UN RAYO DE LUZ Se inauguraron obras de electrificación rural en Tacuarembó y Rivera “Un solo rayo de luz es suficiente para despejar muchas sombras”. Así resumió la joven directora de la escuela rural N° 17, del paraje Cañas en el departamento de Tacuarembó, la importancia de la llegada de la electricidad a la localidad. Medio centenar de familias, dos escuelas, una policlínica y una capilla del interior profundo accedieron a la energía eléctrica y los vecinos lo celebraron como corresponde. Entre los días 9 y 10 de agosto se inauguró, en zonas rurales de Tacuarembó y Rivera, el tendido de unos 25 kilómetros de líneas de electricidad que abastecen a 54 familias, dos escuelas, una policlínica y una capilla. Las obras en Tacuarembó fueron realizadas a través del convenio interinstitucional de electrificación rural que involucra a MEVIR, MIEM, MIDES, OPP, ANEP, MVOTMA, Instituto de Colonización, ANTEL y UTE. En Rivera se concretaron por un acuerdo entre UTE y MEVIR. También colaboraron las intendencias departamentales. El martes 9, al mediodía, “se hizo la luz” en Paso Ceferino y pocas horas después sucedió lo propio en Poblado 33 y Cañas, todas localidades del departamento de Tacuarembó. El miércoles 10 la inauguración del tendido eléctrico se realizó en San Luis, poblado de la región fronteriza de Rivera. En ambos días se desarrollaron actividades de las que participaron vecinos, autoridades de UTE y de las otras instituciones, maestros y alumnos de las escuelas rurales de la zona y representantes de la Intendencia y la Junta Departamental de Tacuarembó. En la jornada del martes se hizo presente también el senador y ex presidente José Mujica. En Paso Ceferino UTE ejecutó 9.500 metros de tendido red de media tensión y 500 de línea de baja tensión, además de construir 10 subestaciones para llevar la luz a 16 familias de la zona, a la escuela rural N° 35, una policlínica y una capilla. El costo total de la obra alcanzó a unos U$S 120.000. Mevir realizó las instalaciones interiores en los 19 locales. En Poblado 33 y Cañas, UTE tendió 12.300 metros de línea de media tensión y 500 de línea de baja tensión, además de construir 22 subestaciones para abastecer a 33 vecinos y la escuela rural N° 17. Las instalaciones interiores también estuvieron a cargo de MEVIR. El costo fue de U$S 105.000, el 50% de los cuales está subsidiado por OPP. UTE desembolsó unos U$S 30.000 en materiales básicos y complementarios para la escuela, en el marco del convenio con ANEP. Las obras en la localidad riverense de San Luis constaron de 1.900 metros de línea de media tensión, 400 de red de baja tensión y una subestación para la alimentación eléctrica de seis vecinos. La obra fue ejecutada por UTE a un costo de U$S 25.000. También en este caso MEVIR se encargó de las instalaciones interiores. “No esperaron sentados” Uno de los momentos más emotivos, en dos jornadas caracterizadas por la alegría de los vecinos de ver concretada una vieja aspiración, la dio la maestra directora de la escuela N° 17 de Cañas, Mariana Dutra. Fue el martes 9 por la tarde, en el acto con el que quedó inaugurada la conexión que abastece a ese centro educativo. Visiblemente emocionada, la joven docente repasó algunos hitos de la historia de la escuela, que ya tiene 126 años. Recordó en ese sentido las Misiones Sociopedagógicas de la década del 40 del siglo pasado, impulsadas por el maestro Julio Castro, que llegaron hasta ese rincón del país y también evocó que esa escuela fue de las primeras que tuvo un comedor para los niños. Honrar ese pasado encierra para las actuales generaciones “un orgullo y una compleja responsabilidad”, dijo Dutra. Destacó asimismo que la realidad de hoy, con la llegada de la energía eléctrica, fue “forjada por el trabajo mancomunado de todos quienes soñaron una realidad diferente y no esperaron sentados que los cambios vinieran hacia ellos”. También dejó un mensaje para los niños, cada uno de los cuales, dijo, “es una semilla que deberá dar vida a la identidad local, defender sus raíces y hacer crecer el árbol de la memoria colectiva” y también para sus familias, “que apostaron a seguir viviendo en el campo a pesar de que las circunstancias no son las mejores”. Ganada por la emoción, la directora agradeció “a los que dieron una mano, o dos, para pintar, arreglar y dejar linda la escuela. A todos ellos, a los que estuvieron y a los que estarán, muchísimas gracias”, dijo y finalizó recordando que “un solo rayo de luz es suficiente para despejar muchas sombras”. Todas las voces Durante las dos jornadas de inauguración dieron su testimonio representantes de los vecinos, autoridades y docentes, y hubo lugar para que los niños recibieran materiales didácticos y regalos e incluso para compartir un asado criollo en Paso Ceferino. En representación de las familias beneficiadas por la llegada de la electricidad, Giovana Fagúndez, vecina de Poblado 33, aseguró que el avance cambiará la calidad de vida de los habitantes de la zona. Similares conceptos vertió Alejandro Etchenique, poblador de Paso Ceferino, quien pidió disculpas a las autoridades porque “hemos molestado bastante”, lo que fue contestado más adelante por el presidente de UTE. El intendente interino de Tacuarembó, José Omar Menéndez, habló en los dos actos del martes 9, y reconoció a las familias de la zona “por quedarse todos estos años en esta zona rural profunda del departamento”. Valoró asimismo el cambio que posibilitará en la calidad de vida de muchas familias “un hecho tan sencillo como levantar una llave” y destacó el amplio “panorama de aprendizaje” que se abre para los niños. En Paso Ceferino habló también el maestro director de la escuela N° 35 y señaló la importancia de ese día consignando que la llegada de la electricidad marca “un antes y un después en nuestro papel como educadores”. También se refirieron a la importancia del acontecimiento representantes del CEIP y de MEVIR, dos de las instituciones firmantes del convenio interinstitucional que ha permitido los avances registrados en los últimos años en electrificación rural. “Ninguna empresa privada lo haría” En los actos de Tacuarembó participó el ex presidente José Mujica, especialmente invitado. Al hablar en la escuela 17 de Cañas, Mujica evocó episodios de su juventud en los que llegó hasta esa zona acompañado por los a la postre antropólogos Renzo Pi y Alejandro Paternain. “Éramos gurises alucinados y vinimos con las misiones pedagógicas –dijo el expresidente-. Nos castigaba enormemente el peso social de abandono de mucha gente de campo”. Mujica reconoció que “el Estado ha llegado tarde con la luz eléctrica y otras cosas”, pero reivindicó el papel de ese Estado desde que José Batlle y Ordóñez “se dio cuenta la importancia que tenía la electricidad cuando nacionalizó la compañía de electricidad”. “Ninguna empresa privada hubiera traído la energía eléctrica a este rincón porque no es negocio, pero es negocio como país, como derecho social. Tenemos que pedirle disculpas al pueblo del interior porque hemos demorado demasiado”, sintetizó. A su turno, el presidente de UTE Gonzalo Casaravilla insistió en el concepto de Mujica y contradijo al vecino que había pedido disculpas por “las molestias”, sosteniendo la responsabilidad de las instituciones públicas en dar soluciones a las demandas de los ciudadanos. Casaravilla estuvo acompañado por los directores del ente Cristina Arca, Walter Sosa y José Amy. El “desafío”, dijo el titular de UTE, es “que todas las familias del Uruguay tengan energía de calidad y condiciones de vida decorosas” y que en ese sentido, UTE está cumpliendo “como empresa pública”. “Estamos casi en el 100% del Uruguay, nos queda muy poquito. Venimos a un ritmo de 1.000 kilómetros por año en los últimos diez años. En 2014 pudimos decir, con el proyecto Luces Para Aprender, que involucraba la instalación de paneles solares, que el 100% de las escuelas del país tenían energía de calidad; pero ahora con la electrificación tradicional dimos un nuevo salto”, expresó. Casaravilla reivindicó el papel de la comunidad organizada en la llegada del tendido eléctrico a estas zonas. “Todo esto, que parece que es UTE quien lo hace, no lo podríamos hacer sin los vecinos organizados. Hacemos esto porque tenemos la ayuda de la gente, esto es el Estado y la sociedad civil y como representante de UTE debo agradecer porque no lo podríamos hacer sin ustedes”, aseguró. “Acá ha llegado mucho más que la luz, ha llegado el futuro. Los insto a que sigan organizándose y demandando. La energía eléctrica es futuro, es calidad de vida y es democracia”, concluyó. Al final del camino El día miércoles 10, autoridades de UTE y MEVIR visitaron a los vecinos de San Luis, en el departamento de Rivera, en la frontera con Brasil. Son apenas seis viviendas al final de la Ruta 6 y galpones donde se alojan maquinarias utilizadas en los trabajos en establecimientos arroceros y agropecuarios de la zona. Los vecinos recibieron a los directores de UTE Walter Sosa y José Amy, así como a referentes de MEVIR en la zona, que llegaron junto con personal de ambas instituciones. No hay policlínica, ni escuela, ni almacén, todos los servicios que puedan requerir o compras que realizar deben hacerlo en el cercano pueblo Paso Hospital, a unos 20 kilómetros. Para la ejecución de esta obra se tendieron 1.900 metros de línea de media tensión, más 400 de línea de baja tensión y se instaló una subestación. Como en los demás casos, MEVIR realizó las instalaciones interiores. La obra fue ejecutada por UTE a un costo de U$S 25.000. En una sencilla reunión entre visitantes y vecinos, estos enumeraron las ventajas con que ahora cuentan para desarrollar su vida cotidiana así como para mejorar y simplificar sus trabajos. El director Amy dijo que con estas obras se siguen achicando diferencias y promoviendo el afincamiento de familias en el campo, generando condiciones de igualdad de oportunidades entre los ciudadanos. Agradeció especialmente al personal de UTE y a todos quienes hicieron posible llegar con la electricidad a un paraje tan apartado. Sosa, por su parte, valoró los resultados obtenidos en el cumplimiento de lo que es una tarea propia de UTE y que genera condiciones de igualdad. Destacó que el objetivo sigue siendo llegar con el tendido eléctrico al 100% de los hogares del país y recordó que las transformaciones tienen sentido si llegan a la gente y se traducen en mejores condiciones de vida. Los vecinos contaron su propia experiencia con la llegada de la electricidad y fue especialmente bienvenida la posibilidad de refrigerar los alimentos. “Ahora puedo darle a mi hijo un yogur cuando lo necesita, y no hasta una hora después de comprarlo”, ejemplificó una señora con la contundencia de lo sencillo. COMUNICACIÓN CORPORATIVA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL