LA PLANCHA Y LA PARRILLA, TÉCNICAS NATURALES ¿Cuál es la mejor técnica de cocinar? ¿Freír, cocer, estofar, asar...? Todas son apetecibles, sabrosas y con alguna ventaja sobre las otras; tanto, que resulta difícil decidirse a favor de una. Por suerte, no hay razón para tomar partido. El mundo culinario se enriquece con esta gran variedad de métodos. Entrando en el terreno de las definiciones, cualquier alimento deja de estar crudo a partir de dos procesos generales: • Por expansión, cuando los alimentos se introducen en un líquido caliente hasta que adquieren el punto deseado, y parte de las sustancias quedan disueltas en el caldo. Es el caso de los hervidos. • Por concentración, a través de calor seco, que reúne en el interior del alimento el jugo y la sustancia. Este fuego seco, propio de los asados, puede aplicarse de dos formas: cerrada, sin pérdida de calor (hornos), o abierta, La plancha y la parrilla. CARNE A LA BRASA, EL PRIMER GUISO DEL MUNDO El origen de esta forma de preparar los alimentos nos remonta a los primeros tiempos de la humanidad. Hasta el descubrimiento del fuego el hombre no tuvo otra solución que alimentarse de los crudos. El fuego cambió su vida, no sólo en la forma de comer, sino también en la de vivir, ya que puso la primera piedra en un sistema nuevo de convivencia social. Lo que no sabemos es si el hombre asó primero a la plancha o a la parrilla. Posiblemente fueron las brasas –parrillaquienes iniciaron este fecundo camino culinario. Después la colocación de piedras planas y delgadas (presumiblemente pizarras) sobre el fuego ayudaron a dar el segundo 1 paso. Desde ese momento cada pueblo fue aportando su granito de arena: especies nuevas, semillas, hortalizas, utensilios, cerámica, cobre, hierro... Hoy, como consecuencia de una civilización estridente, hay una intensa añoranza de las antiguas formas de vida, que intuimos como más esenciales y placenteras. Y esto a todos los niveles: ropa, muebles, fines de semana-que se refieren al campo- e incluso selección de alimentos y formas de prepararlos. La famosa “nueva cocina” no es más que un rechazo de la sofisticación, en beneficio de las técnicas culinarias sencillas y los sabores verdaderos. En esa lucha por recuperar una alimentación sana y natural conviene recordar que no todo tiempo pasado fue mejor. Se trata de salvar sólo las buenas cosas de nuestros antepasados. Asar los alimentos a la plancha y a la parrilla, calor seco, es una de las maneras más sanas, naturales y nutritivas de comer. Las ventajas son múltiples. Por un lado, no hay pérdida de sabor, ni disfraz posible. Lo bueno es bueno por sí mismo, un alimento bien asado, esto es, con el grado de calor justo, forma una costra en su exterior que evita la pérdida de las sustancias nutritivas y alimenticias. Además, se digiere con facilidad, factor a tener en cuenta por los estómagos delicados. Bien lo saben todos lo que, por una u otra causa, han seguido algún tratamiento. Por último, no engorda: la parrilla no precisa de grasas abundantes ni aditamentos ricos en calorías, y así el problema de los kilos inoportunos. El término asar a la parrilla hace referencia a cocinar los alimentos sobre brasas encendidas, es decir, sobre fuego directo en una rejilla o parrilla, generalmente sin tapar. Se caracteriza porque la comida (carne, pescado, ave, verduras, hortalizas) absorbe los sabores y los aromas del humo. Se puede decir que es el más antiguo método de cocción utilizado por el hombre. Los antiguos cazadores se reunían alrededor del fuego para preparar los trozos de carne que acababan de conseguir. En la actualidad, el sistema se ha sofisticado bastante, y poco tiene que ver con aquel hombre primitivo, aunque sigue siendo muy sencillo. No aporta demasiada energía a los alimentos que se van a preparar puesto que apenas lleva un poco de aceite untado en las piezas. Las calorías también dependen de cómo se condimenten los productos (salsas, guarnición…) Las claves para conseguir un plato de chuparse los dedos son la preparación, el encendido y el mantenimiento del fuego. Es 2 conveniente que la comida esté ya preparada (lavada, cortada, marinada) para que se pueda empezar a cocinar en el momento en que la brasa se encuentren en el punto justo. Hay que calcular en torno a una hora de preparación del fuego, ya que los carbones necesitan unos 45 minutos para quemarse y llegar al calor adecuado para iniciar la cocción. Si las llamas rozan los carbones es que el fuego aún no está listo para comenzar. Desde ese momento, se cuenta con cerca de 60 minutos para cocinar. Si se necesita más tiempo, se debe agregar algunos carbones directamente al fuego. La carne no debe tocar las brasas, que la resecan, quitan sabor y recogen el mal olor procedente de la grasa desprendida. El fuego debe estar muy fuerte en el primer momento para que se coagule la albúmina, y luego reducirse, pues si se asa con calor arrebatado, se quema por fuera sin hacerse por dentro. En cambio, si el calor es flojo, la carne queda correosa. Cada clase de carne necesita un tratamiento especial. En cuanto a los vacunos, los cortes por excelencia son los solomillos, lomos, entrecotes... el tiempo depende del grosor y calidad de las chuletas, y del gusto personal. Las aves, el porcino y los corderos deben estar muy hechos. Las carnes, especialmente la caza, admiten gran variedad de adobos, preferentemente con hierbas aromáticas. El acompañamiento ideal son ensaladas y salsas más o menos fuertes, teniendo siempre en cuenta que el sabor de la salsa no debe “matar” al del alimento básico. DE LA MAR Y DE LA TIERRA: LO MEJOR DE LO MEJOR España es país de grandes asados. La meseta es conocida por sus corderos y cochinillos asados. También las famosas sardinas de Santurce o las parrilladas gallegas y levantinas. La misma forma tan mediterránea de asar a la sal es un intento de conservar del modo más natural el sabor genuino de cada uno de los alimentos, y todo ello cuanto más cercano a la tierra, mejor. Si los calamares en su tinta, la merluza kostkera o el mero a la marinera son una delicia gastronómica, no desmerecen nada una buena sepia, un besugo o unas sardinas puestas sobre las brasas. Lo cierto es que cualquier producto del mar asado al fuego concentra aromas y sabores tan “marítimos” que son una auténtica delicia para el paladar. La forma de prepararlos es sencilla: deben estar bien desescamados, limpios por fuera y por dentro, excepto las sardinas, 3 que se asan enteras; se sazonan con sal y se les unta con grasa; conviene prepararlos una o dos horas antes, para que suelten parte del agua en el reposo. Los pescados gruesos (principalmente los de río) agradecen un adobo a base de aceite, cebollas, ajo y hierbas aromáticas. El acompañamiento ideal para los pescados a la parrilla son las diferentes mantequillas compuestas, el aceite con ajos fritos, la vinagreta, el ali-oli y la mayonesa. La elección última depende del pescado. Los peces de sabor fino, como la merluza y la lubina, necesitan un acompañamiento suave que no mate su sabor. El tiempo de asado depende exclusivamente de la forma y el tamaño. Como norma general – en caso de peces enteros - , están asados cuando se les arranca con facilidad las aletas del dorso y del lomo. Si se trata de pescado en ruedas, está listo cuando la espina central sobresale y se separa ligeramente de la carne que tiene a su alrededor. En cuanto a los filetes, necesitan un tiempo mínimo, cuatro minutos aproximadamente. PARA CUIDAR LA BARBACOA A pesar de que los materiales con los que se fabrican las barbacoas aguantan las temperaturas extremas, su uso suele ser esporádico, centrado sobre todo a aquellas temporadas en las que la climatología es benigna. Por ello, mientras no se utilice, conviene proteger la parrilla y demás piezas metálicas desmontables de la lluvia. Cubrir las partes fijas con una pequeña capa de aceite contribuirá a su conservación. Si la barbacoa es fija y de ladrillo, este, puede quebrarse si se somete a elevaciones bruscas de temperaturas. No apagar la barbacoa echando agua de forma directa sobre el carbón incandescente o la ceniza en la base de la barbacoa, puede dañarla provocando la corrosión del metal. Es mejor verter los carbones en un cubo de agua, pudiendo volver a ser utilizados una vez que se sequen. No limpiar la grasa de las partes metálicas de la barbacoa una vez finalizado el asado, ya que esta grasa la protege de la oxidación. La limpieza se hará al volver a utilizarla y se realizará con papel de periódico, antes de la limpieza puede quemarse un poco para que la grasa salga mejor. Colocar cazuelas o sartenes pesadas encima de la parrilla caliente puede deformarla debido a que el metal caliente podría debilitarse. Pese a considerase una herramienta de cocina rústica y simple, hay que tener en cuenta que los materiales que se usan, sobre todo en 4 las portátiles son frágiles ya que en muchos casos se busca la comodidad y facilidad de transporte que su fortaleza. Las parrillas apenas tienen límites: en principio, puedes asar en parrilla cualquier producto de la despensa, con el solo cuidado de que los sabores que quedan en los hierros (pescado, desde luego, pero también pimientos verdes, por ejemplo) no perjudiquen con sus aromas a otras cosas que luego vayas a poner a asar. Verduras, conejo, alitas de pollo... No dudes en enriquecer tu oferta a familiares y amigos con verduras (pimientos, berenjenas, cebollas, cabezas de ajo, puerros, tomates) En cuanto a carnes, además del cordero, utiliza el conejo (mejor que el pollo), alitas de pollo (con bastantes sal son sabrosas, divertidas, se hacen enseguida y puedes ofrecerlas mientras vas asando "lo principal") Del vacuno, aparte del entrecot, la espalda o costillar, quedan estupendos, y hay una pieza que apenas se vende porque es muy barata pues no les da "rendimiento" a los carniceros (la "entraña") ¡Sabrosísima!,al igual que pedazos de gran volumen que se suelen vender para hacer al horno, y que en parrilla requieren mucho tiempo con vueltas y más vueltas; Pero quedan riquísimos. Nunca eches la sal hasta el final, ya en la fuente o cada uno en su plato (si no, la carne se "desuera" y queda seca). Por cierto, habrás notado que nosotros decimos "parrilla" y no "barbacoa". Barbacoa es una palabra de origen franco-canadiense que llegó a EEUU por ósmosis fronterizo, donde fue aplicado para las parrillas, contagiando desde allí (por el cine) a nuestros idiomas romances, donde ya Está adoptada. Sobre la palabra barbacoa Los tramperos canadienses del XVIII y XIX eran -estaban obligados a serlo- grandes cazadores de piezas mayores -renos, sobre todo- que cocinaban para subsistir. La forma más práctica era ensartándolos "de la cabeza a la cola" con un palo o hierro (lo que en castellano llamamos "espeto", "stocco" en italiano, en catalán, y "broche" en francés)... Ensartados así, "de la cabeza a la cola", como el espeto seguramente lo introducían por la boca, cerca del maxilar (de la barba), ellos lo llamaron de la "barba a la cola": "de la barbe a la queue" y, por deformación paulatina, "barbequeue" y "barbecue", ya en inglés, así como barbacoa en spanenglish, ya castellanizado desde hace tanto tiempo que está admitido por la Real Academia. ¡Que tus parrillas resulten muy bien! Encender el carbón con ayuda de combustibles líquidos no es ningún problema, los olores desagradables del combustible se eliminan volcando sobre las brazas una o dos cucharadas de azúcar y listo. BARBACOAS Y PARRILLAS, SABOR A LA BRASA A pesar de poder ser considerada una práctica culinaria simple, cuyo encanto reside en lo festivo del acto de su 5 preparación, las barbacoas son una exquisita forma de cocinar donde también es preciso ciertas dosis de maestría y pequeños rituales de preparación. Para poder conseguir una buena barbacoa, a parte de buen cocinero, hace falta algo tan básico pero fundamental como encender el fuego. Lo primero será elegir un buen Ver producto en Mundogar combustible, el carbón se presenta como el más eficaz. Preparar el fuego El carbón puede adquirirse en bloques, o en tizones. Si el primero produce un calor más duradero y uniforme, con el segundo, pese a su característico chisporroteo, posee ese aroma característico. La fidelidad a una misma marca ayudará a controlar de mejor manera el calor que produce. La madera a pesar de su uso extendido es más adecuada para ahumados. El uso del gas es más frecuente en equipamientos más elaborados, en los que el gas prendido calienta unas piedras especiales. A parte del procedimiento clásico de las hojas de periódico o las ramas secas para prender el carbón, puede utilizarse alcohol o pastillas especiales de encendido para que prenda antes, esperando a que el carbón se empape de esta sustancia. La utilización de otros materiales inflamables como gasolina o petróleo dejarán su fuerte olor en el producto al asar. No se comenzará a asar hasta que el carbón o madera, no muestren una capa de ceniza gris o blanca. UTENSILIOS PARA LA BARBACOA Son múltiples los instrumentos que se pueden utilizar para cocinar con la barbacoa o parrilla. Guantes gruesos. Ayudarán a manipular la parrilla sin quemarse, de la misma manera que un delantal evitará que se queme la ropa por las chispas que se puedan producir. Pinzas metálicas largas. Una vez metidos en materia, facilitarán poder dar la vuelta a las piezas. Otra parrilla. Tener una segunda parilla para añadir a la existente facilita el cocinar mayor cantidad de productos frágiles como pescados o hamburguesas. 6 Otros utensilios prácticos. Pincel con mango largo, para aplicar el adobo; un cuchillo afilado y una tabla donde cortar las diferentes raciones, brochetas para la elaboración de pinchos morunos; un pulverizador pequeño, para apagar las llamas que puedan surgir; un cepillo metálico, para limpiar la parrilla. Papel de aluminio grueso, muy útil para elaborar recipientes donde servir los productos, recoger la salsa que expulsen las piezas o envolver productos como patatas o pescados y que se cuezan de manera directa sobre las brasas. PRODUCTOS PARA BARBACOAS La ternera Es considerada por muchos la reina de la parrilla, son idóneos los filetes con pequeñas vetas de grasa, la carne ha de ser de color rojo vivo o con un leve tinte marrón. Es bueno engrasar la parrilla, ya sea aplicándole aceite con un pincel o frotando grasa. Es mejor salar la carne después de su cocción, ya que esta, extrae los jugos de la carne cruda. A la hora de darle la vuelta, se hará sólo una vez y evitando pincharla para que no pierda esos jugos, de ahí la utilización de las pinzas. En caso de que la carne se queme, colocar debajo papel de aluminio y seguir asando. El cordero asado Es otro de los productos más valorados. La carne ideal es la rosada de piezas jóvenes. Se le aplicará calor medio de forma que la corteza quede crujiente y dorada y el interior tierno y rosado. El cerdo Al igual que el cordero, son ideales las piezas de animales jóvenes. Es preferible hacer porciones pequeñas, asándose lentamente con calor suave o medio, el color resultante debe ser crema más que rosado. El pescado Por su fragilidad es preferible cocinarlo en una parrilla doble bien aceitada, de forma que se le pueda dar la vuelta sin que se rompa. Otra sabrosa manera es envolverlo en papel de aluminio, con su parte brillante por dentro, para que conserve su jugo y abriendo el paquete cinco minutos antes de que se considere hecho para que así se impregne del aroma del carbón. • Las carnes no hay que sazonarlas de sal hasta después de asadas o fritas. Salarla antes de freírla hará que la carne pierda jugos y por tanto nos quedará seca. 7 • Nunca lavaremos la carne con agua, si es necesario limpiarla lo haremos con un trapo. Mojar la carne hace que esta pierda sangre por lo que quedará más seca. • Para conservar la carne en el frigo, es mejor no utilizar papel de aluminio o plástico, la conservaremos mejor envuelta en papel encerado. • Para evitar que la carne guisada en salsa quede dura, introduce durante la cocción un corcho bien limpio. TRUCOS Deshuesado del pollo Fórmula Modus Operandi 1ª Trucos • Es el sistema que emplean en los restaurantes chinos, y es con diferencia el más rápido que conozco aunque necesitaréis un poquito de práctica. Sale bien cuando llevas hechos 50 o 60. (No es broma) • Poner el pollo con las pechugas hacia abajo, y con un cebollero cortamos desde la junta del ala hacia el centro de la espalda. • Apoyando el canto del cuchillo en la carcasa, y cogiendo fuerte el ala con la otra mano, damos un tirón seco y sale de golpe la pechuga entera hasta el muslo. • Hacemos lo mismo con la otra ala. Y tenemos las dos pechugas limpias y solo tenemos que cortar la articulación de las alas. Lo más probable es que las primeras veces os quede un filetito en cada lado de la parte baja de la carcasa, sale fácilmente raspando con el deshuesador. • Una vez sacadas las pechugas nos queda la carcasa con los dos muslos. Haciendo fuerza con las manos los descoyuntamos, y con el cuchillo terminamos de cortar. • Entonces ponemos los muslos planos sobre la mesa, con la parte mas llana hacia arriba (el interior) y hacemos una pequeña raja en cada uno de los dos trozos de muslo siguiendo la línea del hueso. Cogemos el muslo con las dos manos y hacemos penetrar los dedos índice y pulgar de cada mano a través de la carne y alrededor del hueso, hasta que se encuentren las puntas de los dedos respectivamente en la 8 parte trasera del hueso. Entonces descoyuntamos el muslo y con el deshuesador terminamos de limpiar los huesos hacia la articulación. • No se si me habré sabido explicar correctamente, pero el sistema este es realmente rápido, (un pollo puede quedar limpio en menos de un minuto) y se aprende a base de hacerlo. Si queréis intentarlo y os queda alguna duda me lo consultáis a través de las News, y así queda más claro para todo el mundo. Morter del newsgroup es.charla.gastronomia Deshuesado del pollo Modus Operandi 2ª Fórmula Trucos Dos maneras sé para deshuesar un pollo, la primera es aparentemente más fácil que la segunda que te doy. Yo uso la segunda, claro que la forma como yo lo hago tal vez sea un poco chapucera. El cuello en las dos formas de deshuesar, se corta, pero retrayendo la piel hasta que llegue al cuerpo y cuando el cuello está despellejado, lo cortamos lo mas pegado al tórax que podamos, la piel del cuello tiene que quedar como un tubo y al final cuando lo rellenemos la cortaremos por donde convenga. 1ª Manera de deshuesar un pollo • Una vez bien limpio por fuera y por dentro, con todas sus plumas quitadas y quemada su piel con alcohol para quitarle las pequeñas plumillas. • Se coloca el pollo sobre su espalda. Se cortan las patas por la primera articulación y las alas por la segunda. Ahora ponemos el pollo sobre su pechuga y con un cuchillo bien afilado, hacemos un corte longitudinal de arriba abajo, siguiendo la medianía del caparazón. Separaremos la piel y carne de los dos lados, apoyando el cuchillo en el caparazón, de manera que este hueso quede lo más posible limpio de carne. • Al llegar a las patas, separar los huesos de los muslos del caparazón, cortando los ligamentos y acto seguido liberar la carne de los mismos. Sosteniendo la pata, separar la carne hasta el muslo y sacar el hueso 9 completo de las patas. • Separar la carne de las alas hacia arriba hasta el cuerpo. Separar el hueso del ala y sacarlo. • Separar la carne de las costillas, teniendo cuidado de no cortar la piel, quitar el caparazón. • Una vez el relleno "in situ", se repliegan las carnes y piel y se cose para armar el ave. Si lo que se va a oficiar es una galantina, se vuelven de revés las patas y alas. 2ª Manera de deshuesar un pollo • Por la abertura del cuello y con un cuchillo pequeño y bien afilado, sin estropear la piel, llegaremos a la espoleta, (se llama espoleta? yo siempre la he llamado así, bien la espoleta es ese huesillo que se suele encontrar en las pechugas y equivaldría a las clavículas?), la espoleta se localiza muy bien con los dedos, una vez localizada y separada de la carne, darle un tirón y saldrá. • Por las dos aberturas que le hemos/han hecho al pollo para limpiarlo y con la ayuda de los dedos y un pequeño cuchillo, vamos separando la carne de toda la carcasa, los tendones de unión de las alas y patas a la carcasa, se cortan con el cuchillo y luego poco a poco se van separando los huesos de la carne, cortar las patas por la primera articulación y las alas por la segunda. • Esta es una operación, que necesita paciencia, pero es fácil de hacer y cuanto más práctica se tiene menos amplitud de agujeros necesitaremos. (lo mas que te puede pasar es que desbarates el ave y tengas que pensar en otro oficiamiento). Con esta manera no es necesario cortar toda la piel y luego el pollo una vez relleno queda mejor armado, al menos a mí me lo parece. • Los pollos de granja tienen tan poco pegada la carne al hueso que se deshuesan muy bien. Cuando rellenes un pollo no lo atiborres de relleno, ya que al oficiarlo, la carne tendera a contraerse y el relleno a hincharse, con lo cual se te podría reventar. 10 • Estos métodos, son aplicables a piezas mayores como puede ser un pavo. Yo el que uso siempre que voy a oficiar un ave rellena es el segundo. Limpieza de los riñones Modus Operandi Trucos • Antes de cualquier preparación, hay que retirar la película trasparente que los envuelve (para que no encojan en la cocción), así como las partes con nervios y la grasa del centro. • Los troceas como exija la receta que vayas a preparar y los salas con abundante sal y los tienes metidos en un colador para que vayan sudando, veras que va saliendo un líquido rosado. • Dependiendo de la edad del animal, se les tiene más o menos tiempo, pero nunca demasiado, pues sino los riñones quedan deslavados. • Yo no los suelo tener más de 10 minutos como termino medio, luego se lavan con varias aguas y se ofician. • Otro método, después de bien limpios de pellejo, nervios y grasa, se trocean como exija la receta, se saltean con un poco de grasa en la sartén a fuego vivo, se sacan, se escurren bien y se preparan. La operación de saltear hay que hacerla rápida. • Tercer y ultimo método, una vez limpios, se cortan como la receta lo indique, se ponen en un colador, se sumergen en agua hirviendo por un segundo, se escurren bien y se secan con un paño y se guisan. • De todos los métodos yo normalmente uso el primero. Nota - Siendo los riñones de ternera de leche y estando frescos nada de esto es necesario. Fernando Villanueva del newsgroup es.charla.gastronomia Solomillo Modus Operandi • Trucos Ni por lo más remoto lo sales antes de hacerlo. 11 • No lo saques de la nevera y lo cocines, debe estar "chambreado" como el buen vino. • Si tienes dudas sobre su procedencia o edad, un remedio fijo es ponerlo en leche (entera, sin descremar) a macerar como poco unos cuarenta minutos. Después escurrir (ello mismo sobre un escurridor SIN APRETARLO) y luego freír o asar como tenías previsto. • Debe estar bien escurrido y seco antes de poner en el fuego. Para ello lo mejor es dejarlo, luego de escurrido en su escurridor, sobre un papel de cocina unos minutos. Cuando tu pasas la carne por la parrilla, la intención es crear una corteza para que no se escapen los jugos durante la cocción. Condición indispensable, que la parrilla esté suficientemente caliente como para formar la corteza, pero tampoco demasiado pues lo único que conseguiríamos es una corteza demasiado gruesa que impediría una buena penetración del calor en el interior de la carne. Resultado la carne nos quedaría cruda y fría por dentro. El punto te lo dará la experiencia y un poquito de sentido común. Tampoco se le debe poner la sal a la carne antes de la cocción, pues nos rompe la corteza y provoca que se escapen los preciados jugos. Bien, hemos dado la primera pasada, y lo hemos mantenido en ella unos minutos por un lado y nos queda a efectos de cocción cerrado, y el calor ha ascendido hacia el interior de la carne. Pues ahora le damos la vuelta y cocemos por el otro lado. Los jugos de la carne que van ascendiendo quedan aprisionados por la corteza superior y van cociendo el interior de la carne. Si nos fijamos bien la pieza se abomba (se hincha) un poquito, por efecto de la presión de los jugos. No necesitamos ni debemos dar más vueltas. Hallar el punto de la carne es cuestión de práctica a partir de este momento. Los franceses dicen que esta a punto cuando empiezan a asomar los jugos por la parte superior. Correcto, pero para mi gusto queda la carne un poquito demasiado hecha (repito, para mi gusto). Con la presión del dedo también podrás comprobar el punto. Bueno, es cuestión de ir practicando. Y si no acaba de quedarte como te gusta, no le des más vueltas (¿Captas el doble sentido?) Dale un golpe de horno fuerte, dos, tres minutos según el grosor de la pieza y ya está. Y a todo esto os añadiría, que la carne es caprichosa, y no le gusta mucho que la molesten mientras se va haciendo. Si trabajáis sobre 12 parrilla (a ser posible de leña) dadle solo un cuarto de vuelta sobre si misma para que se marquen los hierros en cruz sobre una de las caras, y luego voltear la pieza para hacerla por el otro lado. Si trabajáis en sartén, con una cocción bien ajustada, conseguiréis un caramelizado de la corteza, que le dará una textura crujiente muy agradable. El truco para conseguir esta textura crujiente es controlar muy bien la intensidad del fogón, ni muy fuerte, ni muy suave. Aunque al principio, en el momento de poner la carne, sí debe tener fuerza. Para obtener mejores resultados, antes de hacer las piezas, dejarlas reposar un tiempo a temperatura ambiente, de 30 a 60 minutos, embadurnarlas con buen aceite (de oliva, por supuesto) y usar piezas que lleven ya unos días como mínimo de reposo. (Ideal a partir de 2 semanas en cámara a 0º , -1º) -Un saludo de MORTER CHATEAUBRIAND El Conde de Chateaubriand, (1768-1848), tuvo una vida azarosa y llena de miserias hasta que volvió a su patria y publicó "El genio del cristianismo", alcanzando gran notoriedad, pero ante todo era un gran gastrónomo y un entusiasta del solomillo de vaca, ¡y quien no!. Al Conde que tanto le gustaba el solomillo, cortado en bistec, no le gustaban las partes exteriores, que en contacto con el fuego quedaban turradas. Su cocinero Montmirail tuvo la feliz idea, (se ve que su empleador no andaba ya en esta época floja de caudales), de oficiar el bistec, al que denominó Chateaubriand de la siguiente manera: cortó un generoso trozo de la parte ancha de un soberbio solomillo y dos trozos delgados, el grueso lo puso, una vez aderezado, entre los dos delgados, sujetó el conjunto con una cuerda fina, lo puso sobre la parrilla, debajo de la cual crepitaban unas buenas brasas de madera de encina. Cuando las tapas estuvieron bien chamuscadas, las retiró del fuego, quitó las tapas y se encontró con un soberbio trozo de carne rosada, uniformemente cocida. Lo sirvió con una reducción de chalotes y vino blanco alargada con media-glasa y adicionada con mantequilla, zumo de limón y estragón, (yo creo que esta es la guarnición que se utilizó ya que es de la época y difiero de la Marquesa de Parabere, seró irrespetuoso con la gran erudita que fue Dª María Mestayer de Echague). Sobre la fecha del feliz evento hay cierta confusión, ya que según unos esta fue posterior a la publicación de "El Genio del cristianismo" como se ve este dato es muy vago. 13 Según Pellapart, este evento no tuvo lugar en casa del conde, sino que el plato se creó en el restaurante Champeaux en 1811 cuando el Conde publicó "Itinerario de París a Jerusalén", el mencionado restaurante lanzó este asado compuesto por una tajada gruesa de "Corazón de filete" (la interpretación que hay que dar a corazón, es el centro del filete, pues como sabéis al solomillo también se le denomina filete). En este centenario restaurante en 1900 el precio de este plato era de 3 francos, francamente caro para la época. Para la Marquesa de Parabere, al indicar que la primera vez este plato se sirvió con patatas soufles, deberíamos interpretar que no nació antes del 26 de agosto de 1837, ya que esta es la fecha del nacimiento de las mencionadas patatas. Notas Otra forma de escribir es la de Chateaubriat y los defensores de esta ortografía sostienen que el termino viene de la calidad del ganado criado en esta ciudad del Loira. En la villa vizcaína de Berriz, se servían, en un restaurante que siento no recordar su nombre, ya que en él estuve en el 1960 y no tengo su nombre en mis notas, unos chuletones, de casi el kilo, asados a la brasa. Los mencionados chuletones para que no se quemasen se protegían con dos bistés al estilo que empleo el cocinero del conde. Partiendo que el Chateaubriand es una tajada de solomillo, de unos 4 centímetros de grosor y de un peso de entre 300/400 gramos, (aunque algunos cocinologos dicen que debería pesar alrededor de 800 gramos, la verdad que tan grueso es difícil emparrillarlo), resulta un plato suculento y como diría el torero "impresionante" aunque no se use el método original. Para obtener el corte adecuado para emparrillar un buen chateaubriand, dividiremos un solomillo entero en cinco partes mas o menos iguales y empezando por el extremo más grueso obtendremos: • el primer corte para bistés • el segundo será para el Chateaubriand que obtendremos como máximo 2 • el tercero es una buena parte para asarla entera • la cuarta la emplearemos para turnedos • y la punta y ultimo corte para medallones Sobre el emparrillado y tratándose de una pieza de unos 400 gramos necesitaremos unos ocho minutos por una cara y unos 6 minutos por la otra cara. 14 Aunque para el perfecto oficiamiento de una carne a la brasa te aconsejo que trates de obtener las instrucciones que en su día dio el amigo Morter ya que eran a mi modesto entender perfectas. Sobre la guarnición, hoy en día se emplea mucho las patatas Chateau y salsa bearnesa, aunque unas patatas duquesa no le van nada mal. La salsa Maitre d´hotel, (mantequilla compuesta), le va bien. La salsa primitiva es también muy adecuada para acompañar este manjar. Para servirlo hay que calentar el plato para que no se enfríe la carne. CÓMO ASAR. CON QUÉ ACOMPAÑAR POLLO ENTERO TÉCNICA TIEMPO HIERBAS Y ACOMPAÑAMIENTO BE ESPECIAS Y SALSAS AROMÁTICAS UNTADO CON MANTEQUILLA O ACEITE. CUARENTA MINUTOS ALBAHACA SALSA BEARNESA NUEZ MOSCADA SALSA A LA DIABLA PEREJIL ENSALADA DE VERURAS FRESCAS ENSARTADO EN EL PINCHO DE ASAR, DANDO VUELTAS SOBRE EL FUEGO. SALVIA ARROZ BLANCO PREVIAMENTE CUARENTA ADOBADO CON MINUTOS VINO, ACEITE Y ESPECIAS. ORÉGANO SALSA ALI-OLI TOMILLO SALSA BARBACOA ROMERO ENSALADAS VARIADAS SAZONADO POR DENTRO. CONEJO ENTERO PEREJIL, LAUREL. TERNERA, UNTAR CON UN KILO ACEITE. EN UN ACOMPAÑADA TROZO DE TOMILLO, LAUREL... UNA HORA TOMILLO SALSA BEARNESA LAUREL SALSA AL VINO TINTO ALBAHACA CLAVO SAZONAR A MEDIO ASAR O PEREJIL 15 SU PROPIO JUGO PURÉ DE PATATAS VIN TIN VIN RO VIN ES VIN TIN VIN TIN VIN RO AL FINAL. ASAR DANDO VUELTAS VACA, UN UNTADO CON KILO EN ACEITE O UN MANTECA. TROZO SAZONAR A MEDIO ASAR O AL FINAL DE CINCUENTA A CINCUENTA Y CINCO MINUTOS TOMILLO SALSA AL VINO SALVIA EN SU PROPIO JUGO ALBAHACA MOSTAZAS PEREJIL ENSALADAS TREINTA MINUTOS PEREJIL FRITADA VIN TIN ASAR DANDO VUELTAS BESUGO PREVIAMENTE UNTADO CON GRASA Y SAZONADO AJOS, PEREJIL Y GUINDILLA VIN BL SE ACEITE CRUDO NO CORTAR EL LOMO LIMÓN DAR LA VUELTA A LOS VEINTE MINUTOS ATÚN EN RUEDAS UNTADO LIGERAMENTE CON ACEITE Y SAZONADO SEIS MINUTOS ESPOLVOREADO CON PEREJIL, PAN RALLADO PEREJIL SALSA VINAGRETA LAUREL SALSA TÁRTARA PIMIENTA SALSA ROMESCO AJO LIMÓN VIN RO CL AJO DAR LA VUELTA A LOS CUARO MINUTOS DE CUATRO PEREJIL MINUTOS EN ADELANTE, SEGÚN DAR LA VUELTA GROSOR. MERLUZA SAZONADA EN CON SAL Y RUEDAS UNTADA CON ACEITE. 16 SALSA BEARNESA SID SALSA HOLANDESA VIN BL SE COMPUESTOS DE MANTEQUILLA A DOS TERCIOS DE TIEMPO ACEITE CRUDO LIMÓN RECETAS Comensales: PINCHOS DE CARNE Se pone la carne cortada en dados en una fuente, y se adoba con unas hebras de azafrán, un poco de pimentón picante, un poco de orégano y un pellizco de cominos machacados. Se agregan la cebolla partida, una ramita de perejil y un par de dientes de ajo. Se echa aceite y se mezcla bien el adobo. Se deja reposar durante unas horas para que la carne tome el sabor. Ingredientes 250g. de carne de ternera 250 g. de carne Luego se ensartan los trozos de carne en unos pinchos y se ponen a la plancha o en asadora. de cerdo Una vez bien asados se sirven calientes. media cebolla perejil dos dientes de ajo azafrán pimentón picante orégano cominos sal aceite SALSAS Bearnesa Ingredientes • 2 yemas de huevo • 100 grs. de mantequilla • 5 Recetas de salsas Preparación • En una cazuela de barro pequeña colocamos el vinagre, el perejil y el estragón bien picados, acercándolo al fuego para que reduzca hasta la mitad • Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco. 17 cucharadas de vinagre • En otro cazo derretimos la mantequilla y reservamos. • 1 limón • • perejil Al primer cazo, le añadimos las dos yemas de huevo y batimos rápidamente y continuamente con una espátula o cuchara de madera. • estragón • • Sal • Agua Le añadimos unas gotas de agua caliente y zumo de limón y seguimos batiendo. (Si lo deseamos, también podemos añadir un pellizco de fécula) • Seguidamente, colocamos la cazuela al baño maría, sin dejar de remover, que deberá colentarse sin llegar a hervir. • Cuando haya espesado, retiramos la cazuela del fuego pero no del baño maría, agregamos poco a poco la mantequilla derretida, dando vueltas sin parar hasta que se mezcle bien y sazonamos a nuestro gusto. • Tendremos preparada la salsera llena de agua caliente. Para sevir tiraremos el agua y verteremos en la salsera la salsa. Allioli Ingredientes • • • Recetas de salsas El verdadero all i oli solo lleva en su preparación ajo y aceite como su nombre indica. Cuando se añade huevo ajo ya no es un verdadero all i oli sino una salsa mahonesa aceite de que tiene má,s o menos sabor a ajos. oliva El mejor mortero para ejecutar el all i oli es el clásico de loza de color amarillo con vetas verdes que todo el sal mundo conoce y que creo es de origen árabe. También puede ser de mármol, pero jamás de madera. Como consecuencia de llevar solo los ingredientes citados más la sal, es una salsa que nunca es suave y puede ir de fuerte a fortísima dependiendo del número de ajos que se le pongan. Preparación • Para un número de ajos entre 3 y 9 que nos dará la gradación citada se necesita un 1/4 de litro de aceite de oliva virgen o quizá un poco más. • El aceite es una parte importantísima en cuanto al sabor que resulta, por ello ha de ser de la mejor calidad posible. • El aceite debe ponerse con una aceitera de punta fina pues hay 18 que ir vertiéndolo con cuidado si no queremos que se corte. • Hay que empezar por pelar los ajos y machacarlos con un poco de sal, trabajándolos hasta conseguir una masa pasta fina. • Una vez terminada esta faena, nos sentaremos y colocaremos el mortero entre las piernas, empezando a partir de este momento la parte delicada de la operación ya que hay que echar con mucho cuidado el aceite para mantener ligado el ajoaceite. • Este ira aumentando poco a poco mientras echamos el aceite con una mano y con la otra seguimos sin parar de dar vueltas con la maza del mortero, que por cierto y ya que no lo he dicho antes, no importa que sea de madera. • Aunque no lo parezca es un trabajo pesado, hay que hacer fuerza con las piernas para que no se mueva el mortero, no hay que parar de dar vueltas a la maza y hay que tener buen pulso para que no caiga más aceite del que la masa que se va formando lo admita sin que se corte. • Cuando hemos terminado podemos añadirle sal, si la precisa, pero siempre moviendo la maza y la masa sin parar. • Si se corta, hay que empezar de nuevo limpiando muy bien mortero y maza para que no quede rastro del cortado. • Cuando lo tengáis hecho sentiréis una satisfacción tan grande como si hubierais hecho una gran comida. • Si sobre una tostada de pan colocáis un poco de ajoaceite y lo extendéis sobre el pan ya me diréis lo que es bueno. Esto al menos es lo que yo pienso. Diabla Ingredientes • 2 escalonias • medio vaso de coñac • 1 cucharadita de puré de tomates • 2 vasos de media glasa • 1 cucharadita de salsa Worcestershire. Recetas de salsas Preparación • Se doran las escalonias trinchadas, se mojan con el coñac y se reduce a la mitad. • Se añade la media - glasa junto con el puré de tomates. • Se deja unos minutos a fuego lento, se agrega el perifollo trinchado y se sazona con pimienta de Cayena y salsa Worcestershire. 19 Holandesa Ingredientes Recetas de salsas Preparación • 4 yemas de huevo • • 1 cucharadita de vinagre de vino Bata las yemas juntas con el vinagre y el agua en un cazo. • Remueva la mezcla suavemente con un batidor al baño maría hasta que la salsa ofrezca mas resistencia y quede ligada. • 3 cucharadas de agua • 150 grs. de mantequilla • Añada la mantequilla liquida tibia por cucharadas y mezclela bien. • 1/2 cucharadita de sal • • el zumo de medio limón Sazone con los condimentos y el zumo de limón y sirva la salsa para acompañar carne blanca o verduras. • Sugerencia: La salsa holandesa sera especialmente buena si la mezcla, antes de servir, con un poco de nata montada y unas gotas de sals • 1 pizca de azúcar • 1 pizca de pimienta blanca Romesco Ingredientes • aceite de oliva • 4-5 Ajos • 2 rebanadas de pan • un puñado de almendras o mejor avellanas • 1 pimiento de romesco o 5-6 ñoras • 1 cebolla • 2-3 tomates Recetas de salsas Preparación • Freír en aceite de oliva sucesivamente el ajo, las rebanadas de pan, el pimiento de romesco o las ñoras (remojadas en agua unas 2-3 horas). • Picarlo en el mortero junto con las almendras o las avellanas tostadas. • Hacer un sofrito de cebolla y tomate. • Cocer primero la cebolla cortada finamente (en brunoise) hasta que tenga un color oscuro, entonces añadir los tomates maurois pelados , sin pepitas y rallados. • El sofrito tiene que quedar como una mermelada, sin acidez del tomate, si es necesario agregar de vez en cuando agua. • Mezclar el sofrito y la picada. Con esto tendremos el romesco que servirá de base. 20 Vino tinto Ingredientes • 4 chalotas • 1 vaso (de los de agua, o sea, 1/4 de litro) de vino tinto. Cuanto mejor sea éste -sin tampoco meternos en gollerías- mejor será la salsa. • 1 cucharada sopera de vinagre de vino tinto • 100 grs. de mantequilla • pimienta negra recién molida • sal Tártara Ingredientes • 1 taza de mahonesa • 1 cucharada de mostaza • 2 pepinillos en vinagre • 1 cucharadita de alcaparras • 1 cucharada de • Tanto la picada como el sofrito no es recomendable pasarlo por el triturador, aunque si está bien aprovechar solo la pulpa de las ñoras y pimiento. • Después de todo la cocina no es solo color, gusto y olfato sino también textura y encontrar trocitos de frutos secos aunque sea para un plato de pescado no está nada mal. Recetas de salsas Preparación • Picad finitas las chalotas. Mezcladlas con el vino y el vinagre y llevad el todo a ebullición. • Cuando se haya reducido a la mitad (máomeno) salad, añadid la pimienta, filtrad y volved a llevar a ebullición. • Retirad del fuego y, sin que se enfrée, mezclad poco a poco con la mantequilla. • Servid sobre la carne "huérfana". (Para mayor efecto escénico, hacedlo silbando "La Marsellesa") Recetas de salsas Preparación • Mezclar la mahonesa con los pepinillos picados y los demás ingredientes. 21 cebolla picada • perejil picado Pierna de ternera y filetes de pescado empanados. Vinagreta básica Ingredientes Preparación • 3 partes de aceite de oliva • 1 parte de vinagre • sal • 1 cucharilla de alcaparras picadas • 1 huevo duro picado • 1 pepinillo picado • 3 tiras de pimiento de piquillo picadas • 1 cebollita pequeña picada • perejil picado y unas gotas de mostaza a la Mostaza y Tomillo Ingredientes • 3 partes de aceite de oliva • 1 parte de vinagre • sal • mostaza • tomillo Recetas de salsas • Mezcla la sal con el vinagre. Añadir el aceite y batir bien hasta que desaparezcan los ojos que forma. • Añadir luego todos los demas ingredientes muy picaditos y al final las gotas de mostaza. Mezcla bien y reservar en sitio fresco. • Se puede utilizar como aliño de verduras crudas o cocidas, de pescados cocidos frios, de legumbres frias, de pimientos asados, etc. Recetas de salsas Preparación • Mezclar el vinagre con sal, pimienta y mostaza. Agregar tomillo. Incorporar aceite removiendo sin parar. 22