Sentencia de la Suprema Corte de Justicia. Caso - Coladic-RD

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 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. Sentencia de la Suprema Corte de Justicia. Caso Situación Inmigrantes Ilegales y sus Descendientes El 14 de diciembre del año 2005 nuestra Suprema Corte de Justicia (SCJ) se pronunció sobre la Constitucionalidad de la Ley General de Migración relativa a la regulación de la entrada y permanencia de extranjeros al territorio Dominicano. La situación planteada era, de acuerdo a los argumentos presentados por los impetrantes, que la referida ley vulneraba los derechos humanos de los haitianos y haitianas que residen en el país debido a que sus disposiciones estaban dirigidas a restringir, limitar y excluir a esa minoría de residentes. La relevancia de esta decisión radica en el hecho de que la misma viene a poner punto final, por lo menos en el ámbito nacional, al tema de las regulaciones sobre la situación de los inmigrantes ilegales y sus descendientes en el país. Sin embargo, por tratarse de un tema tan delicado y que involucra tantas cuestiones jurídicas, incluyendo aquellas relacionadas con los Derechos Humanos, dicha sentencia es un documento judicial que amerita de la opinión pública y, en consecuencia, COLADIC‐RD en el presente artículo presenta su opinión al respecto. Si bien es cierto que la República Dominicana se encuentra inmersa desde hace años en una situación de tensión como consecuencia del estado de ilegalidad de haitianos en territorio nacional; no menos cierto es que el país debe ser muy cuidadoso en cuanto a las medidas que tome para solucionar esta situación, teniendo como herramientas las disposiciones de la Constitución y particularmente a los instrumentos internacionales de los que es parte. La SCJ analizó las previsiones de la Ley General de Migración considerándolas todas conformes a la Constitución sin tomar en cuenta las decisiones emanadas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre el tema en particular. 1 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. Somos de opinión que hay dos puntos a considerar con relación a la decisión de la SCJ: • En cuanto a las previsiones Constitucionales que fueron obviadas; y, • En cuanto a las disposiciones internacionales que no fueron tomadas en cuenta, teniendo en cuenta que este hecho podría traer consecuencias negativas para el Estado Dominicano. La Constitución establece como prerrogativa exclusiva de la SCJ la facultad de interpretar la Constitución, así como la de declarar la inconstitucionalidad de cualquier precepto legal, lo que quiere decir que ningún otro órgano del Estado tiene dicha atribución. Por lo tanto, resulta contradictorio que la Ley General de Migración contenga una disposición que diga que “los No Residentes son considerados personas en Tránsito, para los efectos de aplicación del Artículo 11 de la Constitución de la República”. Esto resulta una interpretación constitucional para la cuál no está facultado el Poder Legislativo, en consecuencia es bastante cuestionable la conclusión a la que llegó nuestro más alto tribunal. Por otra parte, también la SCJ en su decisión realiza una interpretación de lo que debería ser entendido como “persona en tránsito” para los fines de otorgar la nacionalidad dominicana, al margen de lo que establece ya la Ley General de Migración. La disposición constitucional que trata el tema de la nacionalidad dice que “son dominicanos: todas las personas que nacieren en el territorio de la República, con excepción de los hijos legítimos de los extranjeros residentes en el país en representación diplomática o los que están de tránsito en él”. Tomando eso como base, la SCJ asimiló que “en tránsito” e “inmigrante ilegal” son términos equivalentes y que en consecuencia a esta última categoría no le corresponde tampoco la nacionalidad dominicana. 2 ____________________________________________________________ Consejo Latinoamericano de Estudiosos de Derecho Internacional y Comparado, Inc. Podría tal vez hacerse esta comparación e interpretarse de esa manera la Constitución sólo si el país no fuera parte de instrumentos internacionales diseñados para la protección y garantía de los Derechos Humanos, que ya anteriormente se hayan manifestado sobre cómo se debe tratar este tema. En ese sentido, la Corte IDH en la sentencia en la que se condenó a la República Dominicana, precisamente por violación a los Derechos Humanos de ciudadanos haitianos, indicó que “para considerar a una persona como transeúnte o en tránsito, independientemente de la clasificación que se utilice, el Estado debe respetar un límite temporal razonable, y ser coherente con el hecho de que un extranjero que desarrolla vínculos en un Estado no puede ser equiparado a un transeúnte o a una persona en tránsito”. También en esa misma decisión indicó que “el estatus migratorio de una persona no se trasmite a sus hijos”. Esto quiere decir que, aún cuando la SCJ de alguna manera incomprensible decida asimilar a estas personas a transeúntes, es imposible, por lo menos bajo las previsiones de la Corte IDH, que sus hijos corran con la misma suerte. Finalmente, entendemos que aunque ya fue tomada esta decisión, la situación de la inmigración ilegal haitiana y el tema de la nacionalidad de sus hijos aún no ha concluido. Esta desacertada decisión de la SCJ nos muestra el largo camino que aún nos falta por recorrer como país en cuanto al respeto efectivo de los Derechos Humanos, con el agravante de que esto podría representar nuevamente la presencia de la República Dominicana ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Junta Directiva COLADIC­RD Diciembre 2005 3 
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