preparadas para tomar parte como jockeys en una carrera de caballos celebrada recientemente en Berlín. D e m o d o que, como h a y siete mujeres por cada hombre, resulta que ahora es ocho veces m á s difícil que- antes conseguir una plaza v a c a n t e . Ivs decir, ,sí las m a t e m á t i c a s n o mienten. Muelle f l o t a n t e La utilidad d e los z a p a t o s c u l m i n a c u a n d o h a y q u e subir escaleras d e n o c h e . N o E aquí la liltíma palabra en m u e l l e s H flotantes, a d o p t a d o por un club n á u t i c o de California. Hendiduras abiertas a un l a d o y a otro del muelle hacen que las n a v e s , al atracar, queden c o m o encajon a d a s y c o m p l e t a m e n t e a s a l v o d e los e m b a t e s del mar. Otra ventaja es la de que el muelle, en un d o s por tres, puede trasladarse de lugar. Además, n o h a y pet w l o s los hombres de ciencia de su país, jiorque resulta que hace cerca de quince a ñ o s que n o duerme. Hallándose en el frente, recibió una herida gravísima en la cabeza. Los médicos lograron curarle y entonces se produjo el prodigio. El señor Kern n o puede dormir ni tiene suefio. Sin embargo, se encuentra perfectamente. Y lo que el señor K e m debe de sentir e s que n o le sucediera lo m i s m o en c u a n t o al a s u n t o de la slímentación. cabe duda de q u e el i n v e n t o r ha t e n i d o u n a idea luniíno.sa. Viajeros ilustres E N el Sudán se u s a m u c h o el buey como vehículo de viaje, y c o m o este pobre animal n o puede dar de por sí idea de lujo ni de grandeza, cuando una personalidad sudanesa ha de hacer im viaje, manda colocar sobre el cuadrúpedo una especie d e t r o n o lleno d e colgaduras y adornar al animal profusamente. Sólo así pueden distinguirse los aristócratas d e los que viajan a pelo. E n el grabado p o d e m o s Bl castillo de Kronbortf ligro de que las n a v e s sufran desperfect o s si chocan contra el flotante embarcadero. T o d o s sabemos que los muelles amortiguan los golpes. Zapatos luminosos A R A evitar t r o p e z o n e s en las n o c h e s P d e m a s i a d o oscuras, en N o r t e a m é r i c a se han i n v e n t a d o e s t o s zapatos provis- E N e s t e castillo s i t u ó el inmortal S h a kespeare su obra, también inmortal, Hamlet. Se halla en Copenhague, en la boca del Oresund, vía fluvial por donde jenetra gran parte de la riqueza de la pojlación. Y he a q u í cómo se unen la grandeza espiritual de la poesía con el m a t e riaUsmo del tráfico comercial. t o s de lámparas eléctricas que han t e n i d o u n gran é x i t o entre d e p e n d i e n t e s d e oficina, obreras d e fábricas y d e m á s clases femeninas que han de emplear frec u e n t e m e n t e el «vehículo» d e los pies. La lámpara va en la parte delantera del zap a t o , d e n t r o del tacón h a y u n a pila y d e t r á s del tacón e s t á la llave q u e permite apagar o encender la luz a v o l u n t a d . ver a una de las esposas del reyezuelo de la tribu Messeria instalada en u n o de esos pullman con cuernos. M M I L DEHOMBRE PRÁCTICO C ó m o s e h a c e una a n t o r c h a C a r b o n e r a prActica í^a antoreha q u e reproduce nuestro dit'iira impedir que e) carbón almacenado bujo es m u y útil para el campo. Para I en gran cantihacerla se necesita u n trozo d e cañe• ~ " V . . , dad se salga por ría d e u n o s cuatro centímetros d e 'l'.'i la boca o puerdiámetro por quince d e ancho, con -i t a d e la carborosca en los extremos. ñera y, al m i s m o : E n u n o d e é s t o s se atornilla u n a tiempo, poder tapa y en el otro u n a reducción d e sacarlo cómodacuatro centímetros por d o s para .'.-'{ mente con la aju.star u n t u b o d e este idtimo diá..! pala, es lo m e metro. E n este t u b o pequeño .se jor poner denpone la meclia q u e puede ser de altro de la cargodón torcido. El aceite o la grasa bonera un plano inclinado en la forma q u e se echan en el tubo ancho. Ivl m e CID indica el d i b u j o . jor combustible e s la grasa o el aceite c o Este sistema ofrece también la ventaja mún. de impedir que se levante p o l v o y además A p a r a t o para s e c a r la ropa n o deja q u e el carbón o b s t r u y a las portezuelas impidiendo cerrarlas. Muchas veces e s un conflicto para las a m a s d e casa el poner a .secar la r o p a , P a r a limpiar f r a s c o s porque las viviendas m o Para limpiar botellas se emplea corriend e m á s , sobre temente u n procedimiento q u e c o n s i s t e e n t o d o las m o echarles u n poco de destas, s o n arena y u n o s cuantos m u y reduciclavos y a,gua y agitar das. Para solucionar t o d o , pero a v e c e s el problema, o al mecuesta trabajo sacar nos atenuarlo, basta la arena > lo.s clavos, construir un secador de madera cosa que se evita con con varios listones dispuestos en el 1 rocedimiento que forma de estrella, c o m o indicp. el indica nuestao grabagraljado. El secador ocupa peco do, y q u e deja perespacio y, en cambio, cabe en él muclia fectamente lim]:)ios los ropa. Se pueden instalar u n o o varios d e frascos. ellos en el balcón o en la galería. \ü secaIvl limpiador de botedor puede perfeccionarse «rticuloudo los llas se hace con u n a listones, para poder plegarlo d e s i u é s del cadena n o m u y grueempleo. sa, fija al corcho con una argollita. l,a cadena debe tener d e C ó m o s e d e s t a p a una b o t e l l a sin trecho en trecho u n o s n u d o s de bramante. llave ni s a c a c o r c h o s Al emplear el «aparato» se echa un poco El procedimiento .sólo e s aplicable a los de agua caliente en la botella, se pone un t a g o n e s llamados d e «corona». Basta rodear corcho con la cadena y se agita bien. el cuello de la botella i i'omo se ve en el grab U ( o n i i n u n c i ó n d e \:\ página 4) COMU<VICAGION INTERPLANETARIA m i ñ o s a s in.stantáneas a otros m u n d o s . Consiste en una serie de globos cautivos, s i t u a d o s a 1.5 Icilómetros de altura y llenos de pólvora lumino.sa. U n a chispa eléctrica lanzada desde abajo, hará esta lar los glob o s inflamando la pólvora que contienen y produciendo u n a luz intensísima que, según el inventor, podrá percibirse desde Marte. Además de éstos, q u e .son l o s principales, se conocen otros m u c h o s p r o y e c t o s de comunicación interplanetaria, ba.sados tocios en señales luminosas que son las cjue, al parecer, m á s p r o b a b i l i d a d e s tienen d e .solucionar e.ste interesante problema. Quizás parezca t o d o esto tan utópico coíu'j los vuelos interplanetarios, y, s i n embargo, pronto .se harán las pruebas d e uu veliículo cohete que cruzará la estratosfera y que construyen actualmente u n o s ingenieros alemanes. E s casi .seguro q u e nosotros n n presenciaremos los viajes a otros n u m d o s ni la comunicación interplanetaria, pero esto n o quiere decir q u e sean cosas irrealizables y nietlos ai'm d e burla como creen t a n t o s ignorantes q u e n o saben mirar adelante porque t a m p o c o han mirado nunca atrás, a través d e l o s tiempos. I.,. MoxTiEt JURADO La coiBcción completa de ALOO puede consultarse en el Archivo de ia Ciudad, PI. de la Cütedrai y calle de Sania Lucia, 1, «Casa dei Arcediano» todos los días llborables de 9*30 a 13'30 B L T G K I t O K L, piraya o piraña ( P y g o c e n t m s piraya) E es el pez de presa m á s peligroso de los ríos sudamericanos. A pesar d e su reduc i d o tamaño, resulta tan temible c o m o el tiburón y otros gigantes d e l mar. y m á s que el cocodrilo, en c u y a s m i s m a s a g u a s habita. Pertenece al género d e los caracínidos, c o n el que forma u n .grupo al que .se da el nombre de peces sierra o caribes, por causa d e .sus a g u d o s dientes q u e .se asemejan a los de u u a sierra y porque su ferocidad recuerda a l o s terribles guerreros Kl Piraya. caribes que, en t i e m p o s del descubrimiento de América, constituían la triLu dominante en el continente sudamericano. Poseen dichos peces uua longitud de sólo u n o s ífO centímetros, son azulados en su parte superior y amarillentos, con manchas oscuras, en sú vientre. Están d o t a d o s de una voracidad tan desmedida, que Huniboldt la mencionó en s u s relatos de las cosas sorprendentes d e Sudamérica. Todo lo q u e se m u e v e a su alrededor, abejas, moscas, patos, despierta inniediatamente tirón hacia arriba, mente. tapen iltíi fáii No esfá de más saber que. : : i : • i \ \ i : • ! : \ • I • • ' Hasta el aüo 6S2 de la fundación de Homa nn existió ley alguna couIra el parricidio, pues no sr concebía fuese posible (¡ue el hombre pudiera cometer tan horrendo crimen. Un ocasión en que vn tal l'nbliiius Maleolus mató a su madre, se decidió que en adelante los parricidas serian metidos en un saco de cuero, que, dispues de cosido, se arrojaría al agua, líl cónsul l'ompeyo confirmó esla ley, oña'licndo que se metiesrv en el saco con los parricidas, un gallo, un perro, una serpiente y un mono, t'dos vi7,'(>.'> por supuesto. I-lxcusado es decir que los condenados a este castigo mnriaii, más bien que por asfixia o ahogados, por los furiosos ataques de los animales con él encerrados. I I B L O S K I O Ü su fiera voracidad, v, si n o Imye a tiempo, cae en [lodcr d e una mannda d e e s o s m o n s truos insaciables cjue lo destrozan in.stantái'camente. cualquiera cjuc sea su tamaño. Perro.s, bueyes, caballos o cualquier otro animal q u e s e acerque al río a beber, despierta s u s instintos cazadores. H a s t a para el hombre es peligrosísimo, y ])obre del cpie tenga la desgracia d e encontrarse r o d e i d o de u n a familia de estos peces voraces. E l dolor d e los mordiscos, la jiérdida d e sangre y el íerror acaban con s u s fuerzas a n tes de q u e pueda alcanzar la orilln. Más de u n a vez buenos nadadores caídos al agua de.sde alguna embarcación, se ¡lan v i s t o rodeados de tal c m t i d a d de e s t o s pequeños ])cces cjue, en u n abrir y cerrar d e ojos, y en presencia d e sus Iiorrórizados compañeros, han sucumbido a .sus ataques y desaparecido para siem]>re bajo las aguas. Hasta los animóles d e aquellos i)arajes conocen el peligro d e l o s jaeces caribes, v por e s o , cuando se acercan a lo.s ríos á beber, procunm n o mover ni enturbiai el agua, seguros de que, d e otro modo, atraen al enemigo. En efecto, tan pronto como los peces, escondidos e n t i e las rocas del fondo, vislumbran el liotín, acuden en tal n c m e r o y con tal rapidez que casi siempre algiti animal sale huyendo ccti un trozo de hocico m e n o s . Su hambre insaciable es aprovechada por los indios para limpiar los esqueletos. .'\lgunas tribus del Orinoco acostumbran introducir a .sus muertos en el agua en\ u e l t o s en redes. . \ los jiocos rlías, los esqueletos e.st.án p e r f c c t a i i K - n i r Hriji. ..s y cíispuestos par.n ser e n t e n a d o s e r m n m - g i o a los ritos indígenas. 220 HISTORIA NATURAL baja tienen en muchos lugares el aspecto de las rocas calizas de la tierra firme. En las lagunas donde las corrientes tienen en continuo movimiento las arenas de coral, todos los granos son redondos, porque se deposita en ellos el carbonato de cal disuelto en el agua. Cuando estos granos se agrupan formando una masa constituyen lo que se denomina un oolito. Pues bien; en muchos terrenos calizos que actualmente constituyen tierras de labor se encuentran oolitos, lo que indica que la formación de dichos terrenos fué parecida a la de los arrecifes coralíneos. En el océano Pacífico existen unas trescientas islas de coral sin contar los grandes arrecifes que circundan las islas volcánicas. También se las encuentra en el Océano Indico (fig. 162). Eos arrecifes coralíneos abundan asimismo en las Indias Occidentales, en muchas de cuyas islas forman parte de la tierra firme. En Cuba, por ejemplo, se encuentran estas formaciones hasta 400 m. sobre el nivel del mar. La gran barrera de arrecifes madrepóricos de las costas del noreste de Australia se extiende en una longitud de 1.250 millas por 10 a 90 de anchura., LA 213 TIERRA convierte la caliza en carbonato calcico, que es fácilmente soluble, y gracias a esta acción se van agrandando poco a poco las grietas naturales, que acaban por convertirse en galerías y cavidades de enormes proporciones algunas veces. Algunas de estas galerías son profundos pozos verticales, que reciben el nombre de abismos y de simas y son impracticables, a no ser que se descienda a ellos por medio de cuerdas y de escalas. Citaremos entre las simas el abismo del Bruch (Barcelona), cuya profundidad excede de 130 metros; el de Trebiciano, c e r c a de Trieste, que alcanza 322 m.; los de Jean Nouveau y de Padirac en Francia, est e líltimo provisto de varias e s c a l a s p a r a que p u e d a n descender por ellas los visitantes (figuras 154 y 155). Otras veces las galerías son más o menos horizontales y constituyen 1 a s grutas o cavernas, F I G . ICO. — Deslizamiento de tierra en la extensión de 2 5 0 m. y en la en las que suelen profundidad de 4 m. encontrarse amplias salas decoradas por estalactitas y estalagmitas, de las que ya hemos tratado en otro lugar. Son muchas las grutas notables que podrían citarse. Sobresalen en España las de Arta y de Manacor, ambas en Mallorca, las primeras de impresionante grandiosidad y las segundas de sin igual belleza (figs. 156 y 157). La célebre Cueva de Ramales, en Santander, no explorada por entero, tiene varios (Fnt. F I G . 166. — Depósito de grava para la construcción de bloques de hormigón. En la llamada zona pelágica del océano, los materiales sedimentarios o sedimentos pelágicos de origen orgánico proceden de unos seres microscópicos de esqueleto calizo, como son las globigerinas, y de otros de esqueleto silíceo, como los radiolarios y las diatomeas, estudiados todos ellos en la Zoología. Los sedimentos formados por la acumulación de los restos de dichos animales forman Bnyerí 214 HISTORIA NATURAL quilómetros de recorrido. Las grutas de Postumia, que ya mencionamos ante­ riormente, presentan un abismo de 20 m. por el que se precipita el río Pinca (fi­ guras 158 y 159). En América son muy notables las cuevas de Bellamar, en Matanzas (Cuba), que algunos consideran como las más bellas del mundo, y las del Mamut en Kentucky (Estados Unidos), cuyas galerías tienen un desarrollo extraordinario de 50 a 60 quilómetros. El hundimiento de la bóveda de las cuevas fragua a veces grandes abis­ mos de forma sensiblemente circular que se van estrechando hacia el fondo, a la manera de un embudo gigantesco. Estos accidentes se denominan torcas y se les encuentra con relativa frecuencia en los terrenos calizos. Se encuentran algunos en las cercanías de San Vicente de la Barquera (Santander) y en Pinar, de los Palancares (Cuenca). En este último lugar alcanzan 200 m. de diámetro por 80 m. de profundidad. Las aguas de infiltración determinan en ciertas clases de terrenos corri­ mientos y deslizamientos de tierras, a veces en extensiones considerables. Por ejemplo, una capa arcillosa situada entre rocas y materiales impermeables, puede empaparse de agua, formando un plano resbaladizo por el que se deslizan las tierras y las rocas que están encima de él (fig. 160). Generalmente este fenó­ meno es de poca extensión; pero en ciertos casos se han venido abajo lomas y montículos o sé han desplazado montes y terrenos que han descendido por las laderas al valle, derribando casas y alterando los límites de las propiedades. LA TIERRA 219 condiciones muy limitadas: no pueden vivir a una profundidad mayor de 30 a 35 m. y no son capaces de resistir ni el sol ni el aire. Al morir el pólipo queda su esqueleto y el conjunto de millares y millones de esos restos constituyen una ramita de coral. Donde más se desarrollan los pólipos es en la parte exterior de los arrecifes, pues allí reciben directamente el alimen­ to suministrado por las olas. Esto explica la tendencia de los arrecifes a exten­ derse hacia el mar y a aumentar su amplitud. También puede darse el caso de ÍFot. Kerstone) F I G . 1 6 3 . — Diques defensivos en Medenblili. que a medida que los poliperos construyen los fundamentos de una isla, éstos se vayan hundiendo poco a poco por algún movimiento de depresión del fondo del mar. Cuando así ocurre es de suponer que esos minúsculos arquitectos en vez de extenderse mar adentro edifican hacia arriba para mantenerse al mismo nivel; y de este modo, y en el transcurso de muchos siglos, llega a formarse un espesor considerable de roca (fig. 161). El célebre geólogo Archibald Geikie llamó la atención acerca de la rapidez con que los restos de los pólipos coralíneos se transforman en masa compacta de roca. La acción química y disolvente del agua del mar, junto con el barro y las arenas contribuyen a dicha transformación. El agua, según vimos, facilita la cementación de la roca. Los arrecifes que quedan al descubierto durante la marea | 218 HISTORIA NATURAL Se ha calculado que por cada quilómetro cuadrado del océano hasta la profundidad de 200 m. existen más de diez toneladas de carbonato de cal en forma de huesos y de conchas de animales vivos. Y conforme éstos van muriendo cae al fondo una verdadera nevada de productos calizos. En diversos lugares, especialmente en las proximidades de las islas volcánicas, han ocurrido levantamien- j tos de parte del fondo del mar que han puesto de manifiesto masas enormes de \ rocas calizas. La composición de estas rocas es la misma que la de las conchas \ EL FONDO DEL MAR Y LA LABOR DE LOS ORGANISMOS Hemos hablado ya de la influencia del mar en las transformaciones de la corteza terrestre. El trabajo que verifica el océano es doble: en primer lugar la, erosión marina produce un desgaste continuo en las costas; en segundo lugar, las aguas de los mares distribuyen en su fondo los materiales tomados directa o indirectamente a la tierra firme. Estos materiales terrígenos, cuidadosamente almacenados en capas sucesivas, pónense de manifiesto cuando por cualquier causa se retiran las aguas o cuando en virtud de algún trastorno geológico parte del fondo del mar se eleva hasta el nivel de las tierras. Vimos asimismo en otro capítulo las alteraciones continuas que sufre la línea de las costas. Pero, después de todo, las costas representan una parte muy pe-, (Fot. Eeystone) F I G . 1 6 4 . — Barcazas empleadas para el relleno del Zuiderzee. de los animales marinos que viven en aquellos mismos lugares; y su cementación es debida a la acción del agua del mar, que penetra por todos los intersticios de la masa caliza, disolviendo la parte exterior de ésta y depositándola en la parte interna, donde obra a la manera de mortero. Los arrecifes de coral son uno de los mejores y de los más familiares ejemplares de esta transformación de los restos de animales pequeñísimos en grandes masas de sólida roca. En los mares tropicales, y especialmente en el curso de las grandes corrientes oceánicas, se encuentran numerosísimos pólipos coralíneos que echan raíces, por decirlo así, en lo alto de las rocas sumergidas y en las costas de las islas. Los pólipos coralíneos tieiien el cuerpo gelatinoso, pero dentro de ese cuerpo transparente hay un esqueleto calizo. Estos animales son grandes colonizadores y no llevan una vida solitaria, sino que se agrupan en comunidades inmensas hasta formar un arrecife. Los pólipos, para su desarrollo, requieren unas F I G . 1 6 1 . — Roca madrepórica en la costa de los Somalis. ' quena de la superficie total del globo. Mucha más importancia geológica tienen^ los yacimientos submarinos. .1 Al fondo del océano van a parar los sedimentos acarreados por los ríos y] que no se acumulan en la desembocadura de éstos. Por lo común, este proceso) 216 HISTORIA LA NATURAL de sedimentación es muy largo: las partículas más finas son arrastradas por las aguas hasta unos 500 km. mar adentro antes de caer al fondo. Dentro de este radio de 500 km. los diversos materiales se van sedimentando según su peso. Cerca de la costa se encuentra la grava y la arena gruesa; más adentro la arena fina y el fango, con manchones de grava aquí y allá; más adentro todavía existen grandes extensiones recubiertas de un barro finísimo, verdoso o azulado, formado por pequeñísimas partículas de los materiales que forman las rocas ordinarias en la superficie terrestre. Pasada esta zona de sedimentaciones terrígenas, encuéntranse depósitos o yacimientos propios exclusivamente de los mares, yacimientos que no son de origen continental sino oceánico. Uno de estos depósitos consiste en extensiones inmensas de una arcilla sumamente fina de color pardo o rojo; es la arcilla roja de los grandes fondos, así llamada por ser el sedimento que más abunda en las regiones profundas del océano. ¿De dónde procede? Este barro es indudablemente de origen volcánico, y está formado o bien del polvo de los fragmentos volcánicos arrojados al mar 217 TIERRA grandes explosiones. Más adelante consideraremos esta cuestión; de momento basta que conozcamos la existencia del fenómeno. Por el examen de los depósitos de arcilla roja se ha venido en conocimiento de que su sedimentación es sumamente lenta. En la que se extrae de los lugares más apartados de las costas se encuentra- profusión de dientes de tiburón y de ( F o t . Techno Fhotograph. Arvhiv.) F I G . 163. — Buque atravesando el Canal de Panamá. ( F o t . L « Tien-a) F I G . 162. — Isla madrepórica de Gilbert (Oceania). por las erupciones de las costas y de las islas o bien, y esto es lo más probable, del procedente de las erupciones submarinas. Recuérdese que el fondo del mar está de tres a ocho quilómetros más cerca de las rocas ardientes del interior de la tierra que la superficie de la tierra firme. Por consiguiente, al ponerse en contacto con dichas rocas el agua del océano, el vapor que se produce determina huesos de ballena. Algunos de esos restos son recientes; pero, en su mayoría están recubiertos de una capa pardusca, más o menos espesa, de peróxido de manganeso. Requiérese un espacio de tiempo muy grande para que se forme en los huesos esta capa de manganeso; pero la arcilla se deposita con más lentitud todavía que éste; de manera que el tiempo necesario para formar una capa de arcilla roja de mediano espesor es en verdad considerable. Además de estos materiales acumúlanse en el fondo del mar innumerables restos de toda clase de moluscos, crustáceos, peces y otros animales marinos, grandes y pequeños. Al morir los miles de millones de seres que pueblan el mar, las conchas y los caparazones que los protegen y los huesos que forman su armazón van cayendo continua y pausadamente. El fondo del océano está cubierto con los restos de animales pequeñísimos, mucho más numerosos que los astros del firmamento; y el cieno grisáceo que forman se convierte por la enorme presión a que está sometido en una roca sedimentaria. De esta manera se ha ido formando la corteza terrestre, la cual, mientras crecía por el exterior gracias a estas sedimentaciones, aumentaba por su parte interior a causa del endurecimiento de las rocas ígneas. , T I P O S CORRIENTES DE HELÉCHOS 1. Blccnc (Btechnum apicant). — J. Escolopendra (Scoloprndrinm vulgare).—3. Woodaia fívensÍM). — 4. Asplenlo (Asplen um trichomanes).—5. Adianto o cnlanlrillo de poio (Adiantum capillis veneria).—6. Ceteraqne (Ceterach offíctnulis). — 7. Orobsnque (Orobanche fascícalata).—8. Osmunda ( Oamunda regalis). 9. Teridto (Píeridiam aquilinum). — tO. Polipodio (Polgpodium lalgare). PM(A L I B I R O S ! IVo garandes armarios para todo menos para libros El problema siempre creciente d e todo buen aticionado a los libros, d e falta d e sitio adecuado para guardarlos, nos ha hecho pensar e n la necesidad de un tipo de librería como la LIBRERÍA NOVELA ROSA, que ocupando un espacio reducidísimo puede aér adaptada a l a s necesidades d e todo el mundo. La LIBRERÍA NOVELA ROSA e s una serie d e estantes acoplables unos a otros; puede tener tactos como s e deseen y por numerosos que sean quedan sólidamente unidos entre si. Tanto si s e trata d e un solo estante como de varios, el aspecto siempre e s el d e una librería terminada, de una linea elegantísima dentro d e su sencillez. La LIBRERÍA NOVELA ROSA no e s un lujo, e s una necesidad d e la vida moderna. Anime a sus hijos a que lean m á s libros y los coaserven y cuiden, sintiéndose orgullosos de los que posean. iCuatitos libros s e pierden y estropean por falta de sitio adecuado para guardarlos! V E N T A A P L A Z O S LOTE N." 2 LOTE N.» 1 /k^/V E J E M P L A R E S D E LA NOVELA ROSA y iibreria 52 V. X í 8 ' / . cenümetros. con pies. l i o : 1 0 0 DE LA NOVELA ROSA y librería 52 '/s X 58 Vz centímetros, con pies y .>oé.„»A estante suplementario 52 ^..nlamantarin <V> metros. PTAS. %3 L O T E H.' f I EJEMPLARES 2^ AL MES »TAS. A PLAZOS DB X 28 CCnti- 12 PTM. AL MBS Este lote también puede recibirlo con un solo cuerpo de librería 99 '/t X 58 '/i centímetros. Las novelas s e podrán escoger enti« l o s 194 títulos publicados hasta la fecha en LA NOVELA ROSA. ALGUNOS DE LOS AUTORES DE "LA NOVELA ROSA" A. P a l a c i o V a l d é » F. L. B a r c l a y Gabriel Miró Cuy Chantepleure Conciía Espina i. F. M«ñoE y Pabón Paul B o u r g e t B e r t a Ruck Mary Floran 5 C o n c o r d i a Merrel R. P é r e z y P é r e z Henri Ardcl Los nombres de estos autores y los 5.000.000 LOTE N.» 2 DE EJEMPLARES que llevamos vendidos en esta colección son hechos más elocuentes que cuanto podamos decir en su favor. También vendemos estas librerías combinadas con lotes de libros fie todo nuestro catálogo, q u e comp r e n d e cerca d e 700 títulos y le ofrecemos gratuitamente. ¡ EDITORIAL JUVENTUD, S. A . Provenza, 101 B A K C E L O N A J CONTRATO DE COMPRA A PLAZOS Don Señas Profesión contrata con EDITORIAL JU\ impor!' de ptc TiMRRF dentro ar tu.; MóvfLBE 15 cts. ""re"" se considera satisfecho su imporl Población ion empleo compra del lote n.", ci/iyu pagaré en plazos mensuales ,1 ai recibir las obras, y los restantes •os ílíns de cada mes. Las obras y la lepósito en mi poder hasta (¡ue haya flRMA ENCAJE y MEDIDAS DE LAS l i b r e r í a s S€C|[I)4D ETNTPAL DTCRANDÍS AYINTLI!4S Episodio X X I . - É M U L O S DE ROBINSÓN Y. DESDE RiJUtl noriENTO, EL BOTE SE CON- ViRTiÓ EN BAR' Cft OE VEUftV Er< LftTCiPUlACiÓN DE náufragos ín&resó un MftS.