MUJER, MEDIO AMBIENTE Y AGENDA POST-2015 Dra. Gisela Alonso Domínguez Agencia Medio Ambiente CUBA c XV ENCUENTRO INTERNACIONAL DE ESTADÍSTICAS DE GÉNERO CEPAL, Aguascalientes, México 2014 Mujer, Naturaleza y Medio Ambiente Desde 1945 en el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas se reafirma la igualdad de derechos de hombres y mujeres. En 1975 se realiza la Primera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer y Foro asociado de ONG en la ciudad de Méjico, comienzo del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz. La Tercera Conferencia Mundial se celebra en Nairobi(1985) En la misma se adoptan ¨Las Estrategias de Nairobi¨, orientadas hacia el futuro desarrollo de la mujer, donde se reconoce el papel de la misma en la conservación y la gestión del medio ambiente CUMBRE DE RIO ´92. En los objetivos y principios acordados por los gobiernos en la Cumbre Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro, en 1992, se abrazaban importantes concepto éticos, morales y filosóficos que deberían adoptar y materializar en sus relaciones los diferentes estados a nivel global y en el plano nacional, para poder avanzar hacia la sostenibilidad teniendo en cuenta las grandes brechas existentes entre los países desarrollados y los subdesarrollados. En esta Conferencia se reconoce a las mujeres como un grupo principal en el desarrollo sostenible, adoptándose el PRINCIPIO 20: “Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo. Es, por tanto, imprescindible contar con su plena participación para lograr el desarrollo sostenible”. Declaración y Plataforma de Acción de Beijing Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995. La Mujer y el Medio Ambiente. Facilitar y fomentar el acceso de la mujer a la información y la educación, inclusive en las esferas de la ciencia, la tecnología y la economía, promoviendo de ese modo sus, conocimientos, aptitudes y oportunidades de participación en las decisiones relativas al medio ambiente. Establecer estrategias y mecanismos, en particular en los niveles más básicos, para aumentar la proporción de mujeres que participan como dirigentes, planificadoras, administradoras, científicas y asesoras técnicas en el diseño, desarrollo y ejecución de políticas y programas para la ordenación de recursos naturales y la protección y conservación del medio ambiente y que se benefician de esas actividades. Integrar los conocimientos y las prácticas tradicionales de las mujeres rurales e indígenas en relación con el uso y la ordenación sostenibles de los recursos cuando se elaboren programas de ordenación del medio ambiente. Fomentar la educación en mujeres y niñas en estas esferas. Cumbre del Milenio Celebrada en Nueva York en el 2000, los Estados Miembros se comprometieron a lograr un mundo mejor, más sano y más justo para el 2015.En los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio consagrados en la Declaración se incluye en el Objetivo1: erradicar la pobreza y el hambre: Objetivo3: igualdad entre géneros y empoderamiento de la mujer y el Objetivo 7 garantizar la sostenibilidad ambiental. El futuro que queremos. Rio + 20 , Brasil, junio 2012. Ratifica: La erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo . Reconoce modificar los patrones de producción y consumo y la protección y ordenación de los recursos naturales en correspondencia con las necesidades del desarrollo económico y social. Crecimiento sostenido, inclusivo y equitativo, creando mayores oportunidades para todos, reduciendo las desigualdades, mejorando los niveles de vida básicos. Reconoce que la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres son importantes para el desarrollo sostenible y nuestro futuro común. Reafirma los compromisos de asegurar a la mujer igualdad de derechos, acceso y oportunidades de participación y liderazgo en la economía, la sociedad y la adopción de decisiones políticas. Promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y asegurar su participación plena y efectiva en las políticas, los programas y los procesos de adopción de decisiones en materia de desarrollo sostenible. Panel de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015. SOBRE LAS NIÑAS Y LA MUJER SE RECOGE EN EL INFORME: Niñas y mujeres. La mayoría de quienes viven en la pobreza extrema son mujeres. Una agenda centrada en las personas debe trabajar para garantizar la igualdad de derechos de mujeres y niñas, y empoderarlas para participar y asumir papeles de liderazgo en la vida pública. Las mujeres enfrentan importantes barreras que las separan de las oportunidades. Estas barreras solo se pueden eliminar cuando exista tolerancia cero frente a la violencia contra las mujeres y niñas y a su explotación, y cuando disfruten de plenos e iguales derechos en las esferas política, económica y pública. Las mujeres y niñas deben tener igual acceso a servicios financieros, infraestructuras, plenos servicios de salud, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, al abastecimiento de agua y recogida de deshechos, igual derecho a poseer tierras y otros activos, a gozar de un entorno seguro en el cual aprender y aplicar sus conocimientos y habilidades, y poner fin a la discriminación, de modo que puedan recibir igual remuneración por el mismo trabajo, y tengan igual voz en la toma de decisiones. La mujer ante la próxima agenda El tema de la mujer sigue manteniendo vital importancia, y así lo he subrayado al expresar desde mi visión personal que, en toda política trazada en el orden económico, social y ambiental, debe quedar bien explicita la situación de la mujer, las niñas, niños y jóvenes, de forma priorizada. La mujer sufre las mayores consecuencias derivadas de la pobreza, del hambre y la desnutrición, de las desigualdades, la falta de equidad, la discriminación. Se requiere garantizar la educación y la salud, la calidad y acceso viable al agua y al saneamiento, así como prepararse para enfrentar las consecuencias asociadas al Cambio Climático y los efectos de los Desastres Naturales. La mujer es víctima principal de los conflictos armados, constituyendo un elemento altamente vulnerable dentro de la compleja situación mundial. La mujer ante la próxima agenda (cont) No podemos abandonar el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, considerando como argumento básico que el modelo de desarrollo prevaleciente trajo consigo un gran perjuicio para los países sometidos como colonias, a los cuales se nos dejo la condición de un gran empobrecimiento, subdesarrollo y grandes desigualdades, con alto niveles de discriminación no sólo de género sino también de índole étnica y racial. Se requiere modificar ese modelo de desarrollo seguido, así como las políticas y los patrones de consumo y producción insostenibles asociados al mismo, si es que queremos mantener la vida en el planeta. Se requiere lograr un racional uso de los recursos naturales, considerando a los mismos como patrimonio y elemento de soberanía de cada país, esencial para la seguridad nacional y que a su vez reconozca los límites planetarios demostrados por la ciencia y por la propia vida. En ese contexto, se impone reconocer que las mayores riquezas en los recursos naturales están en el SUR. En todo lo anterior, subrayamos la importancia del total derecho y participación de la mujer y su no discriminación, garantizando su pleno desarrollo para lo cual deberán establecerse políticas públicas priorizadas. Es preciso brindar a su vez, atención principal a los derechos de la niñez y la juventud como seres humanos que tienen no sólo que enfrentar los grandes desafíos actuales, sino también prepararse para la futura realidad global. Reiteramos la imperativa necesidad de retomar valores humanos y poner a las personas en el centro de la nueva agenda. Hay que cambiar la forma de pensar y de actuar. Que prevalezca la solidaridad humana. Que cese el egoísmo. Para lograr todo esto hay también que enfrentar la gran desinformación que existe en los países desarrollados sobre la pobreza y la realidad del mundo en desarrollo y sobre todo de los más pobres. Para ello se requiere de estadísticas válidas y transparentes en cada país, sin manipulación y que sean capaces de reflejar el alto sufrimiento humano que vive la gran mayoría de la población mundial. Algunas cifras para recordar: En el 2013 el total de habitantes del planeta era de 7 000 millones, de los cuales el 18% viven en los países más desarrollados y el 82% en países en desarrollo y menos adelantados. De ellos, 2000 millones son jóvenes y niños entre 10 y 24 años, y más de 850 millones son mayores de 60 años. El 8 % de las personas que disponen de mayores fondos en el mundo obtienen hasta el 50 % de todos los ingresos del planeta. Se reporta que en la actualidad más 1 200 millones de personas continúan padeciendo de pobreza extrema. El informe denominado “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo 2012” (SOFI, por sus siglas en inglés), apunta que la gran mayoría de las personas que padecen hambre, 852 millones, viven en países en desarrollo. La niñez: víctima principal Hoy en día mueren al año en el mundo unos 9,2 millones de niñas y niños antes de alcanzar el quinto año de vida y el 99,9 % de esas muertes ocurre en los países más pobres. El índice de mortalidad infantil mundial es de 45 por 1.000 nacidos vivos, pero es apenas de 6 por 1.000 en los países ricos (Población Mundial, 2010). La mortalidad materna es 36 veces superior en los países pobres que en los países desarrollados. Es totalmente inaceptable que más de 100 millones de menores de cinco años tengan falta de peso y que por consecuencia no puedan desarrollar todo su potencial humano y socio-económico, y que la desnutrición infantil provoque la muerte de más de 2,5 millones de niños cada año. Ante esta realidad Se requiere ante todo la voluntad política de los estados para establecer políticas públicas encaminadas a transformarla y enfatizar en crear las capacidades y conocimientos necesarios para lograr la asimilación de las nuevas tecnologías. Promover la ciencia, la tecnología y la innovación, con máxima prioridad a las niñas y mujeres, que nos permita el desarrollo de soluciones autóctonas logrando mayor productividad del trabajo y propiciar el empleo decente todo ello en correspondencia con las necesidades de cada país. Implementar los cambios estructurales requeridos. Hay que cambiar el modo de actuar, pensar y el modelo de desarrollo. Resulta fundamental contar con la voluntad política de los gobiernos garantizando la participación ciudadana, para el diseño y aplicación de políticas públicas, y entre ellas de modo destacado las de corte social, que den solución a los principales problemas de cada país. Son esenciales en ese plano las acciones relacionadas con la salud, la educación, la alimentación, la vivienda, el acceso a la información, estrategias para la reducción de desastres. Establecer políticas dirigidas al uso racional de sus recursos naturales para su desarrollo como patrimonio y elemento esencial de su seguridad nacional. Imprescindible garantizar la transversalidad del enfoque de género en las políticas. La Ayuda Oficial para el Desarrollo, debe cumplir sus compromisos. Urgen nuevas formas de ayuda que incluyan no sólo el aspecto financiero, económico y comercial sino también la transferencia de tecnologías, conocimientos y creación de capacidades. Se requiere desplegar y revitalizar la cooperación internacional tales como la cooperación triangular, así como la Norte-Sur. Asimismo consolidar la cooperación Sur-Sur como una importante vía de complementariedad, integración y solidaridad entre los países en desarrollo. Qué hacer! Frente a la complejidad de las situaciones que se presentan a los niveles global, regional, nacional y local, no hay otro camino que accionar de forma conjunta y solidaria en la búsqueda y aplicación de alternativas de solución encaminadas a lograr un crecimiento económico con mayor justicia, con equidad social y con sostenibilidad ambiental, que priorice la legitimidad de los derechos de la mujer. Aportemos a ello toda nuestra sensibilidad, inteligencia y solidaridad femeninas! Muchas gracias. Dra. Gisela Alonso Domínguez. www.ama.cu www.medioambiente.cu gisel@ama.cu