Fuentes documentales relativas a la fragata Nuestra Señora de las

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Fuentes documentales relativas a la fragata
Nuestra Señora de las Mercedes
y los damnificados por su hundimiento,
custodiadas en el Archivo General
de la Administración
Los expedientes por presas inglesas
María Elena Cortés Ruiz
Archivo General de la Administración
Licenciada en Historia Medieval por la Universidad Complutense de Madrid. Doctora en Historia
Medieval por la misma universidad, inició su labor como archivera coordinando la Sección de
Reproducción de Documentos del Archivo General de la Administración. Actualmente dirige el
Departamento de Descripción y Conservación del Archivo General de la Administración y representa a la Subdirección General de los Archivos Estatales en diversos grupos de trabajo,
(AEN/CTN50/SC1, Fundación DLM Forum y el Grupo de Expertos en Digitalización –MESG– de
la Unión Europea).
A modo de introducción
En el Archivo General de la Administración (AGA), entre los fondos procedentes de la Dirección
General de la Deuda Pública y Clases Pasivas (uno de los que configura el denominado Grupo
de Fondos de Hacienda)1, se conservan numerosos expedientes, pertenecientes a las series documentales Deudas antiguas pendientes y Deudas antiguas canceladas, que presentan, como elemento común, una anotación singular en sus carpetillas o portadas, la expresión presas inglesas.
Con el término Créditos por presas inglesas se aludía en el siglo XIX a los que fueron concedidos para compensar las cuantiosas pérdidas económicas que ocasionaban los ataques de las
escuadras británicas a los navíos españoles, sobre todo los que transportaban capitales y mercancías desde las colonias americanas a la península y especialmente durante el período comprendido entre las batallas del cabo de Santa María (1804) y Trafalgar (1805).
Esta documentación, hasta el momento poco estudiada, ofrece una serie de datos de gran interés sobre el destino de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, la composición de su cargamento, los propietarios del mismo y sobre todo, las largas y arduas gestiones llevadas a cabo por
la Hacienda española para resarcir a aquéllos de las pérdidas derivadas del hundimiento del navío.
1
Dado que no es el objetivo de este trabajo, para una breve historia sobre el Archivo de la Dirección General de la Deuda
Pública y Clases Pasivas, véase CADENAS Y VICENT (1979), 4. Sobre una descripción más detallada de los fondos, resultan
de fundamental consulta, entre otros, los trabajos de MATILLA TASCÓN (1964, 87-90) y (1972).
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Fuentes documentales relativas a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y los damnificados por su hundimiento,
custodiadas en el Archivo General de la Administración. María Elena Cortés Ruiz
Tal vez el documento más completo y representativo de todo el conjunto sea el titulado Expediente sobre las reclamaciones hechas por españoles por los daños sufridos por las presas que
hicieron los ingleses en los años 1804 y 1805 (AGA _TOPOGRÁFICO,12,60-78,CA,31256,0001),
pues de él se puede extraer, por una parte, información de primera mano, proporcionada por
testigos directos de la tragedia, sobre el último viaje emprendido por la fragata Mercedes y por
otra, una relación bastante detallada de los damnificados por el hundimiento y captura de éste
y otros barcos y la cuantía exacta de las pérdidas económicas que tales hechos ocasionaron.
Si este Índice se coteja con el resto de los documentos ya mencionados, que son, básicamente, expedientes de reclamación iniciados por propietarios de la carga, se observa claramente
cuánto se dilató en el tiempo, en torno a una centuria, el proceso de percepción de las indemnizaciones.
Son, efectivamente, los herederos de los propietarios originales de las mercancías desaparecidas con la Mercedes quienes, a finales del siglo XIX, reciben las cuantías estipuladas, en su mayor
parte concedidas como Títulos de Deuda Diferida.
La percepción de las indemnizaciones, un procedimiento de un siglo
de duración
Mucho se ha escrito ya sobre la fragata Mercedes, su destino y la importancia que habría de
cobrar en estos últimos años, por lo que no se insistirá aquí en tales cuestiones. Baste señalar
que el ataque a la escuadra española, acaecido el 5 de octubre de 1804 y que se produjo sin que
existiera una declaración previa de guerra entre las Coronas española y británica
(AGA,11,14041,0009), supuso el fallecimiento de doscientas cuarenta y nueve personas y la captura de medio centenar de tripulantes.
Al siempre inútil sacrificio de vidas humanas hay que añadir las graves pérdidas económicas
sufridas, pues el cargamento, perdido íntegramente, estaba valorado en tres millones de duros2,
un durísimo golpe para numerosas personas e instituciones cuyas mercancías viajaban a bordo
de la fragata y que se vieron obligadas a iniciar un largo procedimiento legal, orientado al cobro
de las pertinentes indemnizaciones. Tal proceso había de pasar por las siguientes etapas:
El 9 de enero de 1823 un Decreto de las Cortes autoriza al gobierno de España a arbitrar,
junto al británico, en las reclamaciones que, por los hundimientos y apresamientos de buques llevados a cabo por la marina inglesa, habían elevado durante estos años numerosos particulares.
Resultado de dicho arbitrio es la firma de un convenio entre ambas Coronas para alcanzar
un ajuste amistoso, el 12 de marzo de 1823 (puede leerse en AGA_TOPOGRÁFICO,12,6078,CA,31256,0001,0001) y del que deriva la creación de una comisión mixta que había de fallar
en Londres (AGA_TOPOGRÁFICO,12,60-78,CA,31256,0001,0005) todas las demandas presentadas,
con la excepción de las relativas a las pérdidas del período comprendido entre 1804 y 1805,
donde se incluyen las derivadas de la voladura de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y la
captura del resto de la flota de la que formaba parte.
A fin de compensar a quienes perdieron sus inversiones por la destrucción y captura de la
flota al mando del brigadier Bustamante, el 24 de agosto de 1824 se promulgó una Real Orden
que ordenaba al Ministerio de Hacienda y a los Consulados que remitieran a la Secretaría de Estado las relaciones de los buques hundidos o capturados en estas fechas y los daños, debida2
Esta valoración de la carga de la fragata Mercedes puede leerse en AGA,11,14068,0033.
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mente acreditados, sufridos a consecuencia de tales acciones. El Consulado de Cádiz iba a recibir
instrucciones para notificarlo a los restantes, a fin de completar una declaración detallada de
todos los damnificados y sus pérdidas, que había de ser conocida como el Índice de las reclamaciones de presas inglesas por orden alfabético de apellidos (AGA_TOPOGRÁFICO,12,6078,CA,31256,0001,0009).
A todas las personas particulares que presentaron su reclamación en el plazo fijado les fueron
reconocidos sus derechos como deudas pendientes de liquidación, de acuerdo con la ley de 1
de agosto de 1851 (artículo 5.º) y fueron convertidas en títulos de deuda consolidada al 5%.
Este índice de las reclamaciones pasa del Ministerio de Estado al de Hacienda y el Real Decreto de 14 de noviembre de 1852 establece su liquidación en títulos de deuda diferida al 3%,
negociables y hereditarios, que fueron publicados en la Gazeta de Madrid los días 20, 21 y 22
de agosto de 1870 y 10 de febrero y 20 de mayo de 1871.
Los damnificados por el hundimiento de la fragata Mercedes
El procedimiento establecido para el pago de las indemnizaciones demandadas por los que perdieron sus capitales y mercancías con la voladura de la fragata Mercedes y la captura de la Clara,
la Asunción y la Medea se demoró tanto en el tiempo (la práctica totalidad del siglo XIX) que resulta muy difícil elaborar un listado fiable de todos los damnificados pues, evidentemente, muchos de ellos ya habían fallecido cuando se resolvieron sus casos, por lo que fueron sus herederos
quienes percibieron las citadas indemnizaciones. Por otra parte, dado que los títulos de deuda
diferida otorgados eran negociables, algunos de los propietarios originales se deshicieron de
ellos, por lo que muchos reclamantes, a finales de siglo, no guardan ya ninguna relación de parentesco con los propietarios originales. Todo esto complica todavía más la identificación de los
primitivos titulares.
A estas dificultades hay que añadir que, si bien la mencionada Relación es muy detallada
para algunos de los casos, pues menciona los buques en que viajaban las mercancías y capitales
perdidos y su tasación, en otros únicamente especifica que los demandantes sufrieron pérdidas
por las presas inglesas de los años 1804 y 1805, sin detallar en qué navíos hundidos o capturados
en esas fechas viajaban los bienes perdidos, como puede observarse en este ejemplo:
«Dorca= Don Benito, reclama 28.264 p(esos) f(uertes) que le fueron registrados en varios
buques de los apresados en 1804 y 1805 (Cádiz)»3
En estos casos únicamente la existencia de un expediente de reclamación permite conocer
con detalle las pérdidas sufridas por los demandantes.
Calcular el valor exacto de las pérdidas de todos los damnificados presenta otro problema
añadido, puesto que las estimaciones consignadas para cada uno de los litigantes hacen referencia
a la totalidad de sus pérdidas y es frecuente que los afectados, con generalmente comerciantes,
distribuyeran sus mercancías en más de un navío. Un ejemplo seleccionado al azar da fe de ello:
«Cárdenas= Don Salvador María, reclama 24.000 p(esos) f(uertes) que embarcó por su
cuenta en las fragatas Clara, Asunción, Joaquina, Cástor y Mercedes, apresadas en 1804
y 1805 (Sevilla)»4.
3
4
Índice…, folio 7r.
Índice…, folio 6v.
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No hay que olvidar, por último, que los propietarios recogidos en el Índice son solamente
los que presentaron sus reclamaciones de acuerdo con los plazos que establece la Real Orden
de 24 de agosto de 1824. Esto impide conocer los nombres de otros damnificados que, bien por
haber fallecido en estas fechas sin herederos, bien por razones de otra índole, no remitieron sus
reclamaciones en plazo.
Con todas estas salvedades se puede identificar, a través del Índice a una serie de comerciantes y particulares directamente afectados por el desastre de la fragata Mercedes:
1. Bartolomé de Ayala, vecino del comercio de Cádiz, era acreedor de 226.231 pesos fuertes
perdidos a consecuencia de las presas inglesas de los citados años, sin especificar qué
parte de esta cantidad correspondía a las mercancías transportadas por la fragata. Su reclamación fue resuelta, finalmente, en 1887, en las personas de sus herederos
(AGA,11,14041,0009).
2. María de los Dolores Bayens de Izaola, reclamaba 13.279 pesos fuertes por la pérdida
de bienes transportados en varios buques, entre ellos la fragata Mercedes. Su caso se encuentra registrado en el mismo expediente que recoge las reclamaciones de Bartolomé
de Ayala (AGA,11,14041,0009).
3. Doña Josefa Carrillo, que solicita indemnizaciones por valor de 1.000 pesos fuertes perdidos por el asalto a la fragata Mercedes y otros navíos de la misma escuadra.
4. El ya citado don Salvador María Cárdenas, con una reclamación de 24.000 pesos fuertes.
5. El I conde de Maule, don Nicolás de la Cruz y Bahamonde, cuyas pérdidas en el ataque
a la escuadra en la que formaba parte la fragata Mercedes se estimaban en 68.023 pesos
fuertes. De acuerdo con la información extraída de la demanda continuada por sus herederos, sus intereses a bordo de la fragata estaban valorados en tres partidas de 13.000,
2.000 y 2.686 pesos fuertes cada una (AGA,11,14238,0001).
6. Pedro Moreno Muzarra, cuya reclamación por las mercancías transportadas en la fragata
Mercedes y la Clara ascendía a 1.000 pesos fuertes.
7. Don José de la Muela, con pérdidas sin especificar valoradas en 7.284 pesos fuertes.
8. Doña Antonia Regil quien, según los datos consignados en el Índice, tenía registrados
6.797 pesos fuertes 4 ½ reales en la Mercedes y otros dos navíos de la flota.
9. Don Pascual Sanchiz, acreedor de 2.745 pesos fuertes.
10. El Hospital de Santiago, institución a la que se remitían, en la flota asaltada, 25.650 pesos
fuertes.
11. Don Juan Eloy Soret, para quien la deuda asciende a 4.000 pesos fuertes.
12. Don Ramón Vitón, con pérdidas tasadas en 14.977 pesos fuertes.
Esta relación no incluye, como se ha señalado más arriba, a la totalidad de los damnificados
por la tragedia de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes. Es posible, sin embargo, obtener
más datos e incrementar, por tanto, el número de propietario conocidos, mediante el cotejo del
Índice con los restantes documentos relativos a presas inglesas. Una lectura detallada de estos
expedientes relativos a la fragata Mercedes permite aumentar esta lista con otros nombres:
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Fuentes documentales relativas a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y los damnificados por su hundimiento,
custodiadas en el Archivo General de la Administración. María Elena Cortés Ruiz
1. Antonio de Avendaño, comerciante de Bilbao. El Índice solo señala que:
«… reclama 114.539 p(esos) f(uertes) registrados en barios buques de los apresados por
los Yngleses en los años 1804 y 1805 (Bilbao)»5.
No obstante, en el expediente de reclamación de sus herederos, que no se resolvería por
completo hasta 1903 (AGA,11,12489,0002), se aprecia que parte de sus mercancías perdidas
viajaban a bordo de la fragata Mercedes.
2. Pedro Comparent y Blacader aparece también citado en el Índice como reclamante de
104.000 pesos fuertes perdidos en las presas inglesas de 1804 y 1805, sin datos que permitan
conocer en qué buques viajaba su carga. Pero Salvadora Fernández Mateu, heredera suya
y de José Comparent, había de reclamar estas pérdidas a finales del siglo XIX y en expediente sobre el asunto (AGA,11,12080,0009) se especifica que parte de las pérdidas procedían del hundimiento de la fragata.
3. Juan Francisco Espelosín. Su hijo, del mismo nombre, actúa en representación de su padre
y de doña Martina Molinar y reclama por ambos 315.583 pesos fuertes, sin especificar qué
cantidad correspondía a cada uno. El expediente de los herederos de Espelosín estaba to-
AGA,11,12489,0002: Partida n.º 87 de la fragata Mercedes, cancelada. En expediente promovido por Antonio de
Avendaño.
5
Índice…, folio 2v.
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davía abierto en los años ochenta del siglo XIX (AGA,11,14068,0033) y por él puede asegurarse que una parte de las pérdidas corresponden a la fragata Nuestra Señora de las
Mercedes.
4. Dos propietarios, Juan y Antonio Macho Landeras, aparecen en el expediente por el que
sus herederos, don Vicente y don Manuel Macho, siguen reclamando en 1893 la percepción de los créditos sobre lo perdido en el hundimiento (AGA,11,14068,0033).
5. El marqués de Osorno. En 1861, sus herederas, Josefa de Tagle y Echevarría, V marquesa
de Torre Tagle y la hermana de ésta, doña María Tagle, reclaman la indemnización a él
debida (AGA,11,14041,0009).
6. Don Roque Salinas, de Cádiz, mencionado en el expediente de reclamación incoado por
los herederos de Antonio Avendaño (AGA,11,12489,0002).
7. Martín Aramburu, que aparece citado en el mismo expediente que Roque Salinas.
8. Antonio Álvarez del Villar, con una cantidad de 851 1 ½ pesos fuertes (AGA,11,14068,
0033).
9. Francisco Vázquez de Ucieda, cuya pérdida se estima en 998 pesos fuertes (AGA,11,14068,
0033).
A modo de conclusiones
La documentación conservada en el Archivo General de la Administración en el Fondo Antiguo
de Hacienda, relativa a los damnificados por presas inglesas permite recuperar algunos testimonios de primera mano sobre la acción armada que concluyó con la captura de la flota española
al mando de José Bustamante y la pérdida de la fragata Mercedes, además de reconstruir una
primera relación de una veintena de propietarios de mercancías afectados por este acontecimiento, simplemente tras una primera aproximación a estas fuentes y abre la puerta a futuras investigaciones, no sólo a través de los expedientes de Deudas Pendientes y Canceladas, sino
combinando estas fuentes documentales con las custodiadas en otros archivos y la numerosa bibliografía existente permitirá la correcta contextualización de este acontecimiento dentro de las
tormentosas relaciones hispano-británicas durante el siglo XIX.
Apuntes bibliográficos
CADENAS Y VICENT, Vicente (1979): Archivo de la Deuda y Clases Pasivas. Índice de jubilados. 18691911, Instituto Salazar y Castro (CSIC), Hidalguía, Madrid.
CAMPO HERNÁN, María del Pilar del (2012): «Los archivos y la protección del Patrimonio: La última comisión de la fragata de guerra Nuestra Señora de las Mercedes», en Muñoz Serrulla, María Teresa
(coord.) (2012): La Moneda: Investigacion numismática y fuentes archivísticas, Asociación de
Amigos del Archivo Histórico Nacional y Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas
y Arqueología UCM, Madrid: 263-292.
MATILLA TASCÓN, Antonio (1955): Catálogo de la Biblioteca Central del Ministerio de Hacienda, Fábrica
Nacional de Moneda y Timbre, Madrid.
— (1964): «Archivo Central y Biblioteca del Ministerio de Hacienda», Boletín de la Dirección
General de Archivos y Bibliotecas, año XIII, n.º LXXV, 87-90.
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Fuentes documentales relativas a la fragata Nuestra Señora de las Mercedes y los damnificados por su hundimiento,
custodiadas en el Archivo General de la Administración. María Elena Cortés Ruiz
— (1972): Guía de los fondos del Archivo Central del Ministerio de Hacienda, Instituto de
Estudios Fiscales, Madrid, 2 tomos.
MUÑOZ SERRULLA, M.ª Teresa (coord.) (2012): La Moneda: Investigación numismática y fuentes archivísticas, Asociación de Amigos del Archivo Histórico Nacional y Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas y Arqueología UCM, Madrid.
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