298-299-C07-12371-EDITORIAL-Jimenez 28/11/07 07:23 Página 298 emergencias 2007;19:298-299 Editorial Mejorar la enseñanza en reanimación cardiopulmonar… ¿no tiene precio? Desde el punto de vista de las emergencias, el entrenamiento y aprendizaje de los conocimientos y habilidades en las técnicas para realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP) de calidad deben ser una prioridad, con un objetivo concreto: conseguir resolver situaciones clínicas reales. Los beneficios de la enseñanza en las técnicas de reanimación cardiopulmonar han sido objetivados hace décadas1,2, tanto en el colectivo médico como de enfermería3,4, en ámbitos urbanos y rurales5. La enseñanza en RCP ha generado en las últimas décadas infinidad de documentación, desde su justificación hasta, en épocas más recientes, su coste. Enseñar, aprender, formar, son aspectos muy enraizados en el colectivo sanitario, van ligados a la profesión y tienen su base en el propio origen de las actividades relacionadas con la salud y el curar, sin dejar nunca de lado ese punto de oficio donde, afortunadamente, los roles de “alumno” y “profesor” cada vez son más intercambiables, aprendiendo y enseñando al mismo tiempo. Es conocido que la adquisición y retención de los conocimientos se relaciona con la edad y el período transcurrido desde la licenciatura6, hecho modificable con la formación continuada de los profesionales. El coste de la enseñanza en RCP no es sólo económico, existe un coste intelectual (que pocas veces, por no decir nunca, tenemos en cuenta) y que viene dado por diferentes aspectos, algunos ya olvidados por la propia distancia en el tiempo. Se tuvo que plantear una necesidad, realizar programas formativos para que se enseñe y se aprenda, se ha tenido que elaborar una documentación que soporte esta enseñanza, hemos tenido que adaptarnos a las nuevas tecnologías, tanto en las técnicas de aprendizaje y enseñanza como en los elementos que nos ayudan a aplicarlas, hemos tenido que desarrollar el aprendizaje dirigido a los adultos, introduciéndonos en entornos laborales, científicos y académicos donde los alumnos son, en el caso de las profesiones sanitarias, profesionales cualificados. La mayoría de estas iniciativas se han realizado, e incluso me atrevería a decir que hoy en día se siguen realizando, en ocasiones, sin hacer una valoración exhaustiva de su coste y sí, en cambio, en gran medida a expensas de la ilusión y el convencimiento de su necesidad por parte de muchos profesionales. El coste económico de los programas de formación en RCP sigue un patrón marcado por un modelo de enseñanza, en el que se priman las prácticas respecto a las exposiciones teóricas, con una 298 ratio alumnos/profesor cada vez más reducido. Metodologías definidas en base a las recomendaciones de la European Resuscitation Council (ERC) y que condicionan el coste económico de los cursos. ¿Es la única fórmula para aprender? Seguro que no. Sin duda debemos utilizar y aprovechar las ventajas que nos ofrecen las nuevas tecnologías para mejorar la difusión del conocimiento consiguiendo costes razonables. Lo están haciendo escuelas y universidades. ¿Por qué no lo podemos aplicar a la enseñanza de la RCP? En el presente número de la revista EMERGENCIAS, se analiza en un artículo el coste-efectividad de la enseñanza de la RCP con simuladores, diferenciando un entrenamiento estándar (no lo llamaría “normal”) con un entrenamiento con simuladores7. Iglesias et al. comparan los costes directos y estructurales aplicados a la realización de las acciones formativas dirigidas a personal sanitario. Introducen la utilización de estrategias metodológicas distintas y ponen de manifiesto, independientemente del tipo de entrenamiento, la importancia de la preparación del alumno previa a la realización de la acción formativa. Esta estrategia es uno de los aspectos fundamentales de los cursos avalados por la ERC y, a pesar que no podemos decir que los datos de este estudio sean concluyentes, sí corroboran los beneficios de una determinada estrategia. Interesantes son los resultados obtenidos en el grupo entrenado con un simulador que permite una mayor aproximación a la fisiopatología del enfermo crítico así como un mejor registro de las actuaciones realizadas, campo éste desarrollado por las empresas fabricantes de material de formación, que han encontrado una fuente de investigación e innovación en lo que se refiere a avances en formación. Cabe decir que la utilización de los simuladores y las nuevas tecnologías, si bien no sustituyen la metodología de formación clásica, sí la complementan y ayudan a mejorar la consolidación de conocimientos y habilidades9,10, por lo que han confirmado utilidad incluso con profesionales con años de experiencia clínica, si bien no es ésta garantía única de una buena adquisición de conocimientos11. No todas las metodologías docentes obtienen los mismos resultados y observamos métodos alternativos de formación con diferente suerte, desde la falta de retención de conocimientos utilizando programas de formación breves (1 hora) en enfermeras12 hasta los buenos resultados obtenidos entre los alumnos de enseñanza secundaria (ESO)13, pasando por no observar beneficios utilizando actores en lugar de maniquíes de entrenamiento6. 298-299-C07-12371-EDITORIAL-Jimenez 28/11/07 07:23 Página 299 X. Jiménez Fàbrega, et al. MEJORAR LA ENSEÑANZA EN REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR… ¿NO TIENE PRECIO? Es de agradecer un análisis de este tipo, sobre todo cuando los costes no son despreciables, los recursos son limitados, nos planteamos realizar campañas de formación orientadas a colectivos sanitarios que potencialmente son primeros asistentes (atención primaria de salud) e incluso queremos implantar campañas más ambiciosas dirigidas a la población general. Todo ello nos obliga a desarrollar técnicas que sean efectivas, económicas, reproducibles y accesibles al mayor número de personas posible. Numerosas preguntas aparecen cuando hacemos planteamientos de enseñanza de habilidades en RCP dirigidas a colectivos que habitualmente no llevan a cabo dichas habilidades por razones obvias, pero que en muchas ocasiones son los primeros actuantes y de ellos dependen los primeros eslabones de la cadena de la vida y, por ello, el pronóstico del paciente. Es un hecho objetivo que se pueden adquirir los conocimientos y habilidades en RCP con un programa estándar de formación, tanto entre el colectivo sanitario como entre la población general. Asimismo, es también fácil objetivar su coste pues sabemos el gasto por alumno, sabemos que cuando formamos lo hacemos bien, el alumno aprende y sus habilidades y conocimientos persistirán durante un período de tiempo. Pero, ¿esta inversión es rentable a medio y largo plazo? ¿cuánto tiempo se mantienen las habilidades y conocimientos adquiridos? ¿cada cuánto tiempo debemos reciclarnos? ¿cuántas muertes se han evitado gracias a estos programas? Es cierto que tenemos numerosas experiencias al respecto, que reciclamos e intentamos mantener habilidades, y aquí es donde vuelve a aparecer la duda, donde desde mi punto de vista el problema crece y adquiere dimensiones astronómicas, ¿es factible mantener programas de formación continuada en este campo? ¿es sostenible? Nada es más preciado que la vida y todos nos esforzamos para contribuir a mejorar su calidad entre nuestros enfermos. Pero también sin duda, y aunque se está convirtiendo en un tópico, debemos esforzarnos en encontrar soluciones económicas que tengan continuidad en el tiempo y que se apoyen en estudios en los que se incluyan términos de eficiencia, muertes evitables, años de vida perdidos (o ganados) y que nos permitan en un futuro cercano racionalizar y justificar las inversiones necesarias en la enseñanza de la RCP. BIBLIOGRAFÍA 1- Curry L, Gass D. Effects of training in cardiopulmonary resuscitation on competence and patient outcomes. CMAJ 1987;137:491-6. 2- Camp BN, Parish DC, Andrews RH. Effect of advanced cardiac life support traiing on resuscitation efforts and survival in a rural hospital. Ann Emerg Med 1997;29:529-33. 3- Dane FC, Russell-Lindgren KS, Parish DC, Durham MD, Brown TD. Inhospital resuscitation: association betwen ACLS training and survival to discharge. 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Resuscitation 2006;70:107-16. X. Jiménez Fàbrega* y X. Escalada Roig** *Coordinador de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB). **Médico Adjunto del Sistema d’Emergències Mèdiques de Catalunya (SEM) 299