El acné es una enfermedad de etiología multifactorial. Varios son los factores que predisponen a una persona a padecer acné y, de los barajados, unos son más conocidos que otros. FACTORES ENDÓGENOS Predisposición genética. Es uno de los factores que pueden determinar que una persona sea más susceptible a padecer acné que otras. Sobre todo, si los dos progenitores han padecido acné. Sin embargo, no es determinante, es decir, que uno o los dos padres lo hayan padecido no quiere decir que “forzosamente” los hijos deban padecerlo, aunque sí pueden tener más propensión. Si existe esta condición, debe alertarse a los padres para que inculquen en sus hijos unos correctos hábitos de higiene y cuidados desde la infancia, ya que éstos pueden ayudar a prevenirlo. Factores hormonales. La pubertad y la adolescencia son etapas en las que se producen importantes cambios hormonales, que pueden incidir en el aumento de la secreción de sebo. Una hipótesis es que la secreción sebácea está bajo control androgénico y que los andrógenos pueden alterar la queratinización folicular que facilita la aparición del comedón. Otros cambios hormonales, como los que ocurren durante la menstruación o el embarazo, pueden agravar también el acné. 13 DOSSIER ACNE.indd 13 6/7/07 10:34:07 Predisposición racial. Parece que en la raza caucásica existe una mayor predisposición a padecer acné que en la raza negra o en las razas orientales. Sin embargo, las lesiones producidas por el acné de grados severos a moderados en la raza negra parecen ser más intensas y las cicatrices producidas, más difíciles de eliminar. Colonización microbiana de la piel. El crecimiento de Propionibacterium acnes es el responsable de la formación de ácidos grasos libres, que tienen un carácter irritante. 14 DOSSIER ACNE.indd 14 6/7/07 10:34:13 FACTORES EXÓGENOS Estrés. La relación entre estrés y acné se vio corroborada por estudios realizados en 2002 en la Universidad de Berlín4 por investigadores alemanes que encontraron que la hormona del estrés, liberadora de corticotropina (CRH), se segrega en la glándula sebácea, influyendo en la secreción de grasa, lo que da pie al acné, aunque es difícil asegurar si el estrés causa acné, o sólo lo agrava. Factores ambientales. Trabajar en un ambiente húmedo, saturado de aceites, grasas y otros productos químicos, puede agravar o desencadenar brotes de acné. El sudor y la oclusión de las áreas afectadas contribuyen al empeoramiento del acné. En cuanto al clima, hay diferentes opiniones. Así, parece correlacionarse que ambientes húmedos y calurosos favorecen un incremento de la secreción de grasa y el crecimiento de bacterias que facilitan la infección; sin embargo, para otras personas es el frío el que parece correlacionarse con la exacerbación o aparición de los brotes. 4 Zouboulis CC, Böhm M. Neuroendocrine regulation of sebocytes - a pathogenetic link between stress and acne. Experimental Dermatology 2004; 13(S4): 31–35. 15 DOSSIER ACNE.indd 15 6/7/07 10:34:19 Yatrogenia por sustancias químicas. El uso de productos cosméticos inadecuados, el tratamiento con ciertos medicamentos tópicos u orales (corticoides, ACTH, algunos antiepilépticos) y el contacto con sustancias químicas irritantes (cloro) pueden ser factores desencadenantes o agravantes del acné. Otros problemas de salud. Algunas enfermedades, como el síndrome de ovario poliquístico, el síndrome de Cushing, la pubertad precoz, etc., pueden ser, asimismo, desencadenantes o agravantes del acné. ¿Alimentación? La alimentación, según las últimas investigaciones, no parece tener relación con la aparición de acné. Sin embargo, sí parecen existen sensibilidades personales a ciertos alimentos (embutidos, bollería, frutos secos, chocolate, etc.) que pueden agravar el acné en determinadas personas. 16 DOSSIER ACNE.indd 16 6/7/07 10:34:25