Página nº: 1 LAS VARIEDADES SOCIOCULTURALES Y LOS REGISTROS IDIOMÁTICOS: CLASES Y PRINCIPALES RASGOS El uso de la lengua es muy variado y son muchos los factores que intervienen en esa diversidad. Teniendo en cuenta la naturaleza de dichos factores, pueden establecerse cuatro tipos en los que encuadrar las variedades lingüísticas: diacrónicas, diatópicas, diastráticas y diafásicas. Las variedades diacrónicas son aquellas que pueden distinguirse atendiendo a los diversos estadios de la evolución de la lengua. Las variedades diatópicas tienen un origen histórico y se han formado como consecuencia de la evolución autónoma de la lengua común en cierta zona. Las variedades sociales o diastráticas son aquellas que vienen determinadas por diversos factores relacionados con la organización y la estratificación de la sociedad, como el nivel cultural y el dominio de la lengua, el sexo, la edad, la profesión, etc. (VARIEDADES SOCIOCULTURALES) Las variedades diafásicas son aquellas que están condicionadas por la situación comunicativa y por el propósito de la comunicación. Son los distintos registros o estilos de lengua que utilizamos de forma variada constantemente: registro formal o coloquial, escrito u oral, etc.(REGISTROS IDIOMÁTICOS). Las tres primeras se relacionan con la “lengua”, mientras que la última se relaciona con el “habla” 1.- VARIEDADES SOCIOCULTURALES La modalidad que adopta una lengua en una determinada capa social de la comunidad lingüística recibe el nombre de variedad diastrática, dialecto social, sociolecto o nivel de lengua. El grado de instrucción o de cultura de un hablante es el factor determinante de su variedad de lengua, y no el económico o la clase social , aunque la relación entre cultura y clase social es muy estrecha. En función de otros factores extralingüísticos, se pueden aislar diversos sociolectos: a) Según el hábitat: lengua rural y lengua urbana. Las diferencias entre el lenguaje urbano y rural son notables. El primero es más innovador y está influido por continuas modas lingüísticas; el lenguaje rural es más conservador y a la vez menos cuidadoso en la pronunciación. b) Según la edad: diferencias condicionadas por la pertenencia a un grupo generacional (de 20 a 40 años, de 40 a 60 y de 60 en adelante). Los jóvenes, más innovadores sobre todo en el léxico y en las expresiones, se sitúan frente a los mayores, que son más reacios a los cambios. c) Según las relaciones específicas de ciertos grupos sociales: diferencias sobre todo en el nivel léxicosemántico. (La explicación que viene a continuación debe resumirse) Ciertos grupos sociales, definidos por algún tipo de relación específica como, por ejemplo, la edad, las costumbres, la profesión u otro tipo de actividad o rasgo social común, pueden desarrollar una variedad de lengua especial que emplean sus miembros para comunicarse dentro del grupo. A estas variedades grupales se las denomina jergas y se caracterizan por mantener la base gramatical de la lengua y variar el léxico: buena parte de los vocablos que los hablantes de la jerga usan con más frecuencia son exclusivos de ella. Este léxico diferente del común se forma en unas variedades por las necesidades designativas propias de una determinada actividad: así, por ejemplo, la jerga utilizada por pescadores, la de los agricultores, o la de los médicos. En estos casos, se trata, por tanto, de variedades específicas de una profesión, lenguas de especialidad que exigen del hablante cierta formación o experiencia, pues su principal característica es el uso de términos específicos o tecnicismos que resultan necesarios para denominar referentes que son exclusivos de su trabajo. Otras jergas tienen como finalidad afirmar la cohesión interna del grupo y diferenciarlo de otros. Entre ellas, las más importantes y conocidas son las jergas juveniles y la empleada por determinados grupos marginales. Las jergas marginales, además de reforzar la cohesión y solidaridad del grupo, pretenden también formar un código lingüístico especial que sólo conozcan sus miembros, de manera que nadie más que ellos pueda tener acceso a los mensajes. A la jerga que busca el secreto y la ocultación del mensaje se la suele denominar también argot. Este carácter tienen, por ejemplo, el lenguaje hablado en la cárcel (el talegario), y también el cheli, el drogota, etc. El más antiguo y representativo es el caló, la lengua específica de los gitanos. Todas estas jergas de grupos marginales evolucionan con mucha rapidez, primero porque algunos de los vocablos acaban siendo muy conocidos incluso fuera del ámbito marginal, por lo que dejan de cumplir su Página nº: 2 función de ocultación y deben ser sustituidos por otros; segundo, porque el frecuente contacto entre sus miembros en los mismos ambientes hace que haya un trasvase constante de términos de unas a otras, formándose así una especie de fondo común de términos jergales que caracteriza el habla de los ambientes marginales. En función del nivel sociocultural (factor determinante) se distinguen las siguientes variedades sociales o niveles de lengua: nivel culto, nivel popular, nivel vulgar y nivel estándar. A) NIVEL CULTO Es el propio de personas instruidas y de buen nivel cultural. Hay lingüistas que lo identifican con la lengua literaria y científica. Funciona como modelo de corrección y como ideal de lengua para los estratos inferiores. Es el nivel más preciso, el más estructurado y el más rígido. Sus características fundamentales son: 1 Corrección: esta característica de la lengua culta afecta a todos los niveles. Al fonético con una pronunciación que conserva los matices de la expresividad y evita todo vulgarismo fónico o forma local; al gramatical, con el uso riguroso de construcciones sintácticas y la utilización de los nexos adecuados; al léxico, con la precisión de los significados y el rechazo de vulgarismos y barbarismos. 2 Riqueza léxica: dispone de un léxico rico y preciso que abarca a las ciencias o la cultura en todos sus ámbitos. 3 Capacidad de abstracción: es capaz de precisar con mayor profundidad y precisión los conceptos abstractos. 4 Tradición literaria: recoge el peso de la tradición literaria y puede compartir con ella su belleza formal. Es la más apropiada para todo tipo de labores intelectuales. B) NIVEL ESTÁNDAR Esta variedad lingüística se sitúa en un nivel medio pero formal de la lengua . Adopta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos rígida y meticulosa que la variedad culta. Sirve de modelo tanto en la comunicación oral como en la escrita. Respeta la norma léxica y gramatical que supone el uso correcto del idioma, siguiendo las instrucciones de la Real Academia de la Lengua. Se adapta a los cambios que puedan ser introducidos por modas o préstamos de otras lenguas y se difunde a través de los medios de comunicación y, también ,en la enseñanza. Es una lengua común a la mayoría de los hablantes que pertenecen a un nivel sociocultural medio. C) NIVEL POPULAR Se sitúa en un nivel medio de competencia lingüística y se usa en el ámbito de la vida cotidiana, no en actividades intelectuales o culturales. Entre sus peculiaridades señalamos: 1. La subjetividad del hablante: uso frecuente de exclamaciones, interjecciones, expresiones irónicas, interpelaciones al oyente, etc 2. Economía en el uso de medios lingüísticos: oraciones incubadas o suspendidas, oraciones sincopadas, falta de precisión léxica, frases cortas y muy expresivas, elementos que remiten al contexto extralingüístico (deícticos), muletillas, frases hechas, palabras para dar continuidad a la conversación, etc.:¡Bueno, pues... como te iba diciendo! 3. Continuas apelaciones al oyente:¡ Ya me dirás! ¡Tú tienes la última palabra! 4. Uso del llamado lenguaje proverbial o refranes ligados a la filosofía popular: En boca cerrada no entran moscas. Página nº: 3 D) EL NIVEL VULGAR Es propio de ciertos sectores rurales y de las capas más iletradas de las ciudades. En realidad se trata de la lengua coloquial en su estrato más bajo, plagada de una serie de incorrecciones debidas al desconocimiento lingüístico que reciben el nombre de vulgarismos. Veamos algunos de los más significativos: a) En el plano fonético: 1. Alteraciones vocálicas: tiniente (teniente), sais (seis), menumento (monumento), beile (baile). 2. Diptongaciones indebidas: tualla (toalla), lión (león), rial (real). 3. Reducción de diptongos: pos (pues), pacencia (paciencia). 4. Pérdida de consonantes, en posición inicial: esperdiciar (desperdiciar); en posición intervocálica: acabao, venío, to, na; en posición final: paré (pared), salú (salud), papé (papel). 5. Metátesis o cambios de lugar de las consonantes: cocreta, Grabiel. b) En el plano morfosintáctico: 1. Alteraciones en las formas verbales por diversas causas: < Analogía con otras: haiga (haya, por asimilación a “caiga”). < Disociación, para evitar confusiones; acabemos (acabamos, para distinguir presente y pasado). < Adición de -s a la 2ª persona del singular del pretérito: dijistes, vinistes. < Restricción de irregularidades: andé, apreto. < Reducción de la 3ª persona plural de ese mismo tiempo: dijon, trajon, puson (dijeron, trajeron, pusieron). 2. Alteración del orden de los pronombres: Me se ha perdido. 3. Laísmo y loísmo: La dije un secreto; Lo hice un encargo. 4. Confusiones en el género de los nombres: La aceite, el amoto, el arradio, los aulas. c) En el léxico: 1. Deformaciones de palabras cultas por desconocimiento: Tomarse unas cláusulas (cápsulas), melecina (medicina), el garambutano (el gas butano), estógamo (estómago); Vino en el tostón (Vino en auto stop). 2.- REGISTROS IDIOMÁTICOS Se denomina registro al conjunto de características lingüísticas que resultan de la adaptación de la lengua a una determinada situación comunicativa por parte del hablante. Los registros son, por tanto, mecanismos que permiten la adecuación del discurso al contexto1 . Son tres los factores fundamentales que definen el registro utilizado por un hablante en una situación comunicativa: 1. El canal (uso oral y uso escrito) 2 2. La atmósfera. Tipo de relación que se establece entre los interlocutores y que da lugar a distintos grados de formalidad en el uso de la lengua. Aunque hay muchos grados de formalidad, lo habitual es distinguir dos variedades: FORMAL e INFORMAL. 3. El dominio de la comunicación. Tipo de situación comunicativa ligada a una actividad social típica, por lo 1 La capacidad que cada hablante posee para producir mensajes socialmente adecuados a cada situación se denomina “competencia comunicativa” 2 Uso oral: funciones expresiva, fática y apelativa del lenguaje; lenguaje no verbal (gestos, exclamaciones...) ; deícticos espaciales (aquí...); anáforas (eso que dices); espontaneidad; rasgos dialectales, incorrecciones, interrupciones... Uso escrito: planificación del mensaje; unidad temática y cohesión; corrección lingüística; lengua elaborada (recursos lingüísticos variados). -Recordad que se pueden hacer matizaciones en relación con el uso de la lengua en las nuevas tecnologías-. Página nº: 4 que la intervención de los interlocutores: escuela, familia, comercio, administración, prensa... Todos estos dominios pueden clasificarse en dos grandes grupos: • Abiertos: Participan todos los hablantes de la lengua: ocio, escuela, etc... • Cerrados: Exclusivos de determinados grupos de hablantes. En este último habría que inscribir los usos específicos de la lengua: ciencia, humanidades, prensa, literatura, etc... Cada situación comunicativa requiere un registro idiomático propio. Sin embargo, la capacidad de cambiar de discurso no siempre es posible. La capacidad de cambiar de registro de los hablantes depende de su competencia lingüística: cuanto mayor sea el grado de instrucción de una persona y mayor el nivel de conocimiento de la lengua, más fácil le resultará pasar de una modalidad de habla a otra. Hay una variada gama de registros idiomáticos de límites muy imprecisos. De ahí que la caracterización que hagamos de cada registro venga dada por la mayor densidad y fijeza de los indicadores que conforman la situación comunicativa. De acuerdo con el uso más generalizado de la lengua , podemos distinguir dos tipos de registros: a) Registro formal: utilizado en ámbitos especializados (científico, literario, jurídico, técnico o periodístico).En ellos predomina la preocupación por seleccionar de forma correcta y adecuada los recursos lingüísticos. El registro culto es el registro formal por excelencia. Se caracteriza por utilizar un lenguaje cuidado en todos los planos: fónico, morfosintáctico, y léxico. Busca, ante todo, la precisión, la originalidad y la variedad. b) Registro informal: utilizado en ámbitos familiares o amistosos, en los que predomina una comunicación directa, espontánea e interpersonal. El más significativo es el registro coloquial. El registro coloquial en ocasiones se confunde con la lengua popular. Aunque tienen muchos elementos en común, responden a dos criterios diferentes: la lengua popular es una variedad de lengua que depende del nivel sociocultural del hablante; por el contrario, el registro coloquial alude a una situación comunicativa determinada. Sus rasgos más destacados son: 1. Carácter dialogado. En general hay una presencia física de emisor y receptor. Ambos son interlocutores activos y se alternan en el uso oral de la palabra. 2. Espontaneidad y falta de formalización. Es un uso espontáneo del lenguaje que suele carecer de reflexión, por lo que se abusa a veces de la improvisación formal y de la imprecisión expresiva. 3. Confluencia del código verbal y el no verbal. El acto de habla conversacional se apoya en un código no lingüístico: posturas corporales, expresiones de la cara reveladoras de los más diversos estados de ánimo y gestos de todo tipo.