El cuatro, emblema de la diversidad venezolana

El cuatro, emblema de la diversidad venezolana fundada en la armonía de sus contrastes
Por Instituto del Patrimonio Cultural
Cuando hablamos de un instrumento musical venezolano lo primero que pensamos es en el
cuatro, base rítmica y armónica de casi cualquier expresión sonora venezolana. El cuatro se
encuentra presente en la mayor parte de las manifestaciones tradicionales, festividades y
celebraciones sociales y religiosas del acervo cultural de Venezuela, por ello define gran parte del
temperamento musical de nuestro país, una nación que, como el cuatro, se construye con ritmo,
tesón y pasión en ritmos, melodías y memorias de toda la geografía nacional, empezando por las
ciudades de Coro, en el occidente y Cumaná, en el oriente, los dos puntos de difusión de este
instrumento a partir del siglo XVI. Es tal su difusión que lo encontramos en la gaita zuliana, en el
calipso de El Callao, en el galerón, el polo, la jota, la malagueña, el vals, el merengue, la música
cañonera, la música campesina, la fulía, la tonada y en nuestro emblemático joropo de arpa,
cuatro y maracas, sin olvidar los ritmos propios navideños como villancicos, aguinaldos y
parrandas. Casi se pudiera decir que con la música del cuatro se puede pintar cualquier paisaje
venezolano.
Para tocar no sólo se necita un Cambur Pintón
El cuatro es un instrumento musical de cuatro cuerdas que se hacen vibrar ante la boca de una
caja de resonancia, lo que produce sus sonidos característicos. Su versatilidad para tocar
cualquiera de los numerosos ritmos que enriquecen nuestro acervo musical, dependen a su vez de
numerosos factores como la afinación del instrumento o cómo se emplea la mano para rasgar,
puntear, rasgapuntear, pulsar o percutir las cuerdas, todas características que varían de acuerdo
quien toque el instrumento. La afinación tradicional más conocida es la afinación descendente
que es la-re-fa-si, conocida popularmente como Cam-bur-pin-ton, debido al parecido de este
sonido con las sílabas de esas dos palabras. También existe otra afinación muy difundida para el
cuatro solista, y es la llamada afinación ascendente o sol-do-mi-la. Otras afinaciones distintas
coexisten en el país en toda la gama de tradicionales donde participa el cuatro como instrumento
de armonía y percusión.
Av. Ppal. de Caño Amarillo, Villa Santa Inés, Código Postal 1010. Caracas – Venezuela.
Instituto del Patrimonio Cultural
Teléfonos: (0212) 4812558/0941/0142/6338 4824726/9513 – www.ipc.gob.ve / asistentepresidencia@ipc.gob.ve
El que llegó para quedarse y hacer familia
Varios autores han señalado que el cuatro deriva de un instrumento musical traído de España a
inicios del siglo XVI y conocido actualmente como guitarrilla renacentista, formada por cuatro
pares de cuerdas u órdenes. Se cree que por razones prácticas, como la dificultad de encontrar
suficiente número de cuerdas hechas a partir de tripas de cerdo, la guitarrilla deja de tener ocho
cuerdas y se termina por adoptar sólo cuatro. A su vez, del cuatro han surgido en Venezuela varios
instrumentos más como los cordófonos larenses conocidos con los nombres de quinto; el cuatro y
media; el octavo; el cinco, llamado también quinto o lira, un poco más grande que el cuatro; el
medio cinco, el requinto y el cuatro Monterol, que es un cuatro de cinco cuerdas, con un orden
doble en el último lugar empleado únicamente en el Tamunangue de El Tocuyo. También se
considera que la reducción de las ocho cuerdas en cuatro órdenes que tenía la guitarrilla
renacentista a sólo cuatro cuerdas de debe a que era más fácil afinar cuatro cuerdas que ocho.
Venezolano como nosotros
A veces, algo es tan nuestro, forma parte de nuestras vidas de tal manera, que damos por sentada
su existencia, sin darnos cuenta por ello de su importancia, de su valor como ejemplo de nuestra
identidad. Por ello el jueves 23 de mayo de 2013, en la Gaceta Oficial número 40.173 apareció
publicada la Providencia Administrativa No. 010/13 de fecha 4 de abril de 2013, y emitida por el
Instituto del Patrimonio Nacional (IPC), adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura,
acto con el que se declara al Cuatro como Bien de Interés Cultural de la República Bolivariana de
Venezuela.
Si bien es cierto que el cuatro forma parte de nuestros sentimientos porque está arraigado en la
mayor parte de nuestras manifestaciones culturales, este reconocimiento es una estrategia en el
proceso de afirmación de la identidad nacional y la descolonización cultural. Esta declaratoria no
recae directamente en un objeto específico, tampoco en una colección de estos instrumentos
musicales, sino en torno a todas aquellas manifestaciones y expresiones que hacen del cuatro el
Instrumento Nacional.
Como instrumento, el cuatro forma parte de la vida de numerosas personas, entre ellas las de
hacedores de música como intérpretes, ejecutantes y compositores, algunos convertidos en
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maestros y docentes que llegaron a desarrollar métodos de enseñanza, otros que se hicieron
constructores del instrumento siguiendo las técnicas aprendidas de quienes les precedieron, todos
vinculados a historiadores e investigadores, quienes se han dedicado a establecer los inicios del
cuatro en Venezuela, sus variantes a lo largo del tiempo y su incidencia como instrumento que ha
acompañado nuestras más variadas expresiones musicales a través de la historia.
Solista o acompañante, con sus textos, métodos y partituras, festividades, certámenes, concursos
y encuentros culturales dedicados al uso y disfrute de este bien cultural, el cuatro es un universo
de aspectos que recibirán la protección y fomento a partir de esta declaratoria.
El cuatro está en todas partes haciendo nuestra vida más feliz
Con la declaración del instrumento como Bien de Interés Cultural se inicia el Año del Cuatro, una
festividad que va de mayo de este año hasta mayo de 2014 y en la que diversos entes del Estado
adscritos a varios Ministerios del Poder Popular, han realizado y realizarán diversas actividades
que buscan fomentar el aprendizaje del instrumento, charlas y conciertos por parte de músicos,
investigadores y constructores de instrumentos, talleres de construcción del instrumento en
diversos estados del país, publicación de métodos y la realización de una película documental
patrocinada por la Villa del Cine.
Así, a través de una declaratoria del cuatro como Bien de Interés Cultural de Venezuela, este
instrumento recibe el justo reconocimiento de quien atraviesa la historia de nuestro país formando
parte de las gestas emancipadoras y la conformación de una venezolanidad rica en ritmos,
melodías y memorias.
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